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IV Concurso de Cartas a los Reyes Magos


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Con la entrega de los libros finaliza la campaña «Ningún niño/a sin imaginación» de la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 17/12/2024

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La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, en colaboración con la Asociación Cultural y Social el Sosiego, lleva siete años realizando esta campaña de Navidad en la que se recogen libros infantiles y juveniles con destino a los niños con menos recursos económicos

Alcázar de San Juan, 17/12/2024.- En la séptima edición de la campaña de Navidad de recogida de libros infantiles y juveniles -nuevos y usados- en Alcázar de San Juan, llevada a cabo por la Sociedad Cervantina de Alcázar, se ha notado un notable descenso en el número total de unidades donadas.

A duras penas hemos podido llegar a las 250 unidades, muy por debajo de las cantidades alcanzadas en años anteriores, sobre todo si comparamos esta cuantía con la de libros recogidos en 2023 que alcanzó la cifra de 464.

Desconocemos el motivo que ha originado que los alcazareños hayan flaqueado en sus aportaciones a lo largo de esta campaña; pensamos que quizás hayan sido las dificultades económicas que están pasando algunas familias o quizás que en años anteriores ya habían donado los ejemplares en su poder y este año han adquirido menos libros nuevos para sus bibliotecas; pero en ningún caso queremos creer que esta baja cifra de libros donados haya estado motivada por la falta de apoyo a esta llamada, ya que Alcázar de San Juan es una ciudad que siempre se ha caracterizado por la enorme solidaridad de sus vecinos, demostrada recientemente por sus ayudas materiales y personales para combatir los efectos de la dana sufrida en la Comunidad Valenciana y parte de la de Castilla-La Mancha.

Como en años anteriores, instituciones como la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes, o como Miguel Ángel Morillo (un alcazareño que reside en Sevilla y que año tras año envían por mensajería su colaboración a la Sociedad Cervantina de Alcázar), así como infinidad de personas particulares que se han sumado generosamente a este llamamiento, han hecho posible que esta séPtima campaña «Ningún niño/a sin imaginación», se haya cerrado con unos números -al menos- aceptables.

El secretario de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Constantino López, junto con Enrique Lubián y Manuel Rubio, miembros de la junta directiva, hicieron entrega a Milagros Plaza, presidenta de la Asociación Cultural y Social el Sosiego, de los libros infantiles y juveniles recogidos. El acto de entrega ha tenido lugar en la Plaza de España de Alcázar de San Juan, frente a la fachada del Ayuntamiento.

Los cervantistas alcazareños llevan siete años realizando su recogida de juguetes solidaria, para poder entregarlos cada Navidad y Reyes a los niños más desfavorecidos y que menos recursos tienen. Consideran que es una gran labor social teniendo en cuenta los escasos recursos de que se dispone, lo que pone en valor su esfuerzo y dedicación. Para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan es un orgullo desempeñar esta gratificante tarea.

Agradecemos muy sinceramente a Enrique Lubián su implicación en esta campaña y a todas cuantas personas nos han ayudado, que han hecho suya la máxima: «Haced el bien a cuantos más podáis, y os sucederá frecuentemente hallaros con caras que os infundan alegría» (Alessandro Manzoni).

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Feliz Navidad 2024

Fecha de Publicación: 15/12/2024

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Las ponencias del II Congreso Internacional de Alcázar, dejaron poso

Fecha de Publicación: 15/12/2024

 

Pablo Comino Vela

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Que el II Congreso Internacional «Cervantes y el Quijote desde Alcázar: ficción creativa, turismo literario y ciencia» representó un gran éxito, está fuera de toda duda, que el nivel de los ponentes ha rayado a una altura difícil de igualar, también, pero que la Sociedad Cervantina de Alcázar -y la ciudad de Alcázar de San Juan en general-, desaprovechemos las enseñanzas que en él se impartieron, más que un desatino sería casi un pecado.
Nos queremos referir en este artículo a la ponencia de Pablo Comino Vela, Jefe de Gestión de Viajes del Real Madrid C.F., quien impartió una interesantísima conferencia que llevó por título «Desde don Quijote como dinamizador del turismo hasta el turismo vinculado al deporte, pasando por Alcázar de San Juan».

En su exposición dio las claves para que las ciudades de la Mancha vinculen su potencial cultural y patrimonial al turismo y cómo deben trabajar de forma holística en ese ámbito, en todas las disciplinas posibles y mancomunados con las ciudades de alrededor buscando entre todas, la consecución de un objetivo común.
No vale que cada cual vaya por su lado de forma independiente. A fin de cuentas, Pablo Comino otorgó la razón a esta Sociedad Cervantina y lo que él propuso no deja de ser una referencia directa a lo que llevamos planteando desde hace tiempo y que no es otro que lo que nosotros denominamos «Comarca Quijote».

Pero no sólo se quedó ahí, fue mucho más allá, dijo que los turistas de hoy no viajan como los de antes -una evidencia tan palmaria que no necesita explicaciones-, y en el futuro más cercano, nuestros hijos lo harán de manera diferente. Profundizó en que el viajero demanda un trato especializado y personal, ya se acabaron las excursiones en desplazamientos multitudinarios, de forma que, si no se reunía un determinado número de viajeros, el viaje se acababa anulando.

Ahora lo que los clientes demandan son viajes a medida tanto en planificación como en contenido personalizado, y la forma de aproximarse a los posibles clientes es a través de los medios digitales y las redes sociales.
Si se trata de los jóvenes, ya ni hablamos… La única forma de aproximarse a ellos con cualquier propuesta es a través de los medios que ellos siguen y en los que se encuentran cómodos. Esto es totalmente innegociable.

Estos postulados son los que esta Sociedad Cervantina debe asumir si quiere acercarse a los jóvenes y promocionar entre ellos la difusión y el conocimiento del Quijote, o cuando menos que se aproximen a la genial novela de Cervantes. No vale el libro como tal, no lo van a leer porque no “tienen tiempo” para ello. Se trata de inventarse los medios necesarios para generar la mayor cercanía a los destinatarios.

La acción más acertada es llegar a ellos rápida y eficazmente, mostrándoles aspectos del Quijote que les resulten entretenidos, incluso divertidos, y que no les cansen. Está demostrado que sus niveles de atención decaen rápidamente cuanto mayor es el tiempo que se les requiere para ello, de forma que unos pildorazos rápidos y que les lleguen a través de los medios que ellos utilizan habitualmente (y en los que se mueven como peces en el agua), esos son los que hay que utilizar.

Las ponencias, como decíamos en el titular, no deben caer en saco roto, al contrario, deben dejar el poso necesario y deben ser aprovechadas de la mejor forma posible, las enseñanzas proporcionadas por verdaderos expertos en el tema, como es el caso de Pablo Comino.

De este modo los cervantistas alcazareños tomaron buena nota de estos apuntes y en esa dirección encaminarán las próximas actividades a llevar a cabo con nuestros jóvenes para tratar de difundir entre ellos el conocimiento de la obra más universal de Miguel de Cervantes.

Y no, Pablo. No nos equivocamos al invitarte al evento de comienzos de noviembre (palabras con las que comenzabas tu ponencia…), al contrario, lo hicimos a propio intento y aportaste mucha información y muy buena al II Congreso Internacional. Dejaste un gran poso que ahora nosotros trataremos de aprovechar.


Alonso M. Cobo Andrés y Constantino López Sánchez-Tinajero

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El rebaño de Andresillo por el Cordel de los Serranos

Fecha de Publicación: 02/12/2024

 

 “… y me dio de nuevo tantos azotes que quedé hecho un Sambartolomé desollado”

La aventura del pastor Andrés dibujada por Doré, BIQ

Si en el Quijote hay un agravio felizmente resuelto por don Quijote,  que después se torna en cruel llanto del agraviado, es en la aventura que tuvo al poco de salir de la venta,  donde fue armado burlescamente caballero, con un joven pastor al que su amo tenía atado a una encina dándole azotes, porque, según el ganadero le afirma:  «este muchacho que estoy castigando es un mi criado que me sirve de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos, el cual es tan descuidado que cada día me falta una; y porque castigo su descuido, o bellaquería, dice que lo hago de miserable, por no pagalle la soldada que le debo, y en Dios y en mi ánima que miente.» (Q1, 4)

Don Quijote toma partido por el indefenso muchacho, y con la amenaza de atravesarlo con su lanza hace que el ganadero lo desate de la encina y se comprometa a pagarle lo que le debe por nueve meses de trabajo.  Al no llevar ese dinero encima el ganadero jura ante don Quijote que una vez que Andrés le acompañe a su casa se lo pagará. Andrés no confía en su palabra, ni mucho menos que fuese caballero como advertía don Quijote que lo sería, sino «Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar».

El final de esta aventura es bien conocido. Una vez que don Quijote se retira de ellos siguiendo su camino, «contentísimo de lo sucedido, pareciéndole que había dado felicísimo y alto principio a sus caballerías», el ganadero vuelve a atar al pastor a la encina «donde le dio tantos azotes que le dejó por muerto».

Puede parecer que con una simple lectura de esta parte del capítulo no es posible ubicar precisamente este paraje en el camino. Hoy, los lectores del Quijote, necesitamos de muchas más referencias geográficas o descripciones precisas de la imagen del escenario donde se está desarrollando la acción de los personajes. Sin embargo, a principios del siglo XVII una simple descripción de la imagen del territorio era suficiente para que el lector, conocedor del entorno,  ubicase la acción. Un lector de esta parte de la Mancha, o que hubiese viajado por esta parte del camino de Toledo a Murcia, ya tenía identificado este paraje en su mapa mental. 

Anotemos lo que el narrador de esta historia nos dice:

-Don Quijote deja la venta con dirección a su casa por el mismo camino que trajo el día anterior: «Mas viniéndole a la memoria los consejos de su huésped cerca de las prevenciones tan necesarias que había de llevar consigo, especial la de los dineros y camisas, determinó volver a su casa y acomodarse de todo, y de un escudero, haciendo cuenta de recebir a un labrador vecino suyo que era pobre y con hijos, pero muy a propósito para el oficio escuderil de la caballería».

-La aventura con el pastor es cerca de la venta, en un bosque de encinas que hay junto al camino: «No había andado mucho cuando le pareció que a su diestra mano, de la espesura de un bosque que allí estaba, salían unas voces delicadas… y volviendo las riendas, encamino a Rocinante hacia donde le pareció que las voces salían, y a pocos pasos que entró por el bosque vio atada una yegua a una encina, y atado en otra a un muchacho…»

-La siguiente aventura que tiene lugar antes de llegar a su casa en ese mismo camino es aclaratoria tanto en el camino que está llevando don Quijote como su dirección: «Y habiendo andado como dos millas descubrió don Quijote un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia». Don Quijote iba hacia su casa por el camino de Toledo a Murcia, con dirección a Toledo.

-Junto al camino tenía el ganadero de Quintanar su rebaño de ovejas guardado por el pastor Andrés: «—Señor caballero, este muchacho que estoy castigando es un mi criado que me sirve de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos»

Imagen del SignA con anotaciones del autor

«No había andado mucho». La supuesta indeterminación del narrador en el espacio caminado por Rocinante en el camino desde la venta y la acción antrópica del hombre, que en estos cuatro siglos ha provocado la casi desaparición del monte de encinas en esta parte de la Mancha, hacen difícil la localización a simple vista del escenario de la aventura.

Observando el mapa del SignA (Instituto Geográfico Nacional), a unos tres kilómetros del lugar donde se encontraba la Venta de Manjavacas, venta donde fue armado caballero don Quijote, al Camino de Toledo a Murcia, también conocido en esta parte de la Mancha como Camino de los Valencianos, se le incorpora por su izquierda lo que hoy solo parece otro camino y después de coincidir aproximadamente un kilómetro lo abandona por su derecha. El mapa remarca este camino entre dos líneas de puntos con el nombre de Cordel de Los Serranos. No es un camino sino una vía pecuaria por el que en tiempo de la escritura del Quijote los ganados transitaban por él con privilegio de paso. Estas vías pecuarias han estado siendo utilizadas por los ganaderos hasta bien entrado la mitad del siglo XX.

Estas vías pecuarias fueron instituidas por el rey Alfonso X el Sabio. Estas vías de tránsito de ganados se regularon con un buen número de privilegios y reales cédulas, confiadas a la Mesta. Se les denominó cañadas, cordeles y veredas. Todas tienen los mismos derechos y solo se diferenciaban principalmente en su anchura, mientras las cañadas tenían un ancho de noventa varas, los cordeles tenían cuarenta y cinco y las veredas veinticinco varas. Las grandes cañadas principales, conocidas así desde su principio a su fin, que vertebraban la península Ibérica son la Leonesa, Soriana y Segoviana.

Son bienes de dominio público, destinadas al tránsito de los ganados, que han llegado hasta nuestros días. Los ganados, además, se podían aprovechar del pasto que en ellas se daban. Hoy estas vías ganaderas casi se han desvanecido en la imagen del territorio convirtiéndose en meros caminos, perdiendo esas grandes dimensiones de unos 75 m. de anchura para las cañadas, 38 m. los cordeles y 21 m. las veredas. En ellas, también, se establecieron descansaderos y abrevaderos con sus lindes amojonadas para dar descanso y servicio a los ganados.

Durante finales del siglo XIX y durante buena parte del siglo XX estas vías pecuarias sufrieron modificaciones en su trazado, bien por declararse innecesarias, bien por atravesar nuevos terrenos de cultivo especialmente de regadío o por la ejecución de obras públicas de interés general, como carreteras o vías de ferrocarril. En ocasiones se variaba el trazado mediante una permuta de terrenos y en el caso de cruces con ferrocarriles o carreteras la entidad constructora debía facilitar el paso de ganados, con puentes o pasos a nivel, con el ancho necesario, por lo menos la mitad, de la vía pecuaria.

Incluso, según el RD de 23 de diciembre de 1944, si una carretera se construía sobre vías pecuarias, los ganados podían transitar libremente por ellas, siempre por su mitad derecha y con especial vigilancia. Este tránsito excepcional resultaba muy peligroso y en la mayoría de los casos se enajenaban los terrenos limítrofes a la carretera incorporándolos a la vía pecuaria.    

Igual de excepcional, en tiempo de la escritura del Quijote, era ver transitar por un camino real un rebaño de ovejas entre viajeros, comerciantes y arrieros, y todos con derecho de paso. No es difícil pensar que por esta singularidad,  en este corto espacio del camino, pudiesen ocurrir entre ellos situaciones o anécdotas de todo tipo, fáciles de recordar por quienes las vivían especialmente en primera persona.

Los ganados que se desplazaban por las vías pecuarias, además de tener privilegio de paso,  tenían derecho de pasto de todo lo que en estas vías ganaderas se producía en sus límites establecidos, también cuando atravesaban montes públicos. Y, concretamente en esta zona de la Mancha, los ganaderos de los lugares de la Orden de Santiago también disponían de derecho de pasto en todo su territorio. Esta parte del Camino de Toledo a Murcia atraviesa el territorio de la Orden de Santiago y el rebaño de ovejas era de un ganadero de Quintanar, villa perteneciente a dicha Orden.

Este Cordel de los Serranos, pertenece a la Cañada Real Soriana. Cañada que tiene su origen en la provincia de Logroño y Soria, y tierras de Yanguas, termina unida a la Cañada Real Segoviana en el Real Valle de la Alcudia, en la provincia de Ciudad Real.

Sigamos a grosso modo el recorrido de esta cañada. Después de dejar la provincia de Logroño, recorre la de Soria y Guadalajara para entrar en la de Madrid por el Partido de Chinchón. En tiempo de la escritura del Quijote, el río Tajo se cruzaba en barca entrando al Partido de Ocaña por el término de Santa Cruz de la Zarza, pasando por mitad del lugar. Cruza el término de Villacañas junto a la rivera del Riansares entrando en el de Quero, Alcázar de San Juan, Villafranca de los Caballeros, Herencia, Villarta de San Juan hasta llegar a Manzanares, lugar donde se le une la Cañada Real Conquense. Juntas desde allí, con el nombre de Cañada Real Soriana Oriental seguían camino al Real valle de Alcudia.

Mapa del SignA con anotaciones del autor

En este recorrido, a la cañada se le unen otras vías pecuarias menores, cordeles y veredas, pero ninguna con el nombre de Cordel de los Serranos.  Este Cordel de los Serranos tiene su origen en la Sierra de Almenara, baja de norte a sur por el término de Villamayor de Santiago entrando en el término de Los Hinojosos donde recoge los ganados de Quintanar de la Orden y Los Hinojosos, que le llegan por la conocida Vereda de Quintanar. Continúa hacia el sur por el término de Mota del Cuervo hasta encontrase con el Camino de Toledo a Murcia con el que coincide su trazado durante un kilómetro, junto a los parajes de Quintería de Guevara y Monte Girona, donde dispone de un abrevadero a unos 75 m.  del camino actual. Atraviesa el término de Pedro Muñoz y en el vértice de este con el río Záncara entra en el de Socuéllamos por un puente romano hasta encontrase, cerca de Socuéllamos, con la Cañada Real Conquense.

Esta Cañada Real Conquense atraviesa Tomelloso, que fue una pequeña aldea de Socuéllamos, y Argamasilla de Alba siguiendo hacia Manzanares donde se une definitivamente con la cañada Real Soriana.

Al Cordel de los Serranos le llegaban los rebaños por su derecha desde Quintanar de la Orden, el lugar del pastor Andresillo y de su cruel amo Haldudo, por la Vereda de Quintanar. Esta vereda tenía su inicio en las afueras de la Villa de Don Fadrique, pasando por medio de La Puebla de Almoradiel y Quintanar de la Orden, llegando hasta Los Hinojosos. A medio camino, entre Quintanar de la Orden y Los Hinojosos se cruzaba con el Cordel de los Serranos (39º 35′ 35″ N – 2º 54′ 16″ O).

Detalle del mapa en Cañadas Reales de España con anotación del autor

Hasta ahora, a Quintanar de la Orden se le ha relacionado cervantinamente por ser el lugar del ganadero Juan Haldudo y de Andresillo, su pastor; también el de Antonio de Villaseñor, uno de los personajes principales del Persiles, además donde Sansón Carrasco compró los famosos perros Barcino y Butrón para don Quijote. Pero ahora vemos que, además, hay un vínculo directo,  geográfico y social, que relaciona a Quintanar con la aventura descrita por Cervantes en este paraje del Camino de Toledo a Murcia: desde Quintanar hay una vía pecuaria por el que Andresillo llevó su rebaño hasta el paraje donde su amo lo azotaba cruelmente y por el que don Quijote volvía a casa por el camino. Una excepcionalidad geográfica que solo se puede dar en este punto del camino.

Sin duda alguna, Cervantes tuvo una relación directa con esta villa manchega y con sus vecinos, conoció su territorio, su paisaje y su paisanaje, y la aprovechó para dar verosimilitud a sus cuentos.  Este paraje de la aventura del pastor Andresillo es creíble para sus lectores, e incluso para algunos es reconocible su imagen. El cuento narrado, con tanta trascendencia moral, posiblemente es todo o en parte ficción, pero el escenario de esta aventura es real. Coincide con el texto de encontrarse cerca de la venta, por lo que Rocinante «no había andado mucho”, solo unos tres kilómetros, «y a pocos pasos que entró por el bosque vio atada una yegua a una encina, y atado en otra a un muchacho…». Y, lo más importante es la relación directa que tiene este paraje con Quintanar, lugar desde donde Andresillo podía llegar con su rebaño y pastar alrededor del Camino de Toledo a Murcia con total derecho de paso y pasto.

Las notas sobre las cañadas y el trazado de la Cañada Real Soriana están tomadas de: Cañadas Reales de España. Leonesa, Segoviana y Soriana, Ed. Sindicato Nacional de Ganadería (Madrid 1954).

 

                                                                         Luis Miguel Román Alhambra

 

Cervantes en Valladolid

Fecha de Publicación: 24/11/2024

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EDUARDO ALONSO FRANCH, Sociedad Cervantina de Alcázar

 

La capital vallisoletana

La primera estancia de Cervantes en Valladolid se remonta a su niñez, ya que tenía poco más de tres años cuando llegó a la ciudad con su familia. Aunque es dudoso que conservara recuerdos precisos de los meses que pasó allí entre abril de 1551 y abril de 1533, Cervantes tuvo que esperar medio siglo para volver a orillas del Pisuerga. En enero de 1601, Valladolid se había convertido en sede de la Corte. Cervantes fue a establecerse con los suyos en un suburbio y alquiló un alojamiento en una casa de dos pisos recién edificada y próxima al Rastro de los Carneros. Al parecer, fue en Valladolid donde se vendieron, poco antes de la Nochebuena de 1604, los primeros ejemplares del Quijote.

Al menos tres de las Novelas ejemplares sitúan parte de la acción a orillas del Pisuerga: El licenciado Vidriera, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros. La humedad de Valladolid era objeto de la sátira de los poetas en un momento en que se iban agudizando las disputas entre Madrid y Valladolid. En El casamiento engañoso y El coloquio de los perros, Valladolid viene a ser su lugar inicial y conclusivo[1].

En 1601, Lerma consiguió alejar a Felipe III de la influencia de su abuela y acercarlo a sus tierras. En el verano de 1599, una pestilencia mortífera llegaba inclemente a la ciudad; de junio a septiembre las pérdidas humanas se elevan a unas 6.000 personas. Seis años más tarde, en el verano de 1605, están en la ciudad muchos grandes del reino y los literatos más celebrados de Castilla: el joven Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Lope de Vega y Miguel de Cervantes.

La ciudad está abierta al mundo: acoge a los embajadores de todas las naciones importantes. En 1603 pasó por Valladolid Rubens, que retrató al duque de Lerma. Por si fuera poco, acaba de llegar al mundo el futuro Felipe IV. Desde 1601, y después de cuarenta años de ausencia, la Corte había vuelto a Valladolid. Felipe III hizo su entrada solemne en la ciudad el 9 de febrero. Había llamado mucho la atención el hecho de que el duque de Lerma quisiera levantar una gran casa en Valladolid.

A partir de octubre, cada día resulta más evidente que el traslado de la Corte a Valladolid es cosa decidida, lo que constituye para muchos una catástrofe. El traslado de la Corte resultó para la ciudad del Pisuerga el principio de una bonanza extraordinaria, aunque efímera y en cierto modo engañosa. La reconstrucción posterior al incendio de 1561 había iniciado un proceso de expansión. La llegada de la Corte, tan repentina, fue un choque. El crecimiento del vecindario fue brutal. La familia de Miguel de Cervantes vino a establecerse en Valladolid en la primavera de 1604. La inminente aparición de su obra impulsó a Cervantes a salir con destino a Valladolid. La familia tuvo que conformarse con una de esas casas nuevas casi sin acabar que edificaban con pisos los promotores para aprovechar la demanda urgente de los recién llegados. Y los Cervantes se resolvieron a vivir en un barrio desagradable, de olores fuertes, plagado de depósitos de basura, el Rastro de los Carneros. Barrio de mala fama, donde vivían muchos pícaros, tahúres, rufianes y putas.

Aparte de la incomodidad de muchos alojamientos, durante cinco años, Valladolid se convirtió para muchos, sobre todo para el rey, en el paraíso del ocio, del entretenimiento y de las diversiones. El centro habitual del ocio, de la recreación honesta y de la galantería más o menos atrevida fue por estos años el Prado de la Magdalena, especialmente en tiempos de calores. Quizás las epidemias graves que padeció Valladolid a finales del verano de 1605 y que se prolongaron hasta octubre sirvieron de pretexto para determinar la vuelta de la Corte a Madrid. Vinieron centenares de carros para asumir el transporte de toda la Casa Real y de la Casa del Duque. A últimos de febrero de 1606 emprendieron el viaje. La salida de la Corte marcó el comienzo de una larga decadencia para la capital del Pisuerga[2].

La breve, pero intensa, etapa de crecimiento demográfico experimentado por Valladolid entre 1601- 1606, como consecuencia del establecimiento de la Corte en la ciudad, tuvo también repercusiones en el ámbito urbano. La construcción de viviendas fue acompañada, además, por la realización de importantes obras de infraestructura urbana. El Regimiento se esforzó tanto por embellecer los lugares de recreo y esparcimiento, como el Espolón o el Prado de la Magdalena, como por mejorar el servicio de abastecimiento de agua potable, impulsando la traída de esta desde los manantiales de Argales hasta el interior de la ciudad, donde a la vez se levantaban prácticas y bellas fuentes, o el servicio de limpieza de la ciudad, etc.[3]

El siglo XVII, en el ámbito europeo, es una época testigo de una depresión económica, social, política e incluso cultural. España no solo no fue ajena a esa crisis, sino que la sufrió con más intensidad que otros países. Valladolid experimentó un notable hundimiento. En el siglo XVII vallisoletano se observan dos etapas claramente diferenciadas. Una, muy breve, estrechamente vinculada a la estancia de la Corte. Valladolid se elevaba hasta alcanzar metas jamás conseguidas durante la Edad Moderna. A partir de 1697, un profundo y prolongado declive se apoderó de ella. En 1601, Felipe III y el Duque de Lerma, su valido, decidieron trasladar la Corte desde la villa de Madrid a la ciudad del Pisuerga.

La medida significó para esta el inicio de una etapa de auge y esplendor. Ante todo, el establecimiento de la Corte produjo un espectacular aumento de la población. Valladolid, durante el periodo cortesano, llegó a tener entre 60.000 y 65.000 habitantes. La recesión económica lanzaba en el siglo XVII sobre la Corte riadas de personas que buscaban en ella una solución a sus problemas. Las obras literarias han reflejado la gran cantidad de pícaros y gente maleante que vino a Valladolid en seguimiento de la Corte. Durante los años que aquí residió la Corte, aumentó proporcionalmente la población no trabajadora. Por otra parte, la nobleza adquirió un gran desarrollo. El aumento de población creó agudos problemas de vivienda.

Las casas escasearon y, en consecuencia, los alquileres se dispararon. Una fiebre constructora se apoderó de la ciudad. Ello dio lugar a que se produjera una ligera expansión del espacio urbano. Los poderes públicos también se preocuparon por adornarla con vistosas obras públicas y mejorar sus condiciones de salubridad. El hecho de que Valladolid se convirtiera en capital de la monarquía hispánica también repercutió en el ambiente político, cultural e incluso recreativo de la ciudad. El panorama cultural vallisoletano se renovó totalmente. Los más cualificados poetas, pintores, novelistas, etc. residieron y produjeron sus obras durante estos años en nuestra ciudad. Los festejos más espectaculares fueron los que acontecieron en la primavera de 1605. El sistema de abastecimiento de la ciudad se vio desbordado.

La mortalidad alcanzó cotas muy altas. Los partidarios del regreso de la Corte a Madrid cargaban las tintas sobre la falta de salud. Durante un lustro Valladolid vivió uno de los momentos más brillantes de su historia. La Corte era la única razón del auge demográfico, del crecimiento urbano, del relanzamiento de la economía. Hacia 1607 Valladolid tendría un número de habitantes ligeramente inferior al de fines del siglo XVI. La breve estancia de la Corte y su posterior marcha influyeron desfavorablemente en el posterior desarrollo de Valladolid.[4]

Valladolid albergó, durante sus años de Corte, a las figuras más destacadas del mundo intelectual y literario. El entonces joven Francisco de Quevedo y Villegas llegó a Valladolid en los primeros meses de 1601. En Valladolid inició su carrera poética. Por este tiempo se inició también en la prosa satírica de los juguetes burlescos que tanta fama habían de proporcionarle. Don Luis de Góngora llegó a Valladolid en 1603. Su entrada en la ciudad no le produjo una impresión muy grata. Entre las muchas composiciones que pueden fecharse entre 1603 y 1605, bastantes se refieren a Valladolid. Pero entre todos los escritores que se hicieron presentes en Valladolid durante la estancia de la Corte, el más relevante es Miguel de Cervantes. Entró en la ciudad por el mes de febrero de 1603 como encausado ante la justicia por impago de fondos públicos. Cervantes se aposentó con su familia en el piso principal de una de las casas nuevas que había edificado el adinerado Juan de las Navas en la margen izquierda del Esgueva. Valladolid era para Cervantes la ciudad de su infancia. A ella llegó, aproximadamente, hacía cincuenta años. Los estudiantes de Valladolid celebraban bulliciosas fiestas regocijándose con los disfraces de don Quijote y Sancho[5].

La villa de Valladolid se convirtió en el centro del poder político de Castilla en la Baja Edad Media y principios de la Época Moderna. Desde el siglo XV hasta comienzos del siglo XVII, cuando ya había recibido el título de ciudad, Valladolid fue escenario de múltiples estancias de los monarcas. Ha sido, en múltiples ocasiones, sede de la corte real[6].

Felipe III realizó una visita a Valladolid en 1600, en un momento en que se había avivado la disputa entre Valladolid y Madrid para ver quién conseguía el acercamiento definitivo de la Corte. Menéndez Pidal, Aguado y José Antonio Escudero consideran que fue el duque de Lerma, el brazo derecho del rey – que era un monarca incompetente, sin preparación intelectual e indeciso -, quien tomó la decisión de alejar al monarca de la influencia de su abuelo y para aislarse él mismo de los sectores críticos de Madrid. Este traslado fue como consecuencia de las intrigas del duque de Lerma, valido del rey.

A comienzos del reinado de Felipe III, un monarca que ocupó el trono español algo más de veinte años (1598 – 1621), Valladolid tuvo ocasión de ser de nuevo capital de España, si bien durante cinco escasos años. Las dos sedes palaciegas en las que el reinado de Felipe III se centró fueron Valladolid, sede capitalina entre 1601 y 1606, y el Real Sitio de El Pardo. El traslado de la Corte de Madrid a Valladolid se realizó a principios de 1601. El 9 de febrero de 1601 el rey Felipe III hizo su entrada en la ciudad de Valladolid, a la que trasladó la Corte desde Madrid por espacio de seis años, una decisión que había tomado su valido el duque de Lerma. En Valladolid había en ese momento 15.000 viviendas y cerca de 80.000 vecinos, que aumentan lógicamente con el traslado de la Corte.

La llegada repentina de tantas personas a Valladolid provocó una crisis de alojamientos y una fuerte fiebre inmobiliaria. El esfuerzo de construcción fue ingente. Y Valladolid vivió un resurgir sin igual, con una población que fue creciendo hasta alcanzar los 70.000 habitantes. Fueron cinco años mágicos y gloriosos, hasta que en 1606 la capitalidad volvía a Madrid. El anuncio de la salida a Madrid, en febrero de 1606, que tuvo lugar después del brote epidémico de 1605, produjo en Valladolid un descalabro impresionante. Para Valladolid, ser capital del reino durante cinco años fue algo importante. De hecho, la Corte ocupa toda la ciudad y sus edificios más notables. La ciudad atrae advenedizos de la política, del poder, de la guerra, de la paz, de la riqueza y de la miseria, como dirá Miguel de Cervantes[7].

 El Quijote aportó numerosas notas y datos sobre las controversias literarias de su tiempo. En tres meses, el Quijote había batido récords de venta con una notable popularidad de este hidalgo manchego de ficción. Para los analfabetos, Don Quijote estaba presente en las cabalgatas, en los bailes, en las mascaradas de las fiestas del barroco. Será en Valladolid donde Quevedo y Góngora iniciaron sus diatribas literarias. El primero pudo avanzar en esta ciudad, y de manera decisiva, en la elaboración de El Buscón. Valladolid no se encontraba preparada, en sus infraestructuras, para acoger a principios del siglo XVII todo lo que movía la Corte. La casa de Cervantes en Valladolid es la mejor documentada de las que habitó el escritor a lo largo de su transitada existencia[8].

Cervantes y Valladolid

En la época preindustrial, el hecho de que una población diera acogida a la Corte y actuara como cabeza del reino representaba un impulso decisivo para su desarrollo económico y su auge demográfico. Durante la Edad Media y los comienzos de la Edad Moderna, la Corte tuvo un carácter itinerante. En la primera mitad del XVI, Valladolid, junto a Toledo, se convirtió en la ciudad favorita de Carlos V y su Corte. Con la subida al trono de Felipe III y la llegada del nuevo siglo, la urbe pudo recuperar por un tiempo el esplendor y el protagonismo perdidos con la marcha de la Corte a Valladolid. La orden de trasladar la Corte a Valladolid se promulgó oficialmente el 10 de enero de 1601. La familia real entró en la ciudad del Pisuerga el día 9 de febrero. En las páginas de El licenciado Vidriera, Cervantes dejó un testimonio ecuánime de la polémica entre madrileños y vallisoletanos en su momento más álgido. La ciudad y su gobierno tuvieron que hacer frente a numerosos problemas ocasionados por la afluencia de gente, las dificultades en el abastecimiento, la falta de viviendas y su precio prohibitivo, o relacionados con la higiene, la salud y el orden público.

La población de Valladolid fue en aumento, hasta alcanzar los 36.000 habitantes en 1591 y cerca de 40.000 en la última década del siglo. Tras la llegada de la Corte, en 1601, se establecieron en Valladolid los funcionarios de la administración real, la nobleza cortesana con su familia y criados, los mercaderes, servidores y artesanos que requería esta nueva clientela y, junto a ellos, una multitud de pleiteantes, solicitadores de mercedes, aspirantes a un empleo, hidalgos empobrecidos, pícaros, delincuentes, prostitutas y mendigos. Cuatro años después, su población casi se había duplicado durante el último lustro y llegaba a los 70.000 ó 75.000 habitantes como consecuencia del establecimiento de la Corte. El movimiento de la población y el auge de la demanda que el traslado de la Corte generó durante el primer lustro del siglo ocasionaron cierta carestía en determinados productos esenciales y un aumento de los precios desconocido hasta entonces[9].

Las principales plazas y vías de la ciudad estaban empedradas, lo cual contribuía a mejorar su buen aspecto e higiene. El Esgueva, antes de ser canalizado y desviado en el siglo XIX, atravesaba la ciudad de este a oeste, dividido en dos ramales que llegaban al Pisuerga, con lo que sus aguas, que entraban limpias y cristalinas por el Prado de la Magdalena, llegaban sucias y malolientes a su desembocadura, después de haber cruzado la población. En épocas de sequía, o si el agua se estancaba, el Esgueva quedaba convertido en un muladar hediondo. No es de extrañar que a algunos visitantes les sorprendiera la suciedad de Valladolid, a cuyo incremento debió contribuir el aluvión de forasteros y el repentino crecimiento que la urbe experimentó en aquellos años.

Debido a la falta de salubridad y limpieza, las epidemias, especialmente la del tabardillo o tifus, hicieron su agosto en el Valladolid cortesano; además, faltaban hospitales y era difícil atender a los enfermos. A pesar de todos estos problemas y deficiencias, el Valladolid de aquella época era conocido por la espléndida belleza de algunas de sus plazas, calles y edificios. Y entre sus edificaciones figuraban unas cuantas joyas de la arquitectura gótica y renacentista. A principios del siglo XVII, Valladolid había alcanzado una dimensión notable, que hasta el siglo XX no sería superada. Por el mediodía, la ciudad llegaba hasta el extremo sur del Campo Grande; por el norte, hasta la Rondilla de Santa Teresa y puerta de Santa Clara; el Pisuerga marcaba el límite occidental, aunque había algunos conventos y construcciones al otro lado del río; mientras que el perímetro oriental quedaba delimitado por la iglesia y el Prado de la Magdalena, la puerta de la Pólvora (actual plaza de Luis Braille) y la puerta de Tudela, al final de la calle de este nombre.

Entre los lugares que llamaban la atención de los visitantes de la época, hay que destacar el centro de la ciudad, y especialmente la Plaza Mayor y sus alrededores. Junto a la Plaza Mayor, también era generalmente admirada la calle de la Platería. La joya de la corona, auténtico emblema de la Corte vallisoletana, era la plaza de San Pablo o de Palacio, convertida, junto a algunas construcciones de su entorno, en centro de poder, espacio residencial y escenario de la realeza.

Tras el retorno de la Corte en 1601, aquel conjunto de mansiones nobiliarias, junto con su entorno urbano, fue ampliado y mejorado, con la intención de convertirlo en un lugar adecuado para alojar a los reyes y su séquito, recibir a los visitantes extranjeros y mostrar la magnificencia de la que entonces se consideraba monarquía más poderosa del mundo. Frente a San Pablo se encontraba el edificio que fue el Palacio Real de Valladolid. El palacio, de sencillas líneas clasicistas, fue ocupado por Felipe III y su familia a finales de 1601. Los rentistas, los hidalgos, los soldados que aspiran a ennoblecerse, los letrados y los clérigos o los señores, representantes conspicuos de una sociedad inmóvil, propia del Antiguo Régimen, tienen mucha más importancia numérica en la villa del Pisuerga que los mercaderes, los cambistas o los tejedores, y además sus valores y modelos de conducta son los que dan el tono a la ciudad.

Desde mediados del siglo XVI, y especialmente a partir de 1600, la antigua aristocracia consigue ensanchar su base social y el número de sus miembros, refuerza su rango económico y su influencia política, y logra recuperar aquel prestigio y poder de que gozó en la Edad Media. La alta nobleza cambia la actividad militar por la política, especialmente desde que Felipe III inicia su reinado. En este periodo, a través de la figura del valido, se completa la alineación del poder regio en favor del estamento nobiliario, y queda de manifiesto el empeño de los nobles en adueñarse de todos los resortes del poder.

Los artesanos, mercaderes, tratantes y hombres de negocios abundan en la ciudad. Tanto en Valladolid como en el resto de España, y en la mayor parte de Europa, es la clase nobiliaria la que impone a la colectividad sus ideales y modelos de conducta, basados en la vida ociosa, el orgullo, la ostentación y el honor, a los que todos aspiran. Personaje representativo de aquel Valladolid cortesano es el protagonista de El casamiento engañoso, el alférez Campuzano. A las numerosas fiestas populares o litúrgicas que, de forma habitual, tenían lugar en Valladolid durante el Antiguo Régimen, vinieron a unirse muchas otras celebraciones de carácter palaciego desde el momento en que la Corte fue a instalarse en la ciudad. El año 1605 fue, probablemente, el más glorioso del reinado de Felipe III, el que proporcionó más motivos de alegría. Aunque la hacienda real no levantaba cabeza, la peste había dejado algunas zonas del reino medio diezmadas y los primeros síntomas de la decadencia eran cada día más patentes, en política exterior se habían cosechado algunos éxitos.

Que el propio Cervantes era aficionado al juego, parece más que probable. Quevedo aprovechó la afición de Góngora por el juego para burlarse de él. El autor debió de componer la novela cervantina El casamiento engañoso en Valladolid hacia 1605 junto con El coloquio de los perros. En condiciones extraordinarias como las que conoció Valladolid con la llegada de la Corte, en que la población se multiplicó por dos y la ciudad hubo de dar acogida a gentes de todo tipo, parece lógico que la desenvoltura y la promiscuidad entre los sexos progresaran en la misma proporción. Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547. En el momento de tomar el camino de Valladolid, en la primavera de 1604, Cervantes tenía 56 años, una edad respetable en aquel tiempo. A mediados de 1605, Cervantes alquiló el primer piso de una de las cinco casas que por entonces construía Juan de Navas en las inmediaciones del Rastro nuevo de Valladolid, fuera del perímetro de sus antiguas murallas. En 1875, se formó la Sociedad Casa de Cervantes, con el objeto de transformar el edificio en biblioteca y museo cervantino. En 1916, el conjunto se cedió al Estado, y en sus locales se instaló una biblioteca y un primer museo cervantino, con la idea de recrear el ambiente en que vivió el escritor. En 1948, el edificio y el museo adquirieron el aspecto que presentan en la actualidad.

En un espacio reducidísimo, durante casi dos años, vivieron con enormes incomodidades y apreturas Cervantes, su esposa, dos hermanas, su hija, su sobrina y una criada. La casa de Cervantes se encontraba al sur de la población, en la orilla izquierda de uno de los dos brazos en que se dividía el río Esgueva antes de verter sus aguas en el Pisuerga. Cervantes debió de componer dos de sus novelas ejemplares más conocidas, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros, durante la época que pasó en Valladolid, probablemente en la primavera de 1605, y en ellas quiso dejar un recuerdo perdurable de la ciudad y el barrio en que vivió. Al publicar el Quijote, Cervantes vivía en Valladolid. Por aquellas fechas, lo más granado del mundillo literario residía en la ciudad. La Corte fue el primer lugar en que el libro fue distribuido y en ella se acogió, leyó y juzgó con más rigor y apasionamiento. El mundo de la edición cambió totalmente al trasladarse la Corte a Valladolid. Tras fijar Felipe III su residencia en la ciudad en 1601, Valladolid acogió durante los primeros años del siglo XVII a las figuras más destacadas del mundo artístico y literario, la mayoría de ellas llegadas desde Madrid.

Francisco de Quevedo se trasladó a la nueva Corte a principios de 1601, con veinte años recién cumplidos. Y en Valladolid empezó la redacción de los Sueños y el Buscón, que ya entonces se difundieron manuscritos por la Corte. Fue durante su estancia en Valladolid cuando el joven escritor se enemistó para siempre con don Luis de Góngora, al tiempo que entablaba una amistad duradera con Cervantes. Para abrirse camino en el mundo de las letras y promocionar la historia de don Quijote, era imprescindible situarse cerca de quienes ejercían el poder y estaban en condiciones de socorrerle y ampararle, y más en una ciudad como Valladolid, que se caracterizó en su época por la proliferación de escritores y por una incesante actividad literaria y en la que la competencia iba a ser muy dura. Aunque el Quijote se imprimió en Madrid a finales de 1604 y fue leído con especial atención por los escritores reunidos en la Corte vallisoletana, la idea original del libro y su primer borrador son muy anteriores. Y tanto la novela de El curioso impertinente como la historia de Dorotea y don Fernando debieron de existir como novelas cortas independientes y podían haber formado parte de las ejemplares, de no haberse publicado El ingenioso hidalgo. Cervantes debió de tener El ingenioso hidalgo terminado hacia la primavera de 1604. A comienzos del verano de 1604, Cervantes marchó a Valladolid con su familia. Valladolid fue la primera ciudad en que se distribuyeron ejemplares del Quijote y la primera en que el libro se leyó. El Quijote tuvo un éxito inmediato, lo cual debió ser motivo de satisfacción y orgullo para Cervantes.

Cuando los operarios de Juan de la Cuesta empezaron a componer el Quijote, a finales de 1604, Cervantes acababa de cumplir 57 años –una edad considerable en aquel tiempo-. Son varios los pasajes del Quijote en que, recurriendo al dardo irónico y al improperio educado, se ataca a autores y libros. En el otoño de 1615, al año de haberse puesto a la venta el libro de Avellaneda, la imprenta de Juan de la Cuesta concluye la impresión de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. La obra venía a ser una síntesis de los temas y géneros de moda en el siglo XVI, que aún seguían en vigor. El Quijote de 1605 se vendió bastante bien. La aparición de la segunda parte del Quijote en 1605 supuso un relanzamiento de la primera, aunque de corta duración. El Quijote fue acogido en general como un libro cómico y paródico. En las mascaradas y festejos populares, en que hacen su aparición, el ingenioso hidalgo y su fiel acompañante desatan de inmediato la hilaridad de los espectadores.

 Además de los cinco años de cautiverio que sufrió en Argel, Cervantes conoció la cárcel en tres ocasiones más, la última durante su estancia en Valladolid en el verano de 1605, cuando él y su familia fueron encarcelados durante unas horas. Mientras, el Quijote empezaba a ser conocido y aplaudido en todas partes y su autor salía por primera vez de la oscuridad en que la mala suerte le tenía arrinconado, su vida y la de los suyos quedaba cubierta por la maledicencia, la sospecha y el escándalo. Los detenidos pasaron en la cárcel dos días al menos – el 30 de junio y el 1 de julio -.

La mudanza de la Corte a Valladolid hubo de tener por fuerza carácter provisional. En Valladolid se acrecentaban las quejas sobre la incomodidad y pésima salud de la ciudad. La decisión de trasladar la Corte se hizo pública el 24 de enero de 1616. Los reyes salieron de Valladolid el 20 de febrero. Al año siguiente, los reyes volvieron a visitar Valladolid por unos días. Igual que otros cortesanos y gentes afincadas en la ciudad de forma provisional, la mayoría de los vecinos de las casas de Juan Navas, incluidos Cervantes y su familia, debieron de salir de Valladolid y de aquella vivienda llena de malos recuerdos, en cuanto tuvieron noticias del traslado de la Corte. Algunos incluso lo hicieron antes.

La familia de Cervantes seguía en Valladolid en noviembre de 1605. Para Valladolid, el traslado de la Corte tuvo consecuencias desastrosas. Cuando en 1606 los reyes y su valido regresaron a Madrid, Valladolid no solo se vio abandonada por los cortesanos, sino también por muchos de los naturales y residentes en ella. Tal declive demográfico afectó a toda la vida de la ciudad y a algunas de sus instituciones más relevantes, como la Universidad. Por culpa de la decadencia y la escasez, crecieron las tensiones sociales.

1605 fue una fecha clave en la vida de Cervantes. Cervantes debió de componer total o parcialmente la novela de El licenciado Vidriera en Valladolid. A pesar de la popularidad creciente del Quijote en España y fuera de ella, y del éxito que inmediatamente alcanzaron las Novelas Ejemplares, a su autor se le ignora y menosprecia en los pasillos y academias. Si, a pesar de su creciente popularidad, Cervantes no pudo hacerse un hueco entre sus colegas más ilustres, tampoco parece que el éxito del Quijote y otros libros posteriores fuera un remedio contra la pobreza. Que Cervantes se entregó de lleno a la creación durante los últimos quince años de su existencia, en que compuso trabajos originales y rehízo obras antiguas que permanecían olvidadas en el fondo de un cajón, lo prueban la cantidad y el volumen de los libros que dio a la estampa desde 1605 y, sobre todo, entre 1613, fecha en que aparecen las Novelas Ejemplares, y 1617, en que imprime póstumamente el Persiles. Tres novelas de las que después formaron parte de las ejemplares, escritas probablemente en Valladolid entre 1605 y 1606, convierten a Cervantes en un auténtico pionero en el tratamiento literario del tema del desengaño. Esa ironía sutil sitúa a Cervantes en el punto de partida de la sátira moderna.

Inmortalizó Cervantes a Valladolid en sus obras como recuerdo de una ciudad con la que tuvo una relación, si no muy larga, sí al menos intensa. El Quijote también tiene algo que ver con esto. Según Francisco Rico, en Valladolid recibió los últimos toques y fue revisada la Primera Parte de la novela. Y Valladolid tuvo el privilegio de ser la sede de la presentación en sociedad de la novela. El Quijote debió de leerse en Valladolid para la Nochebuena de 1604. Valladolid llegó a tener por aquellos días entre 60.000 y 75.000 habitantes. Y la actividad editora fue ciertamente brillante. Cervantes vivió dos veces en Valladolid: una siendo niño, la otra a las puertas de ser el autor conocido de la obra más universal de la literatura española. No tendría más de cinco años Miguel de Cervantes, cuando sus padres le llevaron a Valladolid y allí ocuparon una vivienda en el barrio de Sancti Spiritus. Eso sería hacia 1551.

Cervantes volvió a Valladolid, siguiendo a la Corte, que se había establecido en la ciudad del Pisuerga, hacia 1603. Seguramente pasó un tiempo en otra vivienda antes de pasar a residir en la situada en el Rastro Nuevo o de los Carneros. Era Valladolid entonces lugar estratégico en las comunicaciones, con tierras fértiles, capital intermitente durante el reinado de Carlos V, reconstruida su traza moderna por Felipe II, con una Plaza Mayor sin igual en toda la Península y una calle Platería o de los orfebres símbolo de riqueza y prosperidad, con más y mejores iglesias y palacios que Madrid. Y que se convirtió también en la capital intelectual del Reino. En Valladolid pudo escribir Miguel El casamiento engañoso y El coloquio de los perros. Y hay autores que aseguran que también El licenciado Vidriera y La ilustre fregona. La calle Miguel Íscar cubre lo que fue uno de los ramales de la Esgueva.

La moderna urbanización ha dejado el nivel de las casas del siglo XVII por debajo del general. El pestilente brazo de la Esgueva era cauce de los residuos del sacrificio de los animales y de los desechos de la urbe, y las viviendas estaban rodeadas de escombros e inmundicias. En el jardín exterior inmediato a la fachada, además de una fuente, podemos ver la bella portada renacentista (año 1579) que formaba parte del Hospital de la Resurrección, derribado en 1890, y el busto del marqués de Vega Inclán, según traza de Mariano Benlliure. En un patio trasero se conserva asimismo un hermoso arco procedente del Monasterio de la Armedilla de Cogeces del Monte. Sabemos que Cervantes frecuentaba el mentidero del Corrillo, así como la iglesia de San Lorenzo. Cervantes se servía a menudo de la realidad como materia de inspiración para sus obras, incluido el Quijote. Cervantes había irrumpido en la ciudad del Pisuerga con la naturalidad de la lengua, rompiendo con lo existente e imponiendo el lenguaje oral en la escritura. Una calle dedicada a El licenciado Vidriera podemos verla frente a la Casa de Cervantes y en el flanco de esta ha surgido un Peaje de Dulcinea. En la torre que queda de la iglesia de San Lorenzo sendas lápidas rememoran dos fragmentos de obras cervantinas[10].

La novela de Cervantes circuló por Valladolid y por Madrid antes de que empezara a circular legalmente en 1605. El Quijote, en pliego suelto posteriormente plegado y encuadernado a la rústica, se pudo leer tanto en Madrid como en Valladolid. A nuestra ciudad debieron llegar los primeros ejemplares para que empezara a circular en la corte hacia el mes de noviembre de 1604[11].

Valladolid fue Corte entre 1601 y 1606. Comienza el siglo XVII Cervantes en Valladolid. Y lo hará con el éxito, no pensado, de la primera parte del Quijote. Y lo hará de manos de la imprenta y de un género editorial que no da prestigio en este momento, como es el de los libros de caballerías. Pero este es solo el principio, pues realmente su época de plenitud comienza en 1613 con la publicación de las Novelas ejemplares[12].

El éxito es inmediato. Ya en el mismo año de su publicación, Don Quijote aparece en fiestas y desfiles populares, como testimonian el soneto atribuido a Góngora y el texto del portugués Tomé Pinheiro da Veiga, escritos con motivo de las fiestas habidas por Valladolid para celebrar el nacimiento del futuro Felipe IV[13].

Valladolid en Cervantes

En el año 1551, los ocho miembros de la familia Cervantes se trasladaron a Valladolid en busca de alguna fortuna no encontrada en Alcalá. Magdalena nacería en Valladolid. Vivieron en una casa de dos pisos, alquilada en el barrio de Sancti Spiritus, cerca de la Puerta del Carmen, en las afueras de la ciudad. Valladolid tiene casi 40.000 habitantes. El futuro autor del Quijote tenía entonces 5 años. En este ambiente transcurrió el año y medio largo que pasó Miguel de Cervantes niño en Valladolid la primera vez que vino con su familia más allegada. Cuando volvió la segunda vez, ya viejo, las cosas en la ciudad del Pisuerga no le fueron demasiado bien y también saboreó el amargor de los interrogatorios y la sombra de la cárcel. Es posible que Miguel de Cervantes aprendiera a leer y escribir en Valladolid. La segunda vez que Miguel de Cervantes se traslada a Valladolid ya es un hombre maduro de 57 años cumplidos. Para aquel tiempo, un hombre viejo. Viene por obligación a rendir cuentas de su oficio de alcabalero. La casa que habitó era nueva. En ella vivió al menos entre 1603 y 1606 (o 1608, según los más meticulosos cervantistas), conociendo en Valladolid las primeras sensaciones del éxito popular de la novela que le hizo inmortal, aunque no le hiciera rico. Cervantes tenía muchas mujeres en su casa. Miguel de Cervantes fue puesto en libertad en la cárcel de Sevilla, bajo fianza, para poder trasladarse a Valladolid y aquí rendir cuentas[14].

Alfonso XIII pagó de su propio bolsillo la compra de la casa que habitó Cervantes. En 1873, Pérez Mínguez formó la Sociedad Casa de Cervantes y decoró la casa con muebles antiguos, ediciones del Quijote y cuadros alusivos a la época cervantina. La casa pasó a cumplir la función de biblioteca popular en 1916. Es casa – museo desde 1922. El arco de la puerta del antiguo monasterio, en ruinas, de la Armedilla fue trasladado desde el pueblo de Cogeces del Monte a este espacio en 1950. En 1914, la propia casa y los jardines exteriores se convirtieron en biblioteca pública, situación que se prolongó hasta 1936. Benigno de la Vega Inclán nombró a Narciso Alonso Cortés director de la Casa de Cervantes y sucesivamente fueron ocupando este cargo Nicomedes Sanz y Ruiz de la Peña (durante 53 años, desde 1928 hasta 1981), Jesús Urrea Fernández y María Bolaños.

Miguel de Cervantes vino a Valladolid a mediados de 1603. El regreso a Madrid de la familia Cervantes debió de producirse dos años después de ida la Corte, en 1608. Es posible que Cervantes aprovechara los primeros meses de 1605 para trasladarse a Salamanca, donde tomó referencias para su novela El licenciado Vidriera, que pudo escribir en Valladolid en el otoño. Miguel tenía entonces 57 años. La “imitación” del Quijote obligó a Miguel de Cervantes a tomar de nuevo la pluma para escribir la segunda parte de las aventuras de sus auténticos personajes, con lo que el libro engordó en las sucesivas ediciones a partir de 1615.

Cervantes fue un hombre con limitaciones por las heridas de guerra recibidas. Siempre se ha dicho que, si Miguel de Cervantes fue diestro con la pluma, no debió de serlo tanto con la voz, con la palabra, porque era tartamudo. El autor del Quijote necesitaba lentes correctoras. El Quijote daba dinero y también sus obras teatrales y sus Novelas ejemplares. Cuando llegaron los Cervantes a Valladolid con la Corte, esta ciudad era la más cara del reino. La novela de don Quijote, el visionario manchego, salió a la calle en el mes de enero de 1605. Tres retratos se conocen de Cervantes. En 1890 se decidió derribar el Hospital de la Resurrección. Miguel de Cervantes lo había hecho famoso por haber situado en su interior los diálogos de los perros Cipión y Berganza. Ocupaba lo que hoy es la Casa Mantilla y parte de la manzana siguiente. Fue fundado en 1553 en el sitio donde estaba la mancebía pública. El Hospital de la Resurrección aparece no solo en El coloquio de los perros, sino también en la novela ejemplar antecedente El casamiento engañoso. Del Hospital de la Resurrección solamente se conserva, en el jardín exterior de la casa de Cervantes, el nicho de la parte alta de su fachada, en el que aparece una escultura de Jesús Resucitado al que le falta parte del brazo derecho. Además de la figura del Resucitado, se había salvado la puerta principal del famoso hospital cervantino.

En la plaza de la Universidad se instaló en 1889 una estatua dedicada al autor del Quijote. La modeló el escultor Nicolás Fernández de la Oliva. Los bajorrelieves con cuatro escenas del Quijote (hoy conservados en el patio interior de la Casa de Cervantes) fueron realizados por el profesor de modelado Pablo Santos Berasategui. La estatua de Miguel de Cervantes fue la primera estatua pública de Valladolid y la segunda en España en rendir homenaje al escritor. Curiel, Medina del Campo, Alaejos, Tordesillas y Valdestillas son considerados lugares cervantinos por haber sido citados por el autor en algunas de sus obras. De la vecina localidad de Valdestillas habla Cervantes en La ilustre fregona. Cervantes tenía a Valdestillas como lugar de reconocida fama picaresca, preferentemente femenina, tal y como menciona a este pueblo en el Coloquio de los perros. Hay en Valladolid una calle dedicada a Cervantes y otras a alguna de sus obras y personajes, aunque no al Quijote. El Pasaje de Dulcinea es un pasaje modernista que une las calles del Rastro y de Miguel Íscar. En materia de enseñanza, llevan el nombre de Miguel de Cervantes una universidad privada y un grupo escolar. La primera fue creada en 2001.

La Sala Cervantes se encuentra situada en la calle del Santuario, número 22. Antes cumplía todas las funciones de un teatro en el que se daba preferentemente cine. El Restaurante Cervantes está en la calle del Rastro, a muy pocos metros de la casa del escritor. Su elegante fachada está construida a base de madera y reproducciones de algunos grabados de la edición del Quijote ilustrada por Gustavo Doré. La ciudad, los pueblos, los ríos capitalinos o provinciales, el conde repoblador y algunos mesones surgen de la pluma del autor del Quijote. La ilustre fregona es una de las novelas ejemplares mejor escritas. Además de la fuente de Argales se citan otros lugares vallisoletanos: Valdestillas, la puerta del Campo y el pueblo de Mojados. El casamiento engañoso y El coloquio de los perros fueron escritas en Valladolid.

La casa que acoge el museo dedicado al autor del Quijote fue adquirida en 1912 por Alfonso XIII y el marqués de Vega Inclán. Residiendo en Valladolid, ciudad a la que llegó a sus 57 años, con el deseo de tramitar el privilegio de impresión de su novela, el escritor vio publicada la primera parte de la que es considerada una de las mejores obras de la literatura universal. También en la ciudad del Pisuerga escribió algunas de sus Novelas Ejemplares: El licenciado Vidriera y El coloquio de los perros. La identificación de la vivienda se produjo en 1866, pero no fue hasta 1875 cuando el farmacéutico vallisoletano Mariano Pérez Mínguez la decoró con muebles y objetos antiguos y se abrió al público. Cada uno de los cuatro edificios que conforman el Museo Casa de Cervantes se desarrolla de manera idéntica: tres niveles y buhardilla. El conjunto se acompaña de un amplio jardín delantero y un patio trasero, que corresponde a los canales originales de estas casas[15].

La primera ocasión en que oficialmente se vinculó la figura de Miguel de Cervantes a un espacio urbano de Valladolid fue en 1854, con motivo de la rotulación como Calle de Cervantes a la hasta entonces denominada Calle de la Horca, en el antiguo barrio de San Juan, que comunica la Plaza Circular con la calle Don Sancho. Cuando el Ayuntamiento el 23 de junio de 1866 tomó el acuerdo de reconocer oficialmente la casa número 14 de la Calle del Rastro como la habitada en Valladolid por Cervantes durante su estancia en la ciudad coincidiendo con la publicación de su inmortal Quijote (1604 – 1606), ordenó sortear y colocar en su fachada una lápida recordatoria de su estancia. Los cuatro tarjetones con episodios del Quijote (la aventura de los molinos, la del león, la de los pellejos de vino y de don Quijote en casa de los Duques) los modeló el profesor local Pablo Santos de Berasategui (n. 1890). La estatua de Cervantes la modeló Nicolás Fernández de la Oliva. El monumento vallisoletano se inauguró el 29 de septiembre de 1877 y fue la primera estatua pública que tuvo Valladolid y la segunda que se dedicó a Cervantes en España.

En 1889, se acordó trasladar el monumento a la Plaza de la Universidad, instalándose en el centro de los jardines próximos a la Catedral. Posteriormente, la memoria de Cervantes se ha continuado honrando con la instalación de varias lápidas en distintos pasajes de la ciudad. En el pedestal de la estatua de Cervantes se colocó una lápida alusiva a su condición de Vecino de Honor. Así figuran recuerdos evocadores de su estancia en Valladolid o de su obra, colocados en el solar que ocupó el Hospital de la Resurrección en la Acera de Recoletos, en la pared baja de la torre de la iglesia parroquial de San Lorenzo o sobre el pretil del Puente Mayor. Igualmente, la ciudad cuenta con otras calles rotuladas con los nombres del licenciado Vidriera, de la Galatea y el pasaje titulado de Dulcinea. En el 2001, una Universidad privada vallisoletana ha acogido como seña de identidad el nombre del inmortal escritor[16].

En Valladolid, a 26 días del mes de septiembre de 1604, Felipe III otorga licencia y facultad para imprimir El Ingenioso Hidalgo de la Mancha. Pero ya en 1604, antes de su impresión, era conocido por no pocos. En 1872, el Ateneo nació emparejado con Cervantes, cuya Casa sacó del olvido y aderezó como su primer domicilio. La estatua de Cervantes fue trasladada en 1889 a la plaza de Santa María, hoy de la Universidad. En la Casa de Cervantes se estableció en 1915 la mejor Biblioteca Cervantina de España[17].


[1] CANAVAGGIO, Jean: Diccionario Cervantes.   Madrid: Centro de Estudios Europa Hispánica, 2020.

[2] BENNASSAR, Bartolomé: “Valladolid fue una fiesta”.   La Aventura de la Historia, nº 33, julio 2001, pp. 34 – 40.

[3] GUTIÉRREZ ALONSO, Adriano: Estudio sobre la decadencia de Castilla. La ciudad de Valladolid en el siglo XVII.   Valladolid: Universidad, 1989.

[4] GUTIÉRREZ ALONSO, Adriano. “Valladolid en el siglo XVII”.   Valladolid en el siglo XVII. Historia de Valladolid, IV / Adriano Gutiérrez Alonso… [et al.]   Valladolid: Ateneo, 1982.

[5] RUBIO GONZÁLEZ, Lorenzo: “Ambiente literario y cultural de Valladolid durante el siglo XVII”.   Ibid.

[6] BELLOSO, Carlos: Prólogo. “Valladolid ciudad de reyes”.    La Corte en Valladolid / Carlos Belloso Martín (ed.).   Valladolid: Universidad Europea Miguel de Cervantes, 2022.

[7] BELLOSO MARTÍN, Carlos:  Valladolid, corazón del Imperio y centro político”.   Ibid.

[8] BURRIEZA SÁNCHEZ, Javier: “La sociedad vallisoletana en el siglo XVI: cultura, fiesta, religiosidad y vida cotidiana”.    Ibid.

[9] SALAZAR RINCÓN, Javier: El escritor y su entorno. Cervantes y la Corte de Valladolid en 1605.   S.l.: Junta de Castilla y León, 2006.

[10] GUERRERO MARTÍN, José: Por los caminos del Quijote.   S.l.: Junta de Castilla y León, 2004.

[11] VAL, José Delfín: “El Quijote de 1604”.    Argaya, 2ª época, 30, marzo 2005, pp. 52 – 54.

[12] LUCÍA MEGÍAS, José Manuel: La madurez de Miguel de Cervantes. Una vida en la Corte (1580 – 1604).   Madrid: Edaf, 2016.

[13] 10 de junio de 1605: Don Quijote se pasea por Valladolid.    Exposición Cuatrocientos años de Don Quijote por el mundo, Valladolid 2005.   Textos 2).

[14] VAL, José Joaquín: Cervantes en Valladolid. Valladolid en Cervantes.   Urueña: Castilla Tradicional, 2016.

[15] QUINTANA, Sonia: ”Donde Cervantes escribió El coloquio de los perros”.   El Norte de Castilla, 28 de febrero 2023, p. 14.

[16] URREA, Jesús: “Recuerdos cervantinos en Valladolid”.    Argaya, 2ª época, 30, marzo 2005, pp. 6 – 9.

[17] CAMPOS SETIÉN, Josemaría: “Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar y el Ateneo ‘Cervantino` de Valladolid”.   Argaya, 2ª época, 30, marzo 2005, pp. 55 – 59.

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Desde el Corazón de la Mancha al Canal de la Mancha

Fecha de Publicación: 22/11/2024
Torreón del Gran Prior, Alcázar de San Juan. Al fondo se ve la actual Capilla de Palacio, antigua ermita de San Juan Bautista, lugar donde se hizo la recluta de soldados

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Autores:

Juan Víctor Carboneras Coba (31 Enero Tercios) y Constantino López Sánchez-Tinajero (Sociedad Cervantina de Alcázar)

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En Simancas hay datos de que en 1587 el capitán Hernando de Olmedo estuvo en Alcázar para reclutar una compañía de soldados, estos soldados de diferentes localidades y también algunos alcazareños que se alistaron, acabaron embarcados en la Gran Armada de 1588 y estuvieron presentes en la Jornada de Inglaterra

En la época de Cervantes, es decir, a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, los reclutamientos o levas de soldados eran voluntarios, pero el Consejo de Guerra tenía una maquinaria bien engrasada que era capaz de reclutar una media de 40 a 50 compañías al año, llegando en épocas de necesidad a pasar de las 80 compañías levantadas como ocurrió por ejemplo en 1607.

El documento dice que tanto el gobernador del Priorato como los alcaldes ordinarios y los regidores, se juntaron en la ermita de San Juan (actual Capilla de Palacio) con el capitán Olmedo y junto con el escribano local Hernando de Belmonte que fue quien tomó nota de toda la leva y evacuó el informe de los documentos a que en este artículo nos referimos.  A continuación, se adjunta la transcripción de lo más importante del documento de 6 páginas: Todos los estudiosos de la historia moderna y en especial de los Tercios españoles, conocen la fortaleza de nuestros afamados Tercios, que fueron capaces de dominar con mano de hierro los campos de batalla de Europa y fueron durante más de ciento cincuenta años el ejército más temido del viejo continente.  

Los tercios españoles eran un ejército permanente de soldados altamente cualificados y experimentados, pero que estaba en continuo trasiego entre las altas y las bajas, lo mismo se licenciaban soldados que habían servido por muchos años, como que entraban otros nuevos, los llamados bisoños. Aunque durante el gobierno de los Habsburgo no se disponía de un ejército permanente, había una gran flexibilidad y capacidad de reacción para conseguir voluntarios. Cuando los Tercios necesitaban soldados el rey concedía un permiso firmado de propia mano llamado «conduta» a nombre de un capitán determinado y que lo facultaba, dentro de un distrito de reclutamiento para formar o levantar una compañía.

El procedimiento consistía en que una vez en el lugar de recluta, el capitán desplegaba la bandera e iba alistando a los voluntarios, que solían acudir en tropel atraídos por la fama de los Tercios y porque pensaban hacer una carrera militar que los encumbrase a una buena posición social. Los voluntarios eran labriegos o campesinos, pero también acudían hidalgos arruinados o segundones de familias nobles que albergaban ambiciones de fama militar con la que dar lustre a la estirpe familiar. El veedor en una rápida revista comprobaba si el soldado estaba apto para el combate y lo admitía o excluía en ese mismo momento, quedando los aceptados alistados por tiempo indefinido. A diferencia de otros ejércitos, el soldado no estaba obligado a jurar fidelidad o lealtad al rey.

Por otra parte, el Consejo de Guerra asignaba un comisario que controlaba que la recluta de varias compañías (las que tenía a su cargo) se hiciese de acuerdo con las normas, a saber, que no se reclutase a nadie menor de 20 años ni a ancianos, y que todos los soldados estuviesen en buena disposición para pelear. Estas normas a veces se saltaban cuando la necesidad apremiaba.  

Castilla era una de las principales regiones donde los ejércitos reclutaban a sus soldados, por eso no es de extrañar la presencia en Alcázar de capitanes con ánimos de “formar” su bandera.

Este capitán junto con el alférez Sancho de Lezcano llegó a nuestra ciudad en julio de 1587 a levantar una compañía en el Priorato de San Juan. Tras reclutar a 28 soldados continuó su ruta hacia Extremadura y Portugal, para incorporarse en Lisboa al contingente que habría de embarcar en la Gran Armada al mando del duque de Medina Sidonia.

El documento dice que tanto el gobernador del Priorato como los alcaldes ordinarios y los regidores, se juntaron en la ermita de San Juan (actual Capilla de Palacio) con el capitán Olmedo y junto con el escribano local Hernando de Belmonte que fue quien tomó nota de toda la leva y evacuó el informe de los documentos a que en este artículo nos referimos.  A continuación, se adjunta la transcripción de lo más importante del documento de 6 páginas:

«En la villa de Alcázar a 15 días del mes de julio de 1587 años. El comisario don Juan de Ábalos trabajaba para la compañía del capitán Hernando de Olmedo que justo se estaba levantando en el Priorato de San Juan.

Juan de Ábalos, por orden de su majestad, va a Alcázar de San Juan donde se encuentra este capitán con su compañía. Se juntaron en la ermita de San Juan y también se unieron el gobernador del priorato, los alcaldes ordinarios, los regidores y el escribano Hernando de Belmonte (es el que escribe el documento) tomó la muestra:

1.-       Al capitán Hernando de Olmedo se le pagó 2.083 maravedís

2.-       El alférez Sancho de Lezcano se le pagó 900 maravedís.

3.-       Abanderado Francisco Pérez

4.-       Pero Sánchez atambor 60 maravedís.

5.-.      Juan Hernández furriel

6.-       Antonio Martín atambor 60 maravedís.

7.-       Antón López barbero, hijo de Juan López, natural de Daimiel.

8.-       Don Pablo de Plasencia, hijo de Agustín de Plasencia de edad de 18 años, natural de Ávila, sin barba menudo de rostro.

9.-       [ahora sale un soldado que se cambió de compañía. Era de Ocaña. Está tachado]

10.-     Andrés Hernán de Zorropero, hijo de Gabriel Hernández Zorropero vecino de esta villa de Alcázar de edad de 22 años de buen cuerpo, barbirrubio, menudo, sin señal en el. Un real.

11 y 12.-        [ahora vienen dos soldados tachados. Uno de un pueblo de Santander y otro de Almagro]

13.-     Miguel López, hijo de Juan López de Carrizosa, vecino de esta villa de Alcázar de 25 años, con una herida en cada ceja. De buen cuerpo, barbinegro. Un real.

14.-     Juan de Castro, hijo de Luis Castro, vecino de esta villa de Alcázar de edad de 22 años con dos señales de heridas en la frente, alto de cuerpo. Un real.

15.-     Benito García, hijo de Hernando Marco, vecino de la Roda, de edad de 22 años de buen cuerpo con una herida en la frente sobre la ceja derecha. Un real.

16.-     Juan Martínez, hijo de Rodrigo Álvarez Godoy, vecino de Jerez de los Caballeros, de edad de 20 años, una señal en medio de la frente y otra en la nariz, junto al ojo izquierdo. Un real.

17.-     Juan Díaz hijo de Francisco Díaz, vecino de Villacañas de 20 años con una señal grande atravesada en el carrillo izquierdo. Un real.

18.-     Pedro Martínez, hijo de Pedro Martínez Cogedor, vecino del Toboso, de 21 años, con una señal pequeña de herida en la frente junto al cabello. Recio de cuerpo. Un real.

19.-     Jerónimo Aguado Lupe, hijo de Juan de Agua de Lupe, natural de Daimiel, de edad de 25 años, encima de la ceja derecha una herida, barbirrubio. Un real.

20.-     [viene un soldado tachado que era vecino de Baeza]

21.-     Bartolomé de Segovia, hijo de Andrés de Segovia, vecino de Pozuelo de Aravaca de 20 años, calvo un poco en el cornero izquierdo, una herida. Es de buen cuerpo. Un real.

22.-     Juan González de Lalobera, hijo de Cristóbal González de Lalobera. Vecino de Andújar de edad de 20 años, barbiponiente, de buen cuerpo, sin señal, un real.

23.-     Pedro de Espinosa, hijo de Diego Hernández de Espinosa, vecino de Toledo de edad de 20 años, recio de cara y cuerpo. Una señal en el carrillo izquierdo. Mediano. Un real

24.-     [Viene un soldado tachado de Villacañas]

25.-     Alejo de Salazar, hijo de Baltasar Caballero, vecino de Dos Barrios de 20 años, junto al pelo en medio de la frente una señal. Mediano, recio. Un real.

26.-     Juan Fernández, hijo de Gonzalo Fernández, vecino de Iniesta de edad de 22 años, 4 señales en la cabeza y un lunar junto a la barba en el lado derecho e izquierdo. Un real.

27       Esteban Hernández, hijo de Gonzalo Hernández, vecino de Iniesta de edad de 25 años, sin señal, pequeño de cuerpo. Un real.

28       Antonio de Espinosa, hijo de Diego Hernández de Espinosa de 20 años, recio de rostro sobre la ceja derecha un lunar. Un real.

29.-     Miguel Sánchez del Billar, hijo de Juan Martín del Billar, vecino de la Calzada, de edad de 21 años. Una herida en la barba en el lado derecho. Un real.

30.-     Diego de Orlando, hijo de Juan Martín de Orlando, de 27 años, alto, barbinegro, junto al ojo izquierdo una señal. Un real.

31.-     Juan de Mincho, hijo de Gabriel de Mincho, vecino de Ocaña, de edad de 20 años, barbiponiente, rubio con una señal en la frente en el lado derecho. Un real.

32.-     Miguel Hernández, hijo de Pedro Hernández, vecino del Villarejo de Fuentes de 20 años, alto sin barba en el lado derecho. En la ceja y frente dos señales. Un real.

33.-     Diego Jiménez, hijo de Pedro Martínez Carrasco, de edad de 28 años, barbiespeso, rubio, alto. Un real. Es vecino de Alcázar.

34.-     Martín Sánchez Zamorano, hijo de Andrés Sánchez, vecino de Noblejas de edad de 21 años, pequeño, con una señal en la frente. Un real.

35.-     [viene un soldado tachado procedente de Agreda]

36.-     Martín de Iniesta, hijo del mismo, vecino de Baeza, de edad de 30 años, barbitaheño, que le falta un diente de la parte de arriba. Un real.

«E asi se fenesció y acabó la dicha lista y reseña e se hicieron las dichas pagas y lo firmaron de sus nombres el dicho comisario y gobernador y alcaldes e regidores e parece que son del capitán, alférez dos tambores, tres mil ciento e tres maravedíes de veintinueve soldados a real cada uno nueve cientos y ochenta y seis maravedís que todo junto monta cuatro mil e ochenta e nueve maravedís según por las dichas partidas parece y lo firmaron don Juan de Ábalos, el licenciado Alonso Hidalgo, Martín Román, Cristóbal de Cervantes, Juan Gómez Tardío, Hernando de Olmedo, fui presente Hernando de Belmonte escribano quedo otro tanto en mi poder y lo firmaron los mesmos. Don Juan de Ábalos, el licenciado Alonso Hidalgo, Cristóbal de Cervantes, Martín Román, Juan Gómez Tardío, fui presente Hernando de Belmonte escribano.»

Nuestro recuento, sin contar los tachados (que son 6) serían 30, 28 soldados y 2 oficiales. De estos 28 soldados, cuatro son de Alcázar de San Juan:

Andrés Hernán de Zorropero, hijo de Gabriel Hernández Zorropero vecino de esta villa de Alcázar de edad de 22 años de buen cuerpo, barbirrubio, menudo, sin señal en él. Un real.

Miguel López, hijo de Juan López de Carrizosa, vecino de esta villa de Alcázar de 25 años, con una herida en cada ceja. De buen cuerpo, barbinegro. Un real.

Juan de Castro, hijo de Luis Castro, vecino de esta villa de Alcázar de edad de 22 años con dos señales de heridas en la frente, alto de cuerpo. Un real.

Diego Jiménez, hijo de Pedro Martínez Carrasco, de edad de 28 años, barbiespeso, rubio, alto. Un real. Es vecino de Alcázar.

Es curioso, como a los alistados de Alcázar los anota diciendo quienes son sus padres, quizás para que resulten más conocidos por sus convecinos. Puede que fuese una forma más de atraer a los jóvenes al alistamiento, además de la posible fortuna y gloria militar que el ejército ofrecía a cuantos se enganchaban en la milicia. También la necesidad y la falta de recursos en la familia era un importante motivo para el alistamiento.

Pero muy importante también es conocer con certeza documental quienes eran los regidores de entonces y entre ellos nos encontramos con Cristóbal de Cervantes (tío del Miguel de Cervantes bautizado en Alcázar de San Juan) del que este documento ofrece nuevas pistas al artículo de nuestro compañero Manuel Rubio Morano:

 (https://sociedadcervantinadealcazar.home.blog/2021/01/23/blas-de-cervantes-saavedra/)

en el que se decía refiriéndose a Cristóbal:

«En las elecciones de 1576 salió elegido para ocupar el cargo de alcalde ordinario o de regidor por el estado de los hijosdalgo y el gobernador lo escogió para alcalde ordinario. En 1594 lo vemos incluido en el censo para la elección de alcaldes y regidores por el mismo estado, pero no tenemos constancia de que hubiese salido elegido». 

Pues bien, por este documento podemos confirmar que era regidor en 1587 ya que es uno de los firmantes del documento por el que se atestigua la formación de la compañía del capitán Hernando de Olmedo en Alcázar de San Juan.

Con la exposición de estos datos, que hasta ahora eran desconocidos, queda ampliada la historia de Alcázar de San Juan y de algunos de sus paisanos que se convirtieron en soldados del ejército real y se encaminaron con paso firme hacia Lisboa, en la compañía del capitán Hernando de Olmedo, pasando por las villas y ciudades que encontraban al paso, acrecentando el número de reclutados, para finalmente embarcarse en la Gran Armada para tomar parte en la pretendida invasión de Inglaterra.

Son por tanto unos nuevos datos que vienen a completar muestra historia local, que nos permitirán seguir investigando el destino y peripecias de estos soldados y tratar de seguirles la pista en su aventura militar. Constituyen así un nuevo hilo del que pueden tirar los investigadores con el objeto de seguir documentando y acrecentando la historia de nuestra ciudad en cuantos documentos puedan encontrarse en los archivos y que permanecen aún desconocidos para todos.

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DOCUMENTOS CONSULTADOS:

  • ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS.
  • CARBONERAS, Juan Víctor. España mi natura., Vida, honor y gloria en los Tercios. Madrid, EDAF 2020.
  • CHINCHILLA, Pedro Luis. Los prisioneros de la Armada Invencible. Madrid, Ediciones B, 2023.
  • RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, Antonio José. Breve historia de los Tercios de Flandes. Madrid, Ediciones Nowtilus, 2015.
  • RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, Antonio José y DÍAZ-ORDÓÑEZ, Manuel. El reclutamiento militar en España a comienzos del siglo XVII (1600-1625): problemas y soluciones. Consultado en Internet: https://journals.openedition.org/mcv/13386
  • RUBIO MORANO, Manuel. Blas de Cervantes Saavedra. Consultado en internet: https://sociedadcervantinadealcazar.home.blog/2021/01/23/blas-de-cervantes-saavedra/

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

«Ningún niño/a sin imaginación»

Fecha de Publicación: 13/11/2024

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Pronto llegarán las fiestas navideñas y puntuales a la cita, los cervantistas alcazareños han preparado la campaña de recogida de libros infantiles y juveniles, que organizan por séptimo año consecutivo en lo que ya es una seña de identidad en sus actividades culturales

Alcázar de San Juan, 13-11-2024.- Este año se alcanza la séptima campaña de recogida de libros infantiles y juveniles «Ningún niño/a sin imaginación» con el objetivo de conseguir la donación, por parte del público en general y de instituciones, del mayor número de volúmenes, de forma que ningún niño se quede sin desarrollar su imaginación por medio de la lectura en esta Navidad, por muy limitado que se encuentre su presupuesto familiar o por desfavorables que sean sus condiciones económicas.

En 2024 parece que se han estabilizado los incrementos de precios en la cesta de la compra y a pesar de que algunas partes del mundo siguen en guerra, aquí en España sólo hemos sufrido inclemencias meteorológicas, aunque de muy alto impacto para los valencianos. Pero ese bienestar que disfrutamos nos tiene que hacer solidarizarnos con las personas que no están tan bien y que no tienen sus necesidades cubiertas. No podemos negar libros y materiales escolares a niños de nuestra ciudad que se están limitando a adquirir lo básico y elemental y a veces ni siquiera eso.

Con la campaña Esta Navidad ningún niño/a sin imaginación” nos movilizamos un año más para recoger el mayor número posible de libros infantiles y juveniles, que, aunque ya hayan sido leídos en algunos hogares, la donación permite que alarguen su vida útil yendo a parar a las manos de otros niños que tienen más difícil el acceso a estas lecturas. Todos debemos comprometernos en evitar que la imaginación de estos niños no se desarrolle adecuadamente por falta del sano ejercicio de la lectura.

Los días 19, 22, 26 y 29 de noviembre, junto con los días 3, 5, 10 y 12 de diciembre (último día), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de horario de 19:00 a 20:00 horas para la recepción de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura.

Como todos los años, nuestro compañero en la junta directiva Enrique Lubián, será el encargado de acoger todos los libros que podáis aportar a esta campaña, permaneciendo a vuestra disposición en el Centro Cívico en el horario anunciado. Invitamos a bibliotecas, institutos, colegios, a que colaboren con nosotros, y no dudamos que gracias a la generosidad de todos haremos una magnífica recogida.

También este año colaboramos con la Asociación Cultural y Social “El Sosiego” (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan añadirse a los lotes para entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

Recordamos los días de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico, en horario de 19:00 a 20:00:

  • Noviembre: martes 19, viernes 22, martes 26 y viernes 29.
  • Diciembre: martes 5, jueves 5, martes 10 y jueves 12 (último día).

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan vuelve a ser la capital del mundo cervantino

Fecha de Publicación: 11/11/2024

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Durante los días 8 y 9 de noviembre Alcázar de San juan ha sido el centro del cervantismo mundial, donde el II Congreso Internacional ha congregado a varios de los mejores cervantistas del mundo

Alcázar de San Juan, 10 de noviembre de 2024.- A lo largo de dos jornadas, los días 8 y 9 de noviembre, se ha celebrado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el II Congreso Internacional «Cervantes y el Quijote desde Alcázar, ficción creativa, turismo literario y ciencia», organizado por el Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra, el Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Este ha sido un evento cultural de envergadura enmarcado en la ambiciosa programación de las XI Jornadas Vino y Bautismo Qervantino, celebradas con motivo del bautismo de Miguel de Cervantes, hecho acaecido en Alcázar de San Juan el 9 de noviembre de 1558.

El programa incluía doce ponencias y una mesa de presentación de publicaciones y proyectos cervantinos, con la participación de investigadores de países pertenecientes a varios continentes, han venido representantes de la University of Chicago y Boston University, de Estados Unidos, de la Universidade Federal de Río de Janeiro en Brasil, de la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel y de la Universidad de Castilla-La Mancha, Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Oviedo, Universidad de Navarra, del Real Madrid C.F., del  IES Miguel de Cervantes Saavedra y de la Sociedad Cervantina de Alcázar, en España.

Ha sido un congreso de enorme calidad científica, pluridisciplinar, con aportaciones de extraordinario rigor que van desde la literatura y la filología, pasando por la ciencia, el deporte o el turismo. También desde las recepciones del Quijote en otros idiomas, la ficción muy creativa sobre la vida de Cervantes o la relación de éste con el vino y finalmente sobre el coleccionismo y apasionamiento que levanta la mejor novela del mundo… que nadie lee.

La perfecta colaboración entre los organizadores, GRISO-Universidad de Navarra, junto con el Patronato de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la Sociedad Cervantina en fructífera colaboración y apoyados por los socios, colaboradores como el Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha que aporta recursos  fundamentales para el desarrollo del Congreso, así como el soporte de empresas privadas, han facilitado los medios necesarios para que los ponentes que han viajado desde diferentes partes del mundo se encuentren en Alcázar de San Juan, como en su propia casa.

Carlos Mata Induráin profesor de la Universidad de Navarra y secretario del Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO) ha sido una vez más la persona que lo imaginó y la que ha conseguido traer hasta el mismo Corazón de la Mancha ponentes de la talla de Frederick de Armas, Ruth Fine, José Manuel Lucía Megías, James Iffland, María Fernández Ferreiro, Esther Bautista Naranjo, Miguel Ángel Zamorano Heras, Aurelio Vargas Díaz-Toledo, Pablo Comino Rivas o su misma presencia en nuestra ciudad. Por su extraordinario trabajo en favor de Alcázar de San Juan a lo largo de casi seis años en los que ha colaborado intensamente con la Sociedad Cervantina de Alcázar, esta se lo ha reconocido nombrándolo Socio de Honor, nombramiento que fue aprobado por unanimidad de los socios en Asamblea General celebrada el 24 de octubre.

Por lo que se refiere a los cervantistas alcazareños, y de gran interés para el vino de la Mancha, cabe destacar la ponencia de José Manuel Lucía Megías, persona muy relevante en el mundo cervantino que pronunció una interesantísima comunicación titulada “¡O hideputa, bellaco, y cómo es católico!, nuevas perspectivas sobre la relación de Cervantes con el reino de la Mancha”. En su discurso dijo que “La Mancha termina siendo por el vino un territorio esencial en la vida de Miguel de Cervantes” y también consideró que “Don Quijote de la Mancha, es de la Mancha y no de otro territorio, no de otro espacio, precisamente por el vino”. Hizo también referencia en su disertación a Luis Miguel Román, Alonso M. Cobo y Constantino López, miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar, de los cuáles dijo que han hecho y están haciendo un gran trabajo de comprensión del vino en el Quijote y que en sus investigaciones seguía la senda que ellos han abierto en diferentes trabajos sobre este aspecto.

Del fabuloso nivel de los ponentes que vinieron de países extranjeros y los provenientes de las Universidades españolas (cuyo nivel de calidad será difícil superar), no han desmerecido los trabajos expuestos por los tres ponentes alcazareños: Pablo Comino Rivas (Jefe de Gestión de Viajes del Real Madrid, C. F.) cuya interesantísima ponencia titulada «Desde don Quijote como dinamizador del turismo hasta el turismo vinculado al deporte, pasando por Alcázar de San Juan» mostró a los presentes que el “don Quijote” está lleno de virtudes que afortunadamente también se pueden encontrar en el deporte y para aproximar a los jóvenes a la lectura de la obra de Cervantes, debemos utilizar estrategias y mecanismos distintos y adaptados a los tiempos actuales y saber movernos en sus entornos de comunicación y redes sociales. Igualmente, respecto del turismo, dijo que la propuesta de la Sociedad Cervantina del concepto “Comarca Quijote” la veía muy acertada y de forma holística (es decir en un todo integrado), de manera que los diferentes pueblos del entorno trabajen en una misma dirección para conseguir el objetivo común, ya que juntos se llega más lejos. Igualmente, y para promocionar la Comarca Quijote valoró muy positivamente el eslogan “¡Ven y Mánchate!”.

María José García Lorente profesora del IES Miguel de cervantes, presentó una conferencia muy completa sobre la presencia de la Ciencia en la gran novela de Cervantes y trazó un recorrido sobre los ingenios tecnológicos conocidos en la época del Quijote y sobre las teorías cosmológicas de ese tiempo y cómo Miguel de Cervantes las conocía todas y se refiere a ellas incluyéndolas en medio de las aventuras de los personajes principales.

Finalmente Miguel Ángel Martínez Martínez, de la Sociedad cervantina de Alcázar,contó a los asistentes su pasión por el coleccionismo de Quijotes, para adultos y en ediciones para niños, de los que posee una extraordinaria colección realizada a lo largo de su vida, pero lo que realmente impresionó a los presentes fue la auténtica devoción por la lectura del Quijote y el aprecio por la obra de Cervantes que heredó de su padre y contó cómo le había impresionado el hecho de encontrar ediciones del Quijote en los más de ciento cincuenta países que ha visitado, lo que no ha visto con ninguna otra obra literaria.

Por lo que respecta a los moderadores de las sesiones: Juan Bautista Mata PeñuelaLuis Miguel Román AlhambraManuel Rubio Morano, Estrella Blanco Escalera, Jesús Sánchez Sánchez y Enrique Lubián Pozo, todos ellos miembros de la Sociedad Cervantina, condujeron las sesiones de forma ejemplar, presentando a los ponentes de mamera admirable.

En esta segunda edición del Congreso, se planificaron una serie de actividades encaminadas a hacer más atractiva la estancia de los ponentes, como la visita al Museo del Hidalgo tras la sesión del viernes por la tarde, y tras ella para rematar la primera jornada tuvo lugar una cata de vino ofrecida y explicada por la D.O. La Mancha (a cargo de Juanjo Jiménez) en la propia bodega del Museo, que dejó unas magníficas sensaciones en los ponentes al ser organizada especialmente para ellos.

También se realizó la visita al Museo de Miguel Ángel Martínez Martínez, tras la sesión de ponencias de la mañana del sábado. Singular y bonita por la hora, ya al atardecer, fue la visita al cerro de San Antón para presenciar los molinos de viento Rocinante (centro de interpretación del molino manchego), Fierabrás (que conserva íntegra su maquinaria y está en funcionamiento para hacer moliendas), Barcelona y Dulcinea, donde se pudo ver de cerca la maquinaria de estos ingenios mecánicos que ya eran conocidos en el reino de Castilla en la época de Cervantes.

Para esta edición del Congreso se ha contado con una excepcional muestra de bacías (50 piezas de diferentes materiales y tamaños) cedidas por el coleccionista privado de Alicante, Luis Soria Galera que posee la colección más importante del mundo y que puede alcanzar el número aproximado del millar de piezas. 

Ha cedido también una extensa colección de carteles cinematográficos relativos al Quijote y veinte paneles que, con grandes dibujos y texto, hacen un recorrido expositivo a lo largo de la vida de Miguel de Cervantes. Esta exposición ha recibido un elevado número de visitas tanto por los participantes en el Encuentro de Hermandades y Cofradías Trinitarias como por los asistentes a las sesiones del Congreso celebradas en la sede del Consejo Regulador D.O. La Mancha.

El Congreso ha resultado un rotundo éxito de organización y asistencia por lo que cabe felicitar a los organizadores y colaboradores por haber conseguido aunar la erudición cervantina con una estancia amena y enriquecedora de los ponentes en Alcázar de San Juan, habiendo satisfecho sobradamente las expectativas generadas por la presencia de importantes cervantistas de talla mundial. Apenas se apagan los ecos de la actual edición cuando ya la Sociedad Cervantina piensa en la próxima edición (será la tercera), que se celebrará si nada ocurre en contrario, en el año 2026.

Sociedad Cervantina de Alcázar

Vídeos de las sesiones de ponencias del II Congreso Internacional “Cervantes y le Quijote desde Alcázar”

1.- https://youtube.com/live/vSX6zz38mHQ

2.- https://youtube.com/live/wMajCZGmAz8

3.- https://youtube.com/live/VHmO_69htb4

4.- https://youtu.be/DGm5iOPKR0o

5.- https://youtu.be/NUOW53nk8ac

6.- https://youtu.be/428iBCl-BBw

Adquiera ahora "Usos y abusos: ensayos sobre el destino social del Quijote" de James Iffland

Fecha de Publicación: 10/11/2024

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Con ocasión de la visita de James Iffland (Boston University, EEUU) a Alcázar de San Juan, para participar como ponente en el II Congreso Internacional “Cervantes y el Quijote desde Alcázar”, la Editorial Universidad de Alcalá que publicó su último libro: Usos y abusos: ensayos sobre el destino social del Quijote, ofrece a todos los asistentes al evento (bien sea de forma presencial, bien de forma telemática), la posibilidad de adquirirlo con un descuento especial por el Congreso, para lo que deben utilizar el código promocional CQAC10 que se indica en el tarjetón, al formalizar el pedido.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

 

 

Ponencias de Luis Miguel Román y Constantino López en el Aula de Historia Local

Fecha de Publicación: 05/11/2024
 

 

En la semana Cervantina por excelencia de Alcázar de San Juan, dentro de la programación del Aula de Historia Local y enmarcadas en las XI Jornadas vino y Bautismo Qervantino

Alcázar de San Juan, 5 de noviembre de 2024.- En la programación de eventos incluidos dentro del Aula Local de Historia, se proyectó para este lunes 4 de noviembre, día con el que arranca la semana en que en Alcázar conmemoramos la  fecha de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra (9 de noviembre de 1558) y para cuya efeméride el Ayuntamiento organiza las XI Jornadas Vino y Bautismo Qervantino, una serie de dos ponencias a cargo de Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina y de Constantino López Sánchez-Tinajero, secretario de la misma.

La primera ponencia de Luis Miguel Román ha llevado por título “AGS_EST_LEG_1138, 77  y 78”, que no es ni más ni menos que la signatura con la que se localiza un documento muy interesante conservado en el Archivo General de Simancas, el que por cierto, no traten de encontrar en el portal PARES porque solo les arrojará el mensaje “No se han encontrado datos”.

Este documento nunca se había mostrado en público, fue la estrella en la exposición realizada en el Archivo General de Simancas, entre el 11 de octubre de 2016 y el 1 de marzo de 2017, con el título Cervantes en Simancas y en los Archivos Estatales.

Contiene una carta de don Juan de Austria a su hermanastro el rey Felipe II (AGS_EST_LEG_1138, 37), firmada en Palermo el 19 de marzo de 1572, y una relación de personas a las que se les había recompensado principalmente por las heridas recibidas en la batalla de Lepanto (AGS_EST_LEG_1138, 38), compuesta el día 15 del mismo mes:

Con esta va la relación de las personas a quien se an repartido ayudas de costa a la mayor parte para se curar de las heridas que tuvieron en la batalla, y a otras para ayudarlas a la extrema necessidad en que estaban. No quiero disculparme de que la suma que se a dado aya sido mucha porque pienso haber servido a V. M. muy particularmente en ir ayudando a hombres tan necessitados y que también pelearon en ocassión tan onrada.

Al Veedor general y contador e ordenado que saquen una relación de los soldados que an quedado mancos y maltratados de la batalla para enviarla a V. M. aunque a estas oras la mayor parte dellos se an ido a Nápoles y a essos reinos con cartas mías, que es lo que a mí me a tocado y con lo que les e podido ayudar.

La particularidad de este documento por el que Juan de Austria justifica el dinero gastado a su hermano el Rey Felipe II, para socorrer a los heridos (la mayoría de ellos mancos) de la batalla de Lepanto acontecida el 7 de octubre de 1571, que ha estado oculto 167 años, es la de que contiene relacionadas a dos personas llamadas igual, una Miguel de Cervantes que recibe 20 ducados y otra llamada Miguel Cervantes que recibe 22 escudos.

La ponencia de Luis Miguel se ha desarrollado sobre esta evidencia y sobre las infinitas preguntas que se formula ante ella y que ha trasladado a los asistentes.

Por su parte Constantino López, ha expuesto el proyecto “La ciudad que habla” por el que el Ayuntamiento llevó a cabo entre los años 2001 a 2010 la instalación de unas placas de cerámica en las calles más céntricas y significativas de la ciudad, para dinamizar el turismo y para dotar a Alcázar de San Juan de un nuevo recurso patrimonial y cultural que nuestros visitantes alaban y consideran de importancia capital.

En la actualidad hay instaladas ciento tres placas que cuentan la historia, curiosidades y vecinos más importantes que vivieron en esas calles.

Desde un principio el proyecto tuvo como objetivo, servir de referencia y visita para niños de colegios y su aprovechamiento en forma de rutas temáticas para profundizar en el conocimiento de la historia de nuestras calles.

Nada de ello se hizo desde su finalización y lo que Constantino López ha mostrado a los asistentes es el trabajo que hizo de recopilación de todos los datos del proyecto, de cómo se puso en marcha y del tiempo que ha llevado su finalización, así como un inventario (en forma de cuaderno/libro) de todas las placas existentes con la fotografía de ellas y el texto que incluyen en su interior.

También propone una serie de rutas a llevar a cabo, agrupando los recorridos por temas concretos como por ejemplo Ruta de los pintores, Ruta de maestros y médicos, Ruta de escritores y obras, Ruta de políticos gobernantes y acontecimientos, Ruta de iglesias, religiosos y Santos, Ruta de las curiosidades de Alcázar, Ruta de Cervantes y el Quijote y Ruta de mujeres importantes.

Ambas ponencias despertaron gran interés y las dos horas de duración les han pasado volando a los asistentes.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Pistoletazo de salida a las XI Jornadas Vino y Bautismo Qervantino

Fecha de Publicación: 03/11/2024

Con la Ruta Cervantina, coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar, daban inicio las XI Jornadas Vino y Bautismo Qervantino que se prolongarán hasta el 13 de noviembre y que tendrán su culminación en el II Congreso Internacional “Cervantes y el Quijote desde Alcázar” los días 8 y 9 de este mes

Alcázar de San Juan, 3 de noviembre de 2024.- Para conmemorar la fecha de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra, 9 de noviembre de 1558 (y para celebrar el día Mundial del Enoturismo) el Ayuntamiento organiza las XI Jornadas Vino y Bautismo Qervantino que incluyen diferentes y variadas actividades: danza, teatro, exposiciones, música, catas y rutas guiadas.

En la mañana de este sábado, el grupo de personas que ha realizado la ruta, permanecían totalmente atentas a las explicaciones de los miembros de la Sociedad Cervantina, y muy participativas en los comentarios. Todos comenzaban su andadura a las 10 de la mañana para conocer los lugares que vinculan a nuestra ciudad con Miguel de Cervantes y el Quijote.

El inicio de la ruta ha sido -como viene siendo habitual- en la estatua de Alonso Quijano con su gato, obra del escultor valdepeñero José Lillo Galiani, desde donde comenzaron a conocer la importancia del Quijote, el ambiente social de la época en la que se escribió y lo que supuso para las letras españolas.

También conocieron la tradición cervantina alcazareña, ciudad que cambió su nombre oficial por el de “Alcázar de Cervantes” durante algunos años de la Segunda República Española en el siglo XX, siendo identificada así en toda documentación oficial correspondiente a este periodo.

Seguidamente, los participantes en la ruta  se desplazaron a la Plaza de Palacio, donde tuvieron ocasión de conocer -a través de las explicaciones de Luis Miguel Román-, la historia que encierra el Quijote Cósmico, busto que Eulalio Ferrer, santanderino exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México, encargó al escultor Santiago de Santiago y posteriormente regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan unos meses después de su nombramiento como hijo adoptivo en marzo de 1992, según cuenta en Salitre nº 8, Javier Calamardo Murat:

«Ferrer, que había fundado el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato en 1987, quiso agradecer el reconocimiento obsequiando al pueblo alcazareño con un busto de Don Quijote. La escultura se colocó en la plaza de Palacio y la inauguración se llevó a cabo el 9 de julio de 1993, en presencia de Eulalio Ferrer, el alcalde Anastasio López, el escultor Santiago de Santiago y varios miembros de la corporación municipal, así como de numerosos vecinos de la localidad».

En este lugar, Luis Miguel Román contó a los presentes que la gran afición al Quijote y al coleccionismo de todo tipo de iconografía cervantina y quijotesca le vino a Eulalio Ferrer por la adquisición de una edición barata del Quijote (mediante su intercambio por tabaco) el 7 de febrero de 1939 en su camino al campo de refugiados de Argelès-sur Mer y que le marcaría para toda la vida:

«Fue una gran fortuna para mí que esta apretadísima edición de 1902, de Calleja, cayera en mis manos; libro de cabecera, como le llamo. Cuando aquel miliciano extremeño me ofreció el libro, en Port-Vendres, a cambio de la cajetilla de cigarros que llevaba, sin ser fumador, me pareció natural, sin duda ventajoso para mí. Nunca podré agradecer suficientemente la bondad de un regalo así. Nunca el más grande loco de nuestra historia estuvo mejor acompañado. Y no lo digo por mí, que no sé en qué grado lo estaré, sino por todos estos admirables locos con quienes comparto el confinamiento. En cada uno de ellos creo ver un gesto, una mirada, una ilusión de don Quijote». (pág. 60, “Entre alambradas”. Eulalio Ferrer).

Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, la más antigua parroquia de la diócesis de Ciudad Real, fundada en 1226, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558, partida de la que pudieron ver una copia sobre un atril en la propia iglesia tras las rejas bajo el coro y que los participantes en la ruta sugirieron se coloque más cerca de las rejas, a fin de que cuando esté cerrado este espacio, pueda contemplarse mejor.

Después, se encaminaron por la calle San Antonio, pasando frente al Callejón del Toro, e hicieron una breve parada en la esquina con la calle San Juan, justo en el lugar en el que Manuel Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba. Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y su primo Gutierre Quijada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes y refiriéndose a Gutiérrez Quijada, dice don Quijote: «de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón».

También explicó a los asistentes que un bisnieto de Juan López Caballero, llamado Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes» tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Alonso Quijano. Son unas coincidencias tan notables con lo escrito por Cervantes en el Quijote, que merecen ser resaltadas.

En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior  y Juan Francisco Ropero y Tardío (abogado de los Consejos Reales), persona que fue la que puso al corriente a Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1780 de la Real Academia Española, realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

La ruta finalizó en esta misma plaza dando un repaso al resto de los lugares del recorrido, como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando a conocer a los presentes los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que son un patrimonio único en España, en los que se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que además están colocadas en perfecto orden cronológico.

Ya en las estatuas de don Quijote y Sancho Panza de la Plaza de España, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza, que junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes.

En la despedida, los miembros de Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradecieron al público, especialmente a los asistentes provenientes de Campo de Criptana y de Argamasilla de Alba, el gran interés demostrado en todo el recorrido y la alta participación en las explicaciones facilitadas en la ruta, asimismo expresaron su sintonía en la idea de que todos los pueblos de la zona trabajen juntos, en lo que los cervantistas alcazareños denominan “Comarca Quijote”, en pos de alcanzar objetivos comunes respecto del turismo que nos visita, atraído fundamentalmente por Cervantes y el Quijote.

De igual manera, animaron a los asistentes (y a todos cuantos esto vean) a leer y releer esta gran obra de humanidades que es el Quijote, especialmente la versión muy accesible y gratuita descargable de su web:

Haz clic para acceder a QUIJOTE_SC_Alcazar.pdf

Invitaron a los presentes a asistir al II Congreso Internacional “Cervantes y el Quijote desde Alcázar” que tendrá lugar los próximos días 8 y 9 de noviembre y donde podremos disfrutar de ponentes del primerísimo nivel del mundo cervantino.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El Pozo de las Aguas en Las Perdigueras y la tradición cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 29/10/2024

 

 

En el prólogo del ejemplar nº 4 de la revista NORIA, diciembre de 1966, que editaba el Centro de Estudios Alcazareños, leemos lo siguiente:

Desde hace trescientos sesenta años los alcazareños vienen defendiendo con firmeza, como uno de sus mejores timbres de gloria, la tradición que hace de Alcázar de San Juan el lugar donde nació el Príncipe de los Ingenios españoles, Miguel de Cervantes Saavedra.

Esto les ha acarreado muchas burlas e improperios; pero los alcazareños siguen firmes en sus creencias, no por mera cazurrería propia de pardillos de pueblo, como les han llegado a decir, sino por convicción primeramente y después por las formas poco correctas con que se ha pretendido probar que tal vez pudieran estar equivocados.

Y no solo se ha usado de la incorrección contra las creencias alcazareñas, sino también contra todos aquellos que de algún modo las han apoyado.

Los alcazareños siempre han tenido en sus genes la certeza de que su ciudad es la verdadera cuna de Cervantes. Cuando se ignoraba todo sobre el lugar de su nacimiento, hasta el extremo de que, en su primera biografía, encargada por la Real Academia de la Historia en 1737 a Don Gregorio Mayans y Siscar, se afirmaba que había nacido en Madrid, en Alcázar ya circulaba, desde hacía más de cien años, una tradición oral, transmitida de generación en generación, que ubicaba en ella su natalicio. Tradición que cobró renovada fuerza cuando, en 1748, llega a Alcázar D. Blas Antonio Nasarre y Ferriz, bibliotecario mayor del rey y miembro de la Real Academia Española, y descubre en los archivos parroquiales de Santa María la Mayor la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra, anotando en un margen de la misma: Este fue el autor de la Historia de Don Quixote.

Es cierto, como se dice en NORIA, que la defensa de esta tradición les ha acarreado en el tiempo no pocos reproches, cuando no algunas burlas y disgustos, pero los alcazareños, siglo tras siglo, siguen estando seguros de sus creencias, no por la simple razón de sostenerlas y no enmendarlas, sino fortalecidos y guiados por sus firmes convicciones, hasta el punto de que hoy la ciudad luce con orgullo en las entradas a la población el apelativo de Cuna de Cervantes.

Cartel de bienvenida
Cartel de despedida

 

Convicciones que siempre han querido, y sabido, manifestar mediante las más variadas expresiones. Alcázar es una ciudad que rebosa referencias cervantinas: apellidos, nombres de calles, plazas, parques o parajes, asociaciones, publicaciones, eventos, monumentos, molinos, motivos en las fachadas de sus casas…, todo recuerda a Cervantes y a los personajes de su obra.

Una de sus más bellas tradiciones ha sido la de plasmar en azulejos cerámicos diferentes escenas cervantinas y quijotescas y adornar con ellos dependencias y espacios, tanto públicos como privados. Los más conocidos son los de la sala de espera de la estación del ferrocarril, los del Centro de Visitantes, ubicado en la antigua fonda de esta misma estación, y los de la biblioteca al aire libre del parque Cervantes. Pero también hay otro espacio, poco conocido por el público, que atesora otra magnífica muestra de esta tradición: la primitiva sala de máquinas del Pozo de las Aguas en Las Perdigueras.

Este pozo, propiedad de la Empresa Municipal Aguas de Alcázar, está ubicado en la zona central del Acuífero 23, a veintidós kilómetros al sur de la ciudad, en lo que fue el inmenso monte del Concejo, y desde el que se surte a la ciudad del preciado líquido. Su sala de máquinas, en donde estaban instaladas las bombas para la extracción del agua, está a veinte metros de profundidad y tiene sus paredes alicatadas con bellos azulejos con escenas alusivas al Quijote.

Pero antes de hablar de estos azulejos conviene hacer un poco de historia y recordar la compleja, y a veces tormentosa, relación que siempre ha mantenido Alcázar con el agua.

Hasta comienzos del siglo XVII los alcazareños se abastecían, con cierta normalidad, de los pozos artesanos, privados o propiedad del Concejo, repartidos por toda la villa y sus alrededores. Es posible que, en la plaza Vieja, hoy plaza de España, existiera a finales del siglo XVI una primitiva fuente pública, a la que llegaba el agua a través de una canalización procedente de pozos situados en la zona de los cerros del Tinte, al noreste de la población. Referencias de esta fuente datan de 1592; de ella también se habla en 1599, cuando el Concejo acuerda comprar en Madridejos unos tubos de barro cocido para reparar la maltrecha tubería que la alimentaba.

Debido a la gran sequía que hubo a comienzos del siglo XVII, el nivel de los pozos de abastecimiento descendió considerablemente, por lo que el Concejo decide buscar otras alternativas para el suministro de agua potable a la población. Así, el 21 de julio de 1602, acuerda… que atento a la gran necesidad que en esta villa hay de agua dulce, y que se acaba cada día la que hay en el pozo Valcargao, que se envíe por un fontanero y zahorí, que vea el pozo del Vallejo, a donde parece que hay cantidad de agua…

Al estar desaparecido el segundo libro de Acuerdos del Concejo, que recoge las actas municipales de los años 1610 al 1615, no se sabe con exactitud cuando el Concejo acuerda realizar una acometida de agua a la población desde un pozo de galería situado en la huerta de Montoya, hoy conocida como huerta de Albiñana, en el paraje de las Fontanillas, a un kilómetro de la población, en la margen derecha de la actual carretera de Alcázar a Miguel Esteban.

Pero sí encontramos, en el folio veinte del tercer libro de Acuerdos del Concejo, 1616 a 1623, un acta, de octubre de 1616, referente a la fuente de la plaza en la que se lee… A de acabarse dentro de dos años, corren desde primeros de enero de 1617… A de tener el licenciado Juan Ruiz el aprovechamiento del agua catorce años. Corren desde el dicho día primero de enero de 1617.

Esta traída de agua, que bien pudo estar reforzada con el caudal que se extraía de los pozos situados en los cercanos cerros del Tinte, discurría por las calles de las Huertas y San Andrés, hoy Álvarez Guerra y Emilio Castelar, hasta llegar a una fuente pública de nueva construcción situada en la llamada plaza Nueva, desde entonces conocida como plaza de la Fuente.

La fuente, situada frente a la torre del antiguo Ayuntamiento, curiosamente en el espacio que hoy ocupa la fuente decorativa situada delante del monumento a Don Quijote y Sancho, tenía cuatro caños dorados en línea que durante los siglos XVII, XVIII y primera mitad del XIX, abastecieron holgadamente a la población y a un abrevadero para los animales ubicado junto a ella. Esta misma tubería, en su recorrido por las calles de las Huertas y San Andrés hasta la plaza Nueva, también surtía a otra fuente situada en la parte alta de la villa, en el conocido antiguamente como rincón de la fuente; es la plazuela que hay frente al Casino de Alcázar.

 

Dibujo de Doña Elvira Samper que aparece en la portada del fascículo XXI de Hombres, lugares y cosas de La Mancha, del Dr. Rafael Mazuecos. El dibujo recrea la ubicación de la fuente pública situada en el centro de la plaza Nueva, frente a la torre del antiguo Ayuntamiento.

Con el agua que proporcionaban los pozos del Concejo: Vallejo, Tello, Pindongo, Valcargao, Ambrosio, Navarro, Coronado, de las Vacas, Franco…, y el caudal aportado por la fuente pública, la situación se mantuvo, más o menos estable, hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando, con el inicio de las obras del ferrocarril, en abril de 1852, comenzaron a surgir nuevas necesidades de abastecimiento hídrico. Lo cierto es que, por distintas razones, entre otras por sufrir episodios de extrema sequía, el caudal que llegaba a la fuente pública acabó siendo insuficiente para abastecer con normalidad a los habitantes de la villa.

El 5 de julio de ese mismo año, D. Ezequiel Racionero, regidor del Ayuntamiento, expone en la sesión de la corporación celebrada en ese día: que es frecuente encontrar a muchos vecinos que carecen del agua precisa para su consumo… conviniendo en que es indispensable los demás pozos del común de agua dulce que han estado corrientes en épocas anteriores.

La situación siguió agravándose con el transcurrir del verano y así, el 16 de julio, en una nueva sesión municipal, el Concejo dispone, respecto a la toma de agua de la fuente pública: que ningún vecino pueda tomar juntos más de dos cántaros de agua de la expresada fuente, entrando por turno riguroso para ganar vez, sin preferencias ni consideraciones algunas.

Debido al necesario desvío de agua para cubrir las necesidades de las nuevas infraestructuras ferroviarias y a la mayor demanda experimentada por parte de una población en crecimiento, el problema no dejó de aumentar, resurgiendo unos años más tarde con más fuerza; entre otras causas, por las cada vez mayores necesidades hídricas del ferrocarril, que demandaba ingentes cantidades de agua para sus instalaciones y para el funcionamiento de sus locomotoras de vapor.

En 1859 hubo un fuerte enfrentamiento entre el Ayuntamiento y los ingenieros de la compañía ferroviaria, porque éstos abrieron por su cuenta una serie de pozos que comprometieron el caudal y el nivel freático de los pozos del Concejo, especialmente el de Vallejo, hasta el extremo de que el 21 de febrero de 1859 el Ayuntamiento deniega al ferrocarril la solicitud de apertura de nuevos pozos, ordena la paralización de las obras de los que se estaban construyendo e incluso llega a prohibir que se extraiga agua de los ya excavados.

Tras la intervención del ministerio de la Gobernación la situación se recompuso a favor del ferrocarril, pero no mejoró para los habitantes de Alcázar, ya que durante los años siguientes su abastecimiento hídrico, ya inutilizada la tubería que desde la huerta de Montoya traía el agua a la fuente pública, pasó a depender exclusivamente de los pozos del Concejo diseminados por el casco urbano y sus alrededores, algunos de ellos con importantes problemas de caudal y calidad del agua, lo que comprometió seriamente el desarrollo de la ciudad.

Es de señalar que la compañía ferroviaria, una vez reconocidos sus derechos sobre la extracción de agua, colaboró con el Ayuntamiento para abastecer a la población desde sus pozos, especialmente en los periodos de extrema sequía.

Un momento de máxima tensión se vivió el 17 de mayo de 1906 con la llegada a la ciudad de los cadetes de la Academia de Infantería de Toledo y las quejas que expresaron a cerca de la falta de agua potable, lo que hizo que se tomara plena conciencia de la gravedad del problema y se acelerara la búsqueda una pronta solución.

El 2 de diciembre de ese mismo año, el ingeniero D. Enrique Alcaraz presentó un proyecto para derivar agua desde el azud del Atajadero, en las lagunas de Ruidera, y abastecer con ella a los municipios de Tomelloso, Criptana y Alcázar; para ello se constituyó la Sociedad Anónima Aguas Potables de Alcázar de San Juan, Tomelloso y Criptana. El proyecto no tardó en desecharse por el elevado coste de las obras.

La situación se corrigió definitivamente cuando un grupo de doce entusiastas alcazareños, presididos por D. Miguel Henríquez de Luna, fundó una sociedad mercantil con la finalidad de solucionar el problema del abastecimiento de agua mediante la excavación de un pozo en el paraje denominado las Perdigueras, a veintidós kilómetros al sur de Alcázar, en el corazón del acuífero 23, y el tendido de una tubería de hormigón que transportaría el preciado líquido desde una torre de carga, situada junto al nuevo pozo, hasta un depósito regulador a construir en el cerro de la Horca, actual cerro de San Isidro, y desde allí, por gravedad, se distribuiría a toda la población.

La Sociedad Aguas Potables de Alcázar se escrituró el 7 de julio de 1908 y el pozo, que tenía una profundidad inicial de veintiocho metros, se excavó en ese mismo año. En su sala de máquinas, a veinte metros de profundidad, se instalaron los dos grupos moto-bomba que extraían el agua y la enviaban a la torre de carga situada en sus proximidades. El agua brotó el 14 de diciembre y llegó a Alcázar en mayo de 1910.

Fecha de constitución que se encuentra en la sala de máquinas del primitivo pozo de las Perdigueras

 

Galería de acceso a la sala de máquinas del primitivo pozo de las Perdigueras

 

Imagen del pozo primitivo, su profundidad era de 28 metros y la lámina de agua se mantenía estable en torno a los 23 metros

 

El 27 de febrero de 1954 el alcalde, D. Tomás Quintanilla, es invitado a una reunión de la Junta General de la Sociedad Aguas Potables de Alcázar en la que se acordó, por unanimidad, vender al Excmo. Ayuntamiento, para su municipalización, el manantial e instalaciones para el abastecimiento de aguas. El 6 de marzo se procedió, por ambas partes, a revisar y valorar los activos para la firma del acuerdo alcanzado. En abril el Pleno del Ayuntamiento aprobó una partida presupuestaria de cuatro millones de pesetas destinada a la adquisición. La operación se cerró definitivamente en 1955, tras la concesión por el Banco de Crédito Local de España de un préstamo de ocho millones de pesetas, que también sirvió para modernizar las instalaciones y mejorar la red de distribución a la población.

Hasta el año 1970 el nivel de agua en el pozo se mantuvo estable, pero a partir de ese año, en plena vorágine de puesta en marcha de nuevos regadíos en la zona, su nivel freático descendió rápidamente, lo que obligó a perforar otros dos pozos nuevos en el entorno del anterior.

El primero de los nuevos pozos, conocido como sondeo A, tiene una profundidad de noventa y seis metros y medio y se perforó entre agosto y septiembre de 1973. El 26 de septiembre se hicieron las pertinentes pruebas de rendimiento y al día siguiente comenzó a bombear agua de forma ininterrumpida.

Cuando en la primavera de 1975 se agotó definitivamente el pozo primitivo, se inició la perforación de un segundo pozo, sondeo B, que alcanzó una profundidad de cien metros, con lo que ya se garantizaba de forma permanente el suministro de agua a Alcázar de San Juan. Actualmente también se extrae agua de un tercer sondeo que llega a los ciento veinte metros.

Hay que precisar que con el agua que se extraía del Acuífero 23 se regaban 20.000 hectáreas de terreno en el año 1970, que pasaron a ser 186.600 en 1987, cuando se le declaró oficialmente sobreexplotado en abril de ese mismo año. Esa cantidad de hectáreas en regadío suponía una superficie a todas luces superior a la capacidad de recuperación hídrica del acuífero y por consiguiente a su inevitable agotamiento.

En 1928 la sala de máquinas del Pozo de las Perdigueras se remodeló y sus paredes se embellecieron alicatándolas con valiosos azulejos con el escudo de Alcázar, el nombre de las personas que componían el Consejo de Administración, fechas alusivas y preciosos motivos inspirados en El Quijote. La cerámica, en azul y amarillo, es de Talavera y está firmada por J. Ruiz de Luna.

 

Fecha de remodelación de la sala de máquinas del primitivo pozo de las Perdigueras.

Fecha de remodelación de la sala de máquinas del primitivo pozo de las Perdigueras

 

Consejo de administración de la Sociedad Aguas Potables de Alcázar en 1928

 

Escudo de Alcázar de San Juan

 

Motivo cervantino

 

Motivo cervantino

 

Motivo cervantino

 

Motivo cervantino

 

Autor

Entendemos que todo el conjunto: la finca, la casa, construida en 1909, el pozo, y especialmente la sala de máquinas y sus azulejos, constituye un recurso turístico de primer orden, sin olvidar que debe ser considerado como parte importante del patrimonio material de la ciudad. Los azulejos, que en breve van a cumplir un siglo, deben restaurarse antes de que su deterioro sea irreversible y todo el complejo ha de adecuarse para establecer con regularidad un plan de visitas programadas que permitan a los alcazareños y visitantes admirar este extraordinario patrimonio.

Otra importante colección de azulejos con motivos cervantinos se encontraba recubriendo las paredes del pozo de la Aguada de Marañón, a escasos kilómetros del anterior, que la compañía MZA abrió en 1870 y desde el que abastecía de agua a sus locomotoras de vapor en su camino hacia Andalucía.

Pero como en tantas otras ocasiones ha sucedido, el abandono de las dependencias de la Aguada, a causa de la electrificación de las líneas ferroviarias, llevó de inmediato a su saqueo y destrucción. La que fue una bella colección de azulejos cervantinos desapareció y el edificio que la contenía es hoy un montón de escombros. Una verdadera lástima que los alcazareños no estuvieran atentos a exigir, a quien correspondiera, la necesidad de salvar ese extraordinario patrimonio.

Ruinas de la Aguada de Marañón, construida por la empresa ferroviaria MZA en 1870 para abastecer a sus locomotoras de vapor

 

Ruinas de la Aguada de Marañón, construida por la empresa ferroviaria MZA en 1870 para abastecer a sus locomotoras de vapor
 

Sigamos firmes en nuestras convicciones y protejamos todo aquello que ha forjado nuestra tradición cervantina, lo que nos permitirá continuar ostentando el calificativo de Cuna de Cervantes.

 

Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

II Congreso Internacional “Cervantes y el Quijote” desde el Corazón de la Mancha

Fecha de Publicación: 28/10/2024

 

 

Los días 8 y 9 de noviembre de 2024 tendrá lugar el II Congreso Internacional Cervantes y el Quijote desde Alcázar de San Juan. Las ponencias del viernes 8 serán en el Salón Noble del Ayuntamiento (en horario de mañana) y Museo del Hidalgo (por la tarde) y las del sábado 9 en el Salón de Actos de la D.O. La Mancha. Todas las sesiones con entrada libre

Alcázar de San Juan, 28 de octubre de 2024.- Tal y como se gestó en su creación asignándole carácter bienal, en este año 2024 está convocado el II Congreso Internacional «Cervantes y el Quijote desde Alcázar: ficción creativa, turismo literario y ciencia».

Este magno evento está enmarcado en la extensa y ambiciosa programación de las 11ª Jornadas Vino y Bautismo Qervantino (en las que a lo largo de once días -del 2 al 13 de noviembre- podremos encontrar todo tipo de actividades culturales como, música, teatro, exposiciones, conferencias, visitas a bodegas, catas de vino, rutas turísticas, literatura, gastronomía, actividades infantiles, etc.),  que el Patronato Municipal de Cultura desarrolla en esta importante efeméride local: el bautismo de Miguel de Cervantes acontecido el 9 de noviembre de 1558.

Se pretende que el acto central de estas celebraciones sea el Congreso Internacional que se organizará por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan en colaboración con el Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra y con el Ayuntamiento de Alcázar.

También colaboran en este evento la D.O. La Mancha, Universidad de Castilla-La Mancha, Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA) e Instituto de Almagro Teatro Clásico. Además, apoyaran con su patrocinio las firmas comerciales Macmaoil, Gasóleos Comino, Jesús Sánchez Carpinteros, Centro Médico Rondilla, Hotel Ínsula Barataria y TAQ Distinciones.

El Congreso tendrá lugar los días 8 y 9 de noviembre. Tanto la presentación del Congreso como las ponencias de la mañana del viernes 8 tendrán lugar en el Salón Noble del Ayuntamiento, las sesiones de ponencias de la tarde del viernes se llevarán a cabo en el Museo del Hidalgo. Y finalmente, las del sábado 9 serán en el Salón de Actos de la Denominación de Origen de la Mancha.

En lo que se refiere a nuestra ciudad, aspiramos a posicionarla en el mundo cervantino y a mostrar la fuerte vinculación que Alcázar tiene con Miguel de Cervantes y con su obra, aportando mediante las ponencias, la investigación y análisis del Quijote, así como su amplia e indisoluble relación con la Mancha y con Alcázar de San Juan.

Consumados especialistas mundiales en Cervantes y el Quijote permanecerán en nuestra ciudad a lo largo de los días del Congreso para emocionar con sus conocimientos tanto al público asistente a las ponencias, como al que seguirá el evento por redes sociales, ya que las ponencias se retransmitirán en directo en el canal de YouTube de la SCA: https://www.youtube.com/@sociedadcervantina5476

El viernes 8 de noviembre, tendrá lugar la inauguración del Congreso por las autoridades será a las 09:30 en el Salón Noble del Ayuntamiento.

Seguidamente y a las 10:00 tendrán lugar las primeras ponencias que correrán a cargo de Ruth Fine (Universidad Hebrea de Jerusalén, ISRAEL) presidenta de la Asociación de Cervantistas, que disertara sobre «Algunas consideraciones sobre la configuración del tiempo en el Quijote». En la misma sesión estará Frederick A. de Armas (University of Chicago, EE.UU.) que presentará «De ventanas y pinturas en la primera parte del Quijote». Serán moderados por Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

En la siguiente sesión, a las 11:00, podremos disfrutar de personalidades como Miguel Ángel Zamorano Heras (Universidade Federal do Río de Janerio-UFRJ, BRASIL) que expondrá «Notas sobre la ironía en el Quijote». Después, será el turno de James Iffland González (Boston University, EE.UU.) cuya ponencia versará sobre «La mejor novela del mundo que nadie lee: un llamamiento al gremio cervantista». Finalizará la sesión Pablo Comino Rivas (Sociedad Cervantina de Alcázar/Jefe de Gestión de Viajes del Real Madrid C.F., ESPAÑA) exponiendo «Desde don Quijote como dinamizador del turismo hasta el turismo vinculado al deporte, pasando por Alcázar de San Juan. El moderador de esta sesión será Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la SCA.

Nos trasladaremos al Museo del Hidalgo para celebrar la sesión de tarde donde a las 16:30, tendremos ocasión de escuchar a Esther Bautista Naranjo (Universidad de Castilla-La mancha, ESPAÑA) que disertará sobre «La locura esotérica en la Francia del XVIII: el Quijote del abate Bordelon». A continuación, María Fernández Ferreiro (Universidad de Oviedo, ESPAÑA) hablará sobre «Cervantes y el Quijote desde el teatro: crónica de una relación fructífera». Cerrará la sesión Carlos Mata Induráin (Universidad de Navarra y secretario del GRISO -Grupo de Investigación Siglo de Oro-, ESPAÑA) con «Cervantes y Shakespeare en Hermanos de tinta (2013) de Nahum Montt». La moderación correrá a cargo de Manuel Rubio Morano de la SCA.

Ya en el sábado 9 de noviembre y de nuevo a las 09:30 de la mañana, pero esta vez en la sede de la D.O. de La Mancha, tendrá lugar la cuarta sesión de ponencias con José Manuel Lucía Megías (Universidad Complutense de Madrid, ESPAÑA)que expondrá «”Uno es escribir como poeta y otro como historiador”: ¿hasta cuándo vamos a condenar al silencio al poeta Cervantes?». Después intervendrá Aurelio Vargas Díaz-Toledo (Universidad Complutense de Madrid, ESPAÑA) con «Sobre algunos portugueses compañeros de cautiverio de Cervantes». Serán moderados por Estrella Blanco Escalera de la SCA.

A las 10:45 haremos un pequeño inciso en las ponencias para presentar publicaciones y proyectos cervantinos. Bajo la moderación de Carlos Mata Induráin se presentarán los siguientes

 Libros:

  • Miguel de Cervantes, Poesía, selección y prólogo de José Manuel Lucía Megías, Madrid, Sial Pigmalión, 2024.
  • James Iffland, Usos y abusos. Ensayos sobre el destino del «Quijote», Alcalá de Henares, Editorial Universidad de Alcalá, 2024.
  • Emmanuel Marigno y Carlos Mata Induráin (eds.), La recepción de Cervantes: huellas, recreaciones y reescrituras (siglos XVII-XXI) / La réception de Cervantes: traces, recréations et réécritures (XVIIe-XXIe siècles), New York, Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA), 2024.
  • Marciano Ortega Molina, La huella de El Toboso y Quintanar en Galdós. ¡Paga Miquis! o ¡Paga Nuño!, Almería, Círculo Rojo, 2024.
  • Aurelio Vargas Díaz-Toledo, Cervantes y su entorno portugués, Madrid, Guillermo Escolar, 2024.

Proyectos:

  • María Fernández Ferreiro (Universidad de Oviedo), «La colección “El Quijote y sus interpretaciones” del Grupo de Estudios Cervantinos, GREC, de la Universidad de Oviedo»
  • Carlos Mata Induráin (Asociación de Cervantistas), «El programa de “Novedades cervantinas” de la Asociación de Cervantistas»
  • Inés Padrosa (Bibliotecaria emérita de la Biblioteca del Palacio de Peralada), «Visión de conjunto de la colección cervantina de la Biblioteca del Palacio de Peralada. Los ejemplares del siglo XVII»

Para finalizar, a las 12:15 será la quinta y última sesión de ponencias que correrá a cargo de María José García Lorente (IES Miguel de Cervantes Saavedra de Alcázar, ESPAÑA) que nos presentará «El Quijote y la ciencia». Y cerrará nuestro socio Miguel Ángel Martínez Martínez (Sociedad Cervantina de Alcázar, ESPAÑA) con su ponencia «Coleccionista de Quijotes en diferentes lenguas de Europa y del mundo». Jesús Sánchez Sánchez de la SCA. será el moderador de esta sesión.

Además de las sesiones de ponencias, el sábado por la tarde (a las 17:00 horas) está prevista una visita a los molinos del cerro de San Antón, para que los visitantes de fuera de nuestras fronteras puedan conocer in situ el funcionamiento de los ingenios industriales que desde el siglo XVII ya estaban presentes en las atalayas de nuestros horizontes manchegos recogiendo los vientos para moler nuestros cereales.

Especialistas de varios países y diferentes continentes, nos deleitarán con sus conocimientos cervantinos en un importante cónclave cultural para disfrute de los aficionados al Quijote y público en general que disfrutará con toda seguridad de trabajos expositivos de alto nivel.

La entrada es gratuita y el acceso a las ponencias es libre, aunque recomendamos la inscripción porque el aforo es limitado. Las inscripciones pueden hacerse en los correos oficinaturismoalcazar@gmail.com y cervantinaalcazar@gmail.com.

Pero eso no es todo, en esta segunda edición del Congreso Internacional, los alcazareños podrán disfrutar en la sede de la D.O. La Mancha, de una interesante muestra de diferentes tipos de bacías pertenecientes a la colección de Luis Soria Galera, alicantino y peluquero de profesión, que ha logrado reunir a lo largo de su vida más de mil piezas de diferentes materiales, cobre, hierro, cerámica, etc., adquiridos en numerosos viajes por distintos países del mundo y que ha ido atesorando con cariño y con un elevado desembolso económico para que ahora nosotros podamos gozar de su contemplación. Irá acompañada de carteles relativos al vino y el cine en el Quijote. Esta exposición será temporal mientras dura el Congreso y recomendamos al público que no se la pierda por su enorme interés.

Información completa del II Congreso Internacional en la web:

Desde la Sociedad Cervantina de Alcázar invitamos a todos a que asistan a este importante evento cultural y que lo difundan entre sus amigos porque será una ocasión propicia para disfrutar de verdaderos expertos en Miguel de Cervantes y su obra.

Finalmente, queremos recordar que la Sociedad Cervantina de Alcázar también coordinará una Ruta guiada “Alcázar de Cervantes” el sábado 2 de noviembre a las 10:00 h. (inscripción previa en la Oficina de Turismo) con lugar de encuentro en la estatua de Alonso Quijano con su gato (frente a Aguas de Alcázar).

Sociedad Cervantina de Alcázar

Luis Miguel Román, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, en la XXI Semana Cultural de Quintanar de la Orden

Fecha de Publicación: 27/10/2024

 

Alcázar de San Juan, 27 de octubre de 2024.- Dentro de la vigésima primera edición de la “Semana Cultural en torno a Miguel de Cervantes, su obra y Quintanar de la Orden”, organizada por la Asociación Cultural “Santiago Apóstol”, Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, ha impartido una ponencia con el título “Lugares, caminos y parajes de la Mancha. Contexto geográfico real en la ficción del Quijote”.

En la Sala “La Encina” del Centro Príncipe de Asturias de la localidad toledana de Quintanar de la Orden, Luis Miguel Román, trasmitió su pasión a la lectura del Quijote y cómo, escuchando a la Asociación Amas de Casa de Alcázar en su taller de lectura del Quijote, entendió la verdadera forma de leer y entender esta novela. Enmarcó lo que para él es la “Comarca del Quijote”, el hábitat cercano a don Quijote y Sancho donde por unas razones o por otras sus vecinos se conocían entre ellos.

Partió por los lugares nombrados explícitamente en la obra y que tienen esa relación cercana con los personajes: Tembleque, Puerto Lápice, Argamasilla de Alba, Quintanar de la Orden y El Toboso, y Campo de Criptana que, aunque no es nombrada es el único lugar de la Mancha que en la escritura del Quijote tenía construidos y funcionando más de treinta molinos de viento.

Después marcó el antiguo camino de Toledo a Murcia atravesando esta comarca, recordando que es el propio Cervantes quien hace encontrarse en él a unos mercaderes de Toledo que iban a Murcia con don Quijote de vuelta de la venta donde fue armado caballero, la Venta de Manjavacas. Para después relacionar geográficamente la primera aventura del hidalgo con el pastor Andresillo y su amo Haldudo. Hasta ahora solo se vinculaba sus nombres con Quintanar, y Román, marcando en un mapa el lugar exacto de esta aventura, los ha relacionado con el camino real que el rebaño que pastoreaba Andresillo siguió desde Quintanar al encinar junto al camino de Toledo a Murcia o de los Valencianos.

La vereda de Quintanar y el Cordel de los Serranos fueron remarcados en el mapa como la vía pecuaria utilizada con privilegio de paso y pasto para unir aventura con Quintanar, hasta hoy no tenidas en cuenta en los estudios cervantinos, y publicado en su último ensayo “Tras los pasos de Rocinante”.

Terminó animando a todos los presentes, que llenaban la sala “La Encina” a leer o releer el Quijote despacio, casi meditando casa frase, refrán o sentencia cervantina, tal y como aprendió él con las amas de casa alcazareñas.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

Desde el Corazón de la Mancha al corazón de Europa

Fecha de Publicación: 21/10/2024

 

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Miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan han visitado en Bruselas el Parlamento Europeo y la Casa de la Historia, de la mano del ex vicepresidente de la institución, Miguel Ángel Martínez Martínez

Alcázar de San Juan, 21 de octubre de 2024.-  El pasado fin de semana, cervantistas alcazareños han visitado Bruselas haciendo efectiva la invitación que les cursó Miguel Ángel Martínez Martínez cuando los miembros de la Sociedad Cervantina visitaron su museo en la estación de ferrocarril de Alcázar de San Juan. A raíz de aquella visita Miguel Ángel se incorporó como socio a la Sociedad Cervantina de Alcázar.

En aquella ocasión, Martínez que es historia viva de la institución europea ya que fue Eurodiputado durante quince años, desde 1999 hasta 2014 (siete de ellos, de 2007 al 2104 fue también vicepresidente del Parlamento Europeo), se comprometió con ellos a guiarles por las instituciones que durante un largo periodo de tiempo habían sido su casa.

Acompañados de guía tan experto, los alcazareños visitaron la Casa de la Historia Europea ubicada en el Parque Léopold, en el corazón del barrio europeo, muy cerca del Parlamento Europeo en Bruselas, cuya exposición permanente guía al visitante por la historia del continente, desde los orígenes de Europa hasta el descenso a los infiernos de la guerra y el renacer de las cenizas en busca de una vida mejor. El presidente de la Sociedad Cervantina, Juan Bautista Mata Peñuela, hizo entrega a la Casa de la Historia de Europa, de un recuerdo conmemorativo de la visita.

También pudieron visitar en toda su amplitud el Parlamento Europeo que impresionó a los manchegos por su magnificencia, visita en la que estuvieron acompañados por la eurodiputada ciudadrealeña Cristina Maestre.

Y ya fuera de las visitas institucionales, los cervantistas alcazareños tuvieron ocasión de hacer un recorrido turístico por el centro de la ciudad belga, donde no podía faltar una visita de cortesía a nuestros insignes personajes don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, que sobre un plinto y a considerable altura, presiden la Plaza de España de Bruselas, vigilando permanentemente la aguja gótica del Ayuntamiento en la Gran Plaza.

Sociedad Cervantina de Alcázar

 

 

Juan Miguel Madera visita la Comarca Quijote desde la República Dominicana

Fecha de Publicación: 29/09/2024

 

 

Por primera vez, Juan Miguel Madera ha visitado Alcázar de San Juan y ha conocido Campo de Criptana y parte de la comarca Quijote, aunque ya conocía El Toboso patria de Dulcinea

El dominicano Juan Miguel Madera presidente de la Fundación El Quijote de Madera es un apasionado del Quijote, un cervantista consumado, a la vez que un gran coleccionista de obra artística, tanto de pintura como de escultura de creadores de países centro americanos y sudamericanos, pero también de España, EE.UU. y Canadá.

Juan Miguel que trabaja en la industria farmacéutica de su país, ha venido de Santo Domingo ex profeso para conocer a los cervantistas alcazareños tras haber mantenido contactos previos con ellos a través de las redes sociales.

En esta visita en la que ha conocido los principales recursos turísticos de la ciudad, el Museo del Hidalgo, la colegiata de Santa María la Mayor (con su camarín de la Virgen del Rosario) parroquia desde 1226 -la primera de la diócesis de Ciudad Real- donde se conserva la partida de bautismo de un tal Miguel de Cervantes Saavedra, el Torreón del Gran Prior y los azulejos quijotescos de la Sala de Espera y Fonda de la Estación, obra de la cerámica trianera Mensaque Rodríguez y Cía., declarados Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Comunidades. También tuvo ocasión de subir al cerro de San Antón para visitar los molinos de viento y disfrutar del único paisaje de 360 grados de horizonte manchego que puede disfrutarse en nuestra Comunidad y con toda intensidad al atardecer.

En otro de los días de su estancia, partiendo de Alcázar de San Juan, elegida como base del viaje, ha visitado en El Toboso el Museo Cervantino donde fue recibido por la alcaldesa Pilar Arinero y donde hizo entrega de un libro raro y muy difícil de encontrar “La justicia de don Quijote de la Mancha” de Salvador Jorge Blanco expresidente de la República. Posteriormente conoció el Centro de Interpretación del Molino Manchego en Campo de Criptana y sus molinos, inspiración de Cervantes para situar en ese lugar la aventura famosa de los molinos de viento.

En todo momento estuvo acompañado por los miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar con quienes ha suscrito un compromiso de hermanamiento a fin de colaborar en el futuro en cuantas actividades cervantinas sea posible. En la sede de los cervantistas alcazareños recibió el logo de la Sociedad, un detalle para que recuerde su visita a Alcázar de San Juan. Al propio tiempo, Juan Miguel Madera quiso agasajar a la asociación cultural alcazareña con la medalla conmemorativa del 475 natalicio de Miguel de Cervantes que la Fundación el Quijote de Madera -que preside-, acuñó con motivo de esta efeméride y que está avalada por la Sociedad Numismática Dominicana. Igualmente entregó un pasaporte de la República Quijotesca El Quijote de Madera para cada uno de los miembros de la Directiva alcazareña.

También les obsequió con una serie completa de la primera puesta en circulación de sellos conmemorativos del 475 aniversario del nacimiento de Cervantes, que entre todos suman la redonda cifra de 475 pesos, y que fue emitida por la Sociedad Filatélica Dominicana. En esta visita, Juan Miguel Madera ha mostrado su deseo de entrar a formar parte como socio de esta asociación cultural con lo que las fronteras de la Sociedad Cervantina de Alcázar se extienden hasta el otro lado del océano Atlántico, llegando hasta el país hermano de la República Dominicana.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La adarga de ida y vuelta

Fecha de Publicación: 15/09/2024

 

Suele representarse a don Quijote embrazando una rodela de acero (aunque bien pudo ser de cuero o madera). Es así durante la mayor parte del Quijote de 1605, pero en las primeras líneas de la novela leemos que Alonso Quijano disponía de una «adarga antigua» (se hacían de cuero) con la que afrontará sus primeras aventuras. Sin que se nos informe del motivo para la sustitución, nuestro hidalgo, ya acompañado de Sancho Panza, sale de nuevo de su casa llevando «una rodela que pidió prestada a un su amigo» (dQ1-7). Habremos de suponer que la adarga tampoco sobrevivió a la furia del mozo de mulas que acompañaba a los mercaderes toledanos. Dicho mozo,

que no debía de ser muy bien intencionado, oyendo decir al pobre caído tantas arrogancias, no lo pudo sufrir sin darle la respuesta en las costillas. Y llegándose a él, tomó la lanza, y después de haberla hecho pedazos, con uno dellos comenzó a dar a nuestro don Quijote tantos palos, que, a despecho y pesar de sus armas, le molió como cibera…, y acudiendo por los demás trozos de la lanza, los acabó de deshacer sobre el miserable caído. (dQ1-4).

 No se menciona explícitamente la adarga entre los pertrechos que recogió Pedro Alonso en su encuentro con don Quijote en el camino de regreso a la aldea:

Recogió las armas, hasta las astillas de la lanza, y liolas sobre Rocinante. (dQ1-5)

Sea como fuere, don Quijote se valdrá de la rodela prestada durante treinta capítulos. La última alusión a la rodela la encontramos en la avalancha de sucesos vividos en la venta de Juan Palomeque:

Salió en esto don Quijote, armado de todos sus pertrechos, con el yelmo, aunque abollado, de Mambrino en la cabeza, embrazado de su rodela y arrimado a su tronco o lanzón. (dQ1-37).

Desde ahí al final, desaparece la rodela y reaparece la adarga:

Él, sin responder palabra, se quitó el cordel de la muñeca, y, levantándose en pie, subió sobre Rocinante, embrazó su adarga, enristró su lanzón y, tomando buena parte del campo, volvió a medio galope, diciendo: —Cualquiera que dijere que yo he sido con justo título encantado, como mi señora la princesa Micomicona me dé licencia para ello, yo le desmiento, le rieto y desafío a singular batalla. (dQ1-44)

……

salió al encuentro de don Quijote enarbolando una horquilla o bastón con que sustentaba las andas en tanto que descansaba, y recibiendo en ella una gran cuchillada que le tiró don Quijote, con que se la hizo dos partes, con el último tercio que le quedó en la mano dio tal golpe a don Quijote encima de un hombro —por el mismo lado de la espada, que no pudo cubrir el adarga—, con tan villana fuerza, que el pobre don Quijote vino al suelo muy mal parado. (dQ1-52).

No cabe pensar que Cervantes use indistintamente «adarga» y «rodela» como sinónimos de «escudo», que siempre emplea para referirse a la moneda (equivalente a 16 reales de plata). En fin, ¡cosas de Cervantes! Renuncio a meterme en elucubraciones sobre el porqué de la sorprendente resurrección de la adarga. Quizá lo haga algún día.

 

Enrique Suárez Figaredo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Nuestro Socio de Honor, Enrique Suárez Figaredo, edita Remedio de jugadores de Pedro de Covarrubias

Fecha de Publicación: 10/09/2024

 

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Esta obra del Siglo de Oro Español ha sido auspiciada por el Grupo de Investigación y Estudios Medievales del Mar del Plata (GIEM)

La institución que ha promovido esta edición es el Grupo de Investigación y Estudios Medievales del Mar del Plata (GIEM), un Centro Interdisciplinario de Estudios Europeos, Facultad de Humanidades, perteneciente a la Universidad Nacional de Mar del Plata con sede en Funes 3350, (B7602AYL) Mar del Plata, Argentina. El grupo se fundó en el año 1997 y, desde entonces, bajo la dirección de Nilda Guglielmi (recientemente fallecida) y la codirección, primero, de Miguel Ángel Barbero (1997-2005) y, posteriormente, de Gerardo Rodríguez (2006 hasta la fecha actual).

Sus aportes en el campo de los estudios medievales en la Argentina resultan significativos: el GIEM brinda un espacio institucional a profesores e investigadores consolidados, así como a jóvenes becarios y alumnos, para el desarrollo de proyectos de investigación sobre temáticas diversas: exegética y hermenéutica, género, urbanismo, tradición e innovación, historia de los sentidos, entre otras.

Remedio de Jugadores, del Rvdo. Pedro de Covarrubias, dominico, se imprimió por vez primera en 1519 en Burgos (de este ejemplar se han inspirado para la cubierta) y está catalogado como un libro de ciencias y matemáticas, aunque se trata fundamentalmente de un análisis sobre el juego. 

Cierto es que Remedio de jugadores nunca estuvo en la lista de trabajos pendientes de Enrique Suárez, pero a solicitud del filósofo argentino Nicolás Martínez y como socio de la SCA (que recibió la solicitud de colaboración), aceptó preparar el texto, previo acuerdo de que había de ceñirse a los habituales criterios de edición para textos clásicos castellanos, con rigor filológico, sin recurrir a una adaptación a la lengua de nuestros tiempos que le habría restado encanto.

Como dice Nicolás Martínez Sáez en un magnífico prólogo, en que nos presenta la obra y habla de su contenido: «Remedio de jugadores está dividido en un prólogo y en tres partes. En el prólogo, el autor advierte los peligros que juegos como los dados hacen para quien más sabe de su arte, dejando al jugador con necesidades y lleno de descontento. Las consecuencias del juego de dados son ruinosas: muere el amor de los hombres, reina el desacato de Dios, hay contiendas, amenazas, muertes, pérdida del seso, engaño, perjurios y blasfemias. Sin embargo, la crítica hacia el juego que guía a Remedio de jugadores no se fundamenta tanto en los aspectos idolátricos o supersticiosos como sí lo estaban las obras de los primeros cristianos sino en algo más prosaico y vulgar: la pérdida de tiempo que ocasionan los juegos. El mayor mal del juego es que nos hace perder el tiempo de nuestra vida y como la salvación se da en el tiempo humano, perder el tiempo es perdernos».

Sigue diciendo Nicolás Martínez: «Así entonces, en la primera parte, se ocupa de los juegos lícitos y honestos. Siguiendo a Aristóteles, a Séneca y a Tomás de Aquino, asume que, así como el cuerpo se fatiga y necesita descanso, lo mismo sucede con el espíritu que, en ocasiones, incluso cuando el cuerpo duerme, el ingenio sigue trabajando. Por lo tanto, el alma descansa con delectación o distracción y como el juego es dicho [jocus] o hecho [ludus] con el cual se procura delectación, Covarrubias concluye que el juego es necesario para la vida humana.

Particularmente interesante son las observaciones sobre el ajedrez, juego del género humano que el autor considera de ingenio e industria, provechoso no solo para huir del tedioso y triste ocio sino para contemplar analogías entre las funciones de las piezas y sus semejanzas con la realidad.

En la segunda parte del tratado, se abordan los llamados juegos prohibidos, malos o diabólicos entre los que se describen los duelos, la caza que pone en peligro de muerte al cazador y la corrida de toros que, de origen supersticioso, lastima con picas a los toros para hacerlos más rabiosos y hacer daños a otras gentes.

En la tercera parte del tratado, el autor delinea una serie de acciones a seguir por los confesores que, como una de sus labores, examinan la con-ciencia de los jugadores. Covarrubias elabora así una especie de mapa del delito lúdico en el que es posible identificar circunstancias en las que el dinero que se apuesta debe restituirse o bien conservarse de manera legítima. Covarrubias no puede aceptar que el juego sea una ocupación con la que ganarse la vida, sino que todo hombre debe ser obligado a vivir de alguna industria o trabajo, espiritual o corporal, necesario o provechoso para la república, es decir, para el bien público. Esto es debido a que Dios manda que comamos el pan con el sudor de nuestra frente».

Y para finalizar esta breve reseña, cito unas palabras de Nico Martínez: «Hasta donde nos consta, Remedio de jugadores no tiene ediciones críticas, ni adaptaciones, ni traducciones, ni modernizaciones desde el siglo XVI en que se publicó, lo que lo constituye en un material inédito y útil para indagar en la valoración ética, filosófica y cultural de los juegos hacia finales de la Edad Media y comienzos del Renacimiento. Son también muy pocos los académicos que se han interesado seriamente por esta obra y es una excepción el libro del antropólogo español José Antonio González Alcantud, Tractatus ludorum. Una antropología del juego (1993), a quien le debo un enorme agradecimiento por haberme puesto ante mis ojos el texto de Pedro de Covarrubias».

Por tanto, desde la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, nuestro enorme agradecimiento a Enrique Suárez Figaredo por el maravilloso trabajo de edición, que nos permite una vez más tener en nuestras manos una obra del Siglo de Oro que de otro modo jamás hubiéramos podido conocer.

El texto puede descargarse gratuitamente desde este enlace:

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Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

AGS_EST_LEG_1138, 77 Y 78

Fecha de Publicación: 16/08/2024

Este título corresponde a la signatura de un documento guardado en el Archivo General de Simancas. No traten de encontrarlo en el Portal de Archivos Españoles (PARES), solo leerán “No se han encontrado datos”.

Este documento fue la estrella, porque nunca se había mostrado en público, en la exposición realizada en el Archivo General de Simancas, entre el 11 de octubre de 2016 y el 1 de marzo de 2017, con el título Cervantes en Simancas y en los Archivos Estatales. Contiene una carta de don Juan de Austria a su hermanastro el rey Felipe II (AGS_EST_LEG_1138, 37), firmada en Palermo el 19 de marzo de 1572, y una relación de personas a los que se les había recompensado principalmente por las heridas recibidas en la batalla de Lepanto (AGS_EST_LEG_1138, 38), compuesta el día 15 del mismo mes:

Con esta va la relación de las personas a quien se an repartido ayudas de costa a la mayor parte para se curar de las heridas que tuvieron en la batalla, y a otras para ayudarlas a la extrema necessidad en que estaban. No quiero disculparme de que la suma que se a dado aya sido mucha porque pienso haber servido a V. M. muy particularmente en ir ayudando a hombres tan necessitados y que también pelearon en ocassión tan onrada. Antes vuelvo a supplicar a V. M. de nuevo mande tener mucha quenta con que se haga merced a los que se señalaron en aquella ocassión para que ellos y los demás tomen ánimo de hacer lo mismo en otras semejantes como espero en Dios que lo harán.

Al Veedor general y contador e ordenado que saquen una relación de los soldados que an quedado mancos y maltratados de la batalla para enviarla a V. M. aunque a estas oras la mayor parte dellos se an ido a Nápoles y a essos reinos con cartas mías, que es lo que a mí me a tocado y con lo que les e podido ayudar.

Detalle del folio 1 del documento AGS_EST_LEG_1138, 37

La relación de personas realizada por el contador resume las cantidades entregadas desde poco después de la batalla hasta el día que se firma este documento, el 15 de marzo de 1572: «Relación de las personas a quienes por orden de su Alteza se han dado ayudas de costa desde los trece de noviembre del año mil quinientos y setenta y uno hasta quince de marzo mil quinientos y setenta y dos»

Detalle del folio 1 del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

La importancia que tuvo en aquella exposición este documento venía porque en la relación de heridos recompensados estaba Cervantes, también conocido por el Manco de Lepanto, con veinte ducados.

Detalle del folio 5v del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

Para dar aún más valor a este documento, los comisarios de la exposición señalaron que en esa misma relación de personas había otro Cervantes y con el mismo nombre que el autor del Quijote.

Imagen de la vitrina de la exposición. Fotografía y subrayado de Luis M. Román

En la tarjeta, junto a los documentos, se podía leer:

 

En la relación aparecen dos soldados con el mismo nombre, “Miguel de Cervantes” y “Miguel Cervantes”. El primero, el escritor, con otras trescientas noventa y seis personas, como expresa la relación, han servido señalada y particularmente el día de la batalla que se dio a la armada del turco [Lepanto] en que salieron heridos y mucha parte dellos mancos; el otro, forma parte de las trece personas que se alzaron con una galera turquesa y se vinieron desde La caramanía, con ella, hasta Mesina. ¿Podría haber sido alguno de ellos el Miguel de Cervantes huido hacía unos años de Madrid, o de Sevilla?

En la relación no están solo “hombres de mar y de guerra” embarcados en las galeras que seguían heridos cinco meses después, sino también quienes habían pasado por el hospital y habían ya partido a sus nuevos destinos, además de otras personas que  «para ayudarlas a la extrema necesidad en que estaban» se les repartió cierta cantidad de dinero. No son todos los heridos de la flota cristiana, sino solamente quienes iban embarcados en las galeras españolas y “hombres de guerra” de varias compañías de los Tercios españoles que fueron destinados en galeras de Sicilia, Venecia y de Juan Andrea Doria. Los heridos totales de la flota cristiana fueron muchos más, teniendo en cuenta lo comunicado por el propio don Juan de Austria, capitán general de la flota, a don García de Toledo poco antes de partir de Mesina: «Tengo conmigo 208 galeras, 26000 infantes, 6 galeazas y 24 naves».  

El resumen final del contador Padilla reafirma la intención de don Juan de premiar a quienes sufrieron heridas durante el combate:

Monta todo lo que assi se ha dado a las susodichas cuatrocientas y nueve personas de ayudas de costa por haber servido señalada y particularmente el día de la batalla que se dio a la armada del turco, a los siete de octubre mil quinientos y setenta y uno, con la de la Santa Liga, que salieron heridos y mucha parte dellos mancos, diez y siete mil sesicientos y seis escudos, dos reales y seis granos, de a diez reales cada escudo, en la cual suma van incluso quatrocientos y sesenta escudos que se han dado a trece personas de las que se alzaron y salvaron últimamente en una galera turquesa que se alzaron en La Caramanía y la trujeron a Mesina.

Analizando el documento encontramos relacionados “hombres de mar y de guerra”, caballeros y nobles españoles, cirujanos, oficiales de bastimentos, artilleros… y esas «trece personas de las que se alzaron y salvaron últimamente en una galera turquesa que se alzaron en La Caramanía y la trujeron a Mesina».

Detalle del folio 8 del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

Al inicio del folio 8 podemos leer:

A trece personas de las que se alzaron con una galera turquesa y se vinieron desde La Caramanía con ella hasta Mesina se les dieron cuatrocientos y sesenta escudos en la manera siguiente:

[1] -A Martín Bueno que fue el que comenzó la platica de alzarse con la galera, cien escudos – 100 escudos

[2] -A Francisco de Guzmán spalder que mató al capitán de la galera cincuenta escudos – 50 escudos

[3] -A Casarín de la Cruz otro espalder otro tanto – 50 escudos

[4] -A Marco Moreno, renegado, con quien se concertó el negocio otro tanto – 50 escudos

[5] -A Martín de Nica, otro renegado por el mismo efecto otro tanto – 50 escudos

[6] -A Marco Vicencio Barbero, mozo de cámara que dio armas a los cristianos veinte escudos – 20 escudos

[7] -A Juan de Tavormina el otro mozo de cámara que hizo el mismo efecto otro tanto – 20 escudos

[8-13] -A Diego Díaz, Nicolás calabrés, Moreto calabrés, Miguel de Palermo, Francisco de Palermo y Simón napolitano que se hallaron desherredados al tiempo que se alzaron con la dicha galera y ayudaron veinte escudos a cada uno, que son ciento y veinte escudos – 120 escudos

¡Ninguna de estas valientes trece personas era uno de los dos Cervantes, tal y como se afirmaba en la exposición! El primero de los Cervantes lo encontramos en el folio 5v y el otro en el folio 8v, precisamente el último de las personas que componen esta relación.

Entre los “hombres de mar” resultaron heridos o recompensados económicamente el patrón y tres cómitres de la galera Real, y cinco pilotos.

Los “hombres de guerra” fueron los heridos más numerosos, sin duda alguna, teniendo en cuenta que los Tercios embarcados en las galeras fueron cuatro: el Tercio de Nápoles a las órdenes de don Pedro de Padilla con doce compañías y un total de 1756 soldados, el Tercio de Sicilia a las órdenes de don Diego Enríquez con catorce compañías y un total de 1944 soldados, el Tercio de don Lope de Figueroa con dieciséis compañías y 2208 soldados,  y  el Tercio de don Miguel de Moncada con once compañías y 1806 soldados. Cada compañía de infantes embarcada tenía a su mando un capitán. Del total de cincuenta y tres capitanes embarcados, cuarenta resultaron heridos, la gran mayoría. Cuarenta y un alféreces y cuatro sargentos también sufrieron algún tipo de herida que los obligó a estar durante algún tiempo en el hospital.

Además de la infantería a sueldo de los Tercios, también se embarcaron caballeros de distintas órdenes militares, nobles y gentilhombres junto con varias decenas de soldados y servidores a su costa, estando repartidos entre todas las galeras españolas. Setenta caballeros y nobles resultaron también heridos.

 

Es muy posible que la gran mayoría de las personas relacionadas sin cargo reconocido en esta relación fuesen soldados y otros componenetes de los Tercios, así como soldados y sirvientes de caballeros y nobles.

Las galeras iban para la ocasión especialmente artilladas con cañones, culebrinas, falcones y otros armamentos que eran cargados y manejados por artilleros. No se relacionan sus nombres, pero son trece los artilleros recompensados con ocho escudos cada uno junto a su capitán, este con cuarenta escudos.

En cada galera iban también cirujanos preparados para prestar los primeros auxilios a cuántos caían heridos. Don Juan de Austria reconoció su gran desempeño durante aquel largo día premiando «A los cirujanos de las compañías de España mil y quinientos reales de ayuda de costa por lo que trabajaron en curar las heridas…». De ellos, dos también resultaron heridos.

Tampoco se olvidó de quienes estuvieron al frente de los víveres embarcados, repartidos cuantiosamente el día anterior y la mañana de la batalla, premiando a los «oficiales de bastimentos» con cincuenta y cuatro ducados a repartir entre ellos.

En la gran mayoría de los relacionados no consta cargo alguno, aparte de los anteriormente mencionados, por lo que desconocemos qué cometido tenían en las galeras, excepto el soldado Luis de Almazán, premiado con diez escudos. Este soldado fue relacionado antes que el segundo Cervantes.

Detalle del folio 8v del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

Las galeras navegaron ese día principalmente impulsadas por remos, movidos por miles de galeotes, la gran mayoría cumpliendo condenas por delitos cometidos en España. En este documento no se hace relación de ninguno. Es muy posible que viéndose libres de sus grilletes, por orden de don Juan de Austria, incluso los heridos emprendieran su nueva vida lejos de allí sin dejar rastro. O se habilitase otro hospital para esta “gente de remo” o chusma, como se les conocía en aquel tiempo. Hay que tener en cuenta que los hospitales militares no eran totalmente gratuitos, se les atendía a cambio de un real de su sueldo al mes y a excepción de los galeotes profesionales, la chusma no disponía de paga alguna.

Entre las personas heridas en la batalla,  y que también recibieron ayudas de costa, encontramos al embajador Gregorio Protonetary, al hijo del rey de Túnez el infante Muley y a una mujer, sí una mujer embarcada en una galera española, de nombre Roseta Ossorio, hija de Luis Ossorio, otro de los heridos. Y una tal don Lope de Vega, homónimo del gran poeta y dramaturgo madrileño, que por sus heridas recibió ochenta ducados.

Detalle del folio 6 del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

Por la relevancia en la Monarquía Hispánica de alguna de estas personas, que estuvieron en aquella batalla y que resultaron heridos, me quiero parar en algunas de ellas en las que en su biografía se hace constar precisamente su presencia en tan importante batalla.

Detalle del folio 1 del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

Don Guillén de San Clemente recibió por orden de don Juan de Austria ciento cincuenta ducados por sus heridas. Hijo de Pedro Juan de San Clemente, maestresala del rey Fernando El Católico, nació en Barcelona en 1539. Soldado distinguido en el campo de batalla, había servido  en las revueltas moriscas de Granada antes de embarcarse en la armada cristiana para la batalla contra el turco, para después servir en Flandes. Es nombrado caballero de la Orden de Santiago en 1580 por Luis Fernández Manrique, marqués de Aguilar y comendador de Socuéllamos, en presencia del rey Felipe II, siendo nombrado después embajador en Saboya y Praga, donde muere en 1608. Fue comendador del Horcajo y de Moratalla. 

Don Pedro de Ulloa nació en Portillo (Chile) en 1554. Con diecisiete años está en la batalla de Lepanto a bordo de la galera española San Francisco, por el centro de la flota cristina. Herido en el combate recibió setenta ducados. Después de curarse de sus heridas estuvo en las jornadas de Navarino, Túnez y La Goleta, donde resultó nuevamente herido, hecho prisionero y llevado a Túnez, donde estuvo cautivo durante dieciocho meses. En 1586, con treinta y dos años, embarcó hacia las Indias nombrado corregidor de Potosí. Después de pasar por distintos cargos es nombrado gobernador, capitán general y presidente de la Real Audiencia de Chile en 1621, donde muere en 1624.

Con muchas de estas personas pudo mantener Cervantes alguna conversación durante el tiempo de convalecencia en el hospital, y quizás entablar cierta amistad como para servirle de modelo vivo en su Quijote.

Detalle del folio 4v del documento AGS_EST_LEG_1138, 78

A Pedro de Bustamante le entregaron treinta ducados. No sabemos nada de esta persona, pero este nombre aparece en la primera parte del Quijote. Mientras estaban don Quijote y Sancho en la venta de Sierra Morena, el Cautivo les narra su estancia en Argel, como se escapa y llegan a las costas de Vélez Málaga, cuando hasta el grupo de cristianos llegan unos hombres a caballo alertados por un pastor, creyéndolos moros:

 

Sí, dije yo; y queriendo comenzar a decirle mi suceso y de dónde veníamos y quién éramos, uno de los cristianos que con nosotros venían conoció al jinete que nos había hecho la pregunta, y dijo, sin dejarme a mí decir más palabra:

¡Gracias sean dadas a Dios, señores, que a tan buena parte nos ha conducido! Porque, si yo no me engaño, la tierra que pisamos es la de Vélez Málaga, si ya los años de mi cautiverio no me han quitado de la memoria el acordarme que vos, señor, que nos preguntáis quién somos, sois Pedro de Bustamante, tío mío.

Apenas hubo dicho esto el cristiano cautivo cuando el jinete se arrojó del caballo y vino a abrazar al mozo, diciéndole:

¡Sobrino de mi alma y de mi vida! Ya te conozco, y ya te he llorado por muerto yo, y mi hermana tu madre, y todos los tuyos, que aún viven y Dios ha sido servido de darles vida para que gocen el placer de verte. Ya sabíamos que estabas en Argel, y por las señales y muestras de tus vestidos y la de todos los desta compañía, comprehendo que habéis tenido milagrosa libertad.

Este documento, magníficamente conservado, es un viejo conocido en los cajones del Archivo General de Simancas. Al menos se conoce su existencia desde 1849 cuando es copiado para don Luis López Ballesteros, director de la Real Academia de la Historia, el 24 de noviembre de 1849.

Detalle de la cubierta de la carta de don Juan de Austria

En la cubierta de la carta de don Juan de Austria, junto a su sello, aparece la anotación de la copia del documento y otra primera anotación: «Aquí dentro Miguel de Cervantes agraciado con 22 escudos de ventaja»

Detalle del folio 8v del documento AGS_EST_LEG_1138, 78
Detalle del folio 5v del documento AGS_EST_LEG_1138,

Es curioso que el autor de esta anotación se refiera al segundo Cervantes del documento (folio 8v): «-A Miguel Cervantes veinte y dos escudos – 22 escudos», junto a la anotación al margen de «ojo». El primer Cervantes (folio 5v) recibe 20 ducados, y junto al nombre una «X».

El paso de Cervantes herido por el hospital de Mesina es un hecho histórico documentado, ¿qué anotan los biógrafos cervantinos sobre esta parte de la vida del autor del Quijote?

Luis Astrana Marín en Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra (1949):

En 15 de Enero de 1572 se dispuso le entregasen veinte ducados de ayuda de costa. Ocho días después recibió otros veinte, por una libranza suelta de gastos secretos y extraordinarios de don Juan. En 9 de Marzo le agregan veinte ducados de a once reales, «para acabar de curar de las heridas» (1), y en 17 del mismo mes, junto a otras personas beneméritas de la batalla, percibe veintidós escudos (2).

(1) «A 9 del dcho. Mes se dio cedula para el pagador Juan Morales de Torres, de veynte ducados de a onze reales a Miguel de cervantes de ayuda de costa para acabar de curar de las heridas que resçibio en la batalla».-Palermo. 9 de Marzo de 1572. (Archivo General de Simancas. Estado, libro 9, fol. 55)

(2) Justificación de ayudas de costa pagadas por órdenes de don Juan de Austria a diversas personas, «por lo bien que habían servido en la jornada del año pasado del mil quinientos y setenta y uno…» – «A miguel servantes -22 escudos. –Palermo, 17 de Marzo de 1572

Andrés Trapiello en Las vidas de Miguel de Cervantes (1993):

Cervantes pasó en el de Mesina unos cuantos meses, con el único alivio de las visitas del héroe de Lepanto, don Juan, que proveyó al hospital de su pecunio para el mantenimiento y cuidado de los enfermos, de modo que Cervantes, como el resto de sus compañeros, recibió en tres ocasiones un socorro de veinte ducados de las arcas del duque.

Jean Canavaggio, en Cervantes (2003):

Sólo hay una cosa segura: entre enero y marzo de 1572, recibió en tres ocasiones, lo mismo que sus camaradas, un socorro de veinte ducados, precio de los cuidados que le habían sido dispensados.

 

Jorge García López, en Cervantes: La figura en el tapiz (2015):

Así, por ejemplo, dos pagos realizados el mes de enero de 1572 en Mesina fueron «libranzas sueltas a favor de los heridos en la batalla de Lepanto», donde suponemos que Cervantes está internado recuperándose. Pero ya el 9 de marzo recibe en Palermo un pago «para acabar de curar las heridas que resçibió en la batalla», un pago que se repite el día 17 de marzo en Palermo.

José Manuel Lucía en La juventud de Miguel de Cervantes (2016):

El 23 de enero de 1573 en la justificación de las ayudas pagadas por orden de don Juan de Austria a 335 soldados que «habían quedado heridos, necesitados o maltratados» en la batalla de Lepanto, se encuentra Miguel de Cervantes, junto con su amigo Gabriel López Maldonado. Todos ellos reciben 20 ducados

En las libranzas de pagos realizados en el mes de marzo de 1572, que anota Astrana, aparecen dos Cervantes: «Miguel de cervantes» que recibe veinte ducados y «miguel servantes» que recibe 22 escudos. Están en documentos distintos, pero los nombres, y cuantías que reciben, son los mismos que encontramos en el AGS_EST_LEG_1138, que como anota el contador en él es la «Relación de las personas a quienes por orden de su Alteza se han dado ayudas de costa desde los trece de noviembre del año mil quinientos y setenta y uno hasta quince de marzo mil quinientos y setenta y dos», por tanto un resumen a enviar al rey.

¿Por qué no tuvo acceso Luis Astrana Marín a este documento tan revelador? y si lo tuvo ¿por qué no hizo referencia a él?

Como en el documento queda evidenciado, embarcados en las galeras españolas que lucharon en Lepanto estuvieron dos personas con el mismo nombre y el mismo apellido, que corresponden con el del autor del Quijote. Los dos quedaron heridos y los dos posiblemente mancos, el autor del Quijote sin duda alguna. Así lo afirmaba él mismo en el Prólogo de sus Novelas ejemplares (1613):

Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo: herida que aunque parece fea él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros…

Dos Migueles y de apellido Cervantes en Lepanto y los dos heridos, ¿es este el motivo por el que algún custodio del cervantismo español decidió guardar este documento en un cajón, al menos ciento sesenta y siete años?

Si esto ha pasado así, ¿hay más documentos sobre la vida de Cervantes celosamente guardados en ese mismo cajón secreto?

¿Por qué en la exposición se muestra parte del documento, pero tratando de borrar al segundo Cervantes de la batalla de Lepanto camuflándolo entre trece valientes que liberaron una galera turca? ¿fue un simple error o fue intencionado?

Solicitada una copia del documento AGS_EST_LEG_1138, 77-78, esta la recibo desde el mismo Archivo General de Simancas el día 17 de marzo de 2017.  

Los datos generales de la flota cristiana y de la batalla son de Alessandro Barbero en Lepanto (2011) y las notas a las biografías de Guillén de San Clemente y Pedro de Ulloa están tomadas de Javier Arienza y Julio Retamal respectivamente en DBe RAH.

Las citas del Quijote y las Novelas ejemplares son de la edición digital de Enrique Suárez Figaredo:

Haz clic para acceder a 04072022122242.pdf

Haz clic para acceder a 29012019132713.pdf

                                          Luis Miguel Román Alhambra

 

PUBLICADO EN EL BLOG: ALCÁZAR LUGAR DE DON QUIJOTE

Anatoly E. Karpov, el campeón del mundo de ajedrez que visitó Alcázar de San Juan en dos ocasiones

Fecha de Publicación: 13/08/2024
 

 

En la foto, Anatoly Karpov saludando a Manuel Galindo al comienzo de la partida. Foto aportada por el propio Manuel, a través de su amigo el árbitro internacional Eduardo López Rodríguez

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Se trata, sin duda, de uno de los mejores ajedrecistas de la historia: Anatoly Eugenevich Karpov, nacido en Zlatóust, región de Cheliábinsk (Rusia central) el 23 de mayo de 1951 (73 años), aprendió a jugar al ajedrez con 5 años con su padre Eugene Stepanovich, se perfeccionó en la escuela de Mijail Botvinnik, un genio de la estrategia y de la evaluación posicional.

La escuela de Botvinnik también era una escuela para la vida. Karpov recibió una profunda huella en su personalidad tras su paso por ella. Como él mismo dijo: «Tuve suerte en la vida. Entré en la escuela de Botvinnik. No puedo negar que me aportara un montón de ideas sobre el ajedrez, pero también me aportó una actitud ante la vida. Botvinnik pensaba que un jugador de ajedrez sin educación no podía convertirse en Campeón del Mundo. La educación aporta estabilidad, incluida la estabilidad mental. Siempre me tomé en serio la educación».

Fue el Gran Maestro más joven de Rusia y dio un enorme salto cualitativo bajo la tutela del Gran Maestro Semyon Abramovich Furman. Fue Campeón del Mundo desde 1975 a 1985 y Campeón Mundial versión FIDE desde 1993 a 1999. 

Ha sido campeón del mundo por un periodo de 16 años, ganó tres veces el campeonato de Rusia, quedó primero en más de 140 torneos disputados a lo largo de todo el mundo y consiguió once veces el Óscar de Ajedrez. Su impresionante palmarés y su fuerza de juego le ha permitido estar 38 años (entre 1971-2009) en la clasificación de los cien mejores jugadores del mundo.

Anatoly marchó en 1968 a estudiar a la Universidad de Moscú, donde gano su primer torneo universitario, pero enseguida dejó la Facultad de Mecánica y Matemáticas de la Universidad de Moscú y se trasladó a Leningrado (para seguir progresando con Furman), a la Facultad de Economía de la Universidad de esta ciudad, donde estudio Economía y consiguió su Doctorado en Economía. Actualmente es profesor honorífico de la Escuela Superior Internacional de Negocios de Moscú.

Karpov es además un grandísimo aficionado a la filatelia, colecciona sellos desde los 13 años y hay quien dice que es uno de los tres mayores coleccionistas del mundo, he leído que su colección de sellos está valorada en más de un millón y medio de euros.

 

En 1987 y mientras disputaban en Sevilla el campeonato del mundo de ajedrez Anatoly Karpov y Gari Kasparov, el ayuntamiento de Alcázar de San Juan tuvo la idea de traer a Alcázar de San Juan a uno de los dos mejores ajedrecistas del mundo con el objeto de que disputase una serie de partidas simultáneas contra los aficionados de la ciudad que se atreviesen a ello.  Siendo alcalde Anastasio López Ramírez y gracias a las gestiones de la Concejalía de Cultura con Ángel Montealegre a la cabeza y con la intermediación del empresario toledano Miguel Sánchez-Infante Padilla, se contactó con Karpov que finalmente se clasificó subcampeón del mundo y gracias a su amabilidad y buena disposición, pudo venir a nuestra ciudad.

Pero fundamentalmente vino a Alcázar porque tenía un interés especial en la Mancha ya que fue la persona que cerró el ciclo de amistad en un grupo hispano-ruso que ya funcionaba para asuntos cinematográficos.

Él fue quien favoreció el contacto de Sánchez-Infante con el cineasta ruso Rezo Chjeídze, quien se desplazó a España a rodar una ambiciosa serie de casi doce horas de duración para la Radiotelevisión de la URSS, basada en la novela de Cervantes, Don Quijote de La Mancha, titulada “La vida de Don Quijote y Sancho Panza” (Tskhovreba Don Kikhotisa da Sancho Panchosi -1988-) que rodó en exteriores de Tomelloso, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, El Toboso, Argamasilla, Ruidera o el Corral de Comedias de Almagro, incluso en algunas calles de Madrid y las ciudades de Bilbao o Toledo, como un guiño a quienes colaboraron y financiaron la serie en la que también participó Euskal Telebista, así como la empresa de Miguel Sánchez-Infante, Procint, que financió el viaje y la estancia del personal de rodaje y elenco de actores en España y en la que como curiosidad intervino Paloma Botín en el papel de Dorotea.

 

El miércoles 12 de octubre de 1988, Anatoly Karpov llegó a Alcázar de San Juan sobre las 12 horas, acompañado por el presidente de la Federación Española de Ajedrez, Román Torán, así como por Miguel Sánchez-Infante encargado de promoción y marketing de la Federación. Fueron recibidos por el alcalde de la ciudad Anastasio López, por el concejal de cultura Ángel Montealegre y por Juan Garrido concejal de deportes. 

Estuvieron también presentes Pedro Carbayo y Nereo Tejera, como representantes de la sección de ajedrez del patronato Municipal de Deportes de Alcázar de San Juan. En esta visita, el alcalde de Alcázar de San Juan obsequió a Anatoly Karpov dos figuras de madera una de don Quijote y otra de su escudero Sancho Panza.

Con su visita demostró la solidaridad para con el pueblo alcazareño tras haber sufrido una fortísima tormenta de granizo apenas unos días antes, el 30 de septiembre.

Su llegada se produjo exenta de boato, tal como es él, una persona sencilla que se dedica a jugar al ajedrez y a ser solidario cuando corresponde, conviene recordar aquí que de la bolsa del Torneo de Londres 1986 (de revancha por el título Mundial), tanto él como Kasparov, donaron 650.000 dólares a los damnificados por el accidente de la central nuclear de Chernóbil.

La sesión de simultáneas de celebró en el Hotel Barataria donde se formó un rectángulo con las mesas de los retadores, situados sentados tras sus tableros y trebejos, desde cuyo interior el campeón se iba desplazando de un tablero a otro respondiendo a cada jugada de sus contrincantes. Durante casi cuatro horas, Karpov recorrió de forma sucesiva los 32 tableros (cifra superior a la que habitualmente acepta), cuyos rivales habían sido elegidos -según la prensa de la época- al azar, por la sección de ajedrez local.

Muchos jugadores comenzaron a eliminarse a partir de las jugadas 20-22 antes de recibir jaque mate.

Cincuenta jugadas fueron las que le resistió el último de los participantes en abandonar la contienda, el joven jugador Pío Jesús García, de Socuéllamos, con 10 años y campeón provincial infantil de Ciudad Real, quien se lamentaba de haber sufrido la pérdida de un peón desde el comienzo de la partida lo que le hizo arrastrar una desventaja suficiente como para hacerle perder la partida.

Tres participantes consiguieron la hazaña de lograr unas tablas frente al campeón: Pedro Brunner, que ofreció tablas a Karpov y tras examinar la partida las aceptó. Pedro Camacho que, tras una clara superioridad blanca al inicio, consiguió un final más favorable para las negras, dando así por buenas el campeón ruso unas tablas. Y Manuel Rayo Gutiérrez de Puertollano, campeón juvenil de Castilla-La Mancha, que considero que Karpov le dejó jugar sin apretarle demasiado y que fue consciente de haberse enfrentado a todo un subcampeón del mundo y uno de los mejores ajedrecistas de la historia.

La única mujer que tomó parte de las simultáneas fue Marta García Castellanos, de 10 años, que aguantó en su silla hasta casi el final, pero también con resultado adverso y que reconoció ponerse excesivamente nerviosa cada vez que le tocaba mover.  No en vano se enfrentó a un jugador excepcional que imponía con su sola presencia y eso sin mirar su palmarés… Por tanto, el resultado final de las partidas simultáneas en Alcázar fue de +29 -0 =3 para Anatoly E. Karpov.

No me gustaría pasar por alto mi felicitación a Betsabé Alhambra por el sensacional relato que hizo de este extraordinario evento deportivo publicado en el diario Lanza.

Y vaya mi agradecimiento especial a Manuel Galindo de Campo de Criptana, antiguo profesor y propietario de la Óptica Galindo, reconocido jugador de ajedrez, por facilitarme fotos del evento, a través de nuestro amigo común Eduardo López Rodríguez, arbitro internacional y organizador de torneos de ajedrez, que además conoce personalmente a “Tolia” por haberle arbitrado en diferentes torneos.

Fotografía cedida por Juan Garrido Morales, Concejal de Deportes, primero por la derecha

 

Para que nos podamos hacer una idea de la enorme competitividad de Karpov, basta señalar un hecho ocurrido en fecha mucho más reciente y publicado en la Revista de ajedrez especializada “Peón de Rey”, donde en el número “Homenaje a Karpov”, figura un artículo de su redactor jefe, Jorge I. Aguadero Casado, que refiere lo siguiente:

“Les compartiré una confidencia: en el bar del museo, conversando titulados internacionales que no quisieron perderse el evento, se oyó el comentario “(…) es increíble que Anatoli, que ha dado tantísimas simultaneas en su vida, dedique tanto tiempo a cada jugada frente a aficionados. Cualquiera iría mucho más rápido”. A lo que un fuerte gran maestro respondió admirado: “Es lo que tienen los tipos duros. Tolia no juega; protege su legado”.

Esta anécdota corresponde a la celebración de unas simultáneas disputadas contra 19 oponentes -muchos de ellos federados y de buen nivel-, con motivo de una de las actividades de El Llobregat Open Chess Tournament, en el Museo Marítimo de Barcelona el 7 de diciembre de 2021, estando el maestro a punto de cumplir los 70 años, en las que obtuvo un resultado favorable de +19 -0 =4.

De ahí lo importante que es para cualquier oponente arrancarle unas tablas al genio y muy pocos pueden decir que han igualado en una partida contra él.

 

Anatoly Karpov investido Escudero de la orden de los Sanchos

Apenas transcurridos 9 meses de su primera visita a Alcázar de San Juan, el martes 4 de julio de 1989, Anatoly Karpov volvió de nuevo a nuestra ciudad, esta vez al frente de una delegación del Foro Soviético de la Paz, organización social de la que era el presidente.

Esta entidad, cuyos objetivos eran impulsar la diplomacia popular, impulsar los contactos amistosos entre personas, especialmente el intercambio entre jóvenes y niños.  Muy ambiciosos sus objetivos para disponer de medios reducidos, así como sus aspiraciones: “la tarea más importante del Fondo Soviético de la Paz consiste en fortalecer la paz, construir un sistema global de seguridad internacional, crear premisas políticas y morales para la supervivencia de la humanidad y resolver los problemas mundiales dando prioridad a los valores universales” …  ¡Casi nada al aparato!

Una buena cartera de objetivos para conseguir apoyos económicos y colaboraciones institucionales.

El propio Karpov bromeó sobre su vuelta a Alcázar de San Juan y su gusto por esta comarca diciendo que «la última vez había venido solo y ahora había vuelto acompañado con más gente».

De nuevo, el grupo de Sánchez-Infante fue el encargado de coordinar a Alcázar de San Juan, la visita del Fondo Soviético de la Paz, en su primer viaje a España y tras visitar los Ayuntamientos de Toledo y Madrid (donde fueron recibidos por el alcalde Rodríguez Sahagún) y la Asamblea de Madrid donde los recibió su presidenta María Rosa Posada.

La delegación rusa la formaban diecisiete personas entre las que se encontraba el propio ajedrecista.

En la recepción en el Ayuntamiento el alcalde entregó a Anatoly Karpov la medalla de oro de la ciudad de Alcázar de San Juan, distinción que suele entregarse a ministros, altos dignatarios y autoridades que nos visitan.

Una de las curiosidades de esta visita fue que se pudo ver vestido con un traje regional ruso al alcalde de Alcázar de San Juan, Anastasio López Ramírez, que en un gesto de cortesía con los visitantes lo lució durante unos minutos en el acto de confraternización que ambas delegaciones, rusa y alcazareña, celebraron en el restaurante Barataria.

 

Pero el verdadero motivo de la visita fue la investidura de Anatoly Karpov como Escudero de la Orden de los Sanchos, también conocida por la orden de Sancho Panza.

Este evento, tuvo lugar en la silla de la Platera donde con el protocolo habitual diseñado para este acto, ataviado con el blusón, la faja roja y las alforjas colgadas de su hombro, pasó a formar parte de esta universal cofradía a la que pertenecen numerosas personas ilustres y famosas de aquel tiempo, tanto españolas como extranjeras, como es el caso del ex campeón del mundo de ajedrez, Anatoly Karpov.

La conocida y afamada Orden de los Sanchos, trabajó incansablemente para difundir el nombre de Alcázar de San Juan por el mundo y para situarnos en el circuito mundial del turismo, especialmente el que tenía como destino la Mancha.

Innumerables personalidades de la cultura, la política, la empresa, las artes o el deporte, pasaron por la silla de Sancho y ataviados con el blusón y la faja contribuyeron a prestigiar el nombre de nuestra ciudad a lo largo de España y países de Europa y América.

 

Las simultáneas que muchos aún recuerdan…

Aquella extraordinaria sesión de simultáneas, jugada en Alcázar de San Juan el día de la Hispanidad de 1988, marcó una época y persistió en la memoria de quienes asistieron a su desarrollo y sobre todo en el recuerdo de todos los jugadores que tomaron parte en ella.

Una prueba de ello son estas tres noticias de las que se hicieron eco los medios de comunicación y que ahora les contamos:

Del puertollanense Manuel Rayo, publica Lanza el 22/10/1988, una semana después de haber entablado con Karpov, una pequeña entrevista donde alaba el espíritu tranquilo, equilibrado y educado de Karpov y lo considera el mejor del mundo a pesar de ser el subcampeón, manifestando no aprobar los desplantes que son habituales en Kasparov cuando pierde una partida. En ese momento Manuel Rayo era campeón juvenil de Castilla-La Mancha y tercero absoluto de la provincia de Ciudad Real.

También el Eco de la Mancha, en su edición del 31 de marzo de 1989, recoge la noticia de que Manuel Rayo Gutiérrez, revalidó el titulo provincial de ajedrez en categoría juvenil (para menores de 20 años), del que con 15 años salió vencedor por tercer año consecutivo. La noticia informa que es también el actual campeón de Castilla-La Mancha de la categoría. El campeonato se disputó a seis rondas por el sistema suizo y rememora entre sus principales logros las tablas que le arrancó a Karpov en Alcázar de San Juan.

El mismo artículo refleja la segunda posición de Pío Jesús García de 11 años, que en 1988 (año anterior) consiguió el campeonato provincial infantil y que también había jugado en Alcázar contra Karpov, aunque con peor suerte que Manuel Rayo, de todas formas, aguantó más de cuatro horas al subcampeón del mundo siendo el último en levantarse de su tablero jugando contra el ruso.

Por otra parte, en el diario Lanza del 28 de febrero de 1991 (casi 3 años después) se recoge una foto de Manuel Rayo en la que se recuerda su enfrentamiento con Karpov en 1988.

En esta noticia además de la foto de las simultáneas se recoge que, junto con su paisano de Puertollano, Aurelio Clemente, encabezan tras la segunda jornada, el torneo que se juega para el campeonato absoluto provincial que tuvo lugar en Socuéllamos y en el que también tomó parte otro contrincante de Karpov, Pío Jesús García.

Y como decía Cervantes: «Con todo eso te hago saber, hermano Panza -replicó don Quijote-, que no hay memoria a quien el tiempo no acabe, ni dolor que muerte no le consuma». (Q I, 15)

Lo que quiere decir, que no hay recuerdo que no sea borrado por el tiempo ni pena que la muerte no finalice, por eso, pretendemos que las dos visitas que Karpov hizo a Alcázar de San Juan, en 1989 y 1989 no queden en el olvido y los alcazareños conozcan que uno de los mejores ajedrecistas de nuestra historia, y podríamos decir que uno de los deportistas más míticos (no en balde junto a su sempiterno contrincante Gari Kasparov, protagonizó entre 1984-1990 la rivalidad más grande que se ha producido a lo largo de los tiempos, no sólo en ajedrez, sino en cualquier deporte), también estuvo en la Mancha de don Quijote, conoció nuestra ciudad, comió nuestros duelos y quebrantos y se endulzó con nuestra sabrosa bizcochá.

Que también se fue de aquí investido Escudero de la Orden de los Sanchos, se sentó en el sillón de Sancho Panza en la Platera y se asomó al pozo en que en las noches de luna se podía contemplar la imagen de los Comendadores, respirando el singular y limpio aire de la Mancha, y que en su casa de Moscú, entre sus muchos galardones y premios obtenidos a lo largo de su vida, seguro que contempla con orgullo ese pergamino que atestigua su pertenencia a la Orden de los Sanchos y las fotos de esta jornada le hacen recordar su estancia en Alcázar de San Juan, porque además de ser el Corazón de la Mancha, nuestra ciudad lo distinguió con la medalla de oro y Alcázar tiene la característica de hacerse inolvidable en el corazón de quienes vienen a visitarnos.

Allá donde estés, amigo Tolia, sepas que te recordamos con cariño y que te reconocemos tu enorme categoría como ajedrecista y admiramos tu preparación, tu rigor y tu educada forma de comportarte, virtudes todas que hicieron y siguen haciendo mucho bien por el ajedrez.

Constantino López Sánchez-Tinajero

Alcázar de San Juan, agosto de 2024

 

Karpov en unas simultáneas celebradas en Salamanca en 2018, bajo la atenta mirada del árbitro internacional Eduardo López Rodríguez

 

Consultados

  • LANZA, 12-11-1987, PÁG. 8
  • LANZA, 12-10-1988, PÁG. 1
  • LANZA, 14-10-1988, PÁGS. 1 y 10
  • CANFALI, 21-10-1988, PÁGS. 1 y 9
  • LANZA, 22-10-1988, PÁG. 10
  • ALCÁZAR INFORMACIÓN Nº. 4, diciembre 1988
  • EL ECO DE LA MANCHA, 31-03-1989, PÁG. 24
  • LANZA, 06-07-1989, PÁGS. 1 y 14
  • CANFALI, 07-07-1989, PÁG. 1
  • LANZA, 08-07-1989, PÁG 10
  • BISAGRA Nº. 86, 9-15/07/1989, PÁGS. 1, 15 y 36
  • LANZA, 28-02-1991, PÁG. 31
  • ABC TOLEDO, 21-09-2016, “Una aventura quijotesca”
  • Revista PEÓN DE REY. “Karpov muestra su gran clase en Barcelona”. Jorge I. Aguadero Casado
  • Manuel Galindo, archivo fotográfico personal (facilitado por Eduardo López Rodríguez, arbitro internacional y organizador de torneos de ajedrez).
  • Juan Garrido Morales, archivo fotográfico y de prensa, personales.
  • Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan. Con agradecimiento a su responsable Francisco Atienza.

«La interpretación pertinente de «lanza en astillero»

Fecha de Publicación: 08/08/2024
 

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¡Cómo somos los anotadores del Quijote! Con aquello de se non è veroè ben trovato, bajo cada piedra pretendemos haber descubierto lo que a otros les pasó por alto. Bien decía Francisco Rodríguez Marín un siglo atrás, en su edición profusamente anotada:

«Por lo que hace a las notas, cuido en ellas con mucho empeño de defender a Cervantes, no de sus enemigos, que ya no los tiene, sino de sus amigos: de los anotadores, que acá y allá quisieron enmendarle la plana, siendo así que sabían menos que él, o no conocían como él las costumbres y el habla de su tiempo».

A lo que vamos. En su traducción del Quijote al castellano actual (2015), Andrés Trapiello había sustituido «lanza en astillero» por «ya olvidada»; pero después, tras consultar diversas fuentes, en su artículo En Astillero (El PaísOpinión 03/06/2016), considerando que «Del significado de una sola palabra depende la interpretación de fondo, literaria y filosófica, del Quijote, nuestro libro más importante», dio en que había de leerse «casi a punto», pues aquel hidalgo de aldea «era a la sazón un caballero en  astillero, o sea, a punto de serlo»), y se preguntó: «¿Para qué demonios iba a querer Alonso Quijano todo un astillero para una sola lanza? ¿No le habría bastado con dejarla detrás de la puerta?».

Empezaré por decir que Cervantes no describió el dichoso astillero, pero bien se entiende que una casa de aldea no es el cuarto de armas de una compañía de lanceros: una sola lanza no requería más de dos o tres estacas clavadas en la pared a distancia acorde a la longitud del astil. La RAE no recogió astillero hasta 1770, pero en 1611 Covarrubias (voces asta lancera) ya había incluido «astillera, que por otro nombre se llama lancera…, adorno de la casa de un hidalgo en el patio o soportal».

Mucho después (1620), el lexicógrafo e hispanista Lorenzo Franciosini lo describió perfectamente en su Vocabolario Italiano e Spagnolo: «rastrello dove si tegnon attacate l’arme inhasta, como picche, alabarde».

En mi despacho, patente a la vista, junto a un acerado don Quijote, tengo un Winchester-1876 (de imitación) attaccato en un artístico y discreto rastrello hecho con dos balas. ¿Acaso había de tenerlo en el fondo de un armario sepultado por los abrigos? Que un hijo-de-algo aldeano conserve a la vista una vieja lanza en su correspondiente astillero evidencia el melancólico y orgulloso recuerdo de los hechos de sus antecesores.

En fin, no comulgo con que del astillero de don Quijote penda «la interpretación de fondo, literaria y filosófica, de… nuestro libro más importante». Ahora bien, quien esto escribe está tan lejos del infalible pontificado, que desde aquí admite su merecida inclusión en el denostado paquete de «los anotadores»: mi tejado también es de vidrio, como el del más pintado.

 

Enrique Suárez Figaredo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La Sociedad Cervantina muestra en forma de ruta el patrimonio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 04/08/2024

 

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Con el aforo completo de inscritos, treinta personas han podido disfrutar de esta ruta guiada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que, incluida en la programación del Fin de Semana del Patrimonio que organiza anualmente el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, ha tenido lugar en la noche del sábado 3 de agosto

Alcázar de San Juan, 4 de agosto de 2024.- Con una asistencia de personas que completaba el aforo de inscritos, puntualmente a las 22:00 horas del sábado, ante la estatua de Alonso Quijano con su gato, obra del escultor valdepeñero José Lillo Galiani, daba comienzo la ruta guiada que coordinó la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Esta ruta que, está enmarcada dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio, actividad que anualmente y en el primer fin de semana de agosto organiza  el Ayuntamiento de Alcázar, mostró al numeroso público inscrito en la actividad, la gran vinculación que tiene la ciudad de Alcázar de San Juan con Miguel de Cervantes y su obra.

A continuación, los asistentes se desplazaron a la Plaza de Palacio, donde tuvieron ocasión de conocer -a través de las explicaciones de Luis Miguel Román-, la historia que encierra el Quijote Cósmico, busto que Eulalio Ferrer, santanderino exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México, regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan unos meses después de su nombramiento como hijo adoptivo en marzo de 1992, según cuenta en Salitre nº 8, Javier Calamardo Murat:

«Ferrer, que había fundado el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato en 1987, quiso agradecer el reconocimiento obsequiando al pueblo alcazareño con un busto de Don Quijote. La escultura se colocó en la plaza de Palacio y la inauguración se llevó a cabo el 9 de julio de 1993, en presencia de Eulalio Ferrer, el alcalde Anastasio López, el escultor Santiago de Santiago y varios miembros de la corporación municipal, así como de numerosos vecinos de la localidad».

En este monumento que en julio ha cumplido 31 años de su instalación, Luis Miguel Román mostró a los asistentes una edición de un Quijote igual al adquirido por Eulalio Ferrer, el 7 de febrero de 1939 en su camino al campo de refugiados de Argelès-sur Mer, novela que le marcaría para toda la vida:

«Fue una gran fortuna para mí que esta apretadísima edición de 1902, de Calleja, cayera en mis manos; libro de cabecera, como le llamo. Cuando aquel miliciano extremeño me ofreció el libro, en Port-Vendres, a cambio de la cajetilla de cigarros que llevaba, sin ser fumador, me pareció natural, sin duda ventajosos para mí. Nunca podré agradecer suficientemente la bondad de un regalo así. Nunca el más grande loco de nuestra historia estuvo mejor acompañado. Y no lo digo por mí, que no sé en qué grado lo estaré, sino por todos estos admirables locos con quienes comparto el confinamiento. En cada uno de ellos creo ver un gesto, una mirada, una ilusión de don Quijote». (Entre alambradas. Eulalio Ferrer).

Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, la más antigua parroquia de la diócesis de Ciudad Real, fundada en 1226 y que en 2026 cumplirá 800 años desde que se erigió como parroquia, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en este mismo lugar el 9 de noviembre de 1558 y que fue el inicio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que perdura hasta hoy.

Esta partida de bautismo, junto con la lista de heridos que estaban en el hospital de Mesina, curando sus heridas sufridas en la batalla de Lepanto  y en la que figura un Miguel de Cervantes y También otro Miguel Cervantes (que recibieron diferentes cantidades como ayuda para su recuperación), suscitó entre los asistentes un intenso debate sobre la existencia de dos personas coetáneas que se llamaron igual y que a pesar de la diferencia de 11 años de edad entre ellas, está acreditado que estuvieron ambas presentes en la jornada naval de Lepanto.

Encaminándose a través de la calle San Antonio pasando por el Museo Formma ubicado en el antiguo “Granero de las Monjas” y pasando frente al callejón del Toro, los asistentes hicieron una breve parada en el cruce de esta calle con la calle San Juan, justo en el lugar en el que Constantino López explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba (nótese la diferencia de apellidos entre hermanos ya que entonces no era obligatorio registrarse con el primer apellido del padre y el primero de la madre, como en la actualidad).

Según las crónicas de la época, dos caballeros llamados Pedro Barba y su primo Gutiérrez Quesada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes dice don Quijote: «…de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón».

También se explicó a los asistentes que un bisnieto de Juan López Caballero, llamado Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes», justamente como Cervantes describe en el capítulo I a Alonso Quijano.

En la Plaza de Cervantes, antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de las personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior  y Juan Francisco Ropero y Tardío (abogado de los Consejos Reales) quien puso al corriente de Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo a través de diferentes generaciones desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1780 de la Real Academia Española, realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

De nuevo, en este punto volvió a suscitarse un intercambio de opiniones sobre cuál de los dos bautizados con igual nombre pudo ser el autor del Quijote, a lo que los miembros de la Sociedad Cervantina aportaron el dato referido por el propio Cervantes en el Prólogo de la Galatea:

 “… solo quiero responder a los que libres de pasión, con mayor fundamento se mueven a no admitir las diferencias de la poesía vulgar, creyendo que, los que en esta edad tratan de ella, se mueven a publicar sus escritos con ligera consideración, llevados de la fuerza que la pasión de las composiciones propias suele tener en los autores de ellas, para lo cual puedo alegar de mi parte la inclinación que a la poesía siempre he tenido, y la edad, que, habiendo apenas salido de los límites de la juventud, parece que da licencia a semejantes ocupaciones”.

Cervantes decide publicar sus versos de La Galatea (1585), “habiendo apenas salido de los límites de la juventud”. Aquí tenemos uno de los datos autobiográficos más importantes que tenemos de Cervantes, su edad aproximada cuando publica La Galatea. Esta obra veía la luz cuando el Miguel de Alcalá tenía treinta y ocho años (muy alejado de su juventud)  y el Miguel de Alcázar, veintisiete años.

Desde el mismo lugar en que estaba la casa natal de Miguel de Cervantes, se explicó a los asistentes el resto del recorrido, especialmente el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando a conocer a los presentes los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que son un patrimonio único en España, conjunto de azulejos en el que se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que además están colocadas en perfecto orden cronológico.

Ya en las estatuas de don Quijote y Sancho Panza de la Plaza de España, recientemente remodeladas, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza, que junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes.

En la despedida, los miembros de Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan tanto los ya mencionados como Alonso Cobo y Enrique Lubián (que también colaboraron en la organización de la ruta), agradecieron a los asistentes la gran acogida que esta ruta siempre suscita entre el público y no se cansaron de recomendar la lectura del Quijote, especialmente del que está disponible en la web de la Sociedad, una versión muy de fácil lectura editada por el Socio de Honor, Enrique Suárez Figaredo, titulada “Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas”, que además de ser de descarga gratuita está en lenguaje actual que puede leerse sin necesidad de parar a cada momento para consultar las anotaciones a pie de página.

Haz clic para acceder a QUIJOTE_SC_Alcazar.pdf

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

"Para el Instituto Cervantes, México es muy importante"

Fecha de Publicación: 27/07/2024
 

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Washington Daniel Gorosito Pérez

Estuvo de visita en México, el poeta Luis García Montero (Granada, España; 4 de diciembre 1958), quien funge como director del Instituto Cervantes con el objetivo de firmar un convenio cultural con la Cámara de Diputados y recibir un reconocimiento por parte de este órgano legislativo.

Externó que dicho acuerdo le permitirá dar protagonismo en México a los ganadores del Premio Cervantes, galardón que es considerado el Nobel de las letras en español.

“Es el premio que todos los años reconoce la creatividad literaria del español y ahora existe la posibilidad de invitar todos los años  a la Cámara de Diputados de México, a quien lo obtenga para que pueda desarrollar una cátedra donde hable sobre su literatura, sobre su vida y su significado”.

El poeta integrante de la generación de los 80, de la corriente denominada poesía de la experiencia, recordó que el español es el segundo idioma del mundo después del chino mandarín, en hablantes nativos.

“Tiene 500 millones de hablantes y el país con el mayor número es México, además si contamos los mexicanos que viven fuera, ya que el segundo país en número de hablantes nativos es Estados Unidos, con 60 millones de hablantes registrados y la gran mayoría de esos hispanos son mexicanos. Para nosotros, México es muy importante”, afirmó el director del Instituto Cervantes.

Una de las líneas de trabajo que comentó García Montero es advertir que el español no es una lengua de pobres. “Es una de las grandes lenguas de cultura del mundo. En segundo, lugar que los valores humanos de nuestro idioma respeta la dignidad de la pobreza, que eso de caricaturizar y ver la pobreza como una infamia humana es un disparate”, afirmó.

El escritor y Catedrático de Literatura Española  en la Universidad de Granada, compartió que uno de sus libros favoritos es de Luis Cernuda: “Variaciones sobre tema mexicano”.

“Cernuda fue un exiliado y vivió el principio de su exilio en Londres, después fue a Estados Unidos y llegó a México, donde vivió en la Ciudad de México y escribió un poema diciendo: qué emoción oír mi idioma materno en la calle”.

García Montero dijo coincidir con otra idea del autor español de la Generación del 27: entre todos tenemos que luchar para salir de la pobreza, tenemos que progresar, pero sin caer nunca en la prepotencia de lujo y sin hacer que el dinero le pierda el respeto a la dignidad humana.

“El español no es sólo la lengua de Miguel de Cervantes o de Sor Juana Inés de la Cruz o de Gabriel García Márquez, la lengua necesita también que el español sea una lengua de ciencia y tecnología”, comentó.

Una meta del Instituto Cervantes es conseguir que las universidades de los países hispanos hagan ciencia, no sólo en inglés sino también en español. “Que la transformación tecnológica que estamos viviendo y que en el lenguaje de la máquina no sólo se hable el inglés sino también el español”.

Se refirió también a la importancia de comprender que la cultura popular tiene que convivir con la cultura académica para que haya una extensión del español. El poeta concluyó que es necesario establecer vínculos con las culturas populares que pueden despertar el interés por el español, “eso trabajamos y a mí me parece una apuesta interesante”.

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PAUZA “Histórica Capital Cervantina de América»

Fecha de Publicación: 25/07/2024

PAUZA “

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Artículo escrito por  Italo Villaverde Huaita (Pauza, Perú)

Mi pueblo tiene varios títulos y reconocimientos que supo forjar y ganarse a lo largo de su historia, nosotros no necesitamos colgarnos las medallas en el pecho, sino en el alma, recordar que nuestro pueblo durante el virreinato tuvo la denominación de la ciudad de los “Caballeros de Santiago” y capital del corregimiento de Parinacochas, a inicios de la época republicana y promulgada la primera constitución del Perú de 1823, fue el primer distrito capital de la Provincia de Parinacochas, después de 94 años (1891-1985) recobra su jerarquía de capital de la nueva Provincia de Paucar del SaraSara, según Ley N°24046 y se eleva a la categoría de Villa, el año 2003 con fecha 26 de abril fue declarada como la Capital Cervantina de América y este 26 de abril cumple 21 años de aquella declaratoria de Pauza como la histórica “Capital Cervantina de América”.

Es que el Quijote es una reflexión sobre nuestra vida, con el acierto de hacernos pensar en nuestro comportamiento ante situaciones reales, aunque para ello vivamos nuestras propias fantasías, a pesar de todo complace ver cómo el caballero andante, con su sapiencia y ocurrentes pláticas, sus alucinaciones hilarantes saliese del libro de Cervantes y diera vida a su personaje, aquella primavera de 1607 en la plaza de armas de Pauza, esta teatralización que ha logrado calar en nuestro diario vivir y abrir paso a la interculturalidad de los pueblos, no olvidando nuestro origen andino, que es parte de nuestra identidad. Hoy Pauza es cultura viva, revive sucesos históricos, festeja y celebra sus costumbres y tradiciones ancestrales.

La puesta en valor de la memoria colectiva de nuestra gente no debe perderse, el paucino debe conocer sus usos, costumbres y su historia para conservar su identidad, quiero testimoniar mi reconocimiento y homenaje póstumo en este artículo a quién antes de partir de este paraíso terrenal en viaje en polvo hacia las estrellas, me encargo difundir este acontecimiento histórico suscitado en nuestro pueblo, me refiero al hijo predilecto de Pauza, Wilfredo Huaita Núñez, personaje notable, Ingeniero de Minas, ex Ministro de Estado y ex Embajador del Perú en los Estados Unidos Mexicanos, él nos recordó este legado cultural en un manuscrito memorable “Encuentro de dos mundos”, tomo un extracto referido a este hecho histórico.

España nos trajo con la hoja toledana de la conquista, la cruz redentora, el habla de Cervantes y el mestizaje de nuestros pueblos que se forja en el largo coloniaje de la nueva España y el Virreinato del Perú. La raza cósmica vasconceliana, heredera de la cultura andina de Toyanbe que nos permite recordar en el tiempo, soy hijo del Tahuantinsuyo, asimilamos la cultura occidental cristiana sin perder la grandeza del Imperio de los Incas, ni las virtudes de su raza, estas disquisiciones se formulan para dar el marco a otro acontecimiento digno de relievarse. Miguel de Cervantes Saavedra escribe su obra memorable “El Quijote de la Mancha” y esta obra pronto cruza el atlántico para figurar entre los libros que acompañan a los conquistadores en América.

En la primavera de 1607, según nuestros cronistas e historiadores fue un 19 de octubre de 1607, donde se escenifica esta obra por vez primera en América y segunda en el mundo, en un remoto rincón del mundo, en un oscuro campo minero llamado Pauza, (Después de una mascarada que se llevó a cabo en junio de 1605 en Valladolid – España).

Este acontecimiento realizado en la plaza de armas de Pauza, fue para celebrar la designación como XI Virrey del Perú, al Marqués de Montesclaros Don Juan Mendoza y Luna. En ese entonces PAUZA era la Capital del corregimiento de Parinacochas y Don Pedro de Salamanca era su corregidor y admirador del flamante Virrey, ahora Pauza es el distrito capital de la Provincia de Paucar del SaraSara de la Región de Ayacucho por Ley N° 24046 del 02 de enero de 1985, bajo el contexto y sucesos anteriormente descritos, un 26 de abril del año 2003 la Gestión Edil 2003-2006 de la Municipalidad Provincial de Paucar del SaraSara, a propuesta de su Alcalde, previo debate y aprobación, se emitió la Resolución de Alcaldía N° 031-2003-MPPSS por el cuál: Declaran a la Ciudad de Pauza como parte del Patrimonio Cultural de la Nación y Capital Cervantina de América, resolución que ha sido puesto en conocimiento de la población y entidades gubernamentales.

Este hecho histórico suscitado en Pauza, basada en la obra cumbre de la literatura universal de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha, el presente año cumplirá 417 años de su puesta en escena en su histórica Plaza de Armas y me pregunto si Don Quijote volviera con su magra figura a recorrer hoy Pauza, entonces se encontraría con un conocido del viejo mundo, el Apóstol Santiago, el santo patrono del pueblo. Nuestro agradecimiento a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, en Castilla-La Mancha (España), por su respaldo incondicional a nuestras gestiones y actividades culturales, al Colectivo “Llaqta Maqta” de seguir apostando en realizar actividades culturales y continuar con el Festival Cervantino que es parte de la interculturalidad que une a nuestros pueblos.

Mi llamado a quien ocupa el sillón de Nina Condor Quispe Huamán en el gobierno local provincial, que quiere cosechar frutos de plantas que nunca sembró, pero que tiene la obligación de proteger y promover la diversidad cultural y adoptar políticas que favorezcan la inclusión y participación de todos los pobladores. Que se entienda que el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural, es de vital importancia proteger y mantener nuestra identidad ya que nos acompañará a lo largo de nuestra vida, vivamos donde vivamos, Pauza es cultura viva, revive sucesos históricos, festeja y celebra sus costumbres y tradiciones ancestrales somos un pueblo que resume lo que fuimos, lo que somos y porque seguiremos siendo un pueblo por demás extraordinario en historia, tradición, sabiduría y todo lo que pueda encerrar bajo el general y amplio concepto de CULTURA.

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Ver también, el artículo: https://sociedadcervantinadealcazar.home.blog/2023/04/24/se-cumplen-veinte-anos-de-la-declaracion-de-pausa-peru-como-capital-cervantina-de-america/

Cantería y piedras de afilar en Villafranca de los Caballeros

Fecha de Publicación: 15/07/2024

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Félix Patiño Galán.- https://orcid.org/0000-0003-4171-5419

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RESUMEN

 Villafranca de los Caballeros, es un pueblo de Castilla – La Mancha en la provincia de Toledo. Sabemos que desde el siglo XVIII, ha desarrollado una actividad de extracción y elaboración de piedras de afilar utilizando las vetas de los terrenos de alrededor de sus lagunas, al Noroeste del pueblo y fabricando otros productos como abrevaderos, piedras de construcción, lápidas funerarias y otros. Nuestras fuentes han sido los testimonios de personas que han participado en estos trabajos y pretendemos reconstruir parte de los procesos de extracción, fabricación y comercialización. Una actividad que desapareció en la segunda mitad del siglo pasado y no podemos dejar que se diluya en el olvido.

ABSTRACT

Villafranca de los Caballeros, it is a town of Castilla – La Mancha in the province of Toledo. We know that, at least since the XVIII century, it has engaged in the extraction and production of sharpening stones using the seams found in the lands surrounding the nearby lagoons, to the Northwest of the town and manufacturing products such as troughs, building stones, gravestones and others. Our sources were the accounts of people who participated in these jobs and we intend to replicate part of the extraction, manufacturing and marketing processes. An activity that disappeared in the second half of the last century and that we cannot let fade into oblivion.

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1.- INTRODUCCIÓN Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

Todos los villafranqueros de cierta edad hemos crecido asumiendo como cotidiana la existencia de las piedras de afilar, en todas las casas se usaban piedras que eran de nuestro entorno, en las cocinas, en los hatos de los podadores, en los avíos de los segadores, en las alforjas de los agricultores, en todo momento, hemos encontrado piedras de afilar, piedras de asperón.

Nadie, hasta ahora ha estudiado esta actividad que siempre se ha nombrado como un oficio antiguo, relacionado con una zona concreta del entorno de las lagunas y con unas familias dedicadas a la cantería. Gracias al interés de Pedro Moya, nos pusimos a seguir las pocas pistas existentes: el Catastro de Ensenada y las declaraciones de los testigos vivos de este arte, familiares de los maestros canteros. Gracias a su disposición  y a su memoria hemos podido reconstruir parte de este oficio y definir sus herramientas. Nuestra fuente de información la han compuesto Antonio Velasco, Felisa Velasco y Francisco Velasco, primos ellos e hijos de canteros. Todos han sido testigos de esta actividad y han ayudado a sus padres en diferentes tareas. Vaya aquí nuestro agradecimiento.

La metodología de trabajo ha sido sencilla: Una entrevista grabada con cada uno de nuestros informantes, sus transcripciones y, por último, la referencia más antigua a este oficio en Villafranca: el Catastro de Ensenada. Análisis de estos datos y explicación de las conclusiones en este trabajo.

Estos maestros de la piedra han mantenido y perfeccionado su arte a lo largo de cientos de años hasta el comienzo de la segunda mitad del siglo XX. Es posible que la actividad cantera existiese en siglos anteriores pero no tenemos datos que lo demuestren, hasta ahora. Sí podemos afirmar que los canteros han mantenido esta actividad desde mediados del XVIII a mediados del XX.

 

2.- PRODUCTOS

Los canteros de Villafranca han fabricado piedras de afilar en dos modalidades básicas:

1.- Los asperonesque son de uso corriente. Suelen ser de forma rectangular y de medidas variables en torno a 15/20 x 7/10 cm. Sirven para afilar cuchillos, navajas, tijeras, su uso fue masivo en los períodos de siega para mantener las hoces en perfecto estado. Todas las alforjas de los segadores llevaban, al menos, una de estas piedras; los podadores igualmente las han usado para afilar sus tijeras, hachas y navajas.

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2.- Las piedras de vuelo. Redondas. Sus medidas varían escalonadamente entre 40 y 80 cm de diámetro. Con un agujero central para el eje de giro. Girando en torno a su eje creaban un área de afilado en su circunferencia exterior. Se han vendido en diferentes zonas como Madrid, Segovia, Cáceres y han sido una herramienta de afiladores ambulantes y de carpinteros del entorno.

Otros productos:

3.- Pilillas para usarlas como pesebres de animales, en Villafranca solían ser para los cerdos de cría. Son de una pieza con unos 50 cm de diámetro y 30 cm de altura. Compuestas con una sola piedra que se vaciaba en su centro, dejando unas paredes de 7/8 cm de grueso.

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4.- Pilones aproximadamente son el doble que las pilillas. Con laterales curvos y los bordes largos y rectos. Su uso más corriente era como abrevadero de ganado caballar.

5.- Lápidas para el cementerio. Con diferentes motivos, letras e imágenes. Rectangulares, con algún adorno y cenefa, grabados los nombres de los difuntos. En las ilustraciones 3 y 4 se muestra la lápida de Martín Velasco Casilda, muerto en diciembre de 1930, maestro cantero. Podemos observar las imágenes de su oficio: pico, maceta, compás, cincel, barreno.

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6.- Losas de lavar para la ropa. Sobre las que se enjabonaba y se apretaba la ropa.

7.- Trancos para sujetar las tinajas, de forma triangular, con un lado con superficie curva para acercarlo a la tinaja. Antes había una o varias tinajas en las cocinas y despensas (para agua, vino y otros). Necesitaban tenerlas inmovilizadas y seguras.

8.- Números de las casas, para poner sobre las puertas.

9.- Piedras de construcción con forma rectangular que se han utilizado en la construcción de sillería o mampostería en el pueblo. La Iglesia parroquial y la ermita del Cristo son ejemplos muy claros.

10.- El polvo de asperón se ha utilizado tradicionalmente como ayuda para fregar y dar brillo a los cacharros de cocina. Sartenes, ollas y cucharas. Mezclado con agua pule y abrillanta los útiles de hierro.

 

3.- HERRAMIENTAS DE TRABAJO

 

Un taller de cantero durante el siglo XX estaba formado por varias personas que trabajaban en equipo en el campo o en casa. Sus instrumentos de trabajos son: Picos, macetas, compás (como el de la imagen), algún barreno (barra gruesa de 1,5 metros de alto con el que se hacía palanca), esteras para sentarse en el suelo, escobas pequeñas para ir limpiando las rozas y la superficie de la piedra que se trabaja, esportillas para sacar la tierra, cinceles, mazas, cuñas de hierro y de madera.  Los picos eran de varias clases: el pico de desbastar (de punta fina), el de hacer rozas (un poco más grande y con punta algo más gruesa), el de labrar (de punta finísima). Estos picos se aguzaban en las fraguas del pueblo y había algunos herreros que lo hacían especialmente bien.

La ilustración 6 muestra a la familia de canteros fotografiada en el patio de su casa en los años 50. Francisco Velasco Nieto (el niño) con sus padres: Constancio Velasco de la Torre y Cruz Nieto García. Se pueden observar la piedra de vuelo con el hueco del eje cuadrado y las piedras amontonadas para hacer asperones. Especial atención merecen los picos de cantero que portan padre e hijo.

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Hay constancia de utilización de barrenos de pólvora en algunos casos para la extracción de piedra de construcción. Y recuerdos de algún accidente como consecuencia de esta práctica.

 

4.- CANTERAS

Villafranca de los Caballeros es un pueblo al SE de la provincia de Toledo. La piedra del entorno tiene un color rojizo y una textura arenosa fina, a veces aparecen vetas más claras, amarillentas, con piedra algo más dura.

Existen referencias a esta actividad en el Catastro de Ensenada de 1752.

Antonio de Bustos, maestro cantero (56 años): Viñas, casado con María Manrique (50). Hijos: Antonio (24), oficial de cantería, Trinidad (10). (…)

Por los capitulares y peritos se le reguló que gana de salario el día que trabaja su oficio de cantero, 5 r v. (…)

Alfonso Rodríguez Velasco, labrador y cantero (54), viudo. Hijos: Alfonso (23), ayudador de la labor, Antonia (17), Manuela (19). (…)

Utilidad: Se le reguló el jornal diario de su oficio de cantero en 5 r v. (…)

Las canteras nombradas son las del Pósito, las de San Antón y las del Agua.

No se habla del tipo de piedra trabajada y se establece el jornal de un maestro cantero en 5 reales de vellón. Todas en el entorno de las lagunas.

Las últimas en la memoria de los entrevistados están al N de la laguna de la Sal, las de San Antón y las del Polvorín. Parece que en los alrededores de las lagunas se abrieron diferentes puntos de explotación de piedra. Este mapa nos muestra los lugares señalados como canteras en el siglo XX.

 

Cantera de San Antón

2500 m de distancia aproximada a Villafranca

Latitud:               39º 26′ 27.03″ N

Longitud:           3º 20′ 14.30″ W

Coord. X:            470.974,23

Coord. Y:            4.365.753,28

Cantera del Polvorín

3400 m de distancia aproximada a Villafranca

Latitud:               39º 26′ 46.94″ N

Longitud:           3º 19′ 40.92″ W

Coord. X:            471.774,24

Coord. Y:            4.366.364,11

Camino de las Lagunas

2000 m de distancia aproximada a Villafranca

Latitud:               39º 26′ 27.62″ N

Longitud:           3º 20′ 59.75″ W

Coord. X:            469.887,87

Coord. Y:            4.365.775,81

Las tres canteras son de fácil acceso utilizando la carretera de Quero las dos primeras y el camino de las lagunas en la tercera, ya casi desaparecida. La del polvorín fue horadada y utilizadas sus galerías como polvorín en la Guerra Civil. Después de la contienda, la parte militar estuvo cercada y separada, si bien al lado siguieron los trabajos de cantería. Ésta y la de San Antón estuvieron activas hasta la extinción de estos trabajos. La orografía es eminentemente llana y los veteados de piedra se han buscado excavando en los alrededores de la laguna.

 

5.- EL TRABAJO DE LOS CANTEROS

A.- Aspectos técnicos del arte de la cantería:

El trabajo de los canteros lo podemos describir gracias a los testimonios de  los entrevistados, en especial a Antonio Velasco que, de manera magistral definió así el trabajo en el campo, sobre el terreno: Antes de llegar a la piedra viva, hay que desmontar la tierra que la cubre, picándola y sacándola en esportillas para amontonarla fuera del lugar de trabajo. En esta labor participaba toda la familia, aquí recuerdan su participación nuestros informantes, que entonces eran niños.

Proceso:

a) Desmonte: Para sacar la piedra de vuelo había que desmontar la capa de tierra que cubre la piedra, ésta solía estar a una profundidad de 2 – 2,5 m, se desmontaba la superficie que consideraban que podían trabajar en ese verano (20 – 25 m2). Descubierta la roca, había que limpiar la primera capa de 5-10 cm, picándola y extrayéndola, esa roca era demasiado débil, no valía, demasiado arenosa, poco concentrada.

b) Marcado: Una vez limpio el tajo, comenzaban a marcar las piedras aprovechando todos los rincones, dibujaban sobre la piedra las diferentes medidas de las piedras de vuelo, trabajaban con las medidas de 40, 50, 60, 70 y 80 cm. Con el compás se trazaba el perfil de la piedra y después con el pico se remataba el perfil con una línea de puntos. Era necesario tener mucho “pulso” para seguir una línea tan fina y tener en cuenta los temidos “pelos” cortes o roturas de la piedra que se ven con mucha dificultad y rompen las piedras por las que pasan, si no se han detectado antes de trazar los perfiles, causan estragos, rompen la piedra como si la cortasen.

c) Ahondamiento: Se procede a picar la piedra alrededor de lo marcado, teniendo presente que ésta puede ser utilizada más tarde. Se hacía una roza de unos 5 cm de ancha por 12, 13 cm de fondo, después se ahondaba otros 5 cm. Con esto quedaban a la vista las piedras de vuelo sobre la roca madre.

d) Extracción: Señalaban los puntos por los que introducir las cuñas de hierro que habían de despegar las piedras de vuelo. Con mazas, les daban a las cuñas escuchando como rompían las piedras para conseguir una superficie lisa y uniforme. Aquí el peligro son las “hojas” de la piedra que rompían dejando una piedra más delgada o más gruesa. En el segundo caso el defecto tiene solución con un simple desbaste. Si la piedra no daba su medida, tampoco valía y se añadía al montón para el invierno. Estos golpes finales eran tarea exclusiva de los maestros.

e) Almacenaje y nuevo marcado: Se sacaban las piedras del barranco, las más pesadas se movían rodando con el empuje de dos hombres. Limpio el corte se volvía a marcar una nueva tanda.

En la ilustración 8 las piedras redondas no tienen tallado aún el eje cuadrado. Son de diferentes diámetros. Se observan los picos de cantero y detrás, el montón de piedras para convertir en asperones.

 

Este trabajo se repite una y otra vez, con 8 a 10 tandas hasta llegar al agua, las últimas, son especialmente incómodas por la humedad, los canteros tenían que trabajar sobre esteras para protegerse del agua.

f) Desbaste y labrado: Las piedras que se sacaban de la cantera se ponían con una de pie y dos más, una en cada lado apoyadas en la primera, se montaba una fila con la primera en el centro. Allí se iban secando. Después, en el mismo sitio las desbastaban, las labraban y les hacían el agujero, esta última era una tarea especialmente difícil. Había que tener muchísimo cuidado para conseguir un agujero cuadrado en una piedra de unos 10 cm de ancha, la piedra podía saltar y romperse fácilmente. El agujero debía tener la medida justa que figuraba en una tablilla que usaban de referencia.

g) El final de la extracción lo marcaba el agua. Se trabajaba desde mayo hasta mediados de septiembre en la cantera, luego en casa con las piedras irregulares. Las partes que no se podían aprovechar y las piedras que se rompían se amontonaban para luego trabajarlas en invierno. El período de frío lo dedicaban a la fabricación de asperones sobre piedras sobrantes. Las medidas de los asperones eran variables entre 15 o 20 cm de largo y 7 o 10 cm de anchura y grosor.

La limpieza del corte, quitando la arenilla le tocaba a él como el niño de la cuadrilla. Había que sacarla en esportillas a la superficie, arriba de la cantera, haciendo un montón de tierra inservible.

B.- Aspectos sociales:

Todos los entrevistados coinciden en que el trabajo de cantero es duro y esforzado. El buen tiempo lo dedican a la explotación directa de la cantera. A extraer piedras de vuelo de diferentes medidas y los otros productos. El invierno y los momentos de lluvia se dedican a elaborar piedras de asperón de las diferentes piedras que se sacan más allá de las redondas y otros encargos.

Cada miembro de la familia ayudaba en la medida de sus posibilidades. Niños y niñas trabajaban en el desmonte previo al afloramiento de la roca viva, en los traslados de las piedras en basto a las casas para que sean trabajadas en invierno, en el embalaje de los asperones para trasladarlos a otros pueblos en carro o a las estaciones ferroviarias de Quero y de Alcázar de San Juan.

Todos coinciden en que era un trabajo duro y sin horario con el concurso de toda la familia. A veces vivían en la cantera todos los miembros de la familia, en tiempo de extracción, primavera y verano. Así lo hacía la familia de Antonio Velasco en las antiguas dependencias militares del Polvorín.

El punto más negro es la silicosis, todos los varones de las familias de canteros murieron muy afectados por enfermedades pulmonares.

No eran extraños los accidentes como consecuencia del uso de picos o macetas, de la pólvora o de la caída de piedras voluminosas.

 

6.- COMERCIALIZACIÓN Y DESTINO DE LAS OBRAS ACABADAS

Los canteros de Villafranca se han servido de la proximidad de las estaciones de ferrocarril de Alcázar de San Juan y de Quero para comercializar sus piedras. Más tarde utilizaron el transporte por carretera. Y siempre, el carro y los caminos.

Se han mandado piedras de afilar a Segovia a una fábrica de cuchillería, piedras de vuelo a la cuchillería Atocha de Madrid, igualmente llevaban a fábricas de mármoles piedras en bruto, también a una fábrica de Villanueva de la Serena en Cáceres. Los asperones se transportaban en espuertas, empaquetadas y acompañadas de paja para que no se rompiesen con el roce durante del viaje.

Los pedidos del mercado local y de los pueblos vecinos eran de todos los productos, asperones, pilillas, pilones, lápidas para el cementerio, mampostería, etc.

 

7.- CONCLUSIONES

El oficio de cantero ya existía, al menos, a mediados del siglo XVIII en Villafranca. Es posible que tenga mayor antigüedad teniendo en cuenta la calidad de las piedras del entorno.

Durante los siglos XIX y XX, la elaboración de piedras de afilar ha supuesto el grueso de la carga de trabajo de los canteros de esta localidad.

El arte de la cantería ha pasado de generación en generación dentro de las mismas familias hasta su desaparición en los años 60 del siglo XX.

Los mercados de piedras de afilar, asperones y piedras de vuelo, fueron, además el mercado local y de los pueblos próximos, Madrid, Segovia y Extremadura. Utilizando los medios de cada época: el carro con los caminos y carreteras, el ferrocarril desde las estaciones de Alcázar de San Juan y de Quero y en los últimos tiempos, el camión.

En nivel empresarial de los canteros de Villafranca siempre fue el de explotación familiar.

Todos murieron de afecciones pulmonares, la silicosis fue la afección más común.

 

8.- INFORMANTES

Las fuentes de este artículo son las entrevistas a parientes de los últimos canteros que han acompañado a sus padres en el trabajo de la cantera. Desmontando, limpiando, subiendo la tierra a lugares donde no moleste, incluso ayudando a sus padres en tareas más delicadas. Testigos del trabajo callado de sus padres, en invierno, a la vera de la lumbre, haciendo asperones que luego apilaban en espuertas para venderlos en los diferentes mercados.

Es momento de agradecer el testimonio de tres personas:

  • Francisco Velasco Nieto, de 74 años. Hijo de cantero. Trabajó en el oficio hasta los 18 años. Entrevistado el 18 de septiembre de 2019.
  • Felisa Velasco Cervantes, nació en 1947 en Villafranca de los Caballeros. Hija de Félix y Valeriana. Miembro de una familia de canteros. Trabajó en los pasos previos al desmonte antes de llegar a la piedra viva. Ayudó en tareas auxiliares. Entrevistada el 12 de octubre de 2019.
  • Antonio Velasco Casero, 63 años. Nacido en 1956. Hijo de cantero, desde pequeño colaboró en todos los trabajos con su padre. Entrevistado el 19 de diciembre de 2019.

 

9.- OTRAS FUENTES

Catastro de Ensenada. Consultado durante el año 2018 gracias a sitio https://www.familysearch.org/es/. En él hemos encontrado las huellas más antiguas de los canteros de Villafranca.

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El milagro de los rayos del sol a soslayo

Fecha de Publicación: 30/06/2024

Este pasado 24 de junio llegaba a Santiago de Compostela, esta vez no como peregrino. Se celebraba el día del nacimiento de San Juan Bautista, fiesta importante en el calendario cristiano. Son las 18:00 horas y casi por inercia, desde la Plaza del Obradoiro, me encaminé a la entrada de la catedral compostelana en la Plaza de Platerías. Había en el interior muchos peregrinos susurrando en diferentes idiomas, ya sin sus mochilas y bastones de camino, cumpliendo con la tradición de dar un abrazo al apóstol Santiago y escuchar la Misa del Peregrino. Sus cuerpos mostraban signos evidentes de cansancio, algunos habían hecho el Camino Francés desde Roncesvalles durante más de treinta jornadas, pero sus caras expresaban paz y satisfacción.  Como un peregrino más abracé al apóstol y esperé pacientemente el comienzo de la misa. Las dos veces que había hecho como peregrino los últimos 117 km del Camino no pude asistir a esta misa y por lo tanto tampoco ver el momento mágico de la incensación de la catedral con su enorme Botafumeiro.

Imagen de La Voz de Galicia

 

En la Edad Media ya se usaba un gran incensario para purificar la catedral y a los miles de peregrinos que abarrotaban sus naves. En el Códice Calixtino, del siglo XII, además del relato del traslado del cuerpo del apóstol Santiago desde Jerusalén a Compostela, este documento valiosísimo contiene una guía de caminos para los peregrinos, describiendo los conventos y santuarios que encontrarían a su paso, como también de la catedral compostelana y su formidable incensario. Hoy está en uso el construido en 1851 de latón plateado, de una altura de 1,5 m y un peso de 62 kg, sin las brasas y el incienso. El anterior, del siglo XV, totalmente de plata, fue robado por el ejército napoleónico en 1809.

Eran las 20:15 cuando, antes de la bendición, un grupo de hombres cargaron el Botafumeiro de brasas e incienso, y, con un ingenioso sistema de poleas suspendidas del cimborrio del crucero de la catedral, lo hicieron volar como un gran péndulo por la nave transversal, ante la mirada atónita de todos los asistentes. No es más de dos minutos lo que dura esta precisa maniobra,  mientras el órgano interpreta el himno al apóstol, pero suficiente para que el ambiente de toda la catedral se llene de humo y olor del incienso.

Fotografía de Luis M. Román

 

Terminada la misa, los peregrinos iniciaron su salida de la catedral, su Camino, ahora sí, había terminado. Yo estaba en la parte del medio de la nave central y esperé unos minutos a que la mayoría saliesen. Y en ese momento,  un gran rayo de sol que entraba desde una de las vidrieras de la Puerta de la Gloria me llamó la atención, potenciado por el intenso humo del incienso. Recorde de inmediato el milagro que Alonso de Villegas, en 1594, describió en su Fructus sanctorum y quinta parte del Flossanctorum, al tomar el protagonista un rayo del sol que entraba muy inclinado, casi horizontal, por alguna vidriera como un madero en el que apoya su capa o manta:

«En tanto que pasaba esto, Goar entró en la iglesia donde estaba Rústico, el obispo, con sus clérigos. Miró a una y otra parte y vido que, siendo hora de ponerse el Sol, entraba un rayo dél al soslayo y daba en un rincón. Parecióle que era madero que estava allí, y viniendose caluroso, quitóse el manteo y fuese a poner sobre él, y el rayo del Sol le sostuvo, estándolo mirando el obispo con todos sus clérigos, lo cual también fue por él atribuido a arte mágica.»

Esta imagen, que solo se puede apreciar muy pocos días del año, tuve la gran dicha de poder verla el pasado día de San Juan en la catedral compostelana. Imagen que ilustrará una de las notas que incluiré al curioso lector viajero en la segunda parte de Tras los pasos de Rocinante, que aquí te adelanto:

2.1 A soslayo

Vas a seguir los pasos de Rocinante. Saldrás del lugar de don Quijote hacia el este en busca de unos gigantes que pronto verás. Tú vas a decidir la estación del año y la hora del día en el que te pondrás en camino, pero siempre hacia el este, por donde sale el sol. Quizás te animes a comenzar esta segunda salida de don Quijote como él y su escudero hicieron, en mitad de una corta noche de verano manchego y con los primeros rayos del sol abras tu Quijote y leas:

«Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no los fatigaban» (Q1, 7)

A no ser que en ese momento del día el sol esté muy alto o sea al final del día cuando decidas ponerte en camino, y te pase desapercibida esta circunstancia, creerás que el texto cervantino y esta guía de caminos no se corresponden con la incidencia de los rayos sobre tu cuerpo. Los rayos del sol te dan de frente y no de lado, como esperabas.

No tardarás en consultar en tu Smartphone lo que la RAE dice de la palabra soslayo.

 Soslayo:

1. adj. Soslayado, oblicuo

-Al soslayo

1. loc. adv. Oblicuamente

-De soslayo

1. loc.adv. Oblicuamente

2. loc. adv. De costado y perfilando bien el cuerpo para pasar por alguna estrechura.

3. loc. adv. De largo, de pasada o por encima, para esquivar una dificultad.

Después de unos momentos de dudas, podrías preguntarte que si Cervantes pone en camino a don Quijote hacia el este en sus dos primeras salidas, ¿cómo es posible que Cervantes cometiese este descuido tan evidente?, o ¿podría tener la palabra soslayo afecciones o significados distintos a principios del siglo XVII a los actuales?

Decides consultar el Tesoro de la lengua castellana, o española compuesto por Sebastián de Covarrubias en 1611, el diccionario del tiempo de la escritura del Quijote, y no aparece esta palabra.

En estas siguientes líneas verás que llevabas razón, que la palabra soslayo tenía otro significado en tiempo de Cervantes, y que no ha llegado a nuestros días.

Además de «por el costado», «perfilar el cuerpo para pasar por alguna estrechura» y «pasar de largo o por encima de alguna dificultad», cuando los rayos del sol están muy bajos, por ser la primera o última hora del día, o por ser invierno ―el sol sube muy poco quedando muy oblicuo con el plano del campo―, se decía en tiempo de la escritura del Quijote que daban los rayos del sol a soslayo, independientemente de que estos incidieran de frente, de lado o por detrás.

Cervantes compara este momento de la segunda salida, con los rayos del sol saliendo por el horizonte, con el calor sufrido en su primera salida durante un largo día del mes de julio.  En julio, en la Mancha, el sol sube tanto y tan rápido que casi todo el día lo llevó sobre su cabeza don Quijote.

Soslayo, no es una palabra muy utilizada hoy a cualquier nivel, y tampoco lo era en tiempo de Cervantes. Según el Corpus diacrónico del español (16-11-2023), Cervantes la utiliza en seis ocasiones en toda su obra conocida, y su gran rival Lope de Vega solo la utiliza dos veces en su extensísima obra. Es Cervantes el autor del Siglo de Oro que más veces la usa:

– Al túmulo del Rey que se hizo en Sevilla (1598)

«… y luego encontinente caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.»

El Quijote (1605)

«… por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban.»

La gitanilla, en las Novelas ejemplares (1613)

«… vemos cómo arrincona y barre la aurora las estrellas del cielo, y cómo ella sale con su compañera el alba… tras ellas, el Sol, dorando cumbres y rizando montes; ni tememos quedar helados por su ausencia cuando nos hiere a soslayo con sus rayos, ni quedar abrasados cuando ellos particularmente nos toca…»

Viaje al Parnaso (1614)

«Al volver de una esquina sentí un brazo… otros dos al soslayo se llegaron, y con la risa falsa del conejo y con muchas zalemas me hablaron…»

Comedia famosa de los baños de Argel (1615)

«En acabando la música, dice el sacristán (Todo cuanto dice agora el sacristán lo diga mirando al soslayo a Caurali)»

El Persiles (1616)

«… metió mano a su espada y por entre los brazos de Seráfido se la metió a Periandro por el hombro derecho, con tal furia y fuerza que le salió la punta por el izquierdo, atravesándole, poco menos que al soslayo, de parte a parte.»

En dos ocasiones utiliza soslayo para significar miradas del protagonista hacia un lado, como con desdén o desprecio: Al túmulo del Rey que se hizo en Sevilla y en la Comedia famosa de los baños de Argel.

Una vez la usa con ocasión de la llegada de algunos personajes por un costado del protagonista del párrafo: Viaje al Parnaso.

En el uso de la espada y la forma de herir con ella una sola vez: El Persiles.

Y en la forma que los rayos del sol inciden sobre los protagonistas en dos ocasiones: El Quijote (1605) y en La gitanilla. En esta última novela, hace referencia al frío que en invierno causa al grupo de gitanos la poca altura que llega a tener el sol, dándoles este «a soslayo», a diferencia del verano en el que el sol los abrasa al subir casi en perpendicular al plano del campo. De la misma manera, al salir el sol en verano, no molesta su calor porque sus rayos inciden «a soslayo», muy bajos, como anota el narrador en el Quijote.

Entre 1585, fecha en la que Miguel de Cervantes publica La Galatea y el año 1625, en todo el Corpus escrito en español, en cualquier tipo de escritura, solo es usada la palabra soslayo en algo más de sesenta ocasiones, una décima parte de ellas Cervantes. La forma de herir con la espada al contrincante, es la más utilizada, como por ejemplo Vicente Espinel, en 1618, en la Vida del escudero Marcos de Obregón anota «que el Marqués no había recebido daño -porque la estocada había sido a soslayo-…», o el Inca Garcilaso de la Vega, en 1605, escribe en  La Florida del Inca que « le pasó la flecha un jubón estofado y lo hirió de manera que, por ser a soslayo, no lo mató» Solo un autor, además de Cervantes, utiliza en este tiempo la palabra soslayo para referirse a la incidencia de los rayos del sol con respecto al plano del suelo. Alonso de Villegas, en 1594, escribía en su Fructus sanctorum y quinta parte del Flossanctorum un hecho milagroso al tomar el protagonista un rayo del sol que entraba muy inclinado, casi horizontal, por alguna vidriera o ventana como un madero en el que apoya su capa o manta. Al contrario que a don Quijote y a Sancho que los rayos del sol no les fatigaban por ser a primeras horas del día, el momento descrito en el interior de la iglesia es al final del día, es al ponerse el sol:

«En tanto que pasaba esto, Goar entró en la iglesia donde estaba Rústico, el obispo, con sus clérigos. Miró a una y otra parte y vido que, siendo hora de ponerse el Sol, entraba un rayo dél al soslayo y daba en un rincón. Parecióle que era madero que estava allí, y viniendose caluroso, quitóse el manteo y fuese a poner sobre él, y el rayo del Sol le sostuvo, estándolo mirando el obispo con todos sus clérigos, lo cual también fue por él atribuido a arte mágica.»

Ilustración de Antonio Mingote (2005)

 

Quizás la mejor ilustración que define «por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban», es la de Antonio Mingote publicada junto con otras muchas más imágenes geniales suyas en Don Quixote de la Mancha. Compuesto por  D. Miguel de Cervantes – Ilustrado por D. Antonio Mingote, editado en 2005 por Editorial Planeta, S.A. en diez magníficos tomos.      

                                                      

Luis Miguel Román Alhambra

Juan Bautista Sánchez Bermejo un molinero de altura en los “Almuerzos de don Quijote”

Fecha de Publicación: 30/06/2024

 

 

En el último Almuerzo de don Quijote de antes del verano organizado por la Sociedad Cervantina de Alcázar, hemos recibido a uno de los pocos molineros en activo que se encargan de construir y mantener todo tipo de molinos de viento

Alcázar de San Juan, 30 de junio de 2024.- En la mañana del sábado la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha tenido como invitado a los Almuerzos de don Quijote a Juan Bautista Sánchez Bermejo, uno de los pocos molineros (dos o tres) que quedan en Castilla-La Mancha con capacidad plena no sólo para reparar y mantener estos ingenios, sino para levantarlos desde cero.

En esta actividad cultural llamada “Almuerzos de don Quijote”, los invitados nos cuentan sus experiencias, sus trabajos y sus proyectos, alrededor de unos típicos platos manchegos, en una charla abierta y fluida que se prolonga por horas, en la que los socios de la Cervantina aprenden mucho del conocimiento de los especialistas que nos visitan.

En esta ocasión Juan Bautista nos ha contado sus últimos proyectos de rehabilitación de molinos de viento, a lo largo de varias comunidades españolas, Murcia, La Mancha y especialmente uno de los últimos proyectos que ha llevado a cabo en Ciudadela (Menorca), la restauración de un molino de tipología Balear de Torre, con seis aspas y cuyo velamen lo forman seis lienzos rectangulares y del que su rehabilitación y puesta en funcionamiento lo ha dejado muy satisfecho.

A lo largo del almuerzo nos ha contado el proceso de fabricación de los componentes de la maquinaria de un molino, desde la selección de los árboles adecuados que le proporcionan las maderas requeridas, hasta el trabajo de elaboración de la madera, dando la forma y longitud a cada pieza y ensamblándolas de forma que el conjunto pueda funcionar de forma correcta.

Esto es importante, porque su experiencia le dice que hay maestros que cuidan y mantienen los molinos, recuperan sus piezas e incluso sus engranajes, pero luego hacerlos funcionar es otra cosa, porque toda la maquinaria del molino es un conjunto que, para que pueda ponerse en marcha, tiene que ir perfectamente ensamblado y ajustado  a fin de obtener de él un óptimo rendimiento en la molienda.

Aprendió el oficio de maestro molinero trabajando con otras personas de la comarca que se dedicaban a este oficio, eran fabricantes y reparadores de molinos de viento que se fueron jubilando y en un momento dado, se atrevió a dar un paso adelante sin miedo y siguió perfeccionándose, y en muchos casos, aprender a base de prueba y error. El resultado de su trabajo es que en la actualidad ha conseguido una fiabilidad extraordinaria y todas sus instalaciones se cuentan por éxitos.

No entrega un trabajo terminado mientras no ve un molino funcionando, si es a eso a lo que se ha comprometido con los clientes. Por eso no es raro que tenga que viajar habitualmente a las Islas Baleares o allá donde son requeridos sus servicios. De hecho, tiene dos proyectos pendientes para rehabilitar molinos de viento en Mallorca.

Podemos decir sin ningún temor a equivocarnos que Juan Bautista es un molinero de altura, ya que le gusta mucho la escalada deportiva y la practica regularmente y siempre que el trabajo se lo permite, para mantenerse en forma y en buenas condiciones de agilidad. En la primavera pasada ha estado por un periodo de dos meses en Argentina, haciendo el ascenso al monte Aconcagua (6.960m) el más alto del continente americano, en la cordillera de los Andes, que es la segunda del mundo en altura tras el sistema de los Himalayas en Asia.

Después visitó el desierto de Atacama en Chile, el lugar no polar más árido del planeta, que con una extensión de 105.000km, parajes en los que hay que soportar temperaturas extremas.

En resumen, la visita de Juan Bautista Sánchez Bermejo ha constituido un “almuerzo” muy productivo para los cervantistas alcazareños, por la sencillez, naturalidad y forma de ser del invitado, una visita de la que se han beneficiado para perfeccionar en gran medida su conocimiento profundo del molino de viento, tanto de la manipulación de sus principales componentes, como del funcionamiento de cada pieza, de su maquinaria o las partes críticas del mantenimiento de este ingenio industrial que proliferó aquí, en la  Mancha en el Siglo de Oro Español.

Se puede aseverar que, de no ser por Miguel de Cervantes, que incluyó los molinos de viento como protagonistas de una de las aventuras más conocidas en la historia de don Quijote, estas máquinas hubieran desaparecido de nuestros horizontes, al cesar el objeto principal de su construcción: la molienda de granos, y con toda seguridad se habría perdido en el olvido este bonito y difícil oficio de maestro molinero.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Vídeo del molino Rucio (Consuegra) en plena molienda, remitido por el molinero Juan Bautista Sánchez Bermejo, en la tarde del sábado 29 de junio, tras el Almuerzo de don Quijote en nuestra sede.

La ruta Cervantin@lcazar más especial

Fecha de Publicación: 14/06/2024

 

 

Ruta Cervantina especial organizada para los usuarios del Centro Frida Kahlo, se realizó en la mañana del viernes en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan tras un intenso trabajo de adaptación por parte del personal responsable del Centro

Alcázar de San Juan, 14 de junio de 2024.- la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha coordinado una Ruta Cervantina especialmente adaptada a los usuarios del Centro Frida Kahlo. Los cervantinos alcazareños se muestran de acuerdo en que ha sido una de las más gratificantes que han hecho a lo largo de sus diez años de historia.

Si los participantes de la ruta se han quedado satisfechos, los coordinadores mucho más, sobre todo por el mimo y cariño con que ha sido preparada la Ruta. Tras el guion inicial aportado por la Cervantina, las personas responsables del centro, Noelia Redondo y Bárbara Gutiérrez realizaron un intenso y excelente trabajo de adaptación en el que se contó con la inestimable colaboración de Alfonso Justo, experto en lectura fácil y accesibilidad cognitiva del centro, de forma que las informaciones finales que los usuarios recibiesen, fuesen comprensibles y asimilables por la práctica totalidad de los participantes en la Ruta. Ese componente extra de trabajo y dedicación le ha conferido a la actividad un valor extra difícilmente cuantificable del que los conductores de la ruta se sienten muy satisfechos porque era un gran reto para la esta asociación cultural.

Luis Miguel Román y Constantino López, presentaron unos días antes en el salón de actos del centro Frida Kahlo el contenido de la ruta y hablaron genéricamente de ella e incluso suscitaron algunos interrogantes, de forma que aumentase la curiosidad de los participantes y acrecentase el deseo de realizarla.

La ruta que ha tenido seis paradas, les ha permitido conocer “don Quijote y su gato junto a las Aguas de Alcázar, “El Quijote cósmico” en la plaza de Palacio, “Estatua de Cervantes” y la “Iglesia de Santa María”, el lugar donde estuco la casa de “Juan López Caballero” en la calle de San Juan, el lugar de la casa natal de Miguel de Cervantes” y ha finalizado en la “estatua de don Quijote y Sancho Panza” en la plaza de España.

En estos lugares y con lenguaje claro e inteligible, los usuarios han podido conocer la vinculación que todos ellos tienen con la obra “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” y con su autor Miguel de Cervantes Saavedra.

Significativo ha sido que en el inicio de la ruta, en la primera de las paradas, donde Alonso Quijano se encuentra sentado en el pilón, leyendo libros de caballería junto a su gato (obra en bronce del escultor José Lillo Galiani, creada en 2007), mientras se explicaba que la persona a la que representaba la imagen, perdió el juicio leyendo libros de caballerías, uno de los usuarios al acercarse a verla más de cerca y leer el título de uno de los libros “Amadís de Gaula”, ha comentado que esa era una de las principales y más famosas novelas de caballerías. 

Este comentario, que demuestra un conocimiento de Cervantes y su obra muy por encima del nivel medio de visitantes habituales a las rutas, ha dejado favorablemente sorprendidos a los miembros de la Sociedad Cervantina, dejándoles con un excelente sabor de boca, con la sensación de que, si la mayoría de los usuarios lo han pasado bien y han aprendido cosas en la ruta, se ha cumplido sobradamente el objetivo de entretener y enseñar, lo que supone una gran satisfacción por el trabajo realizado.

 

Centro Frida Kahlo y Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

1000 Quijotes cabalgan en la Ciudad de México

Fecha de Publicación: 12/06/2024

 

 


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Lo del título parece surrealista, pero me refiero a la colección más numerosa de “Quijotes” del continente americano, que se exhibe en la Ciudad de México en el Museo Franz Mayer.

La misma está integrada por más de 1000 libros, 786 de ellos son ediciones históricas de la máxima obra de las letras en español y obra maestra de la Literatura Universal de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha, que pertenecen a la colección del museo donde se realiza la muestra.

La directora general del mismo, Giovana Jaspersen García, en entrevista al periódico Crónica dijo: “Una historia se puede contar de maneras totalmente distintas: la puede ilustrar Dalí, la puede grabar Doré y cuando vemos el nombre del impresor, del encuadernador, ciertas obras con papeles marmoleados, otras más con nervios móviles, nos damos cuenta que de la cantidad de significados y valores que hay dentro del objeto libro va muchísimo más allá de la historia que nos contó Cervantes y también es fundamental”.

Recordemos que el Quijote fue publicado en dos partes, la primera en 1605 y la segunda en 1615. El Quijote ha sido aclamado como la primera novela moderna y un precursor del realismo literario. Tengamos presente que el escritor argentino Jorge Luis Borges, lo consideraba la fuente de la que emanaban todas las novelas.

Para el académico Jean Canavaggio, Cervantes con Don Quijote de la Mancha: “no sólo creó un texto que desafía cualquier clasificación bajo las normas existentes, sino que también abrió el camino para todas las formas narrativas futuras”.

Entre los tomos que se exhiben, se encuentra el primer Quijote que adquirió Franz Mayer: la edición de la Real Academia Española, publicada en 1780 e impresa por Joaquín Ibarra, de gran lujo e ilustrada por destacados artistas españoles de la época.

También en la muestra sobresale la primera traducción a la lengua inglesa, a cargo de Thomas Shelton (1612), las ediciones ilustradas por el pintor inglés John Vanderbank (1738), por Gustav Doré, artista francés y posiblemente el más afamado ilustrador del Quijote (1863); Ricardo Bacala y Juan Luis Pellicer (1880); por Lorenzo Goñi (1967) y por Salvador Dalí (1967).

A su vez, el especialista en letras españolas, Emiliano Álvarez, investigador que participó en la curaduría de la exposición dio a conocer que son cuatro los nodos temáticos que se pueden encontrar en la exposición.

El primer tema son los personajes femeninos; el segundo es la risa; “se tiñe al libro de una seriedad que no tiene, es para reírnos”; el tercer tema son los límites de ficción y realidad; y el cuarto es la irracionalidad del libro.

También Álvarez impartirá la conferencia: “Vuelta y vuelta: el Quijote siempre está recomenzando”. Remarcó el especialista que “El siglo 17 es un momento especialmente convulso en la historia cultural y filosófica occidental y es un momento en que la razón está tratando de definirse a sí misma. Por lo general los conceptos se definen expulsando lo que no son, de aquello que los niega, y eso está configurado en el Quijote de muchas maneras”.

¡Hasta el próximo encuentro..!


Dr.(c).Washington Daniel Gorosito Pérez

La venta donde don Quijote es armado caballero

Fecha de Publicación: 26/05/2024

Dedicado a un amigo de Pilas

Don Quijote llegando a la venta. Dibujo de José Jiménez Aranda (BIQ)

En el Quijote hay muchos lugares nombrados, de España y fuera de ella. Vinculados con el entorno físico cercano al lugar de don Quijote, su comarca de origen, explícitamente cinco: El Toboso, Tembleque, Quintanar [de la Orden], Argamasilla [de Alba] y Puerto Lápice, e implícitamente uno: Campo de Criptana.

El Toboso es el lugar manchego más nombrado en la novela: «… y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él anduvo enamorado…vino a llamarla Dulcinea del Toboso  ―porque era natural del Toboso―» (Q1, 13). Además de ser el lugar de Dulcinea, don Quijote y Sancho pasan por él al inicio y final de su tercera salida de su pueblo.

A Tembleque va a segar Sancho desde su pueblo. Era habitual, costumbre que ha llegado hasta el siglo XX, que los jornaleros agrícolas después de terminar las labores en su pueblo fuesen a los de alrededor a echar algunos jornales más que ayudasen en la pobre economía de las familias. Es Sancho quien lo nombra durante las explicaciones que daba a la duquesa a su tan deseado cuento: «Y así, digo que llegando el tal labrador a casa del dicho hidalgo convidador, que buen poso haya su ánima, que ya es muerto, y por más señas dicen que hizo una muerte de un ángel, que yo no me hallé presente, que había ido por aquel tiempo a segar a Tembleque…» (Q2, 31).

Quintanar de la Orden está nombrada en dos ocasiones, en contextos muy diferentes y muy distantes entre ellas, al principio del primer Quijote y al final del segundo. La primera es en el regreso a casa de don Quijote, después de ser nombrado burlescamente caballero por el ventero: «No había andado mucho cuando le pareció que a su diestra mano, de la espesura de un bosque que allí estaba, salían unas voces delicadas, como de persona que se quejaba…» (Q1, 4). Estas voces eran de un joven pastor, Andresillo, al que atado a una encina su amo le estaba azotando por perderle cada día una oveja del rebaño que le cuidaba, según él. Este ganadero es «Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar». Al final del segundo Quijote, encontramos la segunda referencia de Quintanar de la Orden. Don Quijote lleva enfermo seis días en la cama y Sansón Carrasco trata de animarlo, diciéndole: «que ya tenía comprados de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino y el otro Butrón, que se los había vendido un ganadero del Quintanar» (Q2, 74).

 Argamasilla de Alba, es nombrada al final del primer Quijote, con sus célebres vecinos los «Académicos de la Argamasilla»El «autor desta historia» nos adelanta una segunda parte, con una tercera salida de don Quijote de su casa en busca de aventuras, esta vez hacia Zaragoza. Este nuevo escenario de aventuras fuera de la Mancha, e incluso las noticias de la muerte de don Quijote, dice el autor que las conoce por unos pergaminos que un médico había encontrado en una caja de plomo, entre los cimientos de una antigua ermita que se estaba reconstruyendo: «…que contenían muchas de sus hazañas y daban noticia de la hermosura de Dulcinea del Toboso, de la figura de Rocinante, de la fidelidad de Sancho Panza y de la sepultura del mesmo don Quijote, con diferentes epitafios y elogios de su vida y costumbres… Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo eran estas: Los académicos de la Argamasilla, lugar de la Mancha en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha, hoc scripserunt.» (Q1, 52).

Hay muchísimos autores que mantienen que Argamasilla de Alba es el lugar de don Quijote, contraviniendo la intención explícita de Cervantes de no nombrar el lugar de don Quijote en la novela: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un hidalgo…» (Q1, 1). Argamasilla de Alba no es el lugar de don Quijote, pero sí delimita el sur de esta comarca donde está el famoso lugar.

De lo que no cabe duda alguna es que Argamasilla de Alba es el lugar de don Quijote, ¡pero del Quijote apócrifo de Avellaneda! Mientras Cervantes estaba terminando su segundo Quijote, un anónimo Alonso Fernández de Avellaneda imprimía en 1614 el «Segundo Tomo del Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha», dirigido «Al Alcalde, regidores y hidalgos, de la noble villa de Argamesilla de la Mancha, patria feliz del hidalgo caballero don Quijote, lustre de profesores de la caballería andastesca» Este «inquietante Quijote de Avellaneda», como lo califica Enrique Suárez Figaredo, indigna y aguijona a Cervantes a terminar su segundo Quijote, introduciendo a última hora críticas directas hacia el enigmático autor de Tordesillas, saliendo también de la imprenta madrileña de Juan de la Cuesta en 1615.  

Anotar, porque es necesario hacerlo también, que en la Mancha que conoció y recorrió Cervantes había dos Argamasillas, hoy en la misma provincia de Ciudad Real: Argamasilla de Alba y Argamasilla de Calatrava.

Puerto Lápice, es el cuarto mojón o hito geográfico que cierra el borde de la comarca manchega de don Quijote, con El Toboso. Localidad actual de la provincia de Ciudad Real, era en tiempo de Cervantes un pequeño núcleo dentro de los límites de la villa de Herencia, compuesto por unas casas-quintería de agricultores y una venta, siendo esta propiedad de un vecino de Villafranca de los Caballeros. Con este topónimo es ya nombrado este paraje en las Relaciones Topográficas de Herencia, en 1575: «… en el término de ella está una venta que se dice el Puerto Lápice como está declarado y esto responden, y esta venta es de un particular vecino de Villafranca». Hacia este lugar van don Quijote y Sancho después de la aventura de los molinos, encontrándose con la comitiva vizcaína y de frailes de San Benito.

Campo de Criptana está nombrada implícitamente, por ser la única villa en toda la Mancha que contaba con más de treinta molinos de viento en el tiempo de la escritura del Quijote. Está muy cerca del lugar de don Quijote, porque contra uno de esos molinos entró en batalla al inicio de su segunda salida: «—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.» (Q1, 8)

En mis trabajos, tanto en artículos en este blog como en publicaciones en papel, he puesto nombre a cuatro lugares más dentro de esta comarca: Alcázar de San Juan como el lugar de don Quijote, lVenta de Manjavacas donde es armado caballero don Quijote, Mota del Cuervo donde el Caballero del Verde Gabán  tenía su casa y Socuéllamos como el lugar donde Camacho y Quiteria iban a celebrar sus famosas bodas.

Sobre la venta en la que es armado caballero don Quijote se ha escrito mucho y parece que se va a seguir haciendo. Es el lugar donde el hidalgo manchego llega después de un largo día de camino a lomos de su buen Rocinante en su primera salida de su casa en busca de aventuras. Esto es lo que nos cuenta el narrador:   

Casi todo aquel día caminó sin acontecerle cosa que de contar fuese, de lo cual se desesperaba, porque quisiera topar luego con quien hacer experiencia del valor de su fuerte brazo. Autores hay que dicen que la primera aventura que le avino fue la del Puerto Lápice, otros dicen que la de los molinos de viento; pero lo que yo he podido averiguar en este caso, y lo que he hallado escrito en los anales de la Mancha, es que él anduvo todo aquel día, y, al anochecer, su rocín y él se hallaron cansados y muertos de hambre, y que, mirando a todas partes por ver si descubriría algún castillo o alguna majada de pastores donde recogerse y adonde pudiese remediar su mucha hambre y necesidad, vio, no lejos del camino por donde iba, una venta, que fue como si viera una estrella que, no a los portales, sino a los alcázares de su redención le encaminaba. Diose priesa a caminar, y llegó a ella a tiempo que anochecía. (Q1, 2)

Cervantes deja meridianamente claro a sus lectores que la primera aventura de don Quijote no es la de Puerto Lápice, ni la de la batalla contra los molinos de viento en Campo de Criptana, sino la de la venta donde es armado caballero, que tampoco nombra.

En esta parte de la Mancha, por la cercanía entre lugares, había tres ventas en sus caminos:

La Venta de Puerto Lápice.

La Venta de Manjavacas en Mota del Cuervo.

La Venta de Las Motillas entre Alcázar de San Juan y Manzanares.

Cervantes deja, a sus primeros lectores de principio del siglo XVII, situada en el mapa de la Mancha esta venta durante el regreso de don Quijote a casa desde ella. La primera aventura de don Quijote, siendo ya «caballero andante», es al poco de salir de la venta por el mismo camino que llevó el día anterior. Es la del joven Andresillo. Cerca de la venta estaba el pastor Andrés guardando el rebaño de su amo «Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar». Y poco después don Quijote se encuentra de frente con una comitiva de comerciantes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Solo la Venta de Manjavacas se encuentra en el transitado camino de Toledo a Murcia, al este de esta comarca. Desde ella, caminando don Quijote hacia el oeste, de regreso a su casa, pudo encontrase de frente con la comitiva de mercaderes toledanos.   

Hasta el año 2011, en el que en Mi vecino Alonso, analizando estos datos en el contexto geográfico de esta parte de la Mancha, nombré por primera vez esta desaparecida Venta de Manjavacas como la venta a la que llega don Quijote en su primera salida, algunos autores situaban este episodio en la Venta Quesada, en el término de Manzanares o en la Venta de Puerto Lápice.

Veamos algunos ejemplos. A finales del siglo XVIII se editaron en España dos Quijotes que incluían por primera vez sendos mapas donde se delineaban los lugares de paso y los parajes de las aventuras de don Quijote.

Mapa del Quijote de Ibarra o de la RAE (1780)

El primero de ellos lo imprime lujosamente Joaquín Ibarra para la Real Academia de España en 1780. En él, aparece el «Mapa de una porción del Reyno de España que comprehende los parages por donde anduvo Don Quixote, y los sitios de sus aventuras. Delineado por D. Tomás López Geógrafo de S.M. según las observaciones hechas sobre el terreno por D. Joseph de Hermosilla Capitán de Ingenieros». Este mapa también fue conocido como «el de la Academia»

Tomás López se limitó a marcar y anotar el recorrido sugerido por José de Hermosilla en uno de sus mapas de España, tan reconocidos en su época. No marca el lugar de don Quijote, aunque por aproximación a las primeras aventuras parece indicar que Hermosilla se decantaba por Argamasilla de Alba. En la leyenda del mapa están numeradas las aventuras por orden cronológico a cómo sucedieron en la novela. La primera no puede ser otra que la de la venta: «1. Venta donde fue armado Caballero». En el mapa el «1» corresponde a un paraje situado entre Manzanares y Valdepeñas, donde no existía venta alguna. El geógrafo, además de la situación de esta venta inexistente, ubica la «5. Aventura de los molinos de viento» entre Argamasilla de Alba y Villarta de San Juan, donde tampoco existían molinos de viento en tiempo de la escritura del Quijote. Y la «6. Aventura de los frailes y el Vizcaino» la marca al oeste de Puerto Lápice, en medio de la Sierra de la Calderina.

Mapa del Quijote de Sancha (1791)

Unos años más tarde, en 1797, Gabriel de la Sancha imprime otro magnífico Quijote, con otro mapa nuevo, la «Carta Geográfica de los viajes de don Quixote y sitios de sus aventuras: Delineada por D. Manuel AntoRodrigsegún las observaciones históricas de D. Juan AntPellicer, Bibliotecde S.M.»

Juan Antonio Pellicer marca Argamasilla  Alba como la «patria de D. Quixote».

La venta donde es armado caballero, la primera aventura, la sitúa entre Manzanares y Villarta de San Juan. En este entorno ha existido hasta su completa demolición durante el siglo XX la Venta de Quesada. Propiedad de la familia Quesada, asentada en Manzanares en el siglo XV, esta venta no está nombrada en las Relaciones hechas en Manzanares, en enero de 1579. ¿Olvido o intención de no notificar esta venta y sus rentas?

Tres años después de la primera solicitud del rey, hecha en octubre de 1575, ante la insistencia del alcalde mayor y del gobernador del Campo de Calatrava, el alcalde Juan Sánchez, el regidor Juan Bautista Salinas y varios vecinos, entre los que se encontraba el bachiller Francisco de Quesada, se reunieron en su ayuntamiento, para dar traslado a la instrucción del rey. Si bien parece que esta venta ya estaba funcionando en aquella época, dentro de las muchas propiedades de la familia Quesada, no se dice nada de ella. Es más, no responden nada a la pregunta de «Si el pueblo fuere pasajero, en qué camino real estuviese, y las rentas que hubiere en la tierra y términos de él, y cuyas son, y lo que valen», cuando por su término pasaban caminos hacia Levante y Andalucía. Uno de los vecinos que confeccionaron las respuestas era un Quesada.

La vuelta a casa desde esta venta la marcan, no por el mismo camino que había llevado don Quijote el día anterior, como sería lo lógico, sino que sugieren otro camino alternativo para llegar a Argamasilla de Alba, donde tiene lugar la aventura del pastor Andrés y los mercaderes toledanos, inexplicablemente por alcance no de frente como nos dice el narrador: «Y habiendo andado como dos millas descubrió don Quijote un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia» (Q1, 4).

La aventura de los molinos de viento está señalada entre Villarta de San Juan y Manzanares, donde no había ni un solo molino de viento.

Tanto Hermosilla como Pellicer marcan ventas, existentes o no, lejos de la Venta de Puerto Lápice. Sin embargo, sí es en Puerto Lápice donde enmarcan la aventura con el vizcaíno y los frailes de San Benito, después de la aventura de los molinos, siguiendo la cronología del texto cervantino. Tener erróneamente a Argamasilla de Alba como origen de las aventuras les condicionó los demás puntos de las primeras aventuras, inventándose parajes con ventas y molinos donde nunca los ha habido.   

Un siglo después, a caballo entre los siglos XIX y XX, varios viajeros ilustres peregrinaron por la Mancha tratando de pisar los mismos caminos reales en los que Cervantes  puso a sus personajes de ficción.

Uno de ellos fue August Florian Jaccaci. Pintor y escritor franco-americano, dedicó toda su vida al arte. En 1896 publica en Nueva York On the trail of Don Quixote, con ilustraciones de su amigo español Daniel Urrabieta Vierge. Su viaje cervantino, más bien quijotesco, lo inicia en Madrid. En su estación de Mediodía toma el tren hacia Ciudad Real, donde el gobernador de la provincia le entrega una carta-orden para que le acompañe un escolta armado, allí donde lo precisara. En tren viaja hasta Manzanares donde se sube a otro tren que le dejará en la estación de Argamasilla, la actual estación de Cinco Casas. Su intención era llegar a Argamasilla de Alba y desde allí ir en busca de los parajes de las aventuras quijotescas.

Después de visitar la Cueva de Montesinos y las lagunas de Ruidera se encamina hasta Montiel, para de nuevo volver a Argamasilla. Su siguiente salida la titula: El Toboso. Según el índice, pasará en su camino por The Venta Quesada. Según la traducción al español, que hizo Esther Bautista Naranjo en Un americano en La Mancha tras las huellas de don Quijote (2010), Jaccaci describe de esta manera su llegada a esta venta, ya desmantelada:

Las ruinas eran de una importante venta, uno de los muchos lugares donde hospedarse que se podían encontrar cada pocas horas en este camino real cuando por él pasaba todo el tráfico entre Madrid y Sevilla. Si son ciertas las ingeniosas conjeturas de los estudiosos que, no sin esfuerzo, han realizado elucubraciones sobre la novela cervantina, esta venta tuvo la rara fortuna de ser visitada por don Quijote al comienzo de sus andanzas. En este patio que ahora está vacío y desierto es donde el Caballero de la Triste Figura veló sus armas antes de aquella mañana cuando el astuto y pendenciero ventero le armó caballero.

Si Puerto Lápice ha pasado a formar parte de la geografía del Quijote, además de ser realmente donde don Quijote arremete contra los frailes benitos y el escudero vizcaíno, es gracias principalmente a Azorín, seudónimo del escritor-periodista José Martínez Ruiz, que recorrió esta misma zona manchega pocos años después. Durante su viaje en 1905, año que se conmemoraba el tricentenario de la publicación del primer Quijote, escribió unos artículos publicados en el periódico El Imparcial y poco después, ante el éxito tenido,  formaron su libro La ruta de don Quijote.

Azorín, en su publicación Madrid recordaba treinta y seis años después de su peregrinación por la Mancha de don Quijote, lo que Ortega Munilla, el director del periódico, le encargó vistar: «Va usted primero, naturalmente, a Argamasilla de Alba. De Argamasilla creo yo que se debe usted alargar a las lagunas de Ruidera. Y como la cueva de Montesinos está cerca, baja usted a la cueva… No olvide los molinos de viento. Ni el Toboso…»

Ya sabemos que Azorín, como él mismo lo confesó muchos años después,  realmente el primer lugar al que llega de la Mancha en su mítica peregrinación no es Argamasilla de Alba sino a Alcázar de San Juan, y también Alcázar es el último antes de subirse al tren con destino a Madrid, después de visitar Campo de Criptana y El Toboso.

