Presentado el proyecto cultural «Quijote universal manuscrito en Internet» Fecha de Publicación: 01/12/2023 . La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha presentado su proyecto “Quijote universal manuscrito en Internet” con el que pretende completar el primer Quijote disponible en la red y manuscrito en colaboración con amanuenses de todo el mundo Cerca de diez mil personas podrán tomar parte de este ambicioso proyecto cultural que pondrá a Alcázar de San Juan en el centro del mapa cervantino mundial Alcázar de San Juan, 01-12-2023.- El jueves 30 de noviembre se presentaba en la Casa Museo del Hidalgo, el proyecto denominado “El Quijote universal manuscrito en internet” a cargo de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, tomando una idea original del socio Antonio Leal Jiménez, ampliada al ámbito universal y digital. A este efecto, la SCA ha creado un portal web universoquijote.com (desarrollado por la empresa Aplicaciones Tecnológicas Alcázar) que permite a todas las personas que soliciten su participación, la asignación al azar de un fragmento del Quijote (de no más de tres o cuatro líneas), que deben manuscribir trasladándolo con su propia letra lo más legible posible, y enviar a la web, bien escaneándolo, bien fotografiándolo con su teléfono móvil, para así configurar entre todos un gran Quijote manuscrito que estará permanentemente a disposición en Internet para su lectura y consulta. Unas 10.000 personas tendrán la oportunidad única de tomar parte de este proyecto que unirá amanuenses de toda clase, condición, país o edad, y que conformarán el primer Quijote manuscrito en Internet de la historia. Este ambicioso proyecto cultural desarrollado por la Sociedad Cervantino de Alcázar de San Juan, concebido como una de sus actividades con el objetivo de conseguir la lectura y difusión de las obras de Cervantes y en especial del Quijote (uno de sus objetivos fundacionales), permitirá que muchas personas relean el Quijote o quizás se aproximen por primera vez a su lectura, cuando tal vez deseen leer el capítulo completo (y por extensión toda la novela) del texto que el azar ha designado que escriban. A lo largo del evento, se proyectaron los vídeos enviados por las personas que apoyan esta iniciativa, tanto la Red de Ciudades Cervantinas en la persona de su director José Manuel Lucía Megías, como la Asociación Internacional de Cervantistas por medio de Ruth Fine (presidenta), Alicia Villar Lecumberri (vicepresidenta), Randi Lise Davenport (vocal), Santiago López Navia (vocal), Julia D’Onofrio (vocal) e Isabel Lozano Renieblas (presidenta de honor), que se han sumado a este proyecto. En el acto de presentación en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan además de Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina, estuvieron presentes autoridades del ayuntamiento de Alcázar de San Juan, insistiendo todos en la importancia de convocar a su participación por personas de todo el mundo. VÍDEO COMPLETO EN YOUTUBE https://youtu.be/OtORSTyCIEQ https://youtu.be/L5ZSplVPlCw VÍDEO CON INSTRUCCIONES PARA ENVIAR TEXTO https://youtu.be/Ys76GXZGnS4 ¡Suscríbete al canal! Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Presentación del «Quijote manuscrito universal en internet» Fecha de Publicación: 27/11/2023 . Jueves 30 de noviembre a las 19:30 en Museo Casa del Hidalgo de Alcázar de San Juan . Anunciamos que tras unos meses de trabajo y planificación, el próximo jueves 30 de noviembre, a partir de las 19:30 horas en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan, presentaremos el “Quijote Manuscrito Universal en Internet” a los medios de comunicación y a cuantas personas deseen acercarse a conocerlo de primera mano. Es un proyecto de alcance mundial que viene avalado por la Red de Ciudades Cervantinas y la Asociación Internacional de Cervantistas, y en él podrán participar todas las personas que quieran manuscribir un pequeño fragmento del Quijote -en idioma castellano-. Está abierto ala participación de ciudadanos de todo el mundo, a través de una plataforma web creada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y que servirá para poner de nuevo en el corazón del mapa cervantino mundial a nuestra ciudad y a toda la Mancha. En el acto, con entrada libre, se ofrecerán más detalles de como tomar parte en el proyecto y del resultado que se pretende obtener. También será transmitido en el perfil de Facebook de la Sociedad: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912 Juan Bautista Mata Peñuela. Presidente
Bienes del prior en el Guadiana Alto en 1578 Fecha de Publicación: 27/11/2023 Félix Patiño Galán https://orcid.org/0000-0003-4171-5419 En 1578 se realiza un apeo de los bienes, derechos y regalías pertenecientes a la dignidad prioral en el partido de León. Un documento[1] de 23 folios que duerme en el Archivo de Palacio Real detalla estos inmuebles e impuestos. Basándonos en su lectura y análisis, que ha facilitado un eficiente escribano del siglo XVIII, recorreremos el curso del Guadiana Alto perteneciente entonces al priorato de san Juan. Seguiremos los pasos de los apeadores, elegidos de entre los vecinos con más honradez, experiencia y conocimiento de sus términos. Este trabajo lo dedicaremos a identificar los bienes del prior que se detallan a lo largo del curso del río Guadiana perteneciente al partido del priorato del León. Esto es una vista parcial del término de Alcázar (Villacentenos y Cervera) y del término de Argamasilla. Ejecución del apeo de 1578 La primera mención es para Villacentenos, de la que se dice “que está en el término de esta dicha villa de Alcázar” (apeo, folio 3r), los bienes señalados como propios del prior son: La renta de la sosa de Villacentenos La serna de Villacentenos, “de la cual lleva renta y diezmo enteros”.[2] Más adelante, siempre siguiendo el río, nos encontramos con el núcleo de Cervera en el que identificamos los siguientes bienes: La dehesa de Cervera de la que cuentan (…) comienza desde un mojón de piedra que está hincado junto al camino de Cervera y desde allí la mojonera adelanta hasta otro mojón bermejo que está cerca de la huerta de herederos de Diego Díaz de Tembleque es a por junto a la dicha huerta e pasa el río e llega al mojón de la dehesa nueva, a una mata que está camino de los aldeanos y vuelve por el mismo camino hasta llegar a las casas de Palacio de Cervera y desde allí baja hacia el río y pasa el río por el vado, y desde allí viene hacia Alcázar por el dicho camino de Cervera hasta el mojón primero que está declarado en la cual hay alameda que es todo de su Dignidad y que la dicha dehesa es cerrada que no puede ningún ganado entrar a pacer en ella sin licencia de su Señoría y esto es público y notorio y que el diezmo entero de pan e legumbres que en la dicha dehesa se coge pertenece enteramente a su Dignidad (…)[3] La serna de Cervera (…) que está a mano izquierda de dicha camino que va a Cervera de Alcázar (…) vuelve el caz abajo hasta el mojón del castillo y desde allí al álamo que está en el rincón de la huerta de Cervera (…) la renta y diezmo entero es de su Señoría y de su Dignidad.[4] Las casas del palacio de Cervera arriba del molino con el mismo nombre. La huerta de árboles y hortalizas de Cervera. Rodeada por una alameda y el caz del río Guadiana. También con la renta y el diezmo entero. Una tierra en la laguna Hondonera, bajo el molino de Cervera. De 5 fanegas que atraviesa el Guadiana. Una tierra bajo el molino de Cervera de “seis o siete fanegas de cebada de sembradura” Otra tierra detrás de las casas del palacio de Cervera de 3 fanegas de cebada de sembradura. Distribución de las propiedades del prior según el apeo de 1578. No constan las distancias ni la ribera del río Ahora, sigamos el cauce del Guadiana río arriba. Sin salir del término de Alcázar encontramos cuatro molinos: 1.- El molino de Cervera con una piedra corriente y moliente. 2.- El molino del Tejado un poco más arriba y también con una piedra. Junto a él hay una huerta aneja de 1 fanega de cebada. 3.- Algo más arriba, el molino de Mingomartín, con una piedra en perfecto estado y una huerta de 1 fanega de cebada. 4.- Los molinos del Cuervo. Con dos casas, cada una con su piedra. Otra casa un poco más arriba que hace del almacén y una huerta de 1,5 fanegas de cebada. Pasamos al término de Argamasilla de Alba. Vamos describir, según el apeo, los bienes del prior y derechos del prior en este pueblo. Las escribanías públicas “que las arrienda y cobra la renta por su contador e recaudadores, e otras veces nombra escribanos” (Apeo, folio 19 v) La tercia “donde hay cámaras e paneras donde se recoge el pan del diezmo (…) frontero del pozo de la tercia y las calles Reales” (folio 19 v) Los derechos de portazgo, humazga y martiniega. El diezmo del tercio de candeal, cebada, centeno y avena “de todos estos panes se deben diezmo entero de diez una sin deber tercio ni otro derecho” (folio 19 v) El diezmo del vino “enteramente como el diezmo del Pan, como dicho tiene” (folio 20 r) El diezmo entero de cordero, queso y lana. El diezmo de huertas y huertos. Éste lo ha cedido el prior al prior de la iglesia de Argamasilla. El diezmo de mozos y de muletos, vacas, borricos y potricos y otras legumbres que llamaban minucias. El diezmo de avena y azafrán en pleito entre los priores de la orden y de la iglesia de Argamasilla. Derecho de mostrencos[5] que el prior tiene cedido al alcaide de Peñarroya. La fortaleza, dehesa, monte hueco y vega del castillo de Peñarroya. Una huerta de 7 fanegas de cebada junto al batán de Santa María. La dehesa de Moraleja. Una haza de 6 fanegas de trigo. Otra haza de 3 fanegas de cebada. La caza y pesca de las lagunas que hay desde el Val de Mojones hasta la dehesa de la Moraleja. La caza de todo el término de Peñarroya. Todas las aguas que hay en el término de Argamasilla de alba (…) manantiales e corrientes que no puede nadie sacar agua ni aprovecharse sin licencia de su Señoría, y especialmente del río de Guadiana que es de su Señoría y en el dicho río no puede tener aprovechamiento ningún vecino ni forastero más de abrevar en los abrevaderos señalados y sacar agua a brazo e no otra cosa y esto del caz.[6] Distribución de las propiedades del prior según el apeo de 1578. No constan las distancias ni la ribera del río De nuevo, sigamos el Guadiana en dirección a Ruidera: 5.- Molino de la Membrilleja con una piedra corriente y moliente, casa y una tierra de 1 fanega de cebada a ambos lados del caz. 6.- Molino de Santa María de dos piedras, una casa con cámara y caballeriza y un solar en el entorno de la casa. 7.- Batán de Santa María con una casa de teja nueva. 8.- Batán del Espino una casa de teja. 9.- Molino de la Parra (media legua más allá), en construcción, con tres piedras a la par y una casa “en estado de cubrirse”. 10.- El castillo de Peñarroya con dehesa, monte hueco y vega prado de caballos. 11.- Batán de los Nuevos con una casa de teja. 11.- Molino de los Nuevos con cuatro piedras agrupadas en parejas, cada una en una casa, y la casa de la “camareta” donde se encierran las maquilas. 12.- Batán de la Zarza más una casa de teja. Está en la dehesa de la Moraleja. 13.- Batán de la Isla y una casa de teja. 14.- Molino de Miravetes con cuatro piedras, agrupadas “en dos casas, en cada cuerpo de casa dos piedras molientes e corrientes y otra casa desviada de los dichos molinos adonde se encierra el pan” (Apeo, f. 21r) 15.- Una casa caída. Distribución de las propiedades del prior según el apeo de 1578. No constan las distancias ni la ribera del río CONCLUSIONES Junto a los molinos solemos encontrar una casa que es fácil adjudicar a la vivienda del molinero y su familia y a almacén de grano y harina. Los huertos adyacentes daban autonomía a estas familias que tienen que vivir gran parte del año apartados de sus pueblos. Las hortalizas regadas con agua del río eran una fuente segura de alimentos. Constatamos la abundancia de agua a lo largo del curso del Guadiana Alto, 9 molinos y 5 batanes nos hacen pensar en un río con aguas corrientes que son capaces de mover este conjunto de piedras y mazas. Seguro que el clima del último cuarto del XVI fue benigno en lluvias. Todos los molinos se detallan en perfecto estado. Sus piedras, de una a cuatro son “corrientes y molientes” en todos los casos con la excepción del molino de la Parra que está en construcción. Sólo algunas casas necesitan reparaciones. Según subimos en el cauce del río, más piedras tienen los molinos y encontramos los batanes en el término de Argamasilla. Parece que la fuerza del agua es mayor en el curso del río más próximo a las lagunas de Ruidera. Estamos en territorio de una orden militar, esto no es óbice para que encontremos una gran relación de derechos señoriales de tipo feudal como la propiedad de la caza, la pesca y el agua corriente. Según lo explicado por Marcial Morales Sánchez-Tembleque en la página 404 de su tesis, de los diezmos recogidos, correspondían en general al Gran Prior los dos tercios y el tercio restante o terzuelo, era para la dignidad arzobispal. Sin embargo el prior percibía el diezmo entero de las huertas, sernas, hazas, dehesas propiedad de la Orden y de los términos de Turleque y Argamasilla de Alba. Este apeo así lo detalla en los casos de la serna de Villacentenos, la dehesa, la serna y la huerta de Cervera, de los diezmos de grano, vino, corderos, dehesas y huertas de Argamasilla. Es un detalle interesante comprobar que el diezmo de huertas y huertos de Argamasilla de Alba, lo tiene cedido el Prior de la Orden al prior párroco de esta localidad y al mismo tiempo, ambos pleitean por los diezmos locales de avena y azafrán. BIBLIOGRAFÍA VELA SANTAMARÍA, Francisco Javier (2009): “Agua e industria en la segunda mitad del siglo XVI. Los molinos harineros de la meseta sur”. Investigaciones Históricas 29. PP 11-40. Universidad de Valladolid. MORALES SÁNCHEZ TEMBLEQUE, Marcial. La Orden de San Juan de Jerusalén. Los prioratos de San Juan en la Mancha (siglos XVI y XVII). Tesis de Doctorado. Facultad de Letras. Departamento de Historia. UCLM. RUIZ GÓMEZ, Francisco; MOLERO GARCÍA, Jesús. Coordinadores (2010): La Orden de San Juan en tiempos del Quijote. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. RUIZ GÓMEZ, Francisco; MOLERO GARCÍA, Jesús. Coordinadores (2009): La Orden de San Juan entre el Mediterráneo y la Mancha. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. HERVÁS HERRERA, Miguel Ángel (2011). “Molinos hidráulicos harineros de ribera en el Alto Guadiana. De los Ojos de Villarrubia a El Emperador”. Tierra de Cultura. Argamasilla de Alba y el Alto Guadiana Mancha. I Curso de Historia. (pp 7-30) Tomelloso. Ed. Soubriet. MELERO CABAÑAS, Domingo (2014) Ciudad Real, tierra de molinos de agua. Volumen I. Diputación Provincial de Ciudad Real. Ciudad Real. NOTAS: [1] Archivo de Palacio Real. Infante don Gabriel. Secretaría 760. Apeo de los bienes, rentas, derechos y regalías pertenecientes a la dignidad prioral en el partido de León; practicado en 1578. [2] Rentas y diezmos enteros se consideran impuestos que recoge el prior para sus arcas, sin tener que apartar el tercio para la dignidad eclesiástica. [3] Apeo. Folio 6v. [4] Ídem, folios 6v y 7r. [5] Muebles, inmuebles y ganados que carecen de dueño reconocido y pasan a ser propiedad del Gran Prior. [6] Apeo, folio 22v.
En la Navidad, entre todos, haremos felices a muchos niños con la sexta campaña de recogida de libros “Ningún niño/a sin imaginación” Fecha de Publicación: 14/11/2023 . En apenas unas semanas llegará la Navidad y desde la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan volvemos a apelar a la solidaridad de todos los alcazareños para conseguir libros usados para los niños que menos recursos tienen Alcázar de San Juan, 15-11-2023.- La campaña de recogida de libros infantiles y juveniles “Ningún niño/a sin imaginación” alcanza ya su sexta edición con el objetivo de conseguir el mayor número de volúmenes de forma que ningún niño se quede sin desarrollar su imaginación por medio de la lectura en esta Navidad, por muy limitado que se encuentre su presupuesto familiar o por desfavorables que sean sus condiciones económicas. A lo largo de 2023 los precios han seguido subiendo, sobre todo los de muchos productos básicos, que han hecho que las familias recorten drásticamente sus gastos en alimentación y destinen cada vez menos a libros e incluso a materiales escolares y se vayan apañando con lo justo. Con la campaña “Esta Navidad ningún niño/a sin imaginación” nos movilizamos un año más para recoger el mayor número posible de libros infantiles y juveniles, que, aunque ya hayan sido leídos en algunos hogares, su donación permite que alarguen su vida útil yendo a parar a las manos de otros niños que tienen más difícil el disfrute de este material. Todos debemos estar empeñados en evitar que la imaginación de estos niños no se desarrolle adecuadamente por falta de lectura. Los días 21, 23, y 28 de noviembre, junto a los días 5 y 12 de diciembre (último día), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de horario de 19:00 a 20:00 horas para la recepción de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura. Nuestro socio Enrique Lubián, será el encargado de acoger todos los libros que podáis aportar a esta campaña, permaneciendo a vuestra disposición en el Centro Cívico en el horario anunciado. Apelamos a vuestra generosidad y no dudamos que también este año haremos una magnífica recogida. Los libros que aporten los donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social “El Sosiego” (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad. Recordamos los días de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico, en horario de 19:00 a 20:00: Noviembre: martes 21, jueves 23 y martes 28. Diciembre: martes 5 y martes 12 (último día). Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Un público muy participativo disfrutó este domingo en Alcázar de la Ruta Cervantina Fecha de Publicación: 12/11/2023 Con esta ruta se cerraban las X Jornadas Jornadas de Vino y Bautismo Qervantino que se iniciaron el pasado 2 de noviembre y que han abarcado multitud de actividades culturales en Alcázar de San Juan Alcázar de San Juan, 12 de noviembre de 2023.- Un numeroso público que ha desafiado a la lluviosa mañana de domingo, asistió a la Ruta Cervantina (nuevamente coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar), para conocer la fuerte vinculación de la ciudad con Miguel de Cervantes y con el Quijote. Puntualmente a las 12:00 se reunían los asistentes en la estatua de Alonso Quijano con su gato, obra del escultor valdepeñero José Lillo Galiani, desde donde comenzaron a conocer características y curiosidades sobre la escritura del Quijote y su edición, así como lo que supuso para las letras españolas. También sobre la tradición cervantina alcazareña, ciudad que cambió su nombre oficial por el de “Alcázar de Cervantes” durante algunos años de la Segunda República Española en el siglo XX, siendo identificada así en toda documentación oficial correspondiente a este periodo. Seguidamente, los participantes en la ruta continuación, los asistentes se desplazaron a la Plaza de Palacio, donde tuvieron ocasión de conocer -a través de las explicaciones de Luis Miguel Román-, la historia que encierra el Quijote Cósmico, busto que Eulalio Ferrer, santanderino exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México, regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan unos meses después de su nombramiento como hijo adoptivo en marzo de 1992, según cuenta en Salitre nº 8, Javier Calamardo Murat: «Ferrer, que había fundado el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato en 1987, quiso agradecer el reconocimiento obsequiando al pueblo alcazareño con un busto de Don Quijote. La escultura se colocó en la plaza de Palacio y la inauguración se llevó a cabo el 9 de julio de 1993, en presencia de Eulalio Ferrer, el alcalde Anastasio López, el escultor Santiago de Santiago y varios miembros de la corporación municipal, así como de numerosos vecinos de la localidad». Precisamente en el pasado mes de julio se ha cumplido el trigésimo aniversario de su instalación. En este lugar, Luis Miguel Román contó a los presentes que la gran afición al Quijote y al coleccionismo de todo tipo de iconografía cervantina y quijotesca le vino a Eulalio Ferrer por la adquisición de una edición barata del Quijote (mediante su intercambio por tabaco) el 7 de febrero de 1939 en su camino al campo de refugiados de Argelès-sur Mer y que le marcaría para toda la vida: «Fue una gran fortuna para mí que esta apretadísima edición de 1902, de Calleja, cayera en mis manos; libro de cabecera, como le llamo. Cuando aquel miliciano extremeño me ofreció el libro, en Port-Vendres, a cambio de la cajetilla de cigarros que llevaba, sin ser fumador, me pareció natural, sin duda ventajoso para mí. Nunca podré agradecer suficientemente la bondad de un regalo así. Nunca el más grande loco de nuestra historia estuvo mejor acompañado. Y no lo digo por mí, que no sé en qué grado lo estaré, sino por todos estos admirables locos con quienes comparto el confinamiento. En cada uno de ellos creo ver un gesto, una mirada, una ilusión de don Quijote». (pág. 60, “Entre alambradas”. Eulalio Ferrer). Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, la más antigua parroquia de la diócesis de Ciudad Real, fundada en 1226, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558 y que fue el inicio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que perdura hasta hoy. Los asistentes se encaminaron por la calle San Antonio, pasando frente al Callejón del Toro, e hicieron una breve parada en la esquina con la calle San Juan, justo en el lugar en el que Manuel Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba (nótese la diferencia de apellidos entre hermanos ya que entonces no era obligatorio registrarse con el primer apellido del padre y el primero de la madre, como en la actualidad). Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y su primo Gutierre Quijada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes y refiriéndose a Gutiérrez Quijada, dice don Quijote: «de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón». También explicó a los asistentes que un bisnieto de Juan López Caballero, llamado Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes» tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Alonso Quijano. Son unas coincidencias tan notables con lo escrito por Cervantes en el Quijote, que merecen ser resaltadas. En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior y Juan Francisco Ropero y Tardío (abogado de los Consejos Reales), persona que fue la que puso al corriente a Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1780 de la Real Academia Española, realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos. La ruta finalizó en esta misma plaza dando un repaso al resto de los lugares del recorrido, como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando a conocer a los presentes los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que son un patrimonio único en España, en os que se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que además están colocadas en perfecto orden cronológico. Ya en las estatuas de don Quijote y Sancho Panza de la Plaza de España, recientemente remodeladas, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza, que junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes. Se comentó la curiosidad recientemente conocida por los asistentes a la conferencia del historiador Ángel Calamardo (celebrada hace unos días), en la que en una intervención del entonces alcalde José Eugenio Castellanos, explicó el motivo por el que ubicaron las estatuas de forma diferente a como las situó el escultor y es porque tras consulta del alcalde con investigadores cervantistas locales, le aseguraron que el escudero debe ir siempre guardando el flanco donde se encuentre el escudo de su señor. En la despedida, los miembros de Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradecieron al público el enorme interés demostrado en todo el recorrido y la alta participación en las explicaciones facilitadas en la ruta, y animaron a los presentes a que lean y relean esta gran obra de humanidades que es el Quijote, especialmente la versión de su web https://cervantesalcazar.com/web/pdf/QUIJOTE_SC_Alcazar.pdf Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
La imagen del lugar de don Quijote en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan Fecha de Publicación: 09/11/2023 Dentro de las X Jornadas de Vino y Bautismo Qervantino, que vincula el vino con la tradición cervantina alcazareña, la clase del IV Taller de Historia Local del día 8 de noviembre se incluyó en su programa con acceso libre. El lugar elegido ha sido la antigua Fonda de la Estación de Ferrocarril, un espacio en el que es posible ver el Quijote en los cientos de azulejos que la decoran, como puede verse en el cartel anunciador, este año con imágenes del capítulo X de la primera parte. La ponencia la he presentado junto con mi amigo Constantino López. Si bien esta forma de presentación ya la teníamos decidida hacía tiempo, teniendo en cuenta su duración de dos horas, hoy la he estimado mucho más. Todos los lugares, sean grandes o pequeños, se caracterizan por tener una imagen física y social propia. El plano del lugar, sus edificios, los recursos públicos y el uso del suelo como continente físico, conforman el escenario urbano que condiciona la forma de vida de sus vecinos. Cervantes hace creíbles sus aventuras al humanizar a los personajes de su historia y situarlos en un territorio real, la Mancha. De la misma manera, al describir el lugar donde viven don Quijote y Sancho Panza nos muestra su imagen física y humana propia. Con esta forma de escribir, tan novedosa en su tiempo, retrata la imagen real del lugar de don Quijote en la novela, lo que hoy llamamos écfrasis, y sin nombrarlo lo hace creíble para sus lectores. Una imagen nítida de un lugar es capaz de generar símbolos útiles a los vecinos en sus desplazamientos y recuerdos legibles a los visitantes. La formación de esta imagen es un proceso bilateral entre el observador, que escoge la que más le gusta, y el propio lugar. Hoy, gracias a los sistemas de información geográfica y documentación descriptiva de todo tipo, es posible reconocer un lugar sin haber estado en él. A principios del s. XVII no era así, solo era posible recordarlo y describirlo con fidelidad, si se había estado en él. En Mi vecino Alonso (2010) y en Tras los pasos de Rocinante (2023), teniendo en cuenta todos los condicionantes o referencias geográficas que nos deja Cervantes en la obra, mediante un análisis inductivo he marcado en el mapa de la Mancha el lugar de don Quijote. Alcázar de San Juan es la localidad que más opciones tiene geográficamente para ser el lugar de don Quijote. Ahora, siguiendo un análisis deductivo teniendo en cuenta los aspectos físicos y humanos que encontramos en la novela, es preciso que Alcázar de San Juan cumpla con todas y cada una de las imágenes que del lugar de don Quijote nos deja el autor. Para certificar esto nos vamos a servir de documentos conservados en el Archivo Histórico Municipal de Alcázar de San Juan, especialmente entre los años de la escritura del Quijote. En especial, Cervantes nos dibuja el lugar de don Quijote en las cartas que se intercambian la duquesa y Sancho Panza con Teresa Panza, cuando Sancho es gobernador de la ínsula Barataria, en Aragón, en la segunda parte del Quijote. Puedo afirmar que ningún otro lugar de los que hoy se postulan como lugar de don Quijote, como por ejemplo Villanueva de los Infantes, Mota del Cuervo, Miguel Esteban o Esquivias, además de no cumplir con todas las condiciones o referencias geográficas, pueden documentar todas y cada una de las imágenes descritas por Cervantes del lugar de don Quijote, como sí lo puede hacer Alcázar de San Juan, y ahora veremos. Aldea o villa «En un lugar de la Mancha…» La primera descripción del lugar de don Quijote a tener en cuenta en este análisis es su título administrativo, que como veremos también tiene relación con dos imágenes del lugar. ¿Es el lugar de don Quijote una aldea o una villa manchega? Mucho se ha discutido sobre esto, que si lugar significa aldea o un pueblo pequeño, etc Defender que «lugar» es una aldea o un pueblo pequeño es desconocer el uso de esta palabra para definir un espacio local en tiempos de la escritura del Quijote, principios del s. XVII. Cobarruvias, en su diccionario editado en 1611, anota que: «Lugar significa muchas veces ciudad, o villa, o aldea…». Cualquier entidad local era un lugar según el contexto en el que se leía. Un ejemplo que nos servirá para entender mejor esto. Gerónimo de Quintana, en 1629, en su Historia de la villa de Madrid, una crónica de la villa y corte, anota: «El ser este un lugar tan antiguo habitado de gente noble… El rastro está a los confines del lugar a un lado de la puerta de Toledo». Madrid, la capital de la Monarquía Hispánica, es un lugar de Castilla. Y otro ejemplo más, este más cercano. Como veremos más adelante, a principios del siglo XVII, debido a la peste que asolaba a Andalucía y a buena parte de Castilla, el ayuntamiento de Alcázar de San Juan decide hacer una cerca de cal y canto dejando solo cuatro puertas de acceso y control a la villa. El título al margen que define tal acuerdo es «para que se cerque El lugar». Para que no le quede al lector duda alguna, al lector de principios del siglo XVII, Cervantes le aporta los datos suficientes del título del lugar de don Quijote, tan sencillos que no necesitaban de más explicación. En la carta que Teresa remite a Sancho, detallándole los últimos sucesos acaecidos en su pueblo, le dice que «un pintor de mala mano que llegó a este pueblo a pintar lo que saliese, mandole el concejo pintar las armas de Su Magestad sobre las puertas del Ayuntamiento…» (Q2, 52). Y Teresa termina su carta con: «La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas». El lugar de don Quijote es una villa porque disponía de edificio de ayuntamiento y picota de justicia, recursos de los que una aldea, por pequeña o grande que fuese no podía disponer. Las aldeas son núcleos de unas pocas casas, a veces agrupadas alrededor de una pequeña plaza, que dependen administrativa y jurisdiccionalmente de una villa o ciudad cercana. No cuentan con un lugar donde reunirse sus alcaldes o regidores porque sencillamente no disponen de estos cargos. Todas las disputas o denuncias que surgen en la aldea tienen que trasladarse a la villa de la que dependen. Alcázar de San Juan era villa desde 1292. El rey Sancho IV le concede este título, además de ciertos privilegios, por haber dado a luz su mujer, María de Molina, entre los muros alcazareños a su hijo Fernando, el futuro rey Fernando IV de Castilla, tal y como se anota en el Fuero de Alcázar, manuscrito guardado en la BNE, redactado unos cuatro años más tarde: «Así pues, yo, Sancho, rey por la gracia de Dios, juntamente con mi mujer, la reina María, y el serenísimo Fernando, nuestro hijo, cuyo nacimiento dignificó a la predicha ciudad…» La carta de título y privilegios otorgada por el rey Sancho IV lamentablemente está desaparecida. Disponemos del contenido de ella gracias a un traslado notarial solicitado por la villa, el día 7 de enero de 1478, para poder presentarlo donde fuese necesario sin necesidad de llevar y traer la valiosa carta original, con los consiguientes riesgos de pérdida «por fuego o robo o agua o por otro qualquier caso fortuyto». Este traslado o acta notarial copia el texto de la carta original: Sepan cuantos esta carta vieren cómo nos don Sancho por la gracia de Dios rey de Castilla de Toledo de León de Galicia de Sevilla de Córdoba, de Murcia de Jaén y del Algarbe por hacer bien y merced a don Fernando Pérez Gran Comendador de lo que a la Orden de San Juan en España y a los frayles de esa misma Orden a los que ahora son y serán de aquí adelante, tenemos por bien y mandamos que se puedan hacer de la su aldea de Alcázar que es en Monte Aragón villa sobre sí y que haya seña y sello y mercado un día en la semana y que hayan aldeas las que el Gran Comendador les diere de la de su tierra y término… Dada en Burgos, veinte y tres de enero, era de mil y trescientos y treinta años * *Era antigua, corresponde en la actual al año 1292. El documento más antiguo que se conserva en el AHMASJ es la primera confirmación de este título de villa y privilegios otorgada por el ya rey Fernando IV de Castilla, el día 4 de agosto de 1300. Confirma la licencia a Fernando Pérez, todavía gran comendador de la Orden de San Juan, para convertir a su aldea de Alcázar, sita en Monte Aragón, a villa, concediéndole los atributos como tal: estandarte propio, sello y mercado semanal, disponer de término propio y las aldeas que se le asignen, que fueron Cervera y Villacentenos. Además, el rey Fernando IV, en este mismo documento les otorga la merced o privilegio de la pesca y el agua en su término: Sepan quantos esta carta vieren cómo yo don Fernando por la gracia de Dios rey de Castilla de León […] de Jaén del Algarbe e señor de Molina vi una carta de don Sancho mi padre que Dios perdone que me vinieron a mostrar el concejo de Alcázar de Consuegra escrito en esta manera… Et yo, con consejo e con otorgamiento de la […] el infante don Enrique, mi tío e tutor, otórgoles e confirmoles esta nuestra merced sobredicha, que el rey, myo padre, les hizo. Et otrosí otórgoles […] término e la merced e las pescas e las fuentes que el dicho gran comendador dio a esta villa sobredicha de la tierra de la Orden e todas las otras franquezas […] Et desto les mandé dar esta my carta sellada con myo sello de […] cuatro días de agosto, era de mil trescientos e treinta e ocho años * *1338 de la era antigua, corresponde al año 1300 de la actual. En tiempo de la escritura del Quijote, Alcázar de San Juan disponía de un edificio público que servía de ayuntamiento. Este edificio con forma de torre, se conocía como la Torre del ayuntamiento. En la publicación Notas históricas sobre Alcázar de San Juan y su Casino, editado por el Patronato Municipal de Cultura en 2010, María Soledad Salve Díaz-Miguel detalla los datos precisos de este edificio y su uso desde su compra en 1529 hasta su demolición en 1928. En las actas municipales del ayuntamiento de Alcázar de San Juan encontramos la descripción que el escribano hace del lugar de reunión de los alcaldes y regidores como la torre del ayuntamiento. Por ejemplo, este acuerdo por el que los alcaldes y regidores tienen que tomar decisiones por la falta de cosecha de trigo en 1604, unos meses antes de la publicación del primer Quijote, dice así: En la villa de Alcázar a catorce días del mes de agosto de mil y seiscientos y cuatro años los señores alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres estando juntos en la torre de su ayuntamiento a campana tañida como lo tienen de costumbre para tratar y conferir las cosas tocantes al bien público… Decía Teresa a Sancho: «La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas». Una villa con justicia propia, como la de don Quijote, tenía una picota instalada en una de sus plazas, normalmente a la entrada por uno de sus caminos principales, dejando ver claramente a quienes se acercaban al lugar que delinquir en este lugar les podía salir muy caro. Así nos lo indica Miguel A. Maldonado en Rollos jurisdiccionales, horcas y picotas en la provincia de Ciudad Real: Las declaraciones de villazgo, que en la gran mayoría de los casos llevaban aparejadas la independencia administrativa de las poblaciones, están íntimamente ligadas al establecimiento de rollos jurisdiccionales y picotas en los lugares que alcanzaban dicha concesión… El nuevo estatuto que alcanzaba el municipio quedaba simbolizado por el alzamiento de un rollo o picota, monumento que proclamaba la existencia de justicia propia en el pueblo. La picota, aunque en sus orígenes era un poste de madera, en tiempo de Cervantes era una columna de piedra ajustada sobre cuatro o cinco gradas, también de piedra, instalada en una plaza o en la entrada de la villa donde se exponía a los ajusticiados y a los penados con escarnio público, sirviendo como advertencia para propios y forasteros. Las aldeas, entidades locales menores, dependían administrativa y judicialmente de una villa cercana. Excepcionalmente, en algunas aldeas grandes, «por merced de Su Majestad», podían disponer de oficios de justicia muy limitados en lo civil, pero de ningún modo en cosa criminal donde las sentencias podían llegar hasta la pena capital, siendo estas ejecutadas siempre en la picota. La columna de la picota estaba rematada con una cruz de hierro forjado incrustada en ella. Esta terminación en punta y metálica, junto con su instalación en las afueras de la villa las hacía propensas a atraer los rayos durante las tormentas, coincidiendo así con la descripción que hace Teresa de que «un rayo cayó en la picota». El responsable de mantener en buen estado la picota y ejecutar las penas impuestas por los jueces a los delincuentes era un verdugo. Las villas debían de contar con este tipo de funcionario público, que a veces era difícil de encontrar quien estaba dispuesto a ejercer este oficio y tenía los conocimientos. Habitualmente se contrataban a verdugos forasteros para evitar señalamientos y murmuraciones hacia sus familias cercanas. La existencia de picota, su uso y conservación en Alcázar de San Juan está documentada en los Libros de Actas y Acuerdos Municipales. En el mismo agosto de 1604, los alcaldes y regidores alcazareños reunidos en su ayuntamiento toman el acuerdo de contratar a un verdugo. El título del acuerdo que anota al margen su escribano dice «salario del verdugo y pendiente de casa»: Por cuanto, en esta villa hay necesidad de un verdugo, respecto de que muchos delitos que se cometen se dejan de averiguar en gran daño de los vecinos y del bien publico. Se han convenido con el Sñor gobernador y entre ellos an concertado a Pedro Gomez vecino de la ciudad de Guadalajara para que en esta villa haga el oficio de verdugo por el tiempo de un año… El contrato comienza el día 1 de septiembre de ese mismo año. El salario convenido es de nueve mil maravedís y una casa para vivienda. Acuerdan que de los nueve mil maravedís, seis mil lo pague el gobernador del prior y los tres mil restantes la villa. El alquiler de la casa para el verdugo la pagarían a medias, gobernador y villa. La fuente de la plaza En la misma frase de la carta de Teresa a Sancho, esta le comunica que durante su ausencia la fuente de la plaza se había secado. Así le dice: «La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas» A principios del s. XVII el abastecimiento de agua en la villa de Alcázar se hacía por medio de los pozos que disponían en las casas y principalmente desde el pozo del Varcargado, situado en el camino a Murcia, a extramuros de la villa. Hasta allí iban las mujeres y los mozos a recoger agua en sus cántaros, y también los aguadores que transportaban el agua, también en cántaros, sobre borricos o en carritos cantareros, ofreciéndola por las calles de Alcázar. En esta parte de la Mancha, durante los meses de verano y especialmente en los periodos de sequía, el nivel freático de los pozos bajaba varios metros. En 1602, poco antes de la escritura del primer Quijote, el concejo