Azorín, en Alcázar de San Juan alquila un carro y llega a  Argamasilla de Alba, tal y como le indicó su director. Desde Argamasilla se traslada en carro hasta Puerto Lápice:

Ya llevamos caminando cuatro horas; son las once; hemos salido a las siete de la mañana. Atrás, casi invisible, ha quedado el pueblo de Argamasilla…Ya casi entramos en el famoso Puerto Lápice… entramos en él; son las cinco de la tarde; mañana hemos de ir a la venta famosa donde don Quijote fue armado caballero…

Fue tan amplia la lectura de  La ruta de don Quijote que quedó Puerto Lápice remarcado como el lugar donde se encontraba la venta cervantina tres siglos antes. Años después, el buen trabajo de marketing realizado por el propietario de la venta actual, hizo el resto. A los miles de viajeros y excursionistas que pasaban de Madrid a Andalucía en autobuses por sus mismas puertas, junto a la antigua carretera nacional IV, poco o nada le interesaba el texto cervantino. El guía ya les anunciaba a su salida de Madrid que iban a tener el privilegio de estar en la venta donde fue armado caballero don Quijote. Unas fotos junto al pozo, una consumición o comida típica en su buen restaurante, durante muchos años dirigido por las buenas manos de Eusebio, y vuelta al autobús, Granada o Sevilla están aún lejos. Mientras, el conductor y el guía del autobús recogían la sustanciosa comisión ofrecida por su parada. Pero ante este colosal entramado turístico-comercial poco o nada se puede hacer. Seguirán parando viajeros con la misma intención de pisar las mismas piedras del patio donde dicen que don Quijote veló sus armas junto al brocal de su pozo.

Don Quijote luchando contra el vizcaíno en Puerto Lápice. Dibujo de José Jiménez Aranda (BIQ)

Lo realmente difícil de entender es que todavía haya autores o instituciones que tratando de marcar los caminos y aventuras de don Quijote, asegurando que han leído la novela, siguen marcando esta venta de Puerto Lápice como la primera aventura de don Quijote, olvidando que la aventura que sí se produce en Puerto Lápice es la que el hidalgo manchego tuvo contra unos pobres frailes de San Benito y en la que casi mata a un escudero vizcaíno.

 

Luis Miguel Román Alhambra

 

El motivo de la dedicatoria del Quijote de 1605 al duque de Béjar, pudiera estar cerca

Fecha de Publicación: 20/05/2024

 

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Es todavía una incógnita el motivo por el que, en 1605, Miguel de Cervantes Saavedra dedicó el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha al duque de Béjar, Alfonso Diego López de Zúñiga-Sotomayor y Pérez de Guzmán. Hasta ahora es desconocida la relación de Miguel de Cervantes con este noble, incluso hay quien dice que la citada dedicatoria fue rehusada por el propio duque, al que Cervantes no le volvió a dedicar obra alguna.

La dedicatoria es muy breve, redactada en tono distante, lo que contrasta con la originalidad del prólogo. En sus pocas líneas, se puede constatar un doble plagio descubierto por Hartzenbusch trescientos años después de ser escrita. Tiene cinco frases de otra dedicatoria, la de Fernando de Herrera al marqués de Ayamonte (Huelva) y una más del largo prólogo de Francisco de Medina.

Un hallazgo reciente de documentos, sitúa a Cervantes entre las actuales provincias de Sevilla y Huelva casi todo el año 1593. Dos nuevos documentos que ha encontrado el historiador Bartolomé Miranda Díaz, experto documentalista vinculado a la Universidad de Sevilla, los documentos son originales de cartas de poder otorgadas por distintos Ayuntamientos.

En aquellos años (1587-1594) la misión de Cervantes consistía en la recaudación de grandes partidas de trigo, aceite, cebada, garbanzos, habas y otros bastimentos necesarios para la alimentación de la tripulación de las galeras de la Armada Imperial y de los galeones de la Armada Real de la Guarda de las Flotas de la Carrera de Indias. El cargo que ostentaba Cervantes era de comisario general de abastos, al servicio del proveedor general Miguel de Oviedo, para sacar todo el trigo y cebada que pudiese hallar en los pueblos localizados en torno a Sevilla.

El nuevo hallazgo de documentos se ha producido investigando la historia de Castilleja del Campo que el profesor Miranda coordina junto con el archivero municipal de Brenes (Sevilla) Miguel Ángel Rodríguez Luque, en un proyecto sufragado por el Ayuntamiento de la localidad y la diputación de Sevilla.

La actividad recaudatoria de Cervantes en Andalucía ha sido ampliamente documentada por José Cabello Núñez, archivero municipal de La Puebla de Cazalla (Sevilla), quien ha dado a conocer en los últimos años más de una treintena de documentos cervantinos.

Otros documentos hallados por Cabello Núñez con anterioridad relacionan a Cervantes en 1592 con Porcuna (Jaén) y en 1593 con las villas sevillanas de Utrera, Carmona, Marchena, Arahal, Paradas, La Puebla de Cazalla, Morón de la Frontera, Osuna y la gaditana de Villamartín.

Está documentada la presencia de Cervantes en localidades sevillanas, principalmente de la comarca del Aljarafe. Cuando recibió el encargo de recaudar impuestos para las galeras de la carrera de indias y de la armada, al menos desde el 7 de julio de 1593 hasta el 26 de noviembre estuvo en Niebla, en la comarca del Condado de Huelva.  

Este Condado es el de Niebla (Huelva), perteneciente al ducado de Medina Sidonia, cuya localidad está a escasos kilómetros de Gibraleón (Huelva) y recordemos que el duque de Béjar era además marqués de Gibraleón, por lo que es factible que se descubra algún otro documento sobre la actividad de Cervantes en esa localidad o en alguna próxima. Hecho que pudo provocar alguna circunstancia que hizo que se conociesen personalmente el duque de Béjar y Miguel de Cervantes y ello diera como fruto la dedicatoria de la primera parte del Quijote.

De este encuentro y de la relación, si la hubo, pudiera haber pruebas documentales en el archivo privado del ducado de Medina Sidonia, situado en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), ya que está compuesto por 6.224 legajos y es considerado como uno de los archivos privados más importantes de Europa. ​ Custodia documentos fechados a partir del siglo XIII, aunque conserva un Privilegio rodado de Fernando II de Castilla, de 1128, referente a la concesión del portazgo de Villafranca del Bierzo al Monasterio de Santa María de Carracedo, que es el documento más antiguo. ​

 

Alonso M. Cobo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El Quijote y el cine de Manuel Gutiérrez Aragón

Fecha de Publicación: 15/05/2024

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El origen y presentación de la serie

Con un presupuesto que rondó los 1.000 millones de pesetas y dos años y medio de trabajo, El Quijote se proyectó en Valladolid íntegramente y en su formato cinematográfico original antes de ser emitido por TVE. Gutiérrez Aragón se encontraba en Barcelona con Jaime Camino cuando Emiliano Piedra le llamó para proponerle la dirección del proyecto.

Le dijo al momento que sí, aunque después de leer los guiones se lo pensó un poco más. Tenía muy claro que la serie se basaría sobre todo en la novela y no en el personaje. Pretendía contar en imágenes la novela. El guion de Camilo José Cela resultaba bastante fiel al texto original de Cervantes. El Quijote, de llevarse a imágenes, tendría para su director más sentido como serie, porque es un libro serial, un libro que se compone de grandes tramos, a veces muy repetitivos de estructura.

Piensa que el guion, la realización, la dirección, la interpretación, sobre todo, es fiel a El Quijote original. Don Quijote es un personaje fanático, ridículo. Emiliano Piedra fue el productor de la serie, junto con Pilar Miró. Fue el impulsor de la obra mucho antes de llegar Gutiérrez Aragón. Era un entusiasta de El Quijote. Siempre estuvieron de acuerdo; puso muchísima ilusión y muchísimo talento. Tuvieron mucha suerte al contar con Fernando Rey como Quijote. Para Sancho, todos pensaban que Alfredo Landa era ideal.

El resto de los personajes se buscaron entre los mejores actores españoles. Dulcinea, aunque está presente siempre, visualmente no aparece en la primera parte. Gutiérrez Aragón insistió bastante en que prefería tener a Don Quijote en los decorados, más que en la propia Mancha, porque la actual no es ya la de Cervantes: no era tan cerealista, sino más boscosa. Además, el Quijote pasa gran parte de su tiempo en Sierra Morena, donde sí rodaron. Predominan los exteriores y hay que destacar la labor de Teo Escamilla.

El Quijote no es un estilo barroco, sino de transición. En la escena de la batalla contra los molinos, descabalgó al Quijote y lo paseó entre los molinos, cada uno de los cuales tenía el nombre de un gigante, sacado de los libros de caballería. No desechó la idea de que Don Quijote se enganchase en un aspa y diera vueltas. La batalla con los carneros, donde sí aparecen caballeros, es el único momento en el que se permitió no seguir exactamente el texto. Nunca se había hecho en la pantalla de una manera tan extensa. Salen incluso partes de la novela marginales, porque en el mundo de Don Quijote son importantes todos los encuentros que tiene en la sierra[1].

El director

Para Vicente Molina Foix, Gutiérrez Aragón no solo es el cineasta español más leído, sino el más letrado. Las categorías manejadas por el director oscilan entre el materialismo dialéctico y los sueños. Cabe hablar del destino o aspiración cervantina de Gutiérrez Aragón, citando sus palabras sobre la admirable naturalidad que el Quijote instaura entre la realidad concreta de la Mancha y los acontecimientos irreales que en ella se suceden. Aproximado al gran libro de Cervantes de forma sesgada, periférica, en La noche más hermosa, una cadena de casualidades, iniciada por la voluntad férrea de Pilar Miró, hizo que el cineasta, en un momento de desánimo cinematográfico, aceptara el encargo del productor Emiliano Piedra para rodar, con el apoyo económico de la RTVE que entonces dirigía Miró, una larga serie sobre Don Quijote de la Mancha.

El proyecto se haría a lo grande; equipos técnicos de la mayor solvencia y colaboradores artísticos de renombre. La música de Lalo Schifrin, que tiene un motivo melódico central pegadizo, cae a veces según Molina Foix en el elemental sinfonismo de las películas de acción americanas. Pero lo peor fueron los guiones originales, que el propio director de la serie se negó a llamar así. Encargados a Camilo José Cela y astronómicamente pagados por el ente público, desde el primer día se dijo que esos “objetos inútiles” ni siquiera eran del autor de La familia de Pascual Duarte, sino obra de “negros” literarios.

Ante la negativa de Gutiérrez Aragón de hacerse cargo cinematográficamente de tales pseudoguiones, TVE y Piedra decidieron darle libertad absoluta de reescritura al director de la serie, también guionista propio y ajeno de larga trayectoria. Rodada en formato cine a lo largo de nueve meses, la serie se emitió a primeros de 1992 en cinco capítulos, y fue tal su éxito que de inmediato se empezó a preparar una extensión que adaptara la segunda parte de la novela de Cervantes.

Diversos avatares (Pilar Miró había dejado su cargo en RTVE y se produjeron las muertes de Emiliano Piedra y, más tarde, de Fernando Rey) fueron atrasando su continuación, escrita ya en primera instancia por Gutiérrez Aragón y con el nombre de Mario Camus propuesto para la dirección. Este segundo proyecto no se llevó a cabo, aunque casi diez años más tarde haya sido el propio Gutiérrez Aragón quien volviera cinematográficamente a la novela de Cervantes[2].

El Quijote de Miguel de Cervantes es también un excelente Quijote de Gutiérrez Aragón. Sutil, trepidante, refinada de estampa y caracterización, la serie hace honor a la combinación mágico – realista del libro. Las mejores escenas de El Quijote de Cervantes son las que transcurren en exteriores. En una película que muestra con gran potencia visual el paisaje manchego (real), las varias secuencias nocturnas de reposo o conversación entre Don Quijote y Sancho filmadas en un bello decorado que hace el cielo imposiblemente azul producen efectos de encantamiento muy adecuados ambos a la intención de la novela.

El caballero Don Quijote (2002). El hidalgo había vuelto a casa herido, humillado y exhausto. Hay una lógica narrativa que une, por encima del tiempo transcurrido entre las dos publicaciones de Cervantes (diez años) y las dos filmaciones de Gutiérrez Aragón (once), las dos obras resultantes. El Alonso Quijano de Juan Luis Galiardo es más joven y mucho más sensato y terrenal que el de Fernando Rey, algo que está en sintonía con el texto cervantino de la segunda parte. Más problemática es la composición del Sancho de Carlos Iglesias. Donde Landa fue llano, Iglesias es vulgar. Hay excelentes aportaciones actorales en la película, entre otras las de Santiago Ramos, Emma Suárez, Fernando Guillén Cuervo y Juan Diego Botto.

El empaque formal, la bella consistencia de los decorados y localizaciones elegidas, el ocurrente vestuario de Gerardo Vera, el espectáculo en su más trepidante grado emocional, la luz de las imágenes de Alcaine: todos esos elementos siguen siendo eminentes en El caballero Don Quijote, a los que se añaden novedades como la del brillante uso de las técnicas digitales en la escena de la Cueva de Montesinos.

En El caballero don Quijote, Don quijote muere de tristeza, de una causa próxima que es el derribo del Quijote por el caballero de la Blanca Luna, en la playa. Pero alguien vio que en realidad todo empieza en el momento en que Don Quijote discute con Sancho a causa de los azotes. Sancho no quiere azotarse y Don Quijote y el escudero se enzarzan en una pelea desagradable. Sancho ataca al caballero. Luchan. En un momento, Don Quijote, de un empujón, cae contra una piedra. Se da la cabeza contra ella.

Don Quijote ha de enfrentarse, en lucha final, con el caballero de la Blanca Luna. Pero ya de su cabeza, bajo el casco, mana un hilo de sangre: Don Quijote nunca ha superado el golpe que le propinara Sancho. Los dos caballeros cruzan sus lanzas y Don Quijote cae derribado. Pero, en realidad, su herida íntima es la causada por Sancho, y la herida mortal también. Pero tiempo más tarde, el caballero Don Quijote muere rodeado de Sancho, sus amigos y familiares[3].

El Quijote de Miguel de Cervantes (1991). Duración: un capítulo de 90 minutos y cuatro capítulos de 55 minutos. Intérpretes: Fermín Reixach (Cardenio), José Luis López Vázquez (ventero 1), Aitana Sánchez – Gijón (Dorotea), Eugenio Lázaro (Ginés de Pasamonte), Nuria Gallardo (sobrina). El caballero Don Quijote (2002). Guion: Manuel Gutiérrez Aragón, basado en la obra de Miguel de Cervantes. Duración: 119 minutos. Intérpretes: José Luis Torrijos (cura), Víctor Clavijo (barbero), Santiago Ramos (Sansón Carrasco), Kiti Manver (ama), María Isasi (sobrina), Manuel Alexandre (Montesinos), Marta Etura (Dulcinea), Joaquín Hinojosa (Duque), Emma Suárez (Duquesa), Juan Diego Botto (Tosilos), Manuel Manquiña (Merlín), Fernando Guillén Cuervo (secretario)[4].

Señala el director que lo que más le gusta de Don Quijote de la Mancha es que Don Quijote discurre por la Mancha, llega a pueblos con nombres concretos, pero esa Mancha es un lugar donde suceden episodios mágicos. Por una parte es un lugar muy real y por otra muy mágico[5].

José Manuel Gutiérrez Sánchez (Torrelavega, 1942) escribió los guiones de sus películas y también colaboró en los de Furtivos (1975) de José Luis Borau y Las largas vacaciones del 36 (1976) de Jaime Camino. Sus mejores películas son Maravillas (1980), Demonios en el jardín (1982) y La mitad del cielo (1986)[6].

Nacido en Torrelavega el 3 de enero de 1942 como José Manuel Gutiérrez Sánchez Aragón, nieto de abuelo español emigrante en Cuba y de abuela cubana, hijo primogénito de padre criollo y sobrino de indianos, vivió rodeado de nostalgia y de melancolía cubana todos los días de su niñez. Para estudiar en la Universidad, Manolo tiene que instalarse ya definitivamente en Madrid desde 1961. En la facultad de Filosofía y Letras entra en contacto con la gente del Partido Comunista de España (PCE), en el que acaba ingresando, al año siguiente de haberse establecido en la capital, por mediación de Chicho Sánchez Ferlosio. Y entre sus compañeros de célula partidaria se encuentra por entonces Fernando Sánchez Dragó.

Sin embargo, la curiosidad cultural y la personalidad del nuevo militante, ajeno a todo dogmatismo, encajan mal en el marxismo ortodoxo. Entra en la escuela de cine, donde se va a encontrar también con activos militantes comunistas. En la escuela de cine comparte promoción con Patricio Guzmán, Antonio Drove, Josefina Molina, Iván Zulueta y José Luis García Sánchez. Todos ellos tienen como profesor de guion a José Luis Borau, futuro director de Furtivos (1975).

El magisterio de Borau dejará una huella profunda sobre su discípulo Manolo Gutiérrez. Más adelante, el admirado profesor se convertirá en valedor, amigo, consejero, coguionista e incluso productor de Manolo Gutiérrez. Dos “cuentos cervantinos” fueron estructurados y concebidos de forma diversa: una serie para TV, integrada por cinco capítulos y compuesta a partir del primer libro que narra las aventuras de Don Alonso Quijano (Don Quijote, 1991) y un largometraje para la pantalla grande, extraído del segundo libro sobre el hidalgo manchego: El caballero Don Quijote (2002). Dos abordajes directos del universo creativo más querido por el director heredero de una tradición tan española como la cervantina[7] .

Gutiérrez Aragón ha colaborado, en calidad de coguionista, con José Luis Borau o José Luis García Sánchez. En 1991 adapta El Quijote para TVE en cinco capítulos. Y a finales de 2002 estrena una nueva entrega de las andanzas del ingenioso hidalgo (El caballero Don Quijote), realizada para ser exhibida en salas comerciales. Aquellas primeras colaboraciones quijotescas le permiten, de un lado, conectar con una cantidad de público indispensable hasta la fecha y, de otro, conocer y trabajar con un hombre extraordinario y un productor irrepetible en el cine español: Emiliano Piedra[8].

Una vigorosa, a veces explícita y casi siempre subterránea vena cervantina recorre la filmografía de Manuel Gutiérrez Aragón. La vena cervantina se muestra extraordinariamente fecunda para la obra cinematográfica de Gutiérrez Aragón. Será incluso una personalísima, original relectura de La novela del curioso impertinente (relato autónomo incluido por Cervantes en su libro) la que genere una heterodoxa comedia estilizada sobre el demonio de los celos: La noche más hermosa (1984).

Todo el esquema argumental referente al triángulo formado por los tres personajes, y hasta la literalidad escénica de ciertas situaciones, remiten de forma inequívoca, y a veces explícita, al texto de Cervantes. Manuel Gutiérrez Aragón era el director idóneo para enfrentarse a una adaptación frontal de El Quijote. Gutiérrez Aragón se mantiene fiel a la representación realista de las personas y de los objetos que constituyen el objeto material sobre el que Don Quijote construye sus fantasías.

El cineasta tendrá la oportunidad de llevar al cine la segunda entrega de la novela cervantina, a la sazón mucho más juguetona, lúdica, fantasiosa y metaficcional que la primera. Estamos aquí frente al retrato cálido y sabio de un caballero otoñal, cansado y escéptico. Estamos ante un Quijote que persigue sorprendido a su propia leyenda, que se siente desbordado por la fama que le precede, que se ve rebasado y humillado por la parodia que se hace de su propia figura en las ferias de los pueblos. Este nuevo Quijote se sabe a sí mismo materia de ficción, se siente imitado y suplantado por el Quijote de Avellaneda. El Quijote de Gutiérrez Aragón deberá ceder incluso el protagonismo del desenlace al propio escudero[9].

Cineasta de inspiración telúrica, verdadero romántico del Norte aun cuando ruede en Andalucía y la Mancha, familia acomodada, vivió una infancia feliz en Torrelavega hasta que a los seis años cayó enfermo de tuberculosis[10].

El Quijote (1991). Decorados: Félix Murcia. Intérpretes: Fernando Rey (Don Quijote), Alfredo Landa (Sancho Panza), Francisco Merino (cura), Manuel Alexandre (barbero), Emma Penella (Teresa Panza), José Luis Pellicena (Cervantes), Fermín Reixach (Cardenio), Aitana Sánchez – Gijón (Dorotea), José Luis López Vázquez (ventero 1), Héctor Alterio (ventero 2), Esperanza Roy (Maritornes), Eusebio Lázaro (Ginés de Pasamonte), Terele Pávez (ama), Nuria Gallardo (sobrina). El caballero Don Quijote (2002). Guion: Manuel Gutiérrez Aragón, sobre El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.

Fotografía: José Luis Alcaine. Dirección artística: Félix Murcia. Música: José Nieto. Ayudantes de dirección: Ignacio Gutiérrez Solana y Carlos Llorente. Lugares de rodaje: Cádiz, Sevilla, Toledo, Madrid, Ávila, Belmonte (Cuenca) y Valle de Alcudia (Ciudad Real). Duración: 119 minutos. Estreno: 8/11/2002 (Madrid). Espectadores: 70.144. Intérpretes: Juan Luis Galiardo (Don Quijote), Carlos Iglesias (Sancho Panza), Santiago Ramos (Sansón Carrasco), Víctor Clavijo (Barbero), José Luis Torrijos (cura), Kiti Manver (ama), María Isasi (sobrina), Manuel Alexandre (Montesinos), Marta Etura (Dulcinea), Juan Diego Botto (Tosilos), Joaquín Hinojosa (Duque), Emma Suárez (Duquesa), Manuel Manquiña (Merlín), Fernando Guillén Cuervo (secretario). Premio Ciudad de Roma a la mejor película latina. Festival Internacional de Cine de Venecia[11].

En abril de 1989 se anunciaba la puesta en marcha de un ambicioso proyecto por parte de TVE, impulsado en su interior por Pilar Miró, conducido desde la producción por Emiliano Piedra, sobre guiones escritos por Camilo José Cela y dirigida por Gutiérrez Aragón para rodar una serie sobre El Quijote. El primer escollo surgió cuando el director leyó los supuestos guiones escritos por Cela. Se aceptó la propuesta de Gutiérrez Aragón y este se aplicó a la tarea de escribir los que habían de ser los auténticos guiones de la serie, si bien se llegó al acuerdo de que, en los títulos de crédito, el novelista seguiría figurando como autor de los mismos.

La primera gran opción que tomó fue la de escoger el libro en lugar del personaje a la hora de concebir su Quijote particular. Ese criterio implicaba seguir de cerca, o al menos hasta donde pudiera ser razonable, la estructura original de la novela. El Don Quijote a quien Fernando Rey interpreta es un caballero andante que tiene tanto de fanático enloquecido como de histrión cómico y risible. Con los interiores rodados en los viejos estudios Bronston, el Quijote se beneficia de unos decorados espléndidamente trabajados.

La novela del curioso impertinente es un relato casi independiente dentro de El Quijote cervantino y que la película elimina, quizás porque el director se había servido ya de su historia anteriormente en La noche más hermosa. Rodada en soporte cinematográfico, la serie se proyectó por primera y única vez sobre una pantalla grande durante la Seminci vallisoletana de 1991 y se emitió por televisión a lo largo de 1992.

Televisión Española tenía la intención de adaptar después la segunda parte de la novela y estaba previsto inicialmente que fuera Mario Camus quien la dirigiera, pero un cambio de planes hizo recaer de nuevo sobre Gutiérrez Aragón la tarea de la dirección. La idea de rescatar para el cine ese segundo volumen renació bajo el impulso del productor Andrés Vicente Gómez, quien abrigaba el propósito de hacer un largometraje, concebido en exclusiva para las salas y dirigido también por Gutiérrez Aragón. El director llegó a escribir el guion de esta segunda parte con el título de El caballero Don Quijote[12].

Cervantes y El Quijote en la pantalla

Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547. En 1605 publica la primera parte del Quijote, con la que tiene un gran éxito, editándose diez años después su continuación. En 1616, enfermo de hidropesía, fallece en la calle León de Madrid. Cervantes, de Alfonso Ungría (España, 1980) cuenta entre su reparto a Julián Mateos (Miguel de Cervantes), Carmen Maura (Constanza), Paco Rabal, Isabel Mestres, Marisa Paredes y María Luisa Ponte. Guion: Eugenio Martín y Camilo José Cela (supervisión). Música: Antón García Abril. 540 minutos. Color. Excelente miniserie de TVE sobre la vida del personaje de su título, cuya trama comienza en 1616. Miguel y William, de Inés París (España / Gran Bretaña, 2007) cuenta en el reparto con Elena Anaya (Leonor de Vivero), Juan Luis Galiardo (Miguel de Cervantes), Will Kemp (William Shakespeare) y Geraldine Chaplin (la dueña). Guion: Inés París. 114 minutos. Color[13].

Para Manuel Gutiérrez Aragón, El Quijote de Miguel de Cervantes (1991) suponía la primera incursión como director en una adaptación propiamente dicha y lo situaba cara a cara con el referente que la crítica había detectado en sus relatos cinematográficos. TVE, con Pilar Miró (impulsora de la idea) al frente, encarga a Piedra la producción de la serie con una titánica planificación inicial de dos años de rodaje en exteriores y estudios. Gutiérrez Aragón se encargaría de los primeros seis capítulos, con rodaje entre abril y diciembre de 1990, y Mario Camus del resto, cuya filmación debería alargarse hasta 1992. Pero, tras el rodaje de la primera parte, la serie se paraliza.

El ente público se derrumba económicamente y pone freno al proyecto, y Emiliano Piedra fallece en el verano de 1991, antes de poder verla serie estrenada. En 1992, Gutiérrez Aragón se pone a trabajar en el guion de cuatro episodios, pero el delicado estado de salud de Fernando Rey, que fallecerá en marzo de 1994, acaba con las esperanzas de llevar a la pantalla la segunda parte a medio término. La postproducción de los cinco primeros episodios (el director propuso unir los dos primeros capítulos en uno) finaliza en junio de 1991 y, tras su exitoso periplo por festivales y mercados internacionales, el 29 de enero de 1992 se produce el estreno en televisión, arropado por una campaña publicitaria sin precedentes en la televisión pública[14].

Es una de las contadas ocasiones en que el talento del cineasta logra sobreponerse a las dificultades de producción. Los guiones se encargan a Cela, recién galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y los nombres que van haciéndose públicos (Fernando Rey y Alfredo Landa en el capítulo interpretativo, Lalo Schifrin a cargo de la partitura, Teo Escamilla con la fotografía…) revelan la ambición industrial del proyecto, que deberá ir pareja a sus expectativas artísticas. Gutiérrez Aragón lee los guiones de Cela y le parecen horribles. El propio director asumirá la tarea de adaptador y guionista, si bien se acuerda que se mantendrá el nombre de Cela en los créditos, dada la gran suma de dinero (público) que este había recibido. Los créditos finales de cada capítulo incorporan dos guionistas adicionales (Fernando Corugedo y el propio hijo, Camilo J. Cela Conde).

Se realizan, entre otras, series como Cervantes (Alfonso Ungría, 1980, con guion supervisado por Cela), Los pazos de Ulloa (Gonzalo Suárez, 1986, con adaptación de Gutiérrez Aragón) o La Regenta (Fernando Méndez – Leite, 1995). Pese a los problemas y requerimientos de producción, El Quijote de Miguel de Cervantes acabó siendo una realidad; el enfoque de Gutiérrez Aragón otorgaba a la serie una apariencia externa de producción lineal, detallada y fiel al libro.

La opinión fue en su mayoría favorable a la adaptación resultante cuando se estrenó. La voz en over corresponde al personaje de Cervantes interpretado por José Luis Pellicena. La cámara recorre lentamente los libros del hidalgo, sintetizando las numerosas referencias de la novela a los romances de caballeros andantes que ha leído. Gutiérrez Aragón pretende plasmar en su texto fílmico tanto la historia escrita por Cervantes como el discurso narrativo del escritor. Un fragmento de diálogo del ventero le determinará a volver a su casa para hacerse con un escudero. El barbero logra salvar el Amadís del fuego del cura. La cámara vuelve a cura y barbero cuando hablan emocionados de Tirante el Blanco, que el barbero se llevará para releer. El cura hará lo propio con La Galatea de Cervantes.

La extensión característica de la serie televisiva permite al director dilatar algunas secuencias respecto al texto literario. Teresa Panza obtiene su nombre definitivo en la segunda parte de la novela. Alfredo Landa recibió no pocos elogios en su interpretación del escudero. La salida del sometimiento a la iconografía de Doré se manifiesta en planos en los que Don Quijote cabalga apaleado y encorvado. La duración del primer tranco (85 minutos) y la habilidad del director para elaborar una presentación más o menos detallada de los personajes, la plasmación de referencias intertextuales y la asimilación del concepto de parodia en la narración constituye en su conjunto un ejemplar primer episodio, con relación al cual los siguientes palidecerán un tanto.

Siguen sucediéndose los capítulos de la novela en análoga estructura, incidiendo no solo en la anécdota y la resolución de los mismos, sino en el carácter de viaje que adquiere la narración, la suciedad, el sudor, el calor extremo del peto y el espaldar bajo el sol, el hambre… Y el escudero empieza a aumentar su carácter quejumbroso y a dudar de la gloria de su señor. El escudero se vuelve progresivamente más sarcástico con su señor. Don Quijote llega a su aldea viendo cómo los niños se amontonan ante el carro para llamarle loco y entra patéticamente en su casa ante los gritos de sus vecinos.

La siguiente aproximación de Gutiérrez Aragón a la novela sería prolija en la reinterpretación, la ampliación del espectro narrativo – Quijote de Avellaneda incluido – y la muy acentuada subversión de precedentes icónicos y del acatamiento a los episodios más conocidos, El caballero Don Quijote (Manuel Gutiérrez Aragón, 2002). Andrés Vicente Gómez tenía la intención de producir una segunda parte destinada al cine, sin estructura seriada, y de la que se encargaría el propio Gutiérrez Aragón, sin duda el idóneo para afrontar el proyecto tras el recorrido internacional y las críticas de la serie precedente. Después de que el director escribiese el guion de El caballero Don Quijote, el proyecto vuelve a suspenderse.

No es hasta 2001, diez años después de su primer Quijote – y respetandoinvoluntariamente el intervalo establecido entre ambas partes de la novela -, cuando se consigue llevar a cabo el proyecto con producción de Juan Gona y con Juan Luis Galiardo y Carlos Iglesias en los papeles principales. El presupuesto asciende a unos 4’8 millones de euros y el rodaje se lleva a cabo en Cádiz, Sevilla, Toledo, Madrid, Ávila, Belmonte (Cuenca) y Valle de Alcudia (Ciudad Real) entre agosto y noviembre de 2001. Pese a la cálida recepción crítica y al premio Ciudad de Roma a la mejor película latina en el Festival de Venecia, El caballero don Quijote tuvo el 8 de noviembre de 2002 un estreno relativamente reducido.

Dada la ruptura que supone el obligado cambio de actores y de extensión de la narración, y teniendo en cuenta la mayor presencia de los personajes en la segunda parte de la novela, el director afrontará este segundo contacto con el personaje desarrollando una obra que en principio se desvincula un tanto de las acciones del texto literario, pero que intentará embriagarse de la escritura cervantina acentuando los juegos intertextuales en los que don Quijote es consciente de la existencia escrita de esa narración y se sabe leído y conocido.

La ficción es también el gran tema de El caballero don Quijote, versión sustentada en el componente metaliterario de la obra. Gutiérrez Aragón omite las aventuras más conocidas de la segunda parte para centrarse en episodios no menos emblemáticos, pero a priori más difíciles de visualizar (la cueva de Montesinos: un sueño relatado por el caballero), o refundir situaciones y personajes, manteniendo rasgos que permitan identificar los episodios del texto literario pero desarrollando  acciones y comportamientos nuevos (la rebelión en la ínsula Barataria, el encuentro con los Duques o con don Álvaro), y donde lo que determinará el punto de inflexión de la historia será la presencia del Quijote apócrifo de Avellaneda.

La estructuración de la trama tampoco se limitará a seguir ordenadamente la estructura de la novela, ya que en un punto determinado Don Quijote se deja llevar totalmente por la ficción de su doble literario, lo que le llevará a espacios no transitados por Cervantes y sí por Avellaneda. Y en la película Don Quijote invierte sus últimas fuerzas en ir a buscar a ese impostor, primero a Toledo y luego a Barcelona. Por otra parte, Gutiérrez Aragón confrontará al personaje con una representación, en esta ocasión de teatro de calle, en la que él mismo es protagonista y en la que Juan Luis Galiardo interpreta al representante o actor de la ficción, a su otro nacido del éxito de la primera parte de la novela.

Contra lo que ocurría en la segunda parte de la novela, se verá derrotado por cada uno de los elementos que configuran su mundo: por la proyección de un falso caballero andante (Sansón Carrasco) inspirado en los libros de caballerías que le han llevado a la locura; por ese actor que parodia sus aventuras en las calles; y por su propio escudero, que en inesperada rebelión herirá físicamente a su señor. El director también ha querido acabar con el sometimiento a la iconografía aceptada desde Doré y sitúa a un caballero más rejuvenecido y robusto en su salida y a un escudero sin su característica gordura. El caballero don Quijote se quedó en 74.076 espectadores.

En su tercera salida don Quijote, además de llevar a cabo sus hazañas de caballero, deberá defender su condición de personaje ante la proliferación de dobles e imitadores. Son los encantadores los que le hacen ver las cosas como no son, y todavía los esfuerzos de esta nueva salida irán encaminados a desencantar a Dulcinea. En 2002, la crítica se refería a la versión de Gutiérrez Aragón como a una obra postmoderna, arriesgada y de aire borgiano. La tan estudiada quijotización de Sancho tiene en esta película su más claro exponente.

En las adaptaciones no se ha dudado en eliminar de las tramas las narraciones intercaladas. Solo El curioso impertinente ha adquirido una entidad propia en las adaptaciones, desmarcándose del Quijote como si de una de las Novelas ejemplares se tratase. La noche más hermosa confirma que la presencia de Cervantes en el cine resultaría precaria de no existir las tres obras que Gutiérrez Aragón ha basado en los episodios del Quijote.

La televisión pública española había dedicado cierta atención al universo cervantino, aunque sin llegar a completar una adaptación tan ambiciosa de su obra maestra. El Quijote (1991) se inspiraba en la primera parte de la novela de Cervantes, pero aspiraba a proponer un enfoque nuevo. Si bien los escenarios son predominantemente realistas, hay significativas ocasiones en las que se opta por mostrar los entresijos de la trampa. El sentido lúdico y humorístico que ilumina la inmortal obra literaria ha sido captado en las imágenes. Fernando Rey recrea un caballero enjuto, estirado, idealista. El caballero que recrea Rey aparece cansado, apaleado, cabalgando encorvado, renunciando a un falso decoro. Sancho es un hombre pegado a la tierra, encarnación del pueblo llano, pero en esta serie se refleja esa fascinación progresiva que el campesino tiene por su amo, tan ponderada por los exégetas de la novela[15].

El director artístico Félix Murcia se basó en molinos reales para los primeros términos, pero amplió las perspectivas con molinos reconstruidos de menor tamaño en los segundos términos. Las fachadas de las casas de Don Quijote y Sancho se filmaron aprovechando construcciones de época de Talamanca del Jarama (Madrid); la venta principal se construyó ex profeso como decorado en los campos de Valdeolmillo (Madrid), aunque la venta donde Don Quijote vela las armas aprovechaba la parte de un edificio de época. Los tipos y ambientes recuerdan a veces la iconografía de la pintura naturalista del Siglo de Oro hispano.

Tras el fracaso del proyecto para adaptar la segunda parte de la novela para TVE que iba a producir González – Sinde en 1993, Manuel Gutiérrez Aragón logra concretarlo en el largometraje El caballero Don Quijote (1992). Sancho es menos grueso y de ingenio más vivo que los “sanchos” que habitualmente pueblan las pantallas. En las nuevas hazañas de la singular pareja, la imaginación, la autoconciencia y el juego de ficciones constituyen las coordenadas primordiales de esta recreación fílmica.

Repitió en El caballero Don Quijote Félix Murcia, quien confirmará su buen hacer dando vida a las escenografías construidas – interior de la cueva de Montesinos recreado en las bodegas de Talamanca del Jarama -, adaptadas o, las más, naturales; estas últimas ambientadas principalmente en el Valle de Alcudia, por ser un ecosistema equiparable a La Mancha de entonces, más húmeda y frondosa que la actual, pero también en esa playa atlántica gaditana que simula la del Mediterráneo barcelonés. El castillo de Belmonte (Cuenca) hace las veces, junto a algunas estancias de los Reales Alcázares de Sevilla, de Palacio Ducal y la casa del labrador rico que convida a los protagonistas y les notifica la existencia del libro de Avellaneda.

El vestuario, impecable, se debe a Gerardo Vera, en tanto que la música es del veterano José Nieto, quien remata una partitura tan bella como acompasada con las imágenes, mucho más lograda en tono y estilo que la de la serie de TVE.

La estructura literaria de El Quijote da más posibilidades de adaptación para la televisión que para el cine. Al menos dos películas de Gutiérrez Aragón estaban inspiradas en capítulos del libro de Cervantes. Hubo un primer guion firmado por nuestro premio Nobel Camilo José Cela que fue echado a la papelera inmediatamente de acuerdo con las confesiones del equipo de producción y realización, siendo reelaborado por Fernando Corugedo y Camilo J. Cela Conde, así como por el propio director y el propio productor. La serie está basada en la primera parte de El Quijote, ya que el proyecto de la segunda, realizado posteriormente para cine en distinto formato de pantalla, quedó en el aire por falta de presupuesto, en principio, y por la muerte del productor y del actor Fernando Rey. La serie fue emitida por primera vez en enero y febrero de 1992. Su premio en Cannes a la mejor serie de televisión apenas tuvo competencia[16].

La noria que levantó Félix Murcia al lado de un río para El caballero Don Quijote fue la primera secuencia que se rodó. Una de las últimas versiones de la llegada al mar es la de El caballero Don Quijote; en ella los protagonistas han acampado entre pinos, después de que Sancho derribe al caballero y le produzca una herida en la cabeza que luego será la que aparentemente le cause la muerte. Según ha contado Félix Muria, el reconocido escenógrafo de esta película, esta secuencia no se rodó en el Mediterráneo, sino en el Atlántico, en las playas gaditanas de Bolonia y Sanlúcar de Barrameda, que era donde se podían encontrar pinos y dunas cerca de la playa[17].

Un perfecto ejemplo de cómo el Quijote puede ser abordado desde tratamientos musicales antitéticos son los dos acercamientos de Manuel Gutiérrez Aragón al personaje. La serie televisiva El Quijote (1991) contó con partitura del argentino Lalo Schifrin (n. 1932), un hombre clave de la música cinematográfica de Hollywood. No hubo entendimiento entre director y compositor, y el primero suprimió varios bloques del montaje final. La partitura de Schifrin es ágil, exuberante y dinámica, un abierto homenaje al cine de aventuras al estilo Korngold, con aires españoles y árabes que no beben de fuentes directas, sino de las evoluciones de Falla y Albéniz o del orientalismo made in Hollywood. Schifrin recoge la retórica del equivalente cinematográfico a esas novelas de caballerías que vuelven loco al hidalgo, es decir, la música de las películas de Errol Flynn o Robert Taylor.

Pese a los momentos logrados, tal júbilo tenía que chocar con la estética de Gutiérrez Aragón: La Mancha que pinta Schifrin es un lugar tan mítico y esplendoroso como la ínsula Barataria, en lugar de esa tierra dura y agotada poblada por mesoneros, mozos y gallinas. El segundo trabajo de Gutiérrez Aragón sobre el personaje, El caballero Don Quijote (2002), contó con una banda sonora que se plegaba más a sus exigencias, escrita por José Nieto (n. 1942). La vocación de austeridad queda más patente que nunca[18].

El Quijote es una serie televisiva que la entonces directora de Televisión Española Pilar Miró había encargado a Gutiérrez Aragón. Programada para cinco semanas, de enero a febrero de 1992, se benefició de un índice excepcional de audiencia. El director, que se complace en reivindicar la doble paternidad de John Ford y de Cervantes, ha reubicado las aventuras de Don Quijote en un marco concreto, al tiempo que nos recuerda que el héroe es fruto de una invención literaria, salida de una obra en plena gestación. Los enfrentamientos de Don Quijote con sus enemigos, reales o supuestos, son de corta duración. También nos propone El caballero Don Quijote un decapado de la segunda parte de la novela, tal como poco a poco han ido recubriéndola las glosas acumuladas desde hace dos siglos.

Si ha vuelto a utilizar las principales aventuras que forman la trama de la novela, también ha incluido en su guion secuencias aparentemente menores, que reinterpreta para explotar su valor simbólico. Mientras que El Quijote había emocionado a un amplio público de espectadores, El caballero Don Quijote solo logró un éxito de prestigio[19].

Desde sus inicios, el cine ha concedido al Quijote un lugar privilegiado. En 1992, la propuesta de Gutiérrez Aragón resitúa los episodios en un marco concreto y recuerda que el héroe es fruto de una invención literaria. La versión de la segunda parte, El caballero Don Quijote, diez años posterior y concebida esta vez para el cine, no se caracteriza tanto por la visión que se da del caballero, encarnado sin excesos ni énfasis por Juan Luis Galiardo, sino por la forma en que Carlos Iglesias reinventa un Sancho desprovisto de su gordura y que, si bien mueve a la risa, nunca es grotesco.

Además de las principales aventuras, que forman la trama del original cervantino, Gutiérrez Aragón también incluyó en su guion otras secuencias reinterpretadas para explotar su valor simbólico, como el encantamiento de Dulcinea, la escena en que el caballero se pone a leer la continuación apócrifa de Avellaneda o la vuelta a la aldea, donde Sancho expresa su dolor con unas pocas palabras sencillas, mientras Don Quijote exhala el último suspiro[20].

El caballero Don Quijote (2002) tiene una duración de 119 minutos y entre sus intérpretes está Carmen Machi (Teresa Panza). Don Quijote de la Mancha, tras un breve descanso en su hacienda, acompañado de su fiel escudero Sancho, después de descubrir que existe un libro en el que se narran sus desventuras y que ahora es conocido en toda España. En este su último viaje estará motivado por el intento de desencantar a su amada Dulcinea del Toboso del poderoso mago Merlín y por desenmascarar a aquellos impostores que suplantan su identidad y a los que escriben mentiras sobre su figura, mientras Sancho ve cómo, poco a poco, se consume su señor. Es una película diferente al resto y diferente al anterior punto de vista que el autor tenía de la misma historia. Manuel Alexandre es uno de los pocos actores que pueden preciarse de haber trabajado en varias de las versiones que se han hecho, ya sea en cine, ya sea en televisión, del caballero andante. La mezcla de comedia, drama y aventuras funciona a la perfección. La música de José Nieto, supeditada siempre a la acción, es suave y está cargada de tristeza. Rodada entre Madrid, Sevilla y La Mancha en su mayor parte, los paisajes están aprovechados al máximo. Unas vistas de gran belleza, que ocupan las cercanías de pueblos como Talamanca del Jarama o Brazatortas. La película, además del Goya a la mejor fotografía, estuvo premiada en sendos festivales de Montreal y Nueva York, siendo más apreciada en el extranjero de lo que lo fue dentro de nuestras fronteras[21].

El Quijote de Miguel de Cervantes (1991) cuenta con intérpretes como Eusebio Lázaro (Ginés de Pasamonte), Alejandra Grepi (Luscinda) o Francisco Algora (Juan Haldudo). Galardonada con el premio al mejor actor del Festival de Cannes y el premio de la Unión de Actores en esa misma categoría de protagonista masculino a Fernando Rey por su encarnación de Don Quijote, esta miniserie dividida en cinco partes está sin duda entre las mejores adaptaciones de la obra de Cervantes, tanto en cine como en televisión. Esta serie sobre Don Quijote se situó entre lo mejor del año 1991, devolviendo a la televisión pública la calidad de que había hecho gala en etapas anteriores a la hora de recuperar clásicos de nuestra literatura. Rey inicialmente mostró muchas dudas a la hora de interpretar un personaje que le exigió un gran esfuerzo tanto en el físico – 12 kilos hubo de adelgazar el actor para transformarse en el hidalgo – como en la interpretación. Y solo diez años más tarde pudo el realizador volver sobre la obra y el personaje para completar su ciclo de adaptación a través de El caballero Don Quijote, que no estuvo exenta de polémica en cuanto a la opinión de la crítica, al contrario de la miniserie que la precedió, cuya valoración fue positiva y unánime tanto por parte del público como de los críticos.

Fue rodada en Castilla y tras casi dos años que incluyeron la reconstrucción de dos ventas y un pueblo manchego a escala. Destaca en esta versión del Quijote su carácter de narración en episodios, que sin duda beneficia enormemente el acercamiento a la periferia literaria del personaje. La construcción de Don Quijote y Sancho se lleva a cabo de forma muy similar a la aplicada por Cervantes en su obra. Sancho pasa de la fascinación por el discurso de Alonso Quijano a ser él mismo participante activo en la fantasía de su señor, pero al mismo tiempo no pierde nunca contacto con la realidad, sufriendo en ocasiones las consecuencias más dolorosas y humillantes derivadas de la locura del hidalgo. La serie se exhibió en el Festival de Cine de Valladolid como homenaje a su productor, Emiliano Piedra[22].

Juan Luis Galiardo le dio a Alonso Quijano un aire de galán veterano, más viejo que el original y redicho. Sin embargo, sus palabras tenían un enorme poder de seducción. Nació en San Roque (Cádiz), el 2 de noviembre de 1940. Se crio en Extremadura y debutó en el largometraje en 1963, en El camino, de Ana Mariscal. Funda con varios socios Penélope Films, su propia productora, responsable de El disputado voto del señor Cayo, adaptación de la novela de Miguel Delibes. En cine, el mejor trabajo de Galiardo es Familia, ópera prima de Fernando León de Aranoa. Fernando Casado Arambille (Fernando Rey) nació en La Coruña el 20 de septiembre de 1917.

De familia burguesa, era hijo de un militar que fue oficial del bando republicano durante la Guerra Civil. Parecía un actor muy adecuado para personajes históricos carismáticos. Fue también el narrador de Bienvenido, Mr. Marshall. Su primera aproximación a la obra cervantina fue interpretando al bachiller Sansón Carrasco en Don Quijote de la Mancha (1946) de Rafael Gil. También estaba presente en Don Quijote de Orson Welles, donde realiza una aproximación haciendo de sí mismo. En 1993 triunfó en la televisión por primera vez con El Quijote de Miguel de Cervantes, la serie dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón. Falleció el 9 de marzo de 1994 en Madrid. Alfredo Landa, actor de carácter nacido en Pamplona en marzo de 1933, se convierte en Sancho y nos deleita junto a Fernando Rey con un trabajo brillante y comedido. Carlos Iglesias dio una imagen más cercana en edad al Sancho de Cervantes. Contaba 543 años cuando rodó la película[23].

Marta Etura nació en San Sebastián el 28 de octubre de 1980. Se instaló en Madrid en 1997. A Marta, Gutiérrez Aragón le dejó reservado el papel de Dulcinea del Toboso. “En mi película Dulcinea conserva su doble condición de aldeana bruta y la de su idealización hecha por el caballero”, apuntaba el realizador cántabro en las notas de producción. La cinta, con una duración de 122 minutos y estrenada en España el 8 de noviembre de 2002, sitúa la acción en 1616. En El caballero Don Quijote, Gutiérrez Aragón reserva sorpresas para el público. Se atreve a convertir al atractivo y habitual galán Juan Diego Botto en la Dulcinea más surrealista, grotesca y surrealista que uno pueda imaginar. La película recibió en su día críticas muy favorables. Marta Etura, con sus rasgos dulces, sonrisa inocente, cuerpo menudo y proporcionado e imagen de actriz seria y eficaz, volvió a rodar con Gutiérrez Aragón La vida que te espera[24].

Allá por mediados del siglo XVI y principios del XVII se vivía en tiempos del primero de los Carlos y del segundo y tercero de los Felipe. Cervantes, nacido en Alcalá de Henares y descendiente de conversos que ejerce incluso de familiar de la Inquisición, es un convencido cristiano como tantos otros escritores de su época a su manera (Lope de Vega, Quevedo, Tirso de Molina…). Cervantes es un perfecto fracasado como su propio personaje de la triste figura. Cervantes inventa un personaje, al que adjudica la locura, que nace hidalgo[25].

El Quijote de Miguel de Cervantes

Manuel Gutiérrez Aragón estaba en Barcelona, contratado para escribir un guion. Se le ofreció en llamada telefónica la dirección de una serie que sería una versión televisiva del Quijote, un rodaje muy largo. El rodaje de la serie iba a resultar el trabajo más jubiloso de cuantos hizo en el cine. Volvió a Madrid y en la tertulia de El Alabardero Luis Carandell y Ángel Fernández – Santos expresaron su opinión negativa sobre el tema de la adaptación. Al día siguiente, el director debía dar una respuesta a los responsables de Televisión.

Por otra parte, acababan de aceptar una profunda revisión de los guiones. Los responsables televisivos se encargaron de Cela, cuyo nombre mantendrían en los títulos de crédito, ya que le habían pagado. Don Quijote está loco; si no absolutamente, sí lo suficiente para no temer el ridículo y cumplir con su papel. Respecto a la discordancia entre el mundo imaginado por Don Quijote y el real y polvoriento de los caminos, Aragón decidió que lo fantástico no saldría en imágenes, permanecería en las aladas palabras del caballero.

Con la inestimable ayuda del escritor y cinéfilo Fernando Corugedo, se encontró una fórmula por la que Don Quijote siguiera hablando “en antiguo” – una manera de hablar ya pasada incluso en su época -, mientras que los otros personajes hablarían en un lenguaje más sencillo, pero sin utilizar términos que no pertenecieran a su tiempo. Un trabajo delicado, respetando el contraste entre las formas de hablar que utilizaba Cervantes. El productor Emiliano Piedra estaba lleno de entusiasmo. Un plantel de conocidos actores, encabezado por Alfredo Landa como indiscutible Sancho Panza, estaba ya contratado y comenzado a vestir según los diseños de Gerardo Vera.

El Quijote es un loco risible, pero también es el paradigma de la nobleza y la dignidad. Los aristócratas lo utilizan como sujeto de burla, es un bufón. Los niños se ríen de él. El lector de hoy lo considera un santo. Fernando Rey mantenía una apostura de hidalgo viejo, algo solemne, rígida. Lo que Fernando Rey tenía de apropiado para el personaje era su dicción, una manera de hablar clara y solemne, capaz de hacer comprender las razones y sinrazones del caballero. El actor iba a ser quien hiciera ver lo que el director no mostraría: gigantes, hechiceros y personajes numinosos. En el cine, y no digamos ya en las series televisivas, los diálogos han ido ganando terreno a la imagen. Sancho no se fía del todo del caballero, pero se deja llevar una y otra vez por las palabras del caballero. Después de emitida la serie, fueron muchos los que ya no concebían un Quijote fílmico que no fuera el encarnado por Fernando Rey[26].

La noche anterior al rodaje, un viento manchego había destrozado una parte del decorado, las piezas añadidas a los molinos de viento de Alcázar de San Juan. Tuvieron que modificar las aspas en las escenas de los molinos de viento. Las propias del antiguo mecanismo no servían para los propósitos de la escena. Por otra parte, el director recibió algunas advertencias de que aquellos molinos de Alcázar no eran los “verdaderos” molinos del Quijote. Según algunos, los “verdaderos” eran los que estaban ubicados en Campo de Criptana, que eran los que Cervantes había tomado como inspiración. Además, eran escasos y hubo que fabricar algunas maquetas. Félix Murcia las colocó simulando una perspectiva en escala. El cerro de los molinos quedó bastante modificado[27].

El director señala que Juan Luis Galiardo “era una persona detestable”. Sin embargo, a los directores de fotografía les encantaba porque daba estupendamente en pantalla. A López Vázquez Manolo Gutiérrez Aragón nunca le aceptó ninguna de sus propuestas[28].

La serie se divide en “trancos”. En el Tranco I aparece Manuel Alexandre como barbero, el oficio del padre de Cervantes, Rodrigo. Así interviene este gran secundario durante la primera parte de la serie. Los barberos eran una mezcla de médicos, cirujanos y barberos. Además, hacían recetas, como la que prescribe a Don Quijote. Hay preciosas panorámicas del pueblo en planos generales. La iluminación mediante focos supera la luminosidad de las velas o palmatorias que se usarían en la época. Don Quijote comienza a montar a caballo por el Campo de Montiel.

En la primera venta aparece López Vázquez con bigote. Charo Soriano le atiende allí. Es la primera escena burlesca de la serie, que tiene escenas como esta, que no aparece en la versión más reducida (de 180 minutos) de la película. Aparece más adelante Paco Algora azotando a un niño. Su personaje es Juan Haldudo, vecino de Quintanar. Don Quijote viaja solo por el campo, montado en Rocinante. En la quema de los libros en la hoguera, el barbero defiende el Amadís de Gaula. El cura y el barbero parecen conocer el contenido de algunas obras. Se salva La Galatea porque es obra de Cervantes, amigo del cura. Aparece José Luis Pellicena, que aquí incorpora al escritor. Le cierran la biblioteca mediante albañiles y hacen una hoguera en el patio con sus libros. Entre ellos hay obras que tratan sobre el rey Arturo y los caballeros de la Mesa Redonda. Las vistas del pueblo bajo un cielo azul son maravillosas.

Aparecen Sancho, que cuida a su burro, y su familia. Don Quijote le promete una ínsula. En la casa de Don Quijote hay arcos góticos. Sancho acompaña a Don Quijote en su segunda salida. La aventura de los molinos es la primera aventura de ambos juntos. Y el Quijote ya empieza a inclinar la cabeza, postura que se repetirá en la serie, así como a recibir palizas. Don Quijote mete la pata constantemente, sin comprender que sus ideales están fuera de lugar y acaban resultando nefastos. Tanto Rey como Landa están geniales en sus papeles respectivos.

Salen la muralla y una puerta de Toledo, ciudad medieval y con peso de la cultura islámica, en donde Cervantes encuentra la continuación de la aventura del vizcaíno. Es una licencia intertextual del director. Aparece una tintorería, trabajo penoso y maloliente. Se atribuye a un caso de papeles comprados a un muchacho la continuación de la obra. Por una vez, Don Quijote vence al vizcaíno. Pero Sancho recibe una paliza por desvalijarle.

Sancho es realista y trata de evitar que Don Quijote se engañe por su mala cabeza, pero no consigue convencerle. Da la sensación de que Gutiérrez Aragón estaba más fresco e ilusionado en la primera parte y trató de salir del paso en la segunda, con otros actores (en su mayoría) y en un formato más breve. La reducción de la serie a 180 minutos en la película tal vez responda a razones comerciales. Hay escenas en la serie, como la de la venta, que no aparecen en la película.

Tranco II. Sancho es analfabeto, algo muy frecuente en aquella época. El calor hace estragos en ambos. Un pastor aplica unas hierbas a la cabeza herida del caballero. Éste habla de la Edad de Oro, donde no había propiedad privada, las mujeres iban desnudas y existía la justicia. Pasan la noche con los cabreros, que elaboran queso de cabra. La escena no figura en la película.

A Rocinante le golpea un grupo de campesinos. Y después sacuden a Don Quijote. Esta escena tampoco aparece en la película. Don Quijote y Sancho llegan heridos de los golpes a la segunda venta. Esperanza Roy está genial, graciosa y divertida como Maritornes. Pero allí hay también otra pelea. El ventero (Héctor Alterio) golpea a Maritornes. Antonio Guerrero hace un pequeño papel. El bálsamo de Fierabrás sienta fatal a Sancho. A este le mantean porque la pareja no paga por su estancia.

Tranco III. Sancho quiere regresar al pueblo. A veces recuerda a Cantinflas, que también participó en una versión cómica del Quijote. Este cae en medio de un rebaño de ovejas. Y a Sancho le roban. Se encuentran de noche con una procesión que transporta un cadáver vestido con hábito religioso. Es un caballero que murió en Baeza y lo llevan a Segovia. Esta vez, Don Quijote se disculpa. Sancho le llama Caballero de la Triste Figura. Y Don Quijote lo acepta. Sancho ve una noria funcionando junto a un río. Esta parte no aparece en la película y se desarrolla de noche. Ya de día, Sancho suelta a Rocinante, al que puso un cepo para que no se moviera.

Una rueda de batán asusta a Sancho, a quien su amo le golpea. Sigue la aventura del yelmo de Mambrino, que porta un hombre sobre otro burro. Don Quijote recoge la bacía del burro, cuyo propietario huye. Sancho le quita las albardas, como antes hicieron con él. Ante los galeotes, Sancho advierte a su señor para que no intervenga. Pellicena va esposado por chulo de putas. La Santa Hermandad les custodia. Pero Alonso Quijano les libera y desea que cuenten a Dulcinea su hazaña. Los presos les atacan y antes de huir les colocan sus cadenas. A Sancho le quitan la ropa y su rucio desaparece.

Según los extras de la serie, Argamasilla de Alba sería el “lugar de la Mancha”. Aquí se encuentran la casa del bachiller Carrasco y la cueva de Medrano. En una de las ventas de Puerto Lápice se armaría caballero a Don Quijote. Consuegra está dominada por once molinos de viento. Es una población de origen romano y destacan su castillo y su casco antiguo. En Madridejos se encuentra el molino del Tío Genaro, uno de los más antiguos. En Alcázar de San Juan, en el vecino cerro de San Antón, encontramos cuatro molinos de viento en excelente estado de conservación. En el Cerro de la Paz (Campo de Criptana) pueden contemplarse diez molinos. Mota del Cuervo ofrece un espectacular conjunto de molinos de viento que dominan la localidad. El Toboso sería la patria chica de Dulcinea.

Tranco IV. El caballero su escudero atraviesan una zona montañosa. A Sancho le han desvalijado y va a pie. Encuentran un arcón con dinero, que Sancho se queda, y Don Quijote lee un libro que encuentran. Sancho se viste con ropas del arca. Encuentran allí a un loco que se lamenta de la traición de una mujer. Don Quijote le sigue. Es Cardenio, hijo de una rica familia andaluza. Era el prometido de Luscinda y escribía poesías a su amada, pero tiene que acompañar a Fernando, prometido con una labradora e hijo de duques. Esta historia en la película se encuentra resumida y no se entiende del todo. Cardenio muestra a Fernando a Luscinda, su amada, dormida y le enseña las cartas que le escribió ella. Luscinda era aficionada a las novelas de caballería y Fernando le envía una nota entre las páginas de un Amadís. Cardenio y Don Quijote discuten y se pelean, pero Cardenio está más loco que Alonso Quijano. Sancho se queja y quiere volver a la aldea.

Don Quijote quiere hacer penitencia en una peña. Se desnuda y encarga a Sancho que vaya con Rocinante en busca de Dulcinea. Y le entrega una carta dirigida a ella, aunque apenas la ha visto. Dulcinea es Aldonza Lorenzo, a quien Sancho conoce y le parece más recia de lo que Don Quijote cree. Sancho llega a una venta, que es la segunda, la de Maritornes. Allí están el cura y el barbero, que cuando van en busca de Don Quijote, se encuentran a una joven (Aitana Sánchez – Gijón) que les oye. Es Dorotea, la hija de unos labradores ricos andaluces. Fernando la prometió matrimonio. Aparece Cardenio. Fernando huía de Dorotea y decide casarse con Luscinda. Se cruza con Dorotea, cuyo rostro se oculta tras un velo oscuro, y no la reconoce. Fernando es Máximo Valverde, que fuerza a Dorotea, pero esta se entera de la boda entre Luscinda y Fernando. Dorotea trata de matar a Fernando, pero la boda no llegó a culminarse. Es una historia intercalada, que continúa con la penitencia de Don Quijote.

Dorotea conoce a Don Quijote, que ya es famoso. El cura y el barbero señalan que se encontraron a los galeotes liberados camino de Sevilla. Se menciona a un tal Pedro de Valladolid.

Tranco V. A Sancho le encuentra Dorotea. Pero Don Quijote se enfada y le pide explicaciones sobre Dulcinea. Sancho descubre a un rucio montado por Ginés de Pasamonte, uno de los galeotes, que huye ante Don Quijote. Vuelven a la segunda venta, seguidos por Cardenio. El ventero tiene libros de caballería, aunque no sabe leer. Y Don Quijote derrama el vino guardado en la bodega, que estaba almacenados en pellejos.

Luscinda entra en la venta conducida por caballeros y Fernando trata de acercarse a ella. Esta parte no aparece en la película. Fernando, Dorotea, Luscinda y Cardenio se encuentran en la venta. Es una escena teatral. Luscinda y Cardenio se unen, lo mismo que Fernando y Dorotea. Y el público aplaude el final feliz.

En la misma venta, el personaje que interpreta Rafael Alonso reconoce su bacía. Don Quijote dice a Sancho que se la devuelva, pero se produce una pelea. Aparece entonces la Santa Hermandad, que busca a Don Quijote. Este sufre una pesadilla y por fin le meten en una jaula de madera tirada por bueyes, en la que se lo llevan. Pero sale a hacer sus necesidades, y se encuentra un grupo de encapuchados que conducen una escultura de la Virgen María. Alonso Quijano les desafía y acaba siendo golpeado. Vuelve al carro y a su llegada los niños le insultan y se burlan de él. Sancho regresa a su casa con monedas de oro, que muestra a su mujer (Emma Penella).

En la película de 1990, al igual que en la serie, Terele Pávez hace de ama. Comienza asimismo en la casa del hidalgo. Este vive en una casa de pueblo, separada de este por una tapia. Los libros de caballería le devanaron los sesos y los niños se ríen de él. Tiene un amplio patio y su primera salida se produce de noche. Amanece mientras atraviesa la llanura. Monta a Rocinante por el campo de Montiel y se mete por el trigo de un campesino. Llega a una calzada y se encuentra con un grupo. Se menciona la Alcarria y Extremadura. Alonso Quijano se inventa a Dulcinea y bautiza con su nombre a Rocinante. Recibe su primera paliza, a pesar de su armadura. Entonces aparece un hombre que lo conoce. Es su vecino Pedro Alonso y le lleva de vuelta a su casa.

A continuación se produce el escrutinio de los libros de su biblioteca. El barbero ordena que le preparen un bebedizo. Francisco Merino representa al cura. Los libros arden en una hoguera, en el patio. Y también le tapian la sala de la biblioteca. Sancho adecenta a su rucio. Y Alonso Quijano le promete una ínsula. La fotografía de Teo Escamilla resulta espléndida. Y la música también está a un gran nivel. Emma Penella es Teresa, la mujer de Sancho. Don Alonso vuelve a salir, ahora ya de día. Es mucho más alto que Sancho, en especial cuando cada uno monta a su animal de transporte. Salen por una llanura con montañas azules al fondo. Y llegan a la aventura de los molinos.

Eduardo Alonso Franch

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan


[1] “’Ante todo he querido ser fiel a Cervantes’. El Quijote, de Gutiérrez Aragón, serie del año”.   Seminci, nº1, 18 octubre 1991, pp. 12 – 13.

[2] MOLINA FOIX, Vicente: Manuel Gutiérrez Aragón.   Madrid: Cátedra, 2003.

[3] GUTIÉRREZ ARAGÓN, Manuel: “El caballero Don Quijote se sale del libro”.   Ibid.

[4] Filmografía.   Ibid.

[5] MARTÍNEZ TORRES, Augusto: Conversaciones con Manuel Gutiérrez Aragón.   Madrid: Fundamentos, 1985.

[6] “Gutiérrez Aragón, Manuel” en: TORRES, Augusto M.: Diccionario del cine español. Madrid: Espasa Calpe, 1994, p. 241.

[7] HEREDERO, Carlos F: “La libertad del fabulador”.    Manuel Gutiérrez Aragón. Las fábulas del cronista / edición: Carlos F. Heredero.    Madrid: Ocho y Medio, 2004.

[8] SÁNCHEZ HARGUINDEY, Ángel: “Un hombre de nuestro tiempo”.    Ibid.

[9] HEREDERO, Carlos F.: “La simiente cervantina”.   Ibid.

[10] MOLINA FOIX, Vicente: “Las dos Españas de Gutiérrez Aragón”.   Ibid.

[11] Filmografía.   Ibid.

[12] HEREDERO, Carlos F.: Cuentos de magia y conocimiento. El cine de Manuel Gutiérrez Aragón.    Burgos: Alta Films, 1998.

[13] JUAN PAYÁN, Miguel: La historia de España a través del cine.   Madrid: Casitel, 2007.

[14] HERRANZ, Ferran: El Quijote y el cine.   Madrid: Cátedra, 2005.

[15] HERNÁNDEZ, Javier: “Manuel Gutiérrez Aragón o los quijotes de la democracia”.   Don Quijote en el cine.   Nosferatu, 50, Diciembre 2005.

[16] SÁNCHEZ MILLÁN, Alberto: “El Quijote en la televisión”.   Ibid.

[17] GOROSTIZA, Jorge: “Provenza, Crimea… La Mancha. El paisaje de El Quijote”.   Ibid.

[18] CUETO, Roberto: “Sinfonías de La Mancha. La música en las versiones cinematográficas de El Quijote”.  Ibid.

[19] CANAVAGGIO, Jean: “Don Quijote”, del libro al mito.   Pozuelo de Alarcón: Espasa Calpe, 2006.

[20] CANAVAGGIO, Jean: Diccionario Cervantes.   Madrid: Centro de Estudios Europa Hispánica, 2020.

[21] UCERO CASTAÑO, Jesús: “El caballero Don Quijote (2002)”.   El Quijote en el cine / Miguel Juan Payán (coord.).   Madrid: Jaguar, 2005.

[22] PAYÁN, Miguel Juan: “El Quijote de Miguel de Cervantes, 1991”.   Ibid.

[23] SÁNCHEZ, José Luis: “Los actores y Don Quijote”.   Ibid.

[24] SCOLA, Gloria: “La misteriosa figura de Dulcinea y sus actrices: el viaje desde la letra hasta la imagen”.    Ibid.

[25] SANZ LARREA, Gonzalo: “Paisajes de la España del Quijote y semblanzas cinematográficas cervantinas”.   Ibid.

[26] GUTIÉRREZ ARAGÓN, Manuel: “’No son gigantes, señor, son decorados de cine’. Relato de un Quijote televisivo” en: A los actores / Manuel Gutiérrez Aragón.    Barcelona: Anagrama, 2015.

[27] GUTIÉRREZ ARAGÓN, Manuel: “El cine y los realismos”.   Ibid.

[28] GUTIÉRREZ ARAGÓN, Manuel: “Entre el autoritarismo y la timidez”.   Ibid.

Turistas en la Mancha cuyo ejemplo conviene seguir

Fecha de Publicación: 13/05/2024

Javier Vázquez Cuesta y su mujer Juana Mari, vinieron desde Pilas (Sevilla) a conocer la Mancha de don Quijote y Sancho Panza. En Alcázar de San Juan visitaron -entre otros recursos turísticos- los azulejos quijotescos del parque Cervantes

 

Nuestro socio Javier Vázquez Cuesta y esposa, vinieron en días pasados a conocer la Mancha y han hecho de Alcázar de San Juan su “base de operaciones” para organizar sus desplazamientos por la “Comarca Quijote” en los cinco días de estancia entre nosotros

Alcázar de San Juan, 13-05-2024.- Que la Mancha existe y que es un lugar físico en el que Miguel de Cervantes quiso que sucediesen muchas de las principales aventuras de don Quijote y Sancho Panza, es un hecho que conviene mencionar y recordar porque aún hay gente que piensa que es un territorio únicamente literario.

Pero también hay que recordar que este espacio geográfico real guarda muchos tesoros patrimoniales, naturales y gastronómicos, pero sobre todo una vinculación especial con el Quijote que los admiradores de Cervantes y su obra no puede dejar de conocer.

Javier Vázquez Cuesta es miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan desde el 15 de octubre de 2022 por su afición a Cervantes y especialmente a su teatro, de quien presume haber representado diferentes obras con el grupo teatral de su ciudad, Pilas en Sevilla.

Tenía la intención de conocer la Mancha y nos pidió consejo. Como su disponibilidad era de cinco días, rápidamente le organizamos unas rutas por los lugares imprescindibles que debía visitar. Teniendo en cuenta que quería acomodarse en Alcázar de San Juan, con muy buen criterio, por cierto, ya que la Comarca Quijote se encuentra en un radio de aproximadamente 40 km alrededor de esta ciudad. Su decisión es un ejemplo a seguir para todos aquellos visitantes que quieran emular a estos “quijotes” sevillanos. Para conocer el corazón de la Mancha de don Quijote y visitar estos emblemáticos lugares, es un buen plan dedicar un fin de semana o un puente, dos o tres días pueden ser suficientes para sumergirse en el mundo del Quijote.

Nuestros amigos turistas sevillanos pusieron como condición reservarse un día para visitar Esquivias (por motivos familiares) y para ir a Toledo a disfrutar del parque temático Puy du Fou.

Pero el resto de los días han podido visitar Puerto LapiceCampo de Criptana, que es el lugar donde sin lugar a dudas Cervantes se inspiró para escribir la famosa aventura de los molinos de viento (ya que era el único lugar que en época de Cervantes disponía de cerca de cuarenta molinos), El Toboso (lugar de Dulcinea) con su museo de Quijotes, e incluso Pedro Muñoz, para conocer la colección cervantina Zunzunegui, que es la segunda más importante de España.

También pudieron visitar Argamasilla de Alba, con la Ruta Romagosa (réplica de las figuras de la serie de TV de dibujos animados “Don Quijote de la Mancha), el castillo de Peñarroya y las Lagunas de Ruidera, aunque dejaron la Cueva de Montesinos para una próxima ocasión al no poder visitarla por no haber efectuado la reserva con anterioridad. El sólo hecho de llegar hasta ella colmó las expectativas de estos cervantistas.

En Alcázar de San Juan visitaron el Museo del Hidalgo, la parroquia de Santa María (la más antigua de la diócesis de Ciudad Real) y el Torreón del Gran Prior junto a la Capilla de Palacio. Asimismo, conocieron la vinculación de la ciudad con Cervantes y el Quijote, la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, la ubicación de su casa natal, la abundante iconografía cervantina de la ciudad, incluyendo la azulejería quijotesca del parque Cervantes que contiene una representación gráfica del Quijote completo (en sus dos partes, de principio a fin). De igual modo han conocido la rica gastronomía manchega y sus vinos, así como las afamadas “tortas de Alcázar” con las que se elabora la “bizcochá” el típico postre alcazareño.

Para la siguiente visita dejan pendiente ir a conocer el lugar donde se ubicó la venta en la que don Quijote fue nombrado caballero, ubicada muy cerca de la actual ermita de Manjavacas en Mota del Cuervo (lugar que identificó y ubicó nuestro asociado Luis Miguel Román Alhambra) y cuando quizá la ruta ya se encuentre señalizada, lo que es una vieja aspiración de este colectivo cultural.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Las ediciones del Quijote en la Biblioteca Nacional

Fecha de Publicación: 06/05/2024

 

Isabel Ruiz de Elvira Serra

Directora del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la Biblioteca Nacional de España,

Ponencia impartida en la Mesa Redonda Cervantina celebrada en Pedro Muñoz (Ciudad Real) el sábado 27 de abril de 2024

1. INTRODUCCIÓN: LA COLECCIÓN CERVANTINA

La antigua Sección de Cervantes, actualmente integrada en el Servicio de Reserva Impresa de la Biblioteca Nacional, se creó en 1894, al trasladarse la biblioteca al actual edificio del Paseo de Recoletos, siendo director Manuel Tamayo y Baus.

Hasta entonces, las ediciones de textos cervantinos, así como los estudios sobre Cervantes, formaban parte de la Sección de Libros Raros y Preciosos, dentro del Departamento de Impresos de la Biblioteca.

La labor de Menéndez Pelayo durante su etapa de director (1898-1912) fue muy positiva para esta sección. Pero fue su sucesor, Rodríguez Marín, quien la mejoró considerablemente, duplicando el número de volúmenes mediante nuevas adquisiciones y reuniendo libros y folletos cervantinos dispersos en las restantes secciones. Durante la dirección de Rodríguez Marín, el encargado de la sección, Gabriel Martín del Río y Rico, realizó el primer catálogo de la misma, obteniendo con este trabajo el premio de bibliografía de la Biblioteca Nacional en 1916.

En el siglo XX, al fondo inicial se fueron añadiendo nuevos volúmenes, procedentes del depósito legal, donaciones y compras. En la actualidad la signatura CERV se compone de 5.146 volúmenes y 50 cajas de folletos.

Fueron significativas las aportaciones de algunos importantes coleccionistas del siglo XIX como Luis Usoz, Cayetano Alberto de la Barrera, Agustín Durán y Pascual de Gayangos. Y ya en el siglo XX, en 1949, ingresaron 445 valiosos ejemplares del notable cervantista José María Asensio y Toledo.

Pero el hito más importante fue la adquisición, en 1968, de la importantísima colección de Juan Sedó Peris-Mencheta, que incluye, además de las obras de y sobre Cervantes, cualquier tipo de material relacionado con este autor: cromos, etiquetas, postales, exlibris, abanicos, etc. Dentro del fondo propiamente bibliográfico destacan veintiséis ediciones del Quijote del siglo XVII y valiosas ediciones del siglo XX, además de obras teatrales, imitaciones, catálogos, bibliografías, revistas, etc. Esta colección se compone de 8.853 volúmenes y 138 cajas de folletos con la signatura CERV.SEDÓ.

En 1980 se suprimió la Sección de Cervantes, con lo que no siguieron creciendo estas signaturas: las ediciones cervantinas modernas que ingresaron con posterioridad a esa fecha se fueron integrando en el Depósito General de la Biblioteca.

Sala Cervantes: el pintor valenciano Muñoz Degrain donó a la Biblioteca en 1919 una colección de veinte cuadros, todos de temática cervantina, que pueden contemplarse en la actual “Sala Cervantes”, sala de acceso restringido a los investigadores, donde pueden consultarse, además del fondo cervantino, las colecciones de manuscritos e impresos reservados o raros.

Exposiciones: Se han sucedido constantemente a partir de la primera celebrada en 1905, cada una con su respectivo catálogo. Las más recientes han sido la titulada “El Quijote, biografía de un libro, 1605-2005”, en 2015, con motivo del cuarto centenario de la publicación de la primera parte, y “Miguel de Cervantes, de la vida al mito”, en 2016.

Micrositio: http://cervantes.bne.es/

2. EDICIONES DEL QUIJOTE

Prácticamente todas las ediciones del Quijote desde 1605 hasta mediados del siglo XX, en la mayoría de idiomas del mundo, están representadas.

En el catálogo de la BNE se pueden localizar actualmente 3.420 ediciones:

– 304 ediciones antiguas (anteriores a 1831), con 2.737 ejemplares

– 3.116 ediciones modernas, incluyendo adaptaciones (de las cuales 2.022 están en español, y 1.994 en otros idiomas), con 11.586 ejemplares.

3. EDITIO PRINCEPS

La primera edición o editio prínceps de 1605 difiere de la segunda edición del mismo año (ambas con el escudo del impresor Juan de la Cuesta, un halcón de cetrería con capirote, un león dormido y el lema “Post tenebras spero lucem”, que pertenecía a su antecesor en la imprenta Pedro Madrigal) por el privilegio, que en la primera se dio solo para Madrid, y en la segunda, para Castilla, Aragón y Portugal.

De la princeps se imprimieron unos 1.700 ejemplares, de los cuales han sobrevivido al menos 28, según el censo efectuado entre 2009 y 2016 por el grupo de investigación Prinqeps dirigido por Víctor Infantes y Ana Martínez Pereira.

El precio de mercado actual se podría calcular según la venta en 1989 al empresario y bibliófilo Javier Krahe, 1,5 millones de dólares por la primera edición de ambas partes.

Relación de ejemplares conocidos

ESPAÑA: 6 ejemplares

– Madrid, Biblioteca Nacional de España (Francisco Grau – Domingo de Ara –

Justo Zapater)

– Madrid, Real Biblioteca

o A. Rousseau – Condes de París – Luisa de Orleans – Alfonso XIII

o Bienes privados (Hieronimo – Savvoya)

– Madrid, Real Academia Española (Juan Manuel Fernández de Pacheco –

Vicencio Squarzafigo)

– Barcelona, Biblioteca de Cataluña (Isidro Bonsoms y Sicart)

– Toledo, Biblioteca de El Cigarral del Carmen (Javier Krahe Ruiz lo adquiere en

1989 a Sotheby’s quien a su vez lo había adquirido a la Pierpont Morgan Library

en 1973)

FRANCIA: 6 ejemplares

– Albi, Mediatheque Pierre Almaric (familia Condé)

– Chantilly, Musee Condé

– París, Bibliotheque Nationale (1)

– París, Bibliotheque Nationale (2) (Rothschild)

– Ruán, Bibliotheque Municipale (Francisco Brunyer)

– Versalles, Bibliotheque Municipale

REINO UNIDO: 3 ejemplares

– Glasgow, University Library (Hunterian Museum)

– Londres, British Library (Thomas Grenville)

– Oxford, Bodleian Library (Thomas Bodley – Henry Wriothesley)

ALEMANIA: 1 ejemplar

– Wolfenbüttel, Herzog August Bibliothek

AUSTRIA: 1 ejemplar (descubierto en 2009 por Enrique Rodrigues Moura)

– Innsbruck, Universitat und Landesbiblothek Tirol (Biblioteca Pública

Oenipontana)

ITALIA: 1 ejemplar

– Nápoles, Biblioteca Nazionale Vittorio Emmanuele III

ESTADOS UNIDOS: 10 ejemplares

– Cambridge (Massachussets), Harvard University

– Chicago, The Newberry Library (Óscar B. Cintas, La Habana)

– Filadelfia, The Rosenbach Museum and Library (Leonhard Christopher

Ulnester – Familia Eisenfort – Raimundo Ruiz)

– Nueva York, The Hispanic Society of America

o Marqués de Jerez

o Ricardo Heredia

– Nueva York, The Morgan Library (Maggs Bros – Heineman)

– Nueva York, Public Library (Chavignac –Owen d. Young – Henry W. y Albert

A. Berg)

– Washington, The Library of Congress

o John Longford

o Alexis du Pont Coleman

– Yale, Yale University (Carrie-Sperrie Beinecke)

De la primera edición de la 2º parte (1615) han sobrevivido unos 40 ejemplares, de los

cuales 5 están en la Biblioteca Nacional.

4. EJEMPLAR DE LA BNE, SIGN. CERV/118

Ejemplar falto de portada y de las cuatro últimas hojas, sustituidas por reproducciones

fotolitográficas realizadas por Francisco López Fabra del ejemplar de la Real Academia

Española. Encuadernación en marroquí rojo estilo “a la Duseuil” realizada por Brugalla

en 1957.

Este ejemplar llegó a la biblioteca en 1864, siendo Director Juan Eugenio Hartzenbusch

(1862-1876), ilustre dramaturgo y erudito cervantista.

La historia de la adquisición de este ejemplar es muy curiosa:

Según aparece en la revista El propagador de la fotografía, núm. 7, (15 de enero de 1864), en 1861 se había creado la Sociedad foto-lito zincográfica, por Francisco López Fabra, geógrafo de la dirección de correos, el fotógrafo D. Antonio Selfa, y Agustín S. Zaragozano, litógrafo, poniendo en práctica los revolucionarios descubrimientos que una década antes se habían hecho en este campo, en Francia y en Inglaterra. En enero de 1864 esta Sociedad publicó una circular-prospecto ofreciendo sus servicios y dando algunas muestras de los resultados que había obtenido en la reproducción de impresos, dibujos, grabados, etc., hallándose entre ellas una hoja del único ejemplar que entonces se conocía de la primera edición del Quijote, el de la Real Academia Española, que facilitó Hartzenbusch (ya que era miembro de la misma) a López Fabra.

Las reproducciones se basaban en las operaciones químicas denominadas foto-litográficas, foto-zincográficas, fotopapirográficas, y en el método anastálico.

Este prospecto de propaganda circuló en 1864 por muchos lugares de España; y tal y como explica el propio Hartzenbusch en la Memoria de la Biblioteca Nacional del 1865, un ejemplar llegó a Teruel, donde el estudiante Justo Zapater y Jareño lo vio, y al fijarse en la hoja que reproducía la del comienzo del primer capítulo del Quijote, ésta le recordó, por la letra y los adornos, una primera página semejante de un libro del Ingenioso Hidalgo que había visto en una casa particular. Zapater lo buscó, lo adquirió y entendiendo que debía ser la primera edición de la primera parte, y por consecuencia, un ejemplar de gran rareza, escribió a la Biblioteca Nacional, ofreciéndoselo generosamente; la donación tuvo lugar en el mismo año 1864. Se daba la circunstancia de que en el índice de BNE figuraba la existencia un ejemplar de la misma edición, que había desaparecido hacía muchos años. En palabras de Hartzenbusch, “Bien hubiera podido equivocarse el Sr. Zapater, porque la primera y la segunda edición del Quijote, hechas en Madrid por Juan de la Cuesta en 1605, tienen igual la página reproducida por el Sr. Fabra; pero la fortuna, como queriendo coronar el noble propósito del Sr. Zapater, y devolver a la Biblioteca Nacional la mitad de una pérdida muy sensible, hizo que el ejemplar de Teruel fuese el de la primera edición”.

Pilar Egoscozábal, funcionaria del cuerpo facultativo en la Biblioteca Nacional, fue quien descubrió y publicó en un artículo de 2012 este texto de Hartzenbusch.

En 2015 la valoración para el seguro de este ejemplar se estimó en 2.5 millones de euros.

5. EDICIONES EN CASTELLANO

Las ediciones en castellano de Don Quijote de la Mancha están ampliamente representadas en la colección cervantina de la Biblioteca Nacional de España.

Contamos con un ejemplar al menos de cada una de ellas.

El Quijote tuvo un enorme éxito nada más publicarse, como lo demuestran las seis ediciones que vieron la luz el mismo año de 1605: la segunda edición del mismo año por el mismo impresor, y otras cuatro impresas también en 1605, dos en Lisboa y dos en Valencia. Poco después vieron la luz las de Bruselas (1607 y 1611) y Milán (1610), la tercera de Juan de la Cuesta en Madrid (1608)… Y la Segunda Parte de 1615, junto a las ediciones de nuevo de Valencia, Lisboa y Bruselas, hasta la publicación conjunta por vez primera de las dos partes en Barcelona en 1617. En total en la BNE posee 37 ediciones en castellano del siglo XVII.

Estas y las posteriores, hasta la actualidad, permiten reconstruir a través de nuestro catálogo el éxito de una obra que ha continuado hasta hoy día. Podemos hacer un recorrido por las que supusieron un hito en la historia editorial del Quijote: en el siglo XVIII, la edición castellana de Tonson de 1738, acompañada de la Vida de Cervantes de Mayans i Siscar; la edición de la Real Academia Española de 1780, de Joaquín Ibarra, con otra Vida de Cervantes, esta vez de Vicente de los Ríos, que añadió además un Análisis del Quijote; la de la Imprenta Real de 1797-1798; y las dos de Gabriel de Sancha (1797-1798 y 1798-1800), a cargo de Juan Antonio Pellicer.

En el siglo XIX asistimos a la publicación de importantes ediciones, a cargo de Clemencín y Navarrete (1819),  Clemencín  (1833-1839) y  Hartzenbusch  (1863), así como a la primera edición facsímil de la obra (1871-1879) como consecuencia de la introducción de la foto-tipografía en España a cargo del coronel Francisco López Fabra, cuyo entusiasmo contagió a un amplio número de seguidores que convirtieron el acontecimiento en un capítulo importante del cervantismo español.

Ingresadas por Depósito Legal a partir de 1958 están presentes las ediciones españolas de los siglos XX y XXI que, reeditadas numerosas veces, constituyen referencia obligada para el lector o investigador que quiera acercarse a una edición cuidada de la obra, como las de Florencio Sevilla y Antonio Rey, publicada por el Centro de Estudios Cervantinos en 1993, o la de Francisco Rico, por el Instituto Cervantes de 2004, por poner dos de los ejemplos más relevantes. De las anteriores a la fecha de implantación del Depósito Legal, no faltan las anotadas por Cortejón, Rodríguez Marín, Schevill y Bonilla, Justo García Morales, Martín de Riquer, Vicente Gaos…

El número de ediciones en castellano de los siglos XX y XXI asciende a 1.771.

6. TRADUCCIONES

En la actualidad, el Quijote está traducido a casi 80 lenguas y dialectos; en la Biblioteca Nacional tenemos traducciones a 56 de ellas. Hay ejemplares de todas las traducciones de la obra hasta mediados del siglo XX.

Las traducciones del Quijote están en relación con la situación política de los países europeos en la época y la categoría de sus lenguas y el prestigio de que gozaban. De ahí que las primeras lenguas a las que se tradujo fueran el inglés, francés, alemán e italiano. Tenemos 40 ediciones de siglo XVII en inglés, francés, italiano, neerlandés y alemán.

El Quijote fue traducido por primera vez al inglés por Thomas Shelton en 1612, solo siete años después de publicarse la primera edición en español, en 1605. En 1620 se publicó la traducción de la Segunda parte, por el mismo Shelton. A la versión inglesa de Shelton le siguieron las de Motteux, Jarvis y Ormsby, hasta un total de 81 ediciones antiguas (hasta 1830).

Al francés (la lengua más importante en los siglos XVII y XVIII como vehículo de comunicación) se tradujo también muy tempranamente: Cesar Oudin tradujo la Primera Parte en 1614 y François de Rosset la Segunda Parte en 1618. A las de Oudin y Rosset, siguieron las de Filleau de Saint-Martin, Florian y Viardot. Estas traducciones se utilizaron, en lugar de la versión original castellana, como base para muchas traducciones posteriores, especialmente a las lenguas eslavas. El número total de ediciones antiguas en francés es 78.

A continuación se tradujo al italiano, por  Franciosini en 1622 (existen 11 antiguas): al alemán, por  Pahsch Bastel von der Sohle , en 1648 (hay 17 antiguas), y al neerlandés, en 1657 (con 8 antiguas). El hecho de que se leyera en la lengua original o a través del francés, inglés o alemán, hizo que las traducciones a otras lenguas europeas fueran mucho más tardías; pero tenemos también de traducciones antiguas al danés (3), polaco (1) portugués (2), ruso (1) y sueco (2).

A partir de 1831 tenemos ediciones en todos los ámbitos:

Lenguas españolas:

Catalán (22), Euskera (9), Gallego (7), Valenciano (1), Asturiano (1)

Ámbito europeo:

Inglés (244), Francés (214), Alemán (137), Italiano (67), Ruso (37), Portugués (36),

Serbio (27), Checo (26), Húngaro (20), Rumano (17), Neerlandés (17), Polaco (12),

Búlgaro (10), Sueco (10), Griego (9), Croata (7), Finés (6), Danés (5), Noruego (4), Letón

(4), Lituano (4), Estonio (4), Ucraniano (3), Esloveno (2). Con una sola edición: Eslovaco,

Albanés, Islandés y Georgiano.

Otros ámbitos:

Japonés (36), Hebreo (22), Chino (9), Árabe (7), Turco (4), Armenio (4), Bengalí (3),

Coreano (3), Vietnamita (2). Con una sola edición: Tagalo, Guaraní, Tamil, Tailandés,

Azerí, Afrikaans, Uigur, Hindi.

Mención aparte merecen:

– La traducción al esperanto, con seis ediciones, de 1905 a 2005

– Las ediciones en latín macarrónico Historia Domini Quijote Manchegui (4 ediciones, de 1905 a 2017, y la edición en latín clásico, de 1998

– La edición políglota, de 1916, en 67 lenguas.

7. EDICIONES ILUSTRADAS

Junto a todas estas obras, la Biblioteca Nacional de España alberga también numerosas ediciones ilustradas desde el comienzo de la aventura editorial del Quijote, entre las cuales destacan la magistral edición de la Real Academia Española de 1780, impresa por Joaquín Ibarra e ilustrada por los principales dibujantes y grabadores de la época, como José del Castillo, Antonio Carnicero, Jerónimo Gil o Manuel Salvador Carmona; la de Gabriel Sancha de 1797-1798, con ilustraciones de José Ximeno, Agustín Navarro, José Camarón o Luis Paret y Alcántara; las ilustradas del siglo XIX, españolas o extranjeras, con los dibujos de Tony Johanot,  Celestin Nanteuil , Luis Madrazo,  Gustave Doré , Ricardo Balaca, Apeles Mestres, Moreno Carbonero, Laureano Barrau… ; y las más modernas, desde Urrabieta Vierge a Paul Rerst, Teodoro Miciano, José Narro, Gregorio Prieto o Salvador Dalí, entre otros muchos.

8. ADAPTACIONES

En los países en los que se tradujo, el Quijote fue objeto de adaptaciones o versiones abreviadas, estas últimas en forma de antologías o simplemente con el texto reducido, aunque respetando el original. Fue frecuente asimismo la publicación de episodios sueltos, como el de La pastora Marcela, El curioso impertinente o El cautivo.

En lo que respecta a las adaptaciones propiamente dichas, el siglo XIX fue un siglo rico en este tipo de ediciones, sobre todo en Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y Rusia. La imagen tenía una gran importancia en este tipo de ediciones, que en Inglaterra llegaron a constituir un producto editorial específico, como en el caso de The spirit of Cervantes or Don Quixote abridged (1820), por poner un ejemplo Por otra parte, en muchos países se hacía necesario adaptar la historia y los personajes a las referencias culturales de los nuevos lectores, como fue el caso de su recepción en Japón o en la cultura hebrea. En otros, como en Grecia, es significativo el papel que han desempeñado las adaptaciones, entre las que se incluyen tebeos, para la difusión de la obra cervantina.

Asimismo, la obra será objeto de interpretaciones, adaptaciones a distintos géneros, continuaciones o relecturas. Y, por supuesto, de adaptaciones infantiles y escolares que, en el caso de España, merecen analizarse con cierto detenimiento.

La intención de adaptar el Quijote para niños en España es, en un principio, educativa, desde el primer intento realizado por el krausista Fernando de Castro (y autorizado en 1856 como lectura oficial) hasta la materialización de esta necesidad de llevar la obra a las escuelas que, tras la labor de recuperación de los clásicos a raíz del Regeneracionismo, se plasmó en la Real Orden de 24 de mayo de 1905 mediante la cual se recomienda el Quijote como libro de lectura escolar y, especialmente, la adaptación de Eduardo Vincenti Reguera, antiguo Director General de Instrucción Pública.

A las adaptaciones de finales de siglo de Domingo López Sarmiento, Juan Manuel Villén o Domingo Abejar, se unieron otras, favorecidas por la celebración en 1905 del tercer centenario de la publicación de la Primera Parte de la obra, con todo el movimiento cultural al que dio lugar: las ediciones constantemente reimpresas de las editoriales Calleja, Hernando, Araluce, Ramón Sopena, las de congregaciones religiosas educativas como los Salesianos, la patrocinada por el Instituto Escuela dentro de la Biblioteca literaria del estudiante y las ediciones de los hermanos Garnier en París (de textos en español), entre otras.

Numerosas ediciones han visto la luz desde entonces, destinadas a las escuelas o simplemente al público infantil, con la ilustración como protagonista. Molino, Aguilar, Juventud, Afha Internacional, Bruguera, Edival, Santillana, Toray… Todas ellas conocidas de sobra por los niños y jóvenes en edad escolar. También ediciones con intención didáctica que cuentan con la aportación de importantes especialistas, como en el caso de la de Vicens Vives con introducción de Martín de Riquer.

A raíz del cuarto centenario de la publicación de la Primera Parte, en 2005, se publicaron algunas ediciones infantiles como las de Carlos Reviejo, José María Plaza, Concha López Narváez, Rosa Navarro Durán, José Luis Giménez Frontín, entre otros, o las destinadas al uso escolar, entre las que destacan las de Andrés Amorós o la adaptada por Vicente Muñoz Puelles

9. EL QUIJOTE EN LA WEB DE LA BNE

– PORTAL QUIJOTES – Realizado en 2015 por Pilar Egoscozábal, Jefa de Servicio de Reserva Impresa de la BNE y gran experta en Cervantes. Actualmente es la directora de la biblioteca de la Real Academia Española.

https://www.bne.es/es/quijote/index.html

– QUIJOTE INTERACTIVO

http://quijote.bne.es/quiosco/

El Quijote interactivo permite un acercamiento diferente a la primera edición de la obra cumbre de Cervantes, conservada en los fondos de la Biblioteca Nacional de España. Gracias a esta iniciativa es posible disfrutar del Quijote como si se tuviera el libro en las manos, al tiempo que se puede acceder a contenidos multimedia que ayudan a contextualizar la obra.

Se ha partido de la digitalización a muy alta calidad de los ejemplares que conserva la BNE de la primera edición del Quijote de ambas partes (1605 y 1615, y se han incorporado contenidos relacionados con la obra y la España de la época.

Se han incluido en el texto del Quijote puntos de enlace que remiten a las revistas temáticas con contenidos relacionados.

 

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«Las ediciones del Quijote» en Pedro Muñoz, sede de la colección Zunzunegui

Fecha de Publicación: 25/04/2024

El sábado 27 de abril se celebrará la 6ª Mesa Redonda Cervantina en Pedro Muñoz (Ciudad Real) localidad manchega que alberga la Colección Cervantina Zunzunegui con casi 850 piezas relacionadas con Cervantes y el Quijote

Alcázar de San Juan, 25 de abril de 2024.- En colaboración con el Ayuntamiento de Pedro Muñoz, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado la sexta edición de esta iniciativa cultural, poniendo en el mapa cervantino esta localidad manchega que posee una de las mayores colecciones españolas alrededor de la figura del Quijote.

En 2017 se inauguró el museo que alberga la Colección Cervantina Zunzunegui (recién remodelado en estos días), formada por 845 piezas que abarcan libros y todo tipo de objetos relacionados con el Quijote y Miguel de Cervantes. La colección incluye ediciones de la obra en casi todos los idiomas del planeta.

La colección se puede clasificar por diferentes temáticas que nos permiten acercarnos a la obra de Cervantes, al Quijote y la bibliofilia desde distintos puntos de vista. Destacan las ediciones casi únicas de relativa antigüedad que hacen de la colección “Zunzunegui” una de las mejores de España. Todo un legado de la Familia Zunzunegui al mundo y en especial a Pedro Muñoz; siendo un punto de referencia para los investigadores y curiosos de la obra de Cervantes.

Dentro de la colección podemos encontrar obras de los principales traductores de El Ingenioso Hidalgo a lo largo de la historia, hallando más de 30 idiomas diferentes: inglés, francés, alemán, italiano, mándalo, hebreo, árabe, latín macarrónico… La colección contiene también diversas ediciones relevantes por sus prólogos, así como ediciones ilustradas por los mejores artistas del mundo. También son destacables, acompañando a la rica colección, dos esculturas de gran valor artístico, la primera de ellas es un bronce de Jean Paul Gautier de la primera mitad del siglo XIX, adquirida en Rusia y la otra es una escultura extraordinaria y única que preside el museo, obra de Gerardo Bastardo “A Propósito de Clavileño”, realizada por el escultor venezolano, actualmente afincado en Villafranca de los Caballeros, exclusivamente para esta colección, como elemento ejemplificador del manchego y la Mancha.

Esta 6ª Mesa Redonda Cervantina se desarrollará en el Salón de Actos del Centro Cívico Municipal (frente al Ayuntamiento) en plena plaza de España, el sábado 27 de abril, a partir de las 11.00 horas y con entrada gratuita hasta cubrir el aforo del local. La mesa se encuadra en la ambiciosa programación de actos que el ayuntamiento pedroteño celebrará con motivo de la LXI Edición del Mayo Manchego, catalogada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

La Mesa Redonda llevará por título «Las ediciones del Quijote» y contará con tres ponentes de excepción, las tres mujeres, de las que estamos en condiciones de afirmar que son de las mejores de España en el tema propuesto y que nos dejarán impresionados con sus conocimientos, tanto a los asistentes en la sala como a quienes sigan el desarrollo de la Mesa Redonda a través del perfil de YouTube de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan:

https://www.youtube.com/channel/UCUNTHnfihS8DD2XY1BWjyMw

Desde las 11.00 y tras la inauguración de la Mesa por parte de las autoridades, Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar,Ingeniero eléctrico ya jubilado, investigador residente en Barcelona, estudioso del Quijote, editor y descubridor de una edición desconocida del Quijote de Avellaneda, que a la postre se trató de la primera y más antigua entre los fondos de la Biblioteca Nacional. Gran conocedor del mundo de la edición en el Siglo de Oro, ha editado gran parte de las novelas de caballerías de la época. Ha sido colaborador en el Quijote del Instituto Cervantes, última edición, coordinada por Francisco Rico, es también el autor de la edición del Quijote de la Sociedad Cervantina de Alcázar: “Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas”. Él ejercerá de moderador, será el conductor de la mesa y presentará a las ponentes:

Dª. Ana Isabel Martínez Pereira, es doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente profesora titular doctora en la misma Universidad, después de haber enseñado Lengua y Literatura Españolas en la Universidad de Oporto (Portugal) y disfrutar de un contrato de investigación Ramón y Cajal en la Universidad Complutense. Su área de interés se centra en los siglos XVI y XVII, con algunas incursiones en los siglos XVIII, XIX y XX. Los manuales de escritura, la enseñanza primaria, la literatura emblemática, las relaciones de sucesos, la poesía gráfica del Siglo de Oro o las primeras ediciones del Quijote son los temas sobre los que ha trabajado y publicado diversos artículos y monografías, entre los que destacan: De las primeras letras. Cartillas y Doctrinas españolas de los siglos XVII y XVIII (2002, con Víctor Infantes); Introducción al Arte de escribir de Francisco Lucas (2005); Manuales de escritura de los Siglos de Oro. Repertorio crítico y analítico de obras manuscritas e impresas(2006, VIII Premio de Investigación Bibliográfica Bartolomé José Gallardo); La letra del Humanismo: origen y función de los primeros manuales de La letra del Humanismo: origen y función de los primeros manuales de escritura (2010); La impresión del Quijote: evaluación y registro de variantes (2013); Primera edición de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (Madrid, Juan de la Cuesta, 1615). El libro, el texto, la edición (2018).Ha participado en numerosos congresos internacionales y colaborado en varios proyectos de investigación.

Su ponencia se titulará: Notas de lectura en las primeras ediciones del Quijote”.

Dª. Esther Bautista Naranjo, es profesora titular en la Universidad de Castilla-La Mancha, donde ejerce su docencia sobre Análisis y crítica literaria y Literatura francesa de los siglos XVI, XVII y XVIII en el Departamento de Filología Moderna. Sus ámbitos de especialización son el mito y la recepción internacional del Quijote, la literatura comparada francesa e inglesa, la mitocrítica y la literatura fantástica.Ha realizado estancias investigadoras en diversos países y pronunciado conferencias en las universidades de Paris-Sorbonne, Columbia University, University College London, Università di Torino, y es autora de tres libros, así como de 30 artículos en revistas científicas indexadas sobre sus centros de interés, entre las cuales se encuentran: Anales Cervantinos, Cédille: revista de estudios franceses, RILCE: revista de filología hispánica, Revue de Littérature Comparée. Es vocal de la Asociación Internacional de Mitocrítica «Asteria» y forma parte del Consejo de redacción de Amaltea: revista de mitocrítica. Ha recibido premios de investigación como la mención especial en el III Premio de Investigación Cervantista José María Casasayas (2014) y un accésit al VIII Premio Internacional de Investigación Científica y Crítica «Miguel de Cervantes» (2013).

Su ponencia se titulará: El Quijote en otras palabras: las primeras traducciones europeas.

Dª. Isabel Ruiz de Elvira Serra, Licenciada en Historia Antigua y diplomada en Biblioteconomía y Documentación por el Centro de Estudios Bibliográficos y Documentales, ingresó en el Cuerpo Facultativo de Bibliotecas en 1986. Durante doce años trabajó en el Servicio de Manuscritos, Incunables y Raros de la Biblioteca Nacional, donde se especializó en publicaciones antiguas, colaborando en diferentes proyectos sobre relaciones de sucesos, villancicos barrocos y pliegos sueltos poéticos. En 1991 fue coordinadora del catálogo y la exposición “Don Quijote: 400 años de ediciones” que se exhibió en Fráncfort con motivo de la presencia española como País Invitado de Honor en la Feria Internacional del Libro de esta ciudad; más tarde comisarió otras dos exposiciones sobre encuadernaciones artísticas. En 2004 se trasladó a la Subdirección General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Cultura, de la que fue Subdirectora Adjunta. Desde 2020 es la Directora del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la Biblioteca Nacional de España, entre cuyas funciones está la conservación y difusión de la colección cervantina, integrada en la Sección de Siglo de Oro, dentro del Servicio de Reserva Impresa.

Su ponencia se titulará: “Ediciones del Quijote en la colección cervantina de la Biblioteca Nacional de España”.

La Mesa Redonda Cervantina se ha celebrado en años anteriores en las poblaciones de El Toboso, Quero, Puerto Lápice, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y en esta ocasión en Pedro Muñoz.

Se trata de que siempre se celebre en alguno de los lugares que son referencia en el Quijote y que están centrados en el espacio geográfico donde tuvieron lugar algunas de las aventuras de don Quijote y Sancho Panza.

En 2024, el Ayuntamiento de Pedro Muñoz va a rendir a la Colección Zunzunegui el homenaje que se merece.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Un diez para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 24/04/2024

Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San
Juan (izquierda), junto al actor Franz Gómez que representó un interesante monólogo

En este día tan literariamente señalado -fue toda una premonición-, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha cumplido su décimo aniversario. No se ha podido celebrar mejor el aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes que con un acto en su honor y con una ofrenda floral a nuestro Primer Escritor

Alcázar de San Juan, 24-04-2024.- El martes 23 de abril de 2014 la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan recibía su inscripción como asociación cultural en el Registro de Asociaciones de Castilla-La Mancha. Diez años han pasado ya de aquella fecha y los cervantistas y quijotistas alcazareños lo han celebrado como la ocasión merecía, con un entrañable y emotivo acto frente a la estatua de Miguel de Cervantes en el atrio de la iglesia de Santa María la Mayor.

El acto comenzaba con una actuación muy sentida y emotiva a cargo del actor Franz Gómez que en el papel de Sancho Panza desglosaba las aventuras ocurridas junto a su amo don Quijote de la Mancha y agradecía a Cervantes que haya conferido fama universal a un humilde labrador que únicamente quiso ser el mejor escudero del mundo, que reconocía haber aprendido mucho al lado de don Quijote pero que a la vez confirmaba que también ejerció una beneficiosa influencia sobre el Alonso Quijano convertido en el caballero de la Triste Figura, en un intercambio enriquecedor que todos los lectores del Quijote han apreciado siempre. Cerró su actuación con una glosa sobre el poderoso atractivo que ejerce la Mancha sobre las personas y que su influjo, el carácter de sus gentes, con sus fiestas y su gastronomía y sus vinos nos hace sentir un gran apego por nuestra tierra que nos hace no querer abandonarla.

Continuó con unas palabras de bienvenida y felicitación a cargo del presidente Juan Bautista Mata Peñuela que enumeró las actividades desarrolladas a lo largo de estos diez años, las importantes personalidades que nos han visitado -de las que hemos aprendido muchísimo- y de la gran difusión del Quijote y de la ciudad de Alcázar de San Juan por el mundo, en la que esta Sociedad está permanentemente implicada.

Luis Miguel Román Alambra, uno de los tres socios fundadores, glosó las increíbles experiencias vividas a lo largo de estos años diciendo que el día que se puso en marcha la asociación -por puro placer personal y gusto por la obra de Cervantes-, no pensó que posteriormente alcanzase la difusión internacional que en la actualidad tiene y que se sentía orgulloso de que con el trabajo incansable día a día se haya conseguido atraer a más de cincuenta personas que comparten nuestras mismas inquietudes, repartidas  a lo largo del territorio nacional, lo que le hace sentir una gran satisfacción porque el estudio y difusión de la obra cervantina se mantiene en plena expansión, uno de los objetivos propuestos en su fundación.

Posteriormente intervino María Ángeles Pérez Montero, última incorporada a la Sociedad Cervantina que inició su alocución dando la enhorabuena al escritor Luis Mateo Díez por haber obtenido el Premio Cervantes 2024, y que además de exponer los motivos que la han llevado a incorporarse como integrante este grupo, consiguió emocionar a los asistentes con sus acertadas razones. Además, ha regalado una edición muy valiosa del Quijote buscada ex profeso en una librería de anticuario para esta ocasión, con su deseo de que sea incorporado a la colección de la asociación, aseverando que lo hacía como muestra de su compromiso para con la Sociedad.

Llegando al final, la Sociedad Cervantina tuvo un recuerdo para sus tres socios fundadores, Luis Miguel Román Alhambra, Alonso M. Cobo Andrés y Constantino López Sánchez-Tinajero, a los que reconoció su dedicación con un precioso recuerdo de esta fecha.

El acto, lo cerró la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Dª. Rosa Melchor Quiralte felicitando a la Sociedad por estos primeros diez años de actividad, reconoció que ha sabido aprovechar de forma inteligente el nombre de nuestro paisano Miguel de Cervantes para dar a conocer nuestra ciudad por el mundo y también que ha sabido aprovechar el nombre de la ciudad para concitar en ella a turistas que han querido venir a visitarla para conocer mejor su vinculación con el escritor.

Tanto la alcaldesa como el presidente de la Sociedad Cervantina cerraron el acto haciendo una ofrenda floral a la estatua de Miguel de Cervantes, dando con ello fin a este acto tan entrañable, en el que como curiosidad cabe resaltar que ha estado presente José Eugenio Castellanos Perea quien fuese alcalde de la ciudad cuando en 1999 se instaló el monumento bajo su mandato.

Indicar también que a lo largo de todo el acto ha ondeado en el monumento a Cervantes, la bandera que el Regimiento Acorazado Córdoba 10 regaló a la Sociedad en su visita del pasado 16 de abril a su acuartelamiento de Córdoba con motivo del 458 aniversario de su creación y donde el regimiento fue reconocido como Socio de Honor por la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Tras el acto, todos los presentes se han desplazado a la cercana sede de la Sociedad Cervantina, sita en la calle Santa Ana, para disfrutar en agradable compañía de un vino “Hideputa”, con el que Rosa Melchor ha brindado por una larga vida para la Asociación y por la consecución de todos los objetivos previstos.

Conferencia sobre la imprenta del Quijote en el Colegio SAFA

Previa a este acto, a eso de las 9:30 de la mañana, el presidente Juan Bautista Mata Peñuela ha impartido una conferencia titulada “La imprenta en la época de Cervantes y el Quijote universal manuscrito en Internet”, a la que han asistido los tres cursos de bachillerato (casi cien niños y niñas) del Colegio Sagrada Familia de Alcázar y en la que tras las explicaciones ha habido un turno de preguntas e intervenciones a cargo de los niños. Todos los que han respondido correctamente a las preguntas -que han sido muchos-, han recibido una figura del Quijote, siendo entregadas un total de quince de ellas.

Igualmente, tras recibir la comunicación sobre el Quijote manuscrito, han participado todos ellos escribiendo su fragmento de la obra que les ha correspondido. Para terminar y como recuerdo, han recibido un pergamino acreditativo de su participación en la conferencia personalizado con su nombre.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El Regimiento Acorazado “Córdoba” 10, distinguido como Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 17/04/2024

De izquierda a derecha: D. José Antonio Castellanos, Don José Miguel Fernández Romero (Coronel Jefe del Regimiento Acorazado «Córdoba» Nº 10), D. Manuel Rubio, D. Luis García, D. Juan Bautista Mata, D. Enrique Lubián, D. Jesús Sánchez y D. Francisco Escudero

 

La entrega del nombramiento como “Socio de Honor” al regimiento tuvo lugar en la ciudad andaluza, durante los actos conmemorativos del 458 aniversario del Regimiento Acorazado “Córdoba” Nº 10, unidad militar heredera del Tercio de Figueroa y en la que sirvió como soldado Miguel de Cervantes Saavedra

Alcázar de San Juan, 17-04-2024.- El martes día 16 de abril, una nutrida representación de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan encabezada por su presidente Juan Bautista Mata Peñuela al que acompañaron una representación de socios, visitaban la base de Cerro Muriano para participar de los actos conmemorativos de la celebración del 458 aniversario de la Unidad Militar.

Esta Unidad, una de las más antiguas de España, tuvo su origen el 27 de febrero de 1566 cuando el Maestre de Campo D. Lope de Figueroa creó por orden del Rey Felipe II su tercio, que a lo largo de sus casi 500 años ha tenido muchos nombres entre ellos Tercio de la Armada del Mar Océano, Regimiento de Bajeles, o el actual, Regimiento Acorazado Córdoba nº 10.

Muchos años de servicio a España y a su rey personificado en aquellos que han servido en sus filas como por ejemplo Lope de Figueroa o Miguel de Cervantes Saavedra y que se identifican por las virtudes que definen a este equipo humano: espíritu de sacrificio, ejemplaridad, entrega, compromiso y dedicación a España.

Los alcazareños fueron recibidos por las autoridades militares en la Sala Gran Capitán donde fueron agasajados y posteriormente, a las 11.00 tomaron parte en la Misa y recuerdo a los caídos. Tras la celebración litúrgica fueron testigos en lugar privilegiado de la imponente Parada Militar en la Explanada Cervantes del acuartelamiento, en el transcurso de la cual hicieron entrega al coronel jefe, Ilmo. Sr. D. José Miguel Fernández Romero de una placa conmemorativa en la que se nombra al Regimiento Acorazado Córdoba nº 10, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

En la sentida y emocionante alocución, el Coronel tuvo palabras de recuerdo para el valor de los soldados que en 1860 participaron en la batalla de Castillejos, que avanzando tras el General Prim, obtuvieron un una gran victoria en territorio africano y en la que los soldados españoles sacaron a relucir el espíritu guerrero de la unidad forjado a lo largo de casi 400 años de historia

Igualmente, el Coronel tuvo palabras de agradecimiento para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan por el nombramiento recibido, a la que se refirió diciendo:

«Nos une nuestro orgullo por una de las máximas figuras de la literatura española, el novelista, poeta, dramaturgo y soldado del Tercio de Figueroa y por tanto del Regimiento Córdoba, don Miguel de Cervantes Saavedra. Nuestra relación nació hace poco más de dos años, fruto quizás de una casualidad y bendita casualidad, porque como dijo Cervantes: “amistades que son ciertas nadie las puede turbar”, y nuestra amistad es sincera. Bien, amigos de Alcázar de San Juan, ya sois parte del Regimiento Córdoba y consecuentemente, compartiremos el polvoriento camino y acometeremos los gigantes del destino. Gracias por ser parte de nuestra familia, sólo os pido una cosa, que estrechemos aún más los vínculos que nos unen por el bien de España».

Al finalizar la Parada Militar, tanto visitantes invitados como los soldados de la unidad, se trasladaron a la zona de hangares en la explanada de carros donde celebraron una comida de confraternización.

Por tanto fue un día entrañable para los cervantinos alcazareños en los que además de disfrutar de una celebración magnífica, a la que tuvieron el honor de asistir y que ha servido no sólo para hacer entrega del título de Socio de Honor al Regimiento sino como bien dijo el Coronel Fernández Romero, es un paso más para estrechar -más si cabe- los fuertes vínculos que ya existen entre ambas instituciones y que es deseo de los alcazareños -en sintonía con el coronel-, el de ampliarlos y hacerlos más firmes cada día.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Brillante ciclo de conferencias impartidas por representantes de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de El Puerto de Santa María

Fecha de Publicación: 13/04/2024

Desde la izquierda: Constantino López, Antonio Leal, Juan Bautista Mata, Luís Guijarro

Con asistencia de numeroso público, los alcazareños han impartido un ciclo de conferencias denominado “Cervantes y el Quijote. Sus lectores en el siglo XXI”

Alcázar de San Juan, 13-04-2024.- Con gran acogida de público y un lleno a rebosar en el acogedor patio interior de un edificio del siglo XVIII de estilo barroco, que desde hace más de cincuenta años es la sede de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de El Puerto de Santa María, ha tenido lugar el ciclo de conferencias titulado “Cervantes y el Quijote. Sus lectores en el siglo XXI”.

Esta Sociedad Cultural portuense acumula 124 años de historia ya que, fue fundada en 1900 siendo una referencia cultural y formativa de la ciudad. A lo largo de su historia ha recibido numerosas distinciones. Ilustres personalidades forman parte del Cuerpo de Académicos procedentes de las Ciencias, Letras y Artes.

La sesión que en la que han participado los representantes manchegos de la Sociedad Cervantina, está enmarcada dentro de la celebración anual del Día Internacional del Libro, que la Academia de Santa Cecilia tiene programados tres actos: la Lectura del Quijote que se realizará el domingo 21 por la mañana en este mismo lugar. A partir de hoy, día 11, y hasta el día 21, una Exposición de trabajos de alumnos y profesores de la Academia, cuyo tema principal es Cervantes y El Quijote…dibujos, pinturas, cerámica y modelado y el acto enunciativo.

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha estado presente en la ciudad gaditana gracias al interés demostrado y a la enorme capacidad organizativa del alcazareño, doble doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Ciencias de la Comunicación, Antonio Leal Jiménez, e hijo Predilecto de Alcázar de San Juan, que forma parte, en la actualidad, del Cuerpo de Académicos y de la Junta Directiva de la Academia portuense.

La sesión ha transcurrido con dos conferencias. La primera de ellas titulada “Dos Cervantes, un autor del Quijote” impartida por D. Constantino López Sánchez-Tinajero, secretario fundador de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. La segunda “El Quijote Universal Manuscrito en internet» dictada por D. Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de dicha sociedad.

El presidente de la Academia, D. Luis Francisco Garrido Quijano dio la bienvenida al acto. A continuación, D. Antonio Leal Jiménez tomó la palabra para presentar a los ponentes. Su exposición estuvo basada en tres puntos fundamentales: a) Dar a conocer la Sociedad Cervantina a los asistentes destacando el magnífico trabajo que están realizando, y cuya vocación y objetivo primordial es expandir la obra de Cervantes, especialmente el Quijote y su vinculación con la comarca, b) mención especial a Alcázar de San Juan, una ciudad manchega con tintes literarios de calado, donde la ruta del Quijote tiene una presencia indiscutible. Una huella literaria también ligada a su condición de nudo ferroviario desde 1854. Una ciudad con gente acogedora, emprendedora y plagada de “quijotes y sanchos”, y c) una corta semblanza de los ponentes destacando que se trata de dos hombres buenos de La Mancha, rectos como espadas de acero; duros, forjados a fuego; honrados, que han hecho un recorrido de mil doscientos kilómetros para estar unas horas en la Academia. Destacó algunos aspectos humanísticos e investigadores de los invitados.

En la primera conferencia, D. Constantino López, manifestó que no era su interés -ni mucho menos-, reescribir la biografía oficial de Miguel de Cervantes, sino poner de manifiesto algunas inconsistencias relativas a la edad de los -al menos- dos Miguel de Cervantes que fueron coetáneos: el de Alcalá de Henares y el de Alcázar de San Juan, entre los que hay una diferencia de edad de 11 años y de los que ya se ha demostrado documentalmente que estuvieron juntos en Lepanto, curando sus heridas en el hospital de Mesina y que probablemente (aunque todavía no ha podido certificarse) en el cautiverio de Argel. La exposición ha dado la oportunidad de generar nuevas ideas.

A este respecto, se basó en el trabajo del reputado cervantista Alfredo Alvar, autor de Cervantes. Genio y libertad, que fue Comisario de la exposición Este que veis aquí… Cervantes en Simancas y en los Archivos Estatales (octubre de 2016-abril de 2017), ha dicho: «Lo que el cervantismo no se preguntó nunca es: pero ¿no podría haber habido simultáneamente en España dos Miguel de Cervantes, el uno fugado y el otro joven poeta de los aledaños de don Carlos, a cuya muerte y disolución de su casa se fue a Roma con Acquaviva?» (Cervantes en las galeras del rey de España).

Por su parte, D. Juan Bautista Mata Peñuela, comenzó su ponencia dando a conocer cómo eran las imprentas del siglo XVI, de sus dificultades para componer los textos con los tipos móviles (con la imagen inversa), el laborioso proceso de fabricación del papel y la cantidad de papel necesario y de las operaciones que se precisaban para la impresión de 1.200 ejemplares de un libro como el Quijote. En la segunda parte dio a conocer el proyecto de la Sociedad Cervantina llamado “Quijote Universal manuscrito en internet”, presentado en diciembre del pasado año 2022 y que está a falta de un 10% de escribientes para completar la escritura de la Primera Parte de la genial novela de Cervantes. Aprovechó la conferencia para animar a los presentes a que se inscribieran en las últimas plazas que aún quedan disponibles para participar en esta histórica actividad cultural de alcance mundial.

Al término de la exposición, D. Juan Bautista Mata Peñuela manifestó que, les ha supuesto un enorme placer y un orgullo acudir a la invitación de la Academia portuense para participar en los actos de su celebración cervantina, y agradeció la acogida tan cariñosa que los directivos de esta prestigiosa institución cultural -que el año que viene celebrará con un extenso programa de actividades culturales su 125 cumpleaños-, dispensaron a los cervantistas alcazareños.

También manifestó ser partidario de estrechar los lazos de amistad con la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia y que el interés de los cervantistas alcazareños era continuar colaborando en cuantas actividades culturales puedan llevar a cabo de forma conjunta en el futuro.

Conferencias en https://youtu.be/BfeO2lxJ4rw

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Más recio que una escopeta

Fecha de Publicación: 29/03/2024
Detalle del dibujo de Daniel Urrabieta Vierge (BIQ)

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Durante la lectura del Quijote hay momentos en los que el lector se parte de risa, especialmente con los refranes, dichos y ocurrencias de Sancho Panza y con escenas hilarantes entretejidas por Cervantes en el cuento. Hay dos de estas escenas que con solo recordarlas me provocan la carcajada.

La primera de estas escenas ocurre en la Primera parte, cuando don Quijote pide a Sancho que le meta los dedos en la boca y le cuente las muelas que aún le quedan después de la pedrada que un pastor le lanzó. La segunda sucede en la Segunda parte, poco antes de que don Quijote acometiese la aventura contra los leones y le pide a Sancho su yelmo, cuando este lo tenía ocupado sirviendo de recipiente con unos requesones que acababa de comprar a unos pastores.

En este artículo me ocupo de la primera escena, dejándote, lector curioso y atento, que leas y releas la segunda escena en el capítulo diecisiete de la Segunda parte, la risa está asegurada, no te lo pierdas.

Estoy inmerso en la segunda parte de la guía de caminos Tras los pasos de Rocinante, en medio de Sierra Morena. Antes de salir a recorrer los caminos y parajes, y fotografiar y anotar detalles para que el viajero no se pierda, vinculo el texto cervantino en el Mapa Topográfico Nacional (MTN25) en la tranquilidad de mi casa. Acababa de anotar los acontecimientos en la Venta de la Inés, la famosa venta del manteo de Sancho, cuando estaba enmarcando el siguiente escenario en medio del Valle de La Tejada, junto al Arroyo del Robledillo: la famosa aventura de los rebaños de ovejas.  

Un rebaño de varios cientos de ovejas en la Mancha. Fotografía de Luis M. Román

«En estos coloquios iban don Quijote y su escudero cuando vio don Quijote que por el camino que iban venía hacia ellos una grande y espesa polvareda, y en viéndola se volvió a Sancho y le dijo:

 —Este es el día, ¡oh Sancho!, en el cual se ha de ver el bien que me tiene guardado mi suerte. Este es el día, digo, en que se ha de mostrar, tanto como en otro alguno, el valor de mi brazo, y en el que tengo de hacer obras que queden escritas en el libro de la Fama por todos los venideros siglos. ¿Ves aquella polvareda que allí se levanta, Sancho? Pues toda es cuajada de un copiosísimo ejército que de diversas e innumerables gentes por allí viene marchando.

—A esa cuenta, dos deben de ser —dijo Sancho—, porque desta parte contraria se levanta asimesmo otra semejante polvareda.» (Q1, 18)

Como ya sabes, no eran dos ejércitos sino dos grandes rebaños de ovejas que por allí pastaban y los dos iban a beber agua a este arroyo. La polvareda debía de ser muy grande porque hasta el mismo Sancho creyó lo que don Quijote le decía sobre quiénes formaban ambos ejércitos enemigos.

Dibujo de Miguel Ángel Álvarez (BIC)

Junto al Arroyo del Robledillo hay un altillo, el mismo al que Cervantes hace subir en la ficción del cuento a caballero y escudero:

«Y para que mejor los veas y notes retirémonos a aquel altillo que allí se hace, de donde se deben de descubrir los dos ejércitos. Hiciéronlo ansí y pusiéronse sobre una loma, desde la cual se vieran bien las dos manadas que a don Quijote se le hicieron ejército si las nubes del polvo que levantaban no les turbara y cegara la vista».

No paraban de salir de la boca de don Quijote nombres y nombres de los principales caballeros de uno y otro ejército, cada uno con las precisas descripciones de sus armas y batallas, así como cada uno de los escuadrones que los formaban. Aunque Sancho prestaba mucha atención no veía a quienes decía ver don Quijote, en cambio, él veía y escuchaba a dos grandes rebaños de ovejas y carneros. Don Quijote diagnostica a Sancho que su miedo le hace cambiar las cosas y que parezcan lo que no son. «Déjame solo, que solo basto a dar la victoria a la parte a quien yo diera mi ayuda. Y, diciendo esto, puso las espuelas a Rocinante y, puesta la lanza en el ristre, bajó de la costezuela como un rayo».

Don Quijote es derribado de Rocinante por dos «peladillas» del arroyo, lanzadas con fuerza y precisión por las hondas de los pastores. Una le dio en el costado y la otra en la mano y en la boca mientras trataba de beber un trago de su famoso bálsamo de Fierabrás. Resultado: dos costillas malheridas y «tres o cuatro dientes y muelas menos».

Los pastores, creyendo que lo habían matado, huyeron con sus ganados y siete ovejas muertas sobre sus hombros. Todo lo vio Sancho desde el altillo, y cuando los pastores se marcharon bajó a socorrer a su amo.

No sé si al imaginar la siguiente escena te partirás de risa o te dará asco, o ambas cosas. Reconozco que yo siento esas dos sensaciones tan contradictorias a la vez. Tanto le dolía la boca a don Quijote que presentía que había perdido algunas piezas de su dentadura, y le pide a Sancho que le mire a ver cuántas le faltan:

«Llegose Sancho, tan cerca que casi le metía los ojos en la boca, y fue a tiempo que ya había obrado el bálsamo en el estómago de don Quijote, y al tiempo que Sancho llegó a mirarle la boca arrojó de sí, más recio que una escopeta, cuanto dentro tenía, y dio con todo ello en las barbas del compasivo escudero.

 —¡Santa María! —dijo Sancho—, y ¿qué es esto que me ha sucedido? Sin duda este pecador está herido de muerte, pues vomita sangre por la boca.

Pero reparando un poco más en ello echó de ver en la color, sabor y olor que no era sangre, sino el bálsamo de la alcuza que él le había visto beber; y fue tanto el asco que tomó, que, revolviéndosele el estómago, vomitó las tripas sobre su mismo señor, y quedaron entrambos como de perlas.» (Q1, 18)

Mientras estaba escribiendo esto, se encontraba, investigando en unos libros deportivos muy antiguos, mi amigo José Manuel, médico oftalmólogo. Me puse a reír, como siempre que leo e imagino esta escena, y me pregunta el motivo. Le describo la escena y que la forma del narrador de describir cómo expulsaba el vómito don Quijote «más recio que una escopeta», me hacía imaginar una explosión de vómito hacia la cara de Sancho, incapaz de esquivarlo.

José Manuel me apunta que en medicina existe el concepto «vómito en escopetazo o en escopeta», cuando este sale, sin náuseas previas, con tanta fuerza que puede llegar incluso a dos metros de la boca. Cervantes no era médico, pero utiliza este término médico acertadamente. Quedamos los dos riéndonos de la escena y tratando de averiguar si este término era anterior al Quijote o fue acuñado así por algún médico  después de haber leído este capítulo.

Detalle del dibujo de John Vanderbank, 1738 (BNE)

Esta escena ha sido dibujada en muchos de los Quijotes ilustrados. En 1738, lord Carteret impulsa la edición ilustrada en castellano con la primera biografía de Cervantes. John Vanderbank realiza los dibujos y en uno vemos cómo Sancho mete los dedos en la boca de don Quijote, mientras los pastores huyen de la escena.

Detalle del dibujo de Jerome David, 1650-1652 (BIQ)

Casi cien años antes, en 1650-1652, en un Quijote en francés, Jerome David dibuja el momento en el que don Quijote vomita «más recio que una escopeta» el bálsamo de Fierabrás que poco antes había tragado. Pero no es fiel al texto: «…y al tiempo que Sancho llegó a mirarle la boca arrojó de sí, más recio que una escopeta, cuanto dentro tenía, y dio con todo ello en las barbas del compasivo escudero

Detalle del dibujo de Daniel Urrabieta Vierge (BIQ)

Si hay una imagen que mejor ilustra este preciso momento es la que dibuja Daniel Urrabieta Vierge, publicada en el Quijote editado por Charles Scribner en Nueva York, en 1906-1907. Aquí sí, texto cervantino y concepto médico quedan magníficamente vinculados por Vierge.

 

                                                              Luis Miguel Román Alhambra

Frederik Caspar Conrad Frieboe y Hans Rudolph Juel, benefactores del Dragón alcazareño Isidoro Panduro

Fecha de Publicación: 28/03/2024

 

La estirpe familiar danesa que fundó el alcazareño Isidoro Panduro no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda que le brindaron estos dos militares daneses

Hemos recuperado recientemente la historia del alcazareño Isidoro Panduro que con 18 años de edad, tras quedarse huérfano y trabajar algún tiempo en la salitrería de su tío Pedro Díaz Panduro, abandonó su Alcázar de San Juan natal y se alistó como voluntario en el ejercito, siendo destinado al Regimiento Almansa, 3º de Dragones, que en 1807, formando parte de la División del Norte que mandaba el Tercer Marqués de la Romana, fue enviado a Dinamarca para unirse a las fuerzas napoleónicas del Mariscal Jean-Baptiste Bernadotte allí estacionadas.

La fractura de su pierna izquierda en un desgraciado accidente, le impidió incorporarse a tiempo a su regimiento en la isla de Langeland, al sur de Fionia, y embarcar, junto al grueso de la División del Norte, en los buques de la armada inglesa que les llevaron de vuelta a España con tiempo suficiente para incorporarse a la guerra contra el ejército francés.

Isidoro quedó aislado en Kerteminde, en la isla de Fionia, y una vez recuperado de su accidente, casi un año más tarde del regreso de las tropas, realizó un intento de volver a  España junto con otro oficial español, pero este intento se malogró e Isidoro tomó entonces la decisión de quedarse definitivamente en Dinamarca.

Pero esta decisión no hubiese tenido éxito sin la ayuda que le brindaron dos militares daneses: el general Frederik Caspar Conrad Frieboe, entonces teniente coronel jefe de la ciudad de Kerteminde, y eltambién militar, coronel Hans Rudolph Juel,terrateniente en la aldea de Hverringe, cercana a Kerteminde.

Fue en 1809, cuando el primero de ellos, siendo teniente coronel y máximo responsable militar de la zona, ante la desesperanza de Isidoro por no haber fructificado su regreso  a España, y en un gesto que le honra como militar, le entregó una carta de recomendación para que pudiera obtener un empleo en la finca Hverringe Gods, propiedad del segundo de ellos.

Frederik Caspar Conrad Frieboe, húsar danés, nació el 7 de marzo de 1767 en Køge, hijo del oficial Christian Wildenradt Frieboe, comenzó su carrera militar como voluntario en la Guardia Real a Caballo y en 1783 se convirtió en segundo teniente en el Regimiento Ryttere noruego, pero regresó a la Guardia Real en 1788, donde fue nombrado maestro de equitación.

El general Frederik Caspar Conrad Frieboe

Pronto se ganó el favor especial del príncipe heredero y perteneció al pequeño grupo de jóvenes liderados por Frantz Bülow, quienes comenzaron sirviendo como ayudantes del príncipe durante los ejercicios militares y luego lo rodearon constantemente en su llamado cuartel general, formando su núcleo asesor.

Frieboe, que fue nombrado à la suite en el regimiento de húsares en 1800, se convirtió en mayor en el año 1803, teniente coronel y ayudante general en el Estado Mayor en 1808, coronel en 1810 y en ese mismo año chambelán. En 1813 dimitió del Estado Mayor y tomó el mando del Regimiento de Húsares, cargo que ocupó hasta su marcha.

En 1817 se convirtió en general de división y en 1836 en teniente general. En 1828 fue condecorado con la Gran Cruz de Dannebrog.

El general Frieboe se casó en 1795 con Gjertrud Cathrine Bodenhoff, hija del empresario Andreas Bodenhoff, de quien recibió la finca Vildnisset,en Kongens Lyngby, hacienda que después de su muerte recibió   su nombre: FrieboeshvileMurió en Copenhague el 14 de marzo de 1846 y fue enterrado en el jardín de la finca, junto a su esposa y dos de sus descendientes.

Tumba de Frederik Caspar Conrad Frieboe en Frieboeshvile

Cuando Isidoro Panduro llegó a Hverringe Gods fue recibido por el dueño de la hacienda, el chambelán Hans Rudolph Juel, segundo y más importante de sus benefactores, quien no sólo lo recibió amablemente, sino que lo contrató a su servicio dándole alojamiento y trabajo en sus establos, y más tarde convirtiéndolo en uno de sus más cercanos ayudantes.

Localización de la finca Hverringe Gods, al norte de Kerteminde

Hans Rudolph Juel, bautizado el 13 de agosto de 1773 en Copenhague, era también militar y un importante terrateniente de la isla de Fionia; hijo de Gregers Christian Juel y Amalie Christiane Raben, heredó Hverringe Gods en 1779 y Juelsberg en 1847.

El 13 de abril de 1792 se casó en Rynkeby con Kirke Maren Berg, hija del consejero de Justicia Hans Mogensen Berg de Skovsbo y Olave Marie. El 9 de junio de 1814 el matrimonio se separó.

Hans Rudolph Juel

Antes de la llegada de Isidoro Panduro a la hacienda Hverringe, y en el transcurso de las guerras napoleónicas, Juel había estado al mando de un cuerpo de cazadores de caballería que, el 19 de mayo de 1809, había expulsado a los ingleses de la isla de Romsø, perteneciente a Hverringe. En esta acción militar los soldados de caballería daneses capturaron a unos cien soldados ingleses que fueron trasladados a Kerteminde; Juel recibió por ello la Cruz de Caballero. La carrera militar de Juel se redujo a   dos años de servicio en el Regimiento de Hest, aunque estuvo formalmente comprometido con el ejército hasta su retiro como coronel en 1842.

Hans Rudolph Juel, buen administrador de su hacienda y una excelente persona, se caracterizó por el exquisito trato que dispensaba a sus trabajadores y especialmente por la deferencia mostrada hacía a nuestro paisano Isidoro Panduro, a quien consideraba como un amigo. A finales de 1838, Isidoro sufrió un corte en la mano derecha con un gancho mientras pesaba lúpulo y la herida se le infectó, la infección empeoró y cuando un médico la trató, había perdido el uso de su mano. A consecuencia de esta lesión el Sr. Juel le concedió una pensión completa.

El chambelán Hans Rudolph Juel fallecido el 17 de marzo de 1857 en Hverringe y está enterrado en la iglesia de la cercana población de Viby, en una capilla funeraria que él mismo hizo construir en 1819. En el cementerio de esta iglesia, cerca de su gran benefactor, también está enterrado Isidoro Panduro que falleció dos años más tarde, el 23 de junio de 1859, aunque la actual ubicación de su tumba se desconoce tras la renovación que sufrió el cementerio.

Iglesia de Viby

La hermosa y señorial mansión Hverringe Gods, en la que residió y trabajó Isidoro Panduro por espacio de cincuenta años, desde su llegada en 1809 con 22 años de edad, hasta su muerte en 1859 con 72 años, fue construida por Hans Rudolph Juel alrededor de 1790. La finca sigue siendo propiedad de la familia Juel-Reventlow y actualmente funciona como una moderna explotación agroindustrial especializada en la producción de semillas para pasto.

Hverringe Gods, antiguamente y en la actualidad

Gracias a la ayuda prestada por estos dos grandes personajes daneses, el alcazareño Isidoro Panduro pudo rehacer su vida en Dinamarca después del accidente que le impidió regresar con su regimiento a España, casarse y formar una gran familia cuyos descendientes han sabido mantener vivo el recuerdo de su fundador.

 

Juan Miguel Ruiz de Morillas     

Constantino López Sánchez-Tinajero

Manuel Rubio Morano

                                                     Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Miguel de Cervantes como nexo de unión entre la cultura y la milicia

Fecha de Publicación: 22/03/2024

 

De izquierda a derecha: D. Antonio Luis Jiménez Barranco, conferenciante, Dª. Rosa Melchor Quiralte, alcaldesa de Alcázar de San Juan, Ilmo. Sr. D. José Miguel Fernández Romero, Coronel Jefe del Regimiento Acorazado «Córdoba» Nº 10 y D. Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de san Juan

 

Conferencia del historiador Antonio Luis Jiménez Barranco, en la que estuvo acompañado por el Ilmo. Sr. Coronel Jefe del Regimiento Acorazado “Córdoba” Nº 10, unidad militar heredera del Tercio de Figueroa que el próximo 16 de abril celebrará su 458 aniversario

Alcázar de San Juan, 22-03-2024.- Para la ciudad de Alcázar de San Juan en general y para la Sociedad Cervantina en particular, fue un verdadero honor que el Ilmo. Sr. Coronel Jefe del regimiento Acorazado «Córdoba» Nº 10, D. José Miguel Fernández Romero estuviese en nuestra ciudad representando a la unidad militar en la que sirvió el soldado Miguel de Cervantes Saavedra.

Así lo entendieron también la alcaldesa de la ciudad Dª. Rosa Melchor Quiralte y resto de autoridades presentes en la interesante conferencia «Nunca la lanza embotó la pluma». El soldado Miguel de Cervantes y el Tercio de Figueroa en el Siglo de Oro Español; impartida por el historiador montillano D. Antonio Luis Jiménez Barranco quien facilitó datos muy precisos de la vida del Maestre de Campo, Lope de Figueroa queriendo remarcar los numerosos paralelismos que hubo entre la vida de Cervantes y la de su superior, jefe del Tercio.

Para entrar en detalles muy interesantes de la vida de Lope de Figueroa, Jiménez Barranco se basó en documentación muy poco conocida (casi inédita sobre el Maestre de Campo) y expuso también de forma detallada todas las campañas militares en las que intervino Miguel de Cervantes hasta el momento de regresar a España en 1575.

Esta conferencia está integrada dentro del Ciclo de Conferencias «Universo Quijote» que organiza regularmente la Sociedad Cervantina de Alcázar y con las que pretende darse a conocer a la ciudadanía alcazareña ya que son abiertas a todo el público.

Para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, es un honor recibir en su sede al Coronel Jefe del Regimiento que vino acompañado del Suboficial Mayor D. Gabriel Tauste Barranco y valora enormemente la actitud de los responsables de esta unidad militar de abrirse al público y tener participación en actos culturales integrándose de forma especial con la sociedad civil y creando nexos de unión entre la cultura y la milicia a través de la figura de Miguel de Cervantes.

Tanto para la Junta Directiva de la Sociedad como para el resto de asociados, es un orgullo reforzar los lazos culturales de amistad y colaboración con la Unidad Militar en la que sirvió Cervantes, siendo una de las cinco o seis más antiguas de España, que el próximo 16 de abril celebrará el 458 aniversario de su creación, celebración a la que con toda ilusión asistirá una representación de cervantinos alcazareños.

Hay que recordar que esta simbiosis que se ha producido entre el Regimiento Acorazado «Córdoba» 10 y la Sociedad Cervantina alcazareña, tuvo su origen en la visita que hizo a Alcázar de San Juan el General de Ejército (y ex jefe del CNI)   D. Félix Sanz Roldán que en su participación en uno de los “Almuerzos de don Quijote” dio a conocer a los cervantistas alcazareños que la unidad militar de Cervantes aún existía (con el nombre actual) y que se ofreció a facilitar el contacto entre el Regimiento y la Sociedad Cervantina, que posteriormente fructificó de forma extraordinaria, por las facilidades ofrecidas por el personal militar tanto en la visita de los alcazareños a la base de Cerro Muriano (donde se volcaron en su acogida)  y que se ha visto acrecentada con el desplazamiento  de su máximo responsable, el Coronel Jefe, D. José Miguel Fernández Romero hasta Alcázar de San Juan.

A la finalización de la Conferencia, el Coronel Jefe hizo entrega al presidente de la Sociedad Cervantina, D. Juan Bautista Mata Peñuela de una preciosa maqueta de un carro de combate, símbolo de la unidad, que junto con los conocidos Leopardo2E (carros de última generación), la integran también los VEC (Vehículo de Exploración de Caballería) del Grupo de Caballería Acorazado Almansa II/10 2.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

“El Quijote viaja a Viareggio”

Fecha de Publicación: 09/03/2024

 

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A través de una conexión con cámara, socios de la Sociedad Cervantina de Alcázar han impartido diferentes ponencias a los alumnos del Liceo Giosué Carducci de Viareggio con el objeto de que conozcan un poco más el Quijote y otras obras de Miguel de Cervantes

Alcázar de San Juan, 09-03-2024.- Este sábado 9 de marzo se ha desarrollado la actividad cultual denominada «El Quijote viaja a Viareggio» que ha consistido en una conexión mediante videoconferencia en la que socios de la Cervantina de Alcázar de San Juan han expuesto varias ponencias para que los alumnos italianos conozcan un poco mejor la obra cumbre de Cervantes, así como otras de inspiración claramente italiana como La Galatea o como las Novelas ejemplares en las que está muy presente el país italiano.

Esta actividad, que es la segunda de carácter internacional, que lleva a cabo la Sociedad Cervantina ha sido posible por la inestimable colaboración de la profesora de español Laura Alba García, aunque también han colaborado muy activamente las profesoras Simona Vanni, Martina Cerri, Simona Vescovi y Bárbara Pendibene, todas ellas del departamento de lengua española del Liceo Giosué Carducci de Viareggio.

El Liceo Carducci fue fundado en 1912 y fue reconocido en el año escolar 1928/1929. En 1927 se construyó la que sigue siendo la sede histórica del instituto según un diseño del arquitecto Belluomini, un impresionante edificio histórico que pronto cumplirá 100 años de vida.  Desde principios del año 2002/2003, tras la ampliación del personal, Carducci ha ocupado todo el edificio, pudiendo finalmente responder positivamente a las nuevas necesidades docentes. Durante décadas, la escuela secundaria ha formado a generaciones de profesionales de Viareggio y de toda Versilia. En los últimos diez años y para continuar su labor educativa, ha enriquecido los planes de estudio en múltiples direcciones, sin renunciar a su identidad y sus valores culturales. 

Actualmente el Liceo “G. Carducci” es un Liceo Clásico y un Liceo Lingüístico, cuenta con alrededor de 740 alumnos divididos en 32 clases (5 ciclos completos de bachillerato de dos años y de bachillerato de tres años), tiene una plantilla de 64 profesores y ofrece a estudiantes y familias de Versilia diversas ofertas curriculares.

A las 9 de la mañana comenzaba la jornada con la ponencia de presentación de la Sociedad y sus actividades a cargo de su presidente, Juan Bautista Mata Peñuela. Posteriormente, el secretario actual Constantino López Sánchez-Tinajero, habló de como «Italia marcó la vida de Cervantes» y tras una breve pausa, el vicepresidente Luis Miguel Román Alhambra expuso su ponencia «El Quijote de Miguel de Cervantes, de la Mancha a la Toscana», finalizando la actividad justamente a las 11:00, cumpliendo rigurosamente el horario establecido.

La labor divulgativa no ha acabado hoy, sino que, tras finalizar la conexión, se han enviado las ponencias a las profesoras. De este modo, las ponencias serán nuevamente repasadas en clase y después de su exhaustivo estudio originarán preguntas a las que desde Alcázar se responderá con gusto, seguramente a través de un video grabado que se remitirá al Liceo para que lo conserven como material de consulta junto con las ponencias.

Cabe destacar que la actividad se ha desarrollado sin incidencias y que según las propias palabras de las profesoras del departamento de español ha resultado muy interesante e ilustrativa, que ha resultado de utilidad para los asistentes lo que produce una gran satisfacción a los cervantistas alcazareños que consideran cumplido el objetivo propuesto de difundir el conocimiento, la lectura y el estudio de la obra de nuestro universal escritor, Miguel de Cervantes, más aún en Viareggio ciudad muy cercana a Luca de la que el escritor dijo:

“Luca, ciudad pequeña, pero hermosa y libre, que debajo de las alas del imperio de España se descuella, y mira esenta a las ciudades de los príncipes que la desean; allí, mejor que en otra parte ninguna, son bien vistos y recebidos los españoles, y es la causa que en ella no mandan ellos, sino ruegan, y como en ella no hacen estancia de más de un día, no dan lugar a mostrar su condición, tenida por arrogante”. (Persiles, III, 19)

Ahora sólo queda que los alumnos hayan recibido con agrado las aportaciones sobre la vida y obra de Cervantes y les sirva de estímulo para conocerlo todavía más y para desear leer su obra de la que, más de cuatrocientos años después, todavía seguimos hablando.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Isidoro Panduro, el Dragón alcazareño que fundó una saga familiar en Dinamarca

Fecha de Publicación: 06/03/2024

 

Jinete perteneciente al Regimiento de Dragones «Almansa»

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Isidoro Panduro nace en Alcázar de San Juan el 7 de abril de 1787, tercer hijo del matrimonio formado por Agustín Díaz Panduro y Ana Dorotea Jiménez Jimeno, bautizado en la iglesia parroquial de Santa Quiteria el 9 de abril.

En 1802 fallecen sus padres a causa de una explosión registrada en la fábrica de salitre en donde trabajaban, propiedad de su tío Pedro Díaz Panduro, dejando huérfanos a sus cuatro hijos, los hermanos Manuela, Agustín, Isidoro y Pedro Agustín; el tío los acogió y les dio trabajo en la salitrería.

Libro Maestro de todas las tierras, viñas, olivares, eras, salitrerías, casas, mesones, molinos, ganado, censos, juros y rentas… en la población término de la Villa de Alcázar de San Juan cabeza de partido en la provincia de Toledo, perteneciente al Estado Secular, en el mes de marzo de 1750. AHMASJ.

Isidoro trabajó allí durante unos años, principalmente realizando trabajos de abastecimiento de agua, pero su inquietud y sus anhelos por salir al mundo en busca de aventuras hizo que, en 1805, con 18 años de edad, decidiera abandonar Alcázar de San Juan para alistarse en el ejército como voluntario, siendo destinado al Regimiento Almansa, 3º de Dragones, que comandaba el coronel Juan A. Caballero, en donde completó una formación militar de dos años y medio en la caballería ligera.

En 1807 el Regimiento Almansa formaba parte de la División del Norte, un contingente de unos quince mil hombres, doce mil de infantería y tres mil de caballería, que, bajo el mando del General Pedro Caro y Sureda, III Marqués de la Romana, fue enviado a Dinamarca para unirse a las tropas de Napoleón allí estacionadas, en virtud del Segundo Tratado de Basilea firmado el 22 de julio de 1795 entre la República Francesa y la Monarquía de Carlos IV de España,

Esta fuerza de ocupación, de unos treinta y tres mil hombres, estaba integrada por soldados franceses, daneses, holandeses y españoles bajo el mando del Mariscal Jean-Baptiste Bernadotte, General en jefe del Ejército del Elba.

Tras cruzar Francia y Alemania, las unidades españolas pasaron el invierno de 1807 acantonadas en las ciudades alemanas de Hamburgo y Lubeck y el 14 de marzo de 1808 entraron en Dinamarca desplegándose por la península de Jutlandia y las principales islas del Báltico (Fionia y Selandia) con la misión de proteger inicialmente las costas danesas de un posible desembarco inglés y, posteriormente, apoyar a los daneses, aliados de Napoleón, en su intento de invadir Suecia, aliada de Inglaterra; acción que nunca se llevó a cabo pese a haber bombardeado Suecia a Copenhague unos meses antes.

La estancia de los soldados españoles en Dinamarca apenas duró seis meses, pues enterados del levantamiento español del 2 de mayo que da inicio a la Guerra de la Independencia Española, y sintiéndose traicionados por los franceses, salen del país el 21 de agosto a bordo de los buques del almirante británico James Saumarez.

La insurgencia de las tropas españolas desplegadas en Dinamarca comenzó el 22 de julio, tras emitir el Mariscal Bernadotte una orden por la que obligaba a los soldados españoles a prestar juramento de fidelidad a José Bonaparte como rey de España y decretar el gobierno danés que se desarmara a los soldados españoles. Ante la difícil situación creada el Marqués de la Romana toma la decisión de organizar la salida de sus tropas de Dinamarca y ordena que se reagrupen en la isla de Langeland, a donde logran llegar cerca de diez mil españoles, entre ellos la casi totalidad de los componentes del Regimiento de Almansa, y desde donde son evacuados por la armada inglesa que los traslada, primero a Goteborg, en Suecia, y tras una breve escala en Inglaterra, los barcos continuaron rumbo a Espa­ña. Pero un fuerte temporal provocó que no llegaran juntos al puerto de Santander, como estaba previsto, sino de forma separada y escalonada a diver­sos puertos del norte de la Península: Santoña, Santander, Ribadeo y la Coruña, a cuyos puertos arriban el 9 de octubre.

Unos cinco mil hombres no lograron escapar siendo apresados y conducidos a Francia en donde fueron internados en campos de prisioneros; con ellos y con otros detenidos capturados en España, Napoleón creó el Regimiento José Napoleón que formó parte de la Grande Armée que invadió Rusia en junio de 1812, siendo de los primeros que entraron en Moscú el 14 de julio.

Isidoro Panduro, que se había fracturado una pierna en un accidente, no pudo llegar a tiempo a la isla de Langeland para embarcar con su regimiento y salir de Dinamarca, quedando aislado en la isla de Fionia, en medio de un país desconocido cuyos habitantes pensaban que los españoles los habían traicionado y abandonado en su intento de invadir Suecia y a los que las tropas napoleónicas buscaban para hacerlos prisioneros.

El accidente de Isidoro ocurrió en agosto de 1808, cuando él y un compañero recibieron órdenes de escoltar a un comisionado francés a Nyborg. Camino de la ciudad fueron detenidos por una concentración de tropas que cruzaban un pequeño puente en el pueblo de Åsum, a media milla al este de Odense, la capital de la isla de Fionia. Isidoro esperó pacientemente con su caballo en el lado derecho del camino mientras el carro de un oficial, con un caballo adicional atado detrás, pasaba junto a él. Sin previo aviso, el caballo pateó la pierna izquierda de Isidoro, rompiéndosela. Isidoro fue trasladado a Nyborg para recibir tratamiento. Pero en las afueras de Nyborg, fue detenido por tropas danesas que lo enviaron a Kerteminde, en donde estuvo un año recuperándose de su lesión.

En 1809 Isidoro viajó a Odense para visitar a un oficial español que planeaba regresar a España; pero en el momento de partir, el oficial, que le había prometido llevarlo consigo, no le avisó y se marchó sin él. Tras este fracaso volvió a Kerteminde en donde el comandante de la ciudad, el mayor Frederik Caspar Conrad Frieboe, le dio una carta de recomendación gracias a la cual pudo entrar al servicio del noble danés Hans Rudolph Juel, cuyas propiedades se encontraban en la aldea de Hverringe, cerca de Kerteminde, allí, avalado por su experiencia como soldado de caballería, pudo trabajar como mozo de cuadra en los establos del noble y más tarde como sirviente auxiliar y ayuda de cámara personal.

De una fuerte personalidad y con una gran capacidad de adaptación para hacer frente a su nueva situación, parece ser que estaba dotado de un trato amable por lo que su señor lo llevaba consigo a las fiestas de sociedad a las que acudía con el fin de divertir a los asistentes relatando las costumbres de España.

Tras convertirse al protestantismo y aceptar la ética luterana, el 2 de mayo de 1813, con 26 años de edad, se casa con la danesa Marie Hansdatter, de 23 años, hija de un granjero de Viby, que trabajaba como ayudante de costura en Hverringe. El matrimonio tuvo nueve hijos de los que siete sobrevivieron.

  • Marie Immanuella (1811-1892) sirvienta.
  • Agustín (1813-1883) pequeño agricultor y tejedor.
  • Anna Dorthea (1815) se casa con Gjerhard Ludvig y se van a vivir a Alemania; se desconoce su destino.
  • Gregersine (1819) no sobrevive.
  • Condesa Olave (1820-1860) se casa con Hansen; abuela del conde Ejnar Oberbech-Clausen.
  • Niels (1830) viaja a California como buscador de oro; se desconoce su destino.
  • Hans Rudolf (1823-1904) vicario; bisabuelo del escitor Leif Thormod Panduro.
  • Hans (1826) no sobrevive.
  • Hans (1827-1878) mayordomo y obrero.

A finales de 1838, Isidoro sufrió un corte en la mano derecha con un gancho mientras pesaba lúpulo, la herida se le infectó y perdió el uso de esa mano.

Isidoro Panduro siempre residió en Kerteminde fiel a su benefactor el noble Hans Rudolph Juel y nunca regresó a España; incluso renunció a una herencia en su tierra natal.

Integrado plenamente en Dinamarca siempre mantuvo el estilo de vida que allí había encontrado, recibiendo finalmente la ciudadanía danesa. Gran aficionado a la jardinería, en 1840 recibió de la Real Sociedad Agrícola Danesa una copa de plata por su diligencia agrícola.

Ya en la vejez, su esposa Marie contrajo glaucoma y quedó ciega después de una operación fallida. Isidoro, enfermo, padeció episodios de depresión y tristeza, atribuyéndolos a haber abandonado la iglesia católica y seguramente agravados por la muerte de su empleador, el noble Hans Rudolph Juel. También es probable que sintiera melancolía acordándose de su Alcázar de San Juan natal.

Los últimos años de su vida fueron tranquilos, gracias a los cuidados brindados por su hija Marie Immanuella Panduro y por su nieta Sidsel Marie Oberbech Clausen.

En la primavera de 1859 contrajo una neumonía y murió el 23 de junio, a los 72 años, celebrándose su funeral el día 28 de ese mismo mes. Fue enterrado en el cementerio de Viby, pero su tumba se perdió durante la renovación del cementerio.

Libro de enterramientos en el que figura la fecha de su muerte, 23 de junio de 1859, y la fecha de su funeral, 28 de junio de 1859. Curiosamente, en la misma página del libro también aparece anotado el enterramiento de su benefactor, Hans Rudolph Juil, muerto en 1857.

Su hijo Rudolf fue uno de los primeros habitantes de la comarca en conseguir un título universitario y su tataranieto Leif Thormod Panduro (18 de abril de 1923 – 16 de enero de1977) novelista, cuentista y dramaturgo, es uno de los más acreditados escritores daneses que, entre otros muchos, recibió en 1963 el Premio de la Crítica Danesa de Literatura, en 1971 el Gran Premio de la Academia Danesa y en 1976 se convirtió en miembro de esta Academia. Algunas de sus novelas han sido llevadas al cine y a la televisión.

Otro de sus descendientes, su tataranieto Carlo Panduro, fundó una popular cadena de tiendas que lleva su apellido: *Panduro HOBBY, y están especializadas en el bricolaje, las manualidades y los artículos de regalo.

Ésta es la historia del alcazareño Isidoro Díaz Panduro, una persona totalmente desconocida para la gran mayoría de sus paisanos, pero no así para nuestro socio Juan Miguel Ruiz de Morillas, otro alcazareño, abogado y residente en Copenhague, quién nos ha hablado de él y facilitado la documentación necesaria para completar este breve relato de su vida.

El recuerdo de la buena impresión causada por los soldados españoles se conservó de padres a hijos tanto tiempo en la isla de Fionia que, cien años después, el 14 de marzo de 1908, se conmemoró solemnemente en Odense el Centenario de aquel desembarco, evocando y elogiando la conducta de los españoles durante su estancia en Dinamarca. 

Y en 2008, con motivo del bicentenario de aquellos acontecimientos, el museo de Holbæk, al norte de Copenhague, en colaboración con las pinacotecas de las cuatro localidades danesas en donde mayor fue el impacto de su estancia, y con el apoyo de las instituciones españolas, organizó la exposición Cuando los españoles llegaron, un encuentro cultural en 1808”. Su coordinador, el historiador Henning Petersen, destacó que los españoles fueron y siguen siendo recordados en Dinamarca como gente alegre, educada y musical; añadiendo que nunca entraron en combate, sólo estuvieron estacionado y fueron los primeros soldados extranjeros que no arrasaron el país; vivían entre la gente y se comportaban de forma familiar; aceptaban sin remilgos la comida local, no como franceses y belgas; jugaban con los niños, tocaban la guitarra y hacían fiestas.

Hasta la llegada de los españoles, los daneses no sabían lo que era aliñar la ensalada con aceite y vinagre. También fue la primera vez que los nórdicos tuvieron contacto con los cigarros que fumaban los españoles y les daba miedo tener el cigarro puro encendido tan cerca de la cara. Debido a que los españoles fumaban de esta forma, un cigarro mal apagado pudo ser la causa de que prendiese y se quemase el castillo de Koldinghus, en Kolding.

Pese a que para la Dinamarca Oficial fueron unos traidores por no haber ayudado a invadir Suecia y a que el mantenimiento de su estancia sangró las arcas danesas, Petersen señaló que es difícil encontrar un relato negativo sobre aquellos españoles que les hicieron descubrir una mentalidad distinta; y citando a su gran literato, el célebre Hans Christian Andersen, comentó que mientras que los soldados franceses se caracterizaban por su altanería, los españoles eran bondadosos y amables. Virtudes que, con toda seguridad, adornaron la trayectoria vital de nuestro paisano, el soldado de Dragones Isidoro Díaz Panduro.

                                                  Juan Miguel Ruiz de Morillas

                                   Constantino López Sánchez-Tinajero

                                                           Manuel Rubio Morano

                   Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La Sociedad Cervantina de Alcázar estará presente en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de El Puerto de Santa María

Fecha de Publicación: 29/02/2024

 

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Luis Miguel Román Alhambra (vicepresidente) y Constantino López Sánchez-Tinajero (secretario) viajarán a la ciudad gaditana para impartir sendas conferencias

Anualmente la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia organiza a finales de abril una Lectura Pública del Quijote para conmemorar el Día del Libro, suele hacerlo en fechas cercanas a esta celebración, concretamente este año será el 21 de abril.

Coincidiendo con estas celebraciones, D. Luis Francisco Garrido Quijano, su presidente, ha cursado invitación a miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan para que estén presentes en su sede impartiendo un ciclo de conferencias en el mes cervantino por excelencia.

El jueves 25 de abril, Luis Miguel Román Alhambra (vicepresidente) y Constantino López Sánchez-Tinajero (secretario), estarán en el Puerto de Santa María para impartir sendas conferencias dentro del ciclo “Cervantes y el Quijote. Sus lectores en el siglo XXI”.

La participación de los alcazareños, ha sido posible gracias al buen hacer del socio común Antonio Leal Jiménez que es el Representante del Cuerpo de Académicos dentro de la junta directiva de la asociación cultural portuense.

De hecho, la presentación del ciclo y de los conferenciantes correrá a cargo de Antonio Leal Jiménez, quien abrirá la sesión y dará paso a las intervenciones de sus paisanos alcazareños. Las conferencias se titularán “Dos Cervantes, un autor del Quijote a cargo de Constantino López Sánchez-Tinajero y “Tras los pasos de Rocinante. Realidad y ficción en el Quijote” que impartirá Luis Miguel Román Alhambra.

 

El objetivo final de ambas ponencias es que los socios gaditanos puedan conocer aspectos de la vida de nuestro primer escritor y su obra principal, El Quijote, poco conocidos en el cervantismo actual.

Pero fundamentalmente en lo que incidirán ambos, es en que hay que ver el Quijote con ojos nuevos cada día e insistirán en la lectura de esta novela, así como de toda la obra cervantina, porque siempre nos enseña un punto de vista nuevo y siempre podemos extraer enseñanzas profundas de su lectura, al tiempo que se disfruta de ella.

El hecho de que la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia lleve 124 años trabajando al servicio de la cultura portuense es un reto para los cervantistas alcazareños que agradecen de todo corazón a esta institución, de solera reconocida,  la invitación recibida, porque representa una ocasión excepcional para llevar el nombre de Alcázar de San Juan  a tierras gaditanas, así como para difundir el conocimiento de los textos cervantinos más allá de la Mancha, en el territorio andaluz que tan bien conoció Cervantes y en el que pasó una parte muy importante de su vida trabajando en favor de la Corona de España.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La estupenda batalla entre don Quijote y el vizcaíno en Puerto Lápice

Fecha de Publicación: 22/02/2024

 

Dice el narrador que «siguieron el camino del Puerto Lápice, porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser un lugar muy pasajero» (Q1, 8).

Poco antes, Sancho socorría en el suelo a don Quijote derribado por las aspas de un molino de viento de Campo de Criptana. Esta vez, ha sido el sabio Frestón el que ha convertido a los gigantes en molinos de viento para quitarle a nuestro hidalgo manchego «la gloria de su vencimiento», o al menos así estaba convencido don Quijote que había ocurrido.

Puerto Lápice es actualmente una localidad manchega de la provincia de Ciudad Real, en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, con alrededor de mil habitantes. En tiempos de la escritura del Quijote no era más que un paraje con una venta y unas pocas casas quinterías de agricultores dentro del término municipal de Herencia. En las Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II, los vecinos encargados de elaborar las contestaciones de Herencia, declaran en 1576 que «en el término de ella está una venta que se dice el Puerto Lápice como está declarado y esto responden, y esta venta es de un particular vecino de Villafranca».

Ubicada esta venta junto a un cruce de caminos, era muy conocida por viajeros, arrieros y trajinantes a finales del siglo XVI principios del siglo XVII. Cervantes, sin duda alguna, también la debía de conocer y hasta allí encamina a sus personajes después de la batalla contra los molinos de viento.

En el mapa anterior he marcado en azul las carreteras actuales que unen Campo de Criptana con Puerto Lápice, trazadas en una buena parte sobre los antiguos caminos viejos que unían estos lugares. El lector curioso que sigue mis trabajos, sobre los caminos y parajes reales en el Quijote, se estará preguntando por la ruta o caminos que desde el molino de viento siguió don Quijote para no volver por su mismo pueblo, Alcázar de San Juan, ya que tanto su familia como la de Sancho ya estarían alborotadas al notar su ausencia esa misma mañana.

No, lógicamente no vuelven por el mismo camino de Campo de Criptana a Alcázar de San Juan para después continuar hacia Herencia y llegar a Puerto Lápice, el camino más lógico y recto. Teniendo en cuenta el escenario, interpretes y diálogos escogidos por Cervantes en esta aventura encontramos la respuesta.

Dibujo de Ricardo Marín, 1905 (BIQ)

Después de caminar todo aquel día y pasar la noche entre unos árboles, llegan a ver Puerto Lápice a las «tres del día». Siguen caminando hacia Puerto Lápice mientras don Quijote, entre otras cosas, insta a Sancho a que no le defienda con espada sino es contra «canalla y gente baja». En esto iban cuando advierte el narrador que «asomaron por el camino dos frailes de la orden de San Benito» junto con un coche de caballos con «una señora vizcaína que iba a Sevilla, donde estaba su marido, que pasaba a las Indias con un muy honroso cargo». Don Quijote cree ver en estos actores que entran en la escena a unos «encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel coche». Esta sencilla y pacífica comitiva llegaba a Puerto Lápice por un camino en sentido opuesto al que don Quijote y Sancho también llevaban.

Don Quijote decide «deshacer este tuerto… y se puso en la mitad del camino por donde los frailes venían». A sus voces para que liberaran a «las altas princesas», los frailes se identifican como tales y le dicen que no saben realmente quien viaja en aquel coche, lo que irrita aún más a don Quijote que arremete con su lanza a uno de los dos frailes, que tratando de salvar su vida se tira al suelo. Mientras el otro fraile huye, Sancho trata de despojar de sus hábitos al fraile caído en el suelo, según él, porque le correspondían por haber sido vencido por su amo en batalla. Los mozos de mulas de los frailes, que no lo entienden así, comienzan a golpear a Sancho dejándolo molido y en mitad del camino.

Don Quijote, sabiéndose vencedor y libertador de aquellas «princesas», estaba «hablando con la señora del coche» a la que «en pago del beneficio que de mí habéis recebido no quiero otra cosa que volváis al Toboso y que de mi parte os presentéis ante esta señora [Dulcinea] y le digáis lo que por vuestra libertad he hecho». Dice el narrador que uno de los escuderos de la señora, «que era vizcaíno… viendo que no quería dejar pasar el coche adelante, sino que decía que luego había de dar la vuelta al Toboso» increpa a don Quijote. El final de esta «estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron» acaba con el vizcaíno en el suelo casi muerto y don Quijote con una oreja malherida.

Caminos marcados en el mapa de España. Marcado en rojo Puerto Lápice (SignA-IGN)

Con el Reportorio de todos los caminos de España de Juan de Villuga, editado en 1546, muy difundido y utilizado por toda clase de viajeros, desde Bilbao, el camino a seguir por la señora vizcaína habría sido: Bilbao-Burgos-Madrid-Toledo-Ciudad Real-Córdoba-Sevilla. Para encontrar a esta señora vizcaína aquí, en Puerto Lápice, con intención de llegar a Sevilla en su coche de caballos, habría seguido los caminos: De Bilbao a Burgos, de Burgos a Cuenca, de Cuenca a Alcázar, pasando por Mota del Cuervo, y desde Mota del Cuervo podría seguir a El Toboso, Miguel Esteban y Herencia siguiendo el Camino viejo de Herencia a Quintanar de la Orden, o seguir hacia Alcázar de San Juan, Herencia y Puerto Lápice. Desde Herencia entrarían en este escenario cervantino por el Camino viejo de Herencia a Puerto Lápice.

Camino de Villarrubia a Puerto Lápice remarcado en MTN50-1ª edición (SignA-IGN)

Para ir a Sevilla desde aquí, el único camino posible para atravesar Sierra Morena en coche de caballos era por el Camino de Toledo a Sevilla, conocido como Camino de La Plata, que salvaba esta frontera natural entre Castilla y Andalucía por el Valle de Alcudia. Desde Puerto Lápice tendrían que seguir por Villarrubia de los Ojos, camino dibujado en azul en el mapa, hasta Ciudad Real, y desde allí por el Camino de La Plata continuar por Caracuel y Almodóvar del Campo, para después cruzar el Valle de Alcudia y llegar a la Venta de la Inés, la venta del manteo de Sancho, cruzando Sierra Morena con dirección a Córdoba y Sevilla.

En total, siguiendo el camino de Burgos-Cuenca-Ciudad Real la distancia recorrida es de unas diez leguas más que por Burgos-Madrid-Toledo-Ciudad Real. Decidir uno u otro camino dependía mucho del interés de paso de los viajeros y la comodidad de los alojamientos.

Haciendo noche en El Toboso, la distancia hasta Puerto Lápice es de unas ocho leguas, ocho horas de camino, por lo que esta comitiva estaría por aquí entre las tres y las cuatro de la tarde, la misma jornada y destino que la de don Quijote y Sancho ese día. Llevarían la intención de seguir desde aquí hasta Villarrubia de los Ojos y pasar la noche,  a tan solo dos leguas de aquí, porque entre esta venta de Puerto Lápice y Villarrubia no existía venta alguna.

Don Quijote les mandaba «que volváis al Toboso… dar la vuelta al Toboso». Según notas al pie de página de grandes editores del Quijote,«volváis al Toboso» o «dar la vuelta al Toboso» podían tener significados distintos para los primeros lectores de la novela. Para Martín de Riquer: «deis la vuelta hacia el [Toboso]», para Francisco Rico:  «os desviéis del camino para ir al Toboso» y para Enrique Suárez: «en este pasaje, como en otros, no ha de entenderse estrictamente regresar por donde se venía, sino: cambiar de dirección, poner frente a, encaminarse». Darse la vuelta por donde venían o encaminarse a El Toboso desde aquí, coincide geográficamente con los caminos reales que podían traer los vizcaínos. Lo que no cabe duda en el relato es que estos actores llegaban por el camino de entrada desde el norte de Puerto Lápice y que don Quijote lo hacía desde el sur. Solo así es posible que se produzca este encuentro y batalla en mitad de Puerto Lápice.

Por tanto, el camino desde Campo de Criptana a Puerto Lápice, pasando por Alcázar de San Juan y Herencia, no es el seguido por don Quijote y Sancho por dos motivos evidentes:

1. De haberlo seguido el cuento no habría sido este. Habrían sido vistos por sus familias y vecinos, y seguramente obligados a abandonar la empresa recién empezada.

2. Habrían llegado a Puerto Lápice por el mismo Camino viejo de Herencia a Puerto Lápice que la comitiva vizcaína y de frailes de San Benito, por lo que tampoco se habría producido el encuentro de frente con ellos, tal y como describe Cervantes.

Sigamos ahora los pasos de Rocinante por otro camino hasta llegar a Puerto Lápice.

Ruta seguida por Rocinante entre Campo de Criptana y Puerto Lápice remarcada en mapa SignA (IGN)

Desde el paraje de los molinos de viento criptanenses, don Quijote y Sancho «siguieron el camino del Puerto Lápice». Cervantes, lógicamente no deja a sus primeros lectores  detalles del camino a seguir desde aquí por sus protagonistas, estando tan cerca de su pueblo del que quiso olvidar su nombre al principio de la novela, como tampoco nombra explícitamente a Campo de Criptana, aunque fuese el único lugar de toda la Mancha que contase en aquella época con «treinta o pocos más desaforados gigantes».

Solo les describe como ese día lo pasan caminando, pasan la noche entre unos árboles y que al día siguiente, pasado el mediodía, ven Puerto Lápice. Para los lectores curiosos de su tiempo no necesitaban mucha más información para seguir creyendo verosímil el cuento que Cervantes les estaba contando. Desde los molinos de Campo de Criptana, al paso lento del bueno y despaldado Rocinante, por su encontronazo con el molino, en ese tiempo narrado habría caminado unas quince horas, jornada y media larga. Conocen ya la pobre condición física del rocín, aquejado de los dolorosos “cuartos” en sus pezuñas, por lo que el camino recorrido a media legua a la hora, la mitad de un caballo normal, estaría en torno a unos cuarenta y cinco kilómetros.

Plaza de Puerto Lápice. Imagen de turismociudadreal.com

En mi próximo Tras los pasos de Rocinante. Segunda salida, voy a llevar al lector viajero por los caminos que don Quijote guió a Rocinante en esta segunda salida de su casa. Lógicamente, desde Campo de Criptana bordearán Alcázar de San Juan por el Camino de la Media Legua para seguir por el Camino de Herencia a Tomelloso entrando en Herencia. Desde aquí, siguiendo el Camino de La Pedriza, parte del Camino de Herencia a Villarrubia de los Ojos, atravesando por mitad de sus sierras, llegar al Camino de Villarta de San Juan a Puerto Lápice. Desde aquí, con la visión lejana de Puerto Lápice, tal y como lo vieron don Quijote y Sancho, llegarán al centro de Puerto Lápice, a su magnífica plaza.

Allí podrán sentarse en sus balcones y creer ver la llegada de los frailes benitos y la señora vizcaína por el Camino de Herencia a Puerto Lápice por un lado y a don Quijote y Sancho por el otro, mientras releen los capítulos VIII y IX de la primera parte del Quijote. Realmente, habrán recorrido desde los pies de los desaforados molinos de viento poco más de cuarenta kilómetros, los mismos que Rocinante recorrió en la ficción. 

 

                                                    Luis Miguel Román Alhambra

“Tras lo cual”, Enrique Suárez Figaredo

Fecha de Publicación: 15/02/2024

Enrique Suárez Figaredo en el Sillón de Sancho en la Platera, Alcázar de San Juan

 

Enrique Suárez Figaredo (Barcelona, 1951) vivió su infancia en el barrio del Poble Sec, a las espaldas de aquella fábrica de la luz de la que hoy sobreviven sus emblemáticas chimeneas. A ellas, a la Fecsa, lo llevó el destino en 1974. Cuando Fecsa se integró en Endesa, se le encargó el Centro de Ingeniería de Distribución de esta compañía, y, posteriormente, la Subdirección de Control de Calidad de Aprovisionamientos.

Su afición al Quijote empezó hace ya muchos años, cuando editó un Quijote para su empresa con el que agasajaban a los ilustres visitantes o regalaban a los empleados por su jubilación. Hizo cierto el aforismo de Cicerón: “si quieres aprender sobre algo, escribe un libro”.

Pero una vez editado su Quijote no paro ahí, hombre inquieto, se interesó por el asunto, y empezó a acumular documentación, a consultar ediciones, antiguas y modernas, a contactar con quijotistas del mundo, a leer toda la producción cervantina y a otros autores del Siglo de Oro y, finalmente, a compulsar los ejemplares originales de las primeras ediciones del libro.

Investigando y confrontando originales en la Biblioteca Nacional de España fue como descubrió que del Quijote de Avellaneda (del que la BNE poseía 4 ejemplares) hubo dos ediciones y que los ejemplares que se manejaban correspondían a la segunda y por tanto se había dado a la imprenta una edición anterior (la primera) que no estaba catalogada como tal.

Es por tanto uno de los mayores especialistas mundiales en el Quijote apócrifo, obra de la que todavía hoy desconocemos quién fue su autor.

Como bien nos relata Cristina Ruiz Urbón en su trabajo Los diez entremeses atribuidos a Miguel de Cervantes Saavedra: historia crítica y estado de la cuestión, desde el siglo XVIII se han barajado infinidad de propuestas de la persona que podría haberse escondido tras el pseudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda: fray Luis de Aliaga, fray Juan Blanco de Paz, Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Tirso de Molina, Agustín de Rojas, Pedro Liñán de Riaza, Francisco López de Úbeda, Alfonso Lamberto, Juan Ruiz de Alarcón, Alonso Castillo de Solórzano, fray Luis de Granada, Alonso Fernández Zapata, fray Cristóbal de Fonseca, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, fray Alonso Fernández, Juan Martí, Alonso Pérez de Montalbán, el clérigo cordobés Juan Valladares, Alonso de Ledesma, el conde de Lemos en colaboración con Mira de Amezcua y Gabriel Leonardo de Albión y Argensola, Ginés Pérez de Hita, Baltasar Eliseo de Medinilla, fray Hortensio Félix Paravicino, Cristóbal Suárez de Figueroa, alguno de los hermanos Argensola e incluso el propio Miguel de Cervantes. De un tiempo a esta parte, el debate se centra en el soldado aragonés Jerónimo de Pasamonte (Riquer 1988 y Martín Jiménez 2005), el dominico vallisoletano Baltasar de Navarrete (Blasco 2005) y el poeta arriacense José de Villaviciosa (Rodríguez López-Vázquez 2011a).

Como se ve la nómina es grande. Nuestro querido Enrique se atrevió a proponer como autor a Cristóbal Suárez de Figueroa, en atención a un estudio del estilo, de construcciones léxicas particulares y de palabras que utilizaba repetidamente el autor y que sometida a la comparación con las obras de Suárez de Figueroa alcanzaba una concordancia muy superior a la de otros posibles autores, cuyas obras también fueron sometidas a confrontación y estudio.

Es notable que Enrique Suárez haya encontrado una construcción en el texto que es muy poco usada en el Siglo de Oro y que caracteriza esta obra, se trata de la expresión “tras lo cual”, que aparece 28 veces en el texto. Para conocer el ingente y ambicioso trabajo que hizo Enrique Suárez, basta consultarlo en: https://parnaseo.uv.es/Lemir/Revista/Revista10/SuarezFigaredo/SuarezFigaredo.pdf

Desde este momento, sometemos esta frase a la consideración de los expertos que traten de encontrar los tics avellanedescos en otros autores contemporáneos a Cervantes y en caso de hallar el frecuente uso de “tras lo cual”, ya podemos avanzar que se encontrará cerca de resolver este enigma aún irresoluto.

Por azares de la vida, conocimos a Enrique y por su afabilidad, bonhomía y accesibilidad en el trato, nuestra amistad se ha ido asentando y es hoy un amigo extraordinario y además Socio de Honor de esta Sociedad y el hecho de que viva lejos no impide que disfrutemos de su erudición y sobre todo de su amistad. Todo esto, lo completa, además, con al menos dos presencias físicas anuales en Alcázar de San Juan.

Estas son las cosas que el amor por el cervantismo y el quijotismo nos traen a la Sociedad Cervantina de Alcázar: son premios añadidos a esta pasión.

Como, por ejemplo, la amistad de Manuela Sáez González, monfortina, investigadora incansable y autora de la mejor biografía sobre el Conde de Lemos (mecenas de Miguel de Cervantes y otros escritores).

Si hemos leído con atención, en la relación de Ruiz Urbón se encuentra también el Conde de Lemos en colaboración con Mira de Amezcua y su secretario Gabriel Leonardo de Albión y Argensola como posibles autores del Avellaneda; pero en los numerosos escritos del Conde de Lemos, Manuela sólo encontró la expresión “por lo cual”; ningún “tras lo cual”.      

Ojalá otras mentes inquietas y doctas sepan tirar de los hilos convenientes y busquen por donde se pueda encontrar al tordesillesco autor, y de este modo puedan dar felice terminación a los trabajos iniciados por estos buenos amigos antes citados.

Y como decía nuestro querido don Miguel, a ti que lees: «Dios te dé salud y a mí no olvide».

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Miguel Ángel Martínez Martínez, embajador de la Mancha en Bruselas

Fecha de Publicación: 03/02/2024

 

 

El que fuese vicepresidente del Parlamento Europeo por un periodo de ocho años ha dicho que la única obra literaria que ha sido traducida al mayor número de idiomas y que además tiene versiones adaptadas para niños, es el Quijote

Alcázar de San Juan, 03/02/2024.- El sábado 3 de febrero visitaba la Sociedad Cervantina de Alcázar el ex eurodiputado Miguel Ángel Martínez Martínez para tomar parte de los “Almuerzos de don Quijote”, actividad que regularmente organiza esta asociación cultural.

Miguel Ángel Martínez Martínez fue elegido diputado por Ciudad Real en el Congreso en 1977 y en 1981 fue elegido Secretario General del PSOE de Castilla-La Mancha (hasta 1988), en 1999 fue elegido eurodiputado, cargo que desempeñó hasta 2014, siendo además vicepresidente del Parlamento Europeo entre los años 2007 a 2014.

A las 12 de la mañana los socios cervantistas visitaban el Museo que la Asociación Amigos de Miguel Ángel Martínez le tiene dedicado en Alcázar de San Juan donde fueron recibidos por el propio Miguel Ángel junto con Carmen, su mujer, y por María Ángeles Pérez Montero, presidenta de la Asociación, quienes han acompañado la visita al museo y han compartido también el almuerzo.

Este museo acoge gran parte de sus documentos gráficos y escritos, y también las numerosas condecoraciones obtenidas a lo largo de su dilatada vida política. Todo ello convierte a este Museo en un sugestivo recorrido por la memoria democrática de Europa y en una luminosa ventana que permite conocer interioridades de la más reciente historia de Occidente. 

El Museo se encuentra en el andén número 1 de la estación de ferrocarril de Alcázar de San Juan. Se trata de un espacio simbólico y representativo tanto para la localidad como para el conjunto del país, ya que fue uno de los nudos ferroviarios más importantes de España. A lo largo de sus salas se encuentran reunidos los objetos que permiten hacer un recorrido por las diferentes épocas de su vida y que muestran referencias de su dilatada carrera, recuerdos atesorados en una vida dedicada a servir a los ciudadanos desde la política en las diferentes responsabilidades que desempeñó, así como sus condecoraciones, objetos personales y su colección de Quijotes.

El vínculo de Miguel Ángel Martínez con Castilla-La Mancha, así como su afición por la lectura, fueron los motivos por los que durante más de cuarenta años coleccionó ediciones de El Quijote en diferentes idiomas. Esta colección de la obra cervantina, que ha estado expuesta en el Parlamento Europeo, así como en numerosas ciudades españolas, cuenta con ejemplares en 46 lenguas diferentes tanto en ediciones completas como en adaptaciones para niños.

A este respecto, Martínez Martínez aseveró que el Quijote es la única obra literaria de carácter universal que además de ser traducida a numerosas lenguas, tiene versiones adaptadas para niños, ya sea en forma de libros de aproximación, en formato cuento o como tebeos.

En esta colección de Quijotes están representados todos los países de la Unión Europea y también los de países vecinos, Suiza, Macedonia, Albania. Montenegro, Armenia, Moldavia, Rusia, etc. La colección tiene Quijotes en chino, azerí, árabe, en latín y latín macarrónico y por supuesto en Braille.

Los cervantistas alcazareños disfrutaron de esta visita y elogiaron la colección completísima tanto de las diferentes ediciones del Quijote como de la abundante iconografía quijotesca. Reconocieron el trabajo intenso de coleccionista de Miguel Ángel que ha ido recopilando y conservando infinidad de recuerdos que están a disposición de cuantos visitan el museo.

Ya en la sede cervantina, a lo largo del almuerzo, Miguel Ángel Martínez refirió las extraordinarias relaciones personales que pudo construir con importantísimas personalidades de todo el mundo gracias a sus viajes y a su intermediación en el ejercicio de sus responsabilidades políticas, labor que ha sido reconocida con innumerables condecoraciones y distinciones que lo convierten en una de las personas más reconocidas de España en la historia reciente.

Siempre se mostró como un firme y digno embajador de la Mancha y del Quijote tanto en Bruselas como por cuantos lugares ha visitado, allí siempre presumió de provenir de la tierra de don Quijote y Sancho Panza, y ante las autoridades de todo el mundo nunca olvidó pronunciar palabras de reconocimiento para la importantísima obra literaria de Miguel de Cervantes, estimando que es tan grandiosa la obra que -a su juicio-, cree haber superado en fama a su autor.

En relación con el aprovechamiento del Quijote como recurso gratuito que la Mancha tiene para posicionarse en el mundo del turismo, y más concretamente dentro del turismo literario, cree que debe hacerse un trabajo bien programado, conjuntamente ejecutado y coordinado entre diferentes municipios y administraciones para alcanzar el resultado más óptimo y cuyos beneficios alcancen a todos. En este aspecto coincide plenamente con esta Sociedad Cervantina en su idea de lo que debe ser la “Comarca Quijote”.

No resulta exagerado decir que los cervantinos alcazareños no sólo han tenido el privilegio de estar en compañía de una persona extraordinariamente afable, que conoce y ha difundido con denuedo el Quijote por el mundo, sino que han podido disfrutar por unas horas de la historia viva de España.

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

«A mis queridos compañeros» carta ganadora del tercer concurso de cartas a los Reyes Magos de Café Monago

Fecha de Publicación: 08/01/2024

 

 

 

Daniel Ortiz Mata de Alcoy (Alicante) se hace con el primer premio. El domingo 7 de enero a partir de las 18:30 se han dado a conocer en directo los ganadores del concurso que ha tenido una excelente participación y un gran nivel de calidad.

Alcázar de San Juan, 8 de enero de 2024.- A las 18:30 del domingo, se hizo público el nombre del ganador, Daniel Ortiz Mata de Alcoy, así como del resto de finalistas del tercer concurso de cartas a los Reyes Magos “Café Monago” organizado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y patrocinado por Centro de Conductores Rondilla y por Gestoría Sánchez.

Evento que fue transmitido en directo a través de YouTube con un enlace facilitado previamente en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar, que se encuentra a disposición en:

El acto ha estado conducido por Luis Miguel Román Alhambra (vicepresidente de la SCA), y han tomado parte en el mismo Manuel Rubio Morano que ha dado lectura al acta del fallo, como secretario del jurado, a continuación, el presidente Juan Bautista Mata Peñuela ha dado a conocer a los diez mejores clasificados en orden inverso de puntuación, acabando su anuncio con las cartas ganadoras. Finalmente, Manuel Castellanos (socio de la SCA) ha dado lectura a la carta ganadora.

 

Esta es la lista completa de las cartas mejor valoradas:

1er Premio, Diploma y 100 euros a Daniel Ortiz Mata (Alcoy), “A mis queridos compañeros”, con 173 puntos.

2º Premio, Diploma y 50 euros a José Alberto Ruiz Cembranos (Leganés), por “Tres motivos para una carta”, con 171 puntos.

3º. Premio, Diploma y 50 euros a Mela Ortiz Arbones-Dávila (Madrid), por “A través del espejo”, con 168 puntos.

4º. Diploma a Luis David San Juan Pajares (Segovia), por “El Rey Escoba”, con 167 puntos.

5º. Diploma a Carlos López Pérez (Logroño), por “Carta de un niño cualquiera”, con 164 puntos.

6º. Diploma a Laura Baleztena Pérez (Pamplona), por “El cuarto Rey Mago”, con 163 puntos.

7º. Diploma a Mª. Soledad Romero Castellanos (Alcázar de San Juan), por “Deseo”, con 160 puntos.

8º. Diploma a Amalia Moreiras (Orense), por “Casos Reales”, con 157 puntos.

9º. Diploma a Alberto Cotillas Revilla (Burgos), por “Quedaos en Belén, por favor”, con 156 puntos.

10º. Diploma a Eduardo José Viladés Fernández de Cuevas (Logroño), por “Los te quiero de mamá”, con 155 puntos.

También este año, ha sido altísimo el nivel de las 185 cartas recibidas para participar en el concurso, con temas muy variados e ingeniosos haciendo que el jurado haya sudado tinta para escoger las mejores, como se puede comprobar por la escasísima diferencia de puntos entre las primeras clasificadas.

A pesar de que el tema es único y cerrado, y teniendo en cuenta que el estilo epistolar es bastante limitado, todo ello no ha sido obstáculo para que los escritores hayan puesto en práctica su desbordante imaginación y hayan compuesto cartas muy bonitas, y aunque muchas han recordado la difícil situación de los países en guerra y por ende las dificultades a que se encuentran sometidos -sin culpa- los niños que habitan esos territorios, otros muchos participantes han optado por reivindicar la alegría de esa noche mágica y por la ilusión con que niños y mayores esperamos la llegada de los Magos de Oriente y por la esperanza que aporta a nuestras vidas.

Un año más, algunos autores han hecho peticiones no para ellos sino para sus familiares o terceras personas, intercediendo así ante los Reyes Magos en favor de otras personas más necesitadas. Estas peticiones, al igual que en la oración, cuando se hacen para beneficio de otros y no para uno mismo, siempre son escuchadas…

Así mismo, los escritores han tenido un cariñoso recuerdo para los mayores y para los que ya no están con nosotros. Recordarlos, aunque sea de forma epistolar, hace que se mantengan vivos en nuestros corazones.

 

De la fabulosa participación, los miembros del jurado quieren resaltar que a pesar de llevar muchas cartas leídas -en los diferentes concursos hasta ahora convocados-, siempre se ven sorprendidos por la agudeza y estilo narrativo de algunos autores, que hace que sea muy bonito el trabajo de emitir una valoración.

En unos días se publicará en las redes de la Sociedad Cervantina de Alcázar un documento en formato pdf conteniendo las diez mejores cartas de esta edición para solaz y disfrute de todos nuestros amigos y seguidores y quizás también para que sirva de inspiración a futuros participantes en la edición de 2025 en la que comenzaremos a trabajar en los próximos días.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Publicado un estudio sobre los azulejos quijotescos del Parque Cervantes de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 05/01/2024

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Se encuentra disponible en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y ha corrido a cargo de uno de sus miembros. La particularidad que hace único a este conjunto de azulejos es que contiene las aventuras completas del Quijote desde el comienzo hasta el final (Primera y Segunda Partes)

En estos días hemos colgado en nuestra web un estudio que interpreta los azulejos quijotescos del parque Cervantes de Alcázar de San Juan y que está disponible para su descarga por todas aquellas personas interesadas en el tema.

Este conjunto de azulejos del Quijote está instalado en una glorieta del parque, pero hagamos un poco de historia: la glorieta del parque se construyó de forma similar a La Glorieta de Cervantes en Sevilla (que consiste en un pequeño espacio octogonal incluido dentro de la Plaza de América frente al Pabellón Real, que a su vez está ubicada al sur del Parque de María Luisa y que fue realizada en 1913).  

Al igual que en Sevilla, los azulejos que se instalaron inicialmente, eran de la fábrica trianera de Ramos Rejano. Los de Alcázar se han deteriorado de forma irrecuperable por estar casi un siglo a la intemperie. Estos azulejos aún se encuentran en los bancos, colocados debajo de la serie actual.

El conjunto actual de azulejos del Quijote del Parque Cervantes data de finales del siglo XX. Es fruto de la actividad del Aula de Cerámica de la Universidad Popular del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, que con la ayuda de los alumnos de una Escuela Taller creada al efecto para los oficios cerámicos, tuvieron como objetivo la restauración de la glorieta octogonal existente en el parque, con la rehabilitación del monumento y la fabricación de nuevas piezas de colección (tomando como modelo las antiguas) para cubrir los existentes en el Parque Cervantes que por la acción de los elementos meteorológicos, la intemperie, el vandalismo y por qué no decirlo, por el abandono, se perdieron.

La Escuela Taller se creó con este propósito. Su trabajo consistió –mediante la aplicación de la técnica de la cuerda seca-, en la creación de una bella serie de azulejos, de medidas 15 x 15 cm (azulejos principales), además, trabajaron en piezas de menor tamaño empleadas para decorar la parte superior de los bancos, así como ángulos ornamentales para la terminación y protección de las esquinas.

Igualmente, el taller de cerámica de la Escuela Taller Municipal, realizó una segunda serie de azulejos más pequeños (tamaño 7 x 7 cm) que decoran los laterales y los bordes de los bancos, así como el resto de elementos decorativos, bordes, cuadros y terminaciones.

Alfredo Martínez Pérez, reconocido ceramista local, estuvo al frente del taller de cerámica. El dibujante principal fue Francisco Manzaneque. Hicieron miles de azulejos entre los años 1989-1990, hasta dejar el conjunto en su estado definitivo.

Para la primera parte, tomaron como referencia los dibujos que el pintor José Jiménez Aranda realizó para la edición madrileña de R.L. Cabrera de 1905-1908 (cuatro tomos) conocida como “Quijote del Centenario”. Y para la parte segunda las de Salvador Tusell (a partir de G. Doré) de la edición barcelonesa de Viuda de Luis Tasso de 1905.

En Triana existieron al menos, tres importantes fábricas que se dedicaron a la manufactura de azulejos del Quijote, pero todas –sin excepción- dibujaron escenas del inicio del libro, tan solo comprenden escenas de hasta el capítulo 20 de la Primera Parte.

Luego repetían las imágenes hasta hacer series muy grandes, no obstante, cuando se estudian, se observa lo expuesto en el párrafo anterior, poca variedad y mucha repetición, así ocurre en la Fonda de la estación FF.CC. de Alcázar, Instituto Gaona de Málaga, casas particulares de Sevilla y Ronda, etc…

En cambio, esta serie de azulejos del Quijote es excepcional, es la única entre todas las azulejerías (hasta ahora conocidas en el mundo, fabricadas con la técnica de la cuerda seca), que representa gráficamente las escenas de la novela al completo, es decir desde el principio hasta el final de la Segunda Parte en que el hidalgo Alonso Quijano “el bueno”, muere en su cama rodeado de su familia y amigos.

Los azulejos que componen la serie principal que relata gráficamente la novela completa del Quijote, recubren completamente los asientos y respaldos de los cuatro bancos que conforman una glorieta o rotonda.

El número total de azulejos asciende a 288, corresponden a la primera parte del Quijote 179 y 109 a la segunda parte. Faltan 5, hay 5 rotos y 8 más vandalizados.

Están muy trabajados y son muy bonitos, llaman la atención sus vivos colores y su terminación con un altísimo nivel de detalle; y lo que a juicio de la Sociedad Cervantina alcazareña es lo mejor: que recogen fielmente todas y cada una de las aventuras y vicisitudes del hidalgo Alonso Quijano a lo largo de las dos partes de la novela.

Aparte de esos 288 azulejos individuales, que son la secuencia principal donde se relatan las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza, hay colocados también ocho esquineros, dos por banco, que son grupos de azulejos que forman una imagen relativa a pasajes de la obra y que además de estar colocados perfectamente como nexo de unión en las series de azulejos, ofrecen escenas muy bellas del Quijote.  

Con este estudio, que ha sido elaborado por nuestro socio Constantino López, al que diferentes miembros de esta Sociedad han ayudado en esta tarea, y con la interpretación que se hace de los azulejos, explicando junto a cada uno de ellos el pasaje del Quijote al que corresponde la imagen, será posible acercarse al Quijote de Cervantes de una nueva y más fácil manera.

Nunca será suficiente todo lo que se haga para conseguir que se lea esta monumental novela de Miguel de Cervantes.

Azulejos quijotescos del Parque Cervantes de Alcázar de San Juan

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Un estudio recoge todas las placas de cerámica instaladas en las calles de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 04/12/2024

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Estas placas con el nombre de las calles informan al paseante o turista de la historia, curiosidades y las personas que las habitaron. La recopilación ha corrido a cargo del alcazareño Constantino López

El proyecto “La ciudad que habla” se llevó a cabo entre los años 2000 y 2010, con él se pretendió recuperar la historia de las calles de Alcázar de San Juan y al propio tiempo añadir otro atractivo turístico más a los muchos de que dispone la ciudad.

La idea inicial era conformar un recorrido turístico que pudiera realizarse por los visitantes de la ciudad, así como un circuito educativo que podría ser utilizado por los colegios para que los más pequeños pudieran conocer el origen del nombre de las calles.

La colocación de las placas se fue haciendo por etapas, cada año se instalaban un determinado número de ellas, teniendo en cuenta que es un producto genuinamente alcazareño ya que tanto los dibujos, que fueron realizados por el pintor alcazareño Ángel Vaquero, como los textos, que fueron elaborados por José Fernando Sánchez Ruiz.

Rebuscar en la historia y sobre todo hablar con los vecinos mayores de esas calles para obtener de ellos las anécdotas, curiosidades y datos que no se encuentran en ninguna otra parte salvo en los recuerdos de los propios vecinos e incluso en la transmisión oral recibida de sus antecesores,  fue una ardua tarea que hay que valorar en su justa medida, estimamos el trabajo realizado por estas personas que empeñaron todas sus fuerzas para que este proyecto viese la luz con la calidad que todos podemos apreciar.

La recopilación ha sido realizada por Constantino López (miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar), y es un reconocimiento al esfuerzo y dedicación de las personas que idearon y llevaron a término el proyecto. Visto así, el estudio recopilado al completo muestra la grandiosidad del trabajo realizado que ha quedado para el disfrute futuro de los alcazareños y de todos aquellos que nos visitan, siendo una de las señas de identidad de nuestra ciudad.

Además de las placas conteniendo los nombres de las calles, algunas otras están vinculadas a personajes relevantes que vivieron o estuvieron en ellas tales como los poetas Miguel Hernández (estación), José Corredor Matheos (plaza Aduana) y Juan de Dios Raboso, un alcazareño que fue un político importante en Madrid en el siglo XIX.

En palabras de su autor, Constantino López: “Pretendo en este estudio, hacer un catálogo detallado de ellas, reflejadas en orden alfabético, indicando el lugar donde están colocadas y la leyenda que incluyen”.

El estudio recopilatorio recoge un índice alfabético de las calles que disponen de una placa, también acompaña un plano de situación de cada una de las placas, dedica una página completa para cada placa que va acompañada con el texto de su leyenda.  

También recoge sitios muy particulares en los que, por la solera de la historia de las calles, confluyen en un pequeño espacio muchas placas que están cerca unas de las otras, lo que ocurre en dos lugares del centro histórico.

Lo más curioso de todo es que al final del estudio, el autor ha diseñado una serie de rutas organizadas por temas, objetivo que desde un principio estaba marcado por el consistorio y que nunca se ha llegado a desarrollar.

A juicio del autor es posible hacer los siguientes recorridos:

1.- Ruta de los pintores.

2.- Ruta de maestros y médicos.

3.- Ruta de escritores y personajes literarios.

4.- Ruta de políticos, gobernantes y acontecimientos.

5.- Ruta religiosa, santos e iglesias.

6.- Ruta de las curiosidades de Alcázar de San Juan.

7.- Ruta de Cervantes y el Quijote.

Estudio completo para descargar

 

Ventanitas

Se consolida año tras año el Concurso de cartas a los Reyes Magos de Café Monago

Fecha de Publicación: 02/01/2024

 

 

El pasado 31 de diciembre a las 23:55 horas quedó cerrado el plazo de participación en el concurso con 185 cartas recibidas superando en un 38 % las 134 cartas admitidas en la edición anterior  

Alcázar de San Juan, 2 de enero de 2024.- Desde el día en que se publicaron las bases del concurso hasta la fecha de cierre el 31 de diciembre, se han ido recibiendo -de forma escalonada pero continua- los trabajos que tomarán parte en el tercer concurso de cartas a los Reyes Magos que organiza Café Monago en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

Nuevamente se ha superado y con mucho el número de trabajos recibidos el año anterior por lo que el concurso tiende no sólo a consolidarse, sino a ir creciendo en su participación año tras año.

Las 185 cartas recibidas en esta tercera edición han rebasado la cifra de la convocatoria del año 2023. Un porcentaje alto de estos trabajos tiene gran calidad y casi todos desprenden emotividad a raudales.

Siempre hay una parte de las epístolas que rebosan imaginación y no sólo por los personajes que las escriben, sino por las situaciones y lugares desde los que lo hacen, que hacen que algunas puedan llegar a ser inverosímiles y despiertan la admiración del jurado que disfruta con estos ejercicios de estilo.

La participación de este año se ha distribuido a lo largo de catorce países, se han recibido cartas de escritores residentes en Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, España, Italia, México, Paraguay, Perú. Uruguay y Venezuela, aunque el mayor número de cartas procedía de las diferentes Comunidades del territorio nacional. Un 65 % de las cartas proceden de España y un 35 % del resto de países. Los países iberoamericanos más representados han sido Argentina, aportando un 7,78 % de las cartas, un 6,48 % de las cartas llegaban desde Colombia.

El jurado calificador va a tener una tarea difícil para resolver los premiados antes del domingo 7 de enero de 2024, cuando a partir de las 18:30 horas (en España) se retransmita en directo desde el Café Monago de Alcázar de San Juan el fallo del jurado y se hagan públicos los ganadores de los premios: un primero dotado con 100 euros y diploma y dos segundos dotados con 50 euros y diploma (cada uno), importes que ha sido aportados por las empresas Centro de Conductores la Rondilla y Gestoría Sánchez.

Al mismo tiempo, se conocerán los clasificados en los puestos cuarto al décimo que también recibirán un diploma de finalistas.

Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan anunciará los nombres de los premiados, estará acompañado por Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente y por Manuel Castellanos, miembro de la Sociedad y actor de doblaje, que dará lectura a los trabajos ganadores.

Como el año anterior, la retransmisión se hará en directo y podrá seguirse desde la página web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan:

https://www.cervantesalcazar.com

Café Monago y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, se felicitan por haber sido capaces de atraer a escritores que representan a diferentes países, diferentes maneras de ver la literatura y con variadas sensibilidades, escritores que tienen el español como idioma común.

Os esperamos a todos en este evento, aunque sea de forma no presencial, para conocer en directo y de primera mano el nombre de los ganadores.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El belén napolitano del alcazareño Juan Miguel Ruiz

Fecha de Publicación: 30/12/2023

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Lo monta y lo exhibe anualmente en su casa de Copenhague (Dinamarca) donde reside por motivos profesionales. Con 32 figuras y con el templo romano de 1,49 m que desde la base a la cornisa y sumada la plataforma donde va montado, le confiere una altura máxima al conjunto de más de dos metros

Las figuras del belén napolitano son especialmente frágiles. El cuerpo está formado por un armazón de alambre forrado con estopa, materiales muy flexibles, que permiten crear figuras en muy diversas posiciones siguiendo la expresividad estilística del dinamismo barroco, incluso algunas están articuladas y permiten colocarlas en variadas posiciones.

Las extremidades son de madera; la cabeza, de terracota policromada con los ojos de pasta vítrea, trabajados con notable minuciosidad para conseguir la máxima expresión del rostro; y los vestidos, de sedas o tejidos de la época, con pasamanería, y las mujeres adornadas con puntillas, joyas y abalorios.
Las piezas raramente van firmadas porque en la elaboración de una figura intervenían muchos artistas: escultores, pintores, plateros, sastres y hasta arquitectos para diseñar toda la ciudad, con sus casas y montañas. Y si finalmente se optase por la atribución de la autoría, siempre se le otorgará al que haya hecho la cabeza. Para las ofrendas y la caracterización de los personajes se utilizaba el barro, la plata, el cristal, el marfil y el ébano.

Los artistas se especializaban en cada una de las diferentes figuras, unos en las del propio misterio, otros en las figuras de los Reyes Magos y otros en animales o en todo tipo de menaje, cestos, frutas y todo tipo de adornos, ya sean joyas, cofres, instrumentos musicales, etc…

La escenificación y configuración plástica del Nacimiento alcanzó en el Reino de las Dos Sicilias un periodo de esplendor en la segunda mitad del siglo XVIII, desbordando el ámbito religioso para pasar a la Corte, la nobleza y alta burguesía y finalmente a ambientes populares.

Según nos cuenta Juan Miguel, cuando los séptimos condes de Lemos llegaron a Nápoles, la condesa adquirió un nacimiento para el oratorio particular de su habitación en el palacio. La compra la realizó al escultor Giovanni Aniello de Mari, fraccionando el pago en tres plazos, el primero el 16 de diciembre de 1610, por un importe de 300 carlines, otro por la misma cantidad el 25 de febrero de 1611 y el tercero y último se efectuó el 24 de febrero de 1613 ascendiendo a 454 carlines; el total de la adquisición supuso un monto de 1.054 carlines (105 ducados y 4 carlines). Operación que se llevó a cabo por mediación de la marquesa del Valle muy amiga de la condesa.

De este belén hoy no se conoce el paradero, según nos comenta Manuela Sáez González, investigadora monfortina y autora de la mejor biografía del VII Conde de Lemos, que fue quien dio a conocer en 2006 los datos anteriormente citados.

Juan Miguel exhibe su belén napolitano en la casa de Copenhague donde reside, después de reunirlo y volver a mostrarlo como se hacía hace años en la casa que la familia poseía en la calle Velázquez de Madrid y posteriormente en la casa solariega de la familia en Ciudad Real.

La escenografía consta de un nacimiento con las figuras del Niño Jesús en su cuna, La Virgen María y San José, a los que acompaña el buey y la mula. Sobre el nacimiento, como flotando en el aire siete ángeles, dos con incensarios y uno de ellos con una gran trompeta, anunciando con su sonido la venida al mundo del Niño Dios.

Integrado en el nacimiento, se pone en escena la adoración de los Magos de Oriente, formada por doce figuras que forman el séquito de los Reyes Magos: Melchor, el primero en ofrecer su presente, apeado de su caballo -encabritado, al que sujeta un paje (armado con alabarda) por las riendas-, (con otro paje niño ya metido en el portal), Gaspar, montado en su caballo precedido por dos pajes, uno con sombrilla y otro con un estandarte y un loro posado en su brazo, y Baltasar sobre un dromedario, precedido por dos pajes uno con unas plumas y otro con un estandarte.

Completan el montaje hasta ocho figuras más entre personas y animales: 2 pastoras que ofrecen fruta, una de ellas acompañada de dos niños y tres ovejas, y otra más pequeña acostada junto a la cuna del Niño.

Hay en total la imponente cantidad de 32 figuras expuestas en el belén, todas ellas de un gran realismo y unos acabados primorosos que otorgan al conjunto una belleza extraordinaria (como puede apreciarse por las fotografías adjuntas). Además, se muestran una serie de pequeños objetos tallados de forma minuciosa como son armas, bandejas, cofres, joyas, colocados sobre alfombras en miniatura en la entrada del pesebre.

Completan la magnífica escenografía las ruinas del templo romano que son de madera, tienen una altura de 1,49 m desde la base a la cornisa. Esta altura sumada a la plataforma de madera en la que va instalado el belén confiere una altura al conjunto de más de dos metros. Solamente el arco del triunfo mide 90 cm de alto para dar cabida al rey Baltasar que lo atraviesa montado en su dromedario.

Cada figura del conjunto tiene horadados dos agujeros en los talones donde se introducen dos pequeños clavos sin cabeza que previamente se han clavado al suelo/soporte en el proceso previo del montaje de la plataforma.

Teniendo en cuenta que el belén napolitano del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias «González Martí» de Valencia, tiene 29 piezas, estamos hablando de una colección soberbia y que es totalmente particular.

La desventaja es que mantener reunida la colección y en perfecto estado es tremendamente caro, restaurar las diferentes piezas en el taller especializado es laborioso y caro, pero estos condicionantes con los que tiene que lidiar anualmente Juan Miguel Ruiz le otorgan un mayor mérito y valor a su belén.

Ventanitas

Galería de fotografías

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Documentos consultados:

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La solidaridad de los alcazareños no decae

Fecha de Publicación: 19/12/2023

 

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La colaboración de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan con la Asociación Cultural y Social el Sosiego, junto con la ayuda de numerosos alcazareños, ha posibilitado que se alcance la alta cifra de aportaciones en la campaña de Navidad “Ningún niño/a sin imaginación”

Alcázar de San Juan, 19/12/2023.- Este año en la sexta edición de la campaña de Navidad de recogida de libros nuevos y usados, y gracias a las aportaciones de numerosos donantes anónimos, hemos alcanzado la cantidad de 464 ejemplares. También en 2023 la solidaridad del pueblo alcazareño ha sido ejemplar y ha colaborado de forma apabullante en esta acción social y cultural, a pesar de que este año -por el calendario-, se ha dispuesto de menos fechas para efectuar la entrega.

Al igual que en años anteriores, han respondido las instituciones como la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes, algunos alcazareños que no viven en nuestra ciudad (Sevilla) -que año tras año envían por correo su colaboración a la Sociedad Cervantina de Alcázar, y también muchas personas particulares que se han sumado generosamente a este llamamiento, haciendo que la sexta campaña “Ningún niño/a sin imaginación” haya vuelto a ser un gran éxito de participación y empatía con los que tienen menos recursos.

El vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Luis Miguel Román Alhambra, junto con otros miembros de la junta directiva, entregaron a Milagros Plaza, presidenta de la Asociación Cultural y Social el Sosiego, la enorme cantidad de libros infantiles y juveniles recogidos, de los que algunos eran completamente nuevos -adquiridos a propósito para ser donados-, viniendo incluso envueltos en sus envoltorios originales. 

El acto de entrega ha tenido lugar en la Plaza de España de Alcázar de San Juan, junto al árbol de Navidad instalado por el Ayuntamiento.  

La Asociación “El Sosiego” hace más de diez años que viene realizando la recogida de juguetes solidaria, para poder entregarlos cada Navidad y Reyes a los niños más desfavorecidos y que menos recursos tienen. La gran labor social que desempeñan es un ejemplo a seguir, más aún, con los escasos recursos de que disponen, lo que pone más en valor su esfuerzo y dedicación. Para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan es un orgullo poder colaborar con ellos en esta labor desde hace ya seis años.

Agradecemos muy sinceramente a todas las personas que han hecho posible el éxito de esta campaña: personas particulares, ilustradores, profesores, escritores e instituciones e incluso creadores de contenido, que han difundido por las redes sociales esta actividad. A través de esta campaña hemos podido comprobar como los alcazareños han hecho suya la idea de que “la humanidad es una gran e inmensa familia: esto lo demuestra lo que sentimos en nuestros corazones en Navidad”.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El concurso de cartas a los Reyes Magos “Café Monago” alcanza su tercera edición

Fecha de Publicación: 11/12/2023

 

Café Monago de Alcázar de San Juan en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y con el patrocinio del Centro de Conductores Rondilla y Gestoría Sánchez, convoca el TERCER concurso de cartas a los Reyes Magos para hacer que vuele nuestra imaginación y la misiva a los Magos de Oriente tenga premio económico

Alcázar de San Juan, 11-12-2023.- Se van acercando las Fiestas Navideñas y un año más Café Monago de Alcázar de San Juan propone a los escritores de todo el mundo que expriman su imaginación y escriban una carta a los Reyes Magos que encandile al jurado y la haga merecedora de uno de los premios ofrecidos.

El plazo para participar se cierra el próximo 31 de diciembre de 2023 a las 23:55 y los trabajos deben enviarse a la web cervantesalcazar.com/cartas de la Sociedad Cervantina de Alcázar, mediante unas instrucciones sencillas que se facilitan en el portal web.

Por tercer año consecutivo, el “Centro de Conductores Rondilla” patrocinará los premios de este concurso, empresa a la que este año también se ha sumado “Gestoría Sánchez”. Por tanto, este año, habrá tres premios, uno de 100 euros para el ganador y dos más de 50 euros para dos finalistas.

Las cartas deben estar escritas en castellano, la extensión de la carta no debe ser mayor de 2 páginas DIN A4, con tamaño de fuente Arial 12 puntos y el espaciado mínimo será de 1,5 líneas.

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan tendrá la responsabilidad de evaluar las cartas y proponer los premios, asesorándose para estas tareas de personas de contrastada experiencia literaria. Como se especifica en las bases, se valorará la adecuación al tema, el estilo de escritura, la originalidad y la transmisión de valores positivos.

Animamos a todas las personas que tengan inquietud creativa a que la pongan en práctica a través de esta acción cultural, idea original de la dirección de Café Monago de Alcázar de San Juan, esperando que en esta tercera convocatoria del concurso podamos superar la excelente participación del año anterior que ascendió a ciento treinta y cuatro trabajos recibidos de dieciocho países. La participación española abarcó a 16 Comunidades, prácticamente todo el territorio nacional.

Las bases completas del concurso están a disposición en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar: http://cervantesalcazar.com/

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Don Quijote contra los molineros

Fecha de Publicación: 11/12/2023

 

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¡Ni gigantes ni gigantas, desaforados molineros y molineras!

No, no me he equivocado en el título de este artículo escribiendo «molineros» en lugar de haber escrito «molinos».

Así comienza el capítulo VIII de la primera parte del Quijote:

En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:

—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

Esta es, sin duda alguna, la aventura más reconocida del hidalgo manchego entre  lectores y no lectores de la novela. Hoy, la imagen de uno o más molinos de viento sobre unos cerros nos lleva a imaginar la lucha de don Quijote, «rematado ya su juicio», contra uno de estos artilugios eólicos convencido que era un gigante.

Cervantes enmarca esta aventura en los cerros y Sierra de Campo de Criptana, el único lugar de toda la Mancha que contaba con más de treinta molinos en la época de la escritura del Quijote. En esta villa fue donde se comenzaron a implantar estos ingenios eólicos en esta parte de la Mancha en 1540. En 1581 ya contaba documentados con treinta molinos de viento desperdigados en su término y se siguieron construyendo hasta llegar a los treinta y cuatro molinos de viento, que seguían moliendo en 1752, según el Catastro del Marqués de la Ensenada.

Cervantes escribe entre líneas, como se dice en esta tierra no da puntá sin hilo. Murmura de todos, pero sin hacer sangre a nadie: de la Monarquía, de la Iglesia, de la Nobleza y hasta del pueblo más sencillo. Para esta crítica velada utiliza el comportamiento reconocible de un loco, don Quijote, y el de un simple analfabeto, Sancho Panza. Y el resultado de este genial recurso narrativo fue que los censores le aprobaron sus dos Quijotes «porque será de gusto y entretenimiento al pueblo, a lo cual en regla de buen gobierno se debe de tener atención, atiende de que no hallo en él cosa contra policía y buenas costumbres» (Aprobación de la Primera Parte) y «no contiene cosa contra la fe ni buenas costumbres, antes es libro de mucho entretenimiento lícito, mezclado de mucha filosofía moral», (Aprobación de la Segunda Parte).

De la misma manera que hoy ocurre, medir y pesar estaba muy regulado en las villas castellanas, pero no siempre se tenían las medidas y los pesos tarados según las pragmáticas o leyes publicadas oficialmente, provocando la sisa de los comerciantes, y también de los molineros. En las villas se designaba un regidor responsable anualmente de la custodia, junto con un alguacil, de los pesos y medidas oficiales, y de su uso si fuese necesario en la comparación con las de los comerciantes, en caso de denuncia o visita a sus locales.

Los molineros cobraban su trabajo en grano o en harina, lo que se conoce como la maquila. Según el diccionario de la RAE, la maquila es: «Cantidad de grano, harina o aceite que corresponde al molinero por la molienda.», que no es muy diferente a «cierta medida que el molinero saca para sí del grano que muelen en su molino», según el Tesoro de la Lengua que compuso Covarrubias en 1611.

Medidas castellanas en el Museo de Segovia

 

Las medidas empleadas para medir el grano o harina en los molinos manchegos era el celemín. En un celemín cabía 4,6 litros y en una fanega entraban 12 celemines, 55,5 litros. También se usaban media fanega, la cuartilla de fanega, el medio celemín y el celemín y medio. Estas medidas consistían en unos cajones de madera en forma de trapecio rectángulo o cuadrados, habitualmente con bordes metálicos para evitar su desgaste, y una barra con la que rasear el grano o la harina a la capacidad indicada.

Pronto la tradición oral manchega compuso cancioncillas, coplillas y dichos sobre la fama que los molineros tenían de sisar en la maquila. Así se referían al molinero:

De cada fanega un celemín

y si es de rico,

otro para el borrico;

y si es de pobre

otro para que sobre;

y si la molinera

tiene roto el jubón,

un celeminón.

E irónicamente de la molinera decía esta cancioncilla:

Gastan las molineras

ricos collares

con el trigo que quitan

de los costales

 

El molino de viento, que fue fundamental en la transformación del cereal en harina desde mitad del s. XVI hasta mitad del s. XIX en esta parte de la Mancha, quedó obsoleto con la aparición de molinos harineros movidos por motor eléctrico hacia finales del s. XIX. La molienda en estos molinos modernos era mucho más rentable que la tradicional, por lo que los molinos de viento se desmantelaron o se arruinaron con el paso de muy pocos años.

Si hoy podemos seguir contemplando estos molinos de viento en la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana, y en otros muchos más lugares de la Mancha, es gracias a Cervantes y su uso como protagonista en esta aventura con don Quijote. Y, también, a la visión como promoción turística cervantina que en la década de los años cincuenta del pasado siglo tuvo su alcalde y poeta José González Lara, influido a su vez por la figura del poeta chileno Carlos Sander Álvarez, por entonces cónsul de Chile en Madrid.

Dibujo del chileno Pedro Olmos

 

Carlos Sander visitó la Mancha buscando el espíritu del Quijote. Llegó a Campo de Criptana, sintió allí la sombra del hidalgo manchego y nació la idea, junto con su alcalde y de Francisco Graneros, uno de sus vecinos campesinos más ancianos, de restaurar y  levantar de nuevo muchos de los molinos de viento que había en la Sierra.

 

Ruinas de un molino de viento de Campo de Criptana. Fotografía de Luis M. Román

 

Francisco Graneros, de más de noventa años, le contaba a Sander, mientras paseaban entre las ruinas de los molinos: «recuerdo a Campo de Criptana con veinticinco molinos y siendo niño vi los treinta y cuatro molinos que tuvo originalmente este pueblo».

Graneros era un lector crítico del Quijote. Como conocedor de primera mano de los molinos y sus molineros, de las costumbres y usos manchegos, también le explicó a Sander el significado que según él Cervantes quiso dar a «es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra», cuando don Quijote justificaba su combate contra aquellos «treinta o pocos más desaforados gigantes».  Así anota Carlos Sander en su libro En busca del Quijote, lo que Graneros le contó sobre una demanda que conocía en tiempo de la escritura del Quijote:

Un documento de entonces, de Campo de Criptana, relata la queja de una mujer al alcalde por la maquila, que de una fanega de trigo le había hecho el molinero, y llamando el alcalde al molinero le pregunta: ¿Qué es lo que usted maquila? Le contesta: «la costumbre»; le vuelve a preguntar: ¿Qué es la costumbre? Y le dice: «lo de siempre»; y, ¿qué es lo de siempre? Y le responde, «pues lo que maquilan todos»; como se ve, no aclara lo que maquiló, y entonces el alcalde le castiga con que devuelva a la mujer una fanega de trigo de buena clase y que en lo sucesivo no «abuse». Después de esto, ¿cómo no iba a ser justo quitar de la faz de la tierra tan mala simiente?

El número de molinos descritos de «treinta o cuarenta» y algo más preciso de «treinta o pocos más» coincide con el número concreto de molinos de Campo de Criptana, y lógicamente de molineros. Al no estar todos los molinos en un mismo paraje, y por tanto no poder contarlos en un simple viaje o paso por la villa molinera desde un camino cercano, me hace pensar que Cervantes conoció en primera persona esta gran industria molinera. También conocería los abusos de los molineros, quienes en su gran mayoría no disponían de los aranceles o tablillas con la maquila a cobrar, que debían de estar colgados en la entrada de sus molinos, como tampoco contaban con las medidas reglamentarias. ¿Qué relación pudo tener Cervantes con los molinos de viento y sus molineros de Campo de Criptana? Hoy no se dispone, no se puede afirmar que no exista, documento alguno que dé respuesta a esta pregunta.

Lo que sí parece es que Graneros tenía razón en su comentario al texto cervantino, en la intención de Cervantes de criticar irónicamente a los molineros de Campo de Criptana.  Pero al no hacerlo explícitamente, sino implícitamente con el comportamiento fuera de juicio de don Quijote, sus lectores sí lo leyeron entre líneas, sin que sus censores lo tacharan previamente.

Dibujo del chileno Pedro Olmos

 

Hay que tener en cuenta que muchos de los molinos de viento de Campo de Criptana a principios del siglo XVII eran propiedad de vecinos de Alcázar de San Juan, quienes los habían construido o comprado, y los tenían alquilados a sus molineros por una renta anual. Un colectivo de «treinta o pocos más desaforados gigantes» con los que era inútil combatir.

Algo parecido nos cuenta Pedro A. Porras, en Los Molinos de Viento en la Mancha Santiaguista,que pasó en la villa vecina de El Toboso, en 1609, entre la escritura de los dos Quijotes. El gobernador del Partido de Ocaña encarga a su alguacil, que en compañía de un escribano, vaya a El Toboso y compruebe si los molinos de viento tienen aranceles sobre la cuantía de la maquila a cobrar en las moliendas.

Acompañados ambos del alguacil de la villa de El Toboso visitan todos sus molinos de viento el día 8 de enero de 1609. Ninguno de los catorce molinos de viento contaba con la tablilla indicativa en el molino.

Todos los propietarios fueron denunciados al gobernador. Ya habían sido apercibidos en visitas anteriores de la obligatoriedad de disponer de arancel visible y ninguno lo había cumplido, según el alguacil. Se les informa inmediatamente de la denuncia y se les da un día para realizar sus alegaciones. Algunos de ellos alegan que no disponían de los aranceles «porque siempre se an cobrado como se an convenido los dueños del trigo que se lleva a moler con los dueños e molineros de los dichos molinos, …ni es factible lo contrario, ni se puede poner otra administración en los dichos molinos, e por no ser considerable los aranceles que se pretenden ni factible el tenellos, los señores governadores antecessores de v.m. e justicias ordinarias desta villa xamás los an puesto los dichos aranceles ni hecho cargo dellos, como es muy notorio…»

Juan de Olías, uno de los molineros toboseños interrogados, el más viejo de todos ellos con setenta años, declaró también que «en los cuarenta años que recordaba y había tratado en los molinos no había habido aranceles. Los visitadores solo requerían los medios celemines» Niega que antes se les hubiese requerido las tablillas.

Vamos, que en su defensa argumentaban que desde que se instalaron los primeros molinos en El Toboso han cobrado la maquila que ellos “convenían” directamente con el agricultor, sin tablilla de precios, y que lo han hecho porque «los señores gobernadores antecesores» no  los había prevenido de lo contrario. En este caso los propietarios de los molinos de viento sí fueron condenados a una multa, pero después de muchos meses de litigio, aunque mucho me temo que siguieron sin poner el arancel en la puerta del molino  cobrando arbitrariamente lo que estipulaban entre ellos.

Cervantes utiliza en esta aventura un escenario real que conoce perfectamente él y sus coetáneos, con «treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo», transformados en la ficción en «treinta o pocos más desaforados gigantes», solo en la mente de don Quijote. Una aventura que pone de manifiesto la valentía de don Quijote que cree que se está enfrentando a gigantes que asolaban aquellas villas. No duda el Caballero de la Triste Figura en hacerlo, aún sabiendo del gran desequilibrio de fuerzas en el compromiso. Sabe que es su deber como caballero andante y lo cumple sin vacilar, aún desoyendo las voces de su escudero de que no lo hiciese.

En esta aventura, Cervantes implícitamente denuncia la desmesurada maquila que corporativamente han fijado los treinta y cuatro molineros a los labradores que se acercan a las puertas de los molinos. Saben que aceptaran la cantidad de maquila antes que tener que desplazarse muchos kilómetros a moler a los muy buenos molinos hidráulicos del prior sanjuanista, hasta a setenta kilómetros de la villa.

Utiliza para describir a los molineros el calificativo de «desaforados». Si bien hoy desaforado es una palabra de poco o ningún uso, y el que se le da es de grande o desmedido, en tiempo de Cervantes se decía desaforado de quien «procede contra la ley, el que acomete algún hecho sin consideración ni reportamiento», según anotaba en su diccionario Covarrubias en 1611, o en el de Autoridades aún más claro a «el que obra sin reparo, ley ni fuero, atropellando por todo». Exactamente lo que los molineros estaban haciendo con sus cobros desmesurados, contra la ley.

Cervantes, sabe que son muchos los propietarios de estos molinos, algunos muy poderosos,  los que integran este cártel de la molienda, y subliminalmente lo denuncia para quien lo quiera leer, aunque sería de dominio público. Como don Quijote, también cumple con su deber, pero con retranca manchega. Sin duda alguna, por estas tierras se entendió su denuncia nada más leer este inicio del capítulo VIII. ¡Ni gigantes ni gigantas, desaforados molineros y molineras!, soltarían entre risas sus primeros lectores manchegos.

Si el gobernador del partido de Ocaña instó a visitar los molinos de viento de El Toboso en 1609, dando como resultado que ninguno tenía aranceles en sus puertas, me surgen unas preguntas:

-Si la fecha de la inspección es en enero de 1609, ¿tuvo esta que ver con la lectura del primer Quijote, puesto a la venta en 1605?

-Y, quizás la más importante, ¿por qué no lo hizo en la vecina villa de Campo de Criptana, con más del doble de molinos de viento que en El Toboso, que también dependía de su gobernación? ¿Pudo influir en su decisión que muchos de los molinos de viento de Campo de Criptana fuesen propiedad de vecinos sanjuanistas de Alcázar de San Juan, algunos muy poderosos e influyentes? ¿Son estos los desaforados gigantes?

En definitiva, en este capítulo hay implícitamente una crítica social sobre abusos en las moliendas convertida, por el ingenio de Cervantes, en una aventura de ficción. Y, como todo el Quijote, enmarcada en un espacio geográfico real reconocible, y hoy visitable. De sus primeros lectores, unos se partirían de risa con la actitud de nuestro hidalgo y el desenlace cómico de imaginar a don Quijote y a Rocinante volar por los aires y quedar despaldados contra el suelo. Otros, en cambio, sí reconocerían la denuncia valiente de Cervantes contra los desaforados molineros.

Les invito a leer este capítulo desde una perspectiva geográfica física, humana y social. Lejos de ver en don Quijote una actitud fuera de juicio, a veces tildada por muchos autores cervantinos de ridícula y extravagante, traten de ver en el hidalgo manchego su compromiso con la nueva vida que ha decido llevar libremente: ayudar a quienes más lo necesitan sin esperar nada a cambio. Esta actitud del hidalgo manchego no es rancia o antigua, sino actual. A principios del siglo XVII había muchos abusos que acometer y denunciar, igual que ocurre hoy en nuestra «sociedad desarrollada» actual. Hoy calificamos de quijote a quien «antepone sus ideales a su conveniencia y obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas», también, de forma algo despectiva, a quién tiene un exceso de ingenuidad ante su esfuerzo considerado como inútil. Sin embargo, se necesitan hoy muchos de estos quijotes, quizás más que nunca. Solo hay que leer los periódicos o los informativos de cualquier televisión libre para darnos cuenta de la necesidad de estos locos tan cuerdos, como don Quijote, para deshacer tantos agravios y entuertos que desaforados sin escrúpulos, sin otro interés que el suyo propio o a quienes representan, avasallan y someten a los más débiles.

Por esto es un clásico el Quijote, porque sigue siendo actual. El ser humano sigue teniendo las mismas virtudes y vicios que conoció Cervantes durante toda su vida. Si solo fuese una crítica a los libros de caballerías, como muchos defienden, no estaría en ninguna librería actual.

Sierra de los molinos de Campo de Criptana. Fotografía de Luis M. Román

 

Decía, que hoy es posible reconocer en muchos cerros de esta parte de la comarca cervantina del Quijote estos ingenios que inmortalizó Cervantes. Gracias a la visión y esfuerzo de muchas personas comprometidas con su reconstrucción y mantenimiento podemos hoy contemplar a estos gigantes, incluso alguno siguiendo moliendo grano.

Mecanismo de un molino de viento de Alcázar de San Juan. Fotografía de Luis M. Román

 

Esta parte de la Mancha se encuentra a muy pocas horas de muchas regiones de España. Las incómodas ventas y mesones que conoció Cervantes hoy son hoteles y restaurantes donde escaparse un fin de semana quijotesco. Estamos en invierno, y en los cerros manchegos el aire intensifica el frío, hay que subir abrigados, pero después de admirar estos imponentes artefactos eólicos se puede continuar la ruta hacia lugares en los que las sombras de don Quijote y Sancho Panza son posible reconocerlas, si se cree en hadas, como decía Carlos Sander. Si estas sombras no son reconocibles, no importa,  en un próximo viaje, después de leer o releer el Quijote lo serán.  Pero sí lo serán un buen plato de migas, de gachas, de duelos y quebrantos o de queso manchego. Sin olvidar embaular estas delicias con un vino de la Mancha, porque como decía don Quijote «el trabajo y peso de las armas no se puede llevar sin el gobierno de las tripas».

                                                                   

Luis Miguel Román Alhambra

Presentado el proyecto cultural «Quijote universal manuscrito en Internet»

Fecha de Publicación: 01/12/2023

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La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha presentado su proyecto “Quijote universal manuscrito en Internet” con el que pretende completar el primer Quijote disponible en la red y manuscrito en colaboración con amanuenses de todo el mundo 

Cerca de diez mil personas podrán tomar parte de este ambicioso proyecto cultural que pondrá a Alcázar de San Juan en el centro del mapa cervantino mundial

Alcázar de San Juan, 01-12-2023.- El jueves 30 de noviembre se presentaba en la Casa Museo del Hidalgo, el proyecto denominado “El Quijote universal manuscrito en internet” a cargo de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, tomando una idea original del socio Antonio Leal Jiménez, ampliada al ámbito universal y digital.

A este efecto, la SCA ha creado un portal web universoquijote.com (desarrollado por la empresa Aplicaciones Tecnológicas Alcázar) que permite a todas las personas que soliciten su participación, la asignación al azar de un fragmento del Quijote (de no más de tres o cuatro líneas), que deben manuscribir trasladándolo con su propia letra lo más legible posible, y enviar a la web, bien escaneándolo, bien fotografiándolo con su teléfono móvil, para así configurar entre todos un gran Quijote manuscrito que estará permanentemente a disposición en Internet para su lectura y consulta.

Unas 10.000 personas tendrán la oportunidad única de tomar parte de este proyecto que unirá amanuenses de toda clase, condición, país o edad, y que conformarán el primer Quijote manuscrito en Internet de la historia.

Este ambicioso proyecto cultural desarrollado por la Sociedad Cervantino de Alcázar de San Juan, concebido como una de sus actividades con el objetivo de conseguir la lectura y difusión de las obras de Cervantes y en especial del Quijote (uno de sus objetivos fundacionales), permitirá que muchas personas relean el Quijote o quizás se aproximen por primera vez a su lectura, cuando tal vez deseen leer el capítulo completo (y por extensión toda la novela) del texto que el azar ha designado que escriban.

A lo largo del evento, se proyectaron los vídeos enviados por las personas que apoyan esta iniciativa, tanto la Red de Ciudades Cervantinas en la persona de su director José Manuel Lucía Megías, como la Asociación Internacional de Cervantistas por medio de Ruth Fine (presidenta), Alicia Villar Lecumberri (vicepresidenta), Randi Lise Davenport (vocal), Santiago López Navia (vocal), Julia D’Onofrio (vocal) e Isabel Lozano Renieblas (presidenta de honor), que se han sumado a este proyecto.

En el acto de presentación en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan además de Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina, estuvieron presentes autoridades del ayuntamiento de Alcázar de San Juan, insistiendo todos en la importancia de convocar a su participación por personas de todo el mundo.

 

DEO COMPLETO EN YOUTUBE

https://youtu.be/OtORSTyCIEQ

https://youtu.be/L5ZSplVPlCw

 

VÍDEO CON INSTRUCCIONES PARA ENVIAR TEXTO

https://youtu.be/Ys76GXZGnS4

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 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Presentación del «Quijote manuscrito universal en internet»

Fecha de Publicación: 27/11/2023

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Jueves 30 de noviembre a las 19:30 en Museo Casa del Hidalgo de Alcázar de San Juan

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Anunciamos que tras unos meses de trabajo y planificación, el próximo jueves 30 de noviembre, a partir de las 19:30 horas en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan, presentaremos el “Quijote Manuscrito Universal en Internet” a los medios de comunicación y a cuantas personas deseen acercarse a conocerlo de primera mano.

Es un proyecto de alcance mundial que viene avalado por la Red de Ciudades Cervantinas y la Asociación Internacional de Cervantistas, y en él podrán participar todas las personas que quieran manuscribir un pequeño fragmento del Quijote -en idioma castellano-.

 

Está abierto ala participación de ciudadanos de todo el mundo, a través de una plataforma web creada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y que servirá para poner de nuevo en el corazón del mapa cervantino mundial a nuestra ciudad y a toda la Mancha.

En el acto, con entrada libre, se ofrecerán más detalles de como tomar parte en el proyecto y del resultado que se pretende obtener.

También será transmitido en el perfil de Facebook de la Sociedad:

https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912

 

Juan Bautista Mata Peñuela. Presidente

Bienes del prior en el Guadiana Alto en 1578

Fecha de Publicación: 27/11/2023

Félix Patiño Galán 

https://orcid.org/0000-0003-4171-5419

 

En 1578 se realiza un apeo de los bienes, derechos y regalías pertenecientes a la dignidad prioral en el partido de León.  Un documento[1] de 23 folios que duerme en el Archivo de Palacio Real detalla estos inmuebles e impuestos. Basándonos en su lectura y análisis, que ha facilitado un eficiente escribano del siglo XVIII, recorreremos el curso del Guadiana Alto perteneciente entonces al priorato de san Juan. Seguiremos los pasos de los apeadores, elegidos de entre los vecinos con más honradez, experiencia y conocimiento de sus términos. Este trabajo lo dedicaremos a identificar los bienes del prior que se detallan a lo largo del curso del río Guadiana perteneciente al partido del priorato del León. Esto es una vista parcial del término de Alcázar (Villacentenos y Cervera) y del término de Argamasilla.

Ejecución del apeo de 1578

 

La primera mención es para Villacentenos, de la que se dice “que está en el término de esta dicha villa de Alcázar” (apeo, folio 3r), los bienes señalados como propios del prior son:

  • La renta de la sosa de Villacentenos
  • La serna de Villacentenos, “de la cual lleva renta y diezmo enteros”.[2]

Más adelante, siempre siguiendo el río, nos encontramos con el núcleo de Cervera en el que identificamos los siguientes bienes:

  • La dehesa de Cervera de la que cuentan

(…) comienza desde un mojón de piedra que está hincado junto al camino de Cervera y desde allí la mojonera adelanta hasta otro mojón bermejo que está cerca de la huerta de herederos de Diego Díaz de Tembleque es a por junto a la dicha huerta e pasa el río e llega al mojón de la dehesa nueva, a una mata que está camino de los aldeanos y vuelve por el mismo camino hasta llegar a las casas de Palacio de Cervera y desde allí baja hacia el río y pasa el río por el vado, y desde allí viene hacia Alcázar por el dicho camino de Cervera hasta el mojón primero que está declarado en la cual hay alameda que es todo de su Dignidad y que la dicha dehesa es cerrada que no puede ningún ganado entrar a pacer en ella sin licencia de su Señoría y esto es público y notorio y que el diezmo entero de pan e legumbres que en la dicha dehesa se coge pertenece enteramente a su Dignidad (…)[3]

  • La serna de Cervera

(…) que está a mano izquierda de dicha camino que va a Cervera de Alcázar (…) vuelve el caz abajo hasta el mojón del castillo y desde allí al álamo que está en el rincón de la huerta de Cervera (…) la renta y diezmo entero es de su Señoría y de su Dignidad.[4]

  • Las casas del palacio de Cervera arriba del molino con el mismo nombre.
  • La huerta de árboles y hortalizas de Cervera. Rodeada por una alameda y el caz del río Guadiana. También con la renta y el diezmo entero.
  • Una tierra en la laguna Hondonera, bajo el molino de Cervera. De 5 fanegas que atraviesa el Guadiana.
  • Una tierra bajo el molino de Cervera de “seis o siete fanegas de cebada de sembradura”
  • Otra tierra detrás de las casas del palacio de Cervera de 3 fanegas de cebada de sembradura.

 

Distribución de las propiedades del prior según el apeo de 1578. No constan las distancias ni la ribera del río

Ahora, sigamos el cauce del Guadiana río arriba. Sin salir del término de Alcázar encontramos cuatro molinos:

1.- El molino de Cervera con una piedra corriente y moliente.

2.- El molino del Tejado un poco más arriba y también con una piedra. Junto a él hay una huerta aneja de 1 fanega de cebada.

3.- Algo más arriba, el molino de Mingomartín, con una piedra en perfecto estado y una huerta de 1 fanega de cebada.

4.- Los molinos del Cuervo. Con dos casas, cada una con su piedra. Otra casa un poco más arriba que hace del almacén y una huerta de 1,5 fanegas de cebada.

Pasamos al término de Argamasilla de Alba. Vamos describir, según el apeo, los bienes del prior y derechos del prior en este pueblo.

  • Las escribanías públicas “que las arrienda y cobra la renta por su contador e recaudadores, e otras veces nombra escribanos” (Apeo, folio 19 v)
  • La tercia “donde hay cámaras e paneras donde se recoge el pan del diezmo (…) frontero del pozo de la tercia y las calles Reales” (folio 19 v)
  • Los derechos de portazgo, humazga y martiniega.
  • El diezmo del tercio de candeal, cebada, centeno y avena “de todos estos panes se deben diezmo entero de diez una sin deber tercio ni otro derecho” (folio 19 v)
  • El diezmo del vino “enteramente como el diezmo del Pan, como dicho tiene” (folio 20 r)
  • El diezmo entero de cordero, queso y lana.
  • El diezmo de huertas y huertos. Éste lo ha cedido el prior al prior de la iglesia de Argamasilla.
  • El diezmo de mozos y de muletos, vacas, borricos y potricos y otras legumbres que llamaban minucias.
  • El diezmo de avena y azafrán en pleito entre los priores de la orden y de la iglesia de Argamasilla.
  • Derecho de mostrencos[5] que el prior tiene cedido al alcaide de Peñarroya.
  • La fortaleza, dehesa, monte hueco y vega del castillo de Peñarroya.
  • Una huerta de 7 fanegas de cebada junto al batán de Santa María.
  • La dehesa de Moraleja.
  • Una haza de 6 fanegas de trigo.
  • Otra haza de 3 fanegas de cebada.
  • La caza y pesca de las lagunas que hay desde el Val de Mojones hasta la dehesa de la Moraleja.
  • La caza de todo el término de Peñarroya.
  • Todas las aguas que hay en el término de Argamasilla de alba

 

(…) manantiales e corrientes que no puede nadie sacar agua ni aprovecharse sin licencia de su Señoría, y especialmente del río de Guadiana que es de su Señoría y en el dicho río no puede tener aprovechamiento ningún vecino ni forastero más de abrevar en los abrevaderos señalados y sacar agua a brazo e no otra cosa y esto del caz.[6]

Distribución de las propiedades del prior según el apeo de 1578. No constan las distancias ni la ribera del río

De nuevo, sigamos el Guadiana en dirección a Ruidera:

5.- Molino de la Membrilleja con una piedra corriente y moliente, casa y una tierra de 1 fanega de cebada a ambos lados del caz.

6.- Molino de Santa María de dos piedras, una casa con cámara y caballeriza y un solar en el entorno de la casa.

7.- Batán de Santa María con una casa de teja nueva.

8.- Batán del Espino una casa de teja.

 

9.- Molino de la Parra (media legua más allá), en construcción, con tres piedras a la par y una casa “en estado de cubrirse”.

10.- El castillo de Peñarroya con dehesa, monte hueco y vega prado de caballos.

11.- Batán de los Nuevos con una casa de teja.

11.- Molino de los Nuevos con cuatro piedras agrupadas en parejas, cada una en una casa, y la casa de la “camareta” donde se encierran las maquilas.

12.- Batán de la Zarza más una casa de teja. Está en la dehesa de la Moraleja.

13.- Batán de la Isla y una casa de teja.

14.- Molino de Miravetes con cuatro piedras, agrupadas “en dos casas, en cada cuerpo de casa dos piedras molientes e corrientes y otra casa desviada de los dichos molinos adonde se encierra el pan” (Apeo, f. 21r)

15.- Una casa caída.

 

Distribución de las propiedades del prior según el apeo de 1578. No constan las distancias ni la ribera del río

CONCLUSIONES

  • Junto a los molinos solemos encontrar una casa que es fácil adjudicar a la vivienda del molinero y su familia y a almacén de grano y harina. Los huertos adyacentes daban autonomía a estas familias que tienen que vivir gran parte del año apartados de sus pueblos. Las hortalizas regadas con agua del río eran una fuente segura de alimentos.
  • Constatamos la abundancia de agua a lo largo del curso del Guadiana Alto, 9 molinos y 5 batanes nos hacen pensar en un río con aguas corrientes que son capaces de mover este conjunto de piedras y mazas. Seguro que el clima del último cuarto del XVI fue benigno en lluvias.
  • Todos los molinos se detallan en perfecto estado. Sus piedras, de una a cuatro son “corrientes y molientes” en todos los casos con la excepción del molino de la Parra que está en construcción. Sólo algunas casas necesitan reparaciones.
  • Según subimos en el cauce del río, más piedras tienen los molinos y encontramos los batanes en el término de Argamasilla. Parece que la fuerza del agua es mayor en el curso del río más próximo a las lagunas de Ruidera.
  • Estamos en territorio de una orden militar, esto no es óbice para que encontremos una gran relación de derechos señoriales de tipo feudal como la propiedad de la caza, la pesca y el agua corriente.
  • Según lo explicado por Marcial Morales Sánchez-Tembleque en la página 404 de su tesis, de los diezmos recogidos, correspondían en general al Gran Prior los dos tercios y el tercio restante o terzuelo, era para la dignidad arzobispal. Sin embargo el prior percibía el diezmo entero de las huertas, sernas, hazas, dehesas propiedad de la Orden y de los términos de Turleque y Argamasilla de Alba.

 

Este apeo así lo detalla en los casos de la serna de Villacentenos, la dehesa, la serna y la huerta de Cervera, de los diezmos de grano, vino, corderos, dehesas y huertas de Argamasilla.

  • Es un detalle interesante comprobar que el diezmo de huertas y huertos de Argamasilla de Alba, lo tiene cedido el Prior de la Orden al prior párroco de esta localidad y al mismo tiempo, ambos pleitean por los diezmos locales de avena y azafrán.

BIBLIOGRAFÍA

VELA SANTAMARÍA, Francisco Javier (2009): “Agua e industria en la segunda mitad del siglo XVI. Los molinos harineros de la meseta sur”. Investigaciones Históricas 29. PP 11-40. Universidad de Valladolid.

MORALES SÁNCHEZ TEMBLEQUE, Marcial. La Orden de San Juan de Jerusalén. Los prioratos de San Juan en la Mancha (siglos XVI y XVII). Tesis de Doctorado. Facultad de Letras. Departamento de Historia. UCLM.

RUIZ GÓMEZ, Francisco; MOLERO GARCÍA, Jesús. Coordinadores (2010): La Orden de San Juan en tiempos del Quijote. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

RUIZ GÓMEZ, Francisco; MOLERO GARCÍA, Jesús. Coordinadores (2009): La Orden de San Juan entre el Mediterráneo y la Mancha. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

HERVÁS HERRERA, Miguel Ángel (2011). “Molinos hidráulicos harineros de ribera en el Alto Guadiana. De los Ojos de Villarrubia a El Emperador”. Tierra de Cultura. Argamasilla de Alba y el Alto Guadiana Mancha. I Curso de Historia. (pp 7-30) Tomelloso.  Ed. Soubriet.

 

MELERO CABAÑAS, Domingo (2014) Ciudad Real, tierra de molinos de agua. Volumen I. Diputación Provincial de Ciudad Real. Ciudad Real.


NOTAS:

[1] Archivo de Palacio Real. Infante don Gabriel. Secretaría 760. Apeo de los bienes, rentas, derechos y regalías pertenecientes a la dignidad prioral en el partido de León; practicado en 1578.

[2] Rentas y diezmos enteros se consideran impuestos que recoge el prior para sus arcas, sin tener que apartar el tercio para la dignidad eclesiástica.

[3] Apeo. Folio 6v.

[4] Ídem, folios 6v y 7r.

[5] Muebles, inmuebles y ganados que carecen de dueño reconocido y pasan a ser propiedad del Gran Prior.

[6] Apeo, folio 22v.

En la Navidad, entre todos, haremos felices a muchos niños con la sexta campaña de recogida de libros “Ningún niño/a sin imaginación”

Fecha de Publicación: 14/11/2023

 

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En apenas unas semanas llegará la Navidad y desde la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan volvemos a apelar a la solidaridad de todos los alcazareños para conseguir libros usados para los niños que menos recursos tienen

Alcázar de San Juan, 15-11-2023.- La campaña de recogida de libros infantiles y juveniles “Ningún niño/a sin imaginación” alcanza ya su sexta edición con el objetivo de conseguir el mayor número de volúmenes de forma que ningún niño se quede sin desarrollar su imaginación por medio de la lectura en esta Navidad, por muy limitado que se encuentre su presupuesto familiar o por desfavorables que sean sus condiciones económicas.

A lo largo de 2023 los precios han seguido subiendo, sobre todo los de muchos productos básicos, que han hecho que las familias recorten drásticamente sus gastos en alimentación y destinen cada vez menos a libros e incluso a materiales escolares y se vayan apañando con lo justo.

Con la campaña Esta Navidad ningún niño/a sin imaginación” nos movilizamos un año más para recoger el mayor número posible de libros infantiles y juveniles, que, aunque ya hayan sido leídos en algunos hogares, su donación permite que alarguen su vida útil yendo a parar a las manos de otros niños que tienen más difícil el disfrute de este material. Todos debemos estar empeñados en evitar que la imaginación de estos niños no se desarrolle adecuadamente por falta de lectura.

Los días 21, 23, y 28 de noviembre, junto a los días 5 y 12 de diciembre (último día), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de horario de 19:00 a 20:00 horas para la recepción de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura.

Nuestro socio Enrique Lubián, será el encargado de acoger todos los libros que podáis aportar a esta campaña, permaneciendo a vuestra disposición en el Centro Cívico en el horario anunciado. Apelamos a vuestra generosidad y no dudamos que también este año haremos una magnífica recogida.

Los libros que aporten los donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social “El Sosiego” (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

Recordamos los días de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico, en horario de 19:00 a 20:00:

  • Noviembre: martes 21, jueves 23 y martes 28.
  • Diciembre: martes 5 y martes 12 (último día).

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Un público muy participativo disfrutó este domingo en Alcázar de la Ruta Cervantina

Fecha de Publicación: 12/11/2023

 

 

Con esta ruta se cerraban las X Jornadas Jornadas de Vino y Bautismo Qervantino que se iniciaron el pasado 2 de noviembre y que han abarcado multitud de actividades culturales en Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan, 12 de noviembre de 2023.- Un numeroso público que ha desafiado a la lluviosa mañana de domingo, asistió a la Ruta Cervantina (nuevamente coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar), para conocer la fuerte vinculación de la ciudad con Miguel de Cervantes y con el Quijote.

Puntualmente a las 12:00 se reunían los asistentes en la estatua de Alonso Quijano con su gato, obra del escultor valdepeñero José Lillo Galiani, desde donde comenzaron a conocer características y curiosidades sobre la escritura del Quijote y su edición, así como lo que supuso para las letras españolas.

También sobre la tradición cervantina alcazareña, ciudad que cambió su nombre oficial por el de “Alcázar de Cervantes” durante algunos años de la Segunda República Española en el siglo XX, siendo identificada así en toda documentación oficial correspondiente a este periodo.

Seguidamente, los participantes en la ruta  continuación, los asistentes se desplazaron a la Plaza de Palacio, donde tuvieron ocasión de conocer -a través de las explicaciones de Luis Miguel Román-, la historia que encierra el Quijote Cósmico, busto que Eulalio Ferrer, santanderino exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México, regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan unos meses después de su nombramiento como hijo adoptivo en marzo de 1992, según cuenta en Salitre nº 8, Javier Calamardo Murat:

«Ferrer, que había fundado el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato en 1987, quiso agradecer el reconocimiento obsequiando al pueblo alcazareño con un busto de Don Quijote. La escultura se colocó en la plaza de Palacio y la inauguración se llevó a cabo el 9 de julio de 1993, en presencia de Eulalio Ferrer, el alcalde Anastasio López, el escultor Santiago de Santiago y varios miembros de la corporación municipal, así como de numerosos vecinos de la localidad».

Precisamente en el pasado mes de julio se ha cumplido el trigésimo aniversario de su instalación. En este lugar, Luis Miguel Román contó a los presentes que la gran afición al Quijote y al coleccionismo de todo tipo de iconografía cervantina y quijotesca le vino a Eulalio Ferrer por la adquisición de una edición barata del Quijote (mediante su intercambio por tabaco) el 7 de febrero de 1939 en su camino al campo de refugiados de Argelès-sur Mer y que le marcaría para toda la vida:

«Fue una gran fortuna para mí que esta apretadísima edición de 1902, de Calleja, cayera en mis manos; libro de cabecera, como le llamo. Cuando aquel miliciano extremeño me ofreció el libro, en Port-Vendres, a cambio de la cajetilla de cigarros que llevaba, sin ser fumador, me pareció natural, sin duda ventajoso para mí. Nunca podré agradecer suficientemente la bondad de un regalo así. Nunca el más grande loco de nuestra historia estuvo mejor acompañado. Y no lo digo por mí, que no sé en qué grado lo estaré, sino por todos estos admirables locos con quienes comparto el confinamiento. En cada uno de ellos creo ver un gesto, una mirada, una ilusión de don Quijote». (pág. 60, “Entre alambradas”. Eulalio Ferrer).

Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, la más antigua parroquia de la diócesis de Ciudad Real, fundada en 1226, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558 y que fue el inicio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que perdura hasta hoy.

Los asistentes se encaminaron por la calle San Antonio, pasando frente al Callejón del Toro, e hicieron una breve parada en la esquina con la calle San Juan, justo en el lugar en el que Manuel Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba (nótese la diferencia de apellidos entre hermanos ya que entonces no era obligatorio registrarse con el primer apellido del padre y el primero de la madre, como en la actualidad). Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y su primo Gutierre Quijada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes y refiriéndose a Gutiérrez Quijada, dice don Quijote: «de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón».

También explicó a los asistentes que un bisnieto de Juan López Caballero, llamado Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes» tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Alonso Quijano. Son unas coincidencias tan notables con lo escrito por Cervantes en el Quijote, que merecen ser resaltadas.

En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior  y Juan Francisco Ropero y Tardío (abogado de los Consejos Reales), persona que fue la que puso al corriente a Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1780 de la Real Academia Española, realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

La ruta finalizó en esta misma plaza dando un repaso al resto de los lugares del recorrido, como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando a conocer a los presentes los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que son un patrimonio único en España, en os que se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que además están colocadas en perfecto orden cronológico.

Ya en las estatuas de don Quijote y Sancho Panza de la Plaza de España, recientemente remodeladas, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza, que junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes. Se comentó la curiosidad recientemente conocida por los asistentes a la conferencia del historiador Ángel Calamardo (celebrada hace unos días), en la que en una intervención del entonces alcalde José Eugenio Castellanos, explicó el motivo por el que ubicaron las estatuas de forma diferente a como las situó el escultor y es porque tras consulta del alcalde con investigadores cervantistas locales,  le aseguraron que el escudero debe ir siempre guardando el flanco donde se encuentre el escudo de su señor.

En la despedida, los miembros de Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradecieron al público el enorme interés demostrado en todo el recorrido y la alta participación en las explicaciones facilitadas en la ruta, y animaron a los presentes a que lean y relean esta gran obra de humanidades que es el Quijote, especialmente la versión de su web https://cervantesalcazar.com/web/pdf/QUIJOTE_SC_Alcazar.pdf

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La imagen del lugar de don Quijote en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 09/11/2023

 

 

Dentro de las X Jornadas de Vino y Bautismo Qervantino, que vincula el vino con la tradición cervantina alcazareña, la clase del IV Taller de Historia Local del día 8 de noviembre se incluyó en su programa con acceso libre. El lugar elegido ha sido la antigua Fonda de la Estación de Ferrocarril, un espacio en el que es posible ver el Quijote en los cientos de azulejos que la decoran, como puede verse en el cartel anunciador, este año con imágenes del capítulo X de la primera parte.

La ponencia la he presentado junto con mi amigo Constantino López. Si bien esta forma de presentación ya la teníamos decidida hacía tiempo, teniendo en cuenta su duración de dos horas, hoy la he estimado mucho más.

Todos los lugares, sean grandes o pequeños, se caracterizan por tener una imagen física y social propia. El plano del lugar, sus edificios, los recursos públicos y el uso del suelo como continente físico, conforman el escenario urbano que condiciona la forma de vida de sus vecinos.

Cervantes hace creíbles sus aventuras al humanizar a los personajes de su historia y situarlos en un territorio real, la Mancha. De la misma manera, al describir el lugar donde viven  don Quijote y Sancho Panza nos muestra su imagen física y humana propia. Con esta forma de escribir, tan novedosa en su tiempo, retrata la imagen real del lugar de don Quijote en la novela, lo que hoy llamamos écfrasis, y sin nombrarlo lo hace creíble para sus lectores.

Una imagen nítida de un lugar es capaz de generar  símbolos útiles a los vecinos en sus desplazamientos y recuerdos legibles a los visitantes. La formación de esta imagen es un proceso bilateral entre el observador, que escoge la que más le gusta, y el propio lugar. Hoy, gracias a los sistemas de información geográfica y documentación descriptiva de todo tipo, es posible reconocer un lugar sin haber estado en él. A principios del s. XVII no era así, solo era posible recordarlo y describirlo con fidelidad, si se había estado en él.

En Mi vecino Alonso (2010) y en Tras los pasos de Rocinante (2023), teniendo en cuenta todos los condicionantes o referencias geográficas que nos deja Cervantes en la obra, mediante un análisis inductivo he marcado en el mapa de la Mancha el lugar de don Quijote. Alcázar de San Juan es la localidad que más opciones tiene geográficamente para ser el lugar de don Quijote.

Ahora, siguiendo un análisis deductivo teniendo en cuenta los aspectos físicos y humanos que encontramos en la novela, es preciso que Alcázar de San Juan cumpla con todas y cada una de las imágenes que del lugar de don Quijote nos deja el autor. Para certificar esto nos vamos a servir de documentos conservados en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan, especialmente entre los años de la escritura del Quijote.

En especial, Cervantes nos dibuja el lugar de don Quijote en las cartas que se intercambian la duquesa y Sancho Panza con Teresa Panza, cuando Sancho es gobernador de la ínsula Barataria, en Aragón, en la segunda parte del Quijote.

Puedo afirmar que ningún otro lugar de los que hoy se postulan como lugar de don Quijote, como por ejemplo Villanueva de los Infantes, Mota del Cuervo, Miguel Esteban o Esquivias, además de no cumplir con todas las condiciones o referencias geográficas, pueden documentar todas y cada una de las imágenes descritas por Cervantes del lugar de don Quijote, como sí lo puede hacer Alcázar de San Juan, y ahora veremos.

Aldea o villa

«En un lugar de la Mancha…»

La primera descripción del lugar de don Quijote a tener en cuenta en este análisis es su título administrativo, que como veremos también tiene relación con dos imágenes del lugar.

¿Es el lugar de don Quijote una aldea o una villa manchega? Mucho se ha discutido sobre esto, que si lugar significa aldea o un pueblo pequeño, etc

Defender que «lugar» es una aldea o un pueblo pequeño es desconocer el uso de esta palabra para definir un espacio local en tiempos de la escritura del Quijote, principios del s. XVII.

Cobarruvias, en su diccionario editado en 1611, anota que: «Lugar significa muchas veces ciudad, o villa, o aldea…». Cualquier entidad local era un lugar según el contexto en el que se leía.

Un ejemplo que nos servirá para entender mejor esto. Gerónimo de Quintana, en 1629, en su Historia de la villa de Madrid, una crónica de la villa y corte, anota: «El ser este un lugar tan antiguo habitado de gente noble… El rastro está a los confines del lugar a un lado de la puerta de Toledo». Madrid, la capital de la Monarquía Hispánica, es un lugar de Castilla.

Y otro ejemplo más, este más cercano. Como veremos más adelante, a principios del siglo XVII, debido a la peste que asolaba a Andalucía y a buena parte de Castilla, el ayuntamiento de Alcázar de San Juan decide hacer una cerca de cal y canto dejando solo cuatro puertas de acceso y control a la villa. El título al margen que define tal acuerdo es «para que se cerque El lugar».

Para que no le quede al lector duda alguna, al lector de principios del siglo XVII, Cervantes le aporta los datos suficientes del título del lugar de don Quijote, tan sencillos que no necesitaban de más explicación. En la carta que Teresa remite a Sancho, detallándole los últimos sucesos acaecidos en su pueblo, le dice que «un pintor de mala mano que llegó a este pueblo a pintar lo que saliese, mandole el concejo pintar las armas de Su Magestad sobre las puertas del Ayuntamiento…» (Q2, 52). Y Teresa termina su carta con: «La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas». El lugar de don Quijote es una villa porque disponía de edificio de ayuntamiento y picota de justicia, recursos de los que una aldea, por pequeña o grande que fuese no podía disponer.

Las aldeas son núcleos de unas pocas casas, a veces agrupadas alrededor de una pequeña plaza, que dependen administrativa y jurisdiccionalmente de una villa o ciudad cercana. No cuentan con un lugar donde reunirse sus alcaldes o regidores porque sencillamente no disponen  de estos cargos. Todas las disputas o denuncias que surgen en la aldea  tienen que trasladarse a la villa de la que dependen.

Alcázar de San Juan era villa desde 1292. El rey Sancho IV le concede este título, además de ciertos privilegios, por haber dado a luz su mujer, María de Molina, entre los muros alcazareños a su hijo Fernando, el futuro rey Fernando IV de Castilla, tal y como se anota en el Fuero de Alcázar, manuscrito guardado en la BNE, redactado unos cuatro años más tarde: «Así pues, yo, Sancho, rey por la gracia de Dios, juntamente con mi mujer, la reina María, y el serenísimo Fernando, nuestro hijo, cuyo nacimiento dignificó a la predicha ciudad…»

La carta de título y privilegios otorgada por el rey Sancho IV lamentablemente está desaparecida. Disponemos del contenido de ella gracias a un traslado notarial solicitado por la villa, el día 7 de enero de 1478, para poder presentarlo donde fuese necesario sin necesidad de llevar y traer la valiosa carta original, con los consiguientes riesgos de pérdida «por fuego o robo o agua o por otro qualquier caso fortuyto». Este traslado o acta notarial copia el texto de la carta original:

Sepan cuantos esta carta vieren cómo nos don Sancho por la gracia de Dios rey de Castilla de Toledo de León de Galicia de Sevilla de Córdoba, de Murcia de Jaén y del Algarbe por hacer bien y merced a don Fernando Pérez Gran Comendador de lo que a la Orden de San Juan en España y a los frayles de esa misma Orden a los que ahora son y serán de aquí adelante, tenemos por bien y mandamos que se puedan hacer de la su aldea de Alcázar que es en Monte Aragón villa sobre sí y que haya seña y sello y mercado un día en la semana y que hayan aldeas las que el Gran Comendador les diere de la de su tierra y término… Dada en Burgos, veinte y tres de enero, era de mil y trescientos y treinta años *

*Era antigua, corresponde en la actual al año 1292.

El documento más antiguo que se conserva en el AHMASJ es la primera confirmación de este título de villa y privilegios otorgada por el ya rey Fernando IV de Castilla, el día 4 de agosto de 1300. Confirma la licencia a Fernando Pérez, todavía gran comendador de la Orden de San Juan, para convertir a su aldea de Alcázar, sita en Monte Aragón, a villa, concediéndole los atributos como tal: estandarte propio, sello y mercado semanal, disponer de término propio y las aldeas que se le asignen, que fueron Cervera y Villacentenos.

Además, el rey Fernando IV, en este mismo documento les otorga la merced o privilegio de la pesca y el agua en su término:

Sepan quantos esta carta vieren cómo yo don Fernando por la gracia de Dios rey de Castilla de León […] de Jaén del Algarbe e señor de Molina vi una carta de don Sancho mi padre que Dios perdone que me vinieron a mostrar el concejo de Alcázar de Consuegra escrito en esta manera…

Et yo, con consejo e con otorgamiento de la […] el infante don Enrique, mi tío e tutor, otórgoles e confirmoles esta nuestra merced sobredicha, que el rey, myo padre, les hizo.

Et otrosí otórgoles […] término e la merced e las pescas e las fuentes que el dicho gran comendador dio a esta villa sobredicha de la tierra de la Orden e todas las otras franquezas […]

Et desto les mandé dar esta my carta sellada con myo sello de […] cuatro días de agosto, era de mil trescientos e treinta e ocho años *

*1338 de la era antigua, corresponde al año 1300 de la actual.

En tiempo de la escritura del Quijote, Alcázar de San Juan disponía de un edificio público que servía de ayuntamiento. Este edificio con forma de torre, se conocía como la Torre del ayuntamiento. En la publicación Notas históricas sobre Alcázar de San Juan y su Casino, editado por el Patronato Municipal de Cultura en 2010, María Soledad Salve Díaz-Miguel detalla los datos precisos de este edificio y su uso desde su compra en 1529 hasta su demolición en 1928.

En las actas municipales del ayuntamiento de Alcázar de San Juan encontramos la descripción que el escribano hace del lugar de reunión de los alcaldes y regidores como la torre del ayuntamiento.

Por ejemplo, este acuerdo por el que los alcaldes y regidores tienen que tomar decisiones por la falta de cosecha de trigo en 1604, unos meses antes de la publicación del primer Quijote, dice así:

En la villa de Alcázar a catorce días del mes de agosto de mil y seiscientos y cuatro años los señores alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres estando juntos en la torre de su ayuntamiento a campana tañida como lo tienen de costumbre para tratar y conferir las cosas tocantes al bien público…

Decía Teresa a Sancho: «La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas». Una villa con justicia propia, como la de don Quijote, tenía una picota instalada en una de sus plazas, normalmente a la entrada por uno de sus caminos principales, dejando ver claramente a quienes se acercaban al lugar que delinquir en este lugar les podía salir muy caro. Así nos lo indica Miguel A. Maldonado en Rollos jurisdiccionales, horcas y picotas en la provincia de Ciudad Real:

Las declaraciones de villazgo, que en la gran mayoría de los casos llevaban aparejadas la independencia administrativa de las poblaciones, están íntimamente ligadas al establecimiento de rollos jurisdiccionales y picotas en los lugares que alcanzaban dicha concesión… El nuevo estatuto que alcanzaba el municipio quedaba simbolizado por el alzamiento de un rollo o picota, monumento que proclamaba la existencia de justicia propia en el pueblo.

La picota, aunque en sus orígenes era un poste de madera, en tiempo de Cervantes era una columna de piedra ajustada sobre cuatro o cinco gradas, también de piedra, instalada en una plaza o en la entrada de la villa donde se exponía a los ajusticiados y a los penados con escarnio público, sirviendo como advertencia para propios y forasteros. Las aldeas, entidades locales menores, dependían administrativa y judicialmente de una villa cercana. Excepcionalmente, en algunas aldeas grandes, «por merced de Su Majestad», podían disponer de oficios de justicia muy limitados en lo civil, pero de ningún modo en cosa criminal donde las sentencias podían llegar hasta la pena capital, siendo estas ejecutadas siempre en la picota.

La columna de la picota estaba rematada con una cruz de hierro forjado incrustada en ella. Esta terminación en punta y metálica, junto con su instalación en las afueras de la villa las hacía propensas a atraer los rayos durante las tormentas, coincidiendo así con la descripción que hace Teresa de que «un rayo cayó en la picota».

El responsable de mantener en buen estado la picota y ejecutar las penas impuestas por los jueces a los delincuentes era un verdugo. Las villas debían de contar con este tipo de funcionario público, que a veces era difícil de encontrar quien estaba dispuesto a ejercer este oficio y tenía los conocimientos. Habitualmente se contrataban a verdugos forasteros para evitar señalamientos y murmuraciones hacia sus familias cercanas.

La existencia de picota, su uso y conservación en Alcázar de San Juan está documentada en los Libros de Actas y Acuerdos Municipales. En el mismo agosto de 1604, los alcaldes y regidores alcazareños reunidos en su ayuntamiento toman el acuerdo de contratar a un verdugo. El título del acuerdo que anota al margen su escribano dice «salario del verdugo y pendiente de casa»:

Por cuanto, en esta villa hay necesidad de un verdugo, respecto de que muchos delitos que se cometen se dejan de averiguar en gran daño de los vecinos y del bien publico. Se han convenido con el Sñor gobernador y entre ellos an concertado a Pedro Gomez vecino de la ciudad de Guadalajara para que en esta villa haga el oficio de verdugo por el tiempo de un año…

El contrato comienza el día 1 de septiembre de ese mismo año. El salario convenido es de nueve mil maravedís y una casa para vivienda. Acuerdan que de los nueve mil maravedís, seis mil lo pague el gobernador del prior y los tres mil restantes la villa. El alquiler de la casa para el verdugo la pagarían a medias, gobernador y villa.

La fuente de la plaza

En la misma frase de la carta de Teresa a Sancho, esta le comunica que durante su ausencia la fuente de la plaza se había secado. Así le dice: «La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas»

A principios del s. XVII el abastecimiento de agua en la villa de Alcázar se hacía por medio de los pozos que disponían en las casas y principalmente desde el pozo del Varcargado, situado en el camino a Murcia, a extramuros de la villa. Hasta allí iban las mujeres y los mozos a recoger agua en sus cántaros, y también los aguadores que transportaban el agua, también en cántaros, sobre borricos o en carritos cantareros, ofreciéndola por las calles de Alcázar.

En esta parte de la Mancha, durante los meses de verano y especialmente en los periodos de sequía, el nivel freático de los pozos bajaba varios metros.

En 1602, poco antes de la escritura del primer Quijote, el concejo de Alcázar de San Juan, ante la alarmante bajada del nivel freático del pozo del Valcargado, que llegaba a quedarse sin agua todos los días, toma la decisión de buscar más agua dulce en otros parajes cercanos a la villa, en la zona del pozo de Vallejo, como anota el escribano el 21 de julio  en el acta de ese día:

Este dicho día se acordó que atento la grande necesidad que en esta villa ay de agua dulce y que se acaba cada día la que ay en el pozo del Valcargado, se obre por un fontanero y zahorí en el pozo del Vallejo a donde parece ay cantidad de agua por si conviene descubrirla.

Se encontró gran cantidad de agua en la zona marcada, por lo que se acordó realizar las obras necesarias para ampliar el pozo del Vallejo, «abriéndose una zanja de cincuenta varas de largo y tres de fondo». 

En esta parte de la Mancha, a principios del s. XVII, ningún lugar disponía de una fuente pública en su plaza, siendo, como hemos indicado antes, la forma habitual de abastecerse de agua dulce desde pozos públicos o privados.

Para disponer de una fuente en la plaza era necesario contar con un buen colector de aguas y que este estuviera varios metros por encima del nivel de la plaza. En este colector se tenía que instalar un sistema de extracción del agua mediante norias contratando a personas para su manipulación, o adjudicar su explotación a un tercero. Para llevar desde aquí el agua se tenía que construir una canalización cerámica soterrada en sus calles hasta la pila de la fuente de la plaza.

Alcázar de San Juan, entre la escritura de los dos Quijotes, construye una fuente pública en su plaza principal.

Al estar desaparecido el segundo Libro de Actas y Acuerdos, de los años 1610 y 1615, se desconoce el acuerdo concreto y su fecha por el que se decide construir una canalización desde la zona de captación del agua del pozo Vallejo hasta la plaza, y las obras necesarias para construir una fuente de piedra con varios caños. Investigadores locales datan la construcción de la fuente en la plaza en 1612.

El tercer Libro de Actas y Acuerdos, de 1616 a 1623, tiene desaparecidos los diecinueve primeros folios, comenzando en el folio 20 precisamente con un acuerdo sobre la «Fuente de la plaza». En octubre de 1616, de nuevo, ante la falta de agua en los meses de verano, también en la fuente de la plaza, se acordaba la contratación de las obras necesarias para una nueva ampliación de los dos pozos principales de captación de aguas con un pozo cercano, incluyendo su compra, dándole un plazo al concesionario de dos años para su terminación. Al ser el mismo concesionario que había realizado las obras de la fuente de la plaza le amplían la concesión del aprovechamiento del agua de doce a catorce años.

En esta acta podemos leer:

…que viese la disposición de los pozos y que se de la orden que conviniese y ara que se comenzase la dicha obra el cual aviendo visto los dichos pozos dijo convenir se abriesen y hiciesen dos contraminas de a cincuenta pies cada una para que oviese mas abundancia de agua. Y que se comprase el pozo de vende Alonso Moreno y ara juntar el agua de el con el pozo principal de el guerto de Montoya y dio el orden y firma como se habia de hacer la dicha obra para que quedase con toda perfección…

Es muy significativo que la frase «La fuente de la plaza se secó…» aparezca en el segundo Quijote de 1615, y solo un año después encontremos al concejo de Alcázar de San Juan buscando más soluciones ante la falta de agua en los pozos que abastecen a la fuente de la plaza de Alcázar.

La excepcionalidad de que Alcázar de San Juan contase de una fuente pública en la plaza, en esta parte de la Mancha, a principios del s. XVII, llegó incluso hasta pasado la mitad del s. XIX. Don José de Hosta, en su Crónica de la Provincia de Ciudad Real (1865), al describir el Partido judicial de Alcázar de San Juan, formado por Alcázar de San Juan, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Herencia, Pedro Muñoz, Puerto Lápice, Socuéllamos y Tomelloso, anota sobre el suministro de aguas en estos pueblos: «…surtiéndose por tanto las personas en general de los pozos, que no dejan de abundar; únicamente Alcázar tiene en la plaza una fuente regular».

Las preciadas bellotas de sus montes

Seguimos con la sustanciosa carta entre la duquesa y Teresa. Hoy en nuestros viajes, como en tiempos de Cervantes, nos traemos a casa recuerdos singulares de los lugares en los que hemos estado, o se los pedimos traer a nuestros conocidos en sus viajes. Es lo que hace la duquesa en la carta que envía a Teresa. Le pide que de su pueblo le envíe ¡bellotas!: «Dícenme que en ese lugar hay bellotas gordas: envíeme hasta dos docenas, que las estimaré en mucho por ser de su mano…» (Q2, 50). La duquesa quiere que Teresa le envíe un producto típico, representativo de su pueblo, sus bellotas. Sin duda alguna las bellotas, y las encinas que las producen, eran un recurso muy significativo en él, y por tanto una imagen más del lugar de don Quijote.

La roturación de suelos para la agricultura en el término de Alcázar de San Juan ha hecho desaparecer casi por completo un recurso que en tiempos de Cervantes fue muy apreciado, fundamental para los gastos del Concejo: las bellotas de sus montes.

Seguimos en tiempos de la escritura del Quijote y la peste asolaba buena parte de España. En 1601, con los ingresos recaudados por la venta de la bellota en sus tres montes públicos, se financió la construcción de una cerca alrededor de la villa para el control de paso de las personas a ella. Esta cerca de tapial de una longitud de unos doce mil pies castellanos, unos 3,5 km, cerraba la villa de Alcázar, que era la más grande de la comarca cervantina con una población de «dos mil vecinos», entre ocho y diez mil habitantes. El día 12 de julio de 1601 se pone al margen el título «Para que se cerque el lugar», y anota el escribano:

… se ha acordado que esta villa se guarde, y por haber en ella muchos arrabales y calles que para se guardar de la dicha peste, como conviene, es necesario que se tapien y cierren y que no queden sino cuatro puertas por donde puedan entrar y salir los que vinieren con las demás de las partes que no estén apestadas, para que con más facilidad se pueda guardar. Y de causa de no tener esta villa propios, por estar empeñada, de causa de los pleitos que tienen pendientes en Corte de Su Majestad, y en la ciudad de Granada, acordaron y mandaron que se tome dinero prestado que para hacer la cerca y atajar las calles y portillo que es necesario cerrarse, como se acostumbra a atajar en semejantes ocasiones, de Juan Díaz Guerrero, depositario de los maravedís de la bellota…

En el 1605, el mismo año de la publicación de la primera parte del Quijote, nuevamente el Concejo de Alcázar de San Juan hace uso de la venta de su preciada bellota de los montes públicos de Villacentenos y del Acebrón para poder pagar las deudas contraídas con el maestro cantero por las obras en la iglesia de Santa Quiteria, y otros gastos importantes de la villa:

En la villa de Alcázar. A veinte y cuatro días del mes de septiembre de mil y seiscientos y cinco años, los señores Alcaldes y Regidores que abajo firmaron sus nombres, estando juntos para tratar y proveer las cosas convenientes a esta república, dijeron que por cuanto este Concejo y el mayordomo de la iglesia de Santa Quiteria están obligados a pagar a los herederos de Agustín de Arguello, maestro de cantería, vecino que fue de la villa de Madrid, mucha cantidad de maravedís que se le deben de la obra nueva y capilla mayor que hizo en la dicha iglesia… Por tanto acordaron se venda la bellota de la dehesa de Villacentenos y monte del Acebrón y se saque a pregón…

En el acta de 17 de octubre de 1604, posiblemente imprimiéndose ya el primer Quijote, dada la gran cantidad de bellota que se disponía en sus montes públicos se acuerda dejar a los vecinos de Herencia a pasar al monte del Arenal a varear y recoger bellota por ser vísperas de san Lucas…

Curiosamente, en este mismo folio acuerdan encargar a Pedro de Saavedra, vecino de esta villa, a que fuera a Granada a interesarse por unos pleitos de la villa, ya que Juan de Cervantes, regidor, quien tenía el decreto de ir hasta allí estaba enfermo.

Estas y otras muchas referencias a la bellota en las actas del ayuntamiento  de Alcázar de San Juan, ponen de manifiesto la gran importancia de la bellota como fuente de ingresos para la villa, imagen señalada en la carta de la duquesa a Teresa al pedirle bellotas de su pueblo.

Lugar de paso de los soldados españoles

A principios del siglo XVII, que una compañía de soldados pasara por una villa y decidiera alojase en ella varios días, o semanas, creaba un problema económico y social para ella. Obligadas las villas por ley a dar alojamiento y manutención, acarreaba un gasto enorme a las arcas del concejo, y mucho más para los vecinos más humildes que tenían que sufrir directamente la molestia de hospedarlos en sus propias casas. Socialmente ocasionaban no menos problemas, porque la llegada de una cierta cantidad de hombres, a veces muy ociosos, sobresaltaba la vida ordinaria de la villa.

Y no eran pocos los hombres que integraban una compañía de soldados. Felipe II disponía que cada Tercio de sus ejércitos se compusiese de 3000 soldados, divididos en diez compañías.  Al mando de cada una de estas compañías estaba un capitán, un alférez y varios sargentos. Aunque este número fue menguando conforme avanzaba el s. XVI, cuando Cervantes escribía el Quijote una compañía estaba formada por no menos de cien soldados y otros hombres con distintos oficios. Con este número de hombres, solo las villas medianas o grandes disponían de los recursos y podían asumir los gastos necesarios para su hospedaje y manutención, más, cuando había muchos vecinos eximidos de la obligación de albergar a los soldados, por lo que estos eran alojados en las casas de los más humildes y, por tanto, con menos recursos.

El paso de una de estas compañías de soldados aconteció en el lugar de don Quijote, mientras amo y escudero deambulaban por tierras aragonesas y catalanas. Así se lo cuenta Teresa a Sancho en su carta: «Por aquí pasó una compañía de soldados; lleváronse de camino tres mozas deste pueblo; no te quiero decir quién son: quizá volverán y no faltará quien las tome por mujeres, con sus tachas buenas o malas» (Q2, 52)

En octubre de 1608, antes de la escritura del segundo Quijote donde aparece la carta de Teresa a Sancho, el escribano del ayuntamiento de Alcázar de San Juan anota en el Libro de Actas y Acuerdos que: «en veinticuatro días deste mes de octubre de mil seiscientos y ocho años se alojó en esta dicha villa la compañía de hombres de armas del señor marques de Cañete a quien alojaron vecinos de dicha villa». Pasados más de quince días surgen los primeros problemas ya que el alojamiento «fue en casas de vecinos de poca posibilidad y fuerzas porque los más ricos hallaron estar libres de recibir huéspedes por mandato de Su Magestad, unos por hidalgos otros por salitreros…» Los alcaldes y regidores acuerdan que  «para aliviar mas el trabajo y costas a las personas en cuyas casas se alojan los dichos gentilhombres por cada día se dé a las casas un real para la costa del soldado»

Pero el tiempo pasa y la compañía seguía ociosa en la villa. De nuevo se reúnen para tratar este asunto y toman la decisión de que lo mejor es abonar al capitán una cierta cantidad de dinero para que se marchen a otro lugar, como se dice por esta parte de la Mancha ¡con la música a otra parte! Y encargan el «despacho» de la compañía de soldados a los regidores Melchor de Agudo y Andrés de Valdivieso que pactan con don Francisco de Londuño, que así se llamaba el capitán de la compañía, su marcha de la villa por ¡veinte mil reales!

En las actas no aparece reflejado si surgió algún exceso de los soldados, aunque sí se anota el nombramiento de dos regidores para que estuviesen al tanto, sospechando que tal cantidad de hombres podrían ocasionar  algún que otro problema.

La incomodidad del paso de la compañía de soldados por la villa queda de manifiesto en las actas del ayuntamiento, y explícitamente en el encabezamiento del acta del trece de noviembre de 1608, que dice: «Acuerdo de los regidores del ayuntamiento y alcaldes de esta villa para echar de ella a los gentiles hombres de armas por convenir a los vecinos de esta villa y bien de ella»

Oficialmente costó «echar a los gentiles hombres de armas» de la villa de Alcázar, los veinte mil reales anotados, además de las costas pagadas a los vecinos por soldado alojado y día, pero quizás también alguna que otra moza enamorada por las graciosas plumas que los soldados españoles aireaban por las calles y plazas de Alcázar.

Una imagen de Alcázar de finales de 1608 que irónicamente queda inmortalizada por Cervantes en el Quijote editado en 1615.

Un arroyo en la entrada

La carta en la que Teresa detalla estos sucesos es contestación a la carta que Sancho le había enviado junto con otra de la duquesa. Las cartas, con algunos regalos, las lleva un paje de los duques desde Aragón al lugar de Sancho:

Dice, pues, la historia que el paje era muy discreto y agudo, y con deseo de servir a sus señores partió de muy buena gana al lugar de Sancho, antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres, a quien preguntó si le sabrían decir si en aquel lugar vivía una mujer llamada Teresa Panza, mujer de un cierto Sancho Panza, escudero de un caballero llamado don Quijote de la Mancha; a cuya pregunta se levantó en pie una mozuela que estaba lavando, y dijo:

-Esa Teresa Panza es mi madre, y ese tal Sancho, mi señor padre, y el tal caballero, nuestro amo. (Q2, 50)

Cuenta el narrador de la historia que el paje «vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres. El arroyo está «antes de entrar» en el lugar de don Quijote y la casa de Sancho entre las primeras casas nada más entrar en él: «venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella», le dice la hija de Sancho.

Desde Aragón, el camino que debía de traer el paje de la duquesa es por Cuenca, Villaescusa de Haro, Mota del Cuervo y dejando atrás Campo de Criptana entrar por el Camino a Murcia a la villa de Alcázar.

Por el término de Alcázar de San Juan transcurrían varios arroyos. Uno de ellos, conocido como Arroyo Mina, recogía aguas en los cerros del Tinte y Las Fontanillas, situados al norte, y lamiendo por el este las afueras de la villa, se cruzaba con el camino a Murcia por debajo de un puente junto al ábside de la iglesia convento de San Francisco. Hasta bien entrado el s. XX las mujeres de Alcázar acudían a este arroyo a lavar la ropa en los conocidos como pilancones, lavaderos tallados en la piedra arenisca roja que hacía de cauce al arroyo.

En el Archivo Histórico Municipal hay muchos acuerdos sobre la reparación de puentes en su término, normalmente durante el verano para garantizar que las lluvias del invierno no ocasionaran roturas en ellos ya que la mayoría estaban hechos de madera. Uno de los más transitados era el que vadeaba este arroyo a la salida del pueblo por el camino de Murcia, muy frecuentado por mercaderes y viajeros de Toledo a Murcia y a la inversa. En este acta de 1849 en el que se disponían de los medios para las reparaciones de los puentes se hacía especial mención «a la puente que hay a el camino llamado de Murcia sobre el arroyo de la Mina».

El lugar visto desde una cuesta

Si la primera imagen que vio el paje del lugar de don Quijote fue desde el arroyo en el que las mujeres estaban lavando la ropa, Cervantes describe otra perspectiva desde otro camino del lugar de don Quijote.

Es en el regreso de don Quijote y Sancho desde Barcelona, pasando por El Toboso tratando de ver a Dulcinea por fin desencantada, gracias a los cientos de latigazos que el bueno de Sancho, fingidamente se había dado en sus posaderas. Llegan a su pueblo por el camino de El Toboso, y no lo ven  hasta que no suben una cuesta que lo oculta. Así nos dibuja esta imagen Cervantes: 

Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea, la cual vista de Sancho, se hincó de rodillas…

―Déjate desas sandeces ―dijo don Quijote― y vámonos con pie derecho a entrar en nuestro lugar…

Con esto, bajaron la cuesta y se fueron a su pueblo. (Q2, 72)

Las villas de El Toboso y Alcázar de San Juan están unidas desde antiguo por un camino derecho, hoy usado casi exclusivamente para tareas agrícolas. Viniendo por este camino no vemos Alcázar de San Juan en ningún momento. A unos 3,5 km antes de llegar a Alcázar nos encontramos con una cuesta de unos 15 metros de desnivel, en 600 metros de camino. Esta cuesta impide ver la imagen de Alcázar de San Juan, que solo se llega a ver cuando se salva este pequeño desnivel, coincidiendo la imagen real con el texto: «… subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea… Con esto bajaron la cuesta y se fueron a su pueblo».

Este pequeño relieve es parte de los Cerros del Vallejo, donde aún pueden verse restos de los molinos de viento construidos entre los s. XVIII y XX.

De esta cuesta no hay documentación en el AHMASJ, pero es reconocible en cualquier MTN del Instituto Geográfico Nacional según sus curvas de nivel. Además de mostrarnos la imagen de la ciudad desde su cresta, como la que vio Sancho de su pueblo,  es el anticipo de una nueva imagen del lugar de don Quijote, que ahora veremos.

Las eras del lugar

Don Quijote y Sancho bajan la cuesta del camino de El Toboso, están llegando ya a su pueblo. Es aquí donde Cervantes nos regala otra estampa del lugar de don Quijote: las eras empedradas donde sus vecinos trillaban el cereal y a unos muchachos que aprovechando la cercanía a sus casas están jugando en ellas:

A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco… Finalmente, rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote. (Q2, 73)

La mayoría de las eras con las que contaba Alcázar de San Juan se concentraban en la parte noreste de la villa, entre los caminos de Quero, La Puebla y Miguel Esteban. Este último camino es inicio común del camino a El Toboso, el que traían don Quijote y Sancho de regreso a su pueblo. Antes de llegar por este camino a las primeras casas estaban las conocidas eras del pradillo.

Las eras del pradillo, que así se conocían cuando Cervantes escribía el Quijote, se encontraban en el paraje conocido como el Pradillo. En el primer Libro de Actas y Acuerdos de Alcázar de San Juan, entre 1599 y 1609, encontramos varios pleitos que mantuvo el ayuntamiento de la villa  con el gobernador del priorato. Uno de estos pleitos fue por la titularidad y uso de estas «eras en el pradillo», en el que sus alcaldes y regidores defendían y daban la razón a los vecinos propietarios de estas antiguas eras. Esto anota el escribano en 1600:

En la villa de Alcázar en diez y siete días del mes de febrero de mil seiscientos años estando en la torre del ayuntamiento de esta dicha villa los alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres para tratar y conferir cosas tocantes del bien público de la dicha villa acordaron que por cuanto el gobernador del prior lleva algunos procesos contra los vecinos desta villa que tienen eras en el pradillo… se lleven los papeles que les pareciere en su provecho para que el dicho gobernador se satisfaga de como las dichas eras son de los vecinos que las poseen…

Estas «eras en el pradillo» junto al pueblo, se conservaron aún muchos años después. En el Libro Seglar compuesto sobre 1750, origen de las respuestas enviadas en 1753 al Catastro mandado hacer por el Marqués de la Ensenada, Felipe Díaz Carrascosa, vecino de esta villa, dice tener «una hera pan trillar en las del pradillo contiguo a esta población».

Al sur, esta era linda con una huerta, lo que implica disponer de abastecimiento de agua para su riego, un espacio verde entre las eras y las primeras casas, ¿un pradecillo, como le describió Cervantes, o pradillo como indica el nombre del paraje alcazareño? Todo indica que el topónimo de este paraje venga por este espacio verde orientado al norte, detrás de las últimas casas de la villa.

Cervantes nos dibuja una imagen del lugar de don Quijote como si viniene  acompañando a sus protagonistas desde El Toboso. Ve a unos muchachos jugando en unas eras en el camino de entrada y al poco a unos cazadores persiguiendo a una liebre en estas mismas eras, junto a un pradecillo o pradilloa la entrada de su pueblo donde encuentra rezando al cura y al bachiller. Podría haber omitido los detalles de esta imagen del lugar de don Quijote y el cuento habría sido el mismo. Sin embargo, aprovecha esta imagen de las afueras del lugar de don Quijote, con estas eras junto a un pradillo, como un gran escenario abierto antes de entrar don Quijote y Sancho a su casa.

Imagen que coincide exactamente con este paraje alcazareño en tiempos de la escritura de la novela, y que alguna vez tuvo que ver Cervantes entrando a Alcázar por el camino de El Toboso. Es necesario recordad aquí que el abuelo del Miguel de Cervantes Saavedra bautizado aquí, ¡hará mañana día 9 de noviembre exactamente cuatrocientos sesenta y cinco años! era de El Toboso, como le insistía don Silverio, el maestro de escuela de El Toboso, a Azorín en la visita que este hizo a El Toboso en 1905, inmortalizada en La Ruta de D. Quijote.

Esta misma imagen de las eras junto a las últimas casas de Alcázar de San Juan se podía ver hasta el comienzo de la construcción del ferrocarril y su estación, en el último cuarto del siglo XIX, que favoreció la expansión urbana de esta parte de la ciudad a cambio de variar sustancialmente su morfología.

La caza y la pesca

Hoy, en la Mancha, la práctica de la caza y de la pesca tiene un carácter exclusivamente deportivo o de ocio. Sin embargo, en tiempo de la escritura del Quijote eran destrezas de subsistencia, excepto para los labradores ricos y los nobles que gastaban mucho de su tiempo libre en cazar y pescar, donde hubiese ríos o lagunas con peces. Los más humildes, la gran mayoría, como Sancho Panza y Tomé Cecial, el vecino disfrazado de escudero del Caballero del Bosque, encontraban en la caza con galgo y la pesca con caña un recurso para contribuir con algo de carne y pescado fresco a sus escasas despensas. Esta es la conversación entre ambos vecinos-escuderos, cenando entre unas encinas cerca de El Toboso:

Harto mejor sería que los que profesamos esta maldita servidumbre nos retirásemos a nuestras casas y allí nos entretuviésemos en ejercicios más suaves, como si dijésemos cazando o pescando; [por]que ¿qué escudero hay tan pobre en el mundo a quien le falte un rocín y un par de galgos y una caña de pescar con que entretenerse en su aldea?

—A mí no me falta nada deso —respondió Sancho—. Verdad es que no tengo rocín, pero tengo un asno que vale dos veces más que el caballo de mi amo… Pues galgos no me habían de faltar, habiéndolos sobrados en mi pueblo; y más, que entonces es la caza más gustosa cuando se hace a costa ajena. (Q2, 13)

Cualquier persona conoce el principio del Quijote, aunque no lo haya leído. Así comienza el capítulo primero «Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha»: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor».

Antes de describirnos algo más del protagonista, Cervantes señala de él su condición de hidalgo trasnochado y que dispone de un caballo y un galgo. Poco después nos apunta del hidalgo manchego que era «gran madrugador y amigo de la caza», por lo que no es difícil deducir que Alonso Quijano era aficionado a la caza con galgo.  La orografía llana y el clima de esta parte de la Mancha propiciaban este tipo de caza de la liebre  con galgos, práctica que ha llegado hasta nuestros días.

En el lugar de don Quijote este tipo de caza era muy común entre los hidalgos, ricos labradores y los más humildes, como le aseguraba Sancho a Tomé: «… galgos no me habían de faltar, habiéndolos sobrados en mi pueblo»

La primera imagen que don Quijote y Sancho perciben de su lugar, cuando llegan por el camino de El Toboso, es una carrera de galgos tras de una liebre, en las eras situadas en sus afueras:

Queríale responder Sancho cuando se lo estorbó ver que por aquella campaña venía huyendo una liebre, seguida de muchos galgos y cazadores, la cual temerosa, se vino a recoger y a agazapar debajo de los pies del rucio. Cogiola Sancho a mano salva… (Q2, 73)

Pero lo que hoy parece común en todos los lugares de la Mancha, en Alcázar de San Juan en tiempo de la escritura del Quijote su práctica era persistente y notoria entre sus vecinos. Tanta era su afición o necesidad a la caza con galgos, que entre los acuerdos de los alcaldes y regidores para el nombramiento de los guardas de los montes públicos del Arenal, Acebrón y la dehesa de Villacentenos, una de las condiciones que advertían a los guardas era la de no llevar galgos a los montes asignados.

En el folio 92 del Libro de Actas y Acuerdos de diciembre de 1601 ordenan a las personas nombradas para guardar sus montes  que «… ningún de los dichos guardas pueda tener galgos ni otros perros de caza ni puedan traer ni traigan en sus cabalgaduras que trajeren aguaderones sino tan solo unas alforjas ordinarias en que lleven su comida, ni menos puedan andar en compañía de las personas que anduvieren a caza»

Estas obligaciones venían dadas para evitar que en lugar de vigilar la corta de madera de las encinas y la recolección de su bellota de forma ilegal, oficio para el que estaban nombrados, los guardas dedicasen su tiempo al ejercicio de la caza con galgos y que las muchas piezas cobradas se transportasen escondidas en aguaderones, un tipo de alforjas muy grandes para llevar cántaros de agua.

De la caza a la pesca en el lugar de don Quijote. La mayoría de pueblos de esta comarca declaran en sus Relaciones Topográficas de 1575 que no hay pesca en su término o la que hay es muy mala y que por ello no se pesca ni se consume.

Los ríos de esta parte de la Mancha, como el Záncara, Gigüela y Amarguillo se secaban siempre en verano, e incluso había inviernos en los que el agua ni siquiera corría por sus cauces, por lo que los peces que podían tener temporalmente eran muy pequeños e inservibles para su consumo. A excepción del río Guadiana, que corría todo el año. Pero, como el agua, los peces eran propiedad del prior de la Orden de San Juan, que mediante arriendos ofrecía su pesca, como ocurría en la villa de Argamasilla de Alba.

Los ríos Guadiana, Záncara y Gigüela atraviesan el término de Alcázar de San Juan y se unen en lo que hasta hoy se conoce como la Junta de los ríos. Poco más adelante, en los límites con el término municipal de Herencia, también aporta su caudal el río Amarguillo. Hoy es posible ver esta espectacular imagen solo los años de muy alta pluviometría, muy escasos actualmente.

A unos diez kilómetros de la villa, se juntan todos estos ríos para formar uno solo. En poco menos de dos horas de camino llano, sus vecinos tenían la posibilidad de hacerse con pescado de río fresco, en sustitución del pescado en salazón que arrieros y trajinantes traían desde Levante y Andalucía a la Mancha, y que no todos los vecinos podían pagar.

Además de pescar con caña, sedal y anzuelo, también se utilizaban garlitos con varios anzuelos y pequeñas nasas de mimbre amarradas a unas cuerdas.

Es tal la afición, o necesidad, a la pesca en Alcázar de San Juan, que en el año 1601 surgen denuncias de los agricultores por la elaboración de numerosas cespederas, unos muretes artificiales realizados con piedras y tierra, con las que se conseguía embalsar y retener el agua en los ríos durante varios meses, manteniendo vivos los peces. Así, de manera pasiva, se atrapaba con cierta facilidad, y en ocasiones en gran cantidad, el pescado.  

Pero estas construcciones, casi piscifactorías, ocasionaban taponamientos y desbordes en los meses de invierno cuando el caudal las desbordaba, ocasionando al salirse el río de su cauce daños en tierras, huertas y caminos de labor.

El día 14 de octubre de 1601 los alcaldes y regidores de Alcázar, ante las denuncias recibidas por agricultores y vecinos exponen:

…que de causa de que algunos vecinos de esta villa y forasteros han hecho y hacen muchas cespederas en el río Záncara para pescar y por haber tanta cantidad de las dichas cespederas tapan el río y sale fuera de madre y a echado a perder muchos huertos y haces de labor y otras heredades y los caminos por donde se va a las labores desta villa de suerte que a hecho notables daños…

Tomando la decisión de que al día siguiente un oficial del ayuntamiento vaya con la gente necesaria para demoler dichas cespederas hasta para que el río corra con normalidad.

Es tanta la pesca que se toma de sus ríos en ese invierno que pocos meses después, los mismos alcaldes y regidores alcazareños, acuerdan que la pesca se utilice para el consumo gratuito de todos los vecinos de la villa, por entonces de unos nueve a diez mil habitantes, impidiendo su comercio, con penas y multas para quienes habiendo pescado en sus ríos no lo cumpliesen.

En febrero de 1602 el escribano municipal anotaba en el Libro de Actas y Acuerdos:

Acordaron los dichos señores que se notifique a todas las personas que pescan en los ríos que están en el término de esta villa que acudan a ella con toda la pesca que tomaron de los dichos ríos para la provisión de esta villa. Sin que sean osados a vender la pesca en esta villa. So pena de seiscientos maravedíes…

Si el agua y la pesca eran propiedad del prior de la Orden de San Juan ¿cómo es posible que los vecinos de Alcázar pescaran con total inmunidad? Recordemos uno de los primeros y más antiguos documentos conservados en el AHMASJ, comentado al inicio. Al recibir en 1292 el título de villa por el rey Sancho IV le fueron otorgados, por haber nacido aquí su hijo Fernando, unos privilegios que otras villas no disfrutaban. Al ratificar estos privilegios su hijo en 1300, ya rey de Castilla, le otorgó otros, entre  ellos «la merced [d]e las pescas».

Estos antiguos privilegios fueron siempre disputa entre la villa de Alcázar y el prior de la Orden de San Juan, especialmente con su gobernador que residía habitualmente en Alcázar.

En julio de 1605, aprovechando que el Concejo de Alcázar de San Juan había nombrado a unos regidores para «ir a besar las manos de su Alteza el príncipe gran prior de San Juan» y de paso pedirle que «se sirva de remediar la necesidad de trigo para pan y sembradura» que tenía la villa ante las últimas malas cosechas que habían padecido, estos regidores le solicitan también que no arriende la pesca de los ríos, especialmente en Argamasilla de Alba, por lo poco que esto le supone a él y el mucho provecho que hace a los vecinos pobres poder pescar libremente en ellos, como es «costumbre antigua» en Alcázar de San Juan:

Item. Sinificando a Su A.[lteza] el daño que tiene a los pobres del arrendar la pesca de los ríos y lagunas y el poco provecho que tiene a Su Alteza y la defensa que tiene la villa en la costumbre antigua podría servirse de mandar que se den los dichos arrendamientos reduciéndose al estado antiguo.

«Costumbre antigua», «Reduciéndose al estado antiguo» quiere decir que se pueda pescar libremente en los ríos de su término como amparan sus privilegios  sin temer a nuevas denuncias de su gobernador, gastos en los recursos ante la Chancillería de Granada, etc.

Durante el tiempo de la escritura del Quijote son varios los documentos en los acuerdos del ayuntamiento, casi todos los años, en los que encontramos referencia a la pesca en los ríos por sus vecinos. Por ejemplo, en abril de 1608, los alcaldes y regidores tienen que tomar, de nuevo, cartas en el asunto por la construcción de las temidas cespederas en sus tres ríos:

Otro si acordaron que se pregone públicamente que todas las personas que tuvieren cespederas en los ríos de Zancara y Guadiana y Jiguela dentro del término desta villa las derriben y limpien la corriente de los dichos ríos sacando fuera de ellos las céspedes y otras cosas con [que] los tuvieren atrapados dentro de cuatro días con apercibimiento que pasado el dicho termino irán personas a su costa…

Cazar con galgo y pescar en los ríos, son artes que en Alcázar de San Juan, en tiempo de la escritura del Quijote, son tan practicadas por sus vecinos que tienen que ser reguladas e incluso sancionadas por los alcaldes y regidores de su ayuntamiento.

Estas son imágenes propias del lugar de don Quijote, especialmente la pesca en sus ríos, que en el Alcázar de San Juan se podía ver a principios del siglo XVII, mientras Cervantes escribía el Quijote. Una imagen muy difícil o imposible de ver en la mayoría de los lugares de la comarca cervantina.

El maestro y el médico en el lugar de don Quijote

Mucho se ha hablado, y se seguirá afirmando, sin mucho rigor histórico y social, que el lugar de don Quijote debía de ser pequeño en número de vecinos, una aldea pequeña. Realmente no sé en qué edición del Quijote lo han leído, en la de Cervantes no.

El lugar de don Quijote es una villa tan grande y con suficientes recursos como para construir una fuente pública en su plaza y poder acoger a una compañía de soldados en sus casas, solo al alcance de muy pocas villas grandes de la Mancha. Como tampoco un lugar pequeño, podía mantener una escuela pública y médicos entre sus gastos municipales.

La escuela

«Advertid que Sanchico tiene ya quince años cabales, y es razón que vaya a la escuela, si es que su tío el abad le ha de dejar hecho de la Iglesia» (2, 5).

El bajo nivel educativo que había en la España rural durante la escritura del Quijote está señalado en el texto de la novela, cuando el mismísimo Sancho afirma que «yo no sé leer ni escrebir», como tampoco sabía su mujer Teresa, ni sus dos hijos. Lo mismo ocurría con Aldonza Lorenzo, Dulcinea.

En las clases sociales bajas era muy difícil encontrar a alguien que supiera leer y escribir, y mucho menos en aldeas o villas muy pequeñas, en las que por la poca disposición de recursos para contratar a un maestro y mantener una escuela lo hacía imposible, aunque el salario del maestro fuera bajo. Así, la falta de maestros y por tanto de escuela en los lugares manchegos pequeños  era lo habitual. Esta es una realidad social que no pasa desapercibida en el Quijote. Cervantes la describe, o critica con genial ironía, cuando don Quijote, por falta de papel, escribe una carta a Dulcinea en el librito de memoria que encontraron junto a la mula muerta, en medio de Sierra Morena, y le dice a Sancho:

… tú tendrás cuidado de hacerla trasladar en papel, de buena letra, en el primer lugar que hallares donde haya maestro de escuela de muchachos, o si no, cualquiera sacristán te la trasladará; y no se la des a trasladar a ningún escribano, que hacen letra procesada, que no la entenderá Satanás. (Q1, 25)

¡En el primer lugar que hallares donde haya maestro de escuela de muchachos! Cervantes evidencia la falta de maestros de escuela en la Mancha, quedando la formación de los niños en aprender a leer, escribir y contar, casi en exclusividad, a cargo de curas y clérigos en las iglesias y conventos. En niveles sociales más altos, el analfabetismo era lo infrecuente, llegando la educación en primeras letras también a las niñas, como lo muestra que las mujeres nombradas en el Quijote de clase media o alta todas sabían leer, como Dorotea, Luscinda, Zoraida en árabe, y la duquesa. También sabía leer la sobrina de don Quijote, un hidalgo.

La primera enseñanza, en los lugares que disponían de escuela y maestro, no era gratuita. Se cobraba una matrícula acordada entre los alcaldes y regidores de la villa, por lo que ante los escasos recursos económicos de las familias humildes, como la de Sancho, no todos los niños tendrían posibilidad de asistir a la escuela. Las niñas quedaban en casa aprendiendo labores, y, con el tiempo, poder llegar a servir en alguna casa o casarse, como le decía Teresa a Sancho: «Mari Sancha, vuestra hija, no se morirá si la casamos».

La edad con la que comenzaban a ir a la escuela era entre cinco y seis años. Sanchico ya tenía ¡quince años cabales!, una edad tardía para comenzar en las primeras letras. Esto era frecuente entre los muchachos, obligados a trabajar a edades muy tempranas casi de sol a sol.

Entre los ocho y diez años, sabiendo ya leer y escribir, podían iniciar en las conocidas como escuelas de gramática la segunda enseñanza en latín, empezando con el Introductiones Latinae, de Antonio de Nebrija, único texto aprobado por el Consejo Real de Castilla, en 1598. Esta formación, previa al ingreso en la Universidad, duraba unos tres años. Estas escuelas de gramática eran aún menos frecuentes en las villas pequeñas y medias.

Alcázar de San Juan disponía a inicios del s. XVII de escuelas de primeras letras donde iban los muchachos a aprender a «leer, escrivir y contar». Cuando ya los primeros Quijotes pasaban de mano en mano, los alcaldes y regidores de la villa de Alcázar de San Juan convienen, en julio de 1605, la necesidad contratar a un maestro más, a los dos que ya disponía la villa, para instruir a los muchos niños que había. Así lo anota el escribano:

En la villa de Alcazar a treinta y uno de julio de mil seiscientos y cinco años los señores alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres estando juntos en su ayuntamiento a campana tañida como tienen de costumbre dixeron que por cuanto ay en esta villa necesidad de maestro para enseñar [a] los niños leer y escrivir y contar porque de presente no ay mas de dos maestros y esta villa tiene mucha vecindad y an sido informados que Gonzalo Ruiz vecino del Campo de Critana cerca a esta villa enseña a los niños y es maestro cual para ello conviene por tanto acordaron para que el dicho Gonzalo Ruiz venga a esta villa de la dicha del Campo debe asignar y asignaron de salario por un año que le cuente desde el dia que conmenzare en un año diez ducados para ayuda a pagar el alquile de una casa en que viva y asi lo acordaron y firmaron.

En enero de 1607, por «la experiencia [que] a mostrado» el maestro Gonzalo Ruiz se le asigna un salario anual de seis mil maravedís.

El médico

Mientras Cervantes escribía el Quijote, la mortalidad en España ha sido considerada como catastrófica. Además de los fallecidos en las guerras, por causas naturales y en el parto, la población española estaba sufriendo epidemias de enfermedades infecciosas, como la peste, el tifus o la difteria, agravadas por las malas condiciones alimenticias e higiénicas en la población más humilde, siendo las causas de una altísima mortalidad entre la población.

Algunas de las enfermedades no eran bien conocidas, especialmente las que afectaban a los niños, y eran estudiadas por los médicos más importantes del momento, publicándose libros sobre el conocimiento y la forma de tratarlas.

Los aspirantes a médicos debían formarse como bachilleres, cursar cuatro años de Medicina y tras dos años de prácticas y superar un examen teórico y práctico podían ya ejercer su profesión.

Aunque las villas les asignaban las mejores casas o una cierta cantidad económica para costas, los servicios que prestaban tenían que ser pagados por los propios enfermos, lo que impedía su presencia en aldeas o villas muy pequeñas.

El lugar de don Quijote contaba con al menos un médico. A él recurren cuando don Quijote «cayó malo» después de llegar a su casa desde Barcelona, donde había sido derrotado en su playa:

… porque o ya fuese de la melancolía que le causaba el verse vencido o ya por la disposición del Cielo, que así lo ordenaba, se le arraigó una calentura que le tuvo seis días en la cama…

Llamaron sus amigos al médico: tomole el pulso y no le contentó mucho, y dijo que, por sí o por no, atendiese a la salud de su alma, porque la del cuerpo corría peligro. Oyolo don Quijote con ánimo sosegado, pero no lo oyeron así su ama, su sobrina y su escudero, los cuales comenzaron a llorar tiernamente, como si ya le tuvieran muerto delante. Fue el parecer del médico que melancolías y desabrimientos le acababan. (Q2, 74)

Alcázar de San Juan, la villa con más habitantes de la comarca cervantina, contaba con el servicio de varios médicos en aquellos años. Pero ante las nuevas enfermedades que estaban apareciendo entre sus vecinos, en septiembre de 1601, sus alcaldes y regidores se reúnen, como siempre hacían, para «prover y platicar las cosas tocantes y convenientes al bien publico»:

… dixeron que atento que esta villa es de mucha vecindad y que puesto ay algunas enfermedades no conocidas de cuya causa los médicos que las curan no las conocen [acuerdan] traer un médico de fama y asista en esta villa para curar las dichas enfermedades.

En el acta nombran a cuatro comisarios, entre los alcaldes y regidores, para que hagan las diligencias oportunas para traer a dicho «médico de fama» y su salario.

Conclusión

Mediante el análisis inductivo de los condicionantes y referencias geográficas descritas en la novela he situado precisamente el lugar de don Quijote en el mapa de la comarca cervantina: Alcázar de San Juan.

Ahora, como hemos podido comprobar en este Taller de Historia Local, con el análisis deductivo de la imagen del lugar de don Quijote que en la novela nos deja el autor, hemos comprobado que coincide explícitamente, como si fuese un espejo, el texto cervantino con la imagen de Alcázar de San Juan de principios del siglo XVII, a través de las actas de su ayuntamiento conservadas en el AHMASJ.

Como cronista se entiende a un escritor que recopila y redacta hechos pasados o actuales de un lugar o una institución, dignos de ser recordados en el futuro. El título de esta ponencia podría haber sido  Cervantes, cronista del lugar de don Quijote, o quizás también Cervantes, cronista de la villa de Alcázar en el Quijote

¡Gracias!

 

Luis Miguel Román Alhambra

Hideputa, el vino con una historia por contar

Fecha de Publicación: 09/11/2023

 

 

En su edición de 2023 la Sociedad Cervantina de Alcázar cuenta con un magnífico vino tinto “de una oreja” con denominación de origen la Mancha

Alcázar de San Juan, 9 de noviembre de 2023.- En la tarde del 7 de noviembre, en la sede del Consejo Regulador de la D.O. de Vinos de la Mancha, tuvo lugar la presentación del Vino Hideputa, en su edición de 2023, con una nutrida representación de toda la sociedad alcazareña en la que acompañaron a la Sociedad Cervantina de Alcázar autoridades regionales y municipales, representantes de la Administración de Justicia, de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Policía Nacional), hosteleros, agencias de viajes, asociaciones, miembros de la vida cultural alcazareña, deportistas, músicos y público en general, todos ellos amigos de la Sociedad, que quisieron estar presentes en esta puesta de largo.

Se trata de un vino tinto excepcional, de la Denominación de Origen la Mancha, elaborado con la variedad tempranillo y que tras el paso de 8 a 10 meses por duelas de roble ofrece un color ojo pijota profundo con ribete granate, aromas a fruta madura, tomillo, romero y lácteos. Con perfecto equilibrio entre fruta y madera.

Así lo presentó el conductor del acto, Juan José Jiménez Mazuecos, que además de hablar sobre las excelencias del vino, lo enmarcó en su contexto quijotesco ya que no en vano el nombre que lo inspira procede de la expresión que profirió Sancho Panza al engolar un buen trago de un tinto de buen sabor que él de inmediato adjudicó a nuestra denominación (al identificarlo con un vino de Ciudad Real) y tras escuchar esta parte del Cap. 13 de la Segunda Parte del Quijote en la voz de Manuel Castellanos (socio de la SCA), aportó numerosas curiosidades sobre el vino, tanto en el Quijote como en toda la obra de Cervantes.

El propio Sancho califica el vino como de “de una oreja” es decir, de calidad extraordinaria, lo que en el Siglo de Oro se calificaba de “de lo caro” o “vinos preciosos”, cuando tras el largo trago mirando al cielo en el Quijote se relata como “dejó caer la cabeza hacia un lado” (acercando una oreja al hombro), en señal de satisfacción.

Habló también de la etiqueta, diseñada a propósito para este vino por Estrella Cobo y en la ilustración quiso reflejar ese momento en el que Sancho, dándole un trajo al vino que le ofrecieron, soltó la expresión de la que estamos hablando, y como no, seguramente lo hizo en un lugar en el que se viera un horizonte, donde sus ojos se perdieran entre la infinidad de tonalidades verdes, marrones, rojizos… que componen el suelo de esta tierra que nos devuelve el fruto que necesitamos para elaborar una de las bebidas más exquisitas que conocemos.

Esta misma tierra, siempre bañada con un cálido sol, refleja en el cielo una gama inmensa de tonos azules, rosas, naranjas, que nos provocan una sensación de calidez y templanza invitándonos a tomar una copa de vino bajo el resguardo, como no, de un molino de viento.

Juan Bautista Mata, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar intervino para contar a los asistentes las vicisitudes que esta asociación hubo de pasar en su intento por registrar la marca del vino (a fin de que no fuese copiado su nombre), y que no se pudo conseguir, así como la historia que atesora desde que la Sociedad tuvo la idea de elegir un vino para agasajar a los invitados a los “Almuerzos de don Quijote” y que representase a la asociación cultural, a la ciudad de Alcázar de San Juan y a la comarca manchega en el mundo cervantino, tanto dentro de España como en Hispanoamérica.

Carlos David Bonilla, presidente de la D.O. La Mancha apuntó que Cervantes y el vino van ligados de la mano, que en el Quijote se menciona el vino hasta en 43 ocasiones y que el Quijote va ligado al logotipo del vino manchego, el cual es reconocido en todo el mundo, incluyendo países como Corea y Japón por su gran calidad y sobre todo por la imagen de don Quijote cuya imagen es reconocida y venerada en todo el mundo y cada vez más asociada a la calidad del vino manchego.

Se mostró encantado de que desde el Consejo Regulador se puedan apoyar este tipo de iniciativas que permitan difundir el conocimiento y las cualidades de los vinos manchegos siempre de la mano de la literatura y de la cultura.

Cerró el acto Amparo Bremard, delegada provincial de Agricultura, Ganadería y D. Rural de la Junta de Comunidades para Ciudad Real, diciendo que con este vino Hideputa se viene a poner en valor este producto -el vino -, del que viven ochenta mil viticultores en toda la Comunidad y que su calidad no tiene nada que envidiar a los de otras regiones. Dijo que merece el apoyo de la Consejería tanto en España como en el resto de la Unión Europea para que no se pierda la pujanza de este sector agroalimentario que alcanza el 18% del PIB de Castilla-La Mancha y del que el 5% corresponde al vitivinícola.

Reconoció el carácter diferenciador del vino Hideputa y de su calidad para poner en el mapa a Alcázar de San Juan como cuna de Miguel de Cervantes.

En palabras del presentador Juanjo Jiménez, se trata de un vino que hunde sus raíces en el Siglo de Oro pero que dispone de una promoción del siglo XXI con su código QR que aporta amplia información sobre su historia y curiosidades. Con el mismo sabio consejo que dio don Quijote a Sancho: “Siendo templados en el beber considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra”, el conductor del acto invitó a los presentes a catar el vino Hideputa y a disfrutar de él en compañía de amigos.

 

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Escribir a mano

Fecha de Publicación: 27/10/2023

 

ANTONIO LEAL JIMÉNEZ

 

(La primera versión del artículo ha sido escrita a mano, usando una vieja pluma con tinta Inoxcrom. Después de unas revisiones, se ha pasado al ordenador)

Escribir a mano, ¿te acuerdas? La escritura nos permite transmitir mensajes de forma precisa y clara. La mayoría de los expertos consideran que, su origen fue en Mesopotamia, hace más de 5000 años, donde los sumerios crean la escritura cuneiforme que la estampaban en tablillas de arcilla con un cálamo de caña; los egipcios lo hacían sobre papiros; los romanos utilizaban un punzón de metal para escribir en tablillas enceradas y los monjes medievales tardaban años en copiar manuscritos a mano.

En la actualidad, resulta complicado escribir a mano. Muchos lo tenemos casi olvidado. No es el caso de mi amigo Antonio, su pluma Parker y su tinta Pelikan. Se la compró su padre en la imprenta Mata, cuando aprobó el ingreso de Bachillerato en la Academia Balmes. Desde entonces, hace más de sesenta años, no ha dejado de utilizarla. La riqueza de su vocabulario y su vasta cultura, en gran medida, se la debe al no haber abandonado nunca la escritura a mano. Siempre siente ganas de escribir cuando tiene la pluma en la mano.

Recuerdo una vez que estaba haciendo un examen y casi al finalizar, mi bolígrafo BIC cristal, comenzó a quedarse sin tinta. Tuve que presionar el tubo que contenía la tinta con fuerza para que ésta saliera, lo que hizo que mi escritura se volviera casi ilegible. Afortunadamente, logré terminar el examen a tiempo, pero fue una experiencia estresante que me recordó la importancia de llevar siempre un bolígrafo de repuesto.

En aquella época, tener una buena letra era fundamental para que los demás entendieran nuestra escritura. Además, nos aportaba habilidades para fortalecer nuestra disciplina, el autocontrol y capacidad de superación, tan necesaria en el día a día. También alguna que otra dosis de creatividad. Como la de hacer “chuletas”. El experto era Francisco, que desde entonces no ha vuelto a coger una pluma para escribir. Utiliza siempre el ordenador y en el uso de las redes sociales acorta letras a muchas palabras. Lo justifica diciendo que es por economía.

Al comienzo del curso académico en la universidad suelo invitar a mis estudiantes, todos ellos provistos de ordenadores, a que escriban a mano en tres líneas, alguna de las razones del por qué han elegido la carrera que estudian. La respuesta generalizada es de un silencio absoluto. Las miradas se cruzan y los gestos parecen indicar que no están seguros de sí sabrán hacerlo. Parece que me quieren preguntar ¿para qué sirve el escribir a mano en los tiempos donde las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida? Para qué leer, escribir a mano y pensar, si todo se les da hecho, en una época donde desde los más jóvenes, a los más adultos, manifiestan estrés y nerviosismo si no permanecen cerca de su móvil o están constantemente conectados, pasando horas junto a estos dispositivos y sufriendo una auténtica adicción. Ninguno de los estudiantes había escrito más allá de cinco líneas a mano en los últimos doce meses.

Hasta hace pocos años, la escritura era forzosamente manuscrita. La estilográfica, el bolígrafo, y el lápiz con punta de grafito, eran las herramientas utilizadas. Antes de la llegada de los ordenadores, la máquina de escribir era, sin duda, una importante herramienta. Desde la presentación de la Remington Model I, en 1873, aparecieron máquinas eléctricas, electromecánicas, portátiles y electrónicas. Con la llegada de la revolución digital y de los procesadores de texto a partir de la década de los sesenta en el siglo XX, serían reemplazadas paulatinamente por los procesadores de texto y, años más tarde, por los ordenadores que pronto comenzaron a popularizarse

Pero, en cierto punto de la historia, la escritura manual ha quedado relegada a un segundo plano, para dar lugar a la escritura casi exclusiva en el ordenador o en el móvil. Un texto escrito de manera digital tiene ventajas evidentes: legibilidad, facilidad de reproducción, posibilidad de transmisión instantánea…

Definitivamente, estamos perdiendo el hábito de escribir en el papel para reflexionar sobre pensamientos y emociones; escribir a amigos y familiares; y algún que otro poema; hacer una lista de tareas y tantas otras cosas. Nos estamos olvidando de que, al escribir a mano, recuperamos parte de nuestra libertad.
Escribir a mano es una forma de expresión personal. A pesar de los avances tecnológicos y el uso generalizado de los ordenadores y los dispositivos móviles, la escritura a mano, sigue siendo relevante y tiene sus propios beneficios. No solo es una herramienta para comunicarse, sino que también es una forma de arte. Cada trazo, cada letra tiene su propio estilo y personalidad. Refleja nuestra individualidad y puede transmitir emociones y sentimientos de una manera que la escritura digital no puede igualar.

La magia en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, se manifiesta utilizando 8.073 puntos; 37.607 comas; 4.802 puntos y comas y unos 690 signos de admiración, que le sirvió a Cervantes para manuscribir las 378.591palabras- 22.950 diferentes, casi la tercera parte de las que recoge la RAE-. Pablo Neruda, como muchos de su generación, en un cierto momento cambió la pluma por la máquina de escribir. Pero más tarde volvió al manuscrito de forma casual. … “descubrí que mi poesía era más sensible cuando escribía a mano; sus formas plásticas podían cambiar más fácilmente… la poesía debería escribirse a mano”. Miguel Delibes, a pesar de ser periodista, siempre escribió a mano, y su caligrafía cada vez resultaba más ilegible. JR Rowling, escribió el primer libro de Harry Potter con un boli sentada a la mesa de un café.

La escritura manual activa tres procesos cerebrales fundamentales: el área visual, la motricidad y capacidades cognitivas, como la lógica y la memoria. Existe una conexión única entre el cerebro y la mano. Investigaciones científicas han demostrado que su ejercicio estimula diferentes áreas del cerebro, mejora la memoria y la retención de información y retrasa el envejecimiento mental.

En un mundo donde la mayoría de las cosas se hacen de forma digital, es un ejercicio mental que nos ayuda a mantener nuestras habilidades cognitivas que requiere una coordinación entre los músculos de la mano y el cerebro, lo que nos ayuda a mantener nuestra agudeza mental. Muchas personas encuentran satisfacción al tomar un lápiz, una pluma, o un bolígrafo y plasmar sus pensamientos en papel.

Es una actividad que nos permite expresar nuestras ideas y emociones de manera más genuina y sincera. Es una forma de meditación y autoexpresión. Nos ayuda a memorizar y aprender mejor las reglas ortográficas y gramaticales. Al tener que pensar en cada letra y cada palabra mientras escribimos, prestamos más atención a la estructura del lenguaje y la forma correcta de escribir las palabras. Muchos documentos históricos y obras de arte están escritos a mano, y su escritura es un testimonio de la época y la persona que los creó. La escritura a mano proporciona un sentido de continuidad con el pasado y una conexión tangible con nuestra herencia cultural.

Aprender a escribir en conjunto, a menudo con pluma estilográfica en el Reino Unido, es casi un rito de iniciación para los estudiantes de primaria. En Finlandia, una de las mayores referencias globales sobre educación, que suelen ocupar los primeros puestos en el informe PISA, se dejó de impartir la caligrafía simplificada de manera obligatoria por la escritura con letra de imprenta, algo que también sucede en otros lugares de Europa, como Alemania.

Sociológicamente, es un hecho que las culturas más vinculadas con la familia, con las relaciones afectivas y con mayor preferencia por el contacto social, como son las mediterráneas mantienen un modelo caligráfico escolar con letras ligadas. Por el contrario, en Europa central y los países del norte, se apuesta por las letras desligadas en la enseñanza de la caligrafía escolar. Estas culturas son más distantes en términos de relaciones y afectos, más independientes y más frías en términos de vínculos afectivos y familiares.

Sería recomendable el recuperar el uso de la escritura a mano y que se vuelva a utilizar la pluma y el bolígrafo BIC, de toda la vida, azul o negro, o si lo prefieren el lápiz de mina blanda y fina, y se convierta en un hábito necesario que se encuentra en peligro de desaparecer. Por tanto, queda abierta la invitación a reconquistarnos con la escritura manuscrita y así dejar fluir nuestro interior para crear. Escribe a mano, siempre que puedas.

 

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Comeremos grillos, amigo Sancho

Fecha de Publicación: 16/10/2023

 

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Antonio Leal Jiménez

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A veces, resulta difícil de acertar. El pronóstico del tiempo para la mañana del pasado sábado amenazaba lluvia. La Hermandad de San Cristóbal de Alcázar de San Juan en el entorno de la ermita, había organizado el VIII Encuentro de elaboración de Migas. La mañana resultó ideal. De hecho, cerca de 250 personas caminaron hacia la Avda. de los Reyes. Recuerdo que mi amigo Renato, gran experto en gastronomía saludable, me decía que, era un plato con una receta humilde y para disfrutar, aunque su origen es aristocrático. De hecho, cuentan que era el plato preferido de Mahoma y que servía de agasajo a personas distinguidas. Con un plato y un tenedor dispuestos a degustarlas, Renato, con voz dotada de un sonoro y delicado timbre me dijo “Al fin y al cabo, amigo, somos lo que comemos”. Así pues ¡A por todas! Por supuesto que hubo repetición. ¡Magníficas!.

Somos lo que comemos. La conocida expresión la dijo por primera vez el filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach, padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, a mediados del siglo XIX, en su obra Enseñanza de la alimentación. Escribió lo siguiente: “Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos”. Fue muy crítico con la iglesia por su visión respecto a la alimentación de los hombres, y afirmaba con frecuencia que “únicamente necesitaban pan y agua para vivir”. Hipócrates, médico de la antigua Grecia (460-370 a.C.) pronunció la frase “Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”.

En la sociedad actual, estamos rodeados de alimentos poco saludables, llenos de grasas saturadas, azúcares y sodio en cantidades excesivas. Estos alimentos, si bien son sabrosos y fáciles de consumir, tienen graves consecuencias para nuestra salud a largo plazo. La incidencia de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, y las enfermedades cardiovasculares, se ha incrementado de manera alarmante en las últimas décadas, y gran parte de la responsabilidad recae en una mala alimentación. Cuando vamos al supermercado y elegimos productos para la cesta de la compra, solemos leer habitualmente en sus etiquetas frases que contienen un montón de “sin”: conservantes, azúcares añadidos, grasas saturadas. También la publicidad suele hacerse eco de ello.

Según la Organización Mundial de la Salud (2022), las dietas poco saludables causan once millones de muertes y 420.000 personas más fallecen por consumir alimentos nocivos. La denominada “Coalición de Acción para las Dietas Saludables”, agrupación compuesta por cinco agencias especializadas, indican que unos 3000 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable y que la mala alimentación está relacionada con seis de los diez principales factores de riesgo para la carga mundial de enfermedades. Es importante que mostremos atención a nuestra alimentación y hacer los cambios que consideremos pertinentes en nuestra dieta diaria modificando nuestros hábitos alimenticios con el deseo de conseguir una mejor calidad de vida.

La producción de alimentos ultraprocesados, que el nutricionista Carlos Ríos, promotor en España del movimiento Realfooding los define como “una preparación industrial comestible elaborada a partir de sustancias de otros alimentos o sintéticas, con diferentes técnicas de procesamiento y cuyo consumo tiene efectos negativos para la salud”, implica el uso intensivo de recursos naturales, como el agua y la energía, contribuyendo así al cambio climático y a la degradación del medio ambiente.

Existe una demanda, de manera creciente, de productos más saludables y ecológicamente más sostenibles. Nuestra alimentación no solo determina nuestro físico, sino también nuestra salud y bienestar en general. Es por eso que, es vital prestar atención a lo que ingerimos y optar por una dieta equilibrada y saludable, que nos proporcione los nutrientes necesarios para que nuestro cuerpo funcione de manera óptima. Una alimentación rica en nutrientes esenciales, como ácidos grasos omega-3 y vitaminas del complejo B basada en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables nos ayudará a mantenernos en un peso saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y nos proveerá de la energía necesaria para desarrollar nuestras actividades diarias y a prevenir y aliviar los síntomas de depresión y ansiedad.

La importancia de una alimentación saludable hemos de destacar que no solo la cantidad de alimentos que consumimos es importante, sino también la calidad de los mismos. Optar por alimentos frescos, sin procesar y de origen natural nos garantiza un aporte adecuado de vitaminas, minerales y antioxidantes, que son fundamentales para nuestra salud. Por otro lado, los alimentos elaborados de forma industrial carecen de estos nutrientes esenciales y, en cambio, contienen aditivos y sustancias químicas que pueden ser perjudiciales para nuestro organismo. En la obra universal de Cervantes, está presente desde el primer capítulo la base de su alimentación: «Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda», (Quijote, Rico, 35, 36).  

En la actualidad, cuando se está debatiendo la necesidad de reducir el consumo de carne en favor de la proteína vegetal, aparece una nueva recomendación: el consumo de los insectos denominado entomofagia. En países de América Latina, África y Asia es una práctica habitual, ya que lo hacen más de 2000 millones de personas. Se están fabricando harinas de insectos comestibles (escarabajos, orugas, hormigas, langostas y grillos) y están resultado ser de gran interés, para la industria alimentaria como fuente saludable de proteínas y grasas. Está previsto que, en Salamanca, se instale la fábrica de insectos mayor del mundo y tendrá como principal producto el gusano de la harina.

En la Unión Europea se han dado pasos para ir introduciendo el consumo de insectos en la dieta de los países del Viejo Continente. La primera aprobación tuvo lugar en 2021 y fue en el caso del gusano de la harina o larva de escarabajo oscuro (Tenebrio molitor larva), como snack o como ingrediente para elaborar otros alimentos. En 2023, se le unen el escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus) y grillo doméstico (Acheta doméstico). Según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) su ingesta podría ayudar a paliar el hambre, si tenemos en cuenta que la población mundial será cerca de diez mil millones de personas en el año 2050. La dietista y tecnóloga de alimentos especializada en insectos, Marta Ros, afirma que “En el futuro consumiremos hamburguesas de insectos”.

Es necesario recordar que, la desnutrición constituye una violación del derecho humano a la alimentación, y continúa generando desigualdades sociales y de salud. La eliminación del hambre y la malnutrición, es uno de los objetivos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, y la eliminación de las causas que determinan esta situación, son objetivos comunes de todas las naciones. Millones de personas merecen un futuro mejor. Tomemos conciencia de ello.

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Dios, fuente de inspiración del Quijote

Fecha de Publicación: 13/10/2023

 

Ilustración de Gloria Moreno Merlo, tomada de la Tesela 30 de José Moreno Berrocal “La Biblia y El Quijote, (Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan)

Krzysztof Sliwa

La Biblia, modelo de estructura organizativa del Quijote; y Catalina de Salazar y Palacios, amor del famoso Manco y su fuente de inspiración humana, forman parte de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra

La Biblia, traducida a 450 lenguas de forma completa y más de 2000 de forma parcial, cuyo autor es el Señor Dios majestuoso y poderoso, es parte de Don Quijote de la Mancha (1605 & 1615), traducido 1.140 veces a unas 190 lenguas y dialectos, de la brillante pluma de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), héroe de la Batalla de Lepanto (1571), ejemplar esclavo en Argel (1575-1580), y permanente leyente de las verdaderas riquezas del Viejo y Nuevo Testamento, para quien Jesucristo fue «Dios y hombre verdadero» (Quijote, II-XXVII), y cuyo deseo se hizo realidad: «a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzca» (Q, III-II).

Don Quijote se compone de 181.104 palabras, de las cuales 22.939 son distintas entre sí, y la infinita sabiduría de la Palabra de Dios dejó huellas en el alma de Miguel, quien amó a Dios y la Biblia, guía de su vida, llamó 3 veces la Biblia en el «Prólogo» de la I parte de Quijote «la Divina Escritura», hizo auténtica gala de sus vastos conocimientos bíblicos a lo largo de sus obras, aludió a 30 personajes bíblicos, trató de 300 referencias a la Biblia, e incluyó un sinfín de alusiones y reminiscencias de la Sagrada Escritura.

La Biblia, el Libro de los libros, cuyo principal autor es Dios, y el Quijote, joya humana de una magnitud incalculable, ambos libros de variadas lecturas, sobre la verdad absoluta y la existencia innegable de Dios, el papel superlativo de Dios en el pensamiento y la vida del ser humano, la comunicación directa e indirecta entre Dios y el hombre, y la trascendencia de la vida divina en el corazón humano, aman a la Humanidad y nos hablan al corazón.

Sin embargo, no es mi meta de comparar la Biblia y el Quijote porque el hombre jamás puede igualarse a Dios, la Biblia es incomparable, inmejorable e insuperable, y Dios lo proclama claramente de esta manera: «Yo soy el primero y el último, fuera de mí, no hay ningún Dios. ¿Quién como yo? Que se levante y hable. Que lo anuncie y argumente contra mí» (Isaías, 44: 7).

Incluso Miguel crítica la comparación entre lo humano y lo divino así: «ni tiene para qué predicar a ninguno, mezclando lo humano con lo divino, que es un género de mezcla de quien no se ha de vestir ningún cristiano entendimiento. Sólo tiene que aprovecharse de la imitación en lo que fuere escribiendo, que cuanto ella fuere más perfecta, tanto mejor será lo que se escribiere» (Q, I- «Prólogo»).

Aun quiero hacer especial hincapié, inter alia, en que el tesoro precioso de la Biblia y el tesoro preciado del Quijote, obras de inestimable valor para la Humanidad, se preocupan por la ética, la moral y la religión en el comportamiento del ser humano, por eso viene aquí como anillo al dedo la frase: ¿dónde está tu tesoro allí está tu corazón?

El pensamiento y las palabras de Cervantes, en todas sus obras, están influenciadas por Dios a través del Espíritu Santo, pese a que algunos “académicos de excelencia” rechazan completamente su conocimiento de la Biblia, pero siguen preguntando sin dar en el blanco: ¿cómo acercarse al Quijote?; ¿qué hacer y por dónde empezar?; ¿cuáles son los consejos para leer el Quijote?; ¿cuál es el reto de leerlo?; ¿por qué es tan difícil comprenderlo?; y ¿cómo leer el Quijote?

La respuesta es muy sencilla-, pero es fundamental dejar de lado todos los mitos, las fantasías, y las hipocresías, es decir, antes de acercarse al Quijote, a las obras de Cervantes, y a las de los genios de la literatura del Siglo de Oro español, hay que leer, primero e ineludiblemente, la Biblia, y seguidamente adquirir el conocimiento sólido del origen de la literatura española hasta la divulgación de la obra cumbre de la literatura mundial el Quijote (1605 & 1615).

Este es el único camino infalible o la única llave de oro a leer y comprender con facilidad a Cervantes, el Quijote, y la mejor literatura en el mundo, que es la literatura española-, ejemplar, majestuosa y superior a todas, en esencial, la del Siglo de Oro-, encabezada por la genial novela del insigne líder de la literatura universal, Miguel, amante de los libros, quien siempre leyó, enseñó y amó la Sagrada Escritura, por excelencia, y con la cual se identificó durante su trayectoria vital en todo momento.

Cervantes conoce por completo el valor de la Biblia, habla de la verdad en la Sagrada Escritura, aconseja leerla: «si… quisiere leer libros de hazañas y de caballerías, lea en la Sacra Escritura el «Libro de los Jueces», y allí hallara verdades grandiosas y hechos tan verdaderos como valientes» (Q, I-XLIX), confiesa que «la Santa Escritura… no puede faltar un átomo en la verdad» (Q, II-I), y eterniza su conocimiento bíblico y la grandeza del amor de Dios en sus obras.

A ciencia cierta, Miguel amó la Biblia, libro de la historia del mundo, de poesía, y de sabiduría, cuyos, sirva de ejemplo: «Salmos», «Proverbios» y el «Cantar de los Cantares» son sublimes, pese a que algunos «académicos de excelencia» dejaron en el tintero su conocimiento de la Sagrada Escritura sin ninguna razón de peso manifestada en las obras maestras del genio de la literatura universal.

Al lado de ello, debo agregara que el benemérito historiador José Luis Abellán García-González afirma que «El Quijote es la Biblia española» (Visiones del Quijote, 130), el meritorio profesor Alfonso Ropero Berzosa escribe que es la «Biblia de la literatura universal, que se ilumina con la Biblia cristiana, de donde Cervantes extrae la idea de justicia y libertad tan humana y tan divina» (El Quijote y la Biblia, 10), el extraordinario historiador Sabino de Diego Romero, Presidente de la Sociedad Cervantina de Esquivias, dice de Catalina, en su magnífica obra: Catalina, fuente de inspiración de Cervantes (Punto Rojo, 2015), por boca de Don Quijote, «porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale» (Catalina…, 242), y el excelente escritor Eduardo Aguirre Romero declara con mayor precisión que «en estos tiempos inciertos, Miguel de Cervantes tiene aún mucha luz que ofrecernos» («Si Cervantes levantara la cabeza», Diario de León, 27-III-2022).

Por lo tanto, surgen las preguntas; ¿debemos leer la Biblia y el Quijote obligatoriamente en las universidades y en las escuelas? ¿Cuáles son las razones de leer dichas obras? La respuesta es sí, ya que la Biblia, sabiduría de Dios, y el Quijote, sabiduría humana, son mis lecturas diarias por la belleza, la cruz, la maravilla, el poder, la sabiduría, la verdad, y las virtudes, entre muchos.

En realidad, el espíritu de ambas obras atraviesa el alma como la espada aguda de dos filos o la espada de Aquiles de Troya, y ambas obras son para el pueblo, hablan del amor y desamor, del bien y del mal, de lo hermoso y de lo noble, se preocupan por la humanidad, penetran nuestros corazones del hombre, y nos enseñan a amarnos unos a otros y convertirnos en mejores personas.

La Biblia, el maravillosísimo libro, puede ser leído todos los días, sólo necesita 11’ 59”, y si la comienza el 1 de enero, la terminará el 31 de diciembre en ese mismo año o le recomiendo escuchar la Biblia publicada por la Universidad de Navarra en formato audiolibro. El Quijote, la Biblia de la Humanidad, puede leer diariamente, sólo necesita 4’ 43”, y si lo empieza el 1 enero, también lo concluirá el 31 de diciembre en este mismo año o puede escucharlo en la Cadena SER.

No se arrepentirá de leer día tras día la gloriosa Biblia y el ingenioso hidalgo don Quijote, siempre descubrirá algo nuevo, se alimentará de la sabiduría de Dios y de la sabiduría del famoso Manco de Lepanto, y se le brindarán infinitos beneficios. ¡Lean cada día la Biblia y Don Quijote de la Mancha!

«Laus in Excelsis Deo»

Salud Mental a Inteligencia Articial

Fecha de Publicación: 11/10/2023

 

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ANTONIO LEAL JIMÉNEZ

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España es el país de la Unión Europea en el que más ansiolíticos, sedantes e hipnóticos se consume. Se trata de sustancias depresoras del Sistema Nervioso que se utilizan para aliviar la ansiedad y/o ayudar a conciliar el sueño, que suelen producir trastornos psicóticos, y que pueden causar dependencia.

La falta de recursos consolida la escasa atención dedicada a temas de Salud Mental (SM), convirtiéndose en el punto más débil del sistema sanitario español donde solo hay seis psicólogos por 100.000 habitantes dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que significa tres veces menos que la media europea. Los expertos advierten que es necesario realizar una inversión importante dentro del SNS, ya que de no hacerlo, en pocos años, llegaremos a ser una sociedad con excesivo consumo de este tipo de fármacos. Señalamos algunos datos que son muy significativos en la actualidad:

– Una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social;

-Un alto porcentaje de las personas con trastorno mental que necesitan tratamiento, no reciben el adecuado; Se estima que a escala mundial, al menos una persona muere cada 40 segundos como resultado de una mala SM. Cada dos horas y media se suicida una persona en España, diez al día y en los 35 pueblos de la Comarca Mancha Centro, lo han hecho 25 personas durante el último año.

-Según Luz de La Mancha, en su campo de actuación, en este área Sanitaria hay unas 24.000 personas afectadas por alguna enfermedad mental, y 4.000 o más cronificados graves y, alegan, que no hay recursos suficientes para atenderlos con la dignidad que se merecen.

-La COVID-19 está pasado factura a nivel emocional y según el Instituto de Estudios Sociales Avanzados del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, una gran parte de los ciudadanos, especialmente jóvenes, está dando muestras de lo que se ha denominado “fatiga pandémica”, término que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido como “desmotivación y el cansancio que siente gran parte de la población ante una pandemia tan prolongada, de tanta gravedad y con tantas restricciones como la que estamos viviendo”.

Es necesario que las distintas administraciones acometan mayores inversiones en recursos tecnológicos y humanos, que aseguren una mayor atención a la SM. En este sentido, la Asociación Luz de la Mancha de personas y familiares con enfermedad mental, viene trabajando desde el año 2005 con verdadero esfuerzo y de manera voluntaria, con el objetivo de ayudar a los enfermos mentales y a sus familiares en el ámbito geográfico de Mancha Centro. Y lo hacen a través de numerosas propuestas para sensibilizar a la población en general, sobre las actitudes y comportamientos hacia las personas afectadas, para tratar de mejorar sus condiciones de vida.

Una prueba de sus numerosas actuaciones es el último proyecto que han presentado para su aprobación por parte de la administración que consiste en: a) Establecer grupos de ayuda mutua, mediante la celebración de reuniones quincenales durante nueve meses, en los que se abordarán temas sobre la concienciación de enfermedad y la defensa de los derechos humanos en SM; b) Charlas de sensibilización en alumnado de la comarca de Alcázar de San Juan, con el objetivo prioritario de dar a conocer los problemas y sensibilizar contra el estigma. c) Charlas dirigidas a población en general en coordinación con los ayuntamientos de la comarca, y d) Diseño y distribución de material divulgativo y Cine fórum.

Hacer frente a los problemas de SM es una tarea difícil, y con el empeoramiento de las estadísticas mundiales sobre los trastornos ocasionados, apreciamos el arduo trabajo que realizan todos y cada uno de los profesionales y personas voluntarias, dedicados a este campo de actuación. Realmente acogemos con beneplácito cada innovación y tecnología que apunta a reducir la prevalencia de depresión, riesgo de suicidio o cualquier otro problema mental. Los alcances logrados por la Inteligencia Artificial (IA) pueden, sin ninguna duda, aplicarse a los trastornos sufridos por las enfermedades mentales de tal manera que pueda contribuir a mejorar el estado del bienestar. El Diccionario de la Real Academia Española define la IA en los siguientes términos: “Disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico” y está ayudando a la medicina a conseguir grandes logros a través de logaritmos que puedan predecir las más diversas enfermedades tanto físicas como mentales.

¿Se podría aprovechar significativamente el avance de la máquina y los algoritmos de aprendizaje profundo en el área de la SM, en enfermedades como la depresión, la esquizofrenia o el trastorno bipolar? Las investigaciones recientes llevadas a cabo en ese campo nos crea magnificas expectativas. En la actualidad la tecnología y la digitalización de la Medicina y las Ciencias de la Salud, están más unidas que nunca y es en particular la IA, una de las tecnologías que más influye en ese tránsito a la nueva medicina gracias a la cual, se está mejorando en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, y también en el desarrollo de nuevos medicamentos para beneficiar la calidad de vida de los pacientes de una manera mucho más eficiente.

Los avances en IA hacen posible que, se construyan máquinas inteligentes y habilitadas para detectar, evaluar y responder a estados emocionales y robots capaces de interrelacionarse con los pacientes, que permiten mejorar la calidad, la accesibilidad y la eficiencia a la toma de decisiones clínicas y en la gestión de la asistencia sanitaria. La aplicación práctica de las tecnologías y técnicas de IA en el comportamiento y el cuidado de la SM, es un área que evoluciona rápidamente y que presenta muchas oportunidades y beneficios.

Cuando se explora sobre los usos de la IA en la atención de la SM, se encuentran algoritmos inteligentes que apoyan a los profesionales en temas como la detección temprana y diagnóstico, con la señalización de los riesgos de suicidio y otros que ayudan a los pacientes a controlar su condición a través de asesoramiento. Una de estas herramientas es la denominada Youper. Se trata de una aplicación que está fabricada sobre técnicas utilizadas en la terapia cognitiva conductual, la terapia de aceptación y compromiso y la atención plena y la meditación, que utiliza IA para ayudar a los usuarios a mejorar su estado de ánimo y patrones de sueño, y a reducir sus síntomas de ansiedad, estrés y depresión. Otra aplicación es la nOCD, que tiene como objetivo ayudar a los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo en cualquier etapa de su vida. Esta aplicación crea potencial para el aprendizaje automático, al recopilar puntos de datos valiosos que ayudan a comprender mejor las condiciones psiquiátricas. También la BioBeats, que tiene como objetivo proporcionar a los usuarios acceso a sus datos de salud en tiempo real. El software toma medidas como la variabilidad del ritmo cardíaco, la función cerebral, el sueño y los niveles de actividad a través de dispositivos inteligentes portátiles. Otras tecnologías de IA pueden promover herramientas de autocuidado para mejorar las vidas de personas.

Los progresos futuros en IA, transformará la atención de la SM en los próximos años. Para optimizar diversos sistemas de máquinas inteligentes en su contexto queda mucha investigación por hacerse ya que, la IA está provocando la aparición de nuevos paradigmas, que no solo serán los conocimientos y habilidades de los profesionales, sino que estas deberán incorporarse a la inteligencia de las máquinas con las que se interactuará.

Evidentemente en la relación terapéutica lleva implícito unas nuevas ilaciones entre el paciente y la tecnología. La IA deberá aportar máquinas que sirvan para el bienestar de las personas, para aliviar su sufrimiento y hacerlo de una manera justa y ética. Aunque los algoritmos puedan validar o invalidar la clasificación de los trastornos psiquiátricos, hay que tener cuidado y pensamos que el último recurso seguirá siendo el clínico y el humano. Las máquinas tendrán un papel muy importante en la vida de los seres humanos, pero también su uso plantea una multitud de problemas éticos.

Los principios orientadores descritos en el Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2017-25, en su eje de actuación número cuatro figura: “Fortalecer los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones sobre salud mental”. Acorde con ello, pudiera ser interesante que desde la Asociación Luz de la Mancha, se planteara como objeto de estudio, temas relacionados con la IA y se desarrollaran actividades en este sentido. A título de ejemplo, sugerimos la realización de un Congreso a nivel Internacional, dirigido a los profesionales de SM, a los sectores líderes de la comunidad, a los agentes políticos, sociales y económicos implicados en la toma de decisiones y a los medios de comunicación, sobre la necesidad de poner en valor el cuidado de la SM, así como de abordarla de un modo riguroso, realista y positivo y que se efectuara para dar respuestas a temas éticos y aspectos legales, dificultades de implantación de la IA en el SNS, aplicaciones en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento etc.

Estamos seguros que sería un gran aporte para la comunidad afectada y para Alcázar de San Juan y toda su comarca. De manera importante significaría posicionarla en la órbita de una ciudad que da continuamente muestras de tener un espíritu con verdadera vocación en temas de sensibilidad social. Su aportación a la innovación e investigación y aplicación de nuevas tecnologías en el ámbito de la SM, contribuiría, aún más, a convertirla en una ciudad referente y ejemplarizante.

Muchas gracias a la Asociación Luz de la Mancha por el magnífico trabajo que están realizando. Ahora, es tiempo de respirar hondo y no dejar de seguir soñando y preguntarse ¿Por qué no intentarlo?

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“La peste”. Sevilla en la época de Cervantes

Fecha de Publicación: 30/09/2023

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Eduardo Alonso Franch

 

La serie

Se inicia en Sevilla, a finales del siglo XVI. Se intenta ocultar la peste. Sevilla es el centro del comercio con América, pero la peste se extiende. Es una sociedad religiosa y supersticiosa, pero el ambiente que se retrata está muy degradado. Se queman los enseres y cuerpos de los apestados. Se ven las murallas de Sevilla, de las que subsiste una parte. La serie es de 2018. La sodomía, el “pecado nefando”, era muy corriente. Se practica una autopsia, lo que estaba prohibido por la Inquisición. Y la prostitución femenina era bastante habitual. Se practicaba en las mancebías. Un personaje (Paco León) habla con un moribundo a través de una máscara de nariz puntiaguda y de color rojo (era lo que usaban los médicos de la época para tratar con los apestados). Mateo, el protagonista, es un antiguo editor de libros prohibidos, que se convierte en investigador de misteriosos crímenes por cuenta de la Inquisición en un principio. Se ven escenas de enfermos alojados en una especie de hospital, pero sin camas ni higiene y sin apenas médicos o enfermeros. La violencia contra las mujeres, sobre todo contra las prostitutas, es una constante. El resumen final de la serie consiste en que, aunque se termine la peste y la gente lo festeje, aquella sigue latente en la ropa, en los muebles, etc. Y de hecho las pestes se repetían a lo largo de la historia, a partir de la Edad Media, en especial en los puertos del Mediterráneo. Hubo un Nicolás Monardes, médico que aparece en la historia. En general, la imagen del médico es la de una persona sacrificada y eficiente. De hecho, el médico salva a Mateo de varias heridas por arma blanca. La Inquisición tenía un gran poder y mandaba ejecutar a los condenados por heterodoxia, sodomía o brujería. El pueblo asistía a los autos de fe enardecido e indignado. Monardes es un médico que sabe filosofía, botánica… Es muy noble y recto, adelantado a su época. La novela El hereje, de Miguel Delibes, sirvió de base para la escena del auto de fe. Se trata de un espectáculo de masas junto a la catedral, de gran realismo y dureza. Se echa la culpa de la peste a los protestantes. Para la filmación, se reconstruyó una parte de la catedral sevillana que hoy día no existe.

Monardes visita apestados, manda enterrar a un muerto y quemar sus pertenencias. Se marca en blanco la puerta de las casas de apestados. Se ve la entrada a Sevilla en barco por el Guadalquivir. Abundan los genoveses y las murallas rodean la ciudad. Se observa una de las puertas de entrada a la ciudad. Aparece un palacio que podría ser la Casa de Pilatos. Las moscas lo impregnan todo. A los apestados les dejaban la comida desde el techo. Se ven las casas adosadas a la muralla de gente humilde. En la cárcel hay hasta prostitutas. Se juega a los naipes. Hay también niños y padres que salen a trabajar. Se escuchan chillidos de ratas. Los niños hacen encerronas y roban. La peste prende en las chabolas. Los nobles iban en carruajes tirados por caballos y cubiertos. Desde el Arrabal no se puede llevar nada a la ciudad. Se escucha el zumbido de los mosquitos. Mateo fue condenado en ausencia por la Inquisición. Se le consideraba un hereje. A los muertos les sacaban de noche para no alarmar. Las ratas corren por las calles estrechas. Mateo encarga una autopsia a Monardes. La mancebía era legal. La llevan la Iglesia y el Cabildo. El Cabildo debate el tema de la peste. El tinte era una actividad importante. A la industria se dedica una pintora viuda que hace retratos, pero no los solía firmar como si fuesen de un hombre. Había muchos mendigos, pero también pícaros. Llegaban muchos de los pueblos. Mateo se encuentra con la pintora, Teresa Pinelo, que firma con el nombre de su padre. Zúñiga (Paco León) es homosexual en la serie.

Alberto Rodríguez es director y cocreador de la serie. Y Rafael Cobos, cocreador y guionista. Paco Léon es Luis de Zúñiga, amigo de Mateo. En la novela ejemplar de Cervantes Rinconete y Cortadillo, ambos van a Sevilla para embarcar hacia América. El director reconoce como inspiración la “trilogía de la vida” de Pasolini. Se utilizó hasta fruta podrida para ensuciar el suelo. Se intenta plasmar la vida de la calle. Las chabolas en donde se inició la peste y el puerto se hicieron en Coria. El Arrabal era la zona más pobre de Sevilla, que estaba junto al río. Se construyeron 44 cabañas o chabolas. Hay efectos digitales para recrear paisajes de la época. El maltrato infantil era corriente. Celso de Guevara (Manolo Solo) es culto y literato, como Mateo. Este es deductivo y tiene un sentido del honor muy estricto, lo que le lleva a ser brutal a veces. Zúñiga es un chico de la calle que ha prosperado, homosexual y católico. Trata de manejar la ciudad.  El Cabildo y la Iglesia eran los dos grandes poderes. La sala del Ayuntamiento se conservó intacta. La mancebía estaba bastante reglamentada: debían ser mujeres mayores de 12 años, de fuera de la ciudad y no vírgenes. Teresa (Patricia López Arnaiz) es viuda y tiene una fábrica heredada. Se producía el añil, un tinte que se difundió en Europa. Había un examen para mendigar. La religión estaba muy presente en la época. Mateo vuelve tras huir de Sevilla cinco años atrás. Mateo fue impresor y cree que han seguido usando su imprenta. Teresa Larrea era esposa de Germán, el amigo de Mateo. Para ver si una persona estaba sana, se examinaba el cuello y las axilas. A las putas que ejercían fuera de la mancebía se las encarcelaba. Un cirujano las revisaba. El soborno era habitual. Se utilizaron los Reales Alcázares como escenario. El plomo envenena a un impresor, que tose. Sevilla aparece amurallada y fortificada con torres. El hambre y la peste se enseñorean de la ciudad. Las calles eran estrechas, llenas de suciedad, medievales. Se llevaba a los muertos en carros para enterrarlos en fosas comunes en las afueras. Los esclavos se subastaban en las gradas de la catedral. Se ve un hospital de la época, sin personal ni espacio.

El director cree que Mateo es un depresivo, en lenguaje de nuestra época. La peste provocaba una sensación de quemazón interna. Tenían picores y sed terribles. Salían bubones sobre la piel de los enfermos. En Sevilla había muchos negros (una de cada diez personas). Se rodó en los Alcázares y la Casa de Pilatos, tal y como eran en la época. Y también en Carmona, Alcalá, Palacio de Solís, Santiponce… La música es dramática y repetitiva, con cierto suspense. La recreación fue difícil, porque de la época quedan la catedral, los Alcázares y poco más. El castillo de Trujillo se parecía al de San Jorge y se utilizó como base. Mateo fue militar en Flandes. Los bubones se hicieron de silicona. La peluquería se basó en pintura de la época. Mateo es frío, rudo, atractivo. Los pobres comían alimentos en mal estado. La peste tenía que ver con las ratas, que se mueren por el frío. La Inquisición detiene a Zúñiga, entre otros personajes. Se hace un auto de fe contra los sodomitas junto a la catedral. Se da por terminada la peste en Sevilla. Y los protestantes son castigados también. A Zúñiga, como a los demás reos, le condenan a la hoguera. Se trata de una narración de aventuras, a la manera de la novela gótica, llena de giros de guion. Monardes cree que volverá la peste, aletargada hasta que reviva. El Inquisidor General de la Corona de Castilla es Celso (Manolo Solo). Teresa es una noble de la época. Nicolás Monardes es un personaje histórico, existió realmente. El director menciona Rinconete y Cortadillo al llegar a Sevilla. El puerto es lo que más costó reconstruir. Era fundamental la reconstrucción de la vida cotidiana y para ello se utilizó la pintura de Murillo, Goya, El Bosco, Brueghel…Entre las obras del director está La isla mínima, ambientada en el siglo XX. Caravaggio era otra referencia pictórica básica. Es un “thriller”, según el director, pero también un espejo o cuadro de la Sevilla de la época. La secuencia de los túneles se rodó de noche en el anfiteatro de Itálica. Hubo que reconstruirlo tal como era en el siglo XVI. Teresa termina firmando sus cuadros y haciéndose rica con ellos. El rodaje duró cinco meses. Y la escritura del guion llevó años. Los autos de fe, en realidad, se hacían en la Plaza de San Francisco. Eran muy caros, por lo que se suprimieron.

“La mano de la Garduña” es la segunda temporada de La peste. Comienza en Sevilla, a fines del siglo XVI. Las prostitutas son perseguidas y tratan de escapar. Algunas estaban infectadas. Se difunde la sífilis. Las casas se quedan vacías por la peste. Las putas se van de la ciudad, son ilegales. La obra se fecha en 2019. Mateo vuelve a Sevilla desde América. Hay una biblioteca privada con libros de Erasmo y Garcilaso. Es el reinado de Felipe II. Arias Dávila, asistente real, es de Valladolid y viene de Flandes. Barbero y cirujano eran la misma profesión, diferente a la de médico. La sífilis era mortal. Si sobrevivían, las secuelas eran terribles. La gente estaba marcada por cortes. La Casa de Pilatos es la de Teresa. El imperio está en su apogeo y Sevilla pasa el momento más importante de su historia. Pero la corrupción abarca y lo controla todo. Pontecorvo es el nuevo alcalde de Sevilla. El láudano era la droga de la época.

Teresa y Valerio, hijo natural de su marido, rescatan prostitutas y las esconden. Un nuevo asistente llega a Sevilla. Descubren en un barco a varias putas, asesinadas por la Garduña. Y el conde Pontecorvo (en la realidad, Puñonrostro) desea acabar con ella. Teresa utiliza la casa del padre León para la huida de putas al Nuevo Mundo. El padre León lleva barba y es joven. Viste hábito negro. La ciudad ha superado la peste y está en su apogeo. La corrupción y la economía sumergida predominan. La serie está próxima al cine de aventuras, de acción. Mateo recuerda a Yuri Zhivago en la Tierra del Fuego, pero esta se rodó en plató y con efectos especiales. Otra parte se rodó en Almería. Pontecorvo se basa en Puñonrostro, un personaje real. La garduña es un animal que caza de noche. El asistente asume plenos poderes y recluta a su guardia entre los condenados a muerte. Se les nombra alguaciles. La sífilis era frecuente. La gente estaba marcada con frecuencia. Un convento abandonado se convierte en lugar de acogida de las prostitutas que quieren huir. El túnel se crea en Isla Mágica dentro de otro mayor. Fueron cuatro meses de rodaje. David Ulloa figura como director.

Historia de las epidemias en España

La peste seguía con rapidez y facilidad los itinerarios de los intercambios humanos. La habitación, las condiciones sociales e higiénicas, el ambiente de vida o de trabajo eran factores que se conjugaban para remarcar una mortalidad social y profesionalmente diferenciada en tiempo de contagio. Los hogares de los más pobres siempre crearon un contexto muy favorable a la difusión de la peste. Las epidemias de peste eran un azote desastroso. En las ciudades su propagación era muy rápida. Entre los siglos XIV y XVII la peste reapareció casi en cada generación de españoles. Las malas cosechas precedían en muchas ocasiones a la llegada de la peste. Pero fue la peste la que continuó en su posición de destacada protagonista en la segunda mitad del siglo XVI. Para Castilla, la peste de 1596 – 1602 fue la más grave, que inició su lento pero inexorable declive. Corrían malos tiempos para los españoles al declinar el siglo XVI. Andalucía, al menos desde la década de 1560, dejó de ser autosuficiente y pasó a depender de forma crónica de la importación de cereales extranjeros. Las ciudades andaluzas fueron asaltadas en 1599, probablemente como consecuencia del tráfico marítimo con el norte de Europa. En 1602, la peste empezó a retroceder. Sevilla, la ciudad más poblada de toda España por aquel entonces, perdió más de 60.000 habitantes, el 40% de su población. Sobre los puertos andaluces se cernía una epidemia tras otra. La nutrición o desnutrición influía también en el porcentaje de personas contagiadas que eran capaces de sobrevivir a las epidemias. En España, durante las epidemias del siglo XVI, para evitar la propagación de la infección se practicaban la cuarentena y el cordón sanitario, se quemaba la ropa de cama de los enfermos o los difuntos, se establecían hospitales extramuros y los enterramientos se efectuaban en fosas comunes fuera de la ciudad. Valladolid presentaba en el siglo XVI similares deficiencias higiénicas. El agua del río no llegaba a Sevilla en buenas condiciones. Los enterramientos en las iglesias habían alcanzado en España gran arraigo y era difícil sustraerlos de la mentalidad colectiva. Pero esta adecuación se rompía en el momento en que estallaba una grave epidemia pestilencial, elevándose de manera brutal el número de víctimas. En tales casos lo que se hacía era abrir en los lugares extramuros grandes fosas comunes y anónimas, los populares “carneros”, donde se depositaban los cuerpos de los fallecidos que se habían ido recogiendo y transportado hasta allí en andas o, más frecuentemente, en carretas. Se tenían que abrir varias de ellas si las circunstancias así lo requerían y se enterraban los cadáveres con cal. Especialmente, a raíz de las intensas epidemias de peste bubónica que se dieron en Sevilla desde mediados del siglo XV en adelante se hizo imprescindible la apertura de estos “carneros”, que se localizaron en distintos lugares del casco urbano, aunque en las cercanías para facilitar así el traslado de los muertos. Los cadáveres debían ser enterrados fuera del casco urbano, aunque en las cercanías para facilitar así el traslado de los muertos. Los cadáveres debían ser enterrados con suficiente profundidad. Por lo que se refiere al tratamiento clásico de la peste, tres elementos constituían la base de toda acción terapéutica ortodoxa:  la práctica de la cirugía, la cauterización de los bubones y la administración de diferentes fármacos apreciados por sus diferentes propiedades para enfrentarse a la peste. Sobre los bubones y ganglios se administraban métodos terapéuticos que iban desde la simple aplicación tópica y local de diferentes ungüentos al cauterio. El fuego fue el cáustico más empleado. Fue la producción de fármacos la que mayor importancia adquirió. En las ciudades castellanas las juntas locales estuvieron formadas por diversos sectores municipales, al frente de los cuales figuraba el corregidor real, pudiendo ser coordinadas o asesoradas por algunos especialistas de la medicina, tal y como testimonia el caso de Valladolid durante el contagio de 1599. Algo similar ocurría en Sevilla. Al conocerse la existencia de un enfermo en una casa, se procedía al sellado de la misma. En la puerta se solía pintar un distintivo que advirtiera a los vecinos. En ocasiones, era todo un barrio – casi siempre en el más pobre solía iniciarse el contagio – el que se cerraba para evitar el deambular de sus vecinos y contener el mal. Al margen de la pérdida de vidas humanas, la peste produjo un auténtico descalabro económico. La peste, por ser la primera, fue el mal por excelencia de entre todas las epidemias de nuestra historia. En Sevilla existen informes que hablan de cadáveres arrastrados fuera de sus casas en secreto durante la noche y abandonados en la calle o en el pórtico de una iglesia, con sus pertenencias esparcidas entre ellos, sin esperar a los carros municipales[1].

Sevilla en su historia

La expansión de la ciudad se produjo hacia el río. Sevilla era en época romana una ciudad con murallas. La ciudad soportó hambres y epidemias. La ciudad creció de forma lenta pero progresiva. A comienzos del siglo XV se comenzó a construir la actual catedral gótica. La comunidad judía, existente en Sevilla desde época visigoda, estaba dedicada al comercio, la artesanía y la medicina. El contraste entre culturas simbolizaba una nueva etapa en la historia de la ciudad. En el siglo XV, la ciudad perdió efectivos por epidemias y hambrunas. Respecto a la población extranjera, Sevilla conoció importantes asentamientos de francos y de genoveses. La red de alcantarillado era la heredada de los almohades, a todas luces insuficiente. Esto provocaba continuas inundaciones y que estas zonas fueran auténticos caldos de cultivo de enfermedades infecciosas. Extramuros se solían verter todas las basuras, provocando que junto a las murallas se formaran colinas artificiales que eran un verdadero cinturón de inmundicias y un nuevo foco de enfermedades. En la estructura del viario predominaban las calles estrechas. La plaza más importante es la de San Francisco, lugar donde se celebraban todos los actos públicos. Las casas eran en general muy modestas, construidas en ladrillo o tapial; muy pocas veces en piedra. Eran de poca altura, con pocas ventanas a la calle. La nueva catedral sevillana tardaría más de un siglo en construirse. Sevilla adquirió el rango de gran ciudad. El monopolio del comercio con las Indias convirtió a la ciudad en uno de los centros comerciales del viejo continente. Fue una población que sufrió un siglo XVI cargado de catástrofes: epidemias de peste en 1506, 1510, 1557, 1565 y 1581. La Iglesia sevillana era muy poderosa económicamente. Varias fueron las minorías étnicas que convivieron en la ciudad. El mendigo entró a formar parte de un submundo de la ciudad donde se mezclaban prostitutas, ladrones, embaucadores, farsantes y toda una serie de personajes de mal vivir que definieron la figura literaria del pícaro español. Como ciudad de tránsito, la Sevilla del XVI fue un centro de la esclavitud de la época. Junto a Lisboa, era la ciudad europea con más esclavos. A mediados del siglo XVI había unos 6.000 esclavos, cuya subasta se solía realizar en las gradas de la catedral. En este siglo, la muralla perdió gran parte de su finalidad defensiva, por lo que se adosaron a sus muros numerosas construcciones y se elevaron a su alrededor auténticos muros de desperdicios y basuras. En la estructura urbana, el río fue la auténtica columna vertebral. La zona portuaria se situó entre la Puerta de Triana y la Torre del Oro. En el lugar estaba situado el Compás de la Mancebía (zona de prostitución). Si algo caracterizaba las calles de Sevilla en el XVI era la suciedad. A la calle se arrojaban los desperdicios, las aguas sucias, etc. Un objetivo asociado fue la desecación de las lagunas interiores de la ciudad, que actuaban como focos de numerosas infecciones. La plaza más representativa era la de San Francisco, auténtico escenario cívico de la ciudad. La presencia en este lugar del nuevo Ayuntamiento, de la Audiencia, del convento de San Francisco y de la Cárcel Real le otorgó al lugar el rango de verdadera plaza mayor.  Las casas no eran muy elevadas, de dos plantas como mucho, debido a la estrechez de las calles. El Consejo era el máximo órgano municipal. La existencia del asistente, enviado real, que servía de intermediario entre el monarca y el Consejo, supuso un mayor control del gobierno municipal por parte de la realeza. La mayoría de los cargos estaban controlados por la nobleza. El cargo de asistente era el más importante de la ciudad. Su mandato duraba tres años. El Consejo lo formaban los Caballeros 24. Eran nobles, nacidos en Sevilla y vecinos de la ciudad. Fue un período de gran fervor religioso. La Iglesia se convirtió durante el siglo XVI en una poderosa institución que acaparó riquezas materiales y una gran influencia institucional, con mecanismos de control tan poderosos como el tribunal de la Inquisición. Sevilla fue sede del primer tribunal permanente de la Inquisición. El tribunal se ocupaba de herejes, bígamos, blasfemos, usureros, sodomitas, hechiceros, clérigos reos de delitos sexuales…  Los herejes solo caían en poder de la Inquisición si estaban bautizados. Los primeros años fueron los más activos. Los juicios o autos de fe se celebraban tanto en la Plaza de San Francisco como en las gradas de la catedral, mientras que se quemaba a los reos en el campo de Tablada o en el Prado de San Sebastián. La mayoría de los condenados eran conversos acusados de judaizantes. A partir de la segunda mitad del siglo la XVI, con la mayor llegada de extranjeros, aumentaron los condenados acusados de practicar la herejía protestante. En el XVII, cuando España entró en crisis, Sevilla se vio incluso más afectada que Madrid. Era una ciudad que luchaba contra sus primeras epidemias (1600 – 1601) y con Miguel de Cervantes preso en la Cárcel Real. Sevilla fue la urbe de los excesos. Sevilla perdía población, tendencia que se agravó de forma definitiva con la peste de 1649, la más terrible epidemia que sufrió la ciudad en toda su historia. Murió casi la mitad de la población. En el año 1591, Sevilla tendría unos 140.000 habitantes, la cuarta ciudad más poblada de Europa tras Londres, París y Nápoles. A partir de esta fecha, el crecimiento de la población se estancó y desde comienzos del XVII se inició el declive. La mayor incidencia tiene lugar en 1649, con la gran epidemia de peste. El número aproximado de víctimas fue de 60.000 personas. En el siglo XVII aumentó el interés por reprimir los delitos contra la moralidad, poniéndose trabas a la mancebía, repartiéndose la prostitución por toda la ciudad. Sin embargo, la prostitución continuó, quizás de forma más peligrosa al no estar controlada. Práctica muy perseguida fue la sodomía, castigada con pena de muerte. En el siglo XVII Sevilla seguía teniendo gran cantidad de esclavos, al menos en la primera mitad del siglo. En España, estas personas eran usadas más bien como personal de servicio cuya posesión daba cierto prestigio social. Todas las ejecuciones eran públicas para que sirvieran de ejemplo a la población. Fue la gran época de la escultura y pintura sevillanas. La pervivencia de la muerte provocó que el crecimiento estructural de la ciudad se manifestara en los arrabales, especialmente el de Triana[2].

La sociedad sevillana en el siglo XVI

Sevilla proporcionó un refugio a los asimilados y desclasados, y un favorable ambiente para el enriquecimiento y la ascensión social de los conversos y plebeyos. Un grupo de familias aristocráticas de comerciantes de ascendencia plebeya y conversa llegó a dominar el comercio transatlántico, así como la vida política, religiosa y cultural de Sevilla en este período. Sirvientes y esclavos eran especialmente numerosos en Sevilla. Las enfermedades epidémicas fueron especialmente virulentas durante las dos primeras décadas del siglo. En 1524, la ciudad fue asolada por otra pestilencia, que los contemporáneos consideraron como el más grande contagio nunca visto. El gran ascenso de la población sevillana empezó en 1540 y llegó a la cumbre en la década de 1580. Tras la peste de 1599 – 1601 empezó un lento pero regular declive. Las clases más ricas seguían viviendo en la tradicional parte sur. Cervantes acertó cuando dijo que Sevilla era “amparo de pobres y refugio de desechados”. Se daba también un continuo flujo de campesinos sin tierra desde los campos a Sevilla. Estos campesinos componían las hordas de mendigos y desocupados que vagaban por las calles en busca de comida y que, con frecuencia, no se podían distinguir de los abundantes elementos criminales. Aunque el apiñamiento, la suciedad y la escasez alimenticia motivaban los altos índices de mortalidad y se convertían en catastróficos en las epidemias, la fertilidad parece haber sido alta. Las mismas condiciones de apiñamiento de la vida ciudadana parecen haber alentado una mayor frecuencia de matrimonios y un aumento de la ilegitimidad. El punto esencial parece haber sido la peste de 1599 – 1601. En el siglo XVI, la sociedad sevillana sufrió una profunda transformación. Los comerciantes ennoblecidos, o la nueva nobleza, ocuparon su lugar al lado de la vieja nobleza y, mediante el matrimonio y los vínculos de intereses, ambos grupos se fusionaron para formar, a finales de siglo, una clase social compacta: la nueva élite gobernante de la ciudad. A finales del siglo XV, gran parte de la riqueza de los magnates fue a parar a la construcción de magníficos palacios. Una de las más destacadas de estas residencias ducales fue la Casa de Pilatos. Además de dedicarse a trabajos intelectuales y a ejercer el mecenazgo cultural, los magnates sevillanos participaban activamente en la política municipal. Juan de Jáuregui y Aguilar (1583 – 1641) nació en Sevilla y estudió en Roma en su juventud. Alrededor de 1610 volvió a España con reputación de pintor y de poeta. Era amigo de Cervantes, cuyo retrato pintó. Los eclesiásticos conversos formaron una parte importante de la Iglesia sevillana en el siglo XVI. También había algunos extranjeros españolizados: genoveses, flamencos y napolitanos. El colegio jesuita de San Hermenegildo fue probablemente la mayor escuela de su tipo en España durante el siglo XVI. Era también el más prestigioso de Sevilla y en él se encontraban los hijos de la nobleza y de los comerciantes ricos que describe Cervantes en El coloquio de los perros. Otra orden religiosa que atraía a muchos comerciantes era la de los jerónimos, también debido principalmente a su orientación intelectual. No es sorprendente que el monasterio de San Isidoro del Campo de jerónimos se convirtiera en un refugio de cristianos nuevos y que en el siglo XVI fuera el centro clandestino del protestantismo en Sevilla. Aparte del clero, la clase de profesionales de Sevilla estaba formada por hombres de leyes, médicos y notarios. Muchos de los profesionales eran de origen converso. Esto es especialmente cierto en la medicina. Los médicos eran más numerosos en Sevilla que en cualquier otra ciudad de España. El Ayuntamiento también empleaba un experto en medicina en la cárcel de la ciudad y a otro en la mancebía pública oficialmente permitida, para cuidar de la salud de las mujeres de este lugar. En los tiempos de peste, se suponía que los médicos debían trabajar juntamente con las autoridades municipales. La ley municipal les exigía permanecer en su ciudad cuidando a los afectados en los hospitales dedicados a los enfermos de la peste y sus casas particulares. Les pagaban por sus servicios, pero la generosidad del Ayuntamiento apenas compensaba de los peligros que corrían. La frecuencia de las enfermedades epidémicas en el siglo XVI hacía que la profesión fuera muy azarosa. Los médicos, con frecuencia, morían prematuramente durante estas epidemias. Además de cuidar a los apestados, los médicos asesoraban al municipio en lo concerniente a las medidas de prevención contra la extensión de la enfermedad y para disminuir su impacto. Entre las medidas colectivas que aconsejaron se contaba limpiar todas las calles y lugares públicos, el embargo de mercancías y personas procedentes de las zonas infectadas por la peste, el aislamiento de todos los afectados en hospitales especialmente designados, la destrucción de la ropa de las víctimas de la enfermedad y la quema de plantas aromáticas en varias partes de la ciudad para purificar el aire. Las personas podían contener la infección mediante una combinación de dietas especiales, pomadas y “emanaciones”. Los médicos tenían poco prestigio social y eran, a menudo, objeto de la crítica popular. Incluso Mateo Alemán y Cervantes usaron duras palabras contra ellos. En El Quijote, Cervantes trazó una de las mejores caricaturas de un médico del siglo XVI. Médicos como el doctor Monardes representaban la élite de su profesión. Poseían títulos universitarios y ejercían sobre todo entre las clases más ricas. Los mercaderes estaban continuamente tratando de escalar para formar parte de la nobleza. Los hijos de los mercaderes en el Coloquio de los perros asistían a la prestigiosa academia jesuita de San Hermenegildo. Varios hospitales y asilos, abundantes en Sevilla, acogían huérfanos, ancianos y enfermos pobres. Los trabajadores formaban la mayor parte de la población sevillana en el siglo XVI. La naturaleza aristocrática de la sociedad española y la ignominiosa posición social de las clases trabajadoras se vio muy claramente en la literatura de la época. Cuando se menciona a los trabajadores en las novelas contemporáneas, es normalmente en forma desdeñosa y satírica. El fracaso de las cosechas producía una desastrosa escasez de alimentos en las ciudades, Era raro el año en que no hubiera una escasez grave de trigo en Sevilla. La situación se hizo más crítica con el crecimiento demográfico de la ciudad en el curso del siglo XVI. Las calles de la ciudad estaban repletas de mendigos, vagabundos y desocupados. Mendigar, robar y dedicarse a la prostitución eran sus únicos medios de ganarse la vida. Los criados de los ricos y de los nobles compartían el prestigio de sus amos. El porcentaje de nacimientos en aquel período era elevado, pero la expectativa de vida baja. La peste de 1599 – 1601 debió atacar a los moriscos con gran furia, debido a las condiciones de apiñamiento e insalubridad en que vivían. Esta epidemia hizo estragos, sobre todo, en Triana y varios otros distritos en donde se aglomeraban. La expulsión, que llegó diez años después de la gran peste de 1599 – 1601, aceleró la crisis demográfica con que se enfrentaba la ciudad en aquellos momentos. En el siglo XVI, los esclavos negros, moros y moriscos componían una parte importante de la población de Sevilla. En general, había más esclavas que esclavos. Sevilla en el siglo XVI tenía la mayor comunidad de esclavos en España. La mayor parte de los esclavos en Sevilla parecen haber sido negros. Vagabundos, mendigos, pícaros, rufianes, prostitutas y ladrones fueron abundantes en la Sevilla del siglo XVI, donde representan un grupo organizado con su lenguaje propio (germanía) y un amplio número de métodos y tradiciones bien definidos. Con una gran población y un Ayuntamiento excesivamente blando y corrompido, la ciudad estaba llena de toda clase de elementos indeseables. La jerga de los ladrones era usada a través de toda la ciudad, y todo el mundo iba armado para protegerse. Cervantes y otros escritores del Siglo de Oro describieron en vívidos tonos las pintorescas individualidades que ocupaban los lugares más bajos de la sociedad sevillana de la época. Además de los vagabundos y mendigos, Sevilla tenía una clase de criminales profesionales que eran más numerosos que en ninguna otra ciudad de España en aquel tiempo. Los más típicos representantes de este grupo eran los rufianes o matones, de los cuales los más bajos eran malhechores a sueldo y asesinos profesionales. Su principal actividad consistía en infligir castigos mediante pago. Los rufianes también actuaban como alcahuetes y vivían de los ingresos de las prostitutas. Los matones sevillanos eran muy conocidos por su valor y arrogancia. A pesar de su notoriedad y bravura, los rufianes representaban en el centro solitario un pequeño grupo dentro de las filas del hampa, porque la mayoría de los criminales de Sevilla eran ladrones. Tanto ladrones como rufianes pertenecían a las llamadas cofradías de ladrones, una de las cuales, presidida por Monipodio, fue vívidamente descrita por Cervantes en Rinconete y Cortadillo. Se dividía todo botín. Los ladrones y matones tenían varios lugares de reunión en el centro de la ciudad. Como los santuarios, la cárcel de la ciudad servía como refugio para criminales y base para sus operaciones. La cárcel real de Sevilla era famosa en toda España por su gran número de presos y la variedad de sus crímenes. Se jugaba desde la mañana hasta la noche; eran corrientes entre los internados peleas, cuchilladas y robos. El Arenal era casi un auténtico barrio criminal. Allí estaba la mancebía sevillana, el Compás, que dio su nombre al barrio entero. El número de mujeres casadas es sorprendente. Algunas mujeres ejercían veinte o más años. La administración del reformador conde de Puñonrostro (1597 – 1599) ilustra ampliamente sobre las limitaciones del sistema. Con la marcha del conde de Puñonrostro volvió el estado normal de desorden y confusión[3].

La aportación científica que se atribuía a Nicolás Monardes (1508? – 1588) era haber sido el primer médico europeo en demostrar la utilidad de algunos remedios medicinales de origen vegetal provenientes de América. Monardes fue sobre todo y ante todo un médico de Sevilla. Nació en Sevilla y en esa ciudad ejerció la medicina durante más de medio siglo, desde 1533 hasta la fecha de su muerte, en 1588. En su práctica médica, igual se contemplaba la experimentación de la acción de los medicamentos que trataba de estudiar como la inspección de epidemias a cargo del municipio. Su trabajo consistía en la atención de presos inquisitoriales, igual que a familias poderosas del mundo político, religioso o cultural de Sevilla. El guayaco era un maravilloso árbol procedente de la isla Española, cuya madera permitía elaborar un agua medicinal que curaba a los afectados por el terrible mal de las bubas. En 1586 hizo un informe por encargo de las autoridades sobre la peste que asolaba la ciudad[4].

    Francisco de Castro se ocupaba especialmente de aquellas pobres mujeres y las curaba de sus llagas porque eran un gran cirujano. Son también la causa de que mucha gente del campo anduviese llena de bubas y los hospitales repletos de llagados. En las casas públicas tenía que visitarlas cada semana el cirujano y comprobar que estaban sanas, y si no las echaban de allí. La cárcel de Sevilla era grande en todo, no solo por la especialidad del lugar y por la cantidad de presos, sino también por la calidad de los apresados, tanto por ser normalmente sus delitos de marca mayor, como por abundar los presos muy nobles de grandes linajes[5].

El sexo en la España de la época

La hermosura como obligada compañera del amor es una constante en Cervantes, con la excepción de Isabela. Pero Isabela va cambiando. El amor despreciado puede llevar al odio por la persona antes deseada. Las bodas, en general, se arreglaban entre los padres de los futuros contrayentes. El matrimonio desigual en cuanto a la edad tenía sus peligros de engaño marital, como demostró la historia de El celoso extremeño. La gente del Siglo de Oro moría joven, pero también empezaba su vida bien temprano. Catorce años tenía Isabela, protagonista de La española inglesa. Quince Constanza en La ilustre fregona. Pero tener más de treinta años significaba en las mujeres del Siglo de Oro decir adiós al amor. Del desgaste natural de un matrimonio al cabo de los años contó Cervantes en su entremés El juez de los divorcios. Existía la homosexualidad masculina, por perseguida que estuviese. El castigo era la muerte. En general, se trataba de gente de alta sociedad[6].

El mismo Cervantes describe como nadie las malas consecuencias que trazan los enlaces de las jovencitas con los viejos achacosos. La atonía y grisura en la vida sexual dentro del matrimonio debía ser lo imperante. Entre los nobles era muy común que tuvieran una manceba, aunque estuvieran casados. En ocasiones, los hijos bastardos se criaban en su propia casa con los legítimos. La mancha en el honor únicamente se lavaba con sangre. La sociedad española del Siglo de Oro era extremadamente homófoba. Eran las mancebías de titularidad pública, y la Administración solía asignarlas, mediante arriendo, a algún hombre principal, que generalmente ponía en su custodia a un individuo de su confianza, que según sexo era denominado padre o madre, como se observa en la obra cervantina. El padre, o la madre, tenía pleno poder sobre las rameras y se encargaba de su manutención. La mancebía, llamada del Compás de La Laguna, estaba situada cerca del puerto, en la zona baja de la ciudad. Lindaba este barrio de placeres con la antigua muralla, donde un postigo daba paso al célebre Arenal, y por otro lado con las casas de vecinos de la ciudad. Esta mancebía tenía la particularidad de estar formada por muchas covachuelas o tabucos, denominados boticas. Hubo varios intentos de erradicar la prostitución de este barrio, alguno muy serio encabezado por el jesuita padre León, cuya orden abogaba por la supresión de las mancebías. Todo estaba bajo el control de la alcahueta, que actuaba como director de la casa de citas. La enfermedad más temida era la sífilis, o mal francés[7].

Otra consecuencia del libertinaje era la abundancia de enfermedades venéreas. La relajación conyugal era más frecuente por parte de la mujer en los matrimonios de actores. Las rameras gustaban de habitar preferentemente en poblaciones que tuvieran universidad o puerto, pues allí era más numerosa y fácil su parroquia. El Compás de Sevilla ocupaba un lugar bajo, donde se estancaban las aguas de lluvia, por lo que se llamó a tal sitio Compás de la Laguna, nombre que llevó la principal vía construida en su recinto. Por un lado, lindaba con la antigua muralla, donde un postigo daba al célebre Arenal. Parece que bajo Felipe IV llegó a cerrarse la famosa mancebía sevillana. Al prohibirse los burdeles públicos, surgieron los clandestinos, con riesgos mayores[8].

Miguel de Cervantes, en Sevilla

La Sevilla que va de 1564 a 1600 o 1601 es la que, al parecer, conoció en estancias sucesivas Cervantes. Cervantes residió en Sevilla de mozo y ya de cuarentón, y años después, con algunos intervalos, entre 1585 y 1600 o 1601. La ciudad por donde anduvo o pudo andar Cervantes remite prácticamente a todo el largo reinado de Felipe II. Este coincide también con el ascenso espectacular de Sevilla a la cumbre de su pujanza social y económica. En 1599 se declaró una de las periódicas experiencias de peste que tan rigurosamente se ensañaron con Sevilla y que también produjo numerosas víctimas. Transitar por la mayoría de las calles sevillanas a pie suponía, aparte de la repugnancia de ir chapoteando entre desperdicios fermentados, un riesgo evidente, pues no es nada raro toparse con malhechores de la “infame academia”, como también llamó Cervantes a los discípulos de Monipodio. El carruaje o caballería era el modo de transporte usual en los grupos sociales de algún relieve. Aparte del Arenal, había otros distintos núcleos urbanos de máxima afluencia de público. En primer lugar, las gradas. No en vano, Cervantes eligió este lugar como uno de los escenarios más idóneos para centrar sus magistrales exploraciones en la vida y milagros del hampa sevillana. La capital hispalense era el centro de la región más poblada de la península. Junto a ese magistral cronista literario de la realidad social sevillana que fue Cervantes, la casi totalidad de las novelas picarescas abundan en citas y reflexiones en torno al puerto fluvial de Sevilla. Sevilla pasa a ser entonces la ciudad más cara de España. La marginación, la esclavitud, la delincuencia, la mendicidad proliferan en Sevilla. Entre 1599 y 1602 la peste, importada al parecer por la tripulación de un navío que venía de Portugal, marca el primer síntoma declinante de la población. Hubo casos de heroísmo por parte de algunos médicos y frailes. La importancia de la nobleza sevillana en el gobierno de la ciudad fue evidente. Hubo médicos y botánicos muy acreditados que incluso dejaron obras científicas o misceláneas de muy considerable interés. Los autos de fe se celebraban preferentemente en la plaza de San Francisco. A los relajados, una vez transferidos al brazo secular, los transportaban al quemadero de Tablada, un paraje aledaño al Arenal. El rastro que dejó la ciudad en la vida y la obra de Cervantes fue intenso. En El celoso extremeño y en Rinconete y Cortadillo se establecen valiosas y abundantes informaciones de primera mano sobre la vida sevillana, en especial del hampa. Tan distintas y veraces experiencias se perfilaban a partir de 1585, cuando ya aparece suficientemente atestiguada la presencia de Cervantes en la capital andaluza. Las Novelas Ejemplares fueron publicadas bastantes años después (1613) de que su autor abandonara Sevilla. Pero es más que probable que, al menos las vinculadas temáticamente a la capital hispalense, fuesen redactadas o esbozadas al final de la estancia del novelista en la ciudad o a poco de abandonarla. En 1597, Cervantes ingresó en la cárcel de Sevilla a mediados de septiembre. Situada en un flanco de la plaza de San Francisco, hacia el arranque actual de la calle Sierpes, esa famosa cárcel contó con inquilinos como Miguel de Cervantes, Mateo Alemán, Alonso Cano o Martínez Montañés. Cervantes estuvo encerrado unos tres meses, entre septiembre y diciembre de 1597. Mateo Alemán estuvo preso por los mismos motivos que Cervantes: deudas. Rinconete y Cortadillo puede servir de referencia para conocer la organización interna del hampa sevillana. Hubo asistentes que fomentaron una labor policíaca implacable y cruel, como Francisco Asís de Bobadilla, conde de Puñoenrostro, que llegó a máxima autoridad de Sevilla en 1597, el mismo año en que encarcelaron a Cervantes. La obra cervantina vinculada a estos aspectos testimoniales incluye Rinconete y Cortadillo, El coloquio de los perros, La ilustre fregona El rufián dichoso. Hay que recordar otros textos literarios como las Aventuras del bachiller Trapaza La garduña de Sevilla,de Castillo Solórzano. Los garitos, los figones, los burdeles, las posadas ínfimas, las ventas de las afueras, las tienduchas de las barbacanas, constituían lugares de reunión preferidos. Cervantes frecuentó los corrales sevillanos de comedias en su época más floreciente. El más famoso de estos innumerables mesones sevillanos fue el que poseía en la calle Bayona Tomás Gutiérrez, el mejor amigo y valedor que tuvo Cervantes en la capital andaluza. Allí se hospedó el autor del Quijote y allí debió de compartir con el antiguo cómico sus primeros reveses y desventuras. Cervantes murió en 1616[9].

La vida del genial escritor estuvo señalada por los sucesivos viajes, en los que no fueron pocas las frustraciones y las desdichas. Écija fue el centro de operaciones del escritor, pues aquí fijó su residencia para trasladarse al resto de localidades sevillanas y cordobesas. Visitó Cervantes las villas de Carmona, Osuna, Estepa y Marchena. Desde el inicio de su oficio, sufrió las complicaciones propias de los desplazamientos de la época y enfrentamientos con el clero y, sobre todo, con los terratenientes y campesinos, que se resistían a perder el fruto de sus cosechas. Las acusaciones y persecuciones promovidas entonces lo llevaron a la cárcel y a la excomunión por el Cabildo de Sevilla y su provincia al confiscar trigo a los canónigos en Écija. Actuando como recaudador de impuestos por Sevilla y su provincia, visitaría nuevamente pueblos como Carmona, Osuna, Arahal, Morón de la Frontera, la Puebla de Cazalla, Marchena, Paradas y Utrera para reunir provisiones de trigo y cebada con los que se elaboraba el pan que abastecía a los galeones de la Carrera de Indias atracados en el puerto sevillano. La sucesión de deudas y otros asuntos complejos en los que se vio envuelto provocaron su ingreso en la Cárcel Real de Sevilla en 1597. A principios de 1598, salía de la cárcel de Sevilla. Cervantes recreó lugares de Sevilla en sus Novelas ejemplares, mencionó las blancas roscas de Utrera, ironizó sobre la Universidad de Osuna, referenció a Marchena en una fórmula de El Quijote, donde también exaltó las perdices de Morón. Rinconete y Cortadillo retrata el submundo sevillano de pícaros y hampones. Llegó en 1586 para desempeñar el cargo de recaudador de impuestos. Cervantes se encontró entonces una gran ciudad amurallada con un importante arrabal, Triana, comunicado mediante el puente y barcas. La silueta de la urbe estaba definida por el recién concluido campanario de la catedral, la Giralda. La Carmona cervantina era una fastuosa villa. En 1593, Miguel de Cervantes apareció en Utrera. La Utrera del siglo XVI era una villa caracterizada por la notable presencia religiosa, que ocupaba los grandes edificios. Morón de la Frontera fue uno de los pueblos que visitó Cervantes en febrero de 1593. El siglo XVI fue uno de los períodos más boyantes de la historia de Morón de la Frontera y así lo evidencian las grandes construcciones de conventos, iglesias, palacios y otras edificaciones civiles que se levantaron en este momento. En esta época, la villa mantenía su carácter fortificado con la presencia de murallas y el castillo de época musulmana. Desde principios del siglo XVI, ya contaba Arahal con su Concejo propio. Consta que la localidad estuvo en el punto de mira de la ruta iniciada por Miguel de Cervantes en 1592 y 1593. En 1588 y 1593, Miguel de Cervantes recae en el municipio de Paradas, muy próximo a Arahal y Marchena. Fueron dos las ocasiones en las que el escritor se personó en la localidad, aportaciones que fueron indispensables para el abastecimiento de la flota del rey. Hasta en cuatro ocasiones está documentada la presencia de Miguel de Cervantes en Marchena ejerciendo las labores de recaudador de trigo y aceite al servicio del rey. La villa señorial que conoció Miguel de Cervantes en sus visitas era una importante población amurallada. La Puebla de Cazalla conserva de aquella época el Pósito Municipal, construcción conocida por el propio Cervantes. Osuna no quedó muy bien parada en la pluma de Cervantes, que la cita en El Quijote en varias ocasiones, cuestionando la validez académica de los títulos que se conseguían en su Universidad. Cervantes visitó Osuna en el momento en que la villa vivía su época de magnificencia. Miguel de Cervantes llegó a Estepa el 15 de octubre de 1591. El núcleo importante se asentaba en el recinto fortificado del castillo. Écija fue un lugar clave en la vida del escritor desde 1587. Aquí fijó su residencia y estableció su centro de operaciones. El primer problema fue la excomunión del Cabildo de Sevilla al requisar bienes de la Iglesia. El concejo también se opuso a los embargos y las presiones por los impagos se acrecentaron contra Cervantes. La gestión de Cervantes fue puesta en duda y, finalmente, el corregidor ecijano, Francisco de Moscoso, firmó la sentencia que llevó al escritor a la cárcel de Castro del Río, siendo puesto en libertad a los pocos días. A finales del siglo XVI, Écija era de las ciudades más ricas de Andalucía, lo que se tradujo en una importante arquitectura civil[10].

En 1587, Cervantes aceptó una comisión para abastecer de manera extraordinaria los galeones que participarían en la Armada Invencible. Desde 1587 hasta 1594, Miguel de Cervantes se hará cargo de varias comisiones como comisario real de abastos. Tomás Gutiérrez, antiguo comediante que regentaba uno de los mesones más famosos de Sevilla, está muy relacionado con la estancia sevillana de Cervantes. Durante el siglo XVI, se fortalecen las leyes para impedir la libre circulación de los libros impresos en Europa. Serán estos los años de la aparición de la novela picaresca. Fue Sevilla la ciudad hispánica donde más corrales de comedias se abrieron. Su vida dará un giro y le llevará a Castro del Río, comenzando así su periplo por las cárceles sevillanas. La imprenta que va a conocer Cervantes es una industria en decadencia en suelo hispánico. Miguel de Cervantes comenzó a trabajar en septiembre de 1587 como comisario real de abastos. Se hace necesario reforzar el número de comisarios para hacer frente a las nuevas comisiones de sacas de trigo, cebada y aceite. Hay que tener en cuenta el estado ruinoso en que vivía el campo andaluz debido a las malas cosechas de los últimos años. Cervantes llevó a cabo distintas comisiones por tierras andaluzas desde 1587 hasta 1591, a las que se suma posteriormente su puesto de recaudador de impuestos atrasados. El 17 de septiembre de 1587 comienza el comisario Miguel de Cervantes su primera comisión en Écija, que le llevará hasta el 28 de diciembre de este año a pasar largas temporadas en esta ciudad, así como en otras poblaciones de Córdoba. El retraso en el pago, antes que los precios negociados siempre por debajo del precio de mercado, es una de las razones que convierte a los comisarios en algunos de los más odiados y temidos representantes del rey. Las visitas de Cervantes a Écija se sucedieron a lo largo de 1588 y 1589. Las relaciones nunca fueron buenas. No se librará Cervantes de las acusaciones de mala gestión, de cuentas que no cuadraban, de las excomuniones o de la petición de rendir cuentas, que le llevarán a conocer alguna cárcel por dentro, como la Cárcel Real de Sevilla. Las primeras sacas de Écija le perseguirán durante buena parte de su vida. Muchos de sus recuerdos gozarán de una visión literaria. Podemos citar sus pasos como comisario real de abastos por diferentes poblaciones de Andalucía desde septiembre de 1587 hasta febrero de 1594. Desde mediados de septiembre de 1587 hasta el 4 de abril de 1589, podemos situar a Cervantes en Écija. Del 14 de septiembre al 4 de noviembre de 1588, le será asignada la saca de aceite en Marchena. Un complejo entramado que se complica por diferentes actividades económicas a las que deberá hacer frente por el pago tarde y mal del salario establecido por su trabajo. A Miguel de Cervantes le asignaron varias comisiones, desde 1587 a 1594, para la saca de trigo, cebada o aceite, que le llevarán por varios pueblos de Andalucía. Después de estas comisiones y de la espera de ir cobrando los sueldos atrasados, Cervantes sigue en Sevilla con sus negocios de agente. En el verano de 1594, Cervantes comienza una nueva etapa profesional con las cuentas reales: deja su puesto de comisario real de abastos para iniciar (y terminar) su carrera de recaudador de impuestos atrasados, que conlleva un mejor sueldo, pero que también resultó más peligrosa. La realidad pasa por el tamiz de la sátira en la pluma cervantina. Cervantes estuvo preso en la Cárcel Real de Sevilla desde septiembre de 1597 hasta primeros de abril de 1598. La cárcel, convertida en un negocio, adapta sus reglas y espacios a la capacidad económica de los reclusos, donde todo se vende y todo se puede comprar. Dependía del recluso desde la comida al lecho donde dormía o el lugar donde era confinado. Desde 1596 hasta los primeros años del siglo XVII, Cervantes permanece en Sevilla. Cervantes trata múltiples negocios por estos años en Sevilla. Valladolid fue Corte entre 1601 y 1606. Comienza el siglo XVII Cervantes en Valladolid. Su época de plenitud comienza realmente en 1613 con la publicación de las Novelas ejemplares[11].

En Rinconete y Cortadillo, los dos jovenzuelos repararán en la distancia moral que los extraña de las gentes de Monipodio. La mafia sevillana estaba destinada a engrosar la cadena de condenados a galeras. La narración termina de forma abrupta: Cervantes tiene prisa en deshacerse de sus personajes, y lo hace con la afirmación dogmática de su bondad natural[12].

La novela Rinconete y Cortadillo pone en escena a lectores, lectores de relatos picarescos en particular, y esos textos van a constituir todo el motor de la acción. El libro y la lectura representan en realidad el motivo central de la novela. Cervantes ha leído relatos picarescos, los dos protagonistas los han leído también, y el texto, más que la picaresca, nos habla de lecturas picarescas y, de modo más amplio, de lectura y de lectores. Rinconete y Cortadillo se dirigen hacia Sevilla y entran en ella porque han leído libros que la imponían como un decorado imprescindible. Van hacia el escenario indicado en los libros, los cuales son sus guías de viaje. Gracias a la lectura, gracias a su lectura de relatos picarescos, los dos protagonistas descubren mundos extraños, se aventuran lejos de sus casas. Y lo hacen de manera lúdica. Los dos jóvenes se deleitan, se hacen pícaros para divertirse. Aquí, los dos personajes entran en el mundo miserable de los ladrones, real y contemporáneo. Y lo interesante es que la lectura de los relatos picarescos, textos a menudo duros, pesimistas, les van a permitir una aproximación claramente alegre y estimulante de la realidad. Muy significativa es la presencia de la ironía en la novela. Si en el Quijote aparecían los peligros de la lectura, aparecen aquí los placeres que genera. Las andanzas de Rinconete y Cortadillo representan una iniciación, una iniciación a la edad adulta[13].

El protagonista de la novela picaresca, que pertenece a un estado social muy bajo, utiliza la astucia para subir de nivel social y es capaz de recurrir a actos tales como la estafa y el engaño. En la picaresca cervantina se combinan los elementos de la picaresca al uso con la novela breve de origen italiano. Cervantes presenta la figura del género en algunas obras como en las novelas ejemplares (Rinconete y Cortadillo, El casamiento engañoso El coloquio de los perros) y en el Quijote. Hay cinco diferentes figuras del pícaro en las Novelas ejemplares: Rinconete y Cortadillo, el alférez Campuzano, Berganza y Cipión. En Rinconete y Cortadillo se cuenta la historia de dos muchachos que se han escapado de sus viviendas en el camino hacia Sevilla. Rinconete sabe leer y escribir y es muy inteligente. Esta novela cuenta la historia de dos muchachos que se han escapado de sus viviendas en el camino hacia Sevilla. Esta amistad genera, de manera picaresca, una serie de aventuras que, animadas entre estafa y líos, se interrumpen y abren el pasaje a la vida libre de la pareja en la casa de Monipodio, cuartel general del hampa en Sevilla. Se trata de una sociedad que convive con la otra sociedad civil y se pone de acuerdo en una serie de normas y reglamentos. Esta novela describe la España de comienzos del siglo XVII, donde todo se concentra en el paisaje urbano y humano de Sevilla. Cervantes refleja su experiencia personal. Los años en los que se ambienta la historia son entre 1587 y 1604, cuando Cervantes vivía en Valladolid. Cipión y Berganza representa una nueva novela picaresca. Berganza confiesa haber nacido en Sevilla. En esta novela, la acción se desarrolla en el hospital de la Resurrección, en Valladolid. El pícaro cervantino no responde a la estructura narrativa propia de las novelas picarescas, puesto que a menudo en sus obras encontramos a dos personajes picarescos. Los protagonistas se apoyan y ayudan recíprocamente. Además, dan un ejemplo moral a lo largo de la obra criticando la falta de libertad, la falsa piedad, y al final aparece el deseo de rehabilitarse y regresar a la vida de siempre. Rinconete y Cortadillo son dos muchachos inteligentes que, a través de su sabiduría, consiguen manipular el pensamiento del gran Monipodio y, sobre todo, a las personas menos cultas[14].

Como respuesta a su celo en el embargo de trigo y cebada a las iglesias de Écija, el vicario general del Arzobispo de Sevilla dictó sentencia de excomunión para él. Entre enero y abril de 1589 pasó la mayor parte de su tiempo entre Écija y Sevilla. Su rastro reaparece el 12 de febrero de 1590 en Carmona. De vuelta a Sevilla, empezaron las complicaciones que le llevaron, por culpa de un abuso de poder del juez Vallejo, a dar con sus huesos en la Cárcel Real de Sevilla. Cabe mencionar al jesuita padre Pedro de León, que fue capellán de la Cárcel Real en el momento en que Cervantes estuvo preso en ella. Había sido comisionado para requisar el trigo y el aceite destinados a la nueva armada proyectada por Felipe II después del desastre de la Invencible. El 18 de octubre de 1593 se fue otra vez a Sevilla para continuar con su trabajo de recaudador de impuestos. Entre las ciudades españolas elegidas por Cervantes como marco de sus ficciones, Sevilla fue la que mayor huella dejó en su vida y su obra. Sevilla siempre fue punto de partida y punto de referencia de sus complicados desplazamientos. Los innumerables recorridos que realizó por toda Andalucía durante estos años implicaron una existencia andariega, llena de complicaciones y dificultades, pero le permitieron acumular una suma de observaciones y experiencias que, más tarde, se fundirían en las Novelas ejemplares y el Quijote. Sevilla alcanzaba entonces los 150.000 habitantes. Al autor de las Novelas ejemplares debemos el cuadro más vívido que hay del hampa sevillana. También se han asignado a esta época dos de las novelas ejemplares, Rinconete y Cortadillo El celoso extremeño[15].

Rinconete y Cortadillo fue llevado a la pequeña pantalla en 1968 por Basilio Martín Patino, pero antes tuvo otra experiencia cervantina con La ruta de Don Quijote, cuyo guion escribió. Azorín le pidió el guion para trabajarlo por su cuenta. El proyecto no llegó a plasmarse en cine. En cuanto a Rinconete y Cortadillo, Patino tuvo la suerte de tener como profesor de Letras a Lázaro Carreter, que le enseñó a valorar la picaresca como el más fiel retrato de su época, en este caso el hampa de la Sevilla de finales del XVI, en pleno proceso ya de decadencia. Dentro de su evidente intención satírica, Cervantes era veraz y no exageraba, según nos lo asegura Luis de Zapata al describir cómo eran las cofradías de ladrones y su organización. O retratos increíbles, como el del capitán Contreras. Patino escribió el guion siguiendo la técnica cinematográfica de Cervantes: extraer de lo cotidiano la materia artística. Cervantes hace esta aportación adentrándose en el hampa con la que había convivido, recluido en la cárcel. Y lo describe con más humor que tristeza: antihéroes, mendigos, ladrones, borrachos. Arropado en la dirección por José Luis García Sánchez y Bernardo Fernández, Patino recurrió al actor Agustín García Calvo, catedrático entonces expulsado de la Universidad. Alfonso Guerra les ayudó también. Miguel Picazo realizó en 1971 otra versión de Rinconete y Cortadillo[16].

El guion de Picazo y López Yubero cojea, sobre todo, en el arranque: encuentro de dos pícaros y primeras bribonadas en comandita. Pero con la llegada a Sevilla de Rincón y Cortado la obra adquiere otro aire. Los contactos con el hampa sevillana y toda la ceremonia de ingreso en la Cofradía de Monipodio son los momentos cumbres. Picazo acentuó la intención crítica del texto cervantino. Pero Rinconete y Cortadillo apasiona por la excelente dirección de Picazo. Picazo falló en uno de sus puntos fuertes: la dirección de actores. Picazo tuvo que asumir el papel de Monipodio por necesidad[17].

El telefilme Cervantes fue una superproducción de 1981 dirigida por Alfonso Ungría. Fueron necesarios tres años de trabajo y casi dos años para escribir el guion, obra de Daniel Sueiro, Isaac Montero, Manuel Matji y Eugenio Martín, con la supervisión de Camilo José Cela. La acción del telefilme transcurre a lo largo de 47 años. Los guionistas tuvieron que someterse a una rigurosa reconstrucción histórica. El telefilme es un largo flash – back sobre la vida del escritor a partir de los testimonios de quienes le conocieron y tal como lo relatan al licenciado[18].


[1] BETRAN MOYA, José Luis: Historia de las epidemias en España y sus colonias (1348 – 1919).   Madrid: La Esfera de los Libros, 2006.

[2] ROLDÁN SALGUEIRO, Manuel Jesús: Historia de Sevilla.   4ª ed.   S.l.: Almuzara, 2014.

[3] PIKE, Ruth: Aristócratas y comerciantes. La sociedad sevillana en el siglo XVI.    Barcelona: Ariel, 1978.

[4] PARDO TOMÁS, José: Oviedo, Monardes, Hernández. El tesoro natural de América. Colonialismo y ciencia en el siglo XVI.   Tres Cantos: Nivola, 2002.

[5] LEÓN, Padre Pedro de: La mala vida en la Sevilla de 1600. Memorias secretas de un jesuita 1575 – 1610.   Ed. de Bernardo Fernández.   Sevilla: Renacimiento, 2020.

[6] DÍAZ – PLAJA, Fernando: La vida amorosa en el Siglo de Oro.   Madrid: Temas de Hoy, 1996.

[7] LÓPEZ GUTIÉRREZ, Luciano: Amor y sexo en el Siglo de Oro.   Madrid: Abada, 2019.

[8] DELEITO Y PIÑUELA, José: El desenfreno erótico.   Madrid: Alianza, 1995.

[9] DELEITO Y PIÑUELA, José: El desenfreno erótico.   Madrid: Alianza, 1995.

[10] Cervantes en Sevilla y su provincia.   Sevilla: Prodetur, 2016.

[11] LUCÍA MEGÍAS, José Manuel: La madurez de Cervantes. Una vida en la Corte (1580 – 1604).  Madrid: EDAF, 2016.

[12] GARCÍA LÓPEZ, Jorge: “Rinconete y Cortadillo y la novela picaresca”, en Cervantes. Bulletin of the Cervantes Society of America, Vol. XIX, nº 2, 1999.

[13] PEYREBONNE, Nathalie: “Rinconete y Cortadillo, leer y ser leído, y sin peligro” en SAGASTUME, Jorge R.G. (ed.): Cervantes novelador. Las Novelas ejemplares cuatrocientos años después.   Málaga: Fundación Málaga, 2014.

[14] AUCIELLO, Antonello: El pícaro cervantino.   Bari: Università degli Studi di Bari Aldo Moro, 2016 – 2017.

[15] CANAVAGGIO, Jean: Diccionario Cervantes.   Madrid: Centro de Estudios Europa Hispánica, 2020.

[16] MARTÍN PATINO, Basilio: “Dos experiencias cervantinas” en Cervantes en imágenes. Donde se cuenta cómo el cine y la televisión evocaron su vida y su obra.   Coordinado por Emilio de la Rosa, Luis M. González y Pedro Medina.   Alcalá de Henares: Festival de Cine, 1998.

[17] PÉREZ GÓMEZ, Ángel: “Rinconete y Cortadillo”.   Ibid.

[18] PÉREZ ORNIA, José Ramón: “Cervantes, un telefilme español para la primera cadena”.   Ibid.

La Sociedad Cervantina de Alcázar apoya a Manuela Sáez en el Palacio de Liria

Fecha de Publicación: 28/09/2023

 

 

El duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo: “La Dra. Sáez ha regalado a esta Casa uno de los textos más rigurosos, concienzudos y enriquecedores sobre el Conde de Lemos”

Alcázar de San Juan, 28-09-2023.- En la tarde del miércoles 27 de septiembre miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan estuvieron invitados en el Palacio de Liria de Madrid para apoyar con su presencia a Manuela Sáez González en la presentación oficial de su libro “Vida y obra del VII conde de Lemos, don Pedro Fernández de Castro”.

La presentación tuvo lugar en este palacio, residencia de los duques de Alba, porque el Excmo. Sr. D. Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo es a la vez el actual XXIII conde de Lemos, además de acumular otros treinta y cinco títulos nobiliarios.

Precisamente el duque de Alba ejerció como anfitrión e inició las intervenciones dando a los presentes la bienvenida a su casa, y especialmente a Manuela Sáez González, agradeciéndole el gran trabajo culminado tras más de cuarenta años de investigación, del que se sintió orgulloso y dijo haberlo recibido como un regalo para la Casa, calificándolo como uno de los trabajos más rigurosos, concienzudos y enriquecedores que se han realizado sobre el conde de Lemos.

En el acto, estuvieron presentes el embajador de Italia en España, el napolitano Giuseppe Buccino Grimaldi, así como el alcalde de Monforte de Lemos (y presidente de la Diputación Provincial de Lugo) José Tomé Roca, que estuvo acompañado por la primera teniente de alcalde de la ciudad, Gloria María Prada Rodríguez.

En el acto intervinieron además de duque de Alba y la autora del libro Manuela Sáez González, el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Cruz Valdovinos, el jefe del departamento de escultura del Museo del Prado, Manuel Arias y el presidente de Hércules de Ediciones, Francisco Rodríguez Iglesias, editora del trabajo (2 volúmenes de gran formato) que ayer se presentó.

A la finalización de las intervenciones tuvo lugar un concierto a cargo de Mercedes Hernández (soprano) y Fernando Reyes (tiorba y guitarra barroca), que interpretaron música de la época del VII Conde de Lemos, incluyendo en su repertorio una pieza escrita por el propio conde que fue musicalizada por Giovanni María Trabaci, junto a otras obras de la época que hicieron a los presentes trasladarse al pasado, dando un ambiente especial al Palacio de Liria.

Juan Bautista Mata (presidente), Luis Miguel Román (vicepresidente) y Constantino López (secretario), quisieron estar presentes en este importante acto cultural en representación de la Sociedad Cervantina de Alcázar y para mostrar su apoyo incondicional a su amiga Manuela Sáez González quien ha honrado ya con su visita en dos ocasiones a Alcázar de San Juan, una de ellas muy reciente en la que impartió la conferencia titulada “El conde de Lemos mecenas de escritores”. 

Manuela Sáez se merecía que su excelente e incansable trabajo haya sido reconocido y más aún en un evento de esta categoría en el Palacio de Liria (con un excelente museo que conserva una segunda edición del Quijote de 1605), rodeada de personalidades notables del mundo de la cultura y de la política. Desde esta Sociedad no podemos estar más de acuerdo con lo afirmado por el profesor Cruz Valdovinos, no explicándonos el motivo por el que Monforte de Lemos no ha tributado un mayor reconocimiento a Manuela Sáez, proponiendo desde este momento su nombramiento como Hija Predilecta de la ciudad lucense.

 

                                                   Sociedad Cervantina de Alcázar

Conde de Lemos, mecenas de escritores con alma de autor

Fecha de Publicación: 23/09/2023

Alcázar de San Juan, 23-09-2023.- El jueves 21 de septiembre, en el Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan, tuvo lugar la conferencia impartida por Manuela Sáez González titulada “El conde de Lemos mecenas de escritores”. La conferencia que fue trasmitida en el perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar, tuvo un amplio seguimiento por la red social.

La Dra. Sáez González, que es la autora de la gran biografía que se ha escrito sobre don Pedro Fernández de Castro y Andrade, alabó la figura del VII conde de Lemos -aunque aportó también importantes datos de sus antepasados y contrariamente a lo que dicen la mayoría de historiadores, apuntó a Lugo como su ciudad de nacimiento- y se centró en su honestidad como gestor durante sus misiones encomendadas en el virreinato de Nápoles o como presidente de los Consejos de Indias y de Italia.

Alabó su rectitud y su trato deferente hacia sus subordinados, contando anécdotas curiosas como cuando el conde hizo un viaje por “sus estados gallegos” a su vuelta a Galicia, en el que cada vez que partía de un pueblo o aldea, hacía sonar instrumentos de viento para anunciar su marcha, de modo que todos aquellos que considerasen haber sido perjudicados en las ventas de alimentos o cualquier bastimento adquirido para su amplísima comitiva, se lo hiciesen saber a él directamente para encargarse personalmente de las posibles quejas.

A una pregunta de los asistentes sobre la rectitud y probidad del conde y sobre si no había ningún documento que contrariase su buena fama, Manuela Sáez respondió muy firmemente que lo poco malo que sobre el conde circulaba, obedecía a maledicencias sin fundamento lanzadas por sus enemigos para perjudicarlo, ya que según todos los documentos examinados por la Dra. Sáez González, tanto su desempeño en la administración como su comportamiento, siempre fueron inmaculados.

Pero no sólo fue un excelente político y servidor público, sino que además fue un reputado coleccionista de arte (llegando a dejar un importante colección de arte italiano en el monasterio de las clarisas de Monforte de Lemos) y un excelente escritor.

Tanto fue así que Manuela opina que si el conde no se hubiese dedicado a tareas políticas habría sido escritor, sin ninguna duda. De hecho, se le considera autor de las siguientes obras: Descripción de la gobernación de los QuixosEl búho gallegoGlosas al príncipe FelipeSoneto musicalizado probablemente por G.M.TrabaciDécimasRomance: Del conde de Lemos desde Galicia, así como de algunas comedias perdidas: una, titulada La casa confusa, representada ante la corte de Felipe III por la compañía de Baltasar de Pinedo en la iglesia del Convento de las Dominicas de San Blas de Lerma el 16 de octubre de 1617.

En todas sus obras se puede observar un modo de narrar los sucesos no exento de fina e inteligente ironía gallega.

Si los cervantistas conocemos al conde y le tenemos admiración fue precisamente por ser protector de diferentes escritores del siglo de Oro como Lope de Vega (quien fue su secretario mientras era marqués de Sarria), los hermanos Argensola, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, García Barrionuevo, Diego de Arce o Mira de Amezcua; pero especialmente fue mecenas de nuestro querido Miguel de Cervantes, que le dedicó las Novelas ejemplaresOcho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados, la Segunda parte del Quijote y Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Cervantes decía de su benefactor: “…en Nápoles tengo al grande conde de Lemos, que sin tantos titulillos de colegios ni rectorías, me sustenta, me ampara, y hace más merced que la que yo acierto a desear”.

Pero no sólo apadrinó a estos escritores en territorio español, sino que lo hizo con otros escritores afincados en la Nueva España (México), que le dedicaron sus obras, Baltasar Echave Orio, Hernando Ojea y Bernardo Balbuena, así como Fray Reginaldo de Lizárraga y el conquense González de Nájera que desde Chile también le dedicó: Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile…

Manuela Sáez González acabó la conferencia dando oportunidad al público de formular sus preguntas y se produjo un interesante intercambio de información que enriqueció con nuevos datos al público asistente.

Para quien no pudo asistir a esta interesante conferencia, está disponible en el canal de YouTube de esta SCA: https://youtu.be/0zxgBSLx8QA

Anterior a la conferencia, tuvo lugar una breve entrevista para la televisión local Mancha Centro TV en la que también le fueron formuladas a Manuela Sáez unas preguntas muy interesantes y bien encaminadas a obtener de la conferenciante una información extra para el público. Consideramos que esta entrevista no debe perdérsela:

                                                  

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

Buscando la patria de don Quijote

Fecha de Publicación: 21/09/2023

 

 

Dentro de los actos que el Ateneo de Alcázar está celebrando coincidiendo con los 25 años de su fundación, este pasado sábado 16 de septiembre ha tenido lugar una mesa redonda con el título Buscando la patria de Don Quijote: Entre el Campo de Montiel y el Corazón de la Mancha.

La Junta Directiva me propuso poder presentar en ella mi hipótesis en la que mantengo que el lugar de don Quijote es Alcázar de San Juan, ante otras dos que defienden que dicho lugar es Mota del Cuervo y Villanueva de los Infantes. El lugar elegido fue el Museo Municipal que contó con numerosas personas asistentes, tanto locales como llegadas de otros lugares, muy interesadas en este tema.

Esta es mi presentación y las imágenes que acompañé en dicho acto:

Mi hipótesis sobre la localización del lugar de don Quijote, su patria es la Mancha, parte de la lectura íntegra y fiel de la novela. Utilizo el método de análisis inductivo para marcar en el mapa de la Mancha el lugar que más probabilidades tiene de serlo, teniendo en cuenta todos los condicionantes o referencias geográficas que nos deja Cervantes en la obra. Después, mediante el análisis deductivo, compruebo que la morfología e imágenes que de este lugar nos describe Cervantes, todas corresponden al lugar señalado.

Por cuestiones de tiempo en esta mesa me ceñiré al primer método y marcaré geográficamente, en el mapa de la Mancha, el lugar de don Quijote.

Cervantes, en el Quijote, utiliza un recurso narrativo innovador, con el que consigue que a don Quijote le surjan aventuras tanto de frente como por alcance en los caminos por donde transita. Para que personajes como el Caballero del Verde Gabán o los invitados a las bodas de Camacho y Quiteria le alcancen en el camino, solo tiene que escoger para dQ un caballo tan viejo y flaco como él, y además casi inválido. Para el ventero, que luego le arma burlescamente caballero, Rocinante no valía «ni aún la mitad» que cualquier caballería que por allí había pasado.

Para que no le quedase duda al lector, Cervantes mide exactamente esa condición física de Rocinante en el combate de don Quijote con el Caballero de la Blanca Luna, en las playas de Barcelona. En la justa que acometen, la distancia que los separa en el inicio hasta el punto del lance, las dos terceras partes la recorre el caballo del de la Blanca Luna y una tercera parte Rocinante, ¡exactamente la mitad! Así, haciendo que Rocinante caminara a la mitad de la velocidad que un caballo normal otros viajeros le alcanzarían en el camino.

Si un caballo normal anda en terreno llano, como son los caminos de la Mancha, una legua a la hora, unos seis kilómetros, Rocinante solo anda media legua, unos tres kilómetros a la hora.Solo así, también el espacio y el tiempo de las aventuras coinciden en el mapa de la Mancha.

Hay dos espacios geográficos importantes a la hora de enmarcar el origen de don Quijote: la Mancha y el Campo de Montiel, mejor dicho “el antiguo Campo de Montiel”.

Si el topónimo Mancha ha llegado hasta nuestros días es sin duda alguna por ser la patria de don Quijote. Lo que nos interesa definir es la Mancha natural que conoció Cervantes y no los espacios que las distintas divisiones de territorio, a lo largo de los siglos, han tenido este nombre, como la Mancha de Haver Garat (1237), Común de la Mancha (1353-1603), Partido de la Mancha (1530-1566), Provincia de la Mancha (1691-1833), Comarca Agraria de la Mancha (1976) y actualmente la Región de Castilla-La Mancha (1982)

¿Qué límites tiene el espacio geográfico de la Mancha, en cuyo corazón está la cueva de Montesinos, como nos indica expresamente Cervantes? Ni el Común de la Mancha ni el Partido de la Mancha, anteriores a la escritura del Quijote,  tenían entre sus límites administrativos esta famosa cueva.

Para responder a la pregunta anterior, y no enredarnos en qué era o no la Mancha del Quijote, lo mejor es leer lo que el propio Cervantes y Lope de Vega nos apuntan sobre sus límites geográficos.

Cervantes lo hace en la novela La Gitanilla, publicada en 1613 entre los dos Quijotes: «… Dejaron, pues, a Extremadura y entráronse en la Mancha, y poco a poco fueron caminando al reino de Murcia» Para Cervantes, la Mancha está entre Extremadura y el reino de Murcia.

Lope de Vega en El peregrino y su patria, de 1604, delimita el sur de la Mancha nombrando el Viso del Marqués,situado en las estibaciones de Sierra Morena: «Entre los esclavos de Alí Jafer había un español, hombre ya entrado en días, natural del Viso, aquel lugar de la Mancha donde el marqués de Santa Cruz labró aquella insigne casa…»

El norte de la Mancha natural no lo he encontrado en la literatura de aquellos años. Sílo demarca al sur del Tajo, entre otros geógrafos, el alemán Jessen: «Sin un tránsito sensible abandonamos la cuenca del Tajo para entrar en la del Guadiana, y, de la misma manera, la mesa de Ocaña pasa a convertirse en La Mancha…»

Estos son los límites naturales de la Mancha, un territorio muy extenso de Castilla.

Cervantes nombra explícitamente varios lugares de este inmenso territorio en el Quijote, y entre ellos los lugares cercanos al lugar de don Quijote y Sancho Panza,con los que hay una estrecha relación física y humana con él.

En el mapa de la Mancha estos lugares de Tembleque, Quintanar de la Orden, Argamasilla de Alba, Puerto Lápice y El Toboso, e implícitamente nombrada Campo de Criptana, conforman lo que denomino la “Comarca de dQ y SP”, su hábitat, su entorno familiar y social cercano.

Tembleque, es el lugar al que va Sancho a segar desde su pueblo.

Quintanar, es el lugar al que Sansón Carrasco va a comprar los perros Barcino y Butrón.

Argamasilla, es el lugar de los académicos.

Puerto Lápice, es el lugar al que llegan después de la batalla de los molinos.

El Toboso, el lugar de Dulcinea, que tan bien conocen ambos.

Campo de Criptana, no está nombrada explícitamente, pero es el único lugar de la Mancha que contaría antes de la escritura del Quijote con más de treinta molinos.

Dentro de esta gran comarca manchega está sin duda el lugar de don Quijote. De estos treinta y cuatro lugares que la integran, los que están nombrados en la novela no pueden ser este lugar, por expreso deseo de su autor que no quiso acordarse de su nombre. Solo los marcados en rojo pueden serlo.

El Toboso es un lugar «tan cercano» al de don Quijote, que incluso se conocían sus vecinos y sus familias. Don Quijote tiene decidido,en su tercera salida, ir hasta El Toboso a encomendarse a su princesa antes de ponerse en cualquier aventura. Indica el narrador que al anochecer don Quijote y Sancho Panza salen de su pueblo. Ambos conocen el camino y la distancia que separa estos dos lugares.Solo habían recorrido algo más de media legua cuando le dice don Quijote a Sancho:«… la noche se nos va entrando a más andar y con más escuridad para alcanzar a ver con el día al Toboso» (Q2, 8). Esa es la distancia de camino que separa ambos lugares, una noche de camino de primavera al paso de Rocinante.Don Quijote y Sancho hacen lo que es lo normal ante una noche tan oscura: parar y pasar la noche junto al camino. Duermen o hablan, no lo especifica el narrador, y la jornada de camino prevista por ambos (Sancho que conoce el camino como don Quijote no le contradice en su previsión de llegar en esa noche) la hacen durante el día siguiente, llegando al anochecer. Terminando el narrador con: «En fin, otro día, al anochecer, descubrieron la gran ciudad del Toboso».

El espacio indefinido, «cerca» o «tan cerca», Cervantes lo deja bien “definido”como la distancia que el bueno de Rocinante puede recorrer en una jornada de camino. En 8 a 10 horas, de noche o de día, Rocinante caminaría de 24 a 30 km.

Para recoger el mayor número de lugares que cumplan esta condición marco dos círculos con centro en El Toboso a 20 y 35 km.

Los lugares no nombrados en el Quijote y que se encuentran entre estos círculos, a una jornada de El Toboso, son los marcados en rojo.

En la primera salida, don Quijote sale por la mañana y llega al final de un muy largo día de camino a una venta donde es burlescamente armado caballero. En esta parte de la Mancha, y dentro de esta comarca, había cuatro ventas: la Venta de Montealegre en Lillo, la Venta de Manjavacas en Mota del Cuervo, la Venta de Las Motillas en Alcázar de San Juan y la Venta de Puerto Lápice.

La de Puerto Lápice no puede ser la venta a la que llega don Quijote porque hasta allí irá, ya con Sancho, después de la batalla contra los molinos. Además,esta venta está en territorio de la Orden de San Juan, como la Venta de las Motillas,y ningún ganadero de Quintanar, de donde era Haldudo (el ganadero de la aventura de Andresillo que ocurre al poco de salir de la venta) pagaría paso y pastos para su ganado cuando en la Orden de Santiago eran gratis. En la Orden de Santiago nos quedan las otras dos ventas. El camino que lleva don Quijote en esta primera salida es el de Toledo a Murcia, como ahora veremos,y solo la Venta de Manjavacas se encuentra en este camino. Es, por tanto, esta Venta de Manjavacas de Mota del Cuervo en la que es armado caballero don Quijote.

Trazo ahora dos círculos con centro en la Venta de Manjavacas, a 20 y 50 km.  Los lugares de la comarca cervantina, que no están nombrados en la novela, están a una jornada de El Toboso y se encuentran entre diez a doce horas de camino de Rocinante,una jornada larga, son: Corral de Almaguer, La Villa de Don Fadrique, Villafranca de los Caballeros, Herencia, Alcázar de San Juan, Quero y Tomelloso.

Estos que en la relación inicial quedan marcados en rojo.

Una de las aventuras de la primera salida es el encuentro de don Quijote con unos mercaderes de Toledo que iban a comprar seda a Murcia, cuando don Quijote regresaba desde la venta a casa por el mismo camino que le trajo a ella.

El camino de Toledo a Murcia, tan transitado en aquella época, tiene gran importancia en el análisis geográfico de la novela que no podemos obviar. Disponía de una ruta principal marcada en las guías de caminos de la época, los conocidos como repertorios de caminos, y por esta parte de la Mancha contaba con dos o tres variantes con la misma longitud aproximadamente, utilizadas por unos u otros viajeros según el  interés de su  paso. Vemos, como decía antes, que la Venta de Manjavacas está en este mismo camino utilizado por dQ en esta primera salida. El encuentro es de frente con los mercaderes de Toledo, por lo que don Quijote volvía a su casa por este camino de este a oeste, de Murcia a Toledo.

El camino de Toledo a Murcia pasa por medio del lugar de don Quijote. En el afán de traer al famoso hidalgo a su casa, desde la venta de Sierra Morena, la princesa Micomicona, Dorotea, hace que don Quijote le diese su palabra de que iría con ella a su país. Para que don Quijote no dudase de la treta urdida entre todos, dice el cura «… por mitad de mi pueblo hemos de pasar; y de allí tomará vuestra merced la derrota de Cartagena, donde se podrá embarcar con buena ventura…» (Q1, 24).

De los lugares de la comarca, que no están nombrados en la novela, que están a una jornada de El Toboso y de la Venta de Manjavacas, y que por mitad de su plaza pasa el camino de Toledo a Murcia solo son: Villa de don Fadrique, Villafranca de los Caballeros y Alcázar de San Juan.

Si hay un dato que hace coincidir a quienes de una manera o de otra se acercan al Quijote, es que Cervantes conoce la existencia de los más de treinta molinos de viento que había en Campo de Criptana, y es allí hacia donde encamina al hidalgo manchego, ya acompañado de Sancho Panza, en su segunda salida.

Dice el narrador que «una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en el cual caminaron tanto que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen… en esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo…»

Parece muy claro que el espacio que separa su pueblo de Campo de Criptana es muy pequeño.

Esta salida ocurre en mitad de una corta noche del mes de agosto, llegando al amanecer a ver estos gigantes. El tiempo máximo de este recorrido habría sido entre tres y cinco horas. He marcado un círculo a quince kilómetros desde Campo de Criptana y solo Alcázar de San Juan queda dentro de este margen de espacio.

De los treinta y cuatro lugares que forman la comarca natural donde habitan dQ y SP, solo uno de ellos cumple contodas las condiciones o referencias geográficas descritas por Cervantes para ser el lugar de don Quijote. Este lugar es Alcázar de San Juan, en el que hoy estamos.

Ahora sí percibimos claramente que la geografía física y humana de esta parte de la comarca cervantina coincide expresamente con el texto. Saliendo hacia el este al final de un largo día llega a la Venta de Manjavacas. A la vuelta por el mismo camino, después de la aventura con el pastor Andresillo llega a un cruce, el mismo que describe Cervantes cuando don Quijote deja al libre albedrío a Rocinante para que escoja el camino, que lógicamente es hacia su cuadra. Poco después se encuentra con los mercaderes toledanos, llegando a su casa molido a palos y a lomos de un borrico de un vecino suyo que lo recogió del camino. En la segunda salida, de nuevo hacia el este, se encuentra con los molinos de viento de Campo de Criptana.

Distinguimos también que Alcázar de San Juan cuenta con varios arroyos y tres ríos en su término, donde sus vecinos, como Sancho, pescaban en ellos. Otra condición geográfica más del lugar de don Quijote que solo Alcázar de San Juan cumple en el mapa de esta parte de la Mancha.

Con respecto al antiguo y conocido Campo de Montiel, un territorio significativo de la Mancha, es nombrado cinco veces en la novela y de ellas tres al comienzo de cada una de las salidas. Cervantes deja meridianamente clara la situación geográfica del lugar de don Quijote con relación a él.

En la primera salida dice el narrador que «… subió sobre su famoso caballo Rocinante y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel» y para que no dudase el lector subraya «Y era la verdad que por él caminaba» Parece claro que don Quijote estaba en el campo de Montiel, pero si era así ¿por qué remarca con «Y era la verdad que por él caminaba»? La respuesta a esta pregunta está en la segunda salida, cuando para estar en el campo de Montiel debe de “acertar” a tomar el mismo camino que la vez anterior.

Y me surge otra pregunta ¿si el lugar de don Quijote está en el campo de Montiel porqué tiene que acertar en tomar un camino particular para estar en él? La respuesta a esta segunda pregunta nos la da el narrador en la tercera salida cuando esta vez toma otro camino diferente a las dos anteriores, el camino de El Toboso, y ya no comienzan las nuevas aventuras en el territorio del campo de Montiel.

El lugar de don Quijote, por tanto,no está dentro del antiguo Campo de Montiel, pero está tan cerca de sus límites que “acertando” don Quijote en el camino de salida de su pueblo, al poco “comienza” a estar en él.

Si el lugar de don Quijote estuviese dentro del Campo de Montiel, como vemos en el recuadro de arriba, no haría falta “acertar” para estar en él, saliese por donde saliese siempre estaría en él.

Si ahora nos fijamos en el recuadro inferior, con el lugar de don Quijote fuera del campo de Montiel pero junto a sus límites, acertando por uno de sus caminos entra en él. Vemos también que con esta posición de su pueblo, en la tercera salida, al tomar otro camino distinto ya no entra en este territorio santiaguista.

Alcázar de San Juan, en la Orden de San Juan, tiene al este sus  límites con la villa santiaguista de Campo de Criptana, que en lo antiguo fue uno de los cuarenta lugares que formaban el territorio del antiguo Campo de Montiel. En las dos primeras salidas, hacia el este, dQ entra en el antiguo Campo de Montiel, donde se encuentran la Venta de Manjavacas y los molinos de Campo de Criptana, y en la tercera salida lo hace por otro camino, por el camino a El Toboso.

Geográficamente, Alcázar de San Juan es el lugar de don Quijote de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse, ¡él sabrá los motivos!, pero esto es materia para otra curiosa mesa.

¡Gracias!

Luis Miguel Román Alhambra

Manuela Sáez González hablará en Alcázar de San Juan del conde de Lemos

Fecha de Publicación: 17/09/2023

 

Alcázar de San Juan, 17-09-2023.- Enmarcada en el Ciclo de Conferencias «Universo Quijote» tendrá lugar la conferencia de la Doctora Manuela Sáez González titulada “El conde de Lemos, mecenas de escritores”, será el próximo jueves 21 de septiembre a partir de las 19:00 horas en el Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan.

Manuela Sáez González es Doctora en Geografía e Historia (Sección de Historia del Arte) en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid desde 1989. Es una experta en la platería y en los plateros gallegos, pero sobre todo posee reconocido prestigio internacional en la casa de Lemos y concretamente en el VII Conde que además de ser Virrey de Nápoles, presidente del Consejo de Indias y presidente del Consejo de Italia, fue mecenas de Miguel de Cervantes Saavedra y de otros escritores españoles del Siglo de Oro. En la conferencia, la Dra. Sáez también hablará de los escritores americanos de su tiempo que le dedicaron obras literarias.

En octubre de 2022 Manuela Sáez González fue directora técnica del Comité organizador que dirigió el Congreso Internacional: VII Conde de Lemos en el IV Centenario de su muerte (1622-2022) que se desarrolló en la Casa de la Cultura de Monforte y que sirvió para poner en valor la figura de D. Pedro Fernández de Castro y Andrade.

Este encuentro internacional abordó, a través de investigadores y especialistas en el VII Conde de Lemos diversos aspectos relativos al legado dejado por este noble en Galicia y Monforte, así como su importancia dentro de la historia de España y de Italia, en concreto en Nápoles. Esta importante cita cultural pudo llevarse a cabo gracias al trabajo de nuestra querida monfortina junto con la UNED-Monforte de Lemos, universidad organizadora del congreso, y sobre todo gracias a la financiación del Ayuntamiento de Monforte de Lemos.

Autora de la mayor biografía del Conde de Lemos escrita hasta la fecha, que ha titulado VIDA Y OBRA DEL VII CONDE DE LEMOS, DON PEDRO FERNÁNDEZ DE CASTRO (2 Volúmenes).  Hércules de Ediciones. A Coruña, 2023, obra que será presentada en Madrid el próximo día 27 de septiembre, en Madrid. Es autora además de los siguientes libros: “Del reino de Nápoles a las Clarisas de Monforte de Lemos. Escultura del siglo XVII en madera”, “Coleccionismo y Almoneda del Gran Conde de Lemos, don Pedro Fernández de Castro”, así como de otros libros, numerosos artículos y capítulos de libros.

Manuela, que ya visitó Alcázar de San Juan en octubre de 2019, donde tomó parte de uno de los “Almuerzos de don Quijote” que organiza regularmente la Sociedad Cervantina de Alcázar y que dejó a los socios un magnífico sabor de boca por su afabilidad, la facilidad de su trato y sobre todo por sus inmensos conocimientos sobre la familia Lemos, ha tenido la deferencia de volver a nuestra ciudad para impartir una conferencia que por su interés será única y a la que invitamos a todos los alcazareños y vecinos de localidades cercanas a que vengan a disfrutar presencialmente de la charla o a seguirla ya que será transmitida en directo en el perfil de Facebook de la SCA:

https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Más viejos y más solos

Fecha de Publicación: 15/09/2023

 

 

ANTONIO LEAL JIMÉNEZ

 

Audelina Sánchez, manchega, con escasa visión y una pérdida notable de audición, 75 años, siempre sola. Todos los días, a mediodía, María, una estudiante de Trabajo Social, acude a su casa tres veces por semana para facilitarle ayuda y proporcionarle apoyo emocional. El tiempo que dura la estancia de la voluntaria es su momento más feliz del día. A las dos y media en punto, vuelve a estar sola y a esperar un nuevo día. Su piso es muy pequeño y sentada en un viejo sofá no deja de decir que sentirse sola es un sinsentido. Echa de menos a sus nietos, a los que suele ver un par de veces al año.

Me comentaba un amigo bajando por la Castelar, camino del atrio de la parroquia de Santa María, “He llevado a mi padre a una residencia”. “Está muy bien porque es muy cara”. No dejaba de preguntarme si había hecho bien. En nuestra conversación los protagonistas eran nuestros seres queridos. Aquellos que nos dieron la vida. ¿Cuándo y de qué manera es el momento de devolverles parte de lo que ellos han hecho por nosotros? Para ellos comienza su etapa de soledad. Para nosotros la de las dudas o alegrías por su posible bienestar.

Quizá la soledad pudo ser una de las causas que sufrió nuestro vecino Alonso “Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos, mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura”. (Don Quijote, Primera parte, Capítulo XIIII, 2 de 3)

La soledad no deseada es una realidad extendida en nuestra sociedad. No hay peor soledad que la impuesta. La que uno no elige. La que siente un buen número de personas. Más de cinco millones, según los últimos datos disponibles de hogares unipersonales, muy cerca de la mitad están habitados por mayores de 65 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay más mujeres mayores que hombres que viven solas. De hecho, casi el 80 por ciento son viudas, frente al 43,2% de los hombres. En Alcázar de San Juan durante el pasado año, han fallecido casi el mismo número de hombres que de mujeres.

Algunas de las causas de la creciente soledad no deseada son debidas al envejecimiento de la población y el descenso de la natalidad unida al crecimiento de hogares unipersonales. A ello hay que añadirle que llevamos un estilo de vida frenético, que nos quita espacio para dedicar tiempo a amigos y familiares.

Vivir en soledad siendo una persona mayor presenta muchos desafíos: suele ser más vulnerable a la pobreza, y esta situación es más probable cuanto más tiempo se hace y muchas de ellas afirman sentirse aisladas. La desnutrición se convierte en un motivo de preocupación y normalmente tienen problemas para el seguimiento de los tratamientos médicos prescritos. Es normal que se muestren más hostiles, tristes y la depresión les afecte. La edad es uno de los factores de riesgo que se conocen para la enfermedad neurodegenerativa del Alzheimer. A medida que envejecemos, aumenta la probabilidad de desarrollarla. No obstante, resulta necesario destacar que el Alzheimer no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Aunque existe una correlación entre la edad y el riesgo de sufrir la enfermedad, no todas las personas mayores lo padecen.

La mayoría de estas personas suelen expresar un fuerte deseo de mantener su independencia. Es un tema que cada vez cobra más relevancia. A medida que avanzamos en edad, es común que se vayan perdiendo seres queridos, amigos, y en algunos casos incluso a su pareja. Esta pérdida de conexiones afectivas puede llevar a un sentimiento de soledad y aislamiento, lo que puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar emocional.

Más viejos y más solos. Algunas veces puede deberse a circunstancias externas, como vivir lejos de la familia o amigos, la falta de movilidad o la incapacidad para participar en actividades sociales. En otros casos, la soledad puede ser resultado de factores internos, como la tristeza por la pérdida de seres queridos o la falta de sentido de pertenencia. Ello puede tener graves consecuencias tanto físicas como psicológicas. Diversos estudios han demostrado que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la depresión, la ansiedad, enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo. Además, también puede afectar la calidad del sueño y disminuir la esperanza de vida.

Existen diferentes formas de ayudar a combatir la soledad en las personas mayores. Una de ellas es visitarlos regularmente, dedicarles tiempo para conversar y escuchar sus historias. El teléfono suele resultar muy útil manteniendo conversaciones periódicas. También podemos animarlos a participar en actividades sociales, como grupos de lectura, clases de pintura, talleres o grupos de voluntariado, donde podrán conocer a otras personas que tienen intereses similares.

Muchas personas mayores han descubierto que el voluntariado es una buena manera de contribuir a la sociedad con sus conocimientos y experiencias, ejerciendo la solidaridad con colectivos más desfavorecidos, les ayuda a mantener la mente activa y a relacionarse. El hacerse sentir útil a uno mismo y a otros fortalece su felicidad. Además, es importante conocer que las instituciones y servicios públicos también se comprometan en la lucha contra la soledad en este importante colectivo. Es fundamental que existan programas y recursos que promuevan la participación y el bienestar emocional de las personas mayores, así como la accesibilidad a servicios y espacios sociales. Es un problema que merece nuestra atención y acción. Debemos comprometernos a crear una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su edad, se sientan conectadas, valoradas y respaldadas.

En este sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el periodo 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable, con el objetivo de reducir las desigualdades en materia de salud y mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades. Se trata de, en general, cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar en relación con la edad, prestando los servicios necesarios que respondan a las necesidades más críticas. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de acuerdo con las comunidades autónomas, está desarrollando la futura Estrategia Nacional contra la soledad no deseada de las personas mayores. El Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, impulsa una serie de eficientes actividades con el objetivo de prevenir el deterioro cognitivo y la soledad con un equipo formado por magníficos profesionales.

Llegar a mayor forma parte de la ley de vida. Esa etapa suele ir acompañada de soledad y una larga experiencia. Saber envejecer es algo muy difícil. Las arrugas se hacen notar, pero ha de ser más fuerte el entusiasmo que anime el espíritu del alma.

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Vanidad feriada

Fecha de Publicación: 02/09/2023

 

Antonio Leal Jiménez

Todo tiene su momento. Inmersos en tiempos feriados. Lo que pasó años atrás, volverá a pasar: `Nihil novo habui sub sole´(nada nuevo bajo el sol). Tiempo de celebración, de compartir risas, sonrisas y alegrías. Encuentros con familiares y amigos. Diversión y magnífico ambiente de amistad y solidaridad. El  pistoletazo de salida, con  su correspondiente corte de la cinta de inauguración del recinto ferial y encendido de la iluminación decorativa, tuvo lugar anoche. La Feria de Alcázar de San Juan comenzó ayer con la diana musical  y el pregón de las fiestas y los actos  se sucederán durante ocho días.... Aunque la Aemet anuncia la presencia de nubes...

Mis recuerdos me llevan a una feria de comienzos del siglo actual. Durante esos días conocía  una  persona  que  creía llevar  siempre  la  razón y  que  nos  trataba  con superioridad. Siempre quería ser el centro de atracción y del universo. Nos encontramos ante una persona vanidosa. “Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir” (Honoré de Balzac).

Suele  afirmarse  que  uno  de  los  defectos  más  característicos  del  ser  humano  es  la vanidad. Seguro que conocemos alguna persona que siempre quiere llevar la razón y que suele tratar con cierto desprecio a los demás. Vanidad es sinónimo de presunción y arrogancia. También “ilusión y ficción de la fantasía”. Es un tema que ha sido objeto de reflexión y estudio a lo largo de la historia de la humanidad. Desde los filósofos clásicos hasta los psicólogos contemporáneos, es considerada como uno de los defectos más arraigados en la naturaleza humana. Suele definirse como un “exceso de amor propio y una  preocupación  desmedida  por  la  apariencia  física,  el  estatus  social y el reconocimiento externo”. Es una actitud que busca constantemente la admiración y el elogio de los demás, y se caracteriza por una exagerada atención hacia uno mismo, en detrimento de los demás. Las personas vanidosas creen en demasía en sí mismas y buscan con interés que otras lo perciban ya que, sienten un deseo compulsivo de ser valoradas y reconocidas.

Su origen según la leyenda de la mitología clásica más popular nos define a Narciso, como un joven extremadamente atractivo y bello. Ello lo convertía en una persona demasiado presuntuosa, despreciando a todo aquel que se enamorara de él, y siendo incapaz de ver la belleza de nadie más, ni siquiera de la naturaleza que le rodeaba. El poeta  romano  Ovidio en  su  Metamorfosis,  relata que, cuando nuestro  protagonista contempló su bello rostro reflejado en el agua, provocó que no pudiera dejar de mirarse a sí mismo durante el resto de su vida. Este antecedente mitológico del joven Narciso, que acabó tan enamorado de su propia imagen reflejada en el agua de un estanque, que decidió lanzarse en su busca y murió ahogado. De su cuerpo fallecido surgió la flor: el Narciso.

En la antigua Grecia este mito era considerado como una enseñanza moral para que los jóvenes  no  practicaran  la  vanidad.  El  filósofo  griego  Aristóteles  calificaba a  los vanidosos en su Ética a Nicomedes, de necios e ignorantes, que “se adornan con ropas, aderezos y cosas semejantes, y desean que su buena fortuna sea conocida de todos, y hablan de ella creyendo que serán honrados”. Para el cristianismo, el pecado de la vanidad tiene su antecedente en  la conducta que, el  más  admirado de los ángeles,

Lucifer, pecó de soberbia ante Dios, siendo condenado a los infiernos. Cervantes (1605) nos habla de una vanidad como necesidad. Don Quijote,  ofreciéndole la mano a Maritornes a través de un agujero en el muro: “Tomad, señora, mi mano o, por mejor decir, ese verdugo de los malhechores del mundo. No os la doy para que la beséis, sino para que miréis la contextura de sus nervios, la trabazón de sus músculos, la anchura y espaciosidad de sus venas”. Primera parte. Capítulo XLIII.

La psicología lo trata como un trastorno de la personalidad, basado en el excesivo amor por uno mismo. Lo que le importa al vanidoso no es tanto ser verdaderamente excelente, sino que sean reconocidos como tal. Necesitan que las personas les admiren, buscan continuamente llamar la atención y carecen de humildad. Son personas enamoradas de su propia imagen y preocupadas por la manera en que se muestran a los demás. Tienen un alto concepto de sí mismos, desean parecer inteligentes y muestran un afán excesivo de protagonismo y admiración.

Suele manifestarse de diferentes formas. Algunas  personas  se  obsesionan  con  su apariencia  física,  gastando  grandes  cantidades  de  dinero  en  cirugías  estéticas  o productos  de  belleza.  Otras  buscan  constantemente  el  reconocimiento  social, acumulando bienes materiales y mostrándolos ostentosamente. También hay quienes centran su vanidad en sus logros académicos o profesionales, buscando constantemente destacar y ser reconocidos por su inteligencia o éxito. Curiosamente las redes sociales están contribuyendo de manera notable a incrementar el número de personas que están obsesionadas por su imagen  y se manifiestan de forma distinta:  compitiendo en el número de seguidores, buscando fórmulas y estrategias que les hagan tener una mayor notoriedad, etc.

La vanidad tiene sus consecuencias negativas. Las personas altivas suelen considerarse superiores a los demás y tratan a aquellos que no cumplen sus estándares de belleza o éxito como inferiores. Ello les lleva a una falta de autenticidad. Esta actitud puede crear barreras y divisiones sociales, fomentando el egoísmo y la competencia desmedida.

Además de generar una gran insatisfacción y frustración. Las personas vanidosas nunca están satisfechas con lo que tienen y siempre buscan más. Esta búsqueda constante de reconocimiento y admiración es causa de un sentimiento de vacío y desesperanza, ya que nunca llegan a encontrar la validación que tanto anhelan.

Existe una diferencia  notable  entre tener un cierto  grado de vanidad  y  poseer una autoestima  saludable,  lo  que  implica  apreciar  una  visión  realista  de  uno  mismo, aceptando tanto las fortalezas como las debilidades, y basando la autoestima en el autoconocimiento y la aceptación personal. En conclusión, la clave está en encontrar un equilibrio entre el amor propio y la aceptación personal, sin caer en la obsesión por el reconocimiento externo. La falta de humildad puede nublar nuestro juicio y distorsionar nuestra  percepción  de  nosotros  mismos  y  de  los  demás.  La  belleza  verdadera  se encuentra en nuestros actos y en nuestras intenciones, y no en la mirada de los que nos perciben. Si cada día vivimos pendientes de la impresión que podemos reflejar en los demás, estaremos comprometiendo seriamente nuestro bienestar.

Les deseo una feliz feria, que disfruten de todas las actividades programadas y, sobre todo, que sean unos días de reencuentro y charla con familiares y amigos.

Q.E.P.D, JEAN CANAVAGGIO

Fecha de Publicación: 23/08/2023
 

 

Fotografía de ABC/J.M. Serrano

 

A principios de 2011 tuve la osadía de mandarle a su casa de París uno de los primeros ejemplares de Mi vecino Alonso. Debió de ponerse a leerlo nada más recibirlo porque a los pocos días, el 28 de enero,  recibo un correo suyo que me decía:

«No quiero tardar más en comunicarle mis impresiones, una vez concluida mi lectura de su tan documentado estudio. Creo que, sin la menor duda, Cervantes estuvo pensando en Alcázar de San Juan en el momento de situar las aventuras de don Quijote de la Mancha. Varios de los muchos datos señalados y comentados por Ud a partir de sus propios y amplios conocimientos tienden a demostrarlo».

Sobre la experiencia o conocimiento in situ que tenía Cervantes de la Mancha, especialmente relacionado con el lugar de don Quijote, y que muestra en su novela, me señalaba: «Aquel lugar de la Mancha, por consiguiente, integra datos dispersos sacados de sus múltiples experiencias manchegas, entre las cuales no cabe excluir, ni mucho menos, aquellos detalles que le proporcionaron sus etapas y estancias en Alcázar de San Juan.»

 

 

Seguimos manteniendo en el tiempo conversaciones y comentarios sobre el Quijote, su geografía explícita e implícita, etc. Clases magistrales de un sabio maestro en cartas formato correo electrónico.

Hoy vuelvo a recordar este entrañable correo del profesor Canavaggio y hojeo de nuevo los documentos que me hizo llegar a casa, dedicados de su puño y letra. Sabía que por motivos académicos tendría que volver por la Mancha algún día y, si el tiempo se lo permitía, quería poder quedar para  vernos y comentar despacio el Quijote en Alcázar de San Juan alrededor de un almuerzo cervantino. No ha podido ser.

Ayer, 21 de agosto, me llegaba la triste noticia de su fallecimiento. Hoy el mundo cervantino se ha quedado huérfano. Nos dejó este enamorado de Cervantes y su obra a los 87 años de edad.

Desde el Corazón de la Mancha, que él tanto admiraba por ser la patria del hidalgo manchego, desde Alcázar de San Juan quiero transmitir mi pésame a toda su familia.

¡Que en paz descanses, amigo!

                                                       Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote 

De paseo con Cervantes

Fecha de Publicación: 15/08/2023

 

DEL ESTUDIO DE LA VILLA  A LAS DESCALZAS REALES

 

De Miguel de Cervantes, escritor, casi no es posible escribir ni leer más. Pero se seguirá haciendo. Aún quedan miles y miles de artículos, conferencias, ensayos y todo tipo de trabajos por publicar sobre su obra, especialmente del Quijote, desmenuzando hasta el infinito su ingenio, su forma de escribir o su intencionalidad, si es que tuvo alguna más que la de entretener a todo el mundo, y de paso, ganar fama entre el mentidero de los representantes, autores de comedias y comediantes, y, algo muy importante, una pizca de dinero para mantener su «humilde choza». Pero del Miguel de Cervantes, persona sin más, quedan muchos vacíos en su vida que han tratado sus biógrafos de solventar, unas veces novelando y otras pasando de puntillas por ellos, con mejor o peor resultado.

 

Maestro de escuela por Jan Steen (1626-1679

 

Este es el caso, hay más, de su paso por el Estudio de la Villa de Madrid, si es que el alcalaíno se sentó alguna vez en sus pupitres, y la relación discípulo-maestro con Juan López de Hoyos, preceptor por aquel entonces de esta escuela pública municipal.

Lo que no cabe duda alguna es que en el año 1568 un tal Miguel de Cervantes asistía en el Estudio de la Villa como alumno a las clases de Gramática del maestro López de Hoyos, que  acababa de ser contratado por oposición en enero de ese mismo año como catedrático de dicho centro educativo. A estas escuelas o estudios, repartidas por muchas villas de Castilla, acudían los muchachos, que ya sabían leer y escribir, para formarse durante seis años en los «conceptos de la Gramática», y una vez terminada esta formación poder matricularse en una universidad si querían seguir sus estudios. La edad habitual para entrar a estos estudios de las villas era de entre ocho a diez años, acabando en ella no más tarde de los quince o dieciséis.

 

Entrada de Felipe II en Madrid por Carlos Múgica y Pérez (1862)

 

Este año de 1568 fue un año convulso para la Monarquía Hispánica y para la Villa de Madrid. Solo hacía siete años que la Corte se había trasladado a Madrid desde la imperial Toledo, y entre acomodos de todo tipo de personajes que la acompañan y nuevos vecinos llegados de toda España para trabajar en ella, la villa estaba patas arriba entre demoliciones de casas, construcción de nuevas, problemas de higiene y salubridad en sus casas y calles… Y en esto se muere el príncipe Carlos en las últimas horas del 24 de julio. Entre el entierro en el convento de Santo Domingo el Real, exequias oficiales con procesiones, misas y responsos, y las ofrecidas después por el ayuntamiento de la Villa, con más procesiones, misas y responsos, Madrid no entró en cierta normalidad hasta finales del mes de agosto.

Pero el sosiego, si es que en Madrid alguna vez lo hubo, duró bien poco. Casi no habían recogido los lutos oficiales cuando, el 3 de octubre, la reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II, fallece durante el parto prematuro de una niña. Y Madrid se vuelve a alterar y enmudece de nuevo. Solo el clamoreo de las campanas llamando a muerto de las más de setenta iglesias y conventos, que envuelve el ambiente, rompe el silencio por su querida joven reina.

 

Isabel de Valois por Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608), Museo del Prado

 

Si en el entierro y funerales del príncipe Carlos la presencia de los Grandes de España y personalidades militares, civiles y religiosas fue numerosa, ahora lo sería mucho mayor. Durante esos días, en Madrid, todavía había muchos embajadores de todo el mundo con sus séquitos para dar al rey el pésame por la muerte del príncipe Carlos.

Uno de estos personajes destacados fue monseñor Giulio Acquaviva, enviado por el papa Pío V para llevar sus condolencias al rey y, de paso, tratar con él diversas cuestiones políticas y religiosas. Monseñor Acquaviva parte de Roma el 19 de septiembre y llega a Madrid el 13 de octubre, diez días después del fallecimiento de la reina, encontrando la villa conmocionada por la pérdida de la reina. El joven Acquaviva contaba con veintidós años, «mozo muy virtuoso y de muchas letras» según el embajador en Roma Juan de Zúñiga, está en la Corte  durante las honras de la reina, y después de verse con el rey en privado parte de Madrid hacia Roma el día 30 de diciembre de ese mismo año de 1568.

Esta vez, por expresa petición de la reina poco antes de morir, el lugar donde reposarían sus restos sería el convento de las Descalzas Reales. Y el protocolo sería el mismo, primero el entierro, después se prepararían y se celebrarían las honras oficiales de la monarquía y, terminadas estas, las ofrecidas por el Ayuntamiento de Madrid.

Si hoy disponemos de los detalles de estas dos muertes, sus entierros y honras fúnebres, es porque el mismo catedrático del Estudio, Juan López de Hoyos, las escribió y las publicó poco después de cada una de ellas, con el título de: Relacion de la muerte y honras funebres del SS. Principe D.Carlos, hijo de la Mag. Del Catholico Rey D. Philippe segundo nuestro señor, e Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y sumptuosas exequias fúnebres de la Serenisima Reyna de España doña Isabel de Valois nuestra señora. López de Hoyos las pudo presenciar porque, al menos, para las exequias municipales el ayuntamiento le concertó, era funcionario municipal, para que su Estudio de la Villa preparase las alegorías, jeroglíficos y epitafios necesarios para ilustrar los lienzos que colgarían en el convento mientras estas se celebrasen.

López de Hoyos pone a trabajar el ingenio de sus alumnos más aventajados nada más conocer el interés del ayuntamiento por que sea el Estudio quién se encargue de la parte artística en las honras por la muerte del príncipe Carlos. En su Relacion de la muerte y honras funebres del SS. Principe D.Carlos, al final, orgulloso del trabajo de sus discípulos, así lo anota: «…de lo sobredicho en nuestro estudio los estudiantes hicieron muchas oraciones fúnebres, stancias y sonetos muy buenos con que dieron muestra de sus habilidades. Confío en el señor nos ayudará con su divino favor y gracia, para que ellos se vayan mejorando de virtud en virtud, y yo acierte en su buena instrucción de ciencia y costumbres».

A principios de octubre, de nuevo, los discípulos del Estudio vuelven a crear nuevos epitafios, sonetos y versos que se han de incorporar pintados en los lienzos que colgarán en la iglesia del convento de las Descalzas Reales, alrededor del túmulo que se está construyendo a toda prisa en memoria de la reina.

Del resultado de estas nuevas composiciones de sus alumnos al recuerdo de la reina, siendo vistas y apreciadas por multitud de personalidades de todo el mundo presentes en las exequias, el maestro López de Hoyos se sentirá aún más orgulloso, como lo destaca en su Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y sumptuosas exequias fúnebres de la Serenisima Reyna de España doña Isabel de Valois nuestra señora: «En torno al túmulo hubo todas estas letras, que de más de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos, también compusieron en metro Castellano, y dedicado todo este tan maravilloso espectáculo, a la serenísima Reina, el ilustre ayuntamiento desta villa de Madrid».

Al contrario que en la Relación compuesta para el príncipe Carlos, que no nombra a ninguno de los discípulos del Estudio, en esta a la reina Isabel nombra a uno de esos discípulos, a Miguel de Cervantes. Y lo hace en tres ocasiones explícitamente y una más implícitamente.

La más conocida y repetida en miles de folios sobre su vida, dice el maestro: «Estas cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad, en las cuales como en ellas parece, se usa de colores retóricos y en la última se habla con su Majestad, son con una elegía que aquí va de Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo»

Sin nombrarlo explícitamente, al presentar la elegía dice de él: «La elegía que en nombre de todo el estudio el sobredicho compuso. Dirigida al Ilustrisimo y Reverentisimo Cardenal don Diego de Espinosa. En la cual con bien elegante estilo se ponen cosas dignas de memoria» ¡Una elegía de más de ocho páginas! De esta elegía, en el índice final de la Relación, dice de ella: «Elegia de Miguel de Cervantes en verso Castellano al Cardenal en la muerte de la Reyna, tratanse en ella cosas harto curiosas con delicados conceptos»

También lo nombra como autor de un epitafio, en el índice: «Primer Epitafio en Soneto, con una copla castellana que hizo Miguel de Cervantes mi amado discípulo».

Es significativo advertir el cariño con el que el maestro trata a su discípulo del Estudio de la Villa de «nuestro caro y amado» y «mi amado discípulo», a la vez que elogia su composición «de colores retóricos», «elegante estilo» o de «delicados conceptos».

Por las descripciones que de las honras fúnebres hace López de Hoyos en el interior de las iglesias de los conventos, no cabe duda que las presenció personalmente. Una vez recibido el encargo de parte del ayuntamiento para dirigir su preparación artística en ambas exequias, tuvo que desplazarse andando por las calles de un Madrid en luto desde su Estudio hasta los conventos elegidos para los entierros. Al convento de Santo Domingo el Real no sabemos si lo acompañó algún discípulo de su Estudio, tampoco si lo hizo alguno al convento de las Descalzas Reales. Pero si un discípulo lo acompañó al túmulo de la reina, ese tuvo que ser Miguel, su «amado discípulo».

El recorrido que hizo Juan López de Hoyos al convento de las Descalzas Reales, desde su Estudio, es posible hacerlo hoy. Más de cuatro siglos y medio después voy a seguir esos mismos pasos por el Madrid urbano más antiguo. Me precederá un relato de ficción basado en hechos históricos reales sobre un trazado urbano también real, en la que junto al maestro irá su discípulo querido, Miguel. Ambos caminan desde las puertas del Estudio hasta las mismas puertas de la iglesia de las Descalzas Reales. El maestro lleva consigo los diseños con los trabajos realizados en el Estudio para que puedan ser expuestos durante las exequias ofrecidas por el ayuntamiento a su reina. Yo iré después, solo unos pasos detrás de la sombra que dejó Miguel en las calles de Madrid.

Quiero disfrutar de lo lindo por este Madrid del siglo XXI, siguiendo a Miguel por el Madrid de la segunda parte del siglo XVI. Son casi ochocientos metros, un paseo, en un día de «los calurosos del mes de Julio». Observaré que el trazado de sus calles y la alineación de sus edificios han cambiado en esta parte más antigua de Madrid. Algunos edificios civiles y religiosos siguen en pie y otros han dejado paso a nuevas construcciones, pero el suelo de Madrid que voy a pisar, con algunas capas de asfalto y nuevos adoquinados en sus aceras, es el mismo que pisó Miguel.

Antes tengo que situarme mentalmente en las calles de Madrid de 1568. En mi recorrido tengo que imaginarme la imagen física y humana de la villa que vio Miguel, para después abrir los ojos y ver la imagen de la ciudad de hoy en ese mismo lugar.

La evolución, física y humana, que vio Miguel en la villa madrileña en esos años fue espectacular. Si antes de que decidiese Felipe II cambiar la Corte de Toledo a Madrid, en 1561, esta villa contaba con unos 9.000 habitantes, al poco de llegar a ella ya tenía casi 16.000, y en el año 1568 tendría más de 30.000 almas viviendo en ella. Este aumento enorme de población dio paso a muchos problemas de habitabilidad porque no había casas para tantos nuevos vecinos. La construcción y rehabilitación de viviendas fue un reclamo para miles de trabajadores que dejaban el campo tratando de buscar un futuro mejor. Maestros alarifes, carpinteros, jornaleros y mozos se afanaban en levantar nuevas casas, mientras los carreteros se esforzaban en traer los materiales de construcción necesarios desde arenales, canteras o carpinterías. Carros con piedra, mortero y traviesas de madera entorpecían el día a día de los vecinos. Si al poco de llegar la Corte había unas 2.500 casas, en 1568 había mil casas más.

La Villa de Madrid no contaba con agua corriente ni saneamiento público en sus casas. Ante la falta del caudal necesario aportado por el río Manzanares, la villa se abastecía principalmente mediante las abundantes aguas de gran calidad de las sierras cercanas, que se recogían por filtración mediante pozos en los patios de las casas y fuentes en plazas y huertas. Famosas eran las fuentes de Lavapiés y Leganitos, las del Prado de San Gerónimo, del Caño Roto, del Olivillo y de la Sierpe, o la de los Caños Viejos, debajo mismo del Estudio de la Villa. A estas fuentes, algunas de nueve tazas grandes de piedra con llamativos caños dorados, las mujeres, mozos y cantareros iban y venían a ellas desde las casas en un trajín difícil de imaginar hoy. El agua usada para la limpieza de las casas y las necesidades fisiológicas de sus moradores era otro aspecto a tener en cuenta mientras se caminaba, porque estos residuos llegaban a la calle desde las ventanas de las casas uno o dos segundos después de oír el ¡agua va!, por lo que transitar por la calle podría resultar algo incómodo debido a los posibles restos que algún orinal había dejado en la calle, o estaba llegando.

Los servicios de limpieza, a cargo del ayuntamiento, eran escasos y no daban abasto en retirar y adecentar gran parte de las calles de la Villa. En este paseo voy a caminar por las mismas calles que conoció Miguel, pero sin tener que preocuparme por el estado de limpieza y saneamiento de sus calles.

Aunque era mucho el ajetreo en las calles, este causaba un ruido distinto y menor que el actual. Caballos y ruedas de carros formaban el sonido ambiente diurno, aderezado con las voces del pregonero informando de los últimos acuerdos municipales, escoltado por los alguaciles y todo tipo de personajes que no tenían otra cosa que hacer ese día, que también eran muchos. En los días de mercado el trajín aumentaba considerablemente. Por la noche el silencio era casi total, solo roto por  alguna discusión o juerga fuera de la ley.

 

Plano del recorrido desde el visor de SignA (IGN)

 

Plano del recorrido sobre el plano Topographia de la Villa de Madrid (1656) de Pedro Texeira

 

Voy a manejar en mi recorrido el plano callejero del visor SignA, del Instituto Geográfico Nacional, y el plano de Madrid que en 1656 publicó el portugués Pedro Texeira, con el título de Topographia de la Villa de Madrid. No es el más antiguo, disponemos de otro conocido que pudo realizarse entre 1618 y 1621 por el italiano Antonio Marcelli. Mucho más reproducido, el de Texeira es también un vista de pájaro y más fiel al plano real de la Villa que el de Marcelli. Las fachadas de palacios, iglesias y conventos están dibujadas del natural con mucho detalle, por lo que me servirá también para imaginar lo que hoy no puedo ver.

 

 

Inicio mi ruta cervantina-madrileña. Me dirijo al mismo lugar donde estaba el Estudio de la Villa, que ahora lo ocupa este edificio nº 2 de la calle de la Villa. Lamentablemente, para las imágenes que iba a tomar, tiene la fachada cubierta de andamios y redes de protección al encontrarse en restauración. Rebusco en mis archivos para poder componer esta imagen, en la que puedo leer lo que en su placa ubicada en la fachada pone: «AQUÍ ESTUVO EN EL SIGLO XVI EL ESTUDIO PÚBLICO DE HUMANIDADES DE LA VILLA DE MADRID QUE REGENTABA EL MAESTRO JUAN LÓPEZ DE HOYOS Y A QUE ASISTÍA COMO DISCÍPULO MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA» Esta calle unía la calle Mayor y la fuente de los Caños Viejos, en la vaguada que luego sería la calle Nueva, hoy calle de Segovia.

 

 

El maestro López de Hoyos sale por la puerta del Estudio. Lleva debajo de su brazo, en un viejo cartapacio de badana, los papeles que acaban de terminar de escribir sus alumnos de Gramática, algunos están firmados por el discípulo que le sigue a unos pasos, Miguel. En rápidas zancadas sube esta empinada calle, dejando a su izquierda las casas de las familias Porras y Bozmediano, hasta la mitad del final de la calle Mayor. El maestro sigue su camino, pero Miguel se queda un momento en mitad de la calle, dirige una mirada a la iglesia de Santa María la Mayor y se santigua, así se lo enseñaron hacer sus padres. De la iglesia entran y salen feligreses de hacer su plegaria a la Virgen de la Almudena por la reina Isabel.

Miguel ve que su maestro, que sigue a paso firme, se le ha adelantado mucho habiendo ya pasado por debajo del arco de la antiquísima Puerta de Santa María. Miguel no quiere alejarse de su maestro y aligerando el paso atraviesa también este arco de piedra.

 

 

Subida por la calle Pretil de los Consejos

 

Dejo atrás el edificio recordatorio del Estudio de la Villa y subo un desnivel de unos diez metros por la calle Pretil de los Consejos, desde la parte trasera del edificio de los Consejos hasta la calle Mayor. El desnivel es apreciable, lo demuestra la diferencia de las fachadas del edificio de los Consejos, que me queda a mi izquierda, por detrás veo cinco plantas y por delante veré solo tres.

 

Iglesia de Santa María la Mayor

 

Llego a la calle Mayor, pero a mi izquierda, al oriente, no veo la iglesia de Santa María la Mayor. Esta iglesia, marcada en el plano de Texeira con A, era la matriz de Madrid, la más antigua de todas, y en ella se veneraba la imagen de Nuestra Señora de la Almudena, que fue hallada, según cuenta la tradición, el día 9 de noviembre de 1085, en una hornacina oculta dentro de uno de los cubos de la muralla antigua, junto a la Puerta de la Vega, un poco más abajo. Allí había estado escondida durante casi cuatro siglos para salvaguardarla de la invasión árabe a esta parte de la península. Templo de origen romano o godo, durante la invasión sirvió de mezquita siendo consagrada nuevamente, después de ser expulsados los árabes, por el rey Alfonso VI. En un incendio de la iglesia la imagen desapareció y tuvo que realizarse una nueva talla que es la que hoy podemos apreciar y venerar.

Como se aprecia en el plano de Texeira, la cara sur de la iglesia estrechaba la calle Mayor y con la intención de reordenar esta calle principal con la calle Bailén, el ayuntamiento, con la oposición de gran parte de la Villa, ordena la demolición de la iglesia en 1868. La imagen de Nuestra Señora de la Almudena fue trasladada a la iglesia del convento vecino del Santísimo Sacramento de las Madres Bernardas, actual Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, y allí estuvo hasta que se terminó en 1911 la Cripta de la nueva catedral, a la que se trasladó. Después de la Guerra Civil, ante los daños sufridos en la Cripta, se volvió a llevar a las Madres Bernardas, hasta el 10 de junio de 1993 que se llevó en solemne procesión a la recién terminada catedral de Santa María la Real de la Almudena.

 

 

En su lugar veo un edificio que ocupa casi toda la superficie que albergaba la iglesia. Solo unos pocos vecinos actuales del inmueble saben que moran sobre los restos de la iglesia más antigua de Madrid. Al otro lado de la calle Bailén veo la fachada de la Cripta y el crucero de la catedral de Nuestra Señora de la Almudena.

 

Cruzo la calle Mayor. Junto a la esquina de este edificio con la estrecha calle de la Almudena, que lo rodea por detrás, puedo apreciar una pequeña maqueta en bronce de la antigua iglesia de Santa María.

 

Capitanía General y Consejo de Estado

 

Ahora, enfrente veo este magnífico edificio, que no lo pudo ver Miguel ese día de otoño de 1568 ya que se empezó a construir en 1610 por orden de Cristóbal Gómez de Sandoval y Rojas, duque de Uceda, e hijo del todopoderoso Duque de Lerma, pero sí lo pudo contemplar durante sus últimos años de vida en esta Villa. En los terrenos que ocupa estaban las casas pertenecientes a las influyentes familias de los Porras y Bozmediano. En una de ellas vivió don Juan de Austria, hermanastro del rey Felipe II y capitán general de la flota cristiana que derrotó a la armada turca en Lepanto, en octubre de 1571.  Adquirido por el Estado en 1747, ha sido utilizado como sede de los Consejos Supremos de Castilla e Indias, Órdenes y de Hacienda, Contaduría Mayor y Tesorería General, y en nuestros días como Capitanía General Militar y Consejo de Estado. De piedra y ladrillo dispone de dos patios interiores, que se conservan tal y como dibujó Texeira, no así las dos torres laterales iniciales.

 

Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas

 

En la subida por la calle del Pretil de los Consejos, a la derecha, pocos metros antes de llegar a esta calle Mayor, he dejado la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de España, que ahora observo de frente. Otro edificio que tampoco vio Miguel. Se mandó construir en 1615 por el mismo duque de Uceda, para albergar un convento de monjas bernardas con el nombre del Santísimo Sacramento, aunque no se comenzó a levantar hasta casi medio siglo después, en 1671. Del convento solo queda esta iglesia. Desde 1980 es la sede del Arzobispo Castrense, cambiando su nombre a Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas.

 

Instituto Italiano de Cultura

 

Enfrente, del Edificio de los Consejos y de la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, veo otro magnífico edifico palaciego construido entre 1653 y 1655, que ya es dibujado por Teixeira con un torreón con chapitel al lado derecho. Mandado construir por Juan de Valencia, el edificio ha pasado por diversos propietarios. Comprado en 1842 por los duques de Abrantes fue reformado tomando la apariencia actual. En 1888 es vendido al estado italiano para su embajada en España, reformándose la imagen de la fachada con las pinturas en el tercer piso, que hoy distinguimos. Al trasladarse la embajada italiana a otro edificio de la capital pasó a ser la sede del Instituto Italiano de Cultura.

 

 

Entre la calle Factor y el actual Edificio de los Consejos estaba la Puerta o Arco de Santa María, una de las puertas de acceso con las que contaba la muralla musulmana de Madrid, que por el deterioro se reformó en un arco grande del mismo pedernal de la muralla. En 1569, un año después de pasar Miguel por ella se demuele para ensanchar el paso por esta calle Mayor, que servirá para  preparar la entrada solemne de la reina Ana de Austria, nueva esposa de Felipe II, a Madrid en el otoño de 1570.

En la fachada del edificio de la calle Mayor, entre las calles Factor y San Nicolás, sobre uno de los restaurantes centenarios de Madrid, hay una placa que dice: «Junto a este lugar se situó hasta 1569 la Puerta o Arco de Santa María perteneciente a la muralla de la Almudena, fortaleza del Madrid musulmán».

 

 

No había andado Miguel más de cien metros cuando a su izquierda dos señoras enlutadas entran por la puerta del convento de la Salutación de Nuestra Señora. Un sentido clamoreo a muerto, de sus nuevas campanas,  recuerda a la reina Isabel.

 

 

Lugar en el que se encontraba el convento de la Salutación o de Constantinopla

 

Llego enfrente de un edificio civil que ocupa parte del solar donde estuvo el convento de la Salutación. Este convento fue mandado construir unos pocos años antes de pasar Miguel por delante de él, para acoger la comunidad de monjas de Santa María de Rejas. En el altar de su iglesia se veneraba una imagen de la Virgen traída desde Italia, donada por una de las primeras monjas en su ingreso a esta comunidad, y que había estado en la cueva de un monje ermitaño cerca de Constantinopla. Por este motivo también se le conocía como convento de Constantinopla. En el plano, Texeira dibuja la fachada del convento y la iglesia en su parte trasera, anotándolo como «XXXIV Convento de la Salutacion que se Entitula N. Sra de Constantinopla».

El convento estuvo aquí hasta que fue desamortizado por el Estado en 1836 y sus monjas tuvieron que marcharse al convento de la Concepción. En 1840 fue demolido dando paso a las nuevas calles de Calderón de la Barca y Juan de Herrera.

 

Casa palacio del marqués de Cañete, hoy Centro Sefarad-Israel

 

Enfrente de la fachada de este edificio veo una casa palacio que ocupa una manzana entera. Aunque es coetáneo a Miguel, aún no estaba construido cuando él pasó por aquí en 1568. Es el palacio del marqués de Cañete, construido entre finales del siglo XVI y principios del XVII, por lo que sí lo pudo ver en su parte final de su vida. Texeira lo dibuja enfrente del convento de Constantinopla. Residencia del marqués de Cañete, después lo fue del duque de Nájera y del marqués de Camarasa. En el siglo XIX pasó a ser propiedad y de uso municipal al estar junto al edificio del Ayuntamiento de la Villa. En 2006, el Ministerio de Asuntos Exteriores, junto a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid instituyen el Centro Sefarad-Israel, que actualmente se encuentra albergado en este edificio.

 

 

Miguel ya ha alcanzado a su maestro. Justo después de pasar delante del convento de Constantinopla, detrás de un muro, unos gritos desesperantes le inquietan. Son de algún recién encarcelado que está en la cárcel de la Villa suplicando justicia.

Pero los gritos se diluyen en el bullicio que encuentra en la Plazuela de la Villa. De la torre y las casas de los Lujanes cuelgan grandes colgaduras de terciopelo negro. Del pórtico de la iglesia del Salvador acaba de salir un pregonero con el bando del último acuerdo que los alcaldes y regidores acaban de tomar en su interior. Gran cantidad de gente se agolpa a su alrededor, y la plaza enmudece. El maestro López de Hoyos y Miguel a su lado, se paran en mitad de la plazuela, junto a la fuente, y escuchan los acuerdos voceados con el retintín popular del pregonero, que tiene que elevar su voz todo lo que puede ante el clamoreo de las campanas, que tiene justo encima de su cabeza. El ayuntamiento manda a los madrileños a mantener el recato y la compostura durante los días en los que se están celebrando las exequias reales por la reina y les insta a que asistan a las procesiones que en sus calles harán personalidades reales, de la Corte y la Iglesia, muchos llegados para este fin desde diversos lugares de España, así como embajadores de otros países del mundo. Así mismo, hace saber que una vez terminadas estas honras reales se harán los actos municipales en memoria de la reina Isabel, con el encargo expreso al Estudio de la Villa para su ornamento y puesta en escena en el interior de la iglesia de las Descalzas Reales, de epitafios y demás obras en recuerdo a la reina. Miguel alza su cabeza y mira a su maestro, este, con semblante serio, asimismo le mira poniéndole la mano encima de su hombro. A Miguel, un escalofrío que nunca antes había sentido le recorre el cuerpo.

El respeto por la muerte de la reina, muy querida en la Villa, se aprecia en el silencio sepulcral que hay en este momento en la plazuela, aun cuando el pregonero termina y a paso largo, seguido de dos alguaciles, se dirige a otra parte cercana de la Villa con el bando. López de Hoyos reanuda su camino y Miguel, después de beber un poco de agua fresca de uno de los caños dorados de la fuente, le sigue a unos pasos.

 

Edificios construidos sobre el lugar donde se encontraba la iglesia de San Salvador

 

Llego a la Plaza de la Villa. Una de las más antiguas de Madrid, conocida como plazuela de la Villa o plaza de San Salvador en tiempo de Miguel, por la iglesia que presidía la plaza, que además de parroquia servía de sala de reuniones, a veces casi a diario, del Concejo madrileño. Texeira marca esta iglesia parroquial con la letra B.

Alcaldes y regidores se reunían en una pequeña sala capitular, situada encima del portal de la iglesia. La torre de la iglesia, conocida como la Atalaya de la Villa, sus campanas y el reloj eran propiedad de la villa. En 1842 se derribó la iglesia dando paso a un edificio civil. En su fachada hay una lápida de granito, de reciente fábrica, recordando la ubicación de la iglesia.

 

Edificio del Ayuntamiento de Madrid

 

A la derecha, en el espacio que hoy ocupa el edificio del Ayuntamiento de la Villa  estaban los muros de la Cárcel de la Villa, que Texeira marca en su plano con el 25, y las casas propiedad de Juan de Acuña, que llegó a ser presidente del Consejo de Castilla y del Consejo de Indias. En una de estas casas estaba una de las dos carnicerías públicas que contaba la villa, pero esta solo servía carne a los hidalgos sin sisa, sin impuestos. En 1615, el Concejo madrileño compra estos terrenos para construir el edificio de su ayuntamiento. En mitad del siglo XVII comienzan las obras de este magnífico edificio terminándose en 1692. Es la sede del ayuntamiento desde entonces, aunque la alcaldía se trasladó en 2007 a la plaza de la Cibeles.

 

Al fondo la trasera de la casa del Cardenal Cisneros

 

Al fondo de la plaza, vemos la trasera de la casa del Cardenal Cisneros, construida por orden de Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del Cardenal Cisneros, en el año 1537. Aquí estaban las antiguas caballerizas de la casa, como así las vio Miguel y Texeira las dibuja en su plano. Rehabilitada en el siglo XX forman parte de las dependencias municipales.

 

Torre y casas de los Lujanes

 

El lateral opuesto al edificio del Ayuntamiento de la Villa está ocupado por la torre y las casas de los Lujanes, poderosa y rica familia aragonesa. De estilo gótico-mudéjar fue construida en el siglo XV y aún conserva los escudos de la familia. Son los edificios civiles más antiguos de Madrid.

Casi en el mismo lugar donde estaba la fuente de la plaza, se encuentra la estatua de bronce a don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz. A este personaje, capitán general de la Mar Océano durante el reinado de Felipe II, bien pudo verlo Miguel aquellos días de otoño fúnebre madrileño. Obra magnífica de Mariano Benlliure.

 

 

No habían andado cien metros cuando el maestro pasa por la calle de San Miguel. Un poco más abajo está la iglesia dedicada al arcángel protector, en la que también clamorean sus dos viejas campanas. Miguel mira la torre de la iglesia y vuelve a persignarse sin parar de andar, esbozando una sonrisa cómplice, de agradecimiento, susurra ―¿Quis sicut Deus?―.

A su izquierda, Miguel mira a un niño que está sentado en el poyo de la puerta de una casa con la mirada perdida en unos papeles que tiene entre sus manos. Se para delante de él, a Miguel le atraía cualquier papel que tuviese algo escrito, y los dos se miraron.

    ―¿Qué son esos papeles que miras con tanto provecho?― le preguntó Miguel.

    ―Mi madre dice que es poesía, pero no la entiendo muy bien todavía ― le contestó el niño.

   ―Yo estudio gramática en el Estudio, allá más abajo ―volviéndose a señalar hacia el oriente― y también me gusta la poesía, ¡ya he escrito varias composiciones! Mi maestro es aquel del gabán marrón oscuro con un cartapacio en la mano, se llama don Juan López de Hoyos― le dijo orgulloso Miguel.

   ―Tengo casi seis años y ya se leer y escribir. Mis padres me han dicho que pronto podré ir yo también al Estudio, a lo mejor nos hacemos amigos ―le dice el niño.

    ―Seguro. Me voy que mi maestro no espera, ¿cómo te llamas? ―le preguntó Miguel.

    ―Lope, me llamo, ¿y tú?

    ―Miguel.

Miguel, siguió presuroso los pasos de su maestro, mientras Lope le miraba con cierta envidia.

Pasan por debajo de la Puerta de Guadalajara. Al otro lado, Miguel vuelve la cabeza y mirando hacia arriba se persigna de nuevo, una imagen de la Virgen con el Niño en brazos situada en una hornacina de la muralla custodiaba la antigua entrada a la Villa. Aquí de nuevo hay mucha gente arremolinada alrededor del pregonero. Ellos siguen su camino, ya conocen el bando. A su derecha queda la plaza del Arrabal, llena de gente vendiendo y comprando. Dejan la calle Mayor y comienzan a caminar por la calle de San Ginés.

 

 

Plaza de San Miguel

 

Llego a la pequeña plaza de San Miguel. Muy bulliciosa durante todo el día. El edificio modernista del Mercado de San Miguel, de principios del siglo XX, acoge ahora a multitud de puestos de todo tipo de gastronomía gourmet. Pocos de los que hoy están dentro, disfrutando de la cuidada gastronomía madrileña y española, saben que este edificio se construyó sobre el antiguo asentamiento de la iglesia de San Miguel de los Octoes, una de las más antiguas de Madrid, que fue demolida en 1803 al verse muy afectada por el devastador incendio de la plaza Mayor en 1790. Desde aquí pudo ver Miguel la torre de su iglesia. Texeira dibuja la iglesia con la letra L.

 

Lugar donde se encontraba la Puerta de Guadalajara

 

Unos metros más delante por la calle Mayor, a mi izquierda, una placa en la fachada de un edificio convertido hoy en hotel, horriblemente pintada su fachada bajo mi punto de vista, recuerda que en otro edificio existente aquí en el siglo XVI nació Lope de Vega «llamado Fénix de los Ingenios». Unos días después, el 6 de diciembre de 1562, lo bautizaban sus padres en la cercana iglesia de San Miguel. Enfrente de esta placa, en la otra acera, veo otra que dice: «Junto a este lugar se levantó hasta 1582 la Puerta de Guadalaxara la más importante de la muralla medieval madrileña».

La Puerta de Guadalajara, adosada a la muralla medieval, fue uno de los accesos más antiguos e importantes a la villa. Por ella se salía de la villa con dirección a Alcalá de Henares y Guadalajara, por eso su nombre. Alrededor de esta puerta había siempre mucha animación por su cercanía a la plaza del Arrabal, hoy plaza Mayor, donde se arremolinaban gentes variopintas.

Según la describía el mismísimo López de Hoyos en otro de sus trabajos a la Villa, la puerta tenía dos torres laterales unidas con un matacán, una especie de pasillo almenado muy útil para la defensa de la puerta, construida toda de pedernal y sillería berroqueña. Sobre la puerta había una capillita en una hornacina de la muralla con una imagen de la Virgen con el Niño en brazos.

Estuvo en pie hasta 1582. Durante las fiestas conmemorativas de la victoria de la flota española, mandada por don Álvaro Bazán, el mismo que he visto en la plaza de la Villa, sobre la flota francesa cerca de la isla Terceira, en julio de 1582, y que reafirmó al rey Felipe II como también rey de Portugal, el ayuntamiento de la Villa mandó instalar en la Puerta de Guadalajara gran cantidad de luminarias, que descontroladas prendieron fuego a toda madera de la puerta, arruinando también el resto. Poco después se mandó demoler por completo, favoreciendo así el ensanche de esta parte de la calle Mayor. Aunque no quedó vestigio alguno de ella, durante mucho tiempo se siguió conociendo esta parte de la calle Mayor junto a la plaza de san Miguel como la Puerta de Guadalajara, como también anota Texeira en su plano sobre la calle Mayor.

El bullicio que hay en esta zona de Madrid es similar a la que Miguel pudo sentir también cuando pasara por aquí en 1568. Junto a ella el pregonero voceaba los bandos delante de mucha gente de todo tipo y condición.

Esa imagen y fama de la gente que por allí trajinaba la trasladó después Cervantes a sus obras. Por ejemplo, en el entremés El vizcaíno fingido dice Brígida: «Has de saber, hermana, que, viniendo agora a verte, al pasar por la puerta de Guadalajara, oí que, en medio de infinita justicia y gente, estaba un pregonero pregonando que quitaran los coches, y que las mujeres descubriesen los rostros por las calles».

En otro de sus Ocho entremeses, el titulado El Juez de los divorcios, Doña Guiomar comenta de la fama de este lugar: «Quiero decir que pensé que me casaba con un hombre moliente y corriente, y a pocos días hallé que me había casado con un leño, como tengo dicho; porque él no sabe cuál es su mano derecha, ni busca medios ni trazas para granjear un real con que ayude a sustentar su casa y familia. Las mañanas se le pasan en oír misa y en estarse en la puerta de Guadalajara murmurando, sabiendo nuevas, diciendo y escuchando mentiras».

En el Quijote vuelve a criticar el tipo de gente que por alrededor de la puerta de Guadalajara se podía encontrar a diario. Esto le cuenta Doña Rodríguez a don Quijote: «Acudieron dos lacayos suyos a levantarla, y lo mismo hizo el alcalde y los alguaciles; alborotose la puerta de Guadalajara, digo, la gente baldía que en ella estaba; vínose a pie mi ama, y mi marido acudió en casa de un barbero diciendo que llevaba pasadas de parte a parte las entrañas» (Q 2, 48).

 

Calle de entrada a la Plaza Mayor

 

Sigo unos metros, a mi derecha, de nuevo, veo el edificio del bullicioso Mercado de San Miguel, y de frente veo una calle estrecha que da por uno de sus arcos a la plaza Mayor.

Esta plaza no la vio así Miguel. Aunque durante el reinado de Felipe II la irregular plaza del Arrabal fue acomodándose lo mejor que se pudo al comercio que en ella se ofertaba, las casas eran de muy pobre factura. Su sucesor Felipe III mandó su demolición completa y la construcción de una nueva plaza a la altura de la Villa y Corte madrileña. La empresa fue encomendada a Juan Gómez de Mora, discípulo de Juan de Herrera, el arquitecto de El Escorial, que la terminó en 1619, en solo dos años de trabajos. 

 

Calle del 7 de Julio. Al fondo la plaza Mayor

 

Sigo unos pocos metros por la calle Mayor. A mi derecha queda la estrecha calle del 7 de Julio que también hace de acceso a la siempre concurrida plaza Mayor.

 

 

Maestro y discípulo bajan por la calle de San Ginés. El sonido de las campanas de la iglesia atruena la calle. En unas casas municipales que hay junto a la iglesia, muchos madrileños hacen su compra en la carnicería, en silencio.

Mientras Miguel se persignaba y miraba los escudos reales adosados a su muro, su maestro también se para y le dice con voz entrecortada:

―Hace exactamente un año bautizó aquí don Juan de Austria a su sobrina la infanta Catalina Micaela, y hoy, con solo un añito de vida, llora a su madre, la reina.

―Con la alegría del nacimiento yo le escribí a la reina un soneto ―dijo Miguel.

Es la primera vez que Miguel ve los ojos de su maestro inundados de lágrimas. Unos segundos después reanudan su camino a las Descalzas Reales, que ya alcanzan a ver a lo lejos.

Cruzan la calle del Arenal. Hace unos meses que se había canalizado el arroyo que vertía las aguas, limpias y sucias, en la Huerta de la Priora y no les hizo falta vadear su cauce por el antiguo puentecillo.

A unos ciento cincuenta metros después llegan a la plazuela de las Descalzas Reales. A la izquierda de la plazuela, la iglesia convento de San Martín también toca a muerto. Los campaneros de ambos conventos tocan al unísono y algo más lento que el resto de iglesias y conventos por los que han pasado. La plaza retumba a cada golpe de las campanas. El olor penetrante a incienso del aire y este clamoreo tan lastimoso estremecen a Miguel mientras cruza la plazuela. Unos pocos pasos más y llegan delante de las puertas de la iglesia de las clarisas descalzas. Las puertas están cerradas, el maestro aporrea la puerta con su mano mientras Miguel, perturbado aún, contempla las ricas colgaduras y pendones reales de la fachada, y se aproxima instintivamente todo lo que puede a su maestro, rozando con la mano su gabán. Se entreabre la puerta, el maestro susurra su nombre y vuelve a cerrarse. Al poco vuelve a abrirse y los dos entran.

 

Calle de San Ginés, hoy de Bordadores, desde la calle Mayor

 

 

Enfrente de esta estrecha calle del 7 de Julio veo la iglesia de San Ginés. Cruzo la calle Mayor por el paso de cebra y avanzo por la calle de los Bordadores, conocida así por concentrarse en ella gran cantidad de maestros en este oficio.

 

Iglesia de San Ginés

 

La iglesia de San Ginés es también de las más antiguas de Madrid. Se edificó en el siglo XII a las afueras de las murallas de la Villa. La fábrica de la iglesia que veo hoy no es la misma que vio Miguel. La antigua iglesia de estilo mudéjar fue casi totalmente demolida en 1641 y reestructurada tal como la vemos hoy, siendo dibujada ya pocos años después por Texeira que la marca en su plano  con la letra D. Después de varios incendios, durante los siglos XVIII y XIX, la fachada de la calle Arenal es reformada con estilo neo-plateresco, que es la que hoy vemos con las reformas necesarias después de la Guerra Civil.

 

 

 

Dejo a mi derecha la iglesia de San Ginés, cruzo la calle del Arenal y encaro la calle de San Martín. Al fondo ya veo una parte del convento de las Descalzas Reales.

 

Casa de las Alhajas

 

El edificio último a la izquierda, que hace esquina con la plaza, es el Casa de las Alhajas, construido sobre el solar que ocupaba la iglesia del convento benedictino de San Martín. Este convento era también de los más antiguos de Madrid, llegando a ser una de las parroquias de la Villa. A principios del siglo XIX, con la invasión francesa, para dar más ensanche a esta plaza, José Bonaparte manda derribar la iglesia que daba a la plaza, y en 1836, con la desamortización de Mendizábal el convento pasa a ser propiedad del Estado, siendo demolido totalmente en 1868. Unos años después se construye este edificio para albergar las subastas de las joyas empeñadas en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid.

 

Convento de las Descalzas Reales

 

Al fondo de la plaza está el convento de las Descalzas Reales, donde fue enterrada y se oficiaron las exequias de la reina Isabel. Juana de Austria, hermana menor del rey Felipe II, fue la fundadora de este convento para clarisas descalzas de Nuestra Señora de la Consolación, en 1554. El convento se construye entre los muros de una casa-palacio que fue de Alonso Gutiérrez, tesorero del rey Carlos I, que después lo cedió a la Corona. En este palacio nació la propia fundadora. Al estar en obras el Alcázar, la reina Isabel de Portugal, esposa del Carlos I, dio a luz aquí a la princesa Juana en 1535.

El 15 de agosto de 1559 las monjas ocupan el convento, aún estando en construcción la iglesia, que se terminó en 1564.  Juana de Austria se retira a pasar el resto de sus días en este convento, más o menos en clausura, hasta su muerte en El Escorial en 1573, siendo enterrada en él.

Además de su fundadora, entre las paredes de este convento moraron su hermana, la emperatriz María y su hija Margarita, además de otras muchas mujeres relacionadas, de una manera o de otra, directamente con la Corona española, lo que justifica la estructura y decoración de parte del convento y las grandes obras de arte que atesora.

En este convento de clausura, la fundadora establece que un máximo de treinta y tres monjas y siete novicias, un total de cuarenta mujeres. Hoy solo hay quince. La casa-palacio original tenía un gran huerto que se conservó para el convento, siendo las monjas autosuficientes con los productos que de él recolectaban. Hoy se sigue conservando y cultivando este huerto por las monjas.

Desde 1960 es en parte visitable, siendo las visitas gestionadas y dirigidas por Patrimonio Nacional. Actualmente está catalogado como Bien de Interés Cultural y Museo Europeo. Hace un mes pude visitarlo, con el privilegio de escuchar a las monjas cantar en el coro. No pude ver la iglesia donde se celebraron las honras fúnebres de la reina Isabel, porque solo está abierta los domingos en el oficio de la misa de mediodía. Volveré.

 

 

Como dibujó en el plano de Texeira, el convento de las Descalzas, marcado con XXXIX, estaba unido por medio de un pasadizo elevado con un edificio que se encontraba enfrente, marcado con LXII. Es el convento y hospital de la Misericordia, también fundado en 1559 por Juana de Austria para dar cobijo a sacerdotes y religiosos pobres.

Enfrente del convento de las Descalzas, el rey Felipe V dona un edificio en 1724 para albergar en él el Monte de Piedad de Madrid, fundado en 1702 por el padre Francisco Piquer, capellán de las Descalzas. La capilla se construyó en la esquina de la calle de los Bordadores, hoy de San Martín, enfrente del convento benedictino de San Martín. El acceso a esta capilla tenía desde 1773 una hermosísima puerta barroca, labrada por Pedro de Rivera, que ha sido conservada hasta nuestros días.

 

Panorámica de la plaza de las Descalzas

 

En 1838 se fundó la Caja de Ahorros de Madrid, ocupando el mismo edificio que el Monte de Piedad. Ambas instituciones se fusionan en una sola en 1869. Justo un siglo después se derriba todo el edificio para construir una sede central nueva. La puerta de Rivera se desmontó y se trasladó a la fachada principal de este edificio, enfrente del convento de las Descalzas. Hoy es el acceso a un hotel que ocupa los antiguos terrenos del Hospital de la Misericordia y del Monte de Piedad de Madrid.

Me siento en un banco junto a la puerta de Pedro de Rivera, a la sombra. Son las cinco de la tarde y no entra ni sale nadie del hotel.  Tampoco veo a nadie por la fachada del convento de las Descalzas, completamente al sol. Madrid sestea. Mirando desde aquí el convento varias consideraciones y preguntas me surgen después de recorrer el espacio que separa el Estudio de la puerta de su iglesia.

Si López de Hoyos había sido nombrado para el cargo de catedrático del Estudio de la Villa de Madrid en enero de 1568.

Si a este Estudio de Madrid acudían los muchachos que ya sabían leer y escribir con una edad de entre ocho a diez años, para formarse durante seis años en los conceptos de la Gramática, saliendo con una edad de entre los quince o dieciséis años preparados para ingresar en una universidad.

Si el maestro López de Hoyos afirma explícitamente en la Relación de las honras fúnebres a la reina que «en torno al túmulo hubo todas estas letras, que de más de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos…», que «estas cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad, en las cuales como en ellas parece, se usa de colores retóricos y en la última se habla con su Majestad, son con una elegía que aquí va de Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo», y que en esta «elegia de Miguel de Cervantes en verso Castellano al Cardenal en la muerte de la Reyna, tratanse en ella cosas harto curiosas con delicados conceptos».

Si se conocen datos biográficos de otros autores de su época, incluso coetáneos al Miguel alcalaíno, como los de Mateo Alemán. El autor del Guzmán de Alfarache, también en dos partes (1599 y 1604), nace en Sevilla en 1547, el mismo año que el alcalaíno, y muere en México en 1614, dos años antes que el alcalaíno, se gradúa bachiller en Artes y Filosofía en junio de 1564, con diecisiete años, y termina el grado de medicina en la universidad de Alcalá de Henares en 1568, con veintiún años.

Si el mismo Mateo Alemán, en su Ortografía Castellana, publicada en México en 1609, criticaba la forma de enseñar a leer antes que a escribir, perdiéndose mucho tiempo de aprendizaje, afirmando: «… pues comenzábamos niños, y salíamos casi barbados a la Gramática, pasándose lo mejor de la vida, entre coplas del marqués de Mantua y fecha la plana».

¿Cómo es posible que en la última biografía de Cervantes, publicada en abril de 2022 y titulada Cervantes, según algunos la más actualizada y completa escrita hasta ahora, escrita por Santiago Muñoz Machado, actual director de la Real Academia Española de la Lengua, se afirme que: «Aprende de niño en la escuela de López de Hoyos. Permanece solo unos cuantos meses y no ha sido concretado si como alumno o, dado que Cervantes ya pasaba de los veinte años y su edad ya desentonaría con la de los demás estudiantes, más jóvenes, tal vez como colaborador del maestro»? ¿Colaborador del maestro, cuando este mismo maestro llama a Miguel explícitamente su «amado discípulo»?

¿Por qué se trata de mantener todavía hoy que en octubre de 1568 el alcalaíno siga sentado en el Estudio de la Villa,con veintiún años y posiblemente bien barbado, cuando otro innovador de la literatura española, Mateo Alemán, acababa de licenciarse hacía unos meses como médico en Alcalá de Henares?

Si como ya sabemos, después de haber estado más de cien años guardado el documento en un cajón de un archivo estatal español, en la relación de ayudas que don Juan de Austria dio a los heridos en la batalla de Lepanto, que aún estaban en el hospital de Mesina en marzo de 1572, había dos Migueles con el mismo apellido de Cervantes.

¿No es posible que el autor de estas composiciones poéticas a la muerte de la reina en 1568 sea otro Miguel distinto al alcalaíno, con una edad más idónea para estar formándose en el Estudio de López de Hoyos? ¿Quién era ese otro Miguel?

Si monseñor Acquaviva estaba presente en Madrid durante las honras de la reina y fácilmente, por su condición de embajador del Papa, pudo asistir a las honras donde estaban expuestos los trabajos de los alumnos del Estudio, entre los que destacaban los de Miguel de Cervantes.  

Si en el prólogo de  La Galatea (1585), Miguel de Cervantes indica con orgullo ser «su camarero en Roma», refiriéndose a Giulio Acquaviva, esta estrecha relación con tan importante personaje de la curia romana debió de mantenerse al menos entre mayo de 1570, fecha de nombramiento como cardenal, y su decisión de alistarse en la escuadra cristiana, que derrota a la turca en Lepanto de octubre de 1571. 

¿Se pudo interesar monseñor Acquaviva en el autor de esos trabajos?  ¿lo conoció personalmente? ¿le propuso viajar a Roma donde seguir formándose en su palacio de rica y completa biblioteca, convirtiéndose en uno de sus camareros?

Si todo esto pudo ocurrir entre octubre y diciembre de 1568 ¿lo nombra explícitamente López de Hoyos en la Relación a la reina, publicado en 1569, porque conoce que se ha ido con el séquito de Acquaviva a Roma? ¿Se estaba despidiendo de su «amado discípulo»?

Mi conclusión, después de estas consideraciones y preguntas que me he hecho, es que el Miguel que he seguido en la ficción por este corto recorrido por el Madrid más antiguo, entre las puertas del Estudio de la Villa y de la iglesia del convento de las Descalzas Reales, no es el Miguel alcalaíno. Este, en octubre de 1568, contaba ya con veintiún años, edad imposible para sentarse en los estrechos y destartalados pupitres del Estudio madrileño. El «amado discípulo» del humanista Juan López de Hoyos, que ya «usa de colores retóricos» y «delicados conceptos» en ese octubre de 1568 es, sin duda alguna, otro Miguel de Cervantes.

Y me surge otra pregunta, antes de marcharme a un lugar más fresquito, ¿quién era este Miguel? Pero, como respondería Sancho Panza, “esto es harina de otro costal”.

Termino este artículo el día 15 de agosto, festividad de la Asunción de Nuestra Señora, también de Nuestra Señora del Alcázar, de Begoña, de la Paloma, de Los Reyes, del Sagrario, del Prado… Felicidades a todos los lugares de España, y del mundo, que hoy están de fiesta grande entre sus calles y plazas.

                                                   Luis Miguel Román Alhambra

 

Para leer y mirar más entretenido:

Relacion de la muerte y honras funebres del SS. Principe D. Carlos, hijo de la Mag. Del Catholico Rey D. Philippe segundo nuestro señor. Juan López de Hoyos. Madrid, 1568. BNE

Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y sumptuosas exequias fúnebres de la Serenisima Reyna de España doña Isabel de Valois. Juan López de Hoyos. Madrid, 1569. BNE

Alvar Ezquerra, Alfredo. El Madrid que se habría encontrado Cervantes en La Corte de las Letras, Imprenta Municipal, Madrid 2017.

Marín Perellón, Francisco José. Madrid entre dos centurias: Cervantes en la Corte de las Letras, Imprenta Municipal, Madrid 2017.

Mesonero Romanos, Ramón. El antiguo Madrid, paseos históricos-anecdóticos por las calles y casas de esta villa, Establecimiento Tipográfico de don F. de P, Mellado, Madrid, 1861. BNE

Escritura de fundación del Convento de monjas franciscanas descalzas de Madrid, por Doña Juana de Austria, 9 de Agosto de 1572. Monasterio de las Descalzas Reales. BNE.

Texeira, Pedro. Topographia de la Villa de Madrid, 1656. BNE.

El alcazareño Antonio Leal Jiménez, miembro de la Sociedad Cervantina, impartió la conferencia “El Quijote como filosofía del Marketing del siglo XXI”

Fecha de Publicación: 09/08/2023

 

Antonio Leal Jiménez es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, así como Doctor en Ciencias de la Comunicación y Académico de Santa Cecilia, tuvo un recuerdo muy cariñoso para su ciudad, el Corazón de la Mancha: Alcázar de San Juan y para la Sociedad Cervantina a la que valoró su gran trabajo cultural  

El pasado martes 8 de agosto, en la Iglesia del monasterio de la Victoria de El Puerto de Santa María (antiguo convento erigido a principios del siglo XVI por los señores de la entonces villa, los duques de Medinaceli), tuvo lugar la conferencia “El Quijote como filosofía del Marketing del siglo XXI” a cargo del alcazareño Antonio Leal Jiménez, afincado en la ciudad portuense.

En monasterio se encuentra en la actualidad restaurado y alberga diversos actos culturales y oficiales. Esta conferencia se enmarca dentro Los veranos en el Puerto de Santa María y el Ciclo cultural de Los Martes de la Academia.

En la apertura del acto a cargo de Gonzalo Díaz-Arbolí, también académico, se presentó a Antonio Leal destacando su enorme compromiso con los colectivos más desfavorecidos, habiendo recibido el Premio Eolo como reconocimiento a su trabajo con personas con discapacidades físicas, sensoriales y mentales. Sus tesis doctorales han contribuido a aportar herramientas de marketing para el colectivo de familiares de esquizofrénicos y paliar el suicidio en la población joven. Hijo Predilecto y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

Finalizó su presentación dirigiéndose al alcazareño en estos términos:  

«Y a vuecencia me dirijo, Hidalgo Caballero, D. Antonio Leal del Corazón de la Mancha, ilustre alcazareño y admirado amigo, noble y gallardo a quien, con el acatamiento que debo a tanta grandeza, suplico reciba benévolamente esta presentación y fío que no desdeñará la cortedad de tan humilde servicio. En fe y con los rasgos típicos de la obra cervantina al buen hacer y con la inclinación al agradecimiento que su atención me merece.

Y si desde mi modestia le parece vacía de ornamento y elegancia esta presentación, digo que tiene la fuerza de enajenar, pero que solo vuestra erudición compensará con la caridad precisa contar las verdades humanas. Sin raíces, sin historia profunda no somos nada. Feliz semana y que vuelvan los ruiseñores a cantar en los atardeceres de las dilatadas llanuras y claros horizontes de la Mancha» 

 

Antes de tomar la palabra Antonio Leal, sonó el 3er movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven que representa la lucha contra la adversidad, el dolor, el sufrimiento: una confianza ilimitada en las posibilidades del ser humano.

Y ya metido de lleno en su conferencia, Leal Jiménez hizo mucho hincapié en el aspecto humanista y de los valores aprendidos en la obra de Cervantes y afirmó que el Quijote se paladea de forma diferente según la edad con la que uno lo lea y cuando más se disfruta es cuando ya tienes cierta madurez y vivencias.

¿Qué tiene que ver el Quijote con el Marketing del siglo XXI? ¿Puede tener algo en común don Quijote con el Marketing actual? y ¿Es posible pensar que el mundo de los sueños puede relacionarse con los sistemas empresariales?

Estas tres preguntas que el mismo se hizo, resultaron el hilo conductor de la conferencia, asegurando que en las tres preguntas la respuesta es afirmativa, pasando a hilvanar de forma magistral el contenido de su exposición.

Analizado el estado de la cuestión nos encontramos con que debemos apoyarnos en estas tres patas principales: la empresa (que debe ofrecer, credibilidad, reputación y responsabilidad social, así como servicio al cliente y ser capaz de generarle entusiasmo), el Marketing (calidad, nichos de mercado, innovación) y Cervantes, que no era un hombre de empresa, pero su manera de ver las cosas tenía muchísimo fundamento y es digno de ser tenido en cuenta. El marketing es una media de ciencia y arte, es el equilibrio entre técnica y creatividad.

Analizó lo que ocurre cuando dos empresas rivales hacen campañas de marketing contrarias, atacando los productos del contrario, lo que los lleva a tomar decisiones erróneas como bajar los precios o reducir los costes. El resultado es estrechar el mercado y perjudicar el empleo.

Mientras que, si se dedican a un marketing creativo, lo que harán será ampliar el abanico de posibilidades, generar oportunidades y abrir el mercado de trabajo. Apuntó que don Quijote es un modelo de liderazgo empresarial por el convencimiento de la misión que tiene que cumplir y el empeño que pone en conseguir este objetivo.

Para triunfar, ofreció unos sabrosos consejos basados en el Quijote: poner pasión en todo lo que se hace, valorar a las personas, rodearse del mejor equipo, ser fiel a uno mismo, no tener miedo a los gigantes que son simples molinos.

Impartió un consejo fundamental: “No dejen de leer, siempre que puedan, unos párrafos de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Aseveró que “el idealista no conoce límites, la persona con ideales es una persona con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, lo importante es marcarse metas y poner toda tu alma en cumplirlas”.

Y cerró la conferencia exhortando a los presentes a leer, releer y practicar el Quijote, confesó que cada vez que vuelve a las páginas del Quijote le hacen renovar su fe en los hombres que se atreven a soñar y no sólo eso, sino que con su lectura se permite construir nuevas ilusiones personales porque siempre hay una aventura que nos está esperando.

“No se necesita una varita mágica para cambiar las cosas, dentro de nosotros mismos yace la magia que nos impulsa a hacer grandes cosas”.

A lo largo de su conferencia realizó constantes alusiones a su ciudad Alcázar de San Juan y se refirió con cariño a la Sociedad Cervantina -de la que es socio-, valorando el gran trabajo cultural que llevan a cabo de forma incansable.

Manifestó su orgullo de pertenencia a la ciudad manchega e invitó a la audiencia a visitarla para conocer la esencia de la Mancha, de su gastronomía y de su tradición cervantina.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Exitosa ruta Cervantin@lcázar en la noche del sábado con excepcional asistencia de público

Fecha de Publicación: 06/08/2023

 

Dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio organiza anualmente el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, ha tenido lugar en la noche del sábado 5 de agosto la Ruta Cervantin@lcázar con la mayor asistencia que se recuerda

Un numeroso público que rompió todas las previsiones, incluido un grupo de jóvenes adolescentes, conoció las numerosas y fuertes vinculaciones de la ciudad con Miguel de Cervantes y el Quijote

 

Alcázar de San Juan, 6 de agosto de 2023.- A las 22:00 horas del sábado, desde la estatua de Alonso Quijano con su gato, obra del escultor valdepeñero José Lillo Galiani, daba inicio la ruta guiada que coordinó la Sociedad Cervantina de Alcázar, enmarcada dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio del Ayuntamiento de Alcázar, que mostró al numerosísimo público inscrito en la actividad (provenientes de Almería, Madrid, León, Alicante, Alcázar y también de Italia), la gran vinculación que tiene la ciudad de Alcázar de San Juan con Miguel de Cervantes y su obra. Como por ejemplo que el nombre oficial de la ciudad fue “Alcázar de Cervantes” durante algunos años de la Segunda República Española en el siglo XX, siendo identificada así en toda documentación oficial correspondiente a este periodo.

 

A continuación, los asistentes se desplazaron a la Plaza de Palacio, donde tuvieron ocasión de conocer -a través de las explicaciones de Luis Miguel Román-, la historia que encierra el Quijote Cósmico, busto que Eulalio Ferrer, santanderino exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México, regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan unos meses después de su nombramiento como hijo adoptivo en marzo de 1992, según cuenta en Salitre nº 8, Javier Calamardo Murat:

Ferrer, que había fundado el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato en 1987, quiso agradecer el reconocimiento obsequiando al pueblo alcazareño con un busto de Don Quijote. La escultura se colocó en la plaza de Palacio y la inauguración se llevó a cabo el 9 de julio de 1993, en presencia de Eulalio Ferrer, el alcalde Anastasio López, el escultor Santiago de Santiago y varios miembros de la corporación municipal, así como de numerosos vecinos de la localidad.

Precisamente en el pasado mes de julio se ha cumplido el trigésimo aniversario de su instalación.

En este lugar, Luis Miguel Román mostró a los asistentes una edición del Quijote igual al adquirido el 7 de febrero de 1939 a un miliciano en su camino al campo de refugiados de Argelès-sur Mer y que le marcaría para toda la vida:

“Fue una gran fortuna para mí que esta apretadísima edición de 1902, de Calleja, cayera en mis manos; libro de cabecera, como le llamo. Cuando aquel miliciano extremeño me ofreció el libro, en Port-Vendres, a cambio de la cajetilla de cigarros que llevaba, sin ser fumador, me pareció natural, sin duda ventajosos para mí. Nunca podré agradecer suficientemente la bondad de un regalo así. Nunca el más grande loco de nuestra historia estuvo mejor acompañado. Y no lo digo por mí, que no sé en qué grado lo estaré, sino por todos estos admirables locos con quienes comparto el confinamiento. En cada uno de ellos creo ver un gesto, una mirada, una ilusión de don Quijote”. (“Entre alambradas.- Eulalio Ferrer).

Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, la más antigua parroquia de la diócesis de Ciudad Real, fundada en 1226, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558 y que fue el inicio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que perdura hasta hoy.

Los asistentes hicieron una breve parada en la calle San Juan, justo en el lugar en el que Manuel Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba (nótese la diferencia de apellidos entre hermanos ya que entonces no era obligatorio registrarse con el primer apellido del padre y el primero de la madre, como en la actualidad). Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y su primo Gutiérrez Quesada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes dice don Quijote: «de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón».

 

También se explicó a los asistentes que un bisnieto de Juan López Caballero, llamado Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes» tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Alonso Quijano.

En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior  y Juan Francisco Ropero y Tardío (abogado de los Consejos Reales) quien puso al corriente de Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1780 de la Real Academia Española, realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

La ruta finalizó en esta misma plaza dando un repaso al resto de los lugares del recorrido, como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando a conocer a los presentes los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que son un patrimonio único en España, en os que se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que además están colocadas en perfecto orden cronológico.

Ya en las estatuas de don Quijote y Sancho Panza de la Plaza de España, recientemente remodeladas, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza, que junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes.

En la despedida, los miembros de Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradecieron al público la acogida masiva que ha tenido esta edición de la ruta, por la gran aceptación que ha tenido y sobre todo por la presencia de un grupo de jóvenes de ambos sexos que hace presumir que la obra de Cervantes cala también entre los lectores más jóvenes y que la lectura y el conocimiento de su obra está asegurado en las siguientes generaciones.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Ibáñez D.E.P.

Fecha de Publicación: 28/07/2023

 

Francisco Ibáñez Talavera (Barcelona 1936-2023). Fotografía de 20Minutos

 

El pasado día 15 de este caluroso mes de julio nos ha dejado Francisco Ibáñez, un genio del cómic español que nos llevaba haciendo reír a carcajadas más de cincuenta años. Nació en Barcelona en el año 1936 y ha muerto en la misma ciudad catalana.

Son muchos los personajes que ha creado y que forman parte del recuerdo de varias generaciones de nuestra niñez, juventud y hasta de nuestros días. Mortadelo y Filemón, el Botones SacarinoRompetechosPepe Gotera y Otilio y todos los inquilinos del famoso edificio 13, Rue del Percebe.

Genial creador, narrador y dibujante, con sus personajes y escenas hace que el lector se meta de bruces en su fábula, haciéndole reír, a veces a carcajadas. En sus viñetas, como en un espejo, nos podemos sentir identificados, sociedad y uno mismo si lo hacemos con humor. Leyéndolas, y mirándolas, por unos minutos nos olvidamos de los problemas del día a día embutiéndonos en la vida disparatada de sus personajes. El humor cura las desdichas, e Ibáñez con su descacharrante y maravilloso humor es capaz de curarlas en minutos, como si fuese el cervantino Bálsamo de Fierabrás.

Algunas veces es necesario estar varios segundos delante de una sola de las viñetas para ser capaz de apreciar todos sus detalles. El tiempo de la historia se para, ahora toca observar los detalles de la ilustración. Detalles que pueden pasar desapercibidos y tras otra nueva mirada los descubres como por encantamiento. Igual que la novela de Cervantes, las historias de Ibáñez hay que leerlas, y mirarlas, despacio, a veces una y otra vez. Y como ocurre con el Quijote, la viñeta que hoy miro y me dice una cosa, hace años me decía otra distinta, pero siempre haciéndome reír.

 

Quijotes de la familia Román-Bustamante

 

Para celebrar la aparición en 1958 del primer Mortadelo y Filemón, la editorial Círculo de Lectores publicó en 2008 un especial Mortadelo y Filemón 50aniversario con el título Mortadelo de la Mancha. Como socios de la editorial, el pedido de ese mes fue este ejemplar lujosamente encuadernado. Entre los casi cien ejemplares de ediciones del Quijote que disponemos en casa, uno de ellos es este Mortadelo de la Mancha, que hoy he vuelto a hojear. Primero con tristeza, pero al pasar unos minutos Ibáñez ha vuelto a hacerme reír, como siempre. ¡Solo tenía que fijarme en la cara de este Caballero de la Triste Figura y de su flaco Rocinante, al salir de ese singular molino!

 

 

Como agentes secretos de la T.I.A. son elegidos para probar el nuevo invento del profesor Bacterio: el Transmutador trifásico de erudición retoricointelectiva. Según Bacterio, con este aparatejo en pocos segundos se asimilan todos los conocimientos de cualquier libro, «como quien digiere una ración de garbanzos». El objetivo del superintendente Vicente era que tuvieran los conocimientos y habilidades de un gran agente secreto. Arrastrados a la fuerza hasta la maquineja sufren la descarga de un libro de James Bond, pero la eficiente Ofelia había puesto las pastas del libro del Agente 007 a un Quijote, al que se le había caído el rímel encima… Por lo que ahora son los agentes Mortadelo de la Mancha y Filemoncho Panza.

 

 

…  Mortadelo de la Mancha ve unos molinos que a él le parecen gigantes…

 

… a Mortadelo de la Mancha no se le reconocería en el mundo por generaciones y generaciones si no es por su famoso Yelmo de Mambrino

 

 

… y más tarde, el mismo Ibáñez nos mete en la aventura de los leones, dando  Mortadelo de la Mancha libertad a un león que transportaba un camión del Zoo…

 

 

… y cómo no, también da libertad a unos presos condenados por algunas “cosillas”…

 

Decía Ibáñez que él nunca había leído completo el Quijote, que lo hacía por partes, por aventuras, y nos dejó esto. ¡Solo un genio del humor puede interpretar así a otro genio del humor!

Un consejo manchego para el resto de verano. Después de este tiempo electoral en España, en el que el profesor Bacterio con su Transmutador ha inducido a los políticos el extraño tratado de ciencias políticas Un escaño al año no hace daño, con algún cortocircuito que otro, apaga el móvil, acércate a un kiosco o librería y compra un Mortadelo y Filemón, busca el lugar que más te guste para sentarte o tumbarte, prepárate un salutífero bálsamo fresquito y deja que Ibáñez haga que te rías de ti y de tu sociedad, que mucha falta nos hace. No ocultes tus carcajadas, que quien te vea dirá “ese que ríe está leyendo un Mortadelo y Filemón”. ¡Quizás el humor sea el antídoto bacteriano ante tanta desventura, agravios, entuertos y desaguisados!  

¡Que en paz descanses, Maestro Ibáñez! Con tu marcha aquí nos hemos quedado hechos fosfatina, aunque ahora allí estarán despachurrados de la risa.

 

P.D. Volvía de pasar unos días de vacaciones con unos amigos en un camping de Benidorm. Era junio de 1980. En la estación de ferrocarril de Alicante esperábamos la salida del exprés nocturno que nos traería a Alcázar de San Juan de madrugada. No había comido nada desde mediodía y solo me quedaban 100 pesetas en el bolsillo, 60 céntimos de euro actual, lo justo para comprar un bocadillo y una cerveza en la ajetreada cantina de la estación. Antes había visto que en el kiosco de la prensa había un Mortadelo y Filemón ¡especial de verano!, con muchas historias de todos los personajes de Ibáñez, y costaba 100 pesetas. No tuve dudas. Ya desayunaré mejor en casa en cuanto llegue al día siguiente, me dije para conformar a mis tripas, y me compré mi Mortadelo. Llegué muerto de hambre pero harto de reír.

                                                    Luis Miguel Román Alhambra

«Prisioneros de la Armada Invencible liberados del olvido»

Fecha de Publicación: 09/07/2023

 


Pedro Luis Chinchilla puso nombres, apellidos y rasgos físicos exteriores (cara) a muchas de las personas naturales de numerosos pueblos de nuestro entorno que fueron hechos prisioneros en la llamada Jornada de Inglaterra

Su labor de investigación durante más de tres años ha permitido rescatar del olvido a la gran mayoría de prisioneros de los que no había censo alguno y que ascendieron a un diez por ciento de las fuerzas embarcadas

Alcázar de San Juan, 09-07-2023.- Con una gran asistencia de público para tratarse de un viernes y del mes de julio, Pedro Luis Chinchilla Muñoz hiló una conferencia magnífica que tuvo al público absorto hasta el final de la misma.

La concejal de cultura, Cristina Perea, dio la bienvenida al conferenciante y se felicitó porque el tejido cultural alcazareño sea capaz de organizar actos de este nivel, que nos ayudan a todos a conocer nuestra historia en profundidad y en particular estos aspectos que a veces se les ha considerado formando parte de una leyenda negra definida así por otros países y que de su estudio podemos concluir que fueron hechos realmente heroicos.

Luis Miguel Román, vicepresidente de la SCA, habló de la biografía de Chinchilla, de su ocupación profesional en el mundo del marketing y de como por pura afición ha dedicado un precioso tiempo de su vida a estudiar este capítulo de la historia española, sobre todo tras viajar a Irlanda y ver que allí sienten una verdadera pasión por los soldados españoles de la Armada a los que ayudaron en todo cuanto les fue posible.

Esta conferencia se enmarca dentro del ciclo Universo Quijote, ciclo de conferencias mediante las que la Sociedad Cervantina quiere abrirse al público en general para dar a conocer sus actividades y para animar a todas las personas interesadas a que se acerquen a esta asociación y participen de ella como miembros activos. En esta ocasión se ha querido dar publicidad de la obra de Chinchilla para colaborar con él en su misión de rescate del gran olvido en que están sumidos estos soldados españoles. 

Pedro Luis Chinchilla comentó que antes de iniciar su trabajo se leyó todo cuanto existía sobre los prisioneros de la Armada Invencible, que en realidad era muy poco, y se preguntó a sí mismo, por qué no se conocía ni siquiera el número de prisioneros, ni había un censo aproximado de ellos, ni se sabía prácticamente nada de sus peripecias en Inglaterra durante su cautiverio.

Se puso a trabajar y después de más de tres años ha logrado rescatar del olvido y poner cara (nombres y apellidos) así como su procedencia y oficio, a la gran mayoría de prisioneros, documentando sus trayectorias, estancias en Inglaterra, tiempo de cautiverio y fechas de liberación.

Explicó también el modo impactante en que cada monarca trató a sus soldados, mientras que el rey de España Felipe II, negoció el rescate de cada prisionero desde el primer momento y hasta 11 años después (cuando fue liberado el último, un boticario), y mientras los barcos maltrechos fueron regresando a las costas españolas, desplegó un gran dispositivo de acogida a los heridos y supervivientes, facilitándoles cuanto les era necesario, ropas, alimentos y sus pagas (como las indemnizaciones a las viudas de los que habían perdido la vida); la reina Isabel de Inglaterra, licenció a los pocos días a sus soldados porque ya no le eran necesarios y pudieron encontrarse vagando por las calles de Londres mientras vivían de la caridad o directamente morían de hambre.

Cuantificó las cantidades a fecha actual del coste de los rescates, ascendiendo a unos 8.700 euros los de los soldados de menos graduación (Inglaterra cobraba en ese rescate tanto la propia manutención del tiempo que habían estado prisioneros, como un precio por su libertad), y significando unas cantidades verdaderamente altas, de unos 500.000 euros por las personas de más calidad, tanto militares de mando en la Armada como aventureros de familias nobles que se incorporaron a la Jornada.

Resultó emocionante conocer con nombres y apellidos a los prisioneros nacidos en poblaciones cercanas como Camuñas, Manzanares, La Solana, Villanueva de los Infantes o Lillo. Al finalizar la exposición, el acto se prolongó con un interesante intercambio de preguntas de los asistentes a las que Pedro Luis Chinchilla ofreció unas excelentes aclaraciones.

En la mañana del sábado Chinchilla tomó parte de uno de los Almuerzos de don Quijote, otra actividad cultural en la que los invitados hablan de sus experiencias, proyectos e inquietudes mientras saborean típicos platos manchegos.

A lo largo del almuerzo, Pedro Luis Chinchilla comentó que le resulta perfectamente posible que el Miguel de Cervantes bautizado en Alcázar de San Juan pudiese haber participado en la batalla naval de Lepanto (con 13 años), porque él tenía documentados numerosos casos de niños de hasta 9 años, alistados en la Armada, que servían como pajes de rodela de los nobles y caballeros o como grumetes en los navíos.

De igual forma se hizo un repaso de todas las personalidades, especialmente los escritores, que de un modo u otro tuvieron que ver con la preparación a participación en la Armada de 1588, entre los que se encuentran en propio Miguel de Cervantes o Lope de Vega.

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan se congratula de poder recibir en Alcázar de San Juan, estudiosos como Pedro Luis Chinchilla Muñoz que en todo momento se puso a disposición de los cervantinos alcazareños y dio todo tipo de facilidades para estar en nuestra ciudad. Por su buena disposición y por haber querido compartir sus conocimientos con el público alcazareño, le agradecemos su participación y esperamos que se lleve un buen recuerdo de esta acogedora ciudad, de sus personas y de su patrimonio cultural.

 

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CONFERENCIA COMPLETA EN YOUTUBE

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Pedro Luis Chinchilla fundador de la web armadainvencible.org en los Almuerzos de don Quijote

Fecha de Publicación: 02/07/2023

 

 

Uno de los mayores expertos en la Armada de 1588 visitará Alcázar de San Juan para conocer nuestra ciudad y para impartir una conferencia titulada “Prisioneros de la Armada Invencible. Los hombres capturados de tierras cervantinas”, dentro del ciclo de conferencias Universo Quijote

También participará en los Almuerzos de don Quijote que regularmente organiza esta Sociedad Cervantina

Alcázar de San Juan 3 de julio de 2023.- El próximo invitado de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan será Pedro Luis Chinchilla Muñoz (Yecla, 1968), es investigador independiente sobre la Armada de 1588 y creador de la web armadainvencible.org, la plataforma para su estudio y divulgación.

Conferenciante y colaborador en distintos medios escritos y radiofónicos dando a conocer la historia de la “Armada Invencible”, su labor en la promoción de actos conmemorativos en recuerdo de esta historia épica (organizados tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte) ha tenido un notable eco, propiciando una recuperación fidedigna de estos hechos históricos y el resurgir de la vinculación de la Armada con pequeñas comunidades rurales irlandesas a fin de promover un desarrollo socio-cultural y turístico sustentado en esta conexión.

Es autor del libro Los prisioneros de la Armada Invencible, publicado en febrero de 2023, cuya investigación ha sido presentada en Yecla, Avilés, Madrid, el TIDE Armada Conference de Sligo (Irlanda), el Instituto Cervantes de Dublín y, ahora, gracias a su Sociedad Cervantina, en Alcázar de San Juan.

El viernes 7 de julio a las 20:00 horas en la Casa del Hidalgo, Pedro Luis Chinchilla impartirá una conferencia titulada Prisioneros de la Armada Invencible. Los hombres capturados de tierras cervantinas.  Esta conferencia será gratuita y abierta al público, está incluida dentro de la programación UNIVERSO QUIJOTE, que viene organizando la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan para abrir la asociación al público en general y para que los alcazareños que lo deseen puedan acercarse al conocimiento de Miguel de Cervantes, su obra y la interesante época en que le tocó vivir.

El sábado 8 de julio y ya restringido a los miembros de la Sociedad Cervantina, Pedro Luis Chinchilla asistirá a la actividad cultural los “Almuerzos de don Quijote” que regularmente organiza esta asociación y en la que los invitados hablan de su experiencia cervantina, así como de sus proyectos presentes y futuros alrededor de unos típicos platos manchegos.

Previamente al almuerzo el invitado visitará los lugares turísticos de Alcázar de San Juan y conocerá la vinculación de nuestra ciudad con Miguel de Cervantes.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La famosa ínsula Barataria

Fecha de Publicación: 01/07/2023
Sancho Panza entrando como gobernador en la Ínsula Barataria. Jaime Pahissa, 1904

 

Si hoy preguntamos ¿qué es una ínsula?, la mayoría respondería que una isla, o, recordando las primeras lecciones de Geografía: «Una porción de tierra rodeada de agua por todas partes».

¿Y si lo hacemos a los primeros lectores del Quijote,a principios del siglo XVII? Muchos responderían que «trozos de tierra cercadas de aguas, como una isla».

¿Y si se lo preguntamos a Sancho Panza? Posiblemente no sabría muy bien qué contestar después de la burla de los Duques, solo que estuvo en «una ínsula llamada la Barataria» y que «diez días la goberné a pedir de boca».

El primer diccionario de la RAE, el conocido de Autoridades (1734), dice de ínsula: «es lo mismo que isla, que es como oy se dice. Usabase mucho en lo antiguo, especialmente en los libros de Caballerías. Se llama en estilo jocoso qualquier Lugar pequeño ù gobierno de poca entidad. Dicese à semejanza de la que fingió Cervantes en su Don Quixote haberse dado á Sancho Panza su Escudero». Y de isla: «Una parte de tierra rodeada enteramente de agua, en algún rio ò en el mar, donde son mas freqüentes. Analogicamente significa un conjunto de casas, cercado por todas partes de calles»

La RAE, actualmente en su diccionario, define ínsula como:

Del latín

1. Lugar pequeño o gobierno de poca entidad, a semejanza del encomendado a Sancho en el Quijote.

2. Isla (porción de tierra rodeada de agua).

Pero ¿qué espacio geográfico era realmente la famosa Ínsula Barataria?

Aunque con ese nombre aparece en la segunda parte del Quijote (1615), es al comienzo de la primera parte (1605) cuando Cervantes utiliza por primera vez la palabra ínsula. Es cuando don Quijote convence «a un labrador vecino suyo, hombre de bien —si es que este título se puede dar al que es pobre—, pero de muy poca sal en la mollera» para que le sirviese de escudero, y le persuade especialmente con una promesa: el hacerle gobernador de una ínsula que ganase en alguna de las aventuras, de las muchas que tendría.

A Sancho esta promesa no se le olvidará nunca, «y rogaba a Dios en su corazón fuese servido de darle vitoria y que en ella ganase alguna ínsula de donde le hiciese gobernador, como se lo había prometido» (Q1, 10). Él sabe el valor que tiene, aunque prediciendo el valor de la fórmula del bálsamo de Fierabrás tendría llegó a proponer a don Quijote su renuncia como gobernador de la ínsula a cambio de la «receta de ese estremado licor» (Q1, 10). Cervantes utiliza la palabra ínsula en treinta y una ocasiones en la primera parte y en más de cien en la segunda.

Para don Quijote, lo que ha prometido a su escudero es la gobernación de una isla. Y si no es posible una isla le recompensará con un reino en tierra firme.  Esto le decía don Quijote después de la aventura con el vizcaíno: «cuando faltare ínsula, ahí está el reino de Dinamarca, o el de Sobradisa, que te vendrán como anillo al dedo, y más que, por ser en tierra firme, te debes más alegrar» (Q1, 10). Y tampoco se le olvida este posible cambio de una isla por un reino en tierra firme a Sancho Panza cuando le dice a don Quijote, después de haberle golpeado con el lanzón en las espaldas por sus burlas en la aventura del batán en Sierra Morena: «que suelen los principales señores, tras una mala palabra que dicen a un criado, darle luego unas calzas; aunque no sé lo que le suelen dar tras haberle dado de palos, si ya no es que los caballeros andantes dan tras palos ínsulas, o reinos en tierra firme» (Q1, 20)

Autores aseguran que Sancho Panza no sabía lo que era una ínsula, aunque él mismo la define casi mejor que cualquier geógrafo de su tiempo. Llorando, junto a la carreta convertida en jaula, camino a casa desde la venta de Sierra Morena le decía a don Quijote: «… ¡Oh liberal sobre todos los Alejandros, pues por solos ocho meses de servicio me tenías dada la mejor ínsula que el mar ciñe y rodea!» (Q1, 52)

En la segunda parte, Sancho sigue esperando nuevas aventuras con la esperanza de su ansiada ínsula. Pero antes, por si acaso la ínsula no llega, quiere pactar un salario de escudero con don Quijote, contando incluso desde cuando le prometió por primera vez la ínsula, como diríamos hoy con efectos retroactivos, «porque en lo de la promesa de la ínsula se ha de contar desde el día que vuesa merced me la prometió hasta la presente hora en que estamos». (Q2, 28)

Los Duques aprovechan la promesa que don Quijote le había dado de regalarle  una ínsula para tramar otra burla, esta vez solo a Sancho Panza. El Duque le concede la gobernación de una villa, y aquí el lío, «que es una ínsula hecha y derecha, redonda y bien proporcionada y sobremanera fértil y abundosa, donde, si vos os sabéis dar maña, podéis con las riquezas de la tierra granjear las del Cielo. (Q2, 42). El Duque, en medio de Aragón, no tiene isla qué darle y lo encamina  «con mucho acompañamiento al lugar que para él [Sancho] había de ser ínsula.» (Q2, 44)

El lugar donde los Duques tramaron hacerle la burla era grande, «un lugar de hasta mil vecinos» unas cuatro mil personas: «Digo, pues, que con todo su acompañamiento llegó Sancho a un lugar de hasta mil vecinos, que era de los mejores que el Duque tenía. Diéronle a entender que se llamaba la ínsula Barataria, o ya porque el lugar se llamaba Baratario, o ya por el barato con que se le había dado el gobierno.» (Q2, 45). Enrique Suárez Figaredo, en sus notas a la segunda parte dice de ínsula Barataria: «isla de ganga, podría leerse. Se llamaba barato al engaño o fraude, y también a la propina que los jugadores daban a los que servían el juego, mirones e informadores». No cabe duda que el nombre dado por Cervantes a la ínsula induciría a las risas entre sus primeros lectores.

Durante el gobierno de Sancho, un paje de los Duques lleva unas cartas y presentes a la mujer de Sancho. Habiendo leído las cartas el cura y Sansón Carrasco, «admirados de lo que habían leído», se fueron con la mujer de Sancho a la cuadra de su casa donde el paje estaba dando de comer a su caballo. El bachiller le pregunta por don Quijote y Sancho, «puesto que habían leído las cartas de Sancho y de la señora Duquesa, todavía estaban confusos y no acababan de atinar qué sería aquello del gobierno de Sancho, y más de una ínsula, siendo todas o las más que hay en el mar Mediterráneo de Su Majestad. A lo que el paje respondió:

—De que el señor Sancho Panza sea gobernador no hay que dudar en ello; de que sea ínsula o no la que gobierna, en eso no me entremeto, pero basta que sea un lugar de más de mil vecinos…» (Q2, 50)

Para el bachiller y el cura una ínsula era una isla, y para el paje también, pero para seguir la burla de los Duques este sale hábilmente airoso con su comentario.