de Alcázar de San Juan, ante la alarmante bajada del nivel freático del pozo del Valcargado, que llegaba a quedarse sin agua todos los días, toma la decisión de buscar más agua dulce en otros parajes cercanos a la villa, en la zona del pozo de Vallejo, como anota el escribano el 21 de julio en el acta de ese día: Este dicho día se acordó que atento la grande necesidad que en esta villa ay de agua dulce y que se acaba cada día la que ay en el pozo del Valcargado, se obre por un fontanero y zahorí en el pozo del Vallejo a donde parece ay cantidad de agua por si conviene descubrirla. Se encontró gran cantidad de agua en la zona marcada, por lo que se acordó realizar las obras necesarias para ampliar el pozo del Vallejo, «abriéndose una zanja de cincuenta varas de largo y tres de fondo». En esta parte de la Mancha, a principios del s. XVII, ningún lugar disponía de una fuente pública en su plaza, siendo, como hemos indicado antes, la forma habitual de abastecerse de agua dulce desde pozos públicos o privados. Para disponer de una fuente en la plaza era necesario contar con un buen colector de aguas y que este estuviera varios metros por encima del nivel de la plaza. En este colector se tenía que instalar un sistema de extracción del agua mediante norias contratando a personas para su manipulación, o adjudicar su explotación a un tercero. Para llevar desde aquí el agua se tenía que construir una canalización cerámica soterrada en sus calles hasta la pila de la fuente de la plaza. Alcázar de San Juan, entre la escritura de los dos Quijotes, construye una fuente pública en su plaza principal. Al estar desaparecido el segundo Libro de Actas y Acuerdos, de los años 1610 y 1615, se desconoce el acuerdo concreto y su fecha por el que se decide construir una canalización desde la zona de captación del agua del pozo Vallejo hasta la plaza, y las obras necesarias para construir una fuente de piedra con varios caños. Investigadores locales datan la construcción de la fuente en la plaza en 1612. El tercer Libro de Actas y Acuerdos, de 1616 a 1623, tiene desaparecidos los diecinueve primeros folios, comenzando en el folio 20 precisamente con un acuerdo sobre la «Fuente de la plaza». En octubre de 1616, de nuevo, ante la falta de agua en los meses de verano, también en la fuente de la plaza, se acordaba la contratación de las obras necesarias para una nueva ampliación de los dos pozos principales de captación de aguas con un pozo cercano, incluyendo su compra, dándole un plazo al concesionario de dos años para su terminación. Al ser el mismo concesionario que había realizado las obras de la fuente de la plaza le amplían la concesión del aprovechamiento del agua de doce a catorce años. En esta acta podemos leer: …que viese la disposición de los pozos y que se de la orden que conviniese y ara que se comenzase la dicha obra el cual aviendo visto los dichos pozos dijo convenir se abriesen y hiciesen dos contraminas de a cincuenta pies cada una para que oviese mas abundancia de agua. Y que se comprase el pozo de vende Alonso Moreno y ara juntar el agua de el con el pozo principal de el guerto de Montoya y dio el orden y firma como se habia de hacer la dicha obra para que quedase con toda perfección… Es muy significativo que la frase «La fuente de la plaza se secó…» aparezca en el segundo Quijote de 1615, y solo un año después encontremos al concejo de Alcázar de San Juan buscando más soluciones ante la falta de agua en los pozos que abastecen a la fuente de la plaza de Alcázar. La excepcionalidad de que Alcázar de San Juan contase de una fuente pública en la plaza, en esta parte de la Mancha, a principios del s. XVII, llegó incluso hasta pasado la mitad del s. XIX. Don José de Hosta, en su Crónica de la Provincia de Ciudad Real (1865), al describir el Partido judicial de Alcázar de San Juan, formado por Alcázar de San Juan, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana, Herencia, Pedro Muñoz, Puerto Lápice, Socuéllamos y Tomelloso, anota sobre el suministro de aguas en estos pueblos: «…surtiéndose por tanto las personas en general de los pozos, que no dejan de abundar; únicamente Alcázar tiene en la plaza una fuente regular». Las preciadas bellotas de sus montes Seguimos con la sustanciosa carta entre la duquesa y Teresa. Hoy en nuestros viajes, como en tiempos de Cervantes, nos traemos a casa recuerdos singulares de los lugares en los que hemos estado, o se los pedimos traer a nuestros conocidos en sus viajes. Es lo que hace la duquesa en la carta que envía a Teresa. Le pide que de su pueblo le envíe ¡bellotas!: «Dícenme que en ese lugar hay bellotas gordas: envíeme hasta dos docenas, que las estimaré en mucho por ser de su mano…» (Q2, 50). La duquesa quiere que Teresa le envíe un producto típico, representativo de su pueblo, sus bellotas. Sin duda alguna las bellotas, y las encinas que las producen, eran un recurso muy significativo en él, y por tanto una imagen más del lugar de don Quijote. La roturación de suelos para la agricultura en el término de Alcázar de San Juan ha hecho desaparecer casi por completo un recurso que en tiempos de Cervantes fue muy apreciado, fundamental para los gastos del Concejo: las bellotas de sus montes. Seguimos en tiempos de la escritura del Quijote y la peste asolaba buena parte de España. En 1601, con los ingresos recaudados por la venta de la bellota en sus tres montes públicos, se financió la construcción de una cerca alrededor de la villa para el control de paso de las personas a ella. Esta cerca de tapial de una longitud de unos doce mil pies castellanos, unos 3,5 km, cerraba la villa de Alcázar, que era la más grande de la comarca cervantina con una población de «dos mil vecinos», entre ocho y diez mil habitantes. El día 12 de julio de 1601 se pone al margen el título «Para que se cerque el lugar», y anota el escribano: … se ha acordado que esta villa se guarde, y por haber en ella muchos arrabales y calles que para se guardar de la dicha peste, como conviene, es necesario que se tapien y cierren y que no queden sino cuatro puertas por donde puedan entrar y salir los que vinieren con las demás de las partes que no estén apestadas, para que con más facilidad se pueda guardar. Y de causa de no tener esta villa propios, por estar empeñada, de causa de los pleitos que tienen pendientes en Corte de Su Majestad, y en la ciudad de Granada, acordaron y mandaron que se tome dinero prestado que para hacer la cerca y atajar las calles y portillo que es necesario cerrarse, como se acostumbra a atajar en semejantes ocasiones, de Juan Díaz Guerrero, depositario de los maravedís de la bellota… En el 1605, el mismo año de la publicación de la primera parte del Quijote, nuevamente el Concejo de Alcázar de San Juan hace uso de la venta de su preciada bellota de los montes públicos de Villacentenos y del Acebrón para poder pagar las deudas contraídas con el maestro cantero por las obras en la iglesia de Santa Quiteria, y otros gastos importantes de la villa: En la villa de Alcázar. A veinte y cuatro días del mes de septiembre de mil y seiscientos y cinco años, los señores Alcaldes y Regidores que abajo firmaron sus nombres, estando juntos para tratar y proveer las cosas convenientes a esta república, dijeron que por cuanto este Concejo y el mayordomo de la iglesia de Santa Quiteria están obligados a pagar a los herederos de Agustín de Arguello, maestro de cantería, vecino que fue de la villa de Madrid, mucha cantidad de maravedís que se le deben de la obra nueva y capilla mayor que hizo en la dicha iglesia… Por tanto acordaron se venda la bellota de la dehesa de Villacentenos y monte del Acebrón y se saque a pregón… En el acta de 17 de octubre de 1604, posiblemente imprimiéndose ya el primer Quijote, dada la gran cantidad de bellota que se disponía en sus montes públicos se acuerda dejar a los vecinos de Herencia a pasar al monte del Arenal a varear y recoger bellota por ser vísperas de san Lucas… Curiosamente, en este mismo folio acuerdan encargar a Pedro de Saavedra, vecino de esta villa, a que fuera a Granada a interesarse por unos pleitos de la villa, ya que Juan de Cervantes, regidor, quien tenía el decreto de ir hasta allí estaba enfermo. Estas y otras muchas referencias a la bellota en las actas del ayuntamiento de Alcázar de San Juan, ponen de manifiesto la gran importancia de la bellota como fuente de ingresos para la villa, imagen señalada en la carta de la duquesa a Teresa al pedirle bellotas de su pueblo. Lugar de paso de los soldados españoles A principios del siglo XVII, que una compañía de soldados pasara por una villa y decidiera alojase en ella varios días, o semanas, creaba un problema económico y social para ella. Obligadas las villas por ley a dar alojamiento y manutención, acarreaba un gasto enorme a las arcas del concejo, y mucho más para los vecinos más humildes que tenían que sufrir directamente la molestia de hospedarlos en sus propias casas. Socialmente ocasionaban no menos problemas, porque la llegada de una cierta cantidad de hombres, a veces muy ociosos, sobresaltaba la vida ordinaria de la villa. Y no eran pocos los hombres que integraban una compañía de soldados. Felipe II disponía que cada Tercio de sus ejércitos se compusiese de 3000 soldados, divididos en diez compañías. Al mando de cada una de estas compañías estaba un capitán, un alférez y varios sargentos. Aunque este número fue menguando conforme avanzaba el s. XVI, cuando Cervantes escribía el Quijote una compañía estaba formada por no menos de cien soldados y otros hombres con distintos oficios. Con este número de hombres, solo las villas medianas o grandes disponían de los recursos y podían asumir los gastos necesarios para su hospedaje y manutención, más, cuando había muchos vecinos eximidos de la obligación de albergar a los soldados, por lo que estos eran alojados en las casas de los más humildes y, por tanto, con menos recursos. El paso de una de estas compañías de soldados aconteció en el lugar de don Quijote, mientras amo y escudero deambulaban por tierras aragonesas y catalanas. Así se lo cuenta Teresa a Sancho en su carta: «Por aquí pasó una compañía de soldados; lleváronse de camino tres mozas deste pueblo; no te quiero decir quién son: quizá volverán y no faltará quien las tome por mujeres, con sus tachas buenas o malas» (Q2, 52) En octubre de 1608, antes de la escritura del segundo Quijote donde aparece la carta de Teresa a Sancho, el escribano del ayuntamiento de Alcázar de San Juan anota en el Libro de Actas y Acuerdos que: «en veinticuatro días deste mes de octubre de mil seiscientos y ocho años se alojó en esta dicha villa la compañía de hombres de armas del señor marques de Cañete a quien alojaron vecinos de dicha villa». Pasados más de quince días surgen los primeros problemas ya que el alojamiento «fue en casas de vecinos de poca posibilidad y fuerzas porque los más ricos hallaron estar libres de recibir huéspedes por mandato de Su Magestad, unos por hidalgos otros por salitreros…» Los alcaldes y regidores acuerdan que «para aliviar mas el trabajo y costas a las personas en cuyas casas se alojan los dichos gentilhombres por cada día se dé a las casas un real para la costa del soldado» Pero el tiempo pasa y la compañía seguía ociosa en la villa. De nuevo se reúnen para tratar este asunto y toman la decisión de que lo mejor es abonar al capitán una cierta cantidad de dinero para que se marchen a otro lugar, como se dice por esta parte de la Mancha ¡con la música a otra parte! Y encargan el «despacho» de la compañía de soldados a los regidores Melchor de Agudo y Andrés de Valdivieso que pactan con don Francisco de Londuño, que así se llamaba el capitán de la compañía, su marcha de la villa por ¡veinte mil reales! En las actas no aparece reflejado si surgió algún exceso de los soldados, aunque sí se anota el nombramiento de dos regidores para que estuviesen al tanto, sospechando que tal cantidad de hombres podrían ocasionar algún que otro problema. La incomodidad del paso de la compañía de soldados por la villa queda de manifiesto en las actas del ayuntamiento, y explícitamente en el encabezamiento del acta del trece de noviembre de 1608, que dice: «Acuerdo de los regidores del ayuntamiento y alcaldes de esta villa para echar de ella a los gentiles hombres de armas por convenir a los vecinos de esta villa y bien de ella» Oficialmente costó «echar a los gentiles hombres de armas» de la villa de Alcázar, los veinte mil reales anotados, además de las costas pagadas a los vecinos por soldado alojado y día, pero quizás también alguna que otra moza enamorada por las graciosas plumas que los soldados españoles aireaban por las calles y plazas de Alcázar. Una imagen de Alcázar de finales de 1608 que irónicamente queda inmortalizada por Cervantes en el Quijote editado en 1615. Un arroyo en la entrada La carta en la que Teresa detalla estos sucesos es contestación a la carta que Sancho le había enviado junto con otra de la duquesa. Las cartas, con algunos regalos, las lleva un paje de los duques desde Aragón al lugar de Sancho: Dice, pues, la historia que el paje era muy discreto y agudo, y con deseo de servir a sus señores partió de muy buena gana al lugar de Sancho, y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres, a quien preguntó si le sabrían decir si en aquel lugar vivía una mujer llamada Teresa Panza, mujer de un cierto Sancho Panza, escudero de un caballero llamado don Quijote de la Mancha; a cuya pregunta se levantó en pie una mozuela que estaba lavando, y dijo: -Esa Teresa Panza es mi madre, y ese tal Sancho, mi señor padre, y el tal caballero, nuestro amo. (Q2, 50) Cuenta el narrador de la historia que el paje «vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres. El arroyo está «antes de entrar» en el lugar de don Quijote y la casa de Sancho entre las primeras casas nada más entrar en él: «venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella», le dice la hija de Sancho. Desde Aragón, el camino que debía de traer el paje de la duquesa es por Cuenca, Villaescusa de Haro, Mota del Cuervo y dejando atrás Campo de Criptana entrar por el Camino a Murcia a la villa de Alcázar. Por el término de Alcázar de San Juan transcurrían varios arroyos. Uno de ellos, conocido como Arroyo Mina, recogía aguas en los cerros del Tinte y Las Fontanillas, situados al norte, y lamiendo por el este las afueras de la villa, se cruzaba con el camino a Murcia por debajo de un puente junto al ábside de la iglesia convento de San Francisco. Hasta bien entrado el s. XX las mujeres de Alcázar acudían a este arroyo a lavar la ropa en los conocidos como pilancones, lavaderos tallados en la piedra arenisca roja que hacía de cauce al arroyo. En el Archivo Histórico Municipal hay muchos acuerdos sobre la reparación de puentes en su término, normalmente durante el verano para garantizar que las lluvias del invierno no ocasionaran roturas en ellos ya que la mayoría estaban hechos de madera. Uno de los más transitados era el que vadeaba este arroyo a la salida del pueblo por el camino de Murcia, muy frecuentado por mercaderes y viajeros de Toledo a Murcia y a la inversa. En este acta de 1849 en el que se disponían de los medios para las reparaciones de los puentes se hacía especial mención «a la puente que hay a el camino llamado de Murcia sobre el arroyo de la Mina». El lugar visto desde una cuesta Si la primera imagen que vio el paje del lugar de don Quijote fue desde el arroyo en el que las mujeres estaban lavando la ropa, Cervantes describe otra perspectiva desde otro camino del lugar de don Quijote. Es en el regreso de don Quijote y Sancho desde Barcelona, pasando por El Toboso tratando de ver a Dulcinea por fin desencantada, gracias a los cientos de latigazos que el bueno de Sancho, fingidamente se había dado en sus posaderas. Llegan a su pueblo por el camino de El Toboso, y no lo ven hasta que no suben una cuesta que lo oculta. Así nos dibuja esta imagen Cervantes: Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea, la cual vista de Sancho, se hincó de rodillas… ―Déjate desas sandeces ―dijo don Quijote― y vámonos con pie derecho a entrar en nuestro lugar… Con esto, bajaron la cuesta y se fueron a su pueblo. (Q2, 72) Las villas de El Toboso y Alcázar de San Juan están unidas desde antiguo por un camino derecho, hoy usado casi exclusivamente para tareas agrícolas. Viniendo por este camino no vemos Alcázar de San Juan en ningún momento. A unos 3,5 km antes de llegar a Alcázar nos encontramos con una cuesta de unos 15 metros de desnivel, en 600 metros de camino. Esta cuesta impide ver la imagen de Alcázar de San Juan, que solo se llega a ver cuando se salva este pequeño desnivel, coincidiendo la imagen real con el texto: «… subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea… Con esto bajaron la cuesta y se fueron a su pueblo». Este pequeño relieve es parte de los Cerros del Vallejo, donde aún pueden verse restos de los molinos de viento construidos entre los s. XVIII y XX. De esta cuesta no hay documentación en el AHMASJ, pero es reconocible en cualquier MTN del Instituto Geográfico Nacional según sus curvas de nivel. Además de mostrarnos la imagen de la ciudad desde su cresta, como la que vio Sancho de su pueblo, es el anticipo de una nueva imagen del lugar de don Quijote, que ahora veremos. Las eras del lugar Don Quijote y Sancho bajan la cuesta del camino de El Toboso, están llegando ya a su pueblo. Es aquí donde Cervantes nos regala otra estampa del lugar de don Quijote: las eras empedradas donde sus vecinos trillaban el cereal y a unos muchachos que aprovechando la cercanía a sus casas están jugando en ellas: A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco… Finalmente, rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote. (Q2, 73) La mayoría de las eras con las que contaba Alcázar de San Juan se concentraban en la parte noreste de la villa, entre los caminos de Quero, La Puebla y Miguel Esteban. Este último camino es inicio común del camino a El Toboso, el que traían don Quijote y Sancho de regreso a su pueblo. Antes de llegar por este camino a las primeras casas estaban las conocidas eras del pradillo. Las eras del pradillo, que así se conocían cuando Cervantes escribía el Quijote, se encontraban en el paraje conocido como el Pradillo. En el primer Libro de Actas y Acuerdos de Alcázar de San Juan, entre 1599 y 1609, encontramos varios pleitos que mantuvo el ayuntamiento de la villa con el gobernador del priorato. Uno de estos pleitos fue por la titularidad y uso de estas «eras en el pradillo», en el que sus alcaldes y regidores defendían y daban la razón a los vecinos propietarios de estas antiguas eras. Esto anota el escribano en 1600: En la villa de Alcázar en diez y siete días del mes de febrero de mil seiscientos años estando en la torre del ayuntamiento de esta dicha villa los alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres para tratar y conferir cosas tocantes del bien público de la dicha villa acordaron que por cuanto el gobernador del prior lleva algunos procesos contra los vecinos desta villa que tienen eras en el pradillo… se lleven los papeles que les pareciere en su provecho para que el dicho gobernador se satisfaga de como las dichas eras son de los vecinos que las poseen… Estas «eras en el pradillo» junto al pueblo, se conservaron aún muchos años después. En el Libro Seglar compuesto sobre 1750, origen de las respuestas enviadas en 1753 al Catastro mandado hacer por el Marqués de la Ensenada, Felipe Díaz Carrascosa, vecino de esta villa, dice tener «una hera pan trillar en las del pradillo contiguo a esta población». Al sur, esta era linda con una huerta, lo que implica disponer de abastecimiento de agua para su riego, un espacio verde entre las eras y las primeras casas, ¿un pradecillo, como le describió Cervantes, o pradillo como indica el nombre del paraje alcazareño? Todo indica que el topónimo de este paraje venga por este espacio verde orientado al norte, detrás de las últimas casas de la villa. Cervantes nos dibuja una imagen del lugar de don Quijote como si viniene acompañando a sus protagonistas desde El Toboso. Ve a unos muchachos jugando en unas eras en el camino de entrada y al poco a unos cazadores persiguiendo a una liebre en estas mismas eras, junto a un pradecillo o pradilloa la entrada de su pueblo donde encuentra rezando al cura y al bachiller. Podría haber omitido los detalles de esta imagen del lugar de don Quijote y el cuento habría sido el mismo. Sin embargo, aprovecha esta imagen de las afueras del lugar de don Quijote, con estas eras junto a un pradillo, como un gran escenario abierto antes de entrar don Quijote y Sancho a su casa. Imagen que coincide exactamente con este paraje alcazareño en tiempos de la escritura de la novela, y que alguna vez tuvo que ver Cervantes entrando a Alcázar por el camino de El Toboso. Es necesario recordad aquí que el abuelo del Miguel de Cervantes Saavedra bautizado aquí, ¡hará mañana día 9 de noviembre exactamente cuatrocientos sesenta y cinco años! era de El Toboso, como le insistía don Silverio, el maestro de escuela de El Toboso, a Azorín en la visita que este hizo a El Toboso en 1905, inmortalizada en La Ruta de D. Quijote. Esta misma imagen de las eras junto a las últimas casas de Alcázar de San Juan se podía ver hasta el comienzo de la construcción del ferrocarril y su estación, en el último cuarto del siglo XIX, que favoreció la expansión urbana de esta parte de la ciudad a cambio de variar sustancialmente su morfología. La caza y la pesca Hoy, en la Mancha, la práctica de la caza y de la pesca tiene un carácter exclusivamente deportivo o de ocio. Sin embargo, en tiempo de la escritura del Quijote eran destrezas de subsistencia, excepto para los labradores ricos y los nobles que gastaban mucho de su tiempo libre en cazar y pescar, donde hubiese ríos o lagunas con peces. Los más humildes, la gran mayoría, como Sancho Panza y Tomé Cecial, el vecino disfrazado de escudero del Caballero del Bosque, encontraban en la caza con galgo y la pesca con caña un recurso para contribuir con algo de carne y pescado fresco a sus escasas despensas. Esta es la conversación entre ambos vecinos-escuderos, cenando entre unas encinas cerca de El Toboso: Harto mejor sería que los que profesamos esta maldita servidumbre nos retirásemos a nuestras casas y allí nos entretuviésemos en ejercicios más suaves, como si dijésemos cazando o pescando; [por]que ¿qué escudero hay tan pobre en el mundo a quien le falte un rocín y un par de galgos y una caña de pescar con que entretenerse en su aldea? —A mí no me falta nada deso —respondió Sancho—. Verdad es que no tengo rocín, pero tengo un asno que vale dos veces más que el caballo de mi amo… Pues galgos no me habían de faltar, habiéndolos sobrados en mi pueblo; y más, que entonces es la caza más gustosa cuando se hace a costa ajena. (Q2, 13) Cualquier persona conoce el principio del Quijote, aunque no lo haya leído. Así comienza el capítulo primero «Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha»: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor». Antes de describirnos algo más del protagonista, Cervantes señala de él su condición de hidalgo trasnochado y que dispone de un caballo y un galgo. Poco después nos apunta del hidalgo manchego que era «gran madrugador y amigo de la caza», por lo que no es difícil deducir que Alonso Quijano era aficionado a la caza con galgo. La orografía llana y el clima de esta parte de la Mancha propiciaban este tipo de caza de la liebre con galgos, práctica que ha llegado hasta nuestros días. En el lugar de don Quijote este tipo de caza era muy común entre los hidalgos, ricos labradores y los más humildes, como le aseguraba Sancho a Tomé: «… galgos no me habían de faltar, habiéndolos sobrados en mi pueblo» La primera imagen que don Quijote y Sancho perciben de su lugar, cuando llegan por el camino de El Toboso, es una carrera de galgos tras de una liebre, en las eras situadas en sus afueras: Queríale responder Sancho cuando se lo estorbó ver que por aquella campaña venía huyendo una liebre, seguida de muchos galgos y cazadores, la cual temerosa, se vino a recoger y a agazapar debajo de los pies del rucio. Cogiola Sancho a mano salva… (Q2, 73) Pero lo que hoy parece común en todos los lugares de la Mancha, en Alcázar de San Juan en tiempo de la escritura del Quijote su práctica era persistente y notoria entre sus vecinos. Tanta era su afición o necesidad a la caza con galgos, que entre los acuerdos de los alcaldes y regidores para el nombramiento de los guardas de los montes públicos del Arenal, Acebrón y la dehesa de Villacentenos, una de las condiciones que advertían a los guardas era la de no llevar galgos a los montes asignados. En el folio 92 del Libro de Actas y Acuerdos de diciembre de 1601 ordenan a las personas nombradas para guardar sus montes que «… ningún de los dichos guardas pueda tener galgos ni otros perros de caza ni puedan traer ni traigan en sus cabalgaduras que trajeren aguaderones sino tan solo unas alforjas ordinarias en que lleven su comida, ni menos puedan andar en compañía de las personas que anduvieren a caza» Estas obligaciones venían dadas para evitar que en lugar de vigilar la corta de madera de las encinas y la recolección de su bellota de forma ilegal, oficio para el que estaban nombrados, los guardas dedicasen su tiempo al ejercicio de la caza con galgos y que las muchas piezas cobradas se transportasen escondidas en aguaderones, un tipo de alforjas muy grandes para llevar cántaros de agua. De la caza a la pesca en el lugar de don Quijote. La mayoría de pueblos de esta comarca declaran en sus Relaciones Topográficas de 1575 que no hay pesca en su término o la que hay es muy mala y que por ello no se pesca ni se consume. Los ríos de esta parte de la Mancha, como el Záncara, Gigüela y Amarguillo se secaban siempre en verano, e incluso había inviernos en los que el agua ni siquiera corría por sus cauces, por lo que los peces que podían tener temporalmente eran muy pequeños e inservibles para su consumo. A excepción del río Guadiana, que corría todo el año. Pero, como el agua, los peces eran propiedad del prior de la Orden de San Juan, que mediante arriendos ofrecía su pesca, como ocurría en la villa de Argamasilla de Alba. Los ríos Guadiana, Záncara y Gigüela atraviesan el término de Alcázar de San Juan y se unen en lo que hasta hoy se conoce como la Junta de los ríos. Poco más adelante, en los límites con el término municipal de Herencia, también aporta su caudal el río Amarguillo. Hoy es posible ver esta espectacular imagen solo los años de muy alta pluviometría, muy escasos actualmente. A unos diez kilómetros de la villa, se juntan todos estos ríos para formar uno solo. En poco menos de dos horas de camino llano, sus vecinos tenían la posibilidad de hacerse con pescado de río fresco, en sustitución del pescado en salazón que arrieros y trajinantes traían desde Levante y Andalucía a la Mancha, y que no todos los vecinos podían pagar. Además de pescar con caña, sedal y anzuelo, también se utilizaban garlitos con varios anzuelos y pequeñas nasas de mimbre amarradas a unas cuerdas. Es tal la afición, o necesidad, a la pesca en Alcázar de San Juan, que en el año 1601 surgen denuncias de los agricultores por la elaboración de numerosas cespederas, unos muretes artificiales realizados con piedras y tierra, con las que se conseguía embalsar y retener el agua en los ríos durante varios meses, manteniendo vivos los peces. Así, de manera pasiva, se atrapaba con cierta facilidad, y en ocasiones en gran cantidad, el pescado. Pero estas construcciones, casi piscifactorías, ocasionaban taponamientos y desbordes en los meses de invierno cuando el caudal las desbordaba, ocasionando al salirse el río de su cauce daños en tierras, huertas y caminos de labor. El día 14 de octubre de 1601 los alcaldes y regidores de Alcázar, ante las denuncias recibidas por agricultores y vecinos exponen: …que de causa de que algunos vecinos de esta villa y forasteros han hecho y hacen muchas cespederas en el río Záncara para pescar y por haber tanta cantidad de las dichas cespederas tapan el río y sale fuera de madre y a echado a perder muchos huertos y haces de labor y otras heredades y los caminos por donde se va a las labores desta villa de suerte que a hecho notables daños… Tomando la decisión de que al día siguiente un oficial del ayuntamiento vaya con la gente necesaria para demoler dichas cespederas hasta para que el río corra con normalidad. Es tanta la pesca que se toma de sus ríos en ese invierno que pocos meses después, los mismos alcaldes y regidores alcazareños, acuerdan que la pesca se utilice para el consumo gratuito de todos los vecinos de la villa, por entonces de unos nueve a diez mil habitantes, impidiendo su comercio, con penas y multas para quienes habiendo pescado en sus ríos no lo cumpliesen. En febrero de 1602 el escribano municipal anotaba en el Libro de Actas y Acuerdos: Acordaron los dichos señores que se notifique a todas las personas que pescan en los ríos que están en el término de esta villa que acudan a ella con toda la pesca que tomaron de los dichos ríos para la provisión de esta villa. Sin que sean osados a vender la pesca en esta villa. So pena de seiscientos maravedíes… Si el agua y la pesca eran propiedad del prior de la Orden de San Juan ¿cómo es posible que los vecinos de Alcázar pescaran con total inmunidad? Recordemos uno de los primeros y más antiguos documentos conservados en el AHMASJ, comentado al inicio. Al recibir en 1292 el título de villa por el rey Sancho IV le fueron otorgados, por haber nacido aquí su hijo Fernando, unos privilegios que otras villas no disfrutaban. Al ratificar estos privilegios su hijo en 1300, ya rey de Castilla, le otorgó otros, entre ellos «la merced [d]e las pescas». Estos antiguos privilegios fueron siempre disputa entre la villa de Alcázar y el prior de la Orden de San Juan, especialmente con su gobernador que residía habitualmente en Alcázar. En julio de 1605, aprovechando que el Concejo de Alcázar de San Juan había nombrado a unos regidores para «ir a besar las manos de su Alteza el príncipe gran prior de San Juan» y de paso pedirle que «se sirva de remediar la necesidad de trigo para pan y sembradura» que tenía la villa ante las últimas malas cosechas que habían padecido, estos regidores le solicitan también que no arriende la pesca de los ríos, especialmente en Argamasilla de Alba, por lo poco que esto le supone a él y el mucho provecho que hace a los vecinos pobres poder pescar libremente en ellos, como es «costumbre antigua» en Alcázar de San Juan: Item. Sinificando a Su A.[lteza] el daño que tiene a los pobres del arrendar la pesca de los ríos y lagunas y el poco provecho que tiene a Su Alteza y la defensa que tiene la villa en la costumbre antigua podría servirse de mandar que se den los dichos arrendamientos reduciéndose al estado antiguo. «Costumbre antigua», «Reduciéndose al estado antiguo» quiere decir que se pueda pescar libremente en los ríos de su término como amparan sus privilegios sin temer a nuevas denuncias de su gobernador, gastos en los recursos ante la Chancillería de Granada, etc. Durante el tiempo de la escritura del Quijote son varios los documentos en los acuerdos del ayuntamiento, casi todos los años, en los que encontramos referencia a la pesca en los ríos por sus vecinos. Por ejemplo, en abril de 1608, los alcaldes y regidores tienen que tomar, de nuevo, cartas en el asunto por la construcción de las temidas cespederas en sus tres ríos: Otro si acordaron que se pregone públicamente que todas las personas que tuvieren cespederas en los ríos de Zancara y Guadiana y Jiguela dentro del término desta villa las derriben y limpien la corriente de los dichos ríos sacando fuera de ellos las céspedes y otras cosas con [que] los tuvieren atrapados dentro de cuatro días con apercibimiento que pasado el dicho termino irán personas a su costa… Cazar con galgo y pescar en los ríos, son artes que en Alcázar de San Juan, en tiempo de la escritura del Quijote, son tan practicadas por sus vecinos que tienen que ser reguladas e incluso sancionadas por los alcaldes y regidores de su ayuntamiento. Estas son imágenes propias del lugar de don Quijote, especialmente la pesca en sus ríos, que en el Alcázar de San Juan se podía ver a principios del siglo XVII, mientras Cervantes escribía el Quijote. Una imagen muy difícil o imposible de ver en la mayoría de los lugares de la comarca cervantina. El maestro y el médico en el lugar de don Quijote Mucho se ha hablado, y se seguirá afirmando, sin mucho rigor histórico y social, que el lugar de don Quijote debía de ser pequeño en número de vecinos, una aldea pequeña. Realmente no sé en qué edición del Quijote lo han leído, en la de Cervantes no. El lugar de don Quijote es una villa tan grande y con suficientes recursos como para construir una fuente pública en su plaza y poder acoger a una compañía de soldados en sus casas, solo al alcance de muy pocas villas grandes de la Mancha. Como tampoco un lugar pequeño, podía mantener una escuela pública y médicos entre sus gastos municipales. La escuela «Advertid que Sanchico tiene ya quince años cabales, y es razón que vaya a la escuela, si es que su tío el abad le ha de dejar hecho de la Iglesia» (Q 2, 5). El bajo nivel educativo que había en la España rural durante la escritura del Quijote está señalado en el texto de la novela, cuando el mismísimo Sancho afirma que «yo no sé leer ni escrebir», como tampoco sabía su mujer Teresa, ni sus dos hijos. Lo mismo ocurría con Aldonza Lorenzo, Dulcinea. En las clases sociales bajas era muy difícil encontrar a alguien que supiera leer y escribir, y mucho menos en aldeas o villas muy pequeñas, en las que por la poca disposición de recursos para contratar a un maestro y mantener una escuela lo hacía imposible, aunque el salario del maestro fuera bajo. Así, la falta de maestros y por tanto de escuela en los lugares manchegos pequeños era lo habitual. Esta es una realidad social que no pasa desapercibida en el Quijote. Cervantes la describe, o critica con genial ironía, cuando don Quijote, por falta de papel, escribe una carta a Dulcinea en el librito de memoria que encontraron junto a la mula muerta, en medio de Sierra Morena, y le dice a Sancho: … tú tendrás cuidado de hacerla trasladar en papel, de buena letra, en el primer lugar que hallares donde haya maestro de escuela de muchachos, o si no, cualquiera sacristán te la trasladará; y no se la des a trasladar a ningún escribano, que hacen letra procesada, que no la entenderá Satanás. (Q1, 25) ¡En el primer lugar que hallares donde haya maestro de escuela de muchachos! Cervantes evidencia la falta de maestros de escuela en la Mancha, quedando la formación de los niños en aprender a leer, escribir y contar, casi en exclusividad, a cargo de curas y clérigos en las iglesias y conventos. En niveles sociales más altos, el analfabetismo era lo infrecuente, llegando la educación en primeras letras también a las niñas, como lo muestra que las mujeres nombradas en el Quijote de clase media o alta todas sabían leer, como Dorotea, Luscinda, Zoraida en árabe, y la duquesa. También sabía leer la sobrina de don Quijote, un hidalgo. La primera enseñanza, en los lugares que disponían de escuela y maestro, no era gratuita. Se cobraba una matrícula acordada entre los alcaldes y regidores de la villa, por lo que ante los escasos recursos económicos de las familias humildes, como la de Sancho, no todos los niños tendrían posibilidad de asistir a la escuela. Las niñas quedaban en casa aprendiendo labores, y, con el tiempo, poder llegar a servir en alguna casa o casarse, como le decía Teresa a Sancho: «Mari Sancha, vuestra hija, no se morirá si la casamos». La edad con la que comenzaban a ir a la escuela era entre cinco y seis años. Sanchico ya tenía ¡quince años cabales!, una edad tardía para comenzar en las primeras letras. Esto era frecuente entre los muchachos, obligados a trabajar a edades muy tempranas casi de sol a sol. Entre los ocho y diez años, sabiendo ya leer y escribir, podían iniciar en las conocidas como escuelas de gramática la segunda enseñanza en latín, empezando con el Introductiones Latinae, de Antonio de Nebrija, único texto aprobado por el Consejo Real de Castilla, en 1598. Esta formación, previa al ingreso en la Universidad, duraba unos tres años. Estas escuelas de gramática eran aún menos frecuentes en las villas pequeñas y medias. Alcázar de San Juan disponía a inicios del s. XVII de escuelas de primeras letras donde iban los muchachos a aprender a «leer, escrivir y contar». Cuando ya los primeros Quijotes pasaban de mano en mano, los alcaldes y regidores de la villa de Alcázar de San Juan convienen, en julio de 1605, la necesidad contratar a un maestro más, a los dos que ya disponía la villa, para instruir a los muchos niños que había. Así lo anota el escribano: En la villa de Alcazar a treinta y uno de julio de mil seiscientos y cinco años los señores alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres estando juntos en su ayuntamiento a campana tañida como tienen de costumbre dixeron que por cuanto ay en esta villa necesidad de maestro para enseñar [a] los niños leer y escrivir y contar porque de presente no ay mas de dos maestros y esta villa tiene mucha vecindad y an sido informados que Gonzalo Ruiz vecino del Campo de Critana cerca a esta villa enseña a los niños y es maestro cual para ello conviene por tanto acordaron para que el dicho Gonzalo Ruiz venga a esta villa de la dicha del Campo debe asignar y asignaron de salario por un año que le cuente desde el dia que conmenzare en un año diez ducados para ayuda a pagar el alquile de una casa en que viva y asi lo acordaron y firmaron. En enero de 1607, por «la experiencia [que] a mostrado» el maestro Gonzalo Ruiz se le asigna un salario anual de seis mil maravedís. El médico Mientras Cervantes escribía el Quijote, la mortalidad en España ha sido considerada como catastrófica. Además de los fallecidos en las guerras, por causas naturales y en el parto, la población española estaba sufriendo epidemias de enfermedades infecciosas, como la peste, el tifus o la difteria, agravadas por las malas condiciones alimenticias e higiénicas en la población más humilde, siendo las causas de una altísima mortalidad entre la población. Algunas de las enfermedades no eran bien conocidas, especialmente las que afectaban a los niños, y eran estudiadas por los médicos más importantes del momento, publicándose libros sobre el conocimiento y la forma de tratarlas. Los aspirantes a médicos debían formarse como bachilleres, cursar cuatro años de Medicina y tras dos años de prácticas y superar un examen teórico y práctico podían ya ejercer su profesión. Aunque las villas les asignaban las mejores casas o una cierta cantidad económica para costas, los servicios que prestaban tenían que ser pagados por los propios enfermos, lo que impedía su presencia en aldeas o villas muy pequeñas. El lugar de don Quijote contaba con al menos un médico. A él recurren cuando don Quijote «cayó malo» después de llegar a su casa desde Barcelona, donde había sido derrotado en su playa: … porque o ya fuese de la melancolía que le causaba el verse vencido o ya por la disposición del Cielo, que así lo ordenaba, se le arraigó una calentura que le tuvo seis días en la cama… Llamaron sus amigos al médico: tomole el pulso y no le contentó mucho, y dijo que, por sí o por no, atendiese a la salud de su alma, porque la del cuerpo corría peligro. Oyolo don Quijote con ánimo sosegado, pero no lo oyeron así su ama, su sobrina y su escudero, los cuales comenzaron a llorar tiernamente, como si ya le tuvieran muerto delante. Fue el parecer del médico que melancolías y desabrimientos le acababan. (Q2, 74) Alcázar de San Juan, la villa con más habitantes de la comarca cervantina, contaba con el servicio de varios médicos en aquellos años. Pero ante las nuevas enfermedades que estaban apareciendo entre sus vecinos, en septiembre de 1601, sus alcaldes y regidores se reúnen, como siempre hacían, para «prover y platicar las cosas tocantes y convenientes al bien publico»: … dixeron que atento que esta villa es de mucha vecindad y que puesto ay algunas enfermedades no conocidas de cuya causa los médicos que las curan no las conocen [acuerdan] traer un médico de fama y asista en esta villa para curar las dichas enfermedades. En el acta nombran a cuatro comisarios, entre los alcaldes y regidores, para que hagan las diligencias oportunas para traer a dicho «médico de fama» y su salario. Conclusión Mediante el análisis inductivo de los condicionantes y referencias geográficas descritas en la novela he situado precisamente el lugar de don Quijote en el mapa de la comarca cervantina: Alcázar de San Juan. Ahora, como hemos podido comprobar en este Taller de Historia Local, con el análisis deductivo de la imagen del lugar de don Quijote que en la novela nos deja el autor, hemos comprobado que coincide explícitamente, como si fuese un espejo, el texto cervantino con la imagen de Alcázar de San Juan de principios del siglo XVII, a través de las actas de su ayuntamiento conservadas en el AHMASJ. Como cronista se entiende a un escritor que recopila y redacta hechos pasados o actuales de un lugar o una institución, dignos de ser recordados en el futuro. El título de esta ponencia podría haber sido Cervantes, cronista del lugar de don Quijote, o quizás también Cervantes, cronista de la villa de Alcázar en el Quijote. ¡Gracias! Luis Miguel Román Alhambra