Acertamos a ver como  a Sancho le da igual haber llegado a una isla como a una villa con tal de ser su gobernador: «Y aquella tarde la pasó Sancho en hacer algunas ordenanzas tocantes al buen gobierno de la que él imaginaba ser ínsula (Q2, 51). Lo reafirma el narrador cuando al dejar Sancho la gobernación cuenta que: «Sucedió, pues, que no habiéndose alongado mucho de la ínsula del su gobierno —que él nunca se puso a averiguar si era ínsula, ciudad, villa o lugar la que gobernaba—vio que por el camino por donde él iba venían seis peregrinos con sus bordones» (Q2, 54)

Uno de estos peregrinos era Ricote, un vecino morisco de Sancho, que mantiene esta conversación con él:

—Y ¿qué oficio es el que has dejado, Sancho? —preguntó Ricote.

—He dejado de ser gobernador de una ínsula —respondió Sancho—, y tal, que a buena fee que no hallen otra como ella a tres tirones.

—Y ¿dónde está esa ínsula? —preguntó Ricote.

—¿Adónde? —respondió Sancho—. Dos leguas de aquí, y se llama la ínsula Barataria.

—Calla, Sancho —dijo Ricote—, que las ínsulas están allá dentro de la mar, que no hay ínsulas en la tierra firme.

—¿Cómo no? —replicó Sancho—. Dígote, Ricote amigo, que esta mañana me partí della, y ayer estuve en ella gobernando a mi placer, como un sagitario; pero, con todo eso, la he dejado, por parecerme oficio peligroso el de los gobernadores.

Para Cervantes y sus lectores, para don Quijote, el cura y el bachiller, para los Duques y su paje, para el morisco Ricote una ínsula era una isla, grande o pequeña. Solo en la ignorancia o codicia de Sancho pudo encajar el engaño de los Duques llevándolo a una villa en lugar de a una isla.

La famosa Ínsula Barataria ha trascendido en el tiempo como el lugar donde Sancho Panza gobernó eficazmente, como nadie lo habría hecho, durante el poco tiempo que duró la burla de los Duques.

Hay una afección de ínsula en el diccionario de la RAE actual, heredera del Diccionario de Autoridades, que propongo pueda cambiarse porque no es precisa en parte de su definición: «Lugar pequeño o gobierno de poca entidad, a semejanza del encomendado a Sancho en el Quijote». La famosa Ínsula Barataria, el lugar que gobernó Sancho Panza, no fue un «Lugar pequeño o gobierno de poca entidad» ya que este tenía «más de mil vecinos», unas cuatro mil personas, un lugar importante en el reino de Aragón a principios del siglo XVII, y en el resto de España, ¡y Sancho Panza la gobernó!

                                                          Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

 

Tras los pasos de Rocinante en Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 29/06/2023

 

 

El pasado día 22 de junio presenté en Alcázar de San Juan Tras los pasos de Rocinante. El acto tuvo lugar en el patio del Museo Casa del Hidalgo, un edificio civil del siglo XVI transformado en centro de interpretación de la vida de un hidalgo manchego en su casa. Hidalgo manchego es don Quijote, por lo que el escenario escogido para la presentación era el más idóneo posible.

Me presentaron ante el público asistente Cristina Perea, en su primer día en el cargo de concejala de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, y Juan Bautista Mata, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, a la que pertenezco.

Decía Cervantes que: «Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento. Este pecado en cuanto me ha sido posible, he procurado yo huir desde el instante que tuve uso de razón; y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas». Siguiendo este principio cervantino, y de educación, comencé la presentación dando las gracias al Ayuntamiento de Alcázar de San Juan por cederme este magnífico lugar para presentar la guía de caminos, a mis presentadores y a todos los presentes, en este primer día de verano manchego.

 

Quise tener un recuerdo especial para mi amigo Santiago Ramos, que nos dejó en medio de la pandemia Covid19 un frío día de enero de 2021. Él me prologó Mi vecino Alonso (2010) y me acompañó en varias presentaciones.  Casualmente un mismo día 22 de junio, pero del año 2012, estábamos en El Toboso.

 

 

«¡Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores!», le aconsejaba don Quijote a Sancho antes de que partiese para ser gobernador de la ínsula Barataria. ¡Cómo no iba a acordarme de mis padres, de mis abuelos… de mi familia de labradores, pastores y ferroviarios! Llevé una fotografía de mi madre sentada en una trilla junto a su tío Miguel y mis tres hermanos mayores, una tarde de verano manchego. Mi madre me decía que yo también estaba allí, unos meses después vine al mundo. No recuerdo el nombre del perro al que abrazo, pero en casi todas las casas de la Mancha había uno, como en la de don Quijote.

Comentaba también que la guía «está dedicada a Maite, mi mujer, porque sin su apoyo, consejos, dedicación y acompañamiento en los trabajos de campo, durante estos años, no la habría terminado. A mis hijos Jorge, Jaime y Guillermo, que nunca me han reclamado el tiempo que he dedicado al Quijote, y a sus parejas Verónica, Elena y Edwin. Y a Leire, Carlos, Hernán, Pablo y Balam, mis cinco nietos, que algún día me acompañarán por los caminos de esta guía, tras los pasos de Rocinante», que pronto ya serán seis porque una niña viene en camino.

La guía guarda más fechas mágicas, porque precisamente el día que ponía punto y final a ella, el 31 de agosto de 2022, mi nieto Pablo cumplía cuatro años. Y también la fecha de este día de presentación, 22 de junio, porque mi nieta Leire cumplía diez años. A la misma hora en la que empezaba la presentación, las 20:00 horas, mi hijo Jorge me enviaba hace diez años su primera imagen que yo recibía trabajando en el desierto de Atacama (Chile), con seis horas de desfase en el primer día de invierno austral.

Fueron varias preguntas las que hice a los asistentes. «¿Quién no reconoce  a los dos personajes que están en la plaza subidos sobre un caballo y un borrico, o en cualquiera de estas imágenes?» Aunque no se haya leído el Quijote estas figuras son universalmente conocidas como don Quijote y Sancho Panza. E incluso, al ver unos molinos de viento los vinculamos a una de sus aventuras y a la Mancha.

«¿Qué tipo de lector eres?», fue la segunda interrogación, porque de una manera o de otra, todos nos podemos encasillar en alguno de estos tipos de lectores, o no lectores, del Quijote que detallé:

-Lector que lo lee por el mero hecho de satisfacer su gusto por la lectura. Le encanta leer cualquier tipo de novela o género.
-Lector normal que es incapaz de terminarlo por aburrido o porque no entiende su castellano del siglo XVII.

-Lector obsesivo de novelas capaces de devorar 800 páginas en dos días.

-Lector, estudiante, que tiene la obligación de leer el texto o parte del texto en alguna de sus asignaturas.
-Lector interesado por la trascendencia humana y social de su cuento. Para él todo es ficción.
-Lector interesado por advertir su profesión en el texto. Ver en Cervantes un especialista o con conocimientos de su misma profesión.
-Lector que además de estar interesado en el cuento advierte que la ficción está enmarcada en una geografía y tiempo real.

-Pseudolector, que no has leído el Quijote pero que reconoces las aventuras de don Quijote solo por haberlas escuchado o visto en cualquier medio una y otra vez.

 

Yo, confesaba,«me encasillo en varios tipos. Soy de los que lo leyeron, en parte, de estudiante y que cuando quise volverlo a leer entero fui incapaz de hacerlo, me parecía aburrido o no llegaba a entenderlo. No veía las risas que decían muchos les daba la lectura del Quijote, y lo dejaba una y otra vez. Por falso orgullo manchego logré terminarlo, aunque casi no recordaba bien ni lo que había leído unos capítulos antes, menos aún un refrán de Sancho o una sentencia de don Quijote. Esto ocurría con unos veinte años»

Después comenté cómo me inicié en la lectura del Quijote: «… hasta que llegó el 2004 y por todos lados se preparaban actos para celebrar los cuatro siglos de la publicación de la primera parte del Quijote. La Asociación de Amas de Casa de Alcázar de San Juan pensó hacer una lectura del Quijote, y mi mujer propuso que se hiciese en una pequeña bodega de nuestra propiedad. Lo hacían los miércoles entre diez a catorce mujeres de toda condición y edad. Iban llegando a la bodega después de haber recogido los cacharros de la comida de la familia. Se sentaban en la mesa, yo les ponía un café, y de una en una se pasaban un Quijote, una vieja edición mexicana, y leían una parte del capítulo… pero las paradas eran frecuentes, las risas interminables, las caras de circunstancia según se desarrollaba la escena no se pueden describir… y se preguntaban qué quería decir esa palabra que no entendían, el refrán o sentencia que había dicho Sancho, la actitud de los personajes en cada aventura… la libertad de la mujer vista en Marcela, en Dorotea su autonomía como mujer gestora de los negocios de la familia…  y yo perplejo, ante el mejor análisis del texto cervantino que jamás había leído,  escuchado ni visto hacer por nadie, y se han escrito ya centenares de miles de artículos, libros, ponencias, reflexiones, etc. Entonces, llegué a la conclusión de que yo no había leído el Quijote, y me propuse hacerlo, pero como ellas, disfrutando del texto como ellas»

«Y así, entre ratos a diario, en fines de semana, subrayando un Quijote editado por Martín de Riquer y pasando las notas a unas carpetas del ordenador llegué a terminar su lectura en cuatro años, en 2008. En ese momento, ordenadas todas las carpetas con títulos como Sentencias y refranesGastronomíaFlora y faunaMujer y sociedad… al revisar la carpeta que titulé Lugares y geografía tuve el presentimiento que con los detalles que Cervantes da de la comarca cercana de don Quijote se podía, incluso, acercarse a  descubrir o dar nombre a ese lugar enigmático que él mismo nos escondió»

 

 

De ese trabajo, de lectura tranquila, meditada, salió de la imprenta Mi vecino Alonso (2010). En este libro doy nombre, por primera vez en los anales cervantinos, a la venta donde es armado caballero don Quijote, la Venta de Manjavacas. Y pongo nombre al lugar de don Quijote, que no es otro que en el que estamos, Alcázar de San Juan, con análisis distintos a los que en su día hizo Ángel Ligero.

Intuía que los caminos y parajes por donde Cervantes pone a estos personajes de ficción son reales. Conocía, y conozco bien, los caminos de esa parte de la Mancha, con 12 o 13 años ya había ido en la bicicleta de mi padre por caminos a Campo de Criptana y El Toboso, y poco después a las Laguna de Ruidera, esa vez con una bicicleta mejor que me prestaron. El territorio que Cervantes pinta me parecía real. Y me intrigaba sobremanera los diez y seis  kilómetros que recorren don Quijote y Sancho Panza en Sierra Morena, desde la venta del manteo hasta el lugar de la penitencia en medio de la sierra, donde Cervantes enmarca varias, de las más conocidas, aventuras como la batallaba contra los rebaños de ovejas, el encuentro con la comitiva de encamisados, el miedo a los ruidos de un batán, la bacía del barbero, la liberación de los galeotes… Si las aventuras en Sierra Morena están enmarcadas en parajes reales, mi hipótesis de que la geografía del Quijote era real, podría confirmarse. El terreno de Sierra Morena me era muy conocido. «Trabajé entre los años 1990 y 1992 en la construcción y puesta en servicio del AVE Madrid-Sevilla, justamente entre el edificio técnico de Venta de la Inés y la estación de Córdoba», por lo que conocía bien los caminos y parajes de lo más intrincado de Sierra Morena. Tenía la misma sensación de haber estado por donde Cervantes ya había pasado y quizás también sus personajes en la ficción. No me daba ningún recelo o respeto entrar en ella.

 

 

«Así, en 2012 publico la Tesela La venta cervantina de Sierra Morena, editada por el Patronato Municipal de Cultura, donde, después de recorrer el camino real de Toledo a Sevilla entre Almodóvar del Campo y Conquista, pongo nombre a la venta donde Sancho es manteado y desde la que se adentran caballero y escudero en Sierra Morena. Es la Venta de la Inés, en tiempo de Cervantes Venta del Alcalde, muy lejos de las ventas marcadas por autores anteriores, como por ejemplo la Venta de Cárdenas, en Despeñaperros…  Allí conozco al último propietario de la venta Felipe Ferreiro, que ya sabía él desde niño lo que mis cálculos me habían costado tanto tiempo de resolver, que además de ser explícitamente nombrada en la novela Rinconete y Cortadillo estábamos en la venta del manteo»

«Paso casi tres años trabajando entre mapas históricos y especialmente con los primeros mapas matemáticos que se habían hecho en España, a finales del siglo XIX, que recogían minuciosamente el trazado de los caminos tal y como los conoció Cervantes tres siglos antes. Con el texto voy marcando sobre papel las aventuras en medio de Sierra Morena. Hay un hito que me atrae desde el inicio, comprobar si el Batán del Navarrillo, que estaba marcado en el primer mapa del IGN en 1880 seguía cerca del Camino de Toledo a Sevilla, y que según mis cálculos era el fantasmagórico artilugio que tanto miedo dio a dQ y SP. Recorro, también con Maite, el camino real de Toledo a Sevilla por medio de Sierra Morena, con el Quijote en la mano y la mochila llena de mapas y planos antiguos, con la intención de situarme en los escenarios de las aventuras que tenía marcadas. Primero el valle donde tiene lugar la batalla contra los rebaños de ovejas… y con el apoyo de José María, el encargado de la Finca de La Garganta, sin él no es posible acceder a ella, con meridiana precisión el texto de la novela y los parajes reales que voy pisando coinciden. De este fascinante trabajo de campo publico en 2017 Las aventuras de don Quijote en Sierra Morena»

Durante mis lecturas de textos de otros autores, especialmente de quienes han pasado por Alcázar de San Juan y de una manera o de otra han creído ver aquí el espíritu cervantino, más bien quijotesco, preparé en 2020 otra Tesela, recopilando sus experiencias en esta ciudad. La titulé Alcázar de San Juan en las crónicas de viaje. De Hans Christian Andersen a Julio Llamazares.

 

 

Y aquí comenzó realmente la presentación de la guía Tras los pasos de Rocinante. Caminos, parajes y lugares del Quijote. Una Guía de caminos para el lector del siglo XXI.

«Después de publicar Las aventuras de don Quijote por Sierra Morena es cuando me surge la idea de hacer una guía con las rutas de los caminos en los que Cervantes pone a andar a sus personajes y los parajes donde transcurren las aventuras. Más y más mapas, y pintado en rojo los caminos por donde en la ficción lleva Cervantes a don Quijote y Sancho. Hay un momento en el que ya con los recursos obtenidos preveo una publicación de unas 800 páginas, inasumible para mi bolsillo, como auto-editor, como para el del posible lector. Por lo que tomo la decisión de dividir esta guía en tres volúmenes, uno por cada una de las salidas de don Quijote de su casa, y siempre en territorio de la Mancha natural»

 

 

Tras los pasos de Rocinante, ¿por qué este título?

Una pregunta que muchos se han hecho y me han hecho ya, y mi respuesta es que Rocinante marca el tempo de la novela y también marcará el paso del lector viajero.

«El compositor de música, mientras compone una obra, tiene en su cabeza la velocidad a la que se ha de interpretar, y la deja anotada en la parte superior de la partitura. A veces, su estado anímico durante la composición ha quedado reflejado en la obra a través de esta velocidad, el tempo. El Quijote está escrito en tempo lento (40-60 ppm), a la mitad de velocidad que el tempo andante, al paso (76-108 ppm).

Fue luego a ver su rocín, y aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro, ni Babieca el del Cid con él se igualaban (Q1, 1).

Ir tras los pasos de Rocinante es ir caminando lento, ensimismado, pensativo, releyendo una y otra vez el Quijote. A tempo lento.

Si el puzle de las aventuras de don Quijote encaja en el espacio-tiempo real,  es considerando que Rocinante por su edad y sus taras caminaba a la mitad que un caballo normal. Ya lo indicaba el ventero cuando lo compara con la mitad de un caballo y en el combate con el Caballero de la Blanca Luna en Barcelona, Cervantes hace que recorra la mitad que el caballo contrincante.

En una hora de camino un caballo o una persona a pie recorría y recorre en estos caminos fáciles unos seis km, una legua de camino. Rocinante media legua, tres km»

En la imagen de la pezuña de Rocinante, que se puede ver en las estatuas situadas en la Plaza de España de Alcázar de San Juan, se puede apreciar la enfermedad de los “cuartos”, que invalidaba a un caballo casi por completo. El autor de estas esculturas, Marino Amaya, no la hizo así, ha sido el paso del tiempo, los traslados y la fatiga del material la que ha provocado esta imagen, pero bien vale para comprender que Cervantes elige un caballo con la misma triste figura que la de su amo, un binomio inmortal. También un genial recurso narrativo para crear aventuras por alcance, difíciles de ingeniar si Rocinante fuese un caballo de condición normal. Nunca el Caballero del Verde Gabán habría alcanzado al paso de su yegua a un caballo normal, por ejemplo 

 

 

Pasé después a comentar la portada y las citas que añado al inicio.

La imagen de la portada… «Guillermo, mi hijo, ha creado esta ilustración original que sintetiza perfectamente el objetivo de la guía de caminos. Vemos un paisaje nítidamente manchego, con los colores y ondulaciones propios del terreno, y dos personas que van caminando por un camino suave. La chica lleva un libro en la mano. Colgadas de sus mochilas unas pequeñas bacías de barbero doradas. Hasta aquí una imagen relativamente real, pero en pequeñito, más adelante por el mismo camino que llevan, se aprecia un caballero sobre su caballo con una lanza en ristre, que si nadie le para llegará hasta los molinos de viento, a saber con qué intención. Esta es la figura de ficción, don Quijote sobre Rocinante, y sus pasos son los que siguen estos viajeros. Al agua, difuminado, aparece la portada del primer Quijote de 1605, como guiño a la fidelidad al texto cervantino»

«Recordando a tantos y tantos viajeros que han llegado desde cualquier punto del mundo tratando de pisar, de estar en los mismos lugares y caminos por donde Cervantes puso a don Quijote, a veces sin una ruta clara a seguir… Azorín, Jacacci, Vierge… también pretendo con la guía que quien crea en «fantasmas, en caballeros andantes y bellas Dulcineas»como decía el chileno Carlos Sanderpueda seguir realmente los mismos caminos que un día seguro transitó Cervantes y que le sirvieron de escenario real para enmarcar en ellos las aventuras del hidalgo manchego. Invito a hacer un viaje, que sea «el mejor de los viajes» hasta ahora realizado por cualquier lector de la novela. Y así comprender la maravillosa sentencia que el propio Cervantes nos deja que «el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho»

 

 

Escribo un Prólogo al lector viajero largo, muy largo. Es necesario exponer mi interpretación geográfica del Quijote que me ha llevado a marcar los caminos y los parajes reales por donde transitan don Quijote y Sancho en la ficción, y qué es lo que se van a encontrar quien siga esta guía en cada momento en el camino. Además de mi objetivo principal de que quien siga esta guía en ningún momento se sienta perdido, desorientado. «No hay nada peor que la sensación de no saber hacia dónde ir ni reconocer donde se está. Muchos mapas con partes de la ruta e imágenes completan el texto de la guía. Y en los parajes donde Cervantes enmarca una aventura añado el pasaje cervantino, así si el viajero no quiere llevar su Quijote podrá sentarse y gozar del momento imagen-texto solo con la guía, sus imágenes y las imágenes reales del camino»

Mi propuesta es que las rutas de las salidas de don Quijote se hagan o a pie o en bicicleta, o en caballo quien disponga de uno. Así se verá el camino, se sentirá el camino como lo sintió Cervantes, despacio, al paso de un caballo viejo como Rocinante. Así, y no en coche o en cualquier vehículo de motor, se puede seguir los pasos lentos del bueno de Rocinante y entender mejor el Quijote. «Pero son rutas largas, por lo que el viajero cervantino podrá ver en el mapa general y parcial de la ruta qué lugares están cercanos, carreteras desde donde dejar el coche e iniciar una parte de la ruta… y planificar perfectamente su camino. No es necesario hacer toda la ruta, como leer el Quijote, se puede hacer en tramos.

«Esta guía de caminos está pensada para el lector cervantino del siglo XXI. Propone ir por los mismos lugares, caminos y parajes manchegos por los que transitó Cervantes en sus múltiples viajes, y que le sirvieron de escenario real para enmarcar en ellos las aventuras de ficción del hidalgo manchego. Es una propuesta geográfica. La composición literaria, las palabras elegidas para el texto y su intencionalidad, si la tuvo aparte de la de entretener, es, como sentenciaría Sancho Panza, «harina de otro costal», entrando ahora sí en un campo, casi en exclusividad, de los filólogos y filósofos… o de las Amas de Casa»

¿A quién va dirigida esta guía?

«A lectores que ya han leído el Quijote y creen verosímil el espacio geográfico elegido por Cervantes para ser el escenario de las aventuras de don Quijote. Y quieren ver, oír, oler, tocar e incluso gustar con su gastronomía el territorio real por el que transitan los protagonistas de la historia.También esta guía está pensada para quienes aún no lo han leído, pero creen reconocer a los personajes, aventuras, parajes y escenarios del Quijote, por su gran popularidad en todos los campos culturales y sociales. Y para quienes aunque no hagan o no puedan seguir la guía en el terreno, contemplen las imágenes de los parajes y lugares descritos en la guía, y en el Quijote. Puede que se compre en América y no se venga nunca aquí, pero hoy con sistemas de información geográfica, incluidos en los móviles, se puede seguir el camino…. O a lo mejor al leer esta guía provoca en el lector cervantino la necesidad de hacer este gran viaje…

 

 

«El que venga a la Mancha a seguir los pasos de Rocinante, es sin duda un viajero original… no busca la comodidad de una hamaca o el poder sin límites de una pulserita que lo puede todo» Esta guía está pensada para el viajero cervantino, no para el turista cómodo. Caminar o pedalear por estos caminos, aunque fáciles, exigirá un esfuerzo. «Propongo con esta guía un viaje singular, original, de viajar por la Mancha de don Quijote con el Quijote, pero debes de «creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas», como creía el poeta chileno Carlos Sander persiguiendo el espíritu de don Quijote. Solo así el cansancio tendrá su recompensa, porque en algún momento del camino creerás reconocerlos. Es ese momento en el que la ficción del libro que llevas y la realidad del paisaje coinciden. Un momento mágico, único, que lo podrás sentir en cualquier momento del camino»

 

 

¿Por dónde nos llevará la guía?

«Por caminos, casi exclusivamente. Es, en sus caminos y parajes, donde Cervantes sitúa a don Quijote, fuera de palacios y cómodos alojamientos, especialmente en la Primera Parte. Y cuando está en ellos, como en la casa solariega de don Diego de Miranda o en la más sencilla de los novios Quiteria y Basilio, en cuanto puede ensilla a Rocinante y se marcha de nuevo a los caminos, pasando junto a ellos las noches bajo las estrellas o en el peor camaranchón de una venta aledaña. Por esos mismos caminos y parajes cervantinos te llevará esta guía»

¿Veremos la misma imagen de la Mancha que vio Cervantes?

«Como un pintor percibe las imágenes cuando pinta un cuadro, la imagen de la Mancha en el Quijote es la abstracción que percibió de ella Cervantes hace más de cuatro siglos. La dibuja con palabras. Sin saberlo Cervantes con su narrativa inventó la écfrasis: la representación verbal de una representación visual.El trazado de sus caminos son casi iguales, pero la acción antrópica del hombre ha cambiado la imagen del territorio. Hay quien hoy define el paisaje del Quijote como una imagen ambigua o inexacta, olvidando que en tiempos de Cervantes no existía el concepto de  paisaje como tal,  sino la imagen del territorio, que es el espacio que describe a sus lectores. Enmendar hoy a Cervantes por posibles incoherencias, descuidos o contradicciones en el texto sobre el territorio utilizado como escenarios en la novela, usando para ello una cartografía y sistemas de información geográfica actuales muy precisos, es olvidar completamente que el Quijote se escribió para gentes del s. XVII, que reconocían y sentían el territorio de la Mancha tal y como la siente y describe Cervantes en el texto»

 

 

Pero toda guía tiene un principio, un origen… y aquí la novedad.

Esta guía es original, innovadora. Se han editado multitud de mapas y propuestas de rutas del Quijote que en poco, o nada, coinciden con esta guía que tienes en tus manos, especialmente porque el lugar de inicio y final de cada una de las tres rutas, el lugar de don Quijote, es Alcázar de San Juan.

Desde que en los Quijotes de Sancha (1780) e Ibarra (1790), aparecieron los mapas dibujados por Tomás López y Manuel A. Rodríguez, en los que se marcaba Argamasilla de Alba como el origen de las salidas de don Quijote, poco ha cambiado hasta hoy. Sin embargo, el solo hecho de estar nombrado este lugar en la primera parte de la novela lo invalida por completo. Sería olvidar la intención del mismo Cervantes: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo…»

Este primer volumen de Tras los pasos de Rocinante contiene la primera salida de don Quijote, la más corta, solo un par de días, que le lleva a la venta donde por la noche es armado caballero. Toda guía de caminos tiene un origen, y este primer volumen tenía que llevar incluido el estudio del origen de la guía, el lugar de don Quijote. Tanto el origen como el trazado de la primera salida no coinciden con las  que ya se han publicado desde finales del siglo XIX hasta nuestros días.

 

 

«Este primer volumen te llevará desde Alcázar de San Juan hasta el paraje donde se encontraba la Venta de Manjavacas, en Mota del Cuervo, la venta donde Cervantes quiso que se armara caballero Alonso Quijana. Alrededor de unos 35 km. ida y otros 35 km de vuelta por el mismo camino…»

 

 

«Y se cruza Campo de Criptana… pero no por el camino de los molinos… esto será en la segunda salida, en el próximo volumen…»

 

 

Expliqué a los asistentes que el viajero llevará en sus manos toda la información necesaria para sentirse siempre localizado en el camino. En mapas de detalle marco el camino y dirección, y cuando hay un elemento en él que sea significativo como una bifurcación con otro camino, un arroyo, o un cruce con otro camino o carretera añado una fotografía de ese punto y su coordenada geográfica. Anoté que las carreteras pueden incluso servir para inicio o final de un tramo de la ruta, donde poder dejar el vehículo, si el viajero opta por hacer tramos determinados.

 

 

«Esta primera salida tiene cuatro puntos de interés cervantino: el paraje donde se encontraba la Venta de Manjavacas, el lugar donde se hallaba el encinar donde es cruelmente castigado Andresillo, el cruce del falso libre albedrío de Rocinante y el paraje donde don Quijote se encuentra con los mercaderes toledanos y sus costillas son molidas por primera vez… y no será la última…»

 

 

Cada una de las tres salidas tendrán como origen las estatuas de don Quijote y Sancho Panza, con sus fieles cabalgaduras, que se encuentran en la Plaza de España de Alcázar de San Juan. Sin duda será una de las fotografías más buscadas por cuantos viajeros se acerquen a la Mancha para seguir los pasos de Rocinante.

 

 

El final de la presentación quise que fuese un homenaje a José Luis Holguera, autor de las excepcionales y originales estampas que ilustran las aventuras de este primer volumen.«Creadas en su taller de León, utilizando técnicas de grabado de la época de Cervantes, nos deja, en bellísimas estampas, su percepción de algunos de los episodios cervantinos, la realidad del paisaje y su abstracción. Las imágenes reales las tomó en las visitas que ha hecho a la Mancha conmigo. Disfrutar de ellas»

 

 

GRABADOS DE JOSÉ LUIS HOLGUERA

 

«Termino… Con esta guía se puede ir por los caminos sin perderse, pero voy un poco más lejos, propondré la instalación junto al camino de hitos cervantinos o quijotescos con el logo indicador de los caminos, parajes y lugares del Quijote que oriente aún más al lector… Hoy puede ser el Camino del don Quijote que lo comiencen a hacer lectores o seguidores de la obra de Cervantes, pero estoy seguro que con el tiempo sea el vínculo de unión de los lugares que conforman esta parte de la Mancha con el turismo cultural de personas deseosas de conocer este paisaje, su paisanaje y su relación con la novela»

 

 

«¡ánimo, leer el Quijote, disfrutar de lo lindo con don Quijote y Sancho, que al final somos así todos en nuestra vida, como ellos, y creer en hadas, en fantasmas, en caballeros andantes y en bellas Dulcineas… sabiendo también que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”»

 

 

Después de terminar mi presentación dediqué varias guías.

¡Un día que no olvidaré nunca!

 

Luis Miguel Román Alhambra

Luis Miguel Román presenta su innovadora guía ‘Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote’

Fecha de Publicación: 23/06/2023

 

 

Este jueves 22 de junio, el reconocido estudioso cervantino Luis Miguel Román presentó su última obra titulada «Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote». Acompañado por la concejala de Cultura, Cristina Perea, el evento tuvo lugar en el Museo Casa del Hidalgo de Alcázar de San Juan.

«Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote» es una guía de caminos que tiene como objetivo facilitar el recorrido de los viajeros y lectores cervantinos del siglo XXI por los caminos manchegos, siguiendo las tres rutas que Don Quijote realiza a través de La Mancha. La obra se destaca por estar repleta de mapas y fotografías que guiarán al lector a lo largo de su travesía, asegurando que no se pierda en ningún momento.

Esta guía, según Luis Miguel Román, se diferencia de otras publicaciones existentes, incluyendo la guía de la Junta de Comunidades y otros mapas antiguos. Fruto de una extensa investigación y del profundo cariño del autor por la obra de El Quijote, este primer volumen de la guía es solo el comienzo, ya que Román asegura contar con recursos suficientes para elaborar hasta 800 páginas, considerando que una guía de tal magnitud podría resultar voluminosa y pesada para los viajeros.

Cristina Perea, concejala de Cultura, expresó su admiración por el trabajo de Luis Miguel Román, destacando su dedicación y pasión: «Luismi es un estudioso de Cervantes y del Quijote, lleva muchos años metido entre sus páginas y dedicando mucho tiempo. Yo ya hacía años que hablaba con él de esto en mis clases de teatro», afirmó Perea. Además, expresó su deseo de que el autor continúe compartiendo toda la información que posee en futuras publicaciones.

La obra de Luis Miguel Román, «Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote», ya se encuentra disponible para su adquisición en la Librería Mata, así como en diversas plataformas de venta on line, incluyendo Amazon y Casa del Libro.

 

Ayuntamiento de Alcázar de San Juan

La "Calavera Quijotesca" de José Guadalupe Posada

Fecha de Publicación: 21/06/2023

Washington Daniel Gorosito Pérez

José Guadalupe Posada (Aguascalientes, 2 de febrero de 1852- Ciudad de México, 20 de enero de 1913), fue un grabador, ilustrador y caricaturista mexicano. Célebre por sus dibujos de escenas costumbristas, folclóricas, de crítica socio política y por sus ilustraciones de calacas o calaveras, entre ellas La Catrina.

La Catrina es el grabado más famoso de los que realizara José Guadalupe Posada, desde su creación va de la mano con el Día de Muertos. Pero Posada realizó gran cantidad de trabajos, entre ellos uno que se publicó a inicios del siglo XX bajo el título: Ésta es de Don Quijote la primera, la sin par, la gigante calavera.

En la imagen que la acompaña se puede apreciar una imagen de un esqueleto, que tocado con una bacía, al estilo de Don Alonso Quijano, embiste y hace volar a otros esqueletos más pequeños. Sin embargo, el título que utiliza Posada es engañoso, ya que éste no es un panteón dedicado a la memoria del más grande héroe de la literatura hispana, sino una serie de sentencias en las que él mismo adopta el papel de parca o psicopompo.

 

En estos versos y grabado de José Guadalupe Posada se expresa la unión de dos tradiciones culturales hispanas: Don Quijote, español, símbolo del hombre que lucha por obras que parece imposibles; y la calavera, mexicana, montada en su caballo Rocinante que aún “hace de las suyas” en el más allá.

Esta maravillosa herencia cultural dice presente, tanto en El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, como en la obra gráfica de José Guadalupe Posada, el humor y el ingenio se aúnan a la sabiduría revelando los conflictos sociales y el alma de los pueblos.

Indudablemente el grabado de la “Calavera del Quijote”, por su calidad, conocimiento, apropiación, nos permite sostener la opinión de que Posada es el más importante artista gráfico de México.

Una obra que en un sentido inverso del trabajo de la Calavera Garbancera (La Catrina), la cual muestra el conocimiento y la sensibilidad de Posada del ser nacional). Mientras que en la del Quijote plasma su sensibilidad y conocimiento universal.

Cada detalle del grabado fue burilado con precisión, cada una de las figuras se distingue de la otra, porque el animal, el jinete, la lanza, las calaveras y los restos óseos en todos ellos se da cuenta de un homenaje de un maestro del arte a otro maestro de la escritura, en este caso Miguel de Cervantes Saavedra.

El uso de las calaveras, la representación del movimiento de cráneos y partes de las calaveras en vuelo jocoso tras la embestida de Don Quijote de la Mancha, significa la apropiación del personaje y la deferencia de José Guadalupe Posada al personaje de Miguel de Cervantes Saavedra.

 

Presenta un magno jinete central que simboliza su poderío, y, en tanto que calavera, se dimensiona el alcance de la obra y el personaje más allá de su tierra de origen histórico- geográfico para traducirlo a otras formas y significados, expresados en el dibujo. La pieza es el signo de todas las influencias y convergencias en José Guadalupe Posada.

La expropiación del grabador del personaje de Don Quijote expresa una hispanidad más allá de La Mancha, la península y de una versión unilateral de la cultura. Aquí Posada es el más universal de los artistas mexicanos con tan excelsa pieza.

Aquí los versos de la “Calavera de Don Quijote”:

 

Ésta es de Don Quijote la primera,

la sin par, la gigante calavera.

A confesarse al punto el que no quiera

en pecado volverse calavera.

Sin miedo y sin respeto ni a los reyes

este esqueleto cumplirá sus leyes.

Aquí está Don Quijote

la calavera valiente,

dispuesta a armar un mitote

al que se le ponga enfrente.

Ni curas ni literatos,

ni letrados ni doctores,

escaparán los señores

de que les dé malos ratos.

Sin respetar el talento

ni el dinero ni la gloria,

de todo humano elemento

formaré en un solo momento

 

una inmensa pepitoria.

De mi potente pujanza,

nadie escaparse podrá,

pues al filo de mi lanza

hay que perder la esperanza

y prevenid la mortaja,

pues tengo las intenciones

de rellenar los panteones

de muertos con o sin caja.

 

***

El velamen de los molinos de viento: origen, uso y funciones

Fecha de Publicación: 20/06/2023

Ponencia de Zacarías López-Barrajón Barrios al XII Congreso Internacional de Molinología (Miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan)

Asociación Amigos de los Molinos, c/Desafío, 24, 1º dcha. 1ó630- Mota del Cuervo (Cuenca) Correo electrónico de contacto: zacabarrios@telefonica.net

 

Resumen

Hace cinco años iniciamos una serie de estudios sobre el conocimiento de las técnicas constructivas y los materiales empleados en la realización de los molinos de viento en Castilla La Mancha. La piedra (fue nuestro primer objeto de análisis, que continuamos ahora con las telas, lonas o lienzos del molino, que constituyen su parte textil y que concluiremos con un futuro estudio sobre la madera empleada en el mismo.

Este elemento -el velamen-, se encuentra escasamente documentado a través de las exiguas fuentes: escritas, orales y gráficas, ya que hasta (echas recientes no se habían realizado estudios específicos de esta parte del molino, del que, además, no queda ningún ejemplo original. Por eso, hemos complementado nuestro trabajo con el estudio tanto de algunos ejemplares de velas que hoy día se emplean en estas construcciones en las distintas zonas peninsulares.

Permitiéndonos obtener unos resultados que hemos comparado con molinos de viento de otras nacionalidades donde los usos, a parte de los propios de la molienda, eran más variados. Así, el objetivo de esta comunicación es dar a conocer una parte importante del molino de viento como son las velas o velamen sin cuya existencia no podría funcionar el citado ingenio.

Palabras clave: Lienzos, velas, velamen, molino, viento.

Abstract

Five years ago we started a series o(studies on the knowledge o(the constructive techniques and materials used in the construction o( windmills in Castilla La Mancha. The stone was our (irst object o( analysis, which we now continue with the fabrics or canvases o( the mill, which constitute its textile part and which we will conclude with a future study on the wood used in it.

This element -the velamen- is scarcely documented through the scarce sources: written, oral and graphic, since until recently no specific studies had been carried out on this part of the mill, of which, moreover, no original example remains. For this reason, we have complemented our work with the study of some examples o( sails that today are used in these constructions in the different peninsular areas.

 

 

This has allowed us to obtain results that we have compared with windmills of other nationalities where the uses, apart from those of milling, were more varied. Thus, the main objective of this communication is to make known an important part of the windmill such as the sails or sails without whose existence the windmill could not function.

Key words: Canvases, sails, mill, wind, windmills.

 

1.- Introducción

En el X Congreso Internacional de Molinología, celebrado en Segovia en el año 201ó iniciamos una serie de estudios sobre el conocimiento de las técnicas constructivas y los materiales empleados en la realización de los molinos de viento en Castilla-La Mancha. La piedra fue nuestro primer objeto de análisis, que continuamos con esta investigación sobre las telas, lonas o lienzos del molino, que constituyen su parte textil y que gracias al empuje de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan como inspiradora de la idea de abordar este asunto, que en el futuro concluiremos y completaremos con el estudio sobre la madera empleada en el mismo, presentamos en este congreso.

Este elemento -el velamen-, se encuentra escasamente documentado a través de las exiguas fuentes: escritas, orales y gráficas, ya que hasta fechas recientes no se habían realizado estudios específicos de esta parte del molino, del que, además, no queda ningún ejemplo original. Por eso, hemos complementado nuestro trabajo con el estudio tanto de algunos ejemplares de velas que hoy día se emplean en estas construcciones en el ámbito castellano manchego y en distintas zonas peninsulares donde aún se llevan a cabo moliendas tradicionales.

Permitiéndonos obtener unos resultados que hemos comparado con molinos de viento de otras nacionalidades donde los usos, a parte de los propios de la molienda, eran más variados, como es el caso de los molinos holandeses.

Así, el objetivo de esta comunicación es dar a conocer una parte importante del molino de viento como es el velamen sin cuya existencia no podría funcionar el citado ingenio.

 

2.- Orígenes del velamen*

Dentro de la terminología empleada en los molinos de viento, nuestro trabajo se refiere exactamente a las lonas, lienzos, telas, paños, etc., que se emplean para “vestir” o montar en las aspas del molino, por lo que hemos preferido emplear la palabra velamen para designar al conjunto de velas o unión de paños para recibir el viento en un molino.

El origen de estos lienzos no está ni mucho menos claro y creemos que indefectiblemente se debe asociar a la navegación a vela, que (fue pionera en el uso de la energía eólica como ya nos muestra la civilización egipcia en el año 4500 a.C. en numerosos grabados1. Así, en el 2650 a. C. encontramos referencias escritas que nos informan del uso de grandes lienzos de papiro para confeccionar las velas de estas embarcaciones. A estos, siguieron fenicios, griegos, romanos, etc., que también dotaron de remos a sus embarcaciones para los momentos de discontinuidad del viento.

Así, el molino de viento también aprovecha la fuerza del viento sobre sus aspas vestidas con grandes lienzos; desde sus orígenes en el s. IV d. C. donde encontramos las panémonas chinas- molinos de eje vertical usados para el riego donde las palas se cubrían con telas2; en el siglo VII d. C. existen los molinos persas, cuyas palas estaban formadas por telas sujetas a largueros de madera, pudiendo variar la posición de estas para regular la acción del viento. Estos fueron molinos de eje vertical con vientos horizontales constantes, formados de seis a doce velas rectangulares cubiertas de esteras de cañas o telas. Vemos como se nos describen dos materias primas para la ejecución de las velas: la caña y la tela, que serían producciones más humildes, probablemente realizadas por tribus nómadas. Aunque los vikingos, entre los siglos VIII-XI, usaron la lana para confeccionar velas, que aportaban un gran rendimiento durante las largas travesías.

El empleo de las telas es claro hasta que en el siglo XIV, los molinos desarrollados en Francia, tipo torre, estructuras de piedra compuestas por cuatro u ocho aspas, de entre 3 y 9 m. de longitud, en las que las vigas de madera se cubrían con telas o planchas de madera, componente este que va a usarse en otras latitudes (Galicia, Canarias, Francia, Balcanes, etc.) para cubrir el espacio de las aspas y que estas aguanten el empuje del viento, ejerciendo su fuerza y que en siglos venideros va a suponer la transición a las palas de hierro.

En la segunda mitad del siglo XVI tenemos noticias por el manuscrito de Francisco Lobato, natural de Medina del Campo, de una serie de datos relacionados con los molinos de viento. Concretamente nos habla de un molino de viento de torre, sin velas y sin rueda dentada o entruesga (rueda catalina, rueda de puntería o rueda del aire), donde el aire entre por una compuerta de madera y mueva las ocho velas cuadradas colocadas en vertical —a modo de los molinos persas- (Figura 1)3.  Además, nos informa de un molino costoso y de grandes dimensiones realizado en Almagro (Ciudad Real), que no llegó a funcional. Igualmente nos habla de la existencia de los molinos holandeses y españoles5 y, por último, describe un ingenio — a modo de un molino de viento- que en el final de sus aspas tiene maderas que se introducen en una zona pantanosa de agua para achicar estar. A partir de la publicación de El Quijote en 1ó05, muchas han sido las ilustraciones en forma de grabado, pinturas, comics, etc. que nos han presentado el molino de viento con sus lonas acometido por el hidalgo manchego.

 

Figura 1. Molino sin velas, según el manuscrito de Francisco Lobato

 

Ya en el siglo XVIII, la Enciclopedia de Diderot & D’Alembert también nos da noticias de máquinas agrícolas entre las que se encuentran los molinos de viento (tipo pivote) y observamos en las ilustraciones que adjuntan como las telas se repliegan al centro del aspa mediante un sistema de cuerdas, sin especificar con qué material están con(eccionadas7; aunque también se conocen ejemplos de velas cuadradas a modo de los molinos manchegos donde, en algunos casos, las telas o lienzos de algodón, se colocan alternativamente por encima y por debajo de las lamas o travesaños.

Curiosamente, en 1798, los ingleses editaron unos grabados, que mostraban una serie de “barcos castillo” o “castillos flotantes” impulsados por molinos de viento, que los franceses pretendieron usar en la invasión de Gran Bretaña en 1759 y que nunca llegaron a construirse.

Será en esta época cuando se produzca la modernización de las aspas de los molinos en base a cálculos aerodinámicos que recogen tratados como el de A. Meike en 17ó0 o el de Smeaton.

 

3.- El velamen del molino de viento manchego

La introducción del molino de eje horizontal en la Península Ibérica debió propagarse en el siglo XII por extensión de la zona mediterránea, en la que estos artefactos disponían de velas similares a las usadas en la navegación, fabricando las velas en un proceso de atado de telas a los palos que se unían al eje- a modo de los molinos persas, que contaban con la facilidad de hacerse más flexibles a mayor fuerza soplara el viento, aunque podían llegar a malograrse.

 

Figura 2. Molino de viento con sus mecanismos, dibujo de G. Chaves.

 

Como todos los situados en La Mancha, Baleares, Ibiza, Sicilia, etc., pertenecen a la tipología de eje horizontal de torre o caperuza movible. Dentro de la clasificación establecida por Krüger, se corresponden con los de tipo C, es decir, cuentan con un eje que sostiene cuatro aspas rectangulares —en forma de cruz griega-9. Así, el molino de viento manchego tiene dos aspas rectangulares (un horizontal y otra vertical) y cada una está  formada por dos velas (de 8 m de longitud x 2 m de anchura) que se fijan al eje mediante cuñas. Su colocación es una por delante de la otra, de ahí que reciban el nombre de velaje de adentro —las más próximas a la pared o muralla del molino- y el velaje de afuera —las situadas por delante de las anteriores-.

Las velas/telas/lonas /lienzos se fijan por dos palos largos llamados machos y estos a su vez a los remachos, quedando todo ello como un cuerpo compacto de entre 7, 5 y 8,5 m. de largo por 2 m. de ancho que es la medida de las aspas (aunque hay datos que la enmarcan en: 5,5 m. de longitud y 1,70 m. de ancho). Una parrilla de maderas, colocadas longitudinal y transversalmente llamada telera sujeta la lona, tela o lienzo, que lleva cosida a cada lado largo una soga (llamadas soga fija) (antes de esparto, hoy de cuerda o goma gruesa) por la que se introducen pequeñas asas/asiIIas/soguillas, por entre las que pasa otra soga (llamada quitaera o corredera)10; latiguillos que sujetaban la lona a las últimas teleras y, finalmente, estaban las sogas de lienzo, que recorrían los lados más largos de las telas y que se asían a los picos de la vela.

Todo ese desarrollo lo podemos observar en el ya mítico y archiconocido dibujo de CHAVES de las piezas de un molino de viento que a continuación reproducimos como ilustración de lo que hemos comentado y homenaje a su autor (Figura 3). Las piezas que corresponden a las velas y sus elementos sustentantes son las: 1 (lona), 44 (macho), 45 (remacho), 51 (vela) y 52 (telera).

Centrándonos en los lienzos, estos son las piezas grandes con forma rectangular, que se fabricaban con algodón, aunque hay constancia de que el molinero podía repararlas o hacerlas nuevas con trozos de los viejos costales o sacos donde almacenaba el trigo, que se confeccionaban del mismo producto —algodón-; se han hallado muestras de telas de los cedazos en los que se han empleado telas de costales.

Además, hemos de añadir que en las escasas fotografías que recogen los molinos de viento con las velas puestas o recogidas- sobre todo estas últimas- se observan unas telas muy livianas, quizás por el uso y desgaste de las mismas (Figura 3).

Son probablemente telas de villeta, que se hacen a partir del algodón y la lana; las de algodón se podían tratar en batanes de la zona a raíz de los cultivos de lino (es posible su uso como tela antes del descubrimiento del algodón y hasta el siglo XVIII) y cáñamo (tejido muy resistente para confeccionar velas de embarcaciones), así como es plausible el uso de esteras realizadas en esparto para cubrir las velas.

El trabajo con los lienzos que desarrollaba el molinero tenía varias acciones una vez que había determinado la dirección del viento. Primeramente, tenía que “vestir el molino” o “armar las velas”, que era la acción de colocar la vela extendida y sujeta a lo largo del aspa. Para ello tenía que sacar las lonas, una a una o dos a dos, no podían ser más por su peso, del interior del molino —podía tenerlas en el piso bajo (llamado cuadras/caídas) o en el primer piso (llamado camareta), que es donde solía guardar los utensilios y herramientas que empleaba en la molienda. Era una tarea dura y laboriosa que requería la participación de dos personas y cuando se colocaban se solía dejar para las faenas de la molienda o se recogían detrás de las teleras en los momentos que no se molía.

Para colocarlas en cada aspa, estas se tenían que poner en forma de cruz, de tal manera que la que quedaba en vertical con la torre del molino era la que se colocaba; para ello el molinero y su ayudante se echaban la vela al hombro y subían por la telera del aspa cual escalera, al llegar a la parte superior de la misma iban enganchando con las cuerdas los extremos del lienzo a los de las teleras, hasta llegar abajo.

Esta acción se tenía que realizar cuatro veces para montar el molino completo, que una vez “vestido” ponía sus aspas en cruz, en posición de espera, porque el molinero estaba faenando en su interior, además de permitir la entrada al edificio por la puerta, si no tenía dos y se entraba por la que no coincidiesen las aspas.

Si antes de comenzar la molienda, el molinero detectaba que había un exceso de viento sólo montaba o colocaba dos velas, las horizontales o las verticales, de tal manera que le restase fuerza al molino.

Si había colocado ya las cuatro velas y el viento fuerte sobrevenía durante la molienda, enrollaba dos de ellas (verticales u horizontales) y las amarraba detrás de la telera con los latiguillos; en este segundo caso también existía la posibilidad de que deshiciese el amarre de la parte inferior de la vela y la enrollara hacia arriba para quitar fuerza al molino.

La acción de desenrollar las velas acarrea el quitar las soguillas sujetas a la telera mediante la soga quitaera o corredera y bajar las velas a través del aspa, para una vez en el suelo enrollarla y colocarla en el interior del molino. En algunos casos los molineros se prestaban sus lienzos porque se había roto alguno, para ello las tenían marcadas con algún símbolo o inicial en la vela que prestaban al compañero, que la necesitaba y así recuperarla luego.

 

Figura 3. Molino de Campo de Criptana con los lienzos recogidos.

 

En cuanto al uso de las cuerdas que sujetaban los lienzos se trataba en muchos casos de maromas o cuerdas de distinto grosor hechas de esparto, cáñamo u otras fibras vegetales trenzadas, aunque en otros casos se habla de tiras de cuero.

Estas situaciones de la molienda y otras tantas que tiene que ver con nuestro tema de estudio aparecen recogidas en algunos diarios molineros estudiados por nosotros11 en concreto nos dan idea del vocabulario con ejemplos como: “belages, lienzos, varillas del belage, hechamos el belage de afuera, hechamos el belage de afuera y dos lienzos, hechamos el belage de adentro y una bela de afuera, pusimos dos lienzos nuevos tejidos en Madridejos, destrozándose mucho los belages, etc.”.

Actualmente, la actividad de la molienda tradicional se desarrolla en las localidades de:

Mota del Cuervo (Cuenca): en el paraje conocido como “La Sierra” se alzan siete molinos de viento, cuyo origen data de mediados del siglo XVI y su abandono en el primer tercio del siglo XX, recuperándose distintos edificios en la segunda mitad del siglo XX, gracias al impulso de la Asociación Amigos de los Molinos, que, en el año 1990, junto con el gobierno municipal, dotan a un molino de toda la maquinaria precisa para realizar moliendas tradicionales (Premio Europa Nostra 1990).

Así las velas empleadas en este molino son de algodón y miden 4,95 de longitud por 1,45 m de anchura, que están agujereadas y remachadas en sus extremos cada 0,15 m. creando así orificios para las gruesas gomas que han sustituido a las antiguas cuerdas. Como peculiaridad hay que apuntar que también se han confeccionado cuatro “medias velas” en un tejido similar de 1,03 x 1,44 m para colocar en momentos en que el viento sea muy fuerte, sin perjuicio a que se lleven a cabo las acciones ya citadas para restarle fuerza al molino12.

 

 

Figura 4. Colocación de las velas en el molino de Mota del Cuervo para molienda tradicional.

 

Camuñas (Toledo): el viejo Molino de viento “La Unión” ejerce esta actividad desde hace 250 años. En origen fue conocido como “El Viejo”, pero en 1891 y tras sufrir un incendio cambió su nombre por el de “La Unión” por la cantidad de ayudas populares que tuvo para su reconstrucción. En el año 2014, se llevó a cabo su recuperación integral por el artesano molinero D. Vicente Casero Flores, que lo dotó de mayor amplitud en su interior, cambió la cubierta de madera por una de zinc y, al igual que se hacía antaño, compró una maquinaria en desuso de un molino de Campo de Criptana, habilitándolo así para realizar moliendas de manera simbólica una vez al mes. Las lonas que usan sus aspas son de algodón y tienen una medida de 8,00 x 2,00 m.

Campo de Criptana, (Ciudad Real) tiene molinos de viento conocidos desde 1575 y es el lugar donde los investigadores ubican la aventura de los molinos de viento cervantina (L I, Cap. 8). También lleva a cabo moliendas tradicionales en algunos de los tres molinos que actualmente están aptos para tal labor: “Infanto” o “Infante”, “Burleta” y “Sardinero”, que conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI, que los hace únicos en España con estas características y están declarados BIC. Las lonas que visten sus velas están hechas de algodón y tienen unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m., que están bajo el mantenimiento y cuidado de Juan Bautista Sánchez-Bermejo, que nos cuenta como estos tejidos de algodón empleados hoy en día en la realización de velas proviene de Levante y son confeccionados para darle la forma final de velas por tapiceros de la propia población como la familia Pinar.

Alcázar de San Juan (Ciudad Real) también tiene su molino de viento rehabilitado para la molienda tradicional en fechas especiales, aunque tiene otros tres más rehabilitados —sin maquinaria- y otros cuatro que están por rehabilitar. Los lienzos que visten sus velas están hechos de algodón y tiene unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m., que están también bajo el cuidado de Juan Bautista Sánchez-Bermejo.

El Romeral (Toledo) tuvo molinos de viento desde el siglo XVIII y hoy conserva un conjunto de cuatro ejemplares que datan del siglo XIX: “El Muela”, “Crítica”, “Gorrinos” y “El Pe- chugas”, este último es el que guarda su maquinaria original y se pone en funcionamiento en la Fiesta de los Molinos. Fue restaurado en 1989, pro ha sido en el año 2013 cuando el maestro artesano molinero D. Vicente Flores arreglando sistemas de giro, de molienda, de freno y el sistema motriz, que han hecho que sus aspas vuelvan a girar. Los lienzos que visten sus velas están ejecutados con algodón y tiene unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m.

Consuegra (Toledo) ubica sus molinos de viento en una crestería junto a su castillo medie- val, lo que la convierte en una estampa icónica del turismo en España. Conservan la maquinaria completa los molinos: “Sancho”, “Rucio”, “Bolero” y “Espartero”; de todos ellos, es el “Sancho” el que aún tiene maquinaria del siglo XVI, que pone en funcionamiento en ocasiones especiales como la celebración de la Fiesta de la Rosa del Azafrán allá por el mes de octubre. Las telas que visten sus velas están realzadas en algodón y tiene unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m.

 

Figura 5. Molino de viento de Sa Pobla (Mallorca).

 

4.- Otros velámenes

En el caso de otras lonas o lienzos hay que citar las de los molinos mallorquines, andaluces, cartageneros y gallegos. En el caso de los primeros, los mallorquines constan de seis aspas, que son más anchas que las de los molinos manchegos (similares a los de Rodas, Sicilia y algún ejemplar de Canarias). Estas aspas se denominan antenas y según estén colocadas o no y la posición que ocupen las telas en ellas se denominan: desenvelada, escoada, veIa plena, escapcada, esquarterada y aplegada13. Están confeccionadas de trapo o algodón y a su alrededor se colca una cuerda para reforzar los bordes (grátil) y se sujetan a las aspas por medio de seis cuerdas finas (batifions) que se sujetan a los extremos y a la parte central del velerons. Los molineros mallorquines regulaban la velocidad del molino, recogiendo las velas en diagnal14; también tenían varias situaciones con las velas provocadas por el viento: vela plena (la vela está tensa a lo largo de toda el aspa), llevar vela (reducir la superficie extendida de la vela por gran fuerza del viento), media vela (se ha recogido la vela por la mitad y por los lados), vela escoada (merma de la vela de otra manera), vela esquarterada (se recoge aún más la vela), etc15. Hoy día en la construcción de velas para el molino de Can Garraseca se han empleado seis unidades de algodón de 2 x 1,85 m.

El molino cartagenero utiliza la vela latina o vela triangular, que se denomina así por su analogía con las que suelen llevar las embarcaciones pequeñas; cuestión que dota a estos molinos de una singularidad extraordinaria con respecto a los manchegos y mallorquines, pero peculiaridad que comparte con los molinos portugueses y griegos.

 

 

Figura 6. Molino del Campo de Cartagena.

 

Los molinos de viento andaluces estaban dotados de unas velas cuadradas (Baños de la Encina, Jaén) pero más cortas y anchas que las de los manchegos, aunque luego pasaron a la vela latina triangular como los ejemplares de (Níjar, Almería), (El Granado, Huelva) y (Vejer de la Frontera, Cádiz).

En un principio las velas de los molinos del Campo de Cartagena eran cuadradas, como así lo atestiguan algunos grabados del siglo XVIII, aunque más a semejanza de los molinos andaluces hasta que a finales del siglo XIX se produce el uso de la vela latina, pudiendo llegar a convivir ambos tipos de lienzos. Este tipo de vela triangular, característico de los molinos del Campo de Cartagena (Figura 6), les otorga su singularidad a semejanza de las embarcaciones y por ello su terminología es semejante; estas, se colocan en distintos palos y están hechas de lona (algodón) y se denominan fajas, que aparecen cosidas entre sí perpendicularmente al lado, unidas luego al palo del molino y vértice del triángulo o escota17. Miden 4,50 (pala) x 4,20 (derrame) x 3,70 m (relinga), también usan cordoncillos de esparto para su sujeción.

No olvidemos citar, al menos, los molinos gallegos, que presentan velas de los dos tipos, cuadrada y latina, además de alguna peculiaridad como los molinos de Catoira, que presentaban doble rotor que permitía acoplar doble velaje (en este caso palas de madera).

Fuera de nuestras fronteras encontramos, como ya se ha comentado, lienzos del tipo vela latina (Grecia, Portugal, etc.) y cuadrado (Francia, Holanda, etc.), en lo que se refiere a estos últimos hemos de hablar del lugar donde hemos hallado la única referencia a la existencia de un “código” empleando las aspas de los molinos. Se trata de Holanda en donde, además de moler, aserrar, abatanar, etc., los molinos bombeaban el agua para achicar los polders. Así, estos tenían un código o lenguaje común entre los molineros, colocando sus aspas de distintas formas —vestidas o con los lienzos-, adornándolos con banderitas y orientando las tablillas de sus travesaños, transmitía una u otra información: cierres, boda, luto, descanso, festivo, existencia de averías, etc. (Figura 7)

Las aspas colocadas en forma de 45º con todo el velamen puesto, significaba protesta al consejo del polder porque el agua se bombeaba sucia. Si sus aspas se detenían en forma de equis, significaba pausa larga; si solo estaban quietas un rato, sestean en forma de cruz griega. También se decoran con banderines para celebrar fiestas como el Día del Rey (27 de abril), el Día de la Liberación (5 de mayo) o el Día Nacional de los Molinos (segundo sábado de mayo). Los católicos del norte, perseguidos durante la reforma, se comunicaban a través de los elementos del molino para comunicar dónde, cuándo y a qué hora había misa y oficios.

En el año 2002 cuando el equipo de fútbol del Feyenoord, en Rotterdam, se alzó con la UEFA el molinero adornó su molino con la bandera del equipo y paró las hélices en modo júbilo; esto es, con un madero apuntando a la una del reloj. Pasó a marcar las once cuando su suegro, el viejo molinero falleció; estuvo dieciocho meses en posición de luto y comentaron que “lo normal es que sean cien días, pero esta es una zona protestante muy conservadora”.

 

Figura 7. Lenguaje de los molinos de viento en Holanda.

 

5. Conclusiones

Así, tras el estudio realizado tenemos idea del origen de las telas/velas/lienzos/lonas del molino por la asociación de estas con las velas de las embarcaciones, en la mayoría de los casos realizadas en algodón u otros materiales similares, que en origen pudieron ser: papiro, lana, esparto, lino, cáñamo, etc. En cuanto a la funcionalidad es clara su misión de hacer de transmisión de la fuerza que recogen del viento, que se hace a través de las distintas tipologías estudiadas: vela

latina o vela rectangular o cuadrada en el caso de los molinos de viento manchegos, de los que en la actualidad hay al menos ocho ejemplares con maquinarias funcionando.

Por último, abogar por la conservación del vocabulario y las técnicas de montaje de los velámenes tradicionales en cada zona de la geografía peninsular, a lo que puede contribuir enormemente a recuperación de algunos edificios en los que se desarrolle la molienda tradicional como los casos de los molinos de viento manchegos.

 

6. Bibliografía

José Damián, ARANDA MERCADER, El dominio del viento. Los molinos del Campo de Cartagena. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Cartagena, 2000.

Juan Carlos CÁDIZ DELEITO, Molinos de viento. Historia de las máquinas eólicas. Madrid, Endesa, 1992.

Pedro Luis, CAMUÑAS ROSELL, El molino manchego, Editorial Azacanes, Olías del Rey (Toledo), 2000.

Julio, CARO BAROJA, Tecnología Popular Española. Editora Nacional, Madrid, 1983.

Diderot & D’Alembert. L’Encyclopédie – Agriculture: NEW BOOK / SOFT COVER: In French. Bibliotheque de l’lmage, París, 2001.

Inmaculada GARCÍA SIMÖ, Ángel INIESTA SAMARTÍN, Aurora LEMA CAMPILLO, Molinos de viento en la Región de Murcia: tipología, pautas y criterios de intervención, Murcia, Consejería de Cultura de la Región de Murcia, 2008.

Gonzalo, GARCIVAL, En el reino de los Países Bajos. Cuando los molinos de viento hablaban su propio lenguaje, ABC, Madrid, 30/11/1972.

José Antonio GARCÍA-DIEGO y Nicolás, GARCÍA TAPIA, Ciencia y técnica en el renacimiento. El manuscrito de Francisco Lobato, vecino de Medina del Campo. Serie Historia y Sociedad, n.° 15, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones, Valladolid. 1990

 

Gabriel, GIRONI CABRA, Manual del molinero. Guía práctica de la conservación y almacenaje de los granos y conversión de estos en harinas. Reproducción facsímil de 7875, Madrid, librería de Cuesta, 1998.

Zacarías, LÓPEZ-BARRAJÓN BARRIOS, “La actividad molinera en la Mancha del siglo XIX a través de los diarios de Segundo Zarco (Mota del Cuervo, Cuenca) y Lucio Fernández (Turleque, Toledo)” Actas del Congreso Internacional de Molinología (2014), pp. 372-383. ACEM-HUERMUR, Murcia, 2017.

Rafael, MAZUECOS, “Molinos de viento manchegos” en Hombres, lugares y cosas de la Mancha, 1 edición, fascículo XXXIII, 1971, 18-32 pp. 1971.

 

Ilustraciones:

1.- Molino de viento sin velas, según Manuscrito de Francisco Lobato (Folio 20).

Extraído de:  José Antonio GARCÍA-DIEGO y Nicolás, GARCÍA TAPIA. Ciencia y técnica en el renacimiento. El manuscrito de Francisco Lobato, vecino de Medina del Campo. Serie Historia y Sociedad, n.° 15, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones, Valladolid. 1990, p. 75.

2.- Molino de viento con sus mecanismos, dibujo de G. Chaves. Extraído de: Rafael, MAZUECOS. “Molinos de viento manchegos” en Hombres, lugares y cosas de la Man- cha, 1º edición, fascículo XXXIII, 1971.

3.- Molino de Campo de Criptana con los lienzos recogidos. Fotografía digital B/N, Propiedad: Fototeca de Campo de Criptana (C. Real), Colección Isidro Heras: Molinos.

4.- Colocación de la vela en el molino de viento de Mota del Cuervo para molienda tradicional. Propiedad del autor de la comunicación.

5.- Molino de viento de Sa Pobla (Mallorca). Extraído de: ELS MOLINS DE VENT DE MALLORCA, M. Sanchis Guarner, Biblioteca Folclórica BARCINO  (Volumen XI), 1955.

6.- Molino del Campo de Cartagena. Foto digital, color, año 2002. Propiedad del autor de la comunicación.

7.- Lenguaje de los molinos de viento holandeses. ABC, Madrid, 30/11/1972, p. 147.

 

Notas:

1 Cádiz (1992): p. 14.

2 Ibidem: p. 18.

3 García-Diego (1990): pp. 73-75.

4 Ibidem: pp. 76-77.

5 Ibidem: pp. 78-79.

 

6 Ibidem: pp. 80-82.

7 Diderot & D“AIembert  (2001): pp. 3-4, planchas II-III Moulin á vent.

8 Ibidem nota 3: p. 28.

9 Caro (1983): p. 162.

10 Mazuecos (1971): pp. 3-5.

11 López-Barrajón (2000): pp. 361, 362, 366 y 367.

12 Agradecemos a la Oficina de Turismo de Mota del Cuervo las facilidades dadas para la toma de datos y fotografías.

13 Ibidem nota 9: p. 21.

14 Sanchís (1958): p. 18.

15 Ibidem: p. 19.

16 Agradecemos toda la información de los molinos mallorquines a la técnica del Consell de Mallorca Da Aina Serrano Espases. Y la de los molinos cartageneros a D. Francisco José Martínez López. 17 García (2000): p. 35

El alcazareño Carlos Javier Martínez Santiago nuevo miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores “Santo Cristo de la Oliva”

Fecha de Publicación: 19/06/2023

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El día 7 de junio, La Cofradía Internacional de Investigadores «Santo Cristo de la Oliva», celebró el día 7 de junio, la Víspera del Corpus Christi en el Monasterio de San Juan de los Reyes, como viene siendo ya tradición. En ella tuvo lugar la ceremonia de investidura de nuevos Cofrades del presente curso académico 2022-2023, oficiada por el Obispo Auxiliar de Toledo, Monseñor Francisco César García Magán.

Dicha ceremonia comenzaba a las 18 horas formando capítulo en el claustro de San Juan de los Reyes. Asistieron autoridades municipales como D. Teodoro García, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Toledo en representación de la alcaldesa de la ciudad Dª. Milagros Tolón, otras autoridades civiles y militares, así como una amplia representación de cofradías y hermandades sacramentales y capítulos de Toledo, y de otros lugares de España, Francia y Alemania.

Una vez entrada la comitiva a la iglesia, empezó la Eucaristía presidida por el Obispo Auxiliar de Toledo. Tras la homilía, procedió el acto de investidura de los nuevos cofrades, siendo llamados por riguroso orden para la imposición de su medalla.  En esta ocasión fueron investidos catorce nuevos Cofrades, entre los que se encontraba el alcazareño D. Carlos Javier Martínez Santiago.

Al término de la Eucaristía, se formó de nuevo el capítulo que desfilaría hasta el claustro donde sería disuelto por el representante del Ayuntamiento.

Al día siguiente, en la celebración de la solemnidad del Corpus Christi, los 14 nuevos Cofrades procesionaron junto con sus hermanos por las calles de la Ciudad Imperial. A pesar de las inclemencias meteorológicas, cerca de 90 cofrades acompañaron al Cristo Sacramentado portado por la Custodia de Arfe.

El próximo acto tendrá lugar a finales del mes de noviembre, en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo, donde se celebrará el solemne Cabildo de Apertura del siguiente curso académico 2023-2024.  Además, se entregarán diplomas a los 14 nuevos Cofrades que recibieron la investidura canónica el pasado 7 de junio, Víspera del Corpus Christi.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

«El turismo debe abordarse desde una visión conjunta de ‘Lugares del Quijote’ en la Mancha»

Fecha de Publicación: 27/04/2023

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Con su magnífica conferencia “El Quijote como filosofía de Marketing del siglo XXI”, Antonio leal Jiménez dio inicio al ciclo “Universo Quijote”, en ella desgranó los ingredientes necesarios para que las empresas tengan éxito ofertando sus productos o servicios siempre basándose en las enseñanzas del Quijote

No dejen de leer siempre que puedan unos párrafos de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha

Alcázar de San Juan, 27-04-2022.- En la Casa Museo del Hidalgo, a las 20:00 horas del miércoles 26 de abril, con la llamativa e incomprensible ausencia del mundo empresarial alcazareño -ante un tema de sumo interés para ellos-, tenía lugar la magnífica disertación del alcazareño Antonio Leal Jiménez titulada “El Quijote como filosofía de Marketing del siglo XXIcon la que se daba comienzo al ciclo de conferencias “Universo Quijote” abiertas al público en general y en la que especialistas vinculados con diferentes aspectos del Quijote ofrecerán su conocimiento al público alcazareño.

Antonio Leal Jiménez es uno de los mayores expertos de Marketing de España con prestigio internacional, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Cádiz, Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Málaga, Máster en Business and Administration, Profesor Titular de Universidad, ha sido Director de Marketing Institucional de la Universidad de Cádiz y anteriormente vicepresidente ejecutivo de Marketing de Bodegas TERRY, su enorme experiencia en el mundo del marketing le hacen ser un conferenciante que merece la pena escuchar.

Leal Jiménez hizo mucho hincapié en el aspecto humanista y de los valores aprendidos en la obra de Cervantes y afirmó que el Quijote se paladea de forma diferente según la edad con la que uno lo lea y cuando más se disfruta es cuando ya tienes cierta madurez y vivencias.

Se hizo tres preguntas ¿Qué tiene que ver el Quijote con el Marketing del siglo XXI? ¿Puede tener algo en común don Quijote con el Marketing actual? y ¿Es posible pensar que el mundo de los sueños puede relacionarse con los sistemas empresariales?

Basó en estas tres preguntas el hilo conductor de la conferencia, asegurando que en las tres preguntas la respuesta es afirmativa, pasando a desgranar el contenido de su exposición.

Analizado el estado de la cuestión nos encontramos con que debemos apoyarnos en estas tres patas principales: la empresa (que debe ofrecer, credibilidad, reputación y responsabilidad social, así como servicio al cliente y ser capaz de generarle entusiasmo), el Marketing (calidad, nichos de mercado, innovación) y Cervantes, que no era un hombre de empresa, pero su manera de ver las cosas tenía muchísimo fundamento y es digno de ser tenido en cuenta. El marketing es una media de ciencia y arte, es el equilibrio entre técnica y creatividad.

Al igual que en la política, perdemos interés cuando dos partidos al confrontarse solo se lanzan improperios mutuos, así ocurre cuando dos empresas hacen campañas de marketing contrarias atacando los productos del contrario, lo que les lleva a tomar decisiones erróneas como bajar los precios o reducir los costes. El resultado es estrechar el mercado y perjudicar el empleo. Mientras que, si se dedican a un marketing creativo, lo que harán será ampliar el abanico de posibilidades, generar oportunidades y abrir el mercado de trabajo. Apuntó que don Quijote es un modelo de liderazgo empresarial por el convencimiento de la misión que tiene que cumplir y el empeño que pone en conseguir este objetivo.

Para triunfar, ofreció unos sabrosos consejos basados en el Quijote: poner pasión en todo lo que se hace, valorar a las personas, rodearse del mejor equipo, ser fiel a uno mismo, no tener miedo a los gigantes que son simples molinos.

Igualmente dijo quiénes eran -en su opinión- ejemplo de nuevos quijotes: Bill Gates, Steve Jobs, o Mark Zukerberg (que dijo aquello tan bonito de que no hay que crear servicio para ganar dinero, sino que hay que ganar dinero para crear nuevos y mejores servicios). O cómo los españoles Amancio Ortega o Juan Roig, todos siguen escrupulosamente, la inspiración de don Quijote para hacer frente a sus dificultades porque son grandes soñadores. Dijo, además, que los agentes de publicidad tienen que soñar continuamente y para soñar hay que leer el Quijote.

También apuntó una idea que deberíamos aplicarnos si queremos triunfar en la oferta del turismo de la Mancha, indicó que era un gran error concurrir cada pueblo por su lado en la defensa de “su” turismo, que así no se llegaba a ningún sitio y que las posibilidades de fracasar son casi seguras.

Apuntó a que todas las poblaciones que tienen algo que ofrecer en relación con el Quijote, deberían estar convencidas en ir de la mano colaborando en lograr un objetivo común, que él llamó “Lugares del Quijote” y que una vez ofrecido ese producto, cada lugar se empeñe en mejorar dentro en lo posible sus infraestructuras y su oferta turística pero siempre sin perder fuerzas en enfrentarse con los de al lado, sino teniendo siempre a la vista el objetivo común que es el de reforzar un proyecto turístico de primer orden que atraiga con fuerza al turista literario.

Precisamente en esta misma idea coincide con la Sociedad Cervantina que siempre han apostado por la “Comarca Quijote” teniendo claro que sólo de este modo se puede organizar un turismo fiel que obtenga por su dinero invertido un contenido de calidad y un grado de satisfacción que le haga sentir que le ha merecido la pena visitar la Mancha y que recomendará a sus amistades, haciendo crecer las visitas de forma exponencial.

Impartió un consejo fundamental: “No dejen de leer, siempre que puedan, unos párrafos de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Aseveró que “el idealista no conoce límites, la persona con ideales es una persona con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, lo importante es marcarse metas y poner toda tu alma en cumplirlas”.

Y cerró la conferencia exhortando a los presentes a leer, releer y practicar el Quijote, confesó que cada vez que vuelve a las páginas del Quijote le hacen renovar su fe en los hombres que se atreven a soñar y no sólo eso, sino que con su lectura se permite construir nuevas ilusiones personales porque siempre hay una aventura que nos está esperando.

“No se necesita una varita mágica para cambiar las cosas, dentro de nosotros mismos yace la magia que nos impulsa a hacer grandes cosas”.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Se cumplen veinte años de la declaración de Pausa (Perú) como Capital Cervantina de América

Fecha de Publicación: 21/04/2023

 

El próximo miércoles 26 de abril, se cumplirán 20 años de la declaración de Pausa (Perú) como Capital Cervantina de América, que fue aprobada por Resolución de Alcaldía nº 031-2003-MPPSS de la Municipalidad Provincial de Paucar del Sara Sara,  en la región peruana de Ayacucho

Alcázar de San Juan 24/04/2023.- Esta resolución que no ha sido reconocida en el mundo cervantino y ni tan siquiera conocida en muchos casos, fue dictada a impulso de su alcalde provincial, Italo Villaverde Huaita, y tiene mucho fundamento.

La motivación menos importante -aunque también sea relevante- es la de situar en el mundo cervantino a esta hoy humilde ciudad andina perdida en el centro de Perú, a los pies del Nevado Sara Sara, en el antiguo tránsito virreinal de la Ciudad de los Reyes a Chile.

Pero la motivación más importante es que Pausa se merece el nombramiento.

En una fecha indeterminada de 1607 (algunos autores apuntan que el 19 de octubre, pero no es una fecha corroborada) se celebraron en Pausa, capital del corregimiento de Parinacochas unos fastos en honor del nombramiento como virrey del Perú de Juan de Mendoza y Luna –marqués de Montesclaros–, con la particularidad de que aún se hallaba de camino desde el virreinato de México (que acababa de dejar para hacerse cargo del nuevo cargo) y no estaba presente en las fiestas. Es decir, que las hicieron en su honor, pero lo curioso es que dejaron testimonio escrito de ellas para que el nuevo virrey, amante de las letras y lector del Quijote, conociese de la celebración de las mismas mediante la lectura del relato a su llegada a Lima.

 

Laura Agar Paz Rescala, nos dice en su fantástico trabajo ¿Cómo es que asomó el Caballero de la Triste Figura? En busca de un contexto para las fiestas de 1607 en Pausa:

 

“Estas fiestas se hicieron famosas desde que la Relación de las fiestas que se celebraron en la corte de Pausa… fue dada a conocer por Francisco Rodríguez Marín en 1911. El manuscrito narra la dramatización de un torneo ecuestre, para el cual se presenta una interesante gama de caballeros, entre los cuales aparece don Quijote. Irving Leonard [1953] colaboró a dar sustento al renombre de estas fiestas al hablar de la circulación de libros de caballería en los virreinatos españoles de ultramar y al mostrar los acuerdos comerciales que quedan como prueba de la profusa cantidad de ejemplares que llegaron a América de la primera edición del Quijote (para esto sigue una estela que ya había marcado en su conferencia el mismo Rodríguez Marín y que, poco después, comienzan a repetir estudiosos de las primeras décadas del siglo XX [Francisco de Icaza 1918]). Esta relación de fiestas, por décadas, pasó de boca en boca, sin que nadie se detuviera a estudiarla cuidadosamente. Hoy el panorama ha cambiado, principalmente por la edición anotada de la relación de fiestas que en 2005 propusieron José Manuel Lucía Megías y Aurelio Vargas Díaz Toledo y por algunos estudios más como, por ejemplo, los de Raquel Chang Rodrígez [2007] y Susana Antón Priasco [2007; 2009]”.

 

Y sigue diciendo en su documentado estudio que a instancias del corregidor Francisco de Álava y Norueña (que no aparece para nada en el relato), auténtico impulsor de las fiestas, concitó en la que en ese momento era una importante ciudad minera y bastante rica por la capacidad organizativa que demostró, a un elenco de personalidades relevantes del corregimiento de Parinacochas, ya que los tres jueces del festival fueron fray Antonio Martínez prior del convento dominico de San Cristóbal de Pausa (poder eclesiástico), Cristóbal de Matas, minero potosino (poder económico) y Juan de Larrea y Zurbano, antiguo corregidor y el representante de la nobleza local, casado con María de Peralta (hija de Diego de Peralta y Cabeza de Vaca conquistador y fundador de la ciudad de Arequipa), y a quien junto con sus hijas fueron dedicados los diferentes triunfos de las justas.

En la representación ocurrida en la Plaza de Armas de Pausa, salieron diferentes caballeros cada uno con su lema o mote, pero el que más llamó la atención fue don Quijote, nos cuenta Paz Rescala en su trabajo antes citado:  

“En fin, la particularidad mayor de nuestro caballero es que, dentro de la ficción de la fiesta, es un no caballero (¿un soldado? ¿Alonso Quijano?) haciendo de caballero y fallando en el intento; es representado en compañía de otros personajes (el cura, el barbero) a su vez disfrazados (de princesa Micomicona y de escudero). Este caballero es un golpe de ironía y modernidad. Es el reverso de la fiesta. Podría ser una suerte de desafío a todos los demás caballeros a caer en su propia condición de farsa y a gozar todavía más del juego: así, sin dar en el blanco siquiera con una lanza, rompiendo incluso en el cabo los versos de su lema:

 

Soy el audaz don Quixó-,
y maguer que desgraçiá-,
fuerte, brabo y arriscá-“.

 

Interpretando a don Quijote otro poder local, Luis de Córdoba (caballero cordobés que anda en este reino disfrazado de nombre Luis de Galves) que había sido juez de Castrovirreina, centro minero e importante ciudad de paso para el comercio del azogue, que a la postre resultó con su interpretación del hidalgo manchego, el ganador del torneo, con lo que queda demostrado que el personaje no fue una excepción en las fiestas, sino que el Caballero de la Triste Figura fue el protagonista indudable de las mismas:  “… y los jueces desde su andamio alcanzaron un bocado, y después de haber tenido entre sí algunas diferencias sobre el dar de los premios de invención, letra y gala, se resolvieron en esta forma: que el de invención, por haber sido todas tan buenas y reconocerse poca o casi ninguna ventaja en ellas, se le diese al Caballero de la Triste Figura, por la propiedad con que hizo la suya y la risa que en todos causó verle; el cual dio cuatro varas de raso morado que le tocaron, a su escudero Sancho, para que las presentase en su nombre [a Dulcinea] cuando la viese, diciéndole que el su caballero las había ganado con el ardid y esfuerzo que su memoria le había prestado; y al Caballero de la Selva le dieron unos guantes de ámbar por la mejor letra que presentó al sujeto de ella”.

(Se puede leer completa la descripción de las fiestas en https://cvc.cervantes.es/literatura/quijote_america/peru/relacion_pausa.htm

Me atrevería a decir que, desde el momento en que cuenta el manuscrito que, conocido el proveimiento del marqués de Montesclaros como virrey del Perú y en el que salió una encamisada de cuarenta caballeros hacia la plaza para colgar el cartel donde en los siguientes diez días debían apuntarse los caballeros que quisieran participar en las justas en honor al nuevo mandatario, ya se estaba forjando la victoria de don Quijote de la Mancha en la Plaza de Armas de Pausa.

Por tanto y para cerrar este artículo creo que ha quedado claro que la primera representación de los personajes cervantinos con un cierto gusto, no exento del ánimo de divertir y hacer gracias, pero opino que hasta con un cierto respeto, fue la que tuvo lugar en la ciudad andina, por lo que creo que el nombramiento que le fue dado por resolución de alcaldía es más que justo y basado en evidencias históricas y ojalá que este breve recopilatorio (y el de otras personas más versadas que yo en el mundo cervantino) sirvan para poner a los pausinos en el lugar que en justicia les corresponde.

Constantino López

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Con Antonio Leal Jiménez comienza el ciclo de conferencias “Universo Quijote”

Fecha de Publicación: 20/04/2023

Cartel de la conferencia

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El Quijote como filosofía de Marketing en el siglo XXI” será el título con el que Antonio Leal Jiménez inaugurará este ciclo de conferencias que va a estar abierto a todo el público y con entrada libre

Alcázar de San Juan, 20 de abril de 2023.- Con el ánimo de abrir las actividades de la Sociedad Cervantina de Alcázar al público alcazareño y de toda la comarca que quiera asistir, se ha programado un ciclo de conferencias llamado Universo Quijote” en el que personas relacionadas con diferentes ámbitos culturales y académicos pasarán por nuestra ciudad a hablarnos sobre temas de interés y siempre en la órbita del Quijote.

«Universo Quijote» es una nueva actividad cultural que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan va a poner en marcha en este y que está dentro de la programación de actividades que la Asamblea General aprobó para 2023.

De esta forma no solo habrá actividades exclusivas para los socios, sino que con el ciclo de conferencias que ahora se inicia, posibilitará a todos los aficionados al mundo cervantino y quijotesco, que conozcan de manera más cercana la asociación cultural y cumplirá el objetivo fundamental de la Sociedad que es el de fomentar la lectura, conocimiento, estudio y difusión de la obra de Miguel de Cervantes y en particular del Quijote.

La entrada es libre para todos los públicos hasta completar el aforo y la primera de las conferencias correrá a cargo de un paisano, Antonio Leal Jiménez, que es experto en Marketing y nos hablara de cómo diversas personalidades de nuestra época han seguido las enseñanzas contenidas en el Quijote para triunfar en sus negocios, la conferencia llevará por título “El Quijote como filosofía de Marketing en el siglo XXI” y tendrá lugar en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan el miércoles 26 de abril a partir de las 20:00 horas.

Aunque será retransmitida por Facebook en directo, os invitamos a todos a acompañarnos en la Casa del Hidalgo porque escuchar a Antonio Leal es siempre muy placentero y su gran experiencia nos hará aprender muchas cosas mientras pasamos un rato extraordinario.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La música en Cervantes protagonista absoluta en la Sierra de los Molinos de Criptana

Fecha de Publicación: 16/04/2023

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Con el patrocinio del Ayuntamiento de Campo de Criptana, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado la 5ª Mesa Redonda Cervantina en el salón de actos del Centro de Interpretación del Molino Manchego

Alcázar de San Juan, 16 de abril de 2023.- A lo largo de la mañana del sábado 15 de abril, ha tenido lugar la V Mesa Redonda Cervantina que ha llevado por título «La música en Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música». Santiago Lázaro, alcalde de Campo de Criptana y Rosa Ana Fernández, concejal de cultura, abrían el acto dando la bienvenida a ponentes y público asistente, mostrándose muy satisfechos por acoger este evento cultural que llevaban tiempo preparando junto con la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Lázaro puso de manifiesto la importancia de celebrar este acto en su pueblo, en coordinación con una sociedad cultural alcazareña (que ha celebrado las cinco mesas redondas de forma itinerante en diferentes localidades cercanas), e insistió en la idea de que este ejemplo debe calar en la comarca. Dijo que la idea de que cada pueblo haga su lucha individual por atraer turismo es errónea, se mostró convencido de que es más productivo aunar sinergias y que todos juntos sumemos esfuerzos en la idea de la “Comarca Quijote”, y que de forma conjunta seamos capaces de ofrecer un producto turístico completo basado en el Quijote y sus aventuras por la comarca, para que pueda ser disfrutado por nuestros visitantes.

La Mesa Redonda ha respondido a las expectativas que se habían generado debido a que las exposiciones -de gran interés-, han mantenido al público absorto y pendiente de las explicaciones de los intervinientes, hasta el punto de que a gran número de asistentes la sesión se les ha hecho corta.

El acto ha sido transmitido en directo en el perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, donde nada más terminar el acto se ha subido el vídeo completo del evento a disposición de quienes quieran verlo en diferido.

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La música y Cervantes han sido protagonistas absolutos de la mañana criptanense, moderados de forma magnífica por Miguel Antonio Maldonado (experto en música tradicional y director del grupo Camerata Cervantina), los verdaderos protagonistas de la mesa han ido desgranado sus ponencias de forma magistral. Comenzó el orden de intervenciones Manuel Briega Román (concertista componente del Dúo Belcorde) haciendo un recorrido por la enorme producción de música clásica basada en el Quijote que ha inspirado más de 1000 obras entre composiciones musicales, piezas de ballet y óperas. Briega ha recorrido medio mundo ofreciendo conciertos en colaboración con el Instituto Cervantes y ha asegurado que no solo llevan a gala ser manchegos, sino que lo demuestran interpretando siempre en su repertorio música de la época de Cervantes que es apreciada en todos los países.

A continuación, Enrique Suárez Figaredo (socio de honor de la SCA) comentó la película El Hombre de la Mancha de 1972 (género musical), con Peter O’Toole, Sofía Loren y James Coco como actores principales, alabando el tono –in crescendo– de la parte musical, así como la gran interpretación de los personajes de Sancho Panza y de Aldonza. Se ganó al público afirmando que Sara Montiel hubiese sido la encarnadora ideal de Dulcinea, pero que, a falta de la paisana, Sofía Loren tampoco lo hizo mal…  No obstante, apuntó que en su opinión el actor principal no se acababa de ajustar a la personalidad que debería tener un caballero andante al uso. Así mismo dijo que cuantas más veces ha visto la película, más aprecia la calidad musical de las melodías como uno de los atractivos del film.

Por otra parte, Juan José Pastor Comín (profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha) hizo una rigurosa exposición de los usos musicales en las obras de Cervantes, mostró como el genial escritor conoció -sin duda- la música y las canciones populares de su tiempo, así como la completa gama de instrumentos. Puso de manifiesto también cómo Cervantes utiliza términos musicales que son sólo conocidos por verdaderos especialistas y demuestra el conocimiento profundo de la teoría musical. Puso de manifiesto que Cervantes además hace bromas con los fundamentos musicales de don Quijote, sacando siempre muchísimo partido de los propios conocimientos sobre música del inmortal novelista. Adornó su exposición con la reproducción de fragmentos musicales de la época, algunos de una gran complejidad compositiva.

Finalmente, Hans Christian Hagedorn (también profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha), realizó un exhaustivo análisis de la gran variedad de obras de jazz que han tenido el Quijote como modelo,  e hizo un fantástico recorrido por los elementos y motivos de inspiración para componer este tipo de música. También utilizó la reproducción de pequeños fragmentos musicales para explicar -por ejemplo-, cómo los compositores utilizaban estructuras musicales cíclicas y repetitivas para simular el giro continuo de las aspas de los molinos de viento.

A la terminación de las exposiciones, Toni Maldonado (moderador) hizo un preciso resumen de lo más importante de cada intervención y aportó algunas apreciaciones sobre los aspectos coincidentes con la música tradicional -que tan bien conoce-, poniendo una guinda al sabroso pastel que la mesa redonda ofreció al público.

Siguió un turno de interesantes preguntas por parte del público asistente, especialmente una sobre si conocían alguna composición inspirada en la pastora Marcela, a la que los ponentes respondieron que no lo había, a pesar del importante papel de libertad e independencia con el que Cervantes adorna a esta mujer en su novela; en cambio sí que tenían constancia de que había composiciones inspiradas en Grisóstomo.

Podemos afirmar que la música ha sido protagonista absoluta en la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana y que se ha respirado en cada rincón del Centro de Interpretación del Molino Manchego.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La música de don Quijote en la Tierra de Gigantes

Fecha de Publicación: 12/04/2023

 

Rosa Ana Fernández, Concejal de Cultura de Campo de Criptana y Juan Bautista Mata, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar en la presentación a los medios de la 5ª Mesa Redonda Cervantina

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La 5ª Mesa Redonda Cervantina tendrá por título “La música de Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música” y se celebrará en Campo de Criptana

Alcázar de San Juan, 12 de abril de 2023.- En colaboración con el Ayuntamiento de Campo de Criptana, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado la quinta edición de esta iniciativa cultural poniendo en valor uno de los lugares que más se identifican con la Comarca Quijote, ya que esta población era la única que disponía de un gran número de estos gigantes industriales y fue el único lugar posible en el que Miguel de Cervantes se inspirase para situar en este paraje la famosa batalla contra los molinos de viento, que el autor describió en el mundialmente conocido Cap. 8 de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

La 5ª Mesa Redonda Cervantina se desarrollará en el incomparable marco del Centro de Interpretación del Molino Manchego, en plena Sierra de los Molinos, el sábado 15 de abril a partir de las 11.00 horas y con entrada gratuita hasta cubrir el aforo del local.

En esta ocasión y por celebrarse en Campo de Criptana, ciudad con amplia tradición musical, la Mesa Redonda versará sobre la música en el Quijote y llevará por título «La música de Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música» y contará con cuatro ponentes de excepción, profundos conocedores del mundo musical cervantino que ofrecerán ponencias del máximo interés, que aportarán datos desconocidos e interesantes para todos los apasionados de la obra cervantina y para el público en general que asista en directo o siga el desarrollo de la Mesa Redonda a través del perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912

Desde las 11.00 y tras la inauguración de la Mesa por parte de las autoridades, nuestro socio Miguel Antonio Maldonado Felipe, folklorista, investigador musical y arreglista-director del grupo de música tradicional Camerata Cervantina será el conductor de la mesa y moderará a los ponentes:

D. Manuel Briega Román, Criptanense, profesor superior de Violín y Música de Cámara por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Profesor de violín del Conservatorio Profesional de Música “Marcos Redondo” de Ciudad Real. Concertista internacional con el dúo Belcorde. Expondrá: “El QUIJOTE: Fuente de inspiración musical del s. XVII al S. XXI”.

D. Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Ingeniero eléctrico ya jubilado, investigador residente en Barcelona, estudioso del Quijote, editor y descubridor de una edición desconocida del Quijote de Avellaneda, que a la postre se trató de la primera y más antigua entre los fondos de la Biblioteca Nacional. Gran conocedor del mundo de la edición en el Siglo de Oro, ha editado gran parte de las novelas de caballerías de la época. Ha sido colaborador en el Quijote del Instituto Cervantes, última edición, coordinada por Francisco Rico. Su ponencia será: “El Hombre de la Mancha. Aciertos y desaciertos del film respecto al personaje principal”.

D. Juan José Pastor Comín, Profesor Titular (acreditado a Catedrático) de Música en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y Codirector del Centro de Investigación y Documentación Musical (CIDoM-SIC). Ganador del Premio Nacional Extraordinario de Fin de Grado (MEC) y Premio Extraordinario de Contrapunto y Fuga (2001). Su exposición se titulará: “Usos musicales en las obras de Cervantes”. 

D. Hans Christian Hagedorn, Profesor Titular del Departamento de Filología de la Universidad de Castilla La Mancha, autor de «La traducción narrada: El recurso narrativo de la traducción ficticia», 2006.  Pertenece a Asociación Internacional de Hispanistas (AIH) Asociación Madrileña de Germanistas (AMG) Deutscher Germanisten Verband (DGV). El título de su ponencia será: “La presencia del Quijote en la música popular de los siglos XX y XXI: el caso del jazz”.

La Mesa Redonda Cervantina se ha celebrado ya en El Toboso, Quero, Puerto Lápice, Alcázar de San Juan y en esta ocasión en Campo de Criptana. Siempre en los lugares que son referencia en el Quijote y donde tuvieron lugar las aventuras de don Quijote y Sancho Panza. En 2023 la música del Quijote estará en Tierra de Gigantes.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La casa de don Quijote

Fecha de Publicación: 09/04/2023

El Quijote, al inicio, puede parecer un laberinto geográfico, pero después de familiarizarse con el entorno físico descrito en él deja de serlo.

Si hemos podido situar el lugar de don Quijote en el mapa de la Mancha, teniendo en cuenta los datos geográficos, físicos y humanos, que en el texto nos deja su autor, tratar de situar la casa de don Quijote en el núcleo urbano de Alcázar de San Juan parece posible.

Que Cervantes conoció esta villa manchega, sanjuanista, y su entorno cercano, no cabe duda alguna. No tenemos constancia documental de cuando estuvo, el motivo, ni el tiempo que permaneció aquí. La imagen que de ella tenía Cervantes la traslada al papel de su novela más conocida, lo suficientemente legible para el lector coetáneo que leyó su novela.

Hoy nos parece imposible transitar por una ciudad si no es con un dispositivo de geolocalización en la mano, pero en tiempo de Cervantes identificar la imagen de un lugar  consistía simplemente en percibir lo más nítidamente posible su morfología, el plano urbano con sus hitos, calles, plazas, bordes y edificios singulares. Si el viajero accedía por uno de los caminos de acceso a un pueblo o ciudad, distinguir su estructura y sus barrios le servía de referencia clara para manejarse después en su interior.

La plaza central o mayor, que normalmente albergaba el ayuntamiento, en cualquier villa manchega, es la imagen que identifica el centro de ella, un nodo desde el que parten las calles principales hacia cada uno de los barrios.  También a ella llegan o parten los caminos, en su casco urbano todavía como calles, desde o hacia otras villas cercanas.

Cervantes conoce bien la plaza de Alcázar de San Juan. En ella está la Torre del ayuntamiento y una fuente pública. En toda esta comarca manchega solo Alcázar de San Juan contaba con una fuente en su plaza. Escoge esta imagen vigorosa de la fuente de la plaza y nos la retrata en el texto. Teresa, la mujer de Sancho, le da las nuevas que en su pueblo han pasado desde su segunda partida con don Quijote: «Sanchica hace puntas de randas, gana cada día ocho maravedís horros, que los va echando en una alcancía para ayuda a su ajuar; pero ahora que es hija de un gobernador tú le darás la dote sin que ella lo trabaje. La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas.»(Q2, 52).

Era común, y sigue siéndolo hoy, que en todas las plazas de los pueblos manchegos, en la amplitud de la plaza, se celebrasen los días de mercado; las celebraciones, festividades más importantes y los domingos al mediodía eran el punto de reunión para chicos y grandes.

Para ubicar el barrio de Alcázar de San Juan donde Cervantes emplazó las casas de don Quijote y Sancho Panza, que eran vecinos, analizaremos las salidas y regresos de don Quijote, y la llegada a la villa del paje de la duquesa con las cartas a Teresa. En estos pasajes, Cervantes, describe la estructura urbana de la villa del hidalgo manchego a principios del s. XVII, y de alguna manera nos marca el barrio de los protagonistas de la novela.

Primera salida:

«Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de Julio, se armó de todas sus armas, subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento y alborozo de ver con cuánta facilidad había dado principio a su buen deseo.» (Q1, 2)

Primer regreso:

«En estas pláticas y en otras semejantes llegaron al lugar a la hora que anochecía; pero el labrador aguardó a que fuese algo más noche, por que no viesen al molido hidalgo tan mal caballero. Llegada, pues, la hora que le pareció, entró en el pueblo y en la casa de don Quijote, la cual halló toda alborotada…» (Q1,4)

Segunda salida:

«Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen…  Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje…» (Q1, 7)

Segundo regreso:

«El boyero unció sus bueyes y acomodó a don Quijote sobre un haz de heno y con su acostumbrada flema siguió el camino que el cura quiso, y a cabo de seis días llegaron a la aldea de don Quijote, adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote. Acudieron todos a ver lo que en el carro venía, y cuando conocieron a su compatrioto quedaron maravillados, y un muchacho acudió corriendo a dar las nuevas a su ama y a su sobrina de que su tío y su señor venía flaco y amarillo y tendido sobre un montón de heno y sobre un carro de bueyes». (Q1, 52)

Tercera salida:

«En resolución, en aquellos tres días don Quijote y Sancho se acomodaron de lo que les pareció convenirles; y habiendo aplacado Sancho a su mujer, y don Quijote a su sobrina y a su ama, al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso…» (Q2, 7)

Tercer regreso:

«Aquel día y aquella noche caminaron sin sucederles cosa digna de contarse, si no fue que en ella acabó Sancho su tarea, de que quedó don Quijote contento sobremodo, y esperaba el día por ver si en el camino topaba ya desencantada a Dulcinea su señora…

Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea, la cual vista de Sancho, se hincó de rodillas y dijo:

—Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado…

—Déjate desas sandeces —dijo don Quijote— y vamos con pie derecho a entrar en nuestro lugar, donde daremos vado a nuestras imaginaciones y la traza que en la pastoral vida pensamos ejercitar.

Con esto bajaron de la cuesta y se fueron a su pueblo.» (Q2, 72)

«A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos

…Llegaron los cazadores, pidieron su liebre y diósela don Quijote; pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco.

… Finalmente, rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote, y hallaron a la puerta della al ama y a su sobrina, a quien ya habían llegado las nuevas de su venida.» (Q2, 73)

Llegada del paje de la duquesa:

«Dice, pues, la historia que el paje era muy discreto y agudo, y con deseo de servir a sus señores partió de muy buena gana al lugar de Sancho, y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres, a quien preguntó si le sabrían decir si en aquel lugar vivía una mujer llamada Teresa Panza, mujer de un cierto Sancho Panza, escudero de un caballero llamado don Quijote de la Mancha; a cuya pregunta se levantó en pie una mozuela que estaba lavando, y dijo:

—Esa Teresa Panza es mi madre, y ese tal Sancho, mi señor padre, y el tal caballero, nuestro amo.

—Pues venid, doncella —dijo el paje—, y mostradme a vuestra madre, porque le traigo una carta y un presente del tal vuestro padre.

—Eso haré yo de muy buena gana, señor mío —respondió la moza, que mostraba ser de edad de catorce años, poco más a menos.

Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse —que estaba en piernas y desgreñada— saltó delante de la cabalgadura del paje, y dijo:

—Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre.

—Pues yo se las llevo tan buenas —dijo el paje— que tiene que dar bien gracias a Dios por ellas.

Finalmente, saltando, corriendo y brincando llegó al pueblo la muchacha, y antes de entrar en su casa dijo a voces desde la puerta:

—¡Salga, madre Teresa, salga, salga, que viene aquí un señor que trae cartas y otras cosas de mi buen padre!» (Q2, 50)

Después de leer estos pasajes, separados a lo largo de la novela, surgen unos argumentos objetivos que nos sirven para situar en el plano urbano de Alcázar de San Juan la zona donde tenían sus don Quijote y Sancho Panza:

1º Vivían cerca de los bordes o límite urbano de Alcázar de San Juan

En la primera salida indica el narrador que «por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento»,revelando que las tapias del corral de la casa de don Quijote estaban junto al campo. La hija de Sancho indica también la situación periférica de su casa, cuando invita al paje de la duquesa a acompañarla «que a la entrada del pueblo está nuestra casa».

2º En el este de la villa

Don Quijote, en su primera salida, se dirige hacia el este llegando al final de la jornada a la Venta de Manjavacas, en el término de Mota del Cuervo. A su regreso, por el mismo camino, se encuentra de frente con los mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. De este desafortunado encuentro sale malparado. Recogido del suelo por un vecino suyo, que venía de llevar una carga de trigo a un molino de viento, este lo acomodó como pudo sobre su borrico y «entró en el pueblo y en la casa de don Quijote». En la época de la escritura del Quijote, en esta parte de la Mancha, solo tenían molinos de viento las cercanas villas de Campo de Criptana, El Toboso y Mota del Cuervo, entre otras villas santiaguistas, todas al este de Alcázar de San Juan.

En su segunda salida, ya con Sancho como escudero, «acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje» llegando, ahora sí, a ver los molinos de Campo de Criptana, combatiendo contra uno de ellos.

De regreso de Sierra Morena, en su segunda salida desde la Venta de la Inés, en tiempos de Cervantes conocida como Venta del Alcalde, don Quijote es traído a su pueblo sobre una carreta tirada por unos bueyes. Esta venta está situada al suroeste de Alcázar de San Juan. Pasadas las casas y ventas de Puerto Lápice, accederían a Alcázar por el oeste, por el camino de Herencia, «adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote». Necesitan cruzar de oeste a este el pueblo, por su plaza, para llegar a su casa.

3º Más precisamente, al noreste de la villa

En la tercera salida, su primer destino es El Toboso. Alcázar de San Juan cuenta con un camino derecho con el nombre de Camino del Toboso. Este camino empezaba al noreste de la villa: «al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso»

4º Elementos particulares del paisaje urbano

Además de la fuente de la plaza, Cervantes identifica dos elementos particulares más de la imagen urbana de Alcázar de San Juan. Estos le dan legibilidad al texto y nos ayudan a identificarlos en el plano de la villa: un arroyo al este antes de entrar a sus casas y unas eras  de trillar en sus afueras junto al Camino del Toboso.

-El Arroyo Mina.

El paje de la duquesa, desde Aragón, llegaría a esta parte de la Mancha por Cuenca, y después de pasar Mota del Cuervo y Campo de Criptana entraría a Alcázar de San Juan por el conocido Camino de Murcia. Por el este, lamiendo las últimas casas del lugar de don Quijote transcurría el Arroyo Mina. En este arroyo, que recogía aguas de los cerros del Tinte, las mujeres alcazareñas han lavado la ropa hasta bien entrado el siglo XX. Hoy está canalizado y no es visible.

En este paraje sitúa Cervantes el encuentro con la hija de Sancho: «…y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres…». La proximidad a su casa desde este arroyo la indica la muchacha: «—Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre.

-Las eras en el Camino del Toboso

En regreso desde Barcelona, pasando por El Toboso tratando de ver ya  desencantada a Dulcinea, llegan caballero y escudero a su lugar de origen:

«A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos

…Llegaron los cazadores, pidieron su liebre y diósela don Quijote; pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco». (Q2, 73)

Estas eras, otro hito en la estructura de la imagen del lugar de don Quijote, quedan dibujadas por Cervantes junto al borde de la villa, en la entrada por el Camino al Toboso.

En Alcázar de San Juan existían, hasta la construcción del ferrocarril y su estación, unas eras para trillar cereal junto a las primeras casas de la villa, entre los caminos de La Puebla de Almoradiel y El Toboso, al noreste, en un paraje conocido como el Pradillo, el «pradecillo» donde rezaban el cura y el bachiller.

Este paraje, eras y pradillo, es mencionado en los libros de actas del ayuntamiento en muchas ocasiones. En tiempo de Cervantes y la escritura del Quijote, encontramos varios pleitos que mantuvo el concejo con el gobernador del priorato de San Juan, que residía en esta misma villa. Uno de ellos, en 1600, fue por la titularidad y uso de estas eras situadas en el «pradillo», en el que sus alcaldes y regidores defendían a los vecinos propietarios de estas antiguas eras del lugar:

«En la villa de Alcazar en diez y siete días del mes de febrero de mil seiscientos años estando en la torre del ayuntamiento de esta dicha villa los alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres para tratar y conferir cosas tocantes del bien público de la dicha villa acordaron que por cuanto el gobernador [de los] dichos priorazgos procede contra los vecinos desta villa que tienen eras en el pradillo […]se lleven los papeles que les pareciere en su provecho para que el dicho gobernador se satisfaga de como las dichas eras son de los vecinos que las poseen […]»

Con las citas del texto, los argumentos o variables que de ellas se desprenden y con la ayuda de la cartografía histórica disponible, vamos a tratar de situar el barrio de don Quijote y Sancho Panza.

El plano más antiguo que se conoce de Alcázar de San Juan es el dibujado en 1840, conservado en el Centro Geográfico del Ejército.

La actividad que los vecinos ejercen en su lugar moldea su estructura configurando su imagen, especialmente el plano de ella. Cuando hay un cambio significativo en el número de vecinos y sus actividades, el plano del lugar, y por lo tanto su imagen, también cambia, amoldándose a las nuevas exigencias sociales, económicas o culturales.

Este cambio de vida socioeconómica ocurrió en Alcázar de San Juan a finales del s. XIX con la llegada del ferrocarril que uniría Madrid con el Levante y Andalucía, convirtiendo la estación ferroviaria de Alcázar de San Juan en uno de los nudos ferroviarios más importantes de España, cambiando así la función urbana de una ciudad, antes mayoritariamente agrícola y de oficios, a otra distinta con centenares de empleados ferroviarios y sus familias, muchos llegados de otras partes de España. El ferrocarril cambió sustancialmente los parámetros básicos de su configuración urbana: superficie, perímetro, longitud de los ejes y radios de su forma. Por tanto, modificó su aspecto externo y su paisaje. La imagen urbana que nos ofrece el plano anterior, de mitad del s. XIX, aún no tiene la huella del ferrocarril en ella.

El siguiente plano conocido de Alcázar de San Juan es el realizado en 1884 por el Instituto Geográfico y Estadístico, formando parte de las minutas que conformaron el primer Mapa Topográfico Nacional (MTN). En él ya se aprecia el nuevo desarrollo urbano de Alcázar debido al ferrocarril. Habilitar y construir barrios y casas para las nuevas familias de ferroviarios, además de la propia estructura industrial ferroviaria, cambia la línea periurbana de la ciudad.

¿Qué diferencia, en su estructura urbana, tenía la villa alcazareña de principios del s. XVII con esta primera imagen que conocemos de mitad del s. XIX? Solo analizando la evolución de sus habitantes en estos dos siglos y medio, podremos obtener una aproximación de su imagen urbana, especialmente de su línea periurbana, sus bordes, más sensible a los cambios demográficos.

Un cuarto de siglo antes de la escritura del Quijote, en 1575, en las Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II, se solicitaba a los pueblos que respondieran a «Las casas y vecinos que al presente en el dicho pueblo hubiese, y si ha tenido más o menos antes de ahora, y la causa por que se haya disminuido». Las respuestas de Alcázar de San Juan, aunque fueron hechas y enviadas, están perdidas. Pero sí disponemos de las respuestas de lugares vecinos que contestaron a «el nombre del primer pueblo que hubiese, yendo del lugar donde se hiciese la dicha relación…» Campo de Criptana dice que tiene a  «Alcázar, como al poniente, de más de dos mil vecinos», y Villafranca de los Caballeros responde que «la villa de Alcázar tendrá de vecindad dos mil y quinientos vecinos».

Vecino, en aquella época, se consideraba al sujeto que pagaba impuestos, por lo que quedaban fuera de este número las mujeres, niños, clero, religiosos, hidalgos y todo aquel que estuviese exento de pagarlos. Expertos en Historia y Estadística han llegado a la conclusión que para conocer el número aproximado de personas que habitaban un lugar, el número de «vecinos» habría que multiplicarlo por  cuatro o por cinco. Así la villa de Alcázar en 1575 contaría con entre ocho a diez mil habitantes.

Poco después, en 1594, en el censo de vecinos realizado en Alcázar de San Juan aparecen registrados «2.057 vecinos», aproximadamente los mismos habitantes.

Medio siglo después, en 1646, Alcázar de San Juan pasaría a tener «1.481 vecinos de todas clases», unas seis a siete mil personas, y en 1694 «1.134 vecinos», unas cinco mil personas aproximadamente. Con estos datos se confirma que durante el s. XVII Alcázar de San Juan casi perdió la mitad de sus habitantes. Aunque con menos casas habitadas, sus límites urbanos seguirían siendo los mismos.

Este descenso demográfico, en general en toda España, fue debido a las guerras mantenidas por la monarquía hispánica con pérdidas de muchos hombres, y a las epidemias, enfermedades y sequías que asolaron toda España. A este escenario había que sumar la escasa natalidad y la alta mortalidad de los recién nacidos, y de las mujeres durante la gestación y el parto. Crisis demográfica acrecentada por la expulsión de la numerosa población morisca entre 1609 y 1613.

Durante el s. XVIII comenzó la población a recuperarse, declarando Alcázar de San Juan al Catastro de Ensenada, en 1752, que tenía «dos mil vecinos», unos ocho a diez mil habitantes, el mismo número que contaba en 1600.

En 1852 se inician las obras de construcción de la estación del ferrocarril, llegando a sus andenes el primer tren desde Madrid el año 1854. En el Censo de 1857, que ya sí contabilizaba el número real de personas que habitan en los pueblos y ciudades españolas, Alcázar de San Juan anotó 7.942 habitantes. 

Vemos con estos datos, como la población se estabilizó durante estos últimos cien años, las ocupaciones de sus vecinos seguían siendo las mismas y su plano urbano, por tanto, seguía siendo aproximadamente igual. Hasta el comienzo de las obras del ferrocarril que cambia la vida social y económica de la ciudad y también su plano definitivamente.

En el Censo siguiente, el realizado en 1860, solo tres años después, refleja 8.179 habitantes, apreciándose claramente como el empleo ferroviario hace que el número de habitantes creciese en 237 personas, llegando a 11.292 habitantes en el año 1900. En solo medio siglo de actividad ferroviaria la ciudad creció más de un 42% en su población.

Por tanto, se puede afirmar que el mapa de Alcázar de San Juan realizado en 1840 refleja la misma función urbana que la villa mantenía en 1600. El trazado de sus calles y los límites urbanos son los mismos que los vecinos coetáneos de Cervantes, y el mismo Cervantes, pudieron apreciar. Es, a partir de la segunda parte del siglo XIX, con la construcción del ferrocarril, cuando comienza un nuevo desarrollo urbano que ha llegado hasta nuestros días.

Con las minutas que elaboraron los topógrafos del Instituto Geográfico Nacional, en 1884, del término municipal y del casco urbano, se formó el mapa topográfico MTN50-0713-1886-Alcázar de San Juan. En él se aprecian sus barrios, plazas y calles, y los caminos de acceso y arroyos que hoy han quedado soterrados por el plano urbano actual.

El Instituto Geográfico Nacional nos ofrece una herramienta muy útil para comparar varios tipos de mapas en la misma escala del visor. En la imagen anterior he comparado el mapa actual de Alcázar de San Juan con el MTN50-0713-1886. La línea periférica de la imagen de Alcázar de San Juan que refleja el primer plano de 1840 la he marcado en negro sobre el mapa actual de la ciudad. Así era aproximadamente Alcázar de San Juan en 1600.

He remarcado los caminos principales de acceso a Alcázar de San Juan. Están coloreados en rojo los caminos que, de una manera o de otra, están relacionados con las salidas de don Quijote. En azul uno de sus varios arroyos, el conocido como Arroyo Mina, que llegaba casi a las primeras casas de la villa por el este. En amarillo las Eras del Pradillo, donde sus agricultores trillaban el cereal.

Con esta perspectiva del mapa del lugar de don Quijote, y con el texto de la novela, es sencillo ubicar la zona urbana de la villa alcazareña que Cervantes escoge para situar en ella las casas de don Quijote y Sancho Panza.

Este barrio quijotesco, remarcado en verde en el mapa, es el contenido entre el Camino a Campo de Criptana, el Camino a los Siete Molinos y el Camino a El Toboso.

Por el primer camino sale don Quijote en su primera salida… «subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento», hacia la Venta de Manjavacas. Vuelve por el mismo camino al día siguiente, una vez burlescamente nombrado caballero por el ventero y molido a palos por el mozo de mulas de los mercaderes toledanos que iban a Murcia. Recogido por un labrador vecino suyo… «llegaron al lugar a la hora que anochecía; pero el labrador aguardó a que fuese algo más noche, porque no viesen al molido hidalgo tan mal caballero. Llegada, pues, la hora que le pareció, entró en el pueblo y en la casa de don Quijote».

Por el Camino de los Siete Molinos llega a encontrarse con los primeros molinos de viento de Campo de Criptana. En su segunda salida, ya con Sancho Panza…  «una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen… en esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo…»

La tercera salida es por el Camino a El Toboso… «al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso»Es por este mismo camino por el que regresa desde Barcelona y «vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco… rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote».

El arroyo donde estaban las mujeres y la hija de Sancho Panza lavando la ropa es el Arroyo Mina, que tiene que atravesar el paje viniendo desde Aragón con las cartas y presentes para Teresa Panza antes de entrar al pueblo… «y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres… Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse —que estaba en piernas y desgreñada— saltó delante de la cabalgadura del paje, y dijo: Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa».

El regreso de esta segunda salida a su pueblo, desde la Venta del Alcalde, hoy Venta de la Inés, en Sierra Morena, la hace don Quijote sobre una carreta de bueyes por el Camino a Herencia, «adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote». En el mapa se aprecia como es necesario, entrando por el Camino de Herencia, atravesar la plaza para entrar en este barrio alcazareño. Cervantes, como diría Sancho, no da puntá sin hilo.

Las casas de hidalgo y escudero estaban junto al campo, en la línea perimetral de este barrio. Cervantes, en dos ocasiones nos lo detalla. El corral de la casa de don Quijote daba al campo… «por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento», y su vecino, Sancho Panza, como apuntaba su hija al paje « a la entrada del pueblo está nuestra casa».

He remarcado en el plano de 1840, con trazo de puntos verdes, el barrio del hidalgo manchego y su fiel escudero, y en rojo las casas más cercanas al campo. En este entorno real quiso Cervantes poner las casas de don Quijote y Sancho Panza en la ficción de la novela.

Las Eras del Pradillo, en amarillo, y el Arroyo Mina, en trazo original del plano y prolongado en azul justifican aún más el entorno urbano delimitado.

Evidentemente, no es posible determinar mejor, entre esta zona demarcada en rojo, las casas de hidalgo y labrador. Sin embargo, el trazado del Arroyo Mina junto al Camino de los Siete Molinos puede indicar el punto donde paje e hija de Sancho se encontraron. O tal vez este encuentro pudo ser en la entrada por el Camino de Murcia, junto al ábside de la iglesia-convento de San Francisco. Solo Cervantes, y quizás algunos vecinos de la villa que leyeron a principios del s. XVII el Quijote, sepan la respuesta.

Tal vez, tampoco sería para ellos un elemento de duda la pregunta que tantos lectores curiosos del Quijote a lo largo de los siglos se han hecho: ¿cómo es posible que saliendo por el mismo camino y dirección en la primera salida no viese los molinos de viento y en la segunda salida sí, saliendo de su pueblo por la «misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje»? Algunos han afirmado que podría ser un descuido o contradicción del propio autor de esta historia, pero debajo del plano urbano actual de Alcázar de San Juan está la respuesta.

En su primera salida, don Quijote llegó a la Venta de Manjavacas  siguiendo una de las variantes del Camino de Toledo a Murcia, pasando por Campo de Criptana y desde aquí siguió el Camino de Mota del Cuervo. El Camino de Campo de Criptana se podía tomar saliendo de la villa alcazareña por el Camino de Murcia, hoy Calle de San Francisco; pasando junto a la iglesia-convento de San Francisco, que en 1600 estaba fuera de los límites urbanos de la villa, y cruzando el Arroyo Mina por un puente principal, el viajero estaba ya en él. También se podía llegar a este camino saliendo por la Puerta de Villajos, comienzo del Camino del Toboso; desde aquí arrancaba un camino que después de vadear el Arroyo Mina llegaba al Camino de Campo de Criptana, a unos 500 m. de las últimas casas.

Por este camino viejo a la villa molinera no era posible ver ninguno de sus molinos de viento, situados la mayoría en su Sierra, o en parajes más al norte, tapados de la vista por las encinas que formaban los montes en esta zona manchega. Por el cambio del uso de suelo, hoy se pueden ver los molinos de viento criptanenses desde muchos kilómetros, imagen que hace cuatro siglos era imposible de apreciar.

En su segunda salida, don Quijote, ya con Sancho, sale en mitad de la noche por la «misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje», y al poco de amanecer  «descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo». Saliendo de su casa por el Camino de Murcia, ya en el campo y antes de cruzar el Arroyo Mina, arrancaba el Camino de los Siete Molinos. También, desde la salida de la villa por la Puerta de Villajos, al inicio del Camino a El Toboso se bifurca un camino que antes de cruzar el Arroyo Mina se incorpora al Camino de los Siete Molinos.

Una vez ya en este camino molinero, y pasado el límite entre Alcázar de San Juan y Campo de Criptana, estaban los primeros siete molinos de viento de Campo de Criptana; los siete propiedad de vecinos o instituciones religiosas alcazareñas, como consta en el Catastro de Ensenada. Hoy solo quedan los arranques de las cimentaciones de los molinos de viento y los silos para almacenar cereal, aperos y utensilios.

En el mapa anterior están remarcados el Camino a Campo de Criptana, el Camino de los Siete Molinos y la ubicación de estos en el término de Campo de Criptana.

Don Quijote sale por el mismo camino de su pueblo en ambas salidas. Es ya fuera de él cuando en compañía de Sancho toma el camino que los lleva a encontrarse con los molinos de viento.

Texto e imagen coinciden. Cervantes creó con su ingenio el cuento de don Quijote y, para hacerlo verosímil para sus lectores, solo tuvo que enmarcarlo  en una geografía física y humana que conocía bien. Hoy, los autores siguen escribiendo ficción utilizando este recurso literario ideado por Cervantes. La diferencia en la creación literaria en estos cuatro siglos está en que si actualmente un autor puede escribir de un lugar sin haber estado jamás en él, gracias a los recursos que la tecnología nos presta, en la época de la escritura del Quijote no se podía describir un lugar y su entorno cercano, con el detalle que hace Cervantes, sin haber estado en él.

 

                                      Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

Conoce tu ciudad: Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 30/03/2023

 

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La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha coordinado tres rutas guiadas por la ciudad, para alumnos del Colegio Nuestra Señora de la Trinidad en una actividad enmarcada en su Semana Cultural

Alcázar de San Juan, 31/03/2022.- En la mañana del jueves 30 de marzo, ha tenido lugar la actividad “Conoce tu ciudad: Alcázar de San Juan” organizada por el profesorado del Colegio Nuestra Señora de la Trinidad de esta ciudad, enmarcada dentro de la Semana Cultural del Colegio.

Para esta acción cultural los alumnos participantes de los cursos de ESO, se han dividido en tres grupos diferentes, de forma que cada uno de ellos ha realizado una actividad distinta, pero todas de forma simultánea. De este modo, uno de los grupos visitaba el Torreón del Gran Prior para conocer la organización y modo de vida de los monjes guerreros que formaban parte de las Órdenes Militares; otro grupo visitaba el Museo Casa del Hidalgo para conocer cómo vivían los hidalgos de la época de Cervantes y un tercer grupo que ha hecho un recorrido por algunos de los lugares que vinculan la ciudad de Alcázar de San Juan con Cervantes y el Quijote.

Esta ultima actividad ha sido coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y los alumnos de los diversos grupos, han iniciado el recorrido en la estatua de Alonso con su gato (junto a Aguas de Alcázar), posteriormente han visitado la estatua del Quijote Cósmico (realizada por Santiago de Santiago) en la plaza de Palacio, la iglesia de Santa María la Mayor, donde se conserva una partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra con fecha nueve de noviembre de 1558.

También han conocido la ubicación (y la historia) donde se encontraba la casa de Juan López Caballero (en la calle de San Juan), padre de Juan y Pedro Barba, y tío de Alonso Gutiérrez de Quijada o Quesada (quién en un duelo venció al hijo del Conde de San Polo, de Francia, y de quien dice descender Alonso Quijano en el Quijote: «Y las aventuras y desafíos que también acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutierre Quijada (de cuya alcurnia yo deciendo, por línea recta de varón), venciendo a los hijos del conde de San Polo» (DQ I, 49).

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Seguidamente visitaron la plaza de Cervantes -antiguamente llamada de la Rubia del Rosquero- donde está la casa en la que nació Miguel de Cervantes; finalizando en la Plaza de España donde está ubicada desde 1971 la estatua de Don Quijote y Sancho Panza obra del leonés Marino Amaya y que tiene como particularidad que el rostro de Sancho Panza está inspirado en la cara del conocido periodista Tico Medina (ya fallecido).

En cada uno de los lugares, han conocido las curiosidades de cada monumento y la vinculación de cada uno de ellos con Miguel de Cervantes y su obra. En resumen, que los alumnos han vivido una enriquecedora jornada cultural que ha servido para que conozcan mucho mejor su ciudad.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Antonio Leal Jiménez un gran quijote alcazareño

Fecha de Publicación: 26/03/2023

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Experto en marketing que opina que el mundo de la empresa le debe mucho al Quijote y que cuando uno tiene una cierta experiencia en la vida, encuentra cura para el alma con la lectura de la genial novela de Cervantes

Alcázar de San Juan, 26/03/2022.- Los miembros de la Sociedad Cervantina que han podido compartir el «Almuerzo de don Quijote» celebrado este sábado, han encontrado en Antonio Leal Jiménez a uno de los invitados más apasionados por la ciudad de Alcázar de San Juan. Su amor por ella y su empeño por mejorarla lo convierten en un gran quijote alcazareño.

Recordamos que este Hijo Predilecto de Alcázar de San Juan no sólo tiene una formación extraordinaria, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, por la Universidad de Cádiz, y además doctor en Ciencias de la Comunicación, por la Universidad de Málaga, sino que tiene una amplia trayectoria profesional en la empresa privada ocupando diversos cargos directivos en Marketing de Bodegas TERRY.

En la actualidad, está jubilado, pero participa a nivel de docencia e investigación en distintas universidades andaluzas.

De su largo tiempo como profesor de la Universidad, nos contó el modo -totalmente atípico- como impartía sus clases, comenzando las mismas con el comentario de una sentencia del Quijote  (aprovechando siempre que tenía ocasión para mostrar la partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan), haciendo que sus exposiciones fuesen totalmente participativas y motivando a los alumnos a documentarse a fondo para poder exponer sus investigaciones, consiguiendo desarrollar en ellos el espíritu crítico, el razonamiento y creándoles la necesidad de aprender (por iniciativa propia) en los temas que surgían en clase.

Antonio se ha comprometido a inaugurar la actividad «Universo Quijote», una novedosa acción cultural, esta vez abierta a todo el público de Alcázar de San Juan (de acceso libre y gratuito), en la que una persona de reconocido prestigio impartirá una conferencia sobre diversos aspectos de la obra cervantina con un enfoque ameno e  instructivo, con el objetivo de transmitir la filosofía del Quijote a la sociedad, desde diferentes puntos de vista y siempre con el fin último de difundir la obra de Miguel de Cervantes, uno de los principales fines de esta Sociedad Cervantina.

En próximos días se darán a conocer más detalles concretos sobre esta nueva actividad de encuentros innovadores.

Que Antonio es un apasionado de Alcázar todo el mundo lo sabe y su amor por nuestra ciudad lo lleva a expresarlo con pensamientos como este: «Alcázar de San Juan nunca deja de asombrarme, ¿tienen ustedes el mismo sentimiento? Mi madre solía decirme que el amor a tu pueblo nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que se desea».

A él, le cura respirar el aire de Alcázar de San Juan, lo mismo -nos dijo-, que le cura el alma la lectura del Quijote, del que dice disfrutarlo cuando lo lee por gusto, despacio y saboreándolo.

Antonio entró el sábado como invitado y salió de nuestro Almuerzo como socio. Nuestro agradecimiento por haber tenido el honor de disfrutar de su sabiduría y de contar con su experiencia y entusiasmo para acometer nuevos retos que esperan a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Antonio Leal Jiménez en los «Almuerzos de don Quijote»

Fecha de Publicación: 20/03/2023

 

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Es hijo predilecto de Alcázar de San Juan y participará el sábado 25 de marzo en los «Almuerzos de don Quijote», actividad cultural que organiza la Sociedad Cervantina de Alcázar

Alcázar de San Juan, 20/03/2022.- Nacido en la calle Ferrocarril, donde no había ni vías ni trenes, en una casa situada a escasos metros de la Bodeguilla, y desde donde el silbato de los trenes que alcanzaban los cien decibelios, era el sonido más hermoso conocido, según le contaba su padre, maquinista, y que Azorín describe minuciosamente la llegada de un tren correo, en la noche, a una ciudad de provincias. Al poco tiempo de su nacimiento sus padres se trasladan a la calle Doctor Alberca Lorente, junto a la Castelar, donde transcurre toda su infancia y adolescencia.

Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, Doctor en Ciencias de la Comunicación, Máster en Business and Administration, Dirección Comercial y Marketing y Dirección de Empresas, Profesor Titular de Universidad, ha sido Director de Marketing Institucional de la Universidad de Cádiz y anteriormente Vicepresidente ejecutivo de Marketing de Bodegas TERRY.

Autor de numerosos libros en Marketing Social, Marketing Internacional y Comunicación; Director de tesis doctorales, autor de numerosas comunicaciones a Congresos y trabajos en revistas. Presidente y vocal de numerosos Congresos, Simposios y Reuniones científicas. Revisor de Publicaciones Científicas de Marketing y Comunicación, Académico de número de la Academia Santa Cecilia. Director de la Cátedra de Internacionalización EXTENDA/Universidad de Cádiz. Profesor invitado a participar en estancias con docencia e investigación en universidades de Alemania, Holanda, Francia, Austria, El Salvador, Méjico, Chile, México, Cuba, Paraguay. Director de Grupos de Investigación e innovador en Metodología docente ha sido galardonado con numerosos premios y distinciones. Es notorio también su trabajo sin ánimo de lucro con los colectivos desfavorecidos, principalmente con las personas con discapacidades, mentales, físicas y sensoriales. En la actualidad, jubilado, es Profesor Colaborador Honorario de la Universidad de Cádiz.

Dejó Alcázar sin saber, como está escrito, que la historia de un hombre es un largo rodeo alrededor de su pueblo. Vuelve siempre que puede en busca de su pasado, que él manifiesta que es el futuro. Alcázar de San Juan cada vez más le parece un lugar mágico. Su compromiso permanente es dar a conocer su lugar de nacimiento y las bondades que ofrecen sus habitantes, destacando la tradición cervantina y no pierde ocasión de hacerlo continuamente. El Quijote de la Mancha es la obra que considera más importante de todo lo que ha leído y aprende de ella a “caminar caminando”.

Su trabajo y actuaciones en el campo científico y social, le ha permitido alcanzar un prestigio nacional e internacional, gozado de la consideración general. Su capacidad y actitud personal han sido siempre sus señas de identidad para transmitir su amor por su ciudad a todo tipo de colectivos y lo hace como una pequeña muestra de lo que significa “ser alcazareño”.

Publicó “Paseos por el Colegio”, una obra que recoge los testimonios de 75 egresados que fueron alumnos -como él mismo-, de la desparecida Academia Balmes y posteriormente del Colegio Santísima Trinidad, “La Trini” como popularmente se le conoce.

Ha publicado también “Encuentros en La Castelar«, una publicación editada por El Semanal de La Mancha, con la colaboración del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la Diputación provincial de Ciudad Real, que recoge las 82 entrevistas que ha ido realizando y publicando en este medio de comunicación (desde septiembre de 2017 hasta finales de 2020 y prácticamente todas en la edición impresa).

Los cervantinos alcazareños que asistan a este almuerzo, disfrutarán de arrolladora personalidad de Antonio Leal Jiménez, quien ya adelantamos será la persona que inaugure la actividad “Universo Quijote” que pronto se pondrá en marcha desde esta asociación cultural.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Miguel de Cervantes en el Estudio de la Villa

Fecha de Publicación: 26/02/2023

 

Alcázar de San Juan, 26/02/2023.- En el año 1966, el Centro de Estudios Alcazareños, con la dirección de Manuel Rubio Herguido, editó en su cuaderno de temas alcazareños Noria varios artículos del cervantista alcazareño Francisco Saludador Merino, con esta intención:Es mi propósito exponer algunos datos históricos que la diuturnidad del tiempo borra de la memoria de los hombres y hace aparecer a las personas y las cosas distintas a como en realidad fueron. Hecho ineluctable y que sólo desciframos cuando, ahondando en la materia, vemos que la mayor parte fueron desvanecidos adrede.

En uno de ellos, ahonda en lo improbable que parece que Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares 1547- Madrid 1616) pudiese estar estudiando en el Estudio de la Villa de Madrid, en el año 1568: «Como quiera que el Miguel de Cervantes de Alcalá tenía a la sazón 21 años, edad inverosímil para ser un caro y amado discípulo del Maestro Hoyos, con edad propia para jugar al tute…»

Y parece, con los datos con los que contamos, que don Francisco llevaba razón, aunque sobre este tema el cervantismo oficial ha querido siempre pasar de puntillas.

En la última biografía del autor del Quijote, Cervantes (2022) de Santiago Muñoz Machado, según muchos la más completa realizada hasta hoy, anota su autor:

Aprende de niño en la escuela de López de Hoyos. Permanece solo unos cuantos meses y no ha sido concretado si como alumno o, dado que Cervantes ya pasaba de los veinte años y su edad desentonaría con los de los demás estudiantes, más jóvenes, tal vez como colaborador del maestro. El dato autobiográfico que se levanta de esta relación es el que resulta de los poemas (un soneto-epitafio, una copla castellana, cuatro redondillas y una elegía dedicada al cardenal Espinosa) que compone Miguel por encargo de López de Hoyos, para honrar a la reina Isabel de Valois con ocasión de su fallecimiento, en 1568, a los veintitrés años, como consecuencia de un parto. López de Hoyos los presenta como escritos por su «amado discípulo».

Posiblemente, Saludador Merino contase con datos e informaciones que hoy yo no dispongo, pero sí del acceso on line a los archivos estatales y a estudios recientes, como el interesantísimo Un Maestro en tiempos de Felipe II (2014) de Alfredo Alvar Ezquerra, sobre la vida y enseñanza de Juan López de Hoyos, y su vinculación con los primeros versos conocidos del autor del Quijote.        

Madrid, como en otras muchas villas de Castilla, contaba con maestros de Gramática a costa de los ayuntamientos. A principios del siglo XVI, Madrid disponía de un Estudio de la Villa, estando prohibido abrir ningún otro centro similar.

A estas escuelas oficiales, o estudios de las villas, acudían los muchachos, que ya sabían leer y escribir, para formarse durante tres años en los conceptos de la Gramática, y después poder matricularse en una universidad si querían seguir estudiando. La edad habitual para entrar a estos estudios de las villas era de unos ocho a diez años.

En esos tres años se les instruía mediante el sistema conocido como trívium: Gramática, Retórica y Oratoria. En el primer año estudiarían, al menos, las Introductiones latinae de Nebrija y los Disticha moralia de Catón. El segundo año profundizaban más en las Introductiones latinae y estudiaban a los clásicos, como Juvenco, Sedulio y Virgilio, comenzando en este curso, ahora sí, con sus primeros pinitos componiendo versos. Terminaban estudiando en el tercer año Artes gramaticae, progresando en la Gramática por medio de otros autores, como Quintiliano, Horacio, Lucano y Estacio, con los que mejoraban, aún más, sus dotes de composición.

De los estudios de las villas, y los colegios menores de las Universidades en los que se impartía la misma instrucción, se salía con la edad de entre once a quince años. De aquí podían pasar a la Facultad de Artes y Filosofía, donde se formaban durante otros cuatro años como bachiller. Después, haciendo un examen obtenían el grado de maestro.

El bajo nivel educativo que había en la España rural está bien descrito por Cervantes en el Quijote, cuando el mismísimo Sancho afirma que «yo no sé leer ni escrebir», como tampoco sabía su mujer Teresa, ni sus dos hijos, y lo mismo ocurría con Aldonza Lorenzo, Dulcinea. En las villas pequeñas, los niños de familias humildes, no las niñas que quedaban para aprender labores propias de las casas, solo podían aprender a leer, escribir y contar en las escuelas municipales y en los centros abiertos en los conventos e iglesias. La edad para comenzar podía ser de lo más temprana o ya creciditos, como Sanchico, el hijo de Sancho Panza y Teresa: «Advertid que Sanchico tiene ya quince años cabales, y es razón que vaya a la escuela, si es que su tío el abad le ha de dejar hecho de la Iglesia» (Q 2, 5).

Las familias que contaban con recursos suficientes para pagar los estudios de sus hijos, hacían que estos estudiaran el trívium en un colegio menor de una Universidad y después seguir estudiando el bachiller en ella. Así nos lo describe también Cervantes en el Quijote, cuando don Diego de Miranda, que es «más que medianamente rico» dice a don Quijote:

… tengo un hijo, que a no tenerle quizá me juzgara por más dichoso de lo que soy, y no porque él sea malo, sino porque no es tan bueno como yo quisiera. Será de edad de diez y ocho años, los seis ha estado en Salamanca aprendiendo las lenguas latina y griega, y cuando quise que pasase a estudiar otras ciencias hallele tan embebido en la de la poesía, si es que se puede llamar ciencia, que no es posible hacerle arrostrar la de las Leyes, que yo quisiera que estudiara, ni de la reina de todas, la Teología. (Q2, 16) 

El maestro López de Hoyos había ganado la plaza por oposición de preceptor del Estudio de Gramática de la Villa de Madrid el 29 de enero de 1568. Unos meses más tarde, el 3 de octubre de ese mismo año, moría la reina Isabel de Valois, y el ayuntamiento de Madrid encarga al maestro López de Hoyos «componer los epitafios, alegorías, jeroglíficos e historias que habían de colocar en la iglesia de las Descalzas Reales para celebrar las exequias que hizo la Villa en 24 de octubre por la Reina Doña Isabel de Valois», como anotaba Saludador Merino.

Juan López de Hoyos, «Catedrático del Estudio desta villa de Madrid», incluye en el libro Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y suntuosas exequias fúnebres de la Serenísima Reyna de España doña Isabel de Valoys nuestraSeñora, publicado en 1569, las composiciones que sus discípulos del estudio habían hecho para los funerales de la reina:

«En torno al túmulo hubo todas estas letras, que de mas de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos, también compusieron en metro Castellano, y dedicado todo este tan maravilloso espectáculo, a la serenísima Reina, el ilustre ayuntamiento desta villa de Madrid»

 

Es, por tanto, en este escaso intervalo de tiempo, dos o tres semanas, desde la muerte de la reina hasta la celebración de las exequias, cuando los discípulos de López de Hoyos en el Estudio de la Villa, probablemente de tercer año, hicieron sus composiciones para tal evento. Entre esos discípulos incluye explícitamente en tres ocasiones el nombre de Miguel de Cervantes. Es muy curioso ver que en las biografías cervantinas solo aparezca la primera mención, con el calificativo de «nuestro caro y amado discípulo»:

Estas cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad, en las cuales como en ellas parece, se usa de colores retóricos y en la última se habla con su Majestad, son con una elegía que aquí va de Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo. (fol. 147 v)

Tabla: «Epitafios. 1. Primer epitafio en soneto con una copla Castellana que hizo Miguel de Cervantes mi amado discípulo».

Tabla: «Elegía de Miguel de Cervantes en verso Castellano al Cardenal en la muerte de la Reyna, trátense en ella cosas harto curiosas con delicados conceptos».

 

Miguel de Cervantes, el «amado discípulo» del Juan López de Hoyos, estaba en 1568 en Madrid estudiando en el Estudio de la Villa. Su edad estaría, por tanto, entre los ocho a quince años. No es posible, como ya mantenía Francisco Saludador Merino hace casi sesenta años, que el Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares en el año 1547, fuese el autor de estos versos con veintiún años. Aunque el cervantismo siempre ha querido justificar de alguna manera que bien podía haber estudiado el alcalaíno de niño con López de Hoyos, olvidando la afirmación del maestro: «En torno al túmulo hubo todas estas letras, que de más de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos…»

Para confirmar que, en octubre de 1568, el alcalaíno no estaba entre los discípulos del maestro López de Hoyos, solo hay que tener en cuenta las afirmaciones que el propio alcalaíno hace en el memorial que redacta en mayo de 1590, exponiendo sus méritos y servicios a la Corona, para solicitar uno de los cuatro puestos vacantes en América. En el Archivo General de Indias de Sevilla se encuentra este memorial de «Miguel de Cervantes Saavedra, sobre que se le haga merced, atento a las causas que refiere de uno de los oficios que pide» Y enumera sus destinos pretendidos y sus méritos:

  • que a servido de 22 años a esta parte
  • en la batalla naval allí de un arcabuzazo perdió una mano
  • el año siguiente fue a Navarino
  • después a Túnez y la Goleta
  • y viniendo a esta Corte para que su Majestad le hiciese merced fue cautivo en la galera del Sol con su hermano, que juntos habían servido en las dichas jornadas. Fueron llevados a Argel donde gastaron su patrimonio en su rescate y la hacienda de su padre y las dotes de dos hermanas

 

 

 

Dice que «a servido de 22 años a esta parte». Solo hay que restar estos años a 1590 para tener el momento en el que el alcalaíno se alistó en alguno de los Tercios españoles: 1568.

 

Y siguiendo con documentos disponibles en los archivos estatales, estando cautivo Miguel de Cervantes en Argel, su padre Rodrigo de Cervantes solicita una información, ante un alcalde de corte en Madrid, para probar que es su hijo, y que por su falta de recursos no podrá hacer frente al rescate pedido. Dice que «… que a Miguel de Cervantes mi hijo al presente está cautivo en Argel y a mí como su padre conviene averiguar y probar como el Miguel de Cervantes mi hijo ha servido a su Majestad de diez años a esta parte…» Esta información la hace Rodrigo de Cervantes en 1578.

Si en el mes de octubre de 1568, el «amado discípulo» de López de Hoyos, autor de estas composiciones, estaba en medio de un curso en el Estudio de la Villa, con entre ocho a quince años, parece improbable que estuviese también sirviendo ya en el ejército con veintiún años, como él y su padre afirman.

Después, en el memorial, dice que «en la batalla naval allí de un arcabuzazo perdió una mano». Se está refiriendo a la batalla de Lepanto, de la que tan orgulloso estaba de haber servido el autor del Quijote:

Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria (Prólogo a las Novelas ejemplares, 1613)

Parece contradictorio que el autor del Quijote y las Novelas ejemplares pueda estar estudiando Gramática en octubre de 1568, con ¡veintiún años!, al mismo tiempo sirviendo en el ejército y exactamente tres años después, el 7 de octubre de 1571, en una galera de la armada cristiana en Lepanto. 

Aquí hay que anotar que, entre los heridos de la batalla de Lepanto, se encontraban en el hospital de Mesina, en marzo de 1572, recuperándose de sus heridas dos Cervantes con el mismo nombre: Miguel de Cervantes y Miguel Cervantes. En la carta de don Juan de Austria a su hermano el rey Felipe II con la relación de heridos en el hospital le dice que «Al veedor general y contador he ordenado que saquen una relación de los soldados que han quedado mancos y maltratados de la batalla…» (AGS, EST. LEG.1138, 77).

 

Tampoco este documento ha sido tenido en cuenta por los cervantistas, aunque se encontró a mediados del siglo XIX. Fue expuesto en 2016 por primera vez al público, no está aún disponible on line, en la exposición mostrada en el Archivo General de Simancas: Cervantes en Simancas y en los Archivos Estatales.

Más contradicciones con el alcalaíno Miguel de Cervantes. La fecha de comienzo al servicio del rey, 1568, que se desprende de los méritos del alcalaíno y la información realizada por su padre, también se contradice con la afirmación que hace el autor del Quijote en la dedicatoria a Ascanio Colona en La Galatea, publicada en 1585: «Juntando a esto el efecto de reverencia que hacían en mi ánimo las cosas que, como en profecía, oí muchas veces decir de V. S. Ilustrísima al cardenal de Acquaviva, siendo yo su camarero en Roma».

¿Quién fue este cardenal Acquaviva, al que sirvió como camarero el autor de la Galatea y el Quijote?Giulio Acquaviva, nace en Nápoles en 1546. En 1568, ¡otra vez estamos en 1568!, con veintidós años de edad, es enviado por el papa Pío V a España para, entre otras cosas, dar el pésame al rey Felipe II por la muerte de su hijo, el príncipe Carlos. Parte de Roma el 19 de septiembre y llega a Madrid el 13 de octubre. Solo diez días antes de su llegada a la Corte, el 3 de octubre, había muerto la reina Isabel de Valois. El día 30 de diciembre, de ese mismo año, parte de Madrid hacia Roma. Su estancia en España, y especialmente en Madrid, se prolonga unos dos meses y medio. En mayo de 1570, el papa Pío V le nombra cardenal diácono. El joven cardenal Acquaviva tiene veinticuatro años, siendo ya conocido como gran amante de las letras y mecenas de escritores. Muere, solo cuatro años más tarde, en Roma a los veintiocho años.

Si Miguel de Cervantes, autor de La Galatea, afirma estar al servicio del rey desde 1568, no es posible que estuviese sirviendo con Giulio Acquaviva, después de ser este nombrado cardenal en mayo de 1570.

Todos estos datos se contradicen con la figura de Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares en 1547, y me surgen varias consideraciones y preguntas:

¿Quién es el Miguel de Cervantes que en octubre de 1568 está estudiando en el Estudio de la Villa de Madrid, con el maestro Juan López de Hoyos?

Si en la batalla de Lepanto, en octubre de 1571, hay en las galeras cristianas dos Cervantes que resultan heridos, si uno fue el autor de La Galatea, las Novelas ejemplares, el Quijote, las Ocho comedias y ocho entremeses y el Persiles ¿quién es el otro Miguel?

¿Por qué el documento en el que constan estos dos Cervantes heridos en Lepanto y expuesto al público en 2016, encontrado a mediados del siglo XIX, no es tenido en cuenta en las biografías del autor del Quijote? Si la respuesta es porque no lo conocían ¿dónde ha estado guardado, quien lo ordenó y por qué? Y si hay respuesta a esto ¿hay más documentos sobre Cervantes en el mismo cajón?

Si es evidente que el Cervantes alcalaíno no pudo estar al servicio del cardenal Acquaviva, ya que estaba sirviendo en el ejército desde 1568 cuando este fue nombrado cardenal en 1570, ¿qué Miguel de Cervantes, autor de La Galatea, le sirvió como camarero en Roma? Y, si Giulio Acquaviva estuvo en Madrid desde el 13 de octubre de 1568, siendo más que probable que asistiese a las exequias de la reina Isabel de Valois, el 24 de ese mismo mes en las Descalzas Reales, donde pudo apreciar las composiciones de los discípulos del maestro Juan López de Hoyos ¿pudo conocer durante su estancia en Madrid, hasta su partida en diciembre, al Miguel de Cervantes, autor de las «cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad…»? ¿Pudo llevárselo como camarero a Roma, hasta que Miguel decidiese alistarse en el ejército y luchar contra los turcos en Lepanto?

Muchas dudas, contradicciones y preguntas sobre el «amado discípulo» del maestro Juan López de Hoyos que, como apuntaba Saludador Merino, el «tiempo borra de la memoria de los hombres y hace aparecer a las personas y las cosas distintas a como en realidad fueron. Hecho ineluctable y que sólo desciframos cuando, ahondando en la materia, vemos que la mayor parte fueron desvanecidos adrede»

 

                                                               Luis Miguel Román Alhambra 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

«El Quijote debe inspirar tu forma de entender la vida» afirmó el periodista Javier Ruiz

Fecha de Publicación: 12/02/2023

 

En su participación en los “Almuerzos de don Quijote” ha calificado a los miembros de la Sociedad como depositarios de la tradición cervantina de Alcázar

 

Alcázar de San Juan, 12/02/2022.- Javier Ruiz Martínez, periodista ciudadrealeño, jefe de Informativos de Onda Cero en Castilla-La Mancha ha tomado parte este sábado 11 de febrero de los “Almuerzos de don Quijote”, actividad cultural que organiza regularmente la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

A su llegada a Alcázar, Javier Ruiz visitó la casa parroquial de la iglesia de Santa María la Mayor donde el cura párroco Javier Quevedo -custodio del archivo-, le mostró la partida de bautismo del Miguel de Cervantes bautizado aquí.

Como anécdota para el recuerdo y como síntoma de la buena sintonía reinante, reproducimos la broma del párroco que remarcó el hecho curioso de que “Quevedo enseñaba la partida de bautismo de Cervantes”. Posteriormente, tanto Javier Ruiz como los cervantistas alcazareños que lo han acompañado, visitaron la pila bautismal donde Cervantes fue cristianado, así como el espléndido Camarín de la Virgen del Rosario, ambos en la iglesia de Santa María.  

Francisco Mazuecos, se ha encargado de enseñarlo con profusión y detalle y se lo agradecemos muy sinceramente, como también a Javier Quevedo, por la amabilidad que siempre dispensan a esta Sociedad.

Ya en la sede Cervantina, el invitado departió con los socios durante el aperitivo y el propio almuerzo. Javier Ruiz ha consultado el documento que contiene la relación de heridos en la batalla de Lepanto -que se obtuvo del Archivo General de Simancas- donde figuran dos personas llamadas igual, una al principio del documento con el nombre de “Miguel de Cervantes” y otra, en una de las últimas hojas, con el nombre de “Miguel Cervantes”, a los que se les hace entrega de diferentes cantidades de dinero como ayuda de costa para recuperarse de las heridas recibidas en la batalla naval.

El periodista se mostró un apasionado lector del Quijote, reconociendo haberlo leído al menos en cuatro ocasiones: a los 12 años, a los 16, a los 24 y hace unos pocos años. Aparte de infinidad de consultas sueltas porque le apetece volver continuamente a consultar la sabiduría que encierra esta inmensa obra.

Javier Ruiz nos dejó -entre otras muchas cosas-, una sabia y profunda reflexión sobre la novela de Cervantes, dijo que “el Quijote constituye una forma de vida, una forma de entender la vida, don Quijote es el personaje que tú te creas en la mente, la novela te está diciendo que merece la pena vivir cuando utilizas tu vida en la forma en que la deseas vivir… es decir, que hay que tener personalidad y vivir la vida de acuerdo con nuestros ideales”, porque de otro modo, la vida es un simple transcurso del tiempo que nos va a acercando a la vejez. De hecho, el hidalgo Alonso Quijano, cuando ya no pudo vivir su vida de aventuras, tras ser derrotado en las playas de Barcelona, y volvió a la paz de su hogar, murió.

Dijo también que, en el Quijote, enmarcada entre las palabras “En un lugar de la Mancha…” y “Vale”, hay toda una filosofía de vida y por eso la novela es universal e inmortal.  

También disertó sobre la figura de Sancho Panza, a quien calificó “el alma del Quijote, la Mancha y España”, además de interesarse por la elaboración del vino Hideputa y los problemas que surgieron a la hora de patentarlo.

Ruiz calificó a los miembros de esta Sociedad como “depositarios de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan” y aunque dijo haber aprendido mucho en la visita, la realidad es que también él ha hecho gala de sus amplios conocimientos de la obra cervantina y especialmente del Quijote, resultando uno de los almuerzos más entretenidos de los celebrados hasta ahora.

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El periodista Javier Ruiz próximo invitado a los “Almuerzos de don Quijote”

Fecha de Publicación: 07/02/2023

 

 

El jefe de informativos de Onda Cero Castilla-La Mancha estará en Alcázar de San Juan el sábado 11 de febrero invitado por la Sociedad Cervantina para participar en los “Almuerzos de don Quijote”

Alcázar de San Juan, 07/02/2022.- Javier Ruiz, el conocido periodista ciudadrealeño de Onda Cero visitará Alcázar de San Juan el sábado 11 de febrero. El motivo de la visita será tomar parte de la actividad cultural “los Almuerzos de don Quijote” a la que ha sido invitado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

Javier Ruiz Martínez es periodista (licenciado en Ciencias de las Información por la Universidad Complutense de Madrid) y Jefe de Informativos de Onda Cero en Castilla-La Mancha, dirige y presenta diariamente Castilla-La Mancha en la Onda y La Brújula de Castilla-La Mancha.

También es responsable de los programas En Marcha y La Terraza, que periódicamente se emiten por Onda Cero en toda España. Colabora con el diario La Razón y firma semanalmente dos columnas de opinión en periódicos de la comunidad autónoma, El Español de Castilla-La Mancha y el diario La Tribuna.

Ha recibido diversos reconocimientos a su trayectoria profesional y ha sido pregonero de la Semana Santa de Alcázar de San Juan, entre otras.

Estudioso y amante del Quijote, ha dedicado numerosos espacios en la radio y sus artículos a profundizar en la universal obra de Cervantes.

El profuso conocimiento y gusto por el Quijote de Javier Ruiz será el hilo conductor de la actividad cultural en la que participan los miembros de la Sociedad que tienen disponibilidad para ello y que en el tiempo en que el invitado se encuentra tomando parte del Almuerzo, desgrana su relación, proyectos, estudios, recuerdos, inspiración, experiencias, curiosidades y anécdotas que le haya suscitado la lectura del Quijote o de las diferentes obras de Miguel de Cervantes.

La relación con Javier Ruiz y su relación quijotesca viene de tiempo atrás y por fin, los cervantistas alcazareños, han encontrado la fecha idónea para llevar a cabo este encuentro que se esperaba desde hace tiempo y que será muy gratificante para esta asociación cultural.

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Nueva versión digital de la Historia Natural y Moral de las Indias de José de Acosta, a cargo de Enrique Suárez

Fecha de Publicación: 01/02/2023

Enrique Suárez Figaredo, nuestro Socio de Honor, acaba de publicar en la Revista Electrónica LEMIR una versión digital de la Historia Natural y Moral de las Indias, obra del jesuita José de Acosta que vio la luz el año de 1590 en Sevilla y que en corto espacio de tiempo fue traducida a todas las lenguas cultas de Europa.

Y no es de extrañar, pues describe todas las novedades que el Nuevo Mundo deparó a los habitantes del Viejo. Trata de orografía, hidrología, clima, flora, fauna, metales, costumbres y ritos de sus habitantes…, en particular de las dos grandes civilizaciones: inca y azteca. José de Acosta evitó profundizar en los temas más escabrosos del proceso de colonización, pero no dejó de apuntarlos y censurarlos con la prudencia que exigía su época.

Fue el primero en hablar de la que luego se llamaría Corriente de Humboldt y defendió la idea de que los primeros pobladores de aquel continente debieron proceder del norte de Asia, por más que entonces no se conociera la existencia del hoy llamado Estrecho de Bering. Pese a los cuatro siglos transcurridos, la obra de Acosta se lee con interés.

La versión digital abarca algo más de 300 páginas y contiene unas 500 notas al pie. Como suele en sus trabajos, Enrique ha prestado especial atención a la puntuación, depuración de erratas y maquetación del texto. Está accesible para libre descarga en:

Haz clic para acceder a 03_Historia_Indias_Acosta.pdf

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Don Quijote al son de saxofones, pianos y contrabajos: un investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha descubre la insospechada proyección de la novela cervantina en el jazz

Fecha de Publicación: 29/01/2023

Hans Christian Hagedorn, profesor de Filología Alemana y Literatura Comparada de la Facultad de Letras de Ciudad Real, es autor de un amplio trabajo de investigación que supone una sorprendente vuelta de tuerca a los estudios sobre la influencia del Quijote en la música. El artículo, publicado en el último número (diciembre de 2022) de la prestigiosa revista Anales Cervantinos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), bajo el título “Don Quixote’s Adventures in the World of Jazz: 200 Examples and a Few Remarks”, ha despertado gran interés entre filólogos, musicólogos, cervantistas y aficionados al jazz de todo el mundo, ya que en él se demuestra que el enorme impacto de la novela cervantina en el mundo de la música no está limitado, como se creía hasta ahora, a la música clásica, la ópera y el ballet, sino que ha sido y sigue siendo muy notable también en los diferentes géneros de la música popular, y muy particularmente en el jazz.

Tal como se ha dado a conocer en la página web de la Universidad de Castilla-La Mancha, Hans Christian Hagedorn —germanista y cervantista con origen en la ciudad alemana de Bremen, pero que ejerce en la universidad regional desde el año 1991— ha conseguido elaborar un catálogo de 200 composiciones y grabaciones jazzísticas inspiradas en el Quijote, procedentes de un total de 39 países, con los EE.UU. de América a la cabeza con 56 piezas, seguidos por Francia (26), Gran Bretaña (22), Alemania (18), Brasil (15), Italia (14), Canadá (11), Holanda (6) y Portugal (5). Por lo contrario, en el jazz hecho en España llama la atención el hecho de que se han encontrado solo ocho ejemplos. Otros temas e incluso álbumes enteros dedicados a la obra maestra de Cervantes o a alguno de sus personajes se han localizado en el jazz de países como Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Australia, Chile, Corea del Sur, Cuba, Israel, Japón, Marruecos, México, Rusia, Turquía y Venezuela, entre muchos otros. Otro de los resultados más sorprendentes del estudio del investigador germano es la formidable presencia del Quijote en el jazz actual: de hecho, un 66% de los ejemplos encontrados por Hagedorn son del siglo XXI, mientras que un 34% de estas composiciones corresponden al siglo XX.

El artículo del profesor de la UCLM se fija, además, en los artistas y en los títulos de sus obras. Así, entre los compositores que se citan en este estudio figuran algunos de los representantes más famosos del género del jazz, como son Egberto Gismonti, Tom Harrell, Krzysztof Komeda, Michel Legrand, Vince Mendoza, Johnny Richards, Jasper van’t Hof o Kenny Wheeler. En cuanto a los músicos que participaron en las grabaciones de estas piezas, el catálogo elaborado por Hagedorn incluye muchos de los grandes nombres de la historia del jazz como Bill Evans, Art Farmer, Dizzy Gillespie, Charlie Haden, Herbie Hancock, Dave Holland, Wynton Marsalis, Charles Mingus, Oscar Peterson, Wayne Shorter, Horace Silver, Tomasz Stańko y Sonny Stitt, entre muchos otros.  

Entre los temas más conocidos que se mencionan en esta lista sobresalen títulos como Barataria de Albert Brunies & The Half-Way House Orchestra (1925), Sancho Panza de Johnny Richards y Sonny Stitt (1953), The Windmills of Your Mind de Michel Legrand y Noel Harrison (1968), Don Quixote de Egberto Gismonti (1981), Don Quixote de Cesar Camargo Mariano y Milton Nascimento (1986), Dulcinea de Jasper van’t Hof (2012) y Don Quixote’s Final Quest de Peter White (2014). En el jazz más actual destacan también algunas piezas jazzísticas relacionadas con la novela cervantina, por ejemplo, Folli e folletti de Simona Colonna (2018), Sancho Panza de Colin Edwin y Robert Jürjendal (en Another World, 2018), Rossinante de Daïda (en La passion du cri – Kyrielle, 2021), o Quixote de Sam Kirmayer (en In This Moment, 2022).

Entre los hallazgos más interesantes del estudio de Hagedorn está, además, el elevado número de suites de jazz basadas en el Quijote, desde Windmill Tilter (1969) de Kenny Wheeler —con el célebre tema instrumental Sweet Dulcinea Blue, que se ha convertido en un standard—, A Song of Don Quixote (1981) de Mitsuaki Kanno y The Ingenious Gentleman of the Lower East Side (1997) de Chris Kelsey, hasta las obras de Ron Westray (2005), Tom Harrell (2014), Simona Colonna (2018) o Stefano Corradi (2018), entre otros. Por último, destaca también el hecho de que este estudio rememora algunas composiciones que nunca fueron grabadas, como Ouverture pour un Don Quichotte (1929) de Jean Rivier y Chivalrous Misdemeanors (2005) de Ron Westray.

En resumen, el trabajo de Hans Christian Hagedorn publicado por la ilustre revista del CSIC cambia la perspectiva sobre la influencia que la gran novela del Siglo de Oro español ha tenido —y sigue teniendo— en el arte de la música, y pone las bases para futuras investigaciones sobre las huellas de los clásicos de la literatura universal en el jazz. Teniendo en cuenta que hasta ahora se habían realizado numerosos estudios sobre la influencia del jazz en la literatura, pero no sobre la influencia de la literatura en el jazz, uno de los méritos más relevantes de este estudio llevado a cabo en la Universidad de Castilla-La Mancha consiste precisamente en el hecho de haber inaugurado una línea de investigación innovadora que promete dar muchos frutos importantes en las próximas décadas.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Iván Izquierdo Gómez (Zaragoza) es el ganador del segundo concurso de cartas a los Reyes Magos de Café Monago

Fecha de Publicación: 09/01/2023

 

De izquierda a derecha: Manuel Castellanos, Juan Bautista Mata (presidente) y Luis Miguel Román (vicepresidente)

En la tarde del domingo 8 de enero se han dado a conocer por Facebook en directo los ganadores del concurso que ha tenido un excelente nivel de calidad de los trabajos presentados

Alcázar de San Juan, 9 de enero de 2023.- A las 19 horas de la tarde de ayer y mediante retransmisión en directo por Facebook se han dado a conocer los ganadores del segundo concurso de cartas a los Reyes Magos “Café Monago” organizado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y patrocinado por Centro de Conductores Rondilla.

Los ganadores han sido:

1º Diploma y 100 euros, Iván Izquierdo Gómez (Zaragoza) por “La carta de don Bartolomé”. 160 puntos.

2º Diploma y 50 euros ex aequo, Andrea López Miguel (España) por “Melancolía” y Carlos Colomer Barcia (Valencia) por “Una carta diferente”. 154 puntos.

3º Diploma, Silvia Oller Jurado (Barcelona), por “Esperanza”. 153 puntos.

4º Diploma, Eduardo Losas Villamarzo, (Madrid), por “La última carta”. 152 puntos.

5º Diploma, Paula Beamud Fuentes (Alcázar de San Juan), por “El pequeño Cervantes”. 151 puntos.

6º Diploma, Mela Ortíz Arbones-Dávila, (Vigo), por “Tiempo”. 150 puntos.

7º Diploma, Zigor Eguía Lejardi, (Elgóibar), por “Un favor muy especial”. 149 puntos.

8º Diploma ex aequo, José Gálax Céspedes Elguera (Arequipa, Perú) por “Germinar la semilla”, Cristina Núñez Lama (La Puebla del Río) por “Carta a los Reyes Magos” y Alfonso de Terán Riva de Gijón, por “Gracias por todo”. 148 puntos.

El nivel de las 135 cartas recibidas ha sido impresionante y el jurado lo ha tenido muy difícil para escoger las mejores, de hecho, hay muy pocos puntos de diferencia entre las clasificadas en los primeros lugares.

Los escritores han tirado de ingenio componiendo bellas cartas, algunas de ellas novedosas y curiosas (e incluso alguna un poco irreverente pero muy bien escrita), siendo la calidad literaria superior a la del pasado año.

Los autores han escrito fundamentalmente al rey Baltasar que es el destinatario preferido de las misivas (por razones de simpatía personal), seguido por Melchor y quedando algo más rezagado Gaspar, aunque la mayoría de las cartas se han dirigido a los tres Reyes Magos en conjunto.

Como curiosidad, los escritores han pedido bicicletas, hasta dos bicicletas rojas y una verde han aparecido en las peticiones, pero la mayoría se han centrado en los regalos espirituales y sobre todo en los regalos que no eran para el propio escritor sino para terceros, lo que honra a los solicitantes… En numerosas cartas se han tenido presente las desgracias ocasionadas en los últimos tiempos como el COVID o la guerra de Ucrania y lo que es digno de resaltar es que los peticionarios se han acordado y mucho de nuestros mayores y de los que ya no están con nosotros, ha quedado muy claro que no nos olvidamos de los que nos dejaron y de que permanecen en nuestro corazón.

Ha sido por tanto una edición fantástica donde los autores cada año sorprenden con su ingenio, su estilo y su buen hacer, consiguiendo que este concurso esté alzando el vuelo y se está consolidando como referente en las fechas navideñas. Por parte de la organización ya se está trabajando en la edición del próximo, la que esperamos supere en calidad y participación a la de este año 2023. Será muy difícil ya que recordamos que han tomado parte autores de 18 países: Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Serbia, Uruguay y Venezuela.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Participación excepcional en el segundo concurso de cartas a los Reyes Magos de Café Monago

Fecha de Publicación: 03/12/2023

 

Cerrado el plazo a las 23:59 horas del domingo 1 de enero, el recuento de cartas participantes asciende a 134, superando en mucho el número del pasado año en que recibieron 120 trabajos

Alcázar de San Juan, 3 de enero de 2023.- El pasado 1 de enero se cerró el plazo para recibir las cartas a la segunda edición del concurso de cartas a los Reyes Magos que organiza Café Monago en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

Si el pasado año fue un éxito recibir 120 cartas, en esta edición el poder de convocatoria del concurso ha sido mayor habiéndose recibido en la organización del concurso 134 cartas participantes, todas ellas de muy buena calidad y algunas escritas con gran imaginación.

Este año han participado escritores residentes en 18 países diferentes: Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Serbia, Uruguay y Venezuela. La mayor parte de ellas han sido enviadas desde España (casi un 70 % del total), pertenecientes a 16 Comunidades Autónomas del territorio nacional, prácticamente todas excepto Islas Baleares y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.

El jurado calificador va a tener una ardua tarea que deberá tener finalizada antes del domingo 8 de enero de 2023, cuando a partir de las 19:00 horas (en España) se retransmita en directo desde el Café Monago la lectura del acta del jurado y se den a conocer los ganadores de los dos premios, así como la clasificación de los diez primeros trabajos que también recibirán un diploma conmemorativo.

Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan anunciará los nombres de los premiados, estará acompañado por Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente y por Manuel Castellanos, miembro de la Sociedad y actor de doblaje, que leerá los dos trabajos ganadores.

Como el año anterior, la retransmisión se hará en directo y podrá seguirse en el perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan:

https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912

Os esperamos a todos en esta cita para que conozcáis de primera mano el resultado del concurso, conectaros a nuestra dirección y que no os lo cuenten.

Café Monago y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, se felicitan por haber sido capaces de concitar a tantos escritores y tan buenos, de los diferentes rincones de España y de la variada representación de países del mundo en los que se habla el castellano.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

¡Feliz Navidad 2022!

Fecha de Publicación: 14/12/2022

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Con nuestros mejores deseos de felicidad y alegría para las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes.

Afectuosamente,

 

Juan Bautista Mata. Presidente

La Sociedad Cervantina de Alcázar agradece su colaboración a los donantes de libros

Fecha de Publicación: 14/12/2022

 

 

Aunque no se ha podido superar la cifra del año pasado (500 libros), este año nos hemos quedado muy cerca gracias a la solidaridad de numerosos alcazareños y residentes fuera de la ciudad

Alcázar de San Juan, 14/12/2022.- De nuevo hemos podido comprobar que Alcázar de San Juan es un pueblo solidario, que colabora cuando se le pide y ayuda en la medida de sus posibilidades a los más necesitados.

También este año han respondido las instituciones como la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes, así como los que viven lejos (en Sevilla) que como cada año envían por correo su colaboración a la Sociedad Cervantina de Alcázar. Podemos decir que esta quinta campaña “Ningún niño/a sin imaginación” ha vuelto a ser un éxito. 

El secretario de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Constantino López, junto con otros miembros de la junta directiva, hizo entrega a Milagros Plaza, presidenta de la Asociación Cultural y Social el Sosiego, de los numerosos libros infantiles y juveniles recogidos, y que como en otras ocasiones, algunos eran nuevos -adquiridos a propósito para ser donados-, viniendo incluso envueltos en su papel de regalo.   

Este año, el acto de entrega ha tenido lugar en el belén monumental 2022, montado en la Sala Noble del Ayuntamiento a cargo de la Asociación Belenista “Corazón de la Mancha” que ha aumentado su superficie y es digno de ser visitado por su grandiosidad, pero también por su detalle.

La Asociación el Sosiego viene realizando más de diez años la recogida de juguetes solidaria, para poder entregarlos cada Navidad y Reyes a los niños más desfavorecidos y que menos recursos tienen. Es un ejemplo a seguir la gran labor social que desarrollan con poquísimos medios, lo que hace digno de encomio su dedicación y trabajo. Esto fue lo que motivó a la Sociedad Cervantina de Alcázar a iniciar con ellos esta colaboración que se remonta a cinco años atrás.

Finalizamos reiterando nuestro agradecimiento a todos los que han hecho posible que esta campaña haya acabado con éxito: personas particulares, ilustradores, profesores, escritores e instituciones. Nos enorgullece comprobar que es verdad el dicho de que el mundo se ha cansado con el paso de los años… pero la Navidad sigue siendo igual de joven.  También nuestros benefactores han hecho cierta aquella frase de Roy L. Smith que dice “Si no llevas la Navidad en el corazón, jamás la encontrarás bajo un árbol”.

 

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Segundo concurso de cartas a los Reyes Magos «Café Monago»

Fecha de Publicación: 11/12/2022

 

Café Monago de Alcázar de San Juan en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y con el patrocinio del Centro de Conductores Rondilla, convoca el segundo concurso de cartas a los Reyes Magos para que vuele nuestra imaginación y la misiva a los Magos de Oriente tenga premio económico

Alcázar de San Juan, 12-12-2022.- Se acercan las fechas navideñas y Café Monago de Alcázar de San Juan propone a los escritores de todo el mundo que expriman su imaginación y escriban la carta a los Reyes Magos que encandile al jurado y la haga merecedora de unos de los premios ofrecidos.

El plazo para participar se cierra el próximo 1 de enero de 2023 a las 23:55 y los trabajos deben enviarse al correo info@cervantesalcazar.com de la Sociedad Cervantina de Alcázar.

El Centro de Conductores Rondilla patrocina por segundo año consecutivo el concurso con dos premios, uno de 100 euros para el ganador y otro de 50 euros para el finalista. Las cartas deben estar escritas en castellano, la extensión de la carta no debe ser mayor de 2 páginas DIN A4, con tamaño de fuente Arial 12 puntos y el espaciado mínimo será de 1,5 líneas.

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan tendrá la responsabilidad de evaluar las cartas y proponer los premios, pudiendo ayudarse para estas tareas de personas de contrastada experiencia literaria. Como se especifica en las bases, se valorará la adecuación al tema, el estilo de escritura, la presentación, la originalidad y la transmisión de valores positivos.

Animamos a todas las personas que tengan inquietud creativa a que la pongan en práctica a través de esta acción cultural que ha sido idea original de la dirección de Café Monago,  esperando superar la participación del año anterior que ascendió a ciento veinte trabajos recibidos de trece países.

Las bases completas del concurso están a disposición en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar: http://cervantesalcazar.com

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

BASES DEL CONCURSO

1.- Podrán concurrir todas las personas mayores de 18 años. 2.- Cada autor/a podrá presentar una obra.

3.- La carta irá dirigida a uno o a los tres Reyes Magos. Una vez fijado el tema, el resto de la producción es libre. Por ejemplo, se puede cambiar el remitente (escribir como si fuera otra persona), cambiar la fecha (en otra época, en el pasado o en el futuro o en una época inventada), se puede pedir cualquier cosa a los Reyes.

4.- Será valorada la adecuación al tema, el estilo de escritura, la presentación, la originalidad y la transmisión de valores positivos.

5.- Las obras deben estar escritas en castellano y tener una extensión máxima de 2 páginas tamaño DIN A4. El tamaño mínimo de la fuente es de 12 pt y espaciado entre líneas mínimo de 1,5. Los trabajos estarán mecanografiados electrónicamente.

6.- Los originales no irán firmados y estarán exentos de cualquier signo o marca que indique su autoría. En el encabezado llevarán consignados los siguientes datos: título de la obra presentada y un seudónimo. El autor adjuntará un segundo documento que contendrá sus datos personales.

Los documentos serán enviados en formato PDF al correo electrónico: info@cervantesalcazar.com

7.- “Café Monago” establece dos premios; uno para el ganador y uno más para el finalista. Primer premio: 100 euros. Finalista: 50 euros.

8.- El jurado estará compuesto por miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que podrán estar asesorados por terceras personas con experiencia literaria contrastada y su decisión será inapelable. El jurado puede declarar desierto alguno de los premios o todos ellos, si considera que los trabajos no reúnen la calidad mínima necesaria para optar a los premios.

9.- Los plazos para el concurso de cartas serán:

  • 1 de enero de 2023: Finaliza el plazo de recepción de cartas.
  • 8 de enero de 2023: Se entregarán los premios en “Café Monago”

10.- No respetar las bases de este concurso, plagiar la obra o parte de ella o

infringir los derechos de autor, serán motivo de exclusión del concurso.

11.- Por el hecho de participar en el concurso se ceden los derechos a Café Monago y Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, quienes pueden utilizar y difundir libremente los trabajos premiados. Del mismo modo, la sola participación en este concurso implica la aceptación de las normas de participación. En caso de situaciones no previstas en el mismo, se estará a lo que disponga el organizador.

Los ganadores se harán públicos tanto en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan https://cervantesalcazar.com, como en su blog https://sociedadcervantinadealcazar.home.blog y en las redes sociales de la propia SCA.

En Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912

También se comunicará a cada uno de los premiados por correo electrónico.

 

Premios y patrocinio:

Deporte y Trasplante España en Alcázar de Cervantes

Fecha de Publicación: 27/11/2022

 

La selección española de fútbol de la asociación Deporte y Trasplante España está celebrando desde el pasado viernes una concentración en Alcázar de San Juan, que terminará hoy domingo con un partido amistoso contra una selección de futbolistas locales. Esta asociación tiene entre sus objetivos «concienciar a la sociedad sobre la importancia de la donación de órganos, médula ósea y sangre, transmitir un mensaje de esperanza a todas las personas que están pasando por una enfermedad y requieren un trasplante, y fomentar y promocionar la salud y el deporte en las personas trasplantadas».

Una de las actividades que han podido hacer en la tarde de ayer sábado fue la de conocer el patrimonio y la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, con la colaboración de la Sociedad Cervantina.

Dirigidos por el vicepresidente de esta asociación alcazareña, durante más de tres horas han recorrido las calles y plazas que guardan la tradición cervantina, que nace con el descubrimiento en 1748 de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra en la parroquia de Santa María.

 

Han aprovechado el buen tiempo que brindó esta tarde otoñal para subir al Torreón del Gran Prior y desde él contemplar la imagen de esta ciudad manchega, terminando su visita a la localidad en el Museo del Hidalgo donde han podido apreciar cómo era la vida de un hidalgo manchego.

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La música en torno a los Molinos

Fecha de Publicación: 26/11/2022

Este fue el título de la conferencia impartida dentro del ciclo de actividades de la Unión Musical Quintanareña (UMQ) en la XII Semana Músico Cultural del año 2021, una comunicación concebida a raíz del libro que soy autor “Los molinos de El Toboso, ¡realidad o ficción! Prólogo o visión de la mayor aventura quijotesca” publicado en el año 2020 pero que fue presentado por motivos de la pandemia a lo largo del año 2021.

Esta charla versó del influjo de los molinos tanto los de viento como los de agua en la música analizada desde dos vertientes:

  1. La que se deriva por la actividad misma por la que se crea el molino, por la vida real del mismo, la etnografía como fue la molienda, las personas que lo realizan: el molinero, la molinera; los elementos constructivos del molino que magistralmente unidos como la rueda catalina, las piedras de moler…, todo se canaliza a través del folclore popular, de la música antigua, clásica, el pop, tecno
  2. Y la otra influencia de los molinos en la música es la que queda intrínsicamente vinculada con la universal obra Don Quijote de la Mancha (DQ) que ha generado desde el siglo XVIII hasta nuestros días una ingente cantidad de obras musicales donde el molino tiene una presencia sublímeme en todos los géneros desde la ópera, ballet, zarzuela, sinfónica, vocal, cámara, el jazz, la tecno, y la conjunción con el teatro, la televisión y el cine.

Desde la óptica de la música tradicional incide todo el mundo de la molienda; esta fue imprescindible en la vida del hombre y la mujer con los primeros asentamientos en poblado; moler el grano va ligado con el desarrollo de la vida humana y también para el sustento de los animales domésticos. Existen bastantes vestigios de las primeras piedras de golpear el grano de los cereales para convertir en harina y ser sustento de los primeros pobladores.

Posteriormente ligado al incremente de la población se crea el molino y conlleva el nacimiento de los oficios del molinero y la molinera; su estrecha convivencia con el pueblo y sus actos como el precio de la molienda, la maquila, las dudas del peso y la imagen pícara, sensual de los protagonistas produce un sentimiento popular que genera la creación de canciones, poemas y música entorno a este maravilloso mundo molinar.

Estos dos personajes inspiran con fuerza todo un mundo creativo dentro de la Literatura, Poesía y la Música tradicional; las canciones populares se encuentran en todo el folclore de las regiones españolas; la música puso las notas rítmicas construyendo el rico y variado cancionero español como las canciones “La Sinda”, “La molinera”, “El Molino”, …

La Sinda canción popular de Castilla, entona la relación del molinero con las jóvenes, la figura del pícaro molinero, una de las estrofas: “Mi madre no quiere que al molino vaya, porque cuando bajo me rompo la saya…”. El movimiento rítmico de la rueda catalina, el sonido de la fricción de piedras de moler, el golpeo de la tarabilla, se expresan y se recogen con el característico “tac-tic, tac-tic, tac”.

Una de nuestras obras más internacionales, versada en la novela homónima de Pedro Antonio de Alarcón es el ballet musical El Sombrero de Tres Picos compuesta por Manuel de Falla; donde dos piezas dan de sus cuadros, «La danza de la molinera» un hermoso fandango y la danza del molinero – La Farruca[1] son exponentes del valioso patrimonio español de la composición; el cine ha realizado también varias versiones de esta obra.

La canción del repertorio castellano “La molinera” con letra algo picante ha tenido una amplia difusión con las adaptaciones desde el Nuevo Mester de Juglaría pasando por Luar na Lubre, de reciente actuación en Manchafolk de Quintanar.

Así en la música pop, la de los años 60, el legendario grupo Los Gritos puso en el panorama musical la canción “Los Molinos de la Mancha[2],  que actualmente tendría una total vigencia en la España vacía, un canto denuncia al despoblamiento de nuestros pueblos manchegos a raíz del abandono del campo; en ese año de 1968 Los Gritos compitieron con otra versión de la famosa “La vida sigue igual” la misma que Julio Iglesias en el festival de Benidorm; ganando ambos, pues en los festivales anteriores la misma canción la defendían dos diferentes intérpretes.

La magia de los molinos también va a atraer al Folk metal, subgénero del Heavy metal siendo un gran exponente el grupo El Mägo de Oz y su disco “La leyenda de La Mancha”, con una canción dedicada a los molinos de viento, una canción y música con una fuerza extraordinaria y comprensión del mensaje, pues Sancho recrimina a Don Quijote por su alucinación y este le explica que “él no ve con los ojos, sino con el corazón y la imaginación”.

 

La supervivencia actual del molino de viento y todo lo que representa en la actualidad, como valor Patrimonial, como atracción dentro del Paisaje en La Mancha se lo debe a la aventura del capítulo octavo de la primera parte de Don Quijote de la Mancha ( DQ (VIII, I) con el título “Del buen suceso que el valeroso Don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos de felice recordación”; este episodio está esculpido en la Literatura Universal como una de las más grandes creaciones de la imaginación, de la fantasía humana con una fuerza vital, poética, psíquica…

 

Desde el comienzo de la andadura de la novela del Caballero de la Triste figura, tuvo una fuerte atracción para el mundo creativo: literatos, poetas, pintores e ilustradores que desde su visión crítica, imaginativa y creativa quedaron impactados de la belleza, de la frescura de la obra que profundizaba en todos los estadios de la vida; fluyendo un torrente de composiciones en todas las ordenes artísticas conocidas.

La Música como todas las Bellas Artes es también embrujada; el enfrentamiento heroico de Don Quijote con los gigantes es un polo imantado para las compositores tanto nacionales e internacionales, el choque con las aspas de los molinos es ensalzado a un estado sublime.

Del siglo XVIII una composición musical es la conocida “Suite burlesca de Quijote en sol mayor” de Georg Philipp Telemann, que versa sobre varios capítulos entre ellos el enfrentamiento con los molinos de viento.  

En la versión musical “El hombre de La Mancha” cuando Don Quijote es derrotado por el molino de viento, echa las culpas no al encantamiento del mago Frestón sino que todavía no había sido armado caballero.

Esta obra universal con un extraordinario éxito desde su estreno en 1965 en Broadway ha sido y sigue siendo representado en un importante número de naciones. También “El Hombre de la Mancha” fue llevada al cine, con el mismo título en la película del año 1972 e interpretada por Peter Otole y Sofía Loren.

En España llegó el musical en el año 1997 de la mano de José Sacristán y Paloma San Basilio, con una magnífica adaptación de calidad, soberbia interpretación y siendo acogido con entusiasmo por el público.

La canción famosa que todos recordamos es la declamación e interpretación de José Sacristán y la elevada canción de Paloma San Basilio “En el sueño imposible” con la emoción de la declaración: “Soñar, lo imposible soñar. Vencer, al invicto rival. Sufrir, el dolor insufrible. Morir, por un noble ideal…” [3]

El mundo cinematográfico también es atrapado desde sus principios por la más grande novela española y unas de las más universales.

El primer documental cinematográfico donde se proyecta la aventura de los molinos de viento asociado con la música es el que lleva por título “La ruta de Don Quijote” del director catalán Ramón Biadiu estrenado en el año 1934; un grandísimo testimonio del patrimonio etnográfico de La Mancha, relacionando la novela quijotesca con el valor del paisaje y el paisanaje.

La aventura de DQ (VIII, I) la representa con diversas tomas del molino de viento, la escena del ataque de Don Quijote hacia ellos con la vigorosa música creada por Juan Gaitg, composición que empieza con el murmullo del sonido del viento, subiendo la tonalidad imitando el aumento de  ráfagas del viento silbando, una magnífica estructura música orquestal y al unísono que giran las aspas la armonía es como si fuese rodando, formando círculos musicales después del imaginado embiste del caballero contra las aspas.

En el año 1953 el mismo director realiza una actualización de este documental, una de las acciones incorporadas corresponde al funcionamiento de los mazos de los batanes, aquellos espantosos ruidos que tanto asustaban a Sancho Panza DQ (XX;I), un extraordinario testimonio del movimiento rítmico, con el mismo sonido acompasado repetitivo del golpeo de los mazos del batán, que nos transporta a la famosa escena de la película de Ben Hur  de que muevan los remos con mayor velocidad los remeros esclavos a la orden de “boga de combate” comienza el golpeo de las mazos del tambor y ese sonido acompasado se asemeja al golpeo rítmico de los mazos de los batanes.

Una de las consideradas mejores adaptaciones españolas y universales es “Don Quijote de la Mancha” del año 1948 de Rafael Gil con interpretación de Rafael Rivelles, Juan Calvo, Fernando Rey y Sara Montiel, entre otros y corresponde la composición musical a Ernesto Halffter; esta obra cinematográfica dentro de la conmemoración del IV Centenario del nacimiento de Cervantes fue grabada en su terreno natural de los espacios quijotescos: El Toboso, Campo de Criptana.

Fotograma película Don Quijote de la Mancha 1948 director Rafael Gil y Ernesto Halffter.

 

La música que corresponde también es orquestal, la llamada música incidental o música de escena interpretada por la Sinfónica de Madrid, y vuelve a ser cíclica con un preludio en la visualización de los gigantes o molinos, con clarines anunciando el comienzo de una batalla y después una sinfonía constante en el enfrentamiento entre el caballero y el movimiento giratorio de las aspas, siempre con el sonido agudo al romper el viento con las aspas y los lienzos, notas que se repiten con cada uno de los volteos.

De este mismo compositor Cristóbal Halffter creo una ópera, la de “Don Quijote” con un extraordinario éxito con libreto de Andrés Amorós y estrenada en el Teatro Real en el año 2000.

Otra obra cinematográfica con bella composición musical con presencia de los molinos es la serie televisiva de “Don Quijote” del director Manuel Gutiérrez Aragón del año 1992, una ambiciosa propuesta de TVE con el magnífico guion de Camilo José Cela y las brillantes interpretaciones de Fernando Rey y Alfredo Landa, una esplendorosa obra con gran riqueza, una soberbia recreación que supuso un importante acercamiento de la obra literaria al público que significó que se conociera más en profundidad esta joya de la literatura universal.

En esta adaptación serial la música imita el sonido de los vientos al estallar con las aspas del molino, una armoniosa conjunción de notas en función de la velocidad del viento y la distancia de los molinos, siempre acompañado por el melódico ruido del girar del movimiento cadencioso de las aspas, aquí en esta versión Don Quijote se baja de Rocinante y realiza un sosegado paseo entre los gigantes con el fondo del sonido del eje, a imitación de un gemido, se produce un intenso diálogo de Don Quijote nombrando a cada uno de los molinos.

 

La exquisita composición musical de esta serie correspondió al laureado compositor argentino Lalo Schiffrin.

Fotograma serie “El Quijote de Miguel de Cervantes”, 1992. Director Manuel Gutiérrez Aragón y Música de Lalo Schifrin.

La música alcanza su cenit en este episodio al levantarse Don Quijote ayudado por su fiel escudero a los pies del majestuoso molino y realizarse una interpretación musical luctuosa, que, rasgado por el ocaso de la imagen, resalta las figuras chinescas de los protagonistas que a continuación cabalgan asumidos en la derrota, en la tristeza suena a modo de réquiem.

Este mismo director Gutiérrez Aragón dirigió una película en el año 2002 con el título “El Caballero don Quijote” y la composición musical de José Nieto que corresponde a la DQ II parte de la novela.

Las creaciones musicales cinematográficas son de una plasticidad sublime pues el lenguaje poético que se crea de la combinación de imagen y composición musical para transmitir el envite del hidalgo caballero en su lucha imaginaria con los gigantes y posteriormente la cadencia musical en la derrota son de ternura, de amor, cuando Don Quijote descubre que realmente son molinos.

En las diferentes versiones plasmada en esta muestra seleccionada recogen en cada de las notas musicales, en las composiciones, la ternura, la emoción y el cariño, la ayuda humanitaria del leal escudero al levantar al abatido don quijote.

La música se rinde a la mejor novela del mundo, desde el principio se adentra en la grandiosa y majestuosa obra de Miguel de Cervantes, capta toda fuerza y vigor de las aventuras, la expresión sublime de sus episodios, la belleza de las notas se transforma en la virtuosidad de las composiciones.

 

La magia cervantina también tiene excelentes composiciones acercándose al molino y sus personajes, como el balPero si hay un género musical donde el molino queda resaltado es la ópera que por cierto vive un momento dulce con una tremenda operación mediática y divulgativa, así como una importante respuesta del público.

Quintanar ha tenido el honor y el privilegio de haber tenido en sus escenario y su música a Tomás Marco, una de las personalidades actuales más importante del arco musical español;  ha apoyado el festival internacional de música de Quintanar, en el que se le han realizado homenajes; en diferentes años,  obras suyas han sido estrenadas aquí en exclusividad para Castilla La Mancha y que tiene una memorable opera: ”El caballero de la triste figura”-un encargo de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales con ocasión del cuarto centenario del Quijote- fue la quinta ópera de Tomás Marco, y una de las escenas de las siete escenas lleva el título “Molinos de viento”.

Una obra que muchos aquí en nuestra tierra, no la relacionamos con La Mancha es la famosa ópera “Carmen” de Bizet, pues siempre la identificamos con Sevilla.

Viendo una puesta en escena de esta obra del año 2005 correspondiente al festival anual de ópera de Sankt Margarethen[4] cercano a Viena, me sorprendió que el horizonte estuviera dominado por molinos de viento y castillo, como si fuera una población manchega (Belmonte, Consuegra) y así mismo dentro de otras escenas salen los molinos; que no solamente están presentes en la ópera de “Carmen”, sino en otras más.

Pues esta obra basada en el libreto de Prosper Mérimée, hispanista que pasó por Quintanar a Belmonte, acompañando a la condesa Eugenia de Montijo, la propietaria del castillo, luego emperatriz de Francia y rehabilitó el mismo.

Habrá que profundizar en la influencia y presencia de nuestra tierra en la ópera Carmen pues tiene connotaciones musicales como la seguidilla manchega, en un momento la protagonista le dice al oficial que la tiene presa y está enamorado: “…iré a bailar la seguidilla …”

El compositor tuvo referencias de las seguidillas manchegas pues Mérimée escribe en una de sus cartas sobre las mismas; creo que sería para profundizar por los historiadores y musicólogos.

Estas fueron las pinceladas en la comunicación de la duodécima Semana Músico Cultural de la UMQ sobre la majestuosa presencia de la música en la doble vertiente reseñada de la etnográfica desde la óptica de la funcionalidad del molino y la música que ahonda sus raíces en la novela quijotesca.

Marciano Ortega Molina


[1] https://www.youtube.com/watch?v=TnrAPicdOrA

 

[2] https://www.youtube.com/watch?v=hSfPILwpmo8

[3] https://www.youtube.com/watch?v=4bWpeMNhA_g

[4] https://www.youtube.com/watch?v=3h-fP4zSH40

Esta Navidad será la quinta campaña de recogida de libros “Ningún niño/a sin imaginación”

Fecha de Publicación: 22/11/2022

En este año 2022 se cumple la QUINTA edición de la iniciativa solidaria de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que permite acercar los libros a los niños más desfavorecidos y fomenta la lectura entre los jóvenes al llegar las fiestas navideñas

Alcázar de San Juan, 23-11-2022.- Un año más y ya por quinta vez consecutiva, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan pone en marcha su campaña de recogida de libros infantiles y juveniles con el objetivo de ningún niño se quede sin desarrollar su imaginación por medio de la lectura en esta Navidad por muy limitado que sea su poder adquisitivo o por muy desfavorables que sean sus condiciones familiares.

Este año que acaba ha sido un año duro que ha comportado subidas de precios en muchos alimentos de la cesta de la compra, así como de elementos básicos de confort como la luz y el gas y este es nuestro medio de ayudar a las familias que lo están pasando mal y que consideran los libros como un elemento de lujo que no se pueden permitir.

Con la campaña “Esta Navidad ningún niño/a sin imaginación” nos movilizamos un año más para recoger el mayor número posible de libros infantiles y juveniles, que aunque ya hayan sido leídos en algunos hogares, esta donación permite que alarguen su vida útil yendo a parar a las manos de otros niños que tienen más difícil el disfrute de este material y a los que todos estamos involucrados en no permitir dejar sin acceso a la lectura y en consecuencia al desarrollo de su imaginación.

Los días 24, 25 y 29 de noviembre, junto a los días 1, 5, 7 y 9 de diciembre (último día), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de horario de 19:00 a 20:00 horas para la recepción de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura.

Será nuestro socio Enrique Lubián -de nuevo- el encargado de su recogida, permaneciendo en el Centro Cívico en el horario anunciado.

Se acerca la Navidad y es tiempo de compartir con los demás, sobre todo con los que menos tienen, siempre es buen momento, pero en esta época del año es el tiempo propicio para que aflore nuestra solidaridad y compartamos con los que menos tienen. Será muy difícil superar el listón del año pasado en que se recogieron 500 ejemplares, pero confiamos en que, con la aportación de todos, esta cantidad se superará con creces.

Los libros que aporten los donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social “El Sosiego” (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

Recordamos los días de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico, en horario de 19:00 a 20:00:

  • Noviembre: jueves 24, viernes 25 y martes 29.
  • Diciembre: Jueves 1, lunes 5, miércoles 7 y viernes 9 (último día).

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

“Tradición cervantina alcazareña y los azulejos quijotescos de la Fonda de la Estación y Parque Cervantes”

Fecha de Publicación: 21/11/2022

 

 

En la renovada Fonda de la Estacion de Alcázar de San Juan, charla impartida por Luis Miguel Román Alhambra y Constantino López Sánchez-Tinajero, dentro del ciclo de conferencias del Aula de Historia Local

Respondiendo a la invitación cursada por Francisco José Atienza (Archivo Municipal) para tomar parte en una de las sesiones del  Aula de Historia Local, los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar han charlado por  espacio de dos horas sobre la “Tradición cervantina alcazareña y los azulejos quijotescos de la Fonda y Sala de espera de la Estación y del Parque Cervantes”.

Rigurosamente puntuales y ayudados por presentaciones de PowerPoint -para hacer más amenas las explicaciones-, los cervantistas han explicado en el tiempo señalado, el tema objeto de la conferencia que según han manifestado al término de la misma ha sido del agrado de los asistentes lo que también se ha dejado entrever  por las numerosas preguntas y debates que se han suscitado tras la charla, en la que tanto los ponentes como el público se han encontrado cómodos y en el que los asistentes han demostrado su excelente conocimiento e interés sobre los asuntos expuestos.

En resumen, una actividad más llevada a cabo por esta Sociedad Cervantina que se suma a las que se vienen desarrollando de forma ininterrumpida y a las que tendrán lugar en breve con la llegada de la Navidad, como son la Campaña de Recogida de Libros Infantiles y Juveniles “Ningún niño/a sin imaginación” y el Certamen de Cartas a los Reyes Magos “Café Monago”.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Emilio Gavira, embajador del Corazón de la Mancha

Fecha de Publicación: 20/11/2022

En los Almuerzos de don Quijote hemos recibido al gran actor y mejor persona Emilio Gavira quien se ha mostrado dispuesto a emprender nuevos y ambiciosos proyectos con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan, 20 de noviembre de 2022.- En la actividad denominada “los Almuerzos de don Quijote” celebrada este pasado sábado hemos podido disfrutar de la esperada presencia del actor Emilio Gavira quién por dificultades de su trabajo (benditas dificultades) ha hecho realidad esta visita que llevaba programada desde hace más de tres años.

Gavira comentó a los cervantistas alcazareños que su primera representación teatral fue precisamente una obra de Miguel de Cervantes, el entremés La elección de los alcaldes de Daganzo en su época de estudiante en el Colegio de los Trinitarios de Alcázar de San Juan.

A lo largo del almuerzo tuvo ocasión de hablar de sus últimos proyectos, y más concretamente de la obra de teatro Campeones de la Comedia que está girando por diferentes lugares de España y en la que participan algunos de los actores que también lo hicieron en la película Campeones de Javier Fesser (2018) que fue galardonada con el Goya a la Mejor Película de 2019. Precisamente ha encontrado un hueco en su apretada agenda para venir este sábado a compartirlo con los miembros de la Sociedad.

Mostró su sapiencia sobre Cervantes y su obra, y resaltó detalles sobre la vida del escritor así como sobre la escritura y el significado del Quijote que están solo al alcance de verdaderos iniciados en la obra cervantina.

Tanto su gran criterio como persona como sus dotes de embajador, ya que por donde va hace gala de pertenecer a la comarca del Quijote, lo hacen especialmente valioso como colaborador de la Sociedad Cervantina de Alcázar.  De hecho, se le plantearon diversos proyectos culturales en los que podría tomar parte junto con la Sociedad y se mostró favorablemente interesado en que puedan cristalizar las diferentes iniciativas que más adelante, cuando se hayan madurado y sea el momento oportuno se darán a conocer.

Si bien los tiempos han cambiado, no en vano han pasado 56 años desde que la Gaceta de Madrid publicase la concesión el 4 de agosto de 1966 a nuestra ciudad la denominación geo-turística de “Corazón de la Mancha”, es este un recurso que no debemos desaprovechar y hoy más que nunca necesitamos embajadores como Emilio Gavira  que pongan nuestra ciudad en el mundo y nos ayuden a difundir las bonanzas culturales, gastronómicas, patrimoniales, turísticas y enológicas de Alcázar de San Juan, pero sobre todo la gran tradición cervantina y la vinculación de nuestra ciudad con Cervantes y su obra.

En resumen, un magnífico ambiente alrededor de unos platos típicamente manchegos que ha finalizado con la agradable manifestación de la intención de Emilio de pertenecer a esta Sociedad que se enorgullecería sobremanera teniéndolo como uno de sus socios.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Don Quijote y la Farmacia

Fecha de Publicación: 18/11/2022

EI pasado día 5 de este mes de noviembre tuve oportunidad de acudir y participar en el I Congreso Internacional sobre Cervantes y el Quijote en el que entablé un diálogo con Don Quijote a cuenta de los métodos curativos que existían en el siglo X\/II. La invitación surgió de mi querida Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, Iugar donde se celebró.

 

Lo novedoso de mi exposición (según dicen las crónicas) es que a mis descripciones narrativas de don Quijote (a quien dio voz magistralmente el periodista de Onda Cero Marcos Galván), respondía para aseverar las circunstancias que envolvían la vida de los caballeros andantes, quienes en las más de las ocasiones salían de sus lances llenos de magulladuras, descalabros y huesos quebrados.

La salud de don Quijote, física y mental, nunca fueron buenas, se nos presenta un caballero “flaco, amarillo, los ojos hundidos en los últimos camaranchones del cerebro”, triste y loco, aunque su depresión le hace parecer un loco triste.

De los libros aprendió don Quijote que los caballeros andantes además de dineros y camisas, portaban una pequeña arqueta de ungüentos para curar las heridas, porque no siempre estaban a mano quienes pudieran curarlas de forma profesional.

Esta era la llamada “farmacia popular», para lo que se debería tener gran conocimiento de los efectos de las plantas; las terapias sanadoras estaban basadas en compuestos vegetales. El caballero andante debía acercarse en sus conocimientos al médico y principalmente al herbolario.

Cervantes conocía las virtudes de los purgantes y de las plantas, una suerte de farmacia económica para curar los males sin tener que acudir ni al médico ni al boticario. Otra bien distinta era la medicina galénica, o aquellas plantas que definiera Dioscórides, o los remedios de la alquimia.

Cervantes en su libro menciona los ungüentos que se aplicaban sobre las lesiones de la piel y Sancho dice: “Aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas” o aquel episodio con los cabreros en el que uno de ellos para aliviar el dolor insoportable de don Quijote, “tomó algunas hojas de romero, las mascó y las mezcló con un poco de sal y, aplicándoselas a la oreja a don Quijote, se la vendó muy bien, asegurándole que no había necesidad de otra medicina”, como así fue. El vino se usaba como bebida y como medicina. No hubo de faltar una buena dosis de fe y confianza como principios activos.

La mayoria de la población era pobre por lo que la farmacia popular era la más recurrente

Una sola gota del Bálsamo de Fierabrás era suficiente para sanar y ahorrar tiempo y medicinas. La descripción que hace don Quijote del bálsamo es sublime por lo que no me resisto a pasar de largo su mención literal:

Es un bálsamo, de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte ni hay que pensar en morir de ferida alguna. Y, ansí, cuando yo le haga y te le dé, no tienes más que hacer, sino que cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio el cuerpo (como muchas veces suele acontecer), bonitamente la parte del cuerpo que se hubiere caído en el suelo, y con mucha sotileza, antes que la sangre se yele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de ancajallo igualmente y al justo. Luego me darás de beber solo dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana”.

La mayoría de la población era pobre por lo que la farmacia popular era la más recurrente. Los médicos que realizaban los diagnósticos y las prescripciones habían elaborado una compleja farmacología basa- da en cálculos matemáticos de manera peculiar y en modo alguno alcanzaba a los de estamentos más Ilanos.

Las andanzas y aventuras de don Quijote sorprenden porque cada vez que se lee se descubren aspectos nuevos que antes pasaron desapercibidos; el libro es un espejo de lo que era la época del siglo XVII, sociedad, medicina, farmacia, todo se encuentra reflejado en esta magna obra y lo que es más curioso, de rabiosa actualidad, por lo que seguirá siendo digno de análisis.

 

Mariano Avilés Muñoz

Jurista. Presidente de a Asociación de Derecho Farmacéutico (ASEDEF)

marianoaviles@asedef.org

El Congreso Internacional de Alcázar hace latir con fuerza el corazón de la Mancha

Fecha de Publicación: 07/11/2022

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Finalizó el I Congreso Internacional y se han alcanzado todos los objetivos perseguidos: calidad científica, variedad, multidisciplinar, amenidad y atractivo para el público que ha respondido de forma magnífica con su presencia en las dos jornadas

Alcázar de San Juan, 7 de noviembre de 2022.- Los días 4 y 5 de noviembre se ha celebrado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el I Congreso Internacional «Cervantes y el Quijote desde Alcázar (literatura, historia, sociedad)», organizado por el Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra, el Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

El programa incluía doce ponencias y una mesa de presentación de publicaciones y proyectos cervantinos, con la participación de investigadores de Brasil, España, Estados Unidos, Francia y Perú. Ha sido un congreso de gran calidad científica y con una marcada impronta multidisciplinar, con aproximaciones temáticas desde la literatura y la filología, pero también la historia, la archivística, la Medicina y la Psiquiatría y aun la Astronomía.

Como ha señalado la prensa, por un par de días Alcázar ha sido «el epicentro del cervantismo mundial». Y todo se ha desarrollado en un ambiente extremadamente ameno y cordial. Desde la Sociedad Cervantina de Alcázar muestran su satisfacción por esta fructífera colaboración con el GRISO-Universidad de Navarra y con el Patronato de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, que en todo momento han brindado los medios necesarios tanto materiales como humanos.

Carlos Mata Induráin del GRISO/Universidad de Navarra ha sido la persona que lo imaginó y la que ha conseguido traer hasta el mismo Corazón de la Mancha ponentes de cinco países, algunos desde el otro lado del Atlántico, que han presentado trabajos de alto nivel con los que el numeroso público asistente se ha podido deleitar.

También el Patronato de Cultura de Alcázar ha dado las máximas facilidades para que el Congreso haya resultado un completo éxito, aportando todos sus recursos y programando las actividades culturales complementarias que han sorprendido y agradado por igual a los ponentes, logrando de que su estancia en nuestra ciudad fuese agradable y se hayan llevado de Alcázar de San Juan un recuerdo imborrable.

Agradecimiento también para el resto de entidades colaboradoras: Consejo Regulador de la D. O. Vinos de La Mancha, que acogió en su sede la jornada del sábado y cuyo presidente Carlos D. Bonilla ejerció -como siempre- de magnífico anfitrión. Gracias también a GITCE-Universidad de Castilla-La Mancha, al Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA) y a TAQ Distinciones de Alcázar de San Juan.

Del excelente nivel de los ponentes que vinieron de países extranjeros, no han desmerecido en absoluto los trabajos expuestos por los cuatro ponentes alcazareños: Francisco José Atienza (Archivero Municipal) que puso en conocimiento mundial la partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar, así como los tres miembros de la Sociedad Cervantina. Mariano Avilés Muñoz presentó una conferencia muy novedosa a modo de dialogo entre Cervantes y don Quijote en la que el locutor Marcos Galván -en la interpretación de don Quijote- puso su excelente voz cautivando a la audiencia presente y del resto del mundo (todas las sesiones se retransmitieron por streaming y se encuentran en los perfiles de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar como en el del Patronato de Cultura). Luis Caballero Martínez basó su didáctica y entretenida presentación en la idea de que los dos principales personajes de la novela de Cervantes pudieron ejercer su papel como psiquiatras del escritor.

Finalmente Benjamín Montesinos Comino cuya ponencia sobre los conocimientos astronómicos del hidalgo sorprendió a los asistentes por su calidad y erudición, no exenta de un fino humor, sobre todo al inicio de la misma cuando reconoció la singularidad de este Congreso ya que dijo “era el primero de todos los que había participado en el que había vino para aclararse la garganta en caso de necesidad”,  haciendo así un guiño a los excelentes caldos de la Mancha y a la sede que acogía esta jornada (salón de actos de  la ICRDO de vinos de la Mancha),  que sacó una inmediata sonrisa ganándose al público y consiguiendo su complicidad.

Por lo que respecta a los moderadores de las sesiones: Juan Bautista Mata PeñuelaLuis Miguel Román AlhambraManuel Rubio MoranoEstrella Blanco Escalera Jesús Sánchez Sánchez, todos ellos miembros de la Sociedad Cervantina, condujeron las ponencias de forma admirable brillando con luz propia.

Mención especial merecen las actividades complementarias que el Patronato de Cultura programó para aderezar este acontecimiento cultural, como la visita al Museo Casa del Hidalgo (al final de la primera jornada) con cata de vino ofrecida y explicada por la D.O. La Mancha en la propia bodega del Museo, que dejó unas magníficas sensaciones en los ponentes al ser organizada especialmente para ellos. También fue muy apreciada la visita al cerro de San Antón para presenciar una molienda que no pudo llevarse a cabo por falta de viento pero que incluyó una amplia y detallada explicación -a cargo del molinero, Juan Bautista Sánchez- del funcionamiento de estos ingenios industriales que ya cumplían con su misión de moler todo tipo de cereales en la época de Cervantes.

Como broche del Congreso, y no menos impresionante fue la visita a la casa parroquial donde tuvieron ocasión de acceder a la partida del Miguel de Cervantes bautizado en Alcázar, en cuya casa parroquial se custodia el original, que el archivero municipal Francisco José Atienza mostró a sus compañeros ponentes.

Cabe, por tanto, calificar de gran éxito el desarrollo del Congreso y felicitar a los organizadores por haber conseguido aunar la erudición cervantina con la amenidad y sobre todo por haber colmado el interés con que los cervantistas y quijotistas esperaban este evento.

Sociedad Cervantina de Alcázar

 

Enlaces donde se han publicado los vídeos de las ponencias:

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Patronato de Cultura de Alcázar de San Juan

Congreso Internacional de cervantistas en el Corazón de la Mancha

Fecha de Publicación: 27/10/2022

Los días 4 y 5 de noviembre de 2022 tendrá lugar el I Congreso Internacional Cervantes y el Quijote desde Alcázar de San Juan. Las ponencias del viernes 4 serán en el Salón Noble del Ayuntamiento y las del sábado 5 en el Salón de Actos de la D.O. de Vinos La Mancha

Alcázar de San Juan, 27 de octubre de 2022.-  Incluido dentro de la amplia programación de actividades, música teatro, exposiciones, conferencias, visitas a bodegas, catas de vino, rutas turísticas, literatura, gastronomía, actividades infantiles, etc.,  que el Patronato Municipal de Cultura desarrolla en esta importante efeméride local (el bautismo de Miguel de Cervantes acontecido el 9 de noviembre de 1558), lo que se pretende que sea el acto central de las celebraciones es el Congreso  Internacional en colaboración con el Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra y con la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Enmarcado -por tanto-, en la programación de las IX Jornadas Vino y Bautismo Qervantino, el Congreso tendrá lugar los días 4 y 5 de noviembre. Las ponencias del viernes 4 tendrán lugar en el Salón Noble del Ayuntamiento y las del sábado 5 serán en el Salón de Actos de la Denominación de Origen de Vinos de la Mancha.

En lo que se refiere a nuestra ciudad, aspiramos a posicionarla en el mundo y a mostrar la fuerte vinculación que Alcázar tiene con Miguel de Cervantes y con su obra, aportando mediante las ponencias, la investigación y análisis del Quijote, su amplia e indisoluble relación con la Mancha y con Alcázar de San Juan.

Consumados especialistas mundiales en Cervantes y el Quijote se darán cita por dos días en nuestra ciudad donde disertarán sobre el autor y la obra para mostrar su conocimiento y trasmitírselo tanto al público asistente en las salas como al que seguirá el congreso en directo por redes sociales, ya que las ponencias se retransmitirán mediante streaming.

Comenzando el viernes 4 de noviembre, la inauguración del Congreso por las autoridades será a las 09:00 en el Salón Noble del Ayuntamiento.

Seguidamente y a las 10:00 tendrán lugar las primeras ponencias correrán a cargo de nuestro paisano Francisco José Atienza Santiago (Archivo Municipal de Alcázar) que disertara sobre “La partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan. En la misma sesión estará Enrique Suárez Figaredo, uno de los mejores y más expertos editores de obras del siglo de Oro Español que presentará “Construyendo el Quijote (en torno a la impresión de la novela cervantina)”. Serán moderados por Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

En la siguiente sesión, a las 11:30, podremos disfrutar de personalidades como Almudena García González (Universidad de Castilla-La Mancha. ESPAÑA) cuya ponencia versara sobre “Adaptaciones infantiles de Cervantes en el siglo XXI”. Enmanuel Marigno (Universidad Jean Monnet-Saint Étienne, FRANCIA) expondrá “Los recursos escenográficos en La complainte de Dulcinée (2008), de Dulcinea Langfelder”. Para acabar, Carlos Mata Induráin (Universidad de Navarra-GRISO, ESPAÑA) nos hablará sobre “Cervantes recreado en la narrativa histórica española contemporánea (García Jambrina, Eslava Galán y otros)”. El moderador de esta sesión será Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la SCA.

En la sesión de tarde a las 16:30, tendremos ocasión de escuchar a Susan Byrne (University of Nevada, Las Vegas, ESTADOS UNIDOS), disertará sobre “La retórica de la alusión cervantina”. A continuación, Miguel Ángel Zamorano Heras (Universidade Federal do Río de Janerio-UFRJ, BRASIL) hablará sobre “El reverso trágico de la comicidad quijotesca”. Cerrará la sesión Ángel Pérez Martínez (Universidad del Pacífico, Lima, PERÚ) con “Cervantes y el viaje. Exploraciones y fronteras”. La moderación correrá a cargo de Manuel Rubio Morano de la SCA.

Ya en el sábado 5 de noviembre y de nuevo a las 10:00 de la mañana, pero esta vez en la sede de la D.O. de Vinos de La Mancha, tendrá lugar la cuarta sesión de ponencias con Mariano Avilés Muñoz (Asociación de Derecho Farmacéutico, ESPAÑA) que expondrá “Don Quijote ante el tortuoso camino hacia la sanación (Una conferencia imaginaria, cercana a la realidad)». Después intervendrá Luis Caballero Martínez (Hospital Universitario Puerta de Hierro / Universidad Autónoma de Madrid, ESPAÑA) con “Alonso Quijano y Sancho como psiquiatras de Miguel de Cervantes”. Serán moderados por Estrella Blanco Escalera de la SCA.

A las 11:00 haremos un pequeño inciso en las ponencias para presentar publicaciones y proyectos cervantinos. Bajo la moderación de Carlos Mata Induráin intervendrán: Luis Miguel Román Alhambra (Sociedad Cervantina de Alcázar) para presentar su trabajo «Tras los pasos de Rocinante. Guía de caminos del Quijote». Después lo hará Marciano Ortega Molina (Sociedad Cervantina de Alcázar), para presentar su libro «Molinos de El Toboso. Realidad o ficción».

Para finalizar, a las 12:00 será la quinta sesión de ponencias que correrá a cargo de Benjamín Montesinos Comino (Centro de Astrobiología INTA-CSIC / Sociedad Española de Astronomía, ESPAÑA) que disertará sobre “El cielo en el Quijote visto por un astrónomo alcazareño”. Y cerrará Lucía López Rubio (Universidad Carlos III de Madrid, ESPAÑA) CON “Matrimonio, muerte y devoción: el refugio religioso de algunas mujeres cervantinas”. Jesús Sánchez Sánchez de la SCA. Será el moderador de esta sesión.

Además de las sesiones de ponencias, el sábado 5 por la tarde  (a las 17:00 horas) está prevista una molienda tradicional en el cerro de San Antón, para que los visitantes de fuera de nuestras fronteras puedan conocer in situ el funcionamiento de los ingenios industriales que desde el siglo XVII ya estaban presentes en las atalayas de nuestros horizontes manchegos recogiendo los vientos para moler nuestros cereales.

Especialistas de cinco países y diferentes continentes, aportarán sus conocimientos cervantinos en un importante cónclave cultural para disfrute de los aficionados al Quijote y público en general que disfrutará con toda seguridad de trabajos expositivos de alto nivel. Desde la Sociedad Cervantina de Alcázar invitamos a todos a que asistan a este importante evento cultural y que lo difundan entre sus amigos porque será una ocasión propicia para disfrutar de verdaderos expertos en Miguel de Cervantes y su obra.

La entrada es gratuita y el acceso a las ponencias es libre, aunque recomendamos la inscripción porque el aforo es limitado. Las inscripciones pueden hacerse en los correos oficinaturismoalcazar@gmail.com y cervantinaalcazar@gmail.com.

Desde aquí invitamos a todos a que asistan a este importante evento cultural y que lo difundan entre sus amigos porque será una ocasión propicia para disfrutar de verdaderos expertos en Miguel de Cervantes y su obra.

Finalmente, queremos recordar que la Sociedad Cervantina de Alcázar también coordinará una Ruta guiada “Alcázar de Cervantes” el domingo 13 de noviembre a las 12:00, (inscripción previa) con lugar de encuentro en estatua de Alonso Quijano con su gato (frente a Aguas de Alcázar).

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

 

Programa del Congreso

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Regimiento Acorazado “Córdoba” 10 la unidad militar heredera del Tercio de Figueroa donde sirvió Miguel de Cervantes

Fecha de Publicación: 22/10/2022

Los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar recibidos por el Coronel Jefe del Regimiento, D. José María Martínez González en la Sala Gran Capitán

Ubicado en la base de Cerro Muriano en Córdoba e integrando la Brigada Guzmán el Bueno X

Alcázar de San Juan, 22 de octubre de 2022.- A lo largo del jueves 20 de octubre una importante representación de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha visitado las instalaciones del Regimiento Acorazado “Córdoba” 10 que en la actualidad está integrado tácticamente en la Brigada Guzmán el Bueno X con base en Cerro Muriano (Córdoba).

El Regimiento Acorazado Córdoba 10, “El Sacrificado”, es heredero directo del Tercio de Figueroa creado el 27 de febrero de 1566 por el maestre de campo Lope de Figueroa, por lo que atesora 456 años de historia con una completísima hoja de servicios y un nutrido expediente de hechos de armas, poseyendo condecoraciones individuales y colectivas.

Esta visita que fue recomendada por el General de Ejército D. Félix Sanz Roldán en su reciente visita a Alcázar de San Juan y que ha sido posible gracias a las facilidades recibidas por el Coronel Jefe del Regimiento, D. José María Martínez González quien acogió y dio la bienvenida a los cervantinos alcazareños preparándoles un programa de actividades que ocupó prácticamente toda la jornada.

Tras la recepción en la Sala Gran Capitán, el Suboficial Mayor Gabriel Tauste Barranco hizo una presentación explicando a los asistentes el recorrido histórico del “Córdoba 10” a lo largo de su extenso historial. En la visita a la base han coincidido con los integrantes de la Hermandad de Veteranos del Regimiento de Infantería Córdoba 10, con el General Julio Gómez Sevilla a la cabeza.

Después visitaron la Sala de Honor en la que hay un rincón específico dedicado al soldado aventajado Miguel de Cervantes Saavedra que sirvió en esta unidad tras la batalla de Lepanto, además de importantes piezas de colección, armas, uniformes y reproducciones militares, algunas de gran valor y muy difíciles de encontrar.

A continuación, pudieron observar la completa formación que reciben los militares integrantes del Regimiento, ejercitándose en la conducción y manejo de equipos de los carros de combate Leopardo 2E de última generación con excelentes simuladores que reproducen las capacidades tácticas y operacionales de ese moderno armamento, especialmente en el simulador de torreta donde en una torre idéntica a las que forman parte del carro de combate, los militares pueden ejercitarse en las operaciones de carga y disparo con total exactitud conforme al vehículo real. El recorrido por la base terminó con una visita al parque de carros de combate donde estas moles de más de 62 toneladas impresionan solo con aproximarse a ellas, más aún cuando se ponen en funcionamiento y maniobran con sus tripulaciones al completo.

A la finalización de la jornada, el vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Luis Miguel Román hizo entrega de sendos recuerdos tanto para el Regimiento como para el Coronel Jefe, así como un Quijote de la edición que el Socio de Honor Enrique Suárez Figaredo realizó especialmente para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Podríamos decir si miedo a equivocarnos que con la entrega de este Quijote “Cervantes vuelve a su casa”.

Del mismo modo, el Coronel Jefe del Regimiento, D. José María Martínez González hizo entrega a cada uno de los presentes de una bandera de percha explicando el significado de la misma, obsequio que los cervantinos agradecieron de todo corazón porque apreciaron el regalo en todo su valor.

En resumen, una interesantísima visita a la Unidad Militar que acogió a nuestro genial escritor y que a buen seguro se repetirá en alguna otra ocasión.

Luis Miguel Román entrega un recuerdo al Coronel Jefe del Regimiento
Los socios ante el panel de Cervantes y Lope de Figueroa, maestre de campo de su Tercio

 

Rincón de Miguel de Cervantes
Delante de un VEC (Vehículo exploración de caballería)
Entregando el Quijote de la SCA al Suboficial Mayor Gabriel Tauste

 

Bandera de percha que el regimiento regalo a los visitantes

 

Con el General Julio Gómez Sevilla al frente de la Hermandad de Veteranos del Regimiento Córdoba 10
Impresionantes los carros de combate Leopardo 2E

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Sociedad Cervantina de Alcázar

La Sociedad Cervantina de Alcázar premiada con la “Fidelidad al vino” por la D.O. La Mancha

Fecha de Publicación: 21/10/2022

Premios Vino y Cultura 2022 cuya gala de entrega brillantemente organizada tuvo lugar el 19 de octubre en el auditorio de San Clemente (Cuenca)

Alcázar de San Juan, 21 de octubre de 2022.- El Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos de la Mancha, ha otorgado a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan el premio “Fidelidad al Vino” por la estrecha colaboración que con la entidad que preside Carlos Javier Bonilla viene desarrollando esta asociación en la difusión cultural de los vinos de la Mancha.

Junto con otras personas y entidades que han sido merecedoras de los diferentes premios -a los que los cervantinos alcazareños felicitan muy sinceramente por el trabajo realizado-, la gala ha contado con la presencia de importantes personalidades de la  Región entre las que se encontraba el vicepresidente de la Junta de Comunidades, José Luis Martínez Guijarro, el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana o la alcaldesa de San Clemente María Rosario Sevillano Calero, además de otros alcaldes de diferentes ciudades de la Comunidad.

La organización del evento ha sido magnífica poniendo de manifiesto, una vez más, el enorme potencial del personal que forma el Consejo Regulador y ha sido conducido de forma magistral por la sanclementina Julia Rubio y por Pedro Antonio Carreño, interviniendo Nia Zalén que aportó toques musicales únicos y exclusivos en momentos puntuales del acto.

El presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar Juan Bautista Mata Peñuela recibió el premio “Fidelidad al vino” de manos de la alcazareña Amparo Bremard Delegada de Agricultura de la Provincia de Ciudad Real y supone un nuevo reconocimiento al trabajo incansable de esta asociación cultural, que cristaliza en la organización de numerosas y variadas que se vienen llevando a cabo pero que es a la vez un acicate para seguir trabajando en el principal objetivo estatutario de estudiar, interpretar, y difundir la obra de Miguel de Cervantes y en especial del Quijote.

Mata Peñuela agradeció el premio recibido y puso en valor los vinos de la Denominación de Origen la Mancha a los que Cervantes en el Quijote ya calificó de excelentes, motivo por el que la asociación lleva a gala disponer de un vino propio acogido a esta Denominación, con el nombre tan quijotesco de “Hideputa”, cuyo nombre toma del conocido pasaje del Cap. 13 de la Segunda Parte del Quijote:

—¡Oh hideputa, bellaco, y cómo es católico!

—¿Veis ahí —dijo el del Bosque en oyendo el hideputa de Sancho— como habéis alabado este vino llamándole «hideputa»?

—Digo —respondió Sancho— que confieso que conozco que no es deshonra llamar «hijo de puta» a nadie cuando cae debajo del entendimiento de alabarle. Pero dígame, señor, por el siglo de lo que más quiere: ¿este vino es de Ciudad Real?

—¡Bravo mojón! —respondió el del Bosque—. En verdad que no es de otra parte y que tiene algunos años de ancianidad.

Vino al que por su calidad y su origen manchego los cervantinos alcazareños pasean con orgullo por España y por el mundo.

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

En busca del Quijote desde Brasil

Fecha de Publicación: 15/10/2022

 

Luis Miguel Román, el cicerone de la comarca del Quijote

“Quien recorre la Mancha deberá creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas” (Carlos Sander Álvarez)

En 1959 un chileno visitó la Mancha. Afirmaba que don Quijote «es el Cristo Gentil de la Mancha, que apaleado, herido, sangrante, sigue con su corazón rebozante de optimismo, con sus ojos fijos en el camino que se ha trazado, para perseguir malandrines, desfacer entuertos y proteger doncellas… Para sentir hondamente, vivamente y dolorosamente la obra escrita por el vencedor de la soledad y el infortunio que fue Cervantes, es necesario vivir con plenitud el paisaje telúrico y humano de la Mancha… Me espera con su héroe, que tiene la magnificencia de un profeta y que en todos los siglos proclama su genial demencia. Sé que debo abandonar los libros y lanzarme en busca de los pueblos del Quijote». Este chileno fue Carlos Sander, escritor y diplomático, que había llegado a España en 1951 donde ocupó el cargo de Cónsul de Chile en Madrid. Años más tarde publicaba En busca del Quijote (Editorial Nascimiento, Santiago de Chile, 1967), poco antes de morir.

Hasta este territorio del hidalgo manchego han venido multitud de personas buscando también su espíritu. Barruntan que sólo aquí es posible entender a este loco tan cuerdo, y quizás no estén descaminados. Hace unos días he tenido la suerte de conocer a dos parejas de jóvenes brasileños que, desafiantes a la distancia que el “charco” nos separa, se han acercado a la Mancha de don Quijote, como hiciera hace más de sesenta años el chileno Sander. Pocas horas después de haber llegado a España se presentaron en mi casa, acompañados de dos amigos residentes en la cercana ciudad de Tomelloso, con un Cristo Redentor que ha quedado como imagen de nuestro encuentro en un lugar preferente entre mis Quijotes.

 

Pocos días tenían para empaparse de la imagen de la tierra que vio nacer al famoso hidalgo manchego, por lo que traté de orientarles concentrando su tiempo entre lugares nombrados explícitamente en la novela y otros que aunque no lo están tienen la esencia cervantina y quijotesca entre sus calles y plazas.

 

Antes de que se marcharan a iniciar su ruta cervantina, les acompañé a que conocieran imágenes y rincones de Alcázar de San Juan que asientan los cimientos de su tradición cervantina. Desde aquí, como don Quijote, también iniciaron su salida en busca de sus ansiadas aventuras.

 

El Toboso, Campo de Criptana, Argamasilla de Alba, las Lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos fueron los lugares visitados dentro de la comarca cervantina del Quijote. Villanueva de los Infantes, Almagro, Ciudad Real y Toledo complementaron su experiencia por tierras de la Mancha natural.

 

 

Desde Asunción (Paraguay) recibieron dos ejemplares del Quijote escritos en lengua guaraní, hechos llegar por un amigo ahora ya también mío. Uno de ellos lo depositaron en el Museo Cervantino de El Toboso, ampliando aún más su gran catálogo de ediciones del Quijote donados desde todo el mundo, y el otro se ha quedado entre los míos. Una magnífica versión ilustrada del Centro de Estudios Paraguayos “Antonio Guasch” de Asunción.

Algún día llegará a mi casa quien en su lengua materna pueda leer también el comienzo del Quijote en guaraní:

«Aipo La Mancha rekoha peteĩme, héra rehe na che mandu´asevéimava, oiko raka´e nda´are guasúi peteĩ ñande rapicha imba´e heta porãmíva ra´y, ikisepukúva hyrúpe, ijokoha yma, ikavaju piru rei ha ijagua rusu retia´éva…»

Ya están de nuevo en Brasil, seguro que cansados por la intensidad de los días pasados en la Mancha. En unos días empezarán a recuperar imágenes y vivencias que aquí se les pasaron inadvertidas, y comenzarán a volver a releer el Quijote con otra perspectiva, cada uno con la suya, y creer, ahora sí, que en alguna esquina de El Toboso o detrás de algún molino de Campo de Criptana creyeron sentir el halo mágico de las figuras de don Quijote y Sancho Panza. Yo sigo aquí terminando la guía de caminos que llevarán a quienes quieran ir detrás de los pasos de Rocinante puedan hacerlo sin temor a perderse, y quizás algún día mis amigos brasileños vengan con la intención de encontrar de nuevo en ellos el espíritu de don Quijote. Saben ya que sólo han de creer en hadas, en fantasmas, en caballeros Andantes y en bellas Dulcineas.

 

                                                          Luis Miguel Román Alhambra

Don Félix Sanz Roldán en Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 25/09/2022

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha recibido la visita de un invitado de lujo, el General de Ejército D. Félix Sanz Roldán que es parte de la historia reciente de este país ya que fue más de diez años director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y actualmente es presidente del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha

Alcázar de San Juan, 25 de septiembre de 2022.- En la última edición de los “Almuerzos de don Quijote” celebrada el sábado 24 de septiembre, ha visitado nuestra ciudad D. Félix Sanz Roldán, un castellanomanchego nacido en Uclés (Cuenca) que por su formación y valía personal ha alcanzado puestos muy destacados en la vida pública española.

Sanz Roldán, militar de profesión, ingresó en la Academia General Militar en 1962 siendo promovido a teniente de Artillería en 1966 siendo su primer destino (a su petición) El Aaiún en el Sáhara Español. Tras una meritoria carrera militar y con el empleo de comandante estuvo destinado en la Embajada de España en Washington (como agregado militar) siendo el primer oficial que obtuvo su formación en EE.UU. que le fue convalidada posteriormente en España. Su estancia y aprendizaje en el ejército estadounidense le sirvió para preparar la evolución que necesitaba nuestro propio ejército, en el que alcanzó el grado de teniente general en 2004, poco después fue designado Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) ejerciendo este cargo hasta 2008. En 2009 fue nombrado director del Centro Nacional de Inteligencia con rango de secretario de Estado, donde permaneció hasta 2019 tras 10 años al frente de los servicios de inteligencia españoles.

En 2019 fue nombrado presidente del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha, cargo que ejerce en la actualidad. Precisamente ha venido a Alcázar de San Juan acompañado de su secretario en el Consejo, el alcazareño Ignacio Gavira, quien en todo momento ha facilitado a la Sociedad Cervantina que esta visita se haya podido producir.

Tras una breve visita por el centro histórico de Alcázar y ya alrededor de la comida típica manchega los cervantistas alcazareños han podido exponerle al Sr. Sanz Roldán diferentes proyectos culturales que tienen preparados para ser puestos en marcha en el corto plazo, proyectos que desde el Consejo Social de la Universidad han sido muy bien acogidos ya que entre sus principales objetivos se encuentran tanto la promoción cultural en nuestra región como la difusión de la propia Universidad dentro de su territorio, por lo que es muy posible que se concreten en el futuro líneas de colaboración que pueden resultar muy interesantes para Alcázar de San Juan y su comarca.

Además de ser una persona afable y muy cercana, ha aportado a la Sociedad Cervantina parte de sus innumerables conocimientos, entre ellos un artículo titulado «Miguel de Cervantes: un soldado del siglo XXI» que en breve reproduciremos íntegro en nuestra web y blog, y en el que se asevera que el Tercio de don Lope de Figueroa, donde Miguel de Cervantes sentó plaza, es hoy el Regimiento de Infantería Mecanizada Córdoba 10, con base en Cerro Muriano (Córdoba).

Se ha tratado de una gratísima visita que ha dejado muy satisfechos a los cervantistas alcazareños y no será la última ya que Sanz Roldán se ha brindado a seguir colaborando con la Sociedad Cervantina en cuantos actos culturales le sean propuestos.

 

 

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

El laberinto de los azulejos de Matilda Geddings Gray

Fecha de Publicación: 14/09/2022

(para Mario Vargas Llosa)

«Cada persona que pasa por nuestra 
vida es única. Siempre deja un poco de 
sí y se lleva un poco de nosotros». 
—Jorge Luis Borges

Cuando alguien nos hace reír, nos comparte algo de su gracia, nos transforma de lejos. A veces esto sucede en el acto de comunicar algo no deseado. La sátira, por ejemplo, el género por excelencia de la risa, se burla primero del ser humano en general y sólo después le echa los brazos como un yugo al cuello de la mayor de sus víctimas. En ese sentido, la sátira es como una mujer que contempla el abanico de sus opciones. El mensaje humanizado de Apuleyo al final de El asno de oro (c.175 d.C.), también conocido como Las metamorfosis, es tanto antiimperialista como antibélico, pero solo después de mucha risa y amor.

 

Nacida en Lake Charles, Luisiana, Matilda Geddings Gray (1889–1971) —empresaria, coleccionista de arte y filántropa— viajó a Guatemala en 1935 donde compró una casa en la Antigua. Hasta que no me indiquen lo contrario, debo concluir que la Srta. Gray —retratada arriba vestida de estilo transgresor de las «flappers» de los años 20, con perlas alrededor de su magnífico cuello y con unos ojos tan grises e imperiosos como el Golfo después de un huracán— era la única persona capaz de haber colocado los azulejos que aún se ven en el muro de un patio de su casa a la sombra de los tres volcanes centroamericanos de Agua, Fuego y Acatenango. En algún momento o ella o su padre, John Geddings Gray de Nueva Orleans, era dueño el campo petrolero más productivo del mundo. La extrema riqueza producida por el Rancho Gray podría explicar la colección ridículamente extensa de huevos Fabergé de Matilda, colección que incluía el fantástico “Huevo napoleónico” que Nicolás II le había dado a su madre la Emperatriz María Fiódorovna Románova para conmemorar el centenario de la Batalla de Borodinó.

 

Según el estilo local, la antigua entrada de la Casa de las Mil Flores está pavimentada con cantos de río y huesos de vaca en forma de un enorme galeón español que todavía flota sobre las olas del Caribe. Reinan en ese lugar una calma, una confianza y un respeto por la vida y la historia que son una lección de humildad. Entonces te señalan el tiro de gracia. Para la pieza central del jardín de su nueva casa antigüeña, doña Matilda había elegido el toque de prueba de la literatura española. Determinó restaurar toda la casa, la estructura, así como las costumbres y los espíritus de los que una vez la habitaron. A dicho fin, hizo importar de España doscientos ochenta azulejos pintados a mano que representan las dos partes de Don Quijote de la Mancha, y los ubicó en cinco filas contra un fondo amarillo en un marco almenado pintado de blanco brillante, todo eso en un muro gris de unos seis metros de largo centrado sobre una pequeña fuente felina que escupe agua en un estanque azul.

A través de sus azulejos, doña Matilda creó con sus propios dedos, y de una manera más minuciosa de lo que podríamos haber esperado, una muestra maravillosa de su buen gusto, su abundante inteligencia y sí, incluso su visión moral de la vida. Es más, cierto entrecruzamiento orquestado por la Srta. Gray allí entre los azulejos cervantinos de su Casa de las Mil Flores ha logrado convertir el lugar en una especie de Palacio de Fontainebleau en el altiplano maya. Dicho de otra manera, unos muros son más importantes que otros.

En Mil Flores —llamémosla también la Casa de las Américas de esa asombrosa mujer de Luisiana— Matilda Geddings Gray hizo lo que Catalina de Médici mandó que se hiciera en Fontainebleau. No nos puede sorprender que la Srta. Gray también era propietaria de un chateau en las afueras de París, donde seguramente había aprendido a dejar rastro de su dignidad a través de la orientación de ciertos objetos de arte. El arte de comunicarse a través del tiempo. En el caso de Fontainebleau, la Reina de Francia comisionó un conjunto de pinturas que representaban escenas clave de Las etiópicas (¿220/370? d.C.) de Heliodoro. A través de los cristales del salón principal aún se puede divisar una estatua de la diosa Diana bañándose en una fuente. Todo ese programa hemos de suponer que le vino a la mente a la reina consorte en su urgencia para indicar que los asuntos delegados al corazón son tan serios como los asumidos por los gobernantes de una nación, y viceversa.

Cuatro siglos más tarde, y al otro lado del Atlántico, otra princesa llamada Matilda Geddings Gray hizo importar un juego de azulejos pintados con viñetas de la novela de Cervantes —en aquel entonces todavía de obligada lectura entre personas educadas— y los instaló en un muro en el jardín de su casa. Y a través de tres cambios que hizo en el orden normal de los azulejos, es decir, en el orden de los episodios del libro que hoy reconocemos como la primera novela moderna, la Srta. Gray logró lanzarnos una ingeniosa trampa basada en un significado particular que atribuyó a la obra de Cervantes.

Confieso que me sorprendió enterarme de la transformación que Gray había llevado a cabo en su interpretación de Don Quijote. Fue como despertar en una playa. Es que la Srta. Gray me parece un alma literaria de alta categoría. ¿Qué puedo decir? Unos somos más asnales que otros y por períodos de tiempo más largos. Solo digo que me rindo ante doña Matilda, como si fuese un ave repentina o el color rojo. He marcado con una piedra blanca el día que vi su obra por primera vez —los idus de octubre de 2018— y he marcado con arena negra todo el paso del tiempo anterior a ese momento.

La interpretación que plantea Gray en sus azulejos se encuentra entre las más acertadas que he visto en mi vida porque pudo describir el nexo entre los temas de la raza y la esclavitud en Don Quijote, nexo que en sus preciosas manos también señala la esencia de las contribuciones españolas a la evolución de la forma novelesca. Primero describamos lo que hizo Gray y luego contemplaremos lo que podría haber querido comunicarnos a través de su labor.

A continuación, se muestran por separado dos tiras de los azulejos de doña Matilda. Son las dos series que nos preocupan porque comparten una especie de triple error —digamos una trinidad de errores—, más concretamente un nudo formado por dos errores en la primera serie que luego nos lleva al error final en la segunda.

Al considerar las primeras dos terceras partes de los azulejos en la primera serie, estamos viendo un preámbulo bien ordenado del texto de Cervantes. Vemos: (1) la portada de la serie con la imagen del libro, (2) una apoteosis de la novela y el autor, (3) Cervantes, y luego los tres personajes principales de la obra: (4) don Quijote, (5) Sancho Panza y (6) Dulcinea del Toboso. Hasta aquí todo bien.

Pero ahora nos enfrentamos a tres azulejos claramente fuera de lugar: (7) don Quijote enloqueciéndose en su biblioteca, (8) Rocinante y (9) el hidalgo manchego en un campo durante su primera salida. Aquí hay confusión. Según el patrón de las flores azules en las esquinas de los azulejos con el autor y los personajes principales, después de Dulcinea deberíamos ver: (7) Rocinante, (8) el asno o “rucio” de Sancho (ausentado), (9) don Quijote enloqueciéndose en su biblioteca y (10) finalmente el caballero manchego en un campo durante su primera salida.

En suma, la primera tira de azulejos de la novela según la perspectiva de Matilda Gray contiene dos cambios obvios que requieren nuestra consideración: (a) Gray quitó el azulejo del rucio de Sancho de la serie inicial de personajes y (b) corrió el azulejo de Rocinante a la derecha de don Quijote enloqueciéndose en el acto de leer.

Podríamos explicar esos cambios de varias maneras. La Srta. Gray podría haber confundido a don Quijote enloqueciéndose en su biblioteca con una imagen que llevaba en su mente del narrador en el prólogo; entonces, podría haber metido Rocinante al final del primer capítulo donde aparece por primera vez. Continuando con la primera salida, pensando incluir el rucio cuando el escudero lo menciona en DQ 1.7, de alguna manera lo olvidó. Pero en tal caso, ¿por qué no dejar aparte también al escudero que aparece por primera vez en el mismo capítulo que su rucio? Y si lo pensamos bien, Dulcinea no aparece hasta DQ 1.25.

No, no y no. Ese desorden particular siempre escapará a todo intento de explicarlo como un error, y si insistimos en esa línea de investigación, corremos el riesgo de atribuirle un grado improbable de descuido a una sofisticada historiadora y coleccionista de arte.

No pudiera haber sido tan casual con sus azulejos doña Matilda. La teoría más plausible es que ella sí nos ha dicho algo, pero que no lo hemos podido entender porque ha quedado en nuestro punto ciego. Por ejemplo, en la segunda serie de azulejos bajo nuestra consideración colocó el rucio cerca del principio de DQ 2.25. En otras palabras, insertó el rucio justo en la primera mención de la Aventura del rebuzno por parte del portador de armas, es decir, justo donde Dios lo habría mandado, justo donde empezamos a aprender acerca de cómo y por qué dos tribus de idiotas están al borde de una guerra por determinar finalmente quiénes son los mayores asnos del mundo.

Propongo que la primera conclusión que podemos extraer de los azulejos de Matilda Geddings Gray, autora del Quijote, es que la Aventura del rebuzno es clave. Un corolario inmediato será que la novela satiriza la guerra y sobre todo la guerra civil. Pero la mejor teoría —por ser la más interesante diría Lönnrot— es que el enigma cervantino de la Srta. Gray siempre ha sido suyo, con lo que Dios no tuvo nada que ver con su azulejería y por sí sola la propia Matilda ya nos ha enseñado a desenredar su mensaje. Si esto no es milagroso, al menos se lo podría reclamar en nombre de lo misterioso.

A veces me siento invadido por la necesidad de restaurar el orden del universo según Matilda Geddings Gray. No hay nada de siniestro en eso. Propongo primero dejar que Rocinante haga un salto hacia la izquierda en la primera serie de azulejos, así ubicándose nuevamente después de Dulcinea. Pero antes de quitar el rucio de la segunda serie con la intención de devolverlo a la primera, ¿qué pasa si repetimos la primera función? ¿Y si volvemos a hacer con el rucio lo que por alguna extraña razón la Srta. Gray nos acaba de obligar a hacer con el rocín? Después de todo, si ella hubiera querido que atendiéramos solamente a DQ 2.25, entonces simplemente podría haber movido el rucio allí; no necesitaba haber cambiado la posición de Rocinante. Ergo, ¿qué pasa si en la segunda serie de azulejos, aunque solo sea por respeto a lo que la Srta. Gray nos ha mostrado hasta ahora, dejamos que el rucio imite el rocín saltando a la izquierda sobre el portador de armas que cuenta la Aventura del rebuzno?

El resultado sería colocar el asno de Sancho precisamente entre la alusión a la esclavitud de negros al final de DQ 2.24 y la alusión a la guerra civil al principio de DQ 2.25. Además, con esa maniobra añadida, nos habrá obligado doña Matilda a alejarnos de los dos azulejos con el “mono adivino” de Maese Pedro para en cambio poder reconsiderar a los negros africanos que Cervantes acaba de comparar con viejos soldados (cf. Plutarco sobre el maltrato de los esclavos por Catón el Viejo). Por último, estaríamos colocando el azulejo del rucio justo donde don Quijote ve por fin una posada en lugar de un castillo y justo donde el hidalgo trabaja con sus propias manos por primera y única vez en la novela. Según la Srta. Gray la novela de Cervantes indica que la solución a la esclavitud racial son los negocios y el mercado laboral.

El hercúleo análisis literario de Matilda Geddings Gray traza una magnífica lectura de la picaresca española que logra transmitir las claves de la novela moderna tal y como la inventó Cervantes. Restablece el nudo gordiano entre el simbolismo del asno, la sátira contra la guerra civil y la alusión a la esclavitud, rematando con el singular giro español contra la nueva forma de esclavitud basada en la raza. Además, parece que tenía todo eso en mente antes de colocar un solo azulejo en el muro. De ahí el encanto, el misterio del proyecto de esa mujer.

Es todavía dos veces más de misterioso. En primer lugar, yo mismo estuve más de un año escribiendo un ensayo largo y aburrido sobre el significado del asno en Don Quijote en el que argüí que el monte de Sancho es el símbolo clave de la novela y que tiene todo que ver con la raza y la esclavitud. Luego resulta que la Srta. Gray había revelado todo eso ya hace setenta y cinco años y con más gracia a través de su azulejería meticulosa en la Casa de las Mil Flores en la Antigua. Venciste, hermosa Matilda, venciste; que no es posible tener ánimo para negar tantas verdades juntas.

En segundo lugar, hay una moraleja que aclara la interpretación de la primera novela moderna que nos delegó la Srta. Gray. Al final, descifrar los azulejos entrecruzados de la Casa de las Mil Flores debe quedar como un acto abstracto, porque colocarlos en el muro correctamente implicaría tener que avanzar cada uno de entre DQ 1.1 y DQ 2.25, por lo que correríamos el riesgo de arruinar alrededor de 75% de los azulejos.

Del mismo modo no podemos volver a vivir lo que ya ha sido vivido por otros. El rompecabezas cervantino de Matilda Geddings Gray quedará siempre sin resolver. Nos insta a contemplar los problemas del pasado, pero aboga por la templanza a la hora de emprender su corrección. ¿Cómo pudo doña Matilda haber percibido ese compromiso alojado en el corazón de Don Quijote? Desde luego no lo sé, pero pudiera haber tenido algo que ver con el hecho de que no solo restauraba casas en Guatemala sino también en Luisiana. Otro ejemplo de su magistral vocación se puede ver en el pueblo de Wallace, donde permanece la mansión de Evergreen, una encomienda de azúcar que Gray mandó restaurar al estilo neogriego antebellum, el mismo estilo que se había elegido para su primera restauración en el año 1832. La habrás visto, querido lector, ya en la película Django desencadenado (2012). No estoy seguro de que puedas pasar la noche allí, pero definitivamente no es el castillo que alguna vez fue.

 

Casi por casualidad hemos dado con la diferencia entre la pura sátira negra y la novela de color gris, un género intermediario o tercero. La picaresca se queda gris y triangular porque en ella siempre se pondera el amor a la par del poder político. Sí, de alguna manera el orden social consistirá en proporcionarles pan y circo a las masas; pero todo eso se defenestra cuando te enteras de la existencia de la Emperatriz del Universo. Al igual que Isis, María, Zoraida o Dulcinea, la sin par Matilda reclama un espíritu fuerte y libre del miedo a la muerte. Durante el Renacimiento, además de reconsiderar el tema de la esclavitud y resucitar el simbolismo del asno que se habían permanecido dormidos desde la antigüedad tardía, los novelistas españoles lograron devolver a la mujer a su justo lugar en la picaresca. La diosa, la madre y la amante celestial de la novela a menudo limpia la sangre de una hoja de caza con vino sagrado, porque ella también es una fundadora, una guerrera sacerdotisa, y si te encuentra indefenso en el bosque te atará el corazón y desatará laberintos en tu mente.

 

Eric Clifford Graf

Doctor en Literatura Española

Castellanomanchegos en la expedición de Magallanes-Elcano

Fecha de Publicación: 01/09/2022

 

La asombrosa expedición naval de descubrimiento que finalizó con la primera circunnavegación del mundo a cargo de Juan Sebastián Elcano contó con cinco castellanomanchegos, pero ninguno pudo completar el periplo

El único que sobrevivió a este viaje fue el albaceteño Juan de Chinchilla que desertó y volvió a Sevilla el 6 de mayo de 1521 a bordo de la nao San Antonio, que al mando de Jerónimo Guerra, desertó de la expedición

Alcázar de San Juan, 01-09-2022.- El próximo 6 de septiembre se cumplirán quinientos años de la llegada a Sanlúcar de la nao Victoria, única superviviente de la flota de cinco naves que componían la expedición española comandada por Fernando de Magallanes (Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago), que habían partido tres años antes de ese mismo puerto con destino a lo desconocido en un viaje que significó la primera circunnavegación de la Tierra.

Desde la finalización del viaje y habiendo llegado totalmente exhausto, el propio Elcano fue consciente de la gesta que había realizado, por encima de haber descubierto el estrecho y por encima de haber llegado a las Molucas, como así se lo manifestaba al rey Carlos V en una misiva diciéndole: Más sabrá su Alta Majestad lo que en más avemos de estimar y tener es que hemos descubierto e redondeado toda la redondeza del mundo yendo por el occidente e viniendo por el oriente”.

Este fabuloso viaje significó no sólo el descubrimiento del paso austral al llamado Mar del Sur (que había descubierto por primera vez Vasco Núñez de Balboa el 25 de septiembre de 1513 –tan solo seis años antes- desde una cumbre en el istmo de Panamá, bautizándolo con este nombre), a través del estrecho de Magallanes, sino también el hecho de poder determinar la verdadera dimensión en leguas de este nuevo océano al que el capitán general portugués dio el nombre de Pacífico.

Pero sobre todo concluyó (gracias a la decisión de Elcano de seguir navegando desde el Maluco hacia el oeste) con la constatación más espectacular de todas, la de la redondez de la Tierra y que navegando siempre hacia el oeste se volvía por el este aunque con la desagradable  sorpresa de haber perdido un día en el calendario –Pigafetta anota en su testimonio del viaje que en Cabo Verde preguntó qué día de la semana era y le dijeron que jueves, cuando según sus cuentas y sin haber estado enfermo como para impedirle sus anotaciones, para él consta que es miércoles-.

Si bien la corona de Castilla fue la que financió la expedición, tomaron parte en ella marinos de muy diferentes nacionalidades, así como de diferentes lugares del territorio español. También del territorio de nuestra comunidad autónoma, que, si bien entonces no se conocía por este nombre, en la actualidad es conocida como Castilla-La Mancha.

Cinco personas del territorio que ahora ocupa nuestra Comunidad se embarcaron en esta expedición con una suerte nefasta ya que ninguno de ellos pudo completar el periplo alrededor del globo terráqueo.  Además, cuatro de ellos murieron en el intento. Tan sólo uno regresó vivo de la expedición a nuestro suelo patrio y como suele decirse, por la puerta de atrás.

 

En este V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo quiero rendir a los cinco castellanomanchegos un homenaje y un recuerdo por la decisión que tomaron de embarcarse en esta formidable aventura que a casi todos les costó la vida:

Pedro García, herrero, natural de Ciudad Real, hijo de Antonio García de Quirós y María García vecinos de Ciudad Real, con un sueldo de 1.000 maravedís por mes a contar de agosto de 1519 (recibió 4.000 maravedís el sueldo adelantado de 4 meses) por embarcarse en la nao Victoria como criado y sobresaliente de Luis de Mendoza capitán de la nao y tesorero de la armada.  Fue muerto por los indios en la emboscada de Cebú (Filipinas) el 01-05-1521. No llegó a alcanzar las islas Molucas (objetivo del viaje) aunque se quedó muy cerca…

Antón de Escobar, natural de Talavera, hijo de Juan de Escobar y Leonor Méndez, vecinos de Talavera, con un sueldo de 1.500 maravedís por mes (recibió 6.000 maravedís el sueldo adelantado de 4 meses) por embarcar en la nao San Antonio (la mayor de la flota con 120 toneles vizcaínos de capacidad, unas 144 toneladas) como criado de Juan de Cartagena, capitán de la nao y veedor de la armada. Fallecido a causa de las heridas en la batalla de Mactán (Filipinas, en la que también murió el capitán general Fernando de Magallanes) el 28 de abril de 1521 dos días después de la batalla. Es curioso que a pesar de embarcarse inicialmente en la nao San Antonio, no regresó con ella en su viaje de deserción.

Juan de Chinchilla, natural de esta ciudad, hijo de Alcides de Oria y María de Quevedo, con un sueldo de 1.500 maravedís por mes (recibió 6.000 maravedís el sueldo adelantado de 4 meses) por embarcarse en la nao San Antonio, como criado de Juan de Cartagena, su capitán. La tripulación de esta nave se sublevó el 1 de noviembre de 1520 en el estrecho de Magallanes y retornó a Sevilla (desertando de la expedición) el 6 de mayo de 1521. El único superviviente de los castellanomanchegos.

Antón de Goa “Loro”, grumete, natural de Toledo, criado de la marquesa de Montemayor, con un sueldo de 800 maravedís por mes (recibió 3.200 maravedís el sueldo adelantado de cuatro meses) por embarcarse en la nao Trinidad, la capitana, que iba al mando del propio Fernando de Magallanes. Muerto por los indios en la emboscada de Cebú (Filipinas) el 1 de mayo de 1521. Al igual que el ciudadrealeño Pedro García tampoco llegó a las islas Molucas, quedándose a las puertas de la Especiería.

Juan de Ortega, marinero, natural de Cifuentes (Guadalajara), hijo de Pedro de Ortega y de María de Cifuentes (llamada María de Morón en otras fuentes), con un sueldo de 1.200 maravedís mes, recibió al embarcarse 4.800 maravedís, el sueldo adelantado de cuatro meses por embarcarse en la nao Concepción, al mando de Gaspar de Quesada.

Juan de Ortega fue el castellanomanchego que más lejos llegó en esta formidable aventura, ya que venía de regreso en la nao Victoria cuando murió de enfermedad el 20 de mayo de 1522, tan solo dos días después de haber rebasado el Cabo de Buena Esperanza, ya en pleno Océano Atlántico, en el camino de regreso.

Entre los documentos que se conservan hay una Provisión del Consejo de Indias para que se entregasen a María de Morón, como madre de Juan de Ortega, que había ido en la armada de Magallanes, cuatro ducados a cuenta del sueldo devengado (año 1531). Estos cuatro ducados equivalían a 1.500 maravedís, un mínimo adelanto del sueldo que le correspondía por el servicio a la corona a lo largo de sus 32 meses de travesía, estimado en 38.400 maravedís (algo más de 102 ducados).

No obstante, y para que sirva de comparación, el sueldo recibido por los diez marineros supervivientes llegados en la Victoria, fluctuó entre 46.080 maravedís (123 ducados) el que menos y 92.420 maravedís (246 ducados) el que más, en concepto de sueldos, cajas y quintalada.

El cifontino Juan de Ortega fue el castellanomanchego que navegó más leguas y tuvo las mayores experiencias de todos nuestros paisanos; descubrió el estrecho de Todos los Santos, (posteriormente llamado de Magallanes en honor al descubridor), llegó a las Islas Filipinas, donde vio morir a su capitán general Magallanes y tuvo la fortuna de llegar hasta las islas Molucas, a la Especiería, hito que ni siquiera estuvo reservado para el propio capitán general.

Después de superar las mayores dificultades, sobrevivir a la batalla de Mactán, esquivar la traición de Enrique de Malaca en la emboscada de Cebú (Filipinas) donde asesinaron a 24 compañeros, y tras atravesar las más duras jornadas de navegación por el Índico, evitando los puertos y las naves portuguesas; cuando ya se había doblado el Cabo de las Tormentas y apenas faltaban tres meses para la llegada a Sanlúcar, el cifontino entregó su alma, ya en el Océano Atlántico, imaginamos que totalmente exhausto.

Pigafetta, testigo directo y relator del viaje cuenta en este punto esta curiosa anécdota:

«En fin, con ayuda de Dios, el 6 de mayo doblamos este terrible cabo, siendo preciso acercamos a él hasta distancia de cinco leguas, sin lo cual no lo hubiéramos conseguido jamás.

Corrimos, en seguida, hacia el noroeste durante dos meses enteros, sin reposamos jamás, perdiendo en este intervalo veintiún hombres, entre cristianos e indios. Al arrojarlos al mar, notamos una cosa curiosa, y fue que los cadáveres de los cristianos quedaban siempre con el rostro vuelto hacia el cielo, y los de los indios con la cara sumergida en el mar. (Antonio Pigafetta. Primo Viaggio Intorno al Globo Terracqueo)«.

Este viaje tuvo una importancia política y estratégica fundamental en la lucha de poder entre los dos imperios navales del momento: Portugal y Castilla. Y facilitó una nueva y desconocida ruta hacia las islas Molucas (Indonesia) donde se producían especias como la nuez moscada, el clavo oloroso y la canela, que tenían un valor mayor que el propio oro y que el imperio otomano había hecho inalcanzables por tierra para las potencias europeas.

A pesar de que se haya dicho que se trata de una gesta global, es totalmente incierto.

Esta hazaña corresponde única y exclusivamente a la corona de Castilla, que fue quien la patrocinó e impulsó, mientras que Portugal puso el mayor empeño posible con todos los medios a su alcance, legales e ilegales, para que este viaje fracasase. El propio Magallanes se consideraba un español más y un fiel servidor del rey de Castilla a quien había jurado lealtad. Pero no hay que olvidar que Magallanes murió sin haber alcanzado las Molucas y sin siquiera saber dónde se encontraban (o al menos murió sin decirlo).

El mérito único y exclusivo de haber llegado a las Molucas es de Juan Sebastián Elcano quien se sirvió de pilotos locales y de su gran pericia y valía como marino.

Desde la partida de Brunéi, cuando relevaron del mando a Juan López de Carvalho, tomaron el mando un cuarteto de personas que permitieron enderezar el rumbo de la expedición:

«Acompañando a Elcano y a Espinosa (Gonzalo Gómez de Espinosa, el gran olvidado de esta gesta) hubo otras dos personas de especial relevancia en la nueva organización: el escribano Martín Méndez y el maestre Juan Bautista de Punzorol. Elcano, Espinosa y Juan Bautista fueron los “gobernadores” de la armada, mientras que Méndez fue su escribano y tesorero. En su faceta de escribano, Martín Méndez fue quien escribió el documento clave para conocer muchos de los detalles importantes que ocurrieron en esos meses de contactos con pueblos tan diversos del sureste asiático. Es el conocido como Libro de las Paces del Maluco» (Tomás Mazón Serrano. – Elcano, viaje a la historia).

Elcano fue quien, consensuándolo con Gómez de Espinosa, tomó también la arriesgada decisión de volver hacia el oeste atravesando por completo el Océano Índico en la mayor singladura sin escalas en tierra (5 meses y 15 días) que se había hecho hasta la fecha. Teniendo en mente en todo momento que de este modo circunnavegaría el globo terrestre.

Sirva nuestro recuerdo para tener siempre frescos en la memoria a estos valientes marinos y especialmente a los cinco castellanomanchegos.

 

Constantino López Sánchez-T.

Don José María Rivas Valero – Rivas de Alces

Fecha de Publicación: 30/08/2022

En el trabajo, recientemente difundido por la Sociedad Cervantina de Alcázar, dedicado a “La plaza de las Rubias y los Rosqueros”, que iniciábamos con una poesía de Don José María Rivas, enviada en 1953 desde la barcelonesa ciudad de Vic a la revista UNIDAD, manifestábamos desconocer la identidad de esta persona y su relación con Alcázar; suponiendo que, por los muchos conocimientos que de esa plaza trasladaba en su poema, esta ciudad sería su patria chica.

Tras ser divulgado el trabajo recibimos noticias de un familiar de Don José María en las que nos dice que su nombre completo es José María Rivas Valero, nacido en Alcázar de San Juan en 1922, que escribía bajo el seudónimo de Rivas de Alces. Una vez, que, a través de su seudónimo, nos ha sido desvelada su identidad, hemos tenido ocasión de conocer otros trabajos suyos, todos ellos firmados como Rivas de Alces.

De profesión ferroviario, se proclamaba autodidacta y se presentaba como un poeta popular enamorado de la cultura y de la poesía.

Un año después de su muerte, acaecida en el año 1990, la Casa Municipal de Cultura de Alcázar, junto a su Universidad Popular, recopiló algunos de sus trabajos en el libro:

Del Centro al Sur

(Coplas, Poemas y Canciones) 

Rivas de Alces

 

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El libro no recoge el poema – homenaje dedicado en 1953 a la “Antigua plaza de la Rubia del Rosquero, hoy de Cervantes”, ya que, tras unos pocos poemas, ocho en total, el libro está dedicado, casi por completo, a las coplas y canciones que compuso, algunas de ellas destinadas a Don Quijote, a Sancho Panza o a Dulcinea del Toboso, sin olvidar a la patrona de Alcázar, Nuestra Señora la Virgen del Rosario.

Tras consultar las hemerotecas hemos encontrado una frase suya en la que, en línea con lo transmitido en su poesía “Antigua plaza de la Rubia del Rosquero”, resume con nitidez su sentir alcazareño y cervantino; dice así: “Nací en un lugar de La Mancha… tan quijotesco como sea posible imaginar, donde más de una razón e incluso bastantes, abundan en el hecho de que allí viera la luz el más destacado escritor, orgullo nuestro y admiración del mundo. Todos saben que me refiero a Miguel de Cervantes Saavedra…”

Queda pues enmendado, mediante estas líneas, el desconocimiento con el que comenzamos nuestro trabajo. De justicia es sacar del anonimato, al que involuntariamente lo habíamos relegado, a Don José María Rivas Valero, de seudónimo Rivas de Alces.

 

                                                                          Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar

Pregón de las Fiestas en Honor a San Lorenzo

Fecha de Publicación: 11/09/2022

El pregonero, José Manuel Zarco Tejada

 

Alameda de Cervera, 9 de agosto de 2022

 

Distinguidas autoridades: señora alcaldesa de Alcázar de San Juan, doña Rosa Melchor; señor alcalde pedáneo de Alameda de Cervera, don José Ángel Jiménez; señor alcalde de Cinco Casas, don Miguel Ángel Rosado; señor alcalde de Daimiel, don Leopoldo Sierra; señoras y señores concejales de nuestro Ayuntamiento de Alcázar de San Juan; presidente, junta directiva y miembros de la Hermandad de San Lorenzo; presidente, junta directiva y miembros de la Asociación de Vecinos de Alameda de Cervera; alamedeñas, alamedeños y visitantes que nos acompañáis en estas fiestas. Muy buenas noches a todos.

No quisiera comenzar el presente pregón sin expresar la satisfacción que siento, como miembro de la Hermandad de San Lorenzo, por haber sido designado pregonero de las fiestas de este año en honor de nuestro excelso patrón. Satisfacción y orgullo que se mezclan con una cierta preocupación por saber si seré capaz de transmitirles mi mensaje en este entrañable acto, de indudable responsabilidad para mí.

Haciendo un poco de memoria, cuando José Ángel me llamó un día por teléfono y me comunicó su interés en que yo fuese el pregonero, hizo que echase la mirada atrás y escudriñara en mis recuerdos. Por unos momentos me vi de nuevo en el año 1997, recién llegado a La Mancha, con mi mujer y un niño de poco más de un año y medio. Y cómo dos años después, en mayo de 1999, comenzábamos a mirar en las inmediaciones de Alcázar de San Juan para cumplir nuestro sueño de tener un terrenito en el que descansar los fines de semana. La casualidad hizo que el día que vinimos por primera vez a Alameda de Cervera nos encontráramos aparcada en una calle la furgoneta de Antonio Izquierdo, que durante esos días nos arreglaba el parqué del piso alquilado en Alcázar. «¿Que estáis buscando un terreno para comprar?», —nos preguntó con cierta sorpresa al conocer el motivo de nuestro viaje. «¡Pues ya habéis encontrado el sitio, no tenéis necesidad de ir a ninguno más!», —nos recalcó categóricamente.

Y concluyó: «El ambiente familiar y acogedor de los vecinos de La Alameda os va a encantar, ya lo veréis».

Solo unos días después de aquello hacíamos un nuevo viaje junto a nuestro ya amigo, que se ocupó de enseñarnos, una a una, todas las calles de la pedanía y los solares que había en venta, que no eran muchos. Como anécdota, cuando llegamos a la Cooperativa San Lorenzo, un dato, aparentemente superfluo, no pasó desapercibido para nosotros: justo debajo del nombre, en letras de gran tamaño, aparecía escrito textualmente «Fundada en 1954». «¡No puede ser tanta casualidad!», —le dijimos a nuestro amigo, que nos miraba un tanto sorprendido. Y le aclaramos: «Ese es el año de fundación de mi querido y sufrido Córdoba Club de Fútbol, ¡esto es una premonición!».

Pasaron las semanas y los meses y poco a poco fuimos conociendo los productos más característicos de La Alameda, como el pan moreno y las riquísimas tortas de pico de la Panadería; las exquisitas sandías, melones «piel de sapo» y pimientos, de venta en la Cooperativa, además del conocido vino «Gran Prior Alameda», blanco y tinto; alguna caldereta de cordero a la que fui invitado en el Casino; y el sabroso arroz con liebre que probé por primera vez en esas fechas preparado por Pedro Izquierdo, padre de Toni, que ya no está entre nosotros.

Y llegó la hora de la verdad. Desde un primer momento nos quedamos prendados de la franja de terreno que había bajo la Gasolinera y, concretamente, de la parcela más alejada de la misma, situada en las inmediaciones de una encina majestuosa y centenaria, que comprábamos por fin en noviembre de ese año 99. ¡Qué alegría, ya éramos alamedeños!

El siguiente paso no tardó en llegar, y nuestro amigo Antonio nos ponía en contacto con Pepe Escribano, «el albañil de toda la vida de La Alameda» en palabras de aquel, para proceder al vallado del terreno. No lo sabíamos entonces, y es que iniciábamos así la amistad con nuestros queridos amigos Pepe y Mari. Me quedaría corto si me dedicara a enumerar todas las experiencias vividas junto a ellos desde entonces. De Pepe, que junto a su hijo nos construyó con tanto cariño la casa, aprendimos una temida frase cuyo significado, un tanto extraño para nosotros la primera vez que lo oímos, no tardamos en comprender: «¡José Manuel, que me quedo sin corte!». Esto nos obligaba a mi mujer y a mí a dejarle los niños unas horas a Mari y salir corriendo al almacén de los materiales de obra en Tomelloso para encargar, con la máxima celeridad posible, esas baldosas o azulejos que tanto se hacían de rogar. Además, me viene a la memoria la excelencia de dos platos típicamente manchegos, las gachas y el arroz con liebre, que tantas veces he visto preparar con esmero a Pepe y que luego hemos degustado, juntas, las dos familias. Gracias a ellos hemos conocido la vendimia, me he subido al tractor y al remolque cargado de uvas, hemos presenciado cómo se pesa en la Cooperativa y cómo se mide el famoso grado, y cómo comienza a correr el mosto cuando la carga del remolque cae finalmente en el foso…

Asimismo me gustaría hablarles de mi amistad con Inocencio Rubio, cuya prodigiosa memoria nos ha sacado en no pocas ocasiones de la duda que teníamos y nos ha arrojado luz sobre una afición que jamás pensé que llegaría algún día a tener: la etnografía. Y es que con el paso de los años hemos ido sabiendo las diferencias que hay entre el arado de una mula y el de dos; el de reja y el de vertedera; qué son y para qué se usaban la media fanega, la cuartilla, el celemín y el costal; la zoqueta de siega; la redina y las alforjas; la romana; el azumbre, el cuartillo, la media arroba y la arroba, todos ellos forrados de esparto; la trilla y los pedernales; ¡ah, se me olvidaban el zaque, la noria y el carro! De todos ellos, y de muchos más, nos ha dado el bueno de Inocencio exhaustivas y pormenorizadas explicaciones, que constituyen un verdadero tesoro de una época ya pasada, ampliamente superada por la tecnificación agrícola de hoy, cuya memoria para las generaciones venideras hemos de conservar.

Continuando con esta afición recuerdo igualmente a mi amigo Esteban Izquierdo, que tampoco está ya entre nosotros. Una mañana me enseñó con infinita paciencia cómo lañar un antiguo cangilón de barro, roto tras caérsenos al suelo al mover una tinaja, para que se quedara «exactamente igual que si la operación de lañado se hubiese hecho hace cincuenta años»,
en palabras del propio Esteban. Y también he de referirme a otro buen amigo, Paco Arias «el herrero», que cuando tenía el carro en la fragua para tratar de solucionarle un problema del eje de las ruedas, y me vio llegar, me dijo muy solemne una frase, categórica, que no se me ha olvidado desde entonces: «Ya tiene usted su carro. Puede llevárselo a su casa cuando quiera, porque ya le he arreglado lo del eje. Pero debe saber que este carro no está completo porque le falta una cosa: el farol». Estas palabras nos dejaron confusos y un tanto desalentados, porque ni sabíamos que los carros tuvieran faroles, ni cómo eran estos. Hicimos una rápida búsqueda en internet, encontramos cuatro o cinco faroles de carro en venta, nos terminamos comprando el que Paco nos identificó como idéntico a los que él recordaba de su infancia en La Alameda, y unos días después nos lo dejaba felizmente instalado en el carro. ¡Ya está completo, Paco!

Poco a poco vamos avanzando y me gustaría ahora resaltar el inmejorable ambiente que vivimos los vecinos de Alameda de Cervera, y que queda reflejado en numerosos eventos a lo largo del año. Comienzo con los actos solidarios del mes de febrero organizados por Manos Unidas, que tienen su colofón con la esperada cena. El ambiente familiar que se vive ese día lo impregna todo de generosidad y hace que los jamones asados en la Panadería, buenísimos, no tengan rival en la comarca. ¡Y para terminar jugamos al entrañable bingo solidario hasta bien entrada la madrugada!

Continúo con el recogimiento y devoción de las procesiones del Corpus y de San Lorenzo, que hoy festejamos. Tampoco puedo olvidarme de las famosas vaquillas, que algún año han dado más de un susto a los más atrevidos, y de la posterior comida de hermandad en el Parque Ramón Fernández Urrutia. Y para concluir con las fiestas, el esperado Certamen de Pintura al Aire Libre, que tanta expectación despierta, y la concurrida subasta de San Lorenzo, recién acontecida, que con tanto acierto dirige nuestro amigo Boni. ¡Qué barbaridad, qué precio llegan a alcanzar las estrellas de la noche, los riquísimos hornazos de la Panadería! Por supuesto que no puedo olvidarme, en esta época veraniega, de la piscina y barbacoa, en las que tantos y buenos ratos hemos echado. En su cuidado césped recuerdo que dio sus primeros pasos mi hijo pequeño. Y, ya metidos en Navidad y Año Nuevo, me viene a la memoria el ambiente de desmesurada ilusión, reflejada en la cara de todos los niños, cuando en la tarde del día 5 de enero reciben a sus majestades los Reyes Magos de Oriente en el Salón Grande. El Rey Baltasar del año 2005, hoy pregonero, da fe de ello.

¿Y qué decir de nuestros amigos de la Gasolinera? No solo nos llenan el depósito del coche cada vez que lo necesitamos, sino que además se han convertido en recepcionistas de cartas, envíos y paquetes de todo tipo, motivo por el que les estamos muy agradecidos. «¿Dónde puedo dejarle el paquete?». Cuántas veces hemos tenido a esta pregunta que responder la consabida frase «Por favor, déjelo en la Gasolinera, que abre todo el día, y allí lo recogeré yo». Y antes de pasar al siguiente apartado, y para finalizar este, quisiera darle la enhorabuena a nuestros amigos de la Cooperativa San Lorenzo por los recientes premios «Gran Selección Campo y Alma 2022» obtenidos por dos de nuestros vinos, que ponen el colofón al reciente triunfo cosechado en los décimos premios «Airén por el Mundo». Y es que todos los vecinos hacemos nuestros estos reconocimientos, que consideramos como propios.

Me gustaría a continuación dar una pincelada histórica, pues no en vano Alameda de Cervera, o Cervera a secas entonces, albergó varios molinos de pólvora durante los siglos XVII y XVIII, pertenecientes a la Real Hacienda. En la fabricación de este compuesto era necesario el salitre, que se extraía en Alcázar de San Juan. A finales del siglo XVIII la fábrica de pólvora fue trasladada a Ruidera. Y también tuvimos batanes, esos ruidosos artilugios que tanto asustaron a don Quijote en el capítulo XX de la primera parte de la inmortal obra de Cervantes. ¿Pudo don Miguel haber tenido conocimiento de primera mano de su existencia? ¿Por qué no?

Además, los vecinos de La Alameda estamos muy orgullosos de tener un patrimonio histórico de excepcional importancia, como son los vestigios del Canal del Gran Priorato de San Juan, obra del célebre arquitecto Juan de Villanueva. El más conocido de todos, hasta haberse convertido en el símbolo de la pedanía, es el famoso puente situado en las inmediaciones de la iglesia de San Lorenzo, que fue construido entre los años 1797 y 1979.

En dirección a los antiguos molinos de pólvora, aguas abajo de los mismos, hay un segundo puente, compuesto de dos arcos de medio punto. De las mismas fechas que el anterior, es el llamado puente del Vado Lancero, y sobre él se han realizado recientemente unas más que necesarias obras de excavación y consolidación. Como soñar es gratis, y tenemos en nuestra presencia a la alcaldesa de Alcázar de San Juan, a la vez que le damos públicamente las gracias por esta actuación, no nos resistimos a hacerle una petición. Resulta que había un tercer puente, de la misma época de la Ilustración que los dos anteriores —finales del siglo XVIII—, llamado puente del Rey, que en los últimos años del siglo XX se desmontó parcialmente y cuyos sillares fueron depositados en las inmediaciones de la barbacoa. He de confesarles que llevo más de veinte años mirando con pesar estas piedras. Con la tecnología que hay hoy, ¿no sería posible volver a construir ese puente, en su lugar original, sobre el antiguo cauce del río Guadiana? A fin de cuentas, las piedras han estado 200 años juntas y solo llevan 25 o 30 separadas, y pienso que se merecen estar para la posteridad como las proyectó Juan de Villanueva.

Nos acercamos al final y todavía no hemos dicho nada de San Lorenzo, nuestro querido patrón. Todos sabemos que la primitiva imagen del santo fue un regalo de la comunidad de monjas mercedarias de Villacentenos, que durante la Guerra de la Independencia fueron acogidas como hijas por los vecinos de la colonia de Alameda de Cervera. Pero gracias a la documentada tesela de Francisco José Atienza y María del Pilar Sánchez Mateos, que hemos estudiado a fondo estos días, hemos descubierto que la devoción viene de atrás, pues ya en el siglo XVIII aparece nombrada la ermita de San Lorenzo en el término de Cervera.

A San Lorenzo hemos levantado nuestra mirada más de una vez cuando nos hemos tenido que enfrentar a una situación de gravedad en la familia o a una operación de especial dificultad, en la que está en juego la visión de nuestro paciente. Y a él le pedimos hoy su protección y que bendiga estas fiestas que en su honor se celebran para que reinen en ellas la alegría, el descanso y el buen ambiente entre todos los vecinos y las personas de otros lugares que nos visitan. Quiero también darles las gracias por la acogida que desde un primer momento tuvimos, que nos han hecho, a mi familia y a mí, sentirnos como uno más durante estos veinticuatro años. Deseo de todo corazón que el pregón de este cordobés de nacimiento, alcazareño de adopción y alamedeño de sentimiento haya sido del agrado de todos ustedes y, para terminar, permítanme concluir con unos sentidos

 

¡¡¡VIVA SAN LORENZO y VIVA ALAMEDA DE CERVERA!!!


Muchas gracias.

 

José Manuel Zarco Tejada

Sociedad Cervantina de Alcázar

Ruta Cervantin@lcazar noctámbula

Fecha de Publicación: 07/08/2022

Enmarcada en la programación del Fin de Semana del Patrimonio, la Sociedad Cervantina de Alcázar coordinó una ruta guiada en la que mostró a un numeroso grupo de personas los lugares de Alcázar de San Juan que tienen vinculación con el escritor y su obra

Alcázar de San Juan, 7 de agosto de 2022.– La noche del sábado 6 de agosto y dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio (que el Ayuntamiento de Alcázar programó para los días 6 y 7 de agosto), ha tenido lugar una ruta Cervantin@lcazar noctámbula en la que miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar han mostrado a un numeroso grupo de personas -procedentes de diversos lugares de España y otras venidas de Chile- los lugares de nuestra ciudad que tienen vinculación con Miguel de Cervantes y su obra literaria.

La ruta tuvo comienzo en la escultura “Alonso con su gato” del escultor valdepeñero Antonio Lillo Galiani, situada en la Av. de Herencia frente a Aguas de Alcázar, que ya es punto de encuentro habitual de la ruta guiada y que en esta ocasión, debido a las numerosas actividades programadas, coincidió con los bailes de la Asociación de Coros y Danzas “Tierra Llana” que tiene su sede en el museo del Traje Manchego.

A continuación, los asistentes conocieron -mediante las explicaciones de Luis Miguel Román- la historia que encierra el Quijote Cósmico, en la plaza de Palacio, busto que Eulalio Ferrer (español exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México) regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan y del que existe otro ejemplar exactamente igual en Guanajuato, México.

La relación de amor e interés de Eulalio Ferrer por la ciudad de Alcázar de San Juan se remonta a la época en la que estuvo funcionando la “Orden de los Escuderos Sanchos” a la que el publicista español residente en México perteneció. (Justo es reconocer, que aquella Orden de los Sanchos, con sus escasos medios y su mucha ilusión y trabajo, puso con sus diferentes actividades a Alcázar de San Juan en el mapa del turismo español e internacional y en aquella época consiguieron para nuestra ciudad la denominación geo-turística “Alcázar de San Juan, corazón de la Mancha” de la que tanto nos enorgullecemos y de la que el pasado día 4 de agosto se cumplían  56 años de su publicación en la Gaceta de Madrid (Aprobado por Orden Ministerial de fecha 11-07-1966).

 

Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, parroquia fundada en 1226, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558 y que fue el inicio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que perdura hasta hoy. Pocas personas saben que, en un breve periodo durante la República, nuestra ciudad cambió su nombre de forma oficial por Alcázar de Cervantes, siendo identificada así en toda documentación oficial correspondiente a este periodo.

 

Los asistentes hicieron una breve parada en la calle San Juan, justo en el lugar en el que Constantino López Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba (nótese la diferencia de apellidos entre hermanos ya que entonces no era obligatorio registrarse con el primer apellido del padre y el primero de la madre, como en la actualidad). Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y Gutiérrez Quesada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes dice don Quijote:  «de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón».

También se explicó a los asistentes a  la ruta que un bisnieto de Juan López Caballero, que vivía en la misma casa, llamado Alonso Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes» tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Don Quijote.

En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior  y Juan Francisco Ropero y Tardío, quien puso al corriente de Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1870 de la Real Academia Española realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

La ruta finalizó en esta misma plaza dando un repaso al resto de los lugares del recorrido, como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando un repaso a los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que contiene una reproducción única en España, donde se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que están colocadas en perfecto orden cronológico.

Antes de despedirse de los asistentes y agradecerles su participación en la ruta, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza en la Plaza de España, donde junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Plaza de las Rubias y los Rosqueros

Fecha de Publicación: 03/08/2022

En el nº 7 de la revista UNIDAD, septiembre de 1953, que en esos años se publicaba mensualmente en Alcázar de San Juan, aparecía esta poesía enviada por Don José María Rivas desde la ciudad barcelonesa de Vich, hoy Vic

 

 

Personalmente desconocemos la identidad de esta persona y su relación con Alcázar, es de suponer que su patria chica, pero nos resulta muy curioso, sorprendente, casi enternecedor, que hace 69 años alguien, desde Cataluña, se acordase del primitivo nombre de una emblemática plaza de Alcázar, la actual plaza de Cervantes, pero que en ese año de 1953 hacía ya un siglo que no se le llamaba por este apelativo y, además, que le quisiera rendir su particular homenaje en forma de poesía.

La que hoy en día aparece en el callejero de Alcázar de San Juan como Plaza de Cervantes era conocida desde el siglo XVI como Plaza de las Rubias y los Rosqueros; situada en los aledaños del barrio de Santa María, al final de la calle de San Juan, constituye el auténtico epicentro en donde convergen algunas de las realidades y tradiciones cervantinas más importantes de la ciudad. En ella habitaron, de forma simultánea, familias apellidadas Cervantes, Saavedras, Barchinos o del Pozo.

Hay cierta imprecisión documental sobre el nombre exacto con el que se ha conocido históricamente a esta plaza; según Don Ángel Ligero (T-I, pág. 214 de su obra La Mancha de Don Quijote) era la plaza de las Rubias y los Rosqueros, aunque en otro momento (T-II, pág. 349, Índice de Topónimos de dicha obra) la nombra como plaza de la Rubia del Rosquero, tal y como la llama en su poesía Don José María Rivas.Otro cervantista alcazareño Don Francisco Lizcano y Alaminos, padre del pintor Ángel Lizcano Monedero, en su libro “Historia de la Verdadera Cuna de Miguel de Cervantes Saavedra y López”, Madrid 1892, también la cita en singular. Sin embargo, elDoctor Mazuecos (Hombres, lugares y cosas de La Mancha, fascículo XXVII, pág. 16) la llama placeta de la Rubia, pero en el fascículo XXIV, pág. 13, hace referencia a unos documentos del año 1827 que la cita como plaza del Rosquero.

Hecha esta necesaria reseña, fruto de la prudencia con la que estos temas deben tratarse pero que en nada alteran lo que a continuación expondremos, seguiremos refiriéndonos a ella por el nombre con el que mayoritariamente nos ha sido dada a conocer: de las Rubias y los Rosqueros.

Monolito erigido en el año 2009 en la histórica plaza de las Rubias y los Rosqueros en memoria de Miguel de Cervantes Saavedra (lamentamos el grafiti). En la placa se lee:
“Alcázar de San Juan a su excelso hijo Miguel de Cervantes Saavedra”

 

Advirtamos que el actual monolito no es el primer monumento que en memoria de Miguel de Cervantes Saavedra se ha levantado en esta plaza, en donde la tradición alcazareña, siglo tras siglo, ha situado su casa de nacimiento, ya que el 9 de noviembre de 1879 Don Juan Álvarez Guerra y Peña, gran defensor de este sentimiento, erigió un pedestal de mampostería de forma piramidal en cuyo interior depositó una caja de zinc con diversos objetos y sobre el que colocó un busto del insigne escritor.

En el suplemento, agregado posteriormente a esa fecha, de su libro “Sol de Cervantes Saavedra, su verdadera patria Alcázar de San Juan”, el propio Don Juan Álvarez Guerra nos describe los objetos que contenía dicha caja: “En esta caja se han colocado las copias de las partidas de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra, hijo de Alcázar, y de Miguel de Carvantes, hijo de Alcalá, y todos los demás documentos que acreditan esta verdad… El dibujo del gran escritor, encerrado en la cárcel de Argamasilla, escribiendo el Quijote… Un ejemplar del libro Sol de Cervantes Saavedra Las monedas de los Reyes y Reinas de España desde el año del nacimiento de Cervantes hasta Alfonso XII… Copias testimoniadas de los acuerdos y actas del Ayuntamiento de Alcázar, de los años 1878 y 1879, sobre este asunto… Recortes periodísticos y copias de los discursos y conferencias que él mismo había pronunciado en defensa de la opción alcazareña…”.  

Parece ser que este monumento solo se mantuvo en pie durante 15 años, pues el 5 de enero de 1894 el pleno del Ayuntamiento acordó: “demoler la pirámide que existe en la plazuela de Cervantes, que se construyó para colocar una estatua del insigne escritor, sin merito arquitectónico alguno y que más bien es un estorbo para el tránsito de carruajes, se acordó demolerla y al mismo tiempo que se ponga una lápida en la esquina de la casa en que nació el inmortal Cervantes, con su nombre y la fecha de su nacimiento”. (Hombres, lugares y cosas de La Mancha, fascículo XXIV, pág. 7).

No sabemos si la demolición del monumento piramidal levantado por Don Juan Álvarez Guerra en 1879 se realizó de inmediato o lo mantuvieron en pie durante unos años más, pero lo cierto es que, en 1905, año en el que se conmemoró el III Centenario de la publicación de la primera parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, ya existía en la plaza un segundo pedestal, en este caso en forma de torreón, dedicado al ilustre escritor.

Según leemos en el número 10 de la revista “La Cuna de Cervantes”, 18 de mayo de 1905, entre los numerosos eventos que durante tres días se celebraron en Alcázar para conmemorar este III Centenario, se llevó a cabo una gran cabalgata en la que “participaron más de siete mil personas que recorrió las calles de la ciudad… Toda la carrera estaba engalanada, rivalizando en lujo y buen gusto, destacándose la plaza de Cervantes, donde existe la casa en que nació el inmortal autor del Quijote… El pedestal de Cervantes se había revestido con follaje y flores naturales y artística iluminación… Al día siguiente se entregaron medallas conmemorativas y ejemplares del Quijote a todos los niños de las escuelas públicas… y bonos de comida a los pobres con cargo a la comisión organizadora de los festejos…”.

Otro de los actos importantes que tuvieron lugar durante estas celebraciones fue la instalación en la iglesia parroquial de Santa María de una lápida conmemorativa del bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra, lápida que actualmente está ubicada en una de las paredes laterales del baptisterio de esta parroquia.

“Aquí fue bautizado el día 9 de noviembre de 1558 Miguel de Cervantes Saavedra.   Alcázar en el III Centenario del Quijote”
MCMV

 

Al cabo de unos años este segundo monumento, el del III Centenario, corrió la misma suerte que el primero, ya que, en julio de 1914, los vecinos de la plaza presentaron una instancia en el Ayuntamiento solicitando: “la demolición del torreón levantado en la plaza de Cervantes para perpetuar la memoria del autor del Quijote, por el estado indecoroso en que se encuentra y servir solo para estorbar el tránsito de carruajes, pudiendo sustituirse dicho torreón por una lápida de mármol que diga – Casa donde nació Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Quijote –  cuya lápida podría colocarse en la fachada de la casa que existe en dicha plaza en que tuvo lugar su nacimiento”. La solicitud fue tomada en consideración, este segundo monumento también fue derruido y la lápida propuesta instalada definitivamente.

Lápida colocada sobre la puerta de la casa natal de Cervantes, que ha llegado hasta nosotros tras recuperarla del derribo de la misma. Se encuentra almacenada, que no expuesta, en dependencias del Museo Municipal

 

Fue en el último tercio del siglo XIX cuando oficialmente se le dio el nombre de Plaza de Cervantes, porque en la solicitud que Don Juan Álvarez Guerra cursa al Ayuntamiento, el 25 de mayo de 1879, pidiendo permiso para levantar a su costa el monumento piramidal anteriormente descrito se lee: “… frente a la casa donde nació este gran hombre, y dando al sitio el nombre de Cervantes”. No obstante, aunque es probable que durante esos años ya fuese más conocida popularmente con este nombre, en unos documentos de defunciones fechados en 1863 aparece mencionada como de la Rubia o como del Rosquero.

En esta misma época, segunda mitad del siglo XIX, Alcázar de San Juan también tenía una calle dedicada a la memoria de Don Miguel de Cervantes Saavedra. Esta calle, inicialmente llamada de los Yeseros por la actividad que en ella se ejercida, hoy la conocemos como del Doctor Mazuecos.

Pero retrocedamos al siglo XVI, a nuestra histórica plaza de las Rubias y los Rosqueros la llamaban así porque, según relata Don Ángel Ligero en su obra La Mancha de Don Quijote, en ese siglo vivían en ella algunos miembros de una familia conocida popularmente como los Rubios y/o las Rubias; en concreto, en una de sus casas vivía Isabel López Romero la Rubia, también conocida como la Romera, casada con Don Pedro Hidalgo de Saavedra y en otra su hermana María, igualmente apodada la Rubia, esposa del arriero Juan del Pozo.

El edificio familiar de Don Pedro Hidalgo Saavedra lindaba con una de las casas de la poderosa familia de los Barchinos, también hijosdalgo, familia igualmente emparentada con los Hidalgo Saavedra, ya que María Díaz, la Barchina, casó y enviudó de Don Juan Hidalgo Saavedra, primo de Don Pedro Hidalgo Saavedra.

Como anteriormente se ha dicho, también vivía en esta plaza el arriero Juan del Pozo, esposo de María la Rubia. Juan del Pozo pertenecía a otra extensa y conocida familia alcazareña.

Sobre el porqué de llamarse también del Rosquero o de los Rosqueros lo desconocemos, pues lo cierto es que no hemos podido encontrar ninguna referencia documentada, más allá de su mera denominación, que nos permita argumentar esta circunstancia.

Observemos que era toda una serie de personajes portadores de importantes apellidos alcazareños, muchos de ellos unidos por vínculos familiares, los que residieron en esta histórica plaza, pero sin duda la más feliz coincidencia de las que se daban en ella es que en una de sus esquinas, la que da a la actual calle de Santo Domingo, entonces conocida por Alonso Pérez de Villarta, estuvo ubicada la casa en la que una antigua tradición de la ciudad sitúa el nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y de Catalina López, para muchos alcazareños el verdadero autor del Quijote.

Esta antigua tradición ha llegado hasta nosotros al ser recogida por el académico y militar Don Vicente de los Ríos, miembro de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia Española en Madrid, en los proemios que escribió, a petición de la primera de ellas, para las ediciones del Quijote publicadas en los años 1780 y 1787.

En el proemio de 1780 dice Don Vicente de los Ríos: “En virtud de las razones expuestas se inclinaron muchos sujetos de sólido juicio a creer que Alcázar de San Juan fue la patria de Cervantes. Entre estos merece un distinguido lugar el erudito Ilustrísimo Señor Don Fray Alonso Cano, Obispo de Segorbe, que inquirió con la exactitud propia de su sabia crítica el origen e historia de la mencionada tradición, la cual se propagó y se conserva entre los hombres más hábiles de aquella villa y más desviados de los caprichos y credulidad del vulgo”.

Fray Alonso Cano y Nieto, religioso trinitario calzado, (Mota del Cuervo, 1711 – Segorbe, 1780), Ministro Provincial de Castilla de la Orden de la Santísima Trinidad, Académico de número de la Real Academia de la Historia y Teólogo de Su Majestad en la Real Junta de la Inmaculada Concepción fue Obispo de Segorbe, dignidad a la que fue promovido por el rey Carlos III como reconocimiento por haber redimido a más de mil cautivos de Argel, entre ellos a los que repoblaron la alicantina isla de Tabarca, debió de conocer en primera persona esta antigua tradición alcazareña a su paso por el convento que su Orden había fundado en esta villa un siglo antes (1635).

Con las siguientes palabras nos transmite Fray Alonso Cano la tradición alcazareña que Don Vicente de los Ríos menciona en sus proemios:

“Don Juan Francisco Ropero, Agente Fiscal de la Cámara de Castilla, que en Alcázar de San Juan, su patria, fue pasante de un célebre abogado llamado Quintanar, aseguraba haberle dicho éste repetidas veces al pasar por una de las casas del lugar: esta es la casa donde nació Miguel de Cervantes Saavedra autor del Quixote, y le prevengo a Vm. con el mismo fin con que a mí, siendo mozo y pasante del Doctor Ordoñez, me lo decía éste, pasando igualmente por aquí, es a saber, para que se conserve la tradición. El mismo Don Juan Francisco Ropero averiguó que la pasantía de Quintanar con el Doctor Ordoñez fue por los años de 1690, siendo éste ya muy anciano, de lo que se infiere que pudo haberlo oído y entendido de los mismos que conocieron a Miguel de Cervantes, que murió ya entrado el siglo XVII”.

Creemos conveniente resaltar algunos aspectos de la vida de los tres personajes mencionados por Fray Alonso Cano, con el fin de enmarcar correctamente sus personalidades y la importancia y el valor de sus afirmaciones.

Don Juan Francisco Ropero y Tardío nació en Alcázar en el año 1708, por lo tanto era coetáneo de Fray Alonso Cano. Hijodalgo, agente Fiscal de la Cámara de Castilla, abogado en los Reales Consejos y administrador en ésta del Serenísimo Infante Don Gabriel Antonio de Borbón, Gran Prior de la Orden de San Juan, fue también Alcalde Mayor de la villa en 1742.

Don Francisco Quintanar y Úbeda, eclesiástico, asesor Real e igualmente abogado en los Reales Consejos. Legó sus numerosos bienes para la construcción de un pósito de cereales con el fin de abastecer de grano a los agricultores pobres de Alcázar, la llamada Obra Pía del Pósito del Monte de Piedad, popularmente conocida como Pósito Quintanar.

Don Rodrigo Ordoñez de Villaseñor, abogado del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo, también abogado en los Reales Consejos. Fue uno de los dos abogados que defendieron a Alcázar en el pleito que ésta sostuvo con la villa de Herencia por la propiedad de la dehesa de Villacentenos, pleito que acabó con la firma del decreto de Concordia entre ambas villas en el año 1669.

 

Fachada de la casa situada en la plaza de las Rubias y los Rosqueros, esquina a calle de Santo Domingo, en la que la tradición alcazareña recogida por Fray Alonso Cano y Nieto atribuye el nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra. Debido a su estado ruinoso fue demolida en los años 60

 

El dibujo es de Doña Elvira Samper y aparece en la portada del fascículo XVIII de Hombres, lugares y cosas de La Mancha del Dr. Rafael Mazuecos.

Otra importante coincidencia cervantina que pone directamente el foco en la plaza de las Rubias y los Rosqueros es la que nos señala que al final de la calle de San Juan, a unos 50 metros de esta plaza, estuvo ubicada la casa solariega de Don Juan López Caballero.

Esta casa solariega, de arquitectura típicamente manchega, hoy tristemente desaparecida, se mantuvo en pie como casa de vecinos hasta la década de los años 70. Con ella desapareció un testigo importantísimo de nuestra historia, pero sobre todo uno de los vínculos más importantes de Alcázar con Cervantes y el Quijote.

 

Casa solariega de D. Juan López Caballero. Acuarela de José Luis Samper

 

Don Juan López Caballero, personaje distinguido al servicio de Don Juan de Valenzuela, Gran Prior de la Orden de San Juan, casó con Doña Inés de Cabrera, hija del Marqués de Moya, con la que tuvo tres hijos: Pedro Barba, Juan Barba y Catalina Vela.

Un nieto suyo, Jerónimo de Ayllón, desposa con Ana Gutiérrez de Quesada,de cuyo matrimonio nace Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quesada.

Don Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quesada contrae matrimonio con Doña Teresa de Mendoza, con la que tiene tres hijas: María, Isabel y Clara. Una de ellas, Isabel, es la esposa de Pedro de Cervantes, primo hermano de Miguel de Cervantes Saavedra.

Doña Teresa de Mendoza declara en su testamento, dictado en 1601, estar seriamente preocupada por el estado mental de su marido Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quesada, del que dice: “que no tiene juicio y tiene la hacienda perdida… y “…pide y suplica a las justicias y jueces competentes que provean de tutor de su hija Clara, de ocho años de edad, a su yerno Pedro de Cervantes, esposo de su hija Isabel”. En el testamento también leemos que nombra albaceas al mismo Pedro de Cervantes y al padre de éste, Don Antonio de Cervantes, hermano de Blas de Cervantes, padre de nuestro Miguel de Cervantes Saavedra.

Es muy importante recordar como Cervantes (DQ 1, 1) describe la figura de Don Quijote: “Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada…” y seguimos leyendo: “Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso -que eran los más del año- se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que se olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aún la administración de su hacienda”.

Curiosamente tal y como nos relata Doña Teresa de Mendoza en su testamento que le ocurría a su esposo, también de nombre Alonso y de apellido Gutiérrez de Quesada.

Y otra coincidencia más, en su enciclopédica obra Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra (Tomo IV, capítulo XLV) el eminente cervantista Don Luis Astrana Marín relata cómo salieron del reino de Castilla dos caballeros, el uno llamado Gutierre Quesada y el otro Pedro Barba, primo suyo, con destino a la Corte del Duque Felipe de Borgoña para batirse en armas con los caballeros Micer Pierres y Micer Jaques, hijos bastardos del Conde San Polo; por enfermedad de Pedro Barba, solo Gutierre Quesada pudo cumplir la misión batirse en duelo con Micer Pierre al que derrotó en la liza. Volvió Gutierre Quesada a Castilla con todos los honores y el rey Juan II le concedió el privilegio de colocar en la parte inferior de su escudo de armas el busto del borgoñón al que había vencido como testimonio de esa hazaña.

Esta aventura nos lleva a referir lo que Don Quijote responde al canónigo de Toledo cuando éste le cuestiona la existencia de los caballeros andantes: “Si no dígame también que no es verdad que fue caballero andante el valiente lusitano Juan de Merlo… y las aventuras y desafíos que también acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutierre Quijada (de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón), venciendo a los hijos del conde San Polo…” (DQ 1, 49).

Dos personajes, Pedro Barba y Gutierre Quijada, y dos nombres especialmente ligados a la historia de Alcázar; uno el primogénito de Don Juan López Caballero y el otro portador del apellido de una de las familias más importantes de esta villa, los Gutiérrez Quijada.

La vinculación histórica del linaje de los Gutiérrez Quijada con Alcázar de San Juan es antiquísima, pues según vemos en el contenido de un pergamino del año 1417, que se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar referenciado como “Documento nº 4”, el rey Juan II y la reina Doña Catalina, su madre y tutora, confirman el privilegio que otorgó en 1308 a la villa de Alcázar Frey Arias Gutiérrez Quijada, Lugarteniente del Gran Maestre de la Orden de San Juan de Castilla y León. En el dorso de este pergamino alguien escribió en algún momento dado: “Privilegio que otorgó a la villa de Alcázar Frey Arias Gutiérrez Quijada al que otros llaman Quesada”, curiosamente los sobrenombres de Don Quijote.

Nos dice Don Ángel Ligero (T-I, pág. 150 de La Mancha de Don Quijote) que en una puerta de madera proveniente de la casa solariega del Mayorazgo de los Quijada de Alcázar, se encontró tallado un escudo de armas en el que se ven dos leones trepantes por una torre, que en heráldica significa pertenecer a un caballero andante, y el busto de un personaje con la cabellera peinada al estilo borgoñés lo que, sin duda, responde al privilegio que el rey Juan II concedió a Gutierre Quesada por haber vencido al hijo del Conde San Polo, en el hecho de armas memorado por Cervantes en su Don Quijote. Esta puerta se instaló en la entrada de uno de los molinos que se rehabilitaron en el cerro de San Antón, allí permaneció hasta su total destrucción a finales de la década de los 70.

Tras lo expuesto hay que añadir, dada su importancia, que, en la localidad toledana de Esquivias, en donde Miguel de Cervantes Saavedra contrajo matrimonio con Doña Catalina de Salazar y Palacios, tenía su casa solariega otra rama de los Quijadas, para la cual el Sr. Astrana Marín reivindica la pertenencia del personaje principal de esta aventura, pero sin mencionar, suponemos que por no encontrar su linaje en esa localidad, al otro artífice de la misma, Pedro Barba.

Estos son algunos de los acontecimientos, personajes y apellidos históricos, ligados a la rica tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que engalanan la Plaza de las Rubias y los Rosqueros, a la que Don José María Rivas dedicó, hace ya casi siete décadas desde Vic, su poético homenaje.

 

                                                                                         Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar

Maigual pasó por Alcázar y nos dejó su impresionante “Quijote Project”

Fecha de Publicación: 31/07/2022

 

El dúo fundado en Barcelona nos deleitó el sábado con su primer trabajo Quijote Project en el auditorio Corazón de la Mancha, al pie de los molinos

 

Alcázar de San Juan, 31 de julio de 2022.- El sábado 30 de julio, en la hora mágica del atardecer y ante un público entregado a sus ritmos, el dúo Maigual formado por los productores musicales Fran Sánchez (oriundo de Alcázar de San Juan) y Stefan Schwarz (chileno-alemán), presentaron su primer trabajo Quijote Project interpretando los diez primeros temas basados en el Quijote.

Acompañados por Bartan a la guitarra, y con breves intervenciones del actor gaditano Chico Zambrana interpretando a Miguel de Cervantes, pusieron en escena una mezcla de literatura clásica, teatro y bajos contundentes que marcaron el pulso del track.

En este magnífico escenario ofreciendo unas vistas de 360 grados de la llanura manchega, los asistentes al concierto pudieron vibrar de la música mientras veían esconderse el sol tras el horizonte inabarcable.

 

El día anterior al concierto, la Sociedad Cervantina de Alcázar recibió en su sede al dúo Maigual, acompañados del guitarrista Bartan, así como de Astrid Bosch (mánager del grupo), donde tuvieron ocasión de conocer las actividades que esta asociación cultural lleva a cabo. Diego Vaquero, en representación del Patronato de Cultura de Alcázar de San Juan, estuvo también presente compartiendo esta agradable velada previa al concierto.

Mientras degustaron el vino “Hideputa” y un aperitivo de queso manchego, los músicos adelantaron a los cervantistas alcazareños el contenido del concierto y cómo había sido el proceso de elaboración de sus temas musicales, inspirándose directamente en la lectura del Quijote, metiéndose en los personajes y tratando de averiguar lo que pasaba por la cabeza del escritor al crear los personajes y las aventuras en que se ven inmersos. Los cervantistas pusieron a disposición de Fran y Stefan sus recursos habituales, artículos, estudios, documentación, etc… que les pueda ayudar a seguir trabajando en su interpretación musical del Quijote.

Para la Sociedad Cervantina de Alcázar ha supuesto un enorme placer acoger al dúo Maigual en su sede y les desean los mayores éxitos, que sin duda van a alcanzar por la seriedad con que se toman su trabajo musical.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Los niños del Centro de Estudios Tribu visitan los azulejos del Quijote del parque Cervantes

Fecha de Publicación: 27/07/2022

Fotos: Irene Alba García

 

En una visita coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar, muchos de los niños del centro de Estudios Tribu han conocido por primera vez las aventuras gráficas del Quijote representadas en estos azulejos

Alcázar de San Juan, 27 de julio de 2022.- En la mañana del martes los niños del Centro de Estudios Tribu han visitado los azulejos quijotescos del parque Cervantes de Alcázar de San Juan.

La visita ha sido organizada por los monitores del centro y ha estado coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que ha realizado esta charla como una más de sus actividades educativas.

A modo de introducción, los niños han tenido ocasión de conocer la inmortal novela de Miguel de Cervantes con una edición infantil que han aportado los cervantistas alcazareños, sorprendidos favorablemente porque la mayoría de los niños conocen sobradamente a los principales personajes de la novela: Don Quijote y Sancho Panza.

Posteriormente han tenido ocasión de seguir en los azulejos las aventuras más conocidas que en ellos se representan, como la aventura del vizcaíno, la de los molinos de viento, la de los rebaños de ovejas, la del yelmo de Mambrino o la de Clavileño -el caballo de madera- con que los duques se burlaron de los famosos personajes.

Particularmente les han gustado las escenas nocturnas en las que además del cielo en un bonito color azul oscuro destacan la luna y las estrellas. Y han identificado perfectamente todas las escenas que tienen lugar en de noche: la conversación con los pastores, el encuentro con los encamisados y el cuerpo muerto, la tercera salida hacia el Toboso, el mono adivino y las aventuras nocturnas con Clavileño.

 

También les ha llamado mucho la atención la aventura de los batanes, en la que además de desarrollarse por la noche, algún azulejo tenía imágenes graciosas que denotan el miedo que pasó Sancho Panza -sin separarse ni un palmo de don Quijote- debido al enorme ruido que no sabía de donde provenía.

 

 

En resumen, una visita muy provechosa de la que hemos salido con un nuevo caballero nombrado en el transcurso de la misma, ya que uno de los niños ha hecho de ventero y con un dominio perfecto del ritual ha nombrado caballero al guía de la Sociedad Cervantina. Ha sido una actividad cultural casi perfecta, pero hay que reclamar desde aquí que este patrimonio cultural de primer orden se someta a una rehabilitación en profundidad y a un cuidado de este bien público, porque el vandalismo lo está destruyendo a pasos agigantados.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Entregado el premio del Certamen de Relatos “El legado de Sancho Panza”

Fecha de Publicación: 21/07/2022
 
 

 

La ganadora, Pilar Rodríguez de los Santos Serrano, recibió el premio en un acto sencillo en la sede de la Sociedad Cervantina de Alcázar, de manos del presidente

Alcázar de San Juan, 20 de julio de 2022.- Por diferentes motivos que lo han ido aplazando, en la tarde del miércoles ha tenido lugar el acto de entrega del primer premio del certamen de relatos “El legado de Sancho Panza” a la ganadora del concurso Pilar Rodríguez de los Santos Serrano, de Alcázar de San Juan y residente en Campo de Criptana.

En un acto sencillo en el que ha estado presente la junta directiva, el presidente Juan Bautista Mata le ha hecho entrega de una distinción conmemorativa (para que permanezca en su recuerdo) junto con el importe del premio y una botella de nuestro vino «Hideputa», para que, como el buen Sancho Panza, pueda degustar y disfrutar el buen vino de Ciudad Real, que bodegas Alort elabora para la SCA.

 

En los próximos días se remitirán por transferencia bancaria los dos segundos premios ex aqueo que viajan hasta Cartago (Costa Rica), para Osvaldo G. Vega Madriz y hasta Barcelona, para Elena Olivella García.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

José Manuel Lucía Megías mantuvo una reunión de trabajo con la junta directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 11/07/2022

 

Los cervantistas alcazareños agradecieron a Lucía Megías las cordiales relaciones y el cariño que les demuestra y se mostraron de acuerdo en seguir colaborando en cuantos proyectos cervantinos se presenten en el futuro. Como embajador de la SCA, José Manuel Lucía se comprometió a traer nuevos invitados a los “Almuerzos de don Quijote”

Alcázar de San Juan, 11 de julio de 2022.- José Manuel Lucía Megías, catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid, escritor y poeta, autor de una de las mejores biografías sobre Miguel de Cervantes (1.- La juventud de Cervantes. Una vida en construcción. 2.- La madurez de Cervantes. Una vida en la corte. 3.- La plenitud de Cervantes Una vida en papel, 1604-1616), impartirá sus amplios conocimientos sobre el universal escritor en los Cursos de verano que en diferentes sedes organiza la Universidad Autónoma de Madrid.

En Alcázar de San Juan y durante los días 11, 12 y 13 de julio se está desarrollando el curso “Yo sé quién soy, realidad, imagen y mito en Miguel de Cervantes y el Quijote” en el que además de a Lucía Megías, nuestra ciudad acogerá a importantes cervantistas del ámbito nacional reconocidos internacionalmente.

Por su presencia en este Curso de verano, Lucía Megias, aprovechó su estancia en Alcázar de San Juan para mantener una reunión de trabajo con la junta directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan con quien además de mantener unas fluidas colaboraciones sobre el mundo cervantino, le unen unos lazos de estrecha amistad forjada a lo largo de los últimos años.

En esta reunión analizaron los proyectos comunes actuales y los próximos que van a desarrollar en un futuro cercano. Lucía Megías como embajador de esta Sociedad se comprometió a traer a los “Almuerzos de don Quijote” a nuevos e importantes invitados del mundo cervantino.

En el patio de la sede y al fresco de la parra, degustaron unos duelos y quebrantos regados con el ya famoso vino Hideputa.

José Manuel Lucía anunció a los cervantistas alcazareños la primicia de que está trabajando en una novela sobre la vida de Cervantes, está en pleno proceso de darle forma con el objetivo de conectar con el gran público, haciendo llegar a los lectores habituales, la intensa, interesante y no siempre afortunada vida de don Miguel, y pretende con ello que su extensa y documentada biografía quede para el mundo académico.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La Sociedad Cervantina de Alcázar distinguida con el Premio Corazón de la Mancha 2022 a la Promoción Cultural

Fecha de Publicación: 08/07/2022

En una gala perfectamente organizada por Onda Cero Alcázar en los Salones Mabel y en la que estuvieron presentes representantes del gobierno regional, provincial y local -tanto de Alcázar como de las localidades vecinas- y en la que se premió a entidades, asociaciones y empresas que trabajan en bien de la comunidad

Alcázar de San Juan, 8 de julio de 2022.- La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha recibido el premio Corazón de la Mancha 2022 a la “Promoción Cultural” con el que se ha reconocido el trabajo que esta asociación cultural viene desarrollando desde el 23 de abril de 2014, fecha de su fundación y cuyo trabajo en la difusión de la obra cervantina y en especial del Quijote, no ha dejado de crecer desde entonces.

El presidente Juan Bautista Mata Peñuela recibió el premio de manos de Carlos San Martín, director regional de Onda Cero en Castilla-La Mancha. A continuación, Mata hiló un discurso coherente y profundo de agradecimiento porque la Sociedad haya sido reconocida públicamente por su trabajo, discurso que recogió de forma breve las actividades culturales que se llevan a cabo como los “Almuerzos de Don Quijote”, la organización de las Mesas Redondas Cervantinas (de las que ya han tenido lugar cuatro ediciones) y la publicación del boletín Cuadernos Cervantinos del que ya han sido publicado 21 números trimestrales que recogen los artículos y trabajos de los socios.

En el discurso no faltó el reconocimiento a las personas que han hecho más grande esta asociación, mencionando especialmente a Enrique Suárez Figaredo, socio de Honor que desde Barcelona trabaja incansablemente en favor de la SCA. También recordó a los socios fundadores y a los actuales. los que con su trabajo hacen que esta entidad no deje de crecer. Por supuesto que no podían faltar en el discurso nuestros más universales personajes, don Quijote y Sancho Panza, y mucho menos las enseñanzas que desde hace más de cuatrocientos años no cesan de proporcionarnos.

Precisamente cerró su alocución apelando a la muy conocida frase que don Quijote pronuncia en el cap. 58 de la Segunda Parte: “la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida”, e invitó a todos los presentes a luchar por conservar este preciado don.

En resumen, fue una velada digna de recordarse en la que gracias al premio recibido y a la difusión que tanto Onda Cero como el resto de medios hace de esta gala, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha sido más conocida y su trabajo más difundido.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Reportaje fotográfico

 

 

 

 

 

 

 

 

fin

El último héroe cervantino

Fecha de Publicación: 26/06/2022

El pasado sábado la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha visitado la antigua Venta de la Inés, situada en el término municipal de Almodóvar del Campo

Esta venta situada en el antiguo Camino de Toledo a Sevilla, también conocido como Camino de la Plata, está nombrada en la novela Rinconete y Cortadillo como Venta del Alcalde, cómo se conocía en época de Cervantes. Sin duda alguna Miguel de Cervantes se alojó en ella en sus viajes a Andalucía, y la utiliza como escenario de esta Novela Ejemplar y también en el Quijote

adonde llegan don Quijote y Sancho Panza antes de adentrarse en Sierra Morena, y en la que ocurren tantas aventuras en la primera parte de la novela.

A media mañana los miembros de la Sociedad Cervantina ya estaban contemplando la imagen de esta antigua venta a los pies de Sierra Morena. No tardan en ver la imagen menuda de Felipe Ferreiro, su actual propietario. A sus 92 años de edad Felipe sigue viviendo en la venta, a la que llegó con pocos días de vida con sus padres, que ya eran la cuarta generación al frente de la venta. Si la venta tiene el gran interés de ser la única venta cervantina que sigue en pie, su propietario es su último héroe. Ha vivido en ella toda su vida, junto a su familia, sufriendo los desmanes de su vecino y propietario de la finca que rodea a la venta. El Poderoso, como le llama Felipe, llegó a cortarle incluso el abastecimiento de agua desde el río Tablillas desde el que se abastecía desde antiguo.

 

La venta ha estado treinta años sin agua hasta que la Justicia le ha dado la razón y se ha restablecido la conducción hace solo cuatro años. Su lucha ha sido mayor que la que don Quijote tuvo con los molinos de viento, que él creía que eran gigantes.

Durante casi dos horas, Felipe les contó cuentos e historias de aquella zona con una lucidez increíble, en el portal de la venta, junto a la misma cocina en la que tantos viajeros han estado junto a su lumbre. Cómo no podía ser de otra manera la Sociedad Cervantina le llevó una caja de Tortas de Alcázar y se despidieron con un «hasta pronto», firmando en el libro de firmas que en la venta Felipe conserva.

Desde 2009 la Venta de la Inés es Bien de Interés Cultural, con lo que su conservación está garantizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Sin embargo, quien mantiene el espíritu cervantino de ella es don Felipe Ferreiro.    

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El periodista uruguayo Alberto Etchepare visitó Alcázar de San Juan durante la Guerra Civil

Fecha de Publicación: 26/05/2022

 

Alberto Etchepare

Pocos alcazareños conocen la visita del periodista uruguayo a nuestra ciudad cubriendo información sobre la Guerra Civil española

Una de las personas que han pasado por Alcázar de San Juan fue el periodista uruguayo Alberto Etchepare Silva, quién se vino a España a cubrir la información sobre nuestra Guerra Civil.

El paso de este viajero por la localidad nos lo reseñó hace años el profesor Matías Barchino Pérez, Decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha, en uno de los “Almuerzos de don Quijote” organizados por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, concretamente el celebrado el 20 de mayo de 2017, poniéndonos en antecedentes sobre Etchepare y comentándonos que había dedicado a Alcázar de San Juan un capítulo de su libro.

Matías Barchino Pérez, en el centro de la imagen con corbata
 

El libro, titulado Don Quijote fusilado (notas sobre la guerra de España) y que vio la luz en 1940, lo constituyen una serie de crónicas, algunas de ellas enviadas y publicadas anónimamente en los diarios opositores Uruguay y El País.

El autor dudó -meses después de acabada la guerra-, en publicar estas notas que pensaba mal hilvanadas y faltas de todo pulimento literario, pero se convenció de ello porque seguía vivo y palpitante el problema de España y porque el libro serviría para recaudar fondos para los refugiados españoles en Uruguay, también para fortalecer la esperanza de pronta justicia social que en nosotros alienta.

Alberto Etchepare, que también firmaba sus artículos como El Ujier Urgido, Plácido Barlovento y Máximo Vago, salió de su país por propia voluntad, tuvo el impulso -nada más conocer el comienzo de la guerra-, de abandonar Montevideo para apoyar al bando republicano y se vio en la necesidad de venir a nuestro país a contar de primera mano todo cuanto ocurría en España.

Dejó la capital uruguaya y se vino con lo puesto para contar a sus compatriotas lo que estaba aconteciendo en España. En el prólogo a Don Quijote fusilado, el abogado, escritor, parlamentario y fundador del partido Socialista del Uruguay, Emilio Frugoni dice de él: “Desde aquella primera noticia él se sintió dominado por el ansia de acercarse al drama hispano, más que para contemplarlo como imple espectador y narrarlo como testigo presencial, para vivirlo, para sentirlo en carne propia, sirviendo con la pluma y también si cuadraba con el fusil, la causa del gran protagonista de este drama, que era el heroico amor del pueblo a sus derechos y a su dignidad”.

Continúa Frugoni exaltándolo y reconociendo su impulsivo atrevimiento: “mientras nosotros no atinábamos todavía a salir del doloroso asombro que nos producía el estallido de la traición armada, en rebeldía facciosa contra los destinos de pueblo español, él vino y nos dijo: ‘me voy a ver qué ocurre en España y relataré lo que vea’.

Frugoni pensó que el libro había supuesto una especie de triunfo personal para Etchepare o por mejor decir, una profunda evolución en positivo, el proceso de un aprendizaje oculto, siendo como una especie de máster en el dominio de la pluma para el joven cronista y por eso dice: “cuando comenzaron a aparecer estas crónicas en nuestros diarios, yo le dije a un amigo:  he aquí que la guerra de España nos ha llevado un atorrante (usaba el vocablo familiar en su más amable acepción) y nos devuelve un gran periodista”.

Etchepare llegó a España en barco, entrando en nuestro país por Barcelona, ciudad a la que dedica los primeros capítulos, recorrió después el frente de Huesca, Tardienta, Torralba de Aragón y por fin Madrid. Desde la capital se trasladó a Alcázar de San Juan de paso hacia Valencia. Con toda seguridad sería uno de los últimos días del año 1936 ya que había pasado la Navidad en Madrid.

Pasando antes por el Toboso a bordo de un automóvil con un chofer -que había sido conductor de taxis en Madrid-, se cruzaron con una escuadrilla de aviones enemigos, y por miedo hubieron de acelerar el vehículo a más de 100 km/h “por la cuna de la ingrata por quien tanto penó don Alonso Quijano. Tan solo alcanzamos a gritarle al grupo de casas un ‘¡Chau Dulcinea!’ mientras la cruzaban a toda velocidad.

Llegaron a Alcázar de San Juan según relata el propio Etchepare: “atravesando los campos de La Mancha y evocando a Nuestro Don Quijote. El horizonte se nos iba abriendo como un libro de caballerías, y ante la vista de los molinos de viento nos embriagábamos de leyenda… El coche potente y raudo, devoraba nafta y kilómetros, mientras a nosotros se nos iba la imaginación. Por un instante temimos atropellar a la sombra augusta de don Quijote que, como alma en pena, parece estar vagando por estas tierras secas y desoladas. Los molinos se nos antojaban -como al hidalgo manchego- seres fantásticos que huían despavoridos de un invisible enemigo que les grita: ‘¡Arriba las astas!” (aspas hubiera sido lo correcto).

Una vez en Alcázar, el reportero narra que cenan un menú de guerra en un mesón típico, alumbrados por un parpadeante candil y cuenta algo que le llama la atención (una característica de Alcázar a lo largo de su historia) que el pueblo tiene una gran animación, por ser uno de los puntos adonde arriban las familias refugiadas que vienen de Madrid.

En este mesón cuenta una graciosa anécdota que les sucede cuando “un chaval de ocho años nos contempla curiosamente mientras comemos. Buscando amistad, lo interrogamos:

– ¿Eres evacuado?

– No, señor. Soy Jacintito, para servir a usted.

Esto parece un chiste malo, pero nos ha sucedido efectivamente”

No da para mucho más la estancia en Alcázar ya que a las once de la noche suben al tren que los llevará a Valencia, un convoy formado por más de veinte vagones repletos de toda clase de gente, milicianos, niños, viejos, mujeres jóvenes dando el pecho a sus críos y a media luz (los de primera y tercera están envueltos en penumbra), tan repleto que deben ubicarse en un pasillo hasta que el tren, dos horas después, parta de la estación rumbo a Levante.

En ese ínterin hasta la partida del tren aún sucede otro episodio digno de relatarse: “A nuestro lado tres señores de boina protestan porque deben viajar de pie. Están bien vestidos. No les vemos las manos a causa de los guantes, pero han de ser sin duda, blancas y suaves, se nos ocurre, como de sacristanes. Hablan de la falta de organización y de la incapacidad del Comité. El más grueso de ellos, colorado de cara y con un habano en los labios nos dice:  – ¿Y para qué hemos hecho la revolución? Sonreímos sin contestarle. Él se da cuenta de que lo estamos ‘sobrando’. Tenemos ganas de decirle que la revolución aún no se hizo. De que él está saboteando el régimen. Que no es momento para críticas. Que hay que ganar la guerra primero. Que si no se calla le meteremos un tiro en medio de la barriga… Pero no vale la pena”.

Escribe también Alberto Etchepare, despidiendo el capítulo de Alcázar de San Juan: “Rumbo a Valencia nos llevaba aquel vagón trepidante, con su carga de humanidad dolorida, angustiada. Desde el fondo del coche salía el canto ronco de los soldados del pueblo:

            ‘Es la lucha final

             que comienza.

            La revancha

            de los que ansían pan…”

Este joven periodista que vino ávido de experiencias y que regresó después de la guerra de España, según Frugoni “como un narrador vivaz, plástico, emotivo, que comunica sus sensaciones con una precisión certera de verdadero dominador de su oficio, que ya es arte en sus manos por la virtud de ese soplo sutil con el cual, desde los tiempos bíblicos, el barro tosco y pedestre de los caminos del mundo, comienza a palpitar y animarse”, tuvo un paso muy breve pero a la vez intenso por nuestra ciudad y describe cómo la encontró en tiempo de guerra, es sin duda, una visión totalmente objetiva de un visitante extranjero que deja escrito su testimonio sobre Alcázar de San Juan, sobre su estación y sobre su paisanaje.

 

Constantino López Sánchez-Tinajero

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Manuel Moyano presenta en Alcázar su libro “La frontera interior. Viaje por Sierra Morena” en compañía de Luis Miguel Román Alhambra

Fecha de Publicación: 11/06/2022

 

Moyano es cordobés de nacimiento y murciano de residencia y con su libro ha obtenido el Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes en 2021

Luis Miguel Román Alhambra vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar ocupa un lugar importante en el libro sobre todo en la parte del camino real de Toledo a Andalucía a su paso por la Venta de la Inés y la parte de Sierra Morena de la penitencia de don Quijote

Alcázar de San Juan, 11 de junio de 2022.- En la tarde del viernes 10 de junio y en la librería Moisés Mata de Alcázar de San Juan, se presentaba el libro “La frontera interior, Viaje por Sierra Morena” por su autor Manuel Moyano asistido por Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan quién le inspiró parte del recorrido.

Moyano dijo que en esta ocasión -ya es su tercer libro de viajes tras “Travesía americana” (un recorrido en coche atravesando Estados Unidos junto con la familia) y “Cuadernos de tierra” (un relato sobre la búsqueda interior mientras caminaba en solitario rutas por las sierras murcianas)-, ha hecho una auténtica inmersión personal y cultural en cada uno de los lugares visitados, en los que además de contar su historia y particularidades se ha fijado en el paisanaje humano describiendo el carácter de sus habitantes y llegando a constatar que no es tan diferente entre sus extremos, Aldeaquemada por el este y el Alentejo portugués por el oeste.

Moyano comentó que a pesar de dedicar una pequeña preparación del viaje antes de iniciarlo, ya tiene la experiencia anterior de que cada viajero y en cada momento en que lo realiza, disfruta de un viaje totalmente diferente, en una ecuación en la que influyen las estaciones del año, la temperatura, el estado de ánimo del viajero y sobre todo incidencias aleatorias que hacen que el mismo viaje pueda ser casi completamente diferente para dos personas distintas.

La frontera interior. Viaje por Sierra Morena es un libro que se lee de forma muy fluida y que engancha, siempre quieres saber lo que va a pasar en la siguiente etapa, está escrito de forma amena y al alcance de cualquier lector , aunque con un punto cultural que atrae porque la poesía siempre está presente y Moyano procura introducirla en pequeñas dosis para que el lector conozca la obra de los poetas con los que se encuentra en el viaje y procura ir recopilando obras de los poetas locales por los lugares que visita.

En resumen, un libro muy atractivo y redondo que no en vano ha sido premiado con el Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes 2021 y que ha impulsado ya a muchos viajeros a hacer el viaje que en él se relata. Del modo en que el libro engancha vamos a poner el ejemplo que mencionó el propio Moyano en la presentación, diciendo que un amigo suyo portugués, poeta, viajó recientemente a Berlín con el libro en la maleta y le comentó que en todo momento tuvo más presente en su mente el viaje de Manuel Moyano por Sierra Morena (ficticio, ya que estaba descrito en el libro) que su propio viaje real por la capital alemana.

El vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, Luis Miguel Román Alhambra, estuvo asistiendo a Manuel Moyano en la presentación porque es una presencia importante en una parte del libro. Antes de comenzar el viaje, Moyano visitó nuestra ciudad para estar unas horas con Román Alhambra quien le habló de la zona de Sierra Morena que más conoce por haberse desarrollado allí una parte importante de las aventuras de don Quijote y le impulsó a transitar por una parte del antiguo camino real de Toledo a Andalucía y conocer la Venta de la Inés, que el autor definió como un agujero en el tiempo, donde uno al entrar en ese mundo tiene la sensación de haber regresado en el tiempo al siglo XVII y sentir que puede aparecer en cualquier momento Miguel de Cervantes o cualquier personaje de la época que en su traslado a Andalucía podía haber tomado allí un descanso en su camino.

También conoció el lugar donde Román Alhambra situó el lugar de la penitencia de don Quijote en su libro “Las aventuras de don Quijote en Sierra Morena” https://alcazarlugardedonquijote.files.wordpress.com/2018/10/aventuras_de_don_quijote_en_sierra_morena_alta_resolucion.pdf

Moyano se mostró un admirador de Cervantes y dijo no caberle duda de que era un perfecto conocedor de los caminos de España, así como de las costumbres de sus coetáneos, y que se inspiró realmente en todo lo que conocía para escribir su universal novela.

La Sociedad Cervantina de Alcázar que arropó con su presencia el acto, agradece a Manuel Moyano el haber querido presentar en Alcázar de San Juan su última obra publicada

y hablarles del proceso creador para gestarla, y le desean mucho éxito en la promoción de este “libro de viajes que se pude leer como una novela” (Luis Landero) y lo animaron a seguir haciendo literatura con sus viajes.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La china en el zapato

Fecha de Publicación: 24/05/2022

Desde que en 1748 Blas de Nasarre encontrase en el primer Libro de Bautismos de la parroquia de Santa María la Mayor, de Alcázar de San Juan, la partida de bautismo de Miguel, un hijo de Blas de Cervantes Saavedra y de Catalina López, el nombre de esta ciudad manchega en el mundo oficial cervantino sigue levantando polémica. Alcázar de San Juan es la china en el zapato del biógrafo cervantino.

Si bien la polémica sobre la cuna de Miguel de Cervantes está cerrada desde hace ya mucho tiempo a favor de Alcalá de Henares, adormecer aún más la tradición cervantina alcazareña sigue siendo un reto para algunos biógrafos de Cervantes. Y si hay que tergiversar los datos sobre esta partida de bautismo para conseguir este fin se hace, casi sin rubor.

En el Cervantes (2022) de Santiago Muñoz Machado, la última, aunque habrá muchas más, biografía del autor del Quijote, podemos leer:

El lugar de nacimiento de Cervantes era, pasada la mitad del siglo XVIII, cuestión controvertida. Lope de Vega, que lo conocía y trataba, lo hizo natural de Madrid. Tomás Tamayo y Vargas, de Esquivias. Andrés Claramonte lo creyó natural de Toledo. Nicolás Antonio, de Sevilla. Don Diego Ortiz de Zúñiga también le atribuyó Sevilla. Otra tradición aseguraba que era natural de Lucena. Luego competirían también Alcázar de San Juan y Consuegra.

En 1748, encontró Juan de Iriarte, en la sala de manuscritos de la Biblioteca Real, una edición impresa en Granada, en 1581, concerniente a 185 cautivos rescatados en Argel el año anterior, entre cuyas primeras partidas se mencionaba a «Miguel de Cervantes, de edad de treinta años, natural de Alcalá de Henares». Este documento lo envió a su sobrino Iriarte, y al día siguiente se lo comunicó al padre Sarmiento. El benedictino celebró la noticia y realizó algunas diligencias complementarias, como la lectura de la Topografía e historia de Argel del padre Haedo, que se publicó en Valladolid en 1612, que corrobora la información… Para el padre Haedo Miguel de Cervantes era un «hidalgo principal de Alcalá de Henares». En una de las obras que dejó manuscritas Sarmiento, dijo que estaba claro en la historia de Argel que la verdadera patria de Cervantes era Alcalá.

La insistencia de Sarmiento para que Pingarrón estimulase la búsqueda de la partida de bautismo llevó a encontrarla en la parroquia de Santa María. El cura, Sebastián García y Calvo, envió una copia certificada el 18 de julio de 1752, que publicó don Agustín Montiano el 19 de junio del mismo año 1752.

Poco después apareció en Alcázar de San Juan, lugar de la Mancha perteneciente al priorato de Castilla, otra fe de bautismo en la que consta que el 9 de noviembre del año 1558 fue bautizado por el licenciado Alonso Díaz Pajares un hijo de Blas Cervantes Saavedra y de Catalina López al que le puso de nombre Miguel. En el margen tenía anotado, en distinta letra, «este fue el autor de la historia de D. Quijote», lo que complicó el problema de la patria cervantina. Algunos literatos creyeron que se trataba verdaderamente del Cervantes del Quijote, conjetura que además venía apoyada por las referencias continuas de Cervantes a la Mancha. En Alcázar existía la tradición de que Cervantes era del pueblo, y la nota marginal de la partida lo confirmaba.

Sarmiento confrontó ambas partidas en 1760, comparando también la mención de Haedo junto con otras demostraciones convincentes de Vicente de los Ríos, que llevaron a la confirmación de que era Alcalá el lugar de nacimiento. (Cervantes, pag. 45 y 46)

Muñoz Machadoanota que «Poco después apareció en Alcázar de San Juan, lugar de la Mancha perteneciente al priorato de Castilla, otra fe de bautismo en la que consta que el 9 de noviembre del año 1558 fue bautizado por el licenciado Alonso Díaz Pajares un hijo de Blas Cervantes Saavedra y de Catalina López al que le puso de nombre Miguel». Casi de la misma manera que ya lo hizo Vicente de los Ríos en el Quijote de la RAE de 1780: «A poco tiempo de haberse estampado la partida de bautismo que antecede, se encontró en Alcázar de San Juan, Lugar de la Mancha perteneciente al Gran Priorato de Castilla, otra fe…». No, la partida de Miguel de Cervantes Saavedra de Alcázar de San Juan no apareció «poco después» de haberse descubierto en 1752 la de Alcalá de Henares y publicada por Montiano en su Discurso II sobre las tragedias españolas en 1753, sino que fue descubierta por Blas de Nasarre en 1748, cuatro años antes.

También afirma Muñoz Machado que «en una de las obras que dejó manuscritas Sarmiento, dijo que estaba claro en la historia de Argel que la verdadera patria de Cervantes era Alcalá». El padre Martín Sarmiento llega a esta conclusión, después de leer en 1752 la Topografía e historia general de Argel (1612) del padre Haedo, además de cotejar las dos certificaciones de las partidas de Alcalá de Henares y Alcázar de San Juan. Pero también el padre Sarmiento, en su manuscrito Noticia de la verdadera patria (Alcalá) de ÉL Miguel de Cervantes estropeado en Lepanto, cautivo en Argel y autor de la Historia de D. Quixote y conjetura sobre la Insula Barataria de Sancho Panza (1761), conservado en la BNE (Mss_018031), hace la cronología de las búsquedas de estas dos partidas, y no corresponde con la afirmación de Muñoz Machado en su Cervantes.

En 1761, escribe el padre Sarmiento:

El año de 1717, estando en este mi monasterio de S. Martin de Madrid, baxaba con frecuencia a la librería, que contiene 9 mil tomos. No tanto baxaba a leer; quanto a enredar y revolver libros. Sucedió, que entre ellos tropezé con uno en folio, cuyo título era: Topographia, è Historia General de Argel. Su autor, el Mro  Pe fr. Diego de Haèdo, benedictino. Lei un poco de la Topographia, y me pareció muy bien. Pero preocupado de que un monxe benito no podría tratar con exactitud y acierto, de las cosas de Argel; desamparé aquel libro, y eché mano de otro para divertirme. Despues, no volvi a ver ese Pe Haèdo, asta el año de 1752.

Ese año de 1752, entre otros libros que compré, compré el dicho tomo Historia de Argel. A la primera abertura del libro abri en la pag. 185 del Dialogo de los Martyres; en donde esta el famoso contexto de que era Miguel Cervantes un hidalgo principal de Alcalá de Henares…

 Asi que tropezé con la noticia de la verdadera Patria de Cervantes, la comuniqué, y con franqueza, al librero Francisco Manuel de Mena, que viene a mi celda con frecuencia. Señasele el libro, y el folio 185 de Haedo. Encarguele que esparziesese esa noticia de que Alcalá era la Patria de Cervantes; en la Rl Bibioteca, y en otros congresos de literatos. Mi fin era para que si alguno quisiese tratar ese punto, viese antes en Alcala la Fee de Bautismo de Cervantes. Creo que algunos hizieron la diligencia. Pero el que mas se esmeró en hacerla ha sido Dn Agustin de Montiano y Luyando, secretario de Su Mag. Y de la R. Academia de la Historia.

Este discreto y erudito caballero, solicitó que en Alcalá se vuscase la Fee de Bautismo. Vuscose, se halló y se le remitió. Y aviendola copiado, la imprimió a la letra en la pagina 10 de su tomo Discurso sobre las Tragedias Españolas: y la Tragedia Athaulpho. Alli supone, que yo tropeze con el texto del Pe Haedo que expresa que Cervantes ha sido de Alcala de Henares. El dicho tomo se imprimió en 1753 en 8º y en el se cita la pag 185 de Haedo para la noticia.

El padre Sarmiento, convencido de lo que había leído del padre Haedo, coetáneo de Cervantes, es quien en 1752 insta a que se buscase en los archivos parroquiales de Alcalá de Henares la fe de bautismo de Miguel de Cervantes. Ya se había hecho en 1748 un primer intento de localizar la partida de bautismo en Alcalá, después de que Juan de Iriarte encontrase una relación de cautivos liberados en 1580, en la que aparecía un «Miguel de Cervantes, de edad de treinta años, natural de Alcalá de Henares». Quizás, el haber centrado la búsqueda en los apuntes de los niños bautizados en los años 1549 a 1550 fue el motivo del fracaso. 

Blas de Nasarre (1689-1751), bibliotecario mayor de la Biblioteca Real y académico de la Real Academia Española, además de ser quien descubre en 1748 la partida de bautismo en Alcázar de San Juan, un año más tarde hace lo mismo con el acta de defunción de Miguel de Cervantes, encontrada en la parroquia de San Sebastián de Madrid, con la fecha de su muerte: «En 23 de abril de 1616 murió Miguel Cervantes Saavedra, casado con doña Catalina de Salazar, calle del León…». Nasarre publica esta acta de defunción en la «Disertación o Prólogo» de las Comedias y Entremeses de Miguel de Cervantes Saavedra, editadas en1749, pero sin su firma.

El padre Sarmiento, en su manuscrito, refiriéndose a Nasarre como «el anonymo», por haber publicado sin firmar esa «Disertación o Prólogo» a las Comedias, le confiere la autoría del descubrimiento de la partida de Cervantes en Alcázar de San Juan:

El Anonymo, que en 1732, reimprimio el Quixote de Tordesillas del pseudonymo Alonso Fernandez de Avellaneda; y el Anonymo, que en 1749 reimprimio Las Comedias de Cervantes, y le puso un largo Prologo, ha sido un solo autor bien conocido; y el cual estaba de asiento algunas veces en la Mancha. Me persuado a que a ese se le comunicó la noticia de la certificación del Alcazar de Sn Juan. Digo esto; porque antes que yo tropezase con la Historia de Argel; y aun antes que muriese el dicho Anonymo; me avian dicho en la celda, que ya se avía descubierto en la Mancha, la Patria de Cervantes; y tengo idea confusa de que señalaron el Alcazar de Sn Juan.

La cronología real de las apariciones de ambas partidas de bautismo, la de Alcázar de San Juan y la de Alcalá de Henares, es evidente. Antes de que el padre Sarmiento comprara y leyese la Historia de Argel, del padre Haedo, «en donde esta el famoso contexto de que era Miguel Cervantes un hidalgo principal de Alcalá de Henares», cosa que hace en el año 1752, ya se conocía la partida de bautismo de Miguel de Cervantes en Alcázar de San Juan, descubrimiento atribuido a Blas de Nasarre. Si Nasarre muere en 1751, habiendo publicado el acta de defunción de Cervantes en el prólogo de las Comedias editadas en 1749, la fecha de la aparición pública de la partida alcazareña de 1748 es cuatro años anterior al descubrimiento de la alcalaína y cinco de su publicación por Agustín de Montiano. 

Esta cronología en la aparición de las partidas de bautismo no cambia en nada la biografía oficial conocida de Miguel de Cervantes. Tampoco cambia la tradición que se ha transmitido en Alcázar de San Juan de generación en generación, que llegó incluso a cambiar su nombre oficial a Alcázar de Cervantes durante algunos años del pasado siglo XX. Antes de que Blas de Nasarre escribiese en 1748, al margen de la partida alcazareña, «Este fue el autor de la Historia de Dn Quixote», la tradición alcazareña ya había reconocido a su vecino Miguel, primer hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, como el autor del Quijote.

 

                                                    Luis Miguel Román Alhambra

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Alfonso Dávila biógrafo de Cervantes visita la comarca del Quijote

Fecha de Publicación: 22/05/2022

 

Alfonso Dávila Oliveda, tercero por la izquierda

 

Dávila Oliveda es burgalés afincado en Alcalá de Henares, ex director del Archivo General de la Administración, ha participado en un almuerzo organizado por la Sociedad Cervantina de Alcázar y visitará en los próximos días la comarca del Quijote

Frente a la mayoría de biógrafos que aseveran que nuestro escritor no pasó por la universidad, él puede presumir de haber encontrado los documentos que certifican la estancia de Miguel de Cervantes en la Universidad de Alcalá de Henares figurando matriculado en ella entre los años 1566 al 1568

Alcázar de San Juan, 22 de mayo de 2022.- La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha recibido en su actividad “los Almuerzos de don Quijote” a Alfonso Dávila Oliveda gran profesional de los archivos españoles e incansable buscador de documentos, especialmente los que contribuyen a aclarar la oscura -todavía- biografía de Miguel de Cervantes Saavedra.

Dávila es Licenciado en Historia y Diplomado en Archivística y Documentación. Ex  director del Archivo General de la Administración, así como Facultativo del Cuerpo de Archiveros del Estado y tiene publicada una amplia e interesante biografía de Cervantes:

  • Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. Vol. 1. Soldado poeta (1547-1585), 2015.
  • Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. Vol. 2. El agente del Rey predestinado para el teatro, que se dedicaba a los negocios poeta (1586-1595), 2016.
  • Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. Vol. 3. El espía (1595-1603), 2019; de la que aún le queda por terminar la correspondiente a la última parte de su vida y está trabajando en ella.

Precisamente ha venido a la comarca del Quijote para conocer de primera mano Alcázar de San Juan, El Toboso, Campo de Criptana, Puerto Lápice, Argamasilla de Alba, las Lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos, lugares por donde se desarrollaron las aventuras principales del Quijote.

Muchos de sus hallazgos documentales que enriquecen su biografía cervantina chocan con las biografías oficiales (podríamos llamarlas así) ya que todas ellas se inspiran en mayor o menor medida en la Vida de Miguel de Cervantes Saavedra escrita en 1737 por Mayans y Siscar, siendo más que comprobado que los documentos que no se ajustan al relato establecido por este primer biógrafo, se desprecian o se esconden, se destruyen o se hacen desaparecer para no acabar con el mito de Cervantes que quedó establecido con esta obra.

Pero es evidente que ha encontrado documentos que atestiguan el paso de Miguel de Cervantes por la Universidad de Alcalá, al menos entre los años 1566 y 1568, siendo síndico estudiantil (lo que equivaldría a ser delegado de curso) en los años 1567 y 1568; y teniendo por compañeros de estudios a Mateo Alemán, Juan de Palacios (cura de Esquivias y tío de su futura mujer Catalina de Salazar y Vozmediano), Mateo Sánchez, Pedro Laynez e incluso a Gaspar de Ezpeleta quien morirá en el lecho de Miguel, en Valladolid en el año 1605.

Tras su llegada a Alcázar de San Juan, Alfonso Dávila, en compañía de miembros de la Directiva de la SCA, ha visitado el Museo Casa del Hidalgo, donde ha podido comprobar cómo era la casa y la vida de un hidalgo del Siglo de Oro español y donde ha podido apreciar un facsímil de la partida de bautismo del Miguel de Cervantes alcazareño. Después visitó la plaza de Santa María y sus alrededores donde está la estatua de Cervantes, el cubillo de la muralla, el torreón del Gran Prior y la Capilla de Palacio. Desde allí se trasladó a la sede de la Cervantina a degustar unos típicos platos manchegos. 

Alfonso Dávila habló en la sede de los cervantistas alcazareños de tres personas llamadas Miguel de Cervantes, el bautizado en Alcalá, el bautizado en Alcázar de San Juan y un tercer Miguel de Cervantes mexicano, nacido en Oaxaca, perteneciente a la rama familiar de los Cervantes de América, fundadores del Estado Mexicano. Defendió además que todos eran escritores, manifestando su corazonada -que basa en los documentos encontrados-, de que todos pudieran haber trabajado coordinados tanto en sus redes de negocios como en aspectos cultuales, en diferentes momentos de sus vidas.  

También habló de los caballeros de la orden de San Juan y de algunos de sus secretos que han mantenido ocultos durante mucho tiempo, que les dieron ventajas económicas y de salud en su época, y que por afectar a la ciudad de Alcázar de San Juan y sus recursos económicos, en breve desvelará publicando un artículo donde dará a conocer el poder que en su tiempo llegaron a alcanzar los caballeros sanjuanistas.

Los socios cervantinos disfrutaron de la erudición de este invitado que no paró de ofrecerles datos y que apuntó algunos temas muy interesantes y los archivos donde se encuentran los documentos que los apoyan, sobre los que desarrollar las investigaciones que algunos de los socios están llevando a cabo.

En resumen, un fructífero almuerzo que ha enriquecido a los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan después de haber compartido mesa, mantel y afición por espacio de casi ocho horas. Por su arraigada amistad personal con Krzysztof Sliwa, prometió a los cervantistas alcazareños una próxima visita acompañado del reconocido cervantista polaco.

Alfonso Dávila Oliveda entró a la bodega-sede de la Sociedad como invitado y salió como un amigo más de esta asociación cultural que crece en importancia y conocimiento día a día.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Maneras de comer en el Quijote

Fecha de Publicación: 03/05/2022
Ilustración de Gustave Doré para la edición L’ingénieux hidalgo Don Quichotte de la Manche (Hachette), PARIS, 1863. Tomada de QBI – Banco de Imágenes del Quijote

Por: Luis Gómez Canseco

Ponencia en la IV Mesa Redonda Cervantina «La gastronomía del Quijote en el siglo XXI», celebrada en Alcázar de San Juan el 30/04/2022

Para la narrativa que comienza su andadura a finales del siglo XV, la presencia de la comida está hondamente relacionada con la irrupción de la realidad en la ficción. En ese recorrido que empieza con La Celestina y sigue hasta el Lazarillo de Tormes, la comida tiene una cierta importancia, aunque en principio más como reflejo del hambre y de una situación social que con entidad propia. No obstante, cuando avanzamos hacia el Guzmán de Alfarache y, sobre todo, hacia el Quijote, el asunto cambia por completo. Se trata de textos mucho más complejos, en los que el no solo el tiempo o la geografía vienen a coincidir con los de los lectores contemporáneos, sino que todo contribuye a la reconstrucción en palabras de esa apariencia de realidad: el lenguaje, los usos, el ambiente, los personajes mismos y, claro está, lo que comen.

Cervantes quiso que sus personajes tuvieran vida y que, como consecuencia, cumplieran con las condiciones fisiológicas necesarias para ello. De ahí el elogio que el cura Pero Pérez hace del Tirante el Blanco durante el escrutinio de la librería de don Quijote:

Dígoos verdad, señor compadre, que por su estilo es este el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte. (I, 6)

En principio, nada hay de extraordinario ni de novelesco en esta cuestión, que pudiera parecer intrascendente; pero Cervantes se sirvió de ella al menos para dos funciones. En primer lugar, le permitió crear un paisaje narrativo que parece real y que da densidad al mundo imaginario. En segundo lugar, lo que los personajes comen y el modo en cómo lo hacen nos ayuda a conocerlos en su complejidad.

Esquematizando mucho esa complejidad, podríamos decir que hay tres maneras básicas de comer en el libro. cervantino: la primera es el hambre, esto es, no comer; la segunda es comer con ansia; la tercera, por el contrario, consiste en comer con contención y mesura. Estos modos –en especial los dos últimos– reflejan en buena medida los órdenes sociales que se reflejan en el libro. Y es que, más allá del hambre que tenga cada uno, el ansia a la hora de comer se asociaba a lo villanesco, mientras que la mesura correspondía a las maneras más educadas de sentarse a la mesa y de comportarse frente a la oferta gastronómica.

Se trata, si bien se mira, del mismo arco social que podemos ver reflejado en el Quijote, con una primera parte dominada por un paisaje mucho más rural –el de las ventas, los arrieros, los pastores y los villanos–, donde las clases más altas solo comparecen en el enredo de Sierra Morena, cuando don Quijote y su cuadrilla llegan a la venta con Cardenio y Dorotea, y se encuentran allí con don Fernando, Luscinda, el oidor, don Luis, doña Clara y el capitán cautivo. En la segunda parte, muy probablemente bajo el impacto provocado por el Quijote apócrifo de Alonso Fernández de Avellaneda, Cervantes llevó su caballero hacia un mundo más urbano, más amplio y más diverso en el dibujo que se hace de la sociedad contemporánea.

En el libro de 1605, los protocolos se mueven entre la cena con los pastores y las frugales comidas de Sancho y su amo en medio del campo. En 1615, sin embargo, nos encontramos con episodios culinarios mucho más elaborados como las bodas de Camacho, los sufrimientos de Sancho en su mesa de gobernador en la ínsula Barataria o la visita a la casa de don Antonio Moreno. En ese recorrido, vamos a pasar desde simples alforjas de viaje o mesas poco surtidas, como sería la del propio Alonso Quijano, a auténticos festines gastronómicos. Aun así, en cada uno de esos casos los personajes guardan su particular protocolo.

La escasez que a menudo afecta a las alforjas de Sancho se ve compensada por la abundancia que gentilmente se les ofrece aquí y allá. Ese despliegue alimenticio con el que se encuentran –sobre todo en la segunda parte– tenía mucho que ver con el prestigio social del anfitrión, que de este modo ponía de manifiesto su riqueza y liberalidad. De ahí que don Diego de Miranda, el caballero del Verde Gabán, asegure que sus convites eran «limpios y aseados y nonada escasos» (II, 16). Conviene recordar aquí que el protocolo de la corte de Borgoña, introducido en España por la dinastía de los Austrias, recomendaba servir un buen número de platos simultáneamente, tal como se ve en el fallido banquete de Sancho como gobernador o, en una versión rústica, en las bodas de Camacho.

Pero recordemos que la primera forma de comer era con hambre y sin remilgos. Es lo que hace Cardenio, a pesar de su condición, en Sierra Morena:

Luego sacaron Sancho de su costal y el cabrero de su zurrón con que satisfizo el Roto su hambre, comiendo lo que le dieron como persona atontada, tan apriesa, que no daba espacio de un bocado al otro, pues antes los engullía que tragaba; y en tanto que comía ni él ni los que le miraban hablaban palabra. (I, 24)

Otro tanto cabe decir de los peregrinos que acompañan al morisco Ricote, que comen «con grandísimo gusto y muy de espacio». Pero hasta en esto guardaban su protocolo, porque lo hacen tomando la comida «con la punta del cuchillo, y muy poquito de cada cosa». Bien es verdad que, cuando se trata de beber, la cosa cambia:

…y luego al punto todos a una levantaron los brazos y las botas en el aire: puestas las bocas en su boca, clavados los ojos en el cielo, no parecía sino que ponían en él la puntería; y de esta manera, meneando las cabezas a un lado y a otro, señales que acreditaban el gusto que recebían. (II, 54)

Los mismos cabreros del capítulo 11 de la primera parte se someten a normas sociales a la hora de comer. Cuando don Quijote y Sancho llegan a la majada, los cabreros les acogen con generosidad, atendiéndoles con su mejor protocolo:

…tendiendo por el suelo unas pieles de ovejas, aderezaron con mucha priesa su rústica mesa y convidaron a los dos, con muestras de muy buena voluntad, con lo que tenían. Sentáronse a la redonda de las pieles seis dellos, que eran los que en la majada había, habiendo primero con groseras ceremonias rogado a don Quijote que se sentase sobre un dornajo que vuelto del revés le pusieron. (I, 11)

Animado por esa sencillez, don Quijote invita a Sancho a romper la distancia social que los separa y comer juntos. El escudero rechaza, sin embargo, la oferta para comer a sus anchas sin atenerse a esas normas que marcaba la urbanidad de la época:

Mucho mejor me sabe lo que como en mi rincón sin melindres ni respetos, aunque sea pan y cebolla, que los gallipavos de otras mesas, donde me sea forzoso mascar despacio, beber poco, limpiarme a menudo, no estornudar ni toser si me viene gana, ni hacer otras cosas que la soledad y la libertad traen consigo. (I, 11)

A la postre, tales ataduras terminarán por serle impuestas al escudero cuando lleguen al palacio de los duques. Primero será don Quijote quien, tras comer con todo el aparato a la mesa de los duques, sufrirá un protocolo inventado y burlesco con el que le lavan las barbas. La costumbre sorprende incluso a Sancho, que asegura: «en las cortes de los otros príncipes siempre he oído decir que en levantando los manteles dan agua a las manos, pero no lejía a las barbas» (II, 32). Más adelante será el propio don Quijote quien le instruya con sus consejos en los modos comer que convienen a un gobernador, atendiendo tanto a la dieta como a la mesura y al protocolo. De ahí se suceden esas tres extraordinarias sentencias: «No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería», «Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago» y «Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie». Sancho, que no entendía esa voz de erutar, precisa que su amo le explique que «quiere decir ‘regoldar’, y este es uno de los más torpes vocablos que tiene la lengua castellana, aunque es muy sinificativo». A lo que el escudero repone: «Uno de los consejos y avisos que pienso llevar en la memoria ha de ser el de no regoldar, porque lo suelo hacer muy a menudo» (II, 43).

Ya en su gobierno insular, Sancho disfrutará del mismo aparato y la gastronomía de los que disfrutaban los nobles, pero lo hará bajo la implacable tutela del doctor Pedro Recio de Agüero, natural de Tirteafuera, que le impide disfrutar del festín que, como gobernador, tenía a la mano. Tan es así que, cuando decide abandonar el cargo, tan solo pide «medio queso y medio pan», sin «mayor ni mejor repostería» (II, 53). Vuelve así a su dieta y maneras de villano.

Sin embargo, a partir de ese momento, el escudero se hace otro. Sobre todo, desde el punto y hora en que el Quijote apócrifo vio la luz. Avellaneda pintó a Sancho como un villano zafio y glotón, que se atracaba de albondiguillas y manjar blanco, y se guardaba las sobras en los bolsillos. Así se lo recordaba don Antonio Moreno en Barcelona: «Acá tenemos noticia, buen Sancho, que sois tan amigo de manjar blanco y de albondiguillas, que si os sobran las guardáis en el seno para el otro día». A lo que Sancho repone: «No, señor, no es así, porque tengo más de limpio que de goloso, y mi señor don Quijote, que está delante, sabe bien que con un puño de bellotas o de nueces nos solemos pasar entrambos ocho días». Hasta el propio don Quijote sale en defensa de su escudero, asegurando que «la parsimonia y limpieza con que Sancho come se puede escribir y grabar en láminas de bronce, para que quede en memoria eterna en los siglos venideros. Verdad es que cuando él tiene hambre parece algo tragón, porque come apriesa y masca a dos carrillos, pero la limpieza siempre la tiene en su punto». Y aún añade una puntualización extraordinaria sobre los modos de comer, y es que «en el tiempo que fue gobernador aprendió a comer a lo melindroso: tanto, que comía con tenedor las uvas, y aun los granos de la granada» (II, 62).

Algo había haber de verdad, porque en la primera parte el escudero no tiene inconveniente en comer a sus anchas cuando el hambre le azuza:

Díjole Sancho que mirase que era hora de comer. Respondiole su amo que por entonces no le hacía menester, que comiese él cuando se le antojase. Con esta licencia, se acomodó Sancho lo mejor que pudo sobre su jumento, y, sacando de las alforjas lo que en ellas había puesto, iba caminando y comiendo detrás de su amo muy de su espacio, y de cuando en cuando empinaba la bota, con tanto gusto, que le pudiera envidiar el más regalado bodegonero de Málaga. (I, 8)

En la segunda, no obstante, ya derrotado en las playas de Barcelona, el caballero se dirige de regreso a la aldea, sin ánimo para pensar en alimentos: «No comía don Quijote, de puro pesaroso». Ante esta situación, el antiguo villano ya ha aprendido a abstenerse y a guardar las formas: «Sancho no osaba tocar a los manjares que delante tenía, de puro comedido, y esperaba a que su señor hiciese la salva». Pero solo por un tiempo razonable, porque al poco, viendo que don Quijote «no se acordaba de llevar el pan a la boca, no abrió la suya y, atropellando por todo género de crianza, comenzó a embaular en el estómago el pan y queso que se le ofrecía» (II, 59).

Pero ¿qué ocurre con el caballero en todo este paisaje? Le hemos visto instruir a Sancho en las buenas maneras, sentarse a la mesa con don Diego de Miranda, con don Antonio Moreno o con los nobilísimos duques, sin despreciar por ello la invitación de los cabreros o las alforjas de Sancho. Pero ocurre –y no es traza de menor cuantía– que todo lo que Alonso Quijano sabe, don Quijote lo transforma en materia de caballerías. Y en estos libros a los caballeros todo se iba en amores y batallas, sin atender demasiado al sustento. El mismo caballero lo recordaba al poco de salir de su aldea:

Hágote saber, Sancho que es honra de los caballeros andantes no comer en un mes, y, ya que coman, sea de aquello que hallaren más a mano; y esto se te hiciera cierto si hubieras leído tantas historias como yo, que aunque han sido muchas, en todas ellas no he hallado hecha relación de los caballeros andantes comiesen, si no era acaso y en algunos suntuosos banquetes que les hacían, y los demás días se los pasaban en flores. (I, 10)

En los libros de caballerías, como en los de pastores o los sentimentales, apenas había tiempo y ocasión para comer. Aseguraba Luis Cernuda que, tras leer el Quijote de cabo a rabo, se sale con la sensación de que don Quijote casi no come y apenas duerme. Pero eso es lo que corresponde a un verdadero caballero andante y enamorado, y don Quijote ha decidido serlo a las bravas y con todas las consecuencias. En la historia de Cervantes, don Quijote está rodeado, casi asediado por la realidad, pero en su caso la literatura ha sustituido a la vida. Se alimenta casi exclusivamente de unas pocas ideas que ha encontrado en los libros de caballerías. Y en esos los libros –Alonso Quijano lo sabía bien– los caballeros comen poco y cenan más poco.

 

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Luis Gómez Canseco es Doctor en Filología Hispánica y Profesor en la Universidad de Huelva. Es Socio de Honor de la Sociedad Cevantina de Alcázar de San Juan

Ruta Cervantin@lcazar homenajeando a Cervantes en el aniversario de su muerte

Fecha de Publicación: 24/04/2022

El domingo 24 de abril y conmemorando el 406 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, un grupo de asistentes conocieron los lugares de Alcázar de San Juan que tienen vinculación con el escritor y su obra

Alcázar de San Juan, 24 de abril de 2022.- En la mañana de este domingo 24 de abril recién cumplidos ayer los 406 años de la muerte de Miguel de Cervantes, los asistentes a la Ruta Cervantin@lcazar han recorrido los diferentes lugares de la ciudad que tienen vinculación con el escritor y su obra, de mano de la Sociedad Cervantina de Alcázar.

El inicio de la ruta ha sido la escultura “Alonso con su gato” del escultor valdepeñero Antonio Lillo Galiani, situada en la Av. de Herencia frente a Aguas de Alcázar y punto de encuentro habitual de la ruta guiada.

Posteriormente los asistentes conocieron la historia que encierra el Quijote Cósmico, en la plaza de Palacio, busto que Eulalio Ferrer (español exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México) regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan y del que existe otro ejemplar exactamente igual en Guanajuato, México. La relación de amor e interés de Eulalio Ferrer por la ciudad de Alcázar de San Juan se remonta a la época en la que estuvo funcionando la “Orden de los Escuderos Sanchos” a la que el publicista español residente en México perteneció,

Aquí los asistentes conocieron de manos de Luis Miguel Román un Quijote, en edición de Calleja de 1905 justamente igual al que consiguió Eulalio Ferrer en el campo de refugiados de ArgelèssurMeren el sur de Francia cambiándolo por una cajetilla de tabaco, y con el que inició su pasión por el Quijote.

Enseguida llegaron a la Iglesia de Santa María, parroquia fundada en 1226 y donde existe la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558.

Se detuvieron en la calle San Juan, justo en el lugar en el que Manuel Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que tuvo tres hijos, Pedro Barba, Juan Barba y Catalina Vela. Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y Gutiérrez Quesada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX 1a parte, Don Quijote refiriéndose a estos dos personajes dice "de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón".

También se comenta que un bisnieto de Juan López Caballero, que vivía en la misma casa, llamado Alonso Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes, primo hermano de Miguel de Cervantes, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia te su padre: "que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes" tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Don Quijote.

En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue unos de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda y Juan Francisco Ropero y Tardío, quien puso al corriente de Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se ha ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1870 de la Real Academia Española realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

Y en esta misma plaza dando un repaso al resto de la Ruta como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII o dando un repaso a los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que contiene una reproducción única en España, donde se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que están colocadas en perfecto orden cronológico, se dio por finalizada la Ruta no sin antes dar un repaso a la relación que pudo tener Cervantes con la familia Romero Gaitán que habían financiado la construcción del convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, lugar donde fue enterrado junto con su mujer Catalina de Salazar y otras personas que no pertenecían a la familia benefactora del convento.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Un cuento del Quijote está basado en hechos y personajes reales de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 11/04/2022

 

Detalle del folio 45 del Libro Primero de desposorios y velaciones del Archivo parroquial de Santa María, en el que aparece Catalina López hija de Alonso de los Álamos en 1586

 

Lo que parecía ser otro artificio ingenioso de Cervantes para dar credibilidad al Quijote, alejándolo así de las antiguas novelas de caballerías, ha resultado ser la crónica de unos hechos ocurridos realmente en Alcázar de San Juan durante la segunda mitad del siglo XVI.

A esta conclusión ha llegado Luis Miguel Román Alhambra, miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, después de cotejar datos de los archivos parroquiales e históricos municipales de la ciudad y crónicas antiguas de la ciudad de Medina del Campo (Valladolid).

En el capítulo treinta y uno de la segunda parte del Quijote (1615), Sancho Panza narra un cuento en el palacio de los duques, que según él había ocurrido en su mismo pueblo. Lo comienza diciendo que un hidalgo vecino suyo, que descendía de la familia de los Álamos de Medina del Campo, se había casado con la hija de don Alonso de Marañón, un caballero de la Orden de Santiago que se había ahogado en la catástrofe naval en la ensenada de La Herradura (Granada).

Román recuerda en su investigación un hecho casi olvidado de nuestra historia ocurrido el 19 de octubre de 1562: el gran desastre que la Armada Española sufrió en las costas granadinas. En él se perdieron, por causa de un fuerte temporal,  veinticinco de los veintiocho barcos que formaban la escuadra y más de cinco mil personas resultaron ahogadas, entre marineros, soldados y galeotes. Román afirma que Cervantes utiliza el recuerdo de esta tragedia tan conocida por los españoles de finales del siglo XVI y principios del XVII, cómo otro recurso más para dar verosimilitud al texto cervantino, al igual que hace con la expulsión de los moriscos, también en esta segunda parte del Quijote.

Lo que Luis Miguel Román aporta documentalmente al mundo cervantino es la existencia de un miembro de la familia de los Álamos de Medina del Campo que desaparece sin dejar un rastro claro de esta villa y quien pudo ser el origen del apellido Álamo o Álamos, que existió en Alcázar de San Juan durante el siglo XVI como lo demuestra con varias inscripciones en los libros parroquiales que se conservan en la iglesia de Santa María. De la familia Marañón, ha localizado una buena parte del linaje e incluso a un hidalgo alcazareño de principios del siglo XVII, Francisco Pérez Marañón, descendiente directo de ambas familias, Álamos y Marañón.

Asegura que aunque los archivos parroquiales de la parroquia de Santa Quiteria se perdieron en la Guerra Civil Española, que probarían documentalmente la existencia del malogrado don Alonso de Marañón al vivir en una casa cercana a esta iglesia, con los datos recopilados sobre sus descendientes directos Cervantes no contó una fábula en boca de Sancho Panza, sino unos hechos reales bien conocidos por los vecinos de Alcázar de San Juan a principios del siglo XVII.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

El artículo completo publicado se puede leer en:

https://cervantesalcazar.com/blog

https://sociedadcervantinadealcazar.home.blog/

https://cosasdealcazardesanjuan.wordpress.com/2022/03/27/alonso-de-maranon-y-el-lugar-de-don-quijote/

https://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/2022/03/27/alonso-de-maranon-y-el-lugar-de-don-quijote/

 

 

El legado de Sancho Panza sigue vivo en todo el mundo

Fecha de Publicación: 01/04/2022

Finalizado el plazo de recepción de trabajos, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan anuncia que ha recibido 120 relatos procedentes de 13 países de todo el mundo para el concurso “El Legado de Sancho Panza” lo que supone un gran éxito para ser la primera edición

Alcázar de San Juan, 1 de abril de 2022.- A las 23:59 horas del 30 de marzo finalizaba el plazo para la recepción de trabajos en el Primer Concurso de Relatos Breves “El legado de Sancho Panza” que organiza la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan en colaboración con el Ayuntamiento de esta localidad manchega Corazón de la Mancha.

A esta primera edición han concursado ciento veinte relatos procedentes de trece países del mundo, aunque han sido mayoría los que han llegado desde todas las Comunidades Autónomas de España excepto desde las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Se han recibido relatos desde Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, El Salvador, México, Perú, Puerto Rico, Suiza, Venezuela, Uruguay y España.

El nivel de las obras es muy alto y el jurado lo va a tener difícil para determinar los tres primeros premios de 300, 200 y 100 euros (así como los finalistas que obtendrán diploma), que se harán públicos el próximo 30 de abril en la clausura de la IV Mesa Redonda Cervantina titulada “La gastronomía del Quijote en el siglo XXI”, que se celebrará en la sede de la D.O. de vinos de la Mancha.

Cerrado el plazo, la organización ya se ha puesto en contacto con los participantes para anunciarles la fecha del fallo del jurado y para informarles de que oportunamente se les remitirá el enlace para que puedan visualizar tanto el desarrollo de la Mesa Redonda Cervantina como el fallo del jurado mediante emisión en directo a través de internet, desde donde podrán seguirlo todo en directo en el mismo momento en que esté sucediendo. Los canales habituales de información de la SCA son Facebook https://www.facebook.com/100007940075912 y también en la propia web https://cervantesalcazar.com/

Agradeciendo a todos su participación en el concurso, la Sociedad Cervantina y el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan emplazan a concursantes, medios de comunicación y público en general al fallo del jurado el sábado 30 de abril.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Alonso de Marañón y el lugar de don Quijote

Fecha de Publicación: 27/03/2022

ʺPOR EL HILO SE SACARÁ EL OVILLOʺ (Q1, 4)

El Quijote, «una tela de varios y hermosos lazos tejida»


De mi artículo El sastre del cantillo:
A principios del siglo XVII Cervantes es ya una persona mayor, y en su cabeza rondan mil historias y cuentos, vivencias personales y fábulas oídas junto al fuego de las muchas ventas en las que tuvo que pasar las noches de camino. No quiere escribir «cuentos disparatados que atienden solamente a deleitar…», donde «un mozo de diez y seis años da una cuchillada a un gigante como una torre y le divide en dos mitades, como si fuera de alfeñique…», o el espacio-tiempo narrado es imposible como cuando «una gran torre llena de caballeros va por la mar adelante, como nave con próspero viento, y hoy anochece en Lombardía y mañana amanezca en tierras del preste Juan de las Indias, o en otras que ni las descubrió Tolomeo ni las vio Marco Polo…».

Abandona lo que tiene escrito, aunque quizás lo recicle después en la novela como hizo con otras novelitas o cuentos que tenía guardados en un cajón, y decide hacer sin probaturas, no tiene tiempo para eso, el Quijote:

«… hecho con apacibilidad de estilo y con ingeniosa invención, que tire lo más que fuere posible a la verdad, sin duda compondrá una tela de varios y hermosos lazos tejida, que, después de acabada, tal perfeción y hermosura muestre, que consiga el fin mejor que se pretende en los escritos, que es enseñar y deleitar juntamente, como ya tengo dicho». (Q1, 47)

Sabe el gusto de los muchos lectores de novelas de caballerías, que como las comedias que se representaban «todas o las más son conocidos disparates y cosas que no llevan pies ni cabeza», pero también reconoce «que las que llevan traza y siguen la fábula como el arte pide no sirven sino para cuatro discretos que las entienden». Por tanto, su ingenioso invento literario tiene que satisfacer a todos, a «discretos e ignorantes», para evitar, según precisa él, que «al cabo de haberme quemado las cejas por guardar los preceptos referidos, que vendré a ser el sastre del cantillo».

Tenía que ingeniar de cabo a rabo, para no llegar a ser aquel «sastre del cantillo que ponía de su casa el hilo», una novela que fuese leída con agrado e interés por mucha gente de toda condición, tanto por los discretos como por el vulgo, porque, cómo él bien sabía, solo con la fama no se llenaba el plato de comida.
Cervantes cose sus cuentos, invención suya o reciclando los escuchados, con personajes reales, cotidianos, hilvanándolos todos y cada uno con el sutil hilo del espacio conocido y el tiempo real. Cambia así, con este «discreto artificio» las formas de componer los antiguos libros de caballerías, en las que el lector tenía que trasladarse mentalmente al tiempo del protagonista, a veces a los lejanos siglos XII-XIV, creando un novedoso libro de caballerías en el que es el antiguo caballero andante el que se traslada a principios del siglo XVII.

Elige para su protagonista la figura de Alonso, un hidalgo manchego normal de su tiempo, el Renacimiento, que se comportará como un antiguo caballero andante del Medievo durante las aventuras en la figura de don Quijote, llevándolo por caminos y parajes reales, haciendo así el Quijote verosímil y creíble para sus lectores. De no haberlo hecho así, su libro de caballerías no habría trascendido hasta nuestros días como el Quijote.

 

Una novela con hechos históricos conocidos por todos

Entre los discretos artificios, o recursos literarios, que ingenió para que su novela «tire lo más posible a la verdad» fue la de incorporar a las aventuras del hidalgo manchego referencias de hechos históricos recientes, muy conocidos por cualquier lector de su época, como por ejemplo la expulsión de los moriscos de España (1609-1613) o el desastre de la Armada española en la bahía granadina de La Herradura (1562).

Alusiones históricas que de omitirlas la ficción quijotesca no habría variado en absoluto. Sin duda alguna, Cervantes hilvana estos datos en el cuento a propósito con el fin de dar verosimilitud a las aventuras del trasnochado hidalgo manchego.

De la expulsión de los moriscos de España se han escrito miles de folios, siendo un hecho todavía hoy recordado por la gran trascendencia que tuvo en la sociedad española y en los propios expulsados. Pero no tanto del naufragio de una buen aparte de la Armada en las costas de Almuñécar. ¿Qué ocurrió aquel 19 de octubre de 1562 en La Herradura para que Cervantes la recuerde medio siglo después en el Quijote?

Solo recordar que Carlos I y su hijo Felipe II heredan una Marina militar instaurada en España durante el reinado de Fernando III el Santo y legislada en el Código de las Partidas por su hijo Alfonso X el Sabio en el siglo XIII. La escolta por el Atlántico de galeones que transportaban desde América oro y plata, las intrigas de franceses e ingleses y el poder de la flota turca, que amenazaba constantemente las costas del Mediterráneo con una invasión en cualquier parte, hizo que en el siglo XVI la Marina de Guerra española tuviese un gran auge. La incertidumbre constante en el Mediterráneo obligó a la Corona a dotar a este espacio de un gran número de embarcaciones de guerra a la Armada Española.

Las malas condiciones del mar son factores determinantes que condicionan la navegación de los navíos, más en aquellas embarcaciones que incluso las podían hacer naufragar con cierta facilidad. Condiciones desfavorables especialmente en invierno, tiempo que si las circunstancias lo permitían la flota lo pasaba resguardándose en algún puerto seguro.

El 18 de octubre de 1562, la escuadra de veintiocho galeras capitaneada por don Juan de Mendoza, después de aprovisionarse en el puerto de Málaga zarpa en dirección a Orán, para realizar una de sus últimas operaciones antes de su refugio invernal. Después de pasar la noche, remando bajo la lluvia y con vientos cambiantes, se refugian sobre las diez de la mañana en la bahía de La Herradura, detrás de la Punta de la Mona. Resguardados del fuerte viento del Levante, parecía entrar la calma en la flota cuando un fortísimo viento del Sur, sin tiempo si quiera de levar anclas para tratar de cambiar su posición a remo, empuja sin control a las galeras entre ellas y contra las rocas cercanas.

De la galera Capitana de España, al mando del propio don Juan de Mendoza, solo se salvaron cinco personas de las más de cuatrocientas que iban a bordo. Don Juan de Mendoza también murió ahogado después de golpearle uno de los palos de las velas y ser arrastrado al mar. En tres trágicas horas, de las veintiocho galeras de la escuadra española quedaron a flote y maltrechas solo tres. Las pérdidas humanas fueron enormes, algunos investigadores llegan a cifrarlas en cinco mil personas, entre soldados, marineros, galeotes y personal civil embarcado en Málaga.

Para dimensionar la magnitud del desastre naval de La Herradura, basta con compararla con el comienzo del epílogo de la Gran Armada. La Invencible, como ordinariamente se le recuerda por los ingleses, sufrió durante más de un mes, en septiembre de 1588, terribles tormentas frente a las costas de Irlanda, naufragando veintiocho embarcaciones, entre buques de guerra y cargueros, muriendo varios de miles de personas, de un total de treinta y cuatro o treinta y cinco buques perdidos durante toda la campaña contra los ingleses. Una tragedia similar en pérdidas humanas y materiales ocurrió en La Herradura, pero tan solo en tres horas dramáticas.

Aunque el desastre, en primer momento, se trató de silenciar para evitar un ataque turco a las desprotegidas ciudades de la costa del Mediterráneo, una vez recompuesta la flota española y derrotada la del imperio otomano en Lepanto, en 1571, fueron constantes las informaciones en España y América sobre esta gran tragedia en la ensenada de La Herradura.

Información que también pudo Cervantes haberla conocido de primera mano de los mismos vecinos de Motril, Salobreña y Almuñécar, que acudieron a ayudar a los heridos y sobrevivientes ese mismo día.

Cervantes estuvo en Motril en 1594 ejerciendo de funcionario recaudador de impuestos atrasados. Fue un hecho que conmocionó a la comarca durante años por la gran cantidad de cuerpos recogidos sin vida en la playa por sus vecinos.

Las relaciones nominales de hombres y mujeres que iban a bordo de las galeras se perdieron en el naufragio y en los incendios de los archivos de la Alhambra y Valencia de don Juan, donde se llevaron todos los documentos encontrados en la arena de la playa. Se conoce el número de soldados, marineros y remeros que integraban cada galera por cartas de información, pero no sus nombres.

Volvamos al Quijote. Este dramático suceso es citado en el capítulo XXXI del segundo Quijote. Al inicio de la comida con la que fueron recibidos amo y escudero en el palacio de los duques, Cervantes intercala un cuentecillo en boca de Sancho a cuenta del protocolo exigido por el duque a don Quijote para sentarse a la mesa: «Si sus mercedes me dan licencia, les contaré un cuento que pasó en mi pueblo acerca desto de los asientos». Con la debida incertidumbre en don Quijote por lo que Sancho pudiera decir y cómo lo iba a decir, ante la insistencia de la duquesa Sancho Panza dice:

Y el cuento que quiero decir es este: convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal,… a un labrador pobre, pero honrado. Y así, digo que llegando el tal labrador a casa del dicho hidalgo convidado… estando, como he dicho, los dos para sentarse a la mesa, el labrador porfiaba con el hidalgo que tomase la cabecera de la mesa, y el hidalgo porfiaba también que el labrador la tomase, porque en su casa se había de hacer lo que él mandase; pero el labrador, que presumía de cortés y bien criado, jamás quiso, hasta que el hidalgo, mohíno, poniéndole ambas manos sobre los hombros le hizo sentar por fuerza, diciéndole: Sentaos, majagranzas; que adonde quiera que yo me siente será vuestra cabecera. Y este es el cuento, y en verdad que creo que no ha sido aquí traído fuera de propósito. (Q1, 31)

Cervantes, para dar credibilidad al cuento de Sancho, pone identidad concreta al hidalgo convidador. Realmente el cuento de Sancho comienza así:

Y el cuento que quiero decir es este: convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo, que casó con doña Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón, caballero del hábito de Santiago, que se ahogó en la Herradura, por quien hubo aquella pendencia años ha en nuestro lugar, que, a lo que entiendo, mi señor don Quijote se halló en ella, de donde salió herido Tomasillo el Travieso, el hijo de Balbastro el herrero… ¿No es verdad todo esto, señor nuestro amo? Dígalo, por su vida, porque estos señores no me tengan por algún hablador mentiroso.

Según Sancho, «este tal hidalgo, que yo conozco como a mis manos, porque no hay de mi casa a la suya un tiro de ballesta», era «muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo», y estaba casado con una hija de «don Alonso de Marañón, un caballero del hábito de Santiago, que se ahogó en la Herradura», del mismo lugar de don Quijote y Sancho.

Y cose otro hermoso lazo al cuento. Sancho muestra su pesadumbre por no haber podido asistir a su entierro por encontrase trabajando en el cercano lugar de Tembleque, «que buen poso haya su ánima, que ya es muerto, y por más señas dicen que hizo una muerte de un ángel, que yo no me hallé presente, que había ido por aquel tiempo a segar a Tembleque…», lo que provoca al eclesiástico para decirle: «Por vida vuestra, hijo, que volváis presto de Tembleque, y que sin enterrar al hidalgo, si no queréis hacer más exequias, acabéis vuestro cuento».

Entre los lugares manchegos de Alcázar de San Juan y Tembleque hay unos 50 km, aproximadamente 8 a 9 leguas, por camino llano. Esta distancia la recorrería Sancho sobre su rucio o a pie en unas 8 a 9 horas, una jornada normal de camino. Espacio más que cercano para decidir dejar a su familia e irse a trabajar unos días en la siega, una vez terminada en su pueblo y así traer unos dinerillos a la maltrecha economía de su casa. De nuevo, al nombrar un lugar manchego real como Tembleque, cercano al lugar de don Quijote y Sancho Panza, da verosimilitud al cuento y en general al texto del Quijote.

En este cuento Cervantes cose «hermosos lazos», sin venir a cuento. La enseñanza que de él trasciende es totalmente independiente de los detalles personales sobre el origen del hidalgo convidador, de la desgraciada pérdida de su suegro en el naufragio de La Herradura y la relación de vecindad que los unía.

Además de otro lacito sobre Mencía de Quiñones, la hija de don Alonso de Marañón, «por quien hubo aquella pendencia años ha en nuestro lugar, que, a lo que entiendo, mi señor don Quijote se halló en ella, de donde salió herido Tomasillo el Travieso, el hijo de Balbastro el herrero…». Don Quijote, dejando al lector en ascuas sobre qué hacía él en aquella pendencia por Mencía, apremia a Sancho a que termine el cuento: «Tú das tantos testigos, Sancho, y tantas señas, que no puedo dejar de decir que debes de decir verdad. Pasa adelante y acorta el cuento, porque llevas camino de no acabar en dos días»

 

Los Álamos de Medina del Campo

La familia de los Álamos es muy conocida en Medina del Campo, más aún por aparecer en la novela más leída en el mundo. En un manuscrito guardado en la BNE, escrito en 1785 y titulado Noticias varias que se han recogido tocantes a la Historia de Medina del Campo, cuyo autor es Julián de Ayllón y la Vega, prior de la Insigne Iglesia Colegial de Medina del Campo, se describe minuciosamente la historia de la ciudad y la «Genealogía de algunas familias ilustres de la Villa de Medina del Campo». Ayllón anota al margen de quienes tomó notas: «Historiadores de Medina Lopez Osorio, Juan de Montalvo, Domingo de León».

En los folios 208 y 209 de este volumen encontramos la «Descendencia de la Familia apellidada de Alamos, sus armas son banda roxa en campo blancoLa familia de Alamos es tan antigua en Medina, que de todos es ignorado su principio, como sabida su nobleza, lustre, y calidad; de cuya sangre hai pocas familias que no hayan participado […] Hai calle entera de su apellido llamada de Juan de Alamos, todo indicios y evidencias de su gran calidad.»

Juan de Álamos el Bueno era hijo de Hernán González de Álamos y nieto de Diego González de Álamos «caballero de suma estimación en el Reinado del rei D. Alfonso el ultimo; y fue uno de aquellos, á quien armó caballero de la banda en las Huelgas de Burgos», origen de la familia de los Álamos. Hernán González de Álamos tuvo dos hijos: Juan y Francisca de Álamos. De Juan de Álamos anota Julián de Ayllón en el margen: «Juan de Alamos sirvió en la Conquista de Oran y Mazalquivir, siendo capitán de una compañía de hombres de armas y otra de infantería en 1505».

Julián de Ayllón respalda junto a cada nombre el lugar que ocupa en el linaje de la familia:

Este Juan de Alamos nº3 casó con Dª Leonor de Silva, natural de Ciudad Rodrigo, hija de D. Hernando de Silva; tuvieron por hijos á
Hernando de Alamos nº 5
Francisco de Silva nº 6
Ruy Lopez de Alamos nº 7
Antonio de Alamos nº 8
Dª Constanza de Silva nº 9

De la hermana de Juan de Álamos anota que «Dª Francisca de Alamos nº 4 casó con Pedro Morejon (Vease el apellido de Morejon nº 1) y fueron primogenitores de esta familia»

A continuación anota a los hijos de Juan de Álamos, sus matrimonios y descendencias:
Hernando de Alamos nº 5 … casó con Dª Isabel de Barrientos, hija de ::: tuvieron á Juan de Alamos y Barrientos nº 10.

Francisco de Silva nº 6… casó con Dª María Rejón, señora de esta casa, y la prosiguieron siguiendo sus hijos y descendientes el apellido de Rejon, como se advierte tratando de él. Este Francisco de Silva sirvió al Emperador en las guerras de Africa; cautivándole en ellas por cuyo rescate se dio á Gamaz, general del Turco.

Ruy Lopez de Alamos nº 7… fue caballero de justicia del habito de San Juan; no sabemos si llegó á encomendar.

Antonio de Alamos nº 8… casó con Dª Bernarda Morejon, [y tuvieron a d.] Hernando de Alamos nº 11
Dª Constanza de Silva, nº 9… casó con Francisco del Carrillo; y tuvieron a Dª Leonor de Silva nº 12

De los hijos de Juan de Álamos, que vivieron durante gran parte del siglo XVI, todos emparentaron con vástagos de familias ilustres de Medina del Campo, menos Ruy López de Álamos, de quien Julián de Ayllón desconoce su estado y descendencia: «Rui Lopez de Alamos nº7… fue caballero de justicia del habito de San Juan; no sabemos si llegó á encomendar»

Ayllón, cuando escribió esta minuciosa relación de las familias de Medina del Campo, conocía los datos que de esta familia había escrito Juan López Ossorio, entre 1614 y 1615. El manuscrito de López Ossorio, guardado en la Real Academia de la Historia, está recogido por Ildefonso Rodríguez y Fernandez en su Historia de la muy noble y leal y coronada Villa de Medina del campo (Madrid, 1903-1904). Ossorio tituló su manuscrito Ystoria titulada principio, grandeza y caída de la novle villa de medina del campo, fundación y nombre que a tenido hasta el tiempo presente por Juan Lopez Ossorio vecino della.

López Ossorio al hacer la crónica sobre la familia Rejón, de las importantes de Medina del Campo, emparentada con la de los Álamos con uno de los hijos de Juan de Álamos, anota:

Tuvo este caballero [Cristóbal Rejón] por su hija legítima, sucesora en su mayorazgo á Dª María Rejón, á quien casó con Francisco de Silva, que sucedió en los dichos cargos, y yendo el año [15]42 por orden del Emperador á la dicha Oran, á cosas de importancia y á la guerra que se había de hacer en el Reino de Tremecén, llevó consigo al Comendador Ruy Pérez de Silva, su legítimo hermano, Caballero de la Orden de San Juan, y á otros muchos criados suyos. Siete galeras de moros cautivaron al dicho Francisco de Silva, donde, por defensa suya, murió el Comendador, su hermano, y llevaron cautivo al dicho Francisco de Silva á Argel; costó su rescate 3.000 ducados y 3.000 fanegas de trigo, y porque este rescate tuviese efecto por quererle tanto el Emperador, ofreció además que le daría en trueque de su persona á Hali Hamete, General del Turco, que era cautivo de D. Ur.no de Mendoza, y el dicho Francisco de Silva, acabó la vida continuando estos servicios. Este caballero Francisco de Silva, fué hijo de un caballero principal y antiguo de Medina del Campo, llamado Juan de Alamos, él Bueno, y de Dª Leonor de Silva, natural de Ciudad Rodrigo, de la familia de los Silvas, tan principal y notoria en estos Reinos.

López Ossorio da por muerto en la campaña de Orán a uno de los Álamos, Ruy Pérez de Silva: «llevó consigo al Comendador Ruy Pérez de Silva, su legítimo hermano, Caballero de la Orden de San Juan, y á otros muchos criados suyos. Siete galeras de moros cautivaron al dicho Francisco de Silva, donde, por defensa suya, murió el Comendador, su hermano». Mientras que Ayllón, que lo apellida López de Álamos, desconoce su destino: «Rui Lopez de Alamos nº7… fue caballero de justicia del habito de San Juan; no sabemos si llegó á encomendar» En ninguna de las crónicas Ruy aparece desposado.

Sin duda alguna, ambos cronistas se están refiriendo a una misma persona, Ruy, un Álamo que muerto o ausente de la villa no dejó rastro en Medina del Campo. Solo este Álamo, Ruy Pérez o López, pudo contraer matrimonio tan largo de Medina del Campo como para que sus cronistas hayan perdido su rastro, si es que no murió realmente en las campaña en las costas africanas, como afirma López Ossorio.

Los Álamos en Alcázar de San Juan

¿Existió descendencia directa de la familia de los Álamos de Medina del Campo en Alcázar de San Juan antes de la escritura del Quijote? Según el cuento de Sancho sí:

Y el cuento que quiero decir es este: convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo, que casó con doña Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón, caballero del hábito de Santiago, que se ahogó en la Herradura … (Q2, 31)

Siguiendo el comienzo del cuento, si el Álamos de las crónicas de Medina del Campo es Ruy Pérez o López, y se establece, desconociendo los motivos, en Alcázar de San Juan, es más que posible que el apellido Álamos esté documentado en los archivos alcazareños. Sus descendientes también podrían llevar, según costumbre en Castilla, apellidos de los padres, solo del padre o de la madre, o de sus ascendientes directos, como el de los abuelos o bisabuelos. Por los posibles errores en las anotaciones he buscado tanto Álamos como Álamo, aunque bien pueden ser familias distintas.

La primera noticia documentada que se tiene de un Álamo en Alcázar de San Juan es la de un clérigo alcazareño que se embarca en Sevilla hacia América en 1528. En los fondos de la Casa de la Contratación de Indias creada en 1503, actualmente en el Archivo General de Indias de Sevilla, se conservan los documentos con las licencias para embarcar a América y Filipinas desde 1509, que han sido catalogados para su mejor uso. En el Catálogo de Pasajeros a Indias editado por el CSIC (1940) en el primer volumen (1509-1534) se recogen las papeletas de nueve alcazareños que fueron a América.

El 10 de abril de 1528 se da licencia para embarcar a «Garci Díaz, clérigo, natural de Alcázar de Consuegra, hijo de Diego del Alamo y de Marina Díaz». Este clérigo alcazareño fue nombrado primer obispo de Quito en 1546.

No hay registros de ningún otro Álamo o Álamos hasta los anotados en los libros sacramentales de la parroquia de Santa María. En el Concilio de Trento, celebrado entre los años 1545 y 1563, se ordena el «control y registro de los sacramentos» como una de las actividades propias de las parroquias. Así surgen los libros sacramentales y con ellos los archivos parroquiales.

En el siglo XVI existían en Alcázar de San Juan dos parroquias: Santa María la Mayor desde muy antiguo, siglo XIII, y Santa Quiteria instituida como tal en 1511. Ambas parroquias comenzaron a anotar, a partir de mediados del siglo XVI, en los libros sacramentales bautizos, confirmaciones, matrimonios y defunciones. Lamentablemente el archivo parroquial de Santa Quiteria desapareció durante la Guerra Civil Española (1936-1939), perdiéndose una gran parte de la historia alcazareña. El archivo parroquial de Santa María la Mayor, que se mantuvo en secreto durante la guerra, sí se conserva en un buen estado.
Ya en el Libro Primero de desposorios y velaciones, desde el 11 de junio de 1568 hasta el 7 de enero de 1635 hay constancia del apellido Álamo o Álamos.

 

El 24 de septiembre de 1568, Juan del Álamo es padrino de Alonso y Lucía «moriscos naturales del Reino de Granada».

Volvemos a encontrar a Juan del Álamo el 3 de octubre de 1571, esta vez como testigo, en las velaciones de Lorenzo de Buendía e Isabel Pérez «cristianos nuevos», y el 21 de julio de 1576, de nuevo como testigo de las velaciones de Miguel y Catalina Díaz.

 

En el folio 20 v aparece Juan del Álamo en la anotación de desposorio y velación de su hija María Díaz: «En 27 de octubre de 1578 años desposo y velo el padre Pedro Díaz a Juan Díaz Maroto hijo de Ruy Díaz Maroto y a María Díaz hija de Juan del Álamo…»

Hasta 1586 no aparece el apellido de los Álamos. En el folio 45, el 6 de noviembre de 1586 «desposo y velo el padre Roman a Juan García y a Catalina López hija de Alonso de los Alamos»

El 14 de enero de 1593 contraía matrimonio «Juan del Alamo hijo de Juan del Alamo y Mari Diaz hija de Juan Merino…»

Julián del Álamo aparece en la anotación tercera del folio 79: «yo Hernan Jimenez Roman desspose y vele a Alonso Diaz Moreno y a Ana Gomez hija de Julian del Alamo…»

Es ya entrado el siglo XVII cuando encontramos de nuevo a otro de los Álamos. La anotación dice así:

En 12 dias del mes de enero del año de 1609 desposo el padre fray Juan Roman y belo a Francisco García de los Alamos y a Mari Diaz hija de Juan Lorenzo batanero fue su padrino Bernabe de Resa y doña Catalina Roman su mujer testigos Juan Roman y Jeronimo Romero y Cristobal de Leon y lo firmo el dicho fray Juan. Padre Juan Roman.

Es significativo que el padrino de este desposorio fuese un Resa, familia que veremos emparentada con los Marañón más adelante.

En el Libro Primero de Bautismos (1556-1635), muy consultado por tener entre sus inscripciones la de un Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra bautizado el 9 de noviembre de 1558, del que la tradición alcazareña dice ser el autor del Quijote, aparece en 1562 el bautizo de Catalina, una hija de Alonso García de los Álamos e Inés López.

Dice así la inscripción:

En once días del del mes de maio de mil e quinientos y sesenta y dos años cristiano el padre Galan una hija de Alonso Garcia de los Alamos y de su mujer Ynes Lopez dixose Catalina fue conpadre de pila Juan de Meco y su mujer acompañados de Sebastian Sanchez y Pero Muñoz Parrado y sus mujeres.

Como evidencian los archivos, durante el siglo XVI en Alcázar de San Juan, al menos en los que se conservan de Santa María, hay constancia de apellidos «de Álamo» y «de los Álamos».

 

La familia Marañón en Alcázar de San Juan

De la familia Marañón, aunque es una familia muy antigua en Alcázar de San Juan, en esta parroquia de Santa María hay muy pocas anotaciones. Está documentado que la casa de la familia Marañón se encontraba en la conocida Calle de Resa, hoy Calle Canalejas, adscrita a la parroquia de Santa Quiteria. Es en los libros de esta parroquia donde se encontrarían anotados los bautizos, desposorios y defunciones de esta familia.

No obstante, en los archivo de Santa María aparece por primera vez el apellido Marañón en el desposorio de Francisco Pérez Marañón con una hija del doctor Valdivieso, de familia muy importante en Alcázar de San Juan.

En el folio 100 al margen se lee «Francisco Perez Marañon». La anotación dice:

En 28 de febrero de 1601 años yo fray Juan de Valdivieso despose a Francisco Perez Marañon y a doña Paula de Valdivieso hija del doctor Valdivieso velolos el padre fray Alonso de Valdivieso fue su padrino Diego de Ubeda y Ana Romero su mujer. Testigos Alonso Diaz de Villamayor [y] Cristóbal Diaz de Leon.

El 18 de febrero de 1607 «Alonso [Francisco] Pérez Marañon y su mujer doña Paula» fueron padrinos de Juan de Caliztón e Inés Díaz «cristianos nuevos». Es muy posible que el nombre de Alonso sea un error de quien hizo el registro y corresponda al de Francisco, al ser el esposo de doña Paula de Valdivieso, como afirma el anterior registro.

En el Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan se conservan los libros de actas de las reuniones de los alcaldes y regidores de la villa, donde encontramos a Francisco Pérez Marañón, un hidalgo con el cargo de alcalde por el estado noble. En el primer libro, de 1599 a 1609, en folio 210 v. se nombran Comisarios de las Yglesias el 1 de diciembre de 1604. Parte del acta dice así: «Primeramente nombraron para comisarios de la iglesia de santa Maria a los señores Francisco Perez Marañon alcalde y al licenciado Perez Cencerrado y Francisco Hidalgo regidores…»

Unos meses más tarde, en julio de 1605, se vuelve a comisionar al alcalde Francisco Pérez Marañón para que compre trigo y cebada para el pósito del municipio. En el folio 232 podemos leer:

En la Villa de Alcaçar a trece días del mes de julio de mil y seiscientos y cinco años los alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres, estando juntos en la torre de su ayuntamiento a campana tañida como lo tienen de costumbre, dijeron que se les a dado noticia que cerca desta villa en los lugares de su comarca ay personas que tratan de vender algunas partidas de candeal y cevada, y por aver necesidad de pan en esta villa y ser cosa conveniente conprarlo para la provisión del posito acordaron que Francisco Perez Marañon Alcalde ordinario les baya ahacer las compras que pudiere con la mayor comodidad y aprovechamiento del posito que fuere posible y asiente y concierte con los dueños del pan al precio o precios que se les vaya de pagar.

Francisco Pérez Marañón fue alcalde de la villa de Alcázar hasta final de 1606, siendo comisionado en varias ocasiones, e incluso metido preso en la torre del ayuntamiento por el gobernador del prior de San Juan, ante las denuncias de la villa contra este gobernador por quebrantar la primera instancia, privilegio que tenía la villa.

Descendientes directos son Alonso y Francisco Pérez Marañón, alcalde ordinario de la villa en 1664. Ambos se desposan con mujeres de familias muy importantes de Alcázar de San Juan. Alonso con Margarita Resa Orozco y Francisco con Isabel Saavedra.

Un hijo del matrimonio formado por Alonso Pérez Marañón y Margarita Resa Orozco es Francisco Resa Orozco, quien mantuvo cargos como regidor (1697) y alcalde ordinario (1702 y 1703) en el ayuntamiento de Alcázar de San Juan. De su matrimonio con Serafina Aguilera nacen Francisco José de Resa Marañón y Alonso José Marañón y Aguilera.

Del matrimonio de Francisco Pérez Marañón e Isabel Saavedra conocemos a Juan Saavedra. Hijos de este son Juan Antonio y Francisco Antonio Saavedra y Marañón.


A estos últimos miembros relacionados de la familia Marañón los hallamos en los documentos detalladísimos que se tuvieron que elaborar entre 1752 y 1753 para el conocido como Catastro de Ensenada, con el fin de averiguar «los Bienes y Efectos en que pueda fundarse una sola Contribución»

Alonso José Marañón y Aguilar firmaba entre los alcaldes y regidores a la instancia del juez encargado de las diligencias don Alonso de Zamora Aguilar, en agosto de 1752.

Para la ejecución de los registros que se tuvieron que realizar a todos los vecinos de Alcázar de San Juan, se reunieron en septiembre de 1752 en el ayuntamiento «los señores Don Diego Moreno Barchino y Don Manuel Guerrero y Romero, Alcaldes Ordinarios, en ambos estados; Don Juan José Guerrero, Don Pedro Sanchez Berenguillo y Don Alonso Marañon y Aguilera, Regidores…» para nombrar a los comisarios necesarios entre el estado noble y el estado general.

Terminadas todas las diligencias en mayo de 1753, el Consejo de Justicia y Regimiento de Alcázar de San Juan firmó el certificado de no haber cargado el juez maravedís por su salario a las cuentas de la villa. Ya se había renovado el ayuntamiento y entre los alcaldes y regidores se encuentran las firmas de Don Francisco Antonio Saavedra y Marañón y Don Francisco José de Resa y Marañón.

Juan Antonio Saavedra y Marañón declara ser clérigo de órdenes menores y está relacionada su importantísima hacienda en los Memoriales de eclesiásticos, elaborados para el mismo fin en esta villa de Alcázar de San Juan, firmándola él mismo en febrero de 1753.

Francisco José de Resa y Marañón, Alonso José Marañón y Aguilera y Francisco Antonio Saavedra y Marañón están relacionados como hijos dalgo en el Libro de Bienes de Seglares. La hacienda de cada uno de los tres está relacionada minuciosamente en este libro, así como el personal que tenían a su cargo para la labor de las tierras, el cuidado del ganado y el servicio en las casas.

En las minutas realizadas en 1884 por los topógrafos del Instituto Geográfico y Estadístico, delinearon el Carril de la Casa de Marañón y marcaron una construcción con el topónimo de Casa de Marañón. Esta casa de labor está muy cerca del Río Gigüela y del molino harinero del que fue propietaria la familia Marañón, como recogen las Respuestas Generales en 1753: «[molino] que se dice Hernando Diaz, en el dicho río y una legua de distancia, con tres piedras el que pertenece a Dª Theresa Bernarda, vecina de la Solana; a D. Francisco Marañón, vecino de esta villa…».

Es muy significativo que en la relación de todos los vecinos de la villa de Alcázar de San Juan en 1753, no aparezca ninguno nombrado con el apellido del Álamo o de los Álamos.

 

Conclusiones del cuento

«…convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo, que casó con doña Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón, caballero del hábito de Santiago, que se ahogó en la Herradura…». Estos detalles del cuento de Sancho no eran necesarios para la enseñanza moral final que desprende. Cervantes lo alarga premeditadamente, «con apacibilidad de estilo y con ingeniosa invención, que tire lo más que fuere posible a la verdad», proporcionándole así la credibilidad que buscaba en la novela.

Con los datos que se guardan en los archivos de Alcázar de San Juan, donde encontramos Álamos y Marañones, cabe aquí la pregunta: ¿Es un ingenioso artificio de Cervantes o verdaderamente todo el cuento fue real, siendo sus actores personas de carne y hueso de Alcázar de San Juan?

Volvamos al inicio del cuento, donde quizás está el principio de la respuesta: «Convidó un hidalgo de mi pueblo, muy rico y principal, porque venía de los Álamos de Medina del Campo». De los hijos de Juan de Álamos el Bueno, de todos está documentada su descendencia en Medina del Campo excepto de Ruy Pérez de Silva o López de Álamos, del que los cronistas medinenses ni se ponen de acuerdo en sus apellidos y mucho menos sobre su vida. Mientras uno lo da por muerto en África, otro dice que «no sabemos si llegó á encomendar», sin más. Lo que es evidente es que no contrae matrimonio en Medina del Campo, ni deja allí descendencia alguna. Es, por tanto, posible que Ruy Pérez de Silva o López de Álamos, «de los Álamos de Medina del Campo» llegase por alguna circunstancia desconocida a Alcázar de San Juan. De ser así, su apellido ascendiente «de Álamos» está documentado en los archivos alcazareños.

Sigamos con el cuento: «que casó con doña Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón». También es evidente la existencia de la familia Marañón dentro de los hidalgos alcazareños desde el siglo XVI al siglo XVIII. La familia Marañón tenía sus casas en la potestad de la parroquia de Santa Quiteria, por lo que al haberse quemado sus archivos parroquiales durante la Guerra Civil no es posible verificar hoy nada sobre bautizos o matrimonios desde la segunda mitad del siglo XVI en esta parroquia.

De haberse producido esta unión real entre las familias Álamos y Marañón, descendientes de ella podrían tener los apellidos Álamos Marañón, López Marañón, Pérez Marañón o incluso Silva Marañón, en este orden entre ellos o al revés. En 1606, en las actas del ayuntamiento de Alcázar de San Juan, está documentado el hidalgo Francisco Pérez Marañón como alcalde ordinario por el estado noble. Hijo de este fue Alonso Pérez Marañón, en el que encontramos tanto el nombre como el apellido de «don Alonso de Marañón, caballero del hábito de Santiago, que se ahogó en la Herradura».

La tragedia en La Herradura es un hecho histórico en el que perdieron la vida ahogados muchas personas. ¿Estaba entre ellas don Alonso de Marañón, un vecino de Alcázar de San Juan?

A día de hoy no hemos podido encontrar ninguna evidencia de ello. Las arquillas y baúles con documentos que arrojó el mar a la playa de La Herradura después del naufragio se quemaron en incendios de los archivos en los que se depositaron. Si don Alonso de Marañón embarcó en Valencia, Cartagena o Málaga para cumplir los seis meses de servicio obligatorio en galeras, para los caballeros de la Orden de Santiago, posiblemente nunca aparezca documento alguno. Si lo hizo en Italia, antes de partir la escuadra hacia España, quizás se encuentre en la relación nominal de los militares embarcados en los Archivos Estatales de Nápoles, aunque estos durante la Segunda Guerra Mundial también resultaron seriamente dañados.

Otro apellido en el cuento es el de Quiñones: «…que casó con doña Mencía de Quiñones, que fue hija de don Alonso de Marañón» ¿Tomó la hija de don Alonso de Marañón este apellido por parte de la madre o de algún antepasado paterno o materno?

De la misma época de la escritura del Quijote encontramos a María de Quiñones. La anotación de su desposorio dice:

En cuatro días del mes de marzo de mil y seiscientos y doce años yo Pedro Delgado despose y bele a Ignacio de Azbicola natural de Leoncillo de las montañas de Leon y a Maria de Quiñones hija de Alonso Sanchez Cotan fue padrino Juan Delgado y su mujer. Firma Pedro Delgado

A destacar en esta anotación es que María de Quiñones era hija de un Sánchez Cotán, familia significativa de Alcázar de San Juan. Y también la expresión del escribano «de las montañas de León», empleada por Cervantes para definir el origen del capitán Cautivo: «En un lugar de las montañas de León tuvo principio mi linaje…» (Q1, 39)

Muy pocas referencias hay de este apellido en los archivos parroquiales de Santa María. Sin embargo, también es un apellido muy conocido a principios del siglo XVII en Alcázar de San Juan. Ángel Ligero Móstoles, dentro de sus valiosísimas investigaciones sobre Cervantes y el Quijote, averiguó que los alcazareños Antonio y Cristóbal de Quiñones estuvieron al cargo y como capellanes, nombrados por su fundadora doña Francisca Romero Gaytán, en la construcción del convento de las Monjas Trinitarias Descalzas de Madrid, entre 1612 y 1613.

En un artículo publicado en abril de 2016, Francisco J. Atienza Santiago y José F. Sánchez Ruiz resumían los documentos recopilados por Ligero, entre ellos los depositados en el Archivo de Protocolos Notariales de Madrid en el que hay «una carta de poder de fecha 3 de octubre de 1612 donde Francisca autoriza al licenciado alcazareño don Antonio de Quiñones para tomar a censo, de 20000 el millar, 7000 ducados de principal, sobre sus juros y tierras».

En la primera escritura de fundación del convento, de octubre de 1612, doña Francisca Romero dice que «… desde ahora nombro por uno de los dichos capellanes al licenciado Antonio de Quiñones, clérigo, por todos los días de su vida…» Un mes después en una carta de poder dirigida a Alonso Torres para que gestionara en Roma las autorizaciones necesarias para la construcción del convento, son «Testigos que fueron presentes los susodichos el licenciado Antonio de Quiñones de Alcázar y Cristóbal de Quiñones de Alcázar y Pedro Guertas, vecinos y residentes de esta dicha villa…»

Al poco de haberse terminado el convento, Cervantes era enterrado en él sin saberlo la fundadora, que prohibía en los estatutos de fundación del convento enterramientos que no fuesen de su familia, monjas y capellanes del convento. Atienza y Sánchez terminan su artículo con esta «enorme pregunta»: «¿Por qué se entierra a Cervantes en el convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid? Si la familia Cervantes no está entre las familias con derecho a ser enterradas, según el documento fundacional»

Contesto con esta otra pregunta: ¿Fueron estos Quiñones, alcazareños, quienes autorizaron su inhumación entre sus muros a espaldas de su fundadora?

Es difícil saber hoy si a Miguel de Cervantes Saavedra le unía algún lazo con la familia alcazareña de los Álamos, Marañón y Quiñones en la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. Que conoce la pérdida del caballero don Alonso de Marañón en La Herradura y que una hija suya se casa con un Álamo de Medina del Campo, no cabe duda.

Probablemente nunca conoceremos la razón de nombrar en el Quijote estos nombres y hechos reales en el cuento de Sancho, pero … «por el hilo se sacará el ovillo». Si algún vecino de Alcázar de San Juan de principios del siglo XVII tuvo entre sus manos un Quijote y leyó este cuento no tendría dudas del nombre del lugar de don Quijote, que Cervantes no quiso acordarse.

Nota final para los curiosos: En la consulta de los Archivos Parroquiales de Santa María y del Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan, de mitad del siglo XVI hasta mitad del siglo XVII, son innumerables las anotaciones correspondientes a los apellidos Cervantes y Saavedra, que darían para un extensísimo artículo. Apellidos que han llegado hasta nuestros días.

 

Bibliografía y archivos consultados:

-Ayllón de la Vega, Julián. Noticias varias que se han recogido tocantes a la Historia de Medina del Campo, 1785, Biblioteca Digital Hispánica, BNE.

-Rodríguez y Fernández, Ildefonso. Historia de la muy noble y leal y coronada Villa de Medina del Campo, Madrid 1903-1904, Biblioteca Digital de Castilla y León.

-Calero Palacios, María del Carmen. Naufragio de la Armada Española en La Herradura. Diputación de Granada. Granada 1974.

Libro de acuerdos y actas 1599-1609, Memoriales de eclesiásticos 1753, Bienes de legos o seglares 1753, Personal de legos y seglares 1753. Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan.

Libro Primero de Bautismos 1556-1635, Libro Primero de Desposorios y Velaciones 1568-1635, Archivo Parroquial de Santa María de Alcázar de San Juan.

https://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/2022/03/07/el-sastre-del-cantillo-en-el-principio-del-quijote/

https://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/2022/03/07/el-sastre-del-cantillo-en-el-principio-del-quijote/

 

Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

El sastre del cantillo, en el principio del Quijote

Fecha de Publicación: 07/03/2022

 

Cervantes en el Quijote incorpora multitud de refranes, proverbios y sentencias de uso cotidiano de su época. Muchos han llegado hasta nuestros días como: El sastre del cantillo, que cosía de balde y ponía el hilo. El significado de este refrán lo encontramos en el refranero del Centro Virtual Cervantes: «Alude a quien presta servicio sin obtener beneficios e incluso con alguna pérdida…». En tiempo de la escritura del Quijote, Sebastián de Cobarruvias en su Tesoro de la Lengua Castellana (1611) indica en la palabra sastre que es «el oficial de cortar ropas y vestidos», y apunta entre los proverbios de uso con esta palabra: «El sastre del campillo, o del cantillo, que ponía de su casa el hilo».

Mientras se quemaba las cejas a la luz de una vela escribiendo el Quijote, a Cervantes este refrán le rondó la cabeza. Quizás, por este viejo proverbio del sastre del cantillo se alumbró esta fábula inmortal tal y como la conocemos, «…y si no, al freír de los huevos lo verás», como diría Sancho Panza llegando a este punto.

A principios del siglo XVII Lope de Vega vende todo el teatro que sale de su pluma, dejando poco negocio, y menos dinero, para los demás colegas de profesión. Sin nombrarlo, Cervantes asume la excelente pluma y el éxito de Lope, aunque cree que algunas de sus comedias podrían haber sido aún mejores si no hubiese sido por las exigencias de los representantes de los teatros adonde se representaban, con la tinta todavía fresca:

 

Y que esto sea verdad, véese por muchas e infinitas comedias que ha compuesto un felicísimo ingenio destos reinos con tanta gala, con tanto donaire, con tan elegante verso, con tan buenas razones, con tan graves sentencias, y, finalmente, tan llenas de elocución y alteza de estilo, que tiene lleno el mundo de su fama; y por querer acomodarse al gusto de los representantes no han llegado todas, como han llegado algunas, al punto de la perfección que requieren. (Q1, 48)

Los demás autores del momento tenían que acomodar su estilo a lo que los representantes les pedían, y así, al menos, poder comer caliente unos días. Cervantes, buen conocedor de lo que está pasando, les disculpa:

Y no tienen la culpa desto los poetas que las componen, porque algunos hay dellos que conocen muy bien en lo que yerran y saben estremadamente lo que deben hacer; pero como las comedias se han hecho mercadería vendible, dicen, y dicen verdad, que los representantes no se las comprarían si no fuesen de aquel jaez, y así, el poeta procura acomodarse con lo que el representante que le ha de pagar su obra le pide. (Q1, 48)

Cervantes y su familia tenían que comer, vestir y pagar la renta de su casa, y con los ingresos por el teatro que representaba no llegaba para estas necesidades. Tenía que abandonar su apreciado teatro y escribir una novela del gusto de la mayoría que le granjease dinero y fama. El Quijote subsanó, en parte, sus penurias, aunque si bien no le dio mucho dinero sí le dio la honra y la fama que buscaba. Pero hasta escribir el «Vale» final tuvo que crear una nueva forma de narrar historias, inédita hasta el momento, que ha llegado hasta los autores actuales. Era consciente que escribiendo una simple y manida novela de caballerías no seduciría a los lectores, por lo que ingenia unos discretos artificios, o recursos literarios cómo ahora se denominan, para obtener que su nueva obra se leyese por todo el mundo.

No tuvo que serle nada fácil. Sus dudas iniciales las confiesa por boca del canónigo de Toledo. Su primera intención fue hacer el Quijote con la estructura de un libro de caballerías: 

… he tenido cierta tentación de hacer un libro de caballerías, guardando en él todos los puntos que he significado; y si he de confesar la verdad, tengo escritas más de cien hojas, y para hacer la experiencia de si correspondían a mi estimación las he comunicado con hombres apasionados desta leyenda, dotos y discretos, y con otros ignorantes, que sólo atienden al gusto de oír disparates, y de todos he hallado una agradable aprobación;  pero, con todo esto, no he proseguido adelante, así por parecerme que hago cosa ajena de mi profesión como por ver que es más el número de los simples que de los prudentes, y que, puesto que es mejor ser loado de los pocos sabios que burlado de los muchos necios, no quiero sujetarme al confuso juicio del desvanecido vulgo, a quien por la mayor parte toca leer semejantes libros. (Q1, 48)

 

No le convence simplemente «hacer un libro de caballerías», sabiendo que aunque bueno solo lo vendería para el «desvanecido vulgo» y poco más. Es ya una persona mayor y en su cabeza tiene mil historias y cuentos, vivencias personales y fábulas oídas junto al fuego de las muchas ventas en las que tuvo que pasar las noches de camino. No quiere escribir «cuentos disparatados que atienden solamente a deleitar…», donde «un mozo de diez y seis años da una cuchillada a un gigante como una torre y le divide en dos mitades, como si fuera de alfeñique…» o el espacio-tiempo es imposible donde «una gran torre llena de caballeros va por la mar adelante, como nave con próspero viento, y hoy anochece en Lombardía y mañana amanezca en tierras del preste Juan de las Indias, o en otras que ni las descubrió Tolomeo ni las vio Marco Polo…».

Abandona lo que tiene escrito, o quizás lo recicle después como hizo con otras novelitas o cuentos que ya tenía escritos, y decide hacer sin probaturas, no tiene tiempo para eso, un libro:

… hecho con apacibilidad de estilo y con ingeniosa invención, que tire lo más que fuere posible a la verdad, sin duda compondrá una tela de varios y hermosos lizos tejida, que, después de acabada, tal perfeción y hermosura muestre, que consiga el fin mejor que se pretende en los escritos, que es enseñar y deleitar juntamente, como ya tengo dicho. (Q1, 47)

Sabe el gusto de los muchos lectores de novelas de caballerías, que como las comedias que se representaban «todas o las más son conocidos disparates y cosas que no llevan pies ni cabeza», pero también reconoce «que las que llevan traza y siguen la fábula como el arte pide no sirven sino para cuatro discretos que las entienden»Por lo que su invento literario tiene que satisfacer a todos, a «discretos e ignorantes», para evitar, según define él, que «al cabo de haberme quemado las cejas por guardar los preceptos referidos, que vendré a ser el sastre del cantillo». Tenía que ingeniar de cabo a rabo, para no ser aquel sastre del cantillo que ponía de su casa el hilo, una novela que fuese leída con agrado por mucha gente de toda condición, tanto por los discretos como por el vulgo, porque solo con la fama no se comía.  

Cervantes cose sus cuentos, invención suya o reciclando los escuchados, con personajes reales, cotidianos, hilvanándolos todos y cada uno con el sutil hilo del espacio conocido y el tiempo real. Cambia las formas de los antiguos libros de caballerías en las que el lector tenía que trasladarse mentalmente al tiempo del protagonista, a los lejanos siglos XII-XIV, creando un novedoso libro de caballerías en el que es el antiguo caballero andante el que se traslada a principios del siglo XVII. Elige para su protagonista la figura de Alonso, un hidalgo manchego normal de su tiempo, el Renacimiento, que se comportará como un antiguo caballero andante del Medievo durante las aventuras en la figura de don Quijote, llevándolo por caminos y parajes reales, haciendo así el Quijote verosímil y creíble para sus lectores. De no haberlo hecho así, su libro de caballerías no habría trascendido hasta nuestros días como el Quijote.

 

En sus mismas palabras quiso escribir un libro «… hecho con apacibilidad de estilo y con ingeniosa invención, que tire lo más posible a la verdad», ¡y todavía hay quienes afirman, contradiciendo al mismísimo autor, que todo en el Quijote es ficción!

Este artículo lo escribo en Alcázar de San Juan, «cerca de El Toboso», entre Tembleque, Quintanar, Argamasilla de Alba y Puerto Lápice, a una legua de los molinos de viento de Campo de Criptana, y no muy lejos de las Lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos, lugares y parajes reales de la Mancha de don Quijote.

Doy fe de ello.

                                                              Luis Miguel Román Alhambra

Sancho Panza protagonista del concurso de relatos de la Sociedad Cervantina Alcazareña

Fecha de Publicación: 02/03/2022

 

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan de manera conjunta con el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar han organizado el Primer Concurso de Relatos Breves “El Legado de Sancho Panza” para homenajear la sapiencia y la retranca de uno de los personajes más famosos de la literatura universal

Alcázar de San Juan, 2 de marzo de 2022.- Enmarcado en la amplia y diversa programación de la Feria de los Sabores preparada para este año, tendrá lugar la IV Mesa Redonda Cervantina que llevará por título “La gastronomía del Quijote en el siglo XXI” que estará organizada y coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

Este acto cultural se cerrará con el fallo del jurado del Primer Concurso de Relatos Breves “El legado de Sancho Panza” que es de carácter internacional y que queda convocado en este momento.

Este concurso -organizado por la SCA de forma conjunta con el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan- ya ha abierto su plazo de recepción de obras que finalizará el 30 de marzo a las 23:59 horas, debiendo enviarse los trabajos concursantes a la dirección de correo electrónico: info@cervantesalcazar.com

Contará con tres premios en metálico de 300 euros para el primer clasificado, 200 euros para el segundo y 100 euros para el tercero. Los diez trabajos finalistas recibirán un diploma acreditativo.

Desde Alcázar de San Juan animamos a los creadores de todo el mundo a que envíen sus creaciones cuyo tema del relato será libre, debiendo estar escrito en castellano. Se pide una narración, cuento, aventura, conversación, disertación, monólogo, enseñanza, análisis, reflexión o pensamiento -con Sancho Panza formando parte del relato-, que podrá tratar sobre el Quijote o también desarrollando un comentario sobre cualquier tema de actualidad o de cualquier otra época y lugar.

Las bases completas se encuentran en la web de la Sociedad Cervantina: https://cervantesalcazar.com/files/bases_relato_sancho.pdf

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

DE CONTRADICCIÓN CERVANTINA A REALIDAD GEOGRÁFICA EN EL QUIJOTE

Fecha de Publicación: 22/02/2022

Hace unos días Gerardo anotó en mi blog un comentario de buen lector del Quijote. Aunque este texto que añado aquí corresponde, en partes, a la guía de caminos en la que ando trabajando, creo conveniente adelantarlo como respuesta ampliada a la que le di a él en este blog:

Hay cervantistas que han pasado, y siguen pasando, media vida buscando entre las líneas del Quijote errores, olvidos, descuidos y contradicciones, achacando al autor imprecisiones y poca o nula revisión del texto antes de entregarlo a la imprenta. Miles de folios escritos y sesudas conferencias, con títulos llamativos y subtítulos rimbombantes, engordan sus bolsillos a costa de hacer complicado la sencillez del texto cervantino, escrito a inicios del siglo XVII para lectores del siglo XVII.  

Los espacios geográficos de la Mancha, la comarca cervantina demarcada en la obra y los lugares que la forman, tienen diferencias, a veces muy significativas, con los conocidos por Cervantes. El plano, uno de los factores que conforman la morfología de un lugar o de un territorio, ha sufrido alteraciones significativas debido al cambio de los usos del suelo y la acción antrópica del hombre. Solo utilizando los mapas y planos que más se puedan acercar a la imagen del territorio de principios del siglo XVII, podremos entender el escenario real escogido para la ficción de la novela. Así de sencillo, como es el Quijote, hay que tratar de entender los escenarios por los que el autor guía a sus personajes.

Una de estas «contradicciones cervantinas», una vez que el texto se contrasta con la geografía física de esta parte de la Mancha, se confirma como todo lo contrario. Esta tiene que ver con lo sucedido al inicio de las dos primeras salidas de don Quijote de su casa y la aventura de los molinos de viento.

En la primera salida, don Quijote sale de su pueblo «una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de Julio». Nos cuenta el autor que «casi todo aquel día caminó sin acontecerle cosa que de contar fuese» y que , «anduvo todo aquel día, y, al anochecer, su rocín y él se hallaron cansados y muertos de hambre, y que, mirando a todas partes por ver si descubriría algún castillo o alguna majada de pastores donde recogerse y adonde pudiese remediar su mucha hambre y necesidad, vio, no lejos del camino por donde iba, una venta, que fue como si viera una estrella que, no a los portales, sino a los alcázares de su redención le encaminaba. Diose priesa a caminar, y llegó a ella a tiempo que anochecía».

Nada le ocurre ni ve a nadie en todo aquel día. Hasta que llega a la venta adonde después de una noche de mal cenar, vela, golpes y males entendidos, es burlescamente armado caballero andante por el ventero.

Vuelve a su casa por el mismo camino. Y después de la aventura de Andresillo se encuentra de frente con «un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia…» Una infortunada caída de Rocinante acaba con don Quijote por los suelos y apaleado por uno de los mozos de mulas. Es auxiliado por su vecino Pedro Alonso «que venía de llevar una carga de trigo al molino», que lo recoge en su borrico y lo lleva a casa.

De esta primera salida podemos concluir que:

-El camino de ida y de vuelta es el mismo.

-Este camino es uno de los más importantes de España al ser utilizado por mercaderes de Toledo «que iban a comprar seda a Murcia»: el camino de Toledo a Murcia. En esta parte de la comarca cervantina del Quijote tenía dos variantes que eran utilizadas por los viajeros según su interés de paso.

-Al encontrase don Quijote camino a casa de frente con los mercaderes que se dirigían a Murcia, el hidalgo manchego iba en dirección a Toledo, hacia el oeste.

Sigamos ahora con la segunda salida, que se produce una vez repuestas las costillas de don Quijote de la paliza y convenido con Sancho Panza para que le sirviese de escudero: «Sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese… Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje». Al amanecer «descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo», y aquí comienza, quizás, la aventura más conocida del Quijote, aunque no se haya leído la novela.

Si «acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje», por el camino de Toledo a Murcia dirección al este,  ¿cómo es que saliendo por el mismo camino ahora sí ve esos «treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo»?

La respuesta es sencilla teniendo en cuenta la geografía y recursos existentes y conocidos de esta parte de la Mancha en el siglo XVII.

En el mapa anterior está dibujado el camino de Toledo a Murcia, en sus variantes por esta parte de la comarca cervantina del Quijote. Están remarcados Alcázar de San Juan, el lugar de don Quijote, Campo de Criptana con sus molinos de viento y la Venta de Manjavacas, en la que es armado caballero.

El camino de Toledo a Murcia, una vez atravesado el núcleo urbano de Alcázar de San Juan, sigue por el camino de Alcázar de San Juan a Campo de Criptana y desde la villa molinera por el camino de Campo de Criptana a Mota del Cuervo, hasta un cruce de caminos donde las dos variantes de esta antigua vía de comunicaciones convergen para volver a separarse, un ramal hacia Mota del Cuervo y el otro hacia Las Mesas, pasando por la Venta de Manjavacas.

Don Quijote no conocía los molinos de viento, se los tuvo que describir Sancho Panza, que al ser agricultor a jornal sí los conocía. Alcázar de San Juan no disponía de molinos de viento cuando Cervantes escribía el Quijote, como tampoco ninguno de los lugares bajo la jurisdicción de la Orden de San Juan. El motivo tiene que ver con el bolsillo del prior de la Orden de San Juan.

Los molinos de los ríos de esta parte de la Mancha no funcionaban en la época de verano porque no llevaban agua, y si la sequía continuaba en otoño  tampoco lo hacían durante el invierno. Para suplir esta carencia de recursos para la necesaria molienda del cereal recolectado, se empezó a construir molinos de viento a mitad del siglo XVI. La Orden de Santiago no puso impedimentos para su construcción, pero sí lo hizo en su territorio el prior de la Orden de San Juan, con el fin de que sus vecinos tuviesen que ir a moler a los molinos de agua situados en Ruidera, rentables y operativos todo el año, que al ser de su propiedad le reportaban pingües beneficios. Por tanto, los molinos de viento se concentraban exclusivamente en villas de la Orden de Santiago.

En la villa santiaguista de Campo de Criptana se favoreció e impulsó la construcción de muchos molinos de viento. Así nos describen los vecinos de Campo de Criptana, en las contestaciones a las Relaciones Topográficas  solicitadas por Felipe II en 1575, la existencia y uso de estos molinos de viento: «…Hay en esta sierra de Criptana, junto a la villa, muchos molinos de viento donde también muelen los vecinos de esta villa». Estos «muchos molinos de viento» si fueron cuantificados exactamente en el Catastro de Ensenada, mandado hacer en 1752: «Se hallan situados treinta y quatro molinos arineros andantes, y de viento, y uno de Agua», coincidiendo precisamente con el texto cervantino: «treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas»

¿Necesitaban los vecinos de Campo de Criptana tantos molinos de viento a principios del siglo XVII? Por la producción de cereal en Campo de Criptana no, con menos de diez habrían sido suficientes. Esta concentración de molinos de viento en sus cerros y sierra está justificada porque a estos molinos iban a moler todas las villas sanjuanistas vecinas, como: Alcázar de San Juan, Tembleque, Quero, Villafranca de los Caballeros y Herencia, evitando el largo camino hasta Ruidera.

Al final del siglo XVII, el prior de la Orden de San Juan comenzó a dispensar autorizaciones para la construcción de molinos de viento en su territorio. Así, al menos, tendría ingresos por la licencia y por los impuestos de las moliendas en ellos. Desde este momento las villas sanjuanistas comenzaron su construcción  en sus cerros de sus propios molinos de viento, y así, sus vecinos tampoco tenían que desplazarse a Campo de Criptana, El Toboso o Mota de Cuervo.

Teniendo en cuenta esta circunstancia, y que desde finales del siglo XVII en Campo de Criptana no se habrían construido más molinos de viento, podemos considerar que los «treinta y quatro molinos arineros andantes, y de viento» existentes a mediados del siglo XVIII eran los mismos que conoció Cervantes a principios del siglo XVII.

¿Dónde estaban situados tantos molinos en el término de Campo de Criptana? En el mismo Catastro de Ensenada, se nombran cada uno de los molinos, su propietario, el paraje en el que está edificado, la distancia a la villa y las rentas que produce. Hay que tener en cuenta que más de la mitad de los molinos de viento de Campo de Criptana en 1752 eran propiedad de vecinos e instituciones religiosas de Alcázar de San Juan.

Los nombres de los parajes y los molinos relacionados son:

– Ribera de la Sierra, diez y seis molinos.

– Ribera del Villargordo, un molino.

– Senda a la fuente Amarguilla, un molino.

– Camino de los molinos que va a Alcázar, dos molinos.

– Alto del Palomar, un molino.

– Tres molinos, tres molinos.

– Pico de la Solana, dos molinos.

– Siete molinos, seis molinos. El séptimo no fue informado por error o descuido.

– Cerro del Cebadal, un molino.

Todos los molinos de viento estaban al norte de Campo de Criptana,  por lo que desde el camino de Toledo a Murcia no eran visibles. Hoy es posible divisarlos desde muchos kilómetros, pero hay que tener en cuenta que, a principios del siglo XVII, el monte de encinas era abundante en el término de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y Pedro Muñoz, impidiendo al viajero la visión del horizonte manchego. Don Quijote no pudo ver la silueta inconfundible de estos raros artilugios en su primera salida.

Aunque el camino derecho y mejor que unía Alcázar de San Juan con Campo de Criptana era el tramo del camino de Toledo a Murcia, con la construcción de los molinos de viento se abrió un camino más al norte que llevaría directamente a los vecinos alcazareños a los parajes adonde estaban los molinos. A este camino se le llamó, y aún hoy así se conoce en el término de Alcázar de San Juan, como el Camino de los Siete Molinos, y los vecinos de Campo de Criptana lo llamaron el Camino de los molinos que va a Alcázar.

Los vecinos de Alcázar de San Juan llevaban sus cargas de cereal para moler principalmente a Campo de Criptana, los primeros molinos situados en el paraje de los Siete Molinos estaban a poco más de media hora de camino, aunque también en verano, cuando se acumulaba la cosecha después de la siega podían llevarlas a los molinos de viento de El Toboso y Mota del Cuervo.

El camino de los Siete Molinos se bifurcaba del Camino de Toledo a Murcia a la salida de Alcázar de San Juan, antes de cruzar el Arroyo de la Mina. Hoy no es posible apreciar esto al haber quedado tapado, tanto el camino como el arroyo, primero por el ferrocarril y después por el crecimiento del casco urbano de la ciudad.

Para quienes conocemos Alcázar de San Juan sabemos que la iglesia convento de San Francisco se construyó en las afueras de la villa, «por mandato del Ilustrísimo Señor D. Diego de Toledo, Prior de Castilla, siendo Papa Clemente VII, y Carlos V Principe de las Españas. Año 1532, día 2 de marzo», terminándose en la segunda mitad del siglo XVI. El arroyo de la Mina  lamía la parte posterior, el presbiterio, de los muros de la iglesia. Hoy, esta iglesia franciscana forma parte del centro urbano de la ciudad.

Aún eran visibles estos caminos en 1886 cuando el Instituto Geográfico y Estadístico elaboró y publicó el primer Mapa Topográfico Nacional n.º 713, con los datos de las minutas que los topógrafos tomaron en Alcázar de San Juan. En el detalle anterior se puede apreciar el camino de salida de la villa hacia el este, el camino de Toledo a Murcia, y como casi en las afueras antes de cruzar el arroyo de la Mina salía de él el camino de los Siete Molinos. Cuándo se hizo este mapa había pasado casi tres siglos de la escritura de la novela.

En este mismo punto existía un puente para cruzar este arroyo para seguir el camino a Murcia. Pocos años antes de la publicación de este mapa hay constancia del arreglo de este puente tan transitado en los acuerdos del Ayuntamiento: «… y la puente que hay en el camino llamado de Murcia sobre el arroyo de la Mina…» El arroyo fue canalizado a finales del siglo XX.

En ambas salidas de su lugar, don Quijote tomó el mismo camino, el camino de Toledo a Murcia. En la segunda salida el caballero, al poco de salir del núcleo urbano Cervantes le hace seguir por el camino de los Siete Molinos y es contra estos primeros molinos de viento criptanenses contra los que entra en batalla,  sin duda alguna, en la aventura más reconocida por cuántos hemos leído el Quijote y por los que no lo han leído, aún. La imagen de un caballero andante arremeter a un molino de viento es un icono de la novela, de la Mancha y de España.

Cervantes no describe paisaje en su novela, sencillamente porque el paisaje como hoy lo conocemos no existía. Nos describe el territorio que conoce como un nuevo recurso literario que él inventa. Así, de esta manera tan ingeniosa,  hace creíble para sus primeros lectores los escenarios de las aventuras.

Tanto los «treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo», para don Quijote los «treinta o pocos más desaforados gigantes», existían en Campo de Criptana y eran conocidos por su gran número, algo inusual, como el camino a los Siete Molinos era conocido por Cervantes. Solo su ingenio es capaz de poner a don Quijote en esta parte de la Mancha y sus caminos.   

El catedrático emérito de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, don Eduardo Martínez de Pisón, maestro de geógrafos españoles, en su conferencia “Mapas para caballeros andantes”, impartida en la Fundación Juan March el pasado 20 abril de 2021, sentenciaba que: «La ruta de don Quijote es una ruta bien real… no hay nada fingido en el escenario ni en los pobladores, la fantasía solo estaba en el ensueño de la literatura caballeresca».

¡Pues eso!                            

                                

Luis Miguel Román Alhambra

Josita Hernán, su Alcázar, su molino y su museo

Fecha de Publicación: 29/01/2022

 

Josita Hernán

Josefina Hernández Meléndez, más conocida por su nombre artístico Josita Hernán (Mahón, 25 de febrero de 1914 – Madrid, 6 de diciembre de 1999) gran actriz cinematográfica, diva del teatro, directora de su propia compañía teatral, profesora de Teatro Español en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático de París durante veintidós años, Agregada Cultural de la Embajada de España en Francia, pintora y escritora; pero sobre todo una gran amante de Alcázar de San Juan, de sus gentes, de sus paisajes, de sus costumbres y de sus molinos

El súbito enamoramiento, que ya nunca desaparecería, entre Josita y Alcázar surge a finales de la década de los años cincuenta cuando, en diciembre de 1958, llega a nuestra ciudad invitada por el Excmo. Ayuntamiento para dar una conferencia titulada “Nosotros, los cómicos”, dentro de las programadas en el III Ciclo de Conferencias organizado por el Aula de Cultura.

Desconocemos los lugares que visitó, las personas queconoció y el tono de las conversaciones que mantuvo durante su estancia en Alcázar, pero lo cierto es que de esta visita surgió en el seno del Ayuntamiento la idea de rehabilitar un viejo molino de viento para regalárselo; ofrecimiento que de inmediato le hizo su entonces alcalde Don José María Aparicio Arce.

De vuelta a Madrid, Josita Hernán publicó en el diario Pueblo el artículo titulado “este molino mío…” del que se desprende, sin ningún género de dudas, su aceptación y la inmensa alegría que el ofrecimiento le causó. Entre otras cosas dice:

 

“Dentro hay un gran cuarto circular y una escalerilla de madera que me lleva al piso superior. Torreta de faro sobre el mar de La Mancha, abre sus ventanillas alrededor del muro para dominar a un tiempo todos los meridianos.

El cielo es, al Sur, como porcelana frágil de color turquesa; al Este se amorata, y en Poniente hay un batallar de fraguas al rojo vivo.

– ¡Viejo molino, que parece estar enraizado en el paisaje desde el principio de los días! ¡Viejo molino, que acaban de ofrecerme (¡oh, generosa esplendidez manchega!) y yo contemplo conmovida, porque más que pertenecerme él a mí siento como si fuera yo quien le perteneciera…

– Cobres, alacenas de celosía, lino almidonado (como la novia que prepara el hogar para sus bodas), tinajones de barro, serones (para sus bodas con esta tierra esplendorosa de Alcázar), pieles de carnero, vajilla talaverana”.

Para cumplir con su gratificante compromiso el Ayuntamiento de Alcázar, a través del Centro de Estudios Alcazareños, decide rescatar de sus ruinas a un viejo molino de viento llamado “El Nuevo”, propiedad de Don Crisóstomo Tejera Cencerrado, quien accede a venderlo con el único objetivo de que sea rehabilitado y posteriormente regalarlo a Josita Hernán,en el convencimiento que ello repercutirá en beneficio de Alcázar.

La adquisición se efectúa el 14 de julio de 1959 en la cantidad de dos mil quinientas pesetas, incluidos 1.600 m2 de parcela. Esta buena nueva se le comunica a Josita en una carta que le envían el 18 de julio desde el Ayuntamiento, anunciándole también que las obras de rehabilitación comenzarán en breve y adquiriendo el firme compromiso de inaugurarlo durante el verano siguiente.

A este molino se le llamaba “El Nuevo” por ser el último que se construyó en Alcázar a comienzos del siglo XX; está ubicado en el cerro que hay detrás de la Huerta de la Fuente, paraje de las Fontanillas, también llamado Santanillas, junto a la carretera de Alcázar a Miguel Esteban y fue el último molino que funcionó en Alcázar, dejando de moler en 1939.

Josita Hernán ante su molino El Doncel

Una vez en su poder, el Centro de Estudios Alcazareños restaura el molino y lo entrega formalmente a Josita Hernán, con el nombre de “El Doncel”, en una cena-homenaje que tuvo lugar el 17 de julio de 1960. A continuación de la cena, tras una función del Cine Club Alces, intervinieron Josita Hernán y algunos de los alumnos que le habían acompañado desde París.

Como curiosidad hay que resaltar que el tarjetón de la invitación al acto llevaba impresa, en su reverso, una reproducción de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes que se conserva en la parroquia de Santa María la Mayor, lo que fue muy celebrado por las personas que la acompañaron desde Francia y guardado como un gran recuerdo de su estancia en La Mancha.

Invitación a la cena-homenaje

 

Entre los distintos actos que se celebraron en esos días, destacar la interpretación que los alumnos del Conservatorio hicieron, a las puertas del molino, de la obra satírica “El Diablo cojuelo”, de Luis Vélez de Guevara. Y las dos que hicieron en el Teatro Crisfel: la comedia “Chinchín comediante” de Pío Baroja y la obra dramática “Los empeños de una casa” de la mejicana Sor Juana Inés de la Cruz.

Alumnos del Conservatorio de París interpretando “El diablo cojuelo” ante el molino El Doncel.

La noticia de la entrega del molino fue ampliamente recogida por los principales diarios nacionales de la época: Pueblo, Ya, El Alcázar, Arriba o Diario Lanza, así como en las emisoras de radio más importantes.

Como ejemplo de todas ellas reproducimos un extracto de la crónica aparecida en el diario Pueblo:

“En Alcázar de San Juan, en plena tierra manchega, acaba de inaugurarse un molino de viento. Los cronistas líricos tienen una noticia tentadora para echar a volar la fantasía…

La Jefatura Local del Movimiento y el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan entregaron el domingo las llaves de un molino de viento a la escritora y actriz Josita Hernán…

Josita Hernán llegó a Alcázar de San Juan con sus discípulos del Conservatorio de Arte Dramático de Paris… Nadine Verdier, la actriz principal de este elenco, que declama en español nuestra literatura del Siglo de Oro, se quedó perpleja cuando el alcalde de Alcázar de San Juan le entregó una tarjeta con la fotocopia de la partida de bautismo de Cervantes…

Josita Hernán ya queda ligada de por vida a la Mancha y a esta villa histórica de Alcázar de San Juan. Desde París, donde enseña teatro español, esta silueta del molino de viento ilustrará los textos de Cervantes. Todos sus discípulos serán testigos de excepción y podrán dar fe de que… En un lugar de la Mancha…”

Y esta otra crónica que publicó el diario provincial Lanza:

“Como continuación de los actos que tuvieron lugar el domingo en Alcázar de San Juan, donde, como es sabido, se hizo entrega a Josita Hernán, de un Molino de Viento, construido a expensas del Aula de Cultura y Obra Social de la Falange, para regalar a la ilustre actriz española, en pago a su acendrado amor a nuestra región manchega. Las alumnas del Conservatorio Nacional de Arte Dramático que Josita Hernán dirige en París representaron en el Teatro Crisfel de Alcázar algunas obras breves de Valle Inclán, Pio Baroja y Sor Juana Inés de la Cruz…” 

 

Durante ese mismo verano, el de 1960, Josita, excelente escritora, quiso rendir su particular homenaje a La Mancha escribiendo un artículo titulado “Una noche en Alcázar de San Juan. Homenaje a La Mancha”. En el que leemos:

“La molinera abre el ventanuco de su molino, y su cabecita mancha el rectángulo luminoso como una promesa de pecado.

Verdad sin límite de esta bendita tierra por la que todos los españoles deberían hacer un peregrinaje de señorío y de espíritu.

Se iluminan los molinos -enharinados de luz- y un gallo despertador pone en movimiento las nubes hacendosas.

En las aspas cansadas se despereza el día”.

Tico Medina, en otro artículo aparecido en el GUÍA de 1962, titulado “Alcázar de San Juan en mi recuerdo”, dedica estas palabras a su gran amiga Josita:

“Aquí está el molino de viento de Josita Hernán, nuestra entrañable Josita; el molino llamado el Doncel que domina el soberbio paisaje de los hombres y las tierras. Josita ha escrito, asomándose a la vieja ventana en la que en su tiempo soñaría la hija del molinero esperando al hombre de su vida: Esqueleto de vida, eje del mundo, alma de espada. Solo se advierte lo esencial de las cosas. La Mancha rehúsa todas las gasas, todas las plumas, todas las flores con que se adornan los espíritus débiles. Su belleza está despojada de todo lo inútil y lo falso y lo tierno”.

La firma de la cesión oficial de “El Doncel” se efectúa durante un segundo acto, celebrado el 15 de agosto de 1962, en el que Josita se impone la obligación de cumplir con la finalidad para la que fue realizada la reconstrucción del molino y no dedicarlo a otros usos distintos.

A continuación, Josita Hernán, ya dueña de la parcela y del molino, los dona en nuda propiedad al Centro de Estudios Alcazareños, con lo que quiere patentizar su simpatía y afecto al pueblo de Alcázar de San Juan, reservándose el usufructo del mismo para sí y sus ascendientes y descendientes hasta el cuarto grado. El director del Centro de Estudios Alcazareños acepta y agradece la donación que el pueblo de Alcázar de San Juan recibe.

Desde el primer momento, Josita pasa en su molino todo el tiempo que le dejan libre sus múltiples ocupaciones, estando acompañada en infinidad de ocasiones por importantes personalidades de la sociedad y de la política española y francesa, que comparten con ella la ilusión y la delicia de vivir a la sombra de un molino de viento.

Pero Josita Hernán, ya alcazareña de adopción, ya lo era de corazón, tampoco descuida otras facetas de colaboración con Alcázar y así, en 1965, dentro del IX ciclo de conferencias de la Casa de Cultura, vuelve a dar otra conferencia titulada “Exaltación navideña”.

O en su aportación alhomenaje que se le rinde al Dr. Mazuecos en 1968 (Fascículo XX de Hombres, lugares y cosas de La Mancha) en el que escribe: “Para los que hemos plantado nuestra partida de nacimiento de un modo simbólico, como una bandera, en el corazón de La Mancha, a la augusta sombra de Cervantes, la labor de Mazuecos tiene una valía mayor aún porque nos ofrece en la palma de la mano el conocimiento de la pequeña historia de nuestra tierra… Yo, por Mazuecos, me siento más hondamente alcazareña”.

Y en esa misma línea de total colaboración también está lo que leemos en una carta que envía al Centro de Estudios Alcazareños, el 27 de enero de 1967, solicitando dos ejemplares de la revista Noria:

En ausencia del director del Liceo (se refiere al Liceo Español de París) he explicado yo sus cursos de literatura y –naturalmente– al hablar de Cervantes hablé de Alcázar, expliqué las razones cronológicas que reafirman nuestro punto de vista, pero no queriendo desprenderme de mi ejemplar de Noria y creyendo interesantísimo que los jóvenes futuros bachilleres se enteren bien, le agradecería muchísimo que enviase dos números a nombre del director.”

Naturalmente… nuestro punto de vista. Nada que agregar. Qué gran embajadora tenía Alcázar en Josita Hernán.

Durante todos los veranos, los alumnos del Conservatorio de Arte Dramático de París acompañaban a Josita Hernán a Alcázar y bajo su dirección interpretaban diversas obras teatrales, preferentemente  relacionadas con el Teatro Clásico Español, siendo uno de sus escenarios preferidos el Museo Arqueológico Fray Juan Cobo, edificio que hoy es conocido como Capilla del Palacio, en donde, una vez rehabilitado, se instalaron los mosaicos romanos encontrados cerca de  allí en 1953, y entre los que dieron algunas representaciones encantados de actuar y fotografiarse junto a esos extraordinarios vestigios de la historia de Alcázar.

Una representación de los alumnos del Conservatorio de Arte Dramático de París

 

No hemos podido documentar los títulos de las obras que representaron entre los años 1962 y 1969; sí sabemos que en el verano de 1962 interpretaron cuatro obras y en 1970 representaron, entre otras, la tragicomedia “Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín” de Federico García Lorca.

En la temporada del año 1971 representaron “Estampa sacramental del siglo XV” de Gómez Manrique, “Tabernero, cruz y raya” de María Antonia de Aunós y “El mundo de Damasco” de Dámaso Alonso.

En la temporada 1972 “La voz humana” del francés Jean Cocteau, “Las aceitunas” de Lope de Rueda, “Engañado y contento” de Lope de Rueda y “Me llamo barro” de Miguel Hernández.

Y en la temporada 1973 “Los habladores” entremés de Miguel de Cervantes, “Tragedia de ensueño” de Valle Inclán y “Poesía escenificada” de Vázquez de Zafra.

Desconocemos las obras representadas durante los veranos siguientes, aunque si podemos afirmar que hubo representaciones en 1974 y 1975. Quizás las del verano de 1976, si las hubo, fueron las últimas, porque con fecha 19 de noviembre de 1976 José Luis Samper recibe una carta de Josita Hernán en la que le dice:

“Ya sabías que no estoy en París pues mi salud es menos que regular y los médicos me prohíben viajes y trabajo ¡un asco! Por ello no vamos por mi Alcázar, (con mucha pena) (El otro día vimos “El Doncel” en la T.V. y a mí se me llenaron los ojos de lágrimas) El Doncel que está por dentro destrozado (¿Quién el mala idea?) ¡qué pena! Confío en restablecerme y me ilusiono con la idea de volverlo a arreglar y amueblarlo todo de nuevo ¡amén!

Echo mucho de menos a todos los amigos de ahí, al paisaje…”

Extraordinario, subraya “mi”. ¡Que amor hacia Alcázar, que ilusión por empezar de nuevo, por reconstruir lo destrozado! No sabemos si eso fue posible, personalmente no hemos vuelto a saber de ella; creemos que, a pesar de la gran pena que le embargaba, todo se quedó en la mera intención de volver a disfrutar de su molino como había hecho durante dieciocho años sin perderse ni uno solo. Quizás esta carta, sin ella saberlo en ese momento, era su despedida de Alcázar.

Pero Josita Hernán amaba tanto a Alcázar de San Juan y se sentía tan alcazareña que su gratitud no podía quedarse en la sola cesión del molino, por lo que en sus viajes anuales desde París siempre venía cargada con cuadros pictóricos que donaba generosamente a la localidad. El número de cuadros donados fue aumentando con el paso de los años y acabó siendo una cantidad importante, por lo que de común acuerdo ambas partes, Josita y Ayuntamiento, decidieron exponerlos en un recinto permanente, que también llamarían “El Doncel”, desde entonces la Galería de Arte-Museo “El Doncel”.

En 1966, finalizada la restauración del Torreón de Don Juan de Austria, se instaló en su primera planta el “Museo Municipal de Heráldica” con reproducciones de los apellidos históricos más importantes de Alcázar.

En 1968, en su segunda planta, se instala la Galería de Arte-Museo “El Doncel”, en donde definitivamente quedó expuesto todo el fondo pictórico que hasta ese momento había donado al municipio Josita Hernán.

Galería de Arte – Museo El Doncel. 2ª planta del Torreón Don Juan de Austria. 1973

 

Hay constancia de que, en los años 1969, 1970 y 1971 se amplió el museo y se catalogaron las nuevas obras donadas. 

En el Guía de 1972 del Centro de Estudios Alcazareños, en su sección Vida Cultural, aparecen catalogadas todas las obras de arte expuestas en el Museo.

En 1973 se ornamentó la sala expositiva y se catalogaron obras de P. Amat, Antonio Hernán y Gaeteau Dumas.

En 1975 se catalogan nuevas obras de pictóricas, en este caso de artistas franceses. Después de este año no hemos encontrado nuevas aportaciones, pero ya entonces la obra expuesta había alcanzado una importancia relevante, tanto en cantidad como en calidad.

En la entrevista que para el diario Lanza le hace Pascual Antonio Beño, publicada el 24 de octubre de 1973, leemos:

”Uno de los monumentos más representativos de Alcázar de San Juan es el Torreón de Santa María. Su imponente mole se yergue dominadora sobre los edificios que la circundan… Y allí, en esa imponente fortaleza se encuentra, hoy por hoy, el único museo de nuestra provincia, legado de Josita Hernán.

Conozco pocos casos de amor a la Mancha como éste. Josita Hernán vive una profunda pasión amorosa con la tierra de D. Quijote, y esa pasión se ha convertido en entrega: no solo acude fiel a la cita todos los años con Alcázar de San Juan, sino que ha querido quedar para siempre de alguna manera en el pueblo, creando un importante museo de pintura.

– ¿Qué guarda el museo del Torreón?

– Todos los cuadros que he podido reunir a lo largo y a lo ancho de mi vida. En él están representados todos los estilos y todas las naciones: no hay discriminación. De todas formas, se trata de un museo en gestación. Todavía faltan muchas obras por adquirir.

Josita Hernán ama la pintura y es una consumada pintora. Sus vacaciones en Alcázar es una tregua bien aprovechada para practicar esa secreta ambición… sus cuadros, bien cotizados, han sido expuestos en Francia y en España.

– Los buenos pintores son los que tengo aquí reunidos en el segundo piso del Torreón. Yo solo soy una aficionada.

Visitamos el interior del Torreón. Es impresionante. En la segunda planta está el museo. Subimos por una escalera de piedra adosada al muro de una gran belleza. Y al fin desembocamos en una amplia y bien iluminada estancia, digno joyero de las obras de arte que cuelgan en sus paredes.

Me llama sobremanera la atención un fino dibujo de Picasso, tentación de ladrones. El dibujo tiene una historia: el donador tuvo que esperar varios días en la puerta de la casa de Picasso para conseguirlo.

Hay un magnífico cuadro de Miloud Boukerche, primera medalla de oro de la Exposición de París; un Tella, también medalla de oro, un Massol…

– Este que ves aquí es un Gutiérrez Navas; aquel un Leo Schmidt; más allá un Barba de Ugarte. Hay pintores de todas las nacionalidades, pero principalmente franceses y españoles.

– Y la Mancha ¿no está representada en sus pintores?

– Aquí tienes un Samper… mira, un lienzo de José Herreros. El último lienzo que acabo de adquirir es obra de una estupenda pintora de Argamasilla de Alba: Pilar Amat…

-Sin embargo, no vayas a creer que estoy completamente satisfecha del museo: está en sus inicios, aún quedan muchos cuadros por adquirir.

Pero ha terminado el largo y cálido verano. Josita regresará a París cuando el olor a mosto y a vendimia se esparza por las calles de Alcázar… El año próximo volveremos a encontrarnos cuando el Conservatorio de París se traslade a la Mancha para representar por sus pueblos las mejores muestras de nuestro teatro… Durante un año trabajará en la capital de Francia y luego, a su regreso, traerá nuevos cuadros para su museo y nuevos estudiantes franceses para que celebren en la Mancha su confirmación artística.

En Josita Hernán no hay melancolía por el pasado; solo inquietud por el porvenir… Su gran pasión, su amor más profundo, es la creación sin límites y las tierras y paisajes de nuestra Mancha. No hay doble vida, no hay decadencia, ni añoranza del pasado, no hay endiosamiento ni mistificación. Es algo natural y sencillo como una espiga, una cardencha o un cántaro de agua; una manchega universal, una gran dama española que españolea divinamente en París”.

López Mozos, hace entrega a Josita Hernán de una nueva pintura para el museo

 

En 1978, la XLVII Publicación el Centro de Estudios Alcazareños, estuvo dedicada exclusivamente, a modo de catálogo, a reseñar y reproducir las obras expuestas en la Galería de Arte – Museo “El Doncel”. En su presentación se dice:

“Josita Hernán ha querido perpetuar el paso por su Molino de Viento El Doncel, de los artistas que han honrado con su visita a Alcázar de San Juan, ciudad a la que ella tanta ama. Y ningún emplazamiento podía concitar en su torno más motivaciones que el Torreón del Gran Prior, histórico faro alcazareño por excelencia.

Con la publicación del presente Catálogo, permanentemente abierto a nuevas incorporaciones pictóricas, Alcázar de San Juan, quiere agradecer muy sincera y públicamente a Josita Hernán su bello gesto de donar el legado Pictórico que lleva su nombre, así como a los artistas que cedieron su obra, el reconocimiento más entrañable por su excelente colaboración en el quehacer cultural del Corazón de La Mancha”.

Sigue la publicación enumerando, hoja por hoja, el título y el autor de los 31 cuadros que componían en esa fecha el fondo del museo. Según vemos se exponían 21 oleos, 2 acuarelas, 2 dibujos, 2 pastel, 1 collage en metal, 1 collage, 1 grabado y 1 sin especificar; en diferentes técnicas y estilos pictóricos.

Tres años después, en 1982, José Luis Samper en un elogio a Josita titulado “A ti Josita Hernán, desde Alcázar”, publicado en el programa de Feria de ese año, habla del museo “El Doncel” y enumera a los autores de las obras expuestas, coincidiendo básicamente con los relacionados en el catálogo, por lo que deducimos que los cuadros aún estaban colgados de sus paredes.

Con el cierre definitivo de la sala de exposiciones del Torreón de Don Juan de Austria la luz de ese “faro del arte en la Mancha”, como alguien acertadamente lo llamó, se apagó definitivamente, aunque quedó latente la esperanza de volver a ver su fulgor en un nuevo proyecto museístico ya que, en el programa de Feria del año 1979, el concejal del Patrimonio Municipal, en un artículo titulado “Al pueblo de Alcázar”, habla de la riqueza pictórica de la ciudad enumerando un total de 141 obras, 44 de ellas expuestas en la Galería de Arte-Museo “El Doncel”, y lanza el siguiente proyecto: “al serle devuelto al pueblo el edificio de Santa Clara se ha pensado que una vez restaurado, habilitar una de sus naves en museo de pintura y de una forma permanente”. 

En el programa de Feria de 1983, en su sección Área de Cultura, se plantea nuevamente la idea de crear un museo municipal de carácter polivalente que albergaría los fondos existentes en el Museo Arqueológico Fray Juan Cobo que “se ha quedado pequeño”, llegando a detallar que el desarrollo del nuevo museo se contempla en torno a tres secciones: la sección de arqueología, la sección de las bellas artes y la sección de base etnográfica. Cuando se refiere a la sección de las bellas artes dice: “La segunda sección dedicada a las bellas artes para poder ordenar y cuidar la fabulosa pinacoteca municipal”.

Hasta el año 1987 hemos seguido encontrado referencias que contemplan la posibilidad de crear ese otro museo, después parece ser que el proyecto cae en el olvido.

Desde estas líneas abogamos para que nuevamente se reagrupe toda la colección de Josita Hernán, incluyendo también, si es posible, al resto del fondo pictórico municipal, y se vuelva a exhibir de forma permanente para deleite cultural de los alcazareños y de sus visitantes, como foco de atracción turística para la ciudad y, sobre todo, para hacer justicia a esa gran mujer que tanto amó a esta ciudad.

Admirada Josita, nuestra gran embajadora, Alcázar te lo debe, todos los alcazareños te lo debemos.

 

                                                                                           Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Cartas desde el Corazón de la Mancha al corazón de los Reyes Magos

Fecha de Publicación: 10/01/2022

Tanto desde Café Monago como desde la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan han quedado gratamente sorprendidos por el gran éxito de la primera convocatoria de cartas a los Reyes Magos, recibiendo 120 trabajos enviados desde 13 países

Alcázar de San Juan, 10 de enero de 2022.- El domingo 9 de enero a las 19:30 tuvo lugar el fallo del jurado del concurso de cartas a los Reyes Magos que fue transmitido en directo mediante Facebook desde el Café Monago para todo el mundo.

El concurso fue una idea original de José Antonio Castellanos Sánchez-Mateos, gerente del Café Monago y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar que junto con la Junta Directiva de esta Asociación y el patrocinio del Centro de Conductores Rondilla han llevado a efecto con un gran éxito de participación esta primera convocatoria de cartas a los Reyes Magos.

Tal como comentó Juan Bautista Mata Peñuela -presidente de los cervantistas alcazareños- en el acto de presentación de los ganadores, “nos hemos visto sorprendidos por la cantidad y calidad de los trabajos presentados”, así mismo reconoció “que el jurado se ha tenido que esforzar mucho para otorgar los premios porque la mayoría de los trabajos han sido imaginativos y extraordinarios, hasta el punto de que solo diez puntos han separado el primer clasificado del décimo”.

Juan Bautista Mata ratificó que a veces se vota más por los gustos personales y por lo que el impacto que la carta deja en tus recuerdos y en tu mente, porque la calidad de escritura y el estilo literario de muchas de ellas rayaba a gran altura.

Las cartas premiadas, han sido: Primer premio de 100 euros y diploma para “Mis queridos Reyes Magos” de Laura Roig (España). Esta carta fue leída en directo por la voz de la Sociedad Cervantina, nuestro socio y actor de doblaje, Manuel Castellanos.

“Querido Melchor” de Ángeles Sánchez (España) ha obtenido el segundo premio de 50 euros y diploma.

Finalmente, “SS.MM Gaspar y Baltasar” de María Alonso, también de España, se hizo con el tercer premio de 40 euros y diploma.

El jurado también ha otorgado un diploma a todas las cartas clasificadas entre la 4ª y la 10ª posición.

Café Monago y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradecen de corazón el interés que ha despertado el certamen y la difusión que ha obtenido al otro lado del océano, que ha motivado a escritores y creadores (algunos con un magnífico currículum) de Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, España, Guatemala. Italia, México, Perú, Suiza, Uruguay y Venezuela.

Esta amplia participación obliga al inicio de los trabajos desde esta misma fecha, con el fin de mejorar la edición del próximo año, e impulsa a perfeccionar el concurso y a buscar nuevos patrocinadores que puedan consolidar el certamen convirtiéndolo en un clásico de la Navidad.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La Navidad en el Quijote

Fecha de Publicación: 23/12/2021

Que el Quijote es un libro de humanidades pocos lo dudan. También muchos conocen que en él se contienen principios básicos de ética y de comportamiento.

No tantos comprenden que de la amplia experiencia de Miguel de Cervantes, cuya  azarosa vida estuvo repleta de dificultades (entre las que hubo un periodo de varios años como soldado –siendo participe en Lepanto de la mayor batalla naval de la historia-, otros cinco años más como cautivo en Argel, más los años que desempeñó como comisario de abastos para la Armada y recaudador de alcabalas del rey),  fueran las causantes de hacerle experimentar diferentes situaciones y recorrer infinidad de caminos, dormir en numerosas ventas y contactar con todo tipo de gente que por su curiosidad y siempre disposición a escuchar, llenaron su cabeza de historias y de experiencias vividas por otros que junto con las propias componen un acervo inabarcable.

Por eso se dice que el Quijote es un compendio de vida, que en él están retratadas fielmente todas las personalidades y vicios humanos contra los que lucha sin descanso la virtud del caballero don Quijote.

Además, son múltiples la disciplinas que la pluma de Cervantes explora:  la música, la literatura, la astronomía, la navegación, la medicina, la botánica, la educación, el amor, la gastronomía y los vinos… y hay pocos temas que se escapen al juicio crítico de nuestro universal escritor. Casi todo está en el Quijote.

Por eso me pregunté si también la Navidad estaría en el Quijote.

Y esta pregunta tiene una respuesta afirmativa. Miguel de Cervantes, que presume de conocer muy bien los ritos de la iglesia católica, no sólo conoce esta importante celebración cristiana, sino que está presente en el Quijote tanto de forma directa como aludiendo a ella y a su misterio, aunque sea de forma indirecta.

Hasta un total de nueve veces se menciona en el Quijote al misterio de la Navidad. 

Las más significativas están en la edición de 1605 (Primera Parte) y son en las que se plasma concreta y directamente esta celebración litúrgica.

La primera de ellas donde se refiere al alumbramiento de la Virgen María como Nacimiento con mayúsculas, dándole el significado de un nacimiento especial, en el Cap. 12, De lo que contó un cabrero a los que estaban con don Quijote, dice:

«Olvidábaseme de decir cómo Grisóstomo, el difunto, fue grande hombre de componer coplas; tanto, que él hacía los villancicos para la noche del Nacimiento del Señor y los autos para el día de Dios, que los representaban los mozos de nuestro pueblo, y todos decían que eran por el cabo».

Y la segunda, en el Cap. 37, Donde se prosigue la historia de la famosa infanta Micomicona, con otras graciosas aventuras, en donde el texto cita lo siguiente:

«Y así, las primeras buenas nuevas que tuvo el mundo y tuvieron los hombres fueron las que dieron los ángeles la noche que fue nuestro día, cuando cantaron en los aires: «Gloria sea en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad»; y a la salutación que el mejor maestro de la tierra y del cielo enseñó a sus allegados y favoridos fue decirles que, cuando entrasen en alguna casa, dijesen: «Paz sea en esta casa».

En ambas ocasiones se refiere a la Nochebuena y a la Navidad, el día del nacimiento del Señor, fecha crucial de la celebración cristiana en la que Dios se hizo hombre viniendo al mundo en un humilde pesebre. Particularmente bien describe en la segunda el misterio del nacimiento del Niño Dios e incluso cita textos evangélicos casi al pie de la letra.

Pero no acaba ahí Cervantes su compromiso con la fe cristiana y vuelve a referirse a la Navidad otras siete veces, aunque ya de modo indirecto y para mencionar la estrella de Belén que guio a los Reyes Magos que vinieron desde Oriente para adorar al Salvador recién nacido.

No hay que avanzar mucho en la lectura de la Primera Parte del Quijote para que salga a nuestro encuentro la primera referencia, es en el Cap. 2, Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso don Quijote:

«Autores hay que dicen que la primera aventura que le vino fue la del puerto Lápice, otros dicen que la de los molinos de viento; pero lo que yo he podido averiguar en este caso y lo que he hallado escrito en los anales de la Mancha es que él anduvo todo aquel día y, al anochecer, su rocín y él se hallaron cansados y muertos de hambre; y que,  mirando a todas partes por ver si descubriría algún castillo o alguna majada de pastores donde recogerse y adonde pudiese remediar su mucha hambre y necesidad, vio, no lejos del camino por donde iba, una venta, que fue como si viera una estrella que no a los portales (clara alusión a la estrella de Belén que encaminó a los Magos de Oriente hacia el portal de Belén), sino a los alcázares de su redención le encaminaba. Dióse prisa a caminar y llegó a ella a tiempo que anochecía».

Vuelve a referirse al fenómeno meteorológico más famoso de la historia en el Cap. 43, Donde se cuenta la agradable historia del mozo de mulas, con otros estraños acaecimientos en la venta sucedidos:

—Marinero soy de amor,

y en su piélago profundo

navego sin esperanza

de llegar a puerto alguno.

Siguiendo voy a una estrella

que desde lejos descubro,

más bella y resplandeciente

que cuantas vio Palinuro.

«Yo no sé adónde me guía,

y, así, navego confuso,

el alma a mirarla atenta,

cuidadosa y con descuido.

Recatos impertinentes,

honestidad contra el uso,

son nubes que me la encubren

cuando más verla procuro.

¡Oh clara y luciente estrella,

en cuya lumbre me apuro!

Al punto que te me encubras,

era de mi muerte el punto».

Ya en el mismo Prólogo al lector de la Segunda Parte (la edición de 1615, a la que nos referiremos a partir de ahora), vuelve a aludir a la estrella de Belén:

«Las que el soldado muestra en el rostro y en los pechos, estrellas son que guían a los demás al cielo de la honra, y al de desear la justa alabanza, y hase de advertir que no se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años».

Está presente de nuevo la estrella de Belén en el Cap. 16, De lo que sucedió a don Quijote con un discreto caballero de la Mancha:

«También digo que el natural poeta que se ayudare del arte será mucho mejor y se aventajará al poeta que sólo por saber el arte quisiere serlo; la razón es porque el arte no se aventaja a la naturaleza, sino perficiónala; así que, mezcladas la naturaleza y el arte, y el arte con la naturaleza, sacarán un perfetísimo poeta. Sea, pues, la conclusión de mi plática, señor hidalgo, que vuesa merced deje caminar a su hijo por donde su estrella le llama; que, siendo él tan buen estudiante como debe de ser, y, habiendo ya subido felicemente el primer escalón de las ciencias, que es el de las lenguas, con ellas por sí mesmo subirá a la cumbre de las letras humanas, las cuales tan bien parecen en un caballero de capa y espada, y así le adornan, honran y engrandecen como las mitras a los obispos, o como las garnachas a los peritos jurisconsultos».

Y de nuevo vuelve a nombrarla de forma elíptica en el Cap. 32, De la respuesta que dio don Quijote a su reprehensor, con otros graves y graciosos sucesos:

«Unos van por el ancho campo de la ambición soberbia, otros por el de la adulación servil y baja, otros por el de la hipocresía engañosa y algunos por el de la verdadera religión; pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballería andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda pero no la honra; yo he satisfecho agravios, enderezado tuertos, castigado insolencias, vencido gigantes y atropellado vestiglos; yo soy enamorado, no más de porque es forzoso que los caballeros andantes lo sean, y, siéndolo, no soy de los enamorados viciosos sino de los platónicos continentes.

Mis intenciones siempre las enderezo a buenos fines, que son de hacer bien a todos y mal a ninguno; si el que esto entiende, si el que esto obra, si el que desto trata, merece ser llamado bobo, díganlo vuestras grandezas, duque y duquesa excelentes».

Otra vez nombra la estrella como guía y luz a la que seguir, en el mismo Cap. 32, De la respuesta que dio don Quijote a su reprehensor, con otros graves y graciosos sucesos:

—Bien parece, Sancho —respondió la duquesa—, que habéis aprendido a ser cortés en la escuela de la misma cortesía; bien parece, quiero decir, que os habéis criado a los pechos del señor don Quijote, que debe de ser la nata de los comedimientos y la flor de las ceremonias o cirimonias, como vos decís; bien haya tal señor y tal criado, el uno por norte de la andante caballería, y el otro por estrella de la escuderil fidelidad; levantaos, Sancho amigo, que yo satisfaré vuestras cortesías con hacer que el duque, mi señor, lo más presto que pudiere, os cumpla la merced prometida del gobierno.

Y para finalizar, se refiere a la estrella de Belén y la pone como ejemplo perfecto de astro cuya función es guiar viajeros, en el Cap. 61, De lo que le sucedió a don Quijote en la entrada de Barcelona, con otras cosas que tienen más de lo verdadero que de lo discreto

—Bien sea venido a nuestra ciudad el espejo, el farol, la estrella y el norte de toda la caballería andante, donde más largamente se contiene. Bien sea venido, digo, el valeroso don Quijote de la Mancha, no el falso, no el ficticio, no el apócrifo, que en falsas historias estos días nos han mostrado, sino el verdadero, el legal y el fiel que nos describió Cide Hamete Benengeli, flor de los historiadores.

Por tanto, hasta en nueve ocasiones –como ya quedó dicho- Miguel de Cervantes habla de la Navidad y lo que rodea a su celebración en el Quijote. Me resulta verdaderamente curioso que no aparezcan en toda la novela las palabras Nochebuena, Navidad, Belén, ni cometa.

Como curiosidad, sí aparecen las que ahora relaciono: ángel/les (19 veces), estrella/s (38), pastores (42), portal/les (5), villancico (1), nacimiento (12), autos (1), gloria (51) y adorar (4).

Tampoco están las palabras: incienso, ni mirra; por el contrario, sí están oro (627 veces), Dios (621), reyes (47) magos (5) y oriente (4), aunque ninguna de ellas está referida a la festividad de la Navidad como tal.

 

Constantino López Sánchez-Tinajero

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

¡Feliz Navidad!

Fecha de Publicación: 23/12/2021

Un año más queremos felicitaros la Navidad desde el Corazón de la Mancha (Alcázar de San Juan) la tierra de don Quijote y Sancho Panza, al tiempo que os deseamos mucha salud, felicidad y éxito en vuestras vidas para el año nuevo 2022 que ya está próximo a comenzar.

 

Juan Bautista Mata Peñuela. Presidente

Tras los pasos de Rocinante

Fecha de Publicación: 22/11/2021

1ª Etapa Camino del Quijote

El pasado 15 de noviembre la Asociación de Diabéticos de Alcázar de San Juan y Comarca (ADAC) presentaba una nueva actividad, que «mezcla la marcha con la cultura», con el título Camino del Quijote. Semanas antes su presidente Domingo Camacho se había puesto en contacto con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, de la que actualmente soy su vicepresidente, para que coordinase las etapas. Aprovechando la guía de caminos que estoy preparando propuse que esta primera etapa fuese entre Alcázar de San Juan y los molinos de viento de la Sierra de Campo de Criptana, siguiendo los pasos que Rocinante llevó en la segunda salida de don Quijote de su casa.

La idea de esta actividad es que durante las etapas se pueda leer el texto de la novela que expresamente coincide con el tramo del camino, por lo que además del plano de la ruta llevaremos fragmentos del texto cervantino, coincidiendo así con el mismo espíritu de mi guía de caminos.

Este pasado domingo día 19 de diciembre hemos puesto inicio a esta actividad. El recorrido fue de unos 9 km. El punto de salida ha sido el centro de la Plaza de España de Alcázar de San Juan, junto a las estatuas de don Quijote y Sancho Panza. Si bien el día estaba claro, un ligero viento del este nos dificultó nuestra marcha desde el mismo inicio. Este viento del este, conocido como Solano, es el predominante en esta parte de la Mancha y el más ansiado antiguamente por los molineros, tanto en verano como en invierno, por su regularidad.

Aquí, antes de salir, recordamos que don Quijote había llegado a casa de la primera salida molido a palos, después del desafortunado encuentro con los mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. También que tenía determinado seguir con sus aventuras y mientras se cura en casa se hace con los servicios de un vecino suyo como escudero:

«En este tiempo solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de bien —si es que este título se puede dar al que es pobre—, pero de muy poca sal en la mollera. En resolución, tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salirse con él y servirle de escudero. Decíale, entre otras cosas, don Quijote que se dispusiese a ir con él de buena gana, porque tal vez le podía suceder aventura que ganase en quítame allá esas pajas alguna ínsula y le dejase a él por gobernador de ella. Con estas promesas y otras tales, Sancho Panza, que así se llamaba el labrador, dejó su mujer y hijos y asentó por escudero de su vecino… Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen»

Salimos de Alcázar de San Juan por una de las variantes del antiguo Camino de Toledo a Murcia hasta la bifurcación de este con el Camino de los Siete Molinos, hoy dentro del casco urbano. Desde la construcción del ferrocarril en el último cuarto del siglo XIX no es posible seguir su antiguo trazado, por lo que hay que cruzar las vías por un paso inferior para seguir por este camino utilizado para ir los vecinos de Alcázar de San Juan a moler a los molinos de viento de Campo de Criptana.  

En los límites entre los términos de Alcázar de San Juan y Campo de Criptana nos paramos para leer del capítulo VII: «Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido. Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban…» Aquí, en este mismo punto del camino terminaba la Orden de San Juan y comenzaba los dominios de la Orden de Santiago y el «antiguo y conocido Campo de Montiel». Hoy tampoco nos fatigaban los rayos del sol por ser diciembre y estar muy bajos, de la misma manera que tampoco les fatigaban a primera hora de la mañana a don Quijote y Sancho en verano, por darles también muy bajos, a soslayo.

Uno de los objetivos de esta ruta fue la de subir a los cerros de Los Siete Molinos. En Campo de Criptana este Camino de los Siete Molinos se conoce como el Camino de los molinos que va a Alcázar. Junto a él estaban construidos siete molinos, la segunda mayor concentración de molinos después de los que había en La Sierra.

Mi guía es transgresora, no coincide con otras rutas ni con otros autores. Es aquí donde Cervantes enmarca la aventura de los molinos de viento. Son los primeros molinos de viento, de los más de treinta que había, que se divisan al entrar en el término de Campo de Criptana, aunque hoy pasan totalmente desapercibidos porque solo hay restos de las cimentaciones y poco más. En el camino que sube a este cerro leemos el comienzo del famoso capítulo VIII: «En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero: La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas,…»

Seguimos nuestro camino. Y poco después, bordeando las primeras casas de Campo de Criptana,  llegamos a La Sierra donde había dieciséis molinos de viento. Hoy podemos ver diez.

Junto al molino El Burleta, miembros de una asociación cultural criptanense nos representaron el inicio de este capítulo VIII, terminando aquí esta primera etapa de Camino del Quijote.

Ya estoy preparando la segunda etapa que la ADAC tiene prevista hacer a finales del primer trimestre del próximo año. Hablando con unos y otros mientras caminábamos pensaba que podría ser ir a El Toboso y hacer el tramo de camino que llevó a don Quijote a Mota del Cuervo, lugar del caballero del Verde Gabán, en la que ocurre, entre otras, la aventura de los comediantes y la de los leones, o quizás andar el camino que va desde la ermita de Manjavacas, paraje donde estaba la Venta de Manjavacas,donde fue armado caballero don Quijote,hasta el cruce del falso albedrío de Rocinante, pasando por el encinar donde el pastor Andrés era castigado cruelmente por su amo por perder, según él, parte de su ganado. O quizás a recorrer parte de las Lagunas de Ruidera para al final entrar en la Cueva de Montesinos y comprobar que las medidas de ella coinciden con el texto cervantino…

En estas fechas tan señaladas en el calendario cristiano os deseo una Feliz Navidad y que el 2022 sea un año de prosperidad y felicidad en todos vuestros hogares.

                                                            Luis Miguel Román Alhambra

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

Avatares del vino «Hideputa» en el Congreso sobre el Siglo de Oro en Pamplona

Fecha de Publicación: 21/12/2021

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha presentado el vino “Hideputa” a los cervantistas de todo el mundo en el Congreso Internacional organizado por la Universidad de Navarra y la Universidad Jean Monnet de Saint-Etienne (Francia)

Alcázar de San Juan, 21 de diciembre de 2021.- Por invitación de Carlos Mata, secretario del Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra en Pamplona, Constantino López Sánchez–Tinajero, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha intervenido el pasado lunes en el Congreso Internacional “La recepción de Cervantes: huellas, recreaciones y reescrituras (siglos XVII-XXI)” celebrado los días 20 y 21 de diciembre, este año en la modalidad on-line.

En el Congreso han tomado parte cervantistas de ambos lados del océano, tanto de Europa (Francia, Italia y España) como de América (EE.UU., Costa Rica, Perú, Chile, Brasil o Argentina). En su intervención, López Sánchez-Tinajero ha tenido ocasión de explicar  a los cervantistas asistentes al Congreso, cómo surgió la idea de tener un vino propio para agasajar a los visitantes de los Almuerzos de don Quijote, de disponer de una etiqueta propia y única, elaborada exclusivamente por Estrella Cobo, amiga de la Sociedad Cervantina y de haberlo bautizado con el nombre “Hideputa” en honor a Sancho Panza que como buen mojón, lo llamó por ese nombre en señal de alabanza por su bondad y tras acertar por su sabor que era un vino de Ciudad Real (DQ II, 13) y con alguna “ancianidad”.

Y cómo después de presentado a la ciudadanía alcazareña y de alcanzar una gran aceptación por su calidad y por el nombre escogido de resonancias quijotescas, sufrió una serie de avatares y peripecias cuando se solicitó su registro como marca comercial ante la Oficina Española de Patentes y Marcas, negándose ésta a registrarlo por entender que el nombre era malsonante y de lenguaje vulgar.

Los cervantistas alcazareños -como así tampoco los del resto del mundo- no entienden la decisión de la oficina de registro española, más aún teniendo en cuenta que el nombre elegido procede directamente de Cervantes y de su pluma y creen que pocos argumentos hay para querer censurar su obra conocida universalmente.

En todo caso, los cervantinos alcazareños han alcanzado el objetivo de que tanto su actividad llamada “los almuerzos de don Quijote, como su vino Hideputa, como también el propio nombre de la ciudad, Alcázar de San Juan, estén siendo conocidos y reconocidos en todo el mundo.

Pero lo que es más importante, es que están seguros de que todas estas peripecias del nombre del vino están desembocando en un aumento del interés de muchas personas por el Quijote y por su lectura, ese y no es otro es el objetivo que les mueve.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Primer Camino del Quijote con final en los molinos de Campo de Criptana

Fecha de Publicación: 19/12/2021

Don Quijote y Sancho Panza, muy bien caracterizados por miembros de la Asociación Hidalgos Amigos de los Molinos, recibieron con una soberbia actuación a los caminantes de la ruta

Alcázar de San Juan, 19 de diciembre de 2021.- En una mañana más soleada de lo esperado, aunque con ligero viento solano en contra, los participantes del primer “Camino del Quijote, camino de salud” finalizaron en los molinos de Campo de Criptana, la ruta que habían comenzado en el hotel Ínsula Barataria de Alcázar de San Juan.

Allí fueron despedidos por el concejal de promoción de la cultura, Mariano Cuartero, que quiso estar presente en la salida para infundir ánimos a los caminantes. Allí previa a la salida, se leyó la primera de las lecturas del Quijote, la relativa a la toma de posesión de Sancho como gobernador de la ínsula Barataria.

Posteriormente se hizo un alto en la plaza de España, junto a la estatua de don Quijote y Sancho donde se dio lectura al episodio de la salida de caballero y escudero con dirección a la aventura de los molinos de viento.

En el paraje de los siete molinos, ya cerca de Criptana, los caminantes volvieron a hacer una inmersión en el Quijote, en las costumbres y la  legislación de la época de Cervantes, para conocer el motivo por el que en Campo de Criptana hubiese tantos molinos y era porque el Prior de la Orden de San Juan prohibía la construcción de ellos en sus territorios y los alcazareños (que eran dueños de la mayoría de los de Criptana hubieran de irse allí a construirlos y a administrarlos, por sí mismos  o por terceros.

A la llegada a los molinos de Campo de Criptana fueron recibidos por Rosa Ana Fernández Ruiz, concejal de cultura y turismo que junto con los representantes de la asociación de Hidalgos Amigos de los Molinos brindaron una calurosa acogida con una interpretación soberbia del episodio de la aventura de los molinos, que hizo que los caminantes dieran por muy bien empleado su esfuerzo.

Tras la vuelta en microbús se celebró la comida en Barataria y los asistentes comentaron durante la comida que no solo en los puntos de lectura de episodios del Quijote sino en la continua charla durante todo el camino habían aprendido mucho sobre la obra de Cervantes y que ya piensan en las siguientes etapas que se organicen en el futuro.

Esta ruta pretende recorrer caminos por donde anduvo don Quijote y terminar siempre en lugares cervantinos o quijotescos, como ha sido en esta ocasión, de forma que se realice deporte para mejorar la salud, pero al propio tiempo se conozca un poco mejor la obra de Miguel de Cervantes y en especial el Quijote.

Así que, agradeciendo a Domingo Camacho, presidente de la Asociación de Diabéticos de Alcázar de San Juan y comarca la buena organización de la jornada de hoy, aprovecharon para encargarle que vaya trabajando en ir preparando la segunda ruta.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La solidaridad se supera año a año en la recogida de libros

Fecha de Publicación: 17/12/2021

 

Con alrededor de 500 libros, se ha vuelto a superar el récord del año pasado. La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradece muy sinceramente todo el apoyo recibido a la campaña «Ningún niño/a sin imaginación»

Alcázar de San Juan, 17/12/2021.- Un año más la solidaridad de los alcazareños, de la gente de la comarca e incluso de algunos que viven muy lejos y que ya son habituales colaboradores de la Sociedad Cervantina de Alcázar ha quedado patente con la recogida de 500 libros en la Campaña “Ningún niño/a sin imaginación” que este año ha alcanzado su cuarta edición.

 

El vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Luis Miguel Román Alhambra hizo entrega a Milagros Plaza, presidenta de la Asociación Cultural y Social el Sosiego, de la gran cantidad de libros infantiles y juveniles, algunos de ellos totalmente nuevos (adquiridos a propósito para donarlos en esta campaña), así como incluso enciclopedias completas; acto que tuvo lugar en la tarde de ayer jueves para que con estos libros y unidos a los juguetes que han recogido en su tradicional campaña, elaboren lotes para los niños más desfavorecidos.

 

La Asociación el Sosiego viene haciendo desde hace más de diez años esta gran labor social que contrasta con la escasez de medios de que disponen, lo que hace su trabajo mucho más valioso, esto fue precisamente lo que impulsó a la Sociedad Cervantina de Alcázar a colaborar con ellos en una cooperación que se prolonga ya cuatro años.

 

No obstante, queremos remarcar que el éxito de esta campaña no hubiera sido posible sin la colaboración de tanta y tanta gente particular, profesores, escritores, instituciones como la Biblioteca Municipal de Alcázar de San Juan, etc…  Por eso damos las gracias a todos los que han colaborado con nosotros y nos enorgullece comprobar cómo aún queda mucha gente que tiene la impronta de la solidaridad y que se pone en el lugar de los que lo tienen más difícil, especialmente en estas fiestas navideñas que ya se acercan y con la ayuda de todos esperamos haber puesto nuestro granito de arena para que la alegría y la ilusión entren en muchos hogares.

 

 

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

Barcelona, Cervantes y El Quijote. ¿Por qué rasgarse las vestiduras?

Fecha de Publicación: 22/11/2021

Enrique Suárez Figaredo, barcelonés, quijotista y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Estupor general ha causado la noticia de que el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona haya rechazado la propuesta de instalar en la popular playa de la Barceloneta una estatua a Cervantes, propuesta presentada por el grupo municipal de C’s. Como todo es opinable, en las siguientes líneas expresaré mi particular punto de vista sobre este asunto, empezando por asuntos editoriales muy relevantes.

En Barcelona, en 1617, se publicó por primera vez el Quijote completo (2 tomos). Para ello se asociaron tres mercaderes de libros y dos impresores. También en Barcelona, en 1873, se publicó el primer Quijote en facsímil: todo un hito bibliográfico. Edición destinada “para España y para todas las naciones del Universo”, sus suscriptores la fueron completando en fascículos mensuales de 48 páginas al precio de 5 Ptas. La iniciativa correspondió a Reial Acadèmia de Bones Lletres y el Ateneu Barcelonès, y el responsable de esta monumental edición fue el militar y político barcelonés Francesc López Fabra, considerado el padre de la foto-tipografía en España. El papel, de excelente calidad, se produjo en los molinos papeleros de Capellades (prov. de Barcelona), y la estampación se llevó a cabo en la imprenta barcelonesa de Narcís Ramírez. La tirada se limitó a 1605 ejemplares para España y 100 para el extranjero, y el 23 de abril de 1873, ya finalizada, las planchas fueron destruidas en un solemne acto público. Con 257 años y 507 km de distancia de diferencia, ese día fenecieron el Autor y el ambicioso proyecto.

En 1874, se añadió un tercer tomo con Las 1633 notas de Juan Eugenio Hartzenbusch a la primera edición foto-tipográfica del Quijote (Hartzenbusch era entonces Director de la Biblioteca Nacional). En 1879, un cuarto tomo reprodujo 101 láminas elegidas entre 60 ediciones ilustradas, completando así una de las ediciones del Quijote más valoradas por el coleccionismo cervantino.

 

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Todo buen quijotista sabe que muchos de los mejores estudios literarios sobre el Quijote se han escrito en Barcelona, y la potente industria editorial barcelonesa ha publicado bellísimas ediciones. Semejante devoción por obra y autor parece responder a la que Cervantes sintió por la Ciutat Comtal, y así lo expresó en varias de sus obras:

Admiroles el hermoso sitio de la ciudad, y la estimaron por flor de las bellas ciudades del mundo, honra de España, temor y espanto de los circunvecinos y apartados enemigos, regalo y delicia de sus moradores, amparo de los extranjeros, escuela de la caballería, ejemplo de lealtad, y satisfacción de todo aquello que de una grande, famosa, rica y bien fundada ciudad puede pedir un discreto y curioso deseo (en Las dos doncellas, del tomo de las Novelas ejemplares).

Quiero que sepa vuesa merced … que en todos los días de mi vida no he estado en Zaragoza, … me pasé … a Barcelona, archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos, y correspondencia grata de firmes amistades; y en sitio y en belleza, única (en la 2ª Parte del Quijote).

Los corteses catalanes, gente enojada terrible, y pacífica suave; gente que con facilidad da la vida por la honra, y por defenderlas entrambas se adelantan a sí mismos (que es como adelantarse a todas las naciones del mundo), visitaron y regalaron todo lo posible a la señora Ambrosia Agustina (en Los trabajos de Persiles y Sigismunda).

¿Qué queda hoy de aquella devoción cervantina, de aquel orgullo ciudadano? Poco, a lo que parece. Me pregunto cuántos componentes del Pleno del Ayuntamiento de Barcelona conocen lo detallado arriba. Es cierto que el nombre de Cervantes ya está bien presente en el nomenclátor de la ciudad (una calle, un parque…), incluyendo un busto en el Pueblo Español y un medallón en fachada de la céntrica Fundació Antoni Tapies; pero no son puntos muy visibles.

La propuesta era colocar una estatua en la playa de la Barceloneta, donde aconteció «la aventura que más pesadumbre dio a don Quijote de cuantas hasta entonces le habían sucedido»: su derrota frente al Caballero de la Blanca Luna. No se me ocurre un lugar mejor. Ahora bien, desconozco el diseño de la estatua propuesta. ¿Otro busto? ¿Una de cuerpo entero? ¡Qué poca originalidad! Nada mejor que dos caballeros abalanzándose uno contra el otro, lanza en mano, como en la ilustración aportada por Jaume Pahissa para la lujosa edición de Miquel Seguí de 1897. Que yo recuerde, no hay nada así en el mundo.

Barcelona es una de las más turísticas ciudades de Europa, está incluida en la selecta Red de Ciudades Cervantinas, y si ha de hacer algo más por Cervantes y el Quijote, hágalo cuando sea, pero que destaque.

   E. S. F.

Barcelona, 22 noviembre 2021

Fray Diego de Torres Rubio

Fecha de Publicación: 21/11/2021

 

Del Arte de la lengua aymara, por  Torres Rubio, Diego de, 1547-1638

Fray Diego de Torres Rubio, lingüista, gramático y lexicógrafo jesuita, estudioso de las lenguas andinas aymara y quechua, nace en Alcázar de San Juan, en 1547, y muere en Chuquisaca, actual Sucre-Bolivia, el 13 de abril de 1638, a la edad de 91 años, en donde era profesor de ambas lenguas.

Las lenguas quechua y aymara eran los idiomas más extendidos por las regiones de los Andes centrales a la llegada de los españoles. En cierta forma se puede afirmar que el quechua era, de facto, la lengua oficial del Imperio Inca. Tanto era así que la Iglesia Católica, de la mano de sus misioneros, en su estrategia de expandir su actividad misional por todo el Virreinato del Perú, se esmeró sobremanera en estudiarlas y dominarlas con rapidez para poder comunicarse fácilmente con los nativos de los nuevos territorios y cumplir con su misión evangelizadora. Desde el primer momento estableció cátedras de estos idiomas en los colegios y universidades que se iban fundando.

La obra escrita más antigua que conocemos en lengua quechua es “Gramática o arte de la lengua general de los indios de los reynos del Perú”, del misionero dominico Fray Domingo de Santo Tomás, impresa en Valladolid en el año 1560.

En 1583 se editó en Lima el primer “Catecismo en la lengua Española y Aymara del Pirú”, como resultado de las directrices emanadas del III Concilio Provincial de Lima (1582-1583). Este Concilio fue de suma importancia para la cristianización de los pueblos nativos del Virreinato del Perú, pues de él surgió una abundante normativa evangelizadora, una de las más influyentes la que ordenaba que no se obligase a sus habitantes a rezar en latín, lo que propició la aparición de abundantes textos religiosos en las lenguas nativas más habladas. Este catecismo fue reimpreso en Sevilla, en 1604, por Bartolomé Gómez.

Catecismo en la lengua Española y Aymara del Pirú. Edición de 1604. Sevilla

En 1607, el también misionero, en este caso jesuita, Fray Diego González Holguín publicó su “Gramática y arte nueva de la lengua general de todo el Perú, llamada lengua Quichua, o lengua del Inca” y, en 1608, el “Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada lengua Quichua o del Inca”. Ambas obras se imprimieron en Lima.

Unos años antes, en 1603, el misionero jesuita alcazareño Fray Diego de Torres Rubio publicó la obra “Gramática y Vocabulario en lengua Quichua, Aymara y Española”, que se imprimió en Roma, y fue reeditada en Sevilla en 1609, pero que hoy, desaparecida, solo se la conoce por referencias.

Fray Diego de Torres Rubio nace en Alcázar de San Juan, entonces llamada Alcázar de Consuegra, en 1547.Con 19 años de edad, en 1566, abandona su ciudad natal y se traslada a Valencia para ingresar en el noviciado de la Compañía de Jesús, en donde obtiene el grado de subdiácono seis años más tarde, en 1572.

En 1577, junto al también jesuita alcazareño Fray Alonso de Valdivielso, marcha al Nuevo Mundo en la expedición promovida por el Padre Everardo Mercuriano,

Prepósito General de la Compañía de Jesús, “en respuesta a la solicitud que el Padre Acosta le hace rogándole que enviara un teólogo ya formado y de nota para que continuase los cursos de teología que él había interrumpido al ser nombrado Provincial del Perú”, según recoge el Padre F. Mateos en su “Historia General de la Cia. de Jesús en la Provincia del Perú”.

El jesuita P. Bartolomé de Alcázar, en el Tomo II de su “Chrono-Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia de Toledo”, Madrid 1710, relata con exactitud el día en que Fray Diego y Fray Alonso embarcaron en Sanlucar de Barrameda, como integrantes del grupo de dieciséis religiosos que componían la expedición ordenada por el Padre Everardo Mercuriano: “A las provincias del Perú partieron también de San Lucar, a 16 de octubre (de 1577), en los Galeones de el cargo de Don Juan de Velasco de Barrio, dieciséis de la Compañía de Jesús …” citando expresamente a los dos alcazareños de esta forma: “Alonso de Valdivielso, estudiante theologo, natural de Alcaçar de San Juan de la provincia de Toledo… Diego de Torres Rubio, subdiácono, natural de Alcaçar de San Juan…”.

Al frente de la misma iba el Padre José Tiruel y la componían cuatro diáconos, siete estudiantes, dos hermanos coadjutores y tres sacerdotes, uno de ellos el eminente teólogo y moralista Padre Esteban de Ávila. La lista completa de sus integrantes, junto al grado de cada uno de ellos y sus lugares de procedencia, consta en el “Libro del Noviciado” de la Compañía  

Desconocemos el puerto de arribada al Nuevo Mundo, pero si sabemos que en febrero de 1578 todo el grupo se encontraba sin novedades dignas de reseñar en Panamá, para embarcar con destino al Virreinato del Perú en el navío del conocido y prestigioso piloto Antón del Rodal. El también jesuita P. Giovanni Anello Oliva nos describe este viaje en su “Historia del Reino y Provincias del Perú y vida de los varones insignes de la Compañía de Jesús”, escrita en el año 1630de esta forma:

“Pero en este (viaje) no podré dejar de hacer especial mención del que el Padre Joseph Tiruel y el Padre Esteban de Ávila hicieron con otros catorce sujetos, el año de 1578… en este navío vino y en compañía de nuestros padres D. Martín Garçía de Loyola a quien después mataron los indios de Chile, siendo gobernador de aquel Reino y sobrino que fue de nuestro Glorioso Padre San Ignacio. También vino D. Lorenço Xuerez de Figueroa gobernador de las Provincias de Santa Cruz de la Sierra…“, siguerelatando quenavegarondurante once días hasta el puerto de Paita en Perú, en donde descansaron cinco días, continuando su singladura durante otros dieciséis días, para llegar, el 31 de marzo de 1578, Viernes de la Semana de Pascua, al puerto del Callao en Lima.

A esta expedición también se refiere el Virrey Francisco de Toledo en una carta enviada a Felipe II, el 18 de abril de 1578, en la que le comunica que: “Entró aquí una manada de clérigos de la Compañía, mozos y para estudiar acá”.

Es más que probable que en Lima los caminos de Fray Diego y Fray Alonso se separaran definitivamente para no volver a juntarse jamás, lo que no podemos asegurar puesto que no hemos encontrado constancia documental del destino que América le deparó a Fray Alonso de Valdivielso. Quizás volvió a España, porque en 1601 encontramos a un Fray Alonso de Valdivielso velando en su casamiento a Francisco Pérez Marañón y Paula de Valdivielso, hija del Doctor Valdivielso, casamiento que ofició Fray Juan de Valdivielso. “Libro primero de Desposorios y Velaciones celebradas en la Iglesia Parroquial de Santa María desta villa de Alcázar de San Juan”. Archivo parroquial de Santa María. Pero ésta es otra historia.

Tras permanecer dos años en Lima, entonces llamada Ciudad de los Reyes, en donde fue ordenado sacerdote en 1580, al ya Padre Diego de Torres Rubio lo enviaron a la importante misión jesuita de Juli, al sur del actual Perú, junto al lago Titicaca, territorio habitado por el pueblo Aymara, en donde también aprendió esta lengua. En Juli coincidió con el jesuita italiano P. Ludovico Bertonio (1557 – 1625), lingüista y lexicógrafo como él, autor, entre otras obras, del “Vocabulario de la Lengua Aymara”, impreso en Juli en 1612, y de varios textos religiosos en español y en aymara.

El resto de su vida transcurrió, en su mayor parte, en regiones de la actual Bolivia, llegando a ser Rector de los colegios de La Paz (Chuquiabo o Chuqiyapo en aymara), Potosí y La Ciudad de La Plata de los Charcas, conocida también como Chuquisaca y, desde 1839, llamada Sucre, ciudad muy importante en esa época pues en ella residía la Real Audiencia y Cancillería de La Plata de los Charcas, la segunda en jerarquía tras la de Lima. En Chuquisaca, en donde ocupó la cátedra de aymara durante 30 años, se le atribuye el establecimiento, en 1610, de dos seminarios de Estudios y Noviciados para impartir Teología y Artes.

Partiendo desde Potosí, en el año 1595, fue uno de los primeros misioneros jesuitas que, junto al Padre Yáez, visitó a los chiriguanos, etnia de lengua guaraní, que se asentaban en el Gran Chaco, en lo que hoy es territorio compartido por Bolivia, Argentina, Brasil y Paraguay.

El Padre Bartolomé de Alcázar, en el ya citado Tomo II de su “Chrono-Historia de la Compañía. de Jesús en la Provincia de Toledo”, nos da cumplidas referencias del talante y la personalidad de Fray Diego, diciendo que: “Ordenado en Lima de sacerdote, para acallar sus fervorosos deseos de ayudar a los indios, le enviaron al Pueblo de Juli, donde en breve aprendió sin maestro con tal perfección las dos lenguas Aimara y Quichua, que las redujo a reglas y las enseñó en Chuquisaca por treinta años. Hizo muy repetidas Misiones, a pie así siempre en la Provincia de los Charcas… Dentro de la casa era infatigable en la caridad con todos…  Asistía y amaba a los indios con celo ardiente, sin fatigarle los trabajos que por ellos toleraba… Adornó su vida larga con grandes virtudes… Siendo Rector de el Collegio de Potosí hacía los oficios más humildes, propios de los criados, diciendo que no había para que executase otro lo que él podía… y solía decir que mientras tuviese manos propias, era injusto valerse de las ajenas… Por su amor a la santa Pobreza jamás admitió para uso propio, sino lo más viejo y desechado de la casa… Era muy dado a la oración vocal, y a la mental empleando en ésta cuatro horas al día, con perseverancia constante… Tuvo una pureza tan sin mancilla, que en su semblante no se vio ademán, o acción ajena de una insigne santidad… Estas y otras virtudes suyas, ya cansado de vivir, le maduraron para el Cielo… Fue su muerte en la Ciudad de la Plata, a 13 de Abril de 1638, a los 91 años de su edad, a los 66 de religión, y a los 58 de profesión de cuatro votos. Escribió una Gramática y un Vocabulario de las lenguas Aimara y Quichua ”.

Los cuatro votos que menciona el Padre Bartolomé de Alcázar son los de pobreza, castidad y obediencia, comunes a todos los sacerdotes, más un cuarto voto especial que solo profesan los jesuitas: la obediencia al Papa sea el que sea.

La anónima “Historia General de la Compañía de Jesús en Perú”, del año 1600, reeditada por el Padre F. Mateos, Madrid 1944, corrobora su cargo de Rector del Colegio de Potosí y recoge la amistad que le unía al Padre Juan de Montoya, compañero en sus viajes misioneros por Juli, Chuquiabo y Potosí, de esta forma: ”… el P. Diego de Torres Rubio, Rector que entonces era de este collegio, como quien sabía bien la mucha virtud y santidad del P. Montoya, por haber vivido en su compañía muchos años en Juli, Chuquiabo y Potosí…”

Además de las ya mencionadas, también hemos encontrado referencias documentadas sobre Fray Diego de Torres Rubio en estos otros escritos:

En el manuscrito “Sobre el noviciado de los jesuitas en Lima”, escrito alrededor de 1600, que se encuentra en la Biblioteca Nacional.

En la obra “Vidas exemplares y venerables memorias de algunos Claros Varones de la Compañía de Iesus”, del humanista y teólogo jesuita P. Juan Eusebio Nieremberg y Ottin, Madrid 1647, se describe a Fray Diego de Torres Rubio como uno de los más importantes y venerables miembros de esta Compañía en el Virreinato del Perú. Confirmando lo ya acreditado con estas palabras: “Sucedió su muerte en la ciudad de Chuquisaca, donde muchos años había vivido, a 13 del mes de abril el año de 1638, de edad de noventa y uno, de su entrada en la compañía sesenta y seis, y de la profesión de los cuatro votos cincuenta y ocho”.

En el “Catálogo de las Lenguas de las naciones conocidas y enumeración, división y clases de éstas según la diversidad de sus idiomas y dialectos”, Madrid 1800-1805, del lingüista y filólogo jesuita Lorenzo Hervás y Panduro.

En la obra “Bibliografía Española de Lenguas indígenas de América”, Madrid 1892, de Cipriano Muñoz y Manzano, Conde de la Viñaza.

En la monumental “Historia General del Perú”, editada enLima entre 1971 y 1984 y en la “Historia de la Compañía de Jesús en el Perú”, Burgos 1963, ambas del jesuita peruano P. Rubén Vargas Ugarte.

O en “Notas sobre jesuitas y lengua Aymara”, 1997, del jesuita e investigador boliviano P. Xavier Albó.

Como ya hemos comentado, la primera obra que Fray Diego de Torres Rubio escribió fue “Gramática y Vocabulario en lengua Quichua, Aymara y Española”, publicada en Roma en el año 1603 y reeditada en Sevilla en 1609, obra que hoy está desaparecida, pero que es citada, entre otros, por Antonio Rodríguez de León Pinelo, historiador y cronista mayor de Indias, en el Tomo II de su obra “Epítome de la Biblioteca oriental i occidental, náutica y geográfica…”, Madrid 1629. Por el bibliógrafo sevillano Nicolás Antonio en el Tomo I de su obra “Bibliotheca Hispana Nova”, publicada en 1672 y, sobre todo, por D. Marcelino Menéndez Pelayo quien en el Tomo III su obra “La Ciencia española: polémicas, proyectos y bibliografía”, Madrid 1888, además de hablar de ella, da su título en latín: “Vocabularium et Gramática limguarum Aymara et Quichuae”.

En 1614 Francisco del Canto, impresor de libros, publicó “Arte, y vocabulario en la lengua general del Perú, llamada Quichua, y en la lengua Española. El más copioso y elegante, que hasta agora se ha impresso”, editada en Lima con licencia del Excelentísimo Marqués de Montesclaros, hasta ese año Virrey del Perú, y dedicatoria del editor al Ilustrísimo Señor Don Hernando Arias de Ugarte, Obispo de Quito y del Consejo de su Majestad.

Arte y vocabulario en la lengua general del Perú, llamada Quichua, y en la lengua Española. 1614

Desde la Biblioteca John Carter Brown de la Universidad de Providence, Rhode Island, EE.UU., atribuyen esta obra a Fray Diego de Torres Rubio, pero otras fuentes también la atribuyen a los jesuitas Alonso de Bárcenas, Ludovico Bertonio o Diego González Holguín, o al dominico Domingo de Santo Tomás, incluso al propio Francisco del Canto. Quizás el editor simplemente reunió datos de todos ellos y la publicó sin mencionar autor alguno. La obra, de 452 páginas, consta de una gramática o arte de la lengua Quichua y un diccionario, de unas 2.500 palabras y frases, del quechua al español y viceversa.

En 1616, Fray Diego de Torres Rubio, publicó la obra “Arte de la lengua Aymara”, editada en Lima por Francisco del Canto, con licencia concedida por el Príncipe de Esquilache, Virrey del Perú entre los años 1614-1621, y la aprobación del Doctor Alonso de Huerta, Catedrático de la Universidad San Marcos de Lima y Predicador de su Iglesia Catedral.

En ella encontramos una gramática o arte de la lengua aymara, un vocabulario bilingüe ordenado alfabéticamente con los vocablos y frases más comunes que ordinariamente se usaban, un breve confesionario en aymara y varios textos religiosos, entre ellos una Letanía de Nuestra Señora.

Hay dos versiones de esta obra, ambas publicadas en Lima en 1616, que se han confundido entre sí, pues en una de ella se incluyó la edición, reimpresa en Sevilla en 1604, del “Catecismo en la lengua española y aymara del Pirú” y en la otra versión no se incluyó.

Arte de la lengua Aymara, edición de 1616, que incluye el catecismo.
Arte de la lengua Aymara, edición de 1616, sin la inclusión del catecismo

En 1967 la Editorial de Libros y Revistas S.A. (LYRSA) de Lima realizó una edición moderna de esta obra, con un preliminar de Gamaliel Churata (seudónimo de Arturo Peralta) y prólogo y actualización de Mario Franco Inojosa.

En 1619 publicó su “Arte de la lengua Quichua”, editada en Limapor Francisco Lasso, con licencia igualmente concedida por el Príncipe de Esquilache, Virrey del Perú, el 16 de febrero de 1619, y la aprobación del Padre Diego Álvarez de Paz, Provincial de la Compañía de Jesús en el Perú.

Está estructurada de forma análoga a la anterior, es decir, un arte (gramática) de la lengua quichua, un vocabulario bilingüe con los vocablos y frases más comunes ordenados alfabéticamente, un confesionario y varios textos religiosos en quichua, entre ellos una Letanía de Nuestra Señora, los Mandamientos y los rezos necesarios para administrar el viático o celebrar el matrimonio.

Arte de la lengua Quichua. Edición de 1619

Esta edición fue ampliada por el P. Juan de Figueredo, quien le añadió una gramática y un vocabulario de la lengua Chinchaysuyo, considerada un dialecto de la lengua Quichua muy hablado en la zona del Arzobispado de Lima, imprimiéndose en esta ciudad, en el año 1700, en la imprenta real de Joseph de Contreras y Alvarado, a costa del mercader en libros Francisco Farfán de los Godos.

Siendo nuevamente reeditada, también en Lima, en 1754, en la afamada imprenta de la Plazuela de San Cristóbal, bajo el título de “Arte y vocabulario de lengua Quichua general de los indios de el Perú que compuso el Padre de Diego de Torres Rubio de la Compañía de Jesús. Y añadió el P. Juan de Figueredo de la misma Compañía. Ahora nuevamente corregido y aumentado en muchos vocablos”.

En 1963 la Editorial H. G. Rozas S.A. de Cuzco publicó una edición moderna de esta obra, incluyendo los añadidos que hizo el P. Juan de Figueredo. El prólogo y las biografías que contiene son de Luis A. Pardo.

Arte de la lengua Quichua. Edición de 1700
Arte de la lengua Quichua. Edición de 1754

El historiador y bibliógrafo peruano Enrique Torres Saldamando (Lima, 14 de julio de 1846 – Santiago de Chile, 1 de abril de 1896), en su libro “Los antiguos jesuitas: biografías y apuntes para su historia” (1882, Imprenta Liberal, pp 79-81) dice que también dominaba la lengua guaraní, quizás aprendida en su comentado viaje al Gran Chaco con el padre Yáez, atribuyéndole la obra “Arte de la lengua Guaraní”, publicada en 1627. Desgraciadamente, a día de hoy, no se ha podido localizar ningún ejemplar que pueda confirmarlo.

Ejemplares de sus obras se encuentran en la Biblioteca Nacional de España, en diversas Bibliotecas Nacionales y Universitarias de Chile, Perú o Bolivia y, especialmente, en la Biblioteca John Carter Brown en la Universidad de Providence, Rhode Island, EE.UU., de cuya Biblioteca Digital hemos extraído las ilustraciones que acompañan a este trabajo.

Hasta aquí este breve recorrido por la vida y la obra de este alcazareño universal, poco conocido y menos reconocido en su ciudad natal, en la que, pensamos que injustamente, no se le recuerda ni tan siquiera con una sencilla placa conmemorativa o con el nombre de una simple calle.

 Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

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Breve explicación de este artículo:

Este artículo sobre Diego de Torres Rubio, un jesuita alcazareño que -aparte de ser un verdadero desconocido en la ciudad- fue uno de los mayores lingüistas del Siglo de Oro Español, autor de gramáticas sobre las lenguas Aymara y Qechua, es obra de nuestro socio Manuel Rubio Morano y le ha hecho una pequeña introducción que motiva la realización de este trabajo y que tiene su interés, por eso aquí queda reproducida.

Junta Directiva

 

«Hace unas semanas nuestro compañero de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Enrique Lubián, nos reenviaba por el grupo de wasap unos memes en los que se defendía y reivindicaba la labor de España en el Nuevo Mundo.

En uno de ellos se mostraban las Universidades fundadas por España en América y Filipinas y en otro se comentaba que mientras el primer libro de gramática en lengua alemana se publicó en 1573 y el primer libro de gramática en lengua inglesa lo fue en 1586, en España el primer libro de gramática en lengua española se editó en 1492 y, lo que es más sorprendente, el primer libro de gramática en la lengua andina Quechua lo fue en 1560, trece años antes que en alemán y veintiséis antes que en lengua inglesa.

Esto me animó a poner al día algunos apuntes que ya tenía sobre un alcazareño universal, pero escasamente conocido en su tierra, al que le seguía la pista desde hace bastante tiempo, Fray Diego de Torres Rubio, y me empujó a seguir indagando sobre su vida y obra, por ser uno de los principales artífices del inmenso trabajo que España desarrollo con las lenguas nativas del Virreinato del Perú durante los siglos XVI y XVII. Lo encontrado está en el siguiente trabajo.»

Manuel Rubio Morano

Camino del Quijote, camino de salud

Fecha de Publicación: 21/11/2021

 

La Asociación de Diabéticos de Alcázar y Comarca presenta el “Camino del Quijote”, es una nueva actividad que mezcla caminar con la cultura. Para organizarla se han apoyado en la Sociedad Cervantina de Alcázar

Alcázar de San Juan, 21 de noviembre de 2021.- La Asociación de Diabéticos de Alcázar de San Juan y Comarca en la persona de su presidente Domingo Camacho, ha presentado a los medios de comunicación  este proyecto que llevan preparando durante meses, que pretende ser abierto a toda la sociedad y señalan ya la fecha de la primera etapa que será en el mes de diciembre.

Se realizarán diferentes rutas a pie que la ADAC ha organizado en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar y que han dado en llamar “Camino del Quijote”.  Esta actividad consistirá en caminar por los mismos lugares en que lo hicieron don Quijote y Sacho Panza, mientras se hace un repaso a las principales aventuras que vivieron los universales personajes en su novela, y mientras que los participantes en la ruta refrescan su conocimiento del Quijote escuchando los fragmentos de la obra cumbre de Cervantes, textos que han sido seleccionados y serán leídos por los miembros de la SCA.

Por lo tanto, afirmaba Domingo Camacho, “lo que pretendemos es combinar cultura y deporte, caminada e inmersión en la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”.  La primera etapa se realizará el domingo 19 de diciembre entre las localidades de Alcázar de San Juan y los molinos de Campo de Criptana donde tuvo lugar la aventura de los molinos de viento. Tendrá un recorrido aproximado de 12 km y una duración de unas dos horas y media. Se recomienda hacerlo de forma familiar.

Durante la ruta se harán cinco lecturas de fragmentos del Quijote que se desarrollan en esta aventura, de modo que los participantes se meterán dentro de la novela y caminarán por los mismos lugares de la trama. Una vez que lleguen al destino asistirán a una breve representación quijotesca y regresarán en autobús hasta el lugar de salida en Alcázar de San Juan donde acabarán la jornada con una comida típica manchega. El coste de participación será totalmente asequible y solo para cubrir el coste de la comida y el desplazamiento de ida o de vuelta. En esta primera etapa se ha fijado una cuota de participación de 20 euros porque incluye la comida en Hotel ínsula Barataria a la terminación de la etapa. Para finalizar, Domingo Camacho informó que las reservas pueden hacerse al correo: adacalcazardesanjuan@gmail.com desde este mismo momento ya que se limitará a 50 plazas el número de participantes.

En el acto de presentación estuvo presente Luis Miguel Román Alhambra vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar que expuso que han colaborado muy gustosamente con ADAC en la organización de estas rutas porque la difusión de la obra de Cervantes es el principal objetivo de la Sociedad y que no han encontrado ningún problema en identificar lo que ocurre en cada aventura del Quijote y elegir los textos adecuados a cada trayecto. De esta forma y caminando por los lugares en que anduvieron don Quijote y Sancho y oyendo los pasajes correspondientes, se pueden apreciar en toda su extensión aspectos de la obra que en una lectura normal podrían pasarnos desapercibidos.

También intervino José Andrés Ucendo concejal de deportes y medio ambiente de Campo de Criptana para poner en valor el patrimonio molinero de nuestra localidad vecina, alabando que la ruta escogida pase por el paraje de los siete molinos (todavía muy desconocido)  y para manifestar que no hay duda de que estos son los molinos contra los que se enfrentó ese “hombrecillo enclenque”  al que Cervantes hizo luchar contra gigantes en el capítulo 8, y que desde el Ayuntamiento se comprometió a hacer una pequeña representación con actores especializados y en todo caso a dispensar una magnífica acogida a los visitantes que lleguen a la “sierra” en esta primer a etapa.

Cerró el acto de presentación el concejal de medio ambiente de Alcázar de San Juan Pablo Pichaco,  para apoyar la realización de este tipo de rutas naturales que buscan ahondar en la integración de la actividad con la vida saludable y con el conocimiento de los recursos naturales, ya sea la geología o los cultivos típicos de la zona y aves que anidan o pasan por el lugar, que favorecen una relación del hombre con el entorno, haciendo que estas experiencias se vuelvan atractivas porque facilitan una percepción distinta de estos caminos la que se adquiere recorriéndolos a pie, como ya se está haciendo también por ejemplo con los Caminos del Guadiana. Deseó mucho éxito a la nueva actividad y que sirva de ejemplo para iniciativas de este tipo.

Esto es en cuanto se refiere a la primera etapa que ya está prácticamente preparada, pero la actividad “Camino del Quijote” no se circunscribirá a esta única etapa, sino que pretende consolidarse en el tiempo y tendrá un carácter trimestral; ya se están preparando otras tres nuevas etapas que irán creciendo en duración y dificultad, aunque siempre dentro de los límites asumibles para que puedan ser realizado de forma familiar. Todas ellas terminarán en lugares emblemáticos del Quijote.

La Asociación de Diabéticos confía en que esta actividad tenga una buena acogida y por su interés, se convierta pronto en un referente en la Mancha, no solo entre sus asociados, sino entre el público en general ya que la participación en la misma está abierta a todas las personas y colectivos.

Domingo Camacho Castellanos

Presidente de la Asociación de Diabéticos de Alcázar de San Juan y Comarca.

Cuarta campaña de recogida de libros “Ningún niño/a sin imaginación”

Fecha de Publicación: 15/11/2021
 

 

Este año se cumple la cuarta edición de esta iniciativa solidaria de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que permite acercar los libros a los niños más desfavorecidos y fomenta la lectura entre los jóvenes al llegar las fiestas navideñas

Alcázar de San Juan, 15-11-2019.-  El objetivo de esta campaña es que ningún niño se quede sin leer esta Navidad por muy limitado que sea su poder adquisitivo o por muy desfavorables que sean sus condiciones familiares.

Por cuarto año consecutivo la Sociedad Cervantina de Alcázar ha iniciado la campaña “Esta Navidad ningún niño/a sin imaginación” por la que se pone en marcha la recogida de libros infantiles y juveniles que ya han sido leídos en algunos hogares y a los que se permite alargar su vida útil yendo a parar a las manos de otros niños que tienen más difícil el disfrute de este material y a los que la sociedad no puede permitir dejar sin acceso a la lectura y en consecuencia al desarrollo de su imaginación.

Los viernes 19 y 26 de noviembre, y el viernes 10 de diciembre (último día), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de 18:30 a 20:00 para la recepción de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura.

Nuestro socio Enrique Lubián será el encargado de su recogida permaneciendo en el Centro Cívico en el horario anunciado. Se acerca la Navidad y es tiempo de compartir con los demás, sobre todo con los que menos tienen, por lo que es un momento propicio para que afloren nuestra solidaridad.

El año pasado los alcazareños, personas de la comarca y algunas donaciones llegadas de fuera (de Málaga y Sevilla) dejaron el listón muy alto, cerca de los 400 ejemplares, pero hay ilusión y confianza en que este año se supere el reto conseguido en la Navidad de 2020.

Los libros que aporten los donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social “El Sosiego” (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

Recordamos los días y horas de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico:

  • Viernes 19 de noviembre, de 18:30 a 20:00
  • Viernes 26 de noviembre, de 18:30 a 20:00
  • Viernes 10 de diciembre, de 18:30 a 20:00

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Dos Cervantes contra el Turco

Fecha de Publicación: 11/11/2021

 

El Ayuntamiento de Alcázar de San Juan tiene diseñado un programa de actividades durante el mes de noviembre con el fin de vincular dos elementos muy significativos de la cultura y tradición alcazareña: Cervantes y el vino. En las VIII Jornadas Vino y Bautismo Qervantino, que se están celebrando entre los días 5 y 14, el martes 9 participé en las Jornadas Cervantinas con una conferencia que pretendía recordar la batalla de Lepanto. Sin duda alguna, si no fuese por una de las dedicatorias en las Letanías del Santo Rosario que recuerda la intercesión de la Virgen: Auxilio de los cristianos, y que en ella participó el autor del Quijote, la anestesiada memoria histórica española habría olvidado por completo un hecho que cambió la historia de España, Europa y el mundo.  El título de la conferencia ha sido Lepanto 1571-2021. “Auxilio de los cristianos”. Dos Cervantes contra el Turco.

Sí, dos Cervantes, porque aquel glorioso domingo 7 de octubre de 1571 a bordo de las galeras cristianas comandadas por don Juan de Austria iban embarcados dos hombres de nombre Miguel y el mismo apellido de Cervantes, y ambos resultaron heridos. Aquí dejo mi conferencia y las imágenes que se proyectaron:

Una de las Letanías que rezamos en el Santo Rosario es Auxilio de los cristianos. Este ruego a la Virgen fue añadido por el papa Pío V después de tener noticia que la flota cristiana había vencido a la turca en el Golfo de Lepanto. Esta batalla sucedía el domingo 7 de octubre de 1571, hace 450 años. Una batalla que enfrentó a centenares de barcos y decenas de miles de hombres, paró el dominio turco en el Mediterráneo y cambió la historia de Europa y del mundo.

Al amanecer de aquel domingo, avistada la gran flota turca y formada la escuadra cristiana en orden de combate, en todas las galeras y galeazas se rezaron el Santo Rosario por expreso deseo del papa y del almirante de la flota don Juan de Austria, recibiendo todos de rodillas la bendición apostólica enviada desde Roma. Don Juan de Austria, esa mañana, sabiendo del gran esfuerzo que iban a tener que soportar, ordena doblar la ración de comida a los galeotes y les promete la libertad si se logra la victoria.

A las 12 del medio día un cañonazo de la Capitana turca fue respondido por otro de la galera La Real de don Juan de Austria, aceptando la batalla. Aquí terminó la cortesía militar. Cuatro horas después, muerto Alí Pachá, capitán general de la armada turca, la victoria cristiana era ya indudable. El mar del Golfo de Lepanto quedó teñido de rojo y la batalla había terminado, solo quedaba dar la Extremaunción a los moribundos, auxiliar a los heridos y recoger a los muertos.

Al conocer el papa la victoria, en gratitud a la intercesión de la Virgen María en la batalla ante la poderosa flota otomana, instituyó la fiesta del 7 de octubre con el nombre de Nuestra Señora de las Victorias y poco después su sucesor Gregorio XIII cambió la advocación a Nuestra Señora del Rosario, llegando así hasta nuestros días.

Vivimos hoy solo del presente, nos olvidamos del pasado y casi somos incapaces de pensar en el futuro, porque todo o casi todo ya está establecido por unos pocos a su antojo. En su afán de adormecernos, de anestesiarnos históricamente, persiguen que nos olvidemos de nuestro propio pasado, con sus luces y sus sombras. Y esto es lo que habría pasado, con esta trascendente batalla naval, si en una de las galeras de la escuadra al mando de don Álvaro de Bazán, la Marquesa, no hubiera estado en ella Miguel de Cervantes, quien, treinta y cuatro años después, enviaba a imprimir la primera parte del Quijote. En el Prólogo de sus Novelas Ejemplares, Cervantes nos muestra su orgullo por perder «… en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parezca fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros».

Hasta aquí lo que han contado los biógrafos de Cervantes. Sin embargo, ese glorioso día iban embarcados en la Armada de España dos Cervantes con el mismo nombre de Miguel, y ambos tuvieron la misma triste suerte de salir heridos de la batalla contra la gran escuadra turca. Un hecho que ha estado oculto, por algún motivo, muchos años. Y lo sigue estando…

Para conmemorar el IV centenario de la muerte de Cervantes, la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas organizó en 2016 una gran exposición de documentos y recursos que se conservan en los Archivos Estatales y que nunca se había presentado conjuntamente sobre el autor del Quijote.

Dividida la exposición en tres espacios, en el primero de ellos, titulado «De las letras a las armas», se tenía que recordar, cómo no, su presencia en la batalla de Lepanto. Se pudo contemplar el plano original de la batalla, fechado en el mismo 1571, y una carta escrita por don Juan de Austria al rey Felipe II, su hermanastro, cinco meses después, el día 19 de marzo de 1572, desde la ciudad siciliana de Palermo.

En ella le indica al rey que con la misma «va la relación de las personas a quien se han repartido ayudas de costa, a la mayor parte para curarse de las heridas que tuvieron en la batalla y a otras para ayudarlas a la extrema necesidad en que estaban»

En la tarjeta explicativa, junto a la carta y la relación de heridos, los organizadores de la exposición indican que «En la relación aparecen dos soldados con el mismo nombre, “Miguel de Cervantes” y “Miguel Cervantes”. El primero, el escritor, con otras trescientas noventa y seis personas personas, como expresa la relación, han servido señalada y particularmente el día de la batalla que se dio a la armada del turco (Lepanto) en que salieron heridos y mucha parte dellos mancos; el otro, forma parte de las trece personas que se alzaron con una galera turquesa y se vinieron desde La Caramanía, con ella, hasta Mesina»

Hasta aquí lo que en aquella exposición se podía contemplar sobre este documento. Era muy llamativo que la hoja donde aparecía el segundo Cervantes estaba parcialmente tapada justo después del nombre de “Miguel Cerbantes”. Traté de consultar este documento completo en el Portal de Archivos Españoles PARES y al no estar disponible, ¡¡sigue sin estarlo hoy!!, solicité al Archivo General de Simancas el documento para leerlo con más atención, también porque según la información disponible en la exposición este documento se conocía al menos desde 1849. Algo me hacía pensar que el documento, celosamente guardado en algún cajón del Archivo, contenía algo más.

 

La digitalización del documento es buena, aunque en blanco y negro. Todo el documento, carta y relación, es claro en la grafía y en los términos que contiene. Lo primero que busco es a los dos Cervantes. El primero se encuentra en el folio 5v de la relación de heridos, marcado al margen con una cruz, y el segundo en el folio 8v con una nota a su margen que dice OJO, siendo este segundo Cervantes la última persona nombrada en la relación antes del resumen económico del contador. Las dos anotaciones al margen están hechas con grafía distinta al general del documento.

Al primer Cervantes el contador de la Armada le entrega 20 ducados y al segundo 22 escudos, cuantías muy similares si las trasladamos a maravedís, unos 8.000 maravedís al primero y 8.250 al segundo.

Comencemos por el principio, por la carta. En el texto anotado en la carpeta que contiene la carta de don Juan de Austria se lee:

-«Palermo»

-«A Su Majestad»

«Del señor don Juan, a 19 de marzo, 1572»

«Recibida a 23 de abril»

Refiérase a lo que se le escribió en una carta de 26 de enero»

-«Aquí dentro, Miguel de Cervantes, agraciado con 22 escudos de ventaja» (1) 

-«Copiado para don Luis López Ballesteros hoy, 24 de noviembre de 1849» (2) 

(1) Este de los «22 escudos» es el segundo Cervantes, el anotado con un «OJO»)

(2) Luis López Ballesteros fue nombrado Director de la Real Academia de la Historia el 30 de noviembre de 1849.

¡¡Este documento, carta y relación de heridos se conocía oficialmente al menos desde 1849!! En 2016, fecha de la exposición, hacía 167 años que estaba metido en un cajón, fuera del alcance de investigadores, biógrafos y cervantistas. ¿Quién lo ordenó? ¿Por qué motivo lo hizo? Quizá este documento aporte alguna respuesta sobre todo esto.

Según la tarjeta de la exposición, éste segundo Cervantes no había estado en la batalla de Lepanto, argumentándose en ella que aparecía en la relación por formar «parte de las trece personas que se alzaron con una galera turquesa y se vinieron desde La Caramanía, con ella, hasta Mesina». Sin embargo el documento no deja lugar a dudas, este segundo Cervantes no estaba entre esos trece valientes hombres, como se afirmaba en la exposición, y sí entre los heridos de la batalla.

Después de la primera persona relacionada en este folio 8, Bartolomé Rico Piloto, el contador de la Armada anota: «A trece personas de las que se alzaron con una galera turquesa y se vinieron desde La Caramanía con ella hasta Mecina se les dieron cuatrocientos y sesenta escudos en la manera siguiente»:

1- A Martín Bueno que fue el que comenzó la plática de alzarse con la galera cien escudos, 100 esc.

2- A Francisco de Guzmán espalder que mató al capitán de la galera cincuenta escudos, 50 esc.

3- A Lazarín de la Cruz otro espalder otro tanto, 50 escudos

4- A Marco Moreno, renegado con quien se concertó el negocio otro tanto, 50 escudos.

5- A Martín de Nicados, renegado por el mismo effecto otro tanto, 50 escudos.

6- A Mico Vicencio, barbero, mozo de cámara que dio armas a los cristianos veinte escudos, 20 esc.

7- A Juan de Tavormina el otro mozo de cámara que hizo el mismo effecto otro tanto, 20 escudos.

8-13 y después nombra a seis personas: 8 A Diego Diaz, 9 Nicolas calabrés, 10 Moreto calabrés, 11 Miguel de Palermo, 12 Francisco de Palermo y 13 Simón napolitano, que se hallaron desherrados al tiempo que se alzaron con la dicha galera y ayudaron veinte escudos a cada uno, son ciento y veinte escudos.

En total, están nombrados los trece hombres y las cuantías entregadas a cada uno, que suman exactamente los 460 escudos apuntados por el contador. Y entre estos trece NO aparece el segundo Cervantes.

A partir de esta relación de trece personas, el Contador anota en esta misma  hoja a otros ocho heridos en la batalla.

Y el documento termina precisamente con la vuelta de este folio 8, en el que aparece, ahora sí, Miguel Cerbantes, como último herido agraciado por orden de don Juan de Austria con 22 escudos, después del soldado Luis de Almazán.

Es evidente el error que contenía la tarjeta de la exposición y las descripciones que de este documento disponía el público asistente. ¿Simple error o intencionalidad de que este segundo Cervantes no apareciese entre los heridos en Lepanto? ¡Vaya usted a saber! Quizá este documento, nunca expuesto,  solo quería aportar en la exposición la prueba documental de que el autor del Quijote había estado en la batalla y que había resultado herido, como él mismo afirmaba en el Prólogo de las Novelas Ejemplares.

Era la joya de la exposición, todos los demás documentos, cada uno en su archivo, se conocían perfectamente aunque nunca habían estado expuestos juntos. Pero al contener dos Cervantes heridos, quizás se quiso hacer desaparecer a uno de los dos camuflándolo entre los cristianos que se habían alzado con la galera turca después de la batalla, y de esta manera no quitar protagonismo al otro. No exponer el folio 8, o una copia de él, donde aparece la relación de los trece cristianos rebeldes en La Caramanía y dejar cortado el folio 8v, no parece un error o simple casualidad.

El documento es claro e irrefutable. Se puede afirmar que en la escuadra de las galeras cristianas que combatieron en el golfo de Lepanto, aquel día del 7 de octubre de 1571, estaban a bordo dos hombres de nombre Miguel y con el apellido Cervantes, que resultaron heridos. También es evidente que ambos recibieron en el hospital de Mesina, por orden de don Juan de Austria, una cierta cantidad de dinero similar por «ayudas de costas» mientras se curaban de sus heridas.

Y ahora me surgen algunas preguntas más sobre este documento, las mismas que se puede hacer cualquiera. Uno de los dos Cervantes es el autor del Quijote, no cabe duda, pero ¿quién es el otro Cervantes? ¿se conocieron estos dos Cervantes al escuchar su mismo nombre en la gran sala de heridos del hospital de Mesina? De uno de ellos sabemos que le dieron el alta unos días más tarde, en abril, y siguió en la Armada pero ¿y el otro Miguel, por qué no hay rastro alguno de él? ¿por qué se escondió este documento más de 150 años y sigue sin estar a disposición en el PARES? y la última, y no menos importante, ¿hay más documentos guardados en algún cajón referentes a la vida de Cervantes o de estos dos Cervantes, e incluso de otros Cervantes más, que pondrían dudas a la biografía más o menos oficial del autor del Quijote?

Y otra más, hoy es un día de preguntas, ¿estos dos Cervantes que aparecen en este documento eran «dos soldados» como indicaba la tarjeta de la exposición? Pues no hay certeza alguna de ello, al contrario, a la vista del documento se puede afirmar que ninguno de los dos lo eran ese día de la batalla contra el Turco, al menos con esa graduación militar.

Vuelvo a recordar aquí lo que don Juan de Austria decía en su carta al rey. Le comunicaba que con su carta, fechada el 27 de marzo de 1571, «va la relación de las personas a quien se han repartido ayudas de costa, a la mayor parte para curarse de las heridas que tuvieron en la batalla y a otras para ayudarlas a la extrema necesidad en que estaban». Y el contador de la Armada, anota al inicio de la relación que acompañaba a la carta que «se han dado ayudas de costa desde los trece de noviembre del año mil quinientos y setenta y uno hasta quince de marzo mil quinientos y setenta y dos», doce días antes del envío de la carta.

Más delante, en la misma carta, don Juan informaba al rey que «Al Veedor general y contador he ordenado que saquen una relación de los soldados que han quedado mancos y maltratados en la batalla para enviarla a Vuestra Majestad, aunque a estas horas la mayor parte de ellos se han ido a Nápoles y a esos reinos con cartas mías, que es lo que a mí me ha tocado y con lo que les he podido ayudar» Esta segunda relación de soldados solicitada no acompañaba a su carta al realizarse después.

El contador de la Armada es muy preciso con la entrega del dinero a cada una de las personas heridas o con extrema necesidad que «tan bien pelearon en ocassion tan onrdada». A los caballeros que participaron en la batalla, y que resultaron heridos, les antepone el “don” al nombre y a quienes tuvieron un puesto señalado los nombraba con su empleo. Así podemos ver en la relación a patrones y cómitres de galera, artilleros, cirujanos, pilotos o responsables de bastimentos. Las personas que tenían una graduación militar, ésta aparece junto al nombre: capitanes, alféreces y sargentos.

Lo llamativo en esta relación de personas es que como soldado solo aparece uno en toda la relación, «Luis de Almazán soldado diez escudos», precisamente delante del segundo Cervantes. Se puede afirmar, por tanto, que ninguno de los dos Cervantes de esta relación de heridos en Lepanto es soldado, ni tiene un cargo o empleo a destacar por el contador, como otros muchos aquí anotados. Cervantes en el mismo Prólogo de las Novelas Ejemplares afirmaba que «Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo…», no cabe duda alguna, pero este empleo de soldado lo debió de conseguir después de ser dado de alta en el hospital de Mesina y seguir alistado en la compañía de Manuel Ponce de León, del Tercio de Lope de Figueroa.

Alcázar de San Juan, por tradición oral desde que se publicó el Quijote y que en 1748 se descubriera en su iglesia de Santa María una partida de bautismo de un niño al que su padre Blas de Cervantes Sabedra, el día 9 de noviembre de 1558, le pusiera de nombre Miguel, ha creído firmemente que este Miguel de Cervantes Saavedra fue el autor del Quijote. También ha presumido que con tan solo trece años este alcazareño había estado en la gloriosa batalla de Lepanto. Edad imposible para estar de soldado en los Tercios Españoles, cómo han afirmado con razón quienes han tratado de anestesiar la tradición alcazareña, pero edad apropiada para las labores de grumetes y pajes que con la edad de trece años podían embarcarse ya en las galeras y galeones españoles. Aunque la labor de estos muchachos  estaba destinada en trabajos de limpieza y de ayuda a todo lo que se terciaba, especialmente si acompañaban a caballeros y capitanes, en caso de batalla eran los encargados de mantener encendidas las mechas junto a los arcabuceros de los Tercios.

Esta función en las galeras o en el  mundo militar, que hoy nos puede parecer imposible por la edad, era tan normal y conocida en tiempos de Cervantes que incluso él mismo la describe en el capítulo LI de la primera parte del Quijote La comitiva que traía a don Quijote desde Sierra Morena estaba comiendo en un prado de lo que los criados del canónigo habían traído hasta allí, cuando un cabrero que perseguía a una cabra suya llegó hasta ellos. Al ofrecerle comer con ellos el cabrero acepta y les cuenta una historia que pasó en una aldea cercana. El cabrero relata la llegada de un hombre de su pueblo que «venía de las Italias, y de otras diversas partes de ser soldado» recordando que «llevóle de nuestro lugar siendo muchacho de hasta doce años, un Capitán, que con su compañía por allí acertó a pasar». La misma edad con la que el alcazareño Miguel de Cervantes Saavedra pudo enrolarse como paje o grumete en la Armada de España en Italia en 1570.

Termino esta conferencia con otra pregunta, que nunca tendrá respuesta: ¿Fue este Miguel alcazareño, del que tampoco sabemos nada más de él sino que fue bautizado aquí, el que se encontraba en la Marquesa ese glorioso día en Lepanto o fue el otro?

Finalmente, recuerdo el primer subtítulo de la conferencia Auxilio de los cristianos.Gracias a la intercesión de la Virgen del Rosario estos dos Cervantes, aunque heridos, salvaron sus vidas. Uno de los dos Cervantes escribió el Quijote y gracias a su orgullo por haber estado allí se sigue recordando esta gran victoria contra el Imperio Turco cuatrocientos cincuenta años después, ¡pese a quien le pese!

Gracias!!!

En las respuestas a las preguntas de los asistentes, entre las muchas curiosidades del documento, destaqué la presencia en la relación de heridos de una mujer, quizás también una muchacha, que se encontraba en aquel hospital militar junto a los dos Cervantes. Se llamaba Roseta y el contador de la Armada así la anotó: «A Roseta Ossorio Hija de Luis Ossorio otro tanto – 20 ducados » 

                                                      Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

Dominguera ruta Cervantin@lcazar

Fecha de Publicación: 09/11/2021
 
 

En la mañana del domingo 7 de noviembre, los asistentes a la ruta guiada descubren los lugares de Alcázar de San Juan que tienen vinculación con el escritor y su obra

Alcázar de San Juan, 9 de noviembre de 2021.- A lo largo de la mañana dominical un nutrido grupo de asistentes ha podido recorrer y al propio tiempo descubrir paseando, los diferentes lugares de la ciudad que tienen vinculación con Miguel de Cervantes y su obra.

Coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar, miembros de esta asociación daban la bienvenida a los participantes de la ruta a las 12 de la mañana, junto a la escultura “Alonso con su gato” del escultor valdepeñero Antonio Lillo Galiani, situada en la Av. de Herencia frente a Aguas de Alcázar y punto de encuentro habitual de la ruta guiada.

Posteriormente los asistentes conocieron la historia que encierra el Quijote Cósmico, en la plaza de Palacio, busto que Eulalio Ferrer (español exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México) regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan y del que existe otro ejemplar exactamente igual en Guanajuato, México. Ahí tuvieron ocasión de conocer de manos de Luis Miguel Román un Quijote, en edición de Calleja de 1905 igual al que consiguió Eulalio Ferrer en el campo de refugiados del sur de Francia cambiándolo por una cajetilla de tabaco, y con el que inició su pasión por el Quijote.

Enseguida llegaron a la Iglesia de Santa María, parroquia fundada en 1226 y donde conocieron que el próximo martes se cumplirá el 463 aniversario del bautizo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558.

 

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INFORMAR DE ESTE ANUNCIOPRIVACIDAD

Se detuvieron en la calle Pedro Díaz Morante maestro de calígrafos, coetáneo y amigo de Cervantes, y tras conocer el antiguo convento de San José (sede actual del FORMMA, museo de alfarería de la Mancha) llegaron a la calle San Juan, justo al lugar en que estuvo la casa de Don Juan López Caballero, ascendiente de Gutierre Quijada, de quien Alonso Quijano a su vez “dice descender por línea recta de varón” según Cervantes relata en el Quijote cuando habla del linaje del caballero andante.

En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue unos de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en le misma época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda y Juan Francisco Ropero y Tardío, quien puso al corriente de Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se ha ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio  a la edición de 1870 de la Real Academia Española realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos.

Y ya en la plaza de España los asistentes conocieron la estatua de don Quijote y Sancho Panza realizada por Marino Amaya quien se inspiró en el periodista y alcazareño de adopción Tico Medina para la cara de Sancho Panza, siendo este el final de la ruta guiada.

Se recordó a los asistentes que el  martes día 9 de noviembre, tendrá lugar en el Museo Casa del Hidalgo la charla de Luis Miguel Román Alhambra titulada “Lepanto 1571-2021. Auxilio de los Cristianos” a partir de las 19:00 horas, donde se ampliarán más algunas de las cuestiones suscitadas en la ruta guiada de esta jornada.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Al hospital Mancha Centro: GRACIAS por la vida

Fecha de Publicación: 08/11/2021

Un sencillo homenaje tributado por la Sociedad Cervantina que el pueblo de Alcázar debía a los profesionales del hospital Mancha Centro y que no se había podido celebrar antes por las restricciones de la pandemia

Alcázar de San Juan, 8 de noviembre de 2021.- Este sábado 6 de noviembre ha tenido lugar el Almuerzo de don Quijote en honor al personal del hospital Mancha Centro en agradecimiento por su trabajo y profesionalidad durante la pandemia de COVID-19 en el que diferentes trabajadores del hospital, desde personal de limpieza y servicios, celadores, auxiliares, enfermeros, personal administrativo y en especial médicos –gran parte de ellos especialistas-, que arrimaron el hombro de forma admirable en funciones que no eran las propias, ayudando a sus compañeros, para luchar más eficazmente contra esta epidemia mundial.

Los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar han querido rendir un sentido y sincero homenaje a todos cuantos trabajaron denodadamente por nuestra salud y que después han llevado a cabo un proceso de vacunación ejemplar tanto desde el hospital como desde los centros de atención primaria.

Con este motivo se han reunido -en torno a los típicos platos del Quijote regados con el ya afamado vino “Hideputa”-, en la sede de la SCA donde en la persona de su gerente, Lucas Salcedo, han recibido un detalle conmemorativo en premio al esfuerzo demostrado durante meses.

Salvo Ana Chacón (servicio de limpieza) que no pudo asistir por causas ajenas a su voluntad, han estado presentes Caridad Montalvo (auxiliar de enfermería), M. Cruz García Navas (enfermera de Medicina Interna), Francisco Fernández (médico Atención Primaria), Jesús Lizano (director de Gestión), Javier Castellanos (director de Enfermería) y Lucas Salcedo (gerente).

Junto a ellos asistieron nuestros asociados José Manuel Zarco (médico Oftalmología) y Manuel Castellanos (supervisor de Salud Mental y Medicina Interna 4) quienes hicieron de nexo de unión entre los invitados y la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Con este almuerzo y este modesto homenaje, la Sociedad alcazareña ha tratado de devolverles lo mucho que hicieron por los ciudadanos de Alcázar de San Juan y su comarca y les animan a que sigan dando lo mejor de sí mismos en favor de nuestra salud.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Palabra e historia (con breve parada en la Mancha)

Fecha de Publicación: 28/10/2021

Decía Jacques Lacan, el conocido psicoanalista francés, que el primer instrumento que tenemos para representarnos es el cuerpo; el segundo es el lenguaje. Y es así como, a través del propio cuerpo y del lenguaje, un niño comienza a tomar conciencia de que es un sujeto. El lenguaje -la palabra- es, por decirlo de otro modo, uno de los pilares que nos constituyen como individuos y, puesto que somos animales sociales, como especie. Con el lenguaje pensamos y sentimos, nos mostramos ante el mundo y comprendemos la realidad, establecemos nuestros lazos más sólidos, nos comunicamos con nosotros mismos y con los demás; con las palabras amamos, pero también nos causamos dolor; con ellas se componen bellísimos poemas y con ellas mentimos y condenamos a muerte; con ellas rezamos, despreciamos, cantamos, nos consolamos, investigamos, enseñamos y aprendemos… Hay palabras que matan y palabras que curan. El mundo y el pensamiento están hechos de palabras. Y es una verdadera pena que, en demasiadas ocasiones y dada su importancia y su poder, no las cuidemos ni les prestemos la atención que se merecen. Un solo ejemplo: España, como las instituciones internacionales denuncian cada año, es uno de los países europeos con mayores problemas de comprensión lectora en niños y adolescentes.