Hideputa, el vino con una historia por contar Fecha de Publicación: 09/11/2023 En su edición de 2023 la Sociedad Cervantina de Alcázar cuenta con un magnífico vino tinto “de una oreja” con denominación de origen la Mancha Alcázar de San Juan, 9 de noviembre de 2023.- En la tarde del 7 de noviembre, en la sede del Consejo Regulador de la D.O. de Vinos de la Mancha, tuvo lugar la presentación del Vino Hideputa, en su edición de 2023, con una nutrida representación de toda la sociedad alcazareña en la que acompañaron a la Sociedad Cervantina de Alcázar autoridades regionales y municipales, representantes de la Administración de Justicia, de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Policía Nacional), hosteleros, agencias de viajes, asociaciones, miembros de la vida cultural alcazareña, deportistas, músicos y público en general, todos ellos amigos de la Sociedad, que quisieron estar presentes en esta puesta de largo. Se trata de un vino tinto excepcional, de la Denominación de Origen la Mancha, elaborado con la variedad tempranillo y que tras el paso de 8 a 10 meses por duelas de roble ofrece un color ojo pijota profundo con ribete granate, aromas a fruta madura, tomillo, romero y lácteos. Con perfecto equilibrio entre fruta y madera. Así lo presentó el conductor del acto, Juan José Jiménez Mazuecos, que además de hablar sobre las excelencias del vino, lo enmarcó en su contexto quijotesco ya que no en vano el nombre que lo inspira procede de la expresión que profirió Sancho Panza al engolar un buen trago de un tinto de buen sabor que él de inmediato adjudicó a nuestra denominación (al identificarlo con un vino de Ciudad Real) y tras escuchar esta parte del Cap. 13 de la Segunda Parte del Quijote en la voz de Manuel Castellanos (socio de la SCA), aportó numerosas curiosidades sobre el vino, tanto en el Quijote como en toda la obra de Cervantes. El propio Sancho califica el vino como de “de una oreja” es decir, de calidad extraordinaria, lo que en el Siglo de Oro se calificaba de “de lo caro” o “vinos preciosos”, cuando tras el largo trago mirando al cielo en el Quijote se relata como “dejó caer la cabeza hacia un lado” (acercando una oreja al hombro), en señal de satisfacción. Habló también de la etiqueta, diseñada a propósito para este vino por Estrella Cobo y en la ilustración quiso reflejar ese momento en el que Sancho, dándole un trajo al vino que le ofrecieron, soltó la expresión de la que estamos hablando, y como no, seguramente lo hizo en un lugar en el que se viera un horizonte, donde sus ojos se perdieran entre la infinidad de tonalidades verdes, marrones, rojizos… que componen el suelo de esta tierra que nos devuelve el fruto que necesitamos para elaborar una de las bebidas más exquisitas que conocemos. Esta misma tierra, siempre bañada con un cálido sol, refleja en el cielo una gama inmensa de tonos azules, rosas, naranjas, que nos provocan una sensación de calidez y templanza invitándonos a tomar una copa de vino bajo el resguardo, como no, de un molino de viento. Juan Bautista Mata, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar intervino para contar a los asistentes las vicisitudes que esta asociación hubo de pasar en su intento por registrar la marca del vino (a fin de que no fuese copiado su nombre), y que no se pudo conseguir, así como la historia que atesora desde que la Sociedad tuvo la idea de elegir un vino para agasajar a los invitados a los “Almuerzos de don Quijote” y que representase a la asociación cultural, a la ciudad de Alcázar de San Juan y a la comarca manchega en el mundo cervantino, tanto dentro de España como en Hispanoamérica. Carlos David Bonilla, presidente de la D.O. La Mancha apuntó que Cervantes y el vino van ligados de la mano, que en el Quijote se menciona el vino hasta en 43 ocasiones y que el Quijote va ligado al logotipo del vino manchego, el cual es reconocido en todo el mundo, incluyendo países como Corea y Japón por su gran calidad y sobre todo por la imagen de don Quijote cuya imagen es reconocida y venerada en todo el mundo y cada vez más asociada a la calidad del vino manchego. Se mostró encantado de que desde el Consejo Regulador se puedan apoyar este tipo de iniciativas que permitan difundir el conocimiento y las cualidades de los vinos manchegos siempre de la mano de la literatura y de la cultura. Cerró el acto Amparo Bremard, delegada provincial de Agricultura, Ganadería y D. Rural de la Junta de Comunidades para Ciudad Real, diciendo que con este vino Hideputa se viene a poner en valor este producto -el vino -, del que viven ochenta mil viticultores en toda la Comunidad y que su calidad no tiene nada que envidiar a los de otras regiones. Dijo que merece el apoyo de la Consejería tanto en España como en el resto de la Unión Europea para que no se pierda la pujanza de este sector agroalimentario que alcanza el 18% del PIB de Castilla-La Mancha y del que el 5% corresponde al vitivinícola. Reconoció el carácter diferenciador del vino Hideputa y de su calidad para poner en el mapa a Alcázar de San Juan como cuna de Miguel de Cervantes. En palabras del presentador Juanjo Jiménez, se trata de un vino que hunde sus raíces en el Siglo de Oro pero que dispone de una promoción del siglo XXI con su código QR que aporta amplia información sobre su historia y curiosidades. Con el mismo sabio consejo que dio don Quijote a Sancho: “Siendo templados en el beber considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra”, el conductor del acto invitó a los presentes a catar el vino Hideputa y a disfrutar de él en compañía de amigos. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Escribir a mano Fecha de Publicación: 27/10/2023 ANTONIO LEAL JIMÉNEZ (La primera versión del artículo ha sido escrita a mano, usando una vieja pluma con tinta Inoxcrom. Después de unas revisiones, se ha pasado al ordenador) Escribir a mano, ¿te acuerdas? La escritura nos permite transmitir mensajes de forma precisa y clara. La mayoría de los expertos consideran que, su origen fue en Mesopotamia, hace más de 5000 años, donde los sumerios crean la escritura cuneiforme que la estampaban en tablillas de arcilla con un cálamo de caña; los egipcios lo hacían sobre papiros; los romanos utilizaban un punzón de metal para escribir en tablillas enceradas y los monjes medievales tardaban años en copiar manuscritos a mano. En la actualidad, resulta complicado escribir a mano. Muchos lo tenemos casi olvidado. No es el caso de mi amigo Antonio, su pluma Parker y su tinta Pelikan. Se la compró su padre en la imprenta Mata, cuando aprobó el ingreso de Bachillerato en la Academia Balmes. Desde entonces, hace más de sesenta años, no ha dejado de utilizarla. La riqueza de su vocabulario y su vasta cultura, en gran medida, se la debe al no haber abandonado nunca la escritura a mano. Siempre siente ganas de escribir cuando tiene la pluma en la mano. Recuerdo una vez que estaba haciendo un examen y casi al finalizar, mi bolígrafo BIC cristal, comenzó a quedarse sin tinta. Tuve que presionar el tubo que contenía la tinta con fuerza para que ésta saliera, lo que hizo que mi escritura se volviera casi ilegible. Afortunadamente, logré terminar el examen a tiempo, pero fue una experiencia estresante que me recordó la importancia de llevar siempre un bolígrafo de repuesto. En aquella época, tener una buena letra era fundamental para que los demás entendieran nuestra escritura. Además, nos aportaba habilidades para fortalecer nuestra disciplina, el autocontrol y capacidad de superación, tan necesaria en el día a día. También alguna que otra dosis de creatividad. Como la de hacer “chuletas”. El experto era Francisco, que desde entonces no ha vuelto a coger una pluma para escribir. Utiliza siempre el ordenador y en el uso de las redes sociales acorta letras a muchas palabras. Lo justifica diciendo que es por economía. Al comienzo del curso académico en la universidad suelo invitar a mis estudiantes, todos ellos provistos de ordenadores, a que escriban a mano en tres líneas, alguna de las razones del por qué han elegido la carrera que estudian. La respuesta generalizada es de un silencio absoluto. Las miradas se cruzan y los gestos parecen indicar que no están seguros de sí sabrán hacerlo. Parece que me quieren preguntar ¿para qué sirve el escribir a mano en los tiempos donde las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida? Para qué leer, escribir a mano y pensar, si todo se les da hecho, en una época donde desde los más jóvenes, a los más adultos, manifiestan estrés y nerviosismo si no permanecen cerca de su móvil o están constantemente conectados, pasando horas junto a estos dispositivos y sufriendo una auténtica adicción. Ninguno de los estudiantes había escrito más allá de cinco líneas a mano en los últimos doce meses. Hasta hace pocos años, la escritura era forzosamente manuscrita. La estilográfica, el bolígrafo, y el lápiz con punta de grafito, eran las herramientas utilizadas. Antes de la llegada de los ordenadores, la máquina de escribir era, sin duda, una importante herramienta. Desde la presentación de la Remington Model I, en 1873, aparecieron máquinas eléctricas, electromecánicas, portátiles y electrónicas. Con la llegada de la revolución digital y de los procesadores de texto a partir de la década de los sesenta en el siglo XX, serían reemplazadas paulatinamente por los procesadores de texto y, años más tarde, por los ordenadores que pronto comenzaron a popularizarse Pero, en cierto punto de la historia, la escritura manual ha quedado relegada a un segundo plano, para dar lugar a la escritura casi exclusiva en el ordenador o en el móvil. Un texto escrito de manera digital tiene ventajas evidentes: legibilidad, facilidad de reproducción, posibilidad de transmisión instantánea… Definitivamente, estamos perdiendo el hábito de escribir en el papel para reflexionar sobre pensamientos y emociones; escribir a amigos y familiares; y algún que otro poema; hacer una lista de tareas y tantas otras cosas. Nos estamos olvidando de que, al escribir a mano, recuperamos parte de nuestra libertad. Escribir a mano es una forma de expresión personal. A pesar de los avances tecnológicos y el uso generalizado de los ordenadores y los dispositivos móviles, la escritura a mano, sigue siendo relevante y tiene sus propios beneficios. No solo es una herramienta para comunicarse, sino que también es una forma de arte. Cada trazo, cada letra tiene su propio estilo y personalidad. Refleja nuestra individualidad y puede transmitir emociones y sentimientos de una manera que la escritura digital no puede igualar. La magia en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, se manifiesta utilizando 8.073 puntos; 37.607 comas; 4.802 puntos y comas y unos 690 signos de admiración, que le sirvió a Cervantes para manuscribir las 378.591palabras- 22.950 diferentes, casi la tercera parte de las que recoge la RAE-. Pablo Neruda, como muchos de su generación, en un cierto momento cambió la pluma por la máquina de escribir. Pero más tarde volvió al manuscrito de forma casual. … “descubrí que mi poesía era más sensible cuando escribía a mano; sus formas plásticas podían cambiar más fácilmente… la poesía debería escribirse a mano”. Miguel Delibes, a pesar de ser periodista, siempre escribió a mano, y su caligrafía cada vez resultaba más ilegible. JR Rowling, escribió el primer libro de Harry Potter con un boli sentada a la mesa de un café. La escritura manual activa tres procesos cerebrales fundamentales: el área visual, la motricidad y capacidades cognitivas, como la lógica y la memoria. Existe una conexión única entre el cerebro y la mano. Investigaciones científicas han demostrado que su ejercicio estimula diferentes áreas del cerebro, mejora la memoria y la retención de información y retrasa el envejecimiento mental. En un mundo donde la mayoría de las cosas se hacen de forma digital, es un ejercicio mental que nos ayuda a mantener nuestras habilidades cognitivas que requiere una coordinación entre los músculos de la mano y el cerebro, lo que nos ayuda a mantener nuestra agudeza mental. Muchas personas encuentran satisfacción al tomar un lápiz, una pluma, o un bolígrafo y plasmar sus pensamientos en papel. Es una actividad que nos permite expresar nuestras ideas y emociones de manera más genuina y sincera. Es una forma de meditación y autoexpresión. Nos ayuda a memorizar y aprender mejor las reglas ortográficas y gramaticales. Al tener que pensar en cada letra y cada palabra mientras escribimos, prestamos más atención a la estructura del lenguaje y la forma correcta de escribir las palabras. Muchos documentos históricos y obras de arte están escritos a mano, y su escritura es un testimonio de la época y la persona que los creó. La escritura a mano proporciona un sentido de continuidad con el pasado y una conexión tangible con nuestra herencia cultural. Aprender a escribir en conjunto, a menudo con pluma estilográfica en el Reino Unido, es casi un rito de iniciación para los estudiantes de primaria. En Finlandia, una de las mayores referencias globales sobre educación, que suelen ocupar los primeros puestos en el informe PISA, se dejó de impartir la caligrafía simplificada de manera obligatoria por la escritura con letra de imprenta, algo que también sucede en otros lugares de Europa, como Alemania. Sociológicamente, es un hecho que las culturas más vinculadas con la familia, con las relaciones afectivas y con mayor preferencia por el contacto social, como son las mediterráneas mantienen un modelo caligráfico escolar con letras ligadas. Por el contrario, en Europa central y los países del norte, se apuesta por las letras desligadas en la enseñanza de la caligrafía escolar. Estas culturas son más distantes en términos de relaciones y afectos, más independientes y más frías en términos de vínculos afectivos y familiares. Sería recomendable el recuperar el uso de la escritura a mano y que se vuelva a utilizar la pluma y el bolígrafo BIC, de toda la vida, azul o negro, o si lo prefieren el lápiz de mina blanda y fina, y se convierta en un hábito necesario que se encuentra en peligro de desaparecer. Por tanto, queda abierta la invitación a reconquistarnos con la escritura manuscrita y así dejar fluir nuestro interior para crear. Escribe a mano, siempre que puedas. ***
Comeremos grillos, amigo Sancho Fecha de Publicación: 16/10/2023 . Antonio Leal Jiménez . A veces, resulta difícil de acertar. El pronóstico del tiempo para la mañana del pasado sábado amenazaba lluvia. La Hermandad de San Cristóbal de Alcázar de San Juan en el entorno de la ermita, había organizado el VIII Encuentro de elaboración de Migas. La mañana resultó ideal. De hecho, cerca de 250 personas caminaron hacia la Avda. de los Reyes. Recuerdo que mi amigo Renato, gran experto en gastronomía saludable, me decía que, era un plato con una receta humilde y para disfrutar, aunque su origen es aristocrático. De hecho, cuentan que era el plato preferido de Mahoma y que servía de agasajo a personas distinguidas. Con un plato y un tenedor dispuestos a degustarlas, Renato, con voz dotada de un sonoro y delicado timbre me dijo “Al fin y al cabo, amigo, somos lo que comemos”. Así pues ¡A por todas! Por supuesto que hubo repetición. ¡Magníficas!. Somos lo que comemos. La conocida expresión la dijo por primera vez el filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach, padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, a mediados del siglo XIX, en su obra Enseñanza de la alimentación. Escribió lo siguiente: “Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos”. Fue muy crítico con la iglesia por su visión respecto a la alimentación de los hombres, y afirmaba con frecuencia que “únicamente necesitaban pan y agua para vivir”. Hipócrates, médico de la antigua Grecia (460-370 a.C.) pronunció la frase “Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”. En la sociedad actual, estamos rodeados de alimentos poco saludables, llenos de grasas saturadas, azúcares y sodio en cantidades excesivas. Estos alimentos, si bien son sabrosos y fáciles de consumir, tienen graves consecuencias para nuestra salud a largo plazo. La incidencia de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, y las enfermedades cardiovasculares, se ha incrementado de manera alarmante en las últimas décadas, y gran parte de la responsabilidad recae en una mala alimentación. Cuando vamos al supermercado y elegimos productos para la cesta de la compra, solemos leer habitualmente en sus etiquetas frases que contienen un montón de “sin”: conservantes, azúcares añadidos, grasas saturadas. También la publicidad suele hacerse eco de ello. Según la Organización Mundial de la Salud (2022), las dietas poco saludables causan once millones de muertes y 420.000 personas más fallecen por consumir alimentos nocivos. La denominada “Coalición de Acción para las Dietas Saludables”, agrupación compuesta por cinco agencias especializadas, indican que unos 3000 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable y que la mala alimentación está relacionada con seis de los diez principales factores de riesgo para la carga mundial de enfermedades. Es importante que mostremos atención a nuestra alimentación y hacer los cambios que consideremos pertinentes en nuestra dieta diaria modificando nuestros hábitos alimenticios con el deseo de conseguir una mejor calidad de vida. La producción de alimentos ultraprocesados, que el nutricionista Carlos Ríos, promotor en España del movimiento Realfooding los define como “una preparación industrial comestible elaborada a partir de sustancias de otros alimentos o sintéticas, con diferentes técnicas de procesamiento y cuyo consumo tiene efectos negativos para la salud”, implica el uso intensivo de recursos naturales, como el agua y la energía, contribuyendo así al cambio climático y a la degradación del medio ambiente. Existe una demanda, de manera creciente, de productos más saludables y ecológicamente más sostenibles. Nuestra alimentación no solo determina nuestro físico, sino también nuestra salud y bienestar en general. Es por eso que, es vital prestar atención a lo que ingerimos y optar por una dieta equilibrada y saludable, que nos proporcione los nutrientes necesarios para que nuestro cuerpo funcione de manera óptima. Una alimentación rica en nutrientes esenciales, como ácidos grasos omega-3 y vitaminas del complejo B basada en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables nos ayudará a mantenernos en un peso saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y nos proveerá de la energía necesaria para desarrollar nuestras actividades diarias y a prevenir y aliviar los síntomas de depresión y ansiedad. La importancia de una alimentación saludable hemos de destacar que no solo la cantidad de alimentos que consumimos es importante, sino también la calidad de los mismos. Optar por alimentos frescos, sin procesar y de origen natural nos garantiza un aporte adecuado de vitaminas, minerales y antioxidantes, que son fundamentales para nuestra salud. Por otro lado, los alimentos elaborados de forma industrial carecen de estos nutrientes esenciales y, en cambio, contienen aditivos y sustancias químicas que pueden ser perjudiciales para nuestro organismo. En la obra universal de Cervantes, está presente desde el primer capítulo la base de su alimentación: «Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda», (Quijote, Rico, 35, 36). En la actualidad, cuando se está debatiendo la necesidad de reducir el consumo de carne en favor de la proteína vegetal, aparece una nueva recomendación: el consumo de los insectos denominado entomofagia. En países de América Latina, África y Asia es una práctica habitual, ya que lo hacen más de 2000 millones de personas. Se están fabricando harinas de insectos comestibles (escarabajos, orugas, hormigas, langostas y grillos) y están resultado ser de gran interés, para la industria alimentaria como fuente saludable de proteínas y grasas. Está previsto que, en Salamanca, se instale la fábrica de insectos mayor del mundo y tendrá como principal producto el gusano de la harina. En la Unión Europea se han dado pasos para ir introduciendo el consumo de insectos en la dieta de los países del Viejo Continente. La primera aprobación tuvo lugar en 2021 y fue en el caso del gusano de la harina o larva de escarabajo oscuro (Tenebrio molitor larva), como snack o como ingrediente para elaborar otros alimentos. En 2023, se le unen el escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus) y grillo doméstico (Acheta doméstico). Según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) su ingesta podría ayudar a paliar el hambre, si tenemos en cuenta que la población mundial será cerca de diez mil millones de personas en el año 2050. La dietista y tecnóloga de alimentos especializada en insectos, Marta Ros, afirma que “En el futuro consumiremos hamburguesas de insectos”. Es necesario recordar que, la desnutrición constituye una violación del derecho humano a la alimentación, y continúa generando desigualdades sociales y de salud. La eliminación del hambre y la malnutrición, es uno de los objetivos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, y la eliminación de las causas que determinan esta situación, son objetivos comunes de todas las naciones. Millones de personas merecen un futuro mejor. Tomemos conciencia de ello. ***
Dios, fuente de inspiración del Quijote Fecha de Publicación: 13/10/2023 Ilustración de Gloria Moreno Merlo, tomada de la Tesela 30 de José Moreno Berrocal “La Biblia y El Quijote, (Patronato Municipal de Cultura de Alcázar de San Juan) Krzysztof Sliwa La Biblia, modelo de estructura organizativa del Quijote; y Catalina de Salazar y Palacios, amor del famoso Manco y su fuente de inspiración humana, forman parte de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra La Biblia, traducida a 450 lenguas de forma completa y más de 2000 de forma parcial, cuyo autor es el Señor Dios majestuoso y poderoso, es parte de Don Quijote de la Mancha (1605 & 1615), traducido 1.140 veces a unas 190 lenguas y dialectos, de la brillante pluma de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), héroe de la Batalla de Lepanto (1571), ejemplar esclavo en Argel (1575-1580), y permanente leyente de las verdaderas riquezas del Viejo y Nuevo Testamento, para quien Jesucristo fue «Dios y hombre verdadero» (Quijote, II-XXVII), y cuyo deseo se hizo realidad: «a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzca» (Q, III-II). Don Quijote se compone de 181.104 palabras, de las cuales 22.939 son distintas entre sí, y la infinita sabiduría de la Palabra de Dios dejó huellas en el alma de Miguel, quien amó a Dios y la Biblia, guía de su vida, llamó 3 veces la Biblia en el «Prólogo» de la I parte de Quijote «la Divina Escritura», hizo auténtica gala de sus vastos conocimientos bíblicos a lo largo de sus obras, aludió a 30 personajes bíblicos, trató de 300 referencias a la Biblia, e incluyó un sinfín de alusiones y reminiscencias de la Sagrada Escritura. La Biblia, el Libro de los libros, cuyo principal autor es Dios, y el Quijote, joya humana de una magnitud incalculable, ambos libros de variadas lecturas, sobre la verdad absoluta y la existencia innegable de Dios, el papel superlativo de Dios en el pensamiento y la vida del ser humano, la comunicación directa e indirecta entre Dios y el hombre, y la trascendencia de la vida divina en el corazón humano, aman a la Humanidad y nos hablan al corazón. Sin embargo, no es mi meta de comparar la Biblia y el Quijote porque el hombre jamás puede igualarse a Dios, la Biblia es incomparable, inmejorable e insuperable, y Dios lo proclama claramente de esta manera: «Yo soy el primero y el último, fuera de mí, no hay ningún Dios. ¿Quién como yo? Que se levante y hable. Que lo anuncie y argumente contra mí» (Isaías, 44: 7). Incluso Miguel crítica la comparación entre lo humano y lo divino así: «ni tiene para qué predicar a ninguno, mezclando lo humano con lo divino, que es un género de mezcla de quien no se ha de vestir ningún cristiano entendimiento. Sólo tiene que aprovecharse de la imitación en lo que fuere escribiendo, que cuanto ella fuere más perfecta, tanto mejor será lo que se escribiere» (Q, I- «Prólogo»). Aun quiero hacer especial hincapié, inter alia, en que el tesoro precioso de la Biblia y el tesoro preciado del Quijote, obras de inestimable valor para la Humanidad, se preocupan por la ética, la moral y la religión en el comportamiento del ser humano, por eso viene aquí como anillo al dedo la frase: ¿dónde está tu tesoro allí está tu corazón? El pensamiento y las palabras de Cervantes, en todas sus obras, están influenciadas por Dios a través del Espíritu Santo, pese a que algunos “académicos de excelencia” rechazan completamente su conocimiento de la Biblia, pero siguen preguntando sin dar en el blanco: ¿cómo acercarse al Quijote?; ¿qué hacer y por dónde empezar?; ¿cuáles son los consejos para leer el Quijote?; ¿cuál es el reto de leerlo?; ¿por qué es tan difícil comprenderlo?; y ¿cómo leer el Quijote? La respuesta es muy sencilla-, pero es fundamental dejar de lado todos los mitos, las fantasías, y las hipocresías, es decir, antes de acercarse al Quijote, a las obras de Cervantes, y a las de los genios de la literatura del Siglo de Oro español, hay que leer, primero e ineludiblemente, la Biblia, y seguidamente adquirir el conocimiento sólido del origen de la literatura española hasta la divulgación de la obra cumbre de la literatura mundial el Quijote (1605 & 1615). Este es el único camino infalible o la única llave de oro a leer y comprender con facilidad a Cervantes, el Quijote, y la mejor literatura en el mundo, que es la literatura española-, ejemplar, majestuosa y superior a todas, en esencial, la del Siglo de Oro-, encabezada por la genial novela del insigne líder de la literatura universal, Miguel, amante de los libros, quien siempre leyó, enseñó y amó la Sagrada Escritura, por excelencia, y con la cual se identificó durante su trayectoria vital en todo momento. Cervantes conoce por completo el valor de la Biblia, habla de la verdad en la Sagrada Escritura, aconseja leerla: «si… quisiere leer libros de hazañas y de caballerías, lea en la Sacra Escritura el «Libro de los Jueces», y allí hallara verdades grandiosas y hechos tan verdaderos como valientes» (Q, I-XLIX), confiesa que «la Santa Escritura… no puede faltar un átomo en la verdad» (Q, II-I), y eterniza su conocimiento bíblico y la grandeza del amor de Dios en sus obras. A ciencia cierta, Miguel amó la Biblia, libro de la historia del mundo, de poesía, y de sabiduría, cuyos, sirva de ejemplo: «Salmos», «Proverbios» y el «Cantar de los Cantares» son sublimes, pese a que algunos «académicos de excelencia» dejaron en el tintero su conocimiento de la Sagrada Escritura sin ninguna razón de peso manifestada en las obras maestras del genio de la literatura universal. Al lado de ello, debo agregara que el benemérito historiador José Luis Abellán García-González afirma que «El Quijote es la Biblia española» (Visiones del Quijote, 130), el meritorio profesor Alfonso Ropero Berzosa escribe que es la «Biblia de la literatura universal, que se ilumina con la Biblia cristiana, de donde Cervantes extrae la idea de justicia y libertad tan humana y tan divina» (El Quijote y la Biblia, 10), el extraordinario historiador Sabino de Diego Romero, Presidente de la Sociedad Cervantina de Esquivias, dice de Catalina, en su magnífica obra: Catalina, fuente de inspiración de Cervantes (Punto Rojo, 2015), por boca de Don Quijote, «porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale» (Catalina…, 242), y el excelente escritor Eduardo Aguirre Romero declara con mayor precisión que «en estos tiempos inciertos, Miguel de Cervantes tiene aún mucha luz que ofrecernos» («Si Cervantes levantara la cabeza», Diario de León, 27-III-2022). Por lo tanto, surgen las preguntas; ¿debemos leer la Biblia y el Quijote obligatoriamente en las universidades y en las escuelas? ¿Cuáles son las razones de leer dichas obras? La respuesta es sí, ya que la Biblia, sabiduría de Dios, y el Quijote, sabiduría humana, son mis lecturas diarias por la belleza, la cruz, la maravilla, el poder, la sabiduría, la verdad, y las virtudes, entre muchos. En realidad, el espíritu de ambas obras atraviesa el alma como la espada aguda de dos filos o la espada de Aquiles de Troya, y ambas obras son para el pueblo, hablan del amor y desamor, del bien y del mal, de lo hermoso y de lo noble, se preocupan por la humanidad, penetran nuestros corazones del hombre, y nos enseñan a amarnos unos a otros y convertirnos en mejores personas. La Biblia, el maravillosísimo libro, puede ser leído todos los días, sólo necesita 11’ 59”, y si la comienza el 1 de enero, la terminará el 31 de diciembre en ese mismo año o le recomiendo escuchar la Biblia publicada por la Universidad de Navarra en formato audiolibro. El Quijote, la Biblia de la Humanidad, puede leer diariamente, sólo necesita 4’ 43”, y si lo empieza el 1 enero, también lo concluirá el 31 de diciembre en este mismo año o puede escucharlo en la Cadena SER. No se arrepentirá de leer día tras día la gloriosa Biblia y el ingenioso hidalgo don Quijote, siempre descubrirá algo nuevo, se alimentará de la sabiduría de Dios y de la sabiduría del famoso Manco de Lepanto, y se le brindarán infinitos beneficios. ¡Lean cada día la Biblia y Don Quijote de la Mancha! «Laus in Excelsis Deo»
Salud Mental a Inteligencia Articial Fecha de Publicación: 11/10/2023 . ANTONIO LEAL JIMÉNEZ . España es el país de la Unión Europea en el que más ansiolíticos, sedantes e hipnóticos se consume. Se trata de sustancias depresoras del Sistema Nervioso que se utilizan para aliviar la ansiedad y/o ayudar a conciliar el sueño, que suelen producir trastornos psicóticos, y que pueden causar dependencia. La falta de recursos consolida la escasa atención dedicada a temas de Salud Mental (SM), convirtiéndose en el punto más débil del sistema sanitario español donde solo hay seis psicólogos por 100.000 habitantes dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS), lo que significa tres veces menos que la media europea. Los expertos advierten que es necesario realizar una inversión importante dentro del SNS, ya que de no hacerlo, en pocos años, llegaremos a ser una sociedad con excesivo consumo de este tipo de fármacos. Señalamos algunos datos que son muy significativos en la actualidad: – Una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social; -Un alto porcentaje de las personas con trastorno mental que necesitan tratamiento, no reciben el adecuado; Se estima que a escala mundial, al menos una persona muere cada 40 segundos como resultado de una mala SM. Cada dos horas y media se suicida una persona en España, diez al día y en los 35 pueblos de la Comarca Mancha Centro, lo han hecho 25 personas durante el último año. -Según Luz de La Mancha, en su campo de actuación, en este área Sanitaria hay unas 24.000 personas afectadas por alguna enfermedad mental, y 4.000 o más cronificados graves y, alegan, que no hay recursos suficientes para atenderlos con la dignidad que se merecen. -La COVID-19 está pasado factura a nivel emocional y según el Instituto de Estudios Sociales Avanzados del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, una gran parte de los ciudadanos, especialmente jóvenes, está dando muestras de lo que se ha denominado “fatiga pandémica”, término que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido como “desmotivación y el cansancio que siente gran parte de la población ante una pandemia tan prolongada, de tanta gravedad y con tantas restricciones como la que estamos viviendo”. Es necesario que las distintas administraciones acometan mayores inversiones en recursos tecnológicos y humanos, que aseguren una mayor atención a la SM. En este sentido, la Asociación Luz de la Mancha de personas y familiares con enfermedad mental, viene trabajando desde el año 2005 con verdadero esfuerzo y de manera voluntaria, con el objetivo de ayudar a los enfermos mentales y a sus familiares en el ámbito geográfico de Mancha Centro. Y lo hacen a través de numerosas propuestas para sensibilizar a la población en general, sobre las actitudes y comportamientos hacia las personas afectadas, para tratar de mejorar sus condiciones de vida. Una prueba de sus numerosas actuaciones es el último proyecto que han presentado para su aprobación por parte de la administración que consiste en: a) Establecer grupos de ayuda mutua, mediante la celebración de reuniones quincenales durante nueve meses, en los que se abordarán temas sobre la concienciación de enfermedad y la defensa de los derechos humanos en SM; b) Charlas de sensibilización en alumnado de la comarca de Alcázar de San Juan, con el objetivo prioritario de dar a conocer los problemas y sensibilizar contra el estigma. c) Charlas dirigidas a población en general en coordinación con los ayuntamientos de la comarca, y d) Diseño y distribución de material divulgativo y Cine fórum. Hacer frente a los problemas de SM es una tarea difícil, y con el empeoramiento de las estadísticas mundiales sobre los trastornos ocasionados, apreciamos el arduo trabajo que realizan todos y cada uno de los profesionales y personas voluntarias, dedicados a este campo de actuación. Realmente acogemos con beneplácito cada innovación y tecnología que apunta a reducir la prevalencia de depresión, riesgo de suicidio o cualquier otro problema mental. Los alcances logrados por la Inteligencia Artificial (IA) pueden, sin ninguna duda, aplicarse a los trastornos sufridos por las enfermedades mentales de tal manera que pueda contribuir a mejorar el estado del bienestar. El Diccionario de la Real Academia Española define la IA en los siguientes términos: “Disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico” y está ayudando a la medicina a conseguir grandes logros a través de logaritmos que puedan predecir las más diversas enfermedades tanto físicas como mentales. ¿Se podría aprovechar significativamente el avance de la máquina y los algoritmos de aprendizaje profundo en el área de la SM, en enfermedades como la depresión, la esquizofrenia o el trastorno bipolar? Las investigaciones recientes llevadas a cabo en ese campo nos crea magnificas expectativas. En la actualidad la tecnología y la digitalización de la Medicina y las Ciencias de la Salud, están más unidas que nunca y es en particular la IA, una de las tecnologías que más influye en ese tránsito a la nueva medicina gracias a la cual, se está mejorando en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, y también en el desarrollo de nuevos medicamentos para beneficiar la calidad de vida de los pacientes de una manera mucho más eficiente. Los avances en IA hacen posible que, se construyan máquinas inteligentes y habilitadas para detectar, evaluar y responder a estados emocionales y robots capaces de interrelacionarse con los pacientes, que permiten mejorar la calidad, la accesibilidad y la eficiencia a la toma de decisiones clínicas y en la gestión de la asistencia sanitaria. La aplicación práctica de las tecnologías y técnicas de IA en el comportamiento y el cuidado de la SM, es un área que evoluciona rápidamente y que presenta muchas oportunidades y beneficios. Cuando se explora sobre los usos de la IA en la atención de la SM, se encuentran algoritmos inteligentes que apoyan a los profesionales en temas como la detección temprana y diagnóstico, con la señalización de los riesgos de suicidio y otros que ayudan a los pacientes a controlar su condición a través de asesoramiento. Una de estas herramientas es la denominada Youper. Se trata de una aplicación que está fabricada sobre técnicas utilizadas en la terapia cognitiva conductual, la terapia de aceptación y compromiso y la atención plena y la meditación, que utiliza IA para ayudar a los usuarios a mejorar su estado de ánimo y patrones de sueño, y a reducir sus síntomas de ansiedad, estrés y depresión. Otra aplicación es la nOCD, que tiene como objetivo ayudar a los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo en cualquier etapa de su vida. Esta aplicación crea potencial para el aprendizaje automático, al recopilar puntos de datos valiosos que ayudan a comprender mejor las condiciones psiquiátricas. También la BioBeats, que tiene como objetivo proporcionar a los usuarios acceso a sus datos de salud en tiempo real. El software toma medidas como la variabilidad del ritmo cardíaco, la función cerebral, el sueño y los niveles de actividad a través de dispositivos inteligentes portátiles. Otras tecnologías de IA pueden promover herramientas de autocuidado para mejorar las vidas de personas. Los progresos futuros en IA, transformará la atención de la SM en los próximos años. Para optimizar diversos sistemas de máquinas inteligentes en su contexto queda mucha investigación por hacerse ya que, la IA está provocando la aparición de nuevos paradigmas, que no solo serán los conocimientos y habilidades de los profesionales, sino que estas deberán incorporarse a la inteligencia de las máquinas con las que se interactuará. Evidentemente en la relación terapéutica lleva implícito unas nuevas ilaciones entre el paciente y la tecnología. La IA deberá aportar máquinas que sirvan para el bienestar de las personas, para aliviar su sufrimiento y hacerlo de una manera justa y ética. Aunque los algoritmos puedan validar o invalidar la clasificación de los trastornos psiquiátricos, hay que tener cuidado y pensamos que el último recurso seguirá siendo el clínico y el humano. Las máquinas tendrán un papel muy importante en la vida de los seres humanos, pero también su uso plantea una multitud de problemas éticos. Los principios orientadores descritos en el Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2017-25, en su eje de actuación número cuatro figura: “Fortalecer los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones sobre salud mental”. Acorde con ello, pudiera ser interesante que desde la Asociación Luz de la Mancha, se planteara como objeto de estudio, temas relacionados con la IA y se desarrollaran actividades en este sentido. A título de ejemplo, sugerimos la realización de un Congreso a nivel Internacional, dirigido a los profesionales de SM, a los sectores líderes de la comunidad, a los agentes políticos, sociales y económicos implicados en la toma de decisiones y a los medios de comunicación, sobre la necesidad de poner en valor el cuidado de la SM, así como de abordarla de un modo riguroso, realista y positivo y que se efectuara para dar respuestas a temas éticos y aspectos legales, dificultades de implantación de la IA en el SNS, aplicaciones en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento etc. Estamos seguros que sería un gran aporte para la comunidad afectada y para Alcázar de San Juan y toda su comarca. De manera importante significaría posicionarla en la órbita de una ciudad que da continuamente muestras de tener un espíritu con verdadera vocación en temas de sensibilidad social. Su aportación a la innovación e investigación y aplicación de nuevas tecnologías en el ámbito de la SM, contribuiría, aún más, a convertirla en una ciudad referente y ejemplarizante. Muchas gracias a la Asociación Luz de la Mancha por el magnífico trabajo que están realizando. Ahora, es tiempo de respirar hondo y no dejar de seguir soñando y preguntarse ¿Por qué no intentarlo? ^^^^