La Historia está íntimamente relacionada con el lenguaje y, por tanto, con la identidad, tanto la individual como la colectiva. Conocerla no solo sirve para adentrarnos en el pasado o para el clásico tópico de no repetirla, sino que, como la palabra, nos configura y configura nuestra realidad. Somos lo que somos porque existimos en un contexto, dentro de unas coordenadas temporales y espaciales. No seríamos lo que somos de haber nacido veinte años antes o veinte años después, o en cualquier otro lugar del mundo. (Si esta simple idea la tuviéramos más en cuenta, quizás nos ahorraríamos muchos problemas generacionales con nuestros padres, con nuestros hijos o con las gentes de otras tierras y otras culturas). Pero cuando hablamos de Historia no hablamos solo del pasado, sino que fundamentalmente nos referimos al relato que hacemos de ese pasado, un relato que elaboramos en el presente y al que aplicamos nuestros filtros ideológicos personales o colectivos. Y ahí nos topamos de nuevo con las palabras, que son las que conforman los relatos.

Hay palabras que han transformado la Historia y acontecimientos históricos que han sido definitivos en la formación y la evolución de las lenguas. Los discursos de odio contra los judíos condujeron finalmente a los campos de exterminio nazis; la homofobia, la xenofobia y el racismo verbal siguen teniendo como consecuencia palizas o asesinatos de personas homosexuales, extranjeras o de diferente raza; las apasionadas proclamas de muchos líderes históricos han conducido tanto a grandes revoluciones como a profundos desastres. También la ausencia de palabras, el silencio, puede tener graves consecuencias sobre la realidad. Incluso algo tan aparentemente insignificante como la incorrecta traducción de una sola palabra puede ser la causa de importantes acontecimientos históricos, como ocurrió, por ejemplo, en la tradición religiosa occidental cuando, hace unos 2.200 años, se tradujo la palabra hebrea “almah” (doncella, mujer joven) por la griega “parthenós” (virgen) en la famosa traducción de la Biblia conocida como Septuaginta. Hasta ese punto una sola palabra puede configurar la historia. O una simple frase, como la del evangelio de Mateo: “Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos’ contestó todo el pueblo”, utilizada durante 2.000 años para justificar el antisemitismo.  

Del hecho contrario -el modo en que la Historia afecta al lenguaje- baste mencionar cómo las invasiones de Iberia por los romanos o de la Hispania visigoda por los árabes, cambiaron las lenguas y los modos de hablar y, por tanto, de pensar de la península. O cómo la decisión de Felipe II de establecer la capitalidad del reino en Madrid o el espectacular crecimiento poblacional de Sevilla al convertirse en puerto de salida y llegada de los viajes al Nuevo Mundo influyeron decisivamente en el mayor cambio fonético de la historia del castellano: la desaparición de las consonantes sibilantes y la consiguiente diferenciación entre el castellano del norte (el modelo capitalino madrileño) y el del sur (el modelo sevillano), que condicionaría también el modo en que se habla español en toda Sudamérica, ya que fueron hombres del sur los que mayoritariamente participaron en la conquista. Profundizar en ello daría para otro largo artículo. Me limitaré después a mencionar cómo el llamado “heheo” (leído con hache aspirada) es un fenómeno lingüístico, junto al seseo y el ceceo, que se genera entonces, entre el siglo XVI y el XVII, y que afecta a la variante manchega del castellano. Consiste básicamente en la tendencia a pronunciar casi todas las eses como una hache aspirada (nohotros, ehpañol, eh que…).

MULTICULTURALIDAD Y DIVERSIDAD

Las lenguas ni nacen solas ni son eternas. Tienen, como entes vivos que son, una historia. Surgen a partir de lenguas anteriores, tienen una vida normalmente larga (cientos o miles de años), se imponen sobre otras o son eliminadas por ellas, se transforman en lenguas nuevas y, tras numerosos avatares, desaparecen. Muchas de las que desaparecen, sin embargo, nunca mueren del todo, sino que parte de su acervo pervive, con más o menos cambios, en las lenguas que las sustituyen. Hay incluso lenguas que resucitan, como ha ocurrido con el hebreo, lengua que dejó de hablarse en el siglo IV de nuestra era (sólo se mantuvo su uso litúrgico y literario) y que volvió a hablarse con el impulso del movimiento sionista hasta convertirse de nuevo en el siglo XX en la lengua oficial del estado de Israel.

En la actualidad, de las aproximadamente 7.000 lenguas que se hablan en el planeta, más de 2.000 están en peligro de extinción y aproximadamente unas 50 son habladas por un solo individuo. Muchas de ellas desaparecerán si no se implantan políticas dirigidas a mantenerlas vivas. En el caso de España, tanto el aragonés (hablado en la zona de Jaca) como el aranés (hablado en el valle de Arán) están en serio riesgo de desaparición. Ninguna de ellas es usada habitualmente por más de unos pocos miles de hablantes. Para promoverla y evitar su extinción, el gobierno catalán ha declarado el aranés, a pesar de ser hablado solo por unas 8.000 personas, lengua cooficial de Cataluña.

De las lenguas, como de las personas, se puede trazar un árbol genealógico. En el caso concreto del origen del español podemos remontarnos hasta hace aproximadamente 6.000 años, que viene a considerarse el tiempo máximo para acceder con ciertas garantías de comprensión a una lengua ya desaparecida. Tanto el español como la mayoría de las lenguas occidentales provienen de una lengua madre conocida como protoindoeuropeo. Recibe ese nombre porque a todas las lenguas que descienden de ella se les llama lenguas indoeuropeas, que son la mayoría de las que se hablan entre la Península Ibérica y la India y, evidentemente, las que llevaron los colonizadores a América. La hipótesis más común sitúa a los hablantes de esta lengua primigenia en la zona de la actual Ucrania, al norte del Mar Negro. De ella derivan las lenguas germánicas, las eslavas, las del grupo céltico, las de la familia itálica -y su continuación: el latín y las lenguas romances-, el griego, el albanés, el persa y toda la gran familia de lenguas indo-iranias, el sanscrito, el hindi y un larguísimo etcétera. Resumamos diciendo que aproximadamente la mitad de la población de la Tierra habla una lengua que procede de la que se hablaba en aquel territorio al norte del Mar Negro hace unos 6.000 años.

El español, como el resto de las lenguas romances, tiene su origen principal en el latín, que a su vez procede de una mezcla de itálico y etrusco. El itálico proviene de una lengua conocida por los especialistas como celto-ítalo-tocario, que es la que tiene su origen directo en el protoindoeuropeo.

Pero la historia de una lengua no es siempre tan lineal. A las lenguas llegan palabras y rasgos de otras muchas con las que están o han estado en contacto. Si bien aproximadamente el 70% del vocabulario del español procede del latín, no podemos olvidar que durante casi ocho siglos los árabes habitaron la Península Ibérica y dejaron en nuestra lengua una profunda huella: el 8% de los vocablos del actual castellano. Pero a través del árabe nos llegaron también palabras del arameo, del persa o del sanscrito, igual que con el latín nos llegaron palabras -y por lo tanto ideas- de origen griego (un 10%) y de otras zonas del imperio. Y hay que tener también en cuenta que antes de que los romanos conquistaran Iberia, aquí se hablaban varias lenguas, con sus correspondientes dialectos, que han dejado asimismo su marca en el castellano. Las lenguas prerromanas más habladas eran el vasco y el ibero, lenguas, por cierto, no indoeuropeas y de origen oscuro. En el castellano quedan también restos de las lenguas que hablaban los pueblos celtas, que habitaban el oeste de la península, de los celtíberos, los tartesios, los turdetanos, los lusitanos, los cartagineses o los fenicios. A través de la religión, nos llegaron multitud de palabras hebreas, especialmente antropónimos o nombres de personas. Y con las invasiones bárbaras vinieron palabras centroeuropeas. O palabras galas a través del camino de Santiago. O italianas en los siglos XVI y XVII. O, más recientemente, palabras de las grandes naciones de los últimos siglos: Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos. También hay un ingente número de palabras que llegaron al castellano tras la conquista de América provenientes de lenguas precolombinas, como el quechua o el náhuatl. Y no es que lleguen sólo palabras; a veces la influencia de unas lenguas sobre otras es de otra naturaleza. El castellano, por ejemplo, le debe al vasco (hay quien afirma que también al ibero, que se hablaba en la enorme franja mediterránea que va de Marsella a Málaga, adentrándose incluso hasta el este y el sur de La Mancha) sus cinco sonidos vocálicos (el francés tiene once; el inglés, doce). También le debemos al vasco la transformación de la F inicial de las palabras latinas en H muda (formosus/hermoso; ficus/higo, facere/hacer…) ya que en vasco no existe el sonido F al comienzo de palabra. Esta influencia se debe a que el castellano nació en el norte, en contacto directo con el antiguo euskera, que se hablaba en un territorio mucho más extenso que en la actualidad, llegando incluso a la actual provincia de Zaragoza y a zonas del este de Cataluña y, por supuesto, en todo el sureste francés. Las famosas glosas emilianenses, que son los primeros escritos en castellano, tienen a su lado glosas escritas en euskera primitivo. Estos rasgos que las lenguas más antiguas dejan sobre la lengua que finalmente se impone recibe el nombre de sustrato. Diríamos, por tanto, que nuestros cinco sonidos vocálicos o la conversión en H muda de la F inicial en el proceso de evolución del latín al castellano forman parte del sustrato vasco.  

Veamos brevemente, para ilustrar la enorme multiculturalidad del español, algunos ejemplos de vocabulario de uso común procedente tanto de lenguas coetáneas como de lenguas anteriores al castellano y que perviven en él con ciertas variaciones.

Protoindoeuropeo: son muchas las palabras o raíces de palabras que conocemos (algunas solo de forma aproximada) de aquella antigua lengua, sobre todo palabras relacionadas con el cuerpo, la familia, los números, los animales o los objetos de uso cotidiano. Debió de existir, por ejemplo, alguna palabra muy parecida a kaput para referirse a la cabeza, ya que, para nombrarla, muchas lenguas indoeuropeas usan palabras con bastantes similitudes (capitia, cabeza, cap, kéfali, kopf, kapuko, kapalam…). El concepto de madre debió de decirse de algún modo muy similar a méhter, que ha evolucionado de forma parecida en muchas lenguas (madre, mother, mère, mater, macer, mothe, mat, matr, mátar…). La palabra dios proviene del latín deus, que a su vez viene del griego Zeus, todas ellas procedentes de la raíz indoeuropea dyeu-, que significa sol, una de las deidades más comunes de las antiguas religionesTambién de ella procede la palabra día. Incluso palabras más raras como espetera espeto provienen de la raíz indoeuropea spei-, de donde también derivan la palabra espina o espiga, que son objetos, como el espeto, puntiagudos.

Latín: la gran mayoría de las palabras del español provienen de esta lengua y no es necesario abundar en ello. Algunas nos llegaron en diferentes oleadas, primero como evolución a través del latín vulgar, que se fue transformando poco a poco en castellano, y otras posteriormente, dado que el latín siguió siendo la lengua de la Iglesia y de las universidades durante siglos. La palabra delicatum,por ejemplo, se convierte en delgado y, en una derivación posterior, en delicado. La palabra solitarium nos llega primero como soltero y después como solitario. O frigidus, que nos llega como frío y como frígido.

Ibero: perro, vega, el prefijo aram (valle) de palabras como Aranjuez o Arango.

Celta / celtíbero: páramo, lanza, conejo, cerveza, camisa, bragas, colmena… El latín adopta muchas de ellas, como ocurre, por ejemplo, con la palabra celta camanom, que se convierte en camminum en latín y que luego pasa al español como camino.

De fenicios y cartagineses tenemos topónimos como Ibiza (de Ebussus), Cádiz(de Gadir) o Málaga (de Malaka).

Griego: teatro, política, tragedia, botica, aritmética, Cristo, iglesia, cementerioTeodoro, Pancracio, Eusebio

Vasco: izquierda, chabola, cencerro, tarranco, abarca, aquelarre

Tartésico / turdetano: el sufijo -uba, por ejemplo, de Corduba (Córdoba) u Onuba (Huelva).

Gótico: muchas de sus palabras se integran en el latín. Son de los godos palabras como guerra, parra, espuela, ganso, hato, ropa… O nombres como Fernando, Rodrigo, Álvaro, Alonso, Elvira …

Árabe: es, por el tiempo que los musulmanes permanecen en Al-Ándalus, una de las lenguas que más palabras deja en el castellano: algarabía, ojalá, almohada, alcancía, azafrán, mazorca, jarca, máscara, limón, naranja, albañil, escabeche, alcuza, fanega… A través del árabe nos llegan también palabras como añil o ajedrez, que provienen del sánscrito, o azul, que procede del persa. Muchas expresiones tan cotidianas como La madre que te parióSi Dios quiere o Dios te ampare tienen asimismo su origen en esta lengua.

Mozárabe: alpiste (que proviene del latín pistum al que se añade el artículo árabe al), pleitaasina

Lenguas americanas precolombinas: guasca (del quechua: látigo de cuero), barbacoa (del taíno: conjunto de palos), cigarro (del maya siyar: fumar), jícara(del náhuatl: vaso). Otras palabras comunes como chocolate, maíz, chapapote, cacique, chicle, hamaca, patata o tomate provienen también de América.

De Flandes, la antigua colonia española, nos llegan muchas palabras relacionadas con el lenguaje militar: furriel (y de ahí furriela), petardo, carabina, recluta

Inglés: chutar, fútbol, champú (de shampoo, que a su vez proviene del hindi), monitor, suéter, jersey, folclore, filmar, iceberg… O incluso expresiones del llanito (hablado en Gibraltar) tan comunes como Va que chuta.

Francés: restaurante, autobús, furgoneta, glorieta, chalet, edredón, champiñón, pistacho, pingüino

Italiano: facha, fachada, gamba, carnaval, fascista, gambito, mazacote, raqueta, tómbola

Alemán: acordeón, aspirina, cobalto, cuarzo, brindis

Húngaro-checo: coche, pistola, sable

Portugués: charol (de charâo, que a su vez viene del chino), Patiñolancha(procedente del malayo), meninabarullocatretanga

Caló: camelar, molar, chungo, fetén, majareta, pirar, pringar, potra

Hebreo: sábado, benjamín, edén, rabino, fariseo, cábala, aleluya, rebeca… y decenas de nombres bíblicos.

Sánscrito: añil, mantra, yoga, alcanfor, laca, ajedrez

Persa: azul, escarlata, jazmín, babucha

Chino: té, tifón, biombo, soja

Así pues, hablar español (como hablar otras muchas lenguas) significa utilizar constantemente palabras de distinta procedencia, que se han incorporado al idioma en diferentes momentos de la historia y por caminos muy diversos. Cuando mencionamos, por citar solo tres ejemplos muy breves y cercanos, al patrón de Villafranca, el Cristo de Santa Ana, estamos utilizando palabras de origen griego (Cristo), latino (Santa) y hebreo (Ana), o cuando decimos Villafranca de los Caballeros estamos usando dos palabras latinas (villa y caballeros) y una germánica (franca). O Alcázar (del árabe hispano al qasr, que a su vez proviene del latín castra) de San (del latín) Juan (del hebreo).

Al castellano, con toda seguridad una de las lenguas más multiculturales y, por tanto, ricas del mundo, han ido llegando palabras y expresiones porque las han traído gentes de otras tierras y otras culturas a lo largo de la historia. Y seguirán llegando, porque la especie humana siempre ha sido una especie migrante, viajera, curiosa y necesitada de traspasar los límites de su entorno cotidiano. Somos esencialmente, por nuestra historia, por nuestra geografía, por nuestra cultura y por nuestra lengua (y, por tanto, por nuestro pensamiento), multiculturales, aunque haya quienes detesten esta realidad  y asocien la palabra multiculturalidad con la palabra estercolero.

No hablaremos aquí, por falta de espacio, de la diversidad del español, de sus diferentes dialectos, heterogeneidad y variedades, tanto en España como en los numerosos países y regiones donde se habla. Son miles los americanismos de las variantes del español del llamado Nuevo Mundo. El castellano es una lengua tan rica, tan amplia, tan diversa, que no cabe hablar de una uniformidad ni lingüística ni ideológica. Sólo concluiremos que diversidad y multiculturalidadson dos conceptos esenciales al referirnos a nuestro idioma, igual que lo son al hablar de nuestra historia y, por tanto, de nuestra identidad. Todo proyecto de uniformidad en este momento de la historia es contrario al espíritu y la esencia tanto del español como de lo español.

MOMENTOS ESTELARES DEL CASTELLANO

Lo que primero marca el español, desde el punto de vista histórico, es, evidentemente, la presencia en la Península Ibérica de todos los pueblos que la han habitado o que han ejercido su influencia cultural sobre ella de uno u otro modo, como hemos visto en el apartado anterior. Las dos fechas más relevantes en las que tiene lugar la llegada de pueblos extranjeros son el año 218 a.C., año en que comienza la romanización en el contexto de las Guerras Púnicas, un proceso que dura unos dos siglos, y el 711, año en que los árabes inician su rápida invasión y cuya presencia se prolonga durante ocho siglos. Pero existen otros momentos fundamentales en la historia del español que merecen ser destacados:

Siglo XI: Las glosas emilianenses y las silenses son las primeras pruebas escritas de que el latín se ha transformado ya en una lengua romance, el castellano. Concretamente, el Códice Emilianense, conservado en el monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, data del siglo IX, aunque las glosas son añadidos del siglo XI. No son anotaciones poéticas ni de altos vuelos. Son breves notas aclaratorias en lengua vernácula hechas por uno o varios monjes a un texto escrito en latín, lo que significa que ya había monjes que no dominaban muy bien esa lengua. Su importancia reside en que son los primeros testimonios escritos de la existencia del castellano. También son importantes para el euskera, ya que las pocas glosas escritas en una versión primitiva de la lengua vasca son los primeros documentos escritos no epigráficos (es decir, no escritos en piedra o cualquier otro material duro) que poseemos de esa lengua.

Siglo XIII: Alfonso X el Sabio y su Escuela de Traductores de Toledo son los responsables de una inmensa obra de composición y traducción al castellano de textos de todo tipo provenientes del latín, el árabe y el hebreo. La fijación por escrito de la prosa castellana de su tiempo es sumamente importante en la historia de la lengua. Hasta entonces, el romance castellano carecía de una tradición literaria asentada, tanto en el campo científico como en el humanístico. Por otra parte, a partir de su ingente obra, la norma utilizada en castellano se desplazará de la usada en la región de Burgos a la que se hablaba en Toledo.

Año 1440: invención de la imprenta. Probablemente sea el invento más importante a la hora de fijar la lengua y unificar aún más su gran diversidad de usos y variantes. Supone, además, entrar en contacto directo con las palabras de otros autores, otros tiempos y otras culturas, con lo que ello tiene de enriquecimiento de la lengua y la inculturación de los pueblos. Pero supone, sobre todo, la posibilidad de acceso al conocimiento (y a la lengua escrita, es decir, fijada) de un número de hablantes cada vez mayor. Es el germen de la democratización y la expansión del saber, que hasta entonces era exclusivo del clero y de la aristocracia (y no toda). Este germen democratizador de los libros es al que temen todos los autoritarismos, que suelen cebarse con ellos en sus intentos por destruir las democracias. 

Año 1492: los acontecimientos que tienen lugar durante este año son fundamentales en la historia del castellano: el descubrimiento de América, la derrota definitiva de Al-Andalus, el edicto de expulsión de árabes y judíos y la publicación de la gramática del sevillano Antonio de Nebrija, que es la primera gramática de una lengua vulgar que se imprime en Europa en un momento en el que las lenguas romances no eran aún consideradas lenguas de cultura. El ladino, el castellano que se hablaba en la península en el año 1492, aún pervive hoy en día, aunque en rápido proceso de extinción, en algunas comunidades de judíos sefardíes repartidas por el mundo. Sefarad era el nombre que los judíos daban a España, igual que los árabes la llamaron Al-Andalus.

Siglos XVI y XVII: reajuste del sistema de los fonemas sibilantes. De los siete sonidos sibilantes del castellano medieval sólo quedan (en el castellano estándar) el actual sonido de la S y el de la CH. En aquellos lugares donde se impuso el ceceo también desapareció el sonido de la actual S. Algunos de los que desaparecieron del castellano estándar, como el sonido /ʃ/ (el de la palabra inglesa shop), permanecieron en algunos lugares del sur en las palabras que contienen una CH (como en el andaluz chacho) o en otras lenguas de la península (como en el gallego Xunta o el catalán Xabi). Otros fonemas desaparecieron completamente, como el sonido /ts/ (similar al sonido de la doble Z de la palabra italiana pizza), el sonido /dʒ/ (como el sonido inicial de las palabras inglesas John o jacket) o el fonema /z/ (S sonora, como el de la palabra inglesa zoo). Es en este momento de la historia cuando el sonido de la X (México, Texas), que era sibilante, se transforma, primero en el de la H aspirada y posteriormente en el de la actual J (Méjico, Tejas). También entonces se separan definitivamente las variantes del castellano del norte y las del sur, generalizándose en el sur uno de los rasgos más importantes de su modo de hablar, el seseo, que es característico también de los países latinoamericanos, cuyos colonizadores fueron, en su mayoría, hablantes de los dialectos sureños de la península.

Año 1713: creación de la Real Academia Española bajo el reinado de Felipe V, inspirada, dado el origen de la dinastía borbónica, en la Academia Francesa. Su función es la de preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución. Su creación ayuda aún más a fijar o a desechar los cambios producidos por los diferentes usos, los errores o el desconocimiento normativo de muchos de sus hablantes, tanto en España como en el resto de países en los que se habla, aunque no siempre lo logra. En lo específicamente relacionado con la Historia de la Lengua, su misión, más que crear nuevas leyes o censurar novedades, es la de ser testigo y certificar aquellos cambios que la mayoría de los hablantes de un territorio, por diversas circunstancias históricas, sociales o culturales, acaba convirtiendo en uso común y cotidiano.

Segunda parte del siglo XX hasta nuestros días. En 1969 nace internet. Aún no sabemos el alcance real y completo de lo que las telecomunicaciones -especialmente la red- acabarán afectando a nuestra lengua, pero la globalización, los nuevos modos de escribir, la creatividad propia de los jóvenes, la avalancha de palabras procedentes del inglés, el acceso directo a hablantes de cualquier origen o condición, la inmediatez y rapidez en la comunicación, así como la brevedad en la exposición de ideas que exigen o permiten ciertas plataformas con cientos de millones de usuarios tendrán, a buen seguro, un importante impacto sobre la lengua y sus usos. Igual ocurre con la revolución cultural y sexual que nace en los años 60 del pasado siglo. Con los movimientos feministas y LGTBI (así como con los movimientos que se oponen a sus reivindicaciones) se siguen introduciendo nuevas palabras y transformando o creando otras, de las que probablemente quedarán muchas en la lengua. De no existir el movimiento feminista, una palabra como señoro (varón típicamente machista) no habría sido elegida como principal neologismo del año 2020, por ejemplo.

PALABRA Y DEMOCRACIA

Afirma Irene Vallejo, autora del reciente y excelente ensayo El infinito en un junco que “para que la democracia sea saludable, también tienen que serlo las palabras”. Es decir, si las palabras no son sinceras, si mienten, si manipulan, si tergiversan, si corrompen, si insultan, la democracia será una democracia enferma. Pero siendo esta una idea que merecería ser analizada con detenimiento tanto desde la Filología como desde las Ciencias Políticas y de la Comunicación, en este apartado nos vamos a limitar a hacer una breve reflexión sobre la relación, desde el punto de vista de la Historia, entre los dos conceptos principales de la cita: palabra y democracia.

¿En qué sentido afecta la idea de democracia a una lengua?

Digamos, como punto de partida, que la democracia es un concepto más vinculado a la horizontalidad (poder que proviene de todos o de una mayoría) que a la verticalidad (poder que se impone desde arriba, normalmente por una minoría). Si hablamos de palabras, ¿quién tiene más poder sobre ellas a la hora de acomodarlas y fijarlas en la lengua: la autoridad de instituciones como la RAE o el pueblo que las usa?; ¿la norma impuesta por las gramáticas y los diccionarios o un uso que a veces proviene de la ignorancia y el error?; ¿el poder y el conocimiento de los sabios o el descarado atrevimiento de la juventud y la influencia de los movimientos sociales? ¿Quién tiene -por utilizar una expresión relacionada- la última palabra? Veamos.

Hace unos días, en la viñeta de un periódico nacional, aparecía la imagen de un camino que se bifurca. En cada uno de los dos nuevos caminos hay dibujado un cartel que indica hacia dónde conduce. En uno se lee “almóndigas”; en el otro, “lenguaje inclusivo”. Un numeroso grupo de sesudos personajes vestidos de negro, representando a los académicos de la RAE, enfilan, como una piña, la misma dirección: la de las “almóndigas”, un lugar que debe de estar cerca de otros como “papichulo”, “asín” o “toballa”, términos también aceptados por la Academia recientemente. El objetivo de la viñeta no es, evidentemente, criticar la aceptación de palabras tan castizas como las que representa el camino elegido, sino denunciar la postura y las preferencias de los académicos, que dictaminan en contra de aplicar el lenguaje inclusivo a la Constitución o que demoran hasta al menos el año 2026 la aceptación formal de expresiones como “violencia de género”, que en la actualidad es una expresión utilizada por la inmensa mayoría de la población y que tiene repercusiones sociales más relevantes que, pongamos por caso, la palabra “almóndiga”.

Pero independientemente de que uno esté de acuerdo o no con la decisión de los miembros de la RAE -allá cada cual-, hay algo por encima de tal decisión: tanto en un caso (lo castizo) como en otro (la creación de un modo de hablar no discriminatorio), su elección, aun siendo importante, no va a ser el factor que determine el éxito o el fracaso del “papichulo” o del “nosotres”. Son los hablantes y no los académicos los que tendrán la última palabra. Ellos, los académicos -mal que les pese en ocasiones-, no pueden hacer otra cosa  que limitarse, como han tenido que hacerlo siempre, a ser notarios del triunfo o la derrota de las palabras que utilizan las mayorías sociales. El consenso, más que el corsé, será quien determine qué se queda y qué desaparece de la lengua. Más que de verticalidad tenemos que hablar, pues, de horizontalidad. Más que de dictadura de unos pocos, de democracia. No hay regla impuesta que pueda funcionar bien sin la aceptación de aquellos a los que se les exige su cumplimiento. La Historia lo demuestra.

Ello no significa que cada uno pueda utilizar la lengua como le venga en gana. El consenso implica unas normas que nos hemos dado entre todos y que, consciente o inconscientemente, aceptamos la totalidad de los miembros de una comunidad de hablantes, ya sea universal (las normas generales comunes a todos los dialectos y variantes de la lengua) o particular (aquellas que afectan a un entorno más reducido, sea nacional, regional o local).   

En sus comienzos, en el siglo XVIII, la RAE cosechó numerosos fracasos. Los académicos pretendían imponer a toda costa el modo de hablar de las personas cultas, que en aquellos tiempos eran las minorías poderosas (una costumbre de la que aún quedan restos). Pero poco a poco no les ha quedado más remedio que rendirse a la evidencia de que su misión no es la de imponer nada sino la de sugerir, la de ser testigo y notario, la de ordenar los materiales lingüísticos que la gente común crea y usa para comunicarse cotidiana o artísticamente. ¿Quién le puede prohibir a los jóvenes que digan finde, Insta o porfi en lugar de fin de semanaInstagram o por favor, o a los niños que digan seño o cumple (en lugar de señorita y cumpleaños), a un andaluz que diga asín, a un activista LGTBI que diga todes o nosotres o a un poeta que diga montañas como abismos, aunque ambas palabras hagan referencia a realidades radicalmente opuestas? Digan lo que digan los académicos, todas esas personas lo seguirán diciendo o, si lo desean, dejarán de decirlo.

La Academia unas veces gana y otras pierde. Y los motivos a veces son inexplicables o azarosos. Sin saber muy bien por qué, hay palabras y expresiones muy usadas que, a pesar de estar ampliamente extendidas, no acaban de ser aceptadas por la mayoría de los hablantes como correctas. Un caso paradigmático es el del uso de me se  (me se ha caído) en lugar de se me: muchas madres, incluso las que ni han oído hablar de la RAE, siguen corrigiendo a sus hijos cuando cometen este error. Algo tiene esa expresión que sigue rechinando tanto a los académicos como a la mayoría de la gente.

En el siguiente ejemplo es la Academia la que ha salido perdiendo a favor del uso de los hablantes: la expresión “ir a por agua” (o “a por pan”, o “a por una silla”), con la preposición “a” (lo apropiado era decir “voy por agua”), ha sido incorrecta según las reglas hasta que, con la fuerza que impone el uso, ha tenido que ser aceptada como correcta. Ha ocurrido con infinidad de palabras a lo largo de la historia, algunas ya mencionadas, como almóndigaasínmurciégalodescambiar o vagamundo, que hoy en día son aceptadas, aunque sea como vulgarismos o coloquialismos, que en algún momento podrían dejar de serlo. Lo mismo les pasa cada año a un buen número de neologismos, que tras un tiempo en ese extraño limbo de la incorrección, pasan a ser admitidos en la lengua como miembros de pleno derecho, como recientemente ha ocurrido con palabras como tuitespangliscederrónculamenamigovio o palabro. O como pronto pasará con palabras como señoro, que ya hemos mencionado.

Y así es, entre otras muchas causas, como han avanzado, se han transformado y enriquecido las lenguas a lo largo de la historia. Y como siguen haciéndolo. La fuerza de las palabras es la de los caballos salvajes: raramente admiten riendas. Las palabras nacen, triunfan o desaparecen no según decisión de los entendidos, sino de la colectividad. Por ello lenguaje y democracia son dos conceptos tan íntimamente ligados a lo largo de la historia, existan o no existan instituciones reguladoras. ¿Quién nos iba a decir que una palabra tan común en los años ochenta como yupi (moderno, joven y exitoso hombre de negocios) iba a pasar en tan poco tiempo al rincón del olvido? Pues ha ocurrido, independientemente de que la RAE le diera entrada o no en su diccionario.

Es ingente la cantidad de palabras comunes que o bien porque su referencia ha entrado en desuso (como manteoentremantillagarrotínjubónchambracelemínodrepelairesaya o tartana) o por la decisión más o menos caprichosa de la colectividad (cuchipandaniquidandipiscolabisendilgaryupidabutenokey Makeyefectiviwonder) o bien por comodidad (un poco de azafrán, de sal o de chocolate en lugar de una brizna de azafrán, una pizca de sal o una onza de chocolate) se están quedando o se han quedado obsoletas. Es verdad que uno tiene la impresión de que la desaparición de una palabra supone un empobrecimiento irremediable de la lengua, una pequeña tragedia, pero sírvanos de consuelo que si bien son centenares las que han desaparecido en los últimos siglos, continúan siendo más las palabras que nacen que las que mueren (sean usadas o no por todos los hablantes; ese es otro cantar).

Como decimos, este tipo de movimientos ha existido siempre en la historia de las lenguas vivas. Por eso afirmamos que están vivas, porque cambian, porque evolucionan, porque incorporan nuevas realidades, porque inventan, porque se deshacen de palabras o recursos innecesarios o simplemente por moda o por capricho. Como la vida misma, como la historia de los pueblos. De haber triunfado la tendencia más conservadora, de no haber acogido las palabras venidas de otros mundos, de habernos guiado por leyes inmutables y eternas, de no habernos saltado el ordeno y mando, de no haber incorporado los errores de los menos cultos o la creatividad de los más jóvenes, el castellano, como cualquier otra lengua, jamás habría nacido. Ni el castellano ni otras muchas cosas que hacen del mundo un lugar fascinante y hermoso. En España seguiríamos hablando, con ligeras variaciones, la lengua que hablaban Julio César, la emperatriz Livia Drusila o Marco Tulio Cicerón (que a lo mejor, ahora que lo pienso, tampoco estaría tan mal).

LA VARIANTE MANCHEGA EN ESTE CONTEXTO

Hay que decir que lo manchego, tanto su modo de hablar como otros rasgos de su idiosincrasia, es más conocido últimamente a causa de la presencia pública de destacados cineastas, humoristas, cantantes o escritores manchegos que favorecen de alguna manera el orgullo regional. Conocidos políticos hacen incluso alarde exagerado de determinadas características lingüísticas propias del habla manchega, como ocurre con el heheo del antiguo presidente José Bono (en su caso quizás deberíamos decir jejeo). Ello ha contribuido, entre otras causas, a que la diglosia (utilización de distintos modos de hablar dependiendo del entorno en el que nos encontramos, familiar o ajeno) sea un fenómeno cada vez menos común en nuestra región. En ocasiones, muchos manchegos se han sentido o se sienten acomplejados por su modo de hablar, considerado vulgar e incorrecto incluso por ellos mismos, e intentan ajustarse a la normas del llamado castellano estándar, con lo que ello conlleva de desaparición de vocabulario, expresiones o rasgos propios de pronunciación. Pero el asunto es bastante más complejo y va más allá de hablar bien o hablar mal, al menos desde el punto de vista de la Historia, que es el que nos ocupa.

Tanto lo que consideramos errores como los cambios que se producen en las palabras no son, por lo general, nada nuevo. Lo que en origen era considerado error acabó en multitud de ocasiones convertido en norma. Veamos algunos ejemplos:

Los antiguos ya se comían la D intervocálica, incluyendo a veces las vocales que la acompañaban: frigidum se convirtió en fríocrudelem en cruel o limpidum en limpio. Nosotros, como ellos, eliminamos la D en muchas palabras de diferentes categorías gramaticales: comío, cantao, almuá, ná, agotá, enzorruzaor, azaon, nublao…

Los antiguos también cambiaban el orden de las letras (metátesis): Inter se convirtió en entrequattor en cuatroparabola en palabra. En La Mancha es común oír Grabiel por Gabriel o trempano por temprano.

También ellos cambiaron la R por la L (lambdaísmo): carcerem acabó siendo cárcel en lugar de cárcerarborem se convirtió en árbolpapyrus primero cambió a paper y luego a papel (aunque también derivó en la palabra papiro). En la variante manchega se sigue oyendo (ahora se mantiene sobre todo en hablantes de bajo nivel cultural) primel en lugar de primerArcázal en lugar Alcázar, o se acaba el infinitivo de los verbos en L: comeldormilcantal. El lambdaismo llega a términos exagerados pero aceptados en lugares como Cuba o Puerto Rico, donde es la norma.

En el latín tardío también se hizo rotacismo (cambiar determinadas consonantes por el sonido de la R), como nosotros hacemos cuando decimos murlo por musloarbañil por albañil o cardo por caldo. La palabra latina sanguinem se convirtió en sangne y luego en sangreasenam dio arenahominem pasó a ser omne, luego omre y definitivamente hombre. Los genitivos de muchas palabras que en un principio se construían con S, como flosis (genitivo de flos) cambia a floris, que en castellano da flor.

El fenómeno de la epéntesis (añadir un fonema a una palabra), como en las palabras Ingalaterraarrescuñarcobetehuéspede, comistes o hablastestampoco es nuevo. La palabra latina calvaria, por ejemplo, debería haber dado calvera en lugar de calaverachronicus llegó a convertirse durante siglos en corónico, aunque luego esa epéntesis se revirtiera y acabara en la actual palabra crónico.

Lo que ha cambiado no es tanto el tipo de “errores”, que, como hemos visto, en muchos casos tienen la misma naturaleza, sino el control sobre ellos. Ahora el control se ejerce a través de la RAE, de los programas de estudios, de los medios de comunicación que unifican las diferentes variantes del habla… Hace unos siglos esos controles no existían, por lo que los cambios  no tenían los frenos que tienen ahora y eran más frecuentes. ¿Hablamos así porque somos unos garrulos? No. Nuestra lengua tiene tendencia -y siempre la ha tenido- a propiciar determinados cambios, a evolucionar en una determinada dirección. ¿Cuál es esa dirección? La misma de todas las lenguas: la eficacia (ven acaquí tiene más fuerza en determinadas ocasiones que ven aquí), la economía de recursos (un kilo patatas en lugar de un kilo de patatas), la facilidad (más fácil pronunciar dende que desde). Pero ¿por qué no todas las lenguas sufren los mismos cambios? Porque parten de rasgos diferentes. Una lengua en la que las consonantes sean más importantes que las vocales para ser comprendida, como es el caso del inglés, no puede evolucionar del mismo modo que el español, en el que la nitidez de las vocales para que la palabra sea comprendida tiene mayor importancia. Hay tendencias de pronunciación generales que afectan a determinados sonidos: las eses, por ejemplo, tienden a ser eliminadas o transformadas en otros fonemas siempre que ello no afecte a la comprensión de la palabra (nohotros, ehpaña, lohombre, dende…); la D intervocálica también tiende a desaparecer, arrastrando a veces con ella a la vocal que la acompaña (na, to, ca uno, volcao, bebío…). Ambos rasgos tienen su origen en la cercanía del dialecto andaluz.  

Es interesante comprobar cómo, a pesar de los muchos controles, los “errores” siguen siendo los mismos que hace tantos siglos, en muchos casos cuando el castellano ni siquiera existía. Pero gracias a ellos se convirtió en la lengua que hoy hablamos.

Las migraciones y los cambios poblacionales a los que hacíamos referencia anteriormente también han sido fundamentales en la configuración de la variante manchega del castellano. La presencia de los árabes dejó más huella en nuestra zona que en regiones más septentrionales, que fueron conquistadas antes por los reinos cristianos. La palabra alcancía, por ejemplo,se ha usado hasta hace muy poco tiempo más que la palabra hucha, procedente del francés huche, que a su vez procede del latín medieval hutica. Igual ha ocurrido con la palabra azogue, que fue mucho más usada que la palabra mercurio. O con la palabra mandil, que aún es más común en muchos lugares que la palabra “latina” delantal. Es decir, cuanto más al sur de la península, mayor pervivencia de palabras procedentes del árabe. Hay ocasiones, sin embargo, en que la palabra latina se impuso muy pronto sobre su correspondiente árabe, como ocurrió con la palabra panocha sobre mazorca, aunque por esas fuerzas caprichosas de las lenguas, actualmente se haya impuesto la árabe mazorcasobre la latina panocha, en claro riesgo de extinción en España.

Al ser La Mancha territorio fronterizo y poco poblado, los reyes cristianos lo repoblaron con gentes de otros lugares, que, además de sus costumbres, aportaron sus palabras, en algunos casos de lenguas peninsulares distintas del castellano. Con las repoblaciones, muchos términos árabes fueron sustituidos por los correspondientes latinos, como ocurrió con la palabra alfayate, sustituida por la catalana sastre. También remor (ej: no te da remor ponerte a estudiar) proviene del catalán. Tarranco (ej: no va a quedar ni tarranco) llegó del vasco. Del astur-leonés vinieron cocoterelenco (salvaje, asilvestrado) o pochaca(allí cueva o hueco de la nuca).  Asobinarse vino del navarro-aragonés ensobinarse. De Murcia llegan palabras como chusmearsolaneramieja o páer(de donde procede también el diminutivo paerecilla). De los mozárabes mantenemos términos como pleita, capacho o asina. Es decir, la variante manchega del castellano (que comparte palabras con otras variantes), participa, aunque en menor medida, de la multiculturalidad característica del castellano estándar y de parecida diversidad: cada pueblo o cada zona tiene vocabulario o fonemas que los diferencian de otros pueblos, aunque sean muy cercanos geográficamente.

Finalmente, ¿tiene el habla manchega algún momento histórico estelar como los que hemos mencionado del castellano? No, pero participa de todos ellos en tanto en cuanto es una variante suya. El hecho de seguir siendo frontera entre el castellano llamado estándar o del norte y el dialecto andaluz hace que posea características de ambos. Además de lo ya dicho sobre la supresión de la S o la D de muchas palabras, también compartimos con Andalucía el heheo, que se desarrolla junto al seseo y el ceceo andaluces a partir del siglo XVI, un rasgo que se extiende incluso hasta el habla popular de Madrid. La cercanía del dialecto murciano llamado panocho hace también que la variante manchega comparta algunos rasgos con él. Cuando oímos ciertas expresiones o palabras del dialecto murciano se ve claramente que tienen gran parecido con el habla manchega, especialmente la de hace varias generaciones, e incluso pueden confundirse con ella. Algunos ejemplos de panocho: “Ahí sus quedáis”, “Ca uno s’aprete er zaragüel como puea”, “Dar er campanazo”, “De pocas chichas”, “Echarle azaite a un candil que no tie torcía”. Sin embargo, en líneas generales, actualmente tenemos cada vez más rasgos del castellano estándar capitalino y siguen desapareciendo algunas de las características típicas del habla de anteriores generaciones.

Quizá uno de los momentos más trascendentales de lo manchego en la historia no sea lo relacionado con su habla (aunque, de alguna manera, también), sino con su espíritu, algo que ha trascendido todas las fronteras. Me refiero a la escritura, a comienzos del siglo XVII, de Don Quijote de la Mancha, posiblemente el libro traducido a más idiomas después de la Biblia y que es considerado la primera novela moderna de la historia, con influencia en toda la narrativa occidental posterior. Pero eso se aleja del objeto de este artículo, además de requerir de muchísimo más espacio para hablar de ello, del que no disponemos.

En resumen, muchas veces, cuando se habla de la grandeza del castellano, es común referirse a cuestiones más relacionadas con cantidades que con cualidades: es una lengua hablada por aproximadamente 580 millones de personas, 460 millones la tienen como lengua materna, es la cuarta más hablada del mundo, es la lengua oficial de 21 países, el diccionario de la RAE contiene unas 93.000 palabras, sin contar los miles de americanismos, etc. Siendo ello importante, yo he querido recalcar en este artículo sus cualidades, que están, como las cifras, íntimamente relacionadas con su historia y construyen su esencia: su multiculturalidad, su diversidad, su carácter abierto históricamente a otras lenguas, tanto españolas como extranjeras, la riqueza de sus dialectos y numerosas variantes, el carácter democrático de su evolución, la creatividad y belleza de sus composiciones literarias o su gran capacidad para generar nuevas palabras y expresiones. Una lengua, en definitiva, muy viva, con un rico pasado y, sin ninguna duda, un excelente futuro.

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Cervantes censurado y tachado de vulgar

Fecha de Publicación: 24/10/2021

La “ofensiva” botella de vino Hideputa objeto de la prohibición de registro de marca por la OEPM

La Oficina Española de Patentes y Marcas censura y tacha de vulgar a Miguel de Cervantes denegando el registro de la marca de vino “Hideputa”. Lo que no consiguieron en el siglo XVII ni la Inquisición, ni el Consejo Real, lo ha hecho en el siglo XXI un estamento oficial español

 

Alcázar de San Juan, 25 de octubre de 2021.- La Oficina española de Patentes y Marcas ha denegado el registro de la marca de Vino “Hideputa” que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan había solicitado mediante el expediente M4127953.

Con la ayuda de Bodegas Alort (marca embotelladora), los cervantistas alcazareños han elegido un vino de altas cualidades, se trata de un tinto cabernet, de crianza, envejecido 12 meses en barrica francesa de tostado medio, que transmite de forma intensa la personalidad de sus variedades Cabernet Sauvignon y Franc Moderno, que resulta muy equilibrado, sedoso y brillante. Para esta ocasión especial, Estrella Cobo ha diseñado una etiqueta que sintetiza perfectamente el nombre del vino y la tierra a la que pertenece. 

Con esta esmerada selección la asociación cultural alcazareña agasaja a los invitados que regularmente recibe en su actividad denominada “Almuerzos de don Quijote”, de hecho, la primera personalidad en probarlo ha sido el Nobel de Física de 2019, el suizo Michel Mayor que visitó nuestra la Sociedad el pasado 6 de octubre.

Para esta acción promocional y de difusión de la obra cervantina, se han inspirado en un fragmento del Capítulo XIII de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes (se recomienda la lectura de este capítulo), concretamente en el que Sancho Panza mantiene -con el escudero del Caballero del Bosque- una conversación sobre el vino que están degustando y que llevaba en la bota este último, llamándolo «Hideputa» al propio tiempo que lo alaba por su calidad, por ser de Ciudad Real y por tener algunos años de ancianidad, de tal forma que al vino elegido, los cervantistas alcazareños le habían bautizado con el nombre “Hideputa”, precisamente por ser de calidad, por ser de Ciudad Real y también por tener ancianidad.

Sancho Panza lo explica perfectamente diciendo: «confieso que no es deshonra llamar hideputa a nadie cuando cae debajo del entendimiento de alabarle»… ¡Es prosa de Miguel de Cervantes!

 

Con esta idea y por parecerles un nombre muy cervantino, muy significativo del Quijote y sobre todo identificativo del buen mojón (entendido en vinos, catador) que era Sancho Panza, los cervantistas alcazareños iniciaron los trámites de registro de este nombre a fin de que no pudiera ser utilizado por terceras personas, pero la OEPM les ha cerrado las puertas basándose en que la denominación “es contraria a la Ley, al orden público o a las buenas costumbres, toda vez que el distintivo incorpora en su conjunto una calificación denigratoria, que cabe considerar  de atentatoria a las buenas costumbres, incluso si está extendida en el lenguaje vulgar”.

De todos es conocido que en el Siglo XVII estaba en pleno apogeo la Santa Inquisición que ejercía una férrea censura sobre todo lo que se publicaba y que antes de dar a la imprenta una obra, no sólo debía ser sometida al Consejo Real que era quien la autorizaba y fijaba su precio, sino que un estamento eclesiástico debía dar su aprobación de que no contenía nada en contra de la fe católica, lo que se llamaba el imprimátur.

Pues bien, ni el Consejo Real ni los estamentos religiosos impidieron a Cervantes que el Quijote viese la luz en 1605. Por el contrario, asistimos 416 años después a que un estamento oficial español censure y tache de vulgar al mejor escritor que en todos los tiempos ha tenido nuestra lengua.

Hace unos días lo explicaba muy bien en una entrevista en TV el académico de la Lengua, Arturo Pérez-Reverte, decía que no se pueden quitar del diccionario las palabras que han utilizado escritores de la talla de Galdós, Cela o Cervantes, por muy malsonantes que nos puedan parecer hoy, ya que ellos las utilizaron de manera limpia, eficaz y práctica, consiguiendo reflejar el lenguaje de su época. De otro modo, leer a nuestros clásicos de la literatura sería imposible, por eso la Real Academia de la Lengua es la encargada de definirlas y de preservarlas para los lectores actuales y futuros.

 

Por ello y a pesar de que esta marca con toda seguridad no será oficialmente registrada, pensamos seguir utilizándola para ser coherentes con su obra y para perpetuar la memoria de nuestro querido Miguel de Cervantes.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Maestros de escuela en Villafranca y en el Gran Priorato

Fecha de Publicación: 14/10/2021

De los maestros de escuela decía que eran dichosos, pues trataban siempre con ángeles; y que fueran dichosísimos si los angelitos no fueran mocosos.

El licenciado Vidriera

Retazos de las huellas de los maestros de Villafranca

La figura del maestro de escuela siempre se ha recordado con ternura y agradecimiento. Ha sido el portador de las respuestas a las primeras inquietudes de los niños y de algunos mayores, el que enseñó a entender la realidad a diferentes generaciones, el que siempre nos puso en el camino adecuado para buscar soluciones.

Mirando casos concretos aparecidos en algunos archivos, nos encontramos con realidades que merecen relatarse y contrastar con un hecho que se repite de manera recurrente: la humildad del maestro, su pobre modo de vida con eternos problemas económicos. Recorremos la secuencia histórica de momentos de diferentes maestros de Villafranca de los Caballeros, desde la segunda mitad del siglo XVII al XVIII.

Después comprobaremos que la Ilustración y los deseos de progreso, seguían influyendo en los gobernantes de principios del siglo XIX con un intento de dignificar esta profesión por parte del entonces Gran Prior.

Comencemos con cinco casos de Villafranca:

1.- Alfonso López, ejerció de maestro en Villafranca de 1670 a 1673. Según su contrato[1], el ayuntamiento le proporcionaba casa, exención de impuestos, dos carros de leña y cuatro fanegas de trigo cada año de contrato. Además el maestro cobraba al Ayuntamiento 1,5 reales al mes por cada niño que enseñase a leer y 2,5 por enseñar a leer y escribir. Las clases de Matemáticas quedaban al albedrío del maestro que deberá concertar su precio con cada familia que desee que su hijo las cursase.

2.- Ya en 1748, Rafael de Morales, vecino de Tembleque, se instaló en Villafranca y se dedicó a enseñar Gramática. Tenía un aula abierta para estos menesteres, un nivel superior al de maestro de primeras letras. En su contrato[2], con fecha de 2 de septiembre de 1748, se detallaron las condiciones siguientes:

  • Tiene una validez de cuatro años a partir de la fecha.
  • Abre un aula abierta de preceptor de Gramática por seis años a partir de la fecha.
  • El sueldo que le paga el Ayuntamiento es de 130 reales de vellón por año más lo que pague cada alumno.
  • Para el mantenimiento de esta escuela es necesario un mínimo de 12 alumnos, pudiendo despedirse si no se cumple esta última condición.

Tenemos algún dato más de Rafael de Morales, preceptor de Gramática y Latinidad: En 1752 sigue en Villafranca y según el Catastro de Ensenada[3], tiene 33 años, está casado con Inés Ramón Plaza de la misma edad, tiene una hija, Rafaela de 7 años. La familia la completan su suegra, Francisca de 67 años y su sobrino Juan Francisco de 10. Se le supone una renta anual de 400 reales de vellón. No tiene otros bienes.

En el mismo documento, la renta anual de un maestro sangrador y barbero es de 900 reales de vellón, la del mesonero es de 900, el arriero más humilde alcanza los 800 y un escribano consigue 2000 reales de vellón. A la altura del preceptor de Gramática y Latinidad encontramos a algún zagal de campo, un ujier del Ayuntamiento o el más humilde de los tejeros.

3.- Por las mismas fechas el maestro de primeras letras de Villafranca de los Caballeros es Alfonso García Ortuno[4], de 43 años, su esposa, Ana Josefa, 37 y seis hijos, Victoria (15 años), Ana Josefa (13), Alfonso Nicasio (9), Pedro Francisco (7), Manuel (5) y Antonio (2). Familia numerosa que vive en la calle de la Virgen, muy cerca del Ayuntamiento, donde seguramente imparte sus clases. Es propietario de una tejera, de una viña de 2 celemines y de una jumenta. Los peritos del Catastro le asignan una renta anual de 360 reales de vellón. Es fácil su comparación con el caso anterior, contemporáneo y vecino. Tiene una renta parecida, aunque con algunas propiedades.

4.- Raimundo Mad. es el maestro de primeras letras en 1787, lo conocemos porque el 19 de junio envía una carta al Gran Prior rogando un socorro de 300 reales de vellón de Limosna, por una vez y en atención a los atrasos que padece y a la aplicación en la enseñanza de discípulos. Particípole a Vm pa qe disponga el cumplimiento de esta gracia[5]No es difícil suponer la necesidad económica que le acucia. No ha recibido las últimas pagas del Ayuntamiento. Los atrasos en los sueldos de los maestros son un hecho que se repite en muchos lugares.

5.- El 19 de octubre de 1799, es José Alfonso Jiménez, maestro de primeras letras, quien expone que

Es tan corto el emolumento  que le produce la escuela que no alcanza a el alimento de su mujer y cuatro niñas que tiene (…) Suplica a Vuestra Real Alteza, se digne por el amor de Dios, la limosna de su Real agrado para ayuda a mantener a su familia y componer la casa que con la avenida del agua cayó parte de ella y lo que quedó está para lo mismo (…)[6]

La súplica tiene su explicación en las consecuencias de la inundación que sufrió Villafranca el 2 de septiembre de 1799, que arruinó casi 200 casas. En ella informa que su sueldo es tan mísero que no le alcanza al mantenimiento de su familia, más si tenemos en cuenta los desastres mencionados.

Son cinco casos encontrados en una villa del Priorato. No esperamos equivocarnos si generalizamos esta realidad a las demás villas. La laboriosidad y el ingenio de estos profesionales se movía entre unas condiciones materiales siempre mejorables.

Aunque si queremos saber cómo eran las escuelas de este territorio, contamos con un documento único, elaborado después de la Guerra de la Independencia.

1815, Las escuelas de primeras letras del Gran Priorato

En septiembre de 1814, el gran prior don Carlos Mª Isidro de Borbón nombra comisionado para una visita general del Gran Priorato a don Fernando Queipo de Llano[7], su secretario de cámara, y le encarga las siguientes tareas:

  1. Observar e informar del estado material de las iglesias, administraciones, casas tercias y fincas.
  2. Averiguar y exponer el estado de las escuelas de primeras letras de los pueblos y sus dotaciones.

Es real voluntad de S. A. qVmd. averigüe y exponga con la posible exactitud el estado de las Escuelas de Primeras Letras de los Pueblos y sus dotaciones: si faltan Maestros de esta enseñanza, y educación en algunos, y en este caso qemedios y arbitrios pudiera valerse para que los hubiese capaces de desempeñar los Magisterios, y con qe señalamto anual; informando si a los que hay en la actualidad se les paga de los fondos de los pueblos, o contribuyen los alumnos qe asisten a las Escuelas (…)[8]

Parece que las intenciones del prior iban más allá del mero conocimiento del estado de las escuelas básicas de las villas. Muestra de ello es el cumplido informe que sirve de base para esta entrada. El visitador, Francisco Gómez, detalla y analiza los datos que recaba de cada municipio y hace propuestas de mejora.

Extraigamos los datos que importan para la educación:

  1. Se constata un serio descenso en el número total de vecinos desde 1808 (12670) a 1815 (10136). El priorato ha perdido 2534 vecinos. La explicación debemos encontrarla en la guerra de la Independencia (1808-1814), en sus consecuencias económicas y sociales. Estos años pasados trajeron hambres y penurias amén de los enfrentamientos mortales.
  2. En total son 19 maestros con el mismo número de escuelas que dan servicio a 1156 escolares entre 4 y 13 años de edad.
  3. La dotación económica de los maestros es diferente en cada villa. Hay nueve villas que reconocen una asignación fija a sus respectivos maestros: Madridejos, Tembleque, Villacañas, Argamasilla, Quero, Turleque, Arenas, Villarta y Urda. Aunque también reconoce que no la reciben con puntualidad. Éstos y los que no disponen de asignación cobran a los niños alguna cantidad, como se muestra en el gráfico. Sólo los maestros de Argamasilla y Arenas no cobran a los alumnos.
  4. Reconoce que muchos de estos maestros adolecen de la formación y la maestría necesaria para ejercer su oficio. En Argamasilla de Alba, Arenas y Villarta, desempeñan este “Magisterio tres religiosos que no podrán subsistir por la precisión de retirarse á sus conventos y quedarían vacantes sus destinos, como ha quedado el de la villa de Urda, y se ha despedido otro de los dos que hay en la de Madridejos”.[9] En Consuegra “solo hay un Maestro poco instruido”.
  5. Dedica una mención especial al maestro de Camuñas: “el de la villa de Camuñas es casi el único que por sus conocimientos, y particular aplicación procura dar á los Niños de su Escuela, que no está dotada una educación, y enseñanza que devian imitar los demás”.[10]
  6. Según los datos de este informe, existen dos niveles en esta enseñanza de primeras letras: El básico considerado de “lectores y principiantes” entre los 4 o 5 años y los 7 o 12. Las edades varían en cada pueblo, probablemente de acuerdo con los alumnos que en ese momento poblaban las aulas. Y el nivel que consideraremos superior o final de este ciclo, que lo forman los “escribientes” donde completan habilidades de escritura y de cuentas. Las edades de estos alumnos oscilan entre 7 y 14 años.

Con estos datos resumimos la descripción del panorama educativo del priorato, pero Francisco Gómez no se queda aquí, siguiendo lo encargado por el Gran Prior, propone una serie de actuaciones para mejorar la educación básica en este territorio:

1ª Afirma la necesidad de dotar adecuadamente a los maestros, con medios en sus aulas y con unos sueldos dignos de su oficio. Propone un sueldo para cada maestro de 1500 reales de vellón anuales, además de las asignaciones que algunos ya tenían de sus ayuntamientos y de las aportaciones de los alumnos que uniformiza en 3 reales de vellón mensuales para los alumnos escribientes y 1,5 reales de vellón para los principiantes.

2ª Carga el pago de estos sueldos a los fondos del Gran Priorato en los dos tercios del total y el tercio restante a los del Arzobispado. Es razonable esta propuesta si se tiene en cuenta el reparto de las contribuciones de los diezmos. Por ello excluye el gasto arzobispal en las villas de Turleque y Argamasilla de Alba, cuyas escuelas pagaría íntegramente el Gran Prior. Refiere la posible reacción del arzobispo toledano con estas palabras: “y no dudo que pasándose oficio de la Rvoluntad de S A al Emo Señor Arzobispo, prestaría gustoso su consentimiento á la contribución de aquella.[11]

3ª La solución para encontrar maestros competentes es la siguiente:

Me parece que la principal dificultad consiste en hallar Maestros adornados de los conocimientos, y circunstancias que requieren, para la buena educación y enseñanza de los Niños, tanto en doctrina cristiana, como en leer, escribir, y contar (…)

Deberán conferirse las Plazas de Maestros, y por oposición a los que estén aprobados por la Academia de primeras letras y sean más idóneos entre los pretendientes, deviendo hacerse aquella en presencia del Ayuntamiento, Párroco y Administrador de S A en cada pueblo, quienes dispondrán la elección con la mayor prudencia.[12]

Propone una selección de maestros titulados entre los considerados mejores por tribunales que deja establecidos.

4ª Aconseja el establecimiento de un horario fijo para enseñar las diferentes materias: silabear, leer, escribir, contar, ayudar a misa y doctrina cristiana. Siempre adaptándose a la edad de cada alumno.

5ª Prefiere que no se trabaje sólo la memoria:

 “No debe limitarse la instrucción de los Niños, si fuese posible, á que exciten únicamente la memoria de lo que aprendan repitiéndolo con frecuencia, como se hace, porqué este defecto, regularmente nace de su corta capacidad, sino que es necesario que los maestros procuren obligarles a que hagan uso de lo mismo que les enseñe, y haian aprendido, para que después les sea familiar, y regla de sus acciones.”[13]

Unas ideas que pueden abrazarse por las actuales corrientes pedagógicas. Estamos en 1815 y la educación más allá de la memoria es una solución contemplada.

6ª En cuanto a los medios estima conveniente dotar a las escuelas de la Gramática de la lengua castellana, para que la usen los alumnos que puedan leer a la perfección “facilitándoles anualmente cuatro ejemplares á cada Escuela, para que las voces con que se expliquen, sean las propias de nuestro idioma.”[14]

7ª Solicita al Gran Prior la adopción del plan de instrucción escolar de la Academia de primeras letras acomodado al vecindario de cada villa.

8ª Ve desproporción entre el número de vecinos y un solo maestro en Consuegra, que, además, considera poco competente. Propone la creación de una plaza más en esta villa, siempre en las mismas condiciones que el resto de sus colegas.

Completa el informe sobre las escuelas con una tabla que me he permitido recrear y modificar para mejorar su lectura:

Ante un documento de esta naturaleza que presenta números que se prestan a la comparación y al análisis, nos animamos a comentar algunos aspectos:

a.- La población: La guerra y sus consecuencias han provocado muertes y ralentizado los nacimientos. El paso de los ejércitos con sus exigencias, el hambre y las enfermedades. El descenso en el número de vecinos es de 2534, que en población total se puede considerar en 10000 a 12000 personas. Si jugamos con estos números podemos hacer nuestra lista de villas de acuerdo a su población.

Herencia sigue siendo, con diferencia, la mayor urbe del priorato. Mientras que Villarta está acometiendo su repoblación.

b.- Relación entre número de escuelas y número de alumnos. De nuevo Herencia capitanea esta tabla con más alumnos y tres escuelas. Consuegra necesita un segundo maestro, pormenor que el visitador mencionó en sus propuestas de mejora. Y además de seguir la lista podemos pensar en la ratio por maestro de 120 alumnos en Consuegra, 106 en Villacañas, 82 en Villafranca o 50 en Camuñas. Estos maestros tenían que recurrir a métodos imaginativos y mezclando su autoridad personal con valor de su ejemplo y la separación de los alumnos en pequeños grupos de trabajo con diferentes tareas.

Intentemos imaginar el trabajo de estos profesionales de la enseñanza primaria ante estos grupos muy numerosos de alumnos. De acuerdo con Sylvie Imparato-Prieur[15] impartían doctrina cristiana, lectura (alfabeto, silabeo, lectura de palabras y frases, deletreo, lectura común de un libro religioso), escritura (con muestras y reglas) y aritmética (las cuatro reglas). En los niveles superiores de “escribientes” podían utilizar la gramática castellana y estudiaban historia de España. Se valían de métodos de aprendizaje vicario utilizando como líderes de estos grupos a los alumnos mejor preparados.

c.- Los sueldos mensuales de cada maestro. Si suponemos que cada maestro recibe puntualmente los pagos de los alumnos y de los ayuntamientos tal y como se muestra en la tabla. Teniendo en cuenta que repartimos equitativamente los alumnos de la población en los casos de existencia de varios maestros, el sueldo de cada maestro quedaría como sigue:

El maestro catalogado como ejemplar en el informe del visitador, es el que menos cobra. Y observamos unas diferencias por pueblos en las que un maestro puede cuadruplicar el sueldo de otro en diferente villa. No parece existir una relación directa con la cantidad de población, Alcázar está en los puestos finales y Urda y Villafranca se colocan entre los que más cobran.

Este cálculo es sólo una orientación, los niños que asistían a clase durante todo el año eran pocos, se ausentaban con facilidad, las familias más pobres necesitaban del trabajo de sus hijos en cuanto aparecía la oportunidad de trabajos temporales en el campo, en esos meses el maestro no recibía los reales de esa familia.

Los precios de las mensualidades que cobran los enseñantes también varían considerablemente. En Herencia y en Villafranca están los maestros más caros del priorato que contrastan con la gratuidad de la enseñanza en Argamasilla de Alba y Arenas de San Juan.

Conclusiones

1.- Recordamos que la humildad y la pobreza de los profesionales de la educación son una realidad de acuerdo los ejemplos relatados de la villa de Villafranca. Personas que dependen de sus escasas pagas muchas veces atrasadas.

2.- El interés por la enseñanza como palanca de progreso sigue manifiesto en la administración del Campo de San Juan. La educación básica es analizada con seriedad y se describen posibles mejoras.

3.- Los protagonistas son el hermano del rey Carlos María Isidro, su secretario Fernando Queipo de Llano y Francisco Gómez, vicario y visitador general.

4.- Las reformas propuestas van en la misma línea: mejora de las condiciones materiales, dignificación de los maestros y adecuación de los planes de estudio y de la práctica de los docentes. Son llamativas las referencias a la excelente labor del maestro de Camuñas y la referencia negativa al de Consuegra.

5.- Abundando un poco en la afirmación anterior es muestra de la importancia que se le da a este trabajo el que se aconseje no basar la enseñanza en la memoria, aconsejando la práctica de lo aprendido.

6.- Se cuida la selección de estos profesionales con la exigencia de una titulación de la Academia de primeras letras y el paso por una oposición donde el tribunal selector de cada villa lo han de formar el Ayuntamiento, Párroco y Administrador de cada villa.

7.- Por último seguimos notando una ausencia clamorosa, a la mujer no se la ve en ningún aspecto de esta educación. Los maestros y los alumnos son todos hombres, la educación femenina sigue siendo un servicio particular para algunas personas de clases acomodadas y relativo a normas de buen comportamiento y trato social.

Félix Patiño Galán

 


NOTAS:

[1] AHPTO (Archivo Histórico Provincial de Toledo) _23185_f_041- maestro. Contrato de MaestroVillafranca, 6 de enero de 1670.

[2] AHPTO_23196_003- aula abierta. 02 de septiembre de 1748. Aula abierta, preceptor de Gramática.

[3] Catastro de Ensenada. 1752. Villafranca de los Caballeros. Family Search https://www.familysearch.org/

[4] Ibídem.

[5] APR (Archivo de Palacio Real), IDG (Infante don Gabriel), Secretaría, Leg. 283.

[6] APR, IDG, Secretaría. Legajo 277 cont. 19-10-1799.

[7] Fernando Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós (1758-1831) en 1808 fue nombrado gentilhombre y secretario de Cámara de los infantes Carlos María Isidro y Francisco de Paula.

[8] APR. IDG. Contaduría 291 – 292. Carta de F. Queipo de Llano a los alcaldes de las villas del priorato.

[9] Archivo de Palacio Real (APR). Infante don Gabriel (IDG). Contaduría 291 – 292. Informe del visitador Francisco Gómez (26-02-1815).

[10] Op. cit. f 2r y 3v.

[11] Op. cit. f  2v.

[12] Op. cit. f 2v y 3r.

[13] Op. cit. f 4v.

[14] Op. cit. f 4v.

[15] IMPARATO-PRIEUR, Sylvie (2000), “La Enseñanza de primeras letras en España en la segunda mitad del siglo XVIII : contenidos y métodos a través de algunos tratados de enseñanza”. Revista Contextos Educativos 3 (2000), pp. 235-252. DOI: https://doi.org/10.18172/con.num3

El premio Nobel Michel Mayor visita Alcázar de Cervantes

Fecha de Publicación: 06/10/2021

El científico suizo visitó Alcázar de San Juan, en una época de su historia llamada Alcázar de Cervantes, y conoció algunos de sus recursos turísticos gracias a la mediación del astrofísico alcazareño Benjamín Montesinos, presidente de la Sociedad Española de Astronomía y miembro de esta SCA

Los cervantistas alcazareños acogieron en su sede a Michel Mayor que en visita privada y junto con sus acompañantes celebraron un “Almuerzo de don Quijote” en su honor

Alcázar de San Juan, 6 de octubre de 2021.- El premio Nobel de Física 2019 Michel Mayor ha visitado Alcázar de San Juan ciudad que en una época de su historia reciente se llamó de forma oficial Alcázar de Cervantes debido a la gran tradición cervantina de la ciudad que se viene incrementando y enriqueciendo desde la fecha del bautismo de Miguel de Cervantes.

La presencia del científico suizo en visita privada en Alcázar ha sido posible merced a la invitación personal cursada por el astrofísico alcazareño Benjamín Montesinos que es presidente de la Sociedad Española de Astronomía y miembro de esta Sociedad Cervantina, con quien le une una vieja amistad, quien aprovechando que el físico ha pasado unos días en España, le ofreció conocer de primera mano la Mancha de don Quijote y aprovechó para visitar lugares de interés de Alcázar. Michel Mayor vino acompañado de ocho personas, entre las que estaba su esposa, también Félix Llorente de Andrés –uno de los anfitriones en su visita a España- y Ramiro de la Reza (ambos astrónomos y compañeros de Michel Mayor en su época de tesis doctorales en Suiza), así como otros amigos personales que han disfrutado también de la riqueza patrimonial alcazareña.

 

Michel Mayor, es profesor del departamento de Astronomía de la Universidad de Ginebra, galardonado en 2019 con el premio Nobel de Física (junto a James Peebles y Didier Queloz) por el descubrimiento, junto con este último, de un exoplaneta (fuera de nuestro sistema solar) orbitando una estrella de tipo solar, lo que la organización del Nobel definió como “logros que cambiaron para siempre nuestra concepción del mundo”. Mayor y Queloz descubrieron en 1995 el exoplaneta 51 Pegasi b que gira alrededor de la estrella 51 Pegasi. Mayor contribuyó también al descubrimiento de uno de los cuatro exoplanetas que orbitan la estrella mu Ara, nombrada estrella Cervantes por votación popular impulsada por la Unión Astronómica Internacional.

Mayor, doctor en Astronomía atesora los premios suizos Marcel Benoist (1997), el premio Balzan (2000) y la medalla Albert Einstein (2004); galardonado también con el premio Shaw de astronomía (2005) y en España con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, categoría de Ciencias Básicas (2005) junto a Didier Queloz.

Nuestro socio Benjamín Montesinos, con quien le une una larga amistad, recordó con él la anécdota sucedida en 1996, en un congreso de astronomía en Toledo y cuando ya había publicado en Nature el artículo en el que daban cuenta (él y Queloz) de la existencia del primer planeta orbitando una estrella distinta a nuestro sol. Como ya comenzaba a ser famoso por sus trabajos científicos, se presentó en el congreso un periodista para hacerle una entrevista a Mayor, entonces el periodista sugirió para su reportaje gráfico que el tejado del palacio de Benacazón (sede del congreso) podría ser un buen lugar para las fotos con el físico señalando al sol o mirando al cielo y ante el miedo de que el astrónomo se pudiera caer, él contesto que perdieran cuidado que era suizo y estaba acostumbrado a andar por las montañas, de modo que un simple tejado no lo iba a impresionar.

Durante su estancia en nuestra ciudad, Michel Mayor ha conocido la iglesia de Santa María la Mayor, que es la más antigua de la diócesis, donde se encuentra la pila bautismal con un facsímil de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel de Cervantes Saavedra, también visitó el camarín de la Virgen del Rosario quedando impresionado por su belleza.

Posteriormente, la Sociedad Cervantina, acogió en su sede a la comitiva y tras degustar el vino “Hideputa”, celebraron un “Almuerzo de don Quijote” en honor a Michel Mayor, para que conociese de primera mano la comida del Quijote. Es la primera vez que la Sociedad Cervantina recibe en su sede a un premio Nobel y espera que no sea la última.

Ya al atardecer, subieron al cerro de los molinos y dentro del molino Fierabrás (el único que conserva intacta y en funcionamiento su maquinaria), el físico atendió amable e interesadamente las explicaciones sobre el funcionamiento de estos ingenios del siglo XVII que permitieron dar un salto cualitativo en la primera industrialización de esta comarca.

Al mismo tiempo disfrutaron de la vista de 360º del horizonte manchego, de esta impresionante llanura (tan distinta a su Suiza natal), ya que este magnífico observatorio del cerro de San Antón es uno de los escasos lugares del mundo que ofrece tal panorámica que regala a quienes lo visitan y que sobrecoge de forma especial durante el ocaso.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Don Quijote molido y quebrantado

Fecha de Publicación: 27/08/2021

 

Si en la literatura de ficción hay un personaje principal apaleado, apedreado, golpeado y pisoteado este es don Quijote. A veces no sin razón.

En la venta donde burlescamente es armado caballero es la primera vez que don Quijote es agredido. Poco antes había roto con su lanza la cabeza a dos arrieros que tratando dar de beber a sus mulas habían osado a tocar sus armas que tenía apoyadas en la pila del pozo. Los compañeros de los heridos, defendiendo a estos, acometieron a pedradas con don Quijote, pero sin causarle daños de importancia  porque él se defendía de la lluvia de piedras con su escudo. Antes de dar un paso atrás los seguía increpando a todos diciéndoles: «¡Tirad, llegad, venid y ofendedme en cuanto pudiéredes, que vosotros veréis el pago que lleváis de vuestra sandez y demasía!». De esta salió ileso, pero no de la siguiente.

Del cruce de caminos del falso libre albedrío de Rocinante, Cervantes nos determina, de las pocas veces que lo hace, la distancia que separa a don Quijote de la siguiente aventura. Es en el Camino de Toledo a Murcia, camino a su casa. El narrador nos describe cuidadosamente la imagen de la nueva aventura:

“Y habiendo andado como dos millas descubrió don Quijote un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Eran seis, y venían con sus quitasoles, con otros cuatro criados a caballo y tres mozos de mulas a pie. Apenas los divisó don Quijote cuando se imaginó ser cosa de nueva aventura, y por imitar en todo cuanto a él le parecía posible los pasos que había leído en sus libros, le pareció venir allí de molde uno que pensaba hacer. Y así, con gentil continente y denuedo se afirmó bien en los estribos, apretó la lanza, llegó la adarga al pecho, y puesto en la mitad del camino estuvo esperando que aquellos caballeros andantes llegasen —que ya él por tales los tenía y juzgaba—, y cuando llegaron a trecho que se pudieron ver y oír levantó don Quijote la voz, y con ademán arrogante dijo:

—Todo el mundo se tenga si todo el mundo no confiesa que no hay en el mundo todo doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la simpar Dulcinea del Toboso.” (Q1, 4)

Este paraje del Camino de Toledo a Murcia es mi próximo hito cervantino por descubrir. Estoy en el cruce de las variantes del Camino de Toledo a Murcia y pongo a cero el cuenta kilómetros de mi vehículo, «Y habiendo andado como dos millas» llegaré a este paraje buscado. Una legua de camino, la distancia que se recorría a pie o en una caballería en una hora  ̶ unos seis kilómetros ̶  , contenía cuatro millas, por lo que a unos tres kilómetros desde aquí podré ver la imagen de este paraje cervantino elegido por Cervantes como escenario de la aventura.

El camino es suave y en buen estado. Cruzo la carretera CM-3103, que une los lugares manchegos de Pedro Muñoz y El Toboso. A unos doscientos metros de ella he recorrido desde el cruce de caminos 3,1 Km, «como dos millas». Me encuentro sobre un pequeño repecho del camino, arropado por dos carrascas, y esta es la imagen del camino que observo:

Cervantes era un hombre de teatro eclipsado, como todos los de su época, por el gran Lope de Vega, estando obligado a recorrer caminos como funcionario de la Corona para sustentar a su familia. Por lo que en este altillo, que sin duda alguna pasó por él al paso lento de una mula de alquiler, tenía la imagen del escenario perfecto para la siguiente aventura de su protagonista. Incluso pudo ver desde aquí la misma escena de la extraña comitiva compuesta por «un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Eran seis, y venían con sus quitasoles, con otros cuatro criados a caballo y tres mozos de mulas a pie». Con el escenario y los actores secundarios en él ya solo tuvo que poner en escena a don Quijote en este mismo lugar.

 

En estas deducciones me encuentro cuando un ¡¡buenos días!!, a coro en el silencio de la mañana me sobresalta. Cómo caballeros andantes, vestidos con  llamativos colores sobre máquinas mágicas, pasan junto a mí cuatro ciclistas que aprovechando el leve descenso se alejan de mí rápidamente. Sin duda estoy en el  mismo lugar en el que don Quijote «con gentil continente y denuedo se afirmó bien en los estribos, apretó la lanza, llegó la adarga al pecho, y puesto en la mitad del camino estuvo esperando que aquellos caballeros andantes llegasen» El escenario natural elegido por Cervantes es sencillamente ideal.

Recuerdo aquí al poeta chileno Carlos Sander cuando, recorriendo la Mancha en busca del espíritu de don Quijote, escribió: «Quien recorre la Mancha deberá creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas»(En busca del Quijote, 1967). Yo creo en la magia de esta tierra donde en cualquier rincón de ella se puede esconder el espíritu del loco más cuerdo de la literatura. Tomo el Quijote,que siempre llevo conmigo en mis salidas subrayado y lleno de notas, y aprovechando la tupida sombra de una de las carrascas busco este momento del capítulo cuarto. Comienzo a leer y creo sentir junto a mí a don Quijote sobre Rocinante esperando a que el grupo de viajeros se acerquen. Son trece personas: seis mercaderes,  cuatro criados y tres mozos de mulas. Los mercaderes y sus criados vienen a caballo y los mozos de mulas a pie. Los diez caballos al paso hacen retemblar la sosegada mañana, dejando tras de sí una ligera polvareda propiciada por el vientecillo solano. Sigo leyendo:   

“Paráronse los mercaderes al son destas razones y a ver la estraña figura del que las decía, y por la figura y por las razones luego echaron de ver la locura de su dueño; mas quisieron ver despacio en qué paraba aquella confesión que se les pedía, y uno dellos, que era un poco burlón y muy mucho discreto, le dijo:

—Señor caballero, nosotros no conocemos quién sea esa buena señora que decís; mostrádnosla, que si ella fuere de tanta hermosura como significáis, de buena gana y sin apremio alguno confesaremos la verdad que por parte vuestra nos es pedida.

—Si os la mostrara —replicó don Quijote—, ¿qué hiciérades vosotros en confesar una verdad tan notoria? La importancia está en que sin verla lo habéis de creer, confesar, afirmar, jurar y defender. Donde no, conmigo sois en batalla, gente descomunal y soberbia; que ahora vengáis uno a uno, como pide la orden de caballería, ora todos juntos, como es costumbre y mala usanza de los de vuestra ralea, aquí os aguardo y espero, confiado en la razón que de mi parte tengo.

—Señor caballero —replicó el mercader—, suplico a vuestra merced, en nombre de todos estos príncipes que aquí estamos, que por que no encarguemos nuestras conciencias confesando una cosa por nosotros jamás vista ni oída, y más siendo tan en perjuicio de las emperatrices y reinas del Alcarria y Estremadura, que vuestra merced sea servido de mostrarnos algún retrato de esa señora, aunque sea tamaño como un grano de trigo, que por el hilo se sacará el ovillo, y quedaremos con esto satisfechos y seguros, y vuestra merced quedará contento y pagado. Y aun creo que estamos ya tan de su parte, que aunque su retrato nos muestre que es tuerta de un ojo y que del otro le mana bermellón y piedra azufre, con todo eso, por complacer a vuestra merced diremos en su favor todo lo que quisiere.

—¡No le mana, canalla infame! —respondió don Quijote encendido en cólera—. No le mana, digo, eso que decís, sino ámbar y algalia entre algodones; y no es tuerta, ni corcovada, sino más derecha que un huso de Guadarrama. Pero ¡vosotros pagaréis la grande blasfemia que habéis dicho contra tamaña beldad como es la de mi señora!”

 

El bueno de Rocinante está parado, meditabundo, pues lo que más ansia es llegar con su paso tranquilo a la sosiego de su cuadra lo antes posible, sin esperar que su amo le picase sus espuelas su viejo pellejo. El susto al sentirse herido, junto a su flaqueza y poco ánimo, y la pequeña pendiente del camino la caída era cuestión de pocos metros:

“Y en diciendo esto arremetió con la lanza baja contra el que lo había dicho, con tanta furia y enojo, que si la buena suerte no hiciera que en la mitad del camino tropezara y cayera Rocinante, lo pasara mal el atrevido mercader. Cayó Rocinante, y fue rodando su amo una buena pieza por el campo; y queriéndose levantar, jamás pudo: tal embarazo le causaban la lanza, adarga, espuelas y celada, con el peso de las antiguas armas”

Quizás, si don Quijote aguardase a quedarse callado los viajeros pasarán  junto a él riéndose de su penosa imagen, pero la lengua no la deja quieta, «Y entre tanto que pugnaba por levantarse y no podía, estaba diciendo:

—¡Non fuyáis, gente cobarde! ¡Gente cautiva, atended; que no por culpa mía, sino de mi caballo, estoy aquí tendido!»

La réplica no se hace esperar. La primera paliza al hidalgo manchego está a punto de comenzar. Levanto los ojos del libro y veo y escucho la salvaje paliza que tumbado en el camino sufre don Quijote, pero no puedo hacer nada, todo es ficción, solo es real el escenario: 

“Un mozo de mulas de los que allí venían, que no debía de ser muy bien intencionado, oyendo decir al pobre caído tantas arrogancias, no lo pudo sufrir sin darle la respuesta en las costillas. Y llegándose a él tomó la lanza, y después de haberla hecho pedazos, con uno dellos comenzó a dar a nuestro don Quijote tantos palos, que, a despecho y pesar de sus armas, le molió como cibera. Dábanle voces sus amos que no le diese tanto y que le dejase; pero estaba ya el mozo picado y no quiso dejar el juego hasta envidar todo el resto de su cólera; y acudiendo por los demás trozos de la lanza, los acabó de deshacer sobre el miserable caído, que, con toda aquella tempestad de palos que sobre él llovía, no cerraba la boca, amenazando al cielo y a la tierra y a los malandrines que tal le paraban.

Cansose el mozo, y los mercaderes siguieron su camino, llevando qué contar en todo él del pobre apaleado. El cual después que se vio solo, tornó a probar si podía levantarse; pero si no lo pudo hacer cuando sano y bueno, ¿cómo lo haría molido y casi deshecho? Y aun se tenía por dichoso, pareciéndole que aquella era propia desgracia de caballeros andantes, y toda la atribuía a la falta de su caballo; y no era posible levantarse, según tenía brumado todo el cuerpo.” (Q1, 4)

La imagen de don Quijote caído en el suelo, un hombre viejo molido a golpes con sus armaduras abolladas y sus armas rotas en pedazos es desgarradora, patética, y muy injusta. Rocinante, que penosamente se ha levantado, está a su lado con la cabeza caída junto a la suya, quizá pidiéndole perdón. Don Quijote sabe que su viejo caballo está lleno de tachas. Está flaco y su enfermedad de los “cuartos” le invalida hasta para casi andar, pero para él es «la mejor pieza que comía pan en el mundo», tanto que le dirige una mirada compasiva. Don Quijote seguirá confiando en Rocinante, quizás porque tiene la misma triste figura que él.

 

No puedo irme sin esperar a que pasase un personaje de ficción, un vecino nuestro que lo lleve sobre su borrico a casa. Viene desde Mota del Cuervo, «de llevar una carga de trigo al molino», de los varios de viento que muelen en su sierra, ya que el Prior de San Juan no ha autorizado a construir los de viento en el término de Alcázar de San Juan. Es julio, los ríos Záncara y Gigüela están secos, y los molinos de agua tienen sus muelas paradas. Pedro Alonso, que así se llama nuestro vecino, se acerca a don Quijote algo receloso pues cree que está muerto. Después de ver que está vivo y limpiarle la cara lo ha reconocido como Alonso Quijana, su vecino. Sigo leyendo: «Procuró levantarle del suelo, y no con poco trabajo le subió sobre su jumento, por parecer caballería más sosegada. Recogió las armas, hasta las astillas de la lanza, y liolas sobre Rocinante, al cual tomó de la rienda, y del cabestro al asno, y se encaminó hacia su pueblo, bien pensativo de oír los disparates que don Quijote decía». Veo alejarse al bueno de Pedro Alonso y poco a poco dejo ya de oír a don Quijote ensartar un disparate a otro. Solo queda ya el escenario vacío.

Continúo mi viaje a casa por el mismo camino pero no logro alcanzarlos. Los personajes del Quijote son ficción, solo es posible sentir su espíritu en los mismos parajes adonde los puso Cervantes. Esto es lo que el autor persiguió al innovar la literatura a principios del siglo XVII, que los lectores imaginen las aventuras de sus personajes de ficción en el territorio real que ha escogido como escenario. Y aquí, solo aquí, en esta comarca cervantina es posible.

                                                        Luis Miguel Román Alhambra 

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Ruta cervantin@lcazar conociendo los lugares cervantinos de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 08/08/2021

Enmarcada en la programación del Fin de Semana del Patrimonio con actividades culturales para los días 7 y 8 de agosto

Alcázar de San Juan, 08 de agosto de 2021.- En la noche del sábado 7 y con el cupo de asistentes completo, tuvo lugar una nueva edición de la ruta cervantin@lcazar que estuvo coordinada por miembros de la Sociedad Cervantina de esta ciudad.

La ruta ha estado a cargo del vicepresidente de la Sociedad, Luis Miguel Román Alhambra, y justo antes del comienzo la alcaldesa de Alcázar, Rosa Melchor, se acercó hasta la estatua “El hidalgo y su gato” de José Lillo Galiani -lugar de inicio de la ruta-, para conocer de primera mano los pormenores del recorrido y sus curiosidades, así como para saludar a las personas inscritas en esta actividad.

Los asistentes tuvieron ocasión de conocer los rincones de Alcázar de San Juan que tienen una vinculación con Miguel de Cervantes Saavedra, visitando los lugares icónicos de la ciudad que lo homenajean, lo recuerdan y hacen que se mantenga viva la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, tradición que se remonta a la propia época del bautismo de Miguel que tuvo lugar en la iglesia de Santa María de nuestra ciudad y que se atestigua por la ubicación de la casa donde vivió el escritor en una plaza que lleva su nombre, que es precisamente uno de los lugares de interés.

La ruta guiada forma parte de las actividades organizadas con motivo del Fin de Semana del Patrimonio que el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan ha organizado para los días 7 y 8 de agosto y que cuenta con la colaboración de las diferentes asociaciones y entidades culturales de la ciudad.

También y junto a la estatua del Quijote cósmico que Eulalio Ferrer regaló a la ciudad en 1992 que es idéntica a otra existente en Guanajuato (México) -ciudad con la que Alcázar de San Juan está hermanada-, los presentes pudieron conocer la historia de Eulalio quien obtuvo un Quijote (en edición de Calleja) a cambio de una cajetilla de tabaco al entrar en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer (Francia), a la finalización de la Guerra Civil y con la que inició su enorme afición por el Quijote y el coleccionismo de todo tipo de iconografía alrededor de la obra.

La ruta continuó por la iglesia de Santa María donde fue bautizado Miguel de Cervantes Saavedra y cuya partida de bautismo encontró Blas de Nasarre en 1748 y se conserva en la casa parroquial; después por la calle de San Juan (antiguamente llamada de Zapateros) donde se ubicó la casa de don Juan López Caballero padre de Pedro Barba que junto con Gutierre Quijada son nombrados en el Quijote y que precisamente de este último dice descender por línea recta de varón Alonso Quijano.

En la casa donde vivió la familia de Miguel de Cervantes en la plaza del “Rosquero” o de la “Rubia” (llamada así por tener aquí una tienda María Díaz “La Rubia” que estaba casada en tiempo de Cervantes con Pedro Hidalgo Saavedra), los miembros de la Sociedad Cervantina relataron la tradición que había pasado oralmente a través de los abogados: Ordoñez (coetáneo de la familia Cervantes), Quintanar y Juan Francisco Ropero y Tardío -Agente Fiscal de la Cámara de Castilla-, que fue quien dio a conocer esta tradición alcazareña a Fray Alonso Cano (obispo de Segorbe y Redentor General de Esclavos), tradición que a su vez este trasladó al académico y militar Vicente de los Ríos quien la recogió en las pruebas de su proemio a la edición del Quijote publicada en 1780 por la Real Academia Española.

El recorrido finalizó en la Plaza de España frente a la estatua de don Quijote y Sancho Panza realizada por Marino Amaya en la que para realizar al inmortal escudero se inspiró en la cara de Tico Medina, recientemente fallecido y siempre admirado y recordado por esta Sociedad Cervantina.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Testimonio gráfico del viaje de Galdós a la Mancha toledana

Fecha de Publicación: 28/07/2021

Los pasados 5 y 6 de junio de este año se cumplían ciento doce años de la vista que Don Benito Pérez Galdós realizara a La Mancha; también ha pasado un año desde que publicamos nuestro artículo: “El viaje de Galdós a Quintanar en la prensa del momento” en esta misma revista. Ahí anunciamos, que además de las fotografías aparecidas en la revista El mundo gráfico –hasta ese momento las únicas conocidas-, existían otras tantas que recogían las instantáneas del viaje del ilustre escritor canario por La Mancha toledana.

Felizmente podemos hoy traer el citado testimonio gráfico para cerrar, al menos de momento, este momento histórico que el pasado mes de junio se perpetuó con la colocación de una placa cerámica en la fachada de la fonda donde se alojó Galdós en Quintanar de la Orden.

Foto © Zacarías López-Barrajón Barrios

El reportaje se publicó en EL PROGRESO[i], periódico cuya vida se mantuvo entre 1906 y 1933, que dirigía el periodista y político republicano Alejandro Lerroux García   editado en Barcelona. El ejemplar objeto de nuestro estudio es una edición ilustrada semanal del anterior, de la que se publicaron sesenta y cinco números entre 1909 y 1910 al precio de 15 céntimos, que contenía dieciséis páginas -de 21×16 cm – y numerosas fotografías,  anhelando este medio, ser el magacín republicano de tirada nacional[ii]. La fecha de la publicación del reportaje sería el 27/06/1909, dos semanas después del citado viaje, correspondiendo al número 24 de “EL PROGRESO ILUSTRADO[iii]” o “EL PROGRESO. Edición Ilustrada” (Ilustración 1). Al reportaje acompaña una crónica en páginas anteriores titulada “El republicanismo manchego” firmada por el periodista y político Serrano Bustos[iv] -participante activo en la visita de Galdós-, en la que se congratula del resurgimiento de republicanismo en las zonas rurales como resultado de los actos de propaganda celebrados en Quintanar de la Orden; para ello destaca varios aspectos vividos esos días: primero la participación de la mujer –humilde y acomodada- en esas jornadas cuando antes no lo hacía. Segundo, la gran participación del pueblo en esos días –como lo demuestran las fotografías-. Y tercero, la concurrencia de figuras como Pérez Galdós y varias personalidades venidas desde Madrid, Toledo y otras comisiones de: Camuñas, Quero, Miguel Esteban, Villafranca de los Caballeros, El Toboso, Villanueva de Alcardete, Cabezamesada, Pedro Muñoz, Campo de Criptana, Alcázar de san Juan,  Herencia, Tomelloso, Daimiel y otras localidades, que el firmante no recuerda – a los que habría que sumar los ya conocidos por nosotros de: Villacañas, Puebla de Almoradiel, Puebla de Don Fadrique y Quintanar de la Orden. Desconocemos el nombre del fotógrafo, que realizó las nueve instantáneas en blanco y negro (Ilustración 2), que acompañan al artículo y de otras tantas imágenes que se realizaron en el mitin de la plaza de toros y que se malograron “al haberse estropeado la mejor placa”.

Foto © Zacarías López-Barrajón Barrios

La primera línea la componen tres imágenes de La Puebla de Almoradiel que recogen, de izquierda a derecha, distintos momentos de la espera al tren que traía a Galdós y sus acompañantes desde Madrid. La primera foto cuyo pie de foto reza: “La estación de Puebla de Almoradiel al paso del tren”, recoge el ambiente de expectación generado con la llegada del escritor canario; una multitud se agolpa delante del edificio que conformaba la propia estación[v]. La segunda fotografía tiene el pie de foto siguiente: “El tren en la estación de Almuradiel”, además de la errata en el nombre de la población, refleja el gentío que se agolpa en las inmediaciones de los vagones de un tren que acaba de llegar a su destino y donde se asoman por las ventanillas los supuestos visitantes donde no se puede identificar a ninguno. Estas dos instantáneas se ajustan perfectamente a la crónica que ofreció el periódico EL ECO DEL GIGUELA[vi]“…En la Puebla de Almoradiel el recibimiento fue hermoso y conmovedor. Más de 600 personas ocupaban el andén de la estación…”. La tercera imagen lleva por título: Serrano Bustos y un grupo de radicales de Almoradiel” en el que aparecen un grupo de personas delante de un edificio, que pudiera ser de la misma estación (Ilustración 3). Las crónicas del momento de EL ECO DEL GIGUELA y EL PAÍS[vii], citaron a las siguientes personas de este pueblo, que subieron al vagón del tren y que muy posiblemente participaran en esta foto: Cristino (Villanueva), Santos (Barrios Botija), Felipe (Plaza), Sixto y Julián (Rodríguez), Martínez, Escobar (Calixto), Sepúlveda (Julián y José), Casas, Burgos, Pulpón y otros muchos.

Foto © Zacarías López-Barrajón Barrios

La segunda fila consta de otras tres fotografías, que, de izquierda a derecha, recogen distintos momentos de la visita a Quintanar de la Orden. La cuarta foto del reportaje reza en su parte inferior: “Llegada a Quintanar” y nos muestra una abarrotada plaza de la Constitución, momento que también recogió la crónica gráfica de EL NUEVO MUNDO[viii] y comparando ambas instantáneas – el público mira al fotógrafo- parecen salidas de la misma cámara, aunque las fotos que ofrece el Nuevo Mundo están ampliadas. La quinta instantánea dice en su título: Los diputados Galdós y Romero saliendo de la estación de Quintanar” y en ella aparecen esas personas, una de las pocas vistas en las que se aprecia al don Benito (personaje del centro, colocado a la derecha), y a su alrededor un grupo de personas, que le recibieron en la estación de Quintanar de la Orden (Ilustración 4). La sexta foto de esta crónica gráfica dice en su pie: “Comida íntima en la fonda de Quintanar” y en ella, aunque con dificultad, vislumbramos a Galdós, al fondo y situado en el centro, presidiendo una mesa con una docena de comensales. Este momento tiene lugar el domingo día 6 de junio de 1909 tras la visita al Toboso. La única crónica de la época que nos informa de este momento es EL PAÍS[ix], que dice: “…se celebró un banquete íntimo en la fonda de Manolita Gómez donde asistieron los miembros del partido y solo hubo un brindis por parte del Sr. Enrique Rodríguez por Galdós y Romero a la memoria de Pi y Margall”.

Foto © Zacarías López-Barrajón Barrios

Las siguientes fotos corresponden a la tercera fila; la número siete se intitula: “Galdós y los demás oradores saliendo de la fonda de Quintanar para el mitin”, al igual que sucede con la foto tres, esta imagen fue otra de las que publicó El Nuevo Mundo[x], pero más alejada lo que da una mayor amplitud para observar la fachada -casi completa- de la casa donde se alojó Galdós y la multitud que lo acompañaba tanto en la calle como en los balcones. La fotografía ocho dice en su pie de página: “Junta directiva del círculo republicano de Quintanar”, que son las ocho personas adultas que aparecen en la imagen; según la crónica de El Eco del Gigüela[xi]“… y muchos más que se agregaban en el trayecto hasta el casino Republicano, ante el cual se congregó el público…”. Este fue otro lugar visitado en Quintanar, como no podía ser menos, pues recordemos que la visita tenía un fin político y además del mitin del día 6 hubo una manifestación por Quintanar el día anterior, en la que participaron “numerosas comisiones de todos los pueblos del distrito y de la localidad”. La última imagen, la número nueve, dice en su título: “Curiosa fotografía obtenida en la visita que hizo Galdós al Toboso” y en ella aparecen cuatro mujeres -una con niño en brazos- varios chiquillos y dos señores –el de la izquierda está cortada su figura-, mientras que quien aparece en el lado derecho de las señoras podría ser Don Tomás Romero[xii] (Ilustración 5). Esa excursión la recoge El Eco del Gigüela[xiii] y otra de ABC[xiv] un tanto imprecisa en fechas y de corte literario. Tan solo LA ESFERA[xv], en su reportaje “Ciudades viejas. El Toboso”, escrito por el propio Benito Pérez Galdós, recoge fidedigna y literariamente la crónica de esa visita a la patria de Dulcinea.

Foto © Zacarías López-Barrajón Barrios

Si una imagen vale más que mil palabras, aquí están las fotos, que atestiguan, no sólo el viaje galdosiano por tierras de La Mancha toledana – a excepción de Villacañas y la Villa de Don Fadrique-, sino la sociedad de la época de nuestros pueblos con su peculiar y rico paisaje y paisanaje.

 

ZACARÍAS LÓPEZ-BARRAJÓN BARRIOS

Académico Correspondiente de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo


Referencias Bibliográficas

 

[i] Documento prestado por José Luís Fuentes Guzmán “Tavira” de su archivo particular.

[ii] María Dolores SAIZ y María Cruz SEOANE. Historia del periodismo en España, vol. 3. 1983, p.109.

[iii] El Progreso Ilustrado, año IV, número 24, 27 de junio, s/p., 1909.

[iv] Sobre la figura de Tomás Romero ver: Vicente Torres ENCINAS y Claro Manuel FERNÁNDEZ-CABALLERO MARTÍN-BUITRAGO: “Tomás Romero. Periodista y político de relevancia nacional” en II Jornadas de Historia de Herencia, pp.82-101, 2016.

[v] Teresa FERNÁNDEZ DÍEZ: La línea de ferrocarril Villacañas-Quintanar de la Orden: Una línea de ferrocarril abandonada. Una ruta de investigación educativa”. Diputación de Toledo, p. 92, 2007.

[vi] El Eco del Gigüela. número 78, 15 de junio, pp.1-2, 1909.

[vii] El País, 8 de junio, p. 2, 1909.

[viii] Nuevo Mundo, número 834 del 30 diciembre, 1909.

[ix] Ibidem, nota 4.

[x] Ibidem, nota 5.

[xi] Ibidem, nota 3.

[xii] Para saber más sobre la figura de Tomás Romero ver: Vicente Torres Encinas y Claro Manuel Fernández-Caballero Martín-Buitrago: “Tomás Romero. Periodista y político de relevancia nacional” en II Jornadas de Historia de Herencia, pp.82-101, 2016.

[xiii] Ibidem, nota 3

[xiv] ABC, 19 de septiembre, p. 3, 1963.

[xv] LA ESFERA, números 86 y 87, 1915.

Los escenarios del Quijote en la Mancha

Fecha de Publicación: 26/07/2021

 

EL CRUCE  DEL FALSO LIBRE ALBEDRÍO DE ROCINANTE

“En esto llegó a un camino que en cuatro se dividía, y luego se le vino a la imaginación las encrucijadas donde los caballeros andantes se ponían a pensar cuál camino de aquéllos tomarían, y por imitarlos estuvo un rato quedo; y al cabo de haberlo muy bien pensado soltó la rienda a Rocinante, dejando a la voluntad del rocín la suya, el cual siguió su primer intento, que fue el irse camino de su caballeriza” (Q1, 4)

¡¡ El camino de su caballeriza!! Bien sabía don Quijote el camino que iba a tomar Rocinante cuando le deja las riendas sueltas en este cruce. El mismo camino que él quería seguir para cumplir con lo indicado por el ventero y hacerse en su pueblo de un escudero y otras cosas tocantes a la caballería andante. ¿Si no conociese don Quijote la querencia de Rocinante habría dejado en este momento de la aventura las riendas sueltas al libre albedrío de su caballo? Rotundamente, no. Si a un lector actual esta acción de don Quijote le puede parecer un guiño a la libertar de elección de su propio caballo, los lectores coetáneos de Cervantes ya sabían que el caballo tomaría la querencia natural de irse a su cuadra, el objetivo de su amo. Cervantes fue un prolífico viajero, debido en gran parte a sus oficios como funcionario de la Corona, y sus malas experiencias con caballos y mulas de alquiler, que a la más mínima toman el camino fácil de su cuadra, le sirvió para incorporarlas en este punto de la aventura a su texto y de paso reírse de los  caballeros andantes que al llegar a un cruce de caminos «se ponían a pensar cuál camino de aquellos tomarían». Sin duda alguna esta actitud de don Quijote arrancó las risas de los primeros lectores cervantinos, que era lo que pretendía el autor, y sin embargo hoy da lugar a ensayos y sesudas conferencias sobre “el libre albedrío o la libertad en el Quijote”.    

A este cruce de caminos os quiero llevar. Y así, con el Quijote en la mano, tablet o teléfono podáis leer este gracioso momento cervantino contemplando la misma imagen del territorio manchego que inspiró a Cervantes como un escenario de su novela.  

Desde el paraje donde creyó liberar al pastor Andrés de los azotes de su amo, el siguiente punto de interés o hito cervantino geográfico es precisamente este cruce de caminos formado por dos variantes del Camino de Toledo a Murcia: El Camino de El Toboso a Las Mesas o Camino de los Valencianos y el Camino de Campo de Criptana a Mota del Cuervo. Siguiendo los pasos de Rocinante me dirijo a él un día «de los calurosos del mes de Julio» ¿De qué me suena esta frase…?  

Don Quijote iba por este camino orgulloso de su recién estrenado título de caballero andante, «pareciéndole que había dado felicísimo y alto principio a sus caballerías». Dice el narrador de la historia que hablaba consigo mismo en estos términos:

“—Bien te puedes llamar dichosa sobre cuantas hoy viven en la tierra, ¡oh sobre las bellas bella Dulcinea del Toboso!, pues te cupo en suerte tener sujeto y rendido a toda tu voluntad e talante a un tan valiente y tan nombrado caballero como lo es y será don Quijote de la Mancha; el cual, como todo el mundo sabe, ayer rescibió la orden de caballería y hoy ha desfecho el mayor tuerto y agravio que formó la sinrazón y cometió la crueldad: hoy quitó el látigo de la mano a aquel despiadado enemigo que tan sin ocasión vapulaba a aquel delicado infante.” (Q1, 4)

Estimado lector de mi blog, puede que te sorprenda que el narrador apunte aquí que don Quijote «como todo el mundo sabe, ayer rescibió la orden de caballería y hoy ha desfecho el mayor tuerto y agravio que formó la sinrazón y cometió la crueldad», cuando tú bien sabes que el fingido nombramiento ha sido durante la noche de este mismo día, hacía muy pocas horas. Pero estás en la Mancha y aquí, como en otras muchas partes de Castilla, los días comenzaban, y comienzan, cuando uno se levantaba de la cama y ponía los pies en el suelo, lo sucedido anteriormente es sencillamente ayer. No te sorprendas si entrada bien la noche, cuando tu reloj ya te indique que estás en un nuevo día, alguien en la Mancha se despida de ti con un ¡hasta mañana!

A 1,25 km de la aventura de Andresillo, por el Camino de los Valencianos hacia El Toboso, tengo que cruzar la carretera CM-420  (39º 27′ 05.38″ N – 2º 54′ 19.50″ E). El camino es suave y a unos 600 m paso junto a una casa de labor conocida de antiguo como Casa Escama y hoy reconvertida en una finca con reses bravas de nombre Monte Protestante.

El camino, todavía en el término de Mota del Cuervo, torna a descender suavemente. El paisaje es de cultivos de cereal, recién segado, y de vid con algunos chaparros que nos recuerdan el antiguo paisaje de bosque de encinas que flanqueaba el camino. La mano del hombre cambiando los usos del suelo casi ha borrado el bosque de encinas en la imagen del territorio en toda la comarca de don Quijote.

A unos 2,6 km, desde que crucé la carretera, entro en el término municipal de Pedro Muñoz unos metros antes de cruzar el arroyo o Zanja de la Horma (39º 27′ 53″ N – 2º 55′ 48″ E).A mano derecha, a lo lejos, se ve otra antigua casa de labor o quintería manchega conocida como Casa de la Horma. Solo 600 m después de este arroyo dejo el término de Pedro Muñoz y entro en el término cervantino de El Toboso, unos 100 m. después de dejar el cruce con el camino de Pedro Muñoz a la Casa de la Horma. Una pequeña casa agrícola de construcción actual nos marca este cruce (39º 28′ 02″ N – 2º 56′ 04″ E) Sigo de frente hacia «la gran ciudad del Toboso».

Ya estoy cerca del hito cervantino. Aunque son las 10 de la mañana el sol aprieta sobre mi cabeza amparada con un sombrero de paja. A 3,9 km  desde que crucé la carretera llego a él, el cruce del fingido libre albedrío de Rocinante (39º 28′ 19″ N – 2º 56′ 32″ O). Abro aquí mi mochila y leo:

En esto llegó a un camino que en cuatro se dividía, y luego se le vino a la imaginación las encrucijadas donde los caballeros andantes se ponían a pensar cuál camino de aquéllos tomarían, y por imitarlos estuvo un rato quedo; y al cabo de haberlo muy bien pensado soltó la rienda a Rocinante, dejando a la voluntad del rocín la suya, el cual siguió su primer intento, que fue el irse camino de su caballeriza” (Q1, 4)

Hoy este simple cruce de caminos, de uso casi exclusivo para las labores agrícolas,  en tiempos de la escritura del Quijote era muy transitado por numerosas personas a pie, a caballo o en carros y carruajes. Viajeros, funcionarios, comerciantes, arrieros y trajinantes de todo tipo iban y venían de Toledo al reino de Murcia o hacia Cuenca camino de Aragón. Hoy el silencio es casi absoluto, ¡un silencio que se oye!, delicadamente roto por el canto de los pajarillos y el susurro del solano, este viento tan nuestro y esperado en todos los amaneceres del verano manchego.

Hago igual que el bueno de Rocinante y desde este cruce sigo el mismo camino que él eligió con don Quijote a horcajadas sobre su lomo, él hacia el lugar de su cuadra y yo a mi casa, los dos hacia Alcázar de San Juan, el lugar de don Quijote.

A «como dos millas» de este importantísimo cruce de caminos llegaré a un paraje de triste recuerdo para Rocinante y para las costillas de don Quijote. Os lo contaré en un próximo artículo.

                                                                Luis Miguel Román Alhambra   

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

Tico siempre estarás con nosotros

Fecha de Publicación: 05/07/2021



Tico Medina cuyo rostro está inmortalizado en la estatua de Sancho Panza de la Plaza de España de Alcázar, obra del escultor Marino Amaya, realizada en 1970-1971

Hoy 5 de julio nos ha dejado Tico Medina, maestro de periodistas, leyenda viva del periodismo español y enamorado de Alcázar de San Juan y de su patrimonio folclórico y cervantino. Involucrado en las fiestas de la Virgen del Rosario y de los Festivales de la Canción de Primavera, impulsor de la Orden de los Escuderos llamados Sanchos y su eterno Gran Maestre. Recientemente había sido nombrado «Socio de Honor» de nuestra Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan, 5 de julio de 2021.- Resulta imposible glosar en pocas palabras la vida y andanzas de Tico Medina, granadino de nacimiento, pero ciudadano del mundo, y un alcazareño más, sobre todo después de un accidente automovilístico que provocó un vuelco de su vehículo estando ya muy cerca de Alcázar y del que resultó ileso, considerando que volvió a nacer, por lo que se sentía alcazareño.

Escolástico Medina García fue maestro de periodistas, reportero y viajero incansable, testigo de primera mano de la historia de su época en la que entrevistó a personajes como Fidel Castro, Pablo VI, Haile Selassie, Salvador Dalí, Che Guevara, Golda Meir, Hassan II, Richard Nixon, John Lennon o don Juan Carlos de Borbón entre otros.

Trabajó en Radio Granada, el Diario Ideal, Informaciones, Pueblo, fue redactor jefe de la revista ¡Hola!, jefe de reporteros de ABC y enviado especial en buena parte del mundo. Por lo que respecta a la televisión, estuvo presente constantemente en Televisión Española como periodista y presentador. En los últimos años también trabajó en Canal Sur. Desde hace seis años hemos podido escucharlo en la radio, en el programa Herrera en la Cope desde donde analizaba la actualidad.

Autor de más de veinte libros, y poseedor del Premio Ondas (1961), Antena de Oro, la Medalla de Andalucía (2008) y la Medalla al Mérito en el Trabajo (2017).

Su vinculación con Alcázar de San Juan es apabullante, quería tanto la ciudad como los alcazareños lo querían a él. Además de impartir conferencias y presentar diferentes actos religiosos de la Virgen del Rosario (patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad) y Festivales de la Canción de Primavera, fue el impulsor de la Orden de los escuderos llamados Sancho, más conocida como la orden de Sancho Panza.

 

                                    “a la sombra de un molino en verano,

                                    al calor de unas vides en invierno...

                                    nació la orden de Sancho Panza.

 

Con estas palabras iniciaba su artículo en el diario Pueblo del 19 de febrero de 1964 donde anunciaba el nacimiento de la Orden de Sancho Panza. En una ventosa y fría tarde del mes de febrero de 1964 se reunieron en la finca conocida por la Platera, junto a Tico Medina, ocho alcazareños entusiastas de la figura de Sancho Panza y acuerdan fundar la referida Orden basándose en estas tres razones: “Para exaltar la figura de Sancho, tan vilipendiado por todos, y sin embargo, tan importante para la obra inmortal de Cervantes. Para promoción de la amistad entre las gentes y los pueblos de buena voluntad y buen peso. Y para proyectar a todo el mundo los auténticos valores espirituales de la Mancha” (Manuel Rubio Morano. Orden de los escuderos llamados Sancho).

Al contrario que Don Quijote, que nunca pudo cumplir el íntimo propósito de su corazón de armar a Sancho caballero, Tico Medina y esos ocho entusiastas alcazareños, sus fieles comendadores, si consiguieron dar a luz a la “Orden de los Escuderos llamados Sanchos” que con orgullo e hidalguía transitó por nuestra tierra bajo los auspicios de la sincera y leal figura de Sancho Panza, espejo en el que todos ellos se reflejaban.

Este fue el origen de que Alcázar de San Juan se situase en el mapa turístico de España. Esta iniciativa supuso no solo el despegue turístico de la ciudad, sino que fue objeto de atracción y puerta de entrada al mundo cervantino manchego de las grandes personalidades de la época que todas querían conocer nuestra ciudad, nuestras costumbres y visitar tanto la silla de Sancho en la Platera, como el molino Sancho Panza (sobre cuya puerta ostentaba esta divisa: “Tanto monta, monta tanto, don Quijote como Sancho”) que la ciudad regaló a Tico Medina, pero que él rehabilitó totalmente a sus expensas, y que inauguró “en nuebe días del mes de noviembre de mil novecientos sesenta y seis” coincidiendo con la fecha en que los alcazareños conmemoramos el bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra.

Recientemente, en diciembre de 2020, la Sociedad Cervantina de Alcázar lo ha nombrado “Socio de Honor” y debido a su delicado estado de salud le enviamos por mensajería a su domicilio el nombramiento, teniendo pendiente de celebrar estando él presente -en nuestra sede-, el acto de reconocimiento que se merece y en el que hubiese disfrutado como protagonista del enorme aprecio y admiración que le profesamos en esta Sociedad, pero por desgracia no ha podido ser y los proyectos  como el nombramiento del  «Gran Sancho Panza» (dando continuidad a la Orden de los Sanchos) que teníamos pendientes con él, se han desbaratado.

Escolástico Medina García (modelo para el “Sancho” de la plaza de España que realizó el escultor Marino Amaya) que como Sancho Panza has sido una persona buena, honesta, equilibrada, inteligente, trabajadora, sincera, leal, poseedora de un alto sentido de la amistad, lo que nos autoriza a llamarte querido amigo, desde Alcázar de San Juan te decimos adiós con mucho cariño y con nuestro agradecimiento por todo lo que hiciste por nuestra ciudad. Que el Señor te acoja en sus brazos para lo que contribuimos modestamente con nuestra sentida oración.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Carrascosa: el pasodoble que eclipsó al torero. Retrospectiva del matador de reses bravas Laurentino Carrascosa Peñuela y del pasodoble que le dedicó Jaime Teixidor

Fecha de Publicación: 21/06/2021
Imagen de Laurentino. Heraldo Manchego 20 de septiembre 1930

 

La profesión de torero, además de comprometida y sacrificada, ha estado tradicionalmente revestida de un categórico romanticismo que, complementado con la fama y fortuna económica que las grandes figuras revelaban, hizo en la primera mitad del siglo, que infinidad de jóvenes y adolescentes, la mayoría de condición humilde, con sueños de superación y triunfo, se lanzasen a probar suerte en ese arte.

La gran afición que desde niño profesaba Laurentino Carrascosa hacia el toro, la había conformado de modo propio, ya que provenía de una tradicional familia de labradores sin vinculaciones taurinas. Su padre, Eulalio Carrascosa, era un agricultor alcazareño de los considerados ricotes o de media costilla, con las necesidades económicas más que cubiertas a través de la explotación de sus tierras. Esto, junto al riesgo que suponía ponerse delante de un toro, resultaron determinantes para que su familia, en un principio, se opusiera a que fuese torero. Pero todo resultó inútil, la desmesurada afición de Laurentino le llevó a concebir firmemente, la idea de dedicar su vida profesionalmente, al mundo de los toros. De poco valieron los reparos y objeciones de sus amigos más íntimos, tratando de disuadirle cuando dio los primeros capotazos, ni las suplicantes lágrimas de su madre fueron bastante para desviarle de sus propósitos. Todo fue inútil, Laurentino sentía verdadero amor por la profesión, y a ella apelaba, no por necesidad, ni mucho menos, sino por amor al arte. Sus comienzos se revelan organizando y participando en becerradas y festivales para aficionados en la localidad. 

De la primera actuación como becerrista que se tiene constancia, es la que se produjo el 28 de mayo de 1922, en un Festival Taurino celebrado por aficionados. En aquel tiempo, la afición a los toros era muy significativa, todos los años se organizaban becerradas: de ferroviarios, del comercio y otros gremios. En esta ocasión, compartían cartel en la becerrada dominguera: Pablo Cuartero, Arturo Castellanos, Laurentino Carrascosa y Avelino Nieto, “Ostioncito”. Las reses eran de la cavada de Antonio Sánchez Tardío, de Añover de Tajo (Toledo).

Germen de esta afición por el toro, le llevó a vestirse de luces como profesional, haciendo su presentación el 19 de abril de 1925, en la novillada sin picadores celebrada en el antiguo coso de la Covadonga, de Alcázar de San Juan, compartiendo cartel con Manuel Rodríguez Rufo y Esteban Arias; lidiando una res cada uno de la ganadería de Sánchez Tardío. Completaron el cartel, los becerristas Juanito Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”, y Joselito Miguelañez, con dos erales de la misma vacada. Destacar a este respecto que esa tarde que Laurentino se vestía por primera vez de torero, sus padres cerraron su casa ausentándose de la población; con lo que Laurentino, hubo de vestirse en el hostal Raboso.

Un lustro después, el cronista del Heraldo Manchego, recreaba en página de portada la indumentaria que portaba Laurentino en su puesta de largo como novillero: «empujado por su afición, va un muchacho, embutido en un traje mohoso y viejo, que en tiempos fue de oro (…) Fulge el sol al dar en su raído traje y chispean las falsas lentejuelas como brillantes verdaderos». Si bien el cochambroso vestido no fue óbice para que Laurentino sentara las bases de lo que sería su línea y recorrido como novillero, destacando de forma admirable en todos los tercios de la lidia, cortando trofeos y saliendo a hombros del coso, como así lo acredita la reseña del semanario taurino El Toreo que, resume la actuación de Laurentino Carrascosa en una sola palabra: «superior».

A partir de aquí, las intervenciones de Laurentino en el coso alcazareño se repitieron, con muy diferentes valoraciones al respecto. Hay que destacar que en esa época había festejos taurinos en Alcázar prácticamente todos los domingos. Así pues, un mes después de su debut, volvía a torear una novillada, esta vez con toros resabiados de Sánchez Tardío, en la que el talante y la falta de experiencia hicieron que sus actuaciones resultasen, a tenor de la crónica recogida en la revista satírica KChT, cómicas y desproporcionadas: «El torero local, Carrascosa, nos hizo reír un rato con sus extravagancias, y en algunos momentos se arrimó al toro, pero con ese valor que da la inconsciencia». Del mismo modo, en la novillada del 30 de agosto de 1925, actuando junto a Vizcaíno, la valentía de Carrascosa se vio nuevamente eclipsada por su inexperiencia, como así lo recoge la revista El Toreo: «Carrascosa, muy valiente, pero algo torpe». A tal efecto, su pundonor le hizo no aceptar la oreja del tercer novillo considerando que su actuación no había sido merecedora de dicho premio.

Fue la temporada siguiente cuando Laurentino comenzó a prodigarse fuera de la localidad, matando novilladas en las plazas de Linares, Almagro, Quintanar de la Orden, Villarrubia, Santa Cruz de Múdela, Tomelloso y Caravaca, donde termina la temporada, obteniendo un clamoroso éxito en todas ellas. En diciembre de 1926, la revista Valenciana defensora de la afición, La Reclam Taurina, ya se hacía eco de la valentía y arrojo del joven novillero, pronosticándole un futuro tremendamente prometedor: «Carrascosa es todo afición, muy valiente y desenvuelto, por lo que se colocará pronto».

Protegido e impulsado por el ganadero Luis Eizaguirre, Laurentino prepara la temporada en la finca que éste disponía en los Montes de Toledo, dando comienzo a la nueva campaña el 20 de marzo de 1927 con una novillada en la plaza de Linares, junto a Currito de la Cruz, al que supera con creces. El cronista de El Despertar resume su intervención con esta categórica frase: «Carrascosa en quien, la afición, el valor y el arte no escasean». Lidia corridas en numerosos pueblos de dentro y fuera de la comarca, pudiendo destacarse el categórico triunfo obtenido en Almagro, el 6 de agosto de 1927, donde corto las cuatro orejas y los dos rabos de sus novillos. La prensa nacional comienza a hacerse eco de los éxitos del incipiente novillero, originando cierto interés en el ambiente que rodeaba a la fiesta. Tanto es así que, con tan solo tres años de oficio, el compositor catalán Jaime Teixidor le dedica en 1928 un magnífico pasodoble en homenaje a sus triunfos como novillero.   

La primera partitura del pasodoble CARRASCOSA se publicada en Barcelona a mediados de 1928, formando parte de una colección de 10 bailables titulado “Alegrías” (BNE. Signatura MP/5105/23. Sala Barbieri), con litografía e impresión de música de Joaquín Mora. Por el mismo tiempo, el semanario alcazareño El Despertar anunciaba en sus páginas su estreno por la Orquesta del Teatro Moderno en la segunda sección de cine del 29 de julio de 1928. Se trataba de la orquesta de Manolo Iniesta, encargada de amenizar las funciones del Teatro en tiempos del cine mudo. Del mismo modo, la casa SÁIZ publicitaba la edición de la partitura del pasodoble a todo lujo.

Anuncio Manuel Saiz. El Despertar. 2 septiembre 1928

La notoriedad de Laurentino continua en aumento gracias a su valentía y buen hacer. El corresponsal de La Lidia, creyéndole uno de tantos, se ve sorprendido por la faena que el diestro coronó en La Carolina el día de Santiago Apóstol de 1928, afirmando que: «de seguir como le vimos este día, pronto será una figura». El cronista no escatima en alabanzas a sus maneras de torear: «posee un arte repleto de elegancia, acompañado de una valentía extremada», concluyendo con una intención que, como veremos más adelante, lamentablemente nunca se llevaría a cabo: «Su apoderado nos afirma que pronto le veremos por aquí» refiriéndose a la plaza de Madrid. La soberbia faena de Carrascosa en La Carolina le suponen la firma de tres corridas en Úbeda, Castellar y Santiesteban, sin dejar de lado las comprometidas en Almagro, Herencia y Campo de Criptana, que resultan memorables para el novillero. Si bien resulta digna de destacar la tarde en que se encerró él solo, en el coso de Pedro Muñoz, con cuatro novillos toros de Eizaguirre. De la bravura de los astados baste decir que el tercero tomo hasta seis puyazos. Relatan las crónicas que toreó con capa y muleta, banderilleó y mató a los cuatro morlacos de manera sobresaliente, obteniendo orejas, rabos y salida triunfal. El Dr. Mazuecos se hace eco en su obra de la anécdota protagonizada por Fernando González “Pitos”, amigo y seguidor infatigable de Carrascosa, en esa corrida:

«Pitos, como siempre iba detrás de Laurentino para retratarlo toreando, (…) uno de los toros, semental grandísimo, llamado Canastillo. Habían convenido que lo retratara entrando a matar, Fernando se acercó valerosamente y cuando ya estaba perfilado, dice Laurentino: ¡Ahora, Pitín! y Fernando disparó con decisión. Todos acudieron con gran interés a ver la fotografía, pero lo que sacó fue al chico de las gaseosas»

A raíz de su excelente actuación en Pedro Muñoz, Laurentino confiere poderes a Luis Estival “africano”, afamado representante taurino con el cual firma más de veinte novilladas en la comarca manchega. Tanto es así, que en una semana torea en Castellar, Villarrubia y Mota del Cuervo: «donde por negarse a torear la cuadrilla contratada, alegando el mucho peso de los toros, tuvo que ir allí requerido por la empresa, a lidiar tres novillos de arrobas y muy respetables», resultando superior en todos los tercios.

Titular “Toros en Pedro Muñoz”. El Despertar. 19 septiembre 1928

La experiencia de lidiar él solo una corrida completa le resulta muy atrayente, llevándolo a cabo nuevamente en Torralba; si bien, en esta ocasión el tamaño de los toros evidencia su principal limitación para la lidia: la poca altura, como así lo destaca la crónica de El despertar: «los toros eran muy grandes y el torero mu chico», valiéndose para someter a los morlacos, como siempre, de los tres grandes axiomas personales que le auxiliaban: habilidad, voluntad y mucho valor. Así, una vez más la actuación le supone un triunfo coronado con una merecida salida a hombros, que se repite en Madridejos, con toros de 4 años y 24 arrobas de peso, y en Las Mesas. Coyuntura que hace suponer a propios y ajenos que: «la temporada próxima será sin ningún género de dudas la temporada que le colocará en la cumbre», destacado así por la prensa local.

Pero no todo son elogios y felicitaciones para con Laurentino, después de tres años en el circuito profesional su nombre no ha sido visto en plazas de capital alguna. Hecho que, de manera peregrina, justifican sus paisanos no ser por falta de fama y contratos: «sino que repleto de conocimientos taurinos, quiere sostenerse en plazas de menor categoría, para que, llegado el momento de aceptar algunos de los ofrecimientos que tiene en plazas de primera fila, su presentación, no deje dudas a nadie y de una vez sentar la ejemplaridad de que es torero». Lo cierto y verdad es que Laurentino no pasaba de actuar en plazas de tercera, y no toda la afición le mantenía esa consideración de torero. Carrascosa, aun disponiendo de un lucido pasodoble, era en el ámbito nacional un novillero principiante e ignorado al que sus detractores descalificaban y menospreciaban. Hasta sus incondicionales mantenían que le faltaba mucho por aprender. De esa época precisamente se conserva el popular dicho atribuido a un aficionado que viendo torear a Laurentino en una de sus tardes más desafortunadas le profirió: «con lo mal que torea este tío y que pasodoble más hermoso tiene».

Pese a todo, para la prensa alcazareña Laurentino encaraba una nueva temporada con todas las garantías de triunfo, participando en las faenas de tienta y acoso de diferentes ganaderías en Algeciras, La Línea y Jerez de la Frontera, certificando el cronista, con verdadero alarde de optimismo, que las negociaciones para su presentación en las plazas de Valencia, Córdoba y Sevilla estaban prácticamente cerradas.

Anuncio Manuel Sáiz. El Despertar. 5 mayo 1929

Mientras que las ilusiones de triunfo del novillero se iban frustrando, a causa de intermediarios, comisionistas y negociantes, el éxito de la composición dedicada por el maestro Texidor al torero se hacía realidad. La calidad de la partitura era manifiesta y un año después de su composición, en abril de 1929, la casa discográfica REGAL edita el pasodoble flamenco “CARRASCOSA”, grabado por la Banda del Regimiento Wad-Ras de Madrid. Resultando insólito el hecho que el pasodoble fuese interpretado en plazas en las que Laurentino jamás toreará. Tanto es así que, debido a contrariedades entre empresarios y apoderados en la disponibilidad de fechas, su esperada aparición en la plaza de Vista Alegre de Madrid se ve truncada en los primeros meses de 1929. Cambios que le suponen, además de perder para siempre la ocasión de debutar en Madrid, la pérdida de un contrato en la plaza de Málaga, retrasando igualmente el comienzo de la temporada hasta la corrida de Santiago Apóstol en Tomelloso.

Disco de pizarra REGAL Disco de pizarra REGAL conteniendo el pasodoble “CARRASCOSA”, grabado en 1929 por la Banda del Regimiento Wad-Ras de Madrid, dirigida por Pablo. Cambronero

Pero lejos de perder el ánimo, en agosto torea en Pedro Muñoz, saliendo nuevamente a hombros de la plaza, triunfo que le permite firmar diez novilladas para el mes de septiembre en la comarca.

Por ese tiempo, aprovechando la inminente feria alcazareña, el conocido establecimiento de Manolo Saiz ponía a disposición de sus clientes las partituras para piano, banda y orquesta, así como los discos Regal del pasodoble flamenco “Carrascosa”, bastante popular ya entre rondallas y bandas de música. No pasa desapercibido que, meses antes, el diputado por la provincia de Ciudad Real, José Toribio, regalase a la Banda Provincial una colección de partituras entre las que se incluían: «el precioso pasodoble que Texidor ha dedicado al valiente diestro alcazareño Laurentino Carrascosa» como señalaba el diario capitalino El Pueblo Manchego. Obra con la que abrió su concierto de ferias la Banda de música del Hospicio Provincial y el Orfeón Manchego en el teatro Moderno de Alcázar el 9 de septiembre de 1929.

Anuncio de la casa M. Sáiz, Ferias y fiestas 1929 de Alcázar de San Juan

Laurentino concluye la temporada inaugurando el nuevo coso herenciano, compartiendo tarde con Cagancho y Reyes Vargas en una corrida mixta de ferias, concebida expresamente para él. La fenomenal faena que imparte al quinto novillo le supone cortar ambas orejas y rabo, saliendo en hombros por la puerta grande. Sin embargo continúa sin opción a torear en plazas importantes donde mostrar su oficio y poder ascender en el escalafón. El hecho de tener sobradamente cubiertas sus necesidades económicas hacían de Laurentino un novillero atípico y difícilmente manejable por intermediarios, a pesar de ser estos los verdaderos conseguidores de los ambicionados contratos en plazas de primera.  Destacaban los que le conocían, que su caso resultaba realmente insólito, pues solo le preocupaba su arte, como a cualquier artista. Carrascosa se resistía a ese mercantilismo que imperaba en la fiesta, siendo incapaz de pordiosear una corrida, aunque fuese en la plaza de Madrid. A este respecto, el semanario valenciano La Reclam Taurina justificaba la conducta del diestro a que: «su modestia le alzo rehusar contratos en plazas de categoría hasta estar más hecho». Por ese tiempo, la mayoría de los novilleros mantenían un desmesurado afán por doctorarse sin estar en condiciones perfectas para ello. Lo que suponía que, lejos de conseguir un aumento en sus ingresos, pasaran a abaratar sus cachés si querían hacerse hueco en la nueva categoría.  

En la tienta celebrada por el ganadero Bernardino Giménez en Nava Redonda (Linares), Laurentino conoce al responsable de la plaza de Ciudad Real, procurándole su esperado debut en la capital manchega semanas después, resultando triunfador.  

Al igual que la temporada anterior, en 1930 los éxitos se multiplican, toreando, después de Ciudad Real, en la fiesta grande de Villacañas, junto al niño de la audiencia, actuación que le supone repetir cartel en el Corpus. En los previos a la corrida relata BITORIO, cronista de El Despertar que: «mientras la garrafa hacia su primer recorrido, llega la música y nos enjareta el pasodoble del matador». Y efectivamente, la popularidad del pasodoble es creciente entre las bandas de música de la comarca, haciéndolo sonar allí donde el novillero actuaba. En este sentido hay que destacar que Alcázar no dispone de banda de música municipal en todo este tiempo. Es a finales de junio de 1930 cuando el consistorio presenta a Juan González Paramos, ganador de la plaza de director, comenzando los ensayos un mes después.

Laurentino continúa lidiando corridas en las plazas habituales como Almagro, Herencia, Pedro Muñoz o Tomelloso; repitiendo en esta ocasión igualmente en Ciudad Real, donde participa en un festival organizado a beneficio de la Unión de Hermandades.

El Despertar 20 de julio 1930

El 26 de octubre se programa una novillada en la recientemente restaurada plaza alcazareña y sorprendentemente el nombre de Laurentino se cae del cartel, a pesar de la demanda del público, sin poder determinar las razones que ocasionaron esta inexplicable ausencia. Llevando todos los indicios a sospechar que se trata de discrepancias con el consistorio, ya que meses después, Laurentino se presenta a las elecciones municipales de abril de 1931 como independiente en la candidatura de la Concentración Agraria y Administrativa por el distrito de la Estación, su barrio de toda la vida, como vecino del Cristo que era. Los agrarios constituían agrupaciones sociales del ámbito de la derecha tradicional, integrados por medianos y pequeños agricultores de ideología monárquico-conservadora. Defendían el derecho a la propiedad privada, el cumplimiento de los principios de la religión católica, la protección de la familia, el orden social y, fundamentalmente, sus intereses agrícolas más directos. Debemos subrayar en este punto que Laurentino pertenecía a una familia acomodada de agricultores alcazareños. El hecho salta a la prensa nacional, como así lo destacaba El Imparcial del 16 de abril de 1931:

«Nos dicen que entre los aspirantes a concejal del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan figura el matador de novillos Laurentino Carrascosa. ¿Es que se retira de los toros o que aspira a figurar en los carteles de una manera original y llamativa? Por ejemplo: Laurentino Carrascosa, matador de novillos y concejal del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan».

De todos es sabido el resultado de dichas elecciones municipales, que supusieron el cambio de régimen en España con la proclamación de la Segunda República. A partir de aquí, la trayectoria profesional de Laurentino entra en declive, dejando de ser solicitado en las plazas que tanto le aplaudieron. Tanto es así, que el 14 de mayo de 1931, Laurentino mata su última novillada en Alcázar de San Juan, compartiendo cartel con Aldeano y toros de su amigo Eizaguirre, sin haber podido ascender de escalafón, ni tan siquiera tomando la alternativa circunstancialmente, como hacían otros, para retirarse de “matador de alternativa”. Así, el recorrido profesional de Laurentino Carrascosa podía resumirse en unas pocas temporadas de triunfos, alternando con matadores de toros en corridas mixtas y novilleros punteros, matando, eso sí, todo lo que salió por los chiqueros. Le faltó Madrid y las capitales taurinas más señaladas para granjearse el tan ansiado reconocimiento. Decían los que estimaban la profesionalidad de nuestro paisano que algunos grandes mataban toros medio citando a recibir, haciéndose millonarios por ello, mientras que Laurentino lo hacía regularmente, sin apenas fallar y con ello no se había hecho rico.

Por las páginas del semanario El Despertar hemos podido constatar que en las veladas musicales que la Banda Municipal realiza durante el verano de 1931 en la Plaza de la República alcazareña, dirigida por el flamante maestro Palamox, no figuró nunca el pasodoble Carrascosa en el repertorio programado. Una evidencia más de la desconsideración para con Laurentino y lo que había representado.

Una vez cortada la coleta, contrae matrimonio con Carmen Gómez, hija de Joaquín Gómez Moreno, Jefe de Estación Principal de la MZA, sin desligarse del mundo taurino, realizando escarceos en función de apoderamiento de novilleros y organizando festejos y corridas de toros como empresario. Es en julio de 1932 cuando intenta culminar el sueño de hacerse con una ganadería propia, personándose en la subasta de la vacada portuguesa de Alves do Rio, valorada en setecientos cincuenta millares de escudos, que Laurentino cubrió inicialmente sin dificultad. La hacienda que el diestro había ido atesorando en sus años de bonanza como novillero, junto al capital familiar que le correspondía, posicionaban a Laurentino como un acaudalado empresario. Siendo finalmente adjudicada en remate de un millón de escudos al opulento ganadero lusitano Infante da Cámara.

Sería después de la Guerra Civil, cuando se iniciará como ganadero, tomando en arriendo la finca de su bienhechor, Luís Eizaguirre. En aquel tiempo los Montes de Toledo acogían numerosas ganaderías de bravo, la de Veragua, la de Marcial, la del Conde de Casal o la del propio Eizaguirre. En 1947 Laurentino compra la vacada de Ignacio Covaleda Gajate, acreditándose como titular de su propia ganadería en “Los Manantiales, con divisa verde, oro y encarnada. Muchas fueron las tardes de gloria que el Carrascosa ganadero obtuvo con sus toros en la década de los cincuenta. Así, los seis ejemplares lidiados en la plaza de Alcázar en junio de 1950, a los que se dio la vuelta al ruedo por las mulillas. Del mismo modo, en la temporada de 1955 resultaron ovacionados en su arrastre los seis novillos lidiados en Tetuán, así como otras dos corridas li­diadas en Palma de Mallorca, en junio y julio d ese mismo año. En 1956 adquiere la vacada de Garro y Díaz Guerra, puro Santa Coloma, conformando así una de las ganaderías de bravo más punteras del país, con la que alcanzó cotas importantes en las décadas de los sesenta y setenta. Toros que, a decir de “El Cordobés”, serían los mejores para la lidia por lo pastueños y bravos.

Después de toda una vida dedicada en cuerpo y alma al toro, fallecía Laurentino Carrascosa Peñuela un 15 de abril de 1970. Al funeral, oficiado en San Francisco el Grande de Madrid, asistieron toda clase de personalidades del mundo taurino, así como de entidades sociales y financieras, dando medida de la gran categoría en lo económico y lo social que alcanzó nuestro admirado paisano.

Los años y las circunstancias le brindaron la oportunidad de ser testigo de la enorme proyección que su pasodoble adquirió en la segunda mitad de siglo XX, interpretándose dentro y fuera de las plazas de toros. Teixidor compuso además de Carrascosa otros pasodobles dedicados a novilleros incipientes como el de Silvino Zafón, el Niño de la Estrella, pero en ningún caso contaría con la repercusión y popularidad del dedicado a nuestro paisano. Tras la guerra civil el compositor reedito la partitura del pasodoble en varias ocasiones (Ediciones Texidor – Baracaldo). Además, con la adaptación del carácter musical y cierta celeridad en el ritmo, la composición paso a identificarse plenamente con las estudiantinas universitarias, incluyéndolo como banda sonora en diversas películas en las que la tuna aparece con mayor o menor protagonismo, como sucede con «Historias de Madrid» (1957), «La casa de la troya» (1959), «Pasa la tuna» (1960) y «El curso que amamos a Kim Novak» (1979). Del mismo modo, el pasodoble “Carrascosa” se encuadra entre los temas que conformaron el primer vinilo de tuna editado, «Cuando los “tunos” pasan» (Referencia: PHILIPS 421 282 PE), grabado por la Estudiantina de Madrid en 1958, acrecentando con ello su popularidad entre las formaciones de instrumentos de púa, tan proliferas por ese tiempo en el país.

Pasodoble CARRASCOSA, reeditado por el propio compositor (Ediciones Texidor) en Baracaldo, en la década de los cincuenta.

El pasodoble, según palabras de su propio hijo, continuador en la ganadería de bravo, es digno de auténtica figura del toreo, aunque Laurentino nunca llegara a serlo ya que su trayectoria como novillero fue corta y no demasiado brillante, es por ello que, llegados a este punto, podemos aseverar que el pasodoble eclipsó al torero.

Publicado en SALITRE – REVISTA DIGITAL DE HISTORIA

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Miguel Antonio Maldonado Felipe es un alcazareño que desde hace décadas compagina sus labores profesionales, con el estudio y divulgación de la cultura tradicional manchega y la guitarra. Dedicación que le ha llevado a realizar ponencias y seminarios, así como publicar numerosos artículos sobre música popular y temática costumbrista. En este tiempo ha sido premiado con diferentes becas de investigación, publicando cinco ensayos. En el espacio musical destacar el trabajo de recopilación y divulgación que desde 2005 viene realizando con La CaMeRaTa CeRvAnTiNa, del que es director musical y autor de todos los arreglos. Proyecto que ha servido de plataforma para la divulgación y puesta en valor del patrimonio musical popular de La Mancha, obtenido con el grupo numerosos reconocimientos, premios y galardones. Y además es miembro de esta Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

NOTA DE LA SOCIEDAD CERVANTINA DE ALCÁZAR DE SAN JUAN: Enlace al pasodoble “Carrascosa”

¡A soslayo!

Fecha de Publicación: 21/06/2021

 

Las dos primeras salidas que hace don Quijote de su pueblo tienen en común el camino elegido. La primera la emprende solo llegando al final de la larga jornada a una venta, donde es fingidamente y entre burlas armado caballero andante por el ventero. Siguiendo los consejos de éste sobre «las prevenciones tan necesarias que había de llevar consigo» en su oficio de caballero, emprende el camino de regreso a casa por el mismo camino. La segunda salida está ya acompañado por su vecino Sancho Panza como escudero. Así nos describe el narrador esta segunda salida y cómo vuelve a salir por el mismo camino:

“Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen.

Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido. Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban.” (Q1, 7)

El camino y dirección que había seguido don Quijote en estas dos salidas de su pueblo está implícitamente definido en la aventura de los mercaderes toledanos. Esta acontece en este camino, de vuelta desde la venta:

“Y habiendo andado como dos millas descubrió don Quijote un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Eran seis, y venían con sus quitasoles, con otros cuatro criados a caballo y tres mozos de mulas a pie.” (Q1, 4)

Si don Quijote camino a casa se encuentra de frente con estos «mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia», él caminaba por este mismo camino dirección a Toledo, hacia el oeste. Es, por tanto, el antiguo Camino de Toledo a Murcia, en alguna de sus variantes existentes en esta zona de la Mancha,  el camino elegido por don Quijote para iniciar sus aventuras en las dos primeras salidas, caminando por él hacia el este. Sin embargo, aunque el narrador nos afirma que «Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje», también nos indica que «por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban». En una simple lectura de la novela hay lectores que pretenden ver aquí un posible error geográfico de Cervantes en la elección del escenario, argumentando que «si don Quijote y Sancho iban por un camino dirección al este, por donde sale el sol, al amanecer los primeros rayos del sol les darían de frente, no de lado o por su costado como significa “a soslayo”».

En principio parece que llevan razón en apuntar un error a Cervantes, porque ¿quién no ha aprendido en la escuela que el sol sale por el este «todas las mañanas» y se esconde por el oeste? Esta afirmación geográfica elemental que llevamos interiorizada de por vida, una vez que profundizamos en esta ciencia advertimos que es cierta pero ¡solo dos días al año!, durante los equinoccios de primavera y otoño cuando los días y las noches tienen la misma duración. El resto del año el sol va desplazando su salida, hacia el norte o al sur, según la estación climatológica. En el hemisferio norte, donde nos encontramos, desde el día siguiente al equinoccio de primavera el sol se va trasladando en su salida hacia el norte, llegando en nuestra latitud de 39º N a los 30º el día del solsticio de verano, y hacia el sur, con la misma declinación, desde el equinoccio de otoño hasta día del solsticio de invierno. Un ejemplo claro para los observadores cervantinos curiosos:  Viajando por la carretera CM-3166 o por el antiguo camino de Alcázar de San Juan a la villa molinera de Campo de Criptana, éste en un buen tramo orientado precisamente al este, el día del solsticio de verano veremos salir el sol mucho más al norte de la sierra de sus molinos. Sin embargo, si este viaje lo hacemos el día del solsticio de invierno el sol lo veremos salir muy hacia el sur de Campo de Criptana.

Esto que hoy casi se nos pasa desapercibido no lo era así en tiempos de Cervantes para quienes viajando a lomos de una caballería, incluido él mismo, observaban a diario salir el sol por el horizonte, percibiendo su declinación con referencia a hitos conocidos de observación como torres de iglesias, cerros o montañas, según el día del año.

Las dos primeras salidas de don Quijote de su pueblo se producen en verano. La primera en un día «de los calurosos del mes de Julio» y la segunda aproximadamente en mitad del mes de agosto, en el «tiempo de la siega» como afirmaba Sancho Panza. En esta latitud y fechas el sol sale desplazado del este unos 25º hacia el norte, oblicuo a gran parte del Camino de Toledo a Murcia por esta comarca cervantina.

¿Qué significaba «a soslayo» para Cervantes y los lectores de su época? El término “soslayo” en el Diccionario de Cobarrubias (1611), coetáneo a Cervantes no aparece reflejado en él. Sí en el Tomo VI del  Diccionario de Autoridades (1739), primer diccionario de la RAE:«Soslayo. Voz, que solo tiene uso en los modos adverbiales, al soslayo, ù de soslayo, que valen oblicuamente, al través.» El término oblicuo tampoco aparece en el  Diccionario de Cobarrubias, sí en el de Autoridades: «Obliquo: Torcido, atravesado, no recto. Se aplica también al plano ò línea que cae fobre otro, y hace con él ò ella ángulo que no es recto: afsi los ángulos agudos y obtúfos fe llaman ángulos obliquos.»

Además de en este capítulo del Quijote, Cervantes utiliza en otras cinco ocasiones la palabra “soslayo” entre todas sus obras publicadas:

“Somos astrólogos rústicos, porque, como casi siempre dormimos al cielo descubierto, a todas horas sabemos las que son del día y las que son de la noche; vemos cómo arrincona y barre la aurora las estrellas del cielo, y cómo ella sale con su compañera el alba alegrando el aire, enfriando el agua y humedeciendo la tierra; y luego tras ellas el sol dorando cumbres (como dijo el otro poeta) y rizando montes; ni tememos quedar helados por su ausencia cuando nos hiere a soslayo con sus rayos, ni quedar abrasados cuando con ellos particularmente nos toca; un mismo rostro hacemos al sol que al yelo, a la esterilidad que a la abundancia.” La gitanilla, 1613.

“Todos los circunstantes estaban atentos mirando el estraño y gozoso recibimiento. Sólo en el corazón de Pirro andaba la melancolía, atenaceándole con tenazas más ardiendo que si fueran de fuego; y llegó a tanto estremo el dolor que sintió de ver engrandecido y honrado a Periandro que, sin mirar lo que hacía, o quizá mirándolo muy bien, metió mano a su espada, y por entre los brazos de Seráfido se la metió a Periandro por el hombro derecho, con tal furia y fuerza que le salió la punta por el izquierdo, atravésandole, poco menos que al soslayo, de parte a parte.” Los trabajos de Persiles y Sigismunda, 1617.

“¡Apostaré que la ánima del muerto,
por gozar este sitio, hoy ha dejado
el cielo, de que goza eternamente!
Esto oyó un valentón y dijo: ¡Es cierto
lo que dice voacé, señor soldado,
y quien dijere lo contrario miente!
Y luego encontinente
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.” Al túmulo del rey que se hizo en Sevilla, 1598.

“Al volver de una esquina sentí un brazo
que el cuello me ceñía, miré cúyo,
y más que gusto me causó embarazo,
por ser uno de aquellos (no rehúyo
decirlo) que al contrario se pasaron,
llevados del cobarde intento suyo;
otros dos al soslayo se llegaron,
y con la risa falsa del conejo
y con muchas zalemas me hablaron.
Yo, socarrón; yo, poetón ya viejo,
volvíles a lo tierno las saludes,
sin mostrar mal talante o sobrecejo.” Viaje al Parnaso, 1614.

“Canten lo que quisieren.

Vivanco La música ha sido hereje;
si el coloquio así sucede,
antes que la rueda ruede,
se rompa el timón y el eje.

En acabando la música, dice el sacristán (Todo cuanto dice agora el sacristán, lo diga mirando al soslayo a Cauralí):

Sacristán ¿Qué es esto? ¿Qué tierra es ésta?…” Comedia los baños de Argel, 1615

Leyendo estas últimas cuatro citas cervantinas: «atravésandole, poco menos que al soslayo, de parte a parte», «miró al soslayo, fuese, y no hubo nada», «otros dos al soslayo se llegaron» y «lo diga mirando al soslayo a Cauralí», el significado de la palabra «al soslayo» en todas ellas es similar, hacia un lado o de lado.

Sin embargo, en la novela de La gitanilla Cervantes utiliza este término en referencia a los rayos del sol, similar a la cita del Quijote que nos interesa: «ni tememos quedar helados por su ausencia cuando nos hiere a soslayo con sus rayos, ni quedar abrasados cuando con ellos particularmente nos toca». En estas latitudes, el día del solsticio de invierno el sol al mediodía alcanza una altura sobre el horizonte de unos 27º, sube muy poco, y en el solsticio de verano llega hasta los 73º, casi en la perpendicular de nuestras cabezas. El gitano viejo está haciendo referencia al frío del invierno «cuando nos hiere a soslayo con sus rayos» al calentar el sol poco por estar muy bajo todo el día, y al calor del verano al «quedar abrasados cuando con ellos particularmente nos toca», o «perpendicularmente nos toca» como anotan varios editores, por ejemplo Francisco Rodríguez Marín, director de la Biblioteca Nacional y de la Real Academia Española, en su edición de Las Novelas Ejemplares.

Volvamos al Quijote. «Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban». Estas dos primeras salidas de don Quijote de su casa son en verano, con la diferencia que en la primera sale poco antes de amanecer  ̶ «una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de julio» ̶   y en la segunda en mitad de la noche  ̶ «…una noche se salieron del lugar sin que persona los viese»  ̶  Es verano en la Mancha y a las pocas horas desde el amanecer el sol sube muy alto, siendo el calor asfixiante en el campo, ¡te dé por donde te dé!, como describe el narrador en la primera salida: «Con esto caminaba tan despacio, y el sol entraba tan apriesa y con tanto ardor, que fuera bastante a derretirle los sesos, si algunos tuviera».

En la segunda salida el momento de la escena es justo al amanecer, «la hora de la mañana», que «es lo mifmo que la aurora» según el Diccionario de Covarrubias, o la «primera luz del día con que el áire fe iluftra y empieza à refplandecer, por la cercanía del Sol, que por otro nombre fe dice Alba» como indica el Diccionario de Autoridades, cuando los rayos del sol están muy bajos con respecto al horizonte y,  aunque es verano, no calientan todavía. Así, aunque en estas fechas el sol sale por el Este-Noreste, ligeramente por el lado izquierdo si se camina hacia el este, «a soslayo» en esta cita cervantina tiene el significado de darles los rayos del sol a don Quijote y a Sancho muy bajos, casi planos con respecto al horizonte, coincidiendo así con el narrador: «… por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban».

Sí, a don Quijote y Sancho Panza les daban los rayos de sol «a soslayo» en este  amanecer de un día de agosto igual que durante todo el invierno, como afirma el viejo gitano en La gitanilla, cuando el sol se eleva muy poco sobre el horizonte. De esta misma manera también era percibido y entendido por viajeros, arrieros, labradores, pastores y sus lectores coetáneos.

Cervantes, sin duda alguna, iniciaba sus jornadas de viaje en el verano durante la «hora de la mañana» o al «alba», cuando la claridad del nuevo día es ya suficiente para la visión del camino y, además, los rayos del sol cuando despuntan sobre el horizonte aún no calientan en los veranos manchegos. Su experiencia de vida en los caminos queda reflejada en el texto cervantino, siendo muy preciso en la descripción de la posición del sol en el camino que llevaban sus protagonistas en ese momento. Cervantes no era geógrafo, pero sí un experto viajero que al paso de una mula de alquiler observaba y guardaba en su memoria cuánto el territorio le ofrecía.

Este artículo lo termino y publico el día 21 de junio de 2021, solsticio de verano, mientras parece detenerse el sol sobre mi cabeza. Hoy el pueblo maya eleva las manos hacia el padre Sol exclamando: ¡Loq´laj Saq´Q´ij, loq´laj K´ichich Ajaw, loq´laj Tat, loq´laj Tex!  ̶ ¡Bendito verano, bendito K´ichich Ajaw, bendito ser supremo, bendito Padre! ̶

                                                                       Luis Miguel Román Alhambra

 

«Hideputa», el vino de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 16/06/2021

La Sociedad Cervantina de Alcázar ha presentado a los medios de comunicación el vino «Hideputa», se trata de un crianza de doce meses en barrica, embotellado por Bodegas Alort de esta ciudad, con el que se quiere agasajar a los invitados a los “Almuerzos de don Quijote” y que hable de Alcázar de San Juan por el mundo

Alcázar de San Juan, 15-06-2021.- En la tarde-noche del lunes 14 de junio, ha tenido lugar en la Bodega Alort el acto de presentación del vino «Hideputa» elaborado por esta conocida bodega de la ciudad para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Se trata de un tinto de crianza, cabernet, envejecido 12 meses en barrica francesa de tostado medio, que transmite de forma intensa la personalidad de sus variedades Cabernet Sauvignon y Franc Moderno, equilibrado, sedoso y brillante. Con esta esmerada selección la asociación cultural alcazareña quiere agasajar a los invitados que recibe en su actividad denominada “Almuerzos de don Quijote”.

Se ha elegido el nombre «Hideputa» al ser la exclamación que pronuncia Sancho Panza cuando le da a beber una bota de vino el escudero del Caballero del Bosque, ensalzando sus cualidades, y reconociendo como buen mojón (catador) que se trata de un vino de Ciudad Real, es decir, de su propia tierra (Cap. 13 de la Segunda Parte del Quijote).

Estrella Cobo Andrés ha sido la diseñadora de la etiqueta en la que ha tenido en cuenta todos los aspectos representativos del vino y de la tierra: criado en la Mancha bajo cielos azules y nacido de los ocres del terruño, la etiqueta contiene además la simbólica imagen del molino de viento manchego y al mojón Sancho bebiendo y alabando el caldo, a tal efecto se acompaña de la frase expresada por el famoso escudero para reconocer las bondades del vino de Ciudad Real, ya conocido por toda España y podemos decir por todo el mundo.

Precisamente lo que pretende la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan es que este vino sea una carta de presentación, tanto de la cultura, como de la gastronomía de la ciudad y que hable de ella por el mundo ya que todos los visitantes que nos honren con su presencia se llevaran en su corazón y su estómago un recuerdo de su paso por Alcázar de San Juan.

El acto fue una reunión entrañable de amigos al que asistieron una nutrida representación de miembros de la Sociedad Cervantina, estuvo presentado y conducido por Marcos Galván Vela, locutor de Onda Cero y en el que intervinieron el socio Manuel Castellanos que hizo una magnífica lectura del pasaje del capítulo 13 de la Segunda Parte del Quijote que da nombre al vino, también habló Santiago Alonso, el enólogo de las Bodega Alort, para explicar las características del vino: un caldo de capa alta de tonalidades violáceas, de aromas frescos, minerales, con matices a cacao y fruta roja escarchada de equilibrada acidez, sabroso y de tanicidad elegante y lo más importante, que marida muy bien con gastronomía del Quijote.

También el presidente, Juan Bautista Mata Peñuela, intervino para explicar a los presentes el proceso de elección del nombre y como la Junta Directiva de la Sociedad tomó la decisión de emprender esta aventura.

El acto -en cuanto a intervenciones- lo cerró Rosa Melchor, la alcaldesa de Alcázar de San Juan y presidenta de la ACEVIN (Red de Ciudades del Vino), para elogiar esta iniciativa que no sólo es cultural, sino que afecta también a las vertientes gastronómica y turística de la ciudad y aplaudió que las fuerzas culturales de la ciudad emprendan este tipo de acciones que no pretenden otra cosa que situar a Alcázar de San Juan en el lugar que le corresponde en el mundo turístico y cervantino.

El acto de presentación terminó con la actuación de Toni Maldonado, miembro de la Sociedad que interpretó a la guitarra la “Entradilla Castellana”, de Agapito Marazuela, un arreglo realizado por él mismo para La CaMeRaTa CeRvAnTiNa, grupo de música tradicional de La Mancha (del que forma parte),  galardonado con el Premio de Nueva Creación Musical “Agapito Marazuela” 2017 (https://youtu.be/NWgf99ChyIw).

A la finalización de la actuación musical, los asistentes pudieron disfrutar de la degustación del vino y de unos aperitivos con productos manchegos en un maravilloso ambiente social en el que estuvieron presentas algunas de las autoridades de la ciudad y con una temperatura muy agradable que hizo que todos disfrutasen del evento.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Tu cita con Cervantes

Fecha de Publicación: 19/04/2021

Este mes de abril y para recordar la fecha de la muerte de Miguel de Cervantes, la Sociedad Cervantina de Alcázar va a llevar a cabo una actividad en la que los participantes leerán un pasaje del Quijote, o de cualquier otra obra de Cervantes, grabándose un vídeo con su lectura 

El fragmento leído –de no más de un minuto- deben subirlo a nuestra web cervantesalcazar.com

Alcázar de San Juan, 19 de abril de 2021.- Para conmemorar el aniversario de la muerte  de Miguel de Cervantes (23 de abril de 1616), fecha en la que también se celebra el Día Internacional del Libro, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha puesto en marcha una actividad cultural que persigue el fomento de la lectura de Cervantes y su obra, para la que hemos invitado a todos nuestros amigos y seguidores en las redes sociales, a que se sumen a ella, leyendo el fragmento que más les guste del Quijote o de cualquier obra de Cervantes, y que la graben en vídeo con su teléfono móvil en posición apaisada.

La duración máxima de esta lectura no debe exceder de un minuto. Los vídeos se pueden subir directamente a la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan: cervantesalcazar.com en un apartado habilitado especialmente para ello. También se pueden enviar por wasap al número 653665243.

El plazo para recepción de vídeos estará abierto entre el 20 de abril y el 14 de mayo. Con todos los vídeos recibidos se hará un montaje especial que nos servirá para recordar esta fecha imborrable de nuestro calendario literario.

Las nuevas tecnologías nos permitirán hacer una lectura masiva (aunque no simultánea), conmemorativa de la efeméride cervantina, manteniendo así vivo el recuerdo y la admiración por la creación literaria de nuestro primer escritor (como lo calificó Juan Goytisolo), por lo que desde esta Sociedad agradecemos a todos su colaboración con esta actividad.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Ruta cervantin@lcazar con Alonso Quijano como asistente

Fecha de Publicación: 11/04/2019
 

Encuadrada en la programación de “Rutas y visitas primavera21” del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan, 11 de abril de 2021.- Con la afluencia de público prevista para el desarrollo de la actividad, reducida en esta ocasión a 9 personas y Alonso Quijano que escuchaba atentamente, ha tenido lugar el domingo 11 de abril una nueva edición de la ruta cervantin@alcazar que estuvo coordinada por la Sociedad Cervantina de esta ciudad.

Los asistentes tuvieron ocasión de conocer los lugares de Alcázar que tienen una vinculación con Miguel de Cervantes Saavedra, visitando los lugares icónicos de la ciudad que lo homenajean, lo recuerdan y hacen que se mantenga viva la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, tradición que se remonta a la propia época del bautismo de Miguel que tuvo lugar en la iglesia de Santa María de nuestra ciudad y que se atestigua por la ubicación de la casa donde vivió el escritor en una plaza que lleva su nombre.

Esta ruta se enmarca en la programación de las rutas y visitas primavera21 que organiza el Ayuntamiento en colaboración con diversas asociaciones y entidades culturales de la ciudad.

Los asistentes conocieron, entre otras cosas, los pormenores de edición e impresión de libros en la época de Cervantes y la dificultad que conllevaba que un texto viese la luz después de que hubiera que componer los moldes para cuatro páginas de cada vez para lo que se precisaban unos 6.600 tipos de imprenta, de forma que era una labor muy especializada la de manejar los moldes en los bastidores e imprimir los pliegos en su debida orientación.

También y junto a la estatua del Quijote cósmico que Eulalio Ferrer regaló a la ciudad en 1992, los asistentes han podido tener en sus manos una edición de Calleja de 1912 como la que el propio Eulalio Ferrer obtuvo a cambio de una cajetilla de tabaco al entrar en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer (Francia) a la finalización de la Guerra Civil y con la que inició su enorme afición por el Quijote y toda su iconografía.

La ruta continuó por la iglesia de Santa María donde fue bautizado Miguel de Cervantes Saavedra y cuya partida de bautismo encontró Blas de Nasarre en 1748 y se conserva en la casa parroquial; después por la calle San Juan (antiguamente llamada de Zapateros) donde se ubicó la casa de don Juan López Caballero padre de Pedro Barba que junto con Gutierre Quijada son nombrados en el Quijote y que precisamente de este último dice descender por línea recta de varón Alonso Quijano.

En la casa donde vivió la familia de Miguel de Cervantes en la plaza del “Rosquero” o de la “Rubia” (llamada así por tener aquí una tienda María Díaz “La Rubia” que estaba casada en tiempo de Cervantes con Pedro Hidalgo Saavedra), los miembros de la Sociedad Cervantina relataron la tradición que había pasado oralmente a través de los abogados: Ordoñez (coetáneo de la familia Cervantes), Quintanar y Juan Francisco Ropero y Tardío, Agente Fiscal de la Cámara de Castilla, que relató a Fray Alonso Cano de viva voz y que el académico y militar Vicente de los Ríos la recogió en las pruebas de su proemio a la edición del Quijote publicada en 1780 por la Real Academia Española.

También los asistentes recibieron explicaciones sobre la Casa del Hidalgo que recrea la vida de los hidalgos de la época de Cervantes, así como del Arroyo Mina que en tiempos del escritor era la entrada a la ciudad viniendo por el camino de Murcia y en el que el paje de los duques pudo encontrar a Sanchica lavando la ropa, ya que hasta mediados del siglo pasado se podía ver a las mujeres de Alcázar haciendo la colada en ese mismo lugar.

Para finalizar, conocieron la importancia patrimonial que representa para Alcázar de San Juan el conjunto de azulejos del Quijote del parque Cervantes, que tiene la particularidad de ser la única azulejería conocida que recoge en sus 288 azulejos el Quijote completo (tanto el de 1605 como el de 1615), desde el principio hasta el final.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La cocina del Quijote en Italia

Fecha de Publicación: 21/03/2021

La Sociedad Cervantina de Alcázar muestra telemáticamente la cocina del Quijote con las necesarias medidas de seguridad COVID-19 e invita a visitar esta comarca para degustar sus platos cuando las circunstancias lo permitan

Novedosa actividad cultural y gastronómica organizada en coordinación con el ITCG Ferruccio Niccolini de Volterra para difundir entre los estudiantes italianos la geografía y la gastronomía del Quijote. La actividad ha tenido lugar mediante conexión por videoconferencia desde la sede manchega con el Aula Magna del instituto de Formación Profesional italiano

Alcázar de San Juan, 21-03-2021.- El sábado 20 de marzo ha tenido lugar la actividad denominada «Don Quijote en Volterra» consistente en una conexión mediante videoconferencia en la que socios de la Cervantina de Alcázar de San Juan han explicado a los estudiantes italianos la geografía manchega del Quijote y les han enseñado la elaboración de diferentes platos de la cocina del siglo XVII.

El Istituto Tecnico Commerciale Geometri Industriale Ferruccio Niccolini de Volterra (Pisa) en Italia imparte formación profesional de las ramas de cocina, hostelería y dirección turística, y por medio de esta actividad los estudiantes italianos han tenido ocasión de conocer un poco mejor la Mancha de don Quijote y han podido ver en directo la elaboración de dos platos de la cocina del Quijote como son los duelos y quebrantos y los gazpachos manchegos. Esta actividad cultural ha sido posible por el impulso personal de su profesora Laura Alba García.

En la conexión que ha durado unas tres horas, primero se han presentado los ingredientes que forman parte de ambas recetas y luego se ha visto paso a paso y con una cámara en directo -instalada frente a los fogones- el modo de elaborarlas.

En los tiempos muertos en que los alimentos se iban cocinando, los cervantistas alcazareños han mostrado las cualidades geográficas y turísticas de la Mancha de don Quijote haciendo hincapié en que esta comarca no es una entelequia sino una comarca real que se puede y se debe visitar si uno quiere impregnarse del espíritu quijotesco.

Una vez terminada la demostración y cocinados los platos, ya con un mayor conocimiento de la geografía manchega, los alcazareños han recomendado vivamente a los alumnos italianos que no dejen de visitar esta comarca para degustar las recetas elaboradas hoy y otras muchas más, igual de exquisitas, cuando las circunstancias lo permitan.

La actividad cultural ha resultado un éxito gracias a que el guion elaborado previamente se ha ido cumpliendo prácticamente al minuto, consiguiendo mantener la atención de los alumnos durante las tres horas de la transmisión, los cuales han valorado muy positivamente esta experiencia. También los profesores han evaluado muy satisfactoriamente esta actividad totalmente novedosa para ellos y han felicitado a la Sociedad Cervantina por su contenido y su amena exposición.

Ahora sólo queda que los alumnos hayan tomado buena nota de lo aprendido y se han comprometido a mostrar, tan pronto como les sea posible, el resultado de su trabajo.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Nuestra Sociedad Cervantina estará en Marte en el próximo viaje de la NASA al planeta rojo

Fecha de Publicación: 13/03/2021

Tarjeta de embarque hacia Marte a nombre de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La misión a nuestro planeta vecino Marte, que la agencia espacial estadounidense NASA comenzó en julio de 2020 y el 18 de febrero de 2021 logró culminar con éxito al depositar sin incidencias en suelo marciano el quinto robot explorador, el rover llamado Perseverance.

Se trata del robot más sofisticado jamás enviado al espacio y tendrá como objetivo buscar evidencia para responder grandes preguntas como si hay señales concretas de vida microbiana pasada en Marte.

Pero además este robot esconde varias curiosidades como por ejemplo que lleva incorporados tres chips de silicio con los nombres de casi 11 millones de personas que se inscribieron en el portal de la NASA para viajar en la misión.

Nosotros no hemos llegamos a tiempo en esta ocasión, pero ya nos hemos apuntado para formar parte de la próxima misión que está previsto salga desde Cabo Cañaveral en Florida hasta el suelo marciano en julio de 2026.

Estamos deseando que llegue pronto esa fecha, entonces será posible que Sociedad Cervantina de Alcázar no sólo estará en la Tierra sino que también estará presente de algún modo en Marte.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Blas de Cervantes Saavedra

Fecha de Publicación: 23/11/2021

 

Partida de bautismo de Miguel de Cervantes que se conserva en la parroquia de Santa María de Alcázar de San Juan

“En nuebe días del mes de Noviembre de mil quinientos cincuenta y ocho, bautizo el Rdo. señor Alonso Díaz Pajares un hijo de Blas de Cervantes Sabedra y de Catalina López que le puso nombre Miguel, fue su padrino de pila Melchor de Ortega acompañados Juan de Quirós y Francisco Almendros y sus mujeres de los dichos”.

Así reza la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra que se conserva en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan.

No es nuestra intención debatir aquí, ni mucho menos polemizar, sobre esta conocida partida de bautismo ni sobre la autoría del Quijote, pero sí que nos preguntamos ¿quien fue ese Blas de Cervantes Sabedra, esposo de Catalina López y padre de “nuestro” Miguel? Lo encontrado no deja lugar a dudas: un personaje real, un hijodalgo de Alcázar que participó activamente en los asuntos de la villa y llegó a ser varias veces regidor de su Ayuntamiento y alcalde de Hermandad del Concejo.

Hay cierta unanimidad en admitir que el linaje de los Cervatos y Cervantes proviene de un único tronco familiar originario de los montes galaicos – leoneses, concretamente de la comarca de los Ancares, en la parte oriental de la provincia de Lugo, en donde se sitúa el Concejo de Cervantes que hoy en día agrupa a veintiuna parroquias, entre ellas las llamadas San Pedro de Cervantes y San Román de Cervantes, así como el antiguo castro de Santa María de Cervantes del siglo I d.C. Su topónimo hace referencia a que es tierra de ciervos, lo cual queda claramente recogido en los escudos de armas de estos dos apellidos.

Según relata el poeta cordobés Juan de Mena (1411 – 1456), cronista oficial de Juan II de Castilla, en el Memorial que realizó por mandato del condestable de Castilla Don Álvaro de Luna: “el linaje de Cervatos e Cervantes son de alta sangre, que vienen de ricos homes de León e Castilla que se llamaron Munios e Aldefonso… eran gallegos de nación, que venían de la rodilla de los reyes godos emparentando con los reyes de León… e por el lugar de Cervatos se llamaron así”.

La historia nos dice que en el año 1085 el caballero Aldefonso Munio apoyó a Alfonso VI en la conquista de Toledo por lo que en premio recibió la villa de Ajofrín y que uno de sus descendientes, Gonzalo Munios de Cervatos, reconstruyó el castillo de San Servando de Toledo a raíz de lo cual, quizás por la evidente similitud fonética o para diferenciarse de su hermano Pedro Alfonso, cambió su apellido de Cervatos a Cervantes dando lugar al nacimiento de este linaje que continuó en su hijo Juan Alfonso de Cervantes, Comendador de Malagón en la Orden de Calatrava, y en su nieto (o bisnieto según otros historiadores) Alfonso Gómez Tequetique de Cervantes, esposo de Doña Berenguela Osorio.

En la siguiente generación nos encontramos a Don Diego Gómez de Cervantes y Osorio, casado con Doña María de Cabrera y Sotomayor, padres de Frey Rui Gómez de Cervantes, Prior de la Orden de San Juan, y de Don Gonzalo Gómez de Cervantes esposo de Doña Beatriz López Bocanegra, hija del Almirante de Castilla Micer Ambrosio de Bocanegra, personajes que junto a sus hijos Don Rodrigo de Cervantes y López Bocanegra y Frey Diego Gómez de Cervantes, también Prior de la Orden de San Juan como su tío Frey Rui, constituyen el principal tronco familiar de los Cervantes, parte de cuyas ramas se extendieron ampliamente por toda La Mancha, especialmente por Tembleque, Consuegra, Madridejos, Camuñas, Villafranca y Alcázar.

El hermano de Gonzalo Munios de Cervatos/Cervantes, Pedro Alfonso de Cervatos, siguió portando el primigenio apellido Cervatos y de él sabemos que fue uno de los trescientos caballeros que conquistaron Baeza. De todas formas, el apellido Cervatos tuvo escasa amplitud generacional encontrándose pocos individuos que continuasen este linaje. Así, por ejemplo, a título de curiosidad, comentar que en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar tan solo hallamos una referencia relacionada con un tal Pedro de Cervatos al que, el 22 de octubre de 1490, el Concejo da una cantidad de dinero “… para en cuenta y pago de los ocho mil maravedís que el concejo lo dio porque esta villa no llevase t. ¿trigo? nenguno a la guerra de Baza… y asy cerró esta cuenta”.

Astrana Marín, en su obra Vida Ejemplar y Heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, recoge información sobre dos escudos de armas diferentes, ambos con dos ciervas, incidiendo en que uno de ellos es “el verdadero escudo de la casa de Cervantes, que venía confundiéndose con el de la de Cervatos”.

Bajo la ilustración del primero de los escudos aparece este texto:

“Escudo de armas de la Casa de Cervatos, confundido hasta ahora con el de la de Cervantes.   (Ernesto de Vilches:  Cervantes – Apuntes históricos de este apellido. Madrid, 1905)”

Y bajo la del segundo de ellos, este otro:

“Escudo de la Casa de Cervantes.    (Del Memorial de Juan de Mena – Ms. de la Biblioteca Nacional núm. 3.390)”

El alcazareño Francisco Lizcano y Alaminos, padre del pintor Ángel Lizcano, en su libro Historia de la Verdadera Cuna de Miguel de Cervantes Saavedra y López, impreso en Madrid en 1892, dice que una rama de los Cervantes se había establecido en El Toboso tras su conquista y uno de ellos, Don Lucas Cervantes y Quirós, en torno al año 1500, se asienta en Alcázar al contraer matrimonio con Doña Petronila Saavedra, señora de alta alcurnia y hacendada en dicha villa. De este matrimonio nace Don Blas de Cervantes Saavedra que a su vez se casa con Doña Catalina López. Es de resaltar que estos datos no los hemos podido contrastar personalmente, por lo que los exponemos enmarcados dentro de una gran interrogación.

Sea como fuere, en el siglo XVI aparecen documentadas en nuestro Archivo Histórico Municipal y en el Archivo Parroquial de Santa María una gran cantidad de personas, hombres y mujeres, apellidadas Cervantes, entre las que encontramos a Don Blas de Cervantes casado con Doña Catalina López, de cuyo enlace matrimonial nacieron los siguientes hijos:

Miguel, bautizado el nueve de noviembre de 1558. Cuya partida de bautismo, que encabeza este trabajo, se recoge en el folio 20 del libro de Bautismos de la parroquia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan, que abarca desde el 1 de septiembre de 1556 al 18 de febrero de 1636 y dice que: “lo bautizó el Rdo. señor Alonso Díaz Pajares y fue su padrino de pila Melchor de Ortega acompañados Juan de Quirós y Francisco Almendros y sus mujeres de los dichos”.

Tomás, bautizado el treinta de diciembre de 1560. En el folio 71 del mismo libro se recoge que: “fueron sus padrinos de pila el sr dotor Ximénez y el licenciado contador Oviedo y Francisco López Boticario fueron madrinas Catalina hija de Oviedo y mª Díaz hija de Francisco López y la mujer del dotor Ximénez y testigo Juan López”.

Casó en primeras nupcias con Mari Díaz, pero ya viudo vuelve a contraer matrimonio con Catalina del Campo, a su vez viuda de Francisco del Valle con el que había tenido una hija llamada Ana del Valle. Se conserva su testamento realizado el 30 de julio de 1604 en el que pide que se le entierre en la iglesia parroquial de Santa Quiteria. Nombra albaceas a su esposa Catalina, a su hermano Juan de Cervantes y a Fernando de Villaescusa y herederos a sus hijos Inés, Diego, Gregorio, Jerónimo y otro por nacer al estar embarazada su esposa Catalina. El 15 de abril de 1605 Catalina del Campo, ya viuda de Tomás de Cervantes, vende unas casas de morada sitas en la calle San Andrés, hoy Emilio Castelar, a Doña Andrea de Úbeda, viuda de Juan de Salazar Bermúdez.

Leonor, bautizada el seis de febrero de 1566. En el folio 147 se halla su partida de bautismo en donde leemos que: “la bautizó el padre Pedro Sánchez Galán y fueron sus padrinos de pila Gerónimo de Alcázar y su mujer Ana de Perea, acompañados el bachiller Juan de Alcázar y su mujer Catalina Ramírez y Diego Pérez de Taguada y su mujer Mari López”.

Contrajo matrimonio con Francisco de Poyatos, dueño de una posada “en la que se aposentaban los soldados que pasaban”. Tuvieron dos hijos, Francisco y Ana, según constaba en el desaparecido archivo parroquial de Santa Quiteria. Tanto la partida de matrimonio de Leonor y Francisco, como las partidas de bautizo de sus hijos fueron incluidas en el acta notarial que levantó el ilustre notario Don Oliverio Martínez, acta que se publicó en septiembre de 1904 en el número 13 de La Ilustración Manchega, revista que por aquellos años se editaba en Alcázar.

Francisco, bautizado el veintiocho de abril de 1568. En el folio 196 se dice que: “lo cristianó Pedro Díaz clérigo y fueron sus padrinos de pila Francisco López Boticario y Mari Díaz su sobrina, acompañados Juan de Alcázar y Diego Pérez de Taboada y sus mujeres”. En 1612 es testigo en la entrega de los bienes del Concejo a la nueva corporación que lo regiría durante el año siguiente. En 1614 salió elegido para ocupar el cargo de fiel mayordomo del Concejo por el estado de los hijosdalgo en el siguiente año. Gracias al testamento realizado en 1622 por Jerónima Muñoz, esposa de Pedro Ramírez Bailén, sabemos que Francisco estuvo casado con María López la Bailena, hermana de Pedro Ramírez Bailén, con la que tuvo dos hijos, Antonio y Juan de Cervantes.

De Juan de Cervantes, quinto hijo de Blas de Cervantes que habríanacido en 1562no encontramos su partida de nacimiento en el libro de Bautismos de la parroquia de Santa María, pero si lo encontramos en diversos documentos del Archivo Histórico Municipal. Era llamado “el indiano” por haber residido en México en donde llegó a ser tesorero de la iglesia de Tlaxcala. Regresó en torno al 1596, año en el que aparece por primera vez en la relación de los hijosdalgo para la elección de fiel del Concejo.

En 1604 era regidor por el estado de los hijosdalgo y en el libro de Acuerdos del Concejo de 1599 a 1609 aparece su firma en varias actas, entre otras en la que se refiere a las medidas adoptadas para paliar la carestía de trigo y la hambruna que la villa padeció en esos años.

En el año 1612 fue alcalde de Hermandad del Concejo y en las elecciones celebradas el 16 de noviembre de 1619 es elegido para ocupar el cargo de alcalde ordinario del Ayuntamiento. En 1621 es padrino en un bautizo. En el libro de Protocolos de 1631 aparece como testigo en la revocación de un poder notarial y en una carta de obligación de pago. En este mismo año sale elegido nuevamente para regidor del Ayuntamiento, pero renuncia al cargo alegando tener más de 60 años y estar enfermo.

Casó con Isabel Sánchez de Villaescusa, hija de Francisco Sánchez de Villaescusa. Hijos suyos fueron Basilio de Cervantes, estante en la ciudad de Manila en 1635, Felipe de Cervantes y Estasia de Cervantes, casada con Juan Delgado, cuya hija Catalina de San Gregorio profesaba en el convento de las clarisas de San José en Alcázar. Sabemos que Felipe yEstasia, ya viuda de Juan Delgado, eran estantes en México el 7 de octubre de 1640, lugar desde donde otorgaron, ante el escribano real Martín Sariñana, un documento de aceptación de la herencia de sus padres a favor del clérigo presbítero Francisco Romero Pradilla, a la sazón mayordomo del convento de San José.  

Como ya hemos dicho nuestro personaje central, Blas de Cervantes Saavedra, tuvo una activa participación en la vida pública de la villa, así en las elecciones celebradas el 15 de noviembre de 1572 salió elegido para ejercer o el oficio de regidor o el de alcalde ordinario del Ayuntamiento por el estado de los hijosdalgo, ocupando finalmente el cargo de regidor. Esta elección está recogida en un acta que, por su extraordinario valor documental para conocer como se realizaban los nombramientos de los cargos públicos que debían de regir la villa durante un año, reproducimos seguidamente:

“En la Villa de Alcázar de la Orden de San Juan, sábado, quince días del mes de noviembre de mil e quinientos e setenta y dos años, estando juntos en la torre del ayuntamiento de ésta villa, a campana tañida, los magníficos señores Diego Remón e Hernando Díaz Guerrero, alcaldes, e Francisco Pérez Palomeque e Antonio González de Briones, e Juan Martín Españón, e Gonzalo Martín Barrejón, e Juan Román, e Alonso Romero, e Rui Díaz Maroto, e Juan Martín de Asensio, e Francisco Díaz Pajares, regidores de ésta villa. Dijeron que ellos se han juntado conforme a la costumbre y a la carta ejecutoria de Su Majestad a sacar del arca, que está para ello dispuesto que han de ser alcaldes e regidores e alguacil de esta villa desde mañana domingo hasta la dominica después de San Martín del año venidero de mil e quinientos e setenta y tres años. E mandaron abrir e se abrió la dicha arca que tenía tres llaves, e abierta se sacó de ella una arquilla, que e decía el título de ella: Seno de alcaldes y regidores del estado de los hijosdalgo e de los demás oficios que del dicho estado se acostumbran elegir. E mandaron abrir e se abrió la dicha arquilla, e mandaron llamar e se llamó un muchacho, que se dijo Antonio, hijo de Juan López Carrizosa, dijo ser de siete años y le mandaron sacar una cédula de la dicha arquilla, e sacó una cédula que decía ansí: López de Taboada.

Luego le mandaron sacar otra cédula e sacó ésta que dice ansí: Blas de Cervantes.

Luego mandaron sacar de la dicha arca otra arquilla que dice el título de ella: Seno de alcaldes ordinarios y regidores del estado de los hombres buenos y pecheros. E mandaron al dicho muchacho que saque otra cédula, e sacó otra cédula que dice ansí: el Doctor Francisco de Vargas.

Luego mandaron sacar otra cédula, e sacó otra cédula que dice ansí: Francisco de Mansilla.

Luego mandaron sacar e se sacó de la dicha arca otra arquilla que dice el título de ella: Seno de alguaciles del estado de los buenos hombres pecheros, e la mandaron abrir e se abrió y mandaron al dicho muchacho que saque una cédula e sacó una cédula que dice ansí: Alonso Díaz Abarquero.

Luego mandaron sacar otra cédula e se sacó ésta que dice ansí: Pedro Díaz Ropero.

E mandaron volver e se volvieron las dichas cédulas a las dichas arquillas de donde fueron sacadas y se cerraron las arquilla y la dicha arca y se llevaron las llaves los señores alcaldes e mandaron que estas suertes y elección se eleven al muy magnífico Señor el Licenciado Bolaños, Gobernador y Juez de residencia en esta Orden, para que en nombre de su Señoría escoja e dé las varas a los alcaldes e alguacil que han de usar los dichos oficios en ésta villa en el dicho año e los firmaron de sus nombre.

Testigos: Francisco Vela e Pedro del Campo, vecinos de esta villa.

Firman:

Diego Remón                   Hernando Díaz Guerrero         Antonio González de Briones

Francisco Pérez Palomeque            Rui Díaz Maroto            Francisco Díaz Pajares

Juan Martín Españón               Gonzalo Martin Barrejón                  Juan Román

Juan Martín de Asencio                                                                Alonso Romero”

En la saca celebrada el 13 de noviembre de 1575 es elegido alcalde de Hermandad, cargo que oficializa al día siguiente, como queda recogido en este acta de toma deposesión de oficios: “En la villa de Alcázar a 14 de noviembre de 1575 los magníficos señores Juan Hidalgo y G. Martín Romero alcaldes y Hernando de Perea e Fernando de Aguilera e Juan Martín Españón e Rui López de Toledo (así hasta un total de diez) regidores… mandaron parecer ante si a Blas de Cervantes vecino desta villa e le mandaron que acepte el oficio de alcalde de Hermandad que le salió en suerte el cual lo aceptó e juró en forma de lo usar fielmente e le dieron poder para usar el dicho oficio hasta la dominica después de san Martín de 1576 e lo firmó. Testigos Antonio López y G. Tardío fiel”.

En las elecciones celebradas el 15 de noviembre de 1579 es elegido regidor por los hijosdalgo, según leemos en el libro Fin de una Polémica de Juan Leal Atienza,editado enCiudad Real en 1916.

El 19 de noviembre de 1582 es reelegido de nuevo regidor por los hijosdalgo, cargo que deja el 24 de julio del año 1583 para ocupar el puesto de alcalde de Hermandad: “… por Real Provisión librada de los señores Presidentes y oidores de la Chancillería de Granada, el escribano y receptor de la dicha Cancillería en cumplimiento de una carta ejecutoria de su magestad vino a esta villa mandó que… fuera excluido Blas de Cervantes regidor que era de los hijosdalgo y se le diera la vara del alcalde de Hermandad del estado de los hijosdalgos”.

Y en el acta de las elecciones celebradas el 13 de noviembre de 1583 se lee: “… del seno de alcaldes y regidores del estado de los hijosdalgo se sacaron las cédulas correspondientes a los regidores de este estado y entre ella está Blas de Cervantes, mandose relanzar (volverla a introducir en la arquilla) por ser de presente alcalde de Hermandad”.

De su paso por la actividad municipal existe bastante documentación pues su firma aparece en diversos documentos y actas del Concejo, como en la ordenanza para la conservación de pastos y montes o en la ordenanza para la creación y control del pósito municipal. También lo encontramos junto a su mujer Catalina López en varios actos sociales, como en el bautizo de un hijo de Juan Hernández y Mari Díaz.

No sabemos la fecha exacta de su fallecimiento pues hasta la década de 1670 no se realizaron las primeras anotaciones sobre defunciones y enterramientos en los libros parroquiales de Santa María, tal como lo había dispuesto y reglado el concilio de Trento (1545-1563) más de un siglo antes. Tampoco ha llegado hasta nosotros su testamento, pero tuvo que morir entre los años 1584 y 1588 ya que en el año 1584 acabó su mandato como alcalde de Hermandad y en las elecciones celebradas el 12 de noviembre de 1589 de la arquilla de alcaldes y regidores del estado de hijosdalgo se sacaron las cédulas correspondientes a la elección de regidores y entre ellas una que decía: Blas de Cervantes, difunto”. Hay que aclarar que las insaculaciones de las cédulas (introducir en las arquillas de los correspondientes estados las cédulas con los nombres de los candidatos a los distintos cargos del Concejo) se hacían cada cuatro años y ésta se había realizado en noviembre de 1588, ya con la anotación de “difunto”.

Según nos revela la historiadora Doña Marisol Salve, en el año 1583, por Real Ejecutoria, se equipararon los oficios del Concejo de Alcázar que quedó constituido a partes iguales por representantes del estado de los hijosdalgo y del estado llano o de los buenos hombres pecheros. Todos los cargos del Concejo: alcaldes de Hermandad, alcaldes ordinarios, regidores, fieles y alguacil, además de los mayordomos de las iglesias y los hospitales, se elegían por un año, de San Martín a San Martín, y entre el desempeño de uno de esos oficios y el siguiente debía de transcurrir al menos un periodo de dos años.

Para la elección de los dos alcaldes ordinarios del Ayuntamiento, el de los hijosdalgo y el de los buenos hombres pecheros, había que sacar de las correspondientes arquillas dos nombres de cada una, que se presentaban al gobernador del Priorato, el cual escogía a uno de ellos para ser alcalde y el otro quedaba como regidor. Igual procedimiento se seguía para la elección del cargo de alguacil, pero en este caso siempre se elegía entre personas integrantes del estado llano.

En otro acto, que tenía lugar en el Ayuntamiento al día siguiente de la saca o desinsaculación de los alcaldes ordinarios y del alguacil, se extraían de sus respectivas arquillas los dos alcaldes de Hermandad, uno por cada estado, el resto de los regidores (8), los fieles y los mayordomos de las Iglesias, pero en este caso la elección era directa ya que estos cargos no necesitaban pasar por el refrendo del gobernador como representante del Prior de la Orden de San Juan.

Por el investigador Don Ángel Serrano conocemos la existencia de Francisco López Boticario, natural de Campo de Criptana, casado con Doña Teresa López, padres de Doña Catalina López y por lo tanto suegros de Blas de Cervantes. Francisco López Boticario aparece como padrino en las partidas de bautismo de sus nietos Tomás y Francisco de Cervantes. También sabemos que interviene en la boda de Ana de Ortega, hija de Melchor de Ortega, el que figura como padrino en la partida de bautismo de Miguel de Cervantes.

Personaje importante de esos años es también Cristóbal de Cervantes, hijodalgo, hermano de Blas de Cervantes, que el 17 de febrero de 1570 se casó en la iglesia parroquial de Santa María con Bernabela de Rojas, hija de Alonso Martín Falcón y de Micaela de Rojas.

En las elecciones de 1576 salió elegido para ocupar el cargo de alcalde ordinario o de regidor por el estado de los hijosdalgo y el gobernador lo escogió para alcalde ordinario. En 1594 lo vemos incluido en el censo para la elección de alcaldes y regidores por el mismo estado, pero no tenemos constancia de que hubiese salido elegido. 

Cristóbal de Cervantes y a Bernabela los encontramos como padrinos de una boda celebrada en 1579, de otra más celebrada el 22 de julio de 1582 y de una tercera el 2 de febrero de 1584. En 1589 fueron padrinos en el bautizo de Martín hijo de Sebastián Lorenzo y Francisca Martínez y el 16 de noviembre de 1603 aparecen de nuevo como padrinos en otro bautizo.

Se conserva su testamento de fecha 15 de septiembre de 1604, en el que pide ser enterrado en la iglesia de Santa María, en la misma sepultura en donde está enterrada su madre, nombra heredera a su mujer Bernabela de Rojas y albaceas a ella misma y a su sobrino Juan de Cervantes, yerno de Villaescusa e hijo de Blas de Cervantes.

También se conserva, con fecha 9 de noviembre de 1622, la carta de poder que Bernabela de Rojas, ya viuda, otorga a su sobrino el clérigo presbítero Fernando Moñino para que pueda hacer su testamento, manifestando su deseo de ser enterrada en la iglesia parroquial de Santa María en la misma sepultura que sus padres y nombrando a su sobrino, el clérigo Fernando Moñino, albacea y heredero de todos sus bienes, por lo que suponemos que de su matrimonio con Cristóbal de Cervantes no tuvo descendencia.

Otro hermano de Blas de Cervantes fue Antonio de Cervantes,hijodalgo, quien el 14 de noviembre de 1563 fue elegido fiel mayordomo del Concejo, cargo que ejercía el 8 de noviembre de 1564 cuando se hicieron las insaculaciones para la elección de los oficios correspondientes a ese año y los siguientes. En la saca de 1569 fue elegido alcalde de Hermandad por el estado de los hijosdalgo y en 1571 para el cargo de alcalde ordinario, pero en este último caso se le dio por impedido al no haber transcurrido el preceptivo periodo de descanso de dos años.

En noviembre de 1574 fue elegido regidor, por eso en el acta de las elecciones celebradas al año siguiente, el 13 de noviembre de 1575, aquellas en las que su hermano Blas de Cervantes fue designado alcalde de Hermandad, se dice: “… en Alcázar a 13 de noviembre de 1575. En la torre del ayuntamiento estando juntos a campana tañida los magníficos señores Francisco Díaz Hidalgo y Gil Pérez de Villaharta alcaldes y Juan Gallego y Antonio de Cervantes y Juan Román… regidores desta villa… se han juntado a sacar de los senos y arquillas los que an de ser regidores y fieles y mayordomos… desde oy hasta la dominica después de San Martín del año venidero de 1576”.

El 15 de agosto de 1579 tras la muerte de Juan Hidalgo, alcalde ordinario, se sacaron otras dos cédulas para designar el sucesor, una de Antonio de Cervantes y otra de Antonio González de Briones y el gobernador del Priorato escogió al segundo de ellos.

El 13 de noviembre de 1583, cuando su hermano Blas de Cervantes era alcalde de Hermandad, fue elegido regidor, cargo que repitió en la saca del año 1586. Y finalmente, por el libro de acuerdos del Ayuntamiento del año 1581 al 1594, sabemos que el 15 de enero de 1590 fue nombrado diputado de Alcabalas y Rentas Reales.

En el testamento de Doña Teresa de Mendoza, esposa de Don Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quesada, dictado en 1603, aparecen como albaceas Antonio de Cervantes y su hijo Pedro de Cervantes que estaba casado con Isabel de Mendoza, hija de Doña Teresa, con la que tuvo a Bernarda bautizada el 18 de marzo de 1604 por Pedro Díaz de Villamayor y a Juan de Cervantes bautizado el 28 de mayo de 1620 por Pedro Díaz de León.

Es interesante destacar lo que Doña Teresa de Mendoza manda en su testamento: “pido y suplico a las justicias y jueces competentes provean de tutor y curador de mi hija Clara, de ocho años de edad, a Pedro de Cervantes, mi yerno, atento quel dicho Alonso de Ayllón, mi marido, no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes” Significativo el estado mental de Don Alonso de Ayllón y Gutiérrez de Quesada y relevante su relación familiar con esta rama de los Cervantes.

Como dato curioso resaltar que este Pedro de Cervantes, primo de Miguel, fue el muchacho que extrajo las cédulas del interior de las arquillas en la saca celebrada en noviembre de 1582.

Otro hijo de Antonio de Cervantes fue Juan de Cervantes casado con una hija de Pedro Ramírez Bailén, el viejo, quien le vende la mitad de un molino de viento situado en Campo de Criptana. El libro de Protocolos de 1613 nos detalla que el propietario de la otra mitad era Francisco Porras, vecino de Campo de Criptana, y que estaba situado el segundo de la mano izquierda por el camino de los molinos entre ambas villas.

Ya hemos apuntado anteriormente que en los siglos XVI y XVII eran muchas las personas apellidadas Cervantes que residían en Alcázar, formando una intrincada maraña de relaciones familiares y sociales difícil de esclarecer pues a la incompleta documentación que nos ha llegado, recordemos que faltan el archivo parroquial de Santa Quiteria destruido en el año 1936 y el conventual de San Francisco, se une los cambios de apellido tan frecuentes en esa época. No obstante, además de los personajes hasta ahora referenciados todos ellos familiares directos de Blas de Cervantes, mencionaremos brevemente algunos otros que por portar este apellido y por ser contemporáneos suyos podrían estar de alguna forma emparentados con él:

Elvira de Cervantes, esposa de Francisco Gutiérrez. El primer libro de Bautismos que se conserva datado en el año 1550 recoge el bautizo de su hijo Diego.  

Ana de Cervantes,esposa de Juan García Muchotrigo. En 1555 aparecen como padrinos en el bautizo de una hija de Juan Román y en 1559 de un hijo del matrimonio formado por Martín Gómez y María Alonso.

Pedro de Cervantes, bautizado en 1560, hijo de ilegible de Cervantes y de su mujer Ana de Criptana.

Luisa de Cervantes, esposa de Pedro de Lara. El 18 de septiembre de 1560 bautiza a una hija siendo madrinas sus hermanas Ana, Mariana y Quiteria de Cervantes. En el libro de Protocolos de 1603 se conserva su testamento en el que pide ser enterrada en la iglesia de Santa Quiteria, en la sepultura de sus padres.

Mariana de Cervantes, hermana de las anteriores, casada con Juan López Hidalgo Zarco, aparece el 1 de diciembre de 1585 apadrinando a Catalina, hija de Diego Sánchez y de Isabel de Toledo. El 20 de enero de 1613 son los padrinos de boda de Marco Cerezo Meco y Catalina Martínez.

Quiteria de Cervantes, también hermanas de las anteriores. Casada con Luis de Dueñas, según el libro de Bautismos de 1561 son padrinos de Catalina, hija de Francisco Ramos y Francisca de Ximénez.

Melchor de Cervantes. Aparece el 7 de julio de 1558 en el bautizo de Magdalena, hija de Bartolomé Sánchez y Juana Rodríguez.

Baltasar de Cervantes esposo de Francisca López. El 3 de junio de 1566 aparecen como padrinos en el bautizo de Luis, hijo de Luis Martínez Llorente. Un segundo Baltasar de Cervantes, suponemos hijo del anterior, estuvo casado con Isabel Díaz quien el 9 de enero de 1612, ya viuda, vuelve a casarse, ahora con Sebastián Díaz Cencerrado.

María de Cervantes, casada con Juan López Hidalgo de la Oliva. Estaba emparentada lejanamente, por vínculo de familia política, con Doña Francisca Romero Gaytán, fundadora del convento de las monjas Trinitarias Descalzas de Madrid.

Otra María de Cervantes, esposa deRodrigo Gutiérrez Saavedra, el viejo.

Isabel de Cervantes, hija de Juan Gómez Tardío. Por estar muy enferma dicta un testamento que se recoge en el libro de Protocolos de 1604, pero sobrevive a la enfermedad y la vemos posteriormente en varios bautizos.

María de Cervantes Tardío, hija de Gonzalo Martín Tardío yesposa de Alonso López de Villaseñor.En el libro de Protocolos de 1615 aparece su testamento fechado el 30 de agosto de 1614.En el testamento de su padre firma como testigo Luis de Cervantes.

Catalina de Cervantes, esposa de Fernando de Aguilera. De cuya hija Catalina, esposa de Jerónimo Romero Nieva, se conserva su testamento con fecha 27 de octubre de 1614 en el que nombra albaceas a su esposo y a sus hermanos García de Aguilera y Diego de Aguilera y Cervantes.

Diego López de Cervantes, natural de Camuñas y residente en Alcázar. Conocemos el testamento de su viuda Isabel Díaz Gallego dictado el 13 de julio de 1622, en el que solicita ser enterrada en la iglesia de Santa Quiteria y en el que tras enumerar a una serie de beneficiados apellidados Cervantes, algunos de ellos residentes en Camuñas, nombra albacea a su primo Diego de Aguilera y Cervantes, quien aparece en el libro de Cuentas de Juan Bravo de Ayllón de 1635.

Fernando López de Cervantes, por el libro de Cuentas de Juan Bravo de Ayllón sabemos que en esos años tenía arrendado, junto a Juan Garcia de la Veldad, el monte del Arenal que con el monte del Acebrón y la dehesa de Villacentenos eran los sitios más importantes en la producción de bellotas, pilar fundamental de la economía alcazareña en aquella época.

Hasta aquí un somero resumen de la documentación que aparece en nuestros archivos históricos sobre la figura de Blas de Cervantes Saavedra y su entorno más próximo, ese personaje tantas veces nombrado, pero en realidad tan poco conocido, de la historia de Alcázar de San Juan cuya existencia corrió pareja con su edad de oro.

                                                                                            Manuel Rubio Morano

                                                    Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Cervantes y el Gran Conde de Lemos

Fecha de Publicación: 03/02/2021
ADA, C. 70-7

A mis amigos de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Manuela Sáez González

El interés por conocer la relación entre Cervantes y el VII conde de Lemos, don Pedro Fernández de Castro, ha sido constante entre los investigadores y un incentivo para lograrlo. Yo me ocupo del estudio de la casa de Lemos desde hace casi cuarenta años y, a pesar de los muchos archivos que he visitado, tanto en España como en Italia, no he conseguido ninguna información sobre el mecenazgo del noble y el afecto que hacia él manifestó el insigne escritor, como está demostrado por los muchos libros que le dedicó: Novelas EjemplaresEl QuijoteTrabajos de Persiles y Segismunda. Todavía, no desfallezco en el intento, pues en numerosas ocasiones los investigadores hallamos, por casualidad, valiosos documentos que no están relacionados con los temas que estamos investigando.

Hace algún tiempo, hallé en el Archivo de la casa ducal de Alba (ADA, C. 70-7) un documento bajo el epígrafe: «Lemos 1805. Noticias sobre Cerbantes y su esclarecido Mecenas Dn. Pedro Fernández Ruiz de Castro, conde de Lemos, etc. y sobre su hermano y sucesor Dn. Francisco Ruiz de Castro, ò Fray Agustín de Castro». Llamó mi interés este documento por cumplirse ese año el II centenario de la publicación de la primera parte del Quijote. En él se hace mención a un informe que el secretario de la Real Academia, señor Navarrete – [Martín Fernández de Navarrete (1765-1844)]  – solicitó al archivo del duque de Alba noticias de ambos

del nunca ponderado Dn. Miguel de Zerbantes; para ilustrar más su vida, y la de su esclarecido Mecenas el Exmo. Sor. Dn. Pedro Fernández Ruiz de Castro, 7º Conde que fue de los Lemos, para formar el Sumario de la vida de hombre tan grande, que ha de servir en la colección de varones ilustres de España que se está publicando.

Sin embargo, a pesar de que el “archivero” inspeccionó «con el mayor cuidado» todos los legajos que pudieran contener información sobre esta cuestión, orientados a dar satisfacción a la solicitud del secretario, no encontró ningún testimonio que hiciera referencia a la relación entre Cervantes y Lemos y, sugiere la posibilidad de que los documentos hubiesen desaparecido en el incendio acaecido en el palacio de los condes en Monforte en el año de 1672[1]. Yo no estoy de acuerdo con esta suposición que, muchos historiadores dan como “probable” cuando no hallan un resultado satisfactorio de los documentos relacionados con el Gran Conde de Lemos. En primer lugar, doña Catalina de la Cerda y Sandoval, VII condesa, cuando profesó en 1634 ya viuda, en el convento monfortino de monjas clarisas de la orden franciscana que ella y su marido habían fundado, llevó consigo los “papeles” personales de don Pedro. Por otro lado, en una carta que el conde le escribe a su madre desde Nápoles el 3 de septiembre de 1610 le pide mande construir «en la vara de la fortaleza[2] de Monforte vna pieza que sirviese de archivo para tener recogidos y seguros nuestros papeles». Posteriormente, le da instrucciones con respecto a su construcción.

Archivo de piedra y bobeda.

Este archivo se abría de hazer en la  vara de la fortaleça como lo tengo escrito y el suelo y el techo an de ser de piedra y las ventanas de hierro o guarnecidas de chapas, y la puerta otro que tal y en las paredes se podrían enbeber vnos cajones de hierro donde estuviesen los papeles de manera que no aya peligro de fuego por ningún camino y yo señora no aguardaría mejor occasión ni más comodidad que la pressente porque esta fábrica nos costará pocos ducados y será de grande importancia tener en parte segura los papeles de nuestra cassa que son el mayor tesoro que tenemos.

Todo esto me induce a considerar que los documentos no desaparecieron en el incendio del palacio porque, o bien se encontraban en este habitáculo “ignífugo” o ya habían sido retirados por la condesa cuando entró en religión.

Me extraña y llama la atención el informe que expone el “archivero” haciendo referencia al conde y a Cervantes: «quien es público à los literatos que tubo en su compañía en la Italia al célebre Cerbantes hasta que el año de 1616 regresó a España en cuio año murió Cervantes». De todos es conocido el interés que el escritor tenía de ir a Nápoles y que no pudo acompañar al conde por no haber sido “aceptado”, supuestamente, por los Argensola encargados de hacer la elección, así como la desilusión y pena que mostró Cervantes por no poder acompañar a su mecenas y amigo. Tampoco había leído la «carta dedicatoria» del escritor a Lemos, cuatro días antes de morir en la obra: Trabajos de Persiles y Segismunda

…llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir, y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies a Vuesa Excelencia: que podría se fuese tanto el contento de ver a Vuesa Excelencia bueno en España, que me volviese a dar la vida.

Continúa haciendo un análisis resumido de algunos acontecimientos importantes en la vida pública de Lemos. Señala que, en 1601, don Pedro era marqués de Sarria, como hijo primogénito, gentilhombre de su Majestad y caballero de la orden de Alcántara, de la encomienda de Santibáñez. El hecho de mencionar que en esa fecha era marqués responde a haber recogido este testimonio antes del fallecimiento de su padre ocurrido el 19 de octubre del dicho año[3].

Resalta el año de 1606 con motivo del privilegio que el rey Jacobo I de Inglaterra concedió en abril de ese año, a Lemos, como caballero «de alta guisa», de dos halcones y cuatro perros «leporarios[4]» cada año, de los mejores que hubiera en Inglaterra, para el conde y para sus descendientes varones. Este privilegio había sido otorgado, en principio, por los reyes ingleses a don Fernando Ruiz de Castro, I marqués de Sarria y IV conde de Lemos, después de la muerte de su madre en 1570. Don Pedro había pedido a Charles Howard, conde de Nottingham, que se encontraba en Valladolid en 1605 para ratificar el tratado de paz anglo-español firmado en Londres el 28 de agosto del año anterior, que intercediese a su favor ante el rey Jacobo para que le fuese devuelto el privilegio que los reyes ingleses habían concedido a su bisabuelo, don Fernando Ruiz de Castro, I marqués de Sarria. Los reyes ingleses entonces: Felipe II y María Tudor, habían otorgado a dicho don Fernando el privilegio de recibir cada año cuatro halcones y algunos lebreles escoceses de los mejores que hubiera.

El rey don Felipe había mantenido muy buena relación con el IV conde de Lemos, con él sostuvo importante correspondencia durante su estancia en Roma, siendo este embajador de España durante el papado de Paulo IV, aliado con los franceses para expulsar a los españoles de Italia y, muy en particular, de Nápoles. Años más tarde, el XI conde de Lemos, don Ginés Fernández Ruiz de Castro, encontrándose en Puentedeume, solicitó, el 6 de enero de 1692, al contador mayor Tomás Antonio de Azua, le enviase de Monforte

los «privilegios y confirmaciones» que los reyes ingleses habían concedido a la casa de Lemos sobre los halcones y perros leporarios. El día 16 se remitieron los papeles «tocantes a ello a fin de que el Conde mi señor lograse de este Rey presente [Guillermo III de Inglaterra] la confirmación de lo mismo que es el motivo con que los pidió»[5].

El mismo documento hace alusión a que en 1610, estando ya en posesión de los condados de Lemos, Andrade, Villalba, etc. siendo comendador de la Zarza, así como presidente del Consejo de Indias[6], el Rey teniendo en cuenta los buenos servicios y sus «extraordinarias cualidades, etc. (palabras que vierte el diploma) le nombró Virrey Capitán General del Reyno de Nápoles: Y en el mismo año tomó carta de Hermandad del General de la Camándula[7] de Sn. Romualdo».  

No hace mención de los excelentes servicios que Lemos había realizado en el virreinato de Nápoles: sanear la Hacienda Real, luchar contra la corrupción, ensalzar la vida del Monarca, proyectando la imagen del Rey en su persona, dando la visión de un hombre virtuoso y poderoso con las representaciones  de los festejos que se llevaron a cabo en Nápoles: festividad de san Juan Bautista, celebraciones del acuerdo matrimonial entre el príncipe Felipe (Rey Felipe IV) y la princesa Isabel de Francia…. El conde siempre interpuso el servicio a la corona a ningún otro, incluso al del Papa, no dudó en enfrentarse al papado cuando tuvo que hacer frente a los privilegios que su santidad quería apropiarse. Durante su virreinato patrocinó las letras, las artes y la ciencia. Fue cofundador, junto a Giovan Battista Manso, de la “Academia Napolitana de los Ociosos a la que acudían un gran número de intelectuales afincados en Nápoles y algunos españoles, e instituyó otra Academia en palacio, en la que se hacían representaciones “de repente” y participaban los intelectuales españoles, concluían con la “corrida de un toro” lidiada por algún intrépido militar poco hábil en este arte. A estas representaciones asistían invitadas la nobleza española y napolitana.

En 1615, Felipe III quiso recompensar lo bien que le había servido y le nombró Presidente del Supremo Consejo de Italia distinguiéndole

en el nombramiento con singularísimas relevantes expresiones, y sobre manera con las de que descargaba en su instrucción y prudencia las materias arduas que en el Supremo Tribunal se tratan, concernientes à la paz, justicia y buen gobierno de los Estados de Nápoles, Sicilia y Milán.

Detalle del título Presidente del Consejo de Italia, ADA. C-87-6

A continuación, expone que el 8 de junio[8] [julio] de 1616, abandonando el virreinato de Italia, el Rey nombró por interino a su hermano don Francisco hasta la llegada del duque de Osuna.

Prosigue notificando el fallecimiento de Lemos en Madrid, el 19 de octubre de 1622. Don Pedro había emprendido viaje a la capital para visitar a su madre que se encontraba gravemente enferma, durante el trayecto el conde enfermó y su madre se recuperó. Nuevamente, el «archivero» no recoge los motivos por los que tuvo que abandonar la Corte en 1618 y regresar a sus estados de Galicia. Su hermano le hizo solemnes funciones fúnebres en Monforte con la asistencia del obispo de Lugo, de su cabildo, de varios abades mitrados, de muchos sacerdotes y de caballeros del Reino de Galicia.

 La última parte está orientada a exponer, brevemente, la vida de su hermano, don Francisco Ruiz de Castro, su sucesor por falta de descendencia de don Pedro. Elogia sus títulos: VIII conde de Lemos, Andrade y Villalba, conde de Castro y duque de Taurisano; estos dos últimos por su mujer, la Excelentísima señora doña Lucrecia Gattinara de Legnano; asimismo fue del Consejo de Estado y Guerra, comendador de Hornachos de la orden de Santiago, virrey de Nápoles y Sicilia, embajador ordinario en Roma y capitán general del reino de Galicia [Sicilia][9]. Desempeñó con gran satisfacción sus nombramientos como se señalaba «en muy repetidas cartas, que le consideraban por uno de los hombres de más mérito de la Nación».

Después de la muerte de su madre, y viudo desde 1623, deseó entrar en religión en el monasterio de Sahagún de la orden benedictina. El 15 de septiembre de 1629, el rey Felipe IV le autorizó a tomar el hábito en esta orden, después de renunciar a su «casa, estado y mayorazgo» a favor de su hijo, el conde de Andrade; tres días más tarde, cambió su nombre por el de «fray Agustín de Castro». Profesó el 1 de septiembre del siguiente año. Falleció en el monasterio benedictino de San Juan de Burgos, después de un frustrado viaje que pensaba realizaba a Roma al monasterio de Montserrat donde «nuestro padre san Benito hizo la primera penitencia y recibió de Dios nuestro señor y bebió el hespíritu de Santidad», habiendo recibido previamente autorización del cardenal Barberini y licencia del Papa para llevarlo a cabo. No pudo realizar este viaje por no haber recibido licencia del general de la congregación de san Benito en España; el 3 de mayo le prohibió la salida del reino y lo mismo hizo el Rey por indicación de los benedictinos. Fray Agustín suspendió la salida obedeciendo al monarca, después se trasladó a San Pedro de Cardeña y de Arlanza. A finales de agosto enfermó de gravedad y fue llevado a curar a San Juan de Burgos, donde falleció la noche del 31 de agosto al 1 de septiembre de 1637.Fue sepultado en la capilla del capítulo que está en el Claustro de dicho Convento. Su hijo, don Francisco Ruiz de Castro, solicitó su cuerpo para ser trasladado a Monforte y en el mes de enero de 1638 sus restos fueron trasladados al monasterio benedictino de Monforte de Lemos

donde se sacó en virtud de Breve del Señor Nuncio, y llevó su cuerpo à el de Sn Vicente de Monforte, dando este placer à la orden, no obstante estar en otras los panteones de la Casa. Todo resulta auténticamente como que los monges de Sahagún, los de Arlanza, donde también estubo, y sus deudos hicieron todos vivas diligencias por llevarse el Santo cadáver (expresiones con la de Sanctisimo y venerable que arrojan los papeles) resultando últimamente barias preguntas en vía de información para publicar sus virtudes.

En un documento que he hallado en ADA, C.176-16, señala que está enterrado: «devajo del Altar Mayor del Monasterio de San Vicente de Monforte de Lemos». Su lápida se encontraba, en el solado de la iglesia, en dicho monasterio, cerca del altar de la Virgen de Montserrat. Hace pocos años, en este siglo, fue retirada después de una restauración que hicieron y no se volvió a colocar. Triste respeto a un noble que dio su vida al servicio de la corona, de la iglesia y a su pueblo. No puedo dejar pasar esta ocasión sin reclamar su restitución al lugar donde debía estar. En la mayoría de iglesias, monasterios y catedrales italianas y también en algunas españolas, podemos ver con admiración lápidas de ilustres personajes y, en mi pueblo, Monforte, se ignora a este noble, vinculado con nuestra historia apareciendo su nombre con orgullo fuera de nuestras fronteras. Sirve de ejemplo una de las cuatro esquinas de la plaza «Vigliena o Quattro Canti», centro neurálgico de Palermo. La estatua representa el otoño.

Piazza Vigliena-Quattro Canti. Palermo

Finaliza el documento haciendo alusión a los progenitores de los VII y VIII condes de Lemos: don Fernando Ruiz de Castro y doña Catalina de Zúñiga; contrajeron matrimonio en 1574 en Madrid «en el Alcázar y Palacio Real en el aposento de la Reyna Da Ana, estando presente entre otros la madre del Rey Dn. Felipe, el presidente por Dn. Fr. Bernardo de Fresneda, el obispo de Córdoba, confesor de S. M. y fue en virtud de poder dado à Dn. Juan de la Cerda, duque de Medinaceli».

 

DOCUMENTO

ADA, 70-7

Lemos 1805

Noticias sobre Cerbantes, su mecenas y hermano

El célebre Cerbantes y su esclarecido mecenas Dn. Pedro Fernández Ruiz de Castro, conde de Lemos, etc. y sobre su hermano y sucesor Dn. Francisco Ruiz de Castro, ò Fray Agustín de Castro.

Según la situación que presenta todavía el Archivo del Exmo. Sor. Duque de Berwick  y Alba como Conde de Lemos, etc. Se han inspeccionado, con el mayor cuidado quantos legajos han parecido conducentes, à fin de satisfacer à lo expuesto en la papeleta, que el Sor Secretario dirigió al Archivo, sobre dar noticias del nunca ponderado Dn. Miguel de Zerbantes; para ilustrar más su vida, y la de su esclarecido Mecenas el Exmo. Sor. Dn. Pedro Fernández Ruiz de Castro,7º Conde que fue de Lemos, para formar el Sumario de la vida de hombre tan grande, que ha de servir en la colección de varones ilustres de España que se está publicando; más a pesar del reconocimiento nada se à encontrado con relación à Zerbantes, y quizá resultaría en los papeles que desaparecieron en la quema, que huvo en el Archivo de Monforte de Lemos el año de 1672, razón que se comunicó  en Enero de 1805 para el Sor. Navarrete, encargado por la Real Academia de la insinuada comisión: Más por lo que respecta al mencionado Señor Conde, (quien es público à los literatos que tubo en su Compañía en la Italia al célebre Cerbantes hasta que el año de 1616 regresò a España en cuio año murió Cervantes) aparece lo siguiente.

En 1601, quando ya era marqués de Sarria, como primogénito de los Señores de Lemos, Gentilhombre de S.M. [Su Majestad] y caballero de la orden de Alcántara recibió la Encomienda de Santibáñez de la misma orden.

En 1606, el Rey de Inglaterra concedióle privilegio como caballero de alta guisa para él y sus herederos varones de dos halcones y quatro perros leporarios en cada año los mejores del Reyno de Inglaterra.

En 1607, confiando S.M. de su talento le nombró procurador General de la citada orden con las más amplias facultades.

En 1610, poseyendo ya los Condados de Lemos, Andrade, Villalba, etc. siendo comendador de la Zarza, igualmente que presidente del Consejo de Indias, atendiendo su Magestad à sus superiores qualidades, etc. (palabras que vierte el diploma) le nombró Virrey Capitán General del Reyno de Nápoles: y en el mismo año tomó carta de Hermandad del General de la Camándula de Sn. Romualdo.

En 1615, por remunerar S.M. lo bien que le servía, le nombró Presidente del Supremo Consejo de Italia distinguiendo en el nombramiento con singularísimas relevantes expresiones, y sobre manera con las de que descargaba en su instrucción y prudencia las materias arduas que en el Supremo Tribunal se tratan, concernientes à la paz, justicia y buen gobierno de los Estados de Nápoles, Sicilia y Milán.

En 1616, à 8 de junio retirándose del Virreynato nombró de orden de S.M. por interino y hasta la llegada del Duque de Osuna a su hermano Dn. Francisco del que se hablará.

En 1622, à 19 de Octubre murió en Madrid: y dicho su hermano sucesor, resulta que le hizo en Monforte funciones fúnebres tan obstentosas que pocas veces como entonces se havrá visto para ello en dicha Villa al Ilustrísimo Señor Obispo de Lugo, a su Cabildo, varios Abades mitrados, muchos Sacerdotes y caballeros del Reyno de Galicia.

El siguiente fue su hermano sucesor y monge. El Excelentísimo Señor Conde Dn Francisco Ruiz de Castro, 1º de el nombre y 8º de los Lemos, Andrade, Villalba (o fray Agustín de Castro) lo fue tambén de Castro, marqués de Sarria y Duque de Taurisano por su muger la Exma. Señora Da. Lucrecia Legnan de Gatinaro: Asimismo fue de los Consejos de Estado y Guerra de S.M. comendador de Hornachos, de la orden de Santiago, Virrey de Nápoles, y Sicilia, y Embaxador ordinario en Roma y Capitán General del el Reyno de Galicia [Sicilia].

El Sor. Dn. Felipe 3º, el Santo, y religioso en consideración a el estudio del Señor Conde Dn. Francisco le hizo Consejero Colateral del Reyno de Sicilia en 1600 con la espresión ya entonces de “tamquam indoneum et Valde dignum: Mercurio de los Señores Reyes tan señaladas satisfacciones y lauros ya en sus nombramientos desempeño de sus encargos como en varias y muy repetidas cartas, que le consideraban por uno de los hombres de más mérito de la Nación.

Los Napolitanos mismos después que dejó de mandarlos escribieron à los Señores Reyes haciéndoles muchos elogios del Señor Conde y sintiendo su partida.

Después tomó el Hávito de Monge Benito en Sahagún à 18 de septiembre de 1629 y se mudó el nombre, en el de Fray Agustín de Castro: Profesó en 1º de Octubre de 1630, en la cama por estar enfermo á la sazón: Antes havía renunciado, dentro de los dos meses de los Concilio, de todos sus estados en su hijo Dn. Francisco II.

Murió su Rma. en 1º de Septiembre de 1637 en el Convento de San Juan Bautista de la orden de San Benito, sito extramuros de la Ciudad de Burgos; y sepultose con ataúd en la Capilla llamada del Capítulo que está en el Claustro de dicho Convento de donde se sacó en virtud de Breve del Señor Nuncio, y llevó su cuerpo à el de Sn. Vicente de Monforte, dando este placer à la orden, no obstante estar en otras los panteones de la Casa. Todo resulta auténticamente como que los monges de Sahagún, los de Arlanza, donde también estubo, y sus deudos hicieron todos vivas diligencias por llevarse el Santo Cadaber (expresiones con la de Santisimo y venerable que arrojan los papeles) resultando últimamente barias preguntas en vía de información para publicar sus virtudes.

Los padres de los referidos señores Condes fueron los Exmos. Señores Dn. Fernando Ruiz de Castro y da. Catalina de Zúñiga, y se casaron en Madrid en 1574 en el Alcázar y Palacio Real en el aposento de la Reyna DaAna, estando presente entre otros la madre del Rey Dn. Felipe, el presidente por Dn. Fr. Bernardo de Fresneda, el obispo de Córdoba, confesor de S. M. y fue en virtud de poder dado à Dn. Juan de la Cerda, duque de Medinaceli.

Tal pues es el resultado de lo que expresan los papeles del archivo. Madrid 1805.

(Firmado: Iglesias)


NOTAS:

[1] En esa fecha, el conde era don Pedro Antonio Fernández de Castro, que se encontraba en Perú desempeñando el cargo de virrey. Falleció el 6 de diciembre de 1672.

[2] Cuando hace referencia a la “vara de la fortaleza” se refiere al sótano.

[3] Manuela Sáez González, “Materiales del Archivo de Protocolos Notariales de Nápoles en los gobiernos de los virreyes Lemos, Benavente y Osuna” en ANNALI SEZIONE ROMANA, LVI, 1, Napoli 2014, pp. 19-95.

[4] Leporario = lebrel, galgo; galgo leporario se llama el perro que persigue liebres.

[5] Esta es otra evidencia de que los papeles de la casa no sufrieron daño en el incendio del palacio en l672.

[6] Había cesado en la presidencia del Consejo de Indias a fines del 1609.

[7] Camándula = rosario de treinta y tres granos, uno por cada año que vivió Jesús.  

[8] Se equivoca en el mes.

[9] Se vuelve a equivocar el «archivero», pues no fue capitán general del reino de Galicia, sino de Sicilia cuando ejercía el virreinato.

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Cuatrocientas veces GRACIAS

Fecha de Publicación: 20/12/2020
Miembros de la Sociedad Cervantina hacen entrega de los libros recogidos a Milagros Plaza, presidenta de la asociación El Sosiego

Brilló la solidaridad en la entrega de libros de la Navidad 2020, para hacer olvidar el año triste de la pandemia.

Exitosa tercera edición de la campaña de recogida de libros infantiles y juveniles en la que se han superado las 400 unidades de ejemplares donados

Alcázar de San Juan, 20-12-2020.- Con la entrega de los libros a la Asociación Cultural y Social El Sosiego para su incorporación a lotes de juguetes que se entregarán a niños de familias más desfavorecidas, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan da por finalizada esta tercera edición de la campaña “Ningún niño sin imaginación”.

Los cervantistas alcazareños se han manifestado muy satisfechos del resultado de la campaña de 2020 que ha arrojado un balance extraordinario al haber superado la cifra de 400 unidades. Ha sido sin duda la mejor de cuantas campañas se han organizado hasta la fecha.

Además de la colaboración de los alcazareños -que ha sido magnífica-, este año y gracias a la difusión en las redes sociales se han recibido libros desde otras localidades de la comarca, incluso desde Sevilla.

La predisposición de cuantos han colaborado ha hecho que por unos días se nos olvide que hemos pasado un año triste y que las buenas personas nos crecemos en la adversidad y que ante ella hacemos que afloren nuestros mejores sentimientos. Si además de fomentar la lectura en los jóvenes, conseguimos olvidar este año nefasto de la pandemia, nos daremos por satisfechos con ambos objetivos.

Por la gran acogida obtenida y por la gran participación de los alcazareños, la Sociedad Cervantina de Alcázar quiere agradecer CUATROCIENTAS VECES a todos su solidaridad y su buen corazón y los anima a que el año próximo continúen colaborando en esta iniciativa que se va consolidando en el calendario navideño de Alcázar de San Juan.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Mentiras, patrañas y pullas: el timo de la bocina, los cuernos de la luna y la caverna espantosa

Fecha de Publicación: 18/12/2020

Ponencia presentada en el Congreso Internacional «Burlas, burladores y burlados en Cervantes» por Enrique Suárez Figaredo, de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan (Pamplona, 17 y 18 de diciembre de 2020)


La ponencia agrupa y versiona tres trabajos independientes publicados en su día en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan por varios socios, y se detiene en sendos pasajes del Quijote que, en mi modesta opinión, no han sido perfectamente interpretados, o no totalmente explicados, por los comentaristas. Uno de ellos es el engaño urdido por Sancho para que su amo no emprenda la aventura de los batanes (dQ1-20); otro, el remate del vuelo de Clavileño (dQ2-41): burla ideada por los Duques en su finca de campo, y el otro tiene lugar en las proximidades de las Lagunas de Ruidera, concretamente en la Cueva de Montesinos (dQ2-22 y 23).


— o O o —

EL TIMO DE LA BOCINA DEL HOMBRE DEL NORTE

En las entrañas de Sierra Morena y excitado por el horrísono ruido de los batanes en medio de una tenebrosa noche, don Quijote decide acometer aquella peligrosa aventura sin saber contra qué ni contra quién. Presa del miedo, Sancho pretende que don Quijote no se aparte de su lado, y para ello le miente en lo más básico, porque en una noche nubosa, que la hacía «tan escura», no puede ver la constelación de la Osa Menor (llamada popularmente bocina o cuerno), como acaba admitiendo ante las reticencias de su amo:

—¡Por un solo Dios, señor mío, que non se me faga tal desaguisado! Y ya que del todo no quiera vuestra merced desistir de acometer este fecho, dilátelo a lo menos hasta la mañana, que, a lo que a mí me muestra la ciencia que aprendí cuando era pastor, no debe de haber desde aquí al alba tres horas, porque la boca de la bocina está encima de la cabeza, y hace la media noche en la línea del brazo izquierdo.
—¿Cómo puedes tú, Sancho —dijo don Quijote—, ver dónde hace esa línea ni dónde está esa boca o ese colodrillo que dices, si hace la noche tan escura que no parece en todo el cielo estrella alguna?
—Así es —dijo Sancho—; pero tiene el miedo muchos ojos y vee las cosas debajo de tierra, cuanto más encima, en el cielo, puesto que por buen discurso bien se puede entender que hay poco de aquí al día.
—Falte lo que faltare —respondió don Quijote—; que no se ha de decir por mí, ahora ni en ningún tiempo, que lágrimas y ruegos me apartaron de hacer lo que debía a estilo de caballero. (dQ1-20)


La ciencia a la que recurre Sancho para calcular la hora de la noche es el antiguo método de imaginar en el firmamento la figura de un hombre (el Hombre del Norte). En su abdomen se supone la Estrella Polar, que se mantiene fija en la bóveda celeste. Ahí imaginamos la boquilla de la bocina. La boca de la bocina la forman las 2 estrellas del final de la Osa Menor (guardas), y la línea imaginaria entre la Polar y la guarda delantera se asimila a la única saeta de un reloj con una esfera de 24 horas. La bóveda celeste siempre está en su lugar (la Tierra es la que rota), de modo que, a nuestra vista, la bocina gira en sentido anti-horario y completa un giro cada día.

Así describe el cosmógrafo Pedro de Medina, en su Arte de Navegar (1545), la manera de calcular la hora durante la noche observando la posición relativa de la boca de la bocina respecto a la Estrella Polar:

La estrella del Norte, muy mirada y conocida de todos los navegantes, es la primera de las siete estrellas de que se compone la Osa Menor, que vulgarmente se llama bocina… De manera que aunque el Polo no se ve, por esta estrella se atina y sabe el lugar donde el Polo está, lo cual se conoce por otra estrella de las mismas siete, la más reluciente de las dos llamadas guardas que están en la boca de la bocina, la cual estrella se llama guarda delantera…
dando a conocer en todo tiempo del año qué hora es de la noche por aquella cuenta que dice «mediado abril, media noche en la cabeza».

Efectivamente, es a mediados de abril cuando a medianoche «la boca de la bocina está encima de la cabeza» (la bocina avanza su posición una hora cada 15 días, dos cada 30, seis cada 90, 12 cada medio año); y pues esta aventura tiene lugar a mediados de agosto (4 meses después), la boca de la bocina no puede estar a medianoche donde Sancho propone, sino en la línea debajo del brazo derecho.

Sancho da por sentado que el hidalgo don Quijote no está familiarizado con aquella «ciencia» rústica y la jerigonza correspondiente, y así, no sólo le miente al decir que ha observado la bocina, sino que le confunde augurándole menos de 3 horas para el amanecer cuando habría de pronosticarle la inminencia del alba (que eso resultaría de las referencias que aporta), y en tal caso, bien poco tardaría el amo en descubrir el engaño… y las costillas del escudero en sentirlo.


— o O o —


LOS CUERNOS DE LA LUNA DE PEDROLA

En Pedrola, a unos 30 km de Zaragoza y a poniente del Ebro, tenían un palacete los Duques de Villahermosa. Los comentaristas del Quijote se inclinan a pensar que en él transcurrieron bastantes de los episodios narrados en dQ2, entre ellos la conocida aventura de don Quijote y Sancho a lomos de Clavileño, rematada con una curiosa conversación entre Sancho Panza y el Duque:

Y sucedió que íbamos por parte donde están las siete cabrillas, y en Dios y en mi ánima que como yo en mi niñez fui en mi tierra cabrerizo, que así como las vi me dio una gana de entretenerme con ellas un rato… Vengo, pues, y tomo, y ¿qué hago? Sin decir nada a nadie, ni a mi señor tampoco, bonita y pasitamente me apeé de Clavileño y me entretuve con las cabrillas, que son como unos alhelíes y como unas flores…, las dos verdes, las dos encarnadas, las dos azules y la una de mezcla.

—Decidme, Sancho —preguntó el Duque—: ¿vistes allá entre esas cabras algún cabrón?

—No, señor —respondió Sancho—, pero oí decir que ninguno pasaba de los cuernos de la Luna.
No quisieron preguntarle más de su viaje, porque les pareció que llevaba Sancho hilo de pasearse por todos los cielos y dar nuevas de cuanto allá pasaba sin haberse movido del jardín. (dQ2-41)

Diego Clemencín, primer gran comentarista del Quijote, anotó así el pasaje:

Esta respuesta de Sancho tiene el áire de ser pulla: mas no alcanzo su verdadero sentido, y sí solo que se juega del vocablo en la contestacion á la pregunta del Duque, quien habia hecho lo mismo tomando pié de la mencion hecha por Sancho de las siete cabrillas. No hallo, pués, en estos pasages ni oportunidad ni chiste.

En la misma línea se han venido manifestando los más renombrados anotadores: algo oculta el pasaje. Oportunidad la dio el Duque, y en la respuesta del escudero algo hay de chiste, pero más de malicia. Cuando Sancho habla de «cuernos de la Luna», por medio del satélite alude a los hechos protagonizados por la hermosa y muy casquivana Luisa Pacheco de Cabrera, hija de los marqueses de Villena y esposa de Juan de Gurrea y Aragón (1543-1573). Éste era hijo de Martín de Gurrea y Aragón (1525-1581) y Luisa de Borja (bisnieta del Papa Alejandro VI y hermana de San Francisco de Borja). Sin profundizar en la genealogía (legítima y bastarda) de aquella relevante familia aragonesa, en ella recayeron los condados de Luna (Zaragoza) y Ribagorza (Huesca) y el marquesado de Villahermosa (Castellón), y solía residir entre Pedrola y Zaragoza.

Martín de Gurrea cedió a su hijo el condado de Luna. La joven pareja se casó en 1569 y residió inicialmente en Toledo, donde ya la esposa comenzó con sus devaneos. Informado de ellos Martín de Gurrea y preocupado por el honor de su linaje, forzó que su hijo y esposa se fuesen a vivir con él a Zaragoza. Tampoco ese desplazamiento fue obstáculo para las frivolidades de doña Luisa, que en tierras zaragozanas entró en amoríos con un tal Martín de Torrellas con la complicidad de un criado del palacio ducal. El esposo se trasladó a Pedrola con varios amigos suyos para trazar un plan de acción. Volvieron secretamente a la capital y aguardaron una oportunidad para sorprender a los amantes y lavar el mancillado honor de la familia. El galán logó escapar por una ventana (aunque no tardó en morir de «unas fiebres que le dieron»), pero el criado acabaría apuñalado y echado a un pozo días después. En cuanto a doña Luisa, fue recluida en la residencia ducal en Los Fayos (a 90 km de Zaragoza), donde se abrió las venas (según parece, por inducción y en presencia de su esposo y amigos). Tan luctuosos hechos tuvieron lugar en 1571; don Juan puso pies en polvorosa, pero fue detenido en Italia y trasladado a España para ser ajusticiado a garrote en Torrejón de Velasco (a 28 km de Madrid) en 1573. Tenía entonces 30 años. (1)

Me pregunto qué necesidad tuvo Cervantes de hacer conocedor de semejante historia a un aldeano de «un lugar de la Mancha» y así justificar tan humillante pulla. También me preguntó qué grupo social de lectores alcanzó a captarla. En cualquier caso, Cervantes fue más allá de aquella «fina ironía» tan celebrada de los comentaristas.

El trágico episodio podría haber inspirado a María de Zayas y Sotomayor para su novela Mal presagio casar lejos:

Así estuvo hasta cerca de mediodía, que como… padre y hijo se vistieron, luego quisieron ejecutar la sentencia contra la inocente corderilla… Y entrando los dos con su sangrador y Arnesto, que traía dos bacías grandes de plata (que quisieron que hasta en el ser él también ministro en su muerte dársela con más crueldad), mandando salir fuera todas las damas y cerrando las puertas, mandaron al sangrador ejercer su oficio. Sin hablar a doña Blanca palabra, ni ella a ellos, más de llamar a Dios la ayudase en tan riguroso paso, la abrieron las venas de entrambos brazos, para que por tan pequeñas heridas saliese el alma, envuelta en sangre, de aquella inocente víctima sacrificada en el rigor de tan crueles enemigos.


— o O o —


LA CAVERNA ESPANTOSA DE MONTESINOS

Creo conveniente aclarar algún malentendido en relación a la aventura que se narra en el cap. dQ2-22, «Donde se da cuenta la grande aventura de la cueva de Montesinos, que está en el corazón de la Mancha». Es cierto que el Primo aconseja comprar la cuerda necesaria para bajar, y pues «don Quijote dijo que aunque llegase al abismo había de ver dónde paraba», compraron cien brazas; pero no es menos cierto que sólo requerían algo menos de veinte para esta aventura. Veámoslo.
Antes que nada, obsérvese que el Primo que guía a los protagonistas sólo conoce la ubicación de la cueva, pero nunca ha entrado en ella, y así, pedirá a don Quijote «que mire… con cien ojos lo que hay allá dentro: quizá habrá cosas que las ponga yo en el libro de mis Transformaciones». Sigamos. Llegados a la boca de la cueva, ciñen con la soga a don Quijote, quien «se dejó calar al fondo de la caverna espantosa». Los de arriba van soltando soga según él les va dando voces, «y cuando… dejaron de oírse, ya ellos tenían descolgadas las cien brazas de soga». Se diría, pues, que don Quijote ha descendido las cien brazas; pero sigamos leyendo.

Al cabo de un buen rato sin noticias de don Quijote, Sancho y el Primo deciden recoger la soga, y lo consiguen «con mucha facilidad, y sin peso alguno, señal que les hizo imaginar que don Quijote se quedaba dentro», hasta que habiendo sacado más de ochenta brazas «sintieron peso, de que en estremo se alegraron. Finalmente a las diez vieron distintamente a don Quijote…, y sacándole del todo, vieron que traía cerrados los ojos, con muestras de estar dormido. Tendiéronle en el suelo y desliáronle, y con todo esto no despertaba».

Entonces, ¿cuán de profunda es la cueva? ¿Cien brazas o veinte? La explicación la dará don Quijote en el cap. siguiente:

A obra de doce o catorce estados de la profundidad desta mazmorra, a la derecha mano, se hace una concavidad… capaz de poder caber en ella un gran carro con sus mulas…, cuando ya iba cansado, y mohíno de verme pendiente y colgado de la soga caminar por aquella escura región abajo sin llevar cierto ni determinado camino… determiné entrarme en ella y descansar un poco. Di voces pidiéndoos que no descolgásedes más soga hasta que yo os lo dijese, pero no debistes de oírme. Fui recogiendo la soga que enviábades, y haciendo della una rosca o rimero, me senté sobre él… considerando lo que hacer debía para calar al fondo no teniendo quien me sustentase, y estando en este pensamiento y confusión me salteó un sueño profundísimo. (dQ2-23)

La braza es una medida antigua de longitud equivalente a dos varas castellanas o 1,67 m actuales. El estado se aplicaba a medidas de altura o profundidad, y también equivalía a dos varas o 1,67 m; es decir, estado y braza medían lo mismo, aunque se aplicaban a una u otra dimensión. El panel informativo instalado fuera de la cueva indica que la profundidad es de 18 m (11 estados). No importa que don Quijote diga haber profundizado «doce o catorce», porque ¿cómo pudo medirlo? Y no requirió las cien brazas; lo que sucedió es que los de arriba no entendían las voces que les llegaban, y soltaban soga cuando don Quijote les pedía lo contrario.

Tampoco importa que el Primo prevea que don Quijote habrá de «descolgarse en su profundidad», ni que él se disponga a «despeñarme… empozarme… y… hundirme en el abismo», porque ni uno ni otro conocen la cueva.

Desde luego, la de Montesinos no es una sima (como parece desprenderse del relato), sino una cueva con una fuerte pendiente, y con calzado adecuado no es difícil el descenso, pues hoy lo facilitan algunos escalones tallados en la roca en la parte más pronunciada: nada de «caverna espantosa», nada de «abismo» ni soga. ¿Quiere eso decir que Cervantes carecía de información sobre la cueva, que la confundió con otra? ¿Acaso, como buen novelista, alteró la realidad para dar así mayor dramatismo a la acción? Lo constatable es que si consideramos un triángulo rectángulo cuyos catetos miden 30 y 15 metros (hasta la «concavidad… capaz de poder caber en ella un gran carro con sus mulas»), la hipotenusa resulta ser de 33,5 metros o ¡20 brazas!


Sea como que fuere, nótese que Cervantes nunca describe la cueva; lo que el lector lee es lo que don Quijote imaginó antes y contará después. Es nuestro ingenioso hidalgo quien altera la realidad para dejar boquiabiertos a Sancho y al Primo. Los intrépidos protagonistas de los libros de caballerías se enfrentan, capítulo sí y capítulo también, a semejantes aventuras, siempre a riesgo de la vida o de caer en algún encantamiento urdido por un perverso mago (la Montaña Temerosa, el Castillo del Bramido, la Laguna Hirviente…). ¿Había de ser menos hazañoso nuestro don Quijote? Ya en la Gran Sala, decepcionado (cuando no aliviado) por no ser la cueva lo que se temía, sólo dejó pasar el tiempo en tanto que tramaba aquella patraña en su fértil imaginación. Finalmente, se dejó sacar a la superficie «con muestras de estar dormido». ¡Vaya con don Quijote! Y ¡vaya con Cervantes, que casi nos hace caer en el espejismo!

Muy calculadamente, no será hasta dos caps. más adelante que Cide Hamete Benengeli, «autor arábigo y manchego», «flor de los historiadores», nos confirme que esa es la verdadera explicación de «la grande aventura de la cueva de Montesinos»:

Se tiene por cierto que al tiempo de su fin y muerte… se retrató della y dijo que él la había inventado, por parecerle que convenía y cuadraba bien con las aventuras que había leído en sus historias. (dQ2-24)


— o O o —


CONSIDERACIONES FINALES


Estuve a un paso de incluir en la Ponencia aquel «volvieron… a ser bestias» (dQ2-29), pasaje que ha generado interpretaciones un tanto sofisticadas; pero lo descarté por no haber allí engaño ni burla, sino un malentendido del que Cervantes es inocente. Y muy bien habría cabido aquí la caricatura de Vicente Espinel en el personaje «Vicente de la Rosa» (dQ1-51), pero el formato de este Congreso Virtual no permite tanto contenido. (2)

Soy el primero en admitir que con estos comentarios no habré descubierto la rueda. En cuanto a cómo las gastaba Miguel de Cervantes, me sumo a quienes creen que aún la cola nos queda por desollar. La mesa está servida; pero degustar las delicatessen más suculentas quizá implique atenernos más a lo humano que a lo divino, que los árboles nos permitan ver el bosque. Un bosque en que se repartía mucha leña, como denunció aquel tan denostado Alonso Fernández de Avellaneda.

Enrique Suárez Figaredo
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
https://cervantesalcazar.com


NOTAS
(1) Para más detalle, v. Ángel Canellas López: «Notas para la vida dramática de D. Juan de Aragón y Gurrea» (Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita-1954).
(2) V. en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, pestaña «Quijo-cosas», las tituladas «Peces y bestias en la aventura del barco encantado» y «Vicente de la Rosa, el gran seductor».

Feliz Navidad

Fecha de Publicación: 09/12/2020

Después de un año muy duro en salud, economía y calidad de vida, deseamos a todos nuestros amigos una feliz Navidad y un año nuevo 2021 que sea mucho mejor que el que estamos a punto de dejar.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan desde Barcelona en el Congreso de la Universidad de Navarra

Fecha de Publicación: 17/12/2020

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha participado en el Congreso Internacional «Burlas, burladores y burlados en Cervantes», organizado por el Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra

Por delegación de la Junta Directiva, nuestro Socio de Honor Enrique Suárez Figaredo (residente en Barcelona), presentó en el Congreso la ponencia «Mentiras, patrañas y pullas: el timo de la bocina, los cuernos de la Luna y la caverna espantosa». Atendiendo a las circunstancias que vivimos, el Congreso se ha celebrado en modo virtual (no presencial) y con un limitado número de participantes.

La ponencia agrupa varias de las QUIJO-COSAS publicadas en nuestra web (https://cervantesalcazar.com) y comenta tres pasajes del QUIJOTE que no han sido perfectamente interpretados, o no totalmente explicados, por los comentaristas. Uno de ellos es el engaño urdido por Sancho para que don Quijote no emprenda la aventura de los batanes; otro, el remate del vuelo de Clavileño, y el último tiene lugar en la Cueva de Montesinos.

Para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan es motivo de satisfacción y orgullo que las aportaciones de los Socios nos permitan ir ganando visibilidad en el disputado mundo cervantino, y nos anima a continuar en esa línea en la medida que nuestros modestos recursos nos lo permitan.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Tercera edición de la campaña de recogida de libros “Ningún niño sin imaginación”

Fecha de Publicación: 04/12/2020

 

Alcanzamos la tercera edición de la iniciativa de esta Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que al llegar las fiestas navideñas posibilita acercar los libros a los niños más desfavorecidos y fomenta la lectura entre los jóvenes

Alcázar de San Juan, 4-12-2020.- Con la pretensión de que ningún niño se quede sin leer esta Navidad, por muy limitado que sea su poder adquisitivo, o por muy desfavorables que sean sus condiciones familiares, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha iniciado la campaña “Ningún niño sin imaginación” que ya alcanza su tercera edición y que consiste en la recogida de libros que en muchos hogares alcazareños ya han sido leídos y a los que pretendemos alargar su vida poniéndolos en las manos de  otros niños que tienen más difícil el acceso a este elemento sustancial de conocimiento por lo que de ningún modo pueden quedarse sin desarrollar su imaginación a través de la lectura.

Los días 4 de diciembre (viernes) y 11 de diciembre (viernes), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de 18:30 a 20:00, para la recogida de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura. También este año, nuestro socio Enrique Lubián será el encargado de su recogida permaneciendo en el Centro Cívico en el horario anunciado. Los libros recogidos se entregarán a la Asociación Cultural y Social El Sosiego (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

En esta Navidad y más aún después del año tan difícil que nos está tocando vivir hacemos una llamada a la generosidad, es tiempo de compartir con los demás, sobre todo con los que menos tienen, porque son días propicios para que afloren nuestros buenos sentimientos de solidaridad. Esperamos vuestras donaciones.

Recordamos los días y horas de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico:

  • Viernes 4 de diciembre, de 18:30 a 20:00
  • Viernes 11 de diciembre, de 18:30 a 20:00

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Sancho Panza reivindicado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 02/12/2020
 

La estatua de Sancho Panza, de Marino Amaya en la plaza de España (Alcázar de San Juan), inspirada en Tico Medina

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Los cervantistas alcazareños consideran de importancia capital poner en valor la figura de Sancho Panza y rehabilitar algunas actividades de la antigua Orden de los escuderos llamados Sanchos que tuvo su mayor esplendor en los años 70 del pasado siglo, empeño en el que colaborará Tico Medina, Gran Maestre de la Orden

Alcázar de San Juan, 2 de diciembre de 2020.- Recientemente nuestro socio Manuel Rubio Morano ha publicado un completo artículo sobre la Orden de los escuderos llamados Sanchos, publicación que no es un hecho aislado, sino que está dentro de una estrategia de esta Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan para poner en valor la figura de Sancho Panza, el otro gran protagonista del Quijote. Por eso mismo, también ha publicado Enrique Suárez Figaredo el artículo “El gran Sancho Panza (The lone survivor)”, con gran seguimiento en los medios de comunicación.

Entendemos que la figura de Sancho merece un mayor reconocimiento -al igual que en la novela- puesto que Cervantes crea el personaje como contrapeso ideal a don Quijote. Si bien en la primera parte solo lo acompaña, en la segunda parte luce con luz propia adquiriendo más importancia, incluso protagonizando episodios. Destaca como gobernador de la ínsula Barataria por su sensatez. A lo largo de esta segunda parte se acentúa también el proceso de quijotización y reclama la importancia que como personaje le corresponde. Sus funciones en la novela son la de delimitar el mundo de don Quijote, señalando el mundo externo, ayuda a descubrir la personalidad de su amo y aporta el elemento cómico a la obra, sobre todo por su característica de soltar gran cantidad de refranes, de los que es un gran conocedor y casi siempre oportunos y traídos a colación.

Es por lo que la Sociedad Cervantina de Alcázar se propone retomar una actividad de la antigua Orden de los Sanchos, otorgando el nombramiento de “Gran Sancho Panza” a personas de cualquier parte de España y del mundo, que cumplan unos requisitos relacionados con la figura de Sancho Panza.

Para esta actividad contamos con el afamado periodista Tico Medina, fundador de la Orden de los Sanchos y Gran Maestre de la Orden, que se ha mostrado muy ilusionado en volver a retomar esta actividad, seguirá siendo, como socio ya de ella, un puntal muy importante en cuantas iniciativas lleve a cabo esta Sociedad Cervantina, relativas a la exaltación de Sancho Panza.

Pensamos que es una bonita tradición y una manera sin par de promocionar nuestra ciudad, así como de promover el conocimiento de sus recursos turísticos, que se pondrá en marcha a lo largo del próximo año 2021. La Sociedad Cervantina ya está valorando varios candidatos con los que iniciar esta nueva actividad que tendrá lugar en la Silla de Sancho en la finca de La Platera, que sus propietarios amablemente nos han cedido para su uso.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El Quijote de la Plaza Alta de Algeciras

Fecha de Publicación: 24/11/2020

Efigie de Don Miguel de Cervantes Saavedra
Plaza Alta de Algeciras. Fuente central, hacia 1930

Cada ciudad tiene una plaza que se convierte en su espacio público por excelencia, en el caso de la refundación de Algeciras en el siglo XVIII esta función la cumplió desde sus inicios la Plaza Alta, cuyo nombre le viene dado por su posición, a mayor nivel, sobre la que se llamó en los inicios de la nueva población Plaza Baja, cerca del puerto. Hoy el nombre de esta última es el de Plaza de Ntra. Sra. de la Palma, aunque todo el mundo la conoce como la Plaza de Abastos, porque allí tiene su asiento el mercado local.

La plaza funciona como el mayor espacio de socialización de la ciudad junto a sus calles aledañas, la calle Ancha (oficialmente Regino Martínez) y la calle Convento (oficialmente Alfonso XI). En ella tienen lugar las citas del día, bien sea en la misma plaza, en los cafés, los bares o los negocios de alrededor. En ella se desarrollan las principales manifestaciones culturales, festivas y religiosas de la ciudad; pero sobre todo es el espacio íntimo ligado a la infancia, las pandillas de juventud y los noviazgos de cualquier edad.

La que hoy contemplamos no es la primera, que hubo en ese espacio, de ésa, diseñada cuando el general Castaños, el héroe de Bailén, fuera comandante del Campo de Gibraltar, nos queda su perímetro, marcado por un gran cuadrilátero achaflanado en sus esquinas, lo que le da la forma de un octógono irregular.

El emblema de esta plaza siempre ha sido el monumento central, que en sus orígenes fue una fuente, sobre la que se situó un obelisco de madera, dedicado a Godoy, que no duró mucho. Ésta fue sustituida por un monumento conmemorativo de las batallas de la Guerra de la Independencia, que a su vez sería reemplazado por una columna conmemorativa de piedra (1826-1926), sobre la que se pensó poner el busto de Castaños, a lo que éste rehusó, por lo que nunca tuvo un remate digno de ser recordado. Su lugar lo ocupó, por poco tiempo, una farola a la que popularmente se le dio el nombre de Cocina Económica y por fin con la renovación integral de toda la plaza entre 1929 y 1930, el espacio central lo ocuparía la gran fuente cerámica que aún subsiste. Parecida a ella es la Plaza de España de Vejer de la Frontera.

La Plaza Alta a principios del siglo XX

Si hubiera que destacar de ella algún motivo especial, éste lo sería sin duda el conjunto de baldosas que nos cuentan varios episodios de la novela de las novelas: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. La técnica usada en todo el conjunto cervantino es la de la cuerda seca. Los colores son los habituales dentro de la cromática trianera: azules, amarillos, rosas y verdes, en todas sus tonalidades.

La decoración cerámica del conjunto se debe a los talleres sevillanos de la Casa González, Cerámica Santa Ana y Coca Campos, esta última en la década de 2010.

La inclemencia del tiempo y la actividad de nuestros bárbaros generacionales, han tenido mucho que ver en su deterioro y la necesidad de remplazar periódicamente, desde 1930, tan interesante conjunto patrimonial.

Sobre la encimera de la fuente central se hallan dieciséis escenas, que pueden pertenecer a la primera hornada de 1930, y en ellas podemos ver las efigies de Cervantes, don Quijote, su escudero Sancho Panza y trece secuencias referidas a la novela cervantina.

La Plaza Alta hacia 1930

Pero la temática cervantina tiene un mayor recorrido. De nuevo las escenas quijotescas se van a repetir, esta vez, sobre los bancos que flanquean la fuente, tanto en los de doble asiento como en los octogonales. En los primeros las escenas se distribuyen en dos filas con diez escenas en cada una de ellas, por tanto, hay cuatro filas y cuarenta azulejos en cada uno de estos bancos, pero no por ello hay motivos diferentes en los tres bancos restantes. Los cuarenta de cualquiera de los bancos de doble asiento que elijamos son los mismos que se van a repetir en los bancos restantes. Estos mismos motivos se van a alternar sobre los bancos poligonales, aunque no en el mismo orden. Por tanto, un exiguo número de azulejos son los responsables de la totalidad de la obra cervantina reflejada sobre los bancos de la Plaza Alta algecireña.

 

Plaza Alta de Algeciras. Detalles Fuente central. Postal años 70-80 / 2020. Banco de doble asiento

A través de estas piezas cerámicas se describen algunos de los sucesos de trece capítulos del primer libro. De las cuatro partes que lo componen, las piezas de la Plaza Alta se van a centrar en tres de ellos: el primero con diez escenas, el segundo y octavo con siete, mientras que el sexto, el décimo, decimoquinto, decimosexto, decimoséptimo y decimoctavo, sólo cuentan con una única representación.

En su conjunto podemos decir que en ellos predomina un sentido descriptivo bastante gráfico. Se trata de una obra en la que destaca el juego de imágenes sobre el detalle y en la que hay claras diferencias estéticas entre los azulejos que se encuentran sobre la encimera de la fuente ornamental y los que lo hacen sobre los bancos, en beneficio, claro está, de los de la fuente central.

Efigies de Don Quijote y Sancho Panza 
Plaza Alta de Algeciras
Fuente central, hacia 1930

 

Don Quijote cae ante un molino, Libro I, Capítulo 8º
Plaza Alta de Algeciras
Fuente central, hacia 1930

En su conjunto podemos decir que en ellos predomina un sentido descriptivo bastante gráfico. Se trata de una obra en la que destaca el juego de imágenes sobre el detalle y en la que hay claras diferencias estéticas entre los azulejos que se encuentran sobre la encimera de la fuente ornamental y los que lo hacen sobre los bancos, en beneficio, claro está, de los de la fuente central.

 

Andrés Bolufer Vicioso. Licenciado en Geografía e Historia

El gran Sancho Panza (The lone survivor)

Fecha de Publicación: 20/11/2020
 

 

En los años que dediqué a preparar mi Quijote de 2004, hube de releer mi texto media docena de veces (si no fueron más) para asegurarme de que seguía fielmente el de las ediciones príncipe (1605 y 1615). A cada revisión, la tarea se iba haciendo más mecánica, menos intensiva, permitiéndome consolidar mis propias reflexiones sobre la inmortal obra cervantina. Desde luego, el Quijote es (o quiso ser) un libro de entretenimiento, con momentos de excelente humor, pero también subyace en él la perpetua batalla entre el idealismo y el materialismo, soberbiamente reflejados en los personajes principales: uno ambiciona la fama y el otro ansía simplemente salir de penurias y, de ser posible, vivir a lo grande sin sudar gota. ¿Quién no?

Y lo cierto es que don Quijote logra su objetivo; pero no como hombre de carne y hueso, no como Alonso Quijano, sino como esa genial creación literaria infinitas veces reproducida en todas las lenguas del mundo. ¿Qué más pudo pedir Cervantes a su pluma?

Y ya que hablamos de pedir a la pluma, mis consocios y amigos de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan me han encargado que escriba «algo inédito sobre Sancho Panza». Yo obedezco (y agradezco) el encargo, pues me permite decir la mía, que no recuerdo haber expresado antes por escrito, y aquí me ha venido de molde recordar el título de cierta película bélica de 2013 en la cual un reducidísimo comando se infiltra en una zona escarpada de Afganistán infestada de talibanes. A ello, pues.

Para mis adentros, siempre he creído ver en el Quijote una odisea, si bien nunca me entretuve en comprobar si el vocablo estaba debidamente aplicado. Hoy sí lo he hecho, y leo en el diccionario de la RAE dos definiciones que vienen como anillo al dedo: «Viaje largo, en el que abundan las aventuras adversas y favorables al viajero – Sucesión de peripecias, por lo general desagradables, que le ocurren a alguien».

Vale, pues, lo de odisea; pero en toda odisea épica que se precie hay héroes que mueren y héroes que sobreviven, quien deja fama y quien no. La nuestra sólo cuenta con dos protagonistas, y lo paradójico del asunto es que el uno logra post mortem la enorme fama que habría querido gozar in vitam, en tanto que la memoria del otro, el que sobrevive, se diluirá en la inmensidad manchega. Incluso sus abundantes refranes tienden a perderse lastimosamente en el olvido. Pese a sus «muchos y buenos servicios», ni siquiera se le menciona en las últimas palabras que «el prudentísimo Cide Hamete dijo a su pluma»: malicia del «autor arábigo y manchego» de la historia, porque «siendo muy propio de los de aquella nación ser mentirosos…, antes se puede entender haber quedado falto en ella que demasiado». ¡Que injusta es la fama!

Pues yo quiero enderezar semejante tuerto, y digo que el gran Sancho Panza, el de «desnudo nací, desnudo me hallo», the lone survivor, es mi héroe del Quijote. Sobrevive para continuar la inexcusable empresa que para él, sólo para él estaba guardada. La inmensa mayoría de nosotros somos su reencarnación, cruelmente destinados a no dejar memoria más allá de una generación de familiares y amigos; pero eso no significa que hayamos sido inútiles para la sociedad que nos ha tocado vivir. Y esa es para mí la gran verdad, la gran lección que subyace en el libro de la primera a la última plana: en aquel ya algo decadente imperio español que llegó a conocer Cervantes, tan escaso de rutilantes héroes y grandes gestores como sobrado de corruptos, de ladronzuelos, de rentistas, de figurones y oportunistas «que ni quieren ni deben ni pueden trabajar», habrían de ser los anónimos Sanchos (y Teresas) quienes dejándose de cuentos sacasen sus familias y patria adelante con humildad y esfuerzo: nada nuevo bajo el sol que nos alumbra.

 

Enrique Suárez Figaredo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Del monasterio de la Concepción en Alcázar de San Juan, al convento de Nuestra Señora de la Soledad en Villarrubia de los Ojos y del Voto a la Inmaculada a la marcha de las hermanas Clarisas y la posterior llegada de las hermanas Concepcionistas

Fecha de Publicación: 11/11/2020

Dibujo del Monasterio de la Concepción de Alcázar de San Juan que aparece en la Enciclopedia Ilustrada Seguí

Cercana la fecha del 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, es oportuno recordar la huella dejada por las Hermanas del Hábito de Santa Clara, las Clarisas, en Alcázar de San Juan. Hoy en día ha quedado casi en el olvido que esta congregación, que actualmente tiene su morada en el Convento de Nuestra Señora de la Soledad de Villarrubia de los Ojos, es la misma congregación que fundó y habitó durante más de trescientos años (1564-1868) el Monasterio de la Concepción de Alcázar de San Juan, más conocido como Convento de Santa Clara. También es poco conocida la importantísima vinculación que estas religiosas tuvieron con la proclamación y la renovación anual del Voto a la Inmaculada Concepción, que esta Villa realizó por primera vez en el año 1470, así como las circunstancias de la posterior llegada a nuestra ciudad de las Hermanas Concepcionistas

Está bastante aceptada la idea de que Villalpando en Zamora y Saelices en Cuenca fueron los primeros pueblos de España que, en el año 1466, proclamaron la Pureza Inmaculada de María Madre de Dios y que mediante la proclamación de un Voto público juraron defenderla y celebrar anualmente esta festividad. Durante los siguientes años fueron muchos los pueblos y ciudades de España que se sumaron a esta iniciativa, entre ellos Alcázar de San Juan que ya por entonces tenía erigida, extramuros de la villa, una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Concepción.

La primera referencia histórica que tenemos de la existencia de esta ermita data del año 1470 cuando en ella el Gobernador del Priorato de la Orden de San Juan, en nombre de todo el pueblo de Alcázar, profirió el solemne Voto y juró guardar y celebrar anualmente la festividad de la Inmaculada Concepción, pidiendo su protección contra la plaga de langosta que por entonces asolaba sus cultivos. Y así se estuvo haciendo durante algunos años, pero finalmente todos se olvidaron del compromiso adquirido con Nuestra Señora y dejaron de celebrarlo.

Pero en el año 1546 otra gran plaga de langosta volvió a hacer estragos en los campos de Alcázar, arrasando de nuevo sus cultivos. Entonces sus habitantes se acordaron del olvidado Voto a la Inmaculada y el Concejo, junto a la Comunidad de los Padres Franciscanos que desde el siglo XIV eran los grandes defensores de este Misterio de Fe, decidió renovarlo a perpetuidad, añadiendo el compromiso de celebrar cada año nueve misas en honor de las nueve fiestas principales de Nuestra Señora.

Fieles a ese acuerdo el 8 de septiembre de ese mismo año partió desde la primitiva iglesia de Santa Quiteria todo el pueblo en procesión con destino a la venerada ermita, iba presidida por el Prior de dicha iglesia, Pedro de Orgaz, junto a todo el Concejo de la Villa encabezado por sus alcaldes ordinarios, Lope de Malara y Jerónimo Díaz Maroto. Una vez en la ermita se celebró una solemne función, en la que predicó Fray Francisco de Zamora, Guardián del Monasterio de San Francisco, a continuación, con las manos sobre los Santos Evangelios, se renovó solemnemente el Voto realizado en 1470. Firmaron como testigos del acto Luis de Aza, Hernando de Villaescusa, Juan Rubio, Martín Cabero, Sebastián de Yepes y el Bachiller Juan López Montalvo y dio fe de todo ello el escribano Alonso de Yepes.

La langosta desapareció y el suceso se expandió con rapidez por todos los pueblos y villas del Priorato, sobrepasando sus límites. Cuando esta noticia llegó al Monasterio de San Juan de la Penitencia de la Orden Tercera Franciscana, en Toledo, profesaba allí una religiosa alcazareña, la Venerable Sor Francisca de la Cruz, que de inmediato concibió la idea de dar gracias a la Santísima Virgen María fundando un monasterio de religiosas junto a la venerada ermita.

Con el apoyo de Sor María Fernández, conocida como “la peregrina de Cristo”, decidió acudir al Concejo de Alcázar con el fin de solicitar la correspondiente autorización. Para realizar la petición, en julio de 1556, concedió poderes al Presbítero Fray Francisco Cortés, Capellán de la Capilla del Obispo de Ávila, ante el escribano de Toledo Don Alonso de Madrid. El 1 junio de 1557 se elevó formalmente la petición al Concejo de Alcázar que ese mismo día, bajo la presidencia de sus alcaldes ordinarios Rodrigo de Sacedo y Hernando Díaz Guerrero, se reunió en la Sala Capitular del Ayuntamiento y acordaron otorgar la oportuna licencia y concederle la ermita y otros bienes anejos a ella.

Para finalizar todos los trámites faltaba la obligada autorización del Prior de la Orden de San Juan y el 20 de mayo de 1564, Jerónimo de Galoza, secretario del Gran Prior Frey Antonio de Toledo, daba en Madrid la licencia para fundar el monasterio. Tres días después, el 23 de mayo, Sor Francisca de la Cruz, junto a Sor María Ortega y Sor Luisa de la Ascensión, tomaban posesión de la ermita, que se convirtió en la iglesia del nuevo monasterio que de inmediato se edificó junto a ella. Desde entonces, hasta su exclaustración en 1868, no dejó de celebrarse en ella la festividad de la Inmaculada Concepción y la renovación anual del Voto, tal como se había acordado en las capitulaciones para la concesión.

En 1565 la Orden Franciscana dio a estas religiosas la Regla Terciaria Franciscana sin velo, pero veintiséis años después, en aplicación de los decretos sobre la clausura en los monasterios emanados del Concilio de Trento, el Capítulo Provincial de la Orden celebrado en Belmonte la modificó, dándoles la Segunda Orden Franciscana, Regla de Santa Clara. Regla que les fue de aplicación a partir de 1591, tras unos meses de instrucción a cargo de religiosas llegadas de la Comunidad de Clarisas de Huete.

El nuevo monasterio que recibió el nombre de Monasterio de la Concepción, aunque era más conocido entre los alcazareños como “de las monjas Clarisas”, prosperó rápidamente gracias a las abundantes ayudas de todo tipo que desde el primer momento recibió, debemos de recordar que en esa época Alcázar vivía su auténtica “edad de oro”. En pocos años llegó a tener más de ochenta religiosas y en él profesaron mujeres de las más arraigadas e importantes familias de Alcázar y de otros pueblos y villas del Priorato. 

A principios del siglo XVII era tan elevado el número de religiosas que moraban en el Monasterio de la Concepción que Doña María Díaz Pedroche, virtuosa dama alcazareña devota de San Francisco, les cede su casa solariega para fundar en ella un segundo monasterio de la Regla de Santa Clara; la licencia para esta fundación les fue concedida por la Orden Franciscana el 2 de noviembre de 1601. Con esta licencia en su poder se dirigieron al Gran Prior de la Orden de San Juan, Príncipe Enmanuel Filiberto, para solicitar la correspondiente autorización, que les fue concedida por su Lugarteniente Frey Don Antonio de Toledo el 28 de enero de 1602.

El 23 de mayo de ese mismo año tomó posesión de la casa de Doña María Díaz Pedroche el Provincial de la Orden Franciscana, que designó a Fray Calixto Cantero como primer Vicario y a Sor María de Vargas como Madre Abadesa Fundadora del nuevo monasterio, quien de inmediato se instaló en su nuevo hogar junto a Sor Ana Pérez y Sor Jerónima Martínez Coronel, las tres monjas Clarisas procedentes del Monasterio de la Concepción, según la condición impuesta por Doña María.

Junto al nuevo monasterio, que se denominó Monasterio de San José por nacer bajo la protección de este santo, se construyó una pequeña iglesia, hoy desaparecida, que fue bendecida el 15 de junio de 1605. Este segundo monasterio, más pequeño que el de la Concepción, llego a albergar en su momento de máxima actividad a unas treinta religiosas.

Estado del edificio del Monasterio de San José antes de su restauración para sede del Museo FORMMA

Durante los dos siglos siguiente ambas comunidades de religiosas vivieron años de esplendor, hasta el extremo de que la devoción por la Inmaculada Concepción que ellas profesaban y acrecentaban con su ejemplo, hizo que el Concejo, por Bula concedida por el Papa Urbano VIII (1623-1644), la declarase Patrona de la Villa, en clara desavenencia con el Vicario Arzobispal, residente en Alcázar, que había proclamado Patrona a Santa Quiteria y establecido el 22 de mayo como su festividad. La controversia nunca cesó completamente y para reafirmar su posición, hacia la segunda mitad del siglo XVIII, el Concejo mandó pintar en la Sala Capitular del Ayuntamiento una imagen de la Inmaculada con esta inscripción: “Ave María Purísima. La Inmaculada Concepción General Patrona de esta Villa”.

Otro claro ejemplo de la devoción que los vecinos de Alcázar sentían por María Inmaculada lo tenemos en el hecho de que, en el año 1666, el matrimonio formado por Don Francisco de Reza Orozco y Doña Francisca Muñoz Villaseñor fundaron, a expensas de su patrimonio, el “Colegio de la Inmaculada Concepción y San Buenaventura”, ubicado en la Universidad del Monasterio de San Francisco y en el que se impartían estudios de Filosofía y Teología para clérigos franciscanos, pero al que podían asistir también seglares de esta Villa.

Pero como el paso del tiempo todo lo cambia, esta disputa acabó en el año 1824 con el reconocimiento como nueva Patrona de Alcázar de otra advocación de la Santísima Virgen, también muy arraigada desde hacía tiempo entre sus habitantes, la devoción a Nuestra Señora del Rosario, cuya festividad litúrgica, a celebrar el día 7 de octubre, había establecido el Papa Pio V en acción de gracias por la victoria de la Liga Santa sobre los turcos en la batalla de Lepanto.

Gracias al Censo del Conde de Floridablanca, elaborado en 1787 durante el reinado de Carlos III, sabemos que en ese año la comunidad alcazareña de monjas Clarisas aún mantenía un cierto vigor, pues contaba con un total de 54 religiosas, 26 residentes en el Monasterio de la Concepción y 28 en el de San José; solo había sufrido un ligero descenso respecto las 60 monjas que se habían contabilizado en el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1752.

Con la desamortización de Mendizábal en 1836, se exclaustraron todos los conventos de Alcázar, incluido el Monasterio de San José, pero no el de la Concepción, en donde se recogieron las últimas religiosas procedentes de aquél. Pero la decadencia, de la mano de la secularización, era ya imparable y el Monasterio de la Concepción, en cuya iglesia el Concejo de la Villa seguía renovando anualmente el Voto a la Inmaculada, se quedaba sin religiosas. Tan solo una leve esperanza se vislumbró en 1862, cuando S.M. la Reina Isabel II, ferviente devota de la Inmaculada Concepción visitó el Monasterio.

La visita, que inicialmente debía de haberse realizado cuatro años antes y se había suspendido por causas climatológicas, se realizó definitivamente el 12 de septiembre de ese año, aprovechando un viaje de la Reina a Andalucía. Según dicen las crónicas, la comitiva Real recorrió las calles de Alcázar desplazándose en carruaje desde la estación del ferrocarril hasta el Monasterio, haciendo una breve parada en la Iglesia de San Francisco, una vez en él los Soberanos departieron con las religiosas, probaron sus dulces y oraron ante la Imagen de la Inmaculada Concepción, quedando maravillados de su belleza. La Reina hizo una generosa donación a la Comunidad y al Consistorio y prometió ayudarles en todo lo que pudiera.

Animados por esa promesa la Corporación Municipal envió, el 12 de diciembre de 1864, una carta a S.M. solicitando el envío de religiosas para mantener viva la actividad del Monasterio, pero la situación era ya irreversible y en 1868 las tres últimas monjas que quedaban en él abandonaron definitivamente Alcázar y con su marcha se puso fin a la renovación anual del Voto a la Inmaculada Concepción. El edificio fue cedido al Ministerio de la Guerra para uso militar y acabó siendo, con el paso de los años, casa cuartel de la Guardia Civil. Actualmente ha sido transformado para uso hotelero.

En la parte del edificio del Monasterio de San José que se ha mantenido en pie se ubica en la actualidad el Museo FORMMA, museo de la Cerámica Manchega, en donde se exhibe una amplia colección de piezas procedentes de los principales núcleos alfareros de la región. Es de destacar el histórico escudo de la Orden Franciscana que ennoblece una de las esquinas del edificio.

Escudo de la Orden Franciscana en la fachada del antiguo Monasterio de San José

Esas tres últimas religiosas que abandonaron el Monasterio de la Concepción en 1868, la Abadesa Madre Sacramento Alfaro, Sor Saturnina de la Soledad y una tercera hermana sin identificar, fueron acogidas en el Monasterio de San José, de las Carmelitas Descalzas, en Malagón. En este lugar pudieron seguir con normalidad y total independencia su propia Regla de Santa Clara.

Como curiosidad hay que comentar que entre los dulces que hacían las monjas Clarisas destacaban unas deliciosas tortas de bizcocho, quizás elaboradas según la receta traída desde alguno de sus conventos en Italia. Estas tortas, que siguieron elaborándose fuera del monasterio por el personal seglar que en él trabajaba, son en la actualidad las famosas y apreciadísimas “Tortas de Alcázar”.

Catorce años después, en 1882, la Madre Sacramento Alfaro tuvo noticias de que un vecino de Villarrubia de los Ojos, Don Bernardo Jerez Moraleda, estaba rehabilitando y ampliando a sus expensas el edificio de la antigua ermita de Nuestra Señora de la Soledad para convertirlo en iglesia, puestos ambos en contacto acordaron fundar un convento en la casa y huerta que Don Bernardo tenía junto a esa ermita.

En 1884 Don Bernardo elevó al rey Alfonso XII un escrito solicitando del Ministerio de Gracia y Justicia la preceptiva autorización para la fundación del convento. El 17 de julio de 1885 se recibió en el Obispado de Ciudad Real el siguiente comunicado “De acuerdo a los informes favorables emitidos por las más altas autoridades eclesiásticas y civiles, se concede la correspondiente autorización para fundar en dicha Villa una Comunidad de Religiosas Clarisas”.

Ante esta gran noticia, la Madre Sacramento contestó de inmediato que podían contar con ella, con Sor Saturnina de la Soledad y con otras cuatro religiosas procedentes del Real Monasterio de Santa Clara de Játiva para la apertura de la nueva fundación. El 25 de agosto del citado año el Nuncio del Papa León XIII firmó las correspondientes autorizaciones y licencias para el traslado.

La Madre Sacramento, de acuerdo con la Abadesa de Játiva, fijó la fecha del 15 de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús, para tomar posesión de su nueva residencia a la que llamaron Convento de Nuestra Señora de la Soledad por estar junto a la ermita, ahora iglesia, de esta advocación. Así, diecisiete años después de haber salido de Alcázar de San Juan, la comunidad de Religiosas Clarisas que Sor Francisca de la Cruz había fundado en 1564 renacía en Villarrubia de los Ojos.

Esta nueva comunidad estuvo inicialmente formada por la Madre Sacramento y por las Hermanas Sor Saturnina de la Soledad, Sor Águeda María Badenes, Sor Angelina Sanmartín, Sor Patrocinio Ballester y Sor Juana María Llozar.

Con el paso de los años el viejo convento que se había edificado en los terrenos de la huerta de Don Bernardo se fue quedando obsoleto y así, el 6 de marzo de 1978, en concordancia con las orientaciones del Concilio Vaticano II sobre el tema de la renovación de la vida religiosa, comenzaron las obras del nuevo convento, en cuya construcción colaboró todo el pueblo de Villarrubia y del que sus habitantes se sienten especialmente orgullosos.

Pero los alcazareños no quedaron huérfanos por muchos años de acoger en su ciudad a una nueva congregación que, por encima de todas las cosas, rindiera culto y servicio a la Inmaculada Concepción de María y así, el 1 de julio de 1882, llega a Alcázar de San Juan una comunidad de religiosas pertenecientes a la Orden de la Inmaculada Concepción. Orden que había fundado en 1489 la portuguesa Santa Beatriz de Silva, mediante la Bula Inter Universa, aprobada por el Papa Inocencio VIII, cuatro siglos antes de declararse el dogma.

Esta nueva comunidad, en principio de Concepcionistas Descalzas por seguir la reforma llevada a cabo por la Madre Patrocinio Quiroga, instala su primera residencia en una casa de la calle del Verbo, hoy calle del Dr. Policarpo Lizcano, donada para tal fin por la devota alcazareña Doña Candelas Campo Vela, viuda de Don Evelio Reíllo Pizarro, quien acometió a su costa el proyecto de remodelación del edificio para transformarlo en monasterio. Fue su primera Abadesa Sor María Antonia de la Asunción Reíllo, hermana de D. Evelio, que vino junto a otras nueve religiosas del Monasterio Concepcionista de Manzanares.

La muerte de Doña Candelas, en febrero de ese mismo año de 1882, dejó inconclusas las obras del edificio que no se pudo acondicionar tal y como había previsto su benefactora, por lo que finalmente resultó ser una vivienda muy precaria e insalubre para las monjas. 

El paso del tiempo fue agravando estas malas condiciones y el estado ruinoso que presentaba el edificio en el año 1970 aconsejaron a la Rvda. Madre Mercedes de Jesús Egido, que había sido elegida Abadesa del Monasterio el 23 de enero de ese mismo año y hoy está en proceso de beatificación, la construcción de un nuevo convento e iglesia, cuyas obras comenzaron ese mismo año a expensas de Don Pablo Salvador Bullón en unos terrenos situados en la actual calle de La Virgen, casualmente muy próximos al lugar en donde estuvo ubicada, en el siglo XV, la antigua y venerada ermita de Nuestra Señora de la Concepción. 

En noviembre del año 1972, aún sin terminar las obras, pero acuciadas por la amenaza de ruina inminente en que se encontraba el viejo edificio de la calle del Verbo, las Hermanas se trasladan al nuevo y moderno monasterio que, junto a su preciosa iglesia, fue finalmente inaugurado y bendecido por el Obispo de Ciudad Real, Monseñor Juan Hervás y Benet, el 19 de marzo de 1973, festividad de San José, con el nombre de Monasterio de la Inmaculada y Santa Beatriz de Silva.

A partir de entonces esta Comunidad, siguiendo las directrices emanadas del Concilio Vaticano II sobre la adecuada adaptación y renovación de la vida religiosa, vivió un experimento de vida monástica basada en el espíritu y los propósitos de su Fundadora Santa Beatriz de Silva y tal como sucedió, casi cuatro siglos antes, con la fundación del Monasterio de San José de las Hermanas Clarisas, son ahora las Hermanas Concepcionistas, de la mano de la Madre Mercedes de Jesús, quienes abren, el 30 de abril de 1987, un nuevo monasterio llamado del Creador y de la Inmaculada, pero esta vez en la vecina población de Campo de Criptana.

En Alcázar de San Juan, además de los edificios de los dos antiguos monasterios de las Clarisas, ahora reconvertidos para esos otros usos ya comentados, ha quedado la hermosa y secular tradición del Voto a la Inmaculada Concepción, que tras pasar por ese largo periodo de olvido que comenzó con la marcha de las tres últimas religiosas en el año 1868, volvió a ser renovado 87 años después por el Alcalde de la Ciudad, Don Tomás Quintanilla, en solemne función religiosa oficiada el 8 de diciembre de 1954 en la iglesia de San Francisco.

Pero de nuevo nos encontramos con el hecho de que desde el año 2015 se ha vuelto a suspender su renovación. Sin entrar a valorar los motivos que han llevado a ello, pensamos que, aparte de su elevado sentido religioso, debería retomarse su renovación pues responde a una de las más hermosas tradiciones de Alcázar de San Juan, que no debería perderse después de los más de quinientos años transcurridos desde la proclamación del primer Voto.

Como ha venido sucediendo secularmente, desde aquellos lejanos años en los que los alcazareños pedían el fin de las plagas de langosta, la renovación del Voto siempre ha servido para que el alcalde de Alcázar de San Juan, además de proclamar la Inmaculada Concepción de la Virgen María, le expusiera las necesidades de la ciudad y solicitase su intercesión para solucionar los problemas que a todos nos acucian. Ahora, en este año, estamos ante una gran oportunidad para renovar de nuevo el Voto y pedir a Nuestra Señora protección frente a la Pandemia Covid-19 y las secuelas que padecemos. Seguro que muchísimas personas lo agradecerán.

Recordemos como Don José Eugenio Castellanos Perea, en el Voto de 1998, decía: “Como cada año venimos a solicitar vuestra intercesión para que nuevamente nos protejas de cualquier plaga que amenace nuestra convivencia, que socave nuestros credos, nuestra cohesión social, que nos hagan intolerantes con las ideas ajenas, excluyentes con hombres y mujeres de otras razas … ayúdanos a superar las enfermedades y los padecimientos, guíanos para nuestro recto proceder, en la defensa de los intereses de todos cuantos formamos esta comunidad”.

O como dos años más tarde, en 2000, Don José Fernando Sánchez Bódalo afirmaba que: “El progreso técnico y material, no ha evitado que miles de niños muera cada minuto; ni que cada diez segundos haya un nuevo enfermo de SIDA que no tendrá curación porque vive en una Tierra donde no ha llegado el remedio…” seguía diciendo “este Voto del año 2000 … es la mejor ocasión para fijarnos propósitos complicados pero necesarios. Ojala, el nuevo tiempo nos traiga la paz, la tolerancia y la superación de las desigualdades entre hombres y países”. Y acababa con estas palabras: “Señora, en nombre de todos los alcazareños y alcazareñas y de la Corporación Municipal, renuevo el Voto que la ciudad tiene hecho a tu Purísima Concepción. Voto que la Corporación que presido renovará cada ocho de diciembre en nombre de la ciudad de Alcázar de San Juan”.

Monumento erigido por Alcázar de San Juan a la Inmaculada Concepción en su primer emplazamiento en 1962

 

Este trabajo ha sido posible gracias a los datos recogidos en diferentes escritos de don Manuel Rubio Herguido y a la documentación facilitada por las actuales congregaciones de las Hermanas Clarisas del Convento de Villarrubia de los Ojos y de las Hermanas Concepcionistas de Alcázar de San Juan.        

Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan en el mundo cervantino

Fecha de Publicación: 10/11/2020
Alcázar de San Juan ya está en la Red de Ciudades Cervantinas

La Red de Ciudades Cervantinas acoge a Alcázar de San Juan como nuevo miembro

El domingo 8 de noviembre y coordinada por la Sociedad Cervantina, tuvo lugar una nueva edición de la ruta guiada por los lugares que vinculan a Alcázar de San Juan con Miguel de Cervantes

Alcázar de San Juan, 10-11-2020.- En el 462 aniversario del bautismo de Miguel de Cervantes Sabedra, Alcázar de San Juan, ha entrado a formar parte de la Red de Ciudades Cervantinas. Sinceramente pensamos que no se ha podido elegir una fecha mejor para esta incorporación.

Esta Sociedad Cervantina ha acogido con alegría esta importante noticia para la ciudad de Alcázar de San Juan porque ha estado tratando de impulsar la incorporación de la ciudad a la Red desde el principio de su creación (en abril de 2017), para lo que presentó al ayuntamiento una propuesta de adhesión con un amplio dossier en junio de 2017.

En un acto celebrado en el Museo Casa del Hidalgo, celebrado hoy día 9, el presidente de la red de Ciudades Cervantinas José Manuel Lucía Megías daba la bienvenida a Alcázar de San Juan que junto con otras 23 ciudades de tres continentes forman esta importante asociación cultural en torno a la personalidad y la obra de Miguel de Cervantes, dijo que este es el inicio de un camino que construye y que será beneficioso para la ciudad de Alcázar y para el resto de ciudades de la Red, recordaba que los objetivos de la Red se alcanzan a través de tres ejes como son la Cultura, el Turismo y la Educación, añadiendo sobre esta última que es necesario trabajar con los niños y poner semillas en su educación para formar en ellos valores que les permitan desarrollar un amor por la cultura y también por el turismo.

Consideramos muy importante para la comarca del Quijote, esta incorporación de Alcázar de San Juan a la Red, no solo por la magnífica programación de actividades culturales en torno al Quijote y Cervantes que la ciudad pone a disposición de sus visitantes, sino por la influencia directa que sobre el turismo y la hostelería puede tener en los pueblos cercanos.

Ruta guiada Alcázar de Cervantes

En la mañana del domingo 8 de noviembre e incluida en la programación de las VII Jornadas Vino y bautismo Qervantino, la Sociedad Cervantina de Alcázar coordinó una nueva edición de la ruta Alcázar de Cervantes que mostró a los participantes los lugares de la ciudad que tienen vinculación con el escritor y con su obra.

En cada ruta la Sociedad Cervantina se esfuerza por mejorarla y por aportar cada vez más elementos que sitúen a los participantes en el ambiente y en la época de la ruta. Así, tras visitar la estatua del Quijote cósmico, que regaló Eulalio Ferrer a la ciudad de Alcázar de San Juan (estatua gemela de la existente en Guanajuato -México-), Luis Miguel Román vicepresidente de la Sociedad, sorprendió a los asistentes mostrando un Quijote en edición de 1905, de Calleja, justamente igual al que obtuvo Ferrer en el campo de refugiados de Argelès-sur-Mer, a cambio de una cajetilla de tabaco y que fue el inicio de su amor por el Quijote que se prolongaría por el resto de su vida.

También en esta ocasión y cuando se hablaba de la impresión del Quijote, los miembros de la Sociedad mostraron la disposición de los folios en la imprenta y la orientación de los textos a componer por los cajistas, de modo que al doblar los pliegos las hojas quedasen en su orden correspondiente. Este tipo de demostraciones prácticas y de visualización del modo en que se trabajaba en las imprentas, gusta mucho a los participantes de la ruta y los introduce de lleno en el mundo editorial del Siglo de Oro, y les hace comprender el enorme trabajo de edición e impresión de un libro en la época de Cervantes.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La ciudad argentina de Azul se convierte en la capital del cervantismo gracias a la celebración de las XII Jornadas Académicas

Fecha de Publicación: 06/11/2020

 

El día 9 de noviembre se inauguran las XII Jornadas Cervantinas en Azul

Del 9 al 18 de noviembre se celebran de manera virtual las XII Jornadas Cervantinas en Azul, dedicadas al tema: Cervantes en América

A lo largo de 8 días, 21 expertos de diferentes cervantistas de América y de España analizarán la influencia de Cervantes en autores y textos americanos, y se darán a conocer algunas de las colecciones cervantinas más importantes que se conservan en América

Las Jornadas Académicas serán inauguradas por el escritor argentino Federico Jeanmaire

Las Jornadas Cervantinas en Azul, que comenzaron en el año 2007, han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos de la pandemia. Esta circunstancia negativa se ha convertido en una oportunidad, pues la celebración online de estas XII Jornadas Cervantinas ha permitido diseñar un programa impensable en una convocatoria presencial: 21 estudiosos cervantistas de España y América analizarán la influencia de Cervantes en diversos autores y obras, y su pervivencia en cuatro colecciones cervantinas. España, Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Perú, Venezuela, Colombia, Costa Rica, México y Estados Unidos estarán presentes.

Organizada por la Cátedra Cervantes de la Universidad Nacional del Centro (Argentina), la Asociación Española de Socorros Mutuos de Azul y la Asociación Civil Azul Ciudad Cervantina, las Jornadas cervantinas han contado con el apoyo de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Buenos, de la Embajada de España en Argentina y de la Red de Ciudades Cervantinas. En sus doce años de existencia, las Jornadas Cervantinas han reunido a un selecto grupo de cervantistas y escritores de diferentes países en Azul: Carlos Alvar, José Montero Reguera, Gustavo Martín Garzo, Alfonso Mateo Sagasta, Ruth Fine, M.ª Augusta de Costa Vieira, Gustavo Illades… pero con su convocatoria actual, Azul se convierte por unos días en la capital del cervantismo mundial.

La conferencia inaugural estará a cargo del escritor argentino Federico Jeanmaire, que el día 9 de noviembre hablará en “Tapiar y quemar” de las razones que llevan al cura y al barbero a quemar la biblioteca de don Quijote al inicio de la obra, razones que le moverán al autor de Wüerra a plantear una radiografía del mundo actual.

De lunes a jueves, tres conferencias cada día van a ir completando una particular mirada de la influencia cervantina en diferentes épocas, autores y géneros, sin olvidar el cervantismo social, el que hace de los valores cervantinos el motor de proyectos para la mejora de la vida de colectivos marginados.

En el ámbito argentino, por comenzar por el país anfitrión, habrá cuatro acercamientos bien diversos: por un lado, el Quijote en Borges, pero desde la perspectiva novedosa de la lectura en clave cervantina del cuento “El evangelio de San Marco”, que realizará el profesor Javier Roberto González; al que seguirán el estudio de las relaciones cervantinas de dos autores más modernos, como son Ricardo Piglia (por M.ª Elena Fonsalido) y Carlos Gamerro (por Clea Gerber). Por su parte, el profesor Juan Diego Vila se acercará a la obra de Ana María Barrenechea, una de las cervantistas argentinas más universales. De Chile, habrá dos acercamientos: por un lado, las recreaciones cervantinas del siglo XIX (por el profesor Francisco Cuevas) y, por otro, el análisis de la obra del dramaturgo chileno Jorge Díaz a la luz de sus influencias cervantinas. Para el Perú, el profesor Ángel Pérez Martín destaca el carácter puntual e intermitente del cervantismo en su país, que aparece y desaparece en épocas, hasta llegar a la figura y la obra de Mario Vargas Llosa. Una situación radicalmente opuesta a lo que sucede en Brasil, que será estudiada por la cervantista brasileña más importante, Mª Augusta da Costa Vieira, en la rica y variada tradición popular. En esta misma línea, para el Uruguay, la aportación de la profesora María de los Ángeles González tiene que ver con la presencia del Quijote y de Sancho Panza en la literatura criolla y el arte popular, que tuvo un enorme éxito. De Venezuela, de la mano del profesor Cristian Álvarez se verá la influencia de Cervantes en tres autores: Teresa de la Parra, Mariano Picón-Salas y Guillermo Sucre. Por su parte, la profesora Mª del Rosario Aguilar Perdomo utilizará un momento muy concreto: las celebraciones en Colombia durante 1905, en el Tercer centenario de la publicación del Quijote para analizar cómo era leída la obra en ese momento, a partir de qué tradiciones y con qué perspectivas, con la ilustración de numerosos documentos inéditos. El profesor Jorge Chen analizará dos obras de influjo cervantino en Costa Rica: la del filósofo Roberto Murillo y la del filólogo Alí Víquez.

Desde México se presentan dos perspectivas: por un lado, la profesora Nieves Rodríguez Valle analiza la influencia cervantina en Fernández de Lizardi, el primero de los novelistas mexicanos; y otro por otro, María Stoopen hace un repaso de los discursos cervantinos que se escucharon en la Academia Mexicana de la Lengua durante las celebraciones del cuarto centenario de la publicación del Quijote. Por último, pero no menos importante, se ha dado un espacio al Cervantismo Social, a diversos proyectos de activismo social en Estados Unidos, concretamente en Pennsylvania y en New York, estudiados por el profesor Rogelio Miñana.

A lo largo de estas dos semanas también habrá un espacio específico para el coleccionismo cervantino. El catedrático español José Manuel Lucía Megías autor junto a Justo Fernández de un Manual del coleccionista de Quijotes, comenzará esta serie de conferencias recordando la figura del Doctor Thebussem, ese personaje que a mediados del siglo XIX se “inventó” una biblioteca cervantina en Alemania, origen del afán coleccionista del Quijote a partir de este momento. Y de las diferentes bibliotecas cervantinas americanas se van a analizar cuatro: La biblioteca de Bartolomé J. Ronco en Azul (por Enrique Rodríguez), la de Arturo Xalambrí en Montevideo (por Elena Ruibal), la de la Universidad de la Plata (por Gloria Chicote) y la de Carlos Prieto, ahora en la Universidad de Monterrey en México (por Judith Farré). Cuatro acercamientos a las circunstancias personales, culturales y sociales que explican las características de estas bibliotecas, que permiten un curioso acercamiento a la vida cultural de Argentina, Uruguay y México en los primeros decenios del siglo XX.

La asistencia a las XII Jornadas Cervantinas de Azul es gratuita. Solo hay que inscribirse en un sencillo formulario de inscripción

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdMpuJGStpVcIoVBHUFKf08kec3KnrybENCMAdoLha5rt2hiw/viewform?gxids=7757.

Más de 200 personas inscritas a pocos días de su inicio es una muestra del enorme interés que han suscitado.

Programa completo: https://www.ucm.es/jmluciamegias/catedracervantes-xii-jornadas-cervantinas-en-azul-2020

Contacto: José Manuel Lucía Megías. Titular de la Cátedra Cervantes de la UNICEN y organizador de las Jornadas:

 

 

 

Date una vuelta por La Mancha de Cervantes

Fecha de Publicación: 04/11/2020
Ilustración de Miguel Gómez Andrea “Gol”, autor de “Cervantes, la ensoñación del genio”, (biografía de Cervantes en cómic) publicado por Dibbuks en el 2015

Inmersos en las restricciones de movilidad causadas por la segunda ola de la COVID-19, la Mancha de don Quijote ofrece mucho al visitante, una auténtica inmersión cultural en la obra universal de Cervantes

Alcázar de San Juan, 4 de noviembre de 2020.- Cuando llevamos nueve meses luchando a brazo partido con el virus SARS-CoV-2 y cuando después de recuperar una cierta normalidad, la segunda ola del virus está volviendo a reducir nuestra movilidad, es el momento de volver a mirar hacia la Mancha, y más a la comarca cervantina de don Quijote y Sancho Panza.

La Mancha de don Quijote está ahora más cerca que nunca, sigue ofreciendo sus enormes recursos a los visitantes. Esta comarca cervantina delimitada por Tembleque, Puerto Lápice, Quintanar de la Orden y Argamasilla de Alba, lugares que Miguel de Cervantes citó en su inmortal novela, ofrecen una auténtica inmersión cultural y literaria en la obra del genial manco. Y dentro de esta comarca cervantina se encuentran El Toboso, el lugar de Dulcinea, y Campo de Criptana, villa molinera donde muchos autores sitúan la batalla de don Quijote contra uno de ellos.

Casi en el centro geográfico de esta comarca cervantina está Alcázar de San Juan, con título de Corazón de la Mancha. Desde esta ciudad los demás lugares están muy cerca.

«Tan cerca», como aseguraba Sancho Panza, está El Toboso, que no es un pueblo de ficción, es la patria real de Dulcinea, y merece la pena visitarlo. Por El Toboso don Quijote y Sancho entraron y pasearon por sus calles. Un visitante actual puede darse de bruces con los muros de la iglesia ubicada en el centro del pueblo y pasear por las mismas calles y callejones antes de llegar a visitar la Casa de Dulcinea. Completar la visita en el Museo Cervantino es poder admirar una de las mayores colecciones del mundo sobre Quijotes e iconografía de la novela.

Puerto Lápice conserva una venta antigua donde poder creer ver en la pila de su patio a don Quijote velar armas, contemplar sus cuartos y bodega y degustar platos típicos manchegos y cervantinos, como unos Duelos y Quebrantos o un guiso de las bodas de Camacho.

Cuando visiten Campo de Criptana, sentirán la misma sensación que don Quijote cuando se enfrentó a los más de 30 o 40 molinos que había en aquel campo y que don Quijote confundió con gigantes. Hoy quedan diez de ellos, pero se conservan en perfecto estado y siguen impresionando al visitante, más aún cuando están en plena molienda y se tiene la ocasión de estar en la camareta superior escuchando el fragor de las piedras al moler y el girar de las aspas (revestidas con sus lonas) al viento. El primer domingo de cada mes, si el viento no lo impide, se organizan moliendas en uno de los molinos de viento.

Una antiquísima tradición, recogida por los primeros comentaristas del Quijote y por algunos biógrafos de Cervantes, afirma que, en los sótanos de una casa de Argamasilla de Alba, conocida por Casa de Medrano, sufrió prisión Miguel de Cervantes y Saavedra, comenzando allí la redacción de su singular novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La ManchaSe sabe que a comienzos del siglo XVII la casa pertenecía a la influyente familia Medrano: originalmente, era un caserón manchego en dos alturas alrededor de un patio y diversas dependencias distribuidas por el resto en planta baja. Hoy, la casa tiene una sola planta, con portadas de acceso a la calle Cervantes, realizada con paramentos encalados y zócalos azules.

Muy cerca se hallan Las Lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos, donde tuvo lugar una de las más famosas aventuras de nuestro famoso caballero.

Antes o después de cada salida en busca de estos lugares cervantinos, en Alcázar de San Juan, con muchos recursos donde comer y dormir, se puede visitar el Museo del Hidalgo, donde documentarse sobre cómo vestía, cómo estaba surtida su cocina o su despensa, qué recuerdos se traía de sus viajes y en general como vivía. Conocer las dos azulejerías que sobre el Quijote existen en la ciudad, la de la Fonda y Sala de Espera de la estación que fue declarada en 2016 Bien de Interés Cultural por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y también la azulejería del parque Cervantes, al aire libre, que es una de las pocas en el mundo (si no la única) que en sus imágenes está representado el Quijote completo desde el inicio hasta el final. Subir al cerro de sus molinos de viento y tener una visión a la redonda del horizonte manchego. Y poder apreciar la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Sabedra, que se conserva en la iglesia de Santa María y que según la tradición alcazareña es del autor del Quijote.

Al paso por Tembleque, es muy recomendable visitar su plaza mayor, una de la plazas más pintorescas y reconocibles, emblema del barroco popular del siglo XVII, en uno de sus laterales se construyó en 1654 en Ayuntamiento. La plaza fue diseñada para cumplir una doble función, la puramente urbanística como centro de la vida de la población y también la de plaza de toros, una de sus tres puertas era, además de acceso, callejón de toriles. La última corrida de toros se celebró en 1984.

Vivimos en la Mancha, tierra de don Quijote, su cuna, su solar y donde tuvieron lugar sus andanzas y aventuras, se trata de un elemento diferenciador que ningún otro destino turístico posee. Esta comarca tiene mucho que ofrecer y dispone además de una magnífica infraestructura hotelera y una hostelería de primer orden que sabe acoger y fidelizar a nuestros visitantes de manera espléndida y profesional.

Es por tanto un momento muy apropiado y oportuno para que esta Sociedad Cervantina invite a todos a que vengan a conocer el Corazón de la Mancha.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La Sociedad Cervantina coordina el domingo 8 de noviembre una nueva edición de la ruta “Alcázar de Cervantes”

Fecha de Publicación: 02/11/2020

Dentro de la programación de las VII Jornadas Vino y Bautismo Qervantino que se celebrarán en Alcázar de San Juan del 5 al 9 de noviembre

Alcázar de San Juan, 2 de noviembre de 2020.- El próximo domingo 8 de noviembre la Sociedad Cervantina de Alcázar coordinará una nueva Ruta “Alcázar de Cervantes” que mostrará a los participantes de la ruta, los lugares de la ciudad que tienen una vinculación directa con el universal escritor, conmemorando el 452 aniversario de su bautizo (9 de noviembre de 1558).

Esta ruta se enmarca dentro de las VII Jornadas de Vino y Bautismo Qervantino que ha organizado el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan para festejar la efeméride. En la ruta, que es gratuita, pueden participar las personas que lo deseen y solo tienen que apuntarse en el teléfono 926 552 968 de la Oficina de Turismo porque el aforo es limitado.

Vino y Bautismo Qervantino es un programa diseñado por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan que pretende aunar dos elementos muy significativos de la cultura alcazareña: Cervantes y el Vino. Desde el día 5 al 9 de noviembre se lleva a cabo una oferta de actividades muy atractiva que coincide con la fecha de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra de la parroquia de Santa María de Alcázar (el 9 de noviembre), y con el Día Mundial del Enoturismo (el 8 de noviembre), promovido por RECEVIN y ACEVIN. El programa aúna actividades de música, conferencias, visitas a bodegas, catas de vino, rutas turísticas, literatura, gastronomía… que convierten a Alcázar en un referente en el mundo cervantino y el turismo enológico.

En esta edición de las jornadas, el lunes 9 de noviembre a las 17:30 horas en el Museo del Hidalgo,  tendrá lugar el acto oficial de la incorporación de Alcázar de San Juan a la Red de Ciudades Cervantinas, asociación cultural de primer orden en el mundo cervantino, adhesión que es muy importante para nuestra ciudad y a la que desde su creación, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha estado promoviendo e impulsando, comenzando por la propuesta inicial al Ayuntamiento hasta ver finalmente reconocido su esfuerzo con la incorporación de nuestra ciudad a la Red que tanto nos va a beneficiar culturalmente, porque no se concibe Alcázar fuera de la Red y tampoco se concibe una Red de Ciudades Cervantinas sin Alcázar de San Juan.

Además, mediante una conferencia, los alcazareños podrán disfrutar del extraordinario conocimiento sobre Miguel de Cervantes por parte de José Cabello Núñez que es archivero en la Puebla de Cazalla (Sevilla) y que es el investigador que recientemente más documentos ha aportado en relación con el escritor y con sus andanzas por Andalucía, siendo tan  importantes sus descubrimientos,  que ha hecho engrandecer la biografía del escritor, aflorando y descubriendo nuevas personas, desconocidas anteriormente para los estudiosos de su biografía, que tuvieron influencia directa sobre la vida del escritor.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Por el camino de Toledo a Murcia

Fecha de Publicación: 21/10/2020

En esto llegó a un camino que en cuatro se dividía… y al cabo de haberlo muy bien pensado soltó la rienda a Rocinante, dejando a la voluntad del rocín la suya, el cual siguió su primer intento, que fue el irse camino de su caballeriza. Y habiendo andado como dos millas descubrió don Quijote un grande tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Eran seis, y venían con sus quitasoles, con otros cuatro criados a caballo y tres mozos de mulas a pie. (dQ1- 4).

Como sabemos, en esta aventura don Quijote queda en el suelo «molido y casi deshecho», que «no podía menearse», cruelmente apaleado por uno de los mozos. Lo recoge Pedro Alonso, un «vecino suyo que venía de llevar una carga de trigo al molino»; lo sube sobre su borrico y cogiendo de la rienda a Rocinante lo lleva a su casa. Para ubicar la aventura en la Mancha del siglo XVII simplemente hay que marcar en el mapa el antiguo camino de Toledo a Murcia, en el que los mercaderes toledanos encuentran de frente a don Quijote, que volvía a casa desde la venta en que la noche anterior había sido armado falsamente caballero por el ventero. A ella había llegado después de una larga jornada de camino desde su casa, y desde ella regresaba por el mismo camino para hacerse de cuanto el ventero le había aconsejado llevar en sus aventuras. De ella había salido al alba, y al poco libró a Andresillo, o eso creyó él, de los azotes que le propinaba su amo, «un labrador de buen talle… que es Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar».

En su Reportorio de todos los caminos de España (1546), Juan de Villuga relaciona los lugares de paso entre Toledo y Murcia: Tembleque – Villacañas – El Molinillo – Miguel Esteban – El Toboso – Manjavacas – Las Mesas y El Provencio. En el paraje de Manjavacas se encontraba la única venta en aquella zona del camino, y cerca de El Toboso Quintanar de la Orden, donde vivía Juan Haldudo.
En la canícula y en esta parte de la Mancha, secos los ríos y los molinos de agua parados, los labradores tenían que llevar a moler el cereal a los molinos de viento que ya se habían instalado en sus cerros desde mitad del siglo XVI. En tiempos de la escritura del Quijote, en toda la Mancha, sólo los había en Campo de Criptana, Belmonte, Las Mesas, Mota del Cuervo, Quintanar, El Pedernoso, El Toboso, Villaescusa de Haro y Chinchilla de Montearagón. De uno de estos lugares molineros vendría de vuelta a casa su vecino, y contra un molino de viento de éstos entró en batalla don Quijote a poco de salir de su casa por segunda vez, esta vez ya acompañado de Sancho Panza, siendo Campo de Criptana el único lugar que pudo contar en sus cerros «treinta o cuarenta molinos de viento» a principios del siglo XVII.


Si Cervantes quiso dar verisimilitud a la novela ubicándola en un espacio geográfico real como patria de su protagonista, la Mancha, en esta aventura de los mercaderes de seda toledanos señala por dónde cabalgaba don Quijote de regreso a casa desde la venta. Conocemos una vía principal, el camino de Toledo a Murcia, y unos hitos o mojones que precisan los puntos más significativos: la venta a una jornada de su casa y junto al camino (donde es armado caballero), Quintanar de la Orden (lugar de Juan Haldudo), los molinos de viento (de donde venía su vecino de moler trigo) y El Toboso («lugar cerca» del de don Quijote).

Esta es, pues, la comarca de don Quijote. Buscar el origen de sus andanzas por otras partes de la Mancha es, sencillamente, buscar tres pies al gato.


Luis Miguel Román Alhambra
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El Quijote de Alcázar para Alcázar

Fecha de Publicación: 13/10/2020

La alcaldesa Rosa Melchor con Juan Bautista Mata presidente de la SCA

 

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha donado ejemplares de su Quijote a la biblioteca pública municipal Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha donado ejemplares de su Quijote a la biblioteca pública municipal Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan

Alcázar de San Juan, 13 de octubre de 2020.- Juan Bautista Mata Peñuela presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar ha donado ejemplares de su Quijote a la biblioteca municipal de Alcázar de San Juan, para cerrar el círculo de su trayectoria: un Quijote nacido en Alcázar que va a parar a su propio pueblo, a su biblioteca.

En un sencillo acto que ha tenido lugar en el Museo del Hidalgo, la alcaldesa de la ciudad Rosa Melchor, ha recibido los dos tomos de la edición que para la Sociedad llevó a cabo Enrique Suárez Figaredo (Socio de Honor), quien consiguió redondear el trabajo presentado en dos tomos con unas mil páginas profusamente ilustradas a color. La alcaldesa agradeció poder disponer de esta obra para la lectura por parte de los vecinos alcazareños y visitantes y deseó que esta edición muy pronto esté manoseada y gastada por el uso. En el acto también estuvo presente Mariano Cuartero, presidente del Patronato de Cultura y Concejal de Promoción Cultural.

Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas no se trata de un resumen, ni siquiera de una criba de capítulos selectos, sino de un Quijote prácticamente completo, entretenido y entendible, con el objetivo de que quien empiece a leerlo, logre llegar hasta el final, tarea en que fracasan ocho de cada diez lectores.

En este Quijote de Alcázar los dos protagonistas don Quijote y Sancho Panza están siempre a la vista del lector al que no se le hurta su presencia ni por un momento, ya que se han eliminado todas las historias intercaladas que pueden distraer al lector del disfrute de las aventuras de ambos personajes.

Por la demanda de amigos y conocidos ya se han hecho dos impresiones de la obra, aunque ambas en tiradas muy pequeñas, prácticamente de forma artesanal, que han ido a parar a los socios y a las personas vinculadas directamente con la sociedad como familiares y amigos.

A este respecto recordamos las premonitorias palabras que hace unos días pronunciaba el presidente Juan Bautista Mata, sobre este exclusivo texto: “Puesto en las manos, entra por los ojos y da tentación de empezar a leerlo ya mismo. Estoy convencido de que a corto plazo nuestro Quijote alcanzará una difusión mucho mayor, cuando menos aquí en La Mancha”.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La tradición oral y su aportación para un mayor conocimiento de la historia del ferrocarril y sus gentes en España

Fecha de Publicación: 03/10/2020

Miguel Antonio Maldonado Felipe

En sus primeros tiempos el tren fue considerado un invento diabólico, viendo aquellas locomotoras originarias que discurrían vomitando humos y lanzando chispas como alma que llevaba el diablo, circunstancias que generaron fuertes temores y recelos entre las gentes, sobre todo del medio rural desde donde se mantuvo un visible rechazo ante el novedoso artefacto que frecuentemente provocaba accidentes e incidencias en su discurrir, como así se refleja en la tradición oral desde los mismos comienzos del ferrocarril en España.

La primera línea de ferrocarril que se estableció en territorio peninsular fue la de Barcelona-Mataró, inaugurada el 28 de octubre de 1848 por iniciativa del industrial mataronense Miquel Biada y Bunyol, quien fascinado por las excelencias del ferrocarril construido entre La Habana y Güines convino en la necesidad de llevar a cabo la construcción de la línea, en base a las múltiples relaciones comerciales establecidas entre Mataró y Barcelona. La ignorancia y el miedo a lo desconocido llevaron a atribuir a las locomotoras cualidades monstruosas y demoníacas, algunas de las cuales se ven reflejadas en las coplas que cantaban en Badalona mientras apedreaban a su paso los trenes del recién inaugurado ferrocarril:

El carril de Mataró

lleva cuernos, lleva cuernos,

el carril de Mataró

lleva cuernos y yo no [1].

Del mismo modo, la tradición oral ha venido manteniendo como episodio destacable el lance del párroco de una de las aldeas de la falda de San Cristóbal que, cuando los primeros trenes circularon entre Pamplona y Alsasua, salió un día revestido de sobrepelliz a conjurar el infernal convoy, exorcizándolo con hisopo y latines, como si de un invento demoníaco se tratara[2]Esta censura preliminar a la explotación ferroviaria se justificaba, fundamentalmente, en razones médicas, sociales y consideraciones de carácter ambiental. Los médicos alertaban sobre la existencia de gravísimos riesgos para la salud por el mero hecho de utilizar este medio de transporte. Así, múltiples revistas médicas y academias de la época publicaron artículos sobre los peligros que entrañaba el ferrocarril. Como señala José María Iribarren: «antes de construirse en España las primeras líneas, muchos aseguraban que al viajar se sufrían ahogos en la respiración, vértigos y mareos. Se decía que dada la velocidad de los trenes, los viajeros quedarían sofocados. Se temía, sobre todo, el paso por los túneles»[3]. El mismo Gustavo Adolfo Bécquer se muestra tremendamente gráfico al evocar el viaje que realizó en tren desde Madrid hasta Tudela en 1863, describiendo lo insoportable que resultaba esa primera sensación experimentada al iniciar un tren su marcha: «aquel confuso rechinar de ejes, aquelcrujir de vidrios estremecidos, aquel fragor de ferretería ambulante, (…) crispa los nervios, marea y aturde»[4]. La memoria colectiva sustenta igualmente que ciertos trazados ferroviarios se vieron, en origen, condicionados ante la oposición de terratenientes y caciques de las poblaciones por donde se pretendía que pasaran, alegando precisamente los supuestos daños que podían provocar en las personas, animales y a los campos. Y efectivamente, fueron muchos los que aseguraron que el humo y la ceniza perjudicaban a la agricultura. Tal fue el caso de Caparroso (Navarra) cuyos vecinos se opusieron a que la línea férrea pasase junto al pueblo por temor a que las chispas de las locomotoras prendiesen fuego a mieses y pajeras. Por ello, la estación se instalo a dos kilómetros del mismo:

Caparroso ya no es pueblo,

que se ha vuelto población;

tiene música y “toa” la Osma,

y va el coche a la Estación [5].

El mismo temor de Caparroso surtió entre las gentes de Villafranca de los Caballeros (Toledo) que se negaron a que las vías del tren cruzasen su población por miedo a los perjuicios que traerían los humos, vapores y chispas a animales y sembrados, hecho que condicionó el diseño definitivo de la línea del Ferrocarril de Madrid-Almansa por Alcázar de San Juan, o eso mismo han venido diciendo tradicionalmente nuestros mayores. Por otro lado, el ferrocarril procuró un nuevo sentido a aspectos físicos como la velocidad, el tiempo y el espacio, variables que distorsionadas por el nuevo invento, resultaron fascinantes para las gentes. No en vano, algunos cronistas destacaban que con la llegada del “nuevo mesías”, como así lo adjetivaban metafóricamente, se había «conseguido borrar las distancias geográficas»[6]. Así, la velocidad que desarrollaban los trenes, sobre todo en los primeros tiempos, no escapó a la difusión y puesta en valor por parte del pueblo mediante el recurso más inmediato y característico del que disponían, el cantar popular en forma de cuarteta o seguidilla. De este modo enaltecían los vecinos de Albacete los grandes beneficios que les reportaría, en materia de tiempo, la llegada del ferrocarril a su ciudad de la mano del Marqués de Salamanca:

El Marqués de Salamanca

nos hace un ferro-carril,

para irnos en diez horas

desde Albacete a Madrid[7].

Y efectivamente, teniendo en cuenta que la Compañía de coches y diligencias-correo invertía en las décadas de los cuarenta y cincuenta del s. XIX varias jornadas en realizar el trayecto entre Madrid y Albacete, con sus correspondientes pernoctaciones y avituallamientos en las paradas de postas, el hacer los casi 280 kilómetros de recorrido que albergaba esta sección de la nueva línea a Almansa en diez horas suponía un ahorro de tiempo formidable. En consonancia con lo anterior, una década más tarde, en 1865, después de la inauguración del ferrocarril de Chinchilla-Murcia construido por MZA, los vecinos del Campo de Hellín destacaban en sus canciones los más de cincuenta vertiginosos kilómetros por hora que desarrollaban los trenes para invertir una sola hora en cumplimentar los 51 kilómetros que separaban las ciudades de Chinchilla y Hellín.

Es tal la velocidad

que lleva el ferro-carril,

que en una hora te pone

desde Chinchilla hasta Hellín[8].

Con el paso del tiempo, las velocidades del nuevo ingenio se vieron normalizadas y aceptadas por la mayoría, llegándose incluso, en algunos casos, a subestimar y satirizar a modo de crítica social el excesivo tiempo de ciertos servicios. No son pocos los ejemplos que podemos encontrar al respecto, destacando el caso de Toledo, cuya unión por ferrocarril con la capital de España no fue, en origen, directo como otras líneas; se conformó como un pequeño ramal entre Toledo y Castillejo, punto intermedio de la línea de ferrocarril Madrid-Almansa desde el cual era necesario hacer transbordo con los trenes de enlace. Esta situación se mantuvo desde junio de 1858 en que fue inaugurado por la reina Isabel II, hasta mayo de 1879, veinte años después cuando comenzó la explotación comercial del ferrocarril de Madrid a Ciudad Real, materializándose la conexión entre Madrid Delicias y Toledo, con desvío por Algodor. El tiempo para cubrir este trayecto era de dos horas, aumentando hasta casi cuatro horas de viaje vía Aranjuez, con el consabido transbordo en Castillejo. La tipología del material utilizado, así como los tiempos y velocidades establecidas, hicieron que los toledanos, con su carácter imperial, despreciasen y ridiculizasen el servicio ferroviario a través de coplas populares como esta seguidilla con bordón:

El tren que con la corte

une a Toledo,

llaman con gran descaro

el tren expreso.

¡Dos horas muertas

para llegar a entrambas…

digo, a sus puertas! [9]

Resulta un hecho constatado que la irrupción y posterior consolidación del ferrocarril, provocó una verdadera revolución social, cultural, laboral y sobre todo humana en los territorios donde se hizo presente. Se cambiaron usos y costumbres, entrecruzaron pensamientos y convergieron identidades, conformándose con ello una particular idiosincrasia reconocida por todos. Julián López García destaca que entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX se aprecia cómo el estilo de vida agrícola pasa de ser predominante a declinar en la sociedad ciudadrealeña[10], y Alcázar de San Juan ejemplariza ese cambio de estilos de vida como consecuencia de la llegada del ferrocarril a la ciudad, el 9 de abril de 1854, hecho que comportó una mejora en las economías de las zonas de influencia, privadas hasta entonces de cualquier tipo de desarrollo económico e industrial. Enrique Manzaneque certifica en sus escritos que las causas fundamentales que contribuyeron al enorme desarrollo experimentado en Alcázar, desde mediados del s. XIX hasta la primera década del XX, fueron dos: la instalación de la Estación de ferrocarril y las extraordinarias cantidades de viñedo plantado y cultivado desde entonces, lo que comportó el establecimiento de numerosas bodegas e industrias relacionadas con la elaboración de vinos y licores, congregando y atrayendo a la ciudad toda suerte de gentes con usos, costumbres y formas de vida diferentes al predominante modo rural establecido hasta esos momentos:

«En los cincuenta años que van transcurridos desde que se inauguró la estación hasta ahora, millones de reales se han gastado en infinidad de obras que se han construido, disfrutando este pueblo parte de estos recursos por el mucho trabajo que se ha dado a los artesanos de diferentes clases y especialmente a los braceros. No hablemos de las inmensas ventajas que han traído, por estar a la vista de todos, el mucho personal con que cuenta esta estación, por ser el enlace de las líneas de Levante y Andalucía con Madrid, las facilidades para el comercio y los viajes; y por último, que ha sido la base del mejoramiento de esta población, trayendo a ella muchos elementos de riqueza de que antes carecía»[11].

Foto: Requena, Alcázar de San Juan, década de los años 30 (AHMASJ ) [12].

La influencia del ferrocarril en el desarrollo alcazareño a corto plazo se deja ver, además de en otros ámbitos, en la evolución demográfica de su población. Así, en 1857, tres años después de la presencia ferroviaria en la ciudad, se registraba ya un incremento de más de cuatrocientos habitantes respecto a las cifras recogidas en el Diccionario de Madoz[13] en 1845, alcanzando una población de hecho de 7.942 habitantes. Treinta años después, en 1887, la población existente en la ciudad alcanzaba los 9.557 habitantes, 1.615 más respecto a 1857[14]. Como destaca Soraya Sánchez: «otro de los índices evidentes de esta correlación entre el ferrocarril y el crecimiento demográfico es que el municipio de Alcázar se anticipó de forma notoria al contexto rural de la comarca alcanzando niveles superiores de crecimiento demográfico, de desarrollo del comercio e industria, de adelantos sociales, urbanísticos y culturales»[15]. Coyuntura que resultó común en el conjunto de demarcaciones ferroviarias donde la irrupción de trabajadores, obreros y empleados de las diferentes compañías, así como los de las industrias auxiliares que emergieron a la par, con usos y costumbres dispares, suscitaron profundos cambios de mentalidad, pensamiento y multiculturalidad allí donde arraigaron. En Alcázar de San Juan el polvo de la tizne traído por el tren desde su instalación, cambio la fisonomía de la villa, resultando esta circunstancia, como señalaba el Doctor Mazuecos: «un factor muy importante en la vida alcazareña y su matiz predominante durante un siglo. Se enseñoreó de la estación, hasta el punto de ser cualidad distintiva y dar nombre genérico a sus empleados, conocidos por los tiznaos, pero se infiltró en el pueblo alterando sus cualidades propias, sin dejar ningún sector que no recibiera su influencia»[16].

Los cuatro novios que tengo

todos son de la Estación,

maquinista, fogonero,

guardafrenos, conductor[17].

En definitiva, el ferrocarril y sus gentes, como dice el adagio “mudaron costumbres”; tanto es así que, según argumenta Pedro de Madrazo, una de las causas que más contribuyeron a la castellanización de ciertos pueblos vascoparlantes de Navarra en la segunda mitad del s. XIX fue el ferrocarril[18]. José María Iribarren corrobora esta afirmación al señalar que: «según el mapa lingüístico del Príncipe Luciano Bonaparte, es que en el año 1860, en que se estableció la vía, se hablaba euskera en Puente la Reina, en la Valdorba, en la cuenca de Pamplona, en Garinoain y en Aoiz»[19], zonas que evolucionaron hasta relegar el vascuence como forma de expresión minoritaria entre sus gentes. Otro buen ejemplo de esa influencia que puede llegar a ejercer una comunidad folklórica transmisora sobre comunidades folklóricas receptoras, en el ámbito ferroviario, lo tenemos en la introducción de la trikitixa en el País Vasco por ferroviarios foráneos. Mikel Aizpuru señala la llegada en la década de los cincuenta del s. XIX de un considerable grupo de trabajadores franceses y piamonteses, muchos de ellos junto a sus familias, como mano de obra especializada para la construcción del tendido ferroviario en territorio guipuzcoano, fundamentalmente para el levantamiento de túneles y viaductos:

«Además de conocimiento técnico, dichas personas trajeron nuevas costumbres y gustos culturales. Mientras algunas de esas prácticas fueron rechazadas por parte de la sociedad vasca, otras fueron asimiladas con intensidad, vasquizándolas rápidamente. La introducción del acordeón diatónico, la trikitixa, fue una de ellas»[20].

El rechazo a ciertas costumbres al que se hacía alusión anteriormente se muestra categórico frente a transformaciones entre los modelos social tradicional y el moderno que se fue conformando con la llegada y posterior consolidación del ferrocarril, atendiendo principalmente a cuestiones de arraigo y desarraigo, desconfianza y recelo ante lo nuevo y desconocido, pudiendo destacar a este respecto la contraposición ideológica entre el estilo de vida agrícola y ganadero frente a los nuevos arquetipos. Antagonismo que tradicionalmente se vino mantenido entre ambos grupos sociales. Así, en tiempos de crisis, escasez y hambruna, las gentes del medio rural se jactaban frente a los colectivos ferroviarios de disponer de recursos suficientes para poder hacer frente a las penurias, gracias fundamentalmente a sus economías de autosuficiencia, frases tremendamente categóricas como la de: “que coman hierros”, resultaban frecuentes contra un colectivo que, si bien disponía de recursos económicos, la especulación y escasez impedía su adquisición.

El maquinista Ramón Maldonado Callejas junto a la 240-2496

la “carrilona”, del depósito de Alcázar de San Juan, última locomotora que gobernó.

Foto. Colección particular del autor.

 

Las empresas ferroviarias presentaban un complejo organigrama profesional con múltiples y heterogéneas categorías que, fuertemente jerarquizadas, se estructuraban entorno a tres grandes servicios: movimiento, tracción y vías. Las condiciones laborales, funciones y salarios del personal resultaban manifiestamente diferentes.

Los Maquinistas son de oro,

los fogoneros de plata,

y los pobres conductores

son de hierro u hojalata[21].

Si bien, el particular entramado de este tipo de explotación requería una estrecha interdependencia competencial para una consecución optima del servicio diario. Esa supeditación funcional no siempre estaba exenta de controversias entre los diferentes actores que tradicionalmente han gozado de personalidad profesional propia e intereses, a menudo, contrapuestos.

Los oficios más representativos en explotación eran el de factor y jefe de estación, encargados de liderar el trabajo contable, comercial y la regulación de la circulación; los maquinistas y fogoneros entre los específicos de tracción, asumían la conducción de los trenes colaborando en el mantenimiento y puesta a punto de las locomotoras; y por último los obreros y capataces, propios de vías y obras, dedicados a la disposición, conservación y reparación de la traza de vía y demás instalaciones.

Como señalan Jairo Fernández y Nuria Vila los maquinistas y fogoneros: «alcanzaron gran valor simbólico como los domesticadores de tecnología del vapor, representación de la modernidad. En consecuencia disfrutaban de una alta consideración y de altos salarios»[22], merced a su plena dedicación al oficio, con jornadas laborales interminables y un extraordinario desarraigo. En contraposición a estos se encontraba el personal de movimiento, factores y jefes, que «como no gozaban del mismo prestigio que los maquinistas y disfrutaban de menores ingresos se caracterizaban por sus deseos de reconocimiento profesional. Los roces cotidianos eran numerosos a medida que convergían en el desarrollo del servicio»[23]. Así pues, sobre las diferencias profesionales anteriormente aludidas encontramos este adagio referido al trabajo de los factores, categoría laboral emblemática del ferrocarril que poseía una retórica bastante rimbombante y retorcida, el cantar es sí presenta un carácter marcadamente despectivo que subestima manifiestamente la profesión y rubrica las diferencias entre maquinistas y factores:

Factores que facturáis

y entendéis de expediciones

decidme que tarifa aplicáis

al forro de mis cojones[24].

La implantación y consolidación de los trazados ferroviarios procuraron un servicio público que vino a paliar antiguas carencias y estableció nuevas necesidades, sobre todo en el desarrollo urbanístico de las grandes ciudades donde los ferrocarriles resultaron decisivos. En la Barcelona del último tercio del s. XIX, con el crecimiento de la Gran Vía, se suscitó la necesidad de minimizar el tiempo empleado para cruzar la ciudad desde un extremo a otro, realizado hasta ese momento mediante tranvía de sangre. Del mismo modo, el crecimiento poblacional alentó la demanda de enlace entre la ciudad y las poblaciones periféricas. Todo esto necesitaría de servicios rápidos que vendrían a suplir al flemático “carrilet de Sarria”, que desde 1863 comunicaba los vecindarios más poblados de Barcelona: Plaza Cataluña, Gracia, San Gervasio y Sarriá. Las conjeturas sobre una hipotética supresión temporal del servicio del “carrilet”, para realizar las obras necesarias, vino a caldear los ánimos de los muchos usuarios que, molestos con las medidas, mostraban en 1885 su desacuerdo a través de esta popular copla:

Ens volem prendre les Carolines           Nos quieren quitar las Carolinas[25]

   ens varen prendre Gibraltar,                        nos quitaron Gibraltar,

 ara nomes cal que en prenguin                  ya solo falta que nos quiten

         el carrilet de Sarria.                                el trenecito de Sarriá[26].

Foto: Portada revista Vía Libre Nº46, 1 de octubre 1967[27].

El atípico ancho de vía de seis pies castellanos elegido para la red ferroviaria española, ligeramente superior al imperante en los países de Europa Occidental, se debió a una decisión técnica expresada en el conocido como Informe Subercase, encargado en 1844 por el Gobierno a una comisión técnica dirigida por el ingeniero Juan Subercase, en base a la solicitud de concesión de una línea proyectada entre Madrid y el puerto de Cádiz. Ese mayor ancho de vía, consideraban nuestros ingenieros, permitiría circular locomotoras más robustas y potentes, como así lo requería la complicada orografía peninsular. Gran parte de los ferrocarriles de ancho distinto a esos seis pies castellanos que determinaba el Informe Subercase se conformaron en España a lo largo del último tercio del s.XIX, cuando la Ley General de Ferrocarriles de 23 de noviembre de 1877 abrió la puerta al establecimiento de anchos de vía y parámetros de trazado distintos a los de la red principal, para las líneas que se solicitaran sin estar incluidas en el Plan General que acompañaba a la norma citada. Fundamento desencadenante del vasto catálogo de anchos de vía que, tremendamente diseminados y con carácter eminentemente local, proliferaron en nuestro país de la mano de empresas y concesionarios, en muchos casos, con recursos limitados, cuya estrategia y pretensión no era otra que obtener el máximo rendimiento con el mínimo desembolso. Esto implicaba economizar, sobre todo, en los costes de establecimiento, premisa en la que se enmarcan fundamentalmente las líneas de vía estrecha al necesitar curvas de menor radio, menor anchura de plataforma y mayor economía en túneles, puentes, balasto, traviesas, carriles y material móvil. Ventajas económicas que contrarrestaban con importantes desventajas para la explotación, destacando la menor estabilidad del material y limitación de velocidades, condicionantes que se ven agravados cuanto menor es el ancho de vía.

Resulta una máxima en ingeniería ferroviaria que la elección de un ancho de vía inferior al métrico solo es admisible por imposición debida al galibo. Anchos muy reducidos (0,75 – 0,60) solo se emplean cuando la orografía obliga a utilizar radios muy pequeños y para el transporte de mercancías, normalmente en ramales industriales[28]. Esa era la teoría, si bien en la práctica muchos concesionarios se vieron abocados a modificar y adaptar sus proyectos, diseñados en principio con anchos mínimos para transportar mercancías, al transporte de viajeros, accediendo con ello a la necesaria expropiación forzosa de terrenos que comportaba la declaración de ferrocarril de servicio público. Coyuntura adoptada por compañías como la del “Ferrocarril de Valdepeñas a La Calzada y prolongación a Puertollano”, popularmente conocido como “trenillo de Valdepeñas”, de 0,75 mts. de ancho, tan frágil y quebradizo que a pesar de su lentitud, disponía de una extraordinaria facilidad para el descarrilo. Si bien, a la endeblez propia del material, había que sumar el descuido permanente de las obligaciones de mantenimiento y conservación de las infraestructuras por parte del concesionario hasta límites que rozaban la insensatez. Recuerdo que aún se mantiene entre las gentes de la comarca, de ahí estas coplas recogidas por Eusebio Vasco en diferentes poblaciones de su recorrido:

Con el aire que llevan

las moraleñas,

derriban el trenillo

de Valdepeñas[29].

El trenillo del Moral

no puede llevar tres coches,

se asusta de los olivares,

se va a matar una noche[30].

El trenillo del Moral

lo derribaron de un soplo,

y las muchachas decían:

que nos traigan pronto otro[31].

Otro buen ejemplo de oralidad popular sobre ferrocarriles de ancho menor al metro lo encontramos en la canción que se muestra más adelante, cuyo texto evidencia las carencias y defectos del conocido popularmente como el “Pinxo de Bañoles”, tren pequeño y lento que, con una dimensión de 75 cm. entre cabezas del carril, circulaba entre Girona y Bañoles, uno de los ramales del popular tranvía del bajo Ampurdán.

El tren “Pinxo” de Banyoles

és el més petit que hi ha,

fet de llaunes i cassoles

i cascos de bacallá.

Passa per la carretera

com si un llamp colpís l’espai.

Quan troba una pujada

ja s’atura a mig camí.

Un matí de primavera

se´n va anar a ca l´adroguer

trencà vidres i finestres

i a la fi sortí carrer,

I dóna temps al maquinista

dánar a beure un got de vi.

Por último tomamos como arquetipo el igualmente desaparecido ferrocarril que unió desde 1888 hasta 1963 Onda con el Grao de Castellón, llamado popularmente “La Panderola” (cucaracha en valenciano). Sobre este ferrocarril de 750 mm de ancho, al igual que los anteriores, versa esta cancioncilla de tipo festivo popularizada en las primeras décadas del s. XX donde, a modo de burla, se destaca la reducidas velocidades que desarrollaba.

De Castelló a Almazora, leré, leré,

de Castelló a Almazora, leré, leré,

hi ha un tren que vola ¡leré!

hi ha un tren que vola, leré, leré[32].

O esta otra versión de la misma recogida de la tradición oral:

De Castelló a Almassora, Xispum tracatrac,

de Castelló a Almassora, Xispum tracatrac,

hi ha un tren que vola leré.

hi ha un tren que vola leré.

hi ha un tren que vola leré.

hi ha un tren que vola leréleré

I per aixó li dieu, Ximpum tracatrac,

i per aixó li dieu, Ximpum tracatrac,

la Panderola leré.

la Panderola leré.

la Panderola leré leré leré leré,

la Panderola leré leré”

Sobre ferrocarriles con ancho aún más ceñido, como el conocido popularmente como la “Campurra”, en virtud del topónimo del que procedía su impulsor, Cándido Blanco Varela (1878-1945) artífice y sufragador en sus orígenes de la línea y oriundo de la casería lavianesa de “El Campurru”[33], fue un tranvía a vapor de 650 mm de ancho que durante casi cincuenta años circuló entre las localidades de Pola de Laviana y Rioseco. Trenillo conocido y recordado además de por el abundante y denso humo que desprendían sus locomotoras y el estruendoso ruido que provocaba, por los accidentes que, a pesar de su lento circular (las velocidades máximas no excedían de entre 8 y 10 km/h), causo a lo largo de su existencia a consecuencia de su paso por el centro de los pueblos, de ahí esta cuarteta:

La máquina de “Campurru”

atropellando a la xente,

llena la Pola de fumo

y de chispes guapamente[34].

La disposición de un ancho de vía inferior al normal subordinó la existencia de todas estas líneas de vía estrecha y, en la mayoría de los casos, condicionantes añadidos como la separación y aislamiento respecto a la red principal, el interés únicamente local de sus trazados y las trasnochadas instalaciones, además de la competencia del transporte por carretera condicionaron su cierre. Y es que resulta bien cierto que el trazado de las líneas se constituyó realmente como elemento favorecedor o discriminatorio, según los casos, otorgando infinitas ventajas a las zonas provistas de comunicación ferroviaria frente a las que carecieron de ella. Aspectos como el impulso económico, la modernidad, el desarrollo y las nuevas oportunidades, emergieron y se implantaron en los territorios con trazado ferroviario, alentando rivalidades entre pueblos. Así, sobre el ferrocarril de vía estrecha que durante una década unió los pueblos de Bollullos y la Palma, denominado popularmente como “La Cafetera”, se recogieron en un interesantísimo trabajo publicado en la revista “CARRIL” algunos cantares que hacen alusión directa al mismo y a la rivalidad entre vecinos de ambas poblaciones:

 Dicen que los bollulleros                  Ya viene por el Alto la Mesa

van a hacer un ferrocarril,                     berreando la “Cafetera”,

 con cáscaras de palmito                         y los tontos Bilorios[35]

   y camisas de maíz.                                 que van a verla[36].

Del mismo modo las gentes de Tafalla (Navarra) por inquina ancestral contra los de Olite, y por creer que muchos pueblos quedarían sin estación cantaban estas coplas:

Piensan los de Olite

que han de conseguir,

tener estación

del ferrocarril.

Son necios y locos,

lo juro por mí,

por que la estación

no ha de estar allí[37].

A lo largo del artículo se han reseñado diferentes ejemplos con manifestaciones de carácter popular y temática ferroviaria mantenidas en la tradición oral. Muestras que se han ido vinculando a diferentes ámbitos, como el social, económico, geográfico, técnico, jurídico, etnográfico, antropológico, e incluso al meramente profesional ferroviario. Además de estos, se han constatado otros que bien pudieran suscribirse en el marco de las políticas ejercidas en materia de ferrocarril durante el primer tercio del s. XX; más concretamente en el desarrollo de nuevas vías de comunicación, con mejoras en las infraestructuras tanto de carreteras como de vías ferroviarias y comunicaciones, que promulgo el Gobierno de Primo de Rivera. En el caso ferroviario se conformo con la implantación del Estatuto Ferroviario de 1924, asegurándose un fuerte intervencionismo del Estado a cambio de ayuda pública para las empresas adheridas. Del mismo modo, en 1926 se fundó el Circulo Nacional de Firmes Especiales que se encargo de realizar más de 7.000 km. de carreteras y con respecto a las comunicaciones, en 1927 se creó la Compañía Telefónica Nacional de España. Las inversiones en infraestructuras provocaron un importante endeudamiento para el Estado que deterioró considerablemente la hacienda pública, condicionando las políticas económicas de los Gobiernos posteriores. Hecho destacado en las manifestaciones populares de la época:

Tanto poner kilómetros

y telégrafos de alambre,

y tantos ferrocarriles …

nos mata el Gobierno de hambre[38].

Fotografía: “Hermanos Reales”, Pedro, Manuel y Antonio, Socuéllamos 1950.

Los atractivos que presentan los cantares populares son múltiples y llegando a este punto no podía faltar, a modo de conclusión, alguna muestra de cantares que con carácter satírico, jocoso, licencioso o atrevido, hagan alusión directa al ferrocarril y lo que este supuso para el desarrollo y progreso de nuestra sociedad.

Cuando veo al tren correr,

mientras trabajo en el campo,

miro a mi burra y digo:

de burra a tren, ¡qué adelanto! [39].

Las diferencias entre las clases sociales se patentizaron y manifestaron en los espacios públicos, espacios que quedaron reservados a la burguesía.

 

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FUENTES DOCUMENTALES

Archivo Historio Municipal de Alcázar de San Juan (AHMASJ).

  • “Apuntes Históricos de Alcázar de San Juan”, escritos en 1905 por Enrique Manzaneque Tapia. Inéditos.
  • Fotografía de trabajadores recolectando patata en la finca “La Madrila”: realizada por Requena en la década de los años 30.

Fondo documental del Instituto Nacional de Estadística (FDINE).

  • Censos de la Población de los años 1842 – 1900. Provincia de Ciudad Real.

FUENTES HEMEROGRÁFICAS

Hemeroteca Digital Biblioteca Nacional de España (HDBNE)

  • La Nación (Madrid), 1849 – 1873.
  • Vida Manchega (Ciudad Real), 1912 – 1920.

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NOTAS

[1]Font-Agustí (2015), p.17.  

[2]Iribarren (1943), p.16.   

[3]Iribarren (1943), p.14.    

[4]Bécquer (2011), p.5. La cita se corresponde al primero de los nueve escritos que Bécquer realizó desde su encierro en el Monasterio cisterciense de Veruela, publicados a lo largo de 1864 en el periódico madrileño El Contemporáneo. En esta carta relata su periplo desde Madrid hasta Veruela utilizando diferentes medios de transporte, entre ellos el ferrocarril.    

[5]Iribarren (1943), p.18.      

[6]La Nación. 20 de marzo, 1855.   

[7]Rodríguez (2000), Nº 41, p.6.     

[8]Rodríguez (2000), Nº 381, p.181.     

[9]Moraleda (1902), p.264.       

[10]López (2003), p.16.         

[11]Manzaneque (1905), p.47.           

[12]Grupo de trabajadores agrícolas de diferentes edades recolectando patatas en la finca “La Madrila”, término de Alcázar de San Juan, junto al guardabarreras de MZA que presenta todos los atributos (gorra, guerrera y banderín).                

[13]Madoz (1846-1850), p.442.             

[14]Censos de población del Instituto Nacional de Estadística 1887.             

[15]Sánchez (2006), p.22.             

[16]Mazuecos (1967), F. XVIII, p.37.             

[17]Fernández (1998), Nº 813, p.149.               

[18]Madrazo (1972).                 

[19]Iribarren (1943), p. 20.   

[20]Aizpuru (2012), p.9.                 

[21]Copla popular recogida en Alcázar de San Juan en la que se relacionan, de manera jerarquizada, diferentes categorías profesionales del personal de conducción y trenes atendiendo a su nivel salarial.   

[22]Fernández y Vila (2010), p. 18.    

[23]Fernández y Vila (2010), p. 18.    

[24]Cuarteta octosilábica recogida en Alcázar de San Juan, propia de ambiente ferroviario.    

[25]Las Carolinas junto a las islas Marianas conformaban la micronesia española, extendiéndose desde Filipinas hacia el este, con una extensión de 3.000 millas y cerca de 500 islas cuya superficie no era mayor de 2.300 kilómetros en total. 

[26]del Rey y Canales (2010), p.18.       

[27]Locomotora 7.600  “panchorga”, en la estación de Villacañas (Toledo) en tiempo de vendimia.       

[28]Álvarez y Luque (2003), p.21.         

[29] Vasco (1929 T.I, Nº 508.         

[30] Vida Manchega. 10 de agosto 1918 p.13.           

[31] Vasco (1929), T.I, Nº 279.  

[32] Asins (1987), p.78.    

[33] Campal (2001), p.2.      

[34] Ogando (1987), p.127.      

[35] Término que en Andalucía se corresponde con ingenuo, bobo  

[36] La copla viene a ridiculizar la locomotora que además del de “La Cafetera”, recibió también el apodo de la “Merceita” en honor a la virgen de las Mercedes, patrona de Bollullos.  

[37]Iribarren (1943), p.17.    

[38]Jiménez (1925), n° 217, p. 69.      

[39]Raimundo (1973), p. 38.        

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Artículo publicado en la Revista de FLOKLORE, núm.. 462 de septiembre 2020

Orden de los escuderos llamados Sancho

Fecha de Publicación: 30/09/2020

“Ya estaba don Quijote delante, con mucho contento de ver cuán bien se defendía y ofendía su escudero, y túvole desde allí adelante por hombre de pro, y propuso en su corazón de armalle caballero en la primera ocasión que se le ofreciese, por parecerle que sería en él bien empleada la orden de caballería” (cap. XLIV, 1ª parte).

Nunca llegó Don Quijote a cumplir el íntimo propósito de su corazón de armar caballero a Sancho, sin embargo, sí que nació en la cervantina ciudad de Alcázar de San Juan, en 1964, al amparo de su Centro de Estudios, una Orden bajo los auspicios de esa sincera y leal figura que es Sancho Panza.

                                              a la sombra de un molino en verano,

                                              al calor de unas vides en invierno…

                                              nació la orden de Sancho Panza.

Así iniciaba Don Escolástico Medina (Tico Medina en el mundo del periodismo) un artículo publicado en el diario Pueblo, el 19 de febrero de 1964, anunciando el nacimiento de la Orden de los Escuderos llamados Sancho, más conocida como la Orden de Sancho Panza. En el artículo leemos: “Es Sancho un personaje universal. Es bueno, honesto, trabajador, humilde, leal; sobre todo leal, y con un especialísimo sentido de la amistad. Y en muchas ocasiones es hombre inteligentísimo, cazurro, filósofo del campo, observador de las cosas y equilibrado”.

En la revista Guía del Centro de Estudios Alcazareños, año 1965, leemos: “Ese sentido de la amistad sanchopancesca es lo que esta sin igual Orden se propone cultivar entre todas las gentes, al mismo tiempo que exaltando esta importante figura de la obra de Cervantes, proyectar por todo el mundo los auténticos valores espirituales de La Mancha, que son los que refleja ese libro inmortal”.

En una tarde ventosa y fría del mes de febrero de 1964 se reúnen en la finca conocida por la Platera, junto a Tico Medina, ocho alcazareños entusiastas de la figura de Sancho Panza y acuerdan fundar la referida Orden, basándose en estas tres razones: “Para exaltar la figura de Sancho, tan vilipendiada por todos, y sin embargo, tan importante en la obra inmortal de Cervantes. Para promoción de la amistad entre las gentes y los pueblos de buena voluntad y buen peso. Y para proyectar a todo el mundo los auténticos valores espirituales de La Mancha”.

Así mismo, deciden que, para ser nombrado Sancho, y por lo tanto pertenecer a la Orden, se exigirán las siguientes condiciones:

Primera y principal. Haber leído El Quijote.

Segunda. Tener un peso físico especial.

Tercera. Saber montar en burro (no más de un kilómetro, con albarda o sin albarda).

Cuarta. Poseer un alto sentido de la disciplina y un alto concepto de la amistad.

Quinta. Ser propietario de una sana cazurrería.

Sexta. Poseer igualmente una socarronería especial.

Séptima. Tener un apetito sin tregua.

Octava. Jurar el honor sobre un libro, lo más viejo posible, de Don Quijote de la Mancha, en noche de luna y junto al pozo de La Platera.

Novena. Hacer un trabajo sobre Sancho Panza en cualquiera de las expresiones artísticas en que se mueva el ordenado.

Los aspirantes al ingreso en la Orden debían de hacerlo mediante instancia dirigida al Gran Maestre, en donde quedaban recogidos los requisitos exigidos y la expresión artística o el medio en donde publicaría el trabajo a realizar sobre la figura de Sancho Panza.

Una vez aceptada la instancia de ingreso se entregaba al solicitante un diploma que lo acreditaba como aspirante, quien dentro de un plazo prudencial debía de hacer y publicar el trabajo sobre Sancho Panza comprometido. Tras ser divulgado el trabajo era nombrado Escudero, recibiendo con toda solemnidad el emblema de la Orden en el que se representaba “un burro con escudero y un molino al fondo”. Seguidamente debía de superar las pruebas exigidas y jurar el honor junto al pozo de la Platera, tras lo cual recibía el gradode lafaja roja, pudiendo en adelante tomar parte en todos los Capítulos que celebrara la Orden.

Se establecieron tres grados de Encomiendas que adquirían sus miembros según los méritos acumulados;estos eran la mencionada faja roja, la alforja y la bota de vino. Conseguidos los tres grados de Encomiendas se podía optar a la Dignidad de Gran Maestre de la Orden.

La Orden quedó estructurada en torno a un Capítulo o Junta Directiva constituido por el Gran Maestre, que lo presidía, el Lugarteniente o Gran Comendador, los Socios Fundadores con grado de Comendador y los Escuderos elegidos para desempeñar los cargos de Vicepresidente, Secretario, Maestro de Ceremonias, Escribanos, Tesorero y Encargados de las relaciones con las demás Ínsulas. También formaban parte del mismo un Comendador representante de cada una de las Ínsulas constituidas. La Junta Directiva se renovaba por mitad cada dos años en el Capítulo General.

Los lugares del Capítulo de la Orden eran La Platera y el molino de viento Sancho Panza, ambos situados muy cerca de Alcázar. En La Platera juraban su ingreso los aspirantes junto al pozo que allí existe y se sentaban en la Silla de piedra de Sancho para honrar su figura y recibir las dignidades correspondientes.

El molino Sancho Panza fue reconstruido expresamente para este fin por Tico Medina, siendo inaugurado “En nuebe días del mes de noviembre de mil novecientos y sesenta y seis”, coincidiendo con la fecha en la que los alcazareños conmemoramos el nacimiento de Don Miguel de Cervantes Saavedra. Sobre su puerta lucía como divisa “Tanto monta, monta tanto, Don Quijote como Sancho”.

En las imágenes anteriores vemos La Platera con su pozo al fondo, el molino Sancho Panza, el cartel anunciador de la Orden, la Silla de piedra de Sancho y a Tico Medina, Gran Comendador de la Orden, ataviado con la blusa negra, haciendo un llamamiento a todas las gentes de buena voluntad que quieran iniciarse en los principios de la Orden.

Como uniforme para los actos de tipo oficial se impuso el blusón negro típico de la buena gente manchega; las comidas tenían como base platos de factura manchega y en las reuniones se hablaba de las cosas más diversas, eso sí, dando prioridad a las relacionadas con la “alta coyuntura de Don Quijote y la especial arquitectura física y moral de Sancho”.

Para los candidatos que no llegaban a los cien kilos del peso exigido, se establecía que la diferencia en kilos debía de compensarse con la entrega de pan tierno destinada a la beneficencia local.

En la Regla de Constitución leemos en su Capítulo I: “La Orden tendrá su domicilio social en el Aula de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan… y los lugares de Capítulo en La Platera y en el molino Sancho”.

“Su principal fin es el de exaltar la figura de Sancho Panza, generalmente maltratada; pero acreedora de los mayores elogios, porque Sancho es un personaje bueno, honesto, humilde, cazurro, trabajador, filosofo observador y equilibrado, que en muchas ocasiones da pruebas de ser inteligentísimo, mostrándose en todo momento leal, con un especialísimo sentido de la amistad. Sancho es tan importante, que, sin él, no hubiera sido posible la existencia de Don Quijote”.

El Capítulo II establece que: “al mismo tiempo que exalta la figura de Sancho Panza, la Orden pretende proyectar a todas las gentes los auténticos valores espirituales de La Mancha y cultivar la verdadera amistad, tan útil y necesaria en los tiempos actuales…”

“Su ámbito de acción será el de todos los pueblos del territorio nacional en los que se simpatice con la figura de Sancho Panza, así como todos los extranjeros que se sientan cautivados por la simpatía de nuestras gentes y quieran contribuir al fomento de la verdadera amistad y difusión de los valores manchegos”.

En los Capítulos siguientes, hasta un total de veintidós, se regula toda la normativa necesaria para su desenvolvimiento, desde las condiciones de ingreso, el juramento de pertenencia a ella, las pruebas de ingreso, los derechos de los integrantes, el desarrollo del Capítulo General, las atribuciones del Gran Maestre, su forma de elección y cese, la figura del Gran Comendador/Lugarteniente del Gran Maestre, el papel de los Sanchos Fundadores, las funciones encomendadas a las Ínsulas que irán estableciéndose fuera de Alcázar según crezca la Orden, de los Capítulos a desarrollar en la Ínsula de Alcázar, de los Oficios de la Orden, de sus Bienes o Capital, de la Silla de Sancho en La Platera, de la Carta de la Amistad y finalmente de las condiciones de su disolución, como tristemente así acabó sucediendo.

Por su novedosa y atrevida propuesta transcribimos integro el Capítulo XIII referido a las Ínsulas: “Todo lugar, región o territorio en los que habiten uno o más Escuderos de los llamados Sancho, será considerado como Ínsula de la Orden, sometida a la jurisdicción del Gran Maestre”.

“Las Ínsulas serán regidas por un Cónclave, que presidirá el Comendador más antiguo de los que en ella habiten, en tanto que, a propuesta de ellos y a su elección, el Gran Maestre nombra el Gran Comendador que le represente”.

“Con todos los medios a su alcance el Gran Comendador y los Sanchos de la Ínsula, procurarán la amistad entre ellos y las demás gentes, promoverán el respeto a Sancho Panza y la inscripción de nuevos Sanchos, dando a conocer la existencia de la Orden y sus fines”.  

Y el Capítulo XIV lo amplia con esta frase: “Conforme vaya creciendo el número de los Sanchos se irá proponiendo al Gran Maestre la creación de otras Ínsulas”.

El Capítulo XVIII habla de los Bienes o Capital de la Orden y dice: “que no podrá exigir a sus componentes cuota alguna por pertenecer a ella. Para atender a los fines que le están encomendados podrá poseer en usufructo, perpetuo o temporal, según la voluntad del donante, todos los bienes y cosas que le fueran cedidas, las que administrará del modo más recto y encaminado a conseguir el fin para el que le fueron donadas”.

“También podrá percibir donativos en metálico de cualquier personas o miembro de la Orden y procurarse sus ingresos con festivales o actos públicos debidamente autorizados… Igualmente podrá recibir cualquier subvención o cosa entregada por Organismos o Entidades que quieran sufragar algunos costes, sin que por este motivo puedan intervenir en el régimen interno de la Orden”.

“Del mismo modo podrá disfrutar de la propiedad intelectual y artística de las obras que le sean cedidas y de aquellas otras que los Sanchos están obligados a entregar con motivo de las pruebas del ingreso”.

Importante es el Capítulo XIX relativo a la Silla de Sancho, que nos dice: “El principal medio que tiene la Ínsula de Alcázar para procurar la amistad y promover el conocimiento de la Orden, es la Silla de Sancho, en la que el Gran Maestre recibe el juramento de los nuevos Escuderos. A cuantos visiten La Platera y den muestras de simpatía por la labor que tiene la Orden, se les permite subir a la Silla, donde se les entrega la Carta de la Amistad, en la que se reconoce que su portador se ha hecho acreedor de la amistad de todos los Sanchos”.

Y el Capítulo XX especifica que: “la Carta de la Amistad no concede más título que el de amigo de la Orden, su portador no queda vinculado a ella por otro lazo que el de su simpatía hacía los fines que persigue esta Institución y los Sanchos deben reconocer en todo momento este lazo de amistad y tratarles como a futuros Escuderos”.

Sabemos de las numerosísimas visitas realizadas a La Platera, principalmente de la mano de las prestigiosas agencias de viaje Wagons-Lits//Cook y Viajes Meliá, para sentarse en la Silla de Sancho, inmortalizar el momento fotográficamente y recibir la Carta de la Amistad, que seguidamente reproducimos, de la que tenemos constancia que se entregaron muchos miles de ejemplares.

En el siguiente folleto promocional divulgado en 1969 por Wagons-Lits/Cook y denominado “Ruta Cervantina, por tierras de Don Quijote”, con recorrido programado para dos días de duración, se dice textualmente: “Alcázar de San Juan. Visita a la ciudad, Torre de Don Juan de Austria, Iglesia de Santa María, Museo de Mosaicos Romanos, visita de la Platera (Orden de Sancho)”.

Este folleto ilustra la importancia turística de la Orden, pero indudablemente hubo otras iniciativas. Como ejemplo vemos la ruta promovida por las Líneas Aéreas Iberia denominada “La Gran Aventura de la Mancha”que el diario ABC recogía así:

 Ruta turística Nueva York-Madrid-Nueva York. El próximo 1 de enero comienza la ruta turística Nueva York-Madrid-Nueva York. Durará quince días, seis de los cuales (entre el 5 y el 11) serán de estancia en la Mancha para recorrer las cuatro provincias manchegas: Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Toledo. El 5 los expedicionarios llegarán a Alcázar de San Juan y en la finca La Platera, sede de la Orden de Sancho, recibirán la investidura de la misma, así como el diploma o carta de la amistad”.

Ni que decir tiene que los actos de investidura no se circunscribían a la simple realización de las pruebas de ingreso, normalmente iban acompañados de actuaciones folklóricas y degustaciones propias de la gastronomía y el vino manchegos. En otras ocasiones el acto quedaba realzado por la intervención artística de los propios candidatos, para el recuerdo queda el recital de guitarra que dio Segundo Pastor el día de su ingreso.  

Durante su existencia la Orden tuvo una gran presencia en infinidad de medios de comunicación, hasta el extremo de convertirse en una extraordinaria embajadora de Alcázar y en una de sus más importantes fuentes de relaciones externas. Como muestra de esa presencia en los medios reproducimos la noticia publicada en el diario La Vanguardia de Barcelona el 24 de mayo de 1967, otra más aparecida en el diario Ya de Madrid el 19 de enero de 1969 y parte del reportaje publicado por la revista Dígame, el día 25 de mayo de 1967, en donde se ve la prueba de montar en burro realizada por un aspirante y el pesaje de Julio Camarero Custance, director del semanario El Caso.

En la revista Guía del año 1967 leemos: “Uno de los más importantes medios de relación que existen en Alcázar de San Juan es la Orden de los Escuderos llamados Sancho, singularísima institución creada para exaltar la cervantina figura de Sancho Panza, cultivar la amistad, tan necesaria en estos tiempos de continuo movimiento turístico, y proyectar a todo el mundo los auténticos valores manchegos, vinculando con La Mancha a tantas gentes de buena voluntad como existen en el mundo”.

Como ya hemos apuntado la Orden se fundó en febrero de 1964, pero no fue hasta el dieciocho de octubre de 1972 cuando, al amparo de la Ley de Asociaciones, vigente en ese momento, se decidió regularizar su existencia solicitando la inscripción legal en el correspondiente registro. En la solicitud cursada, firmada por Tico Medina en su calidad de Gran Maestre de la Orden, leemos:

“Que desde el febrero de 1964 viene defendiéndose y exaltándose la gran personalidad de Sancho Panza por un grupo de personas amantes del Quijote, que desde la fecha citada componen lo que se llamó desde entonces por todos los medios de comunicación Orden de Sancho Panza. Que deseando regularizar la existencia legal de lo que comenzó como reivindicación espiritual y literaria de un personaje universal, los fundadores de la citada Orden y los que con el tiempo ha ido adhiriéndose a la misma, hemos confeccionado los Estatutos correspondientes que han sido aprobados en la sesión celebrada el día 15 del corriente y de la que se adjunta la correspondiente acta por triplicado, así como también los Estatutos”.

Hemos podido documentar nominalmente a ciento veinticinco socios de pleno derecho, con toda seguridad que fueron muchos más pero no nos atrevemos a especular con su número total. Además de los muchos alcazareños que la integraban, eran miembros de la Orden importantes personalidades del momento, estas son algunas de ellas, que por su relevancia pública entendemos que podemos relacionar:

Tico Medina. Periodista. Gran Maestre de la Orden.

Enrique Rubio Ortiz. Periodista.

Luis López Anglada. Poeta. Premio Nacional de Literatura.

Alfredo Amestoy Eguiguren. Periodista.

Antonio Irles Miñana. Cinematógrafo.

Antonio Marcos Noya. Actor.

Pablo Vila Batista. Industrial.

Gustavo Cubas Urquijo. Conde de la Almudena.

Esteban Bassols. Secretario G. Federación Española de Centros de Iniciativas y Turismo.

Luis Ponce de León Ronquillo. Médico, periodista y literato.

Luis Asmarate R. de Larramendi. Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Barcelona.

Ildefonso Miró Segret. Concejal del Ayuntamiento de Barcelona.

Oscar A. Dignoes. Jefe de la Oficina de Turismo de Austria en España.

Felipe García Alonso. Hostelero. Propietario de Torres Bermejas.

Segundo Pastor Marco. Concertista.

Heinz Standenat. Embajador de Austria en España.

Juan Frisch Deutschberger. Jefe de la Oficina de Turismo de Austria en Barcelona.

Pedro Chicote Serrano. Hostelero.

Ramón Areces Rodríguez. Empresario. Presidente del Corte Inglés.

Josita Hernán. Actriz. Conservatorio Arte Dramático París. Propietaria molino El Doncel.

Julio Camarero Custance. Periodista. Director semanario El Caso.

Luis Fruela Posada Arias. Director de programas de Radio España.

Estanislao Bernad Lucas. Periodista. Jefe de prensa de Iberia. Director de Iberavión.

Manuel Fraga Iribarne. Ministro.

José María de Porcioles. Alcalde de Barcelona.

Ana Mariscal. Actriz y productora cinematográfica.

Julio Rico de Sanz. Gobernador Civil.

José Antonio Fernández Cuesta. Economista, abogado y periodista.

José María Martínez Vall. Director del Instituto de Estudios Manchegos.

Luis Mesquita Chavarri. Ministro Plenipotenciario de Paraguay. 

León Herrera Esteban. Ministro.

Juan Bautista Gill Aguinaga. Ganadero en Paraguay.

Arcadio Larrea Palacín. Musicólogo.

Rodolfo Martín Villa. Ministro.

Antonio Camacho Jiménez. Árbitro internacional de futbol.

Federico Gallo Lacarcel. Periodista. Propietario del molino Esta es su Vida.

Luis Ángel de la Viuda Pereda. Director de R.T.V.

José María Roger Amat. Gobernador Civil.

Lucien Müller Schmidt. Exjugador y entrenador de futbol.

Federico Bravo Morate. Director General de Sanidad.

Francisco Alcalde Morcillo. Paco Alcalde. Torero.

Mari Carrillo. Actriz.

José Luis de Azcárraga. Director General de Ordenación del Turismo.

Nati Mistral. Actriz y cantante.

Harold López Méndez. Psiquiatra. Colombia. Autor del libro La medicina en el Quijote.

Oscar Rojas Jiménez. Escritor y poeta venezolano.

Javier Escrivá. Actor.

También hemos podido constatar, al recabar estos datos, que estaban en trámite de ingreso con solicitud cursada, pero a falta de hacer el trabajo sobre Sancho o realizar las pruebas exigidas, otras veintidós personas, entre ellas las siguientes:

Jesús Álvarez García. Periodista.

Pedro Echevarria Bravo. Musicólogo.

Olegario Soldevila Godó. Empresario y banquero.

Gonzalo Rodríguez Gamarra. Catedrático de Universidad en Venezuela.

José Luis Peker Alberca. Periodista.

Pedro Zaragoza Orta. Alcalde de Benidorm.

Luis Álvarez Molina. Consejero del Reino.

H. Rolando Gómez de Elena. Locutor de radio y televisión.

Félix Pérez y Pérez. Vice-Rector de la Universidad Complutense.

Javier Vázquez Domingo. Locutor R.T.V.

Miguel Alluí Escudero. Secretario General Confederación Española Cajas de Ahorro.

Así mismo eran Sanchos de Honor, quizás por su buen peso además de sus otras muchas cualidades, las siguientes personas:

Ludwig Erhard. Canciller federal de Alemania.

Edgar Neville Romrée. Diplomático, escritor y director de cine.

Manolo Morán. Actor.

Cesáreo González. Productor cinematográfico.

Santiago Bernabéu. Presidente del Real Madrid.

Fernando Sancho Les. Actor.

Juan Luis Ossorio. Marqués de la Valdavia.

Federico Moreno Torroba. Compositor.

Entre las personas identificadas es de resaltar la gran cantidad de miembros, veintiuno, residentes en Barcelona, ciudad cervantina donde las haya, pertenecientes a la Orden. Recordemos que Cervantes ya había plantado la semilla de su futuro cervantismo al escribir: “…Barcelona, archivo de cortesía, alberge de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza única” (cap. LXXII, 2ª parte).

También es importante el número, veinticuatro, de ciudadanos extranjeros y de españoles residentes fuera de España que pertenecían o habían cursado solicitud de ingreso en la Orden. No en vano en uno de sus primeros Capítulos ya se había acordado lo siguiente: “Para facilitar la adhesión a la Orden de aquellos que no puedan visitar estos lugares, el próximo Capítulo estudiará una propuesta elevada al Gran Maestre para que dispense de estos requisitos (los presenciales que figuran en la solicitud de ingreso) a quienes no puedan visitar España”.

Como se aprecia por la enorme diversidad de personas que se han enumerado, fue una asociación muy bien acogida y extraordinariamente promocionada, que despertó un enorme entusiasmo y sobre la que difícilmente podemos vislumbrar el techo que habría alcanzado. Desconocemos las causas reales de su desaparición, pero sin entrar en disquisiciones de otro tipo que no nos corresponden, pensamos que debió de tener bastantes dificultades para adaptarse a la nueva realidad social y poder realizar los cambios necesarios que en esos momentos se precisaban, acabando así con el enorme potencial que para Alcázar representaba y las muchas ventajas de promoción, especialmente turísticas, que le brindaba de forma totalmente gratuita.

Con la estructura y el formato descritos la Orden mantuvo su actividad hasta el inicio de los años 80, a partir de entonces la Orden languideció e inició una nueva y diferente andadura, diríamos que más particular y localista, es cierto que, con la entrada de nuevos miembros, pero ya sin el carácter y los fines fundacionales que constituyeron su santo y seña; pero sobre todo sin la presencia de la mayor parte de las personas que la alumbraron y que participaron en su Capítulo fundacional. Aún así, en el diario YA del 4 de septiembre de 1987, apareció un artículo con este titular: “La Orden de los Sanchos cumple sus bodas de plata”, que destilaba cierta melancolía al recordar su esplendor pasado.

No obstante, en el libro de firmas para visitantes que se siguió manteniendo en La Platera hasta el año 1997, se puede comprobar que aún llegaban allí numerosas personas que querían honrar a Sancho sentándose en su Silla de piedra y recibir la correspondiente Carta de la Amistad. Es indudable que la repercusión y notoriedad de la Orden, reflejo de la del universal personaje que le dio sentido, habían sido y aún seguían siendo extraordinariamente notables.

Hoy en día La Platera ha desaparecido, el pozo está cegado y el molino de viento Sancho Panza es una pura ruina, tan solo queda en pie la Silla de Sancho, en torno a la cual el Ateneo de Alcázar ha organizado en los dos últimos años, un encuentro homenaje a nuestro universal Escudero con lecturas de trabajos propios, la teatralización de algún capítulo de El Quijote y la actuación del Grupo de Coros y Danzas de Alcázar de San Juan. Un fuerte aplauso para esta importante y necesaria iniciativa que esperamos se siga repitiendo durante muchos años; a buen seguro que contribuirá, entre otros muchos logros, a que el recuerdo de la Orden de los Escuderos llamados Sancho sea más difícil de olvidar.

Esta información está sacada de fondos propios y de los fascículos “Guía” publicados por el Centro de Estudios Alcazareños.

                                                                                                                    Manuel Rubio Morano

                                                                      Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Misterios cervantinos

Fecha de Publicación: 22/09/2020
Monumento a Miguel de Cervantes en Alcázar de San Juan, frente a la iglesia de Santa María

Mucho se ha estudiado y mucha tinta ha corrido y corre sobre la segunda obra más publicada después de la Biblia, el Quijote de Cervantes, pero no son pocas las cuestiones que aún están por clarificar y que podemos calificar de misterios, ya que más de cuatro siglos después siguen sin esclarecerse, algunas de ellas son las que se citan a continuación

El Quijote se compone de dos partes; la primera publicada en 1605 en el establecimiento que regentaba el impresor Juan de la Cuesta y al que contrató para su impresión el librero Francisco de Robles y la segunda publicada en 1615.

 Es desconocido el motivo por el que Miguel de Cervantes aprovechando el primer éxito del Quijote de 1605 al convertirse la primera parte en un auténtico best seller no continúa con la segunda parte hasta nada más y nada menos que diez años después y lo que es más extraño aún, no publicar nada hasta ocho años después, cuando publicó las Novelas ejemplares, obra que tuvo  más éxito junto con  Persiles y Sigismunda, que el propio Quijote, prueba de ello es que el Quijote de 1605 solo se reeditó en España en 1608 y tardó siete años para que fuera traducido al inglés y nueve al francés. Las Novelas ejemplares fueron traducidas al año siguiente de su publicación.

Otra de las cuestiones que continúan sin aclarar es la relación entre Miguel de Cervantes y el propietario de la imprenta, Francisco de Robles, librero del Rey,  negocio muy lucrativo, hasta hoy se desconoce el motivo por el cual se aventura a publicar la obra de Cervantes, ¿Quizá para adentrarse en un nuevo negocio editorial tras el éxito del  Guzmán de Alfarache’?, pero es extraño que lo haga contando con Miguel de Cervantes, que lleva 20 años sin publicar nada, desde la publicación de La Galatea en 1585 ya que según el mismo Cervantes, tuvo otras cosas en qué ocuparse y también es extraño que Don Miguel sea unos de los pocos autores modernos al que le va a editar Robles sus obras.

Es totalmente desconocida la relación que unió a Cervantes con Robles, así como también el origen de la deuda que en 1607 mantenía Cervantes con él de 450 reales.

No se sabe qué relación comercial tuvo Francisco de Robles con Cervantes, pero causa extrañeza también que, según la praxis de la época, una obra que una vez que el librero pagaba al autor por su licencia y privilegio de impresión podía hacer con ella prácticamente lo que quisiera, desde cambiar el título de la obra, como es el caso del Quijote, (inicialmente su título era El Ingenioso Hidalgo de la Mancha y finalmente se publicó como El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha), hasta la propia división del libro en capítulos, que en la versión final eran mucho más abundantes.

Cervantes colaboró activamente en muchas modificaciones que sufrió la primera edición cuando se forjó la segunda edición del primer Quijote, lo que era totalmente anormal.

Tampoco se sabe por qué en la época de la publicación del Quijote tras conocerse el éxito de la obra, no se reconoció la figura de su autor.

El ingenioso hidalgo de 1605 y de 1614, pasó en 1615, con la segunda parte de Cervantes a ingenioso caballero, título que solo aparecerá en los preliminares en la aprobación del licenciado Márquez Torres, pues en el resto de los documentos legales se alterna entre segunda parte de Don Quijote de la Mancha y Don Quijote de la Mancha, segunda parte.

Otro aspecto aun no aclarado es el motivo que lleva a Miguel de Cervantes a escribir para criticar los libros de caballerías, cuando estos apenas tenían vigencia alguna en 1605. Nos preguntamos si el Quijote no es una crítica ni una sátira a los libros de caballerías, sino que pudiera ser una sátira a un caballero en particular.

Cervantes satiriza al VII duque de Medina Sidonia en dos sonetos. Es el primero un canto extemporáneo a la conquista de una isla, denominada la Terceira por el marqués de Santa Cruz, en clara referencia al fracaso de la mal llamada “Armada invencible”, pues recalca que, de no haber muerto el marqués, la reina Isabel de Inglaterra y la herejía hubieran sido erradicadas. En el segundo soneto, dedicado al saqueo de Cádiz, ocurrido en 1596, ridiculiza las milicias de Sevilla y al capitán Becerra, por no llegar a tiempo, corriendo igual suerte, Don Alonso Pérez de Guzmán. Este episodio fue sufrido en España como una tragedia nacional y una irreparable humillación.

La casa de Medina Sidonia nace en 1294 al recurrir el rey Sancho IV a Alfonso Pérez de Guzmán para la defensa de Tarifa, convertida en leyenda, según la cual Alfonso Pérez de Guzmán lanzó un cuchillo desde su castillo para que mataran a su hijo antes de sucumbir al chantaje que le hacían los sitiadores, tras haberle conseguido apresar, les gritó ”matadle con este, si lo habéis determinado, qué más quiero honra sin hijo, que hijo con mi honor manchado”, por lo que Sancho IV además de procurarle el señorío de Sanlúcar añadió a su nombre el calificativo de “Bueno”, como Cervantes llamo a don Quijote, “el bueno”.

El VII Duque de Medina Sidonia fue nombrado el 1 de enero de 1588 Capitán General de las costas de Andalucía, para facilitar la formación de la Armada Invencible, en la cual Don Alonso Pérez de Guzmán, en esas fechas colaboraba en su abastecimiento, así como Miguel de Cervantes.

El 21 de marzo del mismo año, 1588, tras la muerte del marqués de Santa Cruz se le nombra Capitán General del Mar Océano, llamándole el rey Felipe II en su nombramiento por escrito Alonso Pérez de Guzmán “El Bueno” y a partir de entonces este se llamó así en todos los documentos oficiales.

La pretendida invasión de Inglaterra tuvo lugar en el contexto de la guerra anglo-española entre los años 1585 y 1604, Felipe II decidió articular el ataque conjuntamente, y de manera compleja, desde Portugal y desde las posesiones españolas en los actuales Países Bajos, contando con la colaboración del duque de Parma en Flandes y con el marqués de Santa Cruz en Lisboa, el plan consistía en hacer llegar la armada a través del Canal de la Mancha, llevarla hasta los Países Bajos y embarcar los soldados de los tercios de Flandes para posteriormente ejecutar la invasión de Inglaterra.

Especialmente Miguel de Cervantes debió acusar mucho el fracaso de la Grande Armada, en el Canal de la Mancha, debemos tener en cuenta que parte de su actividad profesional fue aprovisionador para la empresa de Inglaterra.

En 1596 la ciudad de Cádiz fue saqueada durante 24 días por los ingleses, concretamente por una armada comandada por el II conde de Essex y por entrar en dicha ciudad el VII duque de Medina cuando ya no quedaba ningún inglés, fue por ello acusado de incapaz y cobarde.

Este hecho histórico de la invasión de Inglaterra fue una auténtica debacle en la época, fue calificada como la mayor perdida que ha padecido España en cientos de años, una empresa, la de Inglaterra que Felipe II sentía que Dios le había encomendado para que los ingleses volvieran a la fe católica, por lo que con la ayuda de Dios no podía fracasar. Muestra de ello es que cuando la armada partió de Lisboa en su estandarte portaba la leyenda “Defensor Fidei”.

Si las consecuencias del desastre de 1588 pudieron ser sorteadas por don Alonso con cierto éxito, bajo el poderoso argumento de haber desaconsejado la expedición, la incapacidad de defender la costa encomendada a su custodia (saqueo de Cádiz en 1596) iba a generar un problema mayor para el duque, ya que hizo que se volvieran no pocos ojos acusadores hacia él. El éxito inglés fue entendido como un fracaso personal de Medina Sidonia.

Como consecuencia y con respecto al Algarve, Felipe II comunicó a Medina que había decidido nombrar al marqués de Gibraleón -más tarde también duque de Béjar (a quien dedicaría Cervantes la primera parte del Quijote)-, como capitán de los hombres que acudiesen a la defensa de Portugal, las tropas de las que Gibraleón dispondría procederían de los marquesados de Alcalá, Villamanrique, Villanueva del Fresno y Gibraleón, el condado de Niebla y la ciudad de Sevilla.

Otro aspecto enigmático es la dedicatoria de la primera parte de Cervantes al duque de Béjar, Don Alonso Diego de Guzmán VI duque de Béjar (marqués de Gibraleón) con quien no se conoce relación alguna, ni antes, ni después de la misma.

Los duques de Béjar desde 1565 vivían en una situación manifiesta de pobreza y alejados de la corte.

En 1567 Francisco Diego López de Zúñiga y Sotomayor, V duque de Béjar, casa con María Andrea Coronel de Guzmán, hermana mayor del VII duque de Medina, por lo que el VII duque de Medina y el V duque de Béjar se convirtieron en cuñados. Del matrimonio citado nace Alonso Diego López de Zúñiga y Sotomayor, que a la postre sería el VI duque de Béjar, sobrino de Alonso Pérez, al que Cervantes le dedica el Quijote.

La relación entre las casas de Medina y la de Béjar no parecía ser muy buena, además del episodio que comentábamos con anterioridad sobre que Felipe II tras el desastre de la pretendida invasión de Inglaterra en 1588 concede la vigilancia del Algarve al marqués de Gibraleón, (con posterioridad también duque de Béjar), en perjuicio de Medina Sidonia. En 1601 el recién nombrado VI duque de Béjar, tras una jornada de caza en posesiones del VII duque de Medina Sidonia, totalmente ofuscado, mata de tres arcabuzazos a un novillo, teniendo que pedir excusas por escrito de ello.

El hijo del VII duque de Medina Sidonia, que a la postre sería el VIII de su linaje en 1603 tras su matrimonio con la hija de Lerma fue nombrado Capitán General de Galeras, cargo que seguramente sería codiciado por el duque de Béjar…   

Otro de los grandes misterios Cervantinos es la autoría de la continuación del Quijote, obra publicada en 1614, el conocido como Quijote de Avellaneda. ¿Qué razón movió a su autor tantos años después a continuar la obra comenzada nueve años atrás por Cervantes?

Como saben, en 1614 se publicó una segunda parte de las aventuras de don Quijote por un hasta ahora desconocido autor, que salvando el prólogo en el que se ataca despiadadamente a Cervantes, es una continuación perfecta de la primera parte de don Miguel, por parte de uno de los mejores lectores-críticos de su época, que hizo terminar a Cervantes su casi ultimada segunda parte, la que ha pasado a la historia como el germen de la novela moderna.

Tema por aclarar también es a qué se refiere Avellaneda cuando escribe que Cervantes había abusado de los sinónimos voluntarios, y nos preguntamos si no serían los sinónimos los personajes reales en los que se inspira, siendo para la figura de don Quijote, el VII duque y Pedro de Salinas para la figura de Sancho. Pedro de Salinas, servidor que destacaba como preferido de la confianza del VII duque de Medina Sidonia y que era muy aficionado a dar consejos ¿Qué mejor manera de dar consejos que como lo hacía Sancho Panza, con refranes?

Pero aún queda por plantear una duda, un nuevo misterio, uno más de los que rodean a Cervantes en esos años ¿Qué movió a Alonso Fernández de Avellaneda o a quien se esconda detrás de este nombre (con una manifiesta enemistad personal hacia Cervantes), a llevar a cabo la continuación del Quijote tantos años después de publicada la primera parte? En 1605 estaba ya escrita la parodia del personaje de Ginés de Pasamonte, y en 1605 ya se difundieron las críticas a Lope de Vega y a su modelo de teatro, triunfante más a lo largo de estos últimos años ¿Por qué esperar nueve años si lo que quería era también desterrar la perniciosa lición de los vanos libros de caballerías, tan ordinario en gente rústica y ociosa y al mismo tiempo quitarle la ganancia de su segunda parte?

¿Acaso en estos nueve años no ha visto cómo la estrella editorial del Quijote ha decaído, desde el éxito inicial de 1605, ya que solo se reeditó en suelo hispánico en 1608, y sin mucha fortuna, con lo que hablar de ganancia tiene que ser más allá del éxito en las prensas?

En el Quijote de Avellaneda existen reiteradas citas alusivas tanto a la orden religiosa denominada los dominicos, así como a la devoción por el Rosario.

Martín de Riquer, como saben, reconocido cervantista, manifestó que Avellaneda tenía simpatía por la orden dominica y por el Rosario. Debido a las reiteradas alusiones varios autores han afirmado que el autor del Quijote de Avellaneda debía pertenecer a la orden de la iglesia católica denominada los dominicos.

Volviendo a la historia de los antepasados del duque de Medina Sidonia, a la dinastía de los Guzmanes, la Virgen se apareció en 1208 por primera vez en Francia al fundador de los religiosos dominicos, al que posteriormente fuera Santo Domingo de Guzmán (antepasado del VII duque de Medina Sidonia), fue en la iglesia de Prulla, en Languedoc (Francia), lugar considerado como la cuna de los dominicos, enseñándole a rezar el rosario.

En cuanto a las referencias a la Virgen del Rosario, el más preciado tesoro de la archicofradía de la Virgen del Rosario de Sanlúcar de Barrameda (lugar de residencia de los duques de Medina Sidonia) es una imagen tallada en 1556 de la Virgen del Rosario, conocida como la “Galeona”, que navegaba en la nao capitana protegiendo la flota de galeones en sus viajes de ida y vuelta a América.

Si la obra el Quijote de Avellaneda hipotéticamente hubiera sido un encargo del VII duque de Medina Sidonia, para -entre otras cosas- quitarle la ganancia a Cervantes y ajustar cuentas pendientes con él, tras conocer que este se encontraba finalizando su segunda parte ¿el autor de la misma no hubiera intentado congratularse con el duque para que quedase cuanto más satisfecho mejor con la obra, y qué mejor manera hacerlo que con continuas citas a los dominicos y al Rosario, dada la vinculación de ambos con la casa de Medina Sidonia?

Cuestión por aclarar también es que Cervantes a pesar de ser ignorado por sus contemporáneos, tras la autoría del Quijote, es desconocido el motivo por el cual fue ayudado por la familia más influyente de la época, primero por el conde de Lemos, virrey de Nápoles, sobrino y yerno del todopoderoso duque de Lerma, valido de Felipe III y posteriormente también fue apoyado por el cardenal e inquisidor general Bernardo Sandoval y Rojas, tío del duque de Lerma.

Para el duque de Lerma, casar a su hija con el heredero de la principal casa de Castilla fue un éxito sin apenas costos económicos, y que los 100.000 ducados de la dote los pagó como regalo de bodas, el mismísimo Felipe III. Apenas unas semanas después del ascenso al trono de Felipe III, concretamente el 16 de noviembre de 1598 se firmaron las capitulaciones matrimoniales.

El VII conde de Medina Sidonia,fue nombrado consejero de Estado y de Guerra, como consecuencia de la alianza matrimonial de su hijo con la hija de Lerma.En los primeros meses del nuevo reinado, tuvo lugar la sustitución de la llamada Junta de la Noche por un Consejo de Estado ampliado y fortalecido. De este modo el VII duque entraba a formar parte del que estaba proyectado a ser máximo órgano consultivo del reino.

Manuel Alonso (conde de Niebla) fue nombrado cazador del rey y gentilhombre de la cámara del rey, al parecer con la llave de oro que daba acceso a la persona real en 1599 y lugarteniente de su padre (VII duque de Medina Sidonia) y sucesor automático en la capitanía general en 1602.Al año siguiente , en 1603 también fue nombrado Capitán General de Galeras, aun así Niebla abandonó la corte muy a pesar de la opinión de su padre, desconociéndose el motivo, encontrándose su padre en 1603, muy deprimido.

La mayoría de las obras de Cervantes están dedicadas al conde de Lemos, durante el periodo en el que el conde de Lemos se encuentra en Nápoles ejerciendo el cargo de virrey; en esos seis años que terminarán un 8 de julio de 1616, con su vuelta a Madrid. Regreso provocado por ser reclamado por Lerma en su apoyo, ya que la situación política de este se había debilitado mucho, incluso su hijo el duque de Uceda estaba en su contra, habiendo perdido gran parte del prestigio que gozaba con Felipe III.

Quizás Lemos temeroso de que, en su ausencia en el virreinato de Nápoles, su cuñado Niebla (futuro VIII duque de Medina Sidonia, la casa señorial más poderosa de Castilla) le sustituyera como aspirante a valido, lanzó una campaña de desprestigio contra él, en forma de la segunda parte del Quijote de Cervantes, con el fin de ser el elegido por el suegro de ambos, Lerma, para su sucesión en el puesto de máxima confianza de Felipe III.

 Quizás, solo quizás…

 

Alonso M. Cobo Andrés

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Refranes cervantinos para reflexionar

Fecha de Publicación: 21/09/2020

Figuras realizas por Alfarería Hermanos Peño de Villafranca

 

Desde este domingo 20 de septiembre la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha comenzado a difundir en sus redes sociales los refranes del Quijote en vídeo, adornados con imágenes de las obras del pintor alcazareño José Luis Samper

Alcázar de San Juan, 21 de septiembre 2020.- Con la cuidada locución de nuestro socio Manuel Castellanos Tejero, y utilizando la obra pictórica del alcazareño José Luis Samper, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha acometido una nueva actividad consistente en la difusión de los refranes del Quijote en formato vídeo, dándolos a conocer a través de sus diferentes redes sociales, Instagram, Twitter y Facebook.

La serie ha comenzado este domingo 20 de septiembre y está previsto que tenga una periodicidad semanal, de forma que cada fin de semana los seguidores de la Sociedad puedan ir coleccionando cada uno de los refranes que se irán publicando y que además serán comentados explicando su significado.

En este tiempo que vivimos en que todo es agobio y prisas, parece necesario pararse un poco a reflexionar sobre estos refranes que nos transmiten las enseñanzas acumuladas por la experiencia y no encontramos mejor momento para ello que el fin de semana en que todos paramos un poco la velocidad de nuestra actividad semanal.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

 

 

QuijotEpub gratis en cervantesalcazar.com

Fecha de Publicación: 15/09/2020

Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas’, un texto que ‘aligera’ la obra de Cervantes para acercarla a un público más amplio. Esta edición de Enrique Suárez Figaredo y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan se encuentra ahora disponible en formato Epub para lectura en dispositivos electrónicos

Todas aquellas personas que quieren dejar de ser uno de esos ocho de cada diez que aún no han leído el Quijote se están quedando sin excusas para no hacerlo porque ahora la Sociedad Cervantina de Alcázar lo ha colgado gratis en su web cervantesalcazar.com y en formato epub para lectura en toda clase de dispositivos electrónicos.

Enlaces de descarga:

https://cervantesalcazar.com/web/pdf/primera_parte.epub

https://cervantesalcazar.com/web/pdf/segunda_parte.epub

Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas, una edición firmada por Enrique Suárez Figaredo, que aligera el texto original y lo circunscribe a las aventuras del hidalgo y su escudero.

Se trata de una versión que “no es para expertos cervantistas ni para estudiosos del Quijote”, que ya tienen a su disposición una amplia bibliografía, sino que es más bien una “versión de acceso” para quienes nunca lo han leído o para quienes no lo han terminado. El texto es un 25% menos voluminoso (aun así, roza las mil páginas) y en el que se han suprimido las novelas cortas intercaladas y “sólo han persistido las aventuras de don Quijote y Sancho Panza para que ambos permanezcan continuamente ante la vista del lector”.

Además, se han corregido erratas y eliminado “los trucos de los cajistas y componedores para adaptar el texto a cada plana” y se ha editado tanto la sintaxis cuando resultaba confusa como el vocabulario, ahora más asequible. Del mismo modo se ha homogeneizado el lenguaje de varios personajes, sobre todo Sancho Panza, y se han reordenado los capítulos en pos de una mejor organización del conjunto.

El objetivo, es proporcionar al lector un “camino fácil por donde llegar al producto principal” y hacer que la lectura resulte más fluida, porque “leer el Quijote no debe ser un sacrificio”. Quizás con esta versión más ligera se despierte en algún lector el gusanillo y el deseo de conocer la obra original de Cervantes.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Una curiosa asociación: la Singer Sewing Machine y el Quijote

Fecha de Publicación: 05/09/2020

 

La pequeña historia de las SINGER Sewing Machines es apasionante. El inventor y fundador de la empresa fue el polifacético Isaac Merritt Singer (1811-1875), y llego a tener su sede en el Singer Building de New York, que durante un año ostentó el récord de más alto del mundo. La verdad es que las máquinas de coser no eran una novedad en USA a mediados del siglo XIX: Elías Howe había patentado el primer prototipo en 1846 y se hallaba enzarzado en una guerra judicial con el verdadero inventor, Walter Hunt, que aún no la había patentado, pero aquel artefacto estaba lejos de ser un producto comercializable.

La verdadera vocación de Mr. Merritt era la de actor teatral, incluso montó una efímera compañía: The Merrit Players, pero tenía madera de inventor y había alquilado un espacio en una tienda de exhibición en Boston buscando compradores de su máquina para tallar piedra. Fue allí donde vio una Howe en funcionamiento y le bastaron unos minutos para detectar en qué debía mejorarse. Incluso es posible que ya entonces cayese en la cuenta de que su segundo apellido sería perfecto para la que iba a ser su nueva criatura. El modelo que patentó en 1851 funcionó muy satisfactoriamente, aunque su estética resultaba excesivamente industrial y se accionaba a manivela; pero el pedal del New Family model de 1865 permitía que la costurera se ayudase de ambas manos para desplazar la tela bajo la aguja (la manivela quedó relegada a la versión portátil), y eran hermosas, sencillas y prácticamente indestructibles. Su diseño estaba tan optimizado, que bien puede decirse que las de otras marcas posteriores no pasaron de réplicas.

En pocos años las SINGER Sewing Machines se vendían en todo el mundo occidental. El mercado español parecía poco atractivo a los altos ejecutivos de la sede central, pero las hacendosas españolas iban a propinarles una gran sorpresa. Y habría sido mayúscula si las máquinas se hubiesen fabricado en nuestro país (se importaban desde el Reino Unido). SINGER buscó colaboradores locales y montó muchísimas tiendas de exposición dispersas por nuestra geografía, siempre en emplazamientos muy céntricos y con llamativos escaparates. El mueble sí se fabricaba en España, y las clientas elegían el que creían conveniente. En el periodo 1915-1925 llegaron a venderse una media de 75.000 unidades al año. El éxito se debió a la posibilidad de adquirirlas a plazos, a las demostraciones casa por casa (con nutrida asistencia de vecinas y amigas) y a los cursillos que se impartían en las numerosas tiendas (todo como en USA). En definitiva, un producto imprescindible en su tiempo, práctico, fiable y auxiliado de una ejemplar comercialización.

SINGER dominó el mercado español hasta que la empresa armamentística eibarresa ALFA fabricó una máquina de coser prácticamente idéntica, si bien con una decoración espartana. La producción fue modesta en las primeras décadas y la empresa estuvo a pique de desaparecer en los años siguientes a la Guerra Civil Española (había nacido como cooperativa sindical), pero resultó muy beneficiada de la II Guerra Mundial, porque las factorías de sus competidoras hubieron de fabricar suministros para sus ejércitos. Luego las ALFA llegaron a venderse en medio mundo.

Pero en los primeros años del siglo XX la  gran competidora de SINGER (incluso en el apartado decorativo) fue la alemana WERTHEIM, cuyo fundador Joseph Wertheim (1834-1899) había trabajado como aprendiz en la fábrica SINGER de New York. La gran factoría estaba en Frankfurt, pero a partir de 1915, con la industria alemana volcada en la I Guerra Mundial, Karl Gustav Wertheim (1868-1945) llegó a un acuerdo con los otros herederos y empezó a producirlas en Barcelona, donde residía desde 1888, con la marca WERTHEIM RÁPIDA S.A. La empresa siguió el exitoso modelo comercial de SINGER: muchas sucursales, impartición de cursillos y venta a plazos. Con menores dificultades de abastecimiento y mano de obra que en la Alemania de postguerra, y exentas de impuestos de importación, las WERTHEIM españolas pudieron venderse con la misma cuota semanal que las SINGER: dos pesetas y media.

La fábrica fue colectivizada por los anarquistas durante la Guerra Civil Española, y Karl Gustav Wertheim aceptó ser un simple oficinista. Finalizada la guerra, en aquella España que simpatizaba con el nazismo, Karl Gustav podría haber sido detectado y reclamado por la Gestapo (el apellido paterno era llamativamente judío); pero bien fuese porque años antes había pasado a llamarse Carles Vallín y Ballín, bien porque la España franquista cuidaba del empresariado catalán, logró evadir semejante peligro.

Poco después de su fallecimiento, y por una de aquellas piruetas del destino (si no fue cosa de la justicia divina), la fábrica barcelonesa pasó a producir máquinas de la marca SINGER. De la escasez a la abundancia: en los años cincuenta del pasado siglo hubo cuatro fábricas de máquinas de coser en España, porque a las SINGER (antes WERTHEIM) y ALFA se sumaron las REFREY, fabricadas en Vigo, y las SIGMA, fabricadas en Elgóibar, a escasos diez kilómetros de Éibar, por la empresa Estarta y Ecenarro. Con el tiempo, algunas de esas firmas acabaron dedicándose más al sector industrial que al doméstico.

Olvidábaseme de decir que el bueno de Mr. Singer tenía una pésima opinión del intelecto femenino (se llegó a decir que la gran ventaja que vio en su invento era que prometía mantener calladas un rato a las esposas), pero vivió rendido con armas y bagajes a sus encantos, al punto que acumuló 24 hijos con cinco mujeres distintas. Una de sus hijas, Winaretta (1865-1943), mecenas y musa parisina, fue quien encargó en 1918 a Manuel de Falla  su obra El retablo de Maese Pedro, representada cinco años después en el palacete de la Princesse de Polignac, es decir, Winaretta Singer, que, aunque lesbiana, estuvo casada con Edmond de Polignac (1834-1901), un noble venido a menos y mucho mayor que ella: perfecto matrimonio de conveniencia, pues Edmond era homosexual. Eso fue en segunda nupcias: su primer matrimonio fracasó porque ella se negó a consumarlo (entre la haute société parisina se rumoreó que, la misma noche de bodas, Winaretta amenazó de muerte a su flamante esposo si osaba ponerle las manos encima).

 

Winaretta tuvo algún que otro affaire con mujeres casadas, lo que dio lugar a otra jugosa anécdota. En el transcurso de una soirée, uno de los maridos afectados se planto ante ella y con voz estentórea le dijo algo similar a esto: Si vous êtes aussi viril que vous le paraissez, sortez et combattez avec moi. Estas anécdotas pueden ser tan falsas como un duro sevillano, pero evidencian que doña Winaretta fue mujer de armas tomar y que vivió como le vino en gana (favorecida de su posición económica y social), y si las encendidas feministas de nuestros días llegasen a conocer su vida y milagros, le erigirían, cuando menos, un templete.

 

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Otro de los seis hijos del ya cincuentón magnate y la veinteañera francesa Isabella Eugénie Boyer (1841-1904), fue Paris Singer (1867-1932) Este hermano de Winaretta cojeó del mismo pie que su progenitor, pues, aunque casado, mantuvo un tórrido romance (hijo incluido) con la famosa y desdichada bailarina norteamericana Isadora Duncan (1877-1927), fallecida por estrangulamiento cerca de Niza cuando el larguísimo foulard que llevaba al cuello se enredó en los radios de una rueda del automóvil en que viajaba.

Pasemos ahora a lo que interesará a los quijotistas. En 1905, III Centenario del Quijote, aparecieron en España las diez exquisitas (y descaradamente publicitarias) tarjetas postales de SINGER, estampadas por el litógrafo madrileño Bernardo Rodríguez. Las ilustraciones no llevan firma, pero en algunas de ellas salta a la vista que su autor se inspiró en las ya muy conocidas del barcelonés Jaume Pahissa i Laporta (1846-1928), divulgadas en los cromos que acompañaban los productos de Chocolates Amatller. Fue mi amigo y consocio Constantino López Sánchez-Tinajero quien me dio a conocer su existencia, y las que obtuve de la página web Biblioteca Histórica Municipal de Madrid sólo han precisado un ligerísimo retoque para darles algo más de viveza. En las postales se muestran los modelos fijo y portátil (no tanto, pues pesaba más de 10 kg) y el comentario al pie de cada postal no tiene desperdicio (mi preferida es la núm. 4). Ni siquiera se desaprovechaba el dorso, pues en él se indicaba la cuota semanal para la compra de una de sus máquinas. Todo indica que sólo se distribuyeron en Madrid; del resto se encargaría el servicio de Correos: idea genial que el avispado fundador habría aplaudido. 

 

 

                                                                                          Enrique Suárez Figaredo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Las primeras postales de tema quijotesco en España (II)

Fecha de Publicación: 03/09/2020

 

Constantino López Sánchez-Tinajero

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

La segunda serie en orden cronológico fue impresa en 1902 y se trata de una colección de 20 tarjetas postales editada por Hauser y Menet, que reproducen escenas de la primera parte del Quijote, dibujadas por García Sampedro, acompañadas de un breve párrafo alusivo al pasaje correspondiente de la novela de Miguel de Cervantes.

Tienen un tamaño de 9 x 14 cm, y están impresas en tinta sepia sobre cartulina beige. Se realizaron mediante fototipia (recordamos que es una técnica consistente en la impresión de láminas estampadas con un procedimiento en el que se reproduce un cliché formado por relieves de gelatina entintada sobre un soporte de vidrio, que posteriormente se imprime por presión sobre el papel).

La serie de 20 postales fue puesta en circulación en 1902 por la imprenta de artes gráficas española constituida en Madrid en 1890 por los fotógrafos suizos Oscar Hauser Müller y Adolfo Menet Kurstiner. La imprenta destacó por sus trabajos en fototipia y por la impresión de tarjetas postales (llegando a producir 500.000 mensuales), algunas de cuyas colecciones se guardan en diversas instituciones internacionales.

Luis García Sampedro (Barcelona, 1872-Madrid, 1926), pintor e ilustrador español que estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona, y en la de San Fernando de Madrid. Se especializó en la pintura decorativa y costumbrista. Prolífico dibujante, fue autor de numerosos carteles publicitarios, como los dedicados al Círculo de Bellas Artes de Madrid. Como ilustrador trabajó en el libro Tradiciones de Toledo, de Eugenio Olaberría (Fernández, D. en E.M.N.P., Madrid, 2006, tomo IV, p. 1133).

La colección de postales abarca los veinte primeros capítulos del Quijote de 1605 -en esto no se diferencian demasiado de las series de azulejos cerámicos que proliferaron en las diferentes fábricas de Triana (Sevilla) a comienzos del siglo XX-, como ya se ha referido se acompañan de un breve texto descriptivo de la imagen y el capítulo al que pertenecen, de modo que hay una postal por cada capítulo entre el 1 y el 20 de la novela, coincidiendo la numeración de las postales con la de su capítulo correspondiente.

Su particularidad es que no han formado parte de la ilustración de ninguna edición del Quijote, tan solo se imprimieron como postales para darles uso, que normalmente era el de ser circuladas en los envíos postales, en una serie propia que esta casa de impresores creó con este motivo, como lo hizo con muchas otras series dedicadas por ejemplo a Retratos de los reyes, Vistas y monumentos de España, Costumbres y tipos españoles, Cuadros del Museo del Prado, etc…

Es tan poco conocida esta colección, que no la hemos encontrado catalogada en ninguna publicación. En la obra Iconografía popular de El Quijote, publicada por la Empresa pública don Quijote de la Mancha 2005, S. A. que editó la JCCM y coordinó Óscar Fernández Olalde, se hace somera referencia a esta colección y recoge la imagen de sólo dos postales: las identificadas con los números 3 y 5.

El único lugar donde la hemos encontrado referenciada con algo más de detalle ha sido en la Biblioteca Nacional de España, donde se conserva la colección completa junto con la mayor colección de postales de España y que nos la ha facilitado para este artículo.

La colección consta de las siguientes tarjetas:

1.- Don Quijote leyendo libros de caballerías (DQ I, 1)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

2.- Don Quijote llega a la venta (DQ I, 2)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

3.- Don Quijote es armado caballero (DQ I, 3)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

4.- Don Quijote ordena desatar a Andrés del árbol (DQ I, 4)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

5.- El labrador lleva de vuelta a casa a don Quijote (DQ I, 5)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

6.- El escrutinio de la librería de don Quijote (DQ I, 6)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

7.- Segunda salida de don Quijote (DQ I, 7)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

8.- Aventura de los molinos de viento (DQ I, 8)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

9.- La batalla de don Quijote con el vizcaíno (DQ I, 9)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

10.- Don Quijote y Sancho conversan tras la aventura del vizcaíno (DQ I, 10)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

11.- Discurso de don Quijote a los cabreros (DQ I, 11)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

12.- Don Quijote y Sancho en la choza de los cabreros (DQ I, 12)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

13.- Los cabreros transportan el cuerpo de Grisóstomo (DQ I, 13)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

14.- El entierro de Grisóstomo (DQ I, 14)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

15.- Aventura de los yangüeses (DQ I, 15)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

16.- Disputa en la habitación de la venta por Maritornes (DQ I, 16)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

17.- El manteamiento de Sancho (DQ I, 17)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

18.- Aventura de los carneros (DQ I, 18)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

19.- Don Quijote y la aventura de los encamisados (DQ I, 19)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

20.- Aventura de los batanes (DQ I, 20)

Imágenes propiedad de la Biblioteca Nacional de España

En la obra Iconografía popular de El Quijote, publicada por la Empresa Pública Don Quijote de la Mancha 2005, S. A. que editó la JCCM, coordinada por Óscar Fernández Olalde, se hace somera referencia a esta colección y recoge la imagen de sólo dos de sus postales, las identificadas con los números 3 y 5.

No hemos encontrado más referencias a estas postales. Casualmente quien nos ha suscitado interés por esta colección ha sido el coleccionista Jesús Senén Heras de Puebla de Almoradiel (Toledo), quien posee 16 tarjetas originales de esta colección, es el coleccionista privado del que tenemos noticia que tenga un mayor número de unidades conservadas.

Tarjeta postal nº 16 (anverso) de la colección de Hauser &Menet de 1902, propiedad de Jesús Senén
Tarjeta postal nº 16 (reverso) de la colección de Hauser &Menet de 1902, propiedad de Jesús Senén
Cuadro donde Jesús Senén Heras expone su colección

Le faltan las tarjetas números 4, 15, 18 y 20 para completar la colección, pero aun así, su colección es digna de admiración.

De esta colección poseen también el ejemplar nº 7 Laura Valeriano y Paco de la Torre, coleccionistas citados anteriormente, esta tarjeta postal está circulada desde La Habana el 15-09-1902.

Anverso
Reverso

También posee el ejemplar nº 4, el que se refiere a Andrés atado a un árbol al que azota Juan Haldudo, nuestro consocio Zacarías López-BarrajónBarrios de Quintanar de la Orden.

Como se puede comprobar, hay en Castilla-La Mancha y en el propio seno de nuestra Sociedad, coleccionistas de toda clase de iconografía quijotesca y concretamente de tarjetas postales.

Espero que este trabajo pueda llenar el vacío existente que yo me encontré cuando buscaba información sobre estas primeras colecciones de postales sobre el Quijote en España.

De este modo hago justicia a los pioneros que apostaron por este medio (llamado efímero) y que hoy, 120 años después, todavía nos siguen hablando de la historia de su época, constituyéndose en su día en un medio tan dinámico y viajero de intercambio de correspondencia con el que lograron dar difusión a la obra de Cervantes, objetivo que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan comparte plenamente, no en vano, es uno de sus objetivos fundacionales, siendo la propagación del conocimiento de su obra el motivo impulsor de la escritura de este artículo.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Catálogo de las primeras tarjetas postales de España impresas por Hauser y Menet (1892-1905). Casa Postal. Madrid, 1992
  • España en la tarjeta postal. Un siglo de imágenes. Bernardo Riego Amézaga. 2010
  • Fotografía y patrimonio. II Encuentro en Castilla-La Mancha. Lucía Crespo Jiménez y Rafel Villena Espinosa
  • Iconografía popular de El Quijote, publicada por la Empresa pública don Quijote de la Mancha 2005, S. A. JCCM. Coordinada por Óscar Fernández Olalde.
  • La imagen del Quijote en el mundo. Carlos Alvar
  • La tarjeta postal como documento. Estudio de usuarios y propuesta de un modelo analítico. Aplicación a la colección de postales del Ateneo de Madrid. Marina López Hurtado. 2013. (Tesis Doctoral)
  • Las tarjetas postales en España. Francisco Carreras y Candi. 1903
  • “No me mandes más vistas: los poetas decimonónicos en las series de tarjetas postales de Hauser y Menet (1901-1906)”. Marta Palenque. Artículo incluido en el volumen colectivo: Álvaro Ceballos Viro (ed.), La retaguardia literaria en España (1900-1936), Madrid, Visor, 2014, 271-302.

Las primeras postales de tema quijotesco en España (I)

Fecha de Publicación: 03/09/2020

 

Constantino López Sánchez-Tinajero

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Las primeras tarjetas postales vieron la luz en la ciudad de Viena en 1869 y posteriormente llegaron a España hacia finales del año 1873. En un primer momento se trataba de enteros postales (es decir, una tarjeta de cartulina con un sello ya impreso de la Dirección General de Correos) y no llevaban dibujos ni imágenes.

A partir de 1875 se comienzan a generalizar los paisajes en las ilustraciones, estableciéndose en 1878 durante el Convenio de Paris su tamaño estandarizado de 14 x 9 cm. En la década de 1890 se activó la producción y puesta en circulación de postales ilustradas que, adoptando el reglamente de la Unión Postal Universal, tenían una imagen en el anverso, mientras que en el reverso guardaban el espacio para anotar la dirección del destinatario, por lo que el texto escrito del emisor debía ir sobre el dibujo o aprovechando posibles márgenes. Este auge coincide con el desarrollo de la fotografía y fueron las llamadas tarjetas postales de vistas, aquellas que consagran instantáneas de ciudades y de monumentos, las que alcanzaron una mayor difusión y popularidad.

Desde ese momento la postal adquirió mayor importancia, dejó de ser un mero elemento de correspondencia para convertirse en documento (ya que tenía información plasmada en un soporte) y comenzó a ser un objeto atesorado por coleccionistas de todo el mundo, que empleaban este tipo de comunicación postal para conocer el estado de otros países y también para intercambiárselas y aumentar sus respectivas colecciones.

A partir de 1897 en que apareció la fototipia, se impulsó la difusión y circulación de la tarjeta postal ya que este medio de impresión fotomecánica (creado por J. Joubert en 1860 y perfeccionado por Josef Albert en 1869) permitía reproducir fotografías sobre cartulina con una gran nitidez y calidad, y posibilitaba realizar tiradas de hasta quinientas copias con precios muy económicos. En España, la primera empresa de tarjetas fue la fundada en Madrid por los suizos Oscar Hauser y Adolf Menet, propietarios de un taller de fototipia que terminó por especializarse en este flamante mercado con un importante y extenso catálogo iniciado en 1892. En 1901 cuando el negocio se había ampliado a otras nuevas firmas (entre ellas las de Laurent), su marca era signo de calidad y prestigio, llegando a producir en diciembre de 1902 la cantidad de medio millón de tarjetas mensuales, lo que les permitía hacer frente a la demanda existente.

Esta época coincidió con la Edad de Oro de la tarjeta postal comenzando en 1901 y se caracterizó por el auge del coleccionismo, por el nacimiento de las primeras asociaciones cartófilas y por el inicio de las primeras publicaciones especializadas en la materia.

Por lo que respecta al Quijote, coincidiendo con el tercer centenario de la publicación de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha en 1905, Jaime  Pahissa y Laporta llevó a efecto una muy conocida colección de 25 postales que tuvo amplia repercusión en la época y mucha difusión ya que este pintor y litógrafo era conocido por haber realizado estampas y cromos, así como por ser uno de los notables ilustradores del Quijote, obra para cuya edición de Fidel Giró en 1897 realizó una serie de ilustraciones.

Pero yo me quiero centrar en las dos colecciones de postales pioneras en España, que son grandes desconocidas y de la que apenas hay información escrita, por lo que me permito a continuación hacer un estudio y análisis de ambas.

Comienzo con la primera colección de postales con tema quijotesco impresa en España que corrió a cargo de J. Lacoste sucesor de Antigua Casa de Laurent en 1901 (o posiblemente en 1900, ya que se han encontrado postales circuladas -escritas y enviadas por correo- en este mismo año 1901),  que la llamó serie H-1ª, titulada Don Quijote de la Mancha Primera Parte, compuesta de 10 postales de cartulina, impresas en fototipia con tinta negra,  se presentaban guardadas en un sobre rosado con impresión en el anverso, donde informa de las otras colecciones de la casa y en el reverso donde se ofrece publicidad de la casa comercial. Se trata de una colección de postales basadas en fotografías tomadas a cuadros de diferentes pintores que plasmaron episodios de la novela y que se encuentran en diferentes museos, donde fueron cuidadosamente fotografiados.

Quien me puso sobre la pista verdadera de que esta fue la primera colección de tema quijotesco en España fue la Dra. Mariana López Hurtado que en la página 82 de su interesante tesis doctoral “La tarjeta postal como documento. Estudio de usuarios y propuesta de un modelo analítico. Aplicación a la colección de postales del Ateneo de Madrid”, incluye un anuncio de la Casa Laurent donde se publicita esta y otras colecciones de su amplio catálogo.

Tengo que mencionar expresamente al Museo Cerralbo que es el lugar de donde he obtenido las imágenes y que además de esta serie, atesora un excepcional patrimonio cultural que recomiendo visitar. 

Sobre (Anverso) [Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

 

Sobre (Reverso) [Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 1. Anónimo. Retrato de Cervantes. Academia de la Historia

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 2. Lizcano Monedero. Cervantes y sus modelos

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 3. M. Carbonero. Primera salida de don Quijote (DQ I, Cap. 2)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 4. M. Hispaleto. Entierro del pastor Grisóstomo. (DQ I, Cap. 14)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 5. G. Bolívar. Presentación de Dorotea a don Quijote (DQ I, Cap. 29)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 6. M. Hispaleto. Discurso de las armas y las letras (DQ I, Cap. 27)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 7. Hispaleto. Casamiento de Basilio y Quiteria (DQ II, Cap. 21)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 8. Gisbert. Don Quijote en casa de los Duques (DQ II, Cap. 31)

Nº 9. M. Domínguez. Plática de Sancho con la Duquesa (DQ II, Cap. 33)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

Nº 10. M. Jadraque. Testamento de don Quijote (DQ II, Cap. 74)

[Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid
Serie H1ª (Reverso) [Estudio fotográfico, J. Laurent & Cía.] Museo Cerralbo. Madrid

 

De esta colección que es la más antigua de España y a través de nuestra investigación a través de las redes sociales, hemos tenido conocimiento de que el matrimonio formado por Laura Valeriano y Paco de la Torre, conquenses pero afincados en Toledo, bien conocidos en todo el territorio nacional por ser extraordinarios coleccionistas de tarjetas postales y estudiosos del mundo cartófilo, poseen dos ejemplares, los identificados con los números 2  (Cervantes y sus modelos, del pintor alcazareño Lizcano Monedero) y 7 (Casamiento de Basilio y Quiteria, de Hispaleto, DQII, Cap. 21), está ultima circulada de Madrid a Lisboa el 1 de abril de 1902. Seguidamente las reproduzco con su permiso:

  • Continuará en la segunda parte…

La Mancha vista por Esquivel (V)

Fecha de Publicación: 02/09/2020

ENTRE LAGUNAS Y PECADOS

Artículo dedicado a Maite, mi compañera en todos los viajes por la Mancha de don Quijote

pecados inicial

El Maestro Esquivel ha visto Villafranca de los Caballeros en sus dos localizaciones anteriores: desde la torre de Campo de Criptana y desde el cerro de la Sierra, en el término de Campo de Criptana. Esquivel deja esta villa y se dirige hacia Alcázar de San Juan, dejando atrás los terrenos gobernados por la Orden de Santiago comienza a pisar los terrenos de la Orden de San Juan.

En Alcázar de San Juan realiza donde una observación astronómica con su astrolabio y cuadrante y anota sus coordenadas en su cuaderno para situarla precisamente en el primer mapa matemático de España, como hace con las poblaciones más importantes que va encontrando a su paso.

coordenadas alcazar

Posiblemente el Maestro Esquivel hace esta observación astronómica desde el edificio del ayuntamiento de la villa alcazareña aprovechando que era una antigua torre y que se encontraba entre la Plaza Vieja y la Nueva, hoy casi el centro de la Plaza de España, anotando desde allí: «alcaçar de consuegra. lat. [latitud] 39. [grados] 28. [minutos] lon. [longitud] 10. [grados] 57 1/2 [57 minutos 30 segundos]».

Las coordenadas que obtengo a través del Sistema de Información Geográfica Nacional (SignA) para este mismo punto son: 39º 23 23 N – 3º 12 37 O. Puede llamar la atención la gran diferencia entre estas mediciones, especialmente en la longitud, sin embargo hay que tener en cuenta que la longitud se tomaba desde antiguo, Ptolomeo así lo anotó en su Geografía (150 años d.C.), a las Islas Afortunadas, las tierras conocidas más al occidente, como línea de referencia o meridiano 0, incluso después del descubrimiento de las tierras americanas. En mitad del siglo XVI la longitud seguía teniendo como meridiano 0 a las Islas Afortunadas, más precisamente la parte occidental de la isla canaria de El Hierro.

No obstante el Maestro Esquivel elige como meridiano 0 la isla canaria de Fuerteventura. Desconocemos el motivo, Esquivel no dejó escrito el procedimiento de trabajo que había creado para levantar el mapa solicitado por el rey Felipe II, pero elegir un meridiano de referencia distinto al “oficial” o “conocido” en la época también lo hizo su predecesor, como Cosmógrafo Real, Alonso de Santa Cruz para levantar el mapa conocido como Atlas de El Escorial encargado por el rey Carlos I, que tomó como origen de su mediciones el Cabo de la Roca, el punto más occidental de la Península Ibérica. Para los reyes españoles, y para sus cosmógrafos, el mapa de España tenía como objetivo ser un instrumento para el buen gobierno y administración de su territorio, pero también para su defensa en caso de guerras, por lo que en caso de copia o pérdida de los documentos el mapa resultante con los datos anotados por Esquivel tendría un error de más de trescientos kilómetros.

No es hasta 1884 cuando se acuerda formalmente Greenwich como meridiano 0, aunque tanto España como Francia siguieron usando Madrid y París como referencias en sus trabajos topográficos muchos años más.

Desde Alcázar el Maestro se dirige a Villafranca. Sube a la torre de la iglesia de Santa María, como así se conocía, para localizar desde allí otro cerro desde donde poder anotar y referenciar más lugares de la Mancha toledana. Elige un cerro que está «de Villafranca […] del po. [Poniente] al md. [Mediodía] 3 gr. leg 1 3/4». Este cerro está en el término municipal de Camuñas, muy cerca de esta villa toledana, y conocido como el Cerro San Cristóbal.

localizacion del cerro

lugares vistos en los papeles

Como anotó Esquivel en el folio 22, desde este altozano voy a poder observar  el castillo de Consuegra, Consuegra, Camuñas, Madridejos, Urda, el castillo de Mora y el puerto de Los Yébenes.

lugares visto mapa actual

Es sábado y me pongo en marcha desde Alcázar de San Juan hacia Villafranca. Voy por la carretera CM-4133. Este trayecto lo he hecho desde niño muchas veces en verano, pero por el antiguo camino de Villafranca. Primero con mi familia sobre el carro de mulas de un tío-abuelo y después en bicicleta. El destino siempre era sus lagunas, especialmente la conocida como Laguna Grande.

familia en villafranca

La Laguna Grande es una laguna endorreica salina, como la mayoría en esta parte de la Mancha. Pocos años después de la visita de Esquivel los vecinos de Villafranca respondían así a las Relaciones Topográficas en 1575: «… y que los términos de ella hay dos lagunas de agua salobre las cuales cogen agua de que el río dicho de Xigüela corre […]»

Desde hace muchos años sus aguas, y sus lodos, han sido muy estimadas por  aliviar los dolores reumáticos y artríticos, así como afecciones en la piel. Si bien la diversión en sus aguas tranquilas era el objetivo buscado por muchos vecinos de Villafranca, Herencia y Alcázar durante los calurosos veranos, un verdadero oasis en la Mancha. Por su composición era muy recomendable no tragar agua, de hacerlo el mal rato estaba más que asegurado.

barca en la laguna

No quería seguir mi camino hacia Camuñas sin volver a ver esta laguna. Más aún cuando mi amigo Félix Patiño, vecino de Villafranca, me había enviado unas imágenes del estado actual de las lagunas.

foto 1 laguna seca horizontal

Llego a la laguna y la imagen es desoladora, ampliada por el silencio casi sepulcral del entorno lagunar. Hoy este espacio debería estar lleno de familias disfrutando del día y no veo absolutamente a nadie, como tampoco fauna acuática, tan habitual en ella por ser Refugio de Fauna desde finales del año 1988.

laguna seca 2 sentado barca

Sentado en una barca de pescadores, con la ironía de tener los pies en fondo de la laguna, intento entender por qué podría estar sucediendo esto. Estas lagunas pertenecen a la cuenca del río Gigüela. Se nutren hídricamente por precipitación directa en ellas, por la descarga del Acuífero 20 cuando el nivel de este es alto y, desde antiguo, por aportación directa desde el río Gigüela,  vertiendo aguas en la Laguna Chica y desde esta hasta la Laguna Grande. Este año ha sido muy seco, solo llovió algo en primavera, y no ha sido suficiente para conservar mínimamente el nivel de agua. ¿Será la solución para futuro la entrada en explotación de la llamada Tubería Manchega en los próximos meses? Esta superestructura hídrica lleva en construcción casi veinte años y traerá agua desde el Trasvase Tajo-Segura a esta parte de la Mancha, posiblemente el próximo año, si hay voluntad política. ¿Habrá un pequeño ramal que inunde en caso de pertinaz sequía estas lagunas de Villafranca? Sufriendo esta imagen dantesca es más que necesaria.

Continúo mi viaje, algo contrariado por la imagen de la laguna, y llego a la pequeña localidad toledana de Camuñas. ¿Cuándo estuvo el Maestro Esquivel en Camuñas? La toma de datos en el terreno los hizo entre los años 1551 y 1565, año de su muerte. Solo hay una fecha en Los Papeles de Esquivel, «En la puente de Pareja. Lunes 18 de marzo 1555», cuando estaba realizando observaciones en la provincia de Guadalajara. El Maestro Esquivel pudo haber conocido Camuñas ya como villa, pues como contestan sus vecinos en 1575 a las Relaciones Topográficas «es villa desde el año cincuenta y siete que su Magestad lo isimió de la villa de Consuegra […] cae en el reino de Toledo la Mancha que dicen». O aún como aldea de Consuegra durante las disputas con ella.

Dejo atrás el centro urbano de Camuñas y subo por un camino al cercano  Cerro de San Cristóbal. Este es el cerro (39º 25 57.22 N – 3º 26 41.80 O) desde donde Esquivel contempla, de nuevo, la imagen de la  Mancha toledana.

ruinas molino

La ruina de antiguo molino se encuentra justo en el lugar donde Esquivel apoyó y niveló su gran dioptra de madera. Cuando estuvo aquí el Maestro, este molino de viento no había sido construido, Camuñas no disponía de molinos de viento con qué moler sus cereales, teniendo que ir sus vecinos «a moler a doce y catorce leguas a Tajo y Guadiana» a molinos de agua. Este molino debió ser construido entre 1752, año en el que al Catastro encargado por el Marqués de la Ensenada respondieron que «No hai minas algunas, salinas, molinos ni otro artefacto alguno en este termino», y la visita que en 1769 hizo a la villa Domingo de Aguirre que ya lo dibuja en su  Descripción Histórica del Gran Priorato de San Juan, manuscrito que realiza para el prior de la Orden don Gabriel Antonio de Borbón.

camuñas aguirre

Desde aquí Esquivel anotó en sus Papeles los nombres de los lugares alineados con el visor de su dioptra y el ángulo que formaba con respecto a uno de los cuatro puntos cardinales.

consuegra y madridejos

castillo consuegra detalle

Desde este cerro es posible ver un horizonte de casi 360º. Uno de los muy pocos lugares en la Mancha desde donde poder tener la imagen de inmensidad de la patria de don Quijote, junto con el Cerro de San Antón en Alcázar de San Juan. Y sin embargo el Maestro Esquivel no anota en su libreta lugares como Alcázar, Herencia y Villafranca que se ven perfectamente desde aquí.

alcazar dwesde cerro

herencia

Esquivel utiliza para situar en el mapa a los lugares más importantes sus coordenadas geográficas precisas, como hizo con Alcázar, y el resto de lugares más pequeños por las intersecciones de las líneas observadas desde cerros y torres elegidas por él. Herencia y Villafranca las tenía ya fijadas en el mapa con  tres observaciones anteriores, por lo que en esta ocasión las omite.

Bajo del cerro habiendo visto una de las imágenes más impresionantes que de la Mancha se puede tener, pero no puedo irme de Camuñas sin acercarme a ver el Centro de Interpretación de los Pecados y Danzantes.

viendo el mural

En este edifico de nueva planta se explica, dentro de lo que es posible, un antiquísimo Auto Sacramental que llena de color, olor, sonido y fervor el Corpus Christi camuñero. Su origen no es posible datarlo con seguridad. En 1741 se afirma documentalmente que desde “tiempo inmemorial” había “dos danzas que dizen de Judíos y Pecados”, y algunos historiadores afirman que en 1500 ya se hacían  estas danzas, por lo que en su breve estancia en alguna de las casas principales de de esta villa a Esquivel le describiesen este rito ancestral que comienza la tarde del Domingo de Resurrección, con la enigmática danza de Tejer el Cordón de los Danzantes. Y volverán a hacerlo el jueves del Corpus y el domingo de la Octava.

tejiendo el cordon

Algunos estudios locales creen que se trata de la escenificación mímica de la  lucha entre el bien y el mal. Sin embargo, en las danzas no se aprecia disputa alguna entre los Pecados y los Danzantes. Es una fiesta de sentido y sentimiento camuñero, muy difícil de comprender por los que venimos de fuera. El jueves del Corpus, las varas arrastrándose, disparos de escopeta, castañuelas, panderetas, tambor, sonajas, el son de una porra y aullidos se confunden en sus calles mientras los Pecados inician cada uno su particular carrera hacia el Santísimo.

salto de pecado

El Pecado la inicia con el volapié, haciendo un ligero aleteo con la mano izquierda y después de unos pequeños pasos arrastrando la vara inicia la carrera sin dejar de mover la mano izquierda y la vara sujeta con la derecha pegada al cuerpo, para terminar con el salto unos metros antes de llegar delante del Santísimo. Aquí, el Pecado da uno o dos brincos serpenteando su cuerpo quedando suspendido en el aire un instante para después caer y hacer una reverencia con su rodilla descubriendo su cara, dejando caer su máscara sobre el hombro. Nadie sabe lo que por la cabeza del Pecado pasa en esos instantes, tampoco lo dicen, es muy personal, como algunos de los adornos de su vestido.

mural transparencia iglesia

Regreso a casa con la determinación de volver a Camuñas durante el Corpus del año 2021, espero que ya sin mascarilla por el COVID-19.

El Maestro no dejó nada más que coordenadas, ángulos, relaciones de lugares y alguna otra nota geográfica en estos papeles, más de 800 folios, pero sin duda el horizonte manchego y su luz lo cautivó, como a Quijano, su fiel ayudante. De este asistente de topografía no se sabe nada más que su nombre y que estuvo al servicio con el Maestro muchos años, pero con solo pronunciar su nombre en esta parte de la Mancha se produce un trasiego sin remedio hacia el Quijote.

No tardaré en volver a mirar los enigmáticos Papeles de Esquivel guardados en Estocolmo para tomar notas e ir a otro cerro desde donde contemplar la misma imagen de la Mancha que el Maestro vio en mitad del siglo XVI. Desde que en abril de 2018 llegó a mis manos una copia de estos papeles manuscritos, hay un lugar desde el cual Esquivel contempló la Mancha conquense, que medio siglo después sería parte de la Mancha cervantina, la villa de Mota del Cuervo. Hasta ella iré en mi próxima salida, pero no voy a subir a la torre de su iglesia, sino que iré al balcón de la Mancha, su sierra con molinos de viento, que quizás sí pudo verlos desde la torre de la iglesia el Maestro, aunque sus novedosas figuras con cuatro grandes aspas movidas por el viento no le recordaran a descomunales gigantes, era un excepcional matemático y geógrafo. Esa genial fantasía estaba aún en la pequeña cabeza de Cervantes.

                                                                            Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

El guiño de don Eulalio en Guanajuato-México

Fecha de Publicación: 02/09/2020

Dr. (C) Washington Daniel Gorosito Pérez

¿Quién puede imaginar Guanajuato sin su Museo Iconográfico del Quijote? Ese cuestionamiento me lo hago interiormente al visitar por enésima vez ese recinto dedicado al Caballero de la Mancha con mis alumnos universitarios. Aunque debo confesar que lo que más me emociona es, antes de ingresar, pararme frente a una estatua consagrada a la figura del Hidalgo acompañado de su leal escudero y contar la historia de otro Quijote: Don Eulalio Ferrer Rodríguez (1921-2009), su hacedor y donador.

Todo empezó durante la Guerra Civil española, cuando un miliciano extremeño canjeó al jovencísimo capitán republicano una edición miniatura (la de Editorial Calleja de 1912) de Don Quijote de la Mancha, con su cortejo grandioso de sueños, por un puñado de cigarrillos. Este incidente marcará su vida, la obra le ayudará a sobrevivir en su pasaje por varios campos de concentración situados en territorio francés…

Los ojos de los jóvenes empiezan a brillar con la narración; me transformo en un excelente cuentacuentos(palabra recién aceptada por la Real Academia Española). Prosigo: …Ferrer se exilió en México en la postguerra; hombre culto, publicista excepcional, consagró su vida a su familia y a Don Quijote y Sancho, quienes integrarán ésta.

Después de décadas de comprar todos los Quijotes y Sanchos que encontró por el mundo, de los materiales más inusitados, creados por artesanos populares o firmados por grandes artistas, logra una colección única en el mundo. La misma refleja la vivencia de los pueblos, la relación íntima de naciones enteras con el Caballero de la Triste Figura y su escudero refranesco, esencia misma de la gente común, parte natural de sí mismos. Como agradecimiento al pueblo mexicano, que albergó a gran parte del exilio español, donó a Guanajuato este museo que había “armado” durante décadas con ese gran acervo de colecciones de artistas de todo el planeta cuyas obras estaban dedicadas al personaje universal creado por el Manco de Lepanto.

 

La visita es siempre fructífera y disfrutable. Cuando me retiro, tengo la costumbre de adquirir, en la tienda de recuerdos del museo, algún cartel alusivo que será posteriormente obsequiado a algún amigo o conocido en fecha especial, en que el caballero Alonso Quijano, le acompañará en alguna habitación de su hogar u oficina.

Al salir hay un retrato de Don Eulalio que siempre me da la impresión me guiña su ojo izquierdo por una visita más; sonrío por mi ocurrencia y centro mis ojos en el lienzo de Antonio Rodríguez, Don Quijote en el exilio, sin dudas Don Eulalio lo fue.

El Quijote más manchego: el de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 13/07/2020

Quijote SCA imprenta

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan se ha decidido a enviar a la imprenta su adaptación del Quijote cervantino, que hasta ahora podía leerse y descargarse en su web cervantesalcazar.com, así como en Instagram a razón de dos planas diarias y con más de un millar de seguidores

Con sus dos tomos y mil páginas profusamente ilustradas a color, no se trata de un resumen, ni siquiera de una criba de capítulos selectos, sino de un Quijoteprácticamente completo, entretenido y entendible, con el objetivo de que quien empiece a leerlo, logre llegar hasta el final, tarea en que fracasan ocho de cada diez lectores.

De momento, se ha hecho una tirada reducida para sus Socios, que serán los primeros en tener en sus manos este exclusivo Quijote, pero según Juan Bautista Mata, actual presidente de la SCA: “Puesto en las manos, entra por los ojos y da tentación de empezar a leerlo ya mismo. Estoy convencido de que a corto plazo nuestro Quijote alcanzará una difusión mucho mayor, cuando menos aquí en La Mancha”.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Las plumas de los soldados españoles

Fecha de Publicación: 24/06/2020

 

uniformes militares

Cervantes fue soldado del ejército español. Se alista o sienta plaza en Italia en 1570, dejando la vida cómoda al servicio del cardenal Acquaviva. La participación en la batalla de Lepanto, el día 7 de octubre de 1571, “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”, fue para él un alto honor. Herido en ella, pasa unos meses en el hospital de Mesina donde se recupera junto con otros soldados “que han quedado mancos y maltratados de la batalla”. Uno de esos soldados heridos también se llama Miguel Cervantes, del que poco más sabemos. Después, su nombre se reconoce en las campañas militares de Navarino, Túnez y la Goleta,  hasta que decide volver a España en 1575. Es apresada la galera en la que venía y llevado cautivo a Argel, donde pasará cinco largos años esperando su rescate.

En sus novelas irradia su amor por el servicio a las armas, lo que da a entender que su alistamiento y paso por el ejército fue por gusto y no por obligación. El ejercicio u oficio de las armas era uno de los tres que cualquier padre quería para sus hijos, según le decía el padre al capitán cautivo, uno de sus tres hijos:

“Hay un refrán en nuestra España, a mi parecer muy verdadero, como todos lo son, por ser sentencias breves sacadas de la luenga y discreta experiencia; y el que yo digo dice Iglesia o mar o casa Real,… Digo esto porque querría y es mi voluntad que uno de vosotros siguiese las letras, el otro la mercancía, y el otro sirviese al rey en la guerra, pues es dificultoso entrar a servirle en su casa; que ya que la guerra no dé muchas riquezas, suele dar mucho valor y mucha fama” (Q 1, 39)

Los orgullosos soldados españoles no escondían su profesión, al contrario, aún estando fuera de servicio mostraban con sus ropajes su condición de soldado, sargento, alférez o capitán. Estas ropas, aunque debían corresponderse con un mismo patrón, no eran del mismo tipo de tejido y color, y debían ser sufragadas por el propio soldado, o descontadas de su soldada. No es hasta 1660 cuando el ejército español unificó sus uniformes, distinguiéndose así unos Tercios de otros, y eran entregados en el momento de sentar la plaza.

Cervantes detalla en el Quijote la vida militar y también su indumentaria. Después de dejar la Cueva de Montesinos don Quijote, Sancho Panza y el primo alcanzan a un mancebito que iba a alistarse en una compañía de soldados. Este no iba por gusto, sino por necesidad, como mostraba en las  seguidillas que cantaba: “A la guerra me lleva mi necesidad. Si tuviera dineros, no fuera, en verdad”. Viste con lo justo para el camino, reservando el resto de ropa para cuando asiente su plaza en la compañía:

“Llevaba la espada sobre el hombro, y en ella puesto un bulto o envoltorio, al parecer, de sus vestidos, que, al parecer, debían de ser los calzones o greguescos, y herreruelo, y alguna camisa, porque traía puesta una ropilla de terciopelo con algunas vislumbres de raso, y la camisa, de fuera; las medias eran de seda, y los zapatos, cuadrados, a uso de corte…

Señor —replicó el mancebo—, yo llevo en este envoltorio unos greguescos de terciopelo compañeros desta ropilla: si los gasto en el camino no me podré honrar con ellos en la ciudad, y no tengo con que comprar otros; y así por esto como por orearme voy desta manera hasta alcanzar unas compañías de infantería que no están doce leguas de aquí, donde asentaré mi plaza y no faltarán bagajes en que caminar de allí adelante hasta el embarcadero, que dicen ha de ser en Cartagena. Y más quiero tener por amo y por señor al Rey y servirle en la guerra que no a un pelón en la Corte” (Q2, 24).

Cuando pasaban los meses, y los años, los soldados iban comprando mejores ropas con las que vestir, siempre guardando las mejores en baúles o bolsos de cuero para cuando estaban en las villas y ciudades, creyéndose así comparables a los nobles. Ropas de buen tejido, botas grandes, cinturones del mejor guarnicionero, donde ajustar y mostrar la espada, y sombreros de ala rematados con exóticas plumas de vivos colores, provocaban la admiración y envidia en los muchachos, deseosos de poder alistarse y salir a conocer mundo, y también en las muchachas, deslumbradas por los brillos de las cadenas, hebillas y tachuelas, y el aire de las vistosas  plumas.

Cervantes describe a un soldado, que se marchó de su pueblo con doce años a servir a un capitán que pasó por su pueblo con su compañía de soldados, una edad muy frecuente para ser paje o grumete, y que vuelve unos años después, ya como soldado veterano. El uso que hace de sus vestimentas, no pasa desapercibido en el relato:

“En esta sazón vino a nuestro pueblo un Vicente de la Rosa, hijo de un pobre labrador del mismo lugar, el cual Vicente venía de las Italias y de otras diversas partes de ser soldado. Llevole de nuestro lugar, siendo muchacho de hasta doce años, un capitán que con su compañía por allí acertó a pasar, y volvió el mozo de allí a otros doce vestido a la soldadesca, pintado con mil colores, lleno de mil dijes de cristal y sutiles cadenas de acero. Hoy se ponía una gala y mañana otra, pero todas sutiles, pintadas, de poco peso y menos tomo. La gente labradora, que de suyo es maliciosa, y dándole el ocio lugar es la misma malicia, lo notó, y contó punto por punto sus galas y preseas y halló que los vestidos eran tres, de diferentes colores, con sus ligas y medias; pero él hacía tantos guisados e invenciones dellas, que si no se los contaran hubiera quien jurara que había hecho muestra de más de diez pares de vestidos y de más de veinte plumajes” (Q1, 51)

Leandra, una moza del pueblo, cayó seducida en sus brazos y el final de la historia por todos es conocida: “al cabo de tres días hallaron a la antojadiza Leandra en una cueva de un monte, desnuda en camisa, sin muchos dineros y preciosísimas joyas que de su casa había sacado”

Augusto Ferrer-Dalmau pintando

 

Algo parecido pasó en el lugar de don Quijote, mientras amo y escudero deambulaban por tierras aragonesas. Entre otras cosas, esto le cuenta Teresa a Sancho, como respuesta a su carta, que el paje de la duquesa le había traído a casa: “Por aquí pasó una compañía de soldados; lleváronse de camino tres mozas deste pueblo; no te quiero decir quién son: quizá volverán y no faltará quien las tome por mujeres, con sus tachas buenas o malas” (Q2, 52) 

Que una compañía de soldados pasara por una villa y se alojase en ella varios días, o semanas, era un problema social y económico para ella. Social porque la llegada de una cierta cantidad de hombres, a veces muy ociosos, sobresaltaban la vida diaria de la villa, y  económico porque acarreaba un gasto enorme a las arcas del concejo, y más para los vecinos más humildes que tenían la obligación de hospedarlos en sus casas, según pragmáticas del rey. Y no eran pocos los hombres que integraban una compañía de soldados. Felipe II disponía que cada Tercio de su ejército se compusiese de 3000 soldados, divididos en diez compañías, al mando de un capitán cada una de ellas, un alférez y varios sargentos y cabos. Aunque este número fue menguando conforme avanzaba el siglo XVI, cuando Cervantes escribía el Quijote cada compañía estaba formada por no menos de cien soldados. Con este número,  solo las villas medianas o grandes disponían de los recursos y podían asumir los gastos necesarios para su hospedaje y manutención, más cuando había muchos vecinos eximidos de la obligación de hospedar a los soldados, ¡vaya! que estos eran alojados en las casas de los más humildes y con menos recursos.

La imagen de Alcázar de San Juan es detallada en el Quijote como el lugar del Ingenioso Hidalgo en varias ocasiones, incluso Cervantes aprovecha un suceso que ocurre en esta villa manchega después de editar su primer Quijote para incluirlo sutilmente en el segundo de 1615: la visita de una compañía de soldados de no muy buen recuerdo en el pueblo.  Y la utiliza en la carta de Teresa antes citada: “Por aquí pasó una compañía de soldados; lleváronse de camino tres mozas deste pueblo; no te quiero decir quién son: quizá volverán y no faltará quien las tome por mujeres, con sus tachas buenas o malas”.

En octubre de 1608 el escribano del ayuntamiento de Alcázar anota en el Libro de Actas y Acuerdos de la villa que: “ […] en veinticuatro días deste mes de octubre de mil seiscientos y ocho años se alojó en esta dicha villa la compañia de hombres de armas del señor marques de Cañete a quien alojaron vecinos de dicha villa”. Pasados más de quince días surgen los primeros problemas, ya que el alojamiento  “fue en casas de vecinos de poca posibilidad y fuerzas porque los mas ricos hallaron estar libres de recibir huéspedes por mandato de Su Magestad, unos por hidalgos otros por salitreros…”. Los alcaldes y regidores acuerdan que  “para aliviar más el trabajo y costas a las personas en cuyas casas se alojan los dichos gentilhombres por cada día se de a las casas un real para la costa del soldado”

Pero el tiempo pasa y la compañía seguía en la villa. De nuevo se reúnen para tratar este asunto y toman la decisión de que lo mejor es abonar al capitán una cierta cantidad de dinero para que se marchen a otro lugar, como se dice por esta parte de la Mancha ¡con la música a otra parte! Y encargan el “despacho” de la compañía de soldados a los regidores Melchor de Agudo y Andrés de Valdivieso que pactan con don Francisco de Londuño, capitán de la compañía, su marcha de la villa por ¡veinte mil reales!

 

Lógicamente en las actas no aparece reflejado si surgió algún exceso de los soldados, aunque sí se anota el nombramiento de dos regidores para que estuviesen al tanto, sospechando que tal cantidad de hombres podrían dar alguno que otro suceso. La incomodidad del paso de la compañía de soldados por la villa queda de manifiesto en las actas del ayuntamiento, y explícitamente como se aprecia en el encabezamiento del acta del trece de noviembre de 1608 que dice: “Acuerdo de los regidores del ayuntamiento y alcaldes desta villa para echar della a los gentiles hombres de armas por convenir a los vecinos de esta villa y bien della”

Acta Archivo Municipal Alcázar

Oficialmente costó a la villa “echar della a los gentiles hombres de armas”, además de las costas pagadas a los vecinos, esos veinte mil reales anotados, pero quizá también alguna que otra moza de la villa enamorada por las graciosas plumas que los soldados aireaban por las calles y plazas de Alcázar. Una imagen en Alcázar de San Juan de finales de 1608 que queda irónicamente inmortalizada por Cervantes en el Quijote de 1615.

                                                       Luis Miguel Román Alhambra

 

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

 

 

La caña de pescar de Sancho Panza

Fecha de Publicación: 19/06/2020

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El lugar de don Quijote se encuentra en una parte de la Mancha más seca, sin embargo Cervantes lo describe como un lugar con cuantiosos recursos hídricos superficiales cuando don Quijote, derrotado por el Caballero de la Blanca Luna en la playa de Barcelona, vuelve a casa para cumplir el año de retiro impuesto, tomando la decisión de hacerse pastor durante este tiempo: “[…] yo compraré algunas ovejas […] y nos andaremos por los montes […] bebiendo de los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos, o de los caudalosos ríos […]” (Q2, 67). Sancho desespera porque llegue ese ansiado trabajo, oficio que había ejercido antaño, y, así, poder dejar el de escudero. Sancho ya imagina a su hija llevándoles la comida al campo, lo que indica que los parajes por donde apacentarán al rebaño de ovejas está cerca del pueblo: “Sanchica mi hija nos llevará la comida al hato”.

Esta singularidad geográfica del lugar de don Quijote propiciaba la actividad de la pesca entre sus vecinos. Sancho y un vecino suyo, disfrazado de escudero del Caballero del Bosque, en una larga conversación entre ellos mientras cenaban, éste le pregunta a Sancho:

“[…] qué escudero hay tan pobre en el mundo, a quien le falte un rocín, y un par de galgos, y una caña de pescar, con que entretenerse en su aldea?

A mí no me falta nada deso, respondió Sancho, verdad es que no tengo rocín, pero tengo un asno, que vale dos veces más que el caballo de mi amo” (Q2, 13).

El inusual recurso hídrico citado en el texto de varios “ríos”, además de fuentes y arroyos, en esta parte de la Mancha, solo es posible apreciarlo en el término de Alcázar de San Juan.

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Los ríos Guadiana, Záncara y Gigüela atraviesan su término y se unen en lo que hasta hoy se conoce como la Junta de los ríos. Poco más adelante, en la línea con el término municipal de Herencia, también aporta su caudal el río Amarguillo. Hoy es posible ver esta espectacular imagen de la Junta solo los años de alta pluviometría, muy escasos actualmente.

caña 3

En esta comarca cervantina, delimitada sus bordes por Tembleque, Quintanar de la Orden Argamasilla de Alba y Puerto Lápice, ningún vecino podía declarar explícitamente como hace Tome, que así se llamaba el escudero, y Sancho Panza su afición a la pesca en sus ríos, o su necesidad para completar la maltrecha despensa familiar, si no vivía en Alcázar de San Juan. La mayoría de pueblos de esta comarca declaran en sus Relaciones Topográficas que no hay pesca en su término o la que hay es muy mala y por ello no se consume. Los ríos de esta parte de la Mancha, como el Záncara, Gigüela y Amarguillo se secaban siembre en verano, e incluso había inviernos que el agua no corría por ellos, por lo que los peces eran muy pequeños e inservibles para su consumo. A excepción del río Guadiana, que corría todo el año, pero, como el agua, los peces que llevaba eran propiedad del prior de la Orden de San Juan, que mediante arriendos propiciaba su pesca, como ocurría en la villa de  Argamasilla de Alba.

En el término de Alcázar de San Juan, a unos diez kilómetros de la villa, se juntan todos estos ríos para formar uno solo. A menos de dos horas de camino llano, sus vecinos tenían la posibilidad de hacerse con pescado fresco de río, más barato que el pescado en salazón que arrieros y trajinantes traían desde Andalucía y Levante a la Mancha.

Es tal la afición, o necesidad, a la pesca en Alcázar de San Juan que en el año 1601 surgen denuncias de los agricultores por la elaboración de numerosas “cespederas”, muretes artificiales realizados con piedras y tierra  con las que se conseguía embalsar y retener el agua durante varios meses y así mantener vivos los peces, que ocasionaban desbordes y daños en las tierras y caminos de labor en los meses de invierno, cuando el caudal las desbordaba.

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Son los alcaldes y regidores de Alcázar de San Juan quienes, ante esta práctica de pesca, tienen que tomar severas decisiones:

“En la villa de Alcázar a catorce días del mes de octubre de mil y seiscientos y un años los señores alcaldes y regidores que aquí firmaron sus nombres  estando juntos en su ayuntamiento a campana tañida como lo hacen de uso y costumbre para tratar y conferir las cosas tocantes del bien de los vecinos dijeron que de causa de que algunos vecinos de esta villa y forasteros han hecho y hacen muchas cespederas en el río Záncara para pescar y por haber tanta cantidad de las dichas cespederas tapan el río y sale fuera de madre y a echado a perder muchos huertos y haces de labor y otras heredades y los caminos por donde se va a las labores desta villa de suerte que a hecho notables daños”

Es tanta la pesca que se toma de sus ríos que pocos meses después, los mismos alcaldes y regidores, acuerdan que la pesca se utilice para el propio consumo de la población, por entonces de unos 9.000 habitantes, impidiendo su comercio, anunciando penas y multas para quienes habiendo pescado no lo cumpliesen. En febrero de 1602 el escribano municipal  anotaba en el Libro de Actas y Acuerdos:

“Acordaron los dichos señores que se identifique a todas las personas que pescan en los ríos que están en el término de esta villa que acudan a ella con toda la pesca que tomaron de los dichos ríos para la provisión de esta villa. Sin que sean osados a vender la pesca en esta villa. So pena de seiscientos maravedíes […]”

Alcázar de San Juan al recibir el título de villa por el rey Sancho IV, este le otorgó unos privilegios que otras villas no tenían, posiblemente por haber nacido aquí su hijo Fernando, quien fue su sucesor como rey de Castilla. Estos privilegios fueron siempre disputa entre la villa y el prior de San Juan,  especialmente con su gobernador que residía habitualmente en Alcázar. En julio de 1605 aprovechando que el Concejo de Alcázar de San Juan había nombrado a unos regidores para “ir a besar las manos de su Alteza del príncipe gran prior de San Juan” para suplicarle “se sirva de remediar la necesidad de trigo para pan y sembradura” que tenía la villa ante las malas cosechas que habían tenido, le piden también al prior que no arriende la pesca de los ríos, por lo poco que le supone a él y lo mucho a los pobres poder pescar libremente en ellos, como se ha hecho desde antiguo en Alcázar de San Juan:

“Item. Sinificando a Su A[lteza] el daño que tiene a los pobres del arrendar la pesca de los ríos y lagunas y el poco probecho que tiene a Su Alteza y la defensa que tiene la villa en la costumbre antigua podría servirse de mandar que se den los dichos arrendamientos reduciéndose al estado antiguo”

Seguimos en tiempos de la escritura del Quijote, cuando, de nuevo, los alcaldes y regidores tienen que tomar cartas en el asunto por la construcción de las “cespederas” en sus tres ríos, y los problemas que estas acarrean a los agricultores y a los caminos. Es abril de 1608 cuando reunidos acuerdan que:

“Otro si acordaron que se pregone públicamente que todas las personas que tuvieren cespederas en los ríos de Zancara y Guadiana y Jiguela dentro del termino desta villa las derriben y limpien la corriente de los dichos ríos sacando fuera de ellos las céspedes y otras cosas con [que] los tuvieren atrapados dentro de quatro días con apercibimiento que pasado el dicho termino iran personas a su costa […] las dichas cespederas embarrancando con ellas la corriente de los dichos ríos se anegan muchas eredades de vecinos desta villa y los caminos de manera que no se puede pasar a las labores dellas”

En estas “cespederas”, además de pescar con caña, sedal y anzuelo, se utilizaban pequeñas nasas amarradas a una caña y garlitos. De esta manera, el pescado que quedaba en el agua embalsada, de manera también pasiva, se atrapaba con facilidad y en ocasiones en cantidad, como recogían las actas del ayuntamiento. Esta imagen coetánea a la escritura del Quijote, se puede apreciar en unos grabados conservados en la BNE, realizados entre 1582 y 1600 por Philippe Galle.

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La imagen de Sancho sobre su rucio con una caña de pescar al hombro o pescando en un río es inexistente en el dibujo y grabado del Quijote. Es una seña de identidad geográfica del lugar de don Quijote que coincide exactamente con la imagen geográfica de Alcázar de San Juan y de sus vecinos que alguna vez vio Cervantes aquí y la utilizó como descripción del lugar de don Quijote.

Otra imagen más del paisaje y paisanaje de Alcázar de San Juan que Cervantes inmortaliza en la novela como el lugar de don Quijote. Una seña de identidad geográfica física y humana que no es posible percibir en ningún otro lugar en esta parte de la Mancha.

Calidad y cantidad de bellotas y pescado de río eran productos que identificaban la imagen de Alcázar de San Juan en 1600, y que Cervantes utiliza sencillamente como recurso literario para describir, sin nombrarlo, al lugar de don Quijote.

                                                         Luis Miguel Román Alhambra

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote

El médico de don Quijote

Fecha de Publicación: 10/06/2020

leccion de anatomía, Rembrand

Cuando Cervantes escribía el Quijote, la mortalidad en España ha sido  considerada como catastrófica. Además de los fallecidos en las guerras, por causas naturales y en el parto, la población española estaba sufriendo epidemias de enfermedades infecciosas, como la peste, el tifus o la difteria, agravadas por las malas condiciones alimenticias e higiénicas en la población más humilde, siendo las causas de una altísima mortalidad entre la población. Algunas enfermedades no eran bien conocidas, especialmente las que afectaban a los niños, siendo estudiadas por los médicos más importantes del momento, publicándose libros sobre el conocimiento y la forma de tratarlas.  Los aspirantes a médicos debían formarse como bachilleres, cursar cuatro años de Medicina y tras dos años de prácticas y superar un examen teórico y práctico podían ejercer su profesión. Aunque las villas les asignaban las mejores casas o una cierta cantidad para sus costas, los servicios que prestaban tenían que ser pagados por los propios enfermos, lo que impedía su presencia en aldeas o villas muy pequeñas.

Una de las causas frecuentes de muerte se producía durante la gestación y en el parto, tanto del niño como de la madre. Esta causa no era ajena a los niveles más altos de aquella sociedad, donde asistían los mejores médicos, como podemos ver en la causa de la muerte de las dos primeras mujeres del rey Felipe II. María de Portugal muere a los pocos días de haber dado a luz al príncipe Carlos y su segunda mujer, Isabel de Valois, al sufrir un aborto a los cinco meses de gestación. En el Quijote, Cervantes refleja también el entorno sanitario español, y en especial este problema sanitario. Cuando el cabrero está contando a don Quijote la historia de Marcela dice que su padre “el cual se llamaba Guillermo, y al cual dio Dios, amén de las muchas y grandes riquezas, una hija, de cuyo parto murió su madre, que fue la más honrada mujer que hubo en estos contornos…” (Q1, 12). Aquí relata la muerte de de la madre de Marcela durante el parto y en el segundo Quijote, el labrador de Miguel Turra dice ser viudo “porque se murió mi mujer, o, por decir, me la mató un mal médico, que la purgó estando preñada”, (Q2, 47).

Llamar al médico no era frecuente en las casas humildes, la gran mayoría, y solo se hacía en extrema necesidad, cuando los ungüentos y pócimas caseras no tenían el efecto deseado. Estos remedios eran muy conocidos y utilizados. Cervantes los conocía y los utiliza en la historia del ingenioso hidalgo manchego. Don Quijote llega a casa molido a palos y casi sin poder moverse, después de su primera salida que lo llevó a la venta. En lugar de pedir que llamasen al médico, les dice a su ama y sobrina “… que vengo mal ferido por culpa de mi caballo. Llévenme a mi lecho, y llámese, si fuere posible, a la sabia Urganda, que cure y cate mis feridas”. ¡Por culpa del tropiezo de Rocinante y de los muchos palos que recibió ya en el suelo a manos de uno de los mozos de mulas de los mercaderes toledanos! Son el ama y su sobrina, el cura y el barbero, quienes lo examinan en la cama y al no verle heridas simplemente lo dejaron descansar. Seguro que de haber tenido alguna, quizás habrían aplicado sobre ella algún ungüento casero, como el que le aplicó uno de los cabreros a la oreja de don Quijote, con quienes pasó la noche después de que el vizcaíno le cortase la mitad de la oreja en las cercanías de Puerto Lápice:

“[…] y viendo uno de los cabreros la herida, le dijo que no tuviese pena, que él pondría remedio con que fácilmente se sanase. Y tomando algunas hojas de romero, de mucho que por allí había, las mascó y las mezcló con un poco de sal, y aplicándoselas a la oreja, se la vendó muy bien, asegurándole que no había menester otra medicina, y así fue la verdad.” (Q1, 11).

La pomada que el cabrero hace en su boca, masticando un poco de romero, tiene las  propiedades antisépticas de la planta y de la saliva, que mezclada con un poco de sal ayudaría a cicatrizar la herida de la oreja de don Quijote. Antes había sido el propio Sancho Panza quien viendo la “mucha sangre de esa oreja” hizo la primera cura con unas “hilas y un poco de ungüento blanco” que llevaba en las alforjas.

Pero el bálsamo más famoso de todos es el cervantino bálsamo de Fierabrás “del quien tengo la receta en la memoria, con lo cual no hay que tener temor a la muerte, ni pensar morir de ferida alguna”, decía don Quijote. Simplemente se componía de aceite, vino, sal y romero. Componentes naturales con resultados sobrenaturales, solo para don Quijote. Un bálsamo que “con solo una gota se ahorraran tiempo y medicinas”, aunque luego en la venta de Sierra Morena no sentó igual de bien a amo como a escudero.

el medico toma el pulso

El lugar de don Quijote contaba con al menos un médico. A él recurren cuando don Quijote “cayó malo” después de llegar a su casa desde Barcelona, donde había sido derrotado en su playa por Sansón Carrasco disfrazado del Caballero de la Blanca Luna. No tenía heridas ni fracturas, pero la fiebre durante varios días no indicaba nada bueno que una pócima o bálsamo pudiese curar:

“[…] porque o ya fuese de la melancolía que le causaba el verse vencido o ya por la disposición del Cielo, que así lo ordenaba, se le arraigó una calentura que le tuvo seis días en la cama […] Llamaron sus amigos al médico: tomóle el pulso y no le contentó mucho, y dijo que, por sí o por no, atendiese a la salud de su alma, porque la del cuerpo corría peligro. Oyólo don Quijote con ánimo sosegado, pero no lo oyeron así su ama, su sobrina y su escudero, los cuales comenzaron a llorar tiernamente, como si ya le tuvieran muerto delante. Fue el parecer del médico que melancolías y desabrimientos le acababan” (Q2, 74)

Alcázar de San Juan, el lugar de don Quijote, la villa con más habitantes de la comarca cervantina cuando Cervantes estaba escribiendo su primer Quijote, unos 9.000 habitantes, contaba con el servicio de varios médicos. En 1601, ante las nuevas enfermedades que estaban padeciendo sus vecinos sus alcaldes y regidores se reúnen en la torre del ayuntamiento para “prover y praticar las cosas tocantes y convenientes al bien publico” y “[…] dixeron que atento que esta villa es de mucha vecindad y que puesto ay algunas enfermedades no conocidas de cuya causa los médicos que las curan no las conocen [acuerdan] traer un médico de fama y asista en esta villa para curar las dichas enfermedades” (AHMASJ). En el acta nombran a cuatro comisarios, entre los alcaldes y regidores, para que hicieran las diligencias oportunas para traer a dicho “médico de fama” y tratar su salario. Al margen del folio 81 se puede leer: “Para buscar medico”.

acta de acuerdo

Médicos, cirujanos, barberos, matronas y boticarios estaban al cuidado de la salud del cuerpo de los alcazareños a principios del siglo XVII, uno de estos médicos, quizá el de mayor “fama”, fue el que con solo tomarle el pulso a don Quijote barruntó su muerte. Como en el aspecto geográfico, también en el sanitario la novela se ajusta a la realidad que se vivía en Alcázar de San Juan a principios del siglo XVII.

Hoy, cuatro siglos después, hay que destacar el interés de aquellos alcaldes y regidores alcazareños por el “bien público” de sus vecinos, al entender conveniente que en una villa con tanta vecindad le asistiese un nuevo médico con mayor formación y experiencia en nuevas enfermedades. Hoy esta comarca cervantina está padeciendo especialmente la pandemia del Covid-19, y, nuevamente, los mejores médicos y sanitarios que componen el Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan han luchado con verdadero espíritu quijotesco, ¡con la locura más cuerda jamás vista!, contra esta “enfermedad no conocida de cuya causa los médicos que las curan no la conocen”. Son nuestros grandes “sanitarios de fama” del lugar de don Quijote, reconocidos con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020 junto con el resto de sanitarios españoles. La Fundación, que recibe las candidaturas y elige a los premiados, justifica su decisión por el “[…] espíritu de sacrificio personal sobresaliente a favor de la salud pública y del bienestar del conjunto de la sociedad, se han convertido ya en un símbolo de la lucha contra la mayor pandemia global que ha asolado a la humanidad en el último siglo […]  expuestos a una alta y agresiva carga viral, su entrega incondicional, haciendo frente a las largas jornadas de trabajo sin contar, en ocasiones, con el equipamiento y los medios materiales adecuados, según quejas de organizaciones profesionales y sindicales del sector, representa un ejercicio de vocación de servicio y ejemplaridad ciudadana”. Nos han cuidado y curado sabiendo que sus vidas y la de sus familias corrían peligro, aún sin contar con las armas adecuadas, ¿no es esto el espíritu de don Quijote?

¡No es locura lo que han demostrado nuestros sanitarios, sino la más sana cordura que una persona puede tener!

¿No es más loco quien sabiendo que el virus es muy letal no toma las medidas políticas sociales y sanitarias para prevenirlo y combatirlo lo antes posible?

¿No es más loco quien sabiendo que los hospitales y sus sanitarios no cuentan con los recursos necesarios para esta pandemia no los compran a tiempo?

¿No es más loco quien toma la decisión de no llevar a nuestros mayores a los hospitales?

¿No es más loco quien falta a la verdad al ocultar la verdadera dimensión de fallecidos, solo por interés político?

¡Líbranos Señor de todos estos locos que creen estar tan cuerdos!

                                                                             Luis Miguel Román Alhambra

Escultura napolitana del Museo de las Clarisas de Monforte

Fecha de Publicación: 25/05/2020

El video de la escultura napolitana que Manuela Sáez nos presenta es una parte de la importante riqueza artística que el VII conde de Lemos adquirió en Nápoles durante su virreinato entre 1610 y 1616 y que, hoy día, podemos admirar en el Museo de las Clarisas de Monforte

La doctora Sáez hace un análisis de las esculturas napolitanas que se encuentran en el Museo y convento de las Clarisas de Monforte, fundado por los VII condes, comparándolas con otras que se hallan en la zona meridional de Italia que ella frecuentó para poder apreciar el parecido entre ambas, en particular: Nápoles y Manduria. Asimismo, facilita nombres de los escultores, doradores, mascareros, ensambladores y entalladores que trabajaron para los condes. Es importante la mención que hace a la documentación que, a lo largo de muchos años ha recopilado en Italia y en España y que permite conocer, en algunos casos, el precio de las obras, así como su autoría.

El motivo del video, según la doctora Sáez, es visitar el museo en forma virtual desde casa y anima a los amantes del arte a visitarlo personalmente una vez finalizado el confinamiento.

https://drive.google.com/file/d/106qmuio5j14QhA9ULOTX85sMp_2fpCmO/view

ALCÁZAR DE SAN JUAN CONFINADA DURANTE LA ESCRITURA DEL QUIJOTE

Fecha de Publicación: 25/05/2020

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El confinamiento es la mejor manera de combatir eficazmente la pandemia del COVID-19. Esta medida de aislamiento social, que parece novedosa o fruto de la imaginación de políticos iluminados por el conocimiento médico, no es nueva.

Las epidemias han tenido presencia durante toda la historia de la humanidad, diezmando a la población en algunos de los casos,  coincidiendo o siendo inicio de una crisis económica y demográfica. En tiempos de Cervantes, la peste y el tifus coincidían con largas sequías o plagas de langosta que hacían improductivos los campos de Castilla. Mateo Alemán, coetáneo de Cervantes, describía en su Guzmán de Alfarache la triste realidad que les tocó vivir: “Líbrete Dios de la enfermedad que baja de Castilla y del hambre que sube de Andalucía”, o al revés.

Durante la segunda mitad del siglo XVI la peste deambulaba por toda España a su antojo, siendo su “pico” entre los años 1598 y 1603, precisamente cuando Cervantes escribía la primera parte de su Quijote. Las cifras “oficiales” fueron de 500.000 muertos, aunque las reales fueron mucho mayores.

El rey Felipe II, ante esta gran pandemia, encarga a su médico de cámara, Luis de Mercado, un diagnóstico y, lo más importante, un remedio. Mercado escribe el Libro en que se trata con claridad la naturaleza, causas, prouidecia, y verdadera orden y modo de curar la enfermedad vulgar, y peste que en estos años se ha diuulgado por toda España (Madrid, 1599). En este tratado médico llega a la conclusión que la prevención, mediante el aislamiento de la población, es la mejor medicina que había encontrado. Recetando que se controlase, impidiendo si fuese necesario, la entrada a los lugares de personas o viajeros que manifestasen los síntomas de la enfermedad, o que, simplemente, procediesen de zonas en las que la peste estaba siendo más virulenta.

 

La villa de Alcázar de San Juan no fue ajena a la enfermedad y dispuso de medidas excepcionales para prevenir a su población de la peste. En 1601, un “repunte”, especialmente en la ciudad de Sevilla, hizo que los alcaldes y regidores de la villa alcazareña se reuniesen en la torre del ayuntamiento para evaluar la situación y tomar un acuerdo que salvaguardase la salud de sus vecinos, decidiendo cercar mediante una tapia toda la villa, que en aquellos tiempos contaba con “dos mil vecinos”, unos 9.000 habitantes.

En el Libro de Actas y Acuerdos Municipales (1599-1603) que se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan se conserva un acta que dice textualmente:     “En la villa de Alcazar a once días del mes de julio de mil e seiscientos e un años estando en la sala de ayuntamiento desta dicha villa juntos como lo tienen de costumbre los señores alcaldes y regidores que aquí firmaron sus nombres para proveer y platicar las cosas tocantes al bien publico desta villa, dijeron que en la ciudad de Toledo, Granada y Valladolid Corte de su Majestad y otras ciudades, villas y lugares del Reino, se guardan con mucho cuydado de muchas partes questan apestados, de cuya causa, sea acordado questa villa se guarde y por haber en ella muchos arrabales y calles que para se guardar de la dicha peste, como conviene, es necesario que se tapien y cierren y que no queden sino quatro puertas por donde puedan entrar y salir los que vinieren con las demás de las partes que no estén apestadas, para que con mas facilidad se pueda guardar. Y de causa de no tener esta villa propios, por estar empeñada, de causa de los pleitos que tienen pendientes en Corte de Su Majestad, y en la ciudad de Granada, acordaron y mandaron que se tome dinero prestado que para hacer la cerca y atajar las calles y portillos que es necesario cerrarse, como se acostumbrado a ataxar en semejantes ocasiones, de Juan Díaz Guerrero, depositario de los maravedís de la bellota, que  entretanto que se trae facultad rreal para que se pueda gastar del dicho dinero lo que fueren e menester gastar en lo susodicho. Y nombraron a Francisco López del Quintanar, alguacil mayor, para que alquile obradas para traer tierras para hacer las dichas tapias y las haga hacer. Y ansi lo mandaron y firmaron”.

detalle del actaDe esta forma, los alcaldes y regidores de Alcázar de San Juan, tomaron la mejor medida conocida contra una pandemia, y que ha llegado hasta hoy, aislar a su población de un posible contagio. Como podemos leer en el acta, la villa no pasaba por sus mejores momentos de tesorería por lo que tuvieron que pedir prestado el dinero para hacer una cerca de tapial y las cuatro puertas de control que se cerraban por las noches. La longitud de la cerca fue de unos doce mil pies castellanos, unos 3,6 Km, El gasto en carros de tierra, albañiles y peones fue muy grande, pero se evitó centenares o miles de muertos entre sus vecinos.

 

El dinero para pagar esta cerca se dispuso de uno de los recursos económicos más importantes de la villa alcazareña: la bellota de sus montes. Hoy es casi imposible apreciar una encina en su término,  pero en tiempos de la escritura del Quijote contaba la villa  con tres grandes montes públicos: la dehesa de Villacentenos, y los montes del Acebrón y el Arenal. Estos montes, además de leña, producían grandes cantidades de bellotas muy apreciadas en la comarca, y que con su venta se generaba una buena cantidad de maravedís. Los alcaldes y regidores que formaban el ayuntamiento de Alcázar de San Juan en 1601, que se reunían en la sala de la torre del ayuntamiento “para proveer y platicar las cosas tocantes al bien público desta villa” cuando el alguacil los llamaba con la campana de la torre, ante las noticias de la propagación de la peste en España tomaron la decisión de salvaguardar la salud de sus vecinos, aún sin contar con los “propios” para hacerlo, tomando prestado el dinero proveniente de la venta de la bellota de sus montes.

Alcázar de San Juan es hoy muy conocida por un dulce que las monjas clarisas comenzaron a fabricar en su convento alcazareño, bien entrado el siglo XVII: las tortas de bizcocho o “tortas de Alcázar”. Pero a principios del siglo XVII, la villa era conocida por sus bellotas. Tanto es así que Cervantes también las aprovecha para inmortalizarlas en el Quijote.  La duquesa, en la carta que envía a la mujer de Sancho, le pide que le envíe de vuelta con su paje ¡dos docenas de bellotas!: “Dícenme, que en ese lugar hay bellotas gordas, envíeme hasta dos docenas, que las estimaré en mucho por ser de su mano […]” (Q2, 50). Las “bellotas gordas” de sus montes, otra imagen de Alcázar de San Juan en el Quijote, que alguna vez quedó en la retina de Cervantes.

Como en tiempos de la escritura del Quijote, Alcázar está confinada por el bien común de sus vecinos, del resto de la Mancha y España, aunque el precio que se está pagando en vidas de sus vecinos está siendo muy alto. Aislarse es la solución, como lo prescribió Luis de Mercado en 1599. Puede ser el COVID-19 una nueva enfermedad contagiosa, pero no su prevención, que por muy costosa que sea es infinitamente menor que su cura. El “cercarse” o confinarse antes de los primeros contagios, como lo mandaron hacer los alcaldes y regidores alcazareños en 1601, habría salvado miles de fallecidos en toda España y en el mundo. De nuevo, la enfermedad y las “malas cosechas” en el horizonte cercano podrían haberse evitado habiendo ordenado nuestros gobernantes un confinamiento preventivo cuando los primeros contagios se conocieron en cada territorio. La historia demostrará su gravísimo error. Las vidas perdidas y las familias rotas, sin haber podido despedirse de sus seres queridos, tienen ahora un altísimo precio.  El coste en empleos y en empresas también lo será, como en centenares de miles de familias que verán minimizada su economía. El COVID-19 ha evidenciado que no todos los gobernantes anteponen la salud de sus vecinos a cualquier otro interés.

 

No fue así en los alcaldes y regidores alcazareños en 1601. No todos los alcaldes y regidores estuvieron presentes y firmaron el acta. Aunque la campana se tañía con fuerza, algunos de estos trabajaban en el campo como agricultores, era tiempo de siega, o en sus oficios, no dándoles tiempo a llegar al ayuntamiento, a costa de las multas que se les imponían si la ausencia no estaba debidamente justificada. En recuerdo de todos los alcaldes y regidores que componían aquel ayuntamiento alcazareño, que tantas vidas salvaron, estos eran sus nombres y apellidos, algunos muy vinculados con el autor del QuijoteAntonio de Briones, Juan Hidalgo de las Beatas, Martín de Salcedo, Francisco Hidalgo Saavedra, Pedro Lopez de Villacañas, Cristóbal de Cervantes, Gonzalo Tardío, Pedro Díaz Maroto, Ruy García de Asensio, Pedro Vela, Juan Vela y Alonso García Negrillo.

 

                                                                                 Luis Miguel Román Alhambra 

Alcázar de San Juan y sus hospitales

Fecha de Publicación: 21/05/2020

REAL CÉDULA

Ahora, que desgraciadamente la COVID-19 ha puesto de plena actualidad el problema de la salud pública, es un buen momento para repasar,  de la mano de sus hospitales, cómo ha evolucionado la historia asistencial de Alcázar de San Juan

Sabemos que en el año 1084 unos comerciantes de la ciudad de Amalfi, reino de Nápoles, fundaron en Jerusalén un hospital bajo la advocación de San Juan Bautista, cuyo principal objetivo era el de atender a los peregrinos que enfermaban durante su visita a los Santos Lugares. En 1113, gracias a las importantes donaciones que le hizo Godofredo de Bouillón y a la afiliación de muchos caballeros que habían participado en la Primera Cruzada (1095-1099), tomó forma de Congregación y en el año 1118, el Pontífice Gelasio II dio su conformidad a una petición por la que “los miembros del Hospital declaran su voluntad de dedicarse al servicio de los enfermos y pobres”.

En 1137 Raimundo de Puy redacta la Regla que, aprobada por el Papa, la convierte en Orden Militar con el nombre de Orden de los Caballeros del Hospital de Jerusalén, más conocida por la Orden de San Juan. Desde el año 1530, tras la cesión del archipiélago de Malta que le hace el Emperador Carlos V, pasa a denominarse Orden de Malta.

Alcázar formó parte del Priorato de la Orden de San Juan en Castilla y León desde el momento de su repoblación, a comienzos del siglo XIII. Y fue su cabecera, relevando a Consuegra, desde finales del siglo XV hasta su disolución en el siglo XIX.  Fieles al mandato de “dedicarse al servicio de los enfermos y pobres” la Orden funda hospitales en todas las localidades importantes en donde se establece. En el libro “El Gran Priorato de San Juan en el Campo de la Mancha” de Pedro Guerrero Ventas, vemos que la Orden tenía varios hospitales en Consuegra, dos en Madridejos, uno en Camuñas, uno en Tembleque, uno en Quero… Aquí en Alcázar, como capital del Priorato y residencia del Lugarteniente del Gran Prior de la Orden, dice que llegó a tener un total de siete, es de suponer que algunos serían simples casas de acogida y de caridad,  ubicadas por lo general, en las ermitas de las villas.

 

Lo cierto es que a lo largo del siglo XVII tenemos registrada abundante documentación en los “Libros de Actas del Concejo de Alcázar” y en el “Libro de Cuentas del Hospital de Nuestra Señora de la Asunción”, del Archivo Histórico Municipal, sobre la existencia de dos hospitales importantes, el del Corpus Christi y el de Nuestra Señora de la Asunción. Por estos libros conocemos que ambos hospitales gozaban de una holgada situación económica proveniente de las rentas que le proporcionaban la gran cantidad de tierras y censos que tenían y, lo que es más curioso, de la gestión del corral de comedias de la villa y del mesón a él vinculado.

El llamado hospital del Corpus Christi estaba situado en la calle de la Vera Cruz. Desconocemos la correspondencia de esta calle con el callejero actual, pero es de suponer que fuese la actual calle de San Francisco, pues en ella estaba la ermita de la Vera Cruz. En terrenos de este hospital se edificó, en el año 1624, el referido corral de comedias cuyas obras fueron sufragadas, en su mayor parte, por ambos hospitales.

El segundo hospital estaba situado en la calle de la Cárcel, luego calle de Santa María y actualmente calle de Jesús Romero. Aunque inicialmente respondía al nombre de Nuestra Señora de la Asunción, en el siglo XVIII pasó a ser conocido por el nombre de hospital de Nuestra Señora de los Ángeles, por estar lindante con la capilla de esta advocación.

La existencia de estos dos hospitales vuelve a estar documentada en el “Catastro del Marqués de la Ensenada” del año 1752, primer volumen, tomo I, respuesta número 30 de Alcázar de San Juan.

Gracias a los datos aportados por Carlos López-Bonilla Rodríguez en “Una descripción de Alcázar en el siglo XVIII” en donde compendia los trabajos de Tomás López, geógrafo real de Carlos III, que recogidos en 20 volúmenes se conservan en la Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional, conocemos las respuestas dadas al cuestionario/interrogatorio que envió Tomás López, en torno a los años 1783-1785, a personas ilustradas de pueblos y villas de toda España, generalmente a los curas párrocos.

El primer volumen de esta importante obra, denominada “Diccionario Geográfico”, contiene las respuestas remitidas por los pueblos y villas de las provincias de Albacete y Ciudad Real y por ellas sabemos que  “hay tres hospitales en esta villa de Alcázar, dos para el cuidado y asistencia de los enfermos, destinado el uno para mujeres y el otro para hombres, y el último para recoger los pobres pasajeros dos solos días, cuyo término concluido les hacen abandonar este asilo, sus rentas son cortísimas, y están los pobres con mucha incomodidad y escasa asistencia”.

Desconocemos el nombre, quizás sea el de Nuestra Señora del Socorro, y el emplazamiento del hospital conocido como “de pasajeros”, por una débil suposición lo ubicamos en el entorno de la calle Cautivo. Pero solo es eso, una simple conjetura sin base documental.

 

Las respuestas a Tomás López también nos describe “que las enfermedades que en esta villa se padecen comúnmente son tercianas de todas clases y de muy mala especie, las que se contraen en los molinos de pólvora; calenturas malignas, en que predomina un principio inflamatorio, por cuyo motivo en la epidemia del año 1781 causó buenos efectos la sangría, los epispásticos y la quina… También se padecen dolores artríticos, reumáticos, ilíacos, pasiones celíacas, diarreas humorales y dolores nefríticos; de estos se padecen con mucha frecuencia y se terminan con la expulsión de piedras de disforme magnitud, dignas de toda atención por su figura, peso y mole; igualmente se padecen hemoptisis, que por sus grados viene a parar tisis, y estas no ceden ni aún a los más decantados remedios”.

Sobre la cita que hace de la epidemia del año 1781, decir que se refiere a la epidemia de peste bubónica, más conocida como “Peste de Pasajes” porque tuvo su mayor exponente en ese puerto guipuzcoano en donde murió el 10% de su población, que llevó a Carlos III a promulgar, en el año 1787, una Real Cédula impulsando la creación de cementerios civiles extramuros de las ciudades y prohibiendo los enterramientos en recintos eclesiales.

No sabemos la fecha exacta del cierre del deficitario tercer hospital, el mencionado como “hospital de pasajeros” pero, aún así, el sostenimiento económico de los otros dos hospitales debía de resultar ya muy gravoso para la Orden, lo que unido a la iniciada decadencia económica y al estado deplorable en el que se encontraba la villa, hizo que Carlos III, a petición de su “muy caro y amado hijo” el Infante Don Gabriel, Gran Prior de la Orden, promulgara la “Real Cédula en que S. M. aprueba La Junta de Caridad, Sociedad Económica, y Policía, fundada en la Villa de Alcázar de San Juan por el serenísimo Señor Infante Don Gabriel, Gran Prior de Castilla y León en la Orden de San Juan de Jerusalén”, dictada en Madrid el año 1786.

En ella se ordena que “los dos Hospitales, que para la curación de enfermos tiene la Orden de San Juan en la Villa de Alcázar, se reducirán a uno. Por su mayor capacidad, y proporción quedará el titulado Nuestra Señora de los Ángeles. En él se ha de cumplir el objeto de ambos institutos para su mayor perfección, y utilidad general, y se harán la Oficinas, y demás obras correspondientes al objeto con la posible perfección, y la debida separación para hombres, y mujeres, y según permita la extensión del edificio, la parte destinada a la colocación de enfermos se dividirá en pequeños cuartos, procurando que cada uno esté solo, mientras concurrencias extraordinarias no impidan proporcionarles este imponderable beneficio”.

En apartados sucesivos se establece que el hospital quedará sujeto, “como hasta ahora”, a la Dignidad Prioral y regula toda la normativa a seguir para su correcto funcionamiento y sostenimiento económico, basado principalmente en las rentas generadas por el Pósito de la Gobernación, pues las propiedades habían disminuido y el corral de comedias ya no funcionaba. También establece que “además del amparo a los enfermos, se socorrerá económicamente, si sus fondos fuesen suficientes, a los ancianos, pobres impedidos y jornaleros faltos de ocupación… Pero este socorro solo debe tener lugar en el caso de sobrante de las rentas de los dos Hospitales unidos, después de perfeccionado el Hospital en lo material y formal”. Con esto remarca que su principal función era la asistencia a los enfermos.

 

A destacar el consejo de ubicar a los pacientes en cuartos individuales, todo un adelanto para la época, y la obligación de separar a los hombres de las mujeres.

Un cuadro con la figura del Infante Don Gabriel sosteniendo en su mano derecha las Ordenanzas del Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles, se conserva en el Ayuntamiento.

Pascual Madoz en su “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España” (Madrid 1845-1850) en el apartado dedicado a Alcázar de San Juan, nos confirma la existencia de un solo hospital, el de Nuestra Señora de los Ángeles situado al comienzo de la calle Santa María. Sabemos que este hospital funcionó hasta el año 1883, año en el que fue ocupado por cinco monjas venidas de Valencia para prestar funciones de acogida a ancianos desvalidos, hasta que se trasladaron al nuevo edificio que les construyó, en el año 1908, Don Federico Álvarez Navarro y su esposa Doña María Antonia en el solar de un molino de aceite que tenían en la calle de Las Cruces, actualmente calle Federico Álvarez en su memoria. Hoy en día esta institución está ubicada en un nuevo y moderno edificio conocido como Residencia Santa Marta, atendida por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

En el solar que ocupó este último hospital de la Orden de San Juan se instalaban unas pocas atracciones (a los chicos nos parecía una gran feria) durante las Fiestas Patronales en Honor a la Virgen del Rosario y a partir del año 1965 sirvió de ubicación para construir el edificio de la nueva Casa de Cultura, actualmente Conservatorio Oficial de Música, cuya puerta principal se embelleció posteriormente con la portada heráldica que ennoblecía la casa solariega de Don Diego y Don Gaspar de Párraga, sita en la calle Castelar esquina a la de Ramón y Cajal.

Luego llegó esa larga noche de nuestras instalaciones sanitarias, tenuemente iluminada por la existencia de la Casa de Socorro (1935) y por la Clínica del Dr. Don Rafael Mazuecos, incomprensible situación para una localidad industrial de 30.000 habitantes con una extensa área de influencia, que se intentó remediar con la puesta en marcha, en febrero de 1973 ingresó el primer paciente, del Hospital Comarcal dependiente de la Dirección General de Sanidad, del Ministerio de la Gobernación, en donde la Seguridad Social tenía jerarquizada (extraña referencia) una planta para sus necesidades, hasta llegar, hace ahora 26 años, a la espléndida realidad que supone el Hospital General La Mancha Centro.

 

Manuel Rubio Morano

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Coronavirus detuvo el corazón de la Mancha, ayúdanos a hacerlo latir

Fecha de Publicación: 12/05/2020

Fernando Corella ilustracion

Ilustración de Fernando Corella

 

La provincia de Ciudad Real y especialmente la comarca de la Mancha, se han visto afectadas de forma trágica por la pandemia de coronavirus, urge hacer algo para revertir la situación económica y social 

Alcázar de San Juan, 12 de mayo de 2020.- El pasado 14 de marzo se declaró en España el estado de alarma, en estos dos meses de confinamiento en que hemos permanecido en nuestras casas para evitar la expansión indiscriminada del virus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) se ha conseguido casi al completo ese primer objetivo, el de evitar que se expanda, pero poder lograrlo está teniendo un coste personal, social y económico muy difícil de cuantificar.

Tanto la provincia de Ciudad Real como la comarca de la Mancha han sufrido la pandemia de forma severa, alcanzando en ambos territorios cifras de muertos por millón de habitantes de las más altas de España y comparables a los lugares del mundo con mayor índice de fallecimientos, como son Nueva York o Lombardía en Italia.

Pero no sólo hemos experimentado graves pérdidas de vidas humanas, también los empleos y los negocios están sufriendo de forma angustiosa esta crisis, ya que muchas empresas de nuestra comarca y especialmente las del sector de la hostelería, llevan dos meses sin actividad y sin poder generar ingreso alguno.

Podemos decir que la enfermedad por coronavirus ralentizó mucho el pulso de nuestra comarca, detuvo el corazón de la Mancha y entre todos debemos volver a hacerlo latir de nuevo.

Si hace unos días desde esta Sociedad Cervantina apostábamos por potenciar y difundir el País del Quijote como destino turístico cultural y gastronómico (tan pronto como quede permitida la movilidad), ahora más que nunca es necesario que todas las administraciones se impliquen en potenciar planes de recuperación de nuestra tierra que potencien los aspectos culturales que nos diferencian de otras comarcas.

Vivimos en la Mancha, tierra de don Quijote, su cuna, su solar y donde tuvieron lugar sus andanzas y aventuras, se trata de un elemento diferenciador que ningún otro destino turístico posee. Esta comarca tiene mucho que ofrecer y dispone además de una magnífica infraestructura hotelera y una hostelería de primer orden que sabe acoger y fidelizar a nuestros visitantes de manera espléndida y profesional.

Es por tanto el momento de que todos vayamos de la mano y aunemos esfuerzos para potenciar aún más si cabe el ingente patrimonio cultural de nuestra comarca, la comarca del Quijote, para lograr ese objetivo encontrarán dispuesta a esta Sociedad Cervantina con el fin de que entre todos consigamos que el Corazón de la Mancha vuelva a latir.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Libertad y positivismo cervantino contra el coronavirus

Fecha de Publicación: 26/04/2020
Libertad y positivismo
Fotocomposición realizada por Estrella Cobo

 

La Sociedad Cervantina de Alcázar está llevando a cabo una actividad en la que los participantes eligen un pasaje del Quijote o de cualquier obra de Cervantes y envían un vídeo con su lectura 

El fragmento leído –de no más de un minuto- debe tratar sobre el optimismo, la alegría, la esperanza o la libertad, presentes en la producción cervantina 

Alcázar de San Juan, 26 de abril de 2020.- Para el 25 de abril de este año y con el acogimiento de la D.O. La Mancha, nuestra Sociedad había previsto celebrar una gran mesa redonda sobre “El vino y la gastronomía en el Quijote” y a la que estaban invitadas importantes personalidades del mundo de la gastronomía, de la cultura y también de la política internacional.

Pero la  pandemia de coronavirus ha dado al traste con este proyecto que deberá esperar a mejor oportunidad. La celebración cervantina de este año nos ha pillado confinados en casa y ha impedido que nos podamos reunir como hubiese sido nuestra voluntad, aún así existen medios que nos permiten mantenernos reunidos de algún modo, que nos permiten que interactuemos, sobre todo nos permiten que volvamos a vernos y hablarnos usando las tecnologías a nuestro alcance a pesar de encontrarnos físicamente distantes.

Es por lo que para festejar el 404 aniversario de la muerte y entierro de nuestro primer escritor hemos organizado la actividad que hemos dado en llamar  “Libertad y positivismo cervantino contra el coronavirus”, en la que hemos invitado a nuestros amigos a grabar en vídeo una lectura de cualquier fragmento de la producción cervantina en el que rezume la alegría, el optimismo, la esperanza y la libertad, que abundan en Cervantes y que nos viene muy a propósito de esta situación de confinamiento en nuestros hogares que estamos viviendo así en España como en otros países del mundo y para que el espíritu de don Miguel, siempre confiado, nos ayude a sobrellevar esta circunstancia.

Con todos los vídeos recibidos se hará un montaje especial y conmemorativo de esta efeméride.

Los vídeos se pueden enviar directamente a la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

cervantesalcazar.com

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Catalán y manchego putativo

Fecha de Publicación: 21/04/2020

Enrique Suárez Molinero Universal

En septiembre de 2019, la Asociación de Amigos de los Molinos de Mota del Cuervo me designó “Molinero Universal”. Antes de acudir, pregunté al Presidente de la Asociación, Enrique Tirado, si debía preparar algún discurso. Ingenuamente me creí sus palabras: “¡Nada, hombre! Tú sólo di cuatro palabras de agradecimiento”, y así, acudí con lo puesto, como suele decirse. ¡Error! El Pregonero y don Quijote, manchegos ellos, sacaron de la chistera sendos discursos de varios folios. Dulcinea ni lo llevaba ni lo necesitaba, pues no era otra que la Boticaria García, manchega también, que contaba con el febril entusiasmo del populacho. Pero ¿y yo? Puesto en la rigurosa estacada, tuve que improvisar más de cuatro palabras (no sin antes dirigir una mirada asesina al malandrín de mi tocayo). Fue entonces cuando recordé aquellas de don Quijote: “modos hay de composición en la orden de caballería para todo”, y me autocalifiqué con el título que encabeza este artículo. Palabras sinceras que dije y mantengo.

Y es que no era la primera vez que los buenos manchegos me llevaban al huerto. En 2016, la para mí desconocida Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan me invitó a mantener con ellos un almuerzo y “breve charla” sobre asuntos cervantinos y quijotiles. Desplazamiento y alojamiento por mi cuenta, porque “como somos una Asociación muy modesta…”. La “breve charla” se prolongó horas y horas, y cuando regresé a Barcelona ya habían decidido nombrarme Socio de Honor para ya con todo derecho (y tantico de alevosía) hacerme partícipe de diversos eventos que desde entonces han organizado. ¡No escarmentaré nunca!

Pero no hay mal que por bien no venga. De entonces acá he granjeado un puñado de buenos amigos y conocido mejor un territorio que hasta aquel día sólo había sido para mí tierra de paso hacia Andalucía Occidental y Portugal. Y no sólo yo: también mi familia (que siempre me acompaña en esas romerías) conoce hoy aquel paisaje, aquella gastronomía y el talante de aquellas gentes. Hoy puedo entender perfectamente el aprecio que mis amigos manchegos sienten por su tierra y su interés en darle la visibilidad que merece. Sólo que hay que ganársela sobre el terreno de juego: no basta con lamentar su falta sentados cómodamente en la grada.

Saludo, pues, con entusiasmo su iniciativa respecto al “País del Quijote”.

Desde Barcelona sólo puedo desearles que consigan el mínimo apoyo institucional que les facilite poner en marcha sus ideas. Toda la Mancha puede salir beneficiada, especialmente si las asociaciones cervantinas de diversos municipios asumen que la Mancha del Quijote es la de todos, sin exclusividades. Quien visite la Mancha ha de hacerlo con una hoja de ruta (así se dice ahora): no “a lo que surja”, que se lee en los anuncios de contactos. ¡Suerte, amigos!

Enrique Suárez Figaredo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

En vacaciones visite “País del Quijote”

Fecha de Publicación: 19/04/2020

Pais del Quijote

La Sociedad Cervantina de Alcázar propone una inmersión en la obra cervantina visitando los lugares que esconden los secretos del alma de Miguel de Cervantes 

Ve la luz el número 12 de Cuadernos Cervantinos, boletín informativo de esta asociación cultural 

A consecuencia de la crisis sanitaria -de alcance mundial- que nos ha tocado vivir, los últimos análisis turísticos señalan que las previsiones para retornar a la normalidad deberán implicar una serie de factores que hasta ahora no habíamos tenido en cuenta, como son el respeto de las distancias sociales, evitar las grandes multitudes  y sobre todo no viajar demasiado lejos de nuestro lugar de residencia.

Además, las circunstancias de nuestros futuros viajes se van a ver fuertemente condicionadas por un gran descenso en el número de vuelos internacionales, que van a inducir a los viajeros a elegir un turismo de proximidad, tanto de interior como hacia las playas españolas.

También nos interesa recuperar cuanto antes nuestra propia economía, sobre todo la del pequeño comercio y la del sector hostelero que ha sufrido una reducción total de ocupación y actividad tanto en la Semana Santa como en otras celebraciones que tienen lugar en la primavera como -en el caso de Alcázar de San Juan- la Feria de los Sabores y que su inactividad aún se prolongará aún por tiempo indeterminado.

Por eso, desde la Sociedad Cervantina de Alcázar recomendamos visitar País del Quijote una ruta de ensueño, consistente en realizar una verdadera inmersión en la obra cervantina visitando en diferentes localizaciones del corazón de la Mancha, los lugares que esconden los secretos del alma de Miguel de Cervantes.

La ruta, que se puede recorrer en coche, la integran los municipios cervantinos de Alcázar de San Juan, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana y El Toboso, y permite adentrarse en los lugares reales en los que estuvo el propio Cervantes.

Alcázar de San Juan guarda en la iglesia de Santa María la Mayor la partida de bautismo de Miguel de Cervantes. En la Cueva de Medrano de Argamasilla de Alba surgió la historia que ha dado a conocer La Mancha fuera de nuestras fronteras. En los molinos de viento de Campo de Criptana, Cervantes ubicó la batalla más famosa de la literatura universal. En El Toboso, Dulcinea guarda su casa museo con el corazón de don Quijote encerrado en ella.

No caben más excusas y cuando retornemos a la normalidad será el momento ideal y propicio para conocer el País del Quijote

Cuadernos Cervantinos nº 12 

Por otra parte ya ha visto la luz el número 12 de Cuadernos Cervantinos correspondiente al periodo trimestral de enero a marzo de 2020, que puede descargarse íntegro y de forma gratuita en la web de  de esta Sociedad

http://cervantesalcazar.com/web/pdf/17042020182025.pdf

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Astronomía, poesía y música en los Almuerzos de don Quijote de la Sociedad Cervantina

Fecha de Publicación: 24/02/2020

Visita Antonio Martin-Carrillo Antonio Martín-Carrillo cuarto por la izquierda junto a su esposa Consuelo Díez

 

 

El ingeniero aeronáutico Antonio Martín-Carrillo y su esposa Consuelo Díez, inundan de astronomía, música y poesía el último Almuerzo de don Quijote y regalan su arte a la Sociedad Cervantina de Alcázar 

Martín-Carrillo aseguró que es más fácil llevar a la Luna un ejemplar de la edición del Quijote de la Sociedad, que enviarlo a Marte en vuelo no tripulado 

Alcázar de San Juan, 24-02-2020.- De hombre polifacético cabe catalogar a Antonio Martín-Carrillo Domínguez que el pasado sábado honró con su visita a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Además de ingeniero aeronáutico y ferroviario, es poeta. No sólo ha trabajado en los mayores consorcios aeronáuticos internacionales como Airbus, Sikorsky y NASA, sino que además estuvo en las pruebas de selección para astronauta junto con Pedro Duque con el que le une una buena amistad.

Precisamente los cervantinos le han propuesto la posibilidad –mediante sus contactos- de llevar a la órbita terrestre en la estación espacial o incluso a la Luna en la próxima base permanente, un ejemplar del Quijote editado por la Sociedad, el titulado “Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas”.

Además de sus conocimientos astronómicos y aeroespaciales por los que nos contó la dificultad extrema de llevar una nave tripulada a Marte, también nos deleitó con sus poesías publicadas y con las inéditas que está a punto de publicar en lo que pronto será su tercer libro de poesía.

Reproducimos la composición que realizó para esta ocasión y que regaló a la Sociedad con motivo de este Almuerzo de don Quijote: 

 

CAMPOS DE ALCÁZAR DE SAN JUAN

A la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

En el corazón de España,

entre Tomelloso y Ocaña,

tierras de caza y labranza,

rutas del Quijote y Sancho Panza.

 

Campos de colores vivos.

Llanuras de cereal, vid y olivos.

Suave brisa en los caminos

y en las aspas de los molinos.

 

Hombres buenos de la Mancha,

austeros en sus acciones,

firmes en convicciones.

 

Como marca de su linaje,

y emblema de ese lugar,

está su nobleza.

 

En el corazón de España,

hombres buenos de la Mancha.

rectos,

como espadas de acero;

duros,

forjados a fuego;

honrados,

pues son manchegos.

 

Antonio Martín-Carrillo. Alcázar de San Juan 22 febrero 2020

 

Su esposa Consuelo Díez, es compositora musical y regaló a la Sociedad Cervantina un CD de su trabajo “Pasión Cautiva” una obra para orquesta sinfónica compuesta de tres movimientos e inspirada en la vida de Miguel de Cervantes que puso un magnífico ambiente musical sonando de fondo mientras Antonio leía sus poesías.

También ha compuesto “Canción desesperada” inspirada en la pastora Marcela del propio Quijote, trabajo realizado para celebrar el IV aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, en el ciclo “Mujeres Cervantinas”.

Tanto Consuelo Díez en su faceta musical como Antonio Martín-Carrillo -en sus diferentes especialidades- se pusieron a disposición de la Sociedad para cuantas actividades culturales se puedan organizar con ellos en el futuro, lo que los socios cervantinos agradecieron muy sinceramente.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Antonio Martín-Carrillo próximo invitado a los “Almuerzos de don Quijote”

Fecha de Publicación: 17/02/2020

Antonio Martin-Carrillo

Martín-Carrillo es Ingeniero Aeronáutico y Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, así como Máster en MBA (USA), y en su obra poética se vislumbran sus raíces castellano manchegas con algunas influencias cervantinas muy concretas 

Alcázar de San Juan, 17-2-2020.-El sábado 22 de febrero Antonio Martín-Carrillo Domínguez estará en Alcázar de San Juan para tomar parte de una nueva edición de los “Almuerzos de don Quijote”, actividad cultural organizada por la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Martín-Carrillo es actualmente profesor de Astronomía en la Agencia Universitaria para la Gestión del Conocimiento y es también directivo de la empresa pública ADIF.

Ha sido decano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España y vicepresidente del Consejo Europeo de Sociedades Aeroespaciales (CEAS). Especializado en nuevos materiales, ha trabajado como Ingeniero Aeroespacial en Sikorsky Aircraft de Estados Unidos y ha sido Director Adjunto del Programa del avión de combate europeo Eurofighter Typhoon y jefe de Producción de Procesos Espaciales y Composites en Airbus. En el año 1988 fue becario en la NASA.

Como escritor ha publicado gran número de colaboraciones y artículos científicos en libros y revistas. Sus obras en poesía son “A cielo abierto” (Ed. Huerga y Fierro) publicado en 2002 y “Vientos dominantes” (Ed. Alfasur) que vio la luz en 2015. En ambos se vislumbran sus raíces castellano manchegas y las influencias cervantinas.

Vendrá acompañado de su mujer Consuelo Díez que es compositora y año tras año dirige el Festival Internacional de Música de La Mancha. Consuelo tiene editadas gran número de partituras para orquesta, alguna de las cuales está basada en la vida y obras de Miguel de Cervantes. Entre sus obras cervantinas destacan “Canción Desesperada”, “Pasión Cautiva” y “La Guarda Cuidadosa”.

“Canción Desesperada” está basada en la canción de Marcela, con texto de Miguel de Cervantes en “Don Quijote de la Mancha”. Fue un encargo para celebrar el IV aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, en el ciclo “Mujeres Cervantinas”. Se estrenó en el Festival Internacional de Granada de 2016 y desde entonces ha obtenido un gran éxito tanto del público como de la crítica especializada.

“Pasión Cautiva” es una obra encargada para Orquesta Sinfónica, que ha sido interpretada en repetidas ocasiones. Fue estrenada en el Teatro Cervantes de Alcalá de Henares (Madrid) en el año 1997 por la Orquesta de la Comunidad de Madrid.

“La Guarda Cuidadosa” es una obra escrita en 2018, para grupo de percusión y piano a cuatro manos, dedicada al gran músico británico Charles Matthews.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Sobre la lectura del Quijote en los tiempos que corren

Fecha de Publicación: 12/02/2020

grafico lecturs Quijote

Enrique Suárez Figaredo, quijotista barcelonés y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Vaya por delante mi felicitación a mi consocio Félix Patiño Galán por su artículo Venus, diosa de la belleza, publicado recientemente por los medios de comunicación. Es un análisis sintético y exento de dramatismo. Nos preocupe más, nos preocupe menos, así está el patio y aquí no hay  más cera de la que arde.

Bien dijo un grandísimo cervantista hace un siglo que “El Quijote es ese libro que todo español dice haber leído”. Y es lo bueno que quienes lo afirman creen decir la verdad, porque muchísimos lo han tomado en las manos alguna vez…; pero ¿hasta dónde llegaron? Y la gran pregunta: ¿por qué lo devolvieron a la estantería? Una encuesta del CIS (año 2015) recogió las razones más apuntadas: “el lenguaje en que está escrito” y que “es demasiado largo”. En los entresijos de aquella encuesta se esconde un dato particularmente inquietante: para la mayoría de lectores se trató de una tarea escolar.

De acuerdo: leer el Quijote exige esfuerzo al lector moderno (sólo lo completan dos de cada 10). En cuanto al lenguaje, hay que aceptar que Cervantes escribió el Quijote con el vocabulario y sintaxis de su época; pero no es demasiado largo: lo que sucede es que al lector común se le hace demasiado largo, que no es exactamente lo mismo. He ahí la clave del problema, porque lo del lenguaje puede resolverse con sutiles retoques, sin necesidad de hacer una carnicería en el texto. Más difícil es mantener el interés del lector de principio a fin. Tanto es así, que muchos de los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan reconocemos sin ambages que fue en la madurez cuando completamos la heroicidad de leer el Quijote de cabo a rabo. Es más: muchos de nosotros somos los únicos de nuestros familiares y amigos que puede decir en verdad que lo ha leído.

Pero, como decía don Quijote: “yo haré la enmienda, que modos hay de composición en la orden de la caballería para todo”. Hoy echando la vista atrás, sabemos qué es lo que cansa, qué es lo que aburre al lector primerizo. Hace dos años decidimos añadir a las publicaciones de nuestra web Las aventuras de don Quijote de la Mancha, nunca así contadas. En la oportuna coletilla está la posible solución a los problemas apuntados en la encuesta del CIS, porque nuestro Quijote… no me extenderé en los detalles que ya avanzó Félix Patiño en su artículo; sólo añadiré que en todo momento el lector tiene ante sí lo que esperaba leer. Así que… o ahora, o nunca.

ESF

El Quijote deja de ser un referente cultural para nuestros jóvenes

Fecha de Publicación: 10/02/2020

NP_Encuesta

Así lo demuestra un estudio reciente, realizado por Félix Patiño Galán de la Sociedad Cervantina de Alcázar, en varios Institutos de Enseñanza Secundaria de la comarca del Quijote

Alcázar de San Juan, 10-02-2020.- Félix Patiño Galán profesor jubilado con gran experiencia en la docencia y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar, ha llevado a cabo (entre los meses de noviembre y enero de este curso 2019-2020) un amplio estudio entre los estudiantes de segundo de Bachillerato de los institutos de la comarca con el objetivo de determinar su conocimiento sobre el Quijote. Los institutos donde se ha realizado el estudio son Hermógenes Ruiz de Herencia, Miguel de Cervantes Saavedra de Alcázar de San Juan e Isabel Perillán y Quirós de Campo de Criptana.

Hay que recordar que estos alumnos terminan en este curso su educación obligatoria y están a punto de entrar a la Universidad, a un ciclo formativo superior o de incorporarse a la vida laboral; en cualquier caso se encuentran casi al final del tiempo destinado a haber adquirido las competencias básicas requeridas a un ciudadano medio que le deben servir para desempeñarse en el competitivo y feroz mundo laboral actual.

Los estudiantes debían contestar dos encuestas por escrito, una primera llamada modalidad A compuesta de 30 preguntas abiertas con una única respuesta, de dificultad creciente aunque de nivel básico, que cualquier lector del Quijote debería contestar con relativa facilidad, y también una segunda encuesta, la modalidad B compuesta de 11 preguntas en las que se ofrecían  cuatro respuestas entre las que había que elegir la correcta, también de un nivel asequible a su nivel de formación.

Las hojas de encuesta se repartieron a los alumnos de manera alternada, debiendo estos cumplimentarla sin ayuda alguna, sin hablar con compañeros ni profesor, durante 12 minutos, en clase de Lengua y Literatura. Los encargados de aplicarla han sido los profesores respectivos de esta materia.

Los resultados, no por esperados, dejan de ser desoladores. Muestran que nuestros estudiantes han asimilado detalles captados en su aula repleta de contenidos, que han dejado un rinconcito de honor a Cervantes, pero sólo un rinconcito. También el entorno ha influido un poquito con los nombres de calles y plazas, hoteles, bares o comercios. Pero hemos de admitir que gran parte de ellos ha pasado por delante de muchas referencias quijotescas y no se ha enterado y sobre todo, ha pasado por delante de la obra cumbre de Cervantes sin que haya dejado poso de su lectura en sus almas.

Esto es totalmente palpable en la pregunta «Qué es el Quijote como libro de lectura», a la que un porcentaje ínfimo de estudiantes responde la opción correcta: un libro que pretende orientarnos sobre el modo de comportarnos éticamente en nuestro paso por la vida.

Es notable remarcar que la ubicación geográfica de cada Instituto influye favorablemente en determinadas respuestas, valga como ejemplo que los de Alcázar tienen muy amplio conocimiento sobre las Bodas de Camacho (quizás por la programación cultural y gastronómica de la ciudad, lo que demuestra que todo influye en el conocimiento y difusión de las obras literarias), y que los de Campo de Criptana responden más acertadamente al número de molinos que se citan en el capítulo en que tiene lugar la batalla contra estos ingenios mecánicos.

Merece la pena remarcar algunos aspectos negativos de la encuesta como es el hecho de no conocer lo que es un batán, como tampoco que es un mono el animal adivino que llevaba maese Pedro y lo que todavía es más clamoroso y llama la atención es el desconocimiento profundo del personaje de la pastora Marcela, a pesar de haberla convertido Cervantes en un referente de mujer culta e independiente, poniéndola a la misma altura que el hombre, arquetipo que hoy más que nunca está vigente y al que el escritor se adelantó más de cuatrocientos años.

Podemos concluir a la vista del estudio que los jóvenes de la comarca de la Mancha han dejado de tener el Quijote como su referente cultural y que hacen cierto aquel aserto de que casi todo el mundo conoce el Quijote pero casi nadie lo ha leído.

Por lo tanto tenemos por delante mucho trabajo que hacer si queremos acercar a nuestros jóvenes el conocimiento de la obra y el estudio propone hacerlo  aproximando la obra de Cervantes a todos los niveles escolares, pensando en sus edades diferentes lo que supone un gran esfuerzo de adecuación de vocabulario y medios y de selección de textos (versiones adaptadas). También sería bueno hacer una aproximación sobre personajes, cuentos y textos de todo tipo, seleccionando lo más atractivo de estos para darles un formato adaptado a los escolares. Otra posible acción sería la propuesta de actividades variadas para cada edad con el objetivo del conocimiento básico y de animar a la lectura posterior, con la madurez necesaria. Y sobre todo dar forma a estas actividades mediante juegos, concursos y premios.

Desde esta Sociedad Cervantina, en línea con estas actividades, hago una primera propuesta: (http://cervantesalcazar.com/web/pdf/QUIJOTE_SC_Alcazar.pdf) nuestra web ofrece gratuitamente un Quijote adaptado, una entretenida colección de Refranes cervantinos y una serie de pequeñas píldoras sobre episodios del Quijote (las Quisicosas). Es verdad que para leer el Quijote hay que proponérselo firmemente, y eso también vale para las casi 1000 páginas de nuestro texto adaptado; pero su formato, ilustraciones, letra muy legible, con sutiles retoques en el vocabulario y sintaxis, sin notas al pie, sin perder nada de lo fundamental, es mucho más atractivo, más digestivo que un Quijote convencional, y puede ser una útil herramienta en manos del profesor de enseñanza secundaria en CLM. En definitiva, ganar presencia en todos los medios para situar al Quijote como referente cultural.

Puede consultar el estudio completo en: www.cervantesalcazar.com

 

Junta Directiva. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Venus, diosa de la belleza

Fecha de Publicación: 09/02/2020
Quijote piensa en Venus
El actor Cipriano Lodosa caracterizado de don Quijote

 

Seguro que si preguntamos a cualquier alumno de 2º curso de bachillerato el nombre de la diosa clásica de la belleza, la respuesta inmediata será Venus o Afrodita. Cierto que si profundizásemos en definir la causa o el mito que explique ese título de Miss Olimpo, sería difícil conseguir respuestas coherentes.

Algo parecido he experimentado con una somera encuesta que he pasado a los alumnos de 2º curso de bachillerato en tres institutos de la comarca sobre El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha.

Haciendo el recuento de los resultados de esta encuesta he de reconocer que esperaba unos datos más alentadores, más adecuados a la calidad de una obra universal que se reconoce en muchos aspectos de nuestra realidad manchega.

Nuestros estudiantes, manchegos y con buenos resultados académicos, han acertado plenamente en el nombre del autor del Quijote, del pueblo de Dulcinea y del escudero; un grupo importante conoce a Rocinante y el concepto de caballero andante; menos de la mitad del total saben quién es el Caballero de los Espejos, Aldonza Lorenzo y el número de salidas que hizo don Quijote.

Dudan a la hora de definir El Quijote como novela o como libro de aventuras fantásticas, algunos se apuntan a señalarlo como libro histórico.

Abundando en los detalles dudan de la Pastora Marcela como dama fea o bella, joven o vieja, igualmente se dividen definiendo al bachiller Sansón Carrasco como estudiante, médico o prometido de la sobrina de don Quijote.

Estos son sólo unos detalles sueltos de un informe sobre esta encuesta que se puede mirar en http://cervantesalcazar.com/ver_blog/100.

Los lamentos y las quejas vienen automáticamente ante este panorama, pero no, no debemos, no podemos recurrir al pesimismo. Es cierto y evidente que los alumnos de 2º de bachillerato no han leído El Ingenioso Hidalgo, tampoco es necesario, ni pretendo aquí promover la obligación de su lectura.

Cervantes y especialmente su obra de El Quijote, merecen un respeto, un lugar en el currículum de la enseñanza obligatoria y del bachillerato. La inmensidad de materias y temas que han de acometer los colegiales ha difuminado el lugar dedicado a Cervantes. No podemos culpar a los profesionales de la educación, perdidos entre un inmenso currículum y unas tareas administrativas que no les permiten dedicarse enteramente al arte de educar.

Hemos de tener en cuenta la edad y las circunstancias de los estudiantes encuestados. Entre 17 y 18 años, jóvenes abrumados por las exigencias de sus asignaturas y la proximidad de la prueba de acceso a la universidad en el mes de junio. Tiempo tendrán, en el futuro, para dedicarlo a la lectura de esta obra indispensable. La lectura completa del Quijote debe hacerse con cierta madurez personal, sólo así se pueden disfrutar todos sus matices filosóficos, psicológicos, populares, históricos, sociales y descriptivos. Aunque sí echamos en falta un poquito de preparación, de publicidad, de mercadotecnia. Debemos valorar la obra de Cervantes en las aulas. Esto sí es posible.

Más allá de todo esto, desde la Sociedad Cervantina nos proponemos actuar para dar a conocer lo que esta obra puede ofrecer a cada alumno según su edad, que para todos tiene algo que enseñar.

El Quijote es un clásico universal por encima del tiempo, pero su vocabulario y sintaxis son del siglo XVII. Esto hace necesario seleccionar textos, adecuar el vocabulario, proponer actividades. Es poner al Quijote al alcance de cada edad, sin el castigo de una lectura total, pero mostrando a cada alumno lo mejor de esta obra, dándolo a conocer reiteradamente, proponiendo la lectura completa como un acto final y de madurez, identificándolo con el disfrute absoluto de la lectura.

Desde la Sociedad Cervantina, en línea con estas actividades, hago una primera propuesta: nuestra página web (http://cervantesalcazar.com) ofrece gratuitamente un Quijote adaptado, una entretenida colección de Refranes cervantinos y una serie de pequeñas píldoras sobre episodios del Quijote (las Quisicosas). Es verdad que para leer el Quijote hay que proponérselo firmemente, y eso también vale para las casi 1000 páginas de nuestro texto adaptado; pero su formato, ilustraciones, letra muy legible, con sutiles retoques en el vocabulario y sintaxis, sin notas al pie, sin perder nada de lo fundamental, es mucho más atractivo, más digestivo que un Quijote convencional, y puede ser una útil herramienta en manos del profesor de enseñanza secundaria en Castilla-La Mancha.

No conocemos el Quijote como deberíamos, no lo conoce nuestro futuro que son ellos, los estudiantes. Tenemos mucho trabajo por delante. Un manchego debe conocer qué es el bálsamo de Fierabrás de la misma manera que asocia la belleza a Venus.

 

Félix Patiño Galán

Sociedad Cervantina de Alcázar

Encuesta sobre el conocimiento del Quijote a alumnos de 2º de Bachillerato

Fecha de Publicación: 08/02/2020

imagen cabecera np

Al final del verano de 2019, Félix Patiño Galán, propuso a la Sociedad Cervantina Lugar de Don Quijote de Alcázar de San Juan, de la que es miembro, un pequeño trabajo de encuesta y análisis de datos sobre el conocimiento que tiene del Quijote el grupo de estudiantes de 2º de Bachillerato. Los miembros de la Sociedad Cervantina estuvieron de acuerdo, mostraron su apoyo y redactaron preguntas. También se oyeron voces de desaliento y de adelanto de resultados demoledores, aunque, es cierto que para conseguir nuestros objetivos de dar a conocer la obra de Cervantes, hay que conocer la realidad en la que nos movemos y este trabajo quiere dar unos primeros pasos en ese conocimiento.

El objeto de este estudio es una muestra de estudiantes en su último año de Bachillerato, a punto de entrar en la Universidad, en un ciclo formativo superior o en la vida laboral. Han terminado la educación obligatoria y están a punto de conseguir las competencias básicas requeridas a un ciudadano medio.

La encuesta se ha aplicado desde noviembre a enero de este curso en tres institutos: Hermógenes Rodríguez de Herencia, Miguel de Cervantes Saavedra de Alcázar de San Juan e Isabel Perillán Quirós de Campo de Criptana.

La prueba tiene dos modalidades (A y B) que se reparten a los alumnos de manera alternada, éstos deben cumplimentarla sin ayuda alguna, sin hablar con compañeros ni profesor, durante 12 minutos, en clase de Lengua y Literatura. Los encargados de aplicarla han sido los profesores respectivos de  esta materia.

El mencionado responsable de esta prueba habló y acercó a los departamentos didácticos de Lengua y Literatura de los institutos colaboradores, copias suficientes de la prueba en sus dos modalidades A y B. Los profesores y las profesoras, amablemente, las aplicaron en sus aulas y semanas después, Félix Patiño recogió los folios cumplimentados para proceder al recuento de las respuestas y al análisis de los resultados.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a los tres institutos su disposición a colaborar, a los departamentos de Lengua y Literatura su trabajo y dedicación de una parte de su precioso tiempo de docencia a la aplicación de esta encuesta.

Gracias especialmente a la dirección del IES Hermógenes Rodríguez por la cesión del material y de su servicio de reprografía para las copias de esta encuesta.

 

ENCUESTA. MODALIDAD A

Esta modalidad la componen 30 preguntas con una única respuesta, las preguntas son sencillas para un lector del Ingenioso Hidalgo. Pero no queremos examinar a nuestros estudiantes, ni siquiera al sistema. Sólo sacar unos datos que nos permitan programar actividades para conocer y proponer el disfrute de las obras cervantinas.

La prueba tiene las 10 primeras preguntas consideradas básicas. Referidas a un grupo de conceptos básicos y conocimientos generales sin necesidad de la lectura somera del Quijote. Las restantes pueden considerarse más difíciles y propias de un lector cervantino más completo.

Ver gráfico con el que se inicia este artículo

Las preguntas consideradas básicas arrojan unos resultados similares en los tres centros: Cervantes, el Toboso y Sancho son los grandes conocidos de nuestros estudiantes. Menos de la mitad conocen la profesión de caballero andante, las bodas de Camacho y la ínsula Barataria. Se ha perdido la referencia del bálsamo milagroso de Fierabrás. En torno al 25% conoce las ventas, algunos, posadas. La bacía de barbero es mencionada por un magro porcentaje, se ha dado por bueno el término palangana.

Conocen aspectos básicos que se mencionan en el currículum inmenso de la asignatura de Literatura.

Grafico 2

Esta segunda batería de preguntas es más dispar. Son aceptablemente conocidos Rocinante, los objetos y personas que acompañan a un caballero andante y el hidalgo Alonso Quijano. Un escalón por debajo están Aldonza Lorenzo y la venta primera. Los resultados son dispares en muchas preguntas.

Grafico 3

Esta última batería muestra los puntos peor conocidos. Los detalles que se piden requieren de una lectura previa. La más acertada es la que apela al sentido común y el conocimiento de Sansón Carrasco como Caballero de los Espejos nos deja un tanto perplejos.

Pasemos a la modalidad B.

MODALIDAD B

Es una batería de preguntas con cuatro opciones, cinco si se cuenta la posibilidad de no contestar. Elaboradas por los miembros de la Cervantina que han participado amablemente. Son 11 preguntas que merecen ser presentadas de manera individual:

Grafico 2-1

Grafico 2-2

grafico 2-3

Grafico 2-4

Grafico 2-5

Grafico 2.6

Los resultados, no por esperados, dejan de ser desoladores. Muestran que nuestros estudiantes han asimilado detalles captados en su aula repleta de contenidos que han dejado un rinconcito de honor a Cervantes, pero sólo un rinconcito. También el entorno ha influido un poquito con los nombres de calles y plazas, hoteles, bares o comercios. Pero hemos de admitir que gran parte de ellos ha paso por delante de muchas referencias quijotescas y no se ha enterado.

No debemos decir a nadie lo que tiene que hacer, los profesores de las diferentes etapas educativas tienen que aplicar un currículum completo y abundante, dedican muchas horas a ajuntar una evaluación impecable con conceptos cambiantes al albur de los gobernantes: criterios, competencias, estándares, programaciones, adaptaciones… Hemos de estudiar con tranquilidad estos datos y pasar a la acción con el horizonte bien definido.

A la luz de una primera aproximación podemos afirmar lo siguiente:

1.- Debemos acercar la obra de Cervantes a todos los niveles escolares, lo que supone pensar en los escolares y especialmente pensar como los escolares en sus diferentes edades. Esto supone un esfuerzo de adecuación de vocabulario y medios y  de selección de textos.

2.- Esta aproximación se hará sobre personajes, cuentos y textos de todo tipo, seleccionando lo más atractivo de estos para darles un formato adaptado a los escolares.

3.- Proponer actividades variadas para cada edad con el objetivo del conocimiento básico y de animar a la lectura posterior, con la madurez necesaria.

4.- Dar forma a estas actividades de juegos, concursos, premios. En definitiva ganar presencia en todos los medios para ser aceptados como referente cultural.

 

DATOS TOTALES:

MODALIDAD A  

Instituto A              Alumnos encuestados: 35

Cuestión Aciertos %
1.- ¿Quién escribió el Quijote? 35 100
2.- ¿De qué pueblo toledano es Dulcinea? 27 77
3.- ¿A qué profesión se dedica don Quijote? 15 43
4.- ¿Cómo se llama el escudero de don Quijote? 31 89
5.- ¿Qué edificio confunde don Quijote con un castillo? 9 26
6.-  ¿Cómo se llama un bálsamo curativo que elabora don Quijote en la venta? 2 6
7.- ¿Qué es en realidad el Yelmo de Mambrino? 5 14
8.- ¿Qué título universitario tiene Sansón Carrasco? 9 26
9.- ¿Qué famosas bodas se describen en el Quijote? 9 26
10.- ¿Cómo se llama la ínsula que gobierna Sancho? 10 29
11.- Pon nombres de calles, topográficos, de establecimientos, todos los que recuerdes  de tu entorno, relacionados con el Quijote y su autor. 11 31
12.- ¿Cuál es el nombre real de Dulcinea? 18 51
13.- Nombra los elementos, objetos y personas que necesita un caballero andante: 19 54
14.- ¿Que nombre puso don Quijote a su caballo? 30 86
15.- ¿En qué lugar se arma caballero andante don Quijote? 14 40
16.- ¿Cómo se tituló originalmente el Quijote? 16 46
17.- ¿Qué año se editó la Primera Parte del Quijote? 7 20
18.- ¿Qué personajes viven con don Quijote en su casa? 10 29
19.- ¿Qué nombre de pila tiene don Quijote? 14 40
20.- ¿Cuantas salidas de su pueblo hizo don Quijote en toda la novela? 5 14
21.- En la segunda salida de su pueblo, don Quijote confunde unos molinos de viento con gigantes. ¿Cuántos molinos vio don Quijote? 1 3
22.- ¿Cómo se llama la cordillera en la que don Quijote hace penitencia? 1 3
23.- ¿Una noche pasan miedo con los sonidos de un artilugio cerca de un río, como se llama el artilugio? 0 0
24.- ¿Contra los muros de qué edificio se dan don Quijote y Sancho entrando por la noche en El Toboso? 0 0
25.- ¿Qué nombre tiene el caballo de madera en el que montan don Quijote y Sancho? 4 11
26.- ¿Cómo se llama la ciudad donde es derrotado don Quijote en una de sus playas? 1 3
27.- ¿Dónde está enterrado don Quijote? 8 23
28.- ¿Qué animal tenía maese Pedro, que según él era adivino? 0 0
29.- ¿Qué vecino de don Quijote se disfraza del Caballero de los Espejos? 7 20
30.- ¿Cómo se llama una famosa cueva a la que don Quijote desciende y que está muy cerca de las Lagunas de Ruidera? 0 0

 

Instituto B             Alumnos encuestados: 22

Cuestión Aciertos %
1.- ¿Quién escribió el Quijote? 22 100
2.- ¿De qué pueblo toledano es Dulcinea? 21 95
3.- ¿A qué profesión se dedica don Quijote? 4 18
4.- ¿Cómo se llama el escudero de don Quijote? 20 91
5.- ¿Qué edificio confunde don Quijote con un castillo? 2 9
6.-  ¿Cómo se llama un bálsamo curativo que elabora don Quijote en la venta? 0 0
7.- ¿Qué es en realidad el Yelmo de Mambrino? 1 5
8.- ¿Qué título universitario tiene Sansón Carrasco? 2 9
9.- ¿Qué famosas bodas se describen en el Quijote? 11 50
10.- ¿Cómo se llama la ínsula que gobierna Sancho? 9 41
11.- Pon nombres de calles, topográficos, de establecimientos, todos los que recuerdes  de tu entorno, relacionados con el Quijote y su autor. 0 0
12.- ¿Cuál es el nombre real de Dulcinea? 4 18
13.- Nombra los elementos, objetos y personas que necesita un caballero andante: 15 68
14.- ¿Que nombre puso don Quijote a su caballo? 14 64
15.- ¿En qué lugar se arma caballero andante don Quijote? 2 9
16.- ¿Cómo se tituló originalmente el Quijote? 2 9
17.- ¿Qué año se editó la Primera Parte del Quijote? 0 0
18.- ¿Qué personajes viven con don Quijote en su casa? 3 14
19.- ¿Qué nombre de pila tiene don Quijote? 14 64
20.- ¿Cuantas salidas de su pueblo hizo don Quijote en toda la novela? 7 32
21.- En la segunda salida de su pueblo, don Quijote confunde unos molinos de viento con gigantes. ¿Cuántos molinos vio don Quijote? 1 5
22.- ¿Cómo se llama la cordillera en la que don Quijote hace penitencia? 0 0
23.- ¿Una noche pasan miedo con los sonidos de un artilugio cerca de un río, como se llama el artilugio? 0 0
24.- ¿Contra los muros de qué edificio se dan don Quijote y Sancho entrando por la noche en El Toboso? 0 0
25.- ¿Qué nombre tiene el caballo de madera en el que montan don Quijote y Sancho? 0 0
26.- ¿Cómo se llama la ciudad donde es derrotado don Quijote en una de sus playas? 1 4
27.- ¿Dónde está enterrado don Quijote? 3 14
28.- ¿Qué animal tenía maese Pedro, que según él era adivino? 0 0
29.- ¿Qué vecino de don Quijote se disfraza del Caballero de los Espejos? 0 0
30.- ¿Cómo se llama una famosa cueva a la que don Quijote desciende y que está muy cerca de las Lagunas de Ruidera? 2 9

 

Instituto C              Alumnos encuestados: 83

Cuestión Aciertos %
1.- ¿Quién escribió el Quijote? 83 100
2.- ¿De qué pueblo toledano es Dulcinea? 79 95
3.- ¿A qué profesión se dedica don Quijote? 29 35
4.- ¿Cómo se llama el escudero de don Quijote? 77 93
5.- ¿Qué edificio confunde don Quijote con un castillo? 21 25
6.-  ¿Cómo se llama un bálsamo curativo que elabora don Quijote en la venta? 6 7
7.- ¿Qué es en realidad el Yelmo de Mambrino? 11 13
8.- ¿Qué título universitario tiene Sansón Carrasco? 19 23
9.- ¿Qué famosas bodas se describen en el Quijote? 8 10
10.- ¿Cómo se llama la ínsula que gobierna Sancho? 35 42
11.- Pon nombres de calles, topográficos, de establecimientos, todos los que recuerdes  de tu entorno, relacionados con el Quijote y su autor. 27 33
12.- ¿Cuál es el nombre real de Dulcinea? 16 19
13.- Nombra los elementos, objetos y personas que necesita un caballero andante: 60 72
14.- ¿Que nombre puso don Quijote a su caballo? 68 82
15.- ¿En qué lugar se arma caballero andante don Quijote? 20 24
16.- ¿Cómo se tituló originalmente el Quijote? 8 10
17.- ¿Qué año se editó la Primera Parte del Quijote? 21 25
18.- ¿Qué personajes viven con don Quijote en su casa? 16 19
19.- ¿Qué nombre de pila tiene don Quijote? 47 57
20.- ¿Cuantas salidas de su pueblo hizo don Quijote en toda la novela? 33 40
21.- En la segunda salida de su pueblo, don Quijote confunde unos molinos de viento con gigantes. ¿Cuántos molinos vio don Quijote? 9 11
22.- ¿Cómo se llama la cordillera en la que don Quijote hace penitencia? 2 2
23.- ¿Una noche pasan miedo con los sonidos de un artilugio cerca de un río, como se llama el artilugio? 1 1
24.- ¿Contra los muros de qué edificio se dan don Quijote y Sancho entrando por la noche en El Toboso? 3 4
25.- ¿Qué nombre tiene el caballo de madera en el que montan don Quijote y Sancho? 3 4
26.- ¿Cómo se llama la ciudad donde es derrotado don Quijote en una de sus playas? 16 19
27.- ¿Dónde está enterrado don Quijote? 31 37
28.- ¿Qué animal tenía maese Pedro, que según él era adivino? 1 1
29.- ¿Qué vecino de don Quijote se disfraza del Caballero de los Espejos? 31 37
30.- ¿Cómo se llama una famosa cueva a la que don Quijote desciende y que está muy cerca de las Lagunas de Ruidera? 7 8

 

MODALIDAD B   

Instituto A                        Encuestados 32

Cuestiones Respuestas %
1.- ¿Cómo definirías el Quijote? Es un libro de viajes 0 0
Es una novela 19 59
Es una narración de aventuras fantásticas 8 25
Es un libro histórico 5 16
No contestan 0 0
2.- ¿Quién es la pastora Marcela? Una anciana que vivía en el campo 8 25
Una dama bella y de alta cuna que vivía en el campo 5 15
Una dama fea que vivía en el campo 10 31
La hija de Parsimonio de Daimiel 4 13
No contestan 5 16
3.- ¿Quién es Sancho Panza?

 

 

El escudero de don Quijote 26 81
El primo de Sofonisba Panza 0 0
Acompañaba a don Quijote como caballero ayudante 4 13
Un amigo de la infancia de don Quijote 0 0
No contestan 2 6
4.- ¿Quién es el bachiller Sansón Carrasco?

 

 

Un luchador de lucha libre mexicana 0 0
Un estudiante amigo de don Quijote 12 38
El médico personal de don Quijote 10 31
El prometido de la sobrina de don Quijote 7 22
No contestan 3 9
5.- Don Quijote de la Mancha está actualmente enterrado en: Almodóvar del Campo 2 6
Villanueva de los Infantes 1 3
No existió y no tiene tumba 27 85
Tras la invasión francesa se perdió la ubicación del cadáver 1 3
No contestan 1 3
6.- ¿Qué establecimiento confunde don Quijote con castillos? Las aceñas o molinos del río Ebro 6 19
Las ventas del camino 16 50
Las  dos anteriores 1 3
Ninguna de las anteriores 8 25
No contestan 1 3
7.- Sobre Alonso Quijano, diga cual respuesta es la verdadera: Es un invento de Cervantes 11 34
Sí que existió porque se conserva su partida de nacimiento 2 6
Fue un hidalgo pobre y enamoradizo 12 38
Las dos últimas respuestas son ciertas 5 16
No contestan 2 6
8.- Sobre los caballeros andantes

 

 

En la época de don Quijote ya no había en España caballeros deambulando por los campos 0 0
Motivaron una importante literatura en la Edad Media 12 38
Es impropio, y  hasta risible, que un hidalgo de unos cincuenta años se meta a caballero andante 2 6
Todo lo anterior es cierto 17 53
No contestan 1 3
9.- Sobre la personalidad de Cervantes

 

 

Fue un hombre incomprendido y despreciado en su tiempo 7 22
Siempre vivió pobre y desamparado 7 22
Tenía un carácter introvertido y melancólico 6 19
Todas las anteriores son falsas 10 31
No contestan 2 6
10.- Don Quijote de la Mancha, como libro de lectura, es… Un libro divertidísimo, fundamentalmente cómico 9 28
Un libro que pretende indicarnos cómo hemos de comportarnos en la vida 2 6
Un libro en el fondo  triste, apesadumbrado y melancólico 8 25
Un libro que representa fielmente la personalidad manchega y española 13 41
No contestan 0 0
11.- Una de las siguientes respuestas es verdadera:

 

 

El Quijote fue un libro que revolucionó en su día el modo de escribir obras de ficción 21 66
Cervantes se preocupa por describir minuciosamente el paisaje por donde pasa don Quijote 4 12
El Quijote fue el primer libro que publicó Cervantes 2 6
El Quijote fue el último libro que publicó Cervantes 5 16
No contestan 0 0

 

Instituto B                        Encuestados 49

Cuestiones Respuestas %
1.- ¿Cómo definirías el Quijote? Es un libro de viajes 0 0
Es una novela 16 33
Es una narración de aventuras fantásticas 31 63
Es un libro histórico 1 2
No contestan 1 2
2.- ¿Quién es la pastora Marcela? Una anciana que vivía en el campo 11 23
Una dama bella y de alta cuna que vivía en el campo 8 16
Una dama fea que vivía en el campo 11 22
La hija de Parsimonio de Daimiel 9 18
No contestan 10 21
3.- ¿Quién es Sancho Panza?

 

 

El escudero de don Quijote 45 92
El primo de Sofonisba Panza 0 0
Acompañaba a don Quijote como caballero ayudante 2 4
Un amigo de la infancia de don Quijote 0 0
No contestan 2 4
4.- ¿Quién es el bachiller Sansón Carrasco?

 

 

Un luchador de lucha libre mexicana 1 2
Un estudiante amigo de don Quijote 17 35
El médico personal de don Quijote 13 27
El prometido de la sobrina de don Quijote 12 24
No contestan 6 12
5.- Don Quijote de la Mancha está actualmente enterrado en: Almodóvar del Campo 0 0
Villanueva de los Infantes 2 4
No existió y no tiene tumba 43 88
Tras la invasión francesa se perdió la ubicación del cadáver 2 4
No contestan 2 4
6.- ¿Qué establecimiento confunde don Quijote con castillos? Las aceñas o molinos del río Ebro 6 12
Las ventas del camino 21 43
Las  dos anteriores 6 12
Ninguna de las anteriores 13 27
No contestan 3 6
7.- Sobre Alonso Quijano, diga cual respuesta es la verdadera: Es un invento de Cervantes 29 59
Sí que existió porque se conserva su partida de nacimiento 2 4
Fue un hidalgo pobre y enamoradizo 4 8
Las dos últimas respuestas son ciertas 10 21
No contestan 4 8
8.- Sobre los caballeros andantes

 

 

En la época de don Quijote ya no había en España caballeros deambulando por los campos 5 10
Motivaron una importante literatura en la Edad Media 5 10
Es impropio, y  hasta risible, que un hidalgo de unos cincuenta años se meta a caballero andante 6 12
Todo lo anterior es cierto 27 56
No contestan 6 12
9.- Sobre la personalidad de Cervantes

 

 

Fue un hombre incomprendido y despreciado en su tiempo 11 23
Siempre vivió pobre y desamparado 2 4
Tenía un carácter introvertido y melancólico 7 14
Todas las anteriores son falsas 23 47
No contestan 6 12
10.- Don Quijote de la Mancha, como libro de lectura, es… Un libro divertidísimo, fundamentalmente cómico 19 39
Un libro que pretende indicarnos cómo hemos de comportarnos en la vida 7 14
Un libro en el fondo  triste, apesadumbrado y melancólico 7 14
Un libro que representa fielmente la personalidad manchega y española 14 29
No contestan 2 4
11.- Una de las siguientes respuestas es verdadera:

 

 

El Quijote fue un libro que revolucionó en su día el modo de escribir obras de ficción 18 37
Cervantes se preocupa por describir minuciosamente el paisaje por donde pasa don Quijote 14 29
El Quijote fue el primer libro que publicó Cervantes 5 10
El Quijote fue el último libro que publicó Cervantes 7 14
No contestan 5 10

 

Instituto C            Encuestados 85

Cuestiones Respuestas %
1.- ¿Cómo definirías el Quijote? Es un libro de viajes 1 1
Es una novela 60 71
Es una narración de aventuras fantásticas 21 25
Es un libro histórico 3 3
No contestan 0 0
2.- ¿Quién es la pastora Marcela? Una anciana que vivía en el campo 29 34
Una dama bella y de alta cuna que vivía en el campo 14 16
Una dama fea que vivía en el campo 25 30
La hija de Parsimonio de Daimiel 5 6
No contestan 12 14
3.- ¿Quién es Sancho Panza?

 

 

El escudero de don Quijote 79 93
El primo de Sofonisba Panza 1 1
Acompañaba a don Quijote como caballero ayudante 3 4
Un amigo de la infancia de don Quijote 1 1
No contestan 1 1
4.- ¿Quién es el bachiller Sansón Carrasco?

 

 

Un luchador de lucha libre mexicana 7 8
Un estudiante amigo de don Quijote 20 24
El médico personal de don Quijote 34 40
El prometido de la sobrina de don Quijote 19 22
No contestan 5 6
5.- Don Quijote de la Mancha está actualmente enterrado en: Almodóvar del Campo 5 6
Villanueva de los Infantes 7 8
No existió y no tiene tumba 70 82
Tras la invasión francesa se perdió la ubicación del cadáver 1 1
No contestan 2 3
6.- ¿Qué establecimiento confunde don Quijote con castillos? Las aceñas o molinos del río Ebro 10 12
Las ventas del camino 34 40
Las  dos anteriores 7 8
Ninguna de las anteriores 27 32
No contestan 7 8
7.- Sobre Alonso Quijano, diga cual respuesta es la verdadera: Es un invento de Cervantes 34 40
Sí que existió porque se conserva su partida de nacimiento 10 12
Fue un hidalgo pobre y enamoradizo 10 12
Las dos últimas respuestas son ciertas 31 36
No contestan 0 0
8.- Sobre los caballeros andantes

 

 

En la época de don Quijote ya no había en España caballeros deambulando por los campos 4 5
Motivaron una importante literatura en la Edad Media 10 12
Es impropio, y  hasta risible, que un hidalgo de unos cincuenta años se meta a caballero andante 9 11
Todo lo anterior es cierto 59 69
No contestan 3 3
9.- Sobre la personalidad de Cervantes

 

 

Fue un hombre incomprendido y despreciado en su tiempo 28 33
Siempre vivió pobre y desamparado 6 7
Tenía un carácter introvertido y melancólico 21 25
Todas las anteriores son falsas 26 31
No contestan 4 4
10.- Don Quijote de la Mancha, como libro de lectura, es… Un libro divertidísimo, fundamentalmente cómico 17 20
Un libro que pretende indicarnos cómo hemos de comportarnos en la vida 1 1
Un libro en el fondo  triste, apesadumbrado y melancólico 27 32
Un libro que representa fielmente la personalidad manchega y española 37 44
No contestan 3 3
11.- Una de las siguientes respuestas es verdadera:

 

 

El Quijote fue un libro que revolucionó en su día el modo de escribir obras de ficción 51 60
Cervantes se preocupa por describir minuciosamente el paisaje por donde pasa don Quijote 14 16
El Quijote fue el primer libro que publicó Cervantes 3 4
El Quijote fue el último libro que publicó Cervantes 12 14
No contestan 5 6

 

Félix Patiño Galán

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Nueva Junta Directiva

Fecha de Publicación: 24/01/2020

 

En la Asamblea General Extraordinaria celebrada el 24 de Enero ha sido aprobada, por unanimidad de los asistentes (y votos delegados), la nueva junta directiva: Juan Bautista Mata (presidente), Luis Miguel Román (vicepresidente), Alonso Cobo (tesorero) y Constantino López (secretario).

Cuarenta Quisicosas quijotescas de la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 19/01/2020

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Las Quisicosas, una colección de artículos breves sobre detalles del Quijote que suelen pasar desapercibidos para el lector común pero que ayudan a entender no sólo algunos episodios de la obra y la relación amo-escudero, sino la idiosincrasia de su Autor, y también cómo funcionaba el negocio editorial en aquella época 

Alcázar de San Juan, 20-01-2020.- Desde hace un par de años, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan (SCA) viene poniendo en marcha iniciativas que fomenten la curiosidad sobre el Quijote en nuevos lectores.

El primer producto fue un Quijote adaptado (no resumido) profusamente ilustrado y con un vocabulario y sintaxis inteligibles para el lector de nuestros tiempos. Posteriormente, ese Quijote ha sido maquetado para su difusión por INSTAGRAM en digeribles dosis de dos páginas diarias.

Desde hace unas semanas, la web de la SCA ofrece Los refranes del Quijote, la versión digital y maquetada de forma atractiva de un curioso librito publicado en Barcelona hace unos 150 años por Josep Coll y Vehí. Todas estas iniciativas vienen disfrutando de buena acogida (QUIJOTEGRAM cuenta con mil seguidores), lo que parece hacer buena la idea básica: fomentar la curiosidad en vez de rasgarse las vestiduras lamentando el desinterés.

Ahora la SCA ha decidido presentar en sociedad un producto de lo más singular: las Quisicosas del Quijote, una colección de artículos breves sobre detalles del Quijote que suelen pasar desapercibidos para el lector común pero que ayudan a entender no sólo algunos episodios de la obra y la relación amo-escudero, sino la idiosincrasia de su Autor, y también cómo funcionaba el negocio editorial en aquella época. Por supuesto, también se afloran descalabros en el fluir del relato, porque en el Quijote, como obra humana, no todo son perfecciones y no todas las que se observan pueden achacarse al impresor.

Las Quisicosas están abiertas a cualquier Socio de la SCA, redactadas con la colaboración y supervisión de El Veedor de las Quisicosas, que no es otro que Enrique Suárez Figaredo, nuestro Socio de Honor, experto en los Quijotes, el cervantino y el de Avellaneda. Como cabía esperar, muchas de las Quisicosas han sido aportadas por él, pero las mejores han sido resultado de discusión (a veces intensa, siempre útil para ambos) entre el Proponente y el Veedor, porque entender a Cervantes tiene su qué y nadie puede presumir de haber nacido enseñado.

Todas estas iniciativas son accesibles gratuitamente en la web de la SCA:  cervantesalcazar.com.

No se trata de la consabida cantinela “No sabes lo que te estás perdiendo”, sino “Mira lo que te estás perdiendo”.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

José Manuel Zarco Tejada presentó en Alcázar su libro “El fútbol en Córdoba y provincia desde sus orígenes hasta 1954”

Fecha de Publicación: 16/01/2020

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Alcázar, 16-01-2020.- Ayer por la tarde tuvo lugar en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan la presentación del libro “El fútbol en Córdoba y provincia desde sus orígenes hasta 1954”, que recopila en tres tomos un exhaustivo trabajo de investigación del aficionado cordobesista y oftalmólogo José Manuel Zarco Tejada

La labor de investigación se inició en el verano de 2011 y se ha prolongado durante siete largos años, concretamente hasta noviembre de 2018, en que quedó concluida la obra. La edición de la misma ha correspondido a la editorial madrileña Alfasur. En ella se recoge toda la vida del fútbol cordobés desde sus inicios en 1908 hasta 1954, año en el que se funda el actual Córdoba Club de Fútbol.

La redacción de este libro obedece al expreso deseo del recordado periodista Ignacio Cid Luque,  que fuera jefe de la redacción de Deportes de los diarios “La Voz de Córdoba” y “Córdoba” durante los años ochenta, cuando el autor era colaborador deportivo mientras estudiaba la licenciatura de Medicina en la Universidad de Córdoba.

Como homenaje a la Mancha, tierra en la que se ha escrito íntegramente el libro, la portada y contraportada de los tres tomos incluyen una fotografía de las botas del recordado futbolista alcazareño Justo López Parra Jaro. Con ellas se enfrentó varias veces al Real Club Deportivo Córdoba en el antiguo Estadio del Arcángel cuando militaba en la Agrupación Deportiva Plus Ultra de Madrid.

José Manuel Zarco Tejada (Córdoba, 1966) es desde hace muchos años socio del Córdoba Club de Fútbol. En la actualidad es médico oftalmólogo del Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, localidad en la que reside desde 1997. Es además un miembro destacado de la Sociedad Cervantina de Alcázar. Con la publicación de esta obra, el autor ve cumplido uno de los sueños de su vida.

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La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan también ofrece gratis en su web los refranes del Quijote

Fecha de Publicación: 07/01/2020

 

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Se trata de una edición digital, maquetada de forma atractiva y útil, resultado del trabajo de dos catalanes en distintos siglos: José Coll y Vehí, su primer autor, y Enrique Suárez Figaredo, el moderno editor

Alcázar de San Juan, 05-01-2020.-  No todo el quijotismo está en la Mancha. Y esta vez no se trata de un refrán, sino de una palmaria realidad. El autor de esta obra fue el periodista catalán José Coll y Vehí, académico correspondiente de la Academia y numerario de la de Buenas Letras y Bellas Artes de Barcelona, y su libro fue publicado en 1874, y el editor actual es Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y ya sobradamente conocido por su entusiasmo editor de textos clásicos castellanos.

La recopilación de refranes que en su día hizo Coll y Vehí se ha maquetado hoy de la forma más atractiva posible para su lectura y consulta, y se ha puesto a disposición de los lectores e interesados en el mundo cervantista, en nuestra web y de forma gratuita: cervantesalcazar.com

Lo que contiene esta edición es un prólogo introductorio, un listado de los refranes del Quijote por orden alfabético y como cuerpo del texto un repaso a todos y cada uno de ellos acompañado de un breve texto aclaratorio. Finaliza con el listado de los contenidos en otras obras cervantinas, incuso los que aparecen en el Quijote de Avellaneda, que serán de sumo interés para el estudioso de la paremiología en la obra cervantina.

Esta Sociedad Cervantina tiene entre sus objetivos el de acercar los textos de Miguel de Cervantes a todos los lectores haciéndolo de forma amena. En este caso, a través de los refranes, que son compendios de imaginación y sabiduría, como magníficamente lo expresó el propio Coll y Vehí: “Sea el dicho de algún sabio…, o que la más vulgar experiencia lo hubiese sugerido y dictado, nada importa. Refranes hay…, y son los más, hijos… del sentido común y de la diaria experiencia, hijos de padres quizás ignorantes, porque no hay tonto rematado que en las cosas que al interés propio atañen no haya sido sabio alguna vez en su vida… Los refranes de las colecciones y diccionarios, no aceptados u olvidados del vulgo, son como… espadas encerradas en la vaina…. Un refrán muerto podrá ser, si me apuran, una gloria nacional digna de un soberbio mausoleo; mas no me lo llamen refrán desde el momento en que ya no pincha ni corta...”

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Finalizada la segunda edición de la campaña «Ningún niño sin imaginación» de la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 22/12/2017

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La asociación El Sosiego ya tiene los libros que por segundo año consecutivo la Sociedad Cervantina ha recogido en su campaña de Navidad

Alcázar de San Juan, 23-12-2019.-  Un año más ha tenido lugar el acto de entrega de los libros recogidos en la campaña navideña que permitirá que muchos niños de las familias más desfavorecidas de nuestra ciudad puedan recibir material de lectura para acrecentar y desarrollar su imaginación.