“La peste”. Sevilla en la época de Cervantes Fecha de Publicación: 30/09/2023 . Eduardo Alonso Franch La serie Se inicia en Sevilla, a finales del siglo XVI. Se intenta ocultar la peste. Sevilla es el centro del comercio con América, pero la peste se extiende. Es una sociedad religiosa y supersticiosa, pero el ambiente que se retrata está muy degradado. Se queman los enseres y cuerpos de los apestados. Se ven las murallas de Sevilla, de las que subsiste una parte. La serie es de 2018. La sodomía, el “pecado nefando”, era muy corriente. Se practica una autopsia, lo que estaba prohibido por la Inquisición. Y la prostitución femenina era bastante habitual. Se practicaba en las mancebías. Un personaje (Paco León) habla con un moribundo a través de una máscara de nariz puntiaguda y de color rojo (era lo que usaban los médicos de la época para tratar con los apestados). Mateo, el protagonista, es un antiguo editor de libros prohibidos, que se convierte en investigador de misteriosos crímenes por cuenta de la Inquisición en un principio. Se ven escenas de enfermos alojados en una especie de hospital, pero sin camas ni higiene y sin apenas médicos o enfermeros. La violencia contra las mujeres, sobre todo contra las prostitutas, es una constante. El resumen final de la serie consiste en que, aunque se termine la peste y la gente lo festeje, aquella sigue latente en la ropa, en los muebles, etc. Y de hecho las pestes se repetían a lo largo de la historia, a partir de la Edad Media, en especial en los puertos del Mediterráneo. Hubo un Nicolás Monardes, médico que aparece en la historia. En general, la imagen del médico es la de una persona sacrificada y eficiente. De hecho, el médico salva a Mateo de varias heridas por arma blanca. La Inquisición tenía un gran poder y mandaba ejecutar a los condenados por heterodoxia, sodomía o brujería. El pueblo asistía a los autos de fe enardecido e indignado. Monardes es un médico que sabe filosofía, botánica… Es muy noble y recto, adelantado a su época. La novela El hereje, de Miguel Delibes, sirvió de base para la escena del auto de fe. Se trata de un espectáculo de masas junto a la catedral, de gran realismo y dureza. Se echa la culpa de la peste a los protestantes. Para la filmación, se reconstruyó una parte de la catedral sevillana que hoy día no existe. Monardes visita apestados, manda enterrar a un muerto y quemar sus pertenencias. Se marca en blanco la puerta de las casas de apestados. Se ve la entrada a Sevilla en barco por el Guadalquivir. Abundan los genoveses y las murallas rodean la ciudad. Se observa una de las puertas de entrada a la ciudad. Aparece un palacio que podría ser la Casa de Pilatos. Las moscas lo impregnan todo. A los apestados les dejaban la comida desde el techo. Se ven las casas adosadas a la muralla de gente humilde. En la cárcel hay hasta prostitutas. Se juega a los naipes. Hay también niños y padres que salen a trabajar. Se escuchan chillidos de ratas. Los niños hacen encerronas y roban. La peste prende en las chabolas. Los nobles iban en carruajes tirados por caballos y cubiertos. Desde el Arrabal no se puede llevar nada a la ciudad. Se escucha el zumbido de los mosquitos. Mateo fue condenado en ausencia por la Inquisición. Se le consideraba un hereje. A los muertos les sacaban de noche para no alarmar. Las ratas corren por las calles estrechas. Mateo encarga una autopsia a Monardes. La mancebía era legal. La llevan la Iglesia y el Cabildo. El Cabildo debate el tema de la peste. El tinte era una actividad importante. A la industria se dedica una pintora viuda que hace retratos, pero no los solía firmar como si fuesen de un hombre. Había muchos mendigos, pero también pícaros. Llegaban muchos de los pueblos. Mateo se encuentra con la pintora, Teresa Pinelo, que firma con el nombre de su padre. Zúñiga (Paco León) es homosexual en la serie. Alberto Rodríguez es director y cocreador de la serie. Y Rafael Cobos, cocreador y guionista. Paco Léon es Luis de Zúñiga, amigo de Mateo. En la novela ejemplar de Cervantes Rinconete y Cortadillo, ambos van a Sevilla para embarcar hacia América. El director reconoce como inspiración la “trilogía de la vida” de Pasolini. Se utilizó hasta fruta podrida para ensuciar el suelo. Se intenta plasmar la vida de la calle. Las chabolas en donde se inició la peste y el puerto se hicieron en Coria. El Arrabal era la zona más pobre de Sevilla, que estaba junto al río. Se construyeron 44 cabañas o chabolas. Hay efectos digitales para recrear paisajes de la época. El maltrato infantil era corriente. Celso de Guevara (Manolo Solo) es culto y literato, como Mateo. Este es deductivo y tiene un sentido del honor muy estricto, lo que le lleva a ser brutal a veces. Zúñiga es un chico de la calle que ha prosperado, homosexual y católico. Trata de manejar la ciudad. El Cabildo y la Iglesia eran los dos grandes poderes. La sala del Ayuntamiento se conservó intacta. La mancebía estaba bastante reglamentada: debían ser mujeres mayores de 12 años, de fuera de la ciudad y no vírgenes. Teresa (Patricia López Arnaiz) es viuda y tiene una fábrica heredada. Se producía el añil, un tinte que se difundió en Europa. Había un examen para mendigar. La religión estaba muy presente en la época. Mateo vuelve tras huir de Sevilla cinco años atrás. Mateo fue impresor y cree que han seguido usando su imprenta. Teresa Larrea era esposa de Germán, el amigo de Mateo. Para ver si una persona estaba sana, se examinaba el cuello y las axilas. A las putas que ejercían fuera de la mancebía se las encarcelaba. Un cirujano las revisaba. El soborno era habitual. Se utilizaron los Reales Alcázares como escenario. El plomo envenena a un impresor, que tose. Sevilla aparece amurallada y fortificada con torres. El hambre y la peste se enseñorean de la ciudad. Las calles eran estrechas, llenas de suciedad, medievales. Se llevaba a los muertos en carros para enterrarlos en fosas comunes en las afueras. Los esclavos se subastaban en las gradas de la catedral. Se ve un hospital de la época, sin personal ni espacio. El director cree que Mateo es un depresivo, en lenguaje de nuestra época. La peste provocaba una sensación de quemazón interna. Tenían picores y sed terribles. Salían bubones sobre la piel de los enfermos. En Sevilla había muchos negros (una de cada diez personas). Se rodó en los Alcázares y la Casa de Pilatos, tal y como eran en la época. Y también en Carmona, Alcalá, Palacio de Solís, Santiponce… La música es dramática y repetitiva, con cierto suspense. La recreación fue difícil, porque de la época quedan la catedral, los Alcázares y poco más. El castillo de Trujillo se parecía al de San Jorge y se utilizó como base. Mateo fue militar en Flandes. Los bubones se hicieron de silicona. La peluquería se basó en pintura de la época. Mateo es frío, rudo, atractivo. Los pobres comían alimentos en mal estado. La peste tenía que ver con las ratas, que se mueren por el frío. La Inquisición detiene a Zúñiga, entre otros personajes. Se hace un auto de fe contra los sodomitas junto a la catedral. Se da por terminada la peste en Sevilla. Y los protestantes son castigados también. A Zúñiga, como a los demás reos, le condenan a la hoguera. Se trata de una narración de aventuras, a la manera de la novela gótica, llena de giros de guion. Monardes cree que volverá la peste, aletargada hasta que reviva. El Inquisidor General de la Corona de Castilla es Celso (Manolo Solo). Teresa es una noble de la época. Nicolás Monardes es un personaje histórico, existió realmente. El director menciona Rinconete y Cortadillo al llegar a Sevilla. El puerto es lo que más costó reconstruir. Era fundamental la reconstrucción de la vida cotidiana y para ello se utilizó la pintura de Murillo, Goya, El Bosco, Brueghel…Entre las obras del director está La isla mínima, ambientada en el siglo XX. Caravaggio era otra referencia pictórica básica. Es un “thriller”, según el director, pero también un espejo o cuadro de la Sevilla de la época. La secuencia de los túneles se rodó de noche en el anfiteatro de Itálica. Hubo que reconstruirlo tal como era en el siglo XVI. Teresa termina firmando sus cuadros y haciéndose rica con ellos. El rodaje duró cinco meses. Y la escritura del guion llevó años. Los autos de fe, en realidad, se hacían en la Plaza de San Francisco. Eran muy caros, por lo que se suprimieron. “La mano de la Garduña” es la segunda temporada de La peste. Comienza en Sevilla, a fines del siglo XVI. Las prostitutas son perseguidas y tratan de escapar. Algunas estaban infectadas. Se difunde la sífilis. Las casas se quedan vacías por la peste. Las putas se van de la ciudad, son ilegales. La obra se fecha en 2019. Mateo vuelve a Sevilla desde América. Hay una biblioteca privada con libros de Erasmo y Garcilaso. Es el reinado de Felipe II. Arias Dávila, asistente real, es de Valladolid y viene de Flandes. Barbero y cirujano eran la misma profesión, diferente a la de médico. La sífilis era mortal. Si sobrevivían, las secuelas eran terribles. La gente estaba marcada por cortes. La Casa de Pilatos es la de Teresa. El imperio está en su apogeo y Sevilla pasa el momento más importante de su historia. Pero la corrupción abarca y lo controla todo. Pontecorvo es el nuevo alcalde de Sevilla. El láudano era la droga de la época. Teresa y Valerio, hijo natural de su marido, rescatan prostitutas y las esconden. Un nuevo asistente llega a Sevilla. Descubren en un barco a varias putas, asesinadas por la Garduña. Y el conde Pontecorvo (en la realidad, Puñonrostro) desea acabar con ella. Teresa utiliza la casa del padre León para la huida de putas al Nuevo Mundo. El padre León lleva barba y es joven. Viste hábito negro. La ciudad ha superado la peste y está en su apogeo. La corrupción y la economía sumergida predominan. La serie está próxima al cine de aventuras, de acción. Mateo recuerda a Yuri Zhivago en la Tierra del Fuego, pero esta se rodó en plató y con efectos especiales. Otra parte se rodó en Almería. Pontecorvo se basa en Puñonrostro, un personaje real. La garduña es un animal que caza de noche. El asistente asume plenos poderes y recluta a su guardia entre los condenados a muerte. Se les nombra alguaciles. La sífilis era frecuente. La gente estaba marcada con frecuencia. Un convento abandonado se convierte en lugar de acogida de las prostitutas que quieren huir. El túnel se crea en Isla Mágica dentro de otro mayor. Fueron cuatro meses de rodaje. David Ulloa figura como director. Historia de las epidemias en España La peste seguía con rapidez y facilidad los itinerarios de los intercambios humanos. La habitación, las condiciones sociales e higiénicas, el ambiente de vida o de trabajo eran factores que se conjugaban para remarcar una mortalidad social y profesionalmente diferenciada en tiempo de contagio. Los hogares de los más pobres siempre crearon un contexto muy favorable a la difusión de la peste. Las epidemias de peste eran un azote desastroso. En las ciudades su propagación era muy rápida. Entre los siglos XIV y XVII la peste reapareció casi en cada generación de españoles. Las malas cosechas precedían en muchas ocasiones a la llegada de la peste. Pero fue la peste la que continuó en su posición de destacada protagonista en la segunda mitad del siglo XVI. Para Castilla, la peste de 1596 – 1602 fue la más grave, que inició su lento pero inexorable declive. Corrían malos tiempos para los españoles al declinar el siglo XVI. Andalucía, al menos desde la década de 1560, dejó de ser autosuficiente y pasó a depender de forma crónica de la importación de cereales extranjeros. Las ciudades andaluzas fueron asaltadas en 1599, probablemente como consecuencia del tráfico marítimo con el norte de Europa. En 1602, la peste empezó a retroceder. Sevilla, la ciudad más poblada de toda España por aquel entonces, perdió más de 60.000 habitantes, el 40% de su población. Sobre los puertos andaluces se cernía una epidemia tras otra. La nutrición o desnutrición influía también en el porcentaje de personas contagiadas que eran capaces de sobrevivir a las epidemias. En España, durante las epidemias del siglo XVI, para evitar la propagación de la infección se practicaban la cuarentena y el cordón sanitario, se quemaba la ropa de cama de los enfermos o los difuntos, se establecían hospitales extramuros y los enterramientos se efectuaban en fosas comunes fuera de la ciudad. Valladolid presentaba en el siglo XVI similares deficiencias higiénicas. El agua del río no llegaba a Sevilla en buenas condiciones. Los enterramientos en las iglesias habían alcanzado en España gran arraigo y era difícil sustraerlos de la mentalidad colectiva. Pero esta adecuación se rompía en el momento en que estallaba una grave epidemia pestilencial, elevándose de manera brutal el número de víctimas. En tales casos lo que se hacía era abrir en los lugares extramuros grandes fosas comunes y anónimas, los populares “carneros”, donde se depositaban los cuerpos de los fallecidos que se habían ido recogiendo y transportado hasta allí en andas o, más frecuentemente, en carretas. Se tenían que abrir varias de ellas si las circunstancias así lo requerían y se enterraban los cadáveres con cal. Especialmente, a raíz de las intensas epidemias de peste bubónica que se dieron en Sevilla desde mediados del siglo XV en adelante se hizo imprescindible la apertura de estos “carneros”, que se localizaron en distintos lugares del casco urbano, aunque en las cercanías para facilitar así el traslado de los muertos. Los cadáveres debían ser enterrados fuera del casco urbano, aunque en las cercanías para facilitar así el traslado de los muertos. Los cadáveres debían ser enterrados con suficiente profundidad. Por lo que se refiere al tratamiento clásico de la peste, tres elementos constituían la base de toda acción terapéutica ortodoxa: la práctica de la cirugía, la cauterización de los bubones y la administración de diferentes fármacos apreciados por sus diferentes propiedades para enfrentarse a la peste. Sobre los bubones y ganglios se administraban métodos terapéuticos que iban desde la simple aplicación tópica y local de diferentes ungüentos al cauterio. El fuego fue el cáustico más empleado. Fue la producción de fármacos la que mayor importancia adquirió. En las ciudades castellanas las juntas locales estuvieron formadas por diversos sectores municipales, al frente de los cuales figuraba el corregidor real, pudiendo ser coordinadas o asesoradas por algunos especialistas de la medicina, tal y como testimonia el caso de Valladolid durante el contagio de 1599. Algo similar ocurría en Sevilla. Al conocerse la existencia de un enfermo en una casa, se procedía al sellado de la misma. En la puerta se solía pintar un distintivo que advirtiera a los vecinos. En ocasiones, era todo un barrio – casi siempre en el más pobre solía iniciarse el contagio – el que se cerraba para evitar el deambular de sus vecinos y contener el mal. Al margen de la pérdida de vidas humanas, la peste produjo un auténtico descalabro económico. La peste, por ser la primera, fue el mal por excelencia de entre todas las epidemias de nuestra historia. En Sevilla existen informes que hablan de cadáveres arrastrados fuera de sus casas en secreto durante la noche y abandonados en la calle o en el pórtico de una iglesia, con sus pertenencias esparcidas entre ellos, sin esperar a los carros municipales[1]. Sevilla en su historia La expansión de la ciudad se produjo hacia el río. Sevilla era en época romana una ciudad con murallas. La ciudad soportó hambres y epidemias. La ciudad creció de forma lenta pero progresiva. A comienzos del siglo XV se comenzó a construir la actual catedral gótica. La comunidad judía, existente en Sevilla desde época visigoda, estaba dedicada al comercio, la artesanía y la medicina. El contraste entre culturas simbolizaba una nueva etapa en la historia de la ciudad. En el siglo XV, la ciudad perdió efectivos por epidemias y hambrunas. Respecto a la población extranjera, Sevilla conoció importantes asentamientos de francos y de genoveses. La red de alcantarillado era la heredada de los almohades, a todas luces insuficiente. Esto provocaba continuas inundaciones y que estas zonas fueran auténticos caldos de cultivo de enfermedades infecciosas. Extramuros se solían verter todas las basuras, provocando que junto a las murallas se formaran colinas artificiales que eran un verdadero cinturón de inmundicias y un nuevo foco de enfermedades. En la estructura del viario predominaban las calles estrechas. La plaza más importante es la de San Francisco, lugar donde se celebraban todos los actos públicos. Las casas eran en general muy modestas, construidas en ladrillo o tapial; muy pocas veces en piedra. Eran de poca altura, con pocas ventanas a la calle. La nueva catedral sevillana tardaría más de un siglo en construirse. Sevilla adquirió el rango de gran ciudad. El monopolio del comercio con las Indias convirtió a la ciudad en uno de los centros comerciales del viejo continente. Fue una población que sufrió un siglo XVI cargado de catástrofes: epidemias de peste en 1506, 1510, 1557, 1565 y 1581. La Iglesia sevillana era muy poderosa económicamente. Varias fueron las minorías étnicas que convivieron en la ciudad. El mendigo entró a formar parte de un submundo de la ciudad donde se mezclaban prostitutas, ladrones, embaucadores, farsantes y toda una serie de personajes de mal vivir que definieron la figura literaria del pícaro español. Como ciudad de tránsito, la Sevilla del XVI fue un centro de la esclavitud de la época. Junto a Lisboa, era la ciudad europea con más esclavos. A mediados del siglo XVI había unos 6.000 esclavos, cuya subasta se solía realizar en las gradas de la catedral. En este siglo, la muralla perdió gran parte de su finalidad defensiva, por lo que se adosaron a sus muros numerosas construcciones y se elevaron a su alrededor auténticos muros de desperdicios y basuras. En la estructura urbana, el río fue la auténtica columna vertebral. La zona portuaria se situó entre la Puerta de Triana y la Torre del Oro. En el lugar estaba situado el Compás de la Mancebía (zona de prostitución). Si algo caracterizaba las calles de Sevilla en el XVI era la suciedad. A la calle se arrojaban los desperdicios, las aguas sucias, etc. Un objetivo asociado fue la desecación de las lagunas interiores de la ciudad, que actuaban como focos de numerosas infecciones. La plaza más representativa era la de San Francisco, auténtico escenario cívico de la ciudad. La presencia en este lugar del nuevo Ayuntamiento, de la Audiencia, del convento de San Francisco y de la Cárcel Real le otorgó al lugar el rango de verdadera plaza mayor. Las casas no eran muy elevadas, de dos plantas como mucho, debido a la estrechez de las calles. El Consejo era el máximo órgano municipal. La existencia del asistente, enviado real, que servía de intermediario entre el monarca y el Consejo, supuso un mayor control del gobierno municipal por parte de la realeza. La mayoría de los cargos estaban controlados por la nobleza. El cargo de asistente era el más importante de la ciudad. Su mandato duraba tres años. El Consejo lo formaban los Caballeros 24. Eran nobles, nacidos en Sevilla y vecinos de la ciudad. Fue un período de gran fervor religioso. La Iglesia se convirtió durante el siglo XVI en una poderosa institución que acaparó riquezas materiales y una gran influencia institucional, con mecanismos de control tan poderosos como el tribunal de la Inquisición. Sevilla fue sede del primer tribunal permanente de la Inquisición. El tribunal se ocupaba de herejes, bígamos, blasfemos, usureros, sodomitas, hechiceros, clérigos reos de delitos sexuales… Los herejes solo caían en poder de la Inquisición si estaban bautizados. Los primeros años fueron los más activos. Los juicios o autos de fe se celebraban tanto en la Plaza de San Francisco como en las gradas de la catedral, mientras que se quemaba a los reos en el campo de Tablada o en el Prado de San Sebastián. La mayoría de los condenados eran conversos acusados de judaizantes. A partir de la segunda mitad del siglo la XVI, con la mayor llegada de extranjeros, aumentaron los condenados acusados de practicar la herejía protestante. En el XVII, cuando España entró en crisis, Sevilla se vio incluso más afectada que Madrid. Era una ciudad que luchaba contra sus primeras epidemias (1600 – 1601) y con Miguel de Cervantes preso en la Cárcel Real. Sevilla fue la urbe de los excesos. Sevilla perdía población, tendencia que se agravó de forma definitiva con la peste de 1649, la más terrible epidemia que sufrió la ciudad en toda su historia. Murió casi la mitad de la población. En el año 1591, Sevilla tendría unos 140.000 habitantes, la cuarta ciudad más poblada de Europa tras Londres, París y Nápoles. A partir de esta fecha, el crecimiento de la población se estancó y desde comienzos del XVII se inició el declive. La mayor incidencia tiene lugar en 1649, con la gran epidemia de peste. El número aproximado de víctimas fue de 60.000 personas. En el siglo XVII aumentó el interés por reprimir los delitos contra la moralidad, poniéndose trabas a la mancebía, repartiéndose la prostitución por toda la ciudad. Sin embargo, la prostitución continuó, quizás de forma más peligrosa al no estar controlada. Práctica muy perseguida fue la sodomía, castigada con pena de muerte. En el siglo XVII Sevilla seguía teniendo gran cantidad de esclavos, al menos en la primera mitad del siglo. En España, estas personas eran usadas más bien como personal de servicio cuya posesión daba cierto prestigio social. Todas las ejecuciones eran públicas para que sirvieran de ejemplo a la población. Fue la gran época de la escultura y pintura sevillanas. La pervivencia de la muerte provocó que el crecimiento estructural de la ciudad se manifestara en los arrabales, especialmente el de Triana[2]. La sociedad sevillana en el siglo XVI Sevilla proporcionó un refugio a los asimilados y desclasados, y un favorable ambiente para el enriquecimiento y la ascensión social de los conversos y plebeyos. Un grupo de familias aristocráticas de comerciantes de ascendencia plebeya y conversa llegó a dominar el comercio transatlántico, así como la vida política, religiosa y cultural de Sevilla en este período. Sirvientes y esclavos eran especialmente numerosos en Sevilla. Las enfermedades epidémicas fueron especialmente virulentas durante las dos primeras décadas del siglo. En 1524, la ciudad fue asolada por otra pestilencia, que los contemporáneos consideraron como el más grande contagio nunca visto. El gran ascenso de la población sevillana empezó en 1540 y llegó a la cumbre en la década de 1580. Tras la peste de 1599 – 1601 empezó un lento pero regular declive. Las clases más ricas seguían viviendo en la tradicional parte sur. Cervantes acertó cuando dijo que Sevilla era “amparo de pobres y refugio de desechados”. Se daba también un continuo flujo de campesinos sin tierra desde los campos a Sevilla. Estos campesinos componían las hordas de mendigos y desocupados que vagaban por las calles en busca de comida y que, con frecuencia, no se podían distinguir de los abundantes elementos criminales. Aunque el apiñamiento, la suciedad y la escasez alimenticia motivaban los altos índices de mortalidad y se convertían en catastróficos en las epidemias, la fertilidad parece haber sido alta. Las mismas condiciones de apiñamiento de la vida ciudadana parecen haber alentado una mayor frecuencia de matrimonios y un aumento de la ilegitimidad. El punto esencial parece haber sido la peste de 1599 – 1601. En el siglo XVI, la sociedad sevillana sufrió una profunda transformación. Los comerciantes ennoblecidos, o la nueva nobleza, ocuparon su lugar al lado de la vieja nobleza y, mediante el matrimonio y los vínculos de intereses, ambos grupos se fusionaron para formar, a finales de siglo, una clase social compacta: la nueva élite gobernante de la ciudad. A finales del siglo XV, gran parte de la riqueza de los magnates fue a parar a la construcción de magníficos palacios. Una de las más destacadas de estas residencias ducales fue la Casa de Pilatos. Además de dedicarse a trabajos intelectuales y a ejercer el mecenazgo cultural, los magnates sevillanos participaban activamente en la política municipal. Juan de Jáuregui y Aguilar (1583 – 1641) nació en Sevilla y estudió en Roma en su juventud. Alrededor de 1610 volvió a España con reputación de pintor y de poeta. Era amigo de Cervantes, cuyo retrato pintó. Los eclesiásticos conversos formaron una parte importante de la Iglesia sevillana en el siglo XVI. También había algunos extranjeros españolizados: genoveses, flamencos y napolitanos. El colegio jesuita de San Hermenegildo fue probablemente la mayor escuela de su tipo en España durante el siglo XVI. Era también el más prestigioso de Sevilla y en él se encontraban los hijos de la nobleza y de los comerciantes ricos que describe Cervantes en El coloquio de los perros. Otra orden religiosa que atraía a muchos comerciantes era la de los jerónimos, también debido principalmente a su orientación intelectual. No es sorprendente que el monasterio de San Isidoro del Campo de jerónimos se convirtiera en un refugio de cristianos nuevos y que en el siglo XVI fuera el centro clandestino del protestantismo en Sevilla. Aparte del clero, la clase de profesionales de Sevilla estaba formada por hombres de leyes, médicos y notarios. Muchos de los profesionales eran de origen converso. Esto es especialmente cierto en la medicina. Los médicos eran más numerosos en Sevilla que en cualquier otra ciudad de España. El Ayuntamiento también empleaba un experto en medicina en la cárcel de la ciudad y a otro en la mancebía pública oficialmente permitida, para cuidar de la salud de las mujeres de este lugar. En los tiempos de peste, se suponía que los médicos debían trabajar juntamente con las autoridades municipales. La ley municipal les exigía permanecer en su ciudad cuidando a los afectados en los hospitales dedicados a los enfermos de la peste y sus casas particulares. Les pagaban por sus servicios, pero la generosidad del Ayuntamiento apenas compensaba de los peligros que corrían. La frecuencia de las enfermedades epidémicas en el siglo XVI hacía que la profesión fuera muy azarosa. Los médicos, con frecuencia, morían prematuramente durante estas epidemias. Además de cuidar a los apestados, los médicos asesoraban al municipio en lo concerniente a las medidas de prevención contra la extensión de la enfermedad y para disminuir su impacto. Entre las medidas colectivas que aconsejaron se contaba limpiar todas las calles y lugares públicos, el embargo de mercancías y personas procedentes de las zonas infectadas por la peste, el aislamiento de todos los afectados en hospitales especialmente designados, la destrucción de la ropa de las víctimas de la enfermedad y la quema de plantas aromáticas en varias partes de la ciudad para purificar el aire. Las personas podían contener la infección mediante una combinación de dietas especiales, pomadas y “emanaciones”. Los médicos tenían poco prestigio social y eran, a menudo, objeto de la crítica popular. Incluso Mateo Alemán y Cervantes usaron duras palabras contra ellos. En El Quijote, Cervantes trazó una de las mejores caricaturas de un médico del siglo XVI. Médicos como el doctor Monardes representaban la élite de su profesión. Poseían títulos universitarios y ejercían sobre todo entre las clases más ricas. Los mercaderes estaban continuamente tratando de escalar para formar parte de la nobleza. Los hijos de los mercaderes en el Coloquio de los perros asistían a la prestigiosa academia jesuita de San Hermenegildo. Varios hospitales y asilos, abundantes en Sevilla, acogían huérfanos, ancianos y enfermos pobres. Los trabajadores formaban la mayor parte de la población sevillana en el siglo XVI. La naturaleza aristocrática de la sociedad española y la ignominiosa posición social de las clases trabajadoras se vio muy claramente en la literatura de la época. Cuando se menciona a los trabajadores en las novelas contemporáneas, es normalmente en forma desdeñosa y satírica. El fracaso de las cosechas producía una desastrosa escasez de alimentos en las ciudades, Era raro el año en que no hubiera una escasez grave de trigo en Sevilla. La situación se hizo más crítica con el crecimiento demográfico de la ciudad en el curso del siglo XVI. Las calles de la ciudad estaban repletas de mendigos, vagabundos y desocupados. Mendigar, robar y dedicarse a la prostitución eran sus únicos medios de ganarse la vida. Los criados de los ricos y de los nobles compartían el prestigio de sus amos. El porcentaje de nacimientos en aquel período era elevado, pero la expectativa de vida baja. La peste de 1599 – 1601 debió atacar a los moriscos con gran furia, debido a las condiciones de apiñamiento e insalubridad en que vivían. Esta epidemia hizo estragos, sobre todo, en Triana y varios otros distritos en donde se aglomeraban. La expulsión, que llegó diez años después de la gran peste de 1599 – 1601, aceleró la crisis demográfica con que se enfrentaba la ciudad en aquellos momentos. En el siglo XVI, los esclavos negros, moros y moriscos componían una parte importante de la población de Sevilla. En general, había más esclavas que esclavos. Sevilla en el siglo XVI tenía la mayor comunidad de esclavos en España. La mayor parte de los esclavos en Sevilla parecen haber sido negros. Vagabundos, mendigos, pícaros, rufianes, prostitutas y ladrones fueron abundantes en la Sevilla del siglo XVI, donde representan un grupo organizado con su lenguaje propio (germanía) y un amplio número de métodos y tradiciones bien definidos. Con una gran población y un Ayuntamiento excesivamente blando y corrompido, la ciudad estaba llena de toda clase de elementos indeseables. La jerga de los ladrones era usada a través de toda la ciudad, y todo el mundo iba armado para protegerse. Cervantes y otros escritores del Siglo de Oro describieron en vívidos tonos las pintorescas individualidades que ocupaban los lugares más bajos de la sociedad sevillana de la época. Además de los vagabundos y mendigos, Sevilla tenía una clase de criminales profesionales que eran más numerosos que en ninguna otra ciudad de España en aquel tiempo. Los más típicos representantes de este grupo eran los rufianes o matones, de los cuales los más bajos eran malhechores a sueldo y asesinos profesionales. Su principal actividad consistía en infligir castigos mediante pago. Los rufianes también actuaban como alcahuetes y vivían de los ingresos de las prostitutas. Los matones sevillanos eran muy conocidos por su valor y arrogancia. A pesar de su notoriedad y bravura, los rufianes representaban en el centro solitario un pequeño grupo dentro de las filas del hampa, porque la mayoría de los criminales de Sevilla eran ladrones. Tanto ladrones como rufianes pertenecían a las llamadas cofradías de ladrones, una de las cuales, presidida por Monipodio, fue vívidamente descrita por Cervantes en Rinconete y Cortadillo. Se dividía todo botín. Los ladrones y matones tenían varios lugares de reunión en el centro de la ciudad. Como los santuarios, la cárcel de la ciudad servía como refugio para criminales y base para sus operaciones. La cárcel real de Sevilla era famosa en toda España por su gran número de presos y la variedad de sus crímenes. Se jugaba desde la mañana hasta la noche; eran corrientes entre los internados peleas, cuchilladas y robos. El Arenal era casi un auténtico barrio criminal. Allí estaba la mancebía sevillana, el Compás, que dio su nombre al barrio entero. El número de mujeres casadas es sorprendente. Algunas mujeres ejercían veinte o más años. La administración del reformador conde de Puñonrostro (1597 – 1599) ilustra ampliamente sobre las limitaciones del sistema. Con la marcha del conde de Puñonrostro volvió el estado normal de desorden y confusión[3]. La aportación científica que se atribuía a Nicolás Monardes (1508? – 1588) era haber sido el primer médico europeo en demostrar la utilidad de algunos remedios medicinales de origen vegetal provenientes de América. Monardes fue sobre todo y ante todo un médico de Sevilla. Nació en Sevilla y en esa ciudad ejerció la medicina durante más de medio siglo, desde 1533 hasta la fecha de su muerte, en 1588. En su práctica médica, igual se contemplaba la experimentación de la acción de los medicamentos que trataba de estudiar como la inspección de epidemias a cargo del municipio. Su trabajo consistía en la atención de presos inquisitoriales, igual que a familias poderosas del mundo político, religioso o cultural de Sevilla. El guayaco era un maravilloso árbol procedente de la isla Española, cuya madera permitía elaborar un agua medicinal que curaba a los afectados por el terrible mal de las bubas. En 1586 hizo un informe por encargo de las autoridades sobre la peste que asolaba la ciudad[4]. Francisco de Castro se ocupaba especialmente de aquellas pobres mujeres y las curaba de sus llagas porque eran un gran cirujano. Son también la causa de que mucha gente del campo anduviese llena de bubas y los hospitales repletos de llagados. En las casas públicas tenía que visitarlas cada semana el cirujano y comprobar que estaban sanas, y si no las echaban de allí. La cárcel de Sevilla era grande en todo, no solo por la especialidad del lugar y por la cantidad de presos, sino también por la calidad de los apresados, tanto por ser normalmente sus delitos de marca mayor, como por abundar los presos muy nobles de grandes linajes[5]. El sexo en la España de la época La hermosura como obligada compañera del amor es una constante en Cervantes, con la excepción de Isabela. Pero Isabela va cambiando. El amor despreciado puede llevar al odio por la persona antes deseada. Las bodas, en general, se arreglaban entre los padres de los futuros contrayentes. El matrimonio desigual en cuanto a la edad tenía sus peligros de engaño marital, como demostró la historia de El celoso extremeño. La gente del Siglo de Oro moría joven, pero también empezaba su vida bien temprano. Catorce años tenía Isabela, protagonista de La española inglesa. Quince Constanza en La ilustre fregona. Pero tener más de treinta años significaba en las mujeres del Siglo de Oro decir adiós al amor. Del desgaste natural de un matrimonio al cabo de los años contó Cervantes en su entremés El juez de los divorcios. Existía la homosexualidad masculina, por perseguida que estuviese. El castigo era la muerte. En general, se trataba de gente de alta sociedad[6]. El mismo Cervantes describe como nadie las malas consecuencias que trazan los enlaces de las jovencitas con los viejos achacosos. La atonía y grisura en la vida sexual dentro del matrimonio debía ser lo imperante. Entre los nobles era muy común que tuvieran una manceba, aunque estuvieran casados. En ocasiones, los hijos bastardos se criaban en su propia casa con los legítimos. La mancha en el honor únicamente se lavaba con sangre. La sociedad española del Siglo de Oro era extremadamente homófoba. Eran las mancebías de titularidad pública, y la Administración solía asignarlas, mediante arriendo, a algún hombre principal, que generalmente ponía en su custodia a un individuo de su confianza, que según sexo era denominado padre o madre, como se observa en la obra cervantina. El padre, o la madre, tenía pleno poder sobre las rameras y se encargaba de su manutención. La mancebía, llamada del Compás de La Laguna, estaba situada cerca del puerto, en la zona baja de la ciudad. Lindaba este barrio de placeres con la antigua muralla, donde un postigo daba paso al célebre Arenal, y por otro lado con las casas de vecinos de la ciudad. Esta mancebía tenía la particularidad de estar formada por muchas covachuelas o tabucos, denominados boticas. Hubo varios intentos de erradicar la prostitución de este barrio, alguno muy serio encabezado por el jesuita padre León, cuya orden abogaba por la supresión de las mancebías. Todo estaba bajo el control de la alcahueta, que actuaba como director de la casa de citas. La enfermedad más temida era la sífilis, o mal francés[7]. Otra consecuencia del libertinaje era la abundancia de enfermedades venéreas. La relajación conyugal era más frecuente por parte de la mujer en los matrimonios de actores. Las rameras gustaban de habitar preferentemente en poblaciones que tuvieran universidad o puerto, pues allí era más numerosa y fácil su parroquia. El Compás de Sevilla ocupaba un lugar bajo, donde se estancaban las aguas de lluvia, por lo que se llamó a tal sitio Compás de la Laguna, nombre que llevó la principal vía construida en su recinto. Por un lado, lindaba con la antigua muralla, donde un postigo daba al célebre Arenal. Parece que bajo Felipe IV llegó a cerrarse la famosa mancebía sevillana. Al prohibirse los burdeles públicos, surgieron los clandestinos, con riesgos mayores[8]. Miguel de Cervantes, en Sevilla La Sevilla que va de 1564 a 1600 o 1601 es la que, al parecer, conoció en estancias sucesivas Cervantes. Cervantes residió en Sevilla de mozo y ya de cuarentón, y años después, con algunos intervalos, entre 1585 y 1600 o 1601. La ciudad por donde anduvo o pudo andar Cervantes remite prácticamente a todo el largo reinado de Felipe II. Este coincide también con el ascenso espectacular de Sevilla a la cumbre de su pujanza social y económica. En 1599 se declaró una de las periódicas experiencias de peste que tan rigurosamente se ensañaron con Sevilla y que también produjo numerosas víctimas. Transitar por la mayoría de las calles sevillanas a pie suponía, aparte de la repugnancia de ir chapoteando entre desperdicios fermentados, un riesgo evidente, pues no es nada raro toparse con malhechores de la “infame academia”, como también llamó Cervantes a los discípulos de Monipodio. El carruaje o caballería era el modo de transporte usual en los grupos sociales de algún relieve. Aparte del Arenal, había otros distintos núcleos urbanos de máxima afluencia de público. En primer lugar, las gradas. No en vano, Cervantes eligió este lugar como uno de los escenarios más idóneos para centrar sus magistrales exploraciones en la vida y milagros del hampa sevillana. La capital hispalense era el centro de la región más poblada de la península. Junto a ese magistral cronista literario de la realidad social sevillana que fue Cervantes, la casi totalidad de las novelas picarescas abundan en citas y reflexiones en torno al puerto fluvial de Sevilla. Sevilla pasa a ser entonces la ciudad más cara de España. La marginación, la esclavitud, la delincuencia, la mendicidad proliferan en Sevilla. Entre 1599 y 1602 la peste, importada al parecer por la tripulación de un navío que venía de Portugal, marca el primer síntoma declinante de la población. Hubo casos de heroísmo por parte de algunos médicos y frailes. La importancia de la nobleza sevillana en el gobierno de la ciudad fue evidente. Hubo médicos y botánicos muy acreditados que incluso dejaron obras científicas o misceláneas de muy considerable interés. Los autos de fe se celebraban preferentemente en la plaza de San Francisco. A los relajados, una vez transferidos al brazo secular, los transportaban al quemadero de Tablada, un paraje aledaño al Arenal. El rastro que dejó la ciudad en la vida y la obra de Cervantes fue intenso. En El celoso extremeño y en Rinconete y Cortadillo se establecen valiosas y abundantes informaciones de primera mano sobre la vida sevillana, en especial del hampa. Tan distintas y veraces experiencias se perfilaban a partir de 1585, cuando ya aparece suficientemente atestiguada la presencia de Cervantes en la capital andaluza. Las Novelas Ejemplares fueron publicadas bastantes años después (1613) de que su autor abandonara Sevilla. Pero es más que probable que, al menos las vinculadas temáticamente a la capital hispalense, fuesen redactadas o esbozadas al final de la estancia del novelista en la ciudad o a poco de abandonarla. En 1597, Cervantes ingresó en la cárcel de Sevilla a mediados de septiembre. Situada en un flanco de la plaza de San Francisco, hacia el arranque actual de la calle Sierpes, esa famosa cárcel contó con inquilinos como Miguel de Cervantes, Mateo Alemán, Alonso Cano o Martínez Montañés. Cervantes estuvo encerrado unos tres meses, entre septiembre y diciembre de 1597. Mateo Alemán estuvo preso por los mismos motivos que Cervantes: deudas. Rinconete y Cortadillo puede servir de referencia para conocer la organización interna del hampa sevillana. Hubo asistentes que fomentaron una labor policíaca implacable y cruel, como Francisco Asís de Bobadilla, conde de Puñoenrostro, que llegó a máxima autoridad de Sevilla en 1597, el mismo año en que encarcelaron a Cervantes. La obra cervantina vinculada a estos aspectos testimoniales incluye Rinconete y Cortadillo, El coloquio de los perros, La ilustre fregona o El rufián dichoso. Hay que recordar otros textos literarios como las Aventuras del bachiller Trapaza y La garduña de Sevilla,de Castillo Solórzano. Los garitos, los figones, los burdeles, las posadas ínfimas, las ventas de las afueras, las tienduchas de las barbacanas, constituían lugares de reunión preferidos. Cervantes frecuentó los corrales sevillanos de comedias en su época más floreciente. El más famoso de estos innumerables mesones sevillanos fue el que poseía en la calle Bayona Tomás Gutiérrez, el mejor amigo y valedor que tuvo Cervantes en la capital andaluza. Allí se hospedó el autor del Quijote y allí debió de compartir con el antiguo cómico sus primeros reveses y desventuras. Cervantes murió en 1616[9]. La vida del genial escritor estuvo señalada por los sucesivos viajes, en los que no fueron pocas las frustraciones y las desdichas. Écija fue el centro de operaciones del escritor, pues aquí fijó su residencia para trasladarse al resto de localidades sevillanas y cordobesas. Visitó Cervantes las villas de Carmona, Osuna, Estepa y Marchena. Desde el inicio de su oficio, sufrió las complicaciones propias de los desplazamientos de la época y enfrentamientos con el clero y, sobre todo, con los terratenientes y campesinos, que se resistían a perder el fruto de sus cosechas. Las acusaciones y persecuciones promovidas entonces lo llevaron a la cárcel y a la excomunión por el Cabildo de Sevilla y su provincia al confiscar trigo a los canónigos en Écija. Actuando como recaudador de impuestos por Sevilla y su provincia, visitaría nuevamente pueblos como Carmona, Osuna, Arahal, Morón de la Frontera, la Puebla de Cazalla, Marchena, Paradas y Utrera para reunir provisiones de trigo y cebada con los que se elaboraba el pan que abastecía a los galeones de la Carrera de Indias atracados en el puerto sevillano. La sucesión de deudas y otros asuntos complejos en los que se vio envuelto provocaron su ingreso en la Cárcel Real de Sevilla en 1597. A principios de 1598, salía de la cárcel de Sevilla. Cervantes recreó lugares de Sevilla en sus Novelas ejemplares, mencionó las blancas roscas de Utrera, ironizó sobre la Universidad de Osuna, referenció a Marchena en una fórmula de El Quijote, donde también exaltó las perdices de Morón. Rinconete y Cortadillo retrata el submundo sevillano de pícaros y hampones. Llegó en 1586 para desempeñar el cargo de recaudador de impuestos. Cervantes se encontró entonces una gran ciudad amurallada con un importante arrabal, Triana, comunicado mediante el puente y barcas. La silueta de la urbe estaba definida por el recién concluido campanario de la catedral, la Giralda. La Carmona cervantina era una fastuosa villa. En 1593, Miguel de Cervantes apareció en Utrera. La Utrera del siglo XVI era una villa caracterizada por la notable presencia religiosa, que ocupaba los grandes edificios. Morón de la Frontera fue uno de los pueblos que visitó Cervantes en febrero de 1593. El siglo XVI fue uno de los períodos más boyantes de la historia de Morón de la Frontera y así lo evidencian las grandes construcciones de conventos, iglesias, palacios y otras edificaciones civiles que se levantaron en este momento. En esta época, la villa mantenía su carácter fortificado con la presencia de murallas y el castillo de época musulmana. Desde principios del siglo XVI, ya contaba Arahal con su Concejo propio. Consta que la localidad estuvo en el punto de mira de la ruta iniciada por Miguel de Cervantes en 1592 y 1593. En 1588 y 1593, Miguel de Cervantes recae en el municipio de Paradas, muy próximo a Arahal y Marchena. Fueron dos las ocasiones en las que el escritor se personó en la localidad, aportaciones que fueron indispensables para el abastecimiento de la flota del rey. Hasta en cuatro ocasiones está documentada la presencia de Miguel de Cervantes en Marchena ejerciendo las labores de recaudador de trigo y aceite al servicio del rey. La villa señorial que conoció Miguel de Cervantes en sus visitas era una importante población amurallada. La Puebla de Cazalla conserva de aquella época el Pósito Municipal, construcción conocida por el propio Cervantes. Osuna no quedó muy bien parada en la pluma de Cervantes, que la cita en El Quijote en varias ocasiones, cuestionando la validez académica de los títulos que se conseguían en su Universidad. Cervantes visitó Osuna en el momento en que la villa vivía su época de magnificencia. Miguel de Cervantes llegó a Estepa el 15 de octubre de 1591. El núcleo importante se asentaba en el recinto fortificado del castillo. Écija fue un lugar clave en la vida del escritor desde 1587. Aquí fijó su residencia y estableció su centro de operaciones. El primer problema fue la excomunión del Cabildo de Sevilla al requisar bienes de la Iglesia. El concejo también se opuso a los embargos y las presiones por los impagos se acrecentaron contra Cervantes. La gestión de Cervantes fue puesta en duda y, finalmente, el corregidor ecijano, Francisco de Moscoso, firmó la sentencia que llevó al escritor a la cárcel de Castro del Río, siendo puesto en libertad a los pocos días. A finales del siglo XVI, Écija era de las ciudades más ricas de Andalucía, lo que se tradujo en una importante arquitectura civil[10]. En 1587, Cervantes aceptó una comisión para abastecer de manera extraordinaria los galeones que participarían en la Armada Invencible. Desde 1587 hasta 1594, Miguel de Cervantes se hará cargo de varias comisiones como comisario real de abastos. Tomás Gutiérrez, antiguo comediante que regentaba uno de los mesones más famosos de Sevilla, está muy relacionado con la estancia sevillana de Cervantes. Durante el siglo XVI, se fortalecen las leyes para impedir la libre circulación de los libros impresos en Europa. Serán estos los años de la aparición de la novela picaresca. Fue Sevilla la ciudad hispánica donde más corrales de comedias se abrieron. Su vida dará un giro y le llevará a Castro del Río, comenzando así su periplo por las cárceles sevillanas. La imprenta que va a conocer Cervantes es una industria en decadencia en suelo hispánico. Miguel de Cervantes comenzó a trabajar en septiembre de 1587 como comisario real de abastos. Se hace necesario reforzar el número de comisarios para hacer frente a las nuevas comisiones de sacas de trigo, cebada y aceite. Hay que tener en cuenta el estado ruinoso en que vivía el campo andaluz debido a las malas cosechas de los últimos años. Cervantes llevó a cabo distintas comisiones por tierras andaluzas desde 1587 hasta 1591, a las que se suma posteriormente su puesto de recaudador de impuestos atrasados. El 17 de septiembre de 1587 comienza el comisario Miguel de Cervantes su primera comisión en Écija, que le llevará hasta el 28 de diciembre de este año a pasar largas temporadas en esta ciudad, así como en otras poblaciones de Córdoba. El retraso en el pago, antes que los precios negociados siempre por debajo del precio de mercado, es una de las razones que convierte a los comisarios en algunos de los más odiados y temidos representantes del rey. Las visitas de Cervantes a Écija se sucedieron a lo largo de 1588 y 1589. Las relaciones nunca fueron buenas. No se librará Cervantes de las acusaciones de mala gestión, de cuentas que no cuadraban, de las excomuniones o de la petición de rendir cuentas, que le llevarán a conocer alguna cárcel por dentro, como la Cárcel Real de Sevilla. Las primeras sacas de Écija le perseguirán durante buena parte de su vida. Muchos de sus recuerdos gozarán de una visión literaria. Podemos citar sus pasos como comisario real de abastos por diferentes poblaciones de Andalucía desde septiembre de 1587 hasta febrero de 1594. Desde mediados de septiembre de 1587 hasta el 4 de abril de 1589, podemos situar a Cervantes en Écija. Del 14 de septiembre al 4 de noviembre de 1588, le será asignada la saca de aceite en Marchena. Un complejo entramado que se complica por diferentes actividades económicas a las que deberá hacer frente por el pago tarde y mal del salario establecido por su trabajo. A Miguel de Cervantes le asignaron varias comisiones, desde 1587 a 1594, para la saca de trigo, cebada o aceite, que le llevarán por varios pueblos de Andalucía. Después de estas comisiones y de la espera de ir cobrando los sueldos atrasados, Cervantes sigue en Sevilla con sus negocios de agente. En el verano de 1594, Cervantes comienza una nueva etapa profesional con las cuentas reales: deja su puesto de comisario real de abastos para iniciar (y terminar) su carrera de recaudador de impuestos atrasados, que conlleva un mejor sueldo, pero que también resultó más peligrosa. La realidad pasa por el tamiz de la sátira en la pluma cervantina. Cervantes estuvo preso en la Cárcel Real de Sevilla desde septiembre de 1597 hasta primeros de abril de 1598. La cárcel, convertida en un negocio, adapta sus reglas y espacios a la capacidad económica de los reclusos, donde todo se vende y todo se puede comprar. Dependía del recluso desde la comida al lecho donde dormía o el lugar donde era confinado. Desde 1596 hasta los primeros años del siglo XVII, Cervantes permanece en Sevilla. Cervantes trata múltiples negocios por estos años en Sevilla. Valladolid fue Corte entre 1601 y 1606. Comienza el siglo XVII Cervantes en Valladolid. Su época de plenitud comienza realmente en 1613 con la publicación de las Novelas ejemplares[11]. En Rinconete y Cortadillo, los dos jovenzuelos repararán en la distancia moral que los extraña de las gentes de Monipodio. La mafia sevillana estaba destinada a engrosar la cadena de condenados a galeras. La narración termina de forma abrupta: Cervantes tiene prisa en deshacerse de sus personajes, y lo hace con la afirmación dogmática de su bondad natural[12]. La novela Rinconete y Cortadillo pone en escena a lectores, lectores de relatos picarescos en particular, y esos textos van a constituir todo el motor de la acción. El libro y la lectura representan en realidad el motivo central de la novela. Cervantes ha leído relatos picarescos, los dos protagonistas los han leído también, y el texto, más que la picaresca, nos habla de lecturas picarescas y, de modo más amplio, de lectura y de lectores. Rinconete y Cortadillo se dirigen hacia Sevilla y entran en ella porque han leído libros que la imponían como un decorado imprescindible. Van hacia el escenario indicado en los libros, los cuales son sus guías de viaje. Gracias a la lectura, gracias a su lectura de relatos picarescos, los dos protagonistas descubren mundos extraños, se aventuran lejos de sus casas. Y lo hacen de manera lúdica. Los dos jóvenes se deleitan, se hacen pícaros para divertirse. Aquí, los dos personajes entran en el mundo miserable de los ladrones, real y contemporáneo. Y lo interesante es que la lectura de los relatos picarescos, textos a menudo duros, pesimistas, les van a permitir una aproximación claramente alegre y estimulante de la realidad. Muy significativa es la presencia de la ironía en la novela. Si en el Quijote aparecían los peligros de la lectura, aparecen aquí los placeres que genera. Las andanzas de Rinconete y Cortadillo representan una iniciación, una iniciación a la edad adulta[13]. El protagonista de la novela picaresca, que pertenece a un estado social muy bajo, utiliza la astucia para subir de nivel social y es capaz de recurrir a actos tales como la estafa y el engaño. En la picaresca cervantina se combinan los elementos de la picaresca al uso con la novela breve de origen italiano. Cervantes presenta la figura del género en algunas obras como en las novelas ejemplares (Rinconete y Cortadillo, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros) y en el Quijote. Hay cinco diferentes figuras del pícaro en las Novelas ejemplares: Rinconete y Cortadillo, el alférez Campuzano, Berganza y Cipión. En Rinconete y Cortadillo se cuenta la historia de dos muchachos que se han escapado de sus viviendas en el camino hacia Sevilla. Rinconete sabe leer y escribir y es muy inteligente. Esta novela cuenta la historia de dos muchachos que se han escapado de sus viviendas en el camino hacia Sevilla. Esta amistad genera, de manera picaresca, una serie de aventuras que, animadas entre estafa y líos, se interrumpen y abren el pasaje a la vida libre de la pareja en la casa de Monipodio, cuartel general del hampa en Sevilla. Se trata de una sociedad que convive con la otra sociedad civil y se pone de acuerdo en una serie de normas y reglamentos. Esta novela describe la España de comienzos del siglo XVII, donde todo se concentra en el paisaje urbano y humano de Sevilla. Cervantes refleja su experiencia personal. Los años en los que se ambienta la historia son entre 1587 y 1604, cuando Cervantes vivía en Valladolid. Cipión y Berganza representa una nueva novela picaresca. Berganza confiesa haber nacido en Sevilla. En esta novela, la acción se desarrolla en el hospital de la Resurrección, en Valladolid. El pícaro cervantino no responde a la estructura narrativa propia de las novelas picarescas, puesto que a menudo en sus obras encontramos a dos personajes picarescos. Los protagonistas se apoyan y ayudan recíprocamente. Además, dan un ejemplo moral a lo largo de la obra criticando la falta de libertad, la falsa piedad, y al final aparece el deseo de rehabilitarse y regresar a la vida de siempre. Rinconete y Cortadillo son dos muchachos inteligentes que, a través de su sabiduría, consiguen manipular el pensamiento del gran Monipodio y, sobre todo, a las personas menos cultas[14]. Como respuesta a su celo en el embargo de trigo y cebada a las iglesias de Écija, el vicario general del Arzobispo de Sevilla dictó sentencia de excomunión para él. Entre enero y abril de 1589 pasó la mayor parte de su tiempo entre Écija y Sevilla. Su rastro reaparece el 12 de febrero de 1590 en Carmona. De vuelta a Sevilla, empezaron las complicaciones que le llevaron, por culpa de un abuso de poder del juez Vallejo, a dar con sus huesos en la Cárcel Real de Sevilla. Cabe mencionar al jesuita padre Pedro de León, que fue capellán de la Cárcel Real en el momento en que Cervantes estuvo preso en ella. Había sido comisionado para requisar el trigo y el aceite destinados a la nueva armada proyectada por Felipe II después del desastre de la Invencible. El 18 de octubre de 1593 se fue otra vez a Sevilla para continuar con su trabajo de recaudador de impuestos. Entre las ciudades españolas elegidas por Cervantes como marco de sus ficciones, Sevilla fue la que mayor huella dejó en su vida y su obra. Sevilla siempre fue punto de partida y punto de referencia de sus complicados desplazamientos. Los innumerables recorridos que realizó por toda Andalucía durante estos años implicaron una existencia andariega, llena de complicaciones y dificultades, pero le permitieron acumular una suma de observaciones y experiencias que, más tarde, se fundirían en las Novelas ejemplares y el Quijote. Sevilla alcanzaba entonces los 150.000 habitantes. Al autor de las Novelas ejemplares debemos el cuadro más vívido que hay del hampa sevillana. También se han asignado a esta época dos de las novelas ejemplares, Rinconete y Cortadillo y El celoso extremeño[15]. Rinconete y Cortadillo fue llevado a la pequeña pantalla en 1968 por Basilio Martín Patino, pero antes tuvo otra experiencia cervantina con La ruta de Don Quijote, cuyo guion escribió. Azorín le pidió el guion para trabajarlo por su cuenta. El proyecto no llegó a plasmarse en cine. En cuanto a Rinconete y Cortadillo, Patino tuvo la suerte de tener como profesor de Letras a Lázaro Carreter, que le enseñó a valorar la picaresca como el más fiel retrato de su época, en este caso el hampa de la Sevilla de finales del XVI, en pleno proceso ya de decadencia. Dentro de su evidente intención satírica, Cervantes era veraz y no exageraba, según nos lo asegura Luis de Zapata al describir cómo eran las cofradías de ladrones y su organización. O retratos increíbles, como el del capitán Contreras. Patino escribió el guion siguiendo la técnica cinematográfica de Cervantes: extraer de lo cotidiano la materia artística. Cervantes hace esta aportación adentrándose en el hampa con la que había convivido, recluido en la cárcel. Y lo describe con más humor que tristeza: antihéroes, mendigos, ladrones, borrachos. Arropado en la dirección por José Luis García Sánchez y Bernardo Fernández, Patino recurrió al actor Agustín García Calvo, catedrático entonces expulsado de la Universidad. Alfonso Guerra les ayudó también. Miguel Picazo realizó en 1971 otra versión de Rinconete y Cortadillo[16]. El guion de Picazo y López Yubero cojea, sobre todo, en el arranque: encuentro de dos pícaros y primeras bribonadas en comandita. Pero con la llegada a Sevilla de Rincón y Cortado la obra adquiere otro aire. Los contactos con el hampa sevillana y toda la ceremonia de ingreso en la Cofradía de Monipodio son los momentos cumbres. Picazo acentuó la intención crítica del texto cervantino. Pero Rinconete y Cortadillo apasiona por la excelente dirección de Picazo. Picazo falló en uno de sus puntos fuertes: la dirección de actores. Picazo tuvo que asumir el papel de Monipodio por necesidad[17]. El telefilme Cervantes fue una superproducción de 1981 dirigida por Alfonso Ungría. Fueron necesarios tres años de trabajo y casi dos años para escribir el guion, obra de Daniel Sueiro, Isaac Montero, Manuel Matji y Eugenio Martín, con la supervisión de Camilo José Cela. La acción del telefilme transcurre a lo largo de 47 años. Los guionistas tuvieron que someterse a una rigurosa reconstrucción histórica. El telefilme es un largo flash – back sobre la vida del escritor a partir de los testimonios de quienes le conocieron y tal como lo relatan al licenciado[18]. [1] BETRAN MOYA, José Luis: Historia de las epidemias en España y sus colonias (1348 – 1919). Madrid: La Esfera de los Libros, 2006. [2] ROLDÁN SALGUEIRO, Manuel Jesús: Historia de Sevilla. 4ª ed. S.l.: Almuzara, 2014. [3] PIKE, Ruth: Aristócratas y comerciantes. La sociedad sevillana en el siglo XVI. Barcelona: Ariel, 1978. [4] PARDO TOMÁS, José: Oviedo, Monardes, Hernández. El tesoro natural de América. Colonialismo y ciencia en el siglo XVI. Tres Cantos: Nivola, 2002. [5] LEÓN, Padre Pedro de: La mala vida en la Sevilla de 1600. Memorias secretas de un jesuita 1575 – 1610. Ed. de Bernardo Fernández. Sevilla: Renacimiento, 2020. [6] DÍAZ – PLAJA, Fernando: La vida amorosa en el Siglo de Oro. Madrid: Temas de Hoy, 1996. [7] LÓPEZ GUTIÉRREZ, Luciano: Amor y sexo en el Siglo de Oro. Madrid: Abada, 2019. [8] DELEITO Y PIÑUELA, José: El desenfreno erótico. Madrid: Alianza, 1995. [9] DELEITO Y PIÑUELA, José: El desenfreno erótico. Madrid: Alianza, 1995. [10] Cervantes en Sevilla y su provincia. Sevilla: Prodetur, 2016. [11] LUCÍA MEGÍAS, José Manuel: La madurez de Cervantes. Una vida en la Corte (1580 – 1604). Madrid: EDAF, 2016. [12] GARCÍA LÓPEZ, Jorge: “Rinconete y Cortadillo y la novela picaresca”, en Cervantes. Bulletin of the Cervantes Society of America, Vol. XIX, nº 2, 1999. [13] PEYREBONNE, Nathalie: “Rinconete y Cortadillo, leer y ser leído, y sin peligro” en SAGASTUME, Jorge R.G. (ed.): Cervantes novelador. Las Novelas ejemplares cuatrocientos años después. Málaga: Fundación Málaga, 2014. [14] AUCIELLO, Antonello: El pícaro cervantino. Bari: Università degli Studi di Bari Aldo Moro, 2016 – 2017. [15] CANAVAGGIO, Jean: Diccionario Cervantes. Madrid: Centro de Estudios Europa Hispánica, 2020. [16] MARTÍN PATINO, Basilio: “Dos experiencias cervantinas” en Cervantes en imágenes. Donde se cuenta cómo el cine y la televisión evocaron su vida y su obra. Coordinado por Emilio de la Rosa, Luis M. González y Pedro Medina. Alcalá de Henares: Festival de Cine, 1998. [17] PÉREZ GÓMEZ, Ángel: “Rinconete y Cortadillo”. Ibid. [18] PÉREZ ORNIA, José Ramón: “Cervantes, un telefilme español para la primera cadena”. Ibid.
La Sociedad Cervantina de Alcázar apoya a Manuela Sáez en el Palacio de Liria Fecha de Publicación: 28/09/2023 El duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo: “La Dra. Sáez ha regalado a esta Casa uno de los textos más rigurosos, concienzudos y enriquecedores sobre el Conde de Lemos” Alcázar de San Juan, 28-09-2023.- En la tarde del miércoles 27 de septiembre miembros de la Junta Directiva de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan estuvieron invitados en el Palacio de Liria de Madrid para apoyar con su presencia a Manuela Sáez González en la presentación oficial de su libro “Vida y obra del VII conde de Lemos, don Pedro Fernández de Castro”. La presentación tuvo lugar en este palacio, residencia de los duques de Alba, porque el Excmo. Sr. D. Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo es a la vez el actual XXIII conde de Lemos, además de acumular otros treinta y cinco títulos nobiliarios. Precisamente el duque de Alba ejerció como anfitrión e inició las intervenciones dando a los presentes la bienvenida a su casa, y especialmente a Manuela Sáez González, agradeciéndole el gran trabajo culminado tras más de cuarenta años de investigación, del que se sintió orgulloso y dijo haberlo recibido como un regalo para la Casa, calificándolo como uno de los trabajos más rigurosos, concienzudos y enriquecedores que se han realizado sobre el conde de Lemos. En el acto, estuvieron presentes el embajador de Italia en España, el napolitano Giuseppe Buccino Grimaldi, así como el alcalde de Monforte de Lemos (y presidente de la Diputación Provincial de Lugo) José Tomé Roca, que estuvo acompañado por la primera teniente de alcalde de la ciudad, Gloria María Prada Rodríguez. En el acto intervinieron además de duque de Alba y la autora del libro Manuela Sáez González, el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Cruz Valdovinos, el jefe del departamento de escultura del Museo del Prado, Manuel Arias y el presidente de Hércules de Ediciones, Francisco Rodríguez Iglesias, editora del trabajo (2 volúmenes de gran formato) que ayer se presentó. A la finalización de las intervenciones tuvo lugar un concierto a cargo de Mercedes Hernández (soprano) y Fernando Reyes (tiorba y guitarra barroca), que interpretaron música de la época del VII Conde de Lemos, incluyendo en su repertorio una pieza escrita por el propio conde que fue musicalizada por Giovanni María Trabaci, junto a otras obras de la época que hicieron a los presentes trasladarse al pasado, dando un ambiente especial al Palacio de Liria. Juan Bautista Mata (presidente), Luis Miguel Román (vicepresidente) y Constantino López (secretario), quisieron estar presentes en este importante acto cultural en representación de la Sociedad Cervantina de Alcázar y para mostrar su apoyo incondicional a su amiga Manuela Sáez González quien ha honrado ya con su visita en dos ocasiones a Alcázar de San Juan, una de ellas muy reciente en la que impartió la conferencia titulada “El conde de Lemos mecenas de escritores”. Manuela Sáez se merecía que su excelente e incansable trabajo haya sido reconocido y más aún en un evento de esta categoría en el Palacio de Liria (con un excelente museo que conserva una segunda edición del Quijote de 1605), rodeada de personalidades notables del mundo de la cultura y de la política. Desde esta Sociedad no podemos estar más de acuerdo con lo afirmado por el profesor Cruz Valdovinos, no explicándonos el motivo por el que Monforte de Lemos no ha tributado un mayor reconocimiento a Manuela Sáez, proponiendo desde este momento su nombramiento como Hija Predilecta de la ciudad lucense. Sociedad Cervantina de Alcázar
Conde de Lemos, mecenas de escritores con alma de autor Fecha de Publicación: 23/09/2023 Alcázar de San Juan, 23-09-2023.- El jueves 21 de septiembre, en el Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan, tuvo lugar la conferencia impartida por Manuela Sáez González titulada “El conde de Lemos mecenas de escritores”. La conferencia que fue trasmitida en el perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar, tuvo un amplio seguimiento por la red social. La Dra. Sáez González, que es la autora de la gran biografía que se ha escrito sobre don Pedro Fernández de Castro y Andrade, alabó la figura del VII conde de Lemos -aunque aportó también importantes datos de sus antepasados y contrariamente a lo que dicen la mayoría de historiadores, apuntó a Lugo como su ciudad de nacimiento- y se centró en su honestidad como gestor durante sus misiones encomendadas en el virreinato de Nápoles o como presidente de los Consejos de Indias y de Italia. Alabó su rectitud y su trato deferente hacia sus subordinados, contando anécdotas curiosas como cuando el conde hizo un viaje por “sus estados gallegos” a su vuelta a Galicia, en el que cada vez que partía de un pueblo o aldea, hacía sonar instrumentos de viento para anunciar su marcha, de modo que todos aquellos que considerasen haber sido perjudicados en las ventas de alimentos o cualquier bastimento adquirido para su amplísima comitiva, se lo hiciesen saber a él directamente para encargarse personalmente de las posibles quejas. A una pregunta de los asistentes sobre la rectitud y probidad del conde y sobre si no había ningún documento que contrariase su buena fama, Manuela Sáez respondió muy firmemente que lo poco malo que sobre el conde circulaba, obedecía a maledicencias sin fundamento lanzadas por sus enemigos para perjudicarlo, ya que según todos los documentos examinados por la Dra. Sáez González, tanto su desempeño en la administración como su comportamiento, siempre fueron inmaculados. Pero no sólo fue un excelente político y servidor público, sino que además fue un reputado coleccionista de arte (llegando a dejar un importante colección de arte italiano en el monasterio de las clarisas de Monforte de Lemos) y un excelente escritor. Tanto fue así que Manuela opina que si el conde no se hubiese dedicado a tareas políticas habría sido escritor, sin ninguna duda. De hecho, se le considera autor de las siguientes obras: Descripción de la gobernación de los Quixos, El búho gallego, Glosas al príncipe Felipe, Soneto musicalizado probablemente por G.M.Trabaci, Décimas, Romance: Del conde de Lemos desde Galicia, así como de algunas comedias perdidas: una, titulada La casa confusa, representada ante la corte de Felipe III por la compañía de Baltasar de Pinedo en la iglesia del Convento de las Dominicas de San Blas de Lerma el 16 de octubre de 1617. En todas sus obras se puede observar un modo de narrar los sucesos no exento de fina e inteligente ironía gallega. Si los cervantistas conocemos al conde y le tenemos admiración fue precisamente por ser protector de diferentes escritores del siglo de Oro como Lope de Vega (quien fue su secretario mientras era marqués de Sarria), los hermanos Argensola, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, García Barrionuevo, Diego de Arce o Mira de Amezcua; pero especialmente fue mecenas de nuestro querido Miguel de Cervantes, que le dedicó las Novelas ejemplares, Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados, la Segunda parte del Quijote y Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Cervantes decía de su benefactor: “…en Nápoles tengo al grande conde de Lemos, que sin tantos titulillos de colegios ni rectorías, me sustenta, me ampara, y hace más merced que la que yo acierto a desear”. Pero no sólo apadrinó a estos escritores en territorio español, sino que lo hizo con otros escritores afincados en la Nueva España (México), que le dedicaron sus obras, Baltasar Echave Orio, Hernando Ojea y Bernardo Balbuena, así como Fray Reginaldo de Lizárraga y el conquense González de Nájera que desde Chile también le dedicó: Desengaño y reparo de la guerra del reino de Chile… Manuela Sáez González acabó la conferencia dando oportunidad al público de formular sus preguntas y se produjo un interesante intercambio de información que enriqueció con nuevos datos al público asistente. Para quien no pudo asistir a esta interesante conferencia, está disponible en el canal de YouTube de esta SCA: https://youtu.be/0zxgBSLx8QA Anterior a la conferencia, tuvo lugar una breve entrevista para la televisión local Mancha Centro TV en la que también le fueron formuladas a Manuela Sáez unas preguntas muy interesantes y bien encaminadas a obtener de la conferenciante una información extra para el público. Consideramos que esta entrevista no debe perdérsela: Sociedad Cervantina de Alcázar
Buscando la patria de don Quijote Fecha de Publicación: 21/09/2023 Dentro de los actos que el Ateneo de Alcázar está celebrando coincidiendo con los 25 años de su fundación, este pasado sábado 16 de septiembre ha tenido lugar una mesa redonda con el título Buscando la patria de Don Quijote: Entre el Campo de Montiel y el Corazón de la Mancha. La Junta Directiva me propuso poder presentar en ella mi hipótesis en la que mantengo que el lugar de don Quijote es Alcázar de San Juan, ante otras dos que defienden que dicho lugar es Mota del Cuervo y Villanueva de los Infantes. El lugar elegido fue el Museo Municipal que contó con numerosas personas asistentes, tanto locales como llegadas de otros lugares, muy interesadas en este tema. Esta es mi presentación y las imágenes que acompañé en dicho acto: Mi hipótesis sobre la localización del lugar de don Quijote, su patria es la Mancha, parte de la lectura íntegra y fiel de la novela. Utilizo el método de análisis inductivo para marcar en el mapa de la Mancha el lugar que más probabilidades tiene de serlo, teniendo en cuenta todos los condicionantes o referencias geográficas que nos deja Cervantes en la obra. Después, mediante el análisis deductivo, compruebo que la morfología e imágenes que de este lugar nos describe Cervantes, todas corresponden al lugar señalado. Por cuestiones de tiempo en esta mesa me ceñiré al primer método y marcaré geográficamente, en el mapa de la Mancha, el lugar de don Quijote. Cervantes, en el Quijote, utiliza un recurso narrativo innovador, con el que consigue que a don Quijote le surjan aventuras tanto de frente como por alcance en los caminos por donde transita. Para que personajes como el Caballero del Verde Gabán o los invitados a las bodas de Camacho y Quiteria le alcancen en el camino, solo tiene que escoger para dQ un caballo tan viejo y flaco como él, y además casi inválido. Para el ventero, que luego le arma burlescamente caballero, Rocinante no valía «ni aún la mitad» que cualquier caballería que por allí había pasado. Para que no le quedase duda al lector, Cervantes mide exactamente esa condición física de Rocinante en el combate de don Quijote con el Caballero de la Blanca Luna, en las playas de Barcelona. En la justa que acometen, la distancia que los separa en el inicio hasta el punto del lance, las dos terceras partes la recorre el caballo del de la Blanca Luna y una tercera parte Rocinante, ¡exactamente la mitad! Así, haciendo que Rocinante caminara a la mitad de la velocidad que un caballo normal otros viajeros le alcanzarían en el camino. Si un caballo normal anda en terreno llano, como son los caminos de la Mancha, una legua a la hora, unos seis kilómetros, Rocinante solo anda media legua, unos tres kilómetros a la hora.Solo así, también el espacio y el tiempo de las aventuras coinciden en el mapa de la Mancha. Hay dos espacios geográficos importantes a la hora de enmarcar el origen de don Quijote: la Mancha y el Campo de Montiel, mejor dicho “el antiguo Campo de Montiel”. Si el topónimo Mancha ha llegado hasta nuestros días es sin duda alguna por ser la patria de don Quijote. Lo que nos interesa definir es la Mancha natural que conoció Cervantes y no los espacios que las distintas divisiones de territorio, a lo largo de los siglos, han tenido este nombre, como la Mancha de Haver Garat (1237), Común de la Mancha (1353-1603), Partido de la Mancha (1530-1566), Provincia de la Mancha (1691-1833), Comarca Agraria de la Mancha (1976) y actualmente la Región de Castilla-La Mancha (1982) ¿Qué límites tiene el espacio geográfico de la Mancha, en cuyo corazón está la cueva de Montesinos, como nos indica expresamente Cervantes? Ni el Común de la Mancha ni el Partido de la Mancha, anteriores a la escritura del Quijote, tenían entre sus límites administrativos esta famosa cueva. Para responder a la pregunta anterior, y no enredarnos en qué era o no la Mancha del Quijote, lo mejor es leer lo que el propio Cervantes y Lope de Vega nos apuntan sobre sus límites geográficos. Cervantes lo hace en la novela La Gitanilla, publicada en 1613 entre los dos Quijotes: «… Dejaron, pues, a Extremadura y entráronse en la Mancha, y poco a poco fueron caminando al reino de Murcia» Para Cervantes, la Mancha está entre Extremadura y el reino de Murcia. Lope de Vega en El peregrino y su patria, de 1604, delimita el sur de la Mancha nombrando el Viso del Marqués,situado en las estibaciones de Sierra Morena: «Entre los esclavos de Alí Jafer había un español, hombre ya entrado en días, natural del Viso, aquel lugar de la Mancha donde el marqués de Santa Cruz labró aquella insigne casa…» El norte de la Mancha natural no lo he encontrado en la literatura de aquellos años. Sílo demarca al sur del Tajo, entre otros geógrafos, el alemán Jessen: «Sin un tránsito sensible abandonamos la cuenca del Tajo para entrar en la del Guadiana, y, de la misma manera, la mesa de Ocaña pasa a convertirse en La Mancha…» Estos son los límites naturales de la Mancha, un territorio muy extenso de Castilla. Cervantes nombra explícitamente varios lugares de este inmenso territorio en el Quijote, y entre ellos los lugares cercanos al lugar de don Quijote y Sancho Panza,con los que hay una estrecha relación física y humana con él. En el mapa de la Mancha estos lugares de Tembleque, Quintanar de la Orden, Argamasilla de Alba, Puerto Lápice y El Toboso, e implícitamente nombrada Campo de Criptana, conforman lo que denomino la “Comarca de dQ y SP”, su hábitat, su entorno familiar y social cercano. Tembleque, es el lugar al que va Sancho a segar desde su pueblo. Quintanar, es el lugar al que Sansón Carrasco va a comprar los perros Barcino y Butrón. Argamasilla, es el lugar de los académicos. Puerto Lápice, es el lugar al que llegan después de la batalla de los molinos. El Toboso, el lugar de Dulcinea, que tan bien conocen ambos. Campo de Criptana, no está nombrada explícitamente, pero es el único lugar de la Mancha que contaría antes de la escritura del Quijote con más de treinta molinos. Dentro de esta gran comarca manchega está sin duda el lugar de don Quijote. De estos treinta y cuatro lugares que la integran, los que están nombrados en la novela no pueden ser este lugar, por expreso deseo de su autor que no quiso acordarse de su nombre. Solo los marcados en rojo pueden serlo. El Toboso es un lugar «tan cercano» al de don Quijote, que incluso se conocían sus vecinos y sus familias. Don Quijote tiene decidido,en su tercera salida, ir hasta El Toboso a encomendarse a su princesa antes de ponerse en cualquier aventura. Indica el narrador que al anochecer don Quijote y Sancho Panza salen de su pueblo. Ambos conocen el camino y la distancia que separa estos dos lugares.Solo habían recorrido algo más de media legua cuando le dice don Quijote a Sancho:«… la noche se nos va entrando a más andar y con más escuridad para alcanzar a ver con el día al Toboso» (Q2, 8). Esa es la distancia de camino que separa ambos lugares, una noche de camino de primavera al paso de Rocinante.Don Quijote y Sancho hacen lo que es lo normal ante una noche tan oscura: parar y pasar la noche junto al camino. Duermen o hablan, no lo especifica el narrador, y la jornada de camino prevista por ambos (Sancho que conoce el camino como don Quijote no le contradice en su previsión de llegar en esa noche) la hacen durante el día siguiente, llegando al anochecer. Terminando el narrador con: «En fin, otro día, al anochecer, descubrieron la gran ciudad del Toboso». El espacio indefinido, «cerca» o «tan cerca», Cervantes lo deja bien “definido”como la distancia que el bueno de Rocinante puede recorrer en una jornada de camino. En 8 a 10 horas, de noche o de día, Rocinante caminaría de 24 a 30 km. Para recoger el mayor número de lugares que cumplan esta condición marco dos círculos con centro en El Toboso a 20 y 35 km. Los lugares no nombrados en el Quijote y que se encuentran entre estos círculos, a una jornada de El Toboso, son los marcados en rojo. En la primera salida, don Quijote sale por la mañana y llega al final de un muy largo día de camino a una venta donde es burlescamente armado caballero. En esta parte de la Mancha, y dentro de esta comarca, había cuatro ventas: la Venta de Montealegre en Lillo, la Venta de Manjavacas en Mota del Cuervo, la Venta de Las Motillas en Alcázar de San Juan y la Venta de Puerto Lápice. La de Puerto Lápice no puede ser la venta a la que llega don Quijote porque hasta allí irá, ya con Sancho, después de la batalla contra los molinos. Además,esta venta está en territorio de la Orden de San Juan, como la Venta de las Motillas,y ningún ganadero de Quintanar, de donde era Haldudo (el ganadero de la aventura de Andresillo que ocurre al poco de salir de la venta) pagaría paso y pastos para su ganado cuando en la Orden de Santiago eran gratis. En la Orden de Santiago nos quedan las otras dos ventas. El camino que lleva don Quijote en esta primera salida es el de Toledo a Murcia, como ahora veremos,y solo la Venta de Manjavacas se encuentra en este camino. Es, por tanto, esta Venta de Manjavacas de Mota del Cuervo en la que es armado caballero don Quijote. Trazo ahora dos círculos con centro en la Venta de Manjavacas, a 20 y 50 km. Los lugares de la comarca cervantina, que no están nombrados en la novela, están a una jornada de El Toboso y se encuentran entre diez a doce horas de camino de Rocinante,una jornada larga, son: Corral de Almaguer, La Villa de Don Fadrique, Villafranca de los Caballeros, Herencia, Alcázar de San Juan, Quero y Tomelloso. Estos que en la relación inicial quedan marcados en rojo. Una de las aventuras de la primera salida es el encuentro de don Quijote con unos mercaderes de Toledo que iban a comprar seda a Murcia, cuando don Quijote regresaba desde la venta a casa por el mismo camino que le trajo a ella. El camino de Toledo a Murcia, tan transitado en aquella época, tiene gran importancia en el análisis geográfico de la novela que no podemos obviar. Disponía de una ruta principal marcada en las guías de caminos de la época, los conocidos como repertorios de caminos, y por esta parte de la Mancha contaba con dos o tres variantes con la misma longitud aproximadamente, utilizadas por unos u otros viajeros según el interés de su paso. Vemos, como decía antes, que la Venta de Manjavacas está en este mismo camino utilizado por dQ en esta primera salida. El encuentro es de frente con los mercaderes de Toledo, por lo que don Quijote volvía a su casa por este camino de este a oeste, de Murcia a Toledo. El camino de Toledo a Murcia pasa por medio del lugar de don Quijote. En el afán de traer al famoso hidalgo a su casa, desde la venta de Sierra Morena, la princesa Micomicona, Dorotea, hace que don Quijote le diese su palabra de que iría con ella a su país. Para que don Quijote no dudase de la treta urdida entre todos, dice el cura «… por mitad de mi pueblo hemos de pasar; y de allí tomará vuestra merced la derrota de Cartagena, donde se podrá embarcar con buena ventura…» (Q1, 24). De los lugares de la comarca, que no están nombrados en la novela, que están a una jornada de El Toboso y de la Venta de Manjavacas, y que por mitad de su plaza pasa el camino de Toledo a Murcia solo son: Villa de don Fadrique, Villafranca de los Caballeros y Alcázar de San Juan. Si hay un dato que hace coincidir a quienes de una manera o de otra se acercan al Quijote, es que Cervantes conoce la existencia de los más de treinta molinos de viento que había en Campo de Criptana, y es allí hacia donde encamina al hidalgo manchego, ya acompañado de Sancho Panza, en su segunda salida. Dice el narrador que «una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en el cual caminaron tanto que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen… en esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo…» Parece muy claro que el espacio que separa su pueblo de Campo de Criptana es muy pequeño. Esta salida ocurre en mitad de una corta noche del mes de agosto, llegando al amanecer a ver estos gigantes. El tiempo máximo de este recorrido habría sido entre tres y cinco horas. He marcado un círculo a quince kilómetros desde Campo de Criptana y solo Alcázar de San Juan queda dentro de este margen de espacio. De los treinta y cuatro lugares que forman la comarca natural donde habitan dQ y SP, solo uno de ellos cumple contodas las condiciones o referencias geográficas descritas por Cervantes para ser el lugar de don Quijote. Este lugar es Alcázar de San Juan, en el que hoy estamos. Ahora sí percibimos claramente que la geografía física y humana de esta parte de la comarca cervantina coincide expresamente con el texto. Saliendo hacia el este al final de un largo día llega a la Venta de Manjavacas. A la vuelta por el mismo camino, después de la aventura con el pastor Andresillo llega a un cruce, el mismo que describe Cervantes cuando don Quijote deja al libre albedrío a Rocinante para que escoja el camino, que lógicamente es hacia su cuadra. Poco después se encuentra con los mercaderes toledanos, llegando a su casa molido a palos y a lomos de un borrico de un vecino suyo que lo recogió del camino. En la segunda salida, de nuevo hacia el este, se encuentra con los molinos de viento de Campo de Criptana. Distinguimos también que Alcázar de San Juan cuenta con varios arroyos y tres ríos en su término, donde sus vecinos, como Sancho, pescaban en ellos. Otra condición geográfica más del lugar de don Quijote que solo Alcázar de San Juan cumple en el mapa de esta parte de la Mancha. Con respecto al antiguo y conocido Campo de Montiel, un territorio significativo de la Mancha, es nombrado cinco veces en la novela y de ellas tres al comienzo de cada una de las salidas. Cervantes deja meridianamente clara la situación geográfica del lugar de don Quijote con relación a él. En la primera salida dice el narrador que «… subió sobre su famoso caballo Rocinante y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel» y para que no dudase el lector subraya «Y era la verdad que por él caminaba» Parece claro que don Quijote estaba en el campo de Montiel, pero si era así ¿por qué remarca con «Y era la verdad que por él caminaba»? La respuesta a esta pregunta está en la segunda salida, cuando para estar en el campo de Montiel debe de “acertar” a tomar el mismo camino que la vez anterior. Y me surge otra pregunta ¿si el lugar de don Quijote está en el campo de Montiel porqué tiene que acertar en tomar un camino particular para estar en él? La respuesta a esta segunda pregunta nos la da el narrador en la tercera salida cuando esta vez toma otro camino diferente a las dos anteriores, el camino de El Toboso, y ya no comienzan las nuevas aventuras en el territorio del campo de Montiel. El lugar de don Quijote, por tanto,no está dentro del antiguo Campo de Montiel, pero está tan cerca de sus límites que “acertando” don Quijote en el camino de salida de su pueblo, al poco “comienza” a estar en él. Si el lugar de don Quijote estuviese dentro del Campo de Montiel, como vemos en el recuadro de arriba, no haría falta “acertar” para estar en él, saliese por donde saliese siempre estaría en él. Si ahora nos fijamos en el recuadro inferior, con el lugar de don Quijote fuera del campo de Montiel pero junto a sus límites, acertando por uno de sus caminos entra en él. Vemos también que con esta posición de su pueblo, en la tercera salida, al tomar otro camino distinto ya no entra en este territorio santiaguista. Alcázar de San Juan, en la Orden de San Juan, tiene al este sus límites con la villa santiaguista de Campo de Criptana, que en lo antiguo fue uno de los cuarenta lugares que formaban el territorio del antiguo Campo de Montiel. En las dos primeras salidas, hacia el este, dQ entra en el antiguo Campo de Montiel, donde se encuentran la Venta de Manjavacas y los molinos de Campo de Criptana, y en la tercera salida lo hace por otro camino, por el camino a El Toboso. Geográficamente, Alcázar de San Juan es el lugar de don Quijote de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse, ¡él sabrá los motivos!, pero esto es materia para otra curiosa mesa. ¡Gracias! Luis Miguel Román Alhambra
Manuela Sáez González hablará en Alcázar de San Juan del conde de Lemos Fecha de Publicación: 17/09/2023 Alcázar de San Juan, 17-09-2023.- Enmarcada en el Ciclo de Conferencias «Universo Quijote» tendrá lugar la conferencia de la Doctora Manuela Sáez González titulada “El conde de Lemos, mecenas de escritores”, será el próximo jueves 21 de septiembre a partir de las 19:00 horas en el Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan. Manuela Sáez González es Doctora en Geografía e Historia (Sección de Historia del Arte) en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid desde 1989. Es una experta en la platería y en los plateros gallegos, pero sobre todo posee reconocido prestigio internacional en la casa de Lemos y concretamente en el VII Conde que además de ser Virrey de Nápoles, presidente del Consejo de Indias y presidente del Consejo de Italia, fue mecenas de Miguel de Cervantes Saavedra y de otros escritores españoles del Siglo de Oro. En la conferencia, la Dra. Sáez también hablará de los escritores americanos de su tiempo que le dedicaron obras literarias. En octubre de 2022 Manuela Sáez González fue directora técnica del Comité organizador que dirigió el Congreso Internacional: VII Conde de Lemos en el IV Centenario de su muerte (1622-2022) que se desarrolló en la Casa de la Cultura de Monforte y que sirvió para poner en valor la figura de D. Pedro Fernández de Castro y Andrade. Este encuentro internacional abordó, a través de investigadores y especialistas en el VII Conde de Lemos diversos aspectos relativos al legado dejado por este noble en Galicia y Monforte, así como su importancia dentro de la historia de España y de Italia, en concreto en Nápoles. Esta importante cita cultural pudo llevarse a cabo gracias al trabajo de nuestra querida monfortina junto con la UNED-Monforte de Lemos, universidad organizadora del congreso, y sobre todo gracias a la financiación del Ayuntamiento de Monforte de Lemos. Autora de la mayor biografía del Conde de Lemos escrita hasta la fecha, que ha titulado VIDA Y OBRA DEL VII CONDE DE LEMOS, DON PEDRO FERNÁNDEZ DE CASTRO (2 Volúmenes). Hércules de Ediciones. A Coruña, 2023, obra que será presentada en Madrid el próximo día 27 de septiembre, en Madrid. Es autora además de los siguientes libros: “Del reino de Nápoles a las Clarisas de Monforte de Lemos. Escultura del siglo XVII en madera”, “Coleccionismo y Almoneda del Gran Conde de Lemos, don Pedro Fernández de Castro”, así como de otros libros, numerosos artículos y capítulos de libros. Manuela, que ya visitó Alcázar de San Juan en octubre de 2019, donde tomó parte de uno de los “Almuerzos de don Quijote” que organiza regularmente la Sociedad Cervantina de Alcázar y que dejó a los socios un magnífico sabor de boca por su afabilidad, la facilidad de su trato y sobre todo por sus inmensos conocimientos sobre la familia Lemos, ha tenido la deferencia de volver a nuestra ciudad para impartir una conferencia que por su interés será única y a la que invitamos a todos los alcazareños y vecinos de localidades cercanas a que vengan a disfrutar presencialmente de la charla o a seguirla ya que será transmitida en directo en el perfil de Facebook de la SCA: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912 Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Más viejos y más solos Fecha de Publicación: 15/09/2023 ANTONIO LEAL JIMÉNEZ Audelina Sánchez, manchega, con escasa visión y una pérdida notable de audición, 75 años, siempre sola. Todos los días, a mediodía, María, una estudiante de Trabajo Social, acude a su casa tres veces por semana para facilitarle ayuda y proporcionarle apoyo emocional. El tiempo que dura la estancia de la voluntaria es su momento más feliz del día. A las dos y media en punto, vuelve a estar sola y a esperar un nuevo día. Su piso es muy pequeño y sentada en un viejo sofá no deja de decir que sentirse sola es un sinsentido. Echa de menos a sus nietos, a los que suele ver un par de veces al año. Me comentaba un amigo bajando por la Castelar, camino del atrio de la parroquia de Santa María, “He llevado a mi padre a una residencia”. “Está muy bien porque es muy cara”. No dejaba de preguntarme si había hecho bien. En nuestra conversación los protagonistas eran nuestros seres queridos. Aquellos que nos dieron la vida. ¿Cuándo y de qué manera es el momento de devolverles parte de lo que ellos han hecho por nosotros? Para ellos comienza su etapa de soledad. Para nosotros la de las dudas o alegrías por su posible bienestar. Quizá la soledad pudo ser una de las causas que sufrió nuestro vecino Alonso “Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos, mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura”. (Don Quijote, Primera parte, Capítulo XIIII, 2 de 3) La soledad no deseada es una realidad extendida en nuestra sociedad. No hay peor soledad que la impuesta. La que uno no elige. La que siente un buen número de personas. Más de cinco millones, según los últimos datos disponibles de hogares unipersonales, muy cerca de la mitad están habitados por mayores de 65 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay más mujeres mayores que hombres que viven solas. De hecho, casi el 80 por ciento son viudas, frente al 43,2% de los hombres. En Alcázar de San Juan durante el pasado año, han fallecido casi el mismo número de hombres que de mujeres. Algunas de las causas de la creciente soledad no deseada son debidas al envejecimiento de la población y el descenso de la natalidad unida al crecimiento de hogares unipersonales. A ello hay que añadirle que llevamos un estilo de vida frenético, que nos quita espacio para dedicar tiempo a amigos y familiares. Vivir en soledad siendo una persona mayor presenta muchos desafíos: suele ser más vulnerable a la pobreza, y esta situación es más probable cuanto más tiempo se hace y muchas de ellas afirman sentirse aisladas. La desnutrición se convierte en un motivo de preocupación y normalmente tienen problemas para el seguimiento de los tratamientos médicos prescritos. Es normal que se muestren más hostiles, tristes y la depresión les afecte. La edad es uno de los factores de riesgo que se conocen para la enfermedad neurodegenerativa del Alzheimer. A medida que envejecemos, aumenta la probabilidad de desarrollarla. No obstante, resulta necesario destacar que el Alzheimer no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Aunque existe una correlación entre la edad y el riesgo de sufrir la enfermedad, no todas las personas mayores lo padecen. La mayoría de estas personas suelen expresar un fuerte deseo de mantener su independencia. Es un tema que cada vez cobra más relevancia. A medida que avanzamos en edad, es común que se vayan perdiendo seres queridos, amigos, y en algunos casos incluso a su pareja. Esta pérdida de conexiones afectivas puede llevar a un sentimiento de soledad y aislamiento, lo que puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar emocional. Más viejos y más solos. Algunas veces puede deberse a circunstancias externas, como vivir lejos de la familia o amigos, la falta de movilidad o la incapacidad para participar en actividades sociales. En otros casos, la soledad puede ser resultado de factores internos, como la tristeza por la pérdida de seres queridos o la falta de sentido de pertenencia. Ello puede tener graves consecuencias tanto físicas como psicológicas. Diversos estudios han demostrado que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la depresión, la ansiedad, enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo. Además, también puede afectar la calidad del sueño y disminuir la esperanza de vida. Existen diferentes formas de ayudar a combatir la soledad en las personas mayores. Una de ellas es visitarlos regularmente, dedicarles tiempo para conversar y escuchar sus historias. El teléfono suele resultar muy útil manteniendo conversaciones periódicas. También podemos animarlos a participar en actividades sociales, como grupos de lectura, clases de pintura, talleres o grupos de voluntariado, donde podrán conocer a otras personas que tienen intereses similares. Muchas personas mayores han descubierto que el voluntariado es una buena manera de contribuir a la sociedad con sus conocimientos y experiencias, ejerciendo la solidaridad con colectivos más desfavorecidos, les ayuda a mantener la mente activa y a relacionarse. El hacerse sentir útil a uno mismo y a otros fortalece su felicidad. Además, es importante conocer que las instituciones y servicios públicos también se comprometan en la lucha contra la soledad en este importante colectivo. Es fundamental que existan programas y recursos que promuevan la participación y el bienestar emocional de las personas mayores, así como la accesibilidad a servicios y espacios sociales. Es un problema que merece nuestra atención y acción. Debemos comprometernos a crear una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su edad, se sientan conectadas, valoradas y respaldadas. En este sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el periodo 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable, con el objetivo de reducir las desigualdades en materia de salud y mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades. Se trata de, en general, cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar en relación con la edad, prestando los servicios necesarios que respondan a las necesidades más críticas. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de acuerdo con las comunidades autónomas, está desarrollando la futura Estrategia Nacional contra la soledad no deseada de las personas mayores. El Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, impulsa una serie de eficientes actividades con el objetivo de prevenir el deterioro cognitivo y la soledad con un equipo formado por magníficos profesionales. Llegar a mayor forma parte de la ley de vida. Esa etapa suele ir acompañada de soledad y una larga experiencia. Saber envejecer es algo muy difícil. Las arrugas se hacen notar, pero ha de ser más fuerte el entusiasmo que anime el espíritu del alma. . .
Vanidad feriada Fecha de Publicación: 02/09/2023 Antonio Leal Jiménez Todo tiene su momento. Inmersos en tiempos feriados. Lo que pasó años atrás, volverá a pasar: `Nihil novo habui sub sole´(nada nuevo bajo el sol). Tiempo de celebración, de compartir risas, sonrisas y alegrías. Encuentros con familiares y amigos. Diversión y magnífico ambiente de amistad y solidaridad. El pistoletazo de salida, con su correspondiente corte de la cinta de inauguración del recinto ferial y encendido de la iluminación decorativa, tuvo lugar anoche. La Feria de Alcázar de San Juan comenzó ayer con la diana musical y el pregón de las fiestas y los actos se sucederán durante ocho días.... Aunque la Aemet anuncia la presencia de nubes... Mis recuerdos me llevan a una feria de comienzos del siglo actual. Durante esos días conocía una persona que creía llevar siempre la razón y que nos trataba con superioridad. Siempre quería ser el centro de atracción y del universo. Nos encontramos ante una persona vanidosa. “Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir” (Honoré de Balzac). Suele afirmarse que uno de los defectos más característicos del ser humano es la vanidad. Seguro que conocemos alguna persona que siempre quiere llevar la razón y que suele tratar con cierto desprecio a los demás. Vanidad es sinónimo de presunción y arrogancia. También “ilusión y ficción de la fantasía”. Es un tema que ha sido objeto de reflexión y estudio a lo largo de la historia de la humanidad. Desde los filósofos clásicos hasta los psicólogos contemporáneos, es considerada como uno de los defectos más arraigados en la naturaleza humana. Suele definirse como un “exceso de amor propio y una preocupación desmedida por la apariencia física, el estatus social y el reconocimiento externo”. Es una actitud que busca constantemente la admiración y el elogio de los demás, y se caracteriza por una exagerada atención hacia uno mismo, en detrimento de los demás. Las personas vanidosas creen en demasía en sí mismas y buscan con interés que otras lo perciban ya que, sienten un deseo compulsivo de ser valoradas y reconocidas. Su origen según la leyenda de la mitología clásica más popular nos define a Narciso, como un joven extremadamente atractivo y bello. Ello lo convertía en una persona demasiado presuntuosa, despreciando a todo aquel que se enamorara de él, y siendo incapaz de ver la belleza de nadie más, ni siquiera de la naturaleza que le rodeaba. El poeta romano Ovidio en su Metamorfosis, relata que, cuando nuestro protagonista contempló su bello rostro reflejado en el agua, provocó que no pudiera dejar de mirarse a sí mismo durante el resto de su vida. Este antecedente mitológico del joven Narciso, que acabó tan enamorado de su propia imagen reflejada en el agua de un estanque, que decidió lanzarse en su busca y murió ahogado. De su cuerpo fallecido surgió la flor: el Narciso. En la antigua Grecia este mito era considerado como una enseñanza moral para que los jóvenes no practicaran la vanidad. El filósofo griego Aristóteles calificaba a los vanidosos en su Ética a Nicomedes, de necios e ignorantes, que “se adornan con ropas, aderezos y cosas semejantes, y desean que su buena fortuna sea conocida de todos, y hablan de ella creyendo que serán honrados”. Para el cristianismo, el pecado de la vanidad tiene su antecedente en la conducta que, el más admirado de los ángeles, Lucifer, pecó de soberbia ante Dios, siendo condenado a los infiernos. Cervantes (1605) nos habla de una vanidad como necesidad. Don Quijote, ofreciéndole la mano a Maritornes a través de un agujero en el muro: “Tomad, señora, mi mano o, por mejor decir, ese verdugo de los malhechores del mundo. No os la doy para que la beséis, sino para que miréis la contextura de sus nervios, la trabazón de sus músculos, la anchura y espaciosidad de sus venas”. Primera parte. Capítulo XLIII. La psicología lo trata como un trastorno de la personalidad, basado en el excesivo amor por uno mismo. Lo que le importa al vanidoso no es tanto ser verdaderamente excelente, sino que sean reconocidos como tal. Necesitan que las personas les admiren, buscan continuamente llamar la atención y carecen de humildad. Son personas enamoradas de su propia imagen y preocupadas por la manera en que se muestran a los demás. Tienen un alto concepto de sí mismos, desean parecer inteligentes y muestran un afán excesivo de protagonismo y admiración. Suele manifestarse de diferentes formas. Algunas personas se obsesionan con su apariencia física, gastando grandes cantidades de dinero en cirugías estéticas o productos de belleza. Otras buscan constantemente el reconocimiento social, acumulando bienes materiales y mostrándolos ostentosamente. También hay quienes centran su vanidad en sus logros académicos o profesionales, buscando constantemente destacar y ser reconocidos por su inteligencia o éxito. Curiosamente las redes sociales están contribuyendo de manera notable a incrementar el número de personas que están obsesionadas por su imagen y se manifiestan de forma distinta: compitiendo en el número de seguidores, buscando fórmulas y estrategias que les hagan tener una mayor notoriedad, etc. La vanidad tiene sus consecuencias negativas. Las personas altivas suelen considerarse superiores a los demás y tratan a aquellos que no cumplen sus estándares de belleza o éxito como inferiores. Ello les lleva a una falta de autenticidad. Esta actitud puede crear barreras y divisiones sociales, fomentando el egoísmo y la competencia desmedida. Además de generar una gran insatisfacción y frustración. Las personas vanidosas nunca están satisfechas con lo que tienen y siempre buscan más. Esta búsqueda constante de reconocimiento y admiración es causa de un sentimiento de vacío y desesperanza, ya que nunca llegan a encontrar la validación que tanto anhelan. Existe una diferencia notable entre tener un cierto grado de vanidad y poseer una autoestima saludable, lo que implica apreciar una visión realista de uno mismo, aceptando tanto las fortalezas como las debilidades, y basando la autoestima en el autoconocimiento y la aceptación personal. En conclusión, la clave está en encontrar un equilibrio entre el amor propio y la aceptación personal, sin caer en la obsesión por el reconocimiento externo. La falta de humildad puede nublar nuestro juicio y distorsionar nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás. La belleza verdadera se encuentra en nuestros actos y en nuestras intenciones, y no en la mirada de los que nos perciben. Si cada día vivimos pendientes de la impresión que podemos reflejar en los demás, estaremos comprometiendo seriamente nuestro bienestar. Les deseo una feliz feria, que disfruten de todas las actividades programadas y, sobre todo, que sean unos días de reencuentro y charla con familiares y amigos.
Q.E.P.D, JEAN CANAVAGGIO Fecha de Publicación: 23/08/2023 Fotografía de ABC/J.M. Serrano A principios de 2011 tuve la osadía de mandarle a su casa de París uno de los primeros ejemplares de Mi vecino Alonso. Debió de ponerse a leerlo nada más recibirlo porque a los pocos días, el 28 de enero, recibo un correo suyo que me decía: «No quiero tardar más en comunicarle mis impresiones, una vez concluida mi lectura de su tan documentado estudio. Creo que, sin la menor duda, Cervantes estuvo pensando en Alcázar de San Juan en el momento de situar las aventuras de don Quijote de la Mancha. Varios de los muchos datos señalados y comentados por Ud a partir de sus propios y amplios conocimientos tienden a demostrarlo». Sobre la experiencia o conocimiento in situ que tenía Cervantes de la Mancha, especialmente relacionado con el lugar de don Quijote, y que muestra en su novela, me señalaba: «Aquel lugar de la Mancha, por consiguiente, integra datos dispersos sacados de sus múltiples experiencias manchegas, entre las cuales no cabe excluir, ni mucho menos, aquellos detalles que le proporcionaron sus etapas y estancias en Alcázar de San Juan.» Seguimos manteniendo en el tiempo conversaciones y comentarios sobre el Quijote, su geografía explícita e implícita, etc. Clases magistrales de un sabio maestro en cartas formato correo electrónico. Hoy vuelvo a recordar este entrañable correo del profesor Canavaggio y hojeo de nuevo los documentos que me hizo llegar a casa, dedicados de su puño y letra. Sabía que por motivos académicos tendría que volver por la Mancha algún día y, si el tiempo se lo permitía, quería poder quedar para vernos y comentar despacio el Quijote en Alcázar de San Juan alrededor de un almuerzo cervantino. No ha podido ser. Ayer, 21 de agosto, me llegaba la triste noticia de su fallecimiento. Hoy el mundo cervantino se ha quedado huérfano. Nos dejó este enamorado de Cervantes y su obra a los 87 años de edad. Desde el Corazón de la Mancha, que él tanto admiraba por ser la patria del hidalgo manchego, desde Alcázar de San Juan quiero transmitir mi pésame a toda su familia. ¡Que en paz descanses, amigo! Luis Miguel Román Alhambra Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote
De paseo con Cervantes Fecha de Publicación: 15/08/2023 DEL ESTUDIO DE LA VILLA A LAS DESCALZAS REALES De Miguel de Cervantes, escritor, casi no es posible escribir ni leer más. Pero se seguirá haciendo. Aún quedan miles y miles de artículos, conferencias, ensayos y todo tipo de trabajos por publicar sobre su obra, especialmente del Quijote, desmenuzando hasta el infinito su ingenio, su forma de escribir o su intencionalidad, si es que tuvo alguna más que la de entretener a todo el mundo, y de paso, ganar fama entre el mentidero de los representantes, autores de comedias y comediantes, y, algo muy importante, una pizca de dinero para mantener su «humilde choza». Pero del Miguel de Cervantes, persona sin más, quedan muchos vacíos en su vida que han tratado sus biógrafos de solventar, unas veces novelando y otras pasando de puntillas por ellos, con mejor o peor resultado. Maestro de escuela por Jan Steen (1626-1679 Este es el caso, hay más, de su paso por el Estudio de la Villa de Madrid, si es que el alcalaíno se sentó alguna vez en sus pupitres, y la relación discípulo-maestro con Juan López de Hoyos, preceptor por aquel entonces de esta escuela pública municipal. Lo que no cabe duda alguna es que en el año 1568 un tal Miguel de Cervantes asistía en el Estudio de la Villa como alumno a las clases de Gramática del maestro López de Hoyos, que acababa de ser contratado por oposición en enero de ese mismo año como catedrático de dicho centro educativo. A estas escuelas o estudios, repartidas por muchas villas de Castilla, acudían los muchachos, que ya sabían leer y escribir, para formarse durante seis años en los «conceptos de la Gramática», y una vez terminada esta formación poder matricularse en una universidad si querían seguir sus estudios. La edad habitual para entrar a estos estudios de las villas era de entre ocho a diez años, acabando en ella no más tarde de los quince o dieciséis. Entrada de Felipe II en Madrid por Carlos Múgica y Pérez (1862) Este año de 1568 fue un año convulso para la Monarquía Hispánica y para la Villa de Madrid. Solo hacía siete años que la Corte se había trasladado a Madrid desde la imperial Toledo, y entre acomodos de todo tipo de personajes que la acompañan y nuevos vecinos llegados de toda España para trabajar en ella, la villa estaba patas arriba entre demoliciones de casas, construcción de nuevas, problemas de higiene y salubridad en sus casas y calles… Y en esto se muere el príncipe Carlos en las últimas horas del 24 de julio. Entre el entierro en el convento de Santo Domingo el Real, exequias oficiales con procesiones, misas y responsos, y las ofrecidas después por el ayuntamiento de la Villa, con más procesiones, misas y responsos, Madrid no entró en cierta normalidad hasta finales del mes de agosto. Pero el sosiego, si es que en Madrid alguna vez lo hubo, duró bien poco. Casi no habían recogido los lutos oficiales cuando, el 3 de octubre, la reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II, fallece durante el parto prematuro de una niña. Y Madrid se vuelve a alterar y enmudece de nuevo. Solo el clamoreo de las campanas llamando a muerto de las más de setenta iglesias y conventos, que envuelve el ambiente, rompe el silencio por su querida joven reina. Isabel de Valois por Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608), Museo del Prado Si en el entierro y funerales del príncipe Carlos la presencia de los Grandes de España y personalidades militares, civiles y religiosas fue numerosa, ahora lo sería mucho mayor. Durante esos días, en Madrid, todavía había muchos embajadores de todo el mundo con sus séquitos para dar al rey el pésame por la muerte del príncipe Carlos. Uno de estos personajes destacados fue monseñor Giulio Acquaviva, enviado por el papa Pío V para llevar sus condolencias al rey y, de paso, tratar con él diversas cuestiones políticas y religiosas. Monseñor Acquaviva parte de Roma el 19 de septiembre y llega a Madrid el 13 de octubre, diez días después del fallecimiento de la reina, encontrando la villa conmocionada por la pérdida de la reina. El joven Acquaviva contaba con veintidós años, «mozo muy virtuoso y de muchas letras» según el embajador en Roma Juan de Zúñiga, está en la Corte durante las honras de la reina, y después de verse con el rey en privado parte de Madrid hacia Roma el día 30 de diciembre de ese mismo año de 1568. Esta vez, por expresa petición de la reina poco antes de morir, el lugar donde reposarían sus restos sería el convento de las Descalzas Reales. Y el protocolo sería el mismo, primero el entierro, después se prepararían y se celebrarían las honras oficiales de la monarquía y, terminadas estas, las ofrecidas por el Ayuntamiento de Madrid. Si hoy disponemos de los detalles de estas dos muertes, sus entierros y honras fúnebres, es porque el mismo catedrático del Estudio, Juan López de Hoyos, las escribió y las publicó poco después de cada una de ellas, con el título de: Relacion de la muerte y honras funebres del SS. Principe D.Carlos, hijo de la Mag. Del Catholico Rey D. Philippe segundo nuestro señor, e Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y sumptuosas exequias fúnebres de la Serenisima Reyna de España doña Isabel de Valois nuestra señora. López de Hoyos las pudo presenciar porque, al menos, para las exequias municipales el ayuntamiento le concertó, era funcionario municipal, para que su Estudio de la Villa preparase las alegorías, jeroglíficos y epitafios necesarios para ilustrar los lienzos que colgarían en el convento mientras estas se celebrasen. López de Hoyos pone a trabajar el ingenio de sus alumnos más aventajados nada más conocer el interés del ayuntamiento por que sea el Estudio quién se encargue de la parte artística en las honras por la muerte del príncipe Carlos. En su Relacion de la muerte y honras funebres del SS. Principe D.Carlos, al final, orgulloso del trabajo de sus discípulos, así lo anota: «…de lo sobredicho en nuestro estudio los estudiantes hicieron muchas oraciones fúnebres, stancias y sonetos muy buenos con que dieron muestra de sus habilidades. Confío en el señor nos ayudará con su divino favor y gracia, para que ellos se vayan mejorando de virtud en virtud, y yo acierte en su buena instrucción de ciencia y costumbres». A principios de octubre, de nuevo, los discípulos del Estudio vuelven a crear nuevos epitafios, sonetos y versos que se han de incorporar pintados en los lienzos que colgarán en la iglesia del convento de las Descalzas Reales, alrededor del túmulo que se está construyendo a toda prisa en memoria de la reina. Del resultado de estas nuevas composiciones de sus alumnos al recuerdo de la reina, siendo vistas y apreciadas por multitud de personalidades de todo el mundo presentes en las exequias, el maestro López de Hoyos se sentirá aún más orgulloso, como lo destaca en su Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y sumptuosas exequias fúnebres de la Serenisima Reyna de España doña Isabel de Valois nuestra señora: «En torno al túmulo hubo todas estas letras, que de más de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos, también compusieron en metro Castellano, y dedicado todo este tan maravilloso espectáculo, a la serenísima Reina, el ilustre ayuntamiento desta villa de Madrid». Al contrario que en la Relación compuesta para el príncipe Carlos, que no nombra a ninguno de los discípulos del Estudio, en esta a la reina Isabel nombra a uno de esos discípulos, a Miguel de Cervantes. Y lo hace en tres ocasiones explícitamente y una más implícitamente. La más conocida y repetida en miles de folios sobre su vida, dice el maestro: «Estas cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad, en las cuales como en ellas parece, se usa de colores retóricos y en la última se habla con su Majestad, son con una elegía que aquí va de Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo» Sin nombrarlo explícitamente, al presentar la elegía dice de él: «La elegía que en nombre de todo el estudio el sobredicho compuso. Dirigida al Ilustrisimo y Reverentisimo Cardenal don Diego de Espinosa. En la cual con bien elegante estilo se ponen cosas dignas de memoria» ¡Una elegía de más de ocho páginas! De esta elegía, en el índice final de la Relación, dice de ella: «Elegia de Miguel de Cervantes en verso Castellano al Cardenal en la muerte de la Reyna, tratanse en ella cosas harto curiosas con delicados conceptos» También lo nombra como autor de un epitafio, en el índice: «Primer Epitafio en Soneto, con una copla castellana que hizo Miguel de Cervantes mi amado discípulo». Es significativo advertir el cariño con el que el maestro trata a su discípulo del Estudio de la Villa de «nuestro caro y amado» y «mi amado discípulo», a la vez que elogia su composición «de colores retóricos», «elegante estilo» o de «delicados conceptos». Por las descripciones que de las honras fúnebres hace López de Hoyos en el interior de las iglesias de los conventos, no cabe duda que las presenció personalmente. Una vez recibido el encargo de parte del ayuntamiento para dirigir su preparación artística en ambas exequias, tuvo que desplazarse andando por las calles de un Madrid en luto desde su Estudio hasta los conventos elegidos para los entierros. Al convento de Santo Domingo el Real no sabemos si lo acompañó algún discípulo de su Estudio, tampoco si lo hizo alguno al convento de las Descalzas Reales. Pero si un discípulo lo acompañó al túmulo de la reina, ese tuvo que ser Miguel, su «amado discípulo». El recorrido que hizo Juan López de Hoyos al convento de las Descalzas Reales, desde su Estudio, es posible hacerlo hoy. Más de cuatro siglos y medio después voy a seguir esos mismos pasos por el Madrid urbano más antiguo. Me precederá un relato de ficción basado en hechos históricos reales sobre un trazado urbano también real, en la que junto al maestro irá su discípulo querido, Miguel. Ambos caminan desde las puertas del Estudio hasta las mismas puertas de la iglesia de las Descalzas Reales. El maestro lleva consigo los diseños con los trabajos realizados en el Estudio para que puedan ser expuestos durante las exequias ofrecidas por el ayuntamiento a su reina. Yo iré después, solo unos pasos detrás de la sombra que dejó Miguel en las calles de Madrid. Quiero disfrutar de lo lindo por este Madrid del siglo XXI, siguiendo a Miguel por el Madrid de la segunda parte del siglo XVI. Son casi ochocientos metros, un paseo, en un día de «los calurosos del mes de Julio». Observaré que el trazado de sus calles y la alineación de sus edificios han cambiado en esta parte más antigua de Madrid. Algunos edificios civiles y religiosos siguen en pie y otros han dejado paso a nuevas construcciones, pero el suelo de Madrid que voy a pisar, con algunas capas de asfalto y nuevos adoquinados en sus aceras, es el mismo que pisó Miguel. Antes tengo que situarme mentalmente en las calles de Madrid de 1568. En mi recorrido tengo que imaginarme la imagen física y humana de la villa que vio Miguel, para después abrir los ojos y ver la imagen de la ciudad de hoy en ese mismo lugar. La evolución, física y humana, que vio Miguel en la villa madrileña en esos años fue espectacular. Si antes de que decidiese Felipe II cambiar la Corte de Toledo a Madrid, en 1561, esta villa contaba con unos 9.000 habitantes, al poco de llegar a ella ya tenía casi 16.000, y en el año 1568 tendría más de 30.000 almas viviendo en ella. Este aumento enorme de población dio paso a muchos problemas de habitabilidad porque no había casas para tantos nuevos vecinos. La construcción y rehabilitación de viviendas fue un reclamo para miles de trabajadores que dejaban el campo tratando de buscar un futuro mejor. Maestros alarifes, carpinteros, jornaleros y mozos se afanaban en levantar nuevas casas, mientras los carreteros se esforzaban en traer los materiales de construcción necesarios desde arenales, canteras o carpinterías. Carros con piedra, mortero y traviesas de madera entorpecían el día a día de los vecinos. Si al poco de llegar la Corte había unas 2.500 casas, en 1568 había mil casas más. La Villa de Madrid no contaba con agua corriente ni saneamiento público en sus casas. Ante la falta del caudal necesario aportado por el río Manzanares, la villa se abastecía principalmente mediante las abundantes aguas de gran calidad de las sierras cercanas, que se recogían por filtración mediante pozos en los patios de las casas y fuentes en plazas y huertas. Famosas eran las fuentes de Lavapiés y Leganitos, las del Prado de San Gerónimo, del Caño Roto, del Olivillo y de la Sierpe, o la de los Caños Viejos, debajo mismo del Estudio de la Villa. A estas fuentes, algunas de nueve tazas grandes de piedra con llamativos caños dorados, las mujeres, mozos y cantareros iban y venían a ellas desde las casas en un trajín difícil de imaginar hoy. El agua usada para la limpieza de las casas y las necesidades fisiológicas de sus moradores era otro aspecto a tener en cuenta mientras se caminaba, porque estos residuos llegaban a la calle desde las ventanas de las casas uno o dos segundos después de oír el ¡agua va!, por lo que transitar por la calle podría resultar algo incómodo debido a los posibles restos que algún orinal había dejado en la calle, o estaba llegando. Los servicios de limpieza, a cargo del ayuntamiento, eran escasos y no daban abasto en retirar y adecentar gran parte de las calles de la Villa. En este paseo voy a caminar por las mismas calles que conoció Miguel, pero sin tener que preocuparme por el estado de limpieza y saneamiento de sus calles. Aunque era mucho el ajetreo en las calles, este causaba un ruido distinto y menor que el actual. Caballos y ruedas de carros formaban el sonido ambiente diurno, aderezado con las voces del pregonero informando de los últimos acuerdos municipales, escoltado por los alguaciles y todo tipo de personajes que no tenían otra cosa que hacer ese día, que también eran muchos. En los días de mercado el trajín aumentaba considerablemente. Por la noche el silencio era casi total, solo roto por alguna discusión o juerga fuera de la ley. Plano del recorrido desde el visor de SignA (IGN) Plano del recorrido sobre el plano Topographia de la Villa de Madrid (1656) de Pedro Texeira Voy a manejar en mi recorrido el plano callejero del visor SignA, del Instituto Geográfico Nacional, y el plano de Madrid que en 1656 publicó el portugués Pedro Texeira, con el título de Topographia de la Villa de Madrid. No es el más antiguo, disponemos de otro conocido que pudo realizarse entre 1618 y 1621 por el italiano Antonio Marcelli. Mucho más reproducido, el de Texeira es también un vista de pájaro y más fiel al plano real de la Villa que el de Marcelli. Las fachadas de palacios, iglesias y conventos están dibujadas del natural con mucho detalle, por lo que me servirá también para imaginar lo que hoy no puedo ver. Inicio mi ruta cervantina-madrileña. Me dirijo al mismo lugar donde estaba el Estudio de la Villa, que ahora lo ocupa este edificio nº 2 de la calle de la Villa. Lamentablemente, para las imágenes que iba a tomar, tiene la fachada cubierta de andamios y redes de protección al encontrarse en restauración. Rebusco en mis archivos para poder componer esta imagen, en la que puedo leer lo que en su placa ubicada en la fachada pone: «AQUÍ ESTUVO EN EL SIGLO XVI EL ESTUDIO PÚBLICO DE HUMANIDADES DE LA VILLA DE MADRID QUE REGENTABA EL MAESTRO JUAN LÓPEZ DE HOYOS Y A QUE ASISTÍA COMO DISCÍPULO MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA» Esta calle unía la calle Mayor y la fuente de los Caños Viejos, en la vaguada que luego sería la calle Nueva, hoy calle de Segovia. El maestro López de Hoyos sale por la puerta del Estudio. Lleva debajo de su brazo, en un viejo cartapacio de badana, los papeles que acaban de terminar de escribir sus alumnos de Gramática, algunos están firmados por el discípulo que le sigue a unos pasos, Miguel. En rápidas zancadas sube esta empinada calle, dejando a su izquierda las casas de las familias Porras y Bozmediano, hasta la mitad del final de la calle Mayor. El maestro sigue su camino, pero Miguel se queda un momento en mitad de la calle, dirige una mirada a la iglesia de Santa María la Mayor y se santigua, así se lo enseñaron hacer sus padres. De la iglesia entran y salen feligreses de hacer su plegaria a la Virgen de la Almudena por la reina Isabel. Miguel ve que su maestro, que sigue a paso firme, se le ha adelantado mucho habiendo ya pasado por debajo del arco de la antiquísima Puerta de Santa María. Miguel no quiere alejarse de su maestro y aligerando el paso atraviesa también este arco de piedra. Subida por la calle Pretil de los Consejos Dejo atrás el edificio recordatorio del Estudio de la Villa y subo un desnivel de unos diez metros por la calle Pretil de los Consejos, desde la parte trasera del edificio de los Consejos hasta la calle Mayor. El desnivel es apreciable, lo demuestra la diferencia de las fachadas del edificio de los Consejos, que me queda a mi izquierda, por detrás veo cinco plantas y por delante veré solo tres. Iglesia de Santa María la Mayor Llego a la calle Mayor, pero a mi izquierda, al oriente, no veo la iglesia de Santa María la Mayor. Esta iglesia, marcada en el plano de Texeira con A, era la matriz de Madrid, la más antigua de todas, y en ella se veneraba la imagen de Nuestra Señora de la Almudena, que fue hallada, según cuenta la tradición, el día 9 de noviembre de 1085, en una hornacina oculta dentro de uno de los cubos de la muralla antigua, junto a la Puerta de la Vega, un poco más abajo. Allí había estado escondida durante casi cuatro siglos para salvaguardarla de la invasión árabe a esta parte de la península. Templo de origen romano o godo, durante la invasión sirvió de mezquita siendo consagrada nuevamente, después de ser expulsados los árabes, por el rey Alfonso VI. En un incendio de la iglesia la imagen desapareció y tuvo que realizarse una nueva talla que es la que hoy podemos apreciar y venerar. Como se aprecia en el plano de Texeira, la cara sur de la iglesia estrechaba la calle Mayor y con la intención de reordenar esta calle principal con la calle Bailén, el ayuntamiento, con la oposición de gran parte de la Villa, ordena la demolición de la iglesia en 1868. La imagen de Nuestra Señora de la Almudena fue trasladada a la iglesia del convento vecino del Santísimo Sacramento de las Madres Bernardas, actual Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, y allí estuvo hasta que se terminó en 1911 la Cripta de la nueva catedral, a la que se trasladó. Después de la Guerra Civil, ante los daños sufridos en la Cripta, se volvió a llevar a las Madres Bernardas, hasta el 10 de junio de 1993 que se llevó en solemne procesión a la recién terminada catedral de Santa María la Real de la Almudena. En su lugar veo un edificio que ocupa casi toda la superficie que albergaba la iglesia. Solo unos pocos vecinos actuales del inmueble saben que moran sobre los restos de la iglesia más antigua de Madrid. Al otro lado de la calle Bailén veo la fachada de la Cripta y el crucero de la catedral de Nuestra Señora de la Almudena. Cruzo la calle Mayor. Junto a la esquina de este edificio con la estrecha calle de la Almudena, que lo rodea por detrás, puedo apreciar una pequeña maqueta en bronce de la antigua iglesia de Santa María. Capitanía General y Consejo de Estado Ahora, enfrente veo este magnífico edificio, que no lo pudo ver Miguel ese día de otoño de 1568 ya que se empezó a construir en 1610 por orden de Cristóbal Gómez de Sandoval y Rojas, duque de Uceda, e hijo del todopoderoso Duque de Lerma, pero sí lo pudo contemplar durante sus últimos años de vida en esta Villa. En los terrenos que ocupa estaban las casas pertenecientes a las influyentes familias de los Porras y Bozmediano. En una de ellas vivió don Juan de Austria, hermanastro del rey Felipe II y capitán general de la flota cristiana que derrotó a la armada turca en Lepanto, en octubre de 1571. Adquirido por el Estado en 1747, ha sido utilizado como sede de los Consejos Supremos de Castilla e Indias, Órdenes y de Hacienda, Contaduría Mayor y Tesorería General, y en nuestros días como Capitanía General Militar y Consejo de Estado. De piedra y ladrillo dispone de dos patios interiores, que se conservan tal y como dibujó Texeira, no así las dos torres laterales iniciales. Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas En la subida por la calle del Pretil de los Consejos, a la derecha, pocos metros antes de llegar a esta calle Mayor, he dejado la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de España, que ahora observo de frente. Otro edificio que tampoco vio Miguel. Se mandó construir en 1615 por el mismo duque de Uceda, para albergar un convento de monjas bernardas con el nombre del Santísimo Sacramento, aunque no se comenzó a levantar hasta casi medio siglo después, en 1671. Del convento solo queda esta iglesia. Desde 1980 es la sede del Arzobispo Castrense, cambiando su nombre a Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas. Instituto Italiano de Cultura Enfrente, del Edificio de los Consejos y de la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, veo otro magnífico edifico palaciego construido entre 1653 y 1655, que ya es dibujado por Teixeira con un torreón con chapitel al lado derecho. Mandado construir por Juan de Valencia, el edificio ha pasado por diversos propietarios. Comprado en 1842 por los duques de Abrantes fue reformado tomando la apariencia actual. En 1888 es vendido al estado italiano para su embajada en España, reformándose la imagen de la fachada con las pinturas en el tercer piso, que hoy distinguimos. Al trasladarse la embajada italiana a otro edificio de la capital pasó a ser la sede del Instituto Italiano de Cultura. Entre la calle Factor y el actual Edificio de los Consejos estaba la Puerta o Arco de Santa María, una de las puertas de acceso con las que contaba la muralla musulmana de Madrid, que por el deterioro se reformó en un arco grande del mismo pedernal de la muralla. En 1569, un año después de pasar Miguel por ella se demuele para ensanchar el paso por esta calle Mayor, que servirá para preparar la entrada solemne de la reina Ana de Austria, nueva esposa de Felipe II, a Madrid en el otoño de 1570. En la fachada del edificio de la calle Mayor, entre las calles Factor y San Nicolás, sobre uno de los restaurantes centenarios de Madrid, hay una placa que dice: «Junto a este lugar se situó hasta 1569 la Puerta o Arco de Santa María perteneciente a la muralla de la Almudena, fortaleza del Madrid musulmán». No había andado Miguel más de cien metros cuando a su izquierda dos señoras enlutadas entran por la puerta del convento de la Salutación de Nuestra Señora. Un sentido clamoreo a muerto, de sus nuevas campanas, recuerda a la reina Isabel. Lugar en el que se encontraba el convento de la Salutación o de Constantinopla Llego enfrente de un edificio civil que ocupa parte del solar donde estuvo el convento de la Salutación. Este convento fue mandado construir unos pocos años antes de pasar Miguel por delante de él, para acoger la comunidad de monjas de Santa María de Rejas. En el altar de su iglesia se veneraba una imagen de la Virgen traída desde Italia, donada por una de las primeras monjas en su ingreso a esta comunidad, y que había estado en la cueva de un monje ermitaño cerca de Constantinopla. Por este motivo también se le conocía como convento de Constantinopla. En el plano, Texeira dibuja la fachada del convento y la iglesia en su parte trasera, anotándolo como «XXXIV Convento de la Salutacion que se Entitula N. Sra de Constantinopla». El convento estuvo aquí hasta que fue desamortizado por el Estado en 1836 y sus monjas tuvieron que marcharse al convento de la Concepción. En 1840 fue demolido dando paso a las nuevas calles de Calderón de la Barca y Juan de Herrera. Casa palacio del marqués de Cañete, hoy Centro Sefarad-Israel Enfrente de la fachada de este edificio veo una casa palacio que ocupa una manzana entera. Aunque es coetáneo a Miguel, aún no estaba construido cuando él pasó por aquí en 1568. Es el palacio del marqués de Cañete, construido entre finales del siglo XVI y principios del XVII, por lo que sí lo pudo ver en su parte final de su vida. Texeira lo dibuja enfrente del convento de Constantinopla. Residencia del marqués de Cañete, después lo fue del duque de Nájera y del marqués de Camarasa. En el siglo XIX pasó a ser propiedad y de uso municipal al estar junto al edificio del Ayuntamiento de la Villa. En 2006, el Ministerio de Asuntos Exteriores, junto a la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid instituyen el Centro Sefarad-Israel, que actualmente se encuentra albergado en este edificio. Miguel ya ha alcanzado a su maestro. Justo después de pasar delante del convento de Constantinopla, detrás de un muro, unos gritos desesperantes le inquietan. Son de algún recién encarcelado que está en la cárcel de la Villa suplicando justicia. Pero los gritos se diluyen en el bullicio que encuentra en la Plazuela de la Villa. De la torre y las casas de los Lujanes cuelgan grandes colgaduras de terciopelo negro. Del pórtico de la iglesia del Salvador acaba de salir un pregonero con el bando del último acuerdo que los alcaldes y regidores acaban de tomar en su interior. Gran cantidad de gente se agolpa a su alrededor, y la plaza enmudece. El maestro López de Hoyos y Miguel a su lado, se paran en mitad de la plazuela, junto a la fuente, y escuchan los acuerdos voceados con el retintín popular del pregonero, que tiene que elevar su voz todo lo que puede ante el clamoreo de las campanas, que tiene justo encima de su cabeza. El ayuntamiento manda a los madrileños a mantener el recato y la compostura durante los días en los que se están celebrando las exequias reales por la reina y les insta a que asistan a las procesiones que en sus calles harán personalidades reales, de la Corte y la Iglesia, muchos llegados para este fin desde diversos lugares de España, así como embajadores de otros países del mundo. Así mismo, hace saber que una vez terminadas estas honras reales se harán los actos municipales en memoria de la reina Isabel, con el encargo expreso al Estudio de la Villa para su ornamento y puesta en escena en el interior de la iglesia de las Descalzas Reales, de epitafios y demás obras en recuerdo a la reina. Miguel alza su cabeza y mira a su maestro, este, con semblante serio, asimismo le mira poniéndole la mano encima de su hombro. A Miguel, un escalofrío que nunca antes había sentido le recorre el cuerpo. El respeto por la muerte de la reina, muy querida en la Villa, se aprecia en el silencio sepulcral que hay en este momento en la plazuela, aun cuando el pregonero termina y a paso largo, seguido de dos alguaciles, se dirige a otra parte cercana de la Villa con el bando. López de Hoyos reanuda su camino y Miguel, después de beber un poco de agua fresca de uno de los caños dorados de la fuente, le sigue a unos pasos. Edificios construidos sobre el lugar donde se encontraba la iglesia de San Salvador Llego a la Plaza de la Villa. Una de las más antiguas de Madrid, conocida como plazuela de la Villa o plaza de San Salvador en tiempo de Miguel, por la iglesia que presidía la plaza, que además de parroquia servía de sala de reuniones, a veces casi a diario, del Concejo madrileño. Texeira marca esta iglesia parroquial con la letra B. Alcaldes y regidores se reunían en una pequeña sala capitular, situada encima del portal de la iglesia. La torre de la iglesia, conocida como la Atalaya de la Villa, sus campanas y el reloj eran propiedad de la villa. En 1842 se derribó la iglesia dando paso a un edificio civil. En su fachada hay una lápida de granito, de reciente fábrica, recordando la ubicación de la iglesia. Edificio del Ayuntamiento de Madrid A la derecha, en el espacio que hoy ocupa el edificio del Ayuntamiento de la Villa estaban los muros de la Cárcel de la Villa, que Texeira marca en su plano con el 25, y las casas propiedad de Juan de Acuña, que llegó a ser presidente del Consejo de Castilla y del Consejo de Indias. En una de estas casas estaba una de las dos carnicerías públicas que contaba la villa, pero esta solo servía carne a los hidalgos sin sisa, sin impuestos. En 1615, el Concejo madrileño compra estos terrenos para construir el edificio de su ayuntamiento. En mitad del siglo XVII comienzan las obras de este magnífico edificio terminándose en 1692. Es la sede del ayuntamiento desde entonces, aunque la alcaldía se trasladó en 2007 a la plaza de la Cibeles. Al fondo la trasera de la casa del Cardenal Cisneros Al fondo de la plaza, vemos la trasera de la casa del Cardenal Cisneros, construida por orden de Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del Cardenal Cisneros, en el año 1537. Aquí estaban las antiguas caballerizas de la casa, como así las vio Miguel y Texeira las dibuja en su plano. Rehabilitada en el siglo XX forman parte de las dependencias municipales. Torre y casas de los Lujanes El lateral opuesto al edificio del Ayuntamiento de la Villa está ocupado por la torre y las casas de los Lujanes, poderosa y rica familia aragonesa. De estilo gótico-mudéjar fue construida en el siglo XV y aún conserva los escudos de la familia. Son los edificios civiles más antiguos de Madrid. Casi en el mismo lugar donde estaba la fuente de la plaza, se encuentra la estatua de bronce a don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz. A este personaje, capitán general de la Mar Océano durante el reinado de Felipe II, bien pudo verlo Miguel aquellos días de otoño fúnebre madrileño. Obra magnífica de Mariano Benlliure. No habían andado cien metros cuando el maestro pasa por la calle de San Miguel. Un poco más abajo está la iglesia dedicada al arcángel protector, en la que también clamorean sus dos viejas campanas. Miguel mira la torre de la iglesia y vuelve a persignarse sin parar de andar, esbozando una sonrisa cómplice, de agradecimiento, susurra ―¿Quis sicut Deus?―. A su izquierda, Miguel mira a un niño que está sentado en el poyo de la puerta de una casa con la mirada perdida en unos papeles que tiene entre sus manos. Se para delante de él, a Miguel le atraía cualquier papel que tuviese algo escrito, y los dos se miraron. ―¿Qué son esos papeles que miras con tanto provecho?― le preguntó Miguel. ―Mi madre dice que es poesía, pero no la entiendo muy bien todavía ― le contestó el niño. ―Yo estudio gramática en el Estudio, allá más abajo ―volviéndose a señalar hacia el oriente― y también me gusta la poesía, ¡ya he escrito varias composiciones! Mi maestro es aquel del gabán marrón oscuro con un cartapacio en la mano, se llama don Juan López de Hoyos― le dijo orgulloso Miguel. ―Tengo casi seis años y ya se leer y escribir. Mis padres me han dicho que pronto podré ir yo también al Estudio, a lo mejor nos hacemos amigos ―le dice el niño. ―Seguro. Me voy que mi maestro no espera, ¿cómo te llamas? ―le preguntó Miguel. ―Lope, me llamo, ¿y tú? ―Miguel. Miguel, siguió presuroso los pasos de su maestro, mientras Lope le miraba con cierta envidia. Pasan por debajo de la Puerta de Guadalajara. Al otro lado, Miguel vuelve la cabeza y mirando hacia arriba se persigna de nuevo, una imagen de la Virgen con el Niño en brazos situada en una hornacina de la muralla custodiaba la antigua entrada a la Villa. Aquí de nuevo hay mucha gente arremolinada alrededor del pregonero. Ellos siguen su camino, ya conocen el bando. A su derecha queda la plaza del Arrabal, llena de gente vendiendo y comprando. Dejan la calle Mayor y comienzan a caminar por la calle de San Ginés. Plaza de San Miguel Llego a la pequeña plaza de San Miguel. Muy bulliciosa durante todo el día. El edificio modernista del Mercado de San Miguel, de principios del siglo XX, acoge ahora a multitud de puestos de todo tipo de gastronomía gourmet. Pocos de los que hoy están dentro, disfrutando de la cuidada gastronomía madrileña y española, saben que este edificio se construyó sobre el antiguo asentamiento de la iglesia de San Miguel de los Octoes, una de las más antiguas de Madrid, que fue demolida en 1803 al verse muy afectada por el devastador incendio de la plaza Mayor en 1790. Desde aquí pudo ver Miguel la torre de su iglesia. Texeira dibuja la iglesia con la letra L. Lugar donde se encontraba la Puerta de Guadalajara Unos metros más delante por la calle Mayor, a mi izquierda, una placa en la fachada de un edificio convertido hoy en hotel, horriblemente pintada su fachada bajo mi punto de vista, recuerda que en otro edificio existente aquí en el siglo XVI nació Lope de Vega «llamado Fénix de los Ingenios». Unos días después, el 6 de diciembre de 1562, lo bautizaban sus padres en la cercana iglesia de San Miguel. Enfrente de esta placa, en la otra acera, veo otra que dice: «Junto a este lugar se levantó hasta 1582 la Puerta de Guadalaxara la más importante de la muralla medieval madrileña». La Puerta de Guadalajara, adosada a la muralla medieval, fue uno de los accesos más antiguos e importantes a la villa. Por ella se salía de la villa con dirección a Alcalá de Henares y Guadalajara, por eso su nombre. Alrededor de esta puerta había siempre mucha animación por su cercanía a la plaza del Arrabal, hoy plaza Mayor, donde se arremolinaban gentes variopintas. Según la describía el mismísimo López de Hoyos en otro de sus trabajos a la Villa, la puerta tenía dos torres laterales unidas con un matacán, una especie de pasillo almenado muy útil para la defensa de la puerta, construida toda de pedernal y sillería berroqueña. Sobre la puerta había una capillita en una hornacina de la muralla con una imagen de la Virgen con el Niño en brazos. Estuvo en pie hasta 1582. Durante las fiestas conmemorativas de la victoria de la flota española, mandada por don Álvaro Bazán, el mismo que he visto en la plaza de la Villa, sobre la flota francesa cerca de la isla Terceira, en julio de 1582, y que reafirmó al rey Felipe II como también rey de Portugal, el ayuntamiento de la Villa mandó instalar en la Puerta de Guadalajara gran cantidad de luminarias, que descontroladas prendieron fuego a toda madera de la puerta, arruinando también el resto. Poco después se mandó demoler por completo, favoreciendo así el ensanche de esta parte de la calle Mayor. Aunque no quedó vestigio alguno de ella, durante mucho tiempo se siguió conociendo esta parte de la calle Mayor junto a la plaza de san Miguel como la Puerta de Guadalajara, como también anota Texeira en su plano sobre la calle Mayor. El bullicio que hay en esta zona de Madrid es similar a la que Miguel pudo sentir también cuando pasara por aquí en 1568. Junto a ella el pregonero voceaba los bandos delante de mucha gente de todo tipo y condición. Esa imagen y fama de la gente que por allí trajinaba la trasladó después Cervantes a sus obras. Por ejemplo, en el entremés El vizcaíno fingido dice Brígida: «Has de saber, hermana, que, viniendo agora a verte, al pasar por la puerta de Guadalajara, oí que, en medio de infinita justicia y gente, estaba un pregonero pregonando que quitaran los coches, y que las mujeres descubriesen los rostros por las calles». En otro de sus Ocho entremeses, el titulado El Juez de los divorcios, Doña Guiomar comenta de la fama de este lugar: «Quiero decir que pensé que me casaba con un hombre moliente y corriente, y a pocos días hallé que me había casado con un leño, como tengo dicho; porque él no sabe cuál es su mano derecha, ni busca medios ni trazas para granjear un real con que ayude a sustentar su casa y familia. Las mañanas se le pasan en oír misa y en estarse en la puerta de Guadalajara murmurando, sabiendo nuevas, diciendo y escuchando mentiras». En el Quijote vuelve a criticar el tipo de gente que por alrededor de la puerta de Guadalajara se podía encontrar a diario. Esto le cuenta Doña Rodríguez a don Quijote: «Acudieron dos lacayos suyos a levantarla, y lo mismo hizo el alcalde y los alguaciles; alborotose la puerta de Guadalajara, digo, la gente baldía que en ella estaba; vínose a pie mi ama, y mi marido acudió en casa de un barbero diciendo que llevaba pasadas de parte a parte las entrañas» (Q 2, 48). Calle de entrada a la Plaza Mayor Sigo unos metros, a mi derecha, de nuevo, veo el edificio del bullicioso Mercado de San Miguel, y de frente veo una calle estrecha que da por uno de sus arcos a la plaza Mayor. Esta plaza no la vio así Miguel. Aunque durante el reinado de Felipe II la irregular plaza del Arrabal fue acomodándose lo mejor que se pudo al comercio que en ella se ofertaba, las casas eran de muy pobre factura. Su sucesor Felipe III mandó su demolición completa y la construcción de una nueva plaza a la altura de la Villa y Corte madrileña. La empresa fue encomendada a Juan Gómez de Mora, discípulo de Juan de Herrera, el arquitecto de El Escorial, que la terminó en 1619, en solo dos años de trabajos. Calle del 7 de Julio. Al fondo la plaza Mayor Sigo unos pocos metros por la calle Mayor. A mi derecha queda la estrecha calle del 7 de Julio que también hace de acceso a la siempre concurrida plaza Mayor. Maestro y discípulo bajan por la calle de San Ginés. El sonido de las campanas de la iglesia atruena la calle. En unas casas municipales que hay junto a la iglesia, muchos madrileños hacen su compra en la carnicería, en silencio. Mientras Miguel se persignaba y miraba los escudos reales adosados a su muro, su maestro también se para y le dice con voz entrecortada: ―Hace exactamente un año bautizó aquí don Juan de Austria a su sobrina la infanta Catalina Micaela, y hoy, con solo un añito de vida, llora a su madre, la reina. ―Con la alegría del nacimiento yo le escribí a la reina un soneto ―dijo Miguel. Es la primera vez que Miguel ve los ojos de su maestro inundados de lágrimas. Unos segundos después reanudan su camino a las Descalzas Reales, que ya alcanzan a ver a lo lejos. Cruzan la calle del Arenal. Hace unos meses que se había canalizado el arroyo que vertía las aguas, limpias y sucias, en la Huerta de la Priora y no les hizo falta vadear su cauce por el antiguo puentecillo. A unos ciento cincuenta metros después llegan a la plazuela de las Descalzas Reales. A la izquierda de la plazuela, la iglesia convento de San Martín también toca a muerto. Los campaneros de ambos conventos tocan al unísono y algo más lento que el resto de iglesias y conventos por los que han pasado. La plaza retumba a cada golpe de las campanas. El olor penetrante a incienso del aire y este clamoreo tan lastimoso estremecen a Miguel mientras cruza la plazuela. Unos pocos pasos más y llegan delante de las puertas de la iglesia de las clarisas descalzas. Las puertas están cerradas, el maestro aporrea la puerta con su mano mientras Miguel, perturbado aún, contempla las ricas colgaduras y pendones reales de la fachada, y se aproxima instintivamente todo lo que puede a su maestro, rozando con la mano su gabán. Se entreabre la puerta, el maestro susurra su nombre y vuelve a cerrarse. Al poco vuelve a abrirse y los dos entran. Calle de San Ginés, hoy de Bordadores, desde la calle Mayor Enfrente de esta estrecha calle del 7 de Julio veo la iglesia de San Ginés. Cruzo la calle Mayor por el paso de cebra y avanzo por la calle de los Bordadores, conocida así por concentrarse en ella gran cantidad de maestros en este oficio. Iglesia de San Ginés La iglesia de San Ginés es también de las más antiguas de Madrid. Se edificó en el siglo XII a las afueras de las murallas de la Villa. La fábrica de la iglesia que veo hoy no es la misma que vio Miguel. La antigua iglesia de estilo mudéjar fue casi totalmente demolida en 1641 y reestructurada tal como la vemos hoy, siendo dibujada ya pocos años después por Texeira que la marca en su plano con la letra D. Después de varios incendios, durante los siglos XVIII y XIX, la fachada de la calle Arenal es reformada con estilo neo-plateresco, que es la que hoy vemos con las reformas necesarias después de la Guerra Civil. Dejo a mi derecha la iglesia de San Ginés, cruzo la calle del Arenal y encaro la calle de San Martín. Al fondo ya veo una parte del convento de las Descalzas Reales. Casa de las Alhajas El edificio último a la izquierda, que hace esquina con la plaza, es el Casa de las Alhajas, construido sobre el solar que ocupaba la iglesia del convento benedictino de San Martín. Este convento era también de los más antiguos de Madrid, llegando a ser una de las parroquias de la Villa. A principios del siglo XIX, con la invasión francesa, para dar más ensanche a esta plaza, José Bonaparte manda derribar la iglesia que daba a la plaza, y en 1836, con la desamortización de Mendizábal el convento pasa a ser propiedad del Estado, siendo demolido totalmente en 1868. Unos años después se construye este edificio para albergar las subastas de las joyas empeñadas en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Convento de las Descalzas Reales Al fondo de la plaza está el convento de las Descalzas Reales, donde fue enterrada y se oficiaron las exequias de la reina Isabel. Juana de Austria, hermana menor del rey Felipe II, fue la fundadora de este convento para clarisas descalzas de Nuestra Señora de la Consolación, en 1554. El convento se construye entre los muros de una casa-palacio que fue de Alonso Gutiérrez, tesorero del rey Carlos I, que después lo cedió a la Corona. En este palacio nació la propia fundadora. Al estar en obras el Alcázar, la reina Isabel de Portugal, esposa del Carlos I, dio a luz aquí a la princesa Juana en 1535. El 15 de agosto de 1559 las monjas ocupan el convento, aún estando en construcción la iglesia, que se terminó en 1564. Juana de Austria se retira a pasar el resto de sus días en este convento, más o menos en clausura, hasta su muerte en El Escorial en 1573, siendo enterrada en él. Además de su fundadora, entre las paredes de este convento moraron su hermana, la emperatriz María y su hija Margarita, además de otras muchas mujeres relacionadas, de una manera o de otra, directamente con la Corona española, lo que justifica la estructura y decoración de parte del convento y las grandes obras de arte que atesora. En este convento de clausura, la fundadora establece que un máximo de treinta y tres monjas y siete novicias, un total de cuarenta mujeres. Hoy solo hay quince. La casa-palacio original tenía un gran huerto que se conservó para el convento, siendo las monjas autosuficientes con los productos que de él recolectaban. Hoy se sigue conservando y cultivando este huerto por las monjas. Desde 1960 es en parte visitable, siendo las visitas gestionadas y dirigidas por Patrimonio Nacional. Actualmente está catalogado como Bien de Interés Cultural y Museo Europeo. Hace un mes pude visitarlo, con el privilegio de escuchar a las monjas cantar en el coro. No pude ver la iglesia donde se celebraron las honras fúnebres de la reina Isabel, porque solo está abierta los domingos en el oficio de la misa de mediodía. Volveré. Como dibujó en el plano de Texeira, el convento de las Descalzas, marcado con XXXIX, estaba unido por medio de un pasadizo elevado con un edificio que se encontraba enfrente, marcado con LXII. Es el convento y hospital de la Misericordia, también fundado en 1559 por Juana de Austria para dar cobijo a sacerdotes y religiosos pobres. Enfrente del convento de las Descalzas, el rey Felipe V dona un edificio en 1724 para albergar en él el Monte de Piedad de Madrid, fundado en 1702 por el padre Francisco Piquer, capellán de las Descalzas. La capilla se construyó en la esquina de la calle de los Bordadores, hoy de San Martín, enfrente del convento benedictino de San Martín. El acceso a esta capilla tenía desde 1773 una hermosísima puerta barroca, labrada por Pedro de Rivera, que ha sido conservada hasta nuestros días. Panorámica de la plaza de las Descalzas En 1838 se fundó la Caja de Ahorros de Madrid, ocupando el mismo edificio que el Monte de Piedad. Ambas instituciones se fusionan en una sola en 1869. Justo un siglo después se derriba todo el edificio para construir una sede central nueva. La puerta de Rivera se desmontó y se trasladó a la fachada principal de este edificio, enfrente del convento de las Descalzas. Hoy es el acceso a un hotel que ocupa los antiguos terrenos del Hospital de la Misericordia y del Monte de Piedad de Madrid. Me siento en un banco junto a la puerta de Pedro de Rivera, a la sombra. Son las cinco de la tarde y no entra ni sale nadie del hotel. Tampoco veo a nadie por la fachada del convento de las Descalzas, completamente al sol. Madrid sestea. Mirando desde aquí el convento varias consideraciones y preguntas me surgen después de recorrer el espacio que separa el Estudio de la puerta de su iglesia. Si López de Hoyos había sido nombrado para el cargo de catedrático del Estudio de la Villa de Madrid en enero de 1568. Si a este Estudio de Madrid acudían los muchachos que ya sabían leer y escribir con una edad de entre ocho a diez años, para formarse durante seis años en los conceptos de la Gramática, saliendo con una edad de entre los quince o dieciséis años preparados para ingresar en una universidad. Si el maestro López de Hoyos afirma explícitamente en la Relación de las honras fúnebres a la reina que «en torno al túmulo hubo todas estas letras, que de más de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos…», que «estas cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad, en las cuales como en ellas parece, se usa de colores retóricos y en la última se habla con su Majestad, son con una elegía que aquí va de Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo», y que en esta «elegia de Miguel de Cervantes en verso Castellano al Cardenal en la muerte de la Reyna, tratanse en ella cosas harto curiosas con delicados conceptos». Si se conocen datos biográficos de otros autores de su época, incluso coetáneos al Miguel alcalaíno, como los de Mateo Alemán. El autor del Guzmán de Alfarache, también en dos partes (1599 y 1604), nace en Sevilla en 1547, el mismo año que el alcalaíno, y muere en México en 1614, dos años antes que el alcalaíno, se gradúa bachiller en Artes y Filosofía en junio de 1564, con diecisiete años, y termina el grado de medicina en la universidad de Alcalá de Henares en 1568, con veintiún años. Si el mismo Mateo Alemán, en su Ortografía Castellana, publicada en México en 1609, criticaba la forma de enseñar a leer antes que a escribir, perdiéndose mucho tiempo de aprendizaje, afirmando: «… pues comenzábamos niños, y salíamos casi barbados a la Gramática, pasándose lo mejor de la vida, entre coplas del marqués de Mantua y fecha la plana». ¿Cómo es posible que en la última biografía de Cervantes, publicada en abril de 2022 y titulada Cervantes, según algunos la más actualizada y completa escrita hasta ahora, escrita por Santiago Muñoz Machado, actual director de la Real Academia Española de la Lengua, se afirme que: «Aprende de niño en la escuela de López de Hoyos. Permanece solo unos cuantos meses y no ha sido concretado si como alumno o, dado que Cervantes ya pasaba de los veinte años y su edad ya desentonaría con la de los demás estudiantes, más jóvenes, tal vez como colaborador del maestro»? ¿Colaborador del maestro, cuando este mismo maestro llama a Miguel explícitamente su «amado discípulo»? ¿Por qué se trata de mantener todavía hoy que en octubre de 1568 el alcalaíno siga sentado en el Estudio de la Villa,con veintiún años y posiblemente bien barbado, cuando otro innovador de la literatura española, Mateo Alemán, acababa de licenciarse hacía unos meses como médico en Alcalá de Henares? Si como ya sabemos, después de haber estado más de cien años guardado el documento en un cajón de un archivo estatal español, en la relación de ayudas que don Juan de Austria dio a los heridos en la batalla de Lepanto, que aún estaban en el hospital de Mesina en marzo de 1572, había dos Migueles con el mismo apellido de Cervantes. ¿No es posible que el autor de estas composiciones poéticas a la muerte de la reina en 1568 sea otro Miguel distinto al alcalaíno, con una edad más idónea para estar formándose en el Estudio de López de Hoyos? ¿Quién era ese otro Miguel? Si monseñor Acquaviva estaba presente en Madrid durante las honras de la reina y fácilmente, por su condición de embajador del Papa, pudo asistir a las honras donde estaban expuestos los trabajos de los alumnos del Estudio, entre los que destacaban los de Miguel de Cervantes. Si en el prólogo de La Galatea (1585), Miguel de Cervantes indica con orgullo ser «su camarero en Roma», refiriéndose a Giulio Acquaviva, esta estrecha relación con tan importante personaje de la curia romana debió de mantenerse al menos entre mayo de 1570, fecha de nombramiento como cardenal, y su decisión de alistarse en la escuadra cristiana, que derrota a la turca en Lepanto de octubre de 1571. ¿Se pudo interesar monseñor Acquaviva en el autor de esos trabajos? ¿lo conoció personalmente? ¿le propuso viajar a Roma donde seguir formándose en su palacio de rica y completa biblioteca, convirtiéndose en uno de sus camareros? Si todo esto pudo ocurrir entre octubre y diciembre de 1568 ¿lo nombra explícitamente López de Hoyos en la Relación a la reina, publicado en 1569, porque conoce que se ha ido con el séquito de Acquaviva a Roma? ¿Se estaba despidiendo de su «amado discípulo»? Mi conclusión, después de estas consideraciones y preguntas que me he hecho, es que el Miguel que he seguido en la ficción por este corto recorrido por el Madrid más antiguo, entre las puertas del Estudio de la Villa y de la iglesia del convento de las Descalzas Reales, no es el Miguel alcalaíno. Este, en octubre de 1568, contaba ya con veintiún años, edad imposible para sentarse en los estrechos y destartalados pupitres del Estudio madrileño. El «amado discípulo» del humanista Juan López de Hoyos, que ya «usa de colores retóricos» y «delicados conceptos» en ese octubre de 1568 es, sin duda alguna, otro Miguel de Cervantes. Y me surge otra pregunta, antes de marcharme a un lugar más fresquito, ¿quién era este Miguel? Pero, como respondería Sancho Panza, “esto es harina de otro costal”. Termino este artículo el día 15 de agosto, festividad de la Asunción de Nuestra Señora, también de Nuestra Señora del Alcázar, de Begoña, de la Paloma, de Los Reyes, del Sagrario, del Prado… Felicidades a todos los lugares de España, y del mundo, que hoy están de fiesta grande entre sus calles y plazas. Luis Miguel Román Alhambra Para leer y mirar más entretenido: Relacion de la muerte y honras funebres del SS. Principe D. Carlos, hijo de la Mag. Del Catholico Rey D. Philippe segundo nuestro señor. Juan López de Hoyos. Madrid, 1568. BNE Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y sumptuosas exequias fúnebres de la Serenisima Reyna de España doña Isabel de Valois. Juan López de Hoyos. Madrid, 1569. BNE Alvar Ezquerra, Alfredo. El Madrid que se habría encontrado Cervantes en La Corte de las Letras, Imprenta Municipal, Madrid 2017. Marín Perellón, Francisco José. Madrid entre dos centurias: Cervantes en la Corte de las Letras, Imprenta Municipal, Madrid 2017. Mesonero Romanos, Ramón. El antiguo Madrid, paseos históricos-anecdóticos por las calles y casas de esta villa, Establecimiento Tipográfico de don F. de P, Mellado, Madrid, 1861. BNE Escritura de fundación del Convento de monjas franciscanas descalzas de Madrid, por Doña Juana de Austria, 9 de Agosto de 1572. Monasterio de las Descalzas Reales. BNE. Texeira, Pedro. Topographia de la Villa de Madrid, 1656. BNE.
El alcazareño Antonio Leal Jiménez, miembro de la Sociedad Cervantina, impartió la conferencia “El Quijote como filosofía del Marketing del siglo XXI” Fecha de Publicación: 09/08/2023 Antonio Leal Jiménez es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, así como Doctor en Ciencias de la Comunicación y Académico de Santa Cecilia, tuvo un recuerdo muy cariñoso para su ciudad, el Corazón de la Mancha: Alcázar de San Juan y para la Sociedad Cervantina a la que valoró su gran trabajo cultural El pasado martes 8 de agosto, en la Iglesia del monasterio de la Victoria de El Puerto de Santa María (antiguo convento erigido a principios del siglo XVI por los señores de la entonces villa, los duques de Medinaceli), tuvo lugar la conferencia “El Quijote como filosofía del Marketing del siglo XXI” a cargo del alcazareño Antonio Leal Jiménez, afincado en la ciudad portuense. En monasterio se encuentra en la actualidad restaurado y alberga diversos actos culturales y oficiales. Esta conferencia se enmarca dentro Los veranos en el Puerto de Santa María y el Ciclo cultural de Los Martes de la Academia. En la apertura del acto a cargo de Gonzalo Díaz-Arbolí, también académico, se presentó a Antonio Leal destacando su enorme compromiso con los colectivos más desfavorecidos, habiendo recibido el Premio Eolo como reconocimiento a su trabajo con personas con discapacidades físicas, sensoriales y mentales. Sus tesis doctorales han contribuido a aportar herramientas de marketing para el colectivo de familiares de esquizofrénicos y paliar el suicidio en la población joven. Hijo Predilecto y miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Finalizó su presentación dirigiéndose al alcazareño en estos términos: «Y a vuecencia me dirijo, Hidalgo Caballero, D. Antonio Leal del Corazón de la Mancha, ilustre alcazareño y admirado amigo, noble y gallardo a quien, con el acatamiento que debo a tanta grandeza, suplico reciba benévolamente esta presentación y fío que no desdeñará la cortedad de tan humilde servicio. En fe y con los rasgos típicos de la obra cervantina al buen hacer y con la inclinación al agradecimiento que su atención me merece. Y si desde mi modestia le parece vacía de ornamento y elegancia esta presentación, digo que tiene la fuerza de enajenar, pero que solo vuestra erudición compensará con la caridad precisa contar las verdades humanas. Sin raíces, sin historia profunda no somos nada. Feliz semana y que vuelvan los ruiseñores a cantar en los atardeceres de las dilatadas llanuras y claros horizontes de la Mancha» Antes de tomar la palabra Antonio Leal, sonó el 3er movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven que representa la lucha contra la adversidad, el dolor, el sufrimiento: una confianza ilimitada en las posibilidades del ser humano. Y ya metido de lleno en su conferencia, Leal Jiménez hizo mucho hincapié en el aspecto humanista y de los valores aprendidos en la obra de Cervantes y afirmó que el Quijote se paladea de forma diferente según la edad con la que uno lo lea y cuando más se disfruta es cuando ya tienes cierta madurez y vivencias. ¿Qué tiene que ver el Quijote con el Marketing del siglo XXI? ¿Puede tener algo en común don Quijote con el Marketing actual? y ¿Es posible pensar que el mundo de los sueños puede relacionarse con los sistemas empresariales? Estas tres preguntas que el mismo se hizo, resultaron el hilo conductor de la conferencia, asegurando que en las tres preguntas la respuesta es afirmativa, pasando a hilvanar de forma magistral el contenido de su exposición. Analizado el estado de la cuestión nos encontramos con que debemos apoyarnos en estas tres patas principales: la empresa (que debe ofrecer, credibilidad, reputación y responsabilidad social, así como servicio al cliente y ser capaz de generarle entusiasmo), el Marketing (calidad, nichos de mercado, innovación) y Cervantes, que no era un hombre de empresa, pero su manera de ver las cosas tenía muchísimo fundamento y es digno de ser tenido en cuenta. El marketing es una media de ciencia y arte, es el equilibrio entre técnica y creatividad. Analizó lo que ocurre cuando dos empresas rivales hacen campañas de marketing contrarias, atacando los productos del contrario, lo que los lleva a tomar decisiones erróneas como bajar los precios o reducir los costes. El resultado es estrechar el mercado y perjudicar el empleo. Mientras que, si se dedican a un marketing creativo, lo que harán será ampliar el abanico de posibilidades, generar oportunidades y abrir el mercado de trabajo. Apuntó que don Quijote es un modelo de liderazgo empresarial por el convencimiento de la misión que tiene que cumplir y el empeño que pone en conseguir este objetivo. Para triunfar, ofreció unos sabrosos consejos basados en el Quijote: poner pasión en todo lo que se hace, valorar a las personas, rodearse del mejor equipo, ser fiel a uno mismo, no tener miedo a los gigantes que son simples molinos. Impartió un consejo fundamental: “No dejen de leer, siempre que puedan, unos párrafos de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Aseveró que “el idealista no conoce límites, la persona con ideales es una persona con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, lo importante es marcarse metas y poner toda tu alma en cumplirlas”. Y cerró la conferencia exhortando a los presentes a leer, releer y practicar el Quijote, confesó que cada vez que vuelve a las páginas del Quijote le hacen renovar su fe en los hombres que se atreven a soñar y no sólo eso, sino que con su lectura se permite construir nuevas ilusiones personales porque siempre hay una aventura que nos está esperando. “No se necesita una varita mágica para cambiar las cosas, dentro de nosotros mismos yace la magia que nos impulsa a hacer grandes cosas”. A lo largo de su conferencia realizó constantes alusiones a su ciudad Alcázar de San Juan y se refirió con cariño a la Sociedad Cervantina -de la que es socio-, valorando el gran trabajo cultural que llevan a cabo de forma incansable. Manifestó su orgullo de pertenencia a la ciudad manchega e invitó a la audiencia a visitarla para conocer la esencia de la Mancha, de su gastronomía y de su tradición cervantina. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Exitosa ruta Cervantin@lcázar en la noche del sábado con excepcional asistencia de público Fecha de Publicación: 06/08/2023 Dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio organiza anualmente el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, ha tenido lugar en la noche del sábado 5 de agosto la Ruta Cervantin@lcázar con la mayor asistencia que se recuerda Un numeroso público que rompió todas las previsiones, incluido un grupo de jóvenes adolescentes, conoció las numerosas y fuertes vinculaciones de la ciudad con Miguel de Cervantes y el Quijote Alcázar de San Juan, 6 de agosto de 2023.- A las 22:00 horas del sábado, desde la estatua de Alonso Quijano con su gato, obra del escultor valdepeñero José Lillo Galiani, daba inicio la ruta guiada que coordinó la Sociedad Cervantina de Alcázar, enmarcada dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio del Ayuntamiento de Alcázar, que mostró al numerosísimo público inscrito en la actividad (provenientes de Almería, Madrid, León, Alicante, Alcázar y también de Italia), la gran vinculación que tiene la ciudad de Alcázar de San Juan con Miguel de Cervantes y su obra. Como por ejemplo que el nombre oficial de la ciudad fue “Alcázar de Cervantes” durante algunos años de la Segunda República Española en el siglo XX, siendo identificada así en toda documentación oficial correspondiente a este periodo. A continuación, los asistentes se desplazaron a la Plaza de Palacio, donde tuvieron ocasión de conocer -a través de las explicaciones de Luis Miguel Román-, la historia que encierra el Quijote Cósmico, busto que Eulalio Ferrer, santanderino exiliado en México tras la Guerra Civil y padre de la Fundación Cervantina de México, regaló a la ciudad de Alcázar de San Juan unos meses después de su nombramiento como hijo adoptivo en marzo de 1992, según cuenta en Salitre nº 8, Javier Calamardo Murat: Ferrer, que había fundado el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato en 1987, quiso agradecer el reconocimiento obsequiando al pueblo alcazareño con un busto de Don Quijote. La escultura se colocó en la plaza de Palacio y la inauguración se llevó a cabo el 9 de julio de 1993, en presencia de Eulalio Ferrer, el alcalde Anastasio López, el escultor Santiago de Santiago y varios miembros de la corporación municipal, así como de numerosos vecinos de la localidad. Precisamente en el pasado mes de julio se ha cumplido el trigésimo aniversario de su instalación. En este lugar, Luis Miguel Román mostró a los asistentes una edición del Quijote igual al adquirido el 7 de febrero de 1939 a un miliciano en su camino al campo de refugiados de Argelès-sur Mer y que le marcaría para toda la vida: “Fue una gran fortuna para mí que esta apretadísima edición de 1902, de Calleja, cayera en mis manos; libro de cabecera, como le llamo. Cuando aquel miliciano extremeño me ofreció el libro, en Port-Vendres, a cambio de la cajetilla de cigarros que llevaba, sin ser fumador, me pareció natural, sin duda ventajosos para mí. Nunca podré agradecer suficientemente la bondad de un regalo así. Nunca el más grande loco de nuestra historia estuvo mejor acompañado. Y no lo digo por mí, que no sé en qué grado lo estaré, sino por todos estos admirables locos con quienes comparto el confinamiento. En cada uno de ellos creo ver un gesto, una mirada, una ilusión de don Quijote”. (“Entre alambradas.- Eulalio Ferrer). Posteriormente y en el atrio de la Iglesia de Santa María, la más antigua parroquia de la diócesis de Ciudad Real, fundada en 1226, conocieron la existencia de la partida de bautismo de un niño llamado Miguel, hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, hecho acontecido en esta misma parroquia el 9 de noviembre de 1558 y que fue el inicio de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, que perdura hasta hoy. Los asistentes hicieron una breve parada en la calle San Juan, justo en el lugar en el que Manuel Rubio explicó a los presentes que estuvo la casa de don Juan López Caballero, que del matrimonio con Inés de Cabrera tuvo tres hijos, Catalina Vela, Pedro Barba y Juan Barba (nótese la diferencia de apellidos entre hermanos ya que entonces no era obligatorio registrarse con el primer apellido del padre y el primero de la madre, como en la actualidad). Según las crónicas de la época dos caballeros llamados Pedro Barba y su primo Gutiérrez Quesada, salieron de Castilla para cumplir una misión de armas en la corte de Felipe de Borgoña, midiéndose en duelo con los hijos bastardos del conde San Polo, y en el capítulo XLIX Primera Parte del Quijote, refiriéndose a estos dos personajes dice don Quijote: «de cuya alcurnia yo desciendo por línea recta de varón». También se explicó a los asistentes que un bisnieto de Juan López Caballero, llamado Alonso de Ayllón Gutiérrez de Quijada había perdido la razón y su mujer, Teresa de Mendoza, pide en su testamento que la justicia nombre a su yerno Pedro de Cervantes -primo hermano de Miguel de Cervantes-, tutor de su hija Clara de 8 años, para proteger su patrimonio de la demencia de su padre: «que no tiene juicio y le está defendida la administración de los bienes» tal y como Cervantes describe en el capítulo I a Alonso Quijano. En la Plaza de Cervantes antiguamente llamada de los Rosqueros y de las Rubias, frente al lugar donde se encontraba la casa natal de Cervantes, se recordó la figura del moteño Fray Alonso Cano Nieto quien fue uno de los grandes valedores de Alcázar de San Juan como cuna del Quijote por la tradición oral que le había llegado, transmitida de forma directa a través de personas que habían vivido en la época del escritor, como fueron los abogados Rodrigo Ordóñez de Villaseñor (coetáneo de Miguel de Cervantes), Francisco de Quintanar y Úbeda, que fue pasante del anterior y Juan Francisco Ropero y Tardío (abogado de los Consejos Reales) quien puso al corriente de Fray Alonso Cano de la tradición cervantina de Alcázar que se había ido transmitiendo desde la época del propio nacimiento de Miguel, como queda recogido en el Proemio a la edición de 1780 de la Real Academia Española, realizado por el militar y académico Vicente de los Ríos. La ruta finalizó en esta misma plaza dando un repaso al resto de los lugares del recorrido, como el Museo del Hidalgo donde se recrea la vivienda y el modo de vida de un hidalgo manchego del siglo XVII, o dando a conocer a los presentes los azulejos quijotescos del Parque Cervantes que son un patrimonio único en España, en os que se pueden ver gráficamente representadas todas las aventuras de la Primera y Segunda Parte del Quijote y que además están colocadas en perfecto orden cronológico. Ya en las estatuas de don Quijote y Sancho Panza de la Plaza de España, recientemente remodeladas, se comentó la inspiración del escultor leonés, Marino Amaya, en la persona de Tico Medina para la estatua de Sancho Panza, que junto con don Quijote, forman desde 1971 la imagen icónica de Alcázar de San Juan que acoge a nuestros visitantes. En la despedida, los miembros de Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan agradecieron al público la acogida masiva que ha tenido esta edición de la ruta, por la gran aceptación que ha tenido y sobre todo por la presencia de un grupo de jóvenes de ambos sexos que hace presumir que la obra de Cervantes cala también entre los lectores más jóvenes y que la lectura y el conocimiento de su obra está asegurado en las siguientes generaciones. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Ibáñez D.E.P. Fecha de Publicación: 28/07/2023 Francisco Ibáñez Talavera (Barcelona 1936-2023). Fotografía de 20Minutos El pasado día 15 de este caluroso mes de julio nos ha dejado Francisco Ibáñez, un genio del cómic español que nos llevaba haciendo reír a carcajadas más de cincuenta años. Nació en Barcelona en el año 1936 y ha muerto en la misma ciudad catalana. Son muchos los personajes que ha creado y que forman parte del recuerdo de varias generaciones de nuestra niñez, juventud y hasta de nuestros días. Mortadelo y Filemón, el Botones Sacarino, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio y todos los inquilinos del famoso edificio 13, Rue del Percebe. Genial creador, narrador y dibujante, con sus personajes y escenas hace que el lector se meta de bruces en su fábula, haciéndole reír, a veces a carcajadas. En sus viñetas, como en un espejo, nos podemos sentir identificados, sociedad y uno mismo si lo hacemos con humor. Leyéndolas, y mirándolas, por unos minutos nos olvidamos de los problemas del día a día embutiéndonos en la vida disparatada de sus personajes. El humor cura las desdichas, e Ibáñez con su descacharrante y maravilloso humor es capaz de curarlas en minutos, como si fuese el cervantino Bálsamo de Fierabrás. Algunas veces es necesario estar varios segundos delante de una sola de las viñetas para ser capaz de apreciar todos sus detalles. El tiempo de la historia se para, ahora toca observar los detalles de la ilustración. Detalles que pueden pasar desapercibidos y tras otra nueva mirada los descubres como por encantamiento. Igual que la novela de Cervantes, las historias de Ibáñez hay que leerlas, y mirarlas, despacio, a veces una y otra vez. Y como ocurre con el Quijote, la viñeta que hoy miro y me dice una cosa, hace años me decía otra distinta, pero siempre haciéndome reír. Quijotes de la familia Román-Bustamante Para celebrar la aparición en 1958 del primer Mortadelo y Filemón, la editorial Círculo de Lectores publicó en 2008 un especial Mortadelo y Filemón 50aniversario con el título Mortadelo de la Mancha. Como socios de la editorial, el pedido de ese mes fue este ejemplar lujosamente encuadernado. Entre los casi cien ejemplares de ediciones del Quijote que disponemos en casa, uno de ellos es este Mortadelo de la Mancha, que hoy he vuelto a hojear. Primero con tristeza, pero al pasar unos minutos Ibáñez ha vuelto a hacerme reír, como siempre. ¡Solo tenía que fijarme en la cara de este Caballero de la Triste Figura y de su flaco Rocinante, al salir de ese singular molino! Como agentes secretos de la T.I.A. son elegidos para probar el nuevo invento del profesor Bacterio: el Transmutador trifásico de erudición retoricointelectiva. Según Bacterio, con este aparatejo en pocos segundos se asimilan todos los conocimientos de cualquier libro, «como quien digiere una ración de garbanzos». El objetivo del superintendente Vicente era que tuvieran los conocimientos y habilidades de un gran agente secreto. Arrastrados a la fuerza hasta la maquineja sufren la descarga de un libro de James Bond, pero la eficiente Ofelia había puesto las pastas del libro del Agente 007 a un Quijote, al que se le había caído el rímel encima… Por lo que ahora son los agentes Mortadelo de la Mancha y Filemoncho Panza. … Mortadelo de la Mancha ve unos molinos que a él le parecen gigantes… … a Mortadelo de la Mancha no se le reconocería en el mundo por generaciones y generaciones si no es por su famoso Yelmo de Mambrino… … y más tarde, el mismo Ibáñez nos mete en la aventura de los leones, dando Mortadelo de la Mancha libertad a un león que transportaba un camión del Zoo… … y cómo no, también da libertad a unos presos condenados por algunas “cosillas”… Decía Ibáñez que él nunca había leído completo el Quijote, que lo hacía por partes, por aventuras, y nos dejó esto. ¡Solo un genio del humor puede interpretar así a otro genio del humor! Un consejo manchego para el resto de verano. Después de este tiempo electoral en España, en el que el profesor Bacterio con su Transmutador ha inducido a los políticos el extraño tratado de ciencias políticas Un escaño al año no hace daño, con algún cortocircuito que otro, apaga el móvil, acércate a un kiosco o librería y compra un Mortadelo y Filemón, busca el lugar que más te guste para sentarte o tumbarte, prepárate un salutífero bálsamo fresquito y deja que Ibáñez haga que te rías de ti y de tu sociedad, que mucha falta nos hace. No ocultes tus carcajadas, que quien te vea dirá “ese que ríe está leyendo un Mortadelo y Filemón”. ¡Quizás el humor sea el antídoto bacteriano ante tanta desventura, agravios, entuertos y desaguisados! ¡Que en paz descanses, Maestro Ibáñez! Con tu marcha aquí nos hemos quedado hechos fosfatina, aunque ahora allí estarán despachurrados de la risa. P.D. Volvía de pasar unos días de vacaciones con unos amigos en un camping de Benidorm. Era junio de 1980. En la estación de ferrocarril de Alicante esperábamos la salida del exprés nocturno que nos traería a Alcázar de San Juan de madrugada. No había comido nada desde mediodía y solo me quedaban 100 pesetas en el bolsillo, 60 céntimos de euro actual, lo justo para comprar un bocadillo y una cerveza en la ajetreada cantina de la estación. Antes había visto que en el kiosco de la prensa había un Mortadelo y Filemón ¡especial de verano!, con muchas historias de todos los personajes de Ibáñez, y costaba 100 pesetas. No tuve dudas. Ya desayunaré mejor en casa en cuanto llegue al día siguiente, me dije para conformar a mis tripas, y me compré mi Mortadelo. Llegué muerto de hambre pero harto de reír. Luis Miguel Román Alhambra
«Prisioneros de la Armada Invencible liberados del olvido» Fecha de Publicación: 09/07/2023 Pedro Luis Chinchilla puso nombres, apellidos y rasgos físicos exteriores (cara) a muchas de las personas naturales de numerosos pueblos de nuestro entorno que fueron hechos prisioneros en la llamada Jornada de Inglaterra Su labor de investigación durante más de tres años ha permitido rescatar del olvido a la gran mayoría de prisioneros de los que no había censo alguno y que ascendieron a un diez por ciento de las fuerzas embarcadas Alcázar de San Juan, 09-07-2023.- Con una gran asistencia de público para tratarse de un viernes y del mes de julio, Pedro Luis Chinchilla Muñoz hiló una conferencia magnífica que tuvo al público absorto hasta el final de la misma. La concejal de cultura, Cristina Perea, dio la bienvenida al conferenciante y se felicitó porque el tejido cultural alcazareño sea capaz de organizar actos de este nivel, que nos ayudan a todos a conocer nuestra historia en profundidad y en particular estos aspectos que a veces se les ha considerado formando parte de una leyenda negra definida así por otros países y que de su estudio podemos concluir que fueron hechos realmente heroicos. Luis Miguel Román, vicepresidente de la SCA, habló de la biografía de Chinchilla, de su ocupación profesional en el mundo del marketing y de como por pura afición ha dedicado un precioso tiempo de su vida a estudiar este capítulo de la historia española, sobre todo tras viajar a Irlanda y ver que allí sienten una verdadera pasión por los soldados españoles de la Armada a los que ayudaron en todo cuanto les fue posible. Esta conferencia se enmarca dentro del ciclo Universo Quijote, ciclo de conferencias mediante las que la Sociedad Cervantina quiere abrirse al público en general para dar a conocer sus actividades y para animar a todas las personas interesadas a que se acerquen a esta asociación y participen de ella como miembros activos. En esta ocasión se ha querido dar publicidad de la obra de Chinchilla para colaborar con él en su misión de rescate del gran olvido en que están sumidos estos soldados españoles. Pedro Luis Chinchilla comentó que antes de iniciar su trabajo se leyó todo cuanto existía sobre los prisioneros de la Armada Invencible, que en realidad era muy poco, y se preguntó a sí mismo, por qué no se conocía ni siquiera el número de prisioneros, ni había un censo aproximado de ellos, ni se sabía prácticamente nada de sus peripecias en Inglaterra durante su cautiverio. Se puso a trabajar y después de más de tres años ha logrado rescatar del olvido y poner cara (nombres y apellidos) así como su procedencia y oficio, a la gran mayoría de prisioneros, documentando sus trayectorias, estancias en Inglaterra, tiempo de cautiverio y fechas de liberación. Explicó también el modo impactante en que cada monarca trató a sus soldados, mientras que el rey de España Felipe II, negoció el rescate de cada prisionero desde el primer momento y hasta 11 años después (cuando fue liberado el último, un boticario), y mientras los barcos maltrechos fueron regresando a las costas españolas, desplegó un gran dispositivo de acogida a los heridos y supervivientes, facilitándoles cuanto les era necesario, ropas, alimentos y sus pagas (como las indemnizaciones a las viudas de los que habían perdido la vida); la reina Isabel de Inglaterra, licenció a los pocos días a sus soldados porque ya no le eran necesarios y pudieron encontrarse vagando por las calles de Londres mientras vivían de la caridad o directamente morían de hambre. Cuantificó las cantidades a fecha actual del coste de los rescates, ascendiendo a unos 8.700 euros los de los soldados de menos graduación (Inglaterra cobraba en ese rescate tanto la propia manutención del tiempo que habían estado prisioneros, como un precio por su libertad), y significando unas cantidades verdaderamente altas, de unos 500.000 euros por las personas de más calidad, tanto militares de mando en la Armada como aventureros de familias nobles que se incorporaron a la Jornada. Resultó emocionante conocer con nombres y apellidos a los prisioneros nacidos en poblaciones cercanas como Camuñas, Manzanares, La Solana, Villanueva de los Infantes o Lillo. Al finalizar la exposición, el acto se prolongó con un interesante intercambio de preguntas de los asistentes a las que Pedro Luis Chinchilla ofreció unas excelentes aclaraciones. En la mañana del sábado Chinchilla tomó parte de uno de los Almuerzos de don Quijote, otra actividad cultural en la que los invitados hablan de sus experiencias, proyectos e inquietudes mientras saborean típicos platos manchegos. A lo largo del almuerzo, Pedro Luis Chinchilla comentó que le resulta perfectamente posible que el Miguel de Cervantes bautizado en Alcázar de San Juan pudiese haber participado en la batalla naval de Lepanto (con 13 años), porque él tenía documentados numerosos casos de niños de hasta 9 años, alistados en la Armada, que servían como pajes de rodela de los nobles y caballeros o como grumetes en los navíos. De igual forma se hizo un repaso de todas las personalidades, especialmente los escritores, que de un modo u otro tuvieron que ver con la preparación a participación en la Armada de 1588, entre los que se encuentran en propio Miguel de Cervantes o Lope de Vega. La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan se congratula de poder recibir en Alcázar de San Juan, estudiosos como Pedro Luis Chinchilla Muñoz que en todo momento se puso a disposición de los cervantinos alcazareños y dio todo tipo de facilidades para estar en nuestra ciudad. Por su buena disposición y por haber querido compartir sus conocimientos con el público alcazareño, le agradecemos su participación y esperamos que se lleve un buen recuerdo de esta acogedora ciudad, de sus personas y de su patrimonio cultural. . CONFERENCIA COMPLETA EN YOUTUBE Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Pedro Luis Chinchilla fundador de la web armadainvencible.org en los Almuerzos de don Quijote Fecha de Publicación: 02/07/2023 Uno de los mayores expertos en la Armada de 1588 visitará Alcázar de San Juan para conocer nuestra ciudad y para impartir una conferencia titulada “Prisioneros de la Armada Invencible. Los hombres capturados de tierras cervantinas”, dentro del ciclo de conferencias Universo Quijote También participará en los Almuerzos de don Quijote que regularmente organiza esta Sociedad Cervantina Alcázar de San Juan 3 de julio de 2023.- El próximo invitado de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan será Pedro Luis Chinchilla Muñoz (Yecla, 1968), es investigador independiente sobre la Armada de 1588 y creador de la web armadainvencible.org, la plataforma para su estudio y divulgación. Conferenciante y colaborador en distintos medios escritos y radiofónicos dando a conocer la historia de la “Armada Invencible”, su labor en la promoción de actos conmemorativos en recuerdo de esta historia épica (organizados tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte) ha tenido un notable eco, propiciando una recuperación fidedigna de estos hechos históricos y el resurgir de la vinculación de la Armada con pequeñas comunidades rurales irlandesas a fin de promover un desarrollo socio-cultural y turístico sustentado en esta conexión. Es autor del libro Los prisioneros de la Armada Invencible, publicado en febrero de 2023, cuya investigación ha sido presentada en Yecla, Avilés, Madrid, el TIDE Armada Conference de Sligo (Irlanda), el Instituto Cervantes de Dublín y, ahora, gracias a su Sociedad Cervantina, en Alcázar de San Juan. El viernes 7 de julio a las 20:00 horas en la Casa del Hidalgo, Pedro Luis Chinchilla impartirá una conferencia titulada Prisioneros de la Armada Invencible. Los hombres capturados de tierras cervantinas. Esta conferencia será gratuita y abierta al público, está incluida dentro de la programación UNIVERSO QUIJOTE, que viene organizando la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan para abrir la asociación al público en general y para que los alcazareños que lo deseen puedan acercarse al conocimiento de Miguel de Cervantes, su obra y la interesante época en que le tocó vivir. El sábado 8 de julio y ya restringido a los miembros de la Sociedad Cervantina, Pedro Luis Chinchilla asistirá a la actividad cultural los “Almuerzos de don Quijote” que regularmente organiza esta asociación y en la que los invitados hablan de su experiencia cervantina, así como de sus proyectos presentes y futuros alrededor de unos típicos platos manchegos. Previamente al almuerzo el invitado visitará los lugares turísticos de Alcázar de San Juan y conocerá la vinculación de nuestra ciudad con Miguel de Cervantes. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
La famosa ínsula Barataria Fecha de Publicación: 01/07/2023 Sancho Panza entrando como gobernador en la Ínsula Barataria. Jaime Pahissa, 1904 Si hoy preguntamos ¿qué es una ínsula?, la mayoría respondería que una isla, o, recordando las primeras lecciones de Geografía: «Una porción de tierra rodeada de agua por todas partes». ¿Y si lo hacemos a los primeros lectores del Quijote,a principios del siglo XVII? Muchos responderían que «trozos de tierra cercadas de aguas, como una isla». ¿Y si se lo preguntamos a Sancho Panza? Posiblemente no sabría muy bien qué contestar después de la burla de los Duques, solo que estuvo en «una ínsula llamada la Barataria» y que «diez días la goberné a pedir de boca». El primer diccionario de la RAE, el conocido de Autoridades (1734), dice de ínsula: «es lo mismo que isla, que es como oy se dice. Usabase mucho en lo antiguo, especialmente en los libros de Caballerías. Se llama en estilo jocoso qualquier Lugar pequeño ù gobierno de poca entidad. Dicese à semejanza de la que fingió Cervantes en su Don Quixote haberse dado á Sancho Panza su Escudero». Y de isla: «Una parte de tierra rodeada enteramente de agua, en algún rio ò en el mar, donde son mas freqüentes. Analogicamente significa un conjunto de casas, cercado por todas partes de calles» La RAE, actualmente en su diccionario, define ínsula como: Del latín 1. Lugar pequeño o gobierno de poca entidad, a semejanza del encomendado a Sancho en el Quijote. 2. Isla (porción de tierra rodeada de agua). Pero ¿qué espacio geográfico era realmente la famosa Ínsula Barataria? Aunque con ese nombre aparece en la segunda parte del Quijote (1615), es al comienzo de la primera parte (1605) cuando Cervantes utiliza por primera vez la palabra ínsula. Es cuando don Quijote convence «a un labrador vecino suyo, hombre de bien —si es que este título se puede dar al que es pobre—, pero de muy poca sal en la mollera» para que le sirviese de escudero, y le persuade especialmente con una promesa: el hacerle gobernador de una ínsula que ganase en alguna de las aventuras, de las muchas que tendría. A Sancho esta promesa no se le olvidará nunca, «y rogaba a Dios en su corazón fuese servido de darle vitoria y que en ella ganase alguna ínsula de donde le hiciese gobernador, como se lo había prometido» (Q1, 10). Él sabe el valor que tiene, aunque prediciendo el valor de la fórmula del bálsamo de Fierabrás tendría llegó a proponer a don Quijote su renuncia como gobernador de la ínsula a cambio de la «receta de ese estremado licor» (Q1, 10). Cervantes utiliza la palabra ínsula en treinta y una ocasiones en la primera parte y en más de cien en la segunda. Para don Quijote, lo que ha prometido a su escudero es la gobernación de una isla. Y si no es posible una isla le recompensará con un reino en tierra firme. Esto le decía don Quijote después de la aventura con el vizcaíno: «cuando faltare ínsula, ahí está el reino de Dinamarca, o el de Sobradisa, que te vendrán como anillo al dedo, y más que, por ser en tierra firme, te debes más alegrar» (Q1, 10). Y tampoco se le olvida este posible cambio de una isla por un reino en tierra firme a Sancho Panza cuando le dice a don Quijote, después de haberle golpeado con el lanzón en las espaldas por sus burlas en la aventura del batán en Sierra Morena: «que suelen los principales señores, tras una mala palabra que dicen a un criado, darle luego unas calzas; aunque no sé lo que le suelen dar tras haberle dado de palos, si ya no es que los caballeros andantes dan tras palos ínsulas, o reinos en tierra firme» (Q1, 20) Autores aseguran que Sancho Panza no sabía lo que era una ínsula, aunque él mismo la define casi mejor que cualquier geógrafo de su tiempo. Llorando, junto a la carreta convertida en jaula, camino a casa desde la venta de Sierra Morena le decía a don Quijote: «… ¡Oh liberal sobre todos los Alejandros, pues por solos ocho meses de servicio me tenías dada la mejor ínsula que el mar ciñe y rodea!» (Q1, 52) En la segunda parte, Sancho sigue esperando nuevas aventuras con la esperanza de su ansiada ínsula. Pero antes, por si acaso la ínsula no llega, quiere pactar un salario de escudero con don Quijote, contando incluso desde cuando le prometió por primera vez la ínsula, como diríamos hoy con efectos retroactivos, «porque en lo de la promesa de la ínsula se ha de contar desde el día que vuesa merced me la prometió hasta la presente hora en que estamos». (Q2, 28) Los Duques aprovechan la promesa que don Quijote le había dado de regalarle una ínsula para tramar otra burla, esta vez solo a Sancho Panza. El Duque le concede la gobernación de una villa, y aquí el lío, «que es una ínsula hecha y derecha, redonda y bien proporcionada y sobremanera fértil y abundosa, donde, si vos os sabéis dar maña, podéis con las riquezas de la tierra granjear las del Cielo. (Q2, 42). El Duque, en medio de Aragón, no tiene isla qué darle y lo encamina «con mucho acompañamiento al lugar que para él [Sancho] había de ser ínsula.» (Q2, 44) El lugar donde los Duques tramaron hacerle la burla era grande, «un lugar de hasta mil vecinos» unas cuatro mil personas: «Digo, pues, que con todo su acompañamiento llegó Sancho a un lugar de hasta mil vecinos, que era de los mejores que el Duque tenía. Diéronle a entender que se llamaba la ínsula Barataria, o ya porque el lugar se llamaba Baratario, o ya por el barato con que se le había dado el gobierno.» (Q2, 45). Enrique Suárez Figaredo, en sus notas a la segunda parte dice de ínsula Barataria: «isla de ganga, podría leerse. Se llamaba barato al engaño o fraude, y también a la propina que los jugadores daban a los que servían el juego, mirones e informadores». No cabe duda que el nombre dado por Cervantes a la ínsula induciría a las risas entre sus primeros lectores. Durante el gobierno de Sancho, un paje de los Duques lleva unas cartas y presentes a la mujer de Sancho. Habiendo leído las cartas el cura y Sansón Carrasco, «admirados de lo que habían leído», se fueron con la mujer de Sancho a la cuadra de su casa donde el paje estaba dando de comer a su caballo. El bachiller le pregunta por don Quijote y Sancho, «puesto que habían leído las cartas de Sancho y de la señora Duquesa, todavía estaban confusos y no acababan de atinar qué sería aquello del gobierno de Sancho, y más de una ínsula, siendo todas o las más que hay en el mar Mediterráneo de Su Majestad. A lo que el paje respondió: —De que el señor Sancho Panza sea gobernador no hay que dudar en ello; de que sea ínsula o no la que gobierna, en eso no me entremeto, pero basta que sea un lugar de más de mil vecinos…» (Q2, 50) Para el bachiller y el cura una ínsula era una isla, y para el paje también, pero para seguir la burla de los Duques este sale hábilmente airoso con su comentario. Acertamos a ver como a Sancho le da igual haber llegado a una isla como a una villa con tal de ser su gobernador: «Y aquella tarde la pasó Sancho en hacer algunas ordenanzas tocantes al buen gobierno de la que él imaginaba ser ínsula (Q2, 51). Lo reafirma el narrador cuando al dejar Sancho la gobernación cuenta que: «Sucedió, pues, que no habiéndose alongado mucho de la ínsula del su gobierno —que él nunca se puso a averiguar si era ínsula, ciudad, villa o lugar la que gobernaba—vio que por el camino por donde él iba venían seis peregrinos con sus bordones» (Q2, 54) Uno de estos peregrinos era Ricote, un vecino morisco de Sancho, que mantiene esta conversación con él: —Y ¿qué oficio es el que has dejado, Sancho? —preguntó Ricote. —He dejado de ser gobernador de una ínsula —respondió Sancho—, y tal, que a buena fee que no hallen otra como ella a tres tirones. —Y ¿dónde está esa ínsula? —preguntó Ricote. —¿Adónde? —respondió Sancho—. Dos leguas de aquí, y se llama la ínsula Barataria. —Calla, Sancho —dijo Ricote—, que las ínsulas están allá dentro de la mar, que no hay ínsulas en la tierra firme. —¿Cómo no? —replicó Sancho—. Dígote, Ricote amigo, que esta mañana me partí della, y ayer estuve en ella gobernando a mi placer, como un sagitario; pero, con todo eso, la he dejado, por parecerme oficio peligroso el de los gobernadores. Para Cervantes y sus lectores, para don Quijote, el cura y el bachiller, para los Duques y su paje, para el morisco Ricote una ínsula era una isla, grande o pequeña. Solo en la ignorancia o codicia de Sancho pudo encajar el engaño de los Duques llevándolo a una villa en lugar de a una isla. La famosa Ínsula Barataria ha trascendido en el tiempo como el lugar donde Sancho Panza gobernó eficazmente, como nadie lo habría hecho, durante el poco tiempo que duró la burla de los Duques. Hay una afección de ínsula en el diccionario de la RAE actual, heredera del Diccionario de Autoridades, que propongo pueda cambiarse porque no es precisa en parte de su definición: «Lugar pequeño o gobierno de poca entidad, a semejanza del encomendado a Sancho en el Quijote». La famosa Ínsula Barataria, el lugar que gobernó Sancho Panza, no fue un «Lugar pequeño o gobierno de poca entidad» ya que este tenía «más de mil vecinos», unas cuatro mil personas, un lugar importante en el reino de Aragón a principios del siglo XVII, y en el resto de España, ¡y Sancho Panza la gobernó! Luis Miguel Román Alhambra Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote
Tras los pasos de Rocinante en Alcázar de San Juan Fecha de Publicación: 29/06/2023 El pasado día 22 de junio presenté en Alcázar de San Juan Tras los pasos de Rocinante. El acto tuvo lugar en el patio del Museo Casa del Hidalgo, un edificio civil del siglo XVI transformado en centro de interpretación de la vida de un hidalgo