Esta iniciativa llevada a cabo por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ya ha cumplido su segunda edición y gracias a la solidaridad de los alcazareños ha superado el número de unidades recogidas en el año anterior

Por parte de los cervantistas, varios miembros que han colaborado en la campaña hicieron entrega a Milagros Plaza, representante de la Asociación Cultural y Social El Sosiego, de las varias cajas recogidas que formarán parte de los lotes que esta asociación va a confeccionar que hará posible que los niños de Alcázar, además de juguetes, puedan recibir libros de lectura.

La Sociedad Cervantina anunció los días de recogida que se ha llevado a cabo en la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de 18:00 a 20:00 y el encargado de hacer la recepción de los libros ha sido nuestro asociado Enrique Lubián quien ha desarrollado un papel primordial en la campaña.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Constantino López participa en el Congreso Internacional «Cervantes, entre burlas y veras», celebrado en Pamplona

Fecha de Publicación: 17/12/2019

En representación de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan,

Constantino López ha participado en el Congreso Internacional «Cervantes, entre burlas y veras» que se ha celebrado en Pamplona los días 16 y 17 de diciembre de 2019, organizado por el Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra y coordinado por el profesor Carlos Mata Induráin

 
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Campaña «Ningún niño sin imaginación»

Fecha de Publicación: 26/11/2019

 

Por segundo año consecutivo, se pone en marcha una iniciativa de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que permite acercar los libros a los niños más desfavorecidos y fomenta la lectura entre los jóvenes al llegar las fiestas navideñas

Alcázar de San Juan, 26-11-2019.- Al objeto de que ningún niño se quede sin leer esta Navidad por muy limitado que sea su poder adquisitivo o por muy desfavorables que sean sus condiciones familiares, por segundo año consecutivo la Sociedad Cervantina de Alcázar ha iniciado la campaña “Ningún niño sin imaginación” que consiste en la recogida de libros que en muchos hogares alcazareños ya han sido leídos y a los que se favorece que se alargue su vida útil  yendo a parar a otros niños que no tienen acceso a este material y que de ningún modo pueden quedarse sin desarrollar su imaginación a través de la lectura.

En los próximos días, 2 de diciembre (lunes), 5 de diciembre (jueves), 12 de diciembre (jueves) y 13 de diciembre (viernes), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de 18:00 a 20:00,  para la recogida de libros infantiles y juveniles,  usados pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura.También este año, nuestro socio Enrique Lubián será el encargado de su recogida permaneciendo en el Centro Cívico en el horario anunciado.

Se acerca la Navidad y es tiempo de compartir con los demás, sobre todo con los que menos tienen, por lo que  es un momento propicio para que afloren nuestros buenos sentimientos de solidaridad.Esperamos vuestras donaciones.

Los libros recogidos que aporten los solidarios donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social El Sosiego (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

Recordamos los días y horas de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico:

  • Lunes 2 de diciembre, de 18:00 a 20:00
  • Jueves 5 de diciembre, de 18:00 a 20:00
  • Jueves 12 de diciembre, de 18:00 a 20:00
  • Viernes 13 de diciembre, de 18:00 a 20:00

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Nueva edición de la ruta guiada Alcázar de Cervantes, coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 17/11/2019

 

Ha tenido lugar en la mañana del domingo 17 de noviembre

Alcázar de San Juan, domingo 17 de noviembre de 2019.- En la fría mañana de este domingo de noviembre ha tenido lugar una nueva edición de la ruta guiada  “Alcázar de Cervantes” que organizada por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar recorre a pie, paseando, los diferentes lugares de la ciudad que tienen vinculación con Miguel de Cervantes y su obra.

A lo largo de la ruta los asistentes recorren alrededor de 3 kilómetros y dura cerca de dos horas.

La ruta se iniciaba en la escultura “Alonso con su gato” del escultor valdepeñero Antonio Lillo Galiani, situada en la Av. de Herencia frente a Aguas de Alcázar y punto de encuentro habitual de la ruta guiada.

Posteriormente los paseantes pasaron sucesivamente pro el Quijote Cósmico, en la plaza de Palacio, busto que el cervantista Eulalio Ferrer (español exiliado a México tras la guerra civil y padre de la Fundación Cervantina de México) regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan y del que existe otro ejemplar exactamente igual en Guanajuato, México.

Enseguida llegaron a la Iglesia de Santa María, primera parroquia fundada en  la provincia de Ciudad Real  y donde celebraron el reciente 561 aniversario de la efeméride del bautizo de un niño llamado Miguel, hijo de Miguel de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido el  9 de noviembre de 1558.

Se detuvieron en la calle Pedro Díaz Morante maestro de calígrafos y coetáneo de Cervantes y en la calle San Juan, en el lugar que estuvo la casa de Don Juan López Caballero, ascendiente de Alonso Quijano según Cervantes relata en el Quijote cuando habla del linaje del caballero andante.

En la Plaza de Cervantes frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue unos de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en le misma época del escritor.

En la Casa Museo del Hidalgo recrearon como era la vivienda de los hidalgos del Siglo de Oro, y hablaron del enorme valor patrimonial de los azulejos quijotescos del Parque Cervantes y de que a pesar de ser el único Quijote ilustrado en azulejos completo de toda España no goza de ninguna figura de protección patrimonial.

Frente a la iglesia conventual de San Francisco se repasó la pertenencia de Cervantes a la orden tercera de esta congregación y del momento de su muerte, habiendo profesado en ella y siendo enterrado según el ritual de la propia orden franciscana.

En la plaza de España frente a la estatua de don Quijote y Sancho Panza, realizada por Marino Amaya finalizó la ruta, no sin antes recordar la relación de la Orden Trinitaria con Miguel de Cervantes, siendo los trinitarios quienes lo liberaron del cautiverio en Argel y siendo esta orden el lugar de reposo de sus huesos, quedando enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, convento que fue construido a costa de Francisca Romero Gaytán y el que también encontramos otra relación más de Cervantes con nuestra ciudad ya que el capellán del convento, Antonio de Quiñones, era alcazareño.

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

Entrevista a Manuela Sáez en Onda Cero de Monforte de Lemos

Fecha de Publicación: 07/11/2019

Dentro del programa «Más de Uno Monforte» conducido por Manola Porto para la emisora Onda cero de Monforte de Lemos (Lugo)

 

Alcázar de San Juan, 07-11-2019.- El lunes 4 de noviembre la emisora Onda cero de Monforte de Lemos /Lugo) entrevistó a Manuela Sáez Gonzalez nuestra última invitada a los Almuerzos de don Quijote.

 

Precisamente Manola Porto, conductora del programa Más de uno Monforte preguntó a Manuela por los pormenores de su visita a Alcázar de San Juan y esta le informó de las actividades que viene llevando a cabo esta Sociedad Cervantina Alcazareña, así como de los recursos turísticos de nuestra ciudad -que pudo visitar en nuestra compañía- y del compromiso que los cervantinos alcazareños tienen por difundir la tradición cervantina de Alcázar de San Juan.

 

Se acompaña el audio de la entrevista. 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Pedro Díaz Morante

Fecha de Publicación: 02/11/2019

 

Pedro Díaz Morante, calígrafo, tipógrafo, grabador y pedagogo. Nace en Alcázar de San Juan el año 1565 y muere en Madrid el 25 de marzo de 1636.

A los 26 años se traslada a Toledo y abre una escuela para impartir la enseñanza de la escritura. Con un buen ganado prestigio, años más tarde (1612), fija su residencia en Madrid, en donde continua su labor pedagógica entre los hijos de importantes y nobles familias de la corte.

Su trayectoria es imparable y al año siguiente de su llegada, tras el recurso presentado por los maestros de Madrid, se examina y obtiene el título de maestro con derecho a abrir una escuela pública. Tres años más tarde es nombrado examinador de maestros, cargo muy relevante en esa época.

Fue tal la fama y la reputación que alcanzó, que Felipe III le nombró Maestro de escribir de su hijo el Cardenal-Infante Don Fernando de Austria, futuro gobernador del Ducado de Milán y de los Países Bajos.

En el transcurso de esos años escribe su gran obra “Arte Nueva de Escribir”, publicada en 5 tratados entre los años 1615 y 1635, y en la que expone un nuevo sistema de escritura basado en el enlace de las letras para escribir los vocablos, al que llamó trabado.

Es de resaltar su novedoso y exitoso método docente que permitía aprender a escribir en poco tiempo. Con su obra también contribuyó a consagrar la letra denominada bastarda española.

La mejor biografía conocida de Morante la hizo Emilio Cotarelo y Mori (Vegadeo 1857 – Madrid 1936) en su libro “Los grandes calígrafos españoles. Los Morantes” (1906) en donde también hace mención de su hijo de Pedro, destacado calígrafo y maestro como su padre.

Otra referencia importante a nuestro personaje la hace el calígrafo Francisco Xavier de Santiago Palomares (Toledo 1728 –Madrid 1790) perteneciente a la Real Sociedad Vascongada de los Amigos del País, que escribió la obra “Arte Nueva de Escribir, inventada por el insigne maestro Pedro Díaz Morante, e ilustrada con Muestras nuevas, y varios discursos conducentes al verdadero Magisterio de Primeras Letras”.

Este libro se editó en 1776 en el taller de Antonio de Sancha (Torija 1720 – Cádiz 1790) celebre editor de obras de autores del Siglo de Oro y en especial de Cervantes. Un ejemplar de esta edición es el que se expone en el Museo del Hidalgo.

Ya en vida Díaz Morante gozó de un enorme reconocimiento y entre sus muchos admiradores se encontraba Lope de Vega, quien elogió su obra dedicándole el siguiente poema:

Tú, finalmente, has dado

Con tu pluma (pincel de tu memoria),

De ti mismo traslado

Eternidad a ti, y a España gloria.

Principio y fin al arte;

nadie piense igualarte;

porque será quien igualar presuma

tu nombre inaccesible

un punto indivisible

de la circunferencia de tu pluma

Mas para que en los libros de la fama

escrito quede en láminas eternas,

la pluma que gobiernas

con destreza tan rara,

que como el sol no para

por las doradas líneas de los cielos

tu nombre escriba en rasgos paralelos,

con que será el único Morante

las letras de oro y el papel diamante.

Otro personaje importante de su época, que le honró con su sincera amistad y protección fue José de Valdivielso, poeta, maestro y capellán del Cardenal-Infante Don Fernando de Austria, Arzobispo de Toledo, (el mismo a quien enseñó a escribir Díaz Morante), quien le había nombrado censor oficial o aprobante de los libros que por aquel entonces se editaban. De hecho fue Valdivielso quien censuró y aprobó buena parte de la obra literaria de su amigo y admirado Cervantes.

También Valdivielso escribe un poema elogiando la obra de Pedro Díaz Morante, que dice así:

Cisne entre cándida espuma

que forma cercos de plata,

de oro a los cielos desata

Morante la fénix pluma.

La emulación no presuma

audaz Ícaro subir

a intentarla competir,

que caerá donde cayó;

porque hasta que él lo enseñó

ninguno supo escribir.

Por cierto, curiosa e interesante la relación de amistad mantenida entre Miguel de Cervantes, Pedro Díaz Morante y José de Valdivielso. ¿Sería por razones de paisanaje? Pero esto es otra historia.

 

Recopilación de Manuel Rubio Morano

 

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Cuatro pasos para alcanzar a leer el Quijote

Fecha de Publicación: 03/11/2019

La Sociedad Cervantina de Alcázarde San Juan propone un camino de cuatro sencillos pasos para llegar a la lectura y conocimiento de la obra universal de Miguel de Cervantes: un audiolibro, el Quijotegram (los azulejos del parque Cervantes en Instagram), el libro Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas, y por fin, el Quijote de Cervantes (texto académico)

Alcázar de San Juan, 04-11-2019.-  Como bien decía recientemente el cervantista francés Jean Canavaggio: «Don Quijote es más conocido por su iconografía que por la lectura del libro», se trata sin duda de una acertada frase que dimana de su profundo conocimiento de la obra de Cervantes y también del conocimiento que tiene de sus lectores. Por este motivo la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan en su objetivo de difundir la obra de nuestro primer escritor y para facilitar su lectura —especialmente a los más jóvenes— ha establecido un camino para llegar a la obra cumbre de la literatura mundial, el Quijote. Para ello propone seguir cuatro pasos escalonados para llegar a la lectura y conocimiento de la novela cervantina.

En primer lugar, el audiolibro El ingenioso Hidalgo de la Mancha, la novelita que fue el embrión del Quijote que hoy todos conocemos, es decir, la primera versión de las aventuras y desventuras del caballero andante, antes de tomar las dimensiones de gran y magistral novela. Su autor es Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Cervantina Alcazareña, y la locución ha corrido a cargo del actor de doblaje Manuel Castellanos, siendo grabada en el estudio alcazareño AlcazarRec.

En segundo,el QUIJOTEGRAM, que mediante una visita a nuestro perfil de Instagram permite al lector una visualización de las imágenes —así como del breve texto que las acompaña— de los azulejos quijotescos del parque Cervantes de Alcázar de San Juan, que contienen el Quijote completo, desde que el hidalgo se da a leer libros de caballerías, acechándole la locura de querer volverse caballero andante, hasta que finalmente muere cuerdo en su cama (#sociedadcervantinadealcazar).

En tercer lugar recomendamos la lectura del libro Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas, que es un Quijote editado por la propia Sociedad Cervantina, este trabajo contiene un 20% menos de texto que las ediciones normales, pues se han eliminado los relatos paralelos que hacen perder el hilo al lector, se han reducido y renombrado los capítulos, se ha intervenido en el vocabulario y sintaxis para facilitar la lectura y se ha ilustrado con más de 100 imágenes a color para una presentación más atractiva. Es el Quijote perfecto para quienes aún no lo hayan leído, pero se han prometido hacerlo algún día.

Consideramos que este tercer paso es el que llevará a un lector interesado a acometer la lectura de la obra original con la máxima garantía de éxito, ya que habrá asimilado de la forma más cómoda lo nuclear de la obra y se verá capaz de interpretarla convenientemente; por tanto, es cuando estaría preparado para la lectura del Quijote en su versión completa.

Este camino, estos cuatro pasos a seguir, no deben buscarse en ningún sitio de forma aislada: todos ellos los facilita la Sociedad Cervantina de Alcázar, tanto en su web (cervantesalcazar.com) como en su perfil de Instagram, para que el lector no tenga que dar vueltas innecesarias y pueda realizar este proceso de forma sencilla, natural…y gratuita.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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La impagable labor investigadora de Manuela Sáez González

Fecha de Publicación: 28/10/2019

 

La Doctora en Historia del Arte Manuela Sáez González con miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar

 

La Sociedad Cervantina de Alcázar agradece la labor investigadora de Manuela Sáez,  Doctora en Historia del Arte, que lleva 35 años trabajando en los archivos españoles e italianos en busca de documentación de la Casa de Lemos que se concretará en una amplia biografía del VII Conde, mecenas de Cervantes

Alcázar de San Juan, 28-10-2019.- El sábado 26 de octubre, Manuela Sáez visitó la ciudad para tomar parte en una nueva edición de los Almuerzos de don Quijote, antes de esta actividad conoció el Museo del Hidalgo donde quedó encantada con la lograda musealización de la casa de un hidalgo manchego; también subió a los molinos de Alcázar –declarados Bien de Interés Patrimonial- donde se detuvo en el molino Fierabrás el único que conserva toda su maquinaria y efectúa moliendas regularmente, quedando impresionada por la grandiosidad de su maquinaria y su tecnología tan avanzada para la época. Para finalizar la visita, recorrió la colegiata de Santa María la Mayor (la parroquia más antigua de Ciudad Real) donde Francisco Mazuecos le enseñó el Camarín  de la Virgen del Rosario.

En la charla mantenida durante el aperitivo y el almuerzo Manuela Sáez ha contado a los cervantistas alcazareños que está finalizando una completa y ambiciosa biografía sobre el VII conde de Lemos, mecenas de Cervantes, explicándoles que los mecenazgos en el Siglo de Oro Español eran unas relaciones de interés mutuo entre los nobles y los escritores, relación en la que aquellos presumían de tener a los mejores creadores bajo su protección y estos se sentían amparados y favorecidos por las mercedes recibidas, aunque a preguntas de los asociados, Manuela aseguró que es muy difícil demostrar documentalmente este tipo de relaciones ya que a pesar de disponer de una detallada documentación contable, el conde de Lemos tenía asignadas cantidades para sus gastos personales que no pasaban por los libros de gastos de la casa.

En el caso del conde de Lemos, la condesa era la encargada de dar el “visto bueno” de todos los gastos privados de palacio para que el tesorero los pagara y el contador los anotara y resulta curioso que la mayoría de estos gastos privados en el virreinato se disipaban en las comidas de todos los miembros de la Casa así como en gastos para agasajar a otros nobles a los que se acogía y que muchas veces eran enviados por el propio rey.

La doctora Sáez también comentó que según sus impresiones el conde de Lemos de no haber desempeñado cargos políticos tan importantes: Presidente del Consejo de Indias, Virrey de Nápoles y Presidente del Consejo de Italia hubiera sido escritor por su interés por la literatura  y por  las representaciones teatrales que encargaba a propósito para su propio disfrute y el de los miembros de su corte. A pesar de su gran formación cultural siempre recibía las envidias de otros nobles, cosa normal en la época en la que utilizaban la afilada pluma de los escritores  famosos para lanzarse ataques entre ellos, tal como se recoge en un manuscrito anónimo de la Biblioteca Nacional titulado: Papeles varios tocantes a el Reino de Nápoles,  en el capítulo: “Contra el panegírico del Marqués de Cusano”. Este panegírico describe todos los logros de Lemos en Nápoles, pero el autor de los papeles de la Biblioteca Nacional arremete contra el conde, con intención de desprestigiarle y le acusa de perder el tiempo leyendo las obras de Cervantes y libros de caballerías, al contrario que el duque de Osuna que prefería los de historiografía y política.

Igualmente, Manuela Sáez Gonzalez reivindicó la figura de la escritora María de Zayas, hija de Fernando de Zayas Sotomayor (persona de toda confianza de Lemos, que le siguió a Nápoles por estar su padre al servicio del conde) a la que calificó de una relevante escritora del Siglo de Oro Español que no ha sido suficientemente valorada a pesar de su afinado estilo literario, queriendo en este acto aprovechar para ponerla en valor y animar a todos  a que conozcan su obra.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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La Sociedad Cervantina de Alcázar publica gratis su primer audiolibro

Fecha de Publicación: 21/10/2019

 

Manuel Castellanos Tejero, actor de doblaje, en el proceso de grabación del audiolibro

El Ingenioso Hidalgo de la Mancha (la primera versión del Quijote), editado por Enrique Suárez Figaredo, ya se encuentra disponible en la web cervantesalcazar.com listo para ser escuchado

La locución la ha llevado a cabo Manuel Castellanos Tejero, actor de doblaje, y la grabación ha estado a cargo del estudio alcazareño RitmoRec

Alcázar de San Juan, 21-10-2019.-  La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha dado un paso más en su objetivo de acercar al público la obra de Miguel de Cervantes, y en esta ocasión ha colgado en su web (cervantesalcazar.com) un audiolibro para que pueda ser escuchado por todos los lectores.

Este primer audiolibro se titula El ingenioso Hidalgo de la Mancha, y es la novelita que fue el embrión del Quijote que hoy todos conocemos, es decir, la primera versión de las aventuras y desventuras del caballero andante, antes de tomar las dimensiones de gran y magistral novela.

La edición de la obra ha estado a cargo de Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Cervantina Alcazareña, y la locución ha corrido a cargo del actor de doblaje Manuel Castellanos, a quien agradecemos de forma muy sincera su especial colaboración, siendo grabada en los estudios alcazareños RitmoRec.

Gracias a estas personas -que han trabajado intensamente con esta asociación cultural- se ha podido ofrecer a los lectores un producto de alta calidad para disfrute de todos nuestros lectores, que pueden acceder a él de forma totalmente gratuita.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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Manuela Sáez González, una gran especialista en el mayor mecenas de Cervantes, visita Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 14/10/2019

 

Sáez es doctora (sección Historia del Arte) y una de las mejores especialistas internacionales en el conde de Lemos, con reconocido prestigio en el medio cultural napolitano. Estará en Alcázar de San Juan el sábado 26 de octubre

Alcázar de San Juan, 14-10-2019.- Dentro de la actividad denominada “los Almuerzos de don Quijote” que la Sociedad Cervantina de Alcázar organiza regularmente y en la que personalidades del mundo cervantino visitan nuestra ciudad para conocer sus recursos turísticos y para reunirse con los asociados en torno a una comida típicamente manchega, el sábado 26 de octubre la doctora Sáez será la invitada de esta Sociedad Cultural.

Manuela Sáez González es Doctora en Geografía e Historia (Sección de Historia del Arte) en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid desde 1989. Es una experta en la platería y en los plateros gallegos, pero sobre todo posee reconocido prestigio internacional en la casa de Lemos y concretamente en el VII Conde que además de ser Virrey de Nápoles fue mecenas de Miguel de Cervantes Saavedra.

Es autora del libro Del reino de Nápoles a las Clarisas de Monforte de Lemos. Escultura del siglo XVII en madera, de numerosos artículos y capítulos de libros, así como del libro Coleccionismo y Almoneda del Gran Conde de Lemos, don Pedro Fernández de Castro, en prensa.

Es una activa conferenciante sobre el VII conde de Lemos como mecenas de arte y en su relación con los literatos de su época, así como del legado cultural que esta casa nobiliaria dejó a la posteridad.

Ha dirigido encuentros de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Galicia y congresos con la Fondazione del Real Monte Manso di Scala de Nápoles donde pasa largos periodos dedicada a la investigación.

Es una invitada de lujo que en su visita a Alcázar de San Juan deleitará con sus amplios conocimientos a los asociados de la Cervantina alcazareña.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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Un encuentro con el fin del mundo

Fecha de Publicación: 07/10/2019

Artículo de Lamberto Pérez Navarro

 

CHILE Y LA CONQUISTA ESPAÑOLA

Después del descubrimiento de América en 1492, por muchos años Chile pasó a ser el fin del mundo, la ”finis terrae”, la tierra más inhóspita y desconocida del hemisferio sur,  hasta que en 1520 Hernando de Magallanes descubre aquí el estrecho que lleva su nombre uniendo el océano Atlántico con el Pacífico para completar la primera vuelta al mundo,  pero murió en Mactán, por lo que correspondió a Sebastián Elcano completar el desafío. Se comprobaba así que la tierra era una esfera redonda y no una mesa plana con límites que caían al infierno.

Pero Magallanes no intentó conquistar las tierras chilenas, lo que sí trató de hacer Diego de Almagro en 1535 internándose desde el imperio inca hasta la mitad del país, sufriendo grandes penurias, para regresar desilusionado al poco tiempo, al no encontrar en Chile las enormes riquezas descubiertas en el Perú, más el agravante que sus aborígenes resultaban imposibles de someter.

            Pasaron cinco años para que el extremeño Pedro de Valdivia, resolviera volver desde Perú dispuesto a conquistar estos territorios atravesando el desierto de Atacama, el más árido del mundo. Así llegó  a la zona central, a los generosos y agradables valles encajonados entre la cordillera de Los Andes y la Costa, donde fundó la ciudad de Santiago y diversas ciudades hacia el sur, además de La Serena en el norte. Su intención era conquistar estos territorios para la Corona española y a su gente para el cristianismo, teniendo como meta llegar hasta el Estrecho de Magallanes.

Su ideal era crear un nuevo país del cual sería su primer gobernador. Muchos esfuerzos y sacrificios, sufrimientos, sueños, odiseas, marcaron la alta misión que se impuso don Pedro de Valdivia, generando una extraordinaria historia que termina trágicamente la navidad de 1553 cuando, siendo el primer Gobernador de Chile, fue muerto después de una sangrienta batalla con los indios ARAUCANOS, en plena provincia de Arauco, y junto con él, todos los soldados españoles y sus leales indios auxiliares. La provincia de Arauco había sido escogida por Valdivia como su propia encomienda por ser “la más linda tierra del mundo todo”.(Carta enviada por Valdivia a Carlos V el 15 de octubre de 1550).

LA PROVINCIA DE ARAUCO

Dice Ercilla que Chile es una provincia grande que llega hasta el Estrecho de Magallanes, y que “el Estado de Arauco es una provincia pequeña de veinte leguas de largo y siete de ancho poco más o menos, que produce la gente más belicosa que ha habido en las Indias, y por eso es llamado el Estado indómito: llámense los indios dél araucanos, tomando el nombre de la provincia.”

DON ALONSO DE ERCILLA Y ZÚÑIGA

En esta provincia de Arauco don ALONSO DE ERCILLA Y ZÚÑIGA escribió la historia de esta conquista española a través  de su poema épico “LA ARAUCANA”, entre los años 1557 y 1558 que estuvo en Chile. Una obra escrita en octavas reales y que fue editado en Madrid a través de sus tres libros en 1569, 1578 y 1589.

Ercilla era paje de Felipe, el príncipe que heredó el gran imperio español en 1556 reemplazando a su padre el emperador Carlos V. Por eso el poeta, desde temprana edad, vivió en la Corte acompañando al príncipe heredero en sus juegos, aventuras, estudios y giras oficiales por toda Europa. Así adquirió una sólida formación renacentista que incluyó el aprendizaje del latín, francés, italiano y alemán. Cuando acompañó al Príncipe a Inglaterra para su matrimonio con la reina María Tudor, en 1554, resolvió viajar a Chile para conocer a los indómitos araucanos, el único pueblo que se enfrentaba con éxito al enorme dominio español en este continente americano.

EL POEMA EPICO “LA ARAUCANA”

A través de “La Araucana” Chile conquista  su imagen como nación por el verdadero contenido fundacional de esta obra, además de ser la primera epopeya publicada sobre la conquista española en América,  con el mérito que, como dice Ercilla al Rey: “se hizo en la misma guerra y en los mismos pasos y sitios, escribiendo muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunas tan pequeños que apenas cabían seis versos”. Se trata de una verdadera crónica de lo que fue el comienzo de la interminable Guerra de Arauco, que duró más de 300 años y en la cual los araucanos nunca fueron vencidos.

“EL QUIJOTE” Y “LA ARAUCANA” O MIGUEL DE CERVANTES Y ALONSO DE ERCILLA

Ambas obras universales y ambos autores se unen en más de algunos aspectos literarios e históricos.

Sobre “LA ARAUCANA” Miguel de Cervantes, en el capítulo VI del Quijote, durante el “famoso y grande escrutinio que el Cura y el Barbero hicieron de la librería del ingenioso hidalgo”, salvándolos de la hoguera, dice:  “Y aquí vienen tres, todos juntos: La Araucana, de Alonso de Ercilla ; La Austríada, de Juan Rufo, jurado de Córdoba, y El Monserrate de Virués, poeta valenciano. Todos esos libros – dijo el Cura – son los mejores que, en verso heroico, en lengua castellana están escritos, y pueden competir con los más famosos de Italia: guárdense como las más ricas prendas de poesía que tiene España.”  Sin duda, una valiosa  crítica literaria en pleno Siglo de Oro español.

Ercilla, por su parte relata íntegramente, en 896 versos, la famosa Batalla de Lepanto, en la cual combatió Miguel de Cervantes con gran brío, resultando herido de por vida de una mano, conociéndosele como “el manco de Lepanto”, apodo del que siempre se sintió muy orgulloso. Y este relato lo hace en base a lo que le muestra el mago Fitón en su “poma milagrosa”.

ERCILLA Y EL “MAGO FITÓN”

En el Libro Segundo de “La Araucana”, editado en 1578, Ercilla habla de los encuentros que tuvo en la provincia de Arauco con un mago misterioso llamado FITÓN. Un extraño y original personaje proveniente de la mitología griega que Ercilla caracterizó aquí como un hechicero araucano que vivía (o vive) bajo la cordillera de Nahuelbuta.

Esta cordillera costina es un macizo que alcanza  casi 2.000 metros de altura y que geológicamente se dice tiene 570 millones de años. Es decir, sería en 300 millones de años más antigua que Los Alpes, el Himalaya y la propia cordillera de Los Andes que corre a lo largo de Chile por su lado oriental. Nahuelbuta es conocida porque  alberga las “Araucarias Araucanas”, especie conífera que permanece aquí desde el tiempo de los dinosaurios. Un macizo que nace en el río Bíobio y termina en el río Imperial, con longitud de 190 kilómetros.

EL MAGO FITÓN EN EL QUIJOTE

En nuestros estudios e investigaciones hemos descubierto que el mago Fitón aparece virtualmente escondido en El Quijote, detrás de otros nombres como Frestón, Muñatón, o Fritón. Pero cuando el ama de llaves afirma   que: “sólo sé que acabó en ton su nombre”, se confirma nuestro acertijo. Fritón es realmente Fitón.

Este mago que tenía una enemistad secreta con don Quijote, participa en dos pasajes bastante emblemáticos de la gran obra de Cervantes: 1) En la transformación de los molinos de viento en gigantes, por lo cual don Quijote los ataca con su lanza, creando así la imagen más emblemática de esta obra a nivel universal; y 2) En la quema de su biblioteca de caballería (capítulo VII), en la que, según la sobrina, el mago llega volando sobre una “sierpe” o dragón y la hace desaparecer dejando la casa  llena de humo: “y cuando acordamos a mirar lo que dejaba hecho, no vimos libro ni aposento alguno”, dice ella.

LA “POMA MILAGROSA” CONEXIÓN FUTURISTA DEL MAGO FITÓN

Pasaron varios siglos (desde 1578 a 2005), para comprender en su integridad la historia araucana del Mago Fitón, esto porque recién en 2005 la NASA instala para todos los cibernautas el famoso programa Google Earth, que permite visualizar la tierra desde el espacio. Nos muestra una imagen bastante similar a lo que Ercilla dice haber observado en la cueva del Mago Fitón bajo la cordillera de Nahuelbuta, cuya extraordinaria experiencia deja expresamente consignada en La Araucana, 1578..

Antes de que el mundo conociera y experimentara  Google Earth, todo lo relatado por el poeta en “La Araucana”, en más de 200 estrofas,  no era más que una simple fantasía sin sustento científico, que es lo que los críticos y especialistas exigen en estos casos. Por lo tanto, el tema se descartaba porque carecía de sustento realista y excedía en imaginación. Pero teniendo frente a nosotros la confirmación científica del relato de Ercilla que prácticamente describe la tierra como si estuviera mirándola desde espacio, podemos comprobar que estamos frente a un excepcional caso de futurismo que merece un estudio más profundo.

            En efecto, Ercilla relata que el Mago Fitón le mostró el planeta tierra en vivo al interior de su morada secreta bajo la cordillera de Nahuelbuta, donde le va mostrando lugares que se encuentran en los distintos continentes, incluso los no descubiertos: 245 en total. Algo que para esos años, en pleno siglo dieciséis, era absolutamente imposible pero que se encuentra debidamente consignado en el poema.

Un ejemplo concreto es como describe a nuestro largo Chile en esos años de norte a sur, desde el Desierto de Atacama hasta nuestra Patagonia. Dice: “ Ves volviendo a la costa, los collados que corren por la banda de Atacama…”, agregando diversos otros lugares intermedios: “Ves la ciudad de Penco, y el pujante Arauco, estado libre y poderoso; Cañete, la Imperial …, siguiendo la costa al sur derecho Chiloé, Coronados y el estrecho por donde Magallanes con su gente al Mar del Sur salió desembocando, y tomando la vuelta de poniente al Maluco guió noruesteando… y a Mactán, do murió al fin peleando”.

Realmente, una visión imposible para esos años.

“FITÓN, EL MAGO ARAUCANO”

Motivado por lo que Ercilla relata y y nos entrega en el Libro Segundo de “La Araucana” sobre este mago, me permití escribir en 2009 el libro FITÓN, EL MAGO ARAUCANO”, en un intento por rescatar a este personaje después de 436 años. Cabe señalar que el relato erciliano en este ámbito presenta una notable visión futurista.

En él destaco la relación que tiene La Araucana con El Quijote de la Mancha a partir de la participación del Mago Fitón en ambas obras. Igualmente  agrego su participación en las primeras zarzuelas españolas escritas por Calderón de la Barca  en el siglo XVII, basadas en mitologías greco romanas que fueron rescatadas por Ovidio hace más de dos mil años, y en las que también participa el mago Fitón.

En mi libro incorporo un dibujo con un esquema de la morada secreta del mago, con apego absoluto a la descripción que hace Ercilla en su poema. Es así como la morada del mago Fitón tendría una primera bóveda o cámara iluminada por una luz perpetua, donde tenía su “botica”. Esta “luz perpetua” existe hoy y puede verse en la Isla Mocha (la de Moby Dick) frente a la provincia de Arauco. Pero adentrándose con el mago Ercilla llega a una segunda “cámara hermosa, que su fábrica extraña y ornamento era de tal valor y tan costosa que no sé lengua que contarlo pueda, que no habrá imaginación a que no exceda.” En medio de ella el mago mantenía su gran invento: “La poma milagrosa”, que “por arte y labor maravillosa en el aire por sí se sostenía” y a la cual “una luciente esfera la ceñía.” Iluminada con “piedras relucientes” y rodeada de cien columnas de oro con estatuas de grandes personajes, sobre un suelo ladrillado “de cristalinas losas transparentes”. Después de esa cámara secreta, la morada termina en un pequeño paraíso terrenal hacia el sur.

La “poma” es el gran invento futurista del Mago Fitón. Corresponde a un verdadero antecesor del programa Google Earth aunque más avanzado, pues mostraba la tierra viva.  Se trata de una esfera flotante que el mago mantenía flotando en el aire: “y esta bola que ves y compostura es del mundo el gran término abreviado, que su dificilísima  hechura  cuarenta años de estudio me ha costado”. Su tamaño, dice, entre veinte personas no podrían abrazarla. Y como para no dejar dudas de la visión realista que tuvo Ercilla sobre la poma milagrosa indica“que una luciente esfera la ceñía”. Es decir, en términos actuales,  esta esfera luciente corresponde a la atmósfera vista por los astronautas desde el espacio.

TRES CONEXIONES ENTRE LA ARAUCANA Y EL QUIJOTE

Podemos encontrar varias conexiones entre la primera epopeya americana del siglo dieciséis con la gran obra de Cervantes de comienzos del siglo diecisiete, así como  también diversas referencias históricas y literarias:

De Giovanni Papini (1881-1956):

Este conocido autor italiano escribió un artículo que señala que Don Quijote o don Alonso Quijano cabalgó por Chile antes de dedicarse de lleno a sus libros de caballería y convertirse en Don Quijote. Habría recorrido nuestro país empapándose de su original historia fundacional. Pero tal vez fue el mismo Miguel de Cervantes quien recorrió estas tierras sin autorización real. Tema que algún día se podrá comprobar.

De Fray Diego de Ocaña en “VIAJE A CHILE” (1570-1608):

El fraile Dominico Diego de Ocaña recorrió Chile en el año 1600 buscando  establecer la veneración a la Virgen de Guadalupe, dejando sus escritos, imágenes y mapas en un texto histórico con el resumen de sus variadas experiencias. Descubrió que la provincia de Arauco correspondía a la antípoda de La Mancha, y esto lo afirmaba cinco años antes que se publicara El Quijote: “Está este valle de Arauco en 39° grados que viene a ser derechamente antípodas por dos costados de los manchegos y el temple de la tierra es el mesmo y los mantenimientos de mucha fortaleza.” (Aclara específicamente que La Concepción está a 35°, Puerto de Carnero –Lebu – a 37° y Río Imperial a 38°)

Del historiador chileno José Toribio Medina (1852-1930):

El gran historiador chileno José Toribio Medina que estudió “La Araucana” en sus fuentes de origen, afirma que Ercilla y Cervantes se encontraron en la Guerra de Portugal, un valioso contacto personal entre dos grandes autores.

EL MENSAJE FUTURISTA DEL MAGO FITÓN

Existe un mensaje futurista del mago Fitón en La Araucana en que refiriéndose a su invento de la “poma”, pronostica ya en 1557 la idea o modelo que  logró mostrar la NASA 448 años después a través de google earth, y lo hace a través del siguiente mensaje:          “Más no habrá en larga edad cosa futura ni oculto disponer de inmóvil hado, que muy claro y patente no me sea y tenga aquí su muestra y viva idea.”

Las siguientes son dos de sus principales ideas y desafíos para el presente: a) Dominar la anti gravedad, como lo muestra Fitón con su “poma”; y b) Poder observar la tierra desde lejos, en este caso desde el espacio, pero no en forma estática a través de fotos como google earth actual, sino que en un nivel más avanzado, tal como mostró la tierra a Ercilla. Es decir, en vivo y en directo: “donde todas las cosas parecían en su forma distinta y claramente: los campos y ciudades se veían, el tráfago y bullicio de la gente, las aves, animales, lagartijas, hasta las más menudas sabandijas.”

RUTA DE TURISMO HISTÓRICO CULTURAL

            En la actualidad, el mago Fitón es la base de nuestra Ruta de Turismo Histórico Cultural en la provincia de Arauco. En esta Ruta recorremos los principales lugares  donde Ercilla participó activamente en la conquista de Chile y empezó a escribir “La Araucana”, entre los años 1557 y 1558. Recorremos también desde la selva de la cordillera de Nahuelbuta hasta el océano Pacífico, relacionándonos también con los aborígenes araucanos cuyos descendientes forman parte de la actual población de esta provincia,  conservando intactas muchas de sus costumbres ancestrales.

CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL ´POEMA “LA ARAUCANA” – CIPLA, EN LA PROVINCIA DE ARAUCO

Como resultado de las constantes investigaciones realizadas sobre del Mago Fitón y con el objeto de desarrollar nuestro Turismo Histórico y Cultural (THC) tomando como base el poema de Ercilla, hemos creado en la provincia de Arauco  el CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL POEMA “LA ARAUCANA”  (CIPLA),  a los pies de la  cordillera de Nahuelbuta y frente al tranquilo Lago Lanalhue, el primer lago del sur de Chile.

Aquí hemos ido desarrollado esta Ruta basada en su historia, investigando, escribiendo, desglosando y analizando la historia, traduciéndola a imágenes mediante dibujos, mapas antiguos y esquemas, con el fin de facilitar su interpretación.

EL MAGO FITÓN EN EL FUTURO

Un propósito para el futuro cercano es llegar a crear una Ruta de Turismo entre Chile y España, para disfrutar de las historias de los magos del Quijote de la Mancha y La Araucana, entrelazando nuestra Ruta del Mago Fitón con la Ruta del Quijote de España, a la que habría que añadir ciertamente la Ciudad Cervantina de Azul en Argentina, que es la única ciudad cervantina en Sudamérica. Tal vez.. “un sueño imposible que puede llegar a ser posible

 

Provincia de Arauco, 7 de octubre de 2019   

 

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La ganadería en El Quijote, la figura de Juan Haldudo vecino del Quintanar ( y II)

Fecha de Publicación: 07/10/2019

 

Marciano Ortega

 

Finalizaba el anterior artículo con el recuerdo a la festividad y conmemoración de San Pedro, patrón de los pastores, que un mes anterior habían regresado de pastar de los pastos de invierno en Andalucía, en Sierra Morena.

Este movimiento del desplazamiento de manadas generalmente lanar, principalmente grandes rebaños de ovejas, se denomina Trashumancia, ir a pastar al sur en el invierno y viceversa en verano, las llamadas dehesas de invierno y de verano que en El Quijote aparecía reflejada con la aventura de los rebaños, que se dirigían a los pastos del valle de Alcudia o Sierra Morena, (DQ I,XVIII).

Los rebaños de Quintanar se desplazaban a través de La Puebla de Almoradiel o de Miguel Esteban en busca de la Cañada Real Soriana Oriental1 o la Cañada Real Conquense1 que ambas confluían en Manzanares y desde allí por la misma Cañada se dirigían a Vilches (Jaén) donde pastaban los ganados desde noviembre a mayo. Los desplazamientos del ganado se realizaban conjuntamente a veces con rebaños de El Toboso, existía una gran confraternización entre los ganaderos de los pueblos limítrofes pues pasaban bastante tiempo junto en pastos limítrofes y haciendo uso común de recursos naturales como el agua del Pozo de los Machos.

En estas dehesas de Vilches se alquilaban tanto los pastos como casas para los pastores y corrales para las cabezas de ganado, previamente los ganaderos propietarios habían ido en el verano a ajustar los pastos en esta población.

Destacar que cercano al límite de los términos de Quintanar de la Orden con Los Hinojosos atravesaba el Cordel de los Serranos1 que se une con la Cañada Real de los Chorros, existiendo una indicación que la denomina como Cordel de los Serranos en el acceso a la finca de la Antigua.

Los rebaños de Quintanar al regresar de los pastos de invierno eran recibidos por sus familias por el camino Belmonte pues la mayoría de los rebaños tenían los corrales cercanos a esa zona, esta llegada de los pastores a sus casas era celebrado como un día de fiesta familiar, era el reencuentro de estos hombres con sus mujeres, hijos, y demás familias después de cerca de seis a siete meses en las tierras de Sierra Morena.

El folclore popular recoge está tradición de la trashumancia en una de las canciones más conocidas “Ya se van los pastores a la Extremadura, ya se queda la sierra triste y oscura; ya se van…, más de cuatro zagalas quedan llorando. Ya se van…, hacia la majada, ya se queda la sierra triste y callada”; por todo lo que representa como valor histórico, cultural y medio ambiental la Trashumancia ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial.

Esta canción popular nos lleva a la presencia de la mujer ganadera en El Quijote, Cervantes en varios capítulos menciona a la mujer en la ganadería con el oficio de pastora, pues el pastor Lope Ruiz en un lugar de Extremadura andaba enamorado de una pastora que se llamaba Torralba (Don Quijote I, XX).

Uno de los momentos cumbre de la obra El Quijote referente a la mujer lo encontramos con la presencia de la pastora Marcela, del que su bello discurso en el entierro de Grisóstomo, extraigo: “La honra y las virtudes son adornos del alma, sin las cuales el cuerpo, aunque lo sea, no debe de parecer hermoso. Pues si la honestidad es una de las virtudes que al cuerpo y al más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder a la intención de aquel que, por solo su gusto, con todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda? Yo nací libre,…”. (Don Quijote I, XIV); Cervantes elige una pastora de cabras para realizar un canto a la honra, la honestidad, la belleza, es un himno a la libertad de la mujer.

También se mencionan los animales domésticos como base alimenticia, así aparecen los que hacen de las bodas de Camacho una fiesta excelsa: «… carneros enteros, liebres.., gallinas, …, vientre del novillo estaban doce tiernos y pequeños lechones.. » (Don Quijote II, XX).

La presencia del queso en la novela cervantina es omnipresente conjuntamente con el vino, en el Quijote se presenta como un alimento que acompaña a Sancho Panza, a los pastores e incluso a los duques: “…diole las bellotas, y más un queso que Teresa le dio, por ser muy bueno, que se aventajaba a los de Tronchón; recibiólo la duquesa con grandísimo gusto, con el cual la dejaremos, por contar el fin que tuvo el gobierno del gran Sancho Panza, flor y espejo de todos los insulanos gobernadores” (Don Quijote II-LII)

Esta novela contiene una cantidad elevadísima de animales reales: caballos y yeguas, asnos y mulas, bueyes, ovejas, carneros y cabras, cerdos, toros, jabalíes, perros… Nos encontramos la presencia de piara de cerdos “Señores, yo soy un pobre ganadero de ganado de cerda, y esta mañana salía deste lugar de vender, con perdón sea dicho, cuatro puercos, que me llevaron de alcabalas y socaliñas poco menos de lo que ellos valían. (Don Quijote II-XLV).

La presencia del sector ganadero en El Quijote es constante, es un espejo de la importancia de la ganadería en amplias facetas de la vida económica, social, cultural… de la España del siglo de Oro, Cervantes así la dejó plasmada en los oficios, animales, en la vida del día a día de los pueblos y villas de la España de la Mesta del siglo XIII, que se mantuvo inalterable hasta bien avanzado el siglo XX.

Un deseo final, una vez que ya tenemos nueva corporación municipal, trasladarle la posibilidad de que se erija un monumento al personaje de Juan Haldudo y Andrés junto con Don Quijote en unión de la encina, es un homenaje que el pueblo

de Quintanar tiene en deuda con la novela y Miguel de Cervantes, un grupo escultórico esbelto que englobe la primera aventura quijotesca en tierras quintanareñas, la primera aventura del desfacedor de entuertos, que signifique la búsqueda y el relanzamiento del espíritu cervantino y quijotesco para el bien hacer de la cultura y el turismo, para la conquista del espacio y lugar que le corresponde en el mundo cervantino a la Muy Leal Villa Patria de Juan Haldudo.

 

Marciano Ortega Molina

 

1 Cartografía de las Vías Pecuarias. Ministerio Agricultura, Pesca y Alimentación

 

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Las Meninas de la Mancha a cargo de Jakob F. Stagl

Fecha de Publicación: 02/10/2019

 

 
Jakob F. Stagl en el centro, acompañado de los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Luis Miguel Román (izqda) y Juan bautista Mata (derecha)

 

 

Una muy interesante conferencia que tuvo lugar el viernes 13 de septiembre a las 20:00 horas en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan, organizada por la Sociedad Cervantina de Alcázar

Jakob Fortunat Stagl, doctor en derecho y profesor en el departamento de Ciencias del Derecho de la Universidad de Chile en Santiago, y con un amplio y profundo conocimiento del Quijote, impartió la conferencia titulada “las Meninas de la Mancha”, a la que asistió numeroso público.

Al inicio de la segunda parte del Don Quijote el lector mira hacia el taller del poeta en cual se mueven las protagonistas de su novela como si fueran personas reales: Critican la primera parte y don Quijote inicia su tercer viaje para engendrar la materia prima de la segunda parte.

El lector tiene entonces la sensación de participar en las aventuras de Don Quijote como en un reality show. Una técnica muy similar se puede constatar también «Las Meninas» de Velázquez.

En este cuadro también el observador tiene la impresión de participar en la creación de la obra. Abriendo su taller los artistas confrontan los lectores u observadores con una realidad que normalmente no es parte de la obra de arte.

Detrás de esta técnica está escondida también una cierta ética que está la base de cultura del siglo de oro, una ética de igualdad –Sancho tiene el mismo protagonismo que don Quijote y el pintor está en el mismo cuadro que el Rey– como fue propagado especialmente por Francisco de Vitoria en su curso magistral «De Indis».

 

 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

 

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El manuscrito de aire, la nueva novela de Luis García Jambrina protagonizada por Fernando de Rojas

Fecha de Publicación: 20/09/2019

 

Se cierra la tetralogía con la cuarta entrega del pesquisidor real  y se trata de la  novela más ambiciosa y comprometida de la serie

Alcázar de San Juan, 21-09-2019.-  El próximo 26 de septiembre, Espasa publica la cuarta entrega de las aventuras de Fernando de Rojas, autor de La Celestina, y uno de los personajes más atractivos de su época. Luis García Jambrina vuelve a combinar de forma magistral la novela histórica y la novela negra.

Luis García Jambrina firma la novela más ambiciosa y comprometida de la serie protagonizada por Fernando de Rojas. Cronológicamente la acción de El manuscrito de aire transcurre unos años antes que la de la novela anterior, El manuscrito de fuego. 1515 frente a 1532.

Mantiene las constantes de las tres novelas previas: un misterio en apariencia irresoluble y una espectacular recreación histórica, a las que en esta ocasión suma una inusual historia de amor. Aborda cuestiones poco tratadas por la narrativa reciente, como la violencia y la crueldad de los primeros años de la conquista de América. Relata los abusos cometidos contra los indios taínos, en la isla de La Española, y los esfuerzos de los frailes dominicos por ponerles fin.

Muestra el choque cultural entre dos formas de entender la vida. Fernando de Rojas se siente atrapado en medio, a causa de un inesperado amor y de su propia situación personal, al pertenecer a una familia de conversos, siempre sospechosa a ojos de la Inquisición y de los cristianos viejos.

La galería de personajes incluye, de nuevo, hombres y mujeres reales y de ficción. Fray Bartolomé de las Casas es uno de los protagonistas. La recreación de la vida en la isla de La Española es deslumbrante. El autor lleva al lector a las calles de Santo Domingo y a las selvas que la rodean: los colores, los olores, los sonidos son reales y se escapan del papel.

El 6 de enero de 1515, una pequeña aldea de indios taínos muy próxima a la ciudad de Santo Domingo, en la isla La Española (Haití y Quisqueya, para los nativos), es arrasada por el fuego. Conmovidos por la tragedia, varios frailes dominicos se dirigen a España para rogar al rey que envíe a alguien a la isla para descubrir a los culpables y hacer justicia.

El encargado de la investigación será Fernando de Rojas, hombre resuelto y de confianza, autor de la célebre La Celestina, que acepta el encargo pese a las enormes dificultades que entraña. Una vez allí, Rojas conocerá de primera mano la situación en la que se encuentran los indios, cuya población ha sido diezmada desde la llegada de los españoles, que los utilizan, entre otras cosas, como esclavos para extraer oro. De hecho, entre los posibles motivos de la masacre están precisamente el castigo y la venganza por haberse rebelado.

Luis García Jambrina (Zamora, 1960) es profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Salamanca, doctor en Filología Hispánica y máster en Guion de Ficción para Televisión y Cine. Autor de los libros de cuentos Oposiciones a la morgue y otros ajustes de cuentas (1995) y Muertos S.A. (2005). Como novelista se dio a conocer con El manuscrito de piedra (2008),  galardonada en 2009 con el prestigioso Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, de la que han aparecido numerosas ediciones y varias traducciones. Después ha publicado, con gran éxito de público y crítica, El manuscrito de nieve (2010), En tierra de lobos (2013), La sombra de otro (2014), Bienvenida, Frau Merkel (2015), La corte de los engaños (2016) y El manuscrito de fuego (2018).

Desde que fue invitado por la Sociedad Cervantina de Alcázar a los Almuerzos de don Quijote el 1 de mayo de 2015, ha mantenido un contacto regular con la asociación y ha participado en la I Mesa Redonda Cervantina celebrada en El Toboso el 6 de mayo de 2017, colaborando además en diferentes trabajos que le han hecho mantener una vinculación ininterrumpida con Alcázar de San Juan.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

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Cinco mil amigos de cuatro continentes siguen en Facebook a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 19/09/2019

  

Esta red social es la más activa que tiene la Sociedad y la actualiza de forma regular como así lo reconocen los 5.000 amigos que diariamente están al corriente de sus actividades desde todos los rincones del mundo

 

 

Alcázar de San Juan, 20-09-2019.-En este mes de septiembre de 2019 la Sociedad Cervantina de Alcázar ha conseguido alcanzar la cifra de 5000 seguidores en Facebook, la red social (que junto con Instagram) mantiene en constante actualización la asociación cultural, dando cuenta a través de ella de todas sus acciones, artículos que hace públicos, o los eventos que organiza y también en los que participa.

 

Para ser un perfil sin ánimo de lucro y tan solo emisor de actividades culturales y artículos sobre la vida y la obra de Miguel de Cervantes, no es baladí tener un seguimiento diario de este gran número de personas que desde todos los rincones del mundo siguen cada día a la Sociedad manteniéndose al corriente de sus actividades.

Aún no está operativa la aplicación de Google Maps ¿Dónde están mis amigos? (http://wheremyfriends.be/), que una vez ejecutada, permitiría visualizar en un mapa mundial  nuestra red de amigos marcando con un alfiler la ubicación exacta de cada uno de ellos en su país correspondiente.

Pero aunque aún no funciona, no hemos querido renunciar a que nuestros lectores tengan una representación gráfica de la ubicación de nuestros amigos y hemos hecho un mapa de forma manual.

Además de esta imagen con la que se abre el artículo, relacionamos a continuación los países del mundo en que nuestros seguidores nos leen, para que queden constatados los lugares desde donde se sigue diariamente a la Sociedad Cervantina.

En América,desde Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba,Estados Unidos, Honduras, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay.

En África, desde Argelia, Rep. Democrática del Congo y Túnez.

En Europa, desde Bulgaria, Francia, Georgia, Grecia, Italia, Rumanía, Rusia, Serbia y Ucrania.

Y en Asia, desde Corea del Sur, India, Israel, Siria y Turquía.

Por lo que respecta a España,nos siguen desdegran parte del territorio nacional: Albacete, Alcalá de Henares, Alcázar de San Juan, Barcelona, Cáceres, Cartagena, Ciudad Real, Córdoba, Huelva, León, Lérida, Madrid, Oviedo, Palma de Mallorca, Pamplona, Pontevedra, Salamanca, Santander, Sevilla, Tarragona, Tenerife,Toledo, Valencia y Vigo.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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Las “Tortas de Alcázar”, parientes españolas de la filletta de Bronte

Fecha de Publicación: 15/09/2019

 

Por Gaetano Perricone

 

Gaetano Perricone, autor del Blog “Il Vulcanico”

 

Esa extraordinaria red (internet) que con sus  redes sociales crea contactos planetarios continuos y constantes, a menudo produce resultados impredecibles y sorprendentes.

Así sucede, por ejemplo, que un artículo que escribí y publiqué, con cierto éxito, en este blog el 5 de diciembre de 2018 sobre la “filletta “, un dulce tradicional y exquisito de Bronte , ( http://ilvulcanico.it/il-fascino -discreto-de-filletta-antigua-y-volcánica-dolce-brontese / ) ha ” llenado de curiosidad ” (como han escrito) los amigos españoles de Facebook de la  Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan , una ciudad de  30.000 habitantes en el comunidad autónoma de Castilla-La Mancha , porque encontraron la filletta “muy similar al postre conocido como Tortas de Alcázar, producido principalmente en la fábrica de Las Canteras, con ascendencia italiana, Carrazzone”.

 

El dulce de Alcázar de San Juan

 

Queremos establecer  –Constantino López me escribió desde la Sociedad Cervantina-  si alguien de  Alcázar de San Juan trajo la receta a Sicilia en la época del Siglo de Oro Español (Virreinato de Sicilia, Nápoles y Milán) o si en cambio, llegó a España copiando la receta de Italia. Quizás tenga documentos históricos sobre el dulce llamado filletta (del cual hemos oído hablar a través de un pariente cuyo padre es de Bronte) y podríamos establecer allí el verdadero origen del postre que es el sello distintivo de nuestra ciudad, Alcázar de San Juan”.

Una historia muy interesante, realmente… sabrosa, que certifica la dimensión internacional de la afamada y deliciosa filletta. Por supuesto, la petición de la Sociedad Cervantina (llamada así por  Miguel Cervantes, autor del famoso “Don Quijote de La Mancha “) a los amigos de Bronte, para ayudarnos a encontrar -si es que lo hay-, algún documento esclarecedor sobre el posible vínculo histórico entre Bronte y Alcázar de San Juan y también para determinar el origen de este dulce típico y exquisito.

Mientras tanto, con gran amabilidad, Constantino López, a quien quiero agradecer de todo corazón que me hiciese el honor de publicar mi último artículo de IlVulcanico.it en el blog ” Cosas de Alcázar del San Juan ” en su totalidad, traducido al español,dando visibilidad internacional a la filletta y su historia (pero también a mí y a mi blog) y recordándonos que “las Tortas de Alcázar son un dulce muy típico.

Enlace al artículo completo: http://ilvulcanico.it/ecco-las-tortas-de-alcazar-parente-spagnola-della-filletta-di-bronte/

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Y hasta aquí el artículo de Gaetano, reproducido  y traducido al español.

Por nuestra parte aportar que nos parece muy interesante conocer la existencia de un dulce que en esencia es igual a nuestras tortas, aunque con ligeras variaciones como que las tortas de Alcázar tienen un baño de azúcar glaseado que cubre su parte superior y que le da su típica dulzura, además de que se presentan para el consumo pegadas sobre un típico papel sobre el que la masa del dulce se coloca ya antes de introducirlas al horno para el proceso de cocción.

Y que el conocimiento de su existencia en Sicilia nos abre una interesante puerta para el estudio de nuestra historia y tratar de determinar si esta coincidencia es totalmente casual o si por el contrario obedece a una transferencia de conocimientos culinarios desde la Mancha en España hacia la isla italiana aprovechando la simbiosis cultural existente entre ambas partes del Mediterráneo en la época del Siglo de Oro Español (o quizás anterior con motivo de la expulsión de los judíos de España hacia otros destinos europeos), o bien si la receta vino a España proveniente de las faldas del volcán Etna donde este delicado dulce podría haber tenido su origen.

En cualquier caso se dan las circunstancias perfectas para que estas dos ciudades europeas, Bronte y Alcázar de San Juan se hermanen con motivo de su típico dulce común y juntas indaguen sobre la historia de este bizcocho.

Muchas veces la vida institucional (por sus propias reglas)  marcha mucho más despacio de lo necesario y casi siempre lo hace más lentamente que la voluntad real de las personas, por lo que desde este momento la Sociedad Cervantina de Alcázar va a dar un paso efectivo en el hermanamiento cultural y gastronómico con la ciudad de Bronte y una vez que ha tomado contacto con Gaetano Perricone, periodista con más de cuarenta años de profesión y divulgador  siciliano,  va a intercambiar con los ciudadanos bronteses los conocimientos históricos que posee sobre las tortas de Alcázar y sobre todo va a proceder a intercambiar el propio dulce para que las dos partes de este hermanamiento conozcan de primera mano el producto de la otra.

Estamos seguros de que el trabajo conjunto de personas distantes a cientos de kilómetros puede dar resultados satisfactorios y en todo caso ampliará nuestros horizontes gastronómicos, culturales y humanos.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

 

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Más de cinco años difundiendo la tradición cervantina de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 25/08/2019

 

Composicion Estrella Cobo para SCA

Composición de Estrella Cobo para la Sociedad Cervantina de Alcázar

La fecha en la que fue inscrita en el Registro, un 23 de abril, no pudo tener más sabor cervantino. De entonces acá, no sólo se han alcanzado los objetivos de estudiar y difundir la obra de Cervantes, sino que la propia Sociedad es conocida en el ámbito cultural nacional, y ahora con Instagram, también a nivel internacional

Alcázar de San Juan, 24-08-2019.-La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan “vino al mundo” el 23 de abril de 2014, fecha de la que pronto se cumplirán seis años. Aprovechando esta celebración queremos hacer un balance de lo que se ha logrado hasta ahora y sobre todo de lo mucho que aún nos falta por conseguir.

Una de las primeras propuestas a la Ciudad fue la urgente dotación de un Centro de Interpretación Cervantino donde estudiar, interpretar y explicar el Quijote. Un lugar a visitar por los niños (y por supuesto por los mayores) donde jugando aprendan y puedan formarse sus primeras interpretaciones de las aventuras del hidalgo y su escudero. Se inauguró sin los medios adecuados el 25-04-2015 con la exposición «Señas y gestos cervantinos en Alcázar de San Juan», pero con el cambio de gobierno local el proyecto se dejó morir.

Entre las actividades que desarrollamos, una de las principales es la denominada «Almuerzos de don Quijote».Se trata de invitar a personas relevantes del mundo cervantino a conocer el patrimonio de Alcázar y a transmitirnos sus conocimientos y experiencia mientras se degustan platos típicos de la Mancha preparados por los propios miembros de la Sociedad. Nos han honrado personalidades de la talla de Luis García Jambrina,  Bernardo Perea, Benjamín Montesinos, Alfredo Alvar, Eric Clifford Graff, Ciriaco Morón Arroyo, Matías Barchino, Felipe B. Pedraza, José Manuel Lucía Megías, Félix Pillet, Carlos Mata Induráin y Davydd Greewood entre otros muchos, es decir, lo más representativo del mundo cervantino nacional e internacional.

La Sociedad ha editado 20  boletines trimestrales (11 Boletines Informativos y 9 con el título «Cuadernos Cervantinos»). Ha alcanzado la treintena de socios; ha estado presente a través de ponencias de sus socios en congresos, jornadas y actos culturales, incluso en Portugal y Noruega. Hemos remitido a los medios de comunicación infinidad de artículos de opinión y estudios elaborados por nuestros asociados que han hecho que la Sociedad Cervantina de Alcázar sea conocida en toda España por sus continuas actividades.

La Sociedad ha organizado tres Mesas Redondas Cervantinas (de carácter anual) en lugares de la comarca del Quijote como son El Toboso, Quero y Puerto Lápice, además de colaborar activamente en las Jornadas Universitarias y Cervantinas Querote, que tienen lugar en anualmente en Quero en honor a Alfonso Ruiz Castellanos (DEP), nuestro primer Socio de Honor.

Ejemplo de su implicación en la vida cultural local es la Carta de Adhesión enviada al Ayuntamiento de Alcázar para el Hermanamiento de nuestra ciudad con la mexicana Guanajuato el 7-11-2014. O la carta-informe para el nombramiento de Recesvinto Casero como Hijo Predilecto de Alcázar el 23-09-2016, o la más reciente carta-dossier para solicitar a nuestro Ayuntamiento que pidiese la incorporación a la Red de Ciudades Cervantinas el 16-06-2017, en la que Alcázar debe estar por derecho propio.

Al mismo tiempo, la Sociedad ha colaborado ininterrumpidamente con el Ayuntamiento en la organización y coordinación de las diferentes rutas guiadas «Alcázar de Cervantes» que se han venido desarrollando en los últimos años para disfrute de numerosos alcazareños.

Dos proyectos recientes nos han proporcionado renovado impulso. Uno de ellos fue la presentación en junio de 2018 de un Quijote editado por la propia Sociedad, a cargo de nuestro Socio de Honor Enrique Suárez Figaredo. Nuestro Quijote tiene la particularidad de haber eliminado todas las novelitas intercaladas para dejar sólo las aventuras de don Quijote y Sancho (algo que muchos habían pensado pero nadie se había atrevido a hacer). Enrique (que no es alcazareño ni manchego, sino catalán de Barcelona) acude desinteresadamente a las Mesas Cervantinas y ha aportado a la web de la Sociedad las ediciones académicas del Quijote cervantino, el Quijote de Avellaneda, las Novelas Ejemplares y los Trabajos de Persiles y Sigismunda. Enrique Suárez Figaredo y el profesor Luis Gómez Canseco (nuestros Socios de Honor) son dos reconocidos especialistas en el Quijote, en la literatura del Siglo de Oro y en el negocio editorial de aquellos años.

Y el otro proyecto ha quedado rematado en estos días con la publicación en Instagram de los azulejos del Parque Cervantes de Alcázar de San Juan (único Quijote completo en azulejos), acompañando cada fotografía de un breve texto descriptivo del pasaje a que corresponde, iniciativa cuya repercusión en los medios de comunicación ha puesto a Alcázar de San Juan en el epicentro cervantino.Otro proyecto pendiente es difundir la azulejería de la fonda y sala de espera de la estación de ferrocarril, declarada en junio de 2016 Bien de Interés Cultural por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y que esta Sociedad ya tiene debidamente catalogada e interpretada.

En breve, la web de la Sociedad ofrecerá las «Quisicosas del Quijote», una colección de artículos cortos aportados por nuestros socios que aclaran pasajes de la obra para un óptimo entendimiento de la misma y para entender mejor a Cervantes. También en breve, ofreceremos nuestra adaptación del Quijote maquetado para Instagram, con vistas a llegar al mayor publico posible, en especial al más joven.

Uno de los trabajos  más ilusionantes por hacer es  el proyecto DonQui, que consiste en fomentar la lectura del Quijote en los colegios a través de unas jornadas de difusión de la obra de Cervantes entre los niños mediante la narración (con interactividad) de algunas de las más conocidas aventuras de don Quijote y Sancho, tras la cual se propone a los niños que dibujen en una ficha lo que les ha sugerido la experiencia, ficha que pasaría a formar parte del fondo del Centro de Interpretación Cervantino, que, como se ve, es totalmente necesario como lugar de conservación de cuanta documentación quijotesca y cervantina se genere en Alcázar de San Juan. Además de ser el lugar perfecto para exposiciones, cursos, encuentros y congresos cervantinos.

En esencia, trabajamos y trabajaremos para mantener y acrecentar la importante tradición cervantina alcazareña y para la mayor difusión de todo el patrimonio cultural de nuestra ciudad, tratando —humildemente—de conseguir un incremento del turismo cultural que puede ser muy provechoso para la economía de toda la comarca.

En fin, se ha hecho mucho y con muy pocos medios y apoyos, todo a base de una tremenda ilusión y un esfuerzo incansable por parte de nuestros asociados. Pero la Sociedad aspira a permanecer por largos años, y tiene que seguir proponiendo y sacando adelante nuevos proyectos y nuevas actividades, además de continuar con las que son exitosas. Desde aquí ofrecemos nuestra web cervantesalcazar.com para todos aquellos que quieran conocernos, contactar con nosotros y sumarse al proyecto.

 

Juan Bautista Mata Peñuela

Presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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Quijotegram. Vale

Fecha de Publicación: 05/08/2019

 

@sociedadcervantinaalcazar

 

Este trabajo permite a los usuarios de internet una novedosa aproximación a la obra de Cervantes

La Sociedad Cervantina de Alcázar ha completado el Quijotegram subiendo a la red Instagram los azulejos del Parque Cervantes de esta ciudad, nadie antes había hecho algo parecido y cuenta con casi 750 seguidores

Alcázar de San Juan, 05-08-2019.-  Al igual que el Quijote finaliza con la palabra Vale para remarcar la idea de que ya se terminó  y de que ahí queda eso para el disfrute de los lectores al propio tiempo que les dice adiós despidiéndose de ellos, la Sociedad Cervantina de Alcázar ha dicho Vale a su Quijotegram el día 2 de agosto  finalizando así la aventura iniciada el 17 de abril, cuando comenzó a subir a Instagram la colección completa de azulejos del Quijote del parque Cervantes de esta ciudad.

Han sido un total de 288 azulejos con escenas de la obra cumbre de Miguel de Cervantes,  más ocho conjuntos esquineros formados por varios azulejos, los que han quedado a disposición de todos los usuarios mundiales de Instagram. Recordamos a todos que el perfil donde pueden encontrar este trabajo es @sociedadcervantinaalcazar.

La Sociedad Cervantina de Alcázar fotografió (con alta calidad) uno a uno los azulejos que representan e ilustran gráficamente las dos partes del Quijote. A lo largo de cuatro meses, al propio tiempo que ha ido subiendo  los azulejos,  ha ido insertando  junto a cada  uno de ellos  un breve fragmento del Quijote que es el que corresponde a la escena representada, en un trabajo de interpretación de la obra que ya estaba realizado con anterioridad por la propia Sociedad Cervantina Alcazareña.

En relación con el Quijote, nadie antes había hecho nada parecido en Instagram por lo que esta nueva actividad de la Sociedad, recién finalizada, llena de satisfacción al colectivo cultural alcazareño que ve como ha calado en los usuarios de diferentes países y cómo esta siendo seguida por casi 750 usuarios. Este trabajo permite a los usuarios de internet una novedosa aproximación a la obra de Cervantes.

Una vez completado este trabajo y conocidas las ventajas de Instagram, la red más usada por los jóvenes de todo el mundo, la Sociedad ya se plantea el siguiente reto que estará relacionado con la difusión de la obra de Miguel de Cervantes ya que es uno de sus objetivos fundacionales.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

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Un astrónomo en el Corral de Comedias de Almagro

Fecha de Publicación: 23/07/2019

Manuel Cepero, Benjamín Montesinos y Silvia Marsó en el Corral de Comedias (Crédito de la imagen: Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro)

 

En septiembre del año pasado recibí un correo electrónico desde la Fundación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. No podía imaginar qué desearían de un astrónomo en representación de la Sociedad Española de Astronomía (SEA), desde el Festival de referencia mundial en teatro del barroco y el Siglo de Oro.

Al comenzar a organizar la edición número 42 del Festival, que se está desarrollando entre los días 4 y 28 de julio, su director, Ignacio García, se dio cuenta de que el tercer fin de semana, del 19 al 21 de julio, coincidía con el 50 aniversario de la llegada del ser humano a la Luna… ¿podríamos organizar un “Fin de semana lunar”? En la poesía de la época de la literatura que cubre el Festival hay multitud de referencias al cielo, a las estrellas, a la Luna, ¿por qué no entonces unir poesía y astronomía en unas estimulantes jornadas?

Y así comenzó a fraguarse lo que hace unos pocos días ha resultado ser una de las experiencias más fascinantes que me han ocurrido como astrónomo y como divulgador de la ciencia, una experiencia que, desde la SEA he tenido el privilegio de coordinar y en la que he participado de una forma que nunca habría soñado. Organizamos una observación pública con telescopios en la Plaza Mayor, la presentación de un libro (Las mil caras de la Luna, de Eva Villaver), talleres de cráteres y meteoritos para niños y un taller de lunas táctiles para personas con discapacidad visual.

… Pero hubo algo más. Cada fin de semana del Festival, en la madrugada del sábado al domingo, se celebran en el Corral de Comedias unas representaciones llamadas “Flores nocturnas”, que toman su nombre de un verso de Calderón, que se refería a las estrellas de esa manera en el “El Príncipe constante”:

Flores nocturnas son: aunque tan bellas,

efímeras padecen sus ardores,

pues si un día es el siglo de las flores,

una noche es la edad de las estrellas

Si en la madrugada del 20 de julio de 1969 el módulo lunar Eagle del Apolo XI estaba posado en la Luna, y Armstrong se disponía a dar ese “pequeño paso para el hombre”, no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer quizás el más bello y original homenaje a ese hecho histórico.

Y fue de esa manera como nació la Flor nocturna “Clara la luna, claras las estrellas”, tomando el título de un verso de un soneto de Sor Juana Inés de la Cruz:

Aunque es clara del cielo la luz pura,

clara la luna y claras las estrellas,

y claras las efímeras centellas

que el aire eleva y el incendio apura

Versos de Sor Juana Inés, Calderón, y Fray Luis de León, música desde el siglo XVI (Luis de Narváez) hasta el XX (Fly me to the moon), y unas sencillas explicaciones científicas se entrelazaron en una hora mágica en el Corral de Comedias, el epicentro del Festival que irradia una energía difícil de describir, pero fácil de sentir cuando uno se encuentra entre sus muros.

La actriz Silvia Marsó recitó los versos y el pianista ciego Manuel Cepero interpretó la música. Quien les cuenta esta experiencia tuvo la inmensa fortuna de transmitir qué sabe la astronomía de la Luna, de su origen, sus fases –una ilusión, una sombra, una ficción, en un guiño a Calderón- de los eclipses, y de evocar esos primeros pasos de un ser humano fuera de la Tierra, su cuna. Los tres fuimos coordinados por la mano maestra de Ignacio García, apoyados por un maravilloso equipo.

Entre los muchos momentos mágicos, uno de los más emocionantes fue quizás cuando, con las luces del Corral apagadas, pudimos contemplar el cielo que nos cubría, con el gran “Triángulo de verano” sobre nuestras cabezas, formado por AltairVega y Deneb, las estrellas más brillantes de las constelaciones del Águila, la Lira y el Cisne, siendo conscientes de nuestra pequeñez. Logramos ver una estrella cuya luz ha estado viajando en el espacio 391 años hasta llegar a nuestros ojos en la madrugada del 20 de julio… Esa luz se emitió cuando los albañiles, carpinteros y herreros almagreños comenzaron en 1628 a levantar los muros del Corral de Comedias. Nos consta -y nos emociona saberlo- que a muchos de los asistentes se les saltaron las lágrimas durante este recital poético, astronómico y musical.

Una experiencia inolvidable. Mi agradecimiento a quien, con mente abierta, ha hecho posible, y creo que transmito bien sus palabras, el hecho de que el Festival no sea un mero “contenedor de representaciones teatrales” sino que sirva de puente para el encuentro de sensibilidades y facetas de la cultura muy distintas que, al final, no hacen sino enriquecernos y hacer que el mundo sea un lugar un poco mejor.

 

Benjamín Montesinos

Vicepresidente de la Sociedad Española de Astronomía (SEA)

 Investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA)

Miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar

 

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El fiasco en ventas de la segunda parte del Quijote

Fecha de Publicación: 22/06/2019

 

   
Shelves with antique books in library
Composición realizada por Estrella Cobo Andrés

La publicación de la Segunda Parte del Quijote no tuvo en el reino de Castilla –ni de lejos-, el mismo éxito editorial que la Primera

Alcázar de San Juan, 22-07-2019.- El Quijote de Cervantes es el libro más traducido después de la Biblia, consta de dos partes, la primera publicada en 1605, titulada El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, fue un éxito de ventas y de aceptación por parte del público y que sólo en su primer año de vida tuvieron que estamparse seis ediciones en castellano. También a nivel europeo alcanzó gran repercusión traduciéndose de forma inmediata al inglés en 1612 (Edición de Thomas Shelton) y al francés en 1614 (edición de Cesar Oudin). De todas formas, en nuestro país sus seis ediciones supusieron un éxito relativo, no siendo el best seller de la época, gozando de ese honor El Guzmán de Alfarache, obra publicada en 1599, escrita por Mateo Alemán y de la que se imprimieron nada menos que veinte reediciones en sus primeros cinco años de vida.

Hubo que esperar diez años para que el público pudiese leer la segunda parte del Quijote de Cervantes, titulada El ingenioso Caballero Don Quijote de Mancha, fue impresa en 1615 y nadie esperaba ya una continuación por parte del autor, así lo reconoció  el biógrafo cervantino José Manuel Lucía Megías en una conferencia titulada  “Cervantes, una vida por narrar” en la programación del #Querote19, hasta el punto que según el experto estudioso de la obra de Cervantes al fallecimiento de Francisco de Robles (ocurrida en 1623, ocho años después de la edición de la obra), aún quedaban sin vender en sus almacenes 366 ejemplares de una única tirada (que en la edición Prínceps de la Primera Parte sabemos que fue de entre 1.500 y 1.750  ejemplares).

Como es sabido antes de la publicación de la segunda parte de Cervantes en 1615,  fue publicada en 1614 una continuación de las aventuras de don Quijote,  la segunda parte apócrifa de un desconocido que utilizó el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda,  de la cual, sabemos que hubo al menos dos ediciones, gracias al investigador cervantino Enrique Suárez Figaredo -toda una autoridad en el tema-, que se percató que de los cuatro ejemplares que disponía  la Biblioteca Nacional de España del Quijote de Avellaneda, uno de ellos era diferente tratándose de un ejemplar de la primera edición y correspondiendo los otros tres a la segunda. Es decir, que de la segunda parte del Quijote conocido como de Avellaneda, hubo más ediciones que de la del propio Cervantes.

Resulta una verdadera paradoja  que siendo la segunda parte de Cervantes muy superior en estilo y en recursos literarios a la primera y en la que realmente vertió el autor su experiencia y su sabiduría, al final resultase un fiasco en las ventas y no obtuviera el esperado éxito. Al final el tal Avellaneda pareció salirse con la suya, cuando ya en el prólogo de su obra le comunicaba a Cervantes que con su continuación de la primera parte iba a dejar en un segundo plano a la segunda de Cervantes (de la que éste ya había anunciado su salida a la luz en el prólogo de sus Novelas ejemplares publicadas en 1613) y poniendo negro sobre blanco que le iba a quitar la ganancia de la novela de Cervantes anticipándose así a su publicación.

Otras obras de Cervantes que tuvieron gran éxito, más incluso que la primera parte del Quijote, fueron las ya mencionadas Novelas ejemplares publicadas en 1613, de estas hubo 8 reediciones entre 1613 y 1622 (sin ejemplares en inventario fechado en 1623 de Francisco de Robles ) y por la que pensaba Cervantes que iba a pasar a la posteridad (no fue así), pero  que en su momento fue la que más prestigio le dio, titulada Los trabajos de  Persiles y Sigismunda, con sus 5 reediciones en 1617 en 5 ciudades diferentes, Paris, Barcelona, Valencia, Pamplona y Lisboa.

En el momento de su impresión el Quijote se valoró por los lectores de la época especialmente por su carácter humorístico y no trascendente, no alcanzando otro nivel de lectura, que el cómico.

Los lectores ingleses y alemanes del siglo XVIII, fueron los que otorgaron la relevancia mundial que hoy tiene, especialmente el romanticismo alemán, que según expone  Francisco Rico en su trabajo Tiempos del Quijote, quisieron ver en don Quijote una exaltación del idealismo.

La segunda parte de Cervantes es sin duda la más genial de todas sus obras, pero ni los lectores de la época, ni los de dentro de nuestras fronteras lo valoraron así, sino que tuvieron que ser los extranjeros quienes pusieran en valor las virtudes que la obra atesora.

 

Alonso M. Cobo. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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La desconocida actividad comercial de Miguel de Cervantes: ¿la exportación de vino a América?

Fecha de Publicación: 16/07/2019

 

BARCO_BARRIL_CERVANTES.jpg

Nuevos documentos aparecidos recientemente apuntan a que nuestro primer escritor -así lo denominó Juan Goytisolo- pudo trabajar como agente comercial a sueldo o comisión

Alcázar de San Juan, 16-07-2019.-  Para relacionar a Miguel de Cervantes con el mundo del vino, en el que podría haber sido introducido de la mano de su amigo Simón Hernández,  del que recordemos apadrinó junto con su mujer Catalina de Salazar, a su hijo Juan en Esquivias y con quien pudo viajar a la Mancha en su negocio de compra venta de vinos y especialmente visitaría El Toboso para adquirir tinajas que en esta villa se fabricaban con gran fama, con el fin de destinarlas al almacenamiento del preciado caldo, basta remitirnos al artículo «El ilustrísimo vino de Cervantes» de  Alonso M. Cobo  publicado entre otros medios por  Todoliteratura, o en LaManchaWines.

Recientemente José Cabello Núñez, archivero de la Puebla de Cazalla, puso en el mapa cervantino a Magdalena Enríquez, proporcionando el nombre de esta mujer sevillana, presentándola como una comerciante dedicada a la fabricación de bizcocho para la Armada, a la que Cervantes facultó ante escribano público para que pudiera cobrar el salario que se le adeudaba por sus trabajos como comisario de abastos al servicio del rey.

Todo tiene que ver con el acopio de trigo, cebada, aceite y queso con destino a alimentar las tripulaciones de los barcos españoles,  para lo que Cervantes fue comisionado por Miguel de Oviedo, el proveedor general de las galeras de España, que le había encomendado el 7 de julio de 1593 conseguir todo el trigo que pudiera hallar en los municipios situados a doce leguas a la redonda de Sevilla, señalando expresamente las villas de Gerena, Almonte, El Puerto, Rociana, Bonares, Niebla, Lucenilla, Beas, Hinojos, Bollullos, Manzanilla, Escacena, Huevar, Castilleja del Campo, Alcalá de Guadaíra, Paterna, La Palma, Villamanrique y Villarrasa.

Doña Magdalena Enríquez estaba dentro del negocio de los bastimentos, ya que era la dueña de una fábrica de bizcocho y proporcionaba este alimento para los barcos de la carrera de Indias.  Según hace notar Cabello Núñez en su trabajo «Nuevos documentos para la biografía de Miguel de Cervantes Saavedra, un comisario real de abastos en los antiguos Reinos de Jaén y Sevilla (1592-1593)»publicado en Anales Cervantinos, dos años antes de conocer a Miguel de Cervantes,  Magdalena Enríquez apenas si sabía firmar y una vez cultivada la amistad con el escritor (así como también la amistad de su vecino Tomás Gutiérrez de Castro, posadero y amigo de Cervantes), no sólo aprendió a leer y escribir sino que como ya hemos apuntado anteriormente,  fue la persona designada por Cervantes mediante poder notarial para cobrar 19.200 maravedíes de atrasos que se le debían por servicios prestados al proveedor Cristóbal de Barros y reclamarlos ante la Casa de Contratación de Sevilla.

Además de la fábrica del bizcocho, tanto Magdalena Enríquez como su padre Juan Enríquez de origen flamenco pero residente en Sevilla desde 1580, estaban muy introducidos en el mercado de vinos con las Indias.

Filibotes

Filibotes, los barcos mercantes flamencos más capaces, más rápidos y más fácilmente maniobrables

Sobre Juan Enríquez aporta datos muy interesantes Juana Gil-Bermejo García en su trabajo «La Española, anotaciones históricas (1600-1650)» encontrando sobre él múltiples referencias de su presencia en Santo Domingo, concretamente en 1603, donde llegó en el  navío «San Juan Evangelista» del que era su principal cargador. Así mismo, en 1606 cargaba en el filibote «San Pedro» del que era dueño (navío de origen flamenco, que era el tipo de barco mercante más avanzado y capaz de la época,  para cuya maniobra bastaba una mínima tripulación), géneros por valor de 1.786.000 maravedíes.

Su hija Magdalena Enríquez figura en 1608 como dueña del filibote “Nuestra Señora de la Esperanza”  que desde el puerto de Garachico (Tenerife) partió para Santo Domingo llevando un cargamento compuesto de 120 pipas (unos 60.000 litros de vino) y 463 quintales de brea (unos 21.300 Kg), lo que nos permite evaluar que el tamaño del navío no bajaría en ningún caso de las 100-120 toneladas.

Por lo tanto no se trataba de comerciantes menores, ni de intermediarios, sino que la familia Enríquez poseía sus propios barcos y se dedicaba, entre otras cosas,  al transporte de vinos a América,  lo que nos induce a pensar si el verdadero vínculo entre Miguel de Cervantes y Magdalena Enríquez no sería el del comercio de vinos con el nuevo Mundo.

 

Constantino López. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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La ganadería en El Quijote, la figura de Juan Haldudo vecino del Quintanar (I)

Fecha de Publicación: 29/06/2019

Para celebrar hoy el día de San Pedro y San Pablo

14249962136_79006040d9_o El pastor con su cuerna y su grey (alrededor de 1905)[/caption]

A semejanza del capítulo anterior en esta ilustre revista de La Encina sobre la Agricultura, en este número nos acercamos a otro sector también vital de la vida económica y social de la época cervantina como fue la Ganadería con una gran presencia en El Ingenioso Don Quijote de la Mancha.

Una de las referencias históricas como son Las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1575 respecto a Quintanar en la respuesta 25 se contesta: “En esta villa se vive…, es de criar ganado lanar e muy poco cabrio,… e de crias de ganados había cada año uno con otro dos mil es setecientas crias…”, nos refleja la existencia del ganado mayoritariamente de ovino en Quintanar, aunque en Castilla también era frecuente los rebaños de caprino y los más generalizado es que fuesen ganados mixtos de ovejas y cabras.

Nada más comenzar las andanzas de Don Quijote al llegar a la Venta ya nos habla de un estilo de vida del pastoreo de ganadería “En esto sucedió acaso que un porquero que andaba recogiendo de unos rastrojos una manada de puercos –que, sin perdón, así se llaman– tocó un cuerno, a cuya señal ellos se recogen…” (DQ I-II), pues era dado que un porquero o pastor sacase a los cerdos como las ovejas o cabras a pastar, los animales domésticos de cada casa, a una zona de pastos comunales  y a última hora del día los recogiese con la llamada de un cuerno para volver al corral de cada vivienda para ser ordeñadas; los dueños de las cabezas de ganado pagaban una pequeña cantidad conociéndose esta práctica como la dula, saliendo a subasta el puesto para para ejercer y llevar a cabo la dula. Esta práctica se ha mantenido en muchos pueblos hasta el siglo pasado.

Era muy curioso la llegada de la dula al pueblo conducidos por el porquero o pastor pues los animales comenzaban a correr como despavoridos para desplazarse a cada una de sus casas llevados por su intuición, por su olfato correspondiendo a los dueños dejarle la puerta abierta para el acceso.

Con un gran significado para Quintanar hay que resaltar que la primera aventura  nada más comenzar la novela después de salir ufano y tan contento de La Venta  Don Quijote por haber sido armado caballero de la orden de la Caballería, comienza su vida de “desfacedor” de entuertos y que sucediendo en los montes del Quintanar de la Encina con la siguiente cita “en la espesura de un bosque” del que salían las voces del labrador rico Juan Haldudo, vecino de Quintanar, y de su criado Andrés, que guardaba un hato de ovejas en aquellos contornos, al que azotaba atado a una encina“ (Don Quijote I- IV), nos describe dos clases sociales el hacendado y el sirviente, y menciona el rebaño dentro de un paisaje del monte mediterráneo con encinas, la riqueza de la convivencia ecológica del ganado dentro de los encinares, el perfecto ecosistema actualmente totalmente desaparecido ;  el ganado ovino es conjuntamente con el caprino las especies dominantes en Castilla del siglo XVII.

Para acarrear los ganados nada mejor que unos buenos perros y así aparecen al final del Quijote, en el momento transcendental de su vida, en el lecho en el tránsito a la muerte: “…el bachiller que se animase y levantase… y que ya tenía comprados de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino, y el otro Butrón, que se los había vendido un ganadero del Quintanar. (DQ II-LXXIV).

Don Quijote y Sancho llegaron “…junto a unas chozas de unos cabreros…” (DQ I-X) y en el siguiente capítulo: “se fue tras el olor que despedían de sí ciertos tasajos de cabra que hirviendo al fuego en un caldero estaban,…tendiendo por el suelo unas pieles de ovejas,... Sentáronse a la redonda de las pieles seis dellos, que eran los que en la majada había,…” (DQ I-XI), Cervantes lleva a los personajes a unas chozas que conjuntamente con el aprisco formaban las majadas lugar dónde reposaban los pastores y el ganado por la noche; construcciones típicas de nuestra zona el chozo y la cerca de piedra de las cuáles alguna se mantiene en pie en la fisonomía manchega.

¿Por qué en este mes de junio la publicación de esta colaboración? A parte de su carácter prodigioso en el mundo pagano al ser el mes del solsticio de verano con la celebración de la noche mágica de San Juan coincide con un tiempo eminentemente ganadero en nuestra tierra castellana y manchega, era el tiempo del retorno de la trashumancia desde los montes del sur a los pastos y rastrojos primaverales de la meseta, llegando los rebaños durante el mes de mayo.

Y en este mes de junio en ciudades y pueblos con tradición ganadera y lanar se celebra la festividad de San Pedro y San Pablo el 29 de junio, e incluso las ferias como en Burgos y Zamora, el patrón que veneran los pastores, que les protegía y que tienen el mismo mandato como dice la palabra del evangelio: “Apacienta mis corderos”; era tradición que el día del santo se producía, el intercambio de los mayorales, pastores, zagales, rochanos (1)… que cambiaban de casa, de patrón, que realizaban mudanza buscando mejor salario;  este hecho anual tiene el mismo parangón y significado que el 29 de septiembre cuando los trabajadores agrícolas cambiaban de casa de labor con el refrán“(fulano) ha hecho el San Miguel”.

Eran frecuentes las ermitas dedicadas a la advocación de San Pedro por el significado y relación tanto con la localidad como con los oficios, en este caso como la simbología cristiana pastor de rebaños, que se materializa en la erección de una ermita para su culto, estando ubicada muy cercana a Quintanar de la Orden en la Venta de don Quijote, pues en los siglos XIX y XX la propiedad de la tierra en esta parte del término toboseño era mayoritariamente de familias quintanareñas y que poseían ganado.

Marciano Ortega Molina (Sociedad Cervantina de Alcázar)

  • Fuentes: Relaciones histórico-geográfico- estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II en 1575.
  • Don Quijote de la Mancha
  • (1) Rochano: Término de nuestra zona de La Mancha que define al joven ayudante del pastor.

 

 

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«Alcázar tiene suerte de tener viva su tradición cervantina» dijo Davydd Greenwood

Fecha de Publicación: 16/06/2019

Los invitados: Pilar Fernández-Cañadas (5ª por la izquierda) y Davydd Greenwood (6º por la izquierda)

 

Davydd Greenwood y Pilar Fernández-Cañadas, estuvieron de acuerdo en afirmar que no debiera haber quijotismo ni sanchismo, sino reconocer la evolución de la relación de los personajes aprendiendo a valorarse mutuamente como personas

Alcázar de San Juan, 16-06-2019.-  El matrimonio formado por el antropólogo norteamericano Davydd Greenwood y la doctora en literatura comparada Pilar Fernández-Cañadas, regalaron una extraordinaria jornada cervantina a los socios de la Sociedad Cervantina de Alcázar, participando en su actividad denominada “los Almuerzos de don Quijote” celebrado en Alcázar de San Juan el pasado sábado 8 de junio.

Por la mañana visitaron el Museo del Hidalgo que aún no conocían y que les mereció una buenísima impresión porque consideran que cumple sobradamente su propósito de dar a conocer cómo era la vivienda de un hidalgo manchego del siglo XVII y por la utilidad que además tiene como lugar para eventos culturales situado en un escenario singular y totalmente adecuado para ello.

Greenwood  quees Catedrático EméritoGoldwin Smith de Antropología de Cornell University  (Ithaca, N.Y.), ofreció una visión antropológica del Quijote y expuso la importancia que ha tenido para estudiosos norteamericanos sobre todo de principios del siglo XX. Particularmente alabó a Walter Starkie quien difundió en el exterior de España la obra cervantina como pocos intelectuales anteriores a él.  Y refiriéndose a nuestra ciudad, el profesor norteamericano dijo que “Alcázar de San Juan tiene suerte de tener viva su tradición cervantina”.

Así mismo Davydd Greenwood apuntó que por lo que se deduce de la lectura de sus obras, en toda su vida,  Miguel de Cervantes encaró sus vicisitudes con un optimismo fuera de lo común y trataba siempre de obtener lo mejor de cada circunstancia, de cada dificultad por arduas que le resultasen –como su propio cautiverio-, eso le permitió escribir las grandes páginas literarias que ahora disfrutamos y como ejemplo de la afabilidad y sociabilidad que poseía Cervantes, dijo que “en un almuerzo como esté que estamos disfrutando, él se hubiese encontrado totalmente a gusto”.

Por su parte Pilar Fernández-Cañadas González-Ortega, natural de Herencia apuntó que comenzó su acercamiento a Cervantes con “La Galatea” sobre la que hizo su tesis doctoral porque en aquel tiempo le daba un poco de miedo trabajar directamente con el Quijote. Después lo ha estudiado a fondo y ha visto en esta obra maestra de Cervantes el magnífico libro de humanidades que es. Nos habló de su último trabajo: Una mi abuela por parte de mi padre: momentos familiares en El Quijote. Actualmente en imprenta, que es una interesante aportación sobre la familia de don Quijote.

En relación con la controvertida opinión de D. Luis Astrana Marín sobre la falta de documentación existente del paso de Cervantes por La Mancha, dijo  que si Cervantes estuvo preso en Argamasilla de Alba, como debe constar en los archivos penitenciales del siglo XVII, no hay duda de que Cervantes pisó y vivió en tierras manchegas y más concretamente en el propio Campo de San Juan. Igualmente dijo que desde el punto de vista de la crítica literaria y echando mano de las teorías semióticas o estudio del significado de los signos (verbales, no-verbales, etc), Cervantes muestra un dominio total de los regionalismos, localismos, idiosincrasias y hábitos del lenguaje popular manchego (como es repetir y ensartar refranes) que no se adquieren sin estar inmerso en el contexto verbal. Estos rastros lingüísticos de los signos verbales son documentos tan válidos como los de archivo.

Ambos hablaron también de su lugar de trabajó en Ithaca, que es verdaderamente idílico y se mostraron de acuerdo en que las asociaciones culturales deben seguir esforzándose por mantener viva la llama de la cultura y la defensa de las tradiciones porque muchas veces los poderes públicos desisten de ello. No ocurre así en Estados Unidos en los que cada pueblo que tiene un patrimonio de importancia, la administración se esfuerza en su conservación y enriquecimiento para disfrute de la ciudadanía y de las generaciones venideras. Les sorprende mucho que aquí en España sean las asociaciones culturales y personas particulares quienes más se involucren en ello.

Por lo que respecta al Grupo de Estudios del Campo de San Juan del que son impulsores, les pareció magnífico que ambas asociaciones mantengan una fluida comunicación y una interacción que se prolongue en el tiempo.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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El condumio del Quijote

Fecha de Publicación: 13/06/2019

 

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“Los sábados, duelos y quebrantos”

A diferencia de los libros de caballería del siglo XVI, los héroes del Quijote comen y beben, y hacen sus necesidades. Don Quijote come lo justo y Sancho Panza todo lo que puede, cuando tiene qué comer. Es al principio de la novela donde Cervantes nos describe el “condumio” semanal que en casa de don Quijote el Ama cocinaba: “Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda” (1, 1)

Si para un manchego los “duelos y quebrantos” no ofrecen duda alguna del tipo de plato que es, y los ingredientes que son necesarios para su elaboración, para quienes no lo son el nombre no les aporta ninguna pista, solo les suena que en el Quijote se nombran. Es por lo que solo en ediciones en español se conserve este singular nombre y en ediciones en otras lenguas, prácticamente en todas, esté traducido como “tortilla de huevos” o “huevos con tocino”.

¿Pero realmente qué son los “duelos y quebrantos”? Antes de explicar qué son hoy en día, la primera definición que de este plato se conserva está en el primer Diccionario de la Real Academia Española, conocido como Diccionario de Autoridades. En el tomo tercero, letras D.E.F del año 1732, podemos leer: “Duelos y Quebrantos. Llaman en la Mancha a la tortilla de huevos y sesos”. Hoy es un revuelto de huevos con tocino, chorizo y jamón, al que en determinados lugares se le pone también sesos de cordero, como en Tembleque.

Ya, pero el misterio sigue, ¿verdad? ¿Por qué se llama así este plato tan sencillo? Al hispanista, erudito y músico irlandés Walter Starkie, en su viaje a pie que hizo por la Mancha, en 1935, le explicó un vecino de Campo de Criptana su significado:

– ¿Qué cenaré esta noche? ¿Por qué no “duelos y quebrantos” siendo sábado?

– ¿Usted sabe por qué lo llaman “duelos y quebrantos”? –me dijo una persona distinguida de la localidad.

– Supongo que se refiere a los desperdicios de la carne que son la comida del pobre.

– Ya se conoce que no es usted manchego, sino no diría eso. “Duelos y quebrantos” son términos estrictamente manchegos. Los pastores aquí desempeñan un puesto de confianza cerca de sus amos y son responsables de cada oveja que está a su cuidado. Si muere una por accidente el pastor la desuella y cura la carne con sal y ajo. Luego, el sábado, día de entregar la cuenta va a ver a su amo y le enseña la piel como prueba de que el cordero ha muerto. Entonces él se lleva la carne para cocerla en su casa. La pérdida del cordero es una pena (duelo) y un “quebranto” para el amo. He aquí la explicación.

Este es el origen y el nombre del plato, puesto por los pastores manchegos. Realmente sería un revuelto de huevos con los sesos de la oveja o cabra muerta recientemente, ya que esta parte no se podía conservar, y la consumían ese mismo día en el campo, sabiendo que sería un “duelo y un quebranto” para su amo cuando conociese la noticia.

Hay otras hipótesis enraizadas en las creencias religiosas de árabes y judíos que se convirtieron al cristianismo, en la España del siglo XV y XVI, a los que, en esta parte de la Mancha, se les invitaba a comer un revuelto de tocino con el que “acreditar” su nueva fe. Siendo para muchos de ellos un “duelo” y un “quebranto” para su fe verdadera, a la que nunca renunciaron, el tener que comer un plato con cerdo, un animal impuro para ellos.

Yo soy manchego, he conocido a pastores y he comido sus sencillos guisos. Siempre que me preguntan por el significado de los “duelos y quebrantos” respondo como lo hicieron con Starkie. Ese es el origen de este sencillo y sabroso plato, que aunque ahora esté más elaborado, nunca llegará a tener ese aroma que le impregna a la sartén la lumbre de unos sarmientos o las pequeñas ramas secas de una vieja encina, más el placer de comerlo a sopas de pan pinchadas con la punta de una afilada navaja de Santa Cruz de Mudela o de Albacete, resguardado del aire solano detrás de un majano de piedra caliza, entre tomillos y romeros, mientras el fiel perro pastor espera paciente a que una de esas sopas de pan candeal, “ilustradas” con este manjar manchego, caiga al suelo. A unos pocos metros el ganado sigue comiendo entre rastrojos vigilado de reojo por el pastor. No puede haber en el mundo un restaurante que pueda ofrecer ese momento sublime para los cinco sentidos, por muchas Estrellas Michelín que tenga colgadas en sus lujosas paredes.

̶ ¿Y los gazpachos con los que quería hartarse Sancho? Me preguntan.

Son también parte del “condumio” manchego que explícitamente está nombrado en el Quijote, y que en otra ocasión explicaré, aunque adelanto que los pastores manchegos no están muy largo de la sartén.

 ¡¡”Duelos y quebrantos” son términos estrictamente manchegos!! le decían al irlandés en Campo de Criptana. ¡¡Y todavía hay quien cuestiona que Cervantes no conoció bien esta parte de la Mancha, y a los manchegos!!

Como dicen los pastores de la Mancha: ¡¡Eso es tener gana de ganeta!!

                                                                                         Luis Miguel Román Alhambra

 

Miguel de Cervantes, ¿Espía ocasional o profesional?

Fecha de Publicación: 07/06/2019

 

Vista de Toledo desde las torres de San Ildefonso (iglesia de los Jesuitas)

 

Uno de los aspectos menos conocidos de la vida de Miguel de Cervantes es que ejerció como espía

 

Alcázar de San Juan, 07-06-2019.-

Si bien la biografía de Miguel de Cervantes es poco conocida, hay periodos de su vida en que no se tiene constancia alguna durante meses, incluso años, y no sabemos absolutamente nada de sus andanzas. Se sabe muy poco de lo que hizo entre 1568 y 1570. Desde que está en Madrid con López de Hoyos hasta que se incorpora como soldado al Tercio de Miguel de Moncada en septiembre-octubre de 1570,  en la compañía de Diego de Urbina en la que se alistó -en compañía de su hermano Rodrigo- para ir a tomar parte a la batalla de Lepanto.

El propio Miguel de Cervantes dejo constancia en su hoja de servicios, que en 1568 estaba al servicio del rey, cuestión contradictoria, pues según sus biógrafos, estaba al servicio de Acquaviva.

Planteamos la posibilidad de que Cervantes  ejerciese como espía al servicio de Felipe II que dado el carácter reservado de sus actividades no se hayan podido detallar en modo alguno. Para sustentarlo hay que tener en cuenta algunas evidencias de su vida que hemos podido conocer.

Al regreso de su cautiverio en Argel, Cervantes realizó un servicio a la Monarquía Hispánica, en 1581, Miguel de Cervantes recibió el encargo de dirigirse hacia Cádiz para luego tomar dirección a Orán y participar en una misión de espionaje relacionada con movimientos que se estaban produciendo en el Norte de África, con el frente “turco-berberisco”. De esta misión se sabe que duró un mes y que cobró 100 ducados, al cambio en la actualidad, unos 8000 euros, cantidad nada desdeñable. De Orán partió de nuevo rumbo a Mostaganem donde obtuvo información muy importante que entregó al Rey Felipe II a su vuelta a la península a la retornó por Cartagena y donde cobró los 50 ducados restantes.

       Hay constancia documental que acredita una Real Cédula dada en Tomar (Portugal) a 21 de mayo de 1581 por la que se ordena un pago de 50 ducados (18.750 maravedíes) a favor de Miguel de Cervantes para ayuda de costa en su misión, pago que se hace efectivo el 23 de mayo en Tomar por Juan Fernández Espinosa, del consejo de hacienda y tesorero general, «…teniendo en cuenta que va a ciertas cosas de nuestro servicio».

A la finalización de esa misión, se sabe que demandó una “merced” en pago a sus servicios prestados tanto en Italia como en Argel o por el Mediterráneo como espía. Buscaba que le fuera otorgado un puesto en América, para lo cual escribió el 17 de agosto de 1582 a Antonio de Eraso recordándole que había ya solicitado un oficio en América que desconocemos.

Aunque por su propio carácter secreto, no todo el mundo conocía las labores de espionaje realizadas por Miguel de Cervantes, no obstante había quienes sí las  conocían y no veían tan desproporcionado que se le concediese merced en pago a sus servicios, como sucede con Francisco de Sopando Balmaseda, titular de la escribanía de justicia  de la Secretaría del Consejo de Indias quien acoge favorablemente la petición de Miguel no pareciéndole muy lejos de sus merecimientos, ni inadecuada a sus capacidades.

Posteriormente el 21 de mayo de 1590 mediante un memorial vuelve a solicitar al Consejo de Indias que se le tuviera en cuenta como candidato para la contaduría del Nuevo Reino de Granada; o la gobernación de Soconusco en Guatemala; el corregimiento en La Paz; o la contaduría de las galeras de Cartagena de Indias en Colombia, puestos de los más codiciados en la corte,  aunque la petición no llegó a buen término, contestándole aquello de «busque por acá en que se le haga merced», con lo que queda claro que atesoraba méritos.

En la hoja de servicios de esta segunda petición (en 1590), Cervantes indica que lleva 22 años al servicio del rey («que ha servido de 22 años a esta parte»), lo que quiere decir que los servicios a la Corona se remontan al año 1568, posible fecha de su viaje a Italia, pero ¿en calidad de qué?

Pero no sólo en su hoja de servicios habla de esta fecha, sino que al menos en otras dos ocasiones más sale hace mención expresa a este tiempo de servicio , en la Información hecha en Madrid a solicitud de Rodrigo de Cervantes, padre de Miguel de Cervantes Saavedra, para poder probar ser su hijo noble y estar cautivo en Argel, y que por ser pobre, dicho padre no podía rescatar (Madrid, 17 de marzo de 1578) su padre Rodrigo afirma que «… Miguel de Cervantes, mi hijo, ha servido a Su Majestad de diez años a esta parte…». Volvemos otra vez a 1568…

Pero es que el propio Miguel en su Epístola a Mateo Vázquez, escrita en 1577 o 1578, dice: «Diez años ha que tiendo y mudo el passo en servicio del gran Philippo…». Y otra vez más nos lleva a 1568.

La realidad es que la pista de Miguel de Cervantes se pierde durante dos años y no se sabe cómo ni de qué manera llego según sus biógrafos a Roma y se puso al servicio como camarero de Monseñor Giulio Acquaviva..

Es posible que en el mundo de la Curia, se conociesen perfectamente los Acquaviva (de origen napolitano, coincidente además con la ubicación de la diócesis del español) y Cervantes de Gaete, y que el cardenal español facilitase o recomendase a Miguel de Cervantes para irse a Italia, incluso lo hubiese acogido allí en Roma para introducirlo en la familia Acquaviva y en la corte romana a fin de obtener información del Estado Vaticano para Felipe II, dado que, no está de más apuntar aquí que Claudio Acquaviva, tío de Giulio, fue Prepósito General de los Jesuitas, el más joven en acceder al cargo de General con 37 años y el que más tiempo ha estado al frente de la orden (lo estuvo a lo largo de 34 años), siendo a menudo conocido como el segundo fundador de la orden jesuita, adema de camarero secreto de Pio V Mientras que el resto de órdenes tiene que cumplir tres votos (castidad, pobreza y obediencia) los jesuitas se autoimponen uno más, el de obediencia ciega al Papa, con la connotaciones que eso conlleva, servicios de espionaje etc.., por lo que se  les ha considerado siempre como una orden muy poderosa.

Cómo y cuando llegó Miguel de Cervantes a Italia nadie lo sabe, pero sus biógrafos están de acuerdo en que debió hacerlo en mayo de 1569 si no es que se fue acompañando a Acquaviva, en su séquito, entre diciembre de 1568 y enero de 1569.

Es por lo que creemos que el “servicio al rey” desde 1568 pudo tratarse de espiar para Felipe II, al igual que lo hizo después de volver del cautiverio de Argel y que obtuviera un resultado satisfactorio de sus pesquisas en Roma, hecho que motivó la petición desproporcionada -según algunos-, por falta de méritos, de los puestos más codiciados: los de representante de la corte española en América.

 

                                                              Constantino López y Alonso M. Cobo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

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Un antropólogo estadounidense y una herenciana Doctor en Literatura Comparada acuden a los almuerzos de la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 27/05/2019
 

Davydd J. Greenwood y Pilar Fernández-Cañadas, promotores del Grupo de Estudios del Campo de San Juan, estarán en Alcázar de San Juan el sábado 8 de junio para participar en los Almuerzos de don Quijote

Foto. Herencia.net

Alcázar de San Juan, 27-05-2019.- En el marco de la actividad denominada “los Almuerzos de don Quijote” que la Sociedad Cervantina de Alcázar organiza regularmente y en la que personalidades del mundo cervantino visitan nuestra ciudad para conocer sus recursos turísticos y para reunirse con los asociados en torno a una comida típicamente manchega, el sábado 8 de junio ambos investigadores serán los invitados de esta Sociedad Cultural.

Davydd J. Greenwood es Catedrático EméritoGoldwin Smith de Antropología de Cornell University  (Ithaca, N.Y.), USA donde ejerció su profesión entre 1970 y 2014.  Además de Antropólogo, fue director del Centro Mario Einaudi de Estudios Internacionales, del Instituto de Estudios Europeos, y director de la Facultad de Biología y Sociedad, reconocidas instituciones parte de la Cornell.  Desde 2001 es Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.  Durante su carrera hizo trabajos etnográficos en Oaxaca, México, Hondarribia, Guipúzcoa, las cooperativas de Mondragón en Guipúzcoa, en Herencia, Ciudad Real, en varias empresas asociadas a la Universidad en Noruega, y en los pueblos del Canal de Erie en el Estado de Nueva York (USA). Autor de ocho libros y decenas de artículos, su trabajo se centra en la metodología de investigación-acción participativa, la economía política en su contexto histórico y cultural, los conflictos étnicos, las cooperativas y la democracia industrial y la reforma de las universidades públicas contemporáneas. Su último libro coescrito con Morten Levin se titula Creating a New Public University and Reviving Democracy: Action Research in Higher Education (Berghahn, 2016).

Con Pilar Fernández-Cañadas González-Ortega, su esposa nacida en Herencia (Ciudad Real), ha seguido una trayectoria en el pueblo que se inició en los 90 con el “Proyecto Herencia,” un proyecto de investigación-acción participativa para mejorar la comunicación entre los distintos grupos locales e intentar asegurar un mejor futuro para las generaciones venideras. El proyecto terminó después de tres años.  A partir del año 2000 el matrimonio ha ido restaurando una antigua casa de labor que conserva edificios, dependencias y enseres de las labores agrícolas e industriales relevantes en la historia económica y social de Herencia. Además de sus trabajos académicos en las reformas educativas, Davydd colabora con Pilar en los estudios de la historia local y la etnología de Herencia y el Campo de San Juan. Son los promotores y principales impulsores del Grupo de Estudios del Campo de San Juan.

Pilar Fernández-Cañadas Glez.-Ortega Greenwood hizo sus estudios de primaria en el Grupo Escolar Carrasco Alcalde y parte de la secundaria en la Escuela D. Hermógenes de la vecina localidad de Herencia. Hizo el bachillerato en el Colegio de los Sagrados Corazones de El Escorial y Madrid. En 1963 obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. En 1968 obtuvo un M.A. en Literatura Hispánica en la Universidad de Pittsburg, (Pennsylvania, EE. UU.) y en 1981 el Doctorado o Ph.D. en Literatura Comparada en Cornell University (Ithaca, Nueva York).  Su primer trabajo fue en 1963 con un contrato como Head Resident Instructora en el programa de capacitación lingüística Language house en Grinnell College, Iowa (EE.UU.), puesto que repitió en Cornell entre 1984-1986. En esta universidad trabajó como Lecturer en el departamento de Lingüística y como Teaching Assistant en el de Literatura Comparada.

Entre 1987 y 2008 ejerció como Catedrática de lengua, literatura y culturas hispánicas en Wells College (Aurora, Nueva York) donde fue titular de la cátedra Sara Niles Flowers Georges de Lenguas y Literaturas, fue directora de Programas de Estudios en Latinoamérica y ejerció como directora de los departamentos de Estudios sobre la Mujer y el de Lenguas Modernas hasta su jubilación en 2008. Sus trabajos y publicaciones se centran en estudios de historia local, cervantismo, escritura creativa y feminismo.

Sus obras sobre Cervantismo son:

Pastoral Poetics: The Uses of Conventions in Renaissance Pastoral Romances -Arcadia, La Diana,  La Galatea, L’Astrée. Madrid: José Porrúa, 1983

Los médicos del «Canto de Calíope», en Quaderni Ibero-Americani. Vol VIII, 57-58, Torino, 1984-1985, pp. 1-19.

Las mujeres en la semántica de La Galatea en Cervantes and the Pastoral, José J. Labrador y Juan Fernández Jiménez, eds. Cleveland: Cleveland State University, 1986

Este que veis aquí: retratos y autorretratos literarios en Cervantes, ponencia, CILEH, Tenerife, 2015

Cervantes paradox, ponencia CILH, San Sebastián, Guipúzcoa, 2016

Una mi abuela por partes de mi padre: momentos familiares en El Quijote. En imprenta

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Carta abierta al ganador de las elecciones municipales de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 20/05/2019

 

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La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan hace un llamamiento a la despolitización de la cultura, lo que más le interesa a nuestra ciudad es mantener su arraigada tradición cervantina que ya viene de siglos

Alcázar de San Juan, 20-05-2019.-  Entrando en la recta final de la campaña electoral en la que todos los partidos políticos que concurren a las elecciones están echando el resto, la Sociedad Cervantina de Alcázar quiere enviarles a todos una carta abierta, especialmente al ganador de las elecciones para que tenga presente una serie de observaciones que –con el único interés de redundar en el beneficio cultural y turístico de nuestra ciudad-  quiere poner de manifiesto.

Lo primero que tiene que quedar muy claro es la necesidad de que la cultura esté despolitizada y que no se use como elemento de confrontación partidista. Una correcta política cultural que esté consensuada entre todas las fuerzas políticas no puede traer sino beneficios a la ciudad.

Nuestra ciudad es la cabecera natural de la Comarca del Quijote, autentica y única en el mundo comarca del Quijote, en la que sucedieron las aventuras del hidalgo universalmente famoso junto con su escudero Sancho. Por ello nuestra ciudad debe ser la puerta de entrada a la comarca (porque tiene suficiente infraestructura hotelera para ello) y lugar de acogida del inicio de una ruta bien organizada y bien documentada que recorra los lugares más emblemáticos de esta comarca, en la que estén incluidos los lugares que en el Quijote son mencionados directa o indirectamente: Puerto Lápice, El Toboso, Campo de Criptana, Quintanar, Argamasilla, Ruidera y la Cueva de Montesinos.

Nos consta que ya se está avanzando en integrar a nuestra ciudad en la Red de Ciudades Cervantinas, una propuesta a la que colaboró activamente a dar forma esta Sociedad y que es incuestionable para nuestra ciudad su pertenencia a la misma si queremos estar en el circuito cultural internacional establecido alrededor de Cervantes y su obra.

Es necesario mantener y acrecentar la tradición cervantina de siglos (desde el año 1746 en que el Bibliotecario Mayor del rey Felipe V, Blas Antonio de Nasarre y Férriz, encontró la partida de un  Miguel de Cervantes Saavedra que se bautizó en la Iglesia de Santa María el 9 de noviembre de 1558) que tiene nuestra ciudad y mostrar a los visitantes el inmenso museo cervantino que es Alcázar de San Juan.

Para ello hay que cuidar y restaurar el extraordinario patrimonio que la ciudad dispone, como son las azulejerías cervantinas, tanto la de la fonda y sala de espera de la estación –declarada Bien de Interés Cultural- como especialmente la del parque Cervantes que es única ya que contiene las aventuras de don Quijote desde el inicio de la novela hasta la muerte de Alonso Quijano en su propia cama. Sería muy recomendable la creación de talleres de cerámica que se encarguen de su mantenimiento y restauración permanente para conservar entre nuestros jóvenes el conocimiento y dominio de la técnica de la cuerda seca.

Para conseguir el objetivo de conservación de la tradición cervantina en Alcázar, es inaplazable que en el edificio de la antigua oficina de turismo se ponga en funcionamiento un Centro de Interpretación Cervantino en el que se acoja a los alumnos de los diferentes colegios de la ciudad –en primer lugar- y más adelante invitar a otros colegios del territorio nacional a que interpreten las aventuras de don Quijote y dejen un fondo documental de su paso por Alcázar que según avance el tiempo sería para la ciudad un patrimonio excepcional. Este centro estaría dotado del personal y los medios suficientes para hacerlo operativo y sería un magnífico lugar de recepción de visitantes y casa de cervantistas, donde podrían acogerse congresos, jornadas y todas las actividades relacionadas con Miguel de Cervantes y su obra.

Es por esto, que desde esta Sociedad cultural se han ofrecido nuestras propuestas a aquellos partidos políticos que nos han contactado para solicitar nuestra opinión y a quienes amable y diligentemente se las hemos trasmitido, porque nos sentimos firmemente comprometidos con la Cultura y la tradición cervantina de nuestra ciudad, por eso nos congratulamos de que la mayoría de ellos las hayan incorporado en sus programas electorales con sus matices propios.

Ese es el motivo de esta carta abierta, el de recordarles a todos y especialmente a quienes tengan la responsabilidad de gobernar y llevar el timón de nuestra ciudad en los próximos cuatro años, que tienen un campo abierto en el que trabajar por el bien de Alcázar de San Juan y en lo que se refiere a Cervantes y su obra ya hemos demostrado nuestra iniciativa, aunque aún tenemos otras ideas que desarrollar y nada nos gustaría más que colaborar cordialmente y hombro con hombro con el Consistorio para llevarlas a la práctica.

 

Juan Bautista Mata

Presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

El secretario del Gran Prior de San Juan, padre de la nieta de Cervantes. Una inscripción alcazareña

Fecha de Publicación: 02/05/2019

Una inscripción de 1618, existente en Alcázar de San Juan, sirve de base para recordar un episodio de la vida de Miguel de Cervantes

Alcázar de San Juan, 02-05-2019.-  En el lienzo norte, el orientado hacia la Plaza de Palacio, del Torreón del Gran Prior de Alcázar de San Juan  se conserva un documento epigráfico singular. Se trata de una inscripción en piedra que conmemora  el impulso constructivo del entonces Gran Prior de la Orden de San Juan, el Príncipe Emmanuel Filiberto de Saboya. Está situado bajo el escudo de los Austrias y sobre la ventana cuadrada de la planta baja.

Filiberto era miembro de la alta nobleza italiana, hijo del  duque de Saboya, era nieto tanto del viejo duque, de su mismo nombre, que ganó la batalla de San Quintín para España, como de Felipe II y, por tanto, sobrino de Felipe III.

La citada inscripción,  que aunque fácil de localizar, es hoy día muy difícil de leer por la altura a la que se encuentra y la erosión superficial que ha sufrido, dice así:  “Siendo rey de España el señor D. Felipe III, a los trece años del pontificado de Paulo V, siendo Gran Prior de San Juan el Príncipe D. Manuel Filiberto de Saboya, sobrino de Su Magestad, y Gobernador y Justicia mayor de estos Prioratos, por su Alteza, el Licenciado D. Alonso Leandro de Herrera y García, se añadió la torre que tiene ventanas acomodadas para pedreros”.

Filiberto no sólo entendió en la construcción de la Torre; también fue un Gran Prior que en su actividad en los Prioratos dejaba ver unos aires ilustrados. Amparó literatos y científicos; él mismo tradujo obras de historiadores  franceses. El Dr. Mira de Amescua escribió para él un poema laudatorio. También se le dedicaron libros de ámbito científico. Tuvo mucha actividad en el ámbito de la asistencia social en el Priorato, como en la atención a  niños expósitos. También estimuló  la canalización del Guadiana, así como autorizóla construcción del Corral de Comedias de Alcázary otros edificios públicos, como la cárcel del Partido y las paneras, en la Plaza Vieja de Alcázar.

Pero lo que nos interesa ahora, desde una óptica cervantina, es precisamente su Secretario: Juan de Urbina. Nacido en Miranda de Ebro, fue pronto secretario en la Casa de Saboya. Casó en Italia.  Filiberto, muy joven, pero ya nombrado Gran Prior,  lotrajo como secretario en su primera venida a España en 1603.  Pero, y aquí comienza la deriva biográfica de Juan de Urbina hacia la familia Cervantes, Filiberto en 1606 decide volver a Italia y se lleva consigo a su séquito, incluyendo la familia completa- mujer e hijos- de Juan de Urbina. Pero a éste le hace quedarse en España para velar por la gestión de sus intereses.

Juan de Urbina, en la Corte y ayuno del afecto de los suyos, lo busca precisamente en una joven casada –que pronto enviudaría- llamada Isabel de Cervantes, a quien compra en diciembre de 1606 un piso en la madrileña Red de San Luis, frente a la calle Jardines, muy cerca de su domicilio en la calle Tres Cruces. Fruto del amor nace una hija: Isabel Sanz (apellido del fallecido primer esposo de Isabel) y Saavedra.

Y de este nacimiento surge la necesidad de arreglar el porvenir de esta niña. Lo que hace intervenir al abuelo, Miguel de Cervantes, quien llega a un acuerdo con el padre, el secretario Juan de Urbina. Hombre poderoso con relación muy directa con la gran nobleza. En el marco de este acuerdo, en primer lugar, le buscan a Isabel un nuevo marido. Será Luis de Molina. Un hombre perfectamente conocedor del fondo, del trasfondo y de la superficie del asunto. Después, en agosto de 1608, se conciertan unas capitulaciones matrimoniales entre dos partes: De una Cervantes y Urbina, que actúan “in solidum” (Cervantes poniendo la cara y Urbina el dinero). Y de otra el futuro marido Luis. El acuerdo es que éste recibirá en concepto de dote (y por tanto como bien matrimonial)  la muy importante  cantidad  de 2000 ducados. (Cervantes había sido rescatado por 500; el sueldo del gobernador del priorato de San Juan eran 400 al año). Para asegurar la dote, Urbina hipoteca unos molinos que poseía en la manchega localidad de Tembleque. Además, Urbina nombra heredera de su casa de Red de San Luis, donde ubicó a su amante Isabel, a su hija Isabel Sanz Saavedra. Y la deja en usufructo a la madre.

El inicio de los prolongados pleitos que ocurrirán entre el matrimonio Isabel de Cervantes y Luis de Molina por una parte y por la otraJuan de Urbina y Cervantes se desencadenan cuando insospechadamente fallece a los dos años de edad la hija de Isabel y Urbina. Situación que éste aprovecha para intentar deshacer el acuerdo. Pero se encontrará con una firme y pertinaz oposición de la hija de Cervantes. Mujer decidida e inteligente que amasará una apreciable fortuna, la que al final de su vida veremos evidenciarse en su testamento.

En cambio, a Urbina no le irá bien en el desarrollo de una intensa sucesión de pleitos por la casa de Red de San Luis que él quiere recobrar y que Isabel no quiere ceder. Sólo diremos que se prolonga más allá de la vida de los protagonistas  y que serán sus herederos quienes los continuarán.

Juan de Urbina, como vimos, no figura en esta inscripción que se halla en el Torreón del Gran Prior. Pero su relación con Filiberto de Saboya era muy íntima: éste le llega a nombrar su testamentario. También encontramos el nombre de Juan de Urbina en la documentación del Archivo HistóricoMunicipal de Alcázar de San Juan. En distintas ocasiones el concejo de Alcázar se relaciona con él a efectos de la tramitación de documentos del concejo.

Este estudio fue realizado para la conferencia impartida en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan el 24 de abril de 2019 en el marco de las Jornadas de Vino y Bautismo Quervantino de 2019, con el fin de promover la puesta en valor de este elemento epigráfico notable, cuya contextualización nos ha llevado, desde Filiberto de Saboya, pasando por Juan de Urbina  e Isabel de Cervantes, a reseñar episodios de la biografía de Cervantes que sirven para entender la contextura vital del autor del Quijote.

 

Jesús Sánchez Sánchez

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Ateneo de Alcázar de San Juan

 

¿Qué quiere decir "de lanza en astillero"?

Fecha de Publicación: 30/04/2019

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La interpretación pertinente de “lanza en astillero”

No  ha muchas semanas que, viendo yo un partido de fútbol en la televisión, oí cómo el comentarista calificó de “inaudito” un gol de libre-directo ejecutado por un exquisito jugador argentino. El tal había lanzado maliciosamente el balón por debajo de la barrera y ajustado a la base del poste: no por arriba y al ángulo superior, como en él es habitual. Así que cuando oí “inaudito en él” pensé que el comentarista quiso decir “inédito en él”, y lo justifiqué diciéndome que a un exfutbolista no podía exigírsele el habla de un académico. Además, los hablantes de una lengua solemos hacer diabluras con ella, y en ocasiones el uso común sale vencedor frente a la etimología (para desesperación de los puristas).

Tras aquella reflexión decidí no echar mano de diccionarios: no seré yo quien ajusticie a aquel comentarista. ¿Cuántos de nosotros decimos “delante mío” en vez de “delante de mí”? En las lenguas vivas, la ley del uso común es implacable, y a ella finalmente han de someterse, por las buenas o por las malas, los diccionarios.  

A lo que vamos. En su artículo En Astillero (El País-Opinión-03/06/2016), en consideración de que “Del significado de una sola palabra depende la interpretación de fondo, literaria y filosófica, del Quijote, nuestro libro más importante”, Andrés Trapiello sostiene que cabe leer “lanza en astillero” como “lista para la acción, a punto”, supuestamente en línea con que aquel hidalgo de aldea “era a la sazón un caballero en astillero, o sea, a punto de serlo”, y se pregunta: “¿No le habría bastado con dejarla detrás de la puerta?”. Pues bien, esa interpretación es, además de inédita, inaudita.

¿Por qué leer en sentido figurado lo que tiene una lectura recta? El astillero (no de “astilla”, sino de “asta”) para una lanza es algo similar a lo que se emplea para los rifles de caza. Sin ir más lejos, yo tengo bien patente a la vista en mi despacho, junto a un acerado don Quijote made in Consuegra, un Winchester-1876 made in Menorca soportado por un simplicísimo astillero constituido por dos balas. ¿Acaso había de tenerlo en el fondo de un armario sepultado por los abrigos? Que un hijo-de-algo aldeano tenga una vieja lanza en su astillero, no “detrás de la puerta”, evidencia el melancólico y orgulloso recuerdo de los hechos de sus antecesores.

En su traducción del Quijote al castellano actual Andrés Trapiello había cambiado “lanza en astillero” por “ya olvidada”. Pero tras apoyarse en Covarrubias, Correas, Clemencín, Rodríguez Marín y otras autoridades sugiere leer “casi a punto”, “en capilla”, y remata con lo siguiente: “Incluso, por darle la razón a Rico (lo que más le gusta), en su lancera”.

¡Ah! ¡Claro que sí! Con menos consultas (y menos escrúpulos), la modestísima Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, en su adaptación Las Aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas, dice que don Quijote era “un hidalgo de los de lanza y escudo en la pared”. Y es que ya lo dijo aquél: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”.

¡Cómo somos los anotadores del Quijote! Bajo cada piedra pretendemos haber descubierto lo que a otros se escapó por superficiales. Bien decía Francisco Rodríguez Marín un siglo atrás, en su edición profusamente anotada: “Por lo que hace a las notas, cuido en ellas con mucho empeño de defender a Cervantes, no de sus enemigos, que ya no los tiene, sino de sus amigos: de los anotadores, que acá y allá quisieron enmendarle la plana, siendo así que sabían menos que él, o no conocían como él las costumbres y el habla de su tiempo”. Y quien esto escribe está tan lejos del pontificado, que admite su inclusión en el denostado paquete de “los anotadores”, como cada hijo de vecino y como el más pintado en esta historia.

 

Enrique Suárez Figaredo. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

La comida del Quijote en Motril

Fecha de Publicación: 28/04/2019

El pasado viernes 26 de abril, en Motril (Granada), organizado por el Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos, el cervantista alcazareño Luis Miguel Román Alhambra, socio fundador de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, impartió una conferencia sobre la comida en el Quijote, en el Palacio Ruiz de Castro de la localidad motrileña. La conferencia cerraba las Jornadas Cervantinas en Motril, abiertas el día anterior por el ensayista musical Juan Ángel Vela del Campo con su ponencia “La Música y el Quijote”.

Los protagonistas manchegos del Quijote comen. Esa comida sencilla que nos describe Cervantes, la misma que en todas las casas de la Mancha se hacía, ha sido la protagonista en la conferencia. Ollas, salpicones y fiambres, Duelos y Quebrantos, manos de ternera, legumbres, empedraos de tocino, bacalao y sardinas arenques, calderetas de cabrito, migas, empanadas y escabeches, queso de oveja, perdices y pichones, gazpachos y guisos de bodas, terminando con canutillos, flores y requesón con azúcar y canela, han sido algunos de los platos representados como su forma de elaboración en la Mancha, tanto en la época de Cervantes como ahora.

Esta conferencia ha sido la número ciento setenta que la Asociación Francisco Javier de Burgos de Motril ha organizado en su actividad Aula de Pensamiento en sus diez años de existencia. Actividad creada como espacio de encuentro en el que destacados expertos e investigadores analizan y exponen temas de diversa índole para posteriormente debatirlos con las numerosas personas que asisten a ella.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

Quijotegram: el Quijote en Instagram, el nuevo proyecto de la Sociedad Cervantina de Alcázar

Fecha de Publicación: 23/04/2019

Coincidiendo con el cuadringentésimo tercer aniversario de la muerte de Cervantes, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan pone en marcha el proyecto de hacer visible el Quijote en la red social Instagram.

Alcázar de San Juan, 23-04-2019.- La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan edita un nuevo Quijote, titulado QUIJOTEGRAM. Cumpliendo con el objetivo fundacional de fomentar la lectura de las obras de Miguel de Cervantes y especialmente el Quijote, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan pone en marcha el proyecto de hacer visible el Quijote en la red social Instagram.

La obra cervantina, traducida, versionada y adaptada a todos los géneros literarios, artes y personas, ahora estará disponible en esta red social, teniendo como base el gran recurso cervantino con el que cuenta la ciudad de Alcázar de San Juan en una antigua biblioteca pública al aire libre decorada con cerca de trescientos azulejos representando secuencialmente todas las escenas, tanto de la Primera Parte del Quijote de 1605, como de la Segunda Parte publicada en 1615.

Ya se pueden ver y leer los primeros azulejos en nuestro perfil sociedadcervantinaalcazar y diariamente se irán subiendo a la red el resto. Con este nuevo recurso cultural cervantino, inédito en el mundo, la Sociedad Cervantina alcazareña quiere mostrar un nuevo Quijote accesible a jóvenes que quieran ir familiarizándose con esta obra y, por qué no, engancharse a leer la obra original de Cervantes en sus dispositivos electrónicos, que también la Asociación pone gratuitamente a disposición en su página cervantesalcazar.com

Y si estos jóvenes que acceden por primera vez a la obra de Cervantes necesitan un Quijote más actualizado al lenguaje de hoy, con solo las aventuras de don Quijote y Sancho Panza, también tienen disponible gratuitamente Las aventuras de don Quijote de la Mancha, nunca así contadas, una edición propia de la Sociedad Cervantina.

El responsable de esta nueva edición es uno de los socios fundadores de la Sociedad Cervantina y el más activo en redes sociales, Constantino López, que ha fotografiado, estudiado y catalogado cada uno de los 288 azulejos de este Quijote. Se trata de una bella serie de azulejos realizados con la técnica de la cuerda seca, en formato de 15 x 15 cm. Fueron colocados en el Parque Cervantes de Alcázar a principios del siglo XXI por la Escuela Taller Municipal creada a este efecto para sustituir los azulejos originales de la fábrica trianera Ramos Rejano colocados hace cerca de 100 años y que se habían deteriorado por el paso del tiempo y por estar a la intemperie. Están muy trabajados, siendo un magnífico ejemplo de aplicación de esta técnica y a nuestro juicio resultan muy bonitos, con colores vivos y con un altísimo nivel de detalle. Cada azulejo representa una escena del Quijote en orden secuencial que relata de forma gráfica toda la novela de principio a fin. Nosotros los vamos a interpretar añadiendo un breve texto de la novela que es justamente el que corresponde a cada pasaje.

El número total de azulejos es de 288. A la Primera Parte del Quijote corresponden 179 azulejos, mientras que los restantes, 109 corresponden a la Segunda Parte. Además de los azulejos de la serie principal hay colocados también ocho esquineros, dos por banco, que son grupos de azulejos que forman imágenes alusivas a diferentes pasajes de la obra y que además de estar colocados perfectamente como punto de unión en las series de azulejos, ofrecen escenas muy bellas del Quijote.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Currito Martínez "El Petardo" nos regala un dibujo especial para la Sociedad

Fecha de Publicación: 14/04/2019

Dibujo de Currito Martínez con la última palabra del Quijote

 

BARCINO Y BUTRÓN, LOS PERROS DEL QUINTANAR Y OTROS CÁNIDOS EN LA OBRA DE CERVANTES

Fecha de Publicación: 12/04/2019

ZACARÍAS LÓPEZ–BARRAJÓN BARRIOS

zacabarrios@telefonica.net

Académico correspondiente por Quintanar de la Orden (Toledo), Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo

Tussell

Dibujo de Tussell para ilustrar el Quijote. Tomado de QBI, Quijote Banco de Imágenes (http://qbi2005.windows.cervantesvirtual.com/)

 

Resumen: Muchos han sido los aspectos que se han investigado en torno a Cervantes y su obra, con este trabajo queremos rendir homenaje a los perros destinados al pastoreo y originarios del Quintanar (hoy Quintanar de la Orden, villa cervantina por méritos propios) Barcino y Butrón, que aparecen mencionados en el capítulo setenta y tres de la segunda parte del Quijote y por ende al resto de cánidos que aparecen en distintas obras cervantinas. Nos remontaremos en la historia a la existencia del perro y su funcionalidad, hasta la vigencia de su trabajo, que está abocado a desaparecer.

Palabras clave: Barcino, Butrón, cánidos, Quintanar, Cervantes.

Abstract: With this work we want to pay tribute to the dogs destined for shepherding and originally from the Quintanar (now Quintanar de la Orden, Cervantina villa by its own merits) Barcino and Butrón, that appear mentioned in the chapter seventy and three of the second part of the Quijote and therefore to the rest of canids that appear in different works of Cervantes. We will go back in history to the existence of dog and their functionality, until the validity of their work, which is doomed to disappear.

Keywords: Barcino, Butrón, dogs, Quintanar, Cervantes.

 

  1. EL PERRO Y SUS FUNCIONES, ORIGEN Y VIGENCIA

La aparición del perro en la historia se empareja a la existencia del hombre, cumpliendo numerosas tareas como: cazador, pastor, animal doméstico, etc.; de ello nos dan buena cuenta la arqueología, el arte y la escritura. Así, recientemente hemos conocido la existencia de una tumba canina en Alcacer do Sal, que investigadores hispano–lusos han clasificado como de tipo ritual–afectivo/ceremonial y que representa el hallazgo más antiguos en el sur de Europa con una antigüedad de 8000 años a de C1.

En el antiguo Egipto conocemos al dios Anubis, que tenía cuerpo de perro y cabeza de chacal; entre la población era considerado un animal sagrado y si fallecía se guarda luto rapándose sus amos la cabeza2. La civilización griega también tenía presente al perro en su mitología, como el caso del perro que el dios Plutón mandó vigilar los infiernos: el can–Cerbero. También Homero en su Odisea pone de relieve la fidelidad del Argos, el perro de Ulises, al identificar a su amo cuando vuelve a su patria3. En la antigua Roma también se empleaban los perros en distintos cometidos: guardianes de los templos, peleas del circo, en la guerra, en cacerías y como animales domésticos/de compañía donde los patricios competían por poseer los más valiosos4.

Ya en época medieval, en una sociedad eminentemente agraria, la posesión de animales tenía un gran valor, aunque la recomendación de la iglesia de no tener animales hace que haya poca información sobre los mismos5, pues era solo la nobleza la que los podía tener, dedicándolos a la caza y sirviéndoles como símbolo de prestigio. También la iglesia se ayudó del perro para la representación iconográfica de sus Santos, como San Roque; y a finales de esta época aumentó su papel como animales de compañía siendo el perro faldero su gran aportación, eran animales de pequeño tamaño que las damas y los niños podían tener en su regazo6.  En esta época (1350 y 1380) también se escriben tratados, la mayoría de origen francés a excepción del Libro de la cetrería de Federico II Hohenstaufen (rey de Sicilia en los s. XII–XIII), que se refieren al perro en sus funciones como cazador. Tal es caso del dedicado a la caza por Gastón III, Conde de Foix que entre 1387–1389 dicta a un escriba, recogiendo sus experiencia y enseñanzas sobre su gran pasión: la caza. Tuvo muchísimo éxito en la época a tenor de las copias manuscritas que se realizaron del mismo7; incluía consejos sobre la naturaleza del lebrel, mastín, perdiguero o alano, etc. No hay que olvidar que de similares características encontramos en Castilla el Libro de la caza del infante don Juan Manuel (escrito a partir de 1329), que aunque incompleto aborda en cinco capítulos distintos aspectos de este arte de reyes y nobles. Divide la obra en tres partes: cetrería, geografía cetrera y montería, presentando de manera teórica y práctica el arte de la cetrería y las diferentes formas de caza8.

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Más importante que el anterior sería el Libro de la montería de Alfonso XI (al menos inspirada y corregida por él), que continuando la gran labor cultural de su abuelo, Alfonso X “el Sabio”, quien ya en sus Partidas (1251–1265) recomendó la caza y la cetrería como actividades más adecuadas para reyes y nobles, aunque en Las cantigas de Santa María (segunda mitad del siglo XIII) tachaba esta actividad como vicio de los hombres. Así, se describen en la obra parajes y montes, diserta sobre la caza mayor, describiendo castas de perros que se empleaban en las monterías etc. (Fig. 1)9.  Se imprime por primera vez en Sevilla, en el año 1582 y es comentado por Gonzalo Argote de Molina, que cuenta como el Rey reúne a sus monteros para que les transmitan sus conocimientos de caza y los montes del reino donde se desarrollaba10. La obra se divide en tres libros con numerosos capítulos cada uno; el primero versa sobre los monteros y concede especial atención a los perros: cómo formarlos para que sean buenos y sus clases; el segundo trata sobre las heridas que reciben los perros de los animales fieros y de cómo curar estas; el libro tercero describe los montes del reino aptos para la caza11.

Será a comienzos del Humanismo cuando aparezcan los primeros tratados de agricultura como el de Alonso de Herrera (1513), realizado por encargo del Cardenal Cisneros con la finalidad de mejorar las técnicas agrícolas. La dificultad del trabajo era grande, ya que suponía el primer tratado de esta índole que se escribía en castellano y estaba destinado, como la mayoría de estas obras, a ser leído por los propietarios de la tierra y no por los pequeños campesinos, lo que le confería un carácter didáctico. Su éxito fue notable ya que en vida del autor se llegaron a imprimir seis ediciones, otras seis más tras su fallecimiento y las que vinieron en siglos posteriores siendo referencia obligada en las publicaciones que surgieron sobre el tema. La obra se dispone en seis libros que tratan una serie variadísima de temas relacionados con la agricultura y ganadería; así en el libro quinto encontramos sendos capítulos (XI y XII) dedicados a los pastores y a los perros; en este último habla d los necesarios qué son, cuáles son los mejores para cada uso (ganado, casa, etc.) y qué condiciones deben tener, qué deben comer, cómo deben encastarse, cuáles son sus enfermedades y cómo curarlas12.

Ya en pleno Renacimiento los animales son considerados indispensables por la corte y la pintura se encargará de corroborarlo plasmando los perros en distintas situaciones ya comentadas (cazando, en el palacio, en la casa, etc.), una de las obras que mejor ilustra esta idea es el curioso retrato de Doña Juana de Lunar, cuidadora de los perros de la Infanta Isabel Clara Eugenia, que aparece en una habitación rodeada de nada menos que cuarenta y dos ejemplares de perro, donde cada uno lleva inscrito su nombre en la parte inferior13 (Fig. 2).

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La tenencia de animales fue asentándose como costumbre en las siguientes centurias, siglos XVII-XVIII, aunque parece ser que la idea de poseer perros como animales de compañía es de época victoriana (siglo XIX), cuando la sociedad ya no percibe amenaza en los animales debido al amplio conocimiento que se tenía de estos, que hasta posibilitó el origen de nuevas razas; esos sí, siempre reservado este disfrute de animales de compañía a las clases medias y altas. A partir de aquí, la presencia del perro, y todo lo que le rodea, en la vida del hombre ha sido mucho mayor. No podíamos dejar pasar la ocasión de encontrarnos viviendo en el año del perro para la cultura china, que da una especial notoriedad a este animal, ya que algún emperador japonés del siglo XVIII nació bajo este signo y se le tiene en alta estima sobre los demás animales del zodiaco, propiciando su protección mediante legislación específica con quien atentase contra ellos14.

 

  1. LOS CÁNIDOS EN LA OBRA DE CERVANTES

Indudablemente la obra de Miguel de Cervantes está salpicada de alusiones a numerosos cánidos como fiel compañero del hombre en distintas situaciones y trabajos (Fig. 3), además, por si esto fuera poco, dos perros protagonizan una de sus novelas ejemplares más populares, como a continuación veremos. En La Galatea (1585), primera novela de Cervantes de tema pastoril no podían faltar las alusiones al perro tratándose de este oficio y en el primer libro dice15”… mi perro Gavilán con el Manchador…”; también dice16“…cuando las pastoras sintieron grandísimo estruendo de voces de pastores y ladridos de perros, que fue causa para que dejasen la comenzada plática y se parasen a mirar por entre las ramas lo que era. Y así, vieron que por un verde llano que a su mano derecha estaba, atravesaban una multitud de perros, los cuales venían siguiendo una temerosa liebre, que a toda furia a las espesas matas venía a guarecerse. Y no tardó mucho que por el mismo lugar donde las pastoras estaban la vieron entrar e irse derecha al lado de Galatea; y allí, vencida del cansancio de la larga carrera y casi como segura del cercano peligro, se dejó caer en el suelo con tan cansado aliento que parecía que faltaba poco para dar el espíritu. Los perros, por el olor y rastro, la siguieron hasta entrar donde estaban las pastoras; más Galatea, tomando la temerosa liebre en los brazos, estorbó su vengativo intento a los codiciosos perros, por parecerle no ser bien si dejaba de defender a quien de ella había querido valerse. De allí a poco llegaron algunos pastores, que en seguimiento de los perros y de la liebre venían, entre los cuales venía el padre de Galatea…”. En el segundo libro de la obra dice17 “…que de todos llevaban el saco aquellos descreídos perros…”. Y en el cuarto libro de la misma dice18“… que luego conocieron ser cazadores en el hábito y en los halcones y perros que llevaban…”.En las Novelas ejemplares (1590–1612), relatos cortos con carácter didáctico y moralizante también aparece citado el perro. En la Gitanilla se relata la historia de una muchacha gitana que luego resulta ser de origen noble y hay hasta siete referencias al perro, de las que ponemos un ejemplo19:  “…Sucedió, pues, que, teniendo el aduar entre unas encinas, algo apartado del camino real, oyeron una noche, casi a la mitad de ella, ladrar sus perros…”. En el licenciado Vidriera, se dice20“…La caza de liebres dijo que era muy gustosa, y más cuando se cazaba con galgos prestados…”. En el Casamiento engañoso se narra la historia de un engaño de una meretriz a un militar y hay hasta once referencias al perro, veamos un ejemplo21“… con ir allí con tanta mansedumbre que más parecen corderos que perros…” y “…vi con mis ojos a estos dos perros, que el uno se llama Cipión y el otro Berganza…”. Esta novela se dice que es la introductoria del Coloquio de los perros o Novela y coloquio, que pasó entre Cipión y Berganza, perros del Hospital de la Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid, fuera de la puerta del Campo, a quien comúnmente llaman “Los perros de Mahudes”. Entre las dos pudieron formar una sola composición y en ella aparecen como personajes principales los perros, que el protagonista del casamiento engañoso nombra y que en su proceso febril y delirante cree ver dialogando por las noches de sus azarosas vidas, recorriendo distintos lugares (Sevilla, Montilla, Granada y Valladolid) y sirviendo a distintos amos (un carnicero, un mercader, gitanos, un morisco, etc.). Aunque toda la obra está salpicada de referencias a los perros, pongamos algún ejemplo22“…pareciéndome ser propio y natural oficio de los perros guardar ganado…”.

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En el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605) aparece mencionado un galgo en el primer capítulo de la obra23, describiendo al protagonista como un hidalgo de segunda con los gustos de esa clase social y “amigo dela caza”24, que es para lo que se usan ese tipo de perros, que si hoy día se acostumbra a decir que se parecen a sus dueños, no buscó mejor ejemplo su autor. A partir de ahí las referencias son constantes: en el capítulo XXIII andan nuestros protagonistas por Sierra Morena y dice25 “…hallaron en un arroyo, caída, muerta y medio comida de perros y picada de grajos, una mula ensillada y enfrenada…” haciendo alusión a los ejemplares hambrientos (con o sin dueño) que por campos y montes comen lo que pueden. En el capítulo XLI, donde todavía prosigue el suceso del cautivo, dice26“…Oh infame moza y mal aconsejada muchacha! ¿Adónde vas, ciega y desatinada, en poder destos perros, naturales enemigos nuestros?…”. En el capítulo LII, donde tuvo Don Quijote el episodio del cabrero y el malogrado encuentro con los disciplinantes dice27“…Reventaban de risa el canónigo y el cura, saltaban los cuadrilleros de gozo, zuzaban los unos y los otros, como hacen a los perros cuando en pendencia están trabados…”. Sin olvidar en este libro primero que en muchas de las partes que entran en acción los pastores, ahí se suele citar al animal, ya que era muy frecuente el uso de perros en sus labores.

En el ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615) también hallamos referencia a perros, como en el en el capítulo IX dice28“…No se oía en todo el lugar sino ladridos de perros…” se refiere a la entrada de Don Quijote y Sancho en El Toboso y como rompían el silencio los ladridos de los perros en las casa y corrales, posiblemente de agricultores y ganaderos como pueblo de tradición agropecuaria. En el mismo capítulo, unas líneas más adelante dice: “…podría ser que en algún rincón topase con ese alcázar, que le vea yo comido de perros, que así nos trae corridos y asendereados…”. En el capítulo XII, en la aventura con el caballero de los Espejos dice29“…Y no le parezca a alguno que anduvo el autor algo fuera de camino en haber comparado la amistad de estos animales a la de los hombres; que de las bestias han recibido muchos advertimientos los hombres y aprendido muchas cosas de importancia, como son: de las cigüeñas, el cristel; de los perros, el vómito y el agradecimiento; de las grullas, la vigilancia; de las hormigas, la providencia; de los elefantes, la honestidad, y la lealtad, del caballo…”. En el capítulo XXV, que trata de la aventura del rebuzno del titiritero dice: “…y cuántos y de qué color serían los perrosque pariese. A lo que el señor judiciario, después de haber alzado la figura, respondió que la perrica se empreñaría, y pariría tres perricos, el uno verde, el otro encarnado y el otro de mezcla, con tal condición que la tal perra se cubriese entre las once y doce del día, o de la noche…”. En el famoso capítulo XXXIV del desencantamiento de Dulcinea dice30“…de manera que unos a otros no podían oírse, así por el ladrido de los perros como por el son de las bocinas…” y también “cuando, acosado de los perros y seguido de los cazadores…”. En el capítulo LXXIV, antes de fallecer Don Quijote, el bachiller Sansón Carrasco, para animarle dice que ha comprado dos perros a un ganadero de Quintanar: Barcino y Butrón, de ellos trataremos más adelante y dice31“dos famosos perros para guardar el ganado…”.

En su última novela los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617) en el capítulo XVIII del primer libro dice32“…y andan en manadas por los campos y por los montes, ladrando ya como perros, o ya aullando como lobos…” y en el capítulo VIII del segundo libro dice33“…pensando que me mordían las faldas los perros…”. Por último nombrar alguna referencia al perro en su producción teatral; en Viaje del Parnaso34 (1614) se alude a los cánido dos veces. En las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados35 (1615), se cita al perro en: el gallardo español(hasta diez y ocho veces); en la casa de los celos y selvas de Ardenia (una vez); en los baños de Argel (se cita quince veces como adjetivo despectivo hacia los cautivos); en la gran sultana doña Catalina de Oviedo (seis veces como adjetivo despectivo a la persona); en Pedro de Urdemalas(una vez). En los entremeses aparece una vez citado el perro en: la elección de los alcaldes de Daganzo, la guarda cuidadosa, la cueva de Salamanca y el viejo celoso; mientras que se alude dos veces al perro en el vizcaíno fingido. También se cita una vez en la Numancia o el cerco de Numancia36 (1585) y dos veces como adjetivo despectivo en el trato de Argel (1582), luego refundida en los baños de Argel37. Hasta aquí algunas de las muchas referencias a los perros en las obras de Cervantes que cómo veis son citados en general, sin especificar apenas nombres (excepto en la elección de los alcaldes de Daganzo que cita Alba38), raza (excepto en el galgo que poseía don Quijote39 y la alusión a la caza con galgos en el licenciado Vidriera40), y hablando de su peripecias como pastores –en el Quijote y la Galatea– o como término despreciativo hacia los hombres. Mención aparte merecen los protagonistas del coloquio de los perros, que en sus diálogos, ejecutan una verdadera crítica social con tintes de picaresca.

Cabe mencionar también las obras del siglo XX, que continúan la historia de don Quijote –vivo o muerto– como las de Camón Aznar, Andrés Trapiello, etc., en las que vemos como los autores nos presentan un Quijote dedicado al pastoreo que usa, junto con su escudero, los nombres de Quijotiz y Pancino, y se lanzan a vivir aventuras pastoriles41.

 

  1. BARCINO Y BUTRÓN, LOS PERROS DEL QUINTANAR

Para el último lugar hemos dejado este apartado que trata de los perros que aparecen en el capítulo 74 de la segunda parte del Quijote42“…y que ya tenía comprados de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino y el otro Butrón, que se los había vendido un ganadero del Quintanar…” Como ya sabrán, la localidad a la que se refiere es Quintanar de la Orden, en la actual provincia de Toledo, que también aparece citada en el capítulo IV de la primera parte cuando un labrador, Juan Haldudo, está castigando a su criado (zagal), Andrés (Andresillo), por haber perdido parte del ganado (ovejas)43. En ambas referencias existe la interesante coincidencia de que se alude al tema de la ganadería, pues en la escena de Andrés a su amo se le identifica como labrador, aunque al mozo se le castiga por perder algunas cabezas de ganado (ovejas), por lo que la dedicación de Juan Haldudo su dedicación sería la explotación agropecuaria. Mientras que en el caso de los perros mencionados en el último capítulo se explicita, que su destino iba a ser el pastoreo, ya que los habían comprado a un ganadero de Quintanar y además tenían fama por algo, quizás porque sus dueños los criaban muy bien para el desempeño de su labor.

Volvamos a los perros, Barcino y Butrón, pues en algunas ediciones anotadas aparece una breve descripción de los mismos, diciendo que sus nombres son usuales para perros, teniendo Barcino el pelo canela y blanco, mezclados (muy parecido a la definición de la RAE: dicho de ciertos animales, especialmente de perros, toros y vacas: de pelo blanco y pardo, y a veces rojizo); y Butrón sería de color leonado, como el buitre44. En cuanto a la significación de estos nombres se han barajado algunas teorías como la que pudieran referirse a Lutero y Calvino: combinando los nombres de sus letras y por el comportamiento del bachiller Sansón Carrasco como un pastor protestantes45. También pudiera ser que Barcino fuera Barcelona (denominada así en época romana) y Butrón podría ser una oquedad hecha en el suelo para ventilar las cuevas del vino o relacionarlo con el termino Bruto–?–; sea como fuere lo que si es cierto que el nombre de Barcino ya lo usa Cervantes en el coloquio de los perros donde dice46“…Y, asimismo, me puso nombre, y me llamó Barcino…” y “…¡al lobo, Barcino!…”, recurso este frecuentemente usado por el autor, puesto que en la misma novela cita a otro personaje que nos suena: Monipodio del que dice47:  “…a quien llamaban Monipodio, era encubridor de ladrones y pala de rufianes…”.

Sin duda se está refiriendo a dos ejemplares del tipo carea, perro definido como obediente, intuitivo, pequeño, pequeño pero bien proporcionado (1,5 m. de alto y unos 12–18 kg. de peso), dotado para el trato con el ganado y también buen cazador48. Son usados como ayuda por los pastores manchegos y de otros territorios; servían para conducir el ganador y ayudar al pastor a recogerlo, agruparlo, etc., para ello se les colocaba un cascabel que advirtiese de su presencia al rebaño. Otros canes que se empleaban en estas tareas eran los mastines (para la defensa de los lobos y otras alimañas, se les colocaba en el cuello un collar de clavos o carlancas), alanos y otros ejemplares sin raza definida; lo importante es que estos procedieran de buenos ancestros (y tuviera el pelo largo y siete uñas en las patas traseras49) pues había más posibilidades de que desempeñaran bien su oficio para el que el pastor llevaba de tres a cinco ejemplares, ya que si no servían el pastor los echaba de su lado y si, por el contrario, eran demasiados fieros con el ganado se los sacrificaba. La importancia de los perros ha sido destacada por numerosos tratados como ya vimos en la Edad media, pero en épocas posteriores también encontramos obras que ponen de manifiesto la trascendencia de estos animales en sus trabajos: la obra de Daubenton50 nos desgrana en su segundo capítulo (Perros y lobos) numerosos aspectos relacionados con la enseñanza de estos, las mejores razas para el pastoreo, etc. Estas ideas también las recoge Manuel del Río51: utilidad de los perros, número necesario, higiene y medicina de los mismos (quitarles el moquillo), etc.

La vida pastoril se remonta al principio de los tiempos aunque será en la Edad Media donde hay un gran desarrollo, es Castilla constituyó uno de los recursos más importantes de la corona, pues con el comercio de la lana se obtenían importantes beneficios. De la gestión de esa actividad se encargaba el Honrado Concejo de la Mesta (La Mesta, creada hacia 1270), una institución que agrupaba a ganaderos (pastores) castellanos defendiendo sus intereses, velando por el cumplimiento de las normas o fueros que la regían52 y vertebrando la actividad de la trashumancia a través de cañadas, cordeles, caminos y veredas. Dentro de la Mesta existían ordenanzas para la protección de los perros contra el maltrato de sus amos, que si las transgredían podían ser sancionados con una multa en dinero o en ovejas.

En la Mancha el tipo de ganado que se daba era, mayoritariamente, el ovino que se extendía por los territorios de la orden de Santiago, en el caso de Quintanar, cohesionado por algunas de las cañadas que por él pasaban: Real de Cuenca, Real Soriana oriental, Real de Alcázar, Cordel de los Serranos y numerosas veredas locales53 por las que aún se pastorea (Fig. 4).

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  1. CONCLUSIONES

Hemos querido que el lector aprecie la estrecha relación del hombre con el perro desde los albores de la humanidad –quizás por su fidelidad– y como distintas disciplinas: la arqueología, el arte y la escritura se han encargado de dejarnos abundante información y representación de los perros en las numerosas situaciones en los que se les ha empleado: la caza, el pastoreo, la guerra, la vigilancia y como animal doméstico de compañía.

La obra cervantina no está exenta de la aparición de este animal en distintas situaciones, aunque la que destaca por encima de las demás es su empleo como perro pastor del ganado –buen ejemplo son Barcino y Butrón– de los que hemos ahondado en su villa y en su oficio, extendido por toda La Mancha y España entera; sin olvidar la magnífica personificación de estos animales en el coloquio de los perros donde se pone de manifiesto como la vida pastoril no es tan idílica como se nos muestra en las novelas donde sus personajes cantan, bailan, se enamoran, etc., sino que pasan mil penurias.

Este trabajo pretende ser un homenaje a los pastores y sus fieles compañeros los perros en general, usando como pretexto la presencia de dos ejemplares quintanareños para pastorear en la inmortal obra de cervantes: el ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha.

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Notas

1          https://rescateanimalmx.wordpress.com/2011/07/07/una–sepultura–prehistorica–revela–la– antiguedad–del–carino–a–los–perros/.EFE.

2          Gerzovich Lis, C. Nuestro perro: uno más en la familia, Planeta, 1998.Barcelona, p. 3.

3          Ibid.

4          Ibid.

5          Ibid.

6          Morales Muñiz, D.C. “De perros, mangostas y papagayos: animales de compañía en los tiempos medievales” en Medieval Animal Data–Network. Multidisciplinaryresearchon medievalanimals, 25 de mayo 2015. https://mad.hypotheses.org/546.

7          Avril, F. (lectura de Gustave Fauvert), “Ars Venatoria: El Livre de chasse de GastonFébus” en FMR, nº 74, 2003, pp. 54-80.

8          Fradejas, J.M y Calero, F., D. Juan Manuel. Libro de la caza (edición facsímil de Guillermo Blázquez), Madrid, 1998, pp. 18–30.

9          Argote de Molina, G., Libro de la monteria que mando escrevir el muy alto y muy poderoso Rey Don Alonso de Castilla y de León, último de este nombre, Sevilla, 1582, p. 25.

10        López Serrano, M., Libro de la montería del Rey de Castilla Alfonso XI, Editorial Patrimonio Nacional, 1987, pp. 18–19.

11        Ibid., p. 20

12        De Herrera Alonso, G., Agricultura general, (edición de Eloy Terrón), Ministerio de Agricultura, 1996, Madrid, pp. 347-350.

13        Morales Padrón, R., “Los perros en la pintura”, en Laboratorio de arte, 5, 1992, p. 266.

14        Ibid. Notas 1 a 5.

15        Cervantes, M., La Galatea, Edición conmemorativa IV centenario del Quijote, Aneto, Zaragoza, 2005, p. 18.

16        Ibid., p. 45.

17        Ibid., p. 78.

18        Ibid., p. 5.

19        Cervantes, M., Novelas ejemplares, (Prólogo–notas de Francisco Alonso), nº 144, EDAF, Madrid, 1986, pp. 88–89.

20        Ibid., pp. 484–486.

21        Ibid., pp. 262.

22        Ibid., p. 496.

23        Cervantes, M. Don Quijote de la Mancha, edición de Castilla La Mancha, (al cuidado de Francisco Rico), JJ.CC. CLM, Toledo, 2005, p. 27.

24        Ibid., p. 28.

25        Ibid., p. 217.

26        Ibid., p. 432.

27        Ibid., pp. 522–523.

28        Ibid., p. 609.

29        Ibid., p. 633.

30        Ibid., p. 743.

31        Ibid., p. 1099.

32        Cervantes, M., Los trabajos de Persiles y Sigismunda, Espasa, Madrid, 1968, p. 73.

33        Ibid., p. 120.

34        Viaje del Parnaso y otras poesías, Penguin Clásicos, Barcelona, 2015.

35        Ocho comedias y ocho entremeses nuevos. Nunca representados, RAE, Madrid, 1984.

36        El trato de Argel y la Numancia. Aneto, Zaragoza, 2005.

37        Ibid.

38        Ibid., nota 34, p. 131.

39        Ibid., nota 23.

40        Ibid., nota 21.

41        Camón Aznar, J., El pastor Quijótiz, Espasa Calpe, Colección Austral, nº 1480, 1969, Madrid, pp. 13–27.

42        Ibid., nota 31.

43        Cervantes, M., Don Quijote de la Mancha, edición de Castilla La Mancha, (al cuidado de Francisco Rico), JJ.CC CLM, Toledo, 2005, pp. 48–51.

44        Ibid., p. 1099.

45        Alarcón Correa, J., El Quijote, Cervantes y Avellaneda, ediciones AACHE, Guadalajara, 2015, p. 184.

46        Ibid nota 19, p. 496.

47        Ibid nota 19, p. 518.

48        Pérez Fernández–Carnicero, A., La ganadería en Lillo, edición del autor, 2015, Lillo (Toledo), p. 108.

49        Elías Pastor, L.V. y Muntión C., Los pastores de Cameros, Gobierno de la Rioja y Ministerio de agricultura, pesca y alimentación. 1989, Logroño, p. 109.

50        Daubenton Louis, J.M., Instrucción para pastores y ganaderos (traducida por don Francisco Gonzalez…), 1798, Imprenta Real, por D. Pedro Pereyra, Madrid, pp. 18–33.

51        Del Río, M., Vida pastoril, Edición facsímil de Maxtor, Valladolid, 1978, pp. 3, 4, 24.

52        VV.AA. (Coords. ANES, G y GARCÍA SANZ, A.), Mesta, trashumancia y vida pastoril, I+P, Madrid, 1994, p.207.

53        VV.AA. Apuntes sobre trashumancia y pastoreo. Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, 2005, Toledo, pp. 29, 126, 159, 160, 163, 165.

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LA AGRICULTURA EN EL INGENIOSO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Fecha de Publicación: 11/04/2019

mo

Marciano Ortega. Sociedad Cervantina de Alcázar

Coincidiendo con la luz pública de este número de la Encina en el mes de abril, el mes de las letras en el que recordamos el aniversario del fallecimiento de dos gigantes de la
Literatura Universal : Miguel de Cervantes y William Shakespeare; el mes del libro, el mes por antonomasia del recuerdo y revivir la obra cervantina, desarrollándose por todo el territorio español actividades y homenajes a las obras literarias y en especial a Cervantes, por ende este artículo es sumarse, acercarse a este mes de alma cervantina.

Nuestra obra literaria más universal nos hace una magnífica descripción de la agricultura y ganadería de principios del siglo XVI hasta como la conocieron nuestros padres y antepasados. La obra del “El Ingenioso Don Quijote de la Mancha” toda ella es una verdadera enciclopedia de múltiples materias y una de ellas es la descripción de la vida agrícola.

Al comienzo nos acerca a la medida de superficie agrícola más común en Castilla, la
fanega: “vendió muchas hanegadas de tierra de sembradura para comprar libros de
caballerías en que leer” (Don Quijote I, 2) esta medida de la fanega tiene diferencias de unas localidades a otras pero ha perdurado hasta hoy que nuestros mayores la siguen manteniendo como referencia, y nos describe la dimensión de la hacienda en el concepto de no alcanza a más de “cuatro cepas y dos yugadas(1) de tierra”, (Cervantes, II, II); aquí nos encontramos la superficie de Alonso Quijano que en secano serían 64 has de cereal es una explotación importante para una casa de labor, aunque el viñedo es poco representativo según la expresión utilizada; estaba en aquella época entre ser hijodalgo, el que tiene bienes propios con que mantenerse o caballero el que sus bienes le permitían mantener un caballo y servir con él en la guerra.

En otro pasaje hablando de la sabiduría de Crisóstomo, se señala como aconsejaba
sobre el modo de la siembre a su padre y a sus amigos: “(…) sembrad este año cebada, no
trigo; en éste podéis sembrar garbanzos y no cebada; el que viene será de guilla de aceite; los tres siguientes no se cogerá gota” (Don Quijote I, XII). Esta sabiduría es una aplicación agrícola, es la técnica de rotación de cultivos para aumentar la producción, extrayendo el máximo rendimiento a la tierra.

Dentro de la rotación de cultivos, del descanso obligado de la tierra manchega nos la
señala Sancho la práctica del barbecho para recuperar la tierra y mejorar el rendimiento de las siembras anuales: “Sé decir que se puso un día encima del campanario del aldea a llamar unos zagales suyos que andaban en un barbecho de su padre…”. (Don Quijote I, XXV).

Otra labor con un gran peso en Castilla durante el verano es la recolección de los
cereales, que aparece reflejada en el pasaje que Sancho, molido por el manteo, suplica a su señor: “… el volvernos a nuestro lugar, ahora que es tiempo de la siega…” (Don Quijote I, XVIII) la aventura se desarrolla entre junio y julio, y el escudero quiere regresar a segar a su aldea.

La época de la siega tiene una gran dimensión en la vida económica y social en España
y por ende en La Mancha, no solamente en los tiempos de Cervantes sino hasta 1950 con la aparición de la segadores, los conocidos como braceros que iban en busca del jornal de pueblo en pueblo, desde el Sur, en Andalucía comenzando la siega en mayo, hasta el Norte, para  acabar en el mes de agosto, y así nos lo refleja Sancho que así se desplazaba de su aldea a segar a otra población:

“A menos de la mitad pararé, si Dios fuere servido —respondió Sancho—. Y, así, digo
que llegando el tal labrador a casa del dicho hidalgo convidador, que buen poso haya su ánima, que ya es muerto, y por más señas dicen que hizo una muerte de un ángel, que yo no me hallé presente, que había ido por aquel tiempo a segar a Tembleque…” (Don Quijote II, 31).

Una pequeña referencia a la molienda de los cereales se describe en el siguiente
pasaje “acertó a pasar por allí un labrador de su mesmo lugar y vecino suyo, que venía de llevar una carga de trigo al molino”, (Don Quijote I, 5); aparte de desplazarse a la molienda el narrador del Quijote nos habla de la profesión de labrador, aquel que cultiva y vive de su propia explotación agrícola.

A lo largo de máxima obra cervantina también se hace referencia al otro gran
monocultivo de La Mancha: la vid que está presente como aparece en episodio de la Ínsula Barataria, cuando Sancho abdica de Gobernador : “Mejor se me entiende a mi de arar y cavar, podar y ensarmentar las viñas, que de dar leyes ni de defender provincias ni reinos” (Don Quijote II, 53), nos describe las labores fundamentales de la viña que siguen en la actualidad realizando, una única frase dónde Sancho describe, excepto la vendimia, la viticultura durante todo el año de la vid.

El fruto del racimo de la uva, el vino después de la mágica transformación, está
presente en toda la obra, siendo una de las máximas expresiones la relación de Sancho con su bota de vino, en las celebraciones como las bodas de Camacho, la aventura con los odres de vino, en el bálsamo de Fierabrás…, la relación de la novela universal con el vino bien merece un estudio aparte.

Es una breve prospección al mundo agrícola cervantino que con pinceladas maestras
nos dibujó “el Príncipe de los Ingenios” para la posterioridad el modus operandi de la gente manchega apegada a la tierra que ha perdurado hasta hace pocas generaciones, hasta nuestros antepasados más próximos.
Marciano Ortega Molina


Notas
(1) Yugada: medida de tierra= 50 fanegas o 32 ha, que puede arar una yunta en un día.

 

Caballeros y Damas encantados en la Venta del Quijote

Fecha de Publicación: 08/04/2019

Caballeros y Damas encantados en la Venta del Quijote

 

Luis Gomez Canseco, Lucía López Rubio y Enrique Suárez Figaredo, con la moderación de Zacarías López-Barrajón, han dejado encantado al público asistente con sus ponencias en las que han desgranado la gran influencia que los libros de caballerías tuvieron sobre el Quijote

Puerto Lápice (Ciudad Real), 08-04-2019.- La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado por tercer año consecutivo la Mesa Redonda Cervantina que en esta ocasión ha tratado sobre “El Quijote y los libros de caballerías”.

El acto tuvo lugar el sábado 6 de abril en el marco incomparable de la Venta del Quijote con gran afluencia de público en la sala, además de ser retransmitido en directo para todo el mundo a través de streaming. La estrecha colaboración entre entidades públicas y empresas privadas colaborando como  patrocinadores (Ayuntamiento de Puerto Lápice, D.O. La Mancha, Globalcaja, Bankia, Venta del Quijote, Hotel el Puerto, Intedhor, Centro Médico Rondilla, Trofeos Alonso Quijano, Jesús Sánchez Carpinteros, Moisés Mata, Restaurante la Fabrica, Autotrak Mercedes, Aceite la Casa del Médico,  MacmaOil, Roberto Pazos Climatización y Vulcanizados Manchegos) ha posibilitado que este evento cultural haya resultado exitoso y haya podido obtener la máxima difusión.

Bajo la moderación de Zacarías López-Barrajón Barrios, Académico Correspondiente de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y miembro destacado de esta Sociedad, los ponentes han cautivado al auditorio  con sus entretenidas y didácticas ponencias  utilizando medios audiovisuales que han mantenido al auditorio totalmente expectante ante sus intervenciones. El público asistente recibió una autentica e impagable transferencia de conocimientos a cargo de los ponentes.

Luis Gomez Canseco ofreció en su intervención una explicación sobre el proceso de construcción del Quijote y como Cervantes, que conocía todas las novelas de caballerías, utilizó ese conocimiento en la  escritura de su obra pero no quedándose sólo en eso se permitió a sí mismo una gran libertad de escritura  utilizando para ello una ingente cantidad de recursos nunca antes vistos, que junto a su espectacular forma de narrar inició un camino por el que transitaron después de él la mayoría de escritores de su época.

Por su parte Enrique Suárez Figaredo hizo un recorrido histórico por los cerca de cien años en que tuvieron su mayor auge las novelas de caballerías y acabó reseñando que a pesar de las escasas novelas que de este género se publicaron tras la aparición del Quijote dejaron gran impronta para el futuro hasta el punto de que gran parte de la literatura y filmografía actuales se basan en los arquetipos de las novelas de caballerías.

Para finalizar las ponencias, Lucía López Rubio ofreció un recorrido caballeresco por las sagas cinematográficas y televisivas actuales desde Harry Potter a Juego de Tronos, que captó de forma incondicional la atención del público asistente.

Como conclusión de la Mesa Redonda se extrajeron las siguientes reflexiones:  si bien el Quijote no fue el causante de agotar el tema caballeresco en lo relativo a la publicación de novelas de esa temática (sino que el tema “murió” por sí mismo, por desgaste tras más de cien años en el mercado y por no ser demandadas ya más novelas de caballerías al haber cambiado el gusto de los lectores), sí  que fue contemporáneo casualmente con la desaparición de este género.  

Pero lo más importante que cabe extraer como conclusión es que los libros de caballería “daban la vida” en aquella época a los lectores, les entretenían, les sosegaban y les hacían olvidarse de su penalidades, tanto es así que al humilde  Alonso Quijano, le dieron literalmente una vida nueva transformándolo en don Quijote de la Mancha. 

No hay que olvidar que la ficción épica es algo que necesitamos como seres humanos y que los hombres historias fantásticas que nos exciten y ejerciten nuestra imaginación, por ello  a pesar de haber desaparecido la publicación de novelas impresas, el género ha permanecido presente hasta la actualidad (con sus correspondientes actualizaciones) tanto en la literatura como en el cine y en las series de televisión.

La Mesa Redonda en su totalidad está disponible para ser visualizada en la web de la Sociedad Cervantina cervantesalcazar.com/

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

 

Don Quijote, Amadís de Gaula y otros caballeros en la Venta de Puerto Lápice

Fecha de Publicación: 04/04/2019

El sábado 6 de abril en Puerto Lápice se podrá en evidencia si influyeron los libros de caballerías y cuánto lo hicieron en Cervantes y en la escritura del Quijote, en la III Mesa Redonda Cervantina que llevará el nombre de El Quijote y los libros de caballerías

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, organiza este año la tercera edición de esta iniciativa cultural poniendo en valor Puerto Lápice uno de los lugares de la comarca del Quijote

Alcázar de San Juan 04-04-19. Puerto Lápice es nombrado hasta tres veces en la inmortal novela de Miguel de Cervantes y forma parte plenamente de la comarca del Quijote, lugar en el que ocurren la mayor parte de las aventuras del caballero andante quién fue armado caballero en una venta, por eso la Venta del Quijote es un lugar idóneo para celebrar la III Mesa Redonda Cervantina que este año llevará por título  “El Quijote y los libros de caballerías”.

Será interesante escuchar a los ponentes y comprobar sus teorías sobre las novelas de  caballerías, antes y después del Quijote, de su estructura, o de a quiénes estaban dirigidas, difusión y aceptación... De si el propio Quijote es o no una novela de caballerías, del hecho que parece irrefutable que Cervantes conociese las novelas de caballerías y las hubiese leído y de cómo influyeron en él para la estructura del Quijote y de otras obras como Novelas ejemplares, Persiles, etc…Y sobre todo para conocer su opinión de cómo por el contrario ha podido influir el Quijote para que se sigan leyendo las novelas de caballerías.

Los ponentes de la Mesa, verdaderos expertos en Cervantes y en la literatura del Siglo de Oro español,  van a disertar sobre todo lo expuesto y a buen seguro nos van a  apuntar curiosidades desconocidas para la mayoría de nosotros que sin duda nos van a hacer apreciar aún más el Quijote. La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan viene apostando desde su creación por difundir la obra de Miguel de Cervantes y por acercar el conocimiento y entendimiento del Quijote al público en general,  por lo que  esperamos que esta Mesa Redonda aporte mucha luz e información a un buen número de interesados en la inmortal obra cervantina a los que invitamos a asistir ya que la entrada es libre para todos los públicos.

El sábado 6 de abril en la Venta del Quijote de Puerto Lápice a las 12:00 de la mañana Zacarías López-Barrajón Barrios, Historiador y Académico, miembro de esta Sociedad Cervantina será el conductor de la mesa en la que tomarán parte:

Dra. Dª. Lucía López Rubio, Doctora en Lengua Española y sus Literaturas, profesora en la Universidad Carlos III de Madrid, máster en Literatura Española por la Universidad Complutense de Madrid y magister en Alta Especialización en Filología Hispánica por la Universidad Nacional a Distancia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Sus líneas de investigación se centran en la Literatura de los Siglos de Oro y especialmente en la figura de Cervantes y su obra, en torno a las cuales ha publicado varios trabajos. Es autora del libro El matrimonio en las Novelas Ejemplares y el Quijote. La influencia del modelo histórico, social y legal de los siglos XVI y XVII, obra que aborda distintos aspectos sobre la cuestión matrimonial en ambas obras de Cervantes.  

Dr. D. Luis Gómez Canseco,  Catedrático de Literatura española en el Departamento de Filología Española y sus Didácticas en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva. Sus líneas de investigación son la Literatura española, Edición crítica, Crítica textual, Humanismo e Historia de las mentalidades. Gómez Canseco ha trabajado en diversos aspectos de la literatura del Siglo de Oro –humanismo, narrativa, erudición, emblemática, poesía y teatro– y en autores como Cervantes, Mateo Alemán, Lope de Vega, Arias Montano, Rodrigo Caro, Francisco Sánchez de la Brozas, Alonso Fernández de Avellaneda, Polo de Medina o Pedro de Valencia.

Y finalmente, D. Enrique Suárez Figaredo, Ingeniero eléctrico ya jubilado, investigador residente en Barcelona, estudioso del Quijote, editor y descubridor de una edición desconocida del Quijote de Avellaneda, que a la postre se trató de la primera y más antigua entre los fondos de la Biblioteca Nacional. Gran conocedor del mundo de la edición en el Siglo de Oro, ha editado  gran parte de las novelas de caballerías de la época especialmente la Historia del muy noble y esforzado Conde Partinuplés. Dedicó cinco intensos años a su propia edición del Quijote con miles de notas particulares a la obra. Ha sido colaborador en el Quijote del Instituto Cervantes, última edición, coordinada por Francisco Rico.

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Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

 

El profesor Carlos Mata Induráin, un verdadero influencer cultural, visita Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 01/04/2019

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El profesor Carlos Mata Induráin quinto por la izquierda

En una jornada intensa y fructífera de charla sobre Cervantes y su obra que compartió con la Sociedad Cervantina alcazareña, Carlos Mata también conoció algunos de los recursos turísticos de Alcázar y dejó un grato recuerdo con sus palabras. “El Quijote nos apasiona, nos emociona y nos une. Y hay medios para conseguir que los jóvenes lo conozcan y lo lean”, afirmó convencido el profesor navarro. 

Alcázar de San Juan, 01-04-2019.- El pasado sábado 30 de marzo, dentro de la actividad denominada los “Almuerzos de don Quijote”, visitó Alcázar de San Juan el profesor Carlos Mata Induráin, quien además de ejercer como docente es Secretario General e investigador del Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra, Secretario del Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA) y correspondiente en España de la Academia Boliviana de la Lengua Española. Entre su extensa y variada producción, Cervantes, el Quijote y las recreaciones quijotescas y cervantinas en distintos géneros literarios ocupan un lugar central. No en balde es también en la actualidad vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Cervantistas.

El profesor Mata Induráin, junto con varios miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar, visitó primero el museo que Moisés Mata conserva en la planta segunda de su papelería en la calle Castelar, donde ha reunido importantes piezas de su producción impresa en postales y carteles, así como las diferentes máquinas que son parte de la historia de la conocida empresa de imprenta, papelería y librería.

Posteriormente hicieron un recorrido por el Museo del Hidalgo, donde Carlos Mata se mostró agradablemente sorprendido de la claridad expositiva del museo, de su enfoque interactivo y de la luminosidad del edificio, valorando muy positivamente su funcionalidad y el extraordinario espacio cultural que los alcazareños ofrecen a sus visitantes. Que el museo esté ubicado precisamente en la calle Cautivo, le pareció un extraordinario guiño cervantino.

El recorrido terminó en la azulejería del parque Cervantes, donde pudo contemplar cómo están contadas gráficamente las dos partes del Quijote en su orden cronológico correcto y abarcando toda la obra de principio a fin. También tuvo la ocasión de saludar al artista Franz Campoy, que está dando los últimos toques a la decoración en grafiti del auditorio del parque con un excelente resultado.

Además de una persona encantadora y cercana, Mata Induráin es un verdadero experto en la literatura española del Siglo de Oro, sobre todo en la comedia burlesca y en las recreaciones quijotescas, que domina como pocos. Este fue uno de los temas de conversación durante la tertulia, en la que explicó lo bien que se prestaban los personajes de don Quijote y Sancho Panza a la teatralización, o sea, su paso al teatro, desde fechas muy cercanas a la publicación de la novela, y esto por dos motivos: el primero y fundamental, por la enorme potencia teatral de ambos personajes, que muy fácilmente pueden ser llevados a escena; y el segundo, por la capacidad y maestría del novelista al narrar sus aventuras. La crítica ha advertido una profunda teatralidad en muchos episodios del Quijote, y no conviene olvidar a este respecto que Miguel de Cervantes fue un gran hombre de teatro y que, quizá, su verdadera y mayor pasión fuera la de escribir para el teatro.

En su estancia en Alcázar el profesor Mata habló de cómo desde el GRISO se ha dado un gran impulso al estudio de la literatura española de esa floreciente época en la que convivieron muchos de los mejores escritores de nuestra historia, promoviendo ediciones críticas y anotadas de las obras de Calderón, Lope de Vega, Tirso de Molina, Quevedo, etc. A través de sus investigadores, y gracias también a las publicaciones y actividades del Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA), se han podido dar a conocer obras que no eran de fácil acceso, pues no contaban con ediciones modernas, y quien quería leerlas debía consultar ediciones antiguas, decimonónicas, o incluso las originales del siglo XVII. Tanto el GRISO como el IDEA ofrecen un servicio al público de excepcional importancia, ya que ponen a disposición de todos los interesados, en acceso abierto, los resultados de buena parte de sus investigaciones.

También puso sobre la mesa la por desgracia incuestionable realidad que está ocurriendo relativa a la pérdida de peso de las Humanidades en nuestra sociedad y, en consecuencia, en la formación de los alumnos. Se da así la curiosa paradoja de que mientras existen grupos de investigación y estudio al más alto nivel, por otra parte hay estudiantes universitarios que apenas conocen a Garcilaso, que saben muy poco de la producción de Lope de Vega, Góngora, Quevedo y Cervantes, más allá de unas lecturas y referencias básicas.

Mata Induráin es un trabajador incansable de las redes sociales, donde mantiene una constante presencia, difundiendo de forma asidua sus trabajos y los del GRISO, y dando noticia de su asistencia a congresos, manteniendo informado en todo momento a las personas interesadas en estos temas, quienes buscan sus perfiles y su blog Ínsula Barañaria (que se encuentra próximo a alcanzar los dos millones de visitas) para estar al corriente de las novedades relativas a la literatura del Siglo de Oro. Como destacó en su conversación, en nuestros días no es difícil encontrar información sobre un determinado asunto; al contrario, existiendo como existen cientos de miles de páginas web, lo importante es saber filtrar esa información para localizar los contenidos de calidad. Y este, comentó Mata, es uno de los objetivos fundamentales de su blog: ofrecer, de manera gratuita, materiales didácticos, pero de alta calidad científica, que pueden ser usados por docentes y alumnos de todo el mundo, y en general por todas aquellas personas que gusten de la literatura y la cultura del Siglo de Oro hispánico. Esta faceta divulgativa de su trabajo, de transferencia de conocimientos a la sociedad, es una labor ineludible para el profesor Mata Induráin, con la que siempre se ha sentido especialmente comprometido.

En relación con el tema de la lectura del Quijote por los alumnos, y teniendo siempre en cuenta su edad, nuestro visitante señaló que no es productivo obligar a nadie a leer, porque eso puede provocar un efecto contrario de rechazo; y menos aún en el caso de los textos cervantinos, que si bien son fuente de luz, pueden no estar al alcance de muchos lectores (por sus múltiples niveles de lectura e interpretación, por la pérdida de referencias con respecto a la sociedad de aquellos lejanos siglos, etc.). La lectura de obras tan complejas (y al mismo tiempo tan gratificantes y enriquecedoras) como el Quijote debe ser acometida con un necesario conocimiento de la época y del ambiente en que se escribieron. Por esta razón, puede ser muy conveniente iniciar a los niños y jóvenes al Quijote con ediciones adaptadas a su edad, o bien a través de pequeñas dosis selectas que inciten a la lectura completa del texto cervantino en el futuro.

Igualmente, las nuevas tecnologías pueden desempeñar un papel fundamental a la hora de divulgar los personajes y temas del Quijote. Es importante conocer los medios en que se desenvuelven nuestros jóvenes actuales, rodeados de tecnología y usuarios habituales de redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram…): si los jóvenes están ahí, el profesor Mata Induráin cree que hay que ir a buscarlos allí donde se encuentran. Afirmó convencido que hay medios para conseguir que los jóvenes conozcan y lean el Quijote, y eso se puede conseguir en buena medida a través de los formatos que ellos más consumen: música, películas y series, vídeos, dibujos animados, cómics y pequeñas “píldoras” en redes sociales. En este sentido, también los soportes más clásicos de las artes (pintura, escultura, música, danza, etc.) son especialmente válidos para acercar al público la historia de don Quijote.

En definitiva, la del profesor Carlos Mata Induráin fue una visita muy fructífera que abre a la Sociedad Cervantina de Alcázar una nueva línea de colaboración con el mundo cervantino, y que la hace ir creciendo en sus objetivos de propiciar el conocimiento, el estudio y sobre todo la lectura de la obra de Miguel de Cervantes. 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Empresas dela comarca del Quijote que apuestan por la cultura

Fecha de Publicación: 20/03/2019

 

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El sábado 6 de abril tendrá lugar la tercera edición de la Mesa Redonda Cervantina en Puerto Lápice gracias al patrocinio de empresas de nuestra comarca 

Alcázar de San Juan, 20-03-2019.-  Entre las diferentes actividades de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan la Mesa Redonda Cervantina ocupa un lugar de privilegio, actividad que se prepara con mimo y dedicación desde que acaba la edición anterior -no en vano en este año 2019 se va a celebrar su tercera convocatoria- y actividad a la que desde el principio de su gestación los cervantistas alcazareños quisieron otorgar  un carácter itinerante y que se pudiera celebrar en los diferentes pueblos de la comarca del Quijote  (las anteriores ediciones fueron en El Toboso -2017- y en Quero -2018-).

Este año 2019 la III Mesa Ronda Cervantina tendrá lugar en Puerto Lápice, en la Venta del Quijote, un lugar idóneo para esta celebración que en esta edición llevará por título “El Quijote y los libros de caballerías”.

A esta Mesa Redonda vienen ponentes de nivel nacional (muchos de ellos de nivel internacional) ampliamente conocidos y reconocidos dentro del mundo cervantino lo que está al alcance de esta modesta Sociedad en parte por su incesante y arduo trabajo desarrollado desde hace casi seis años (tanto por la organización de sus “Almuerzos de don Quijote” actividad mediante la cual vienen a conocer nuestra ciudad  invitados de reconocido prestigio cervantino, como también por la asistencia de los miembros de la  asociación cultural tanto en los diferentes congresos, como por su participación como ponentes en jornadas y eventos cervantinos), y en otra parte muy importante es posible gracias al apoyo económico que brindan empresas de nuestra comarca que apuestan decididamente por  la cultura y hacen posible que con su soporte puedan tener lugar eventos culturales de esta envergadura.

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Justo es por tanto, reconocerles su ayuda y dedicarles unas sinceras palabras de agradecimiento. No obstante, la participación en esta actividad no está definitivamente cerrada ya que hasta el día 31 de marzo aún pueden sumarse a esta iniciativa cultural las empresas que lo deseen contactando con la Sociedad Cervantina en la dirección de correo electrónico mailto: cervantinalugarquijote@gmail.com

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

El profesor navarro Carlos Mata Induráin en los "Almuerzos de don Quijote"

Fecha de Publicación: 19/03/2019

Visitará nuestra ciudad el sábado 30 de marzo invitado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan 

Alcázar de San Juan, 19-03-2019.-  El doctor Carlos Mata Induráin estará en Alcázar de San Juan el 30 de marzo para tomar parte de los "Almuerzos de don Quijote", actividad que organiza regularmente la Sociedad Cervantina de Alcázar y en la que personalidades relevantes del mundo cervantino visitan nuestra ciudad para conocer sus recursos y para mantener un encuentro -que se suele prolongar por horas- con los asociados, en el que la transferencia de conocimientos es siempre espectacular y a la vez enriquecedora para los miembros de la Sociedad.

Carlos Mata Induráin, Profesor Titular acreditado, es Doctor en Filosofía y Letras (Filología Hispánica, programa de Literatura Española) por la Universidad de Navarra en mayo de 1994 con Premio extraordinario de Doctorado, en la actualidad es Profesor Asociado del Departamento de Filología de la Universidad de Navarra (Pamplona, España), Secretario General e investigador del Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra y Secretario del Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA). También Vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Cervantistas y Correspondiente en España de la Academia Boliviana de la Lengua.

Sus principales líneas de investigación se centran en la literatura española del Siglo de Oro: comedia burlesca, autos sacramentales de Calderón, Cervantes y las recreaciones quijotescas, etc.  Se ha interesado igualmente por la literatura colonial (en especial la de ámbito chileno) y por la literatura española moderna y contemporánea (drama histórico y novela histórica del Romanticismo español, novela de la guerra civil, cuento español del siglo XX…).  Además, desde hace varios años está desarrollando un proyecto sobre la Historia literaria de Navarra. En todas estas áreas ha publicado diversas monografías y artículos, y ha sido editor de varias obras literarias.

Es miembro de la Asociación Internacional Siglo de Oro (AISO), la Asociación Internacional de Hispanistas (AIH), la Asociación Internacional de Teatro Español y Novohispano de los Siglos de Oro (AITENSO) y la Asociación de Cervantistas (AC).

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Carlos Sander Álvarez, el Quijote de don Quijote

Fecha de Publicación: 11/03/2019

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En marzo de 1959, ahora hace exactamente 60 años, el poeta chileno Carlos Sander peregrinaba por la Mancha en busca del espíritu de don Quijote. Era cónsul de Chile en Madrid. Había llegado a España como agregado cultural de su país en 1951 y entre uno de sus objetivos personales era visitar la Mancha de don Quijote, la Mancha de Cervantes. Ocho años después pisaba los lugares y escenarios del Quijote. Desde Alcázar de San Juan, donde quiso ver la controvertida partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra que la tradición alcazareña asegura que es del autor del Quijote, pone rumbo a Campo de Criptana para contemplar los “gigantes” contra los que don Quijote entra en descomunal batalla.

Sander comprueba, durante los ocho kilómetros que separan ambos lugares manchegos, la inmensa llanura tantas veces descrita, el horizonte alucinantemente plano, casi mágico. Y recuerda una metáfora, de Víctor de la Serna, sobre este espacio geográfico que encantó a Cervantes, y embruja a quienes andan por ella: “La tierra se va haciendo tan plana, que el viento podría llevar una uva rodando desde Alcázar a Campo de Criptana”.

Entra en La ciudad de los Molinos y ¡solo cuatro molinos le reciben! Él ya lo sabía, su amigo Gregorio Prieto, el gran pintor manchego,  se lo había confesado. Prieto quería salvar los molinos de viento de la Mancha del olvido, porque “aunque hayan perdido su significación industrial ante mejores procedimientos técnicos, hay que defenderlos, ya que el genio tocó con su vara mágica las altivas siluetas y los convirtió en inmortales”. Sander está desolado, como Prieto, al ver que Campo de Criptana se haya quedado casi sin ellos, solo cuatro quedaban en pie de los más de treinta que disponía para moler el trigo de sus vecinos, y de los lugares de alrededor.

Está, por fin, en la criptanense  Sierra de La Paz. Dice sentir un momento sacro, ese que todo peregrino siente cuando al fin llega a su meta deseada. Sander deseaba estar junto a estos gigantes malheridos por el paso del tiempo y dice apreciar entre ellos el espíritu de don Quijote. Le acompañan el alcalde, también poeta, José González Lara y Francisco Granero y Martínez Borja, uno de los vecinos más ancianos de Campo de Criptana, con cerca de noventa años. Así nos describe ese momento:

         “Con mis compañeros camino por entre los molinos, que me enseñan su corpachón blanco, su techo circular y brillante, su puerta, sus doce ventanas pequeñas o “vientos” y sus aspas forradas por cuatro velas. Cruzo por cimientos que fueron enhiestos molinos y que el tiempo destruyó. Había en esta Sierra de la Paz, treinta y cuatro molinos y sólo quedan cuatro. Son Los reyes de Criptana. Los cuatro mosqueteros que cuidan de la villa blanca. Tienen nombres extraños y manchegos: “El Infanto”, “El Burleta”, “El Sardinero” y “El Culebro”.

Hablan de las dudas que surgen para situar geográficamente unas aventuras u otras de don Quijote. Para los tres, Cervantes enmarcó la aventura de los molinos de vientos en las crestas de Campo de Criptana. Incluso asegura Sander, como lo hace también su amigo Prieto, conoce dónde pudo inspirarse Cervantes:

         “Lo que sí es indudable y sin lugar a discusión, es que Campo de Criptana fue la villa que inspiró a Cervantes para su escena de los molinos de viento. Y él saco esa escena del emblema que tiene el escudo de Alcázar de San Juan, el pueblo vecino y que muestra a un caballero arremetiendo, lanza en ristre, contra un castillo. Ahí está la base de la escena inmortal en que Don Quijote de la Mancha, ciego por su ideal, arremete contra un molino, que con sus aspas lanza por tierra a caballo y caballero.”

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Carlos Sander estaba invitado por el alcalde para impartir una conferencia sobre “El presente de la hispanidad”. Es un hispanoamericano convencido. Después del almuerzo, durante una reunión en el ayuntamiento, siguen hablando “de América y de España. Se conversa de Cervantes y de Don Quijote. Y se habla de molinos, de los molinos de Campo de Criptana.” Y es en esta reunión cervantina y molinera, cuando una idea le susurra al oído. Antes el alcalde le había mostrado el proyecto, casi irrealizable por el gran coste económico para las arcas locales, de volver a levantar los molinos de la Sierra de La Paz. Sander no tarda en compartir su idea allí mismo ante el entusiasmo de todos, especialmente del propio alcalde: restaurar los molinos de Campo de Criptana, haciendo que cada país de América reconstruyera uno de ellos en el mismo sitio y con el mismo nombre que los conoció Cervantes, colocando dentro de él un museo artístico e intelectual del país, y el de Chile sería el primero de ellos. Así, el coste de reconstrucción de cada molino, unas 150.000 pesetas, serían sufragadas por cada país americano, siendo así viable el sueño del alcalde.

Y con esta idea, casi quijotesca, regresa a Madrid. Convoca a la prensa y comunica al mundo el proyecto, que no duda en liderar. Todos los periódicos y radios se hacen eco de la noticia con este titular: “Los países latinoamericanos auspiciarán la reconstrucción de los molinos de Don Quijote”, con el siguiente subtítulo: “La iniciativa presentada en ese sentido por el escritor y Cónsul de Chile en Madrid, Carlos Sander, recibe la más amplia acogida”. Poco después es sustituido en sus funciones en el Consulado y partía hacia Chile.

Recién llegado a su país no tarda en ponerse a trabajar. Decía que: “A pesar de ser poeta, soy realista y ejecutivo y creo en la perogrullada de que el movimiento se prueba andando”. Estaba seguro que Chile y América recibirían con entusiasmo su idea;  cree que “todo americano tiene adentro un Quijote y un Alonso Quijano”, al menos él si lo tenía. Habla con la dirección de Radio Sociedad Nacional de Minería y les convence de su proyecto, comenzando la emisión de un programa, que dirigía él mismo, con el título “Campaña por los molinos del Quijote”. Carlos Sander recordaba tiempo después como “poco a poco la débil llama se convirtió en fuego y el fuego en gran incendio benéfico… Pero mucho cuesta conseguir dinero para este tipo de obras y sólo los de alma quijotesca podían colaborar. La primera donación recibida fue de la Corporación de Ventas de Salitre y Yodo”, donando treinta mil pesetas, ¡la quinta parte de lo que se necesitaba!

Esas treinta mil pesetas se enviaron al Consulado de Chile en Madrid para que se entregaran en Campo de Criptana, y formaran parte del acto solemne de la colocación de la primera piedra del molino de viento de Chile, que tendría el nombre de “Quimera”, como su original del siglo XVI. El acto tuvo lugar con la presencia del embajador de Chile, que hacía entrega del dinero al emocionado alcalde. El acta depositada debajo de la primera piedra del molino decía:

“En la Villa de Campo de Criptana, a veintinueve de noviembre de 1959, el Excelentísimo señor Embajador de Chile, con el señor alcalde de esta villa, don José González Lara, proceden a colocar la primera piedra en el molino de viento que dicha república construye, restaurando uno de aquellos “treinta o poco más” que Cervantes cita en su libro inmortal y que fueron los que en desigual y famosa batalla contendieron con el Caballero del Ideal”

El dinero siguió recaudándose, principalmente en la ciudad de Santiago de Chile, hasta conseguir que un año después, el 4 de diciembre de 1960, el molino “Quimera” estuviese terminado y se inauguraba en un acto cargado de emotividad, en el que estuvieron presentes todos los embajadores de Hispanoamérica en la Sierra de La Paz. Carlos Sander vivió este momento desde su casa de Santiago de Chile, donde el verano austral contrastaba con el frío invierno manchego. Su sueño, y el del alcalde criptanense, se había cumplido.

El poeta manchego José Ochando García, contemplando en Campo de Criptana como renacía el viejo molino “Quimera” casi de sus mismas cenizas, escribe un poema lleno de agradecimiento a Chile, con el título “Molino de Don Quijote”. Así termina:

¡Viejo Arauco, nuevo Chile, antigua savia,

sangre nuestra, nuestra entraña!

déjame que te abrace: ¡Soy España!

Después fue Argentina, quien reconstruyó el molino “Pilón”, Costa Rica el “Cariari”, Perú el “Inca Garcilaso”…

El proyecto de Carlos Sander no acababa con volver a ver los molinos como los vio Cervantes:

“Mi proyecto es mucho más ambicioso que la mera construcción de molinos. Yo pretendo que el Estado español trace lo que se dará en llamar la “Ruta del Quijote” a través de todos los pueblos cervantinos, construyendo paradores y hoteles, lo cual será una fuente fabulosa de ingresos. Además hay que conseguir que la UNESCO levante en Campo de Criptana un gran monumento al Quijote. Y asimismo, se pretende construir un “Auditorium”, en torno a los molinos, para conferencias y actos culturales cervantinos”

Hoy es domingo, 10 de marzo, amanece en la Mancha un día soleado, sin nubes, frío, aunque a mediodía llegaremos a superar los veinte grados. Quiero hacer el mismo camino que hizo Carlos Sander  hace sesenta años, dejar atrás Alcázar de San Juan, mi ciudad, y subir a la Sierra de La Paz, de Campo de Criptana. Sé que no voy a ver ese gran monumento levantado por la UNESCO, ni ese auditorio en torno a los molinos. Aquí, aparte de González Lara, el poeta alcalde de Campo de Criptana, no quedó nadie que creyera y siguiera su proyecto, ¡qué lástima! Lo de la “Ruta del Quijote”, todo quedó en un disparate, de diseño y de presupuesto, creado para las fiestas del cuarto centenario de la publicación de la Primera Parte del Quijote, en 2005, que hoy está en el olvido, y una nueva “Ruta” organizada por la actual Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, falta de ingenio y seriedad literaria.

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Como siempre, subo a la Sierra de La Paz por un camino en el que se revive la misma imagen real que un día vio Cervantes, he hizo ver en la ficción a don Quijote, apareciendo ante mí los gigantes de Campo de Criptana. Dejando las últimas casas por el camino que lleva a la ermita del Cristo de Villajos, me encamino hacia ellos.

Paso junto a restos de molinos que siguen esperando, sesenta años después, que venga otro Carlos Sander, o que Campo de Criptana tenga otro alcalde con la sensibilidad de aquel poeta, José González Lara, y vuelvan a tener vida. Junto a ellos, dentro de sus entrañas, el silencio manchego es aún más profundo. Al abrigo de sus gruesos y desvencijados muros hay una extraña sensación. Son gigantes vencidos, no por don Quijote, sino   por la desidia de tantos gobernantes que no han sabido apreciar el legado que nos hizo Cervantes. Lejos quedan los crujidos de las maderas cuando el viento movía sus aspas vestidas con las velas, el polvo y el olor a harina que lo inundaba todo, los costales de grano con las iniciales del labrador preparados para transformarse en harina, junto a las medidas de madera con las que los molineros cobraban su trabajo, la “maquila”, en harina y que tantas discusiones acaloradas daban entre molinero y labrador, que transcendían varios cientos de metros alrededor.

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En la Oficina de Turismo, que se encuentra en uno de los molinos, pregunto si puedo ver en el interior del molino “Quimera” el museo de Chile. Las dos personas que me atienden se miran extrañadas. Una de ellas me dice que en el interior del molino no hay ningún museo sino una exposición de imágenes de Semana Santa, y que no saben cuando el responsable lo abrirá, pues no depende de ellos. Ante mi insistencia, me dicen que no saben nada del material museístico que Chile dejó depositado en el molino.

Algo contrariado me voy a la puerta del “Quimera”. Llevo en mi mochila, además de mi Quijote, un libro en prosa del poeta  Carlos Sander, con un dibujo en la portada de Gregorio Prieto: “En busca del Quijote”. Lo compré, de segunda mano, a un librero de Santiago de Chile, en 2013, en unos de mis primeros viajes al país austral. Leo un rato el viejo libro que en 1967 publicó sobre su peregrinación en busca del espíritu de don Quijote en la Mancha, y subrayo en su página 295: Quien recorre la Mancha deberá creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas”. Sin duda alguna, él creía que en cualquier camino, lugar o paraje de la Mancha se iba a encontrar con esas  hadas, sueños e ideales caballerescos, como yo también aseguro que están, solo hay que venir a buscarlos con un Quijote en la mochila, sin prisas, a horcajadas sobre el lento Rocinante.

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Esta villa molinera agradeció a Carlos Sander su proyecto y puso su nombre a una calle, muy cercana a estos “gigantes”, pero casi nadie en Campo de Criptana sabe quién fue este gran poeta chileno e impulsor, junto al alcalde, de que esta imagen que hoy vemos en su sierra sea posible.  El año próximo de 2020 bien podría recordarse en esta villa molinera el sesenta aniversario de la inauguración del molino chileno “El Quimera”, y la figura de Carlos Sander. Tiempo para que el ayuntamiento criptanense se ponga manos a la obra. No sé qué habrá sido del material museístico que la Universidad de Chile preparó para su exposición en este molino, pero que volviese a estar en él, aunque fuese temporalmente, sería el mayor homenaje que a Carlos Sander, y a Chile, se le podría hacer.

Desde aquí, sentado en el “Quimera”, su sueño, su quimera,  mi recuerdo para Carlos Sander Álvarez, “El Quijote de Don Quijote”, como lo definió, en 1961, Leandro de la Vega. Yo,  simplemente lo defino como un loco muy cuerdo. ¡Ojala hubiera en estos tiempos locos tan cuerdos como Sander!

                                               Luis Miguel Román Alhambra

https://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/2019/03/11/carlos-sander-alvarez-el-quijote-de-don-quijote/

Sinergias entusiastas en La Mancha

Fecha de Publicación: 26/02/2019

La Denominación de Origen La Mancha visita la sede de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan en almuerzo de trabajo para futuros planes de divulgación conjuntos sobre el vino y la figura del Quijote

Alcázar de San Juan, 26-02-2019.- En una primera toma de contacto, Ángel Ortega Castañeda, Gerente de la Denominación de Origen La Mancha, junto con Juanjo Mazuecos, responsable de prensa de la D.O., visitaron en la tarde del sábado la sede de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.

Allí pudieron conocer de primera mano sus actividades, en una reunión distendida con los miembros de su junta directiva, con los que se dejaron las puertas abiertas para futuros planes de trabajo y acuerdos de colaboración.

Maridaje de vino y Cervantes

Desde el primer momento, la complicidad fue mutua estableciendo sinergias de colaboración en pos de la identificación de La Mancha vitivinícola actual con la Mancha literaria, patria y solar de don Quijote y el lugar donde ocurrieron la mayoría de sus aventuras.

La Denominación de Origen coincide con la Sociedad Cervantina en que la comarca natural de La Mancha aún podría sacarle mayor partido a la figura universal del Quijote, gracias a la propaganda impagable y gratuita que nuestro mejor escritor Miguel de Cervantes hizo de ella situándola como patria de sus universales personajes don Quijote y Sancho Panza.

No en vano, la silueta en el logotipo de los vinos de La Mancha está asociada a la inmortal silueta del Caballero de la triste figura, siendo su mejor embajador cultural y promocional en el exterior.

Los representantes  de la D.O. La Mancha valoraron con interés los trabajos recientes de algunos miembros de la Sociedad Cervantina en los que ponen en valor los vinos de nuestra comarca,  porque el propio Miguel de Cervantes, que era un gran entendido en vinos, no sólo los mencionaba sino que los situaba entre los mejores de España en su obra cumbre El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Un primer acercamiento, en definitiva, que sienta las bases para una potencial colaboración futura que tendrá como objetivo fundamental identificar nuestra comarca de La Mancha con don Quijote y con el vino, algo tan obvio para nosotros los manchegos y que sin embargo es necesario trabajar para conseguir la difusión mundial de esta simbiosis.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

El ilustrísimo vino de Cervantes

Fecha de Publicación: 18/02/2019

Miguel de Cervantes Saavedra era un gran entendido en vinos, muestra de ello son las numerosas citas que de esta bebida encontramos en sus obras, además de varias de ellas en el Quijote, también habla del vino en El Coloquio de los Perros, cuando decía «ahora salta por el licor de Esquivias famoso a la par del de Ciudad Real, San Martín y Ribadavia».

En el Licenciado Vidriera, habla de los vinos de Esquivias y de Ciudad Real (que no sólo correspondían a los de la capital manchega, sino a numerosos pueblos que no tenían nombre propio de producción de excelencia, como ocurre hoy por ejemplo con la Denominación de Origen La Mancha), a los que incluye dentro de un amplio catálogo de vinos españoles e italianos del momento.

En el prólogo de la obra Persiles y Sigismunda, donde Cervantes menciona lo que en principio podría parecer una sátira burlona -de las que acostumbraban a utilizar numerosos autores del Siglo de Oro- refiriéndose a la localidad de Esquivias, citando que esa población era conocida por sus  «ilustres linajes e ilustrísimos vinos», pero no se quedaba muy lejos de la realidad ya que el vino de Esquivias estaba reservado para la casa real y la nobleza española.

Existe una prueba documental que acredita que uno de los nobles que disfrutaba del vino de Esquivias fue el VII Duque de Medina Sidonia, que a la postre sería el que obtuvo la confianza de Felipe II para comandar la Grande y Felicísima Armada, que pretendió invadir Inglaterra.

Cervantes, durante algunos momentos de su vida, ejerció una actividad mediante la cual  gestionaba cuantiosas sumas de dinero. Uno de los cervantistas más reconocidos en la actualidad, José Manuel Lucía Megías, catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid y actual Presidente de la Red de Ciudades Cervantinas, sostiene que pudo ser una especie de agente de negocios, actuando en representación de otra persona.

Luis Astrana Marín, prestigioso cervantista, en su extensa obra Vida Ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra, tomo IV, capítulo XLV, citaba: «Vuelto Cervantes de Toledo a Esquivias, no hay noticia suya hasta el 25 de octubre de 1586, en que es padrino de bautismo, con su esposa, de un hijo de Simón Hernández sin duda amigo suyo, se dedicaba al negocio de vinos» (así se deduce de una carta de pago, inédita que Simón Hernández, vecino de Esquivias, recibe en Valladolid de Juan Mondragón, tabernero, 824 reales en pago de 103 arrobas de vino blanco, documento de la Real Chancillería de Valladolid).

La presencia física de Cervantes en la Comarca del Quijote (El Toboso, Campo de Criptana, Tembleque, Puerto Lápice, Quintanar de la Orden y poblaciones limítrofes) no está acreditada documentalmente.

El Toboso es el lugar que más veces aparece citado en el Quijote (concretamente 165 y formando parte del nombre de su inspiradora dama, Dulcinea del Toboso, otras 130 más). Teniendo en cuenta que este lugar en la época de Cervantes era famoso por su relación con el mundo del vino, concretamente por la fabricación de sus características tinajas, no parece descabellado que pudiera haberlo visitado Cervantes en algún viaje con su amigo Simón Hernández al objeto de adquirir alguna tinaja y por ello haber conocido de primerísima mano  la localidad.

¿No podía ser esa la actividad comercial a la que se dedicó Cervantes actuando en representación de su amigo el mayorista de vinos, Simón Hernández?

Es esta una línea de investigación que podría llevar al hallazgo de documentos que pudieran existir, como por ejemplo contratos de ventas de tinajas  fabricadas en El Toboso, dentro del los fondos del Archivo Histórico Provincial de Toledo (Protocolos Notariales El Toboso), quizás de  contratos de ventas de vino en el Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), en los que pudiera aparecer Miguel de Cervantes, bien como representante o bien como testigo de alguna operación comercial.  ¿Es esta una línea de investigación a desdeñar?

Alonso M Cobo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

En un lugar del Canal de La Mancha

Fecha de Publicación: 05/02/2019

Lector, este artículo no trata del desgraciado tema de actualidad relativo al dramático accidente de la avioneta en la que viajaban el jugador de fútbol de nacionalidad argentina Emiliano Sala y su piloto David Ibbotson, aunque un hecho histórico que tuvo lugar en 1588 ocurrió en el mismo lugar y posiblemente (además de por otras diversas) por las mismas causas: inclemencias climatológicas.   

Como es conocido por todos, la obra magna de Miguel de Cervantes comienza de esta manera: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…», Cervantes citaba un lugar de la Mancha Geográfica, unos lugares que no aceptan discusión alguna ya que en la obra se citan expresamente lugares pertenecientes a esa comarca, conocida en algunos ámbitos como «la comarca del Quijote», poblaciones  como Puerto Lápice, El Toboso, Tembleque o Quintanar de la Orden.

Desde este artículo se pretende plantear la hipotética posibilidad, de que Cervantes con la expresión «de cuyo nombre no quiero acordarme»,  quizás no se refiriese al lugar de la Mancha, sino que «Mancha» hubiera podido recordarle algún suceso del que tuviese un mal recuerdo,  un  hecho histórico ocurrido en 1588 en el Canal de La Mancha, dado que Cervantes acusó mucho el fracaso de   «la Grande y Felicísima Armada» de Felipe II, la mal llamada por parte de algunos ingleses Armada Invencible, suceso que forma parte de la Leyenda Negra de ese monarca.

Este fracaso principalmente tuvo lugar a causa de climatología adversa producida durante en transcurso de la conocida como «La pequeña edad de hielo»  que durante los siglos XIV a XIX produjo variaciones climáticas consistentes en la reducción de temperaturas y cambios de tiempo muy volátiles. Concretamente en el asunto que nos ocupa consistió en una fortísima y  gélida tormenta de verano con  una bajada súbita de las temperaturas que hizo que la flota española tuviera que soltar amarras en las proximidades de Calais (Francia),  y por ello tener que rodear las costas de Escocia e Irlanda, donde muchos barcos naufragaron en sus rocosas costas, regresando solamente 74 barcos de los 130 que zarparon de Lisboa, con un gasto en la empresa de unos 10 millones de ducados y lo que es peor con la muerte de unos 21.000 hombres.

Este hecho histórico de la invasión de Inglaterra fue una autentica debacle en la época,  fue calificada como la mayor pérdida que ha padecido España en más de 600 años. Una empresa, la de Inglaterra, que Felipe II  sintió como si Dios le hubiese hecho una encomienda personal y se tomó la conquista  como una misión que Dios le había encomendado para que con su intervención los ingleses volvieran a la fe católica, por lo que estimando la ayuda de Dios no se podía fracasar en ella. Una muestra más de ese espíritu es que a la partida de la Armada del puerto de Lisboa, en su estandarte figuraba la leyenda “Defensor Fidei”.

Especialmente Miguel de Cervantes lo debió acusar mucho, muestra de ello es que intrínsecamente y extrínsecamente mediante dos sonetos satiriza al VII Duque de Medina Sidonia, Alonso Pérez de Guzmán, siendo cuanto menos cuestionable su responsabilidad. Él fue el que comandó la llamada «empresa de Inglaterra» y el que cuando en 1596 la ciudad de Cádiz fue saqueada por una armada inglesa dirigida por el II Conde de Essex durante 24 días, el Duque de Medina Sidonia pudo acudir finalmente en su ayuda cuando ya no quedaba ningún inglés, motivo por el que fue acusado de incapaz y de cobarde.

Fue satirizado por Miguel de Cervantes Saavedra en dos sonetos, en los que se apunta al VII Duque de Medina-Sidonia. Es el primero un canto extemporáneo a la conquista de una isla (denominada la Terceira) por el Marqués de Santa Cruz, con clara referencia al fracaso de la mal llamada «Armada Invencible», pues recalca que de no haber muerto el marqués, la reina Isabel de Inglaterra y la herejía hubieran sido erradicadas. En el segundo soneto, dedicado al saqueo de Cádiz, ocurrido en 1596, ridiculiza a las milicias de Sevilla y al capitán Becerra por no llegar a tiempo, corriendo igual suerte Alonso Pérez de Guzmán. Este episodio fue percibido en España como una vergüenza nacional y una irreparable humillación originando una ola de pesimismo y tristeza.

La expresión «Mancha» referente al Canal del mismo nombre viene de una mala traducción del francés al español, viene del término «manche»  que significa en ese idioma manga. Lo que conocemos hoy como Canal de La Mancha, los franceses lo  llaman el Canal de la Manche (Canal de la Manga) y  Manche derivó en Mancha ¿Cabe la posibilidad que a Cervantes le recordara este nombre el episodio de la fracasada invasión y del que él no quisiera acordarse?  Un hecho de tan infausto recuerdo para un Cervantes soldado que se sentía tan orgulloso de su participación en Lepanto y español de pro... Quizás, sólo quizás.

 

Alonso M. Cobo

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan alimenta la biblioteca gratuita de su web publicando las Novelas ejemplares, de Miguel de Cervantes

Fecha de Publicación: 29/01/2019

El texto ha sido preparado por su socio de honor Enrique Suárez Figaredo, siguiendo la primera edición, de 1613, conservada en la BNE

Alcázar de San Juan, 29-01-2019.-  La edición digital que pone gratuitamente en su web,  http://cervantesalcazar.com, ofrece el texto moderno de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes. El texto ha sido preparado por su socio de honor Enrique Suárez Figaredo, siguiendo la primera edición, de 1613, conservada en la BNE. Esta edición separa relato y diálogos, corrige y actualiza la puntuación, resuelve las erratas y ocasionalmente suple algún vocablo.

A las doce novelas originales, en esta edición se ha añadido El curioso impertinente, tanto o más ejemplar que cualquiera de las otras doce, y que en el novedoso Quijote, editado por la Sociedad Cervantina y preparado también por Enrique Suárez, con el título: Las aventuras de don Quijote de La Mancha nunca así contadas, se quitó, con el “permiso” de Cervantes, con el fin de aligerarlo de historias intercaladas en las que nuestros dos manchegos universales desaparecían del guion.

De esta manera la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, con la inestimable ayuda de su socio y reconocido experto en las obras del Siglo de Oro español, Enrique Suárez, sigue poniendo a disposición del lector las obras de Cervantes en su página web de manera totalmente gratis, con el fin, recogido en sus Estatutos, de fomentar la lectura de la obra de Miguel de Cervantes.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Descarga     http://cervantesalcazar.com/web/pdf/29012019132713.pdf

 

 

 

Disponible ya de forma íntegra y en abierto el boletín Cuadernos Cervantinos nº 7 correspondiente al último trimestre del año 2018

Fecha de Publicación: 27/01/2019

Con el último boletín del año 2018 la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha cubierto su objetivo de publicar cuatro  boletines (carácter trimestral) donde órgano de comunicación que recoge sus actividades

 

Alcázar de San Juan, 27-01-2019.-  En el sitio web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, se encuentra disponible y completo, el boletín Cuadernos Cervantinos nº 7 correspondiente al periodo octubre a diciembre de 2018.

Se puede leer y descargar en el enlace: http://cervantesalcazar.com/web/pdf/30122018132422.pdf

 

El boletín informativo de la Sociedad recoge todas las actividades que la asociación cultural lleva a cabo, así como las comunicaciones a la prensa y los artículos y trabajos publicados por los socios.

El número 7 es el último publicado y recoge las actividades del último trimestre de 2018 siendo el órgano de difusión de la Sociedad y por el que se difunden los trabajos y afanes de la Cervantina alcazareña.

En la web de la Sociedad están disponibles además el resto de boletines publicados en el año 2018:

Cuadernos Cervantinos nº 6 (Julio a Septiembre)

http://cervantesalcazar.com/web/pdf/30122018132502.pdf

Cuadernos Cervantinos nº 5 (Abril a Junio)

http://cervantesalcazar.com/web/pdf/08072018171558.pdf

Cuadernos Cervantinos nº 4 (Enero a Marzo)

http://cervantesalcazar.com/web/pdf/08072018171425.pdf

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

La Sociedad Cervantina de Alcázar entrega a la Asociación El Sosiego, los libros infantiles y juveniles recogidos en la campaña de Navidad

Fecha de Publicación: 03/01/2019

Con el lema «Esta Navidad ningún niño sin imaginación» la Sociedad Cervantina ha llevado a cabo una campaña navideña de recogida de libros usados infantiles y juveniles para entregarlos a la Asociación El Sosiego de Alcázar quien los distribuirá entre los niños de las familias más desfavorecidas de nuestra ciudad

Alcázar de San Juan, 03-01-2019.-  En la tarde del 2 de enero tenía lugar en la Plaza de España de Alcázar el acto de entrega de los libros recogidos en la campaña navideña y que merced a la solidaridad y el compromiso -ya tradicional- de los alcazareños ha resultado un éxito y va a permitir que muchos niños de las familias más desfavorecidas de nuestra ciudad puedan recibir libros de lectura que acrecienten y desarrollen su imaginación. Se trata de una nueva iniciativa llevada a cabo por la Sociedad Cervantina de Alcázar.

Por parte de los cervantistas, su presidente Luis Miguel Román ha hecho entrega a Milagros Plaza, representante de la Asociación Cultural y Social El Sosiego, de las varias cajas de libros recogidos que entrarán directamente a formar parte de los lotes que esta asociación va a confeccionar (de entre el material que ha recibido en su campaña) y que este año va a posibilitar que los niños de Alcázar, además de juguetes puedan recibir libros de lectura.

La Sociedad Cervantina fijó los viernes 14 y 21 de diciembre, y el miércoles 26 de diciembre, como días de recogida en la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de 18:00 a 20:00 y el encargado de recepcionar los libros ha sido nuestro asociado Enrique Lubián quien ha desarrollado un papel fundamental en la campaña.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Felicitación de Navidad

Fecha de Publicación: 15/12/2018

Es nuestro deseo, que estos días festivos de Navidad que ya se acercan, estén llenos de paz, alegría y felicidad para ti y los tuyos.

¡Feliz Navidad!

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Esta Navidad, ningún niño sin imaginación

Fecha de Publicación: 12/12/2018

Una nueva iniciativa de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que redunda en el cumplimiento de uno de sus objetivos principales, el de fomentar la lectura entre los más jóvenes cuando se acercan las fiestas navideñas

 

Alcázar de San Juan, 12-12-2018.-  Está demostrado que los niños que leen aumentan su creatividad y su imaginación por encima de la media general y por eso la Sociedad Cervantina de Alcázar ha iniciado una campaña de recogida de libros a fin de que la vida útil de los mismos se amplíe y niños que no tienen acceso a este material no queden sin desarrollar su imaginación.

Los viernes 14 y 21 de diciembre, y el miércoles 26 de diciembre, se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de 18:00 a 20:00  para la recogida de libros infantiles y juveniles,  usados pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura.

De la recogida de libros se encargará nuestro socio Enrique Lubián, quien permanecerá en el centro cívico en el horario anunciado.

Esta Navidad de 2018 será la primera edición en que se lleve a cabo la recogida de libros, campaña que pretendemos tenga continuidad en el tiempo y que se extienda a los años próximos, coincidiendo con la Navidad, tiempo de compartir con los demás, sobre todo con los que menos tienen.

Los libros recogidos que aporten los solidarios donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social El Sosiego (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad.

Recordamos los días y horas de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico:

  • Viernes 14 de diciembre, de 18:00 a 20:00
  • Viernes 21 de diciembre, de 18:00 a 20:00
  • Miércoles 26 de diciembre de 18:00 a 20:00

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Trofeos Alonso Quijano: La Sociedad Cervantina no podía haber encontrado un mejor socio colaborador

Fecha de Publicación: 07/12/2018

Desde hace más de un año la empresa alcazareña Trofeos Alonso Quijano, dirigida por José Luis Romero Pérez, viene colaborando con la Sociedad Cervantina que ha difundido por toda España la calidad de sus artículos

Alcázar de San Juan, 07-12-2018.-

En el ánimo de que los invitados que visitan la Sociedad Cervantina de Alcázar se encuentren como en casa, se tiene por costumbre hacerles un regalo que agradezca su participación en las actividades que se organizan y se puedan llevar un recuerdo imborrable conmemorativo de su estancia en Alcázar de San Juan.

A este efecto, hace más de un año comenzó un acuerdo de colaboración con la empresa alcazareña Trofeos Alonso Quijano que por el nombre -tan apropiado para el asunto de que se trata- , por la mentalización de la empresa con la iconografía del Quijote y por la calidad de su productos, ha encajado perfectamente con las necesidades de la Sociedad Cervantina, quién no ha podido encontrar mejor aliado para este viaje.

Desde que comenzó esta cordial relación, los trofeos de la empresa alcazareña han viajado a los más diversos lugares de España. Algunos de nuestros invitados ya lucen sus recuerdos en Madrid, Cuenca, Ciudad Real o Albacete.

La Sociedad Cervantina de Alcázar ha elegido como colaborador a la empresa Trofeos Alonso Quijano porque tiene un impresionante catálogo de recuerdos tanto en la gama de trofeo genérico, como alegórico y en plazas y metopas, así como una nueva variedad de figuras en marmolina, que les hace posible ofrecer gran calidad con los precios más bajos del mercado en el campo de figuras quijotescas, así como molinos y más artículos relacionados con la Mancha de don Quijote.

En nuestro caso, el recuerdo que se entrega a los invitados es una bacía de barbero envejecida que se identifica perfectamente con el mundo quijotesco, a la que se añade una plaquita personalizada con el nombre y apellidos del invitado y también la fecha en que visita la Sociedad.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

Los profesores Panadero y Pillet en Alcázar de San Juan, dos investigadores que crean conocimiento

Fecha de Publicación: 04/12/2018

 

Ambos expertos piensan que en el Quijote se describe magníficamente el paisaje pero sobre todo el paisanaje de la Mancha en la época de Cervantes

Alcázar de San Juan, 3-12-2018.-  El sábado 1 de diciembre de 2018 y dentro de la actividad denominada “Almuerzos de don Quijote” que viene organizando con regularidad la Sociedad Cervantina de Alcázar, y en la que expertos en la vida y la obra de Miguel de Cervantes son recibidos en la sede de Alcázar de San Juan y alrededor de un almuerzo compuesto de platos típicos de la Mancha, desgranan sus actividades, sus proyectos, sus líneas de investigación; en resumen, que transmiten un valioso conocimiento a los miembros de la Sociedad.

Pocas veces se puede dar la circunstancia de que en uno de estos almuerzos se reúnan hasta tres profesores de la UCLM como ocurrió el pasado sábado. Además de disfrutar de la presencia de los profesores invitados Félix Pillet y Miguel Panadero, también estuvo presente Víctor Raúl López Ruiz en su condición de asociado.

El profesor Panadero habló sobre su última publicación Las aventuras de don Quijote por la Mancha de Aragón que explica los lugares por donde estima que trascurrieron las aventuras del hidalgo en su paso por el noroeste de la provincia de Albacete.

Por otra parte el profesor Pillet disertó sobre su  libro Geoliteratura. Paisaje literario y turismo (2017).   

A lo largo de la actividad y por parte de ambos invitados, se puso de manifiesto la necesidad perentoria de que por parte de las administraciones públicas y apoyados en expertos, se ponga en marcha una ruta geográfica del Quijote (al estilo de otras rutas culturales punteras en Europa como lo es por ejemplo el Camino de Santiago) realizada con todo rigor y que sea lo más ajustada posible a la realidad literaria de la genial novela de Cervantes, y que sea el soporte perfecto a  una ruta turística que la Mancha está necesitando con urgencia. Esta ruta debe contener en su recorrido representaciones en vivo de las diferentes aventuras de don Quijote y Sancho Panza, debe ser capaz de atraer a visitantes de todo el mundo que deseen vivir y respirar los mismos lugares por los que transitó nuestro caballero andante y deben conformarse como un atractivo turístico de primer orden.

También estuvieron de acuerdo ambos profesores en la necesidad de poner en manos del público una lectura profunda y cuidada relativa a los lugares a visitar, tal como han hecho ellos, que en sus últimas obras su objetivo ha sido el de escribir trabajos que inciten al conocimiento y lectura de la obra de Cervantes , es decir, que generen en los viajeros que vengan a conocer la Mancha , la necesidad de recorrer estos lugares pero después de haber leído tanto la novela como textos especializados con este propósito y que no ocurra que una vez visitada la Mancha tengan la sensación de que podían haber visto y conocido mucho más en el caso de haber leído antes estas referencias.

Por eso abundaron en la necesidad de que primero hay que leer, documentarse, conocer, y posteriormente venir a conocer la Mancha en toda su plenitud. Su pretensión, por tanto, es el conocimiento previo por parte del viajero y que este conocimiento le genere una necesidad creciente de conocer aún más la obra cervantina.

En esta meta coinciden con la Sociedad Cervantina de Alcázar cuyo principal objetivo es la difusión, estudio y lectura de la obra de Cervantes y alabaron la tarea que esta asociación cultural lleva a cabo con la edición de un Quijote propio de la Sociedad, que solo contiene las aventuras de don Quijote y Sancho, que además ha sido adaptado al lenguaje actual para que nadie tenga que recurrir constantemente al diccionario a fin de poder seguir su lectura y que no pretende nada más ni nada menos que conseguir que un amplio espectro de personas pueda acercarse de este modo a la obra de nuestro universal escritor.

Un lujo haber podido tener en Alcázar de San Juan a los dos profesores que además de haber  conocido el Museo del Hidalgo cuya calidad museística les sorprendió muy gratamente. En nuestra ciudad, se sintieron en su propia casa.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Dos de los mejores geógrafos de Castilla-La Mancha en Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 26/11/2018

 

Son conocedores de la geografía del Quijote y estarán el próximo sábado en los “Almuerzos de don Quijote”

Alcázar de San Juan, 26-11-2018.-   Los doctores Félix Pillet Capdepón y Miguel Panadero Moya, dos de los mejores geógrafos de Castilla-La Mancha estarán el próximo sábado 1 de diciembre en los “Almuerzos de don Quijote”, actividad cultural que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan organiza con regularidad.

Ambos son catedráticos de geografía en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), uno en Ciudad Real y el otro en Albacete y son bien conocedores de la geografía del Quijote.

Félix Pillet Capdepón

Es alicantino de nacimiento, se licenció (en 1974 con premio especial de Licenciatura)  y doctoró (en 1982) en Geografía en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue decano fundador de la facultad de letras (Ciudad Real) de la Universidad de Castilla-La Mancha durante una década, centro del que es actualmente  catedrático del área de Geografía Humana y director del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio.

Su actividad académica es incesante, ha publicado 9 libros y 37 artículos de revistas, ha colaborado en 29 obras colectivas y ha coordinado 6 publicaciones.

El Doctor Pillet es autor del libro Geoliteratura. Paisaje literario y turismo, Síntesis, 2017.  Así como de los artículos: De La Mancha literaria a La Mancha geográficacuatro siglos a través de los textos (1605-2005), Cuadernos de historia de EspañaNº 80, 2006, págs. 234-243 y El Quijote: su espacio geográfico y el lugar de la Mancha, Formas de arquitectura y arteNº. 11, 2005, págs. 32-34.

 

Miguel Panadero Moya

Es Investigador Senior. Catedrático Emérito de la Facultad de Humanidades de Albacete. Fue Vicepresidente de la Comisión Gestora de la Universidad de Castilla-La Mancha y Vicerrector de Investigación (1985-1988), Director del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio UCLM desde 1988 y Director del Centro de Estudios Latinoamericanos de las UCLM desde 1999.

Sus líneas de investigación: análisis geográfico de los  procesos de reestructuración territorial, planificación urbana y regional, desarrollo local y ordenación del territorio, con particular atención a los efectos espaciales del desarrollo de las infraestructuras y las actividades terciarias (transporte y turismo).  Aplicación a estudios sobre el paisaje y territorio en la literatura cervantina. Es autor de más de sesenta publicaciones, en formato de libro, capítulo de libro y/o artículos en revistas indexadas y de reconocido prestigio. Entre estos últimos, los artículos:

El espacio geográfico del “Quijote”; en Estudios Geográficos, Vol. LXV, núm. 256, Págs. 471-496, Ed. CSIC, Madrid, 2004.

De lugares, caminos y rutas del “Quijote”; en Boletín de la Real Sociedad Geográfica, Tomo CXLI, 2005. ISSN: 0210-8577, Págs.193-220, oct. 2005, Ed. Real Sociedad Geográfica, Madrid.

Elementos de geografía del “Quijote”. En Pillet Capdepón, F. y Plaza Tabasco, J. (coords.): El espacio geográfico del Quijote en Castilla-La Mancha (ISBN 84-8427-424-1), Págs. 185-207, Ed. de la UCLM.  Col. Estudios, nº 104, Cuenca, 2006.

Ambos son grandes conocedores de la Mancha y de la geografía  del  Quijote, por lo que a buen seguro, ambos especialistas en geografía y expertos conocedores de la obra cervantina, harán pasar a los asociados alcazareños una memorable jornada en su visita programada para el sábado 1 de diciembre.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Interesante artículo de nuestro asociado Jesús Sánchez Sánchez publicado en El Nuevo Miliario, Boletín sobre Vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica, en el número 18 / 19. Mayo de 2018.

Fecha de Publicación: 15/11/2018

Interesante artículo de nuestro asociado Jesús Sánchez Sánchez publicado en El Nuevo Miliario, Boletín sobre Vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica, en el número 18 / 19. Mayo de 2018.

Se desarrolló una nueva edición de la ruta guiada "Alcázar de Cervantes"

Fecha de Publicación: 12/11/2018

Ha tenido lugar en la mañana del domingo 11 de noviembre con una magnífica acogida del público asistente

Alcázar de San Juan, 12-11-2018.-  Enmarcada en el desarrollo de las V Jornadas Vino y Bautismo Qervantino que organiza el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, ha tenido lugar una nueva edición de la ruta guiada “Alcázar de Cervantes” que coordinada por la Sociedad Cervantina Alcazareña recorrió en la mañana del domingo 11 de noviembre los principales lugares de la ciudad que están vinculados con Miguel de Cervantes y su obra.

El público asistente se reunió en torno a la estatua El Hidalgo y su gato de José Lillo Galiani, ubicada en el atrio del Centro de Interpretación del Quijote, junto a Aguas de Alcázar, desde donde ha comenzado el itinerario a pie.

Sucesivamente los participantes en la ruta han conocido la historia del Quijote Cósmico en la Plaza de Palacio, escultura realizada por Santiago de Santiago que es gemela  de otra colocada en la ciudad mexicana de Guanajuato, ambas donadas por Eulalio Ferrer, que unen de forma indisoluble a las dos ciudades de ambos continentes y que se hermanaron en el año 2014.

En el atrio de Santa María, han conocido todo lo relativo a la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra fechada en 1558 y donde, desde la misma puerta de la iglesia, han podido contemplar un paisaje en el cual el torreón del Gran Prior se asemeja considerablemente al dibujo de la letra capitular del primer capítulo del Quijote (en su edición prínceps).

En la plaza de la de la Rubia del Rosquero (hoy Plaza de Cervantes, donde hay un monolito dedicado al escritor), conocieron el lugar donde se ubicó la casa en la que nació el Miguel de Cervantes y Saavedra bautizado en Alcázar.

Siguió el Museo del Hidalgo donde se interpreta cómo era la vida de un hidalgo del siglo XVI prosiguiendo en la iglesia conventual de San Francisco  para conocer cómo el escritor profesó en los últimos días de su vida en la Orden Tercera u orden seglar de esta congregación religiosa, con cuyo sayal fue enterrado en el convento de las Trinitarias de Madrid.

Importante la parada realizada en la colección de azulejos quijotescos del Parque Cervantes, glorieta formada por cuatro bancos decorados con azulejos que representan escenas del Quijote, con la particularidad de que contienen las aventuras del Quijote  completo (Primera Parte  y Segunda Parte de la novela), se trata de un patrimonio único que realizó la Escuela Taller de Cerámica de Alcázar de San Juan a comienzos del siglo XXI, siendo de las pocas colecciones de España –si no la única- que abarca el Quijote completo desde el inicio hasta el final. El  número total de azulejos es de 290, correspondiendo 181 de ellos a la Primera Parte del Quijote, mientras que los restantes, 109 corresponden a la Segunda Parte.

Por lo avanzado de la hora no se visitó el conjunto de azulejos del Quijote de la estación de ferrocarril, obra de la fábrica sevillana  Mensaque Rodríguez y Cía.  que en 2016 fueron declarados Bien de Interés Cultural por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. La visita concluyó en la Plaza de España en uno de los iconos de la ciudad,  la estatua de Don Quijote y Sancho realizada por el escultor Marino Amaya, desde donde los asistentes conocieron la relación que Cervantes tuvo con la Orden Trinitaria, encargada en la época del escritor de llevar a cabo los rescates de cautivos en Argel.

Juan Bautista Mata, José Manuel Zarco y Manuel Rubio,  son los miembros de la Sociedad  Cervantina alcazareña que han guiado la ruta, y a quienes -una vez acabado el recorrido-, los asistentes les manifestaron encontrarse gratamente sorprendidos por la cantidad de curiosidades de la ruta, comprobando la cantidad de elementos que vinculan la ciudad de Alcázar de San Juan con Miguel de Cervantes, nuestro universal escritor.

 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

 

Tu primer Quijote

Fecha de Publicación: 07/11/2018

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan pone a disposición gratuita, en su página web   http://cervantesalcazar.com/web/pdf/07112018153939.PDF  para todos los lectores que todavía no han leído el Quijote, su primer QuijoteEl ingenioso hidalgo de la Mancha.  Estamos convencidos de que quien lo lea quedará atraído, por su brevedad y encanto especial, por la obra de Cervantes.

Lo que presentamos es la novela corta que Cervantes inicialmente escribió, y que con el paso de los años vino a ser el Quijote de 1605. Ochenta páginas de fácil lectura, con las que el lector se impregna, casi sin darse cuenta, del espíritu del Quijote.

Atrás quedarán las excusas de que “no leo el Quijote porque es muy largo” o “porque no lo entiendo”. Este que ahora presentamos será el primer Quijote para muchos lectores, que, casi con toda seguridad, leerán después nuestra adaptación al Quijote, Las aventuras de don Quijote de la Mancha, nunca así contadas, que tantas descargas está teniendo, y, quien sabe, después se descargarán, también de nuestra web, el Quijote original de Cervantes con el que, ahora sí, poder decir que han leído el Quijote. 

Para quienes han leído ya el Quijote, podrán comprobar cómo en esta novela corta está el cimiento de lo que luego fueron los Quijotes de 1605 y 1615.

Este El ingenioso hidalgo de la Mancha ha sido preparado por Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de nuestra Asociación, y responsable de todas las ediciones que presentamos en nuestra página web.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Una ruta para todos los públicos que recorrerá el “Alcázar de Cervantes"

Fecha de Publicación: 01/11/2018

Desde el 22 de octubre está abierto el plazo para inscripciones que se pueden realizar en la Oficina de Información Turística, en la Plaza de España

 

Alcázar de San Juan, 02-11-2018.-  El próximo 9 de noviembre se cumplirán 460 años desde que fuese bautizado un niño llamado Miguel de Cervantes Saavedra en la pila bautismal de la iglesia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan, según se acredita en el Libro Primero de Bautismos guardado en el archivo parroquial, que dice:

«En nueve días del mes de Noviembre de mil quinientos y cincuenta y ocho bautizó el Reverendo Señor Alº Diaz pajares un hijo de Blas de Cervantes Sabedra y de Catalina López que le puso de nombre Miguel...»

Alrededor de esta efeméride y organizada por el Patronato Municipal de Cultura, se vienen celebrando anualmente las Jornadas Vino y Bautismo Qervantino que este año alcanzan su 5ª edición y que se desarrollarán entre el miércoles 7 y el domingo 11 de noviembre.

Colaborando con el Ayuntamiento de Alcázar, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan coordinará la ruta guiada “Alcázar de Cervantes” que recorrerá los principales lugares de Alcázar de San Juan, que tienen relación con el escritor Miguel de Cervantes o con su obra.

La ruta tendrá lugar el domingo 11 de noviembre a las 12 horas siendo el punto de concentración y origen de la ruta el monumento a Alonso Quijano con su gato junto a la sede de Aguas de Alcázar.

Las personas interesadas pueden inscribirse desde el 22 de octubre en la Oficina de Turismo Municipal en la Plaza de España (bajos del Mercado Municipal).

Esta ruta discurre por los lugares que directa o indirectamente evocan aspectos de la vida de Cervantes, desde su bautismo hasta su enterramiento, pasando por su cautiverio y por su obra cumbre “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de La Mancha”. Consta de un recorrido de unos 2 km, y su duración aproximada de dos horas.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

El escritor Lorenzo Silva será uno de los próximos invitados a los Almuerzos de don Quijote

Fecha de Publicación: 26/10/2018

Aprovechando la presencia del conocido escritor en Miguel Esteban en un encuentro literario -que tenía lugar en la tarde del viernes 26 de octubre- en el que presentó y comentó los argumentos y curiosidades de sus dos últimos libros: Sangre, sudor y paz. La Guardia Civil contra ETA y Lejos del corazón , en el auditorio de la vecina ciudad toledana; miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan asistieron al acto para disfrutar de su conversación y de la forma clara e ilustrativa en que expuso sus ideas y desgranó el contenido de su dos ultimas publicaciones.

Al propio tiempo han invitado a Lorenzo Silva Amador para que esté presente en una próxima edición de los "Almuerzos de don Quijote", propuesta con la que se mostró encantado y que se llevará a efecto en cuanto encuentre un hueco en su agenda que está repleta de trabajo y de actos promocionales.

Sorprendió a los cervantistas alcazareños la enorme categoría humana del escritor, su amabilidad y su cercanía, comprobando que a pesar de haber obtenido premios de la máxima relevancia como el Planeta en 2012 por La marca del meridiano, sigue siendo una persona entrañable y totalmente accesible con la que uno puede pasarse horas y horas de interminable e interesante conversación.

Sin duda va a ser un invitado de lujo que merecerá la pena tener pronto en Alcázar de San Juan. 

 

Sociedad Cervantina de Alcázar

Alcázar de San Juan rinde homenaje a su molinero

Fecha de Publicación: 08/10/2018

El sábado 6 de octubre, Domingo Alberca Muñoz  participó en los Almuerzos de don Quijote organizados por la Sociedad Cervantina de Alcázar

En sus últimas investigaciones –que pronto hará públicas- asegura haber encontrado pruebas documentales de que Miguel de Cervantes fue alcabalero en la Mancha

Alcázar de San Juan, 07-10-2018.-  La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha rendido un reconocimiento al criptanense Domingo Alberca, el restaurador del molino Fierabrás, el único de los que se conservan en Alcázar que mantiene en funcionamiento su maquinaria y que realiza moliendas en determinadas ocasiones al año, como en el solsticio de verano.

Alberca que comenzó a leer de forma masiva a los siete años,  y leyó con pasión todo lo que cayó en sus manos (como reconoce haber hecho el propio Cervantes), acostumbraba a leer en voz alta a sus mayores las noticias de los diarios, mientras ellos escuchaban con atención (como también solía hacerse en la época de la escritura del Quijote), afirmó poseer una gran y variada biblioteca donde no falta casi nada de lo publicado por y sobre Miguel de Cervantes; también  especialmente sobre los molinos, su origen, historia y técnicas de construcción, campo en el que además de un experto constructor de sus maquinarias, es un verdadero erudito.

Domingo Alberca  contó a los miembros de la Sociedad Cervantina, cómo se ha dedicado, hasta hace muy pocos años, a la construcción de la maquinaria de los molinos de todos los tipos: de viento, hidráulicos y de  mareas, por toda la geografía española:  La Mancha, Andalucía, Levante (de múltiples palos con velas latinas) y en Cataluña,  donde reconoció que en esa comunidad autónoma se protege y cuida el patrimonio industrial como en ninguna.

En la visita al cerro de San Antón, donde están los molinos Rocinante, Dulcinea, Barcelona y Fierabrás, Alberca recordó la época en la que su equipo y él restauraron con una maquinaria nueva, fiel a las utilizadas en el siglo XVI, el molino Fierabrás,  y le causó gran satisfacción comprobar que se encuentra todavía en perfecto funcionamiento, excepto el alivio de la piedra volandera que no estaba debidamente ajustado.

Como todo buen maestro  se emocionó al comprobar que su criatura se encuentra bien cuidada, a pesar de los años trascurridos desde su restauración y puesta en servicio, teniendo en cuenta que los molinos son ingenios que necesitan de un continuo mantenimiento.

En lo que respecta a Cervantes y su vida, Alberca mostró a los cervantinos alcazareños su ingente trabajo recopilatorio que ha logrado reunir de sus continuadas investigaciones por todos los archivos españoles y que constituyen una colección de datos de gran valor  en la que ha empleado media vida.

Merced a esa cuantiosa recopilación de datos, ha podido ir escribiendo artículos sobre la vida y obra de Cervantes, como por ejemplo el número especial de la revista El Albaicín Criptano que está dedicado por entero a la vida del escritor desde el nacimiento hasta su muerte.

Piensa que Cervantes utilizó un espacio geográfico que conocía muy bien para situar en él las aventuras de don Quijote y Sancho Panza, y ello a pesar de que no hay documentos que puedan situar a Miguel de Cervantes en la Mancha o al menos documentar su estancia en esta comarca en la que se desarrollan  la mayoría de las aventuras del Quijote. Sin embargo, Domingo Alberca adelantó durante el almuerzo que se encuentra trabajando sobre este tema y que en breve publicará un trabajo que relacionará a Miguel de Cervantes con la Mancha, ya que según dijo ha encontrado pruebas documentales de que el  escritor inmortal estuvo en esta comarca como alcabalero.

Tras varias horas de animada y fructífera conversación los socios de la Sociedad Cervantina  alcazareña agradecieron a Domingo Alberca su visita y lo emplazaron a que pronto vuelva a contarles lo relativo a ese trabajo que documenta la presencia de Miguel de Cervantes en esta tierra.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Domingo Alberca un erudito y experto molinólogo visitará Alcázar

Fecha de Publicación: 02/10/2018

El criptanense que ha dedicado su vida a Cervantes y a los molinos de viento, estará en Alcázar de San Juan el próximo 6 de octubre

 

Alcázar de San Juan, 02-10-2018.- Dentro de la actividad “Almuerzos de don Quijote”, que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan organiza con regularidad, el sábado 6 de octubre acogerá en su sede al molinólogo Domingo Alberca Muñoz.

Hombre inquieto y erudito que desde muy joven -a los diecisiete años- y gracias a su mentor  Francisco  Granero, comenzó a leer y estudiar la obra de Miguel de Cervantes y a investigar sobre los molinos de viento,  actividad que no ha interrumpido hasta hoy.

No sólo ha estudiado el origen de los molinos  sino que ha dedicado 46 años de su vida a documentar su evolución y a perfeccionar su construcción hasta que dejaron de moler y todavía continúa unido a los que aún permanecen en funcionamiento, algunos gracias a él, como el Fierabrás de Alcázar de San Juan.

Es cofundador de la Asociación Nacional de Molinología  ocupando un puesto en el comité científico de la asociación.

Así mismo fue uno de los impulsores del I Congreso Internacional de Molinología celebrado en 2001 en Alcázar de San Juan.

Algunas de sus publicaciones son:

  • La restauración de los molinos de viento. (2001). Actas del I Congreso Internacional de Molinología. Patronato de Cultura. Alcázar de San Juan.

 

  • La recuperación del ingenio molinero. (2001). Actas de las III Jornadas de Molinología. Cartagena. 
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  • La Mancha también tiene molinos de agua. (Diciembre 2009). Número 21 revista Aspas Manchegas. Mota del Cuervo.
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  • Batanes y Molinos.  (2011). Tierra de Cultura: I Curso de Historia Argamasilla de Alba y Alto Guadiana Mancha. Los Académicos de la Argamasilla. Ciudad Real.

 

  • Pasión y muerte de Cervantes. (Mayo 2016). Número 18 de la revista El Albaicín Criptano. Concejalía de Cultura. Campo de Criptana.

Domingo Alberca es de la opinión que Criptana sin Cervantes no hubiese sido turísticamente nada  de lo que es hoy, y comparte con la Sociedad Cervantina de Alcázar que el Quijote fue la mayor acción de mercadotecnia que la Mancha pudo recibir de manos de Cervantes y además gratis.

Se trata de un invitado de lujo con el que los cervantistas alcazareños tendrán ocasión de aprender y disfrutar de su presencia.

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

Cervantes y sus bizcochos. La comida en la Armada Invencible

Fecha de Publicación: 24/09/2018

¿Sabías que Miguel de Cervantes fue comisario de abastos para proveer a las galeras reales de Felipe II?. 30 años antes de escribir El Quijote, Cervantes estuvo destinado en Andalucía con la misión de obtener la comida de la Armada Invencible, es decir para alimentar a unas 30.000 personas

Desde trigo, aceite y cecinas hasta bizcochos (de los que hablaremos más tarde), Miguel de Cervantes y la comida de la Armada Invencible están indisolublemente unidos.

No obstante, la tarea de dar de comer a unas 30.000 personas, embarcadas en alta mar y sin frigorífico a bordo, no resulta tarea nada fácil. A esto hay que unirle unas condiciones higiénicas pésimas e insalubres. De hecho, si el nivel general de higiene de la época dejaba bastante que desear, las condiciones a bordo eran todavía mucho peores.

Sir Willian Monton habló de los barcos españoles como “pocilgas y rediles en comparación con los nuestros (…),pues no había a bordo quien estuviera a cargo de fregar las cubiertas”.

Por aquella época cada hombre era su propio cocinero y el responsable de preparar las raciones diarias suministradas en el barco por la intendencia. Sin embargo, el uso común era agruparse en cuadrillas de ocho a diez soldados llamados camaradas (sí, de ahí que hoy en día usemos esa misma palabra para designar a nuestras personas de máxima confianza).

Cada grupo de camaradas obtenían sus raciones individualmente supervisados por el escribano del barco, que debería luego de cuadrar sus cuentas, para luego cocinarlas por turnos en la cocina principal, usando sus propios utensilios de cocina y escudillas.

El menú de La Armada Invencible

 

Todos los embarcados recibían a bordo:

 

Diariamente:

  • 1 pinta y un tercio de vino
  • Libra y media de bizcocho o 2 libras de pan

Los domingos y los jueves

  • 6 onzas de tocino y 2 onzas de arroz

Los lunes y los miércoles:

  • 6 onzas de queso y 3 onzas de alubias o garbanzos

Los miércoles, viernes y sábados:

  • 6 onzas de pescado (atún o bacalao o calamar) o bien 5 sardinas.
  • 3 onzas de garbanzos o alubias
  • onza y media de aceite
  • un cuarto de pinta de vinagre

Un menú no muy divertido ni variado, pero con unas cantidades suficientes y dignas. El menú de los ingleses no difería mucho del español, con la diferencia que ellos sustituían el vino por la cerveza y el aceite por la mantequilla (vamos, como hoy en día).

Comida del siglo XVI
La comida de la Armada Invencible

Los bizcochos de Cervantes

 

El bizcocho no era entonces el bollo tierno y dulce en el que pensamos hoy en día, muy al contrario, se trataba de un sustituto del pan y era el alimento básico de La Armada Invencible.

Realizado con harina de trigo, se trataba de un pan sin levadura, a modo de torta, que se cocía dos veces a fin de deshidratarlo y aumentar así su tiempo de preservación. Al comerlo, se volvía a hidratar en agua o en vino para masticarlo y digerirlo con mayor facilidad.

¿Y qué tienen que ver los bizcochos con Cervantes?. Como decíamos al inicio del artículo, Miguel de Cervantes estuvo encargado del aprovisionamiento de la comida de la Armada Invencible, ejerciendo su cargo de comisionario de provisiones para la Armada.

En el desempeño de su cargo, el 15 de junio de 1588 recibió la orden de Antonio de Guevara (del Consejo Real de Hacienda) para que “ yendo a la villa de Écija, haga moler y labrar bizcocho para dichas provisiones y para otros efectos importantes del servicio del Rey nuestro señor (…), teniendo entendido que Miguel de Cervantes Saabedra (…) lo hará con el cuidado y presteza que esto se requiere”.

Según las cuentas de la Armada, se cargaron en los barcos 110.000 quintales de bizcochos (a 46 kilos por quintal…), así que Cervantes algo tuvo que ver mucho con la comida de La Armada Invencible…y con sus bizcochos.

 

Pedro Luis Chinchilla       

en La Armada Invencible  https://www.armadainvencible.org/la-comida-a-bordo/

 

Nuestro asociado Víctor Raúl López Ruiz pregonero de las Fiestas de Quero

Fecha de Publicación: 06/08/2018

 

En fiestas de Quero hicimos la ruta cervantina guiada y Pregón. Un Honor

Después, tuve el honor de presentar el Pregón de fiestas en la Plaza de la Villa a las 22:30h con el tema sobre cultura y desarrollo. os dejo el saluda publicado en el programa de festejos y en Mancha Información, nos vemos en Quero.

Reportaje del evento del Pregón realizado por ManchaInformación .

Pregón (texto 7 páginas)

Vídeo del pregón 

Publicado por ublicado por    en https://cronistaalfonsoruizcastellanos.blogspot.com/

 

Alcázar de San Juan continúa fiel a su tradición cervantina

Fecha de Publicación: 02/08/2018

Alcázar de San Juan. Jueves 2 de agosto de 2018.-  Después de conocer, a través de los medios de comunicación, que en el Pleno del mes de julio del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan se comunicó la noticia de que “Alcázar se integrará en la Red de Ciudades Cervantinas en noviembre”, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan quiere expresar su satisfacción por varios motivos:

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan impulsó la propuesta al Ayuntamiento de pertenecer a la Red de Ciudades Cervantinas  el 16 de junio de 2017 (mediante carta -a la que acompañaba un completo dossier- a la Alcaldía), cuando nuestra ciudad no había sido considerada como miembro en el inicio de esta Red. Los propósitos fundacionales de la Red ya los viene asumiendo nuestra ciudad  hace muchísimo tiempo, desde el descubrimiento de una partida de bautismo atribuida al autor del Quijote en nuestra ciudad, en 1748, origen de nuestra tradición cervantina, que debemos  preservar, aunque la disputa sobre la cuna de Cervantes ya quedara cerrada hace, también, muchos años. 

El último punto del Decálogo de la Red de Ciudades Cervantinas dice: «Yo sé quién soy» afirma en un momento don Quijote, en diálogo con un vecino suyo, a quien respeta a pesar de las diferencias, y con voluntad de defender su identidad. Este «Yo sé quién soy» debe ser el lema de la Red de ciudades cervantinas para avanzar en el desarrollo sostenible gracias a las enseñanzas de Miguel de Cervantes. Alcázar de San Juan “sabe quién es”, en el mundo cervantino, y su adhesión a esta Red de Ciudades Cervantinas, aportará y nos aportará más conocimiento y desarrollo, tanto cultural como turístico, y por lo tanto económico, a nuestra ciudad.

Nuestra Sociedad Cervantina tuvo como invitado en su actividad “Almuerzo de don Quijote” a José Manuel Lucía, director de la Red de Ciudades Cervantinas, este pasado mes de junio, con el que compartimos mesa cervantina y sus enormes conocimientos sobre la vida y obra de Cervantes (pronto publicará la tercera, y última, parte de su biografía) y también visitó el archivo parroquial de Santa María, donde pudo ver la partida de bautismo de un niño al que su padre Blas de Cervantes Saavedra le puso de nombre Miguel. También, cómo no, se habló de nuestra solicitud al Ayuntamiento a que se propusiera la pertenencia a la Red que él dirige, a su polémica declaración, y a la buena disposición de todos a que la adhesión se llevase a cabo.

Esperamos que en noviembre, tal y como ha comunicado el portavoz del Grupo Municipal Socialista Gonzalo Redondo -en el Pleno Ordinario del mes de julio-, Alcázar de San Juan sea una más, entre las ciudades cervantinas de esta asociación.

 

Luis Miguel Román Alhambra. Presidente

El inexistente Lugar de la Mancha. Trabajos sobre su búsqueda científica. Cuestiones geográficas y metodológicas

Fecha de Publicación: 29/06/2018

Interesante artículo de nuestro asociado JESÚS SÁNCHEZ SANCHEZ, publicado en la revista El Nuevo Miliario, en su número 18/19 correspondiente a Mayo 2018

Gratis el Quijote de Alcázar de San Juan en www.cervantesalcazar.com

Fecha de Publicación: 18/06/2018

La presentación corrió a cargo de Luis Miguel Román Alhambra, presidente y de Enrique Suárez Figaredo, socio de honor

“Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas” tiene como objetivo propiciar e incentivar la lectura del texto original de Cervantes y es totalmente gratuito, pudiéndose descargar de la web www.cervantesalcazar.com

Alcázar de San Juan 19-6-18.-  El jueves 14 de junio se presentó en el Museo Casa del Hidalgo de Alcázar de San Juan la edición del Quijote de Alcázar titulada “Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas” con una más que notable afluencia de público y estando representados casi todos los partidos políticos de la ciudad apoyando el acto con su presencia e interesados por el acontecimiento cultural de primer orden para la ciudad de Alcázar de San Juan.

Hay que remarcar que esta edición del Quijote no es para expertos cervantistas ni para estudiosos del Quijote (para este sector de público ya existen las diferentes ediciones académicas que también pueden ser descargadas de la web de la Sociedad), más bien se trata de una versión de acceso para aquellas personas que nunca lo han leído o para esos ocho de cada diez españoles que según las encuestas lo han comenzado y no han sido capaces de terminarlo. Esta adaptación es un 25 por ciento menos voluminosa y está conformada para leer en tabletas y dispositivos móviles. La edición ha estado a cargo de Enrique Suárez Figaredo, catalán, que tiene una larga trayectoria como editor de obras del Siglo de Oro Español.

En esta adaptación se han suprimido las novelitas intercaladas y sólo han persistido las aventuras de don Quijote y Sancho Panza para que ambos permanezcan continuamente ante la vista del lector. Pero además se han corregido las erratas, se suprimen los trucos de los cajistas y componedores (imprenta) para adaptar el texto a cada plana, se ha intervenido en la sintaxis para evitar confusiones al lector, se ha adaptado el vocabulario al de uso actual para evitar tener que usar continuamente un diccionario y se ha regularizado el lenguaje de los personajes para que siempre hablen del mismo modo (en especial Sancho Panza). Finalmente, se han reorganizado los capítulos para hacerlos más homogéneos. Con todo, sigue siendo una obra escrita en castellano antiguo y el texto se acerca a las mil páginas. Así que quienes nunca hayan leído el Quijote creerán leer el original de Cervantes.

Nadie nos ha pedido que hiciésemos este trabajo, sino que la Sociedad se ha mojado en este empeño confiando en que este texto algún día pueda ser valorado y se le reconozca el verdadero significado de su aportación.

Por lo tanto, ya no hay excusas para no leer el Quijote, porque el propósito de esta obra es que el lector se inicie en la lectura de la obra original de Cervantes, cumpliendo así unos de los objetivos estatutarios de esta sociedad cultural.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

José Manuel Lucía: el Quijote es un manual de vida

Fecha de Publicación: 17/06/2018

El profesor José Manuel Lucía Megías es catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid, Presidente de honor de la Asociación de Cervantistas, especialista en iconografía del Quijote siendo director del Banco de Imágenes del Quijote: 1605-1915 y en la actualidad director de la Red de Ciudades Cervantinas

 

Su producción literaria es excepcional y es autor de una reciente, reputada y exitosa biografía sobre la vida de Cervantes

 

Alcázar de San Juan, 18-6-2018.- El pasado sábado 16 de junio la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha tenido el enorme placer de recibir  como invitado al profesor José Manuel Lucía Megías para participar en la actividad denominada  “Almuerzos de don Quijote”, que la asociación alcazareña viene organizando en los últimos años, en la que personajes relevantes del mundo cervantino vienen a nuestra ciudad a departir unas horas con los asociados y en las que alrededor de unos platos típicos manchegos el invitado habla de su experiencia y relación con Cervantes y su obra.

 

José Manuel Lucía Megías es  catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid, coordinador académico del  Centro de Estudios Cervantinos (desde el año 1999 hasta el 2014) y vicedecano de Biblioteca, Cultura y Relaciones Institucionales de la Facultad de Filología de la UCM. Además, dirige la plataforma literaria Escritores complutenses 2.0​ y la Semana complutense de las Letras de la Universidad Complutense de Madrid (desde el año 2010).​ Como Filólogo Románico, se ha especializado en libros de caballerías, crítica textual, humanidades digitales y en iconografía del Quijote, siendo el director del portal Banco de imágenes del Quijote: 1605-1915.​ En la actualidad es presidente de honor de la Asociación de Cervantistas y vicepresidente de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval. En abril de 2017 ha sido nombrado director de la Red de Ciudades Cervantinas (de la que es el promotor, red que conecta una serie de ciudades vinculadas con la vida y obra de Cervantes, desarrollando actividades culturales o turísticas en torno al autor y de la que forman parte las ciudades de Alcalá de Henares, Argamasilla de Alba, Arganda del Rey,  Argel, Azul, Baeza, Barcelona, Ciudad Real, Córdoba, Daganzo, El Toboso, Esquivias, La Puebla de Cazalla, La Roda, Lisboa, Madrid, Montevideo, Sevilla, Toledo y Valladolid).

Su producción científica es excepcional, habiendo publicado cerca de treinta libros (muchos de ellos sobre Cervantes y el universo cervantino) y más de doscientos artículos y estudios; así como su producción literaria entre las que destacan sus obras de poesía:  Libro de horas, Prometeo condenado, Acróstico, Canciones y otros vasos de whisky, Cuaderno de bitácora, TrentoTrípticoY se llamaban Mahmud y Ayaz y Los últimos días de Trotski (recogidos en el volumen El único silencio. Poesía reunida (1998-2017). En el año 2018 ha publicado: Versos que un día escribí desnudo, además de diversos poemas en antologías​ y revistas poéticas; pero sobre todo es autor de una biografía de Miguel de Cervantes de la que hasta ahora se han publicado dos tomos: La juventud de Cervantes. Una vida en construcción (Madrid, EDAF, 2016) y La madurez de Cervantes. Una vida en la Corte (Madrid, EDAF, 2016), siendo una de las mejores y más documentadas que se han escrito  hasta la fecha y de la que en septiembre se presentará su tercera y definitiva entrega: La plenitud de Cervantes (Madrid, EDAF, 2018).

El currículum de Lucía es excepcional, siendo además comisario de una docena de exposiciones entre las que podemos destacar la que se celebró entre el 4 de marzo y el 29 de mayo de 2016, “Miguel de Cervantes: de la vida al mito” (1616-2016), que tuvo una gran repercusión siendo la más visitada de la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, en la que se expuso la partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan y a la que asistieron miembros de esta Sociedad, corroborando su altísimo nivel.

Precisamente en su visita a Alcázar, Lucía tuvo ocasión de consultar con detenimiento la partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan  en el archivo parroquial de la iglesia de Santa María de esta ciudad, visitando también la pila bautismal que todavía se conserva.

A lo largo del almuerzo los socios pudieron disfrutar del conocimiento inabarcable de Lucía -que además es un gran conversador- en el que dijo que el Quijote es un manual de vida y que esta es la forma de acercarse a su lectura, tratando de comprender las enseñanzas que en él se encierran y tratando de sacar provecho de las mismas para aplicarlas en nuestra propia vida personal.

Expuso que para acercarse al Quijote no hay que perder de vista los libros de caballerías –aunque la novela cervantina pretenda denostar un tipo particular, conocidos como libros de caballerías de entretenimiento- porque muchas de las cosas que en él ocurren tienen una perfecta explicación si antes se conoce el mundo caballeresco. Hasta tal punto es así,  que si antes se tiene un conocimiento previo de los libros de caballerías se puede apreciar que  Cervantes no inventa nada, sino que da una vuelta de tuerca a los mitos de este tipo de literatura y hace a los personajes totalmente verosímiles (es decir que sus acciones obedezcan a una lógica), otorgándoles una fuerte voluntad, a Alonso Quijano la voluntad de ”querer ser” el hidalgo que debe ser (el caballero que sirve a los demás y deshace los entuertos) y a Sancho Panza el escudero fiel que no quiere abandonar a su señor a pesar de las dificultades.

El gran mérito de Cervantes no fue crear sus personajes (estereotipos que ya existían: caballeros, escuderos, etc...), sino sacarlos de la marginalidad y ponerlos en primer plano, es decir, situar como protagonistas de su historia a personajes que en  tiempos anteriores habrían sido totalmente secundarios.

En  palabras de Lucía, antes de Cervantes el pensamiento de un hidalgo era “Yo soy quien soy” y como tal debía obrar y comportarse, pero Cervantes situó a su hidalgo Alonso Quijano en un plano diferente cuando dijo “Yo sé quién soy” y ese pequeño cambio en la frase supuso una revolución fascinante.

Finalmente, Lucía Megías comentó que hay que considerar la partida de bautismo de Alcázar como generadora de la tradición cervantina (que se remonta a siglos) en nuestra ciudad y que Alcázar de San Juan no tiene menos tradición cervantina que Roma, Barcelona u otras ciudades por lo que merece estar en la Red de Ciudades Cervantinas.

En relación con ello, intuimos que puede haber buenas noticias en este sentido y la Sociedad Cervantina se alegra de aportar otro granito de arena más para que Alcázar pueda formar parte de la Red.

 

Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan

 

José Manuel Lucía Megías en Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 17/06/2018

Hoy sábado 16 de junio de 2018, hemos disfrutado en Alcázar del conocimiento inabarcable de José Manuel Lucía Megías, uno de los mejores especialistas mundiales del universo cervantino.

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan aportando otro granito de arena para que nuestra ciudad forme parte de la Red de Ciudades Cervantinas

GRATIS el Quijote de Alcázar de San Juan

Fecha de Publicación: 14/06/2018

FOTOS de la Presentación del Quijote de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Museo del Hidalgo (Alcázar de San Juan) jueves 14 de junio a las 19:30 horas.

La presentación corrió a cargo de Luis Miguel Román Alhambra, Presidente y de Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor

El Quijote tiene como objetivo propiciar e incentivar la lectura del texto original de Cervantes y es totalmente gratuito, pudiéndose descargar de la web www.cervantesalcazar.com

La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan edita un Quijote nunca visto

Fecha de Publicación: 14/06/2018

Alcázar de San Juan goza de un mecenas literario


Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor, mecenas y uno de los mayores expertos en edición de obras del Siglo de Oro español ha llevado a cabo la obra 

Se trata de un Quijote totalmente novedoso y único, al que se ha aligerado de historias intercaladas y que solo cuenta las aventuras de don Quijote y Sancho Panza, con el objetivo de facilitar su lectura y ser el texto de acceso a esta magna obra de la literatura universal 

Todos los lectores del Quijote están convocados a una cita ineludible el jueves 14 de junio a las 19:30 horas en el Museo Casa del Hidalgo de Alcázar de San Juan. En ese acto van a conocer un nuevo texto del Quijote editado por la Sociedad Cervantina de Alcázar y del que ha sido autor Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor, uno de los más prolíficos editores de obras del Siglo de Oro español, que ha donado de forma altruista su trabajo a la Sociedad Alcazareña.

El texto que se va a presentar es una novedad en el mundo cervantino: se trata de una edición que quizás muchos estudiosos contemplaron llevar a cabo en algún momento de su vidas y no se atrevieron; una tarea que (salvo ediciones infantiles) nadie acometió con anterioridad.

Esta edición nunca vista del Quijote se ha compuesto retirando todo el texto que contiene las historias intercaladas y que distraen al lector del hilo conductor principal, que son las aventuras de sus dos principales personajes: don Quijote y Sancho Panza.

Esta adaptación sólo tiene 88 capítulos, no 126, y un 25 % menos de texto. Se han suprimido los relatos paralelos que Cervantes añadió a las aventuras y desventuras de los protagonistas principales y todo se ha reordenado de cabo a rabo para que don Quijote y Sancho estén en todo momento a la vista del lector, como éste espera.

La edición, por tanto, es sólo eso, una adaptación, un subproducto del Quijote, lo nuclear.  No destruye nada: es sólo una opción en las manos del lector. Más aún: ofrece al lector un camino fácil por donde llegar al producto principal. Ese es nuestro objetivo. El resultado de la edición es, así, un texto mucho más aligerado y fácil de leer que pretende ser el texto-puente con que los más perezosos lectores accedan al conocimiento de esta gran obra de la literatura universal. Hay que destacar que esta edición no viene a sustituir a ninguna otra, y mucho menos a la original, sino que se desea pueda ser la puerta de acceso al mundo quijotesco y aumente en los lectores el deseo de conocer la obra original de Miguel de Cervantes.

Aun así, el texto se acerca a las mil páginas y en gran medida hace uso del vocabulario y sintaxis originales, excepto cuando pueden conducir a confusión. Sólo pretende que la lectura resulte fluida, nada farragosa, porque leer el Quijote no ha de ser un sacrificio. Las ilustraciones son por estética, pero de algún modo colaboran con nuestra intención.

Este Quijote de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan estará en la web de la asociación cultural y podrá descargarse gratuitamente por aquellas personas interesadas en él.

Pero al propio tiempo la web también tendrá a disposición de todos los lectores tanto las dos partes del Quijote de Cervantes como el de Avellaneda, es decir el lector podrá consultar y descargarse El ingenioso hidalgo don Quijote de la ManchaSegunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, ambas escritas por Miguel de Cervantes, así como el Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Alonso Fernández de Avellaneda.

Enrique Suárez Figaredo, autor de esta historia

Catalán de Barcelona, es miembro de honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, en el corazón de la Mancha.  Ha editado cerca de sesenta obras del Siglo de Oro español (trabajo al alcance de muy pocos), lo que le hace un profundo conocedor del mundo editorial de esta época de la historia de la literatura española.

Suyo es el mérito también de haber encontrado una segunda edición del Quijote de Avellaneda cuando el mundo académico pensaba que tan solo habían editado una vez esta continuación apócrifa del Quijote de Cervantes.

Ahora, con la edición del Quijote de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha propiciado la culminación de uno de los sueños de esta Sociedad: el de tener su propia edición del Quijote.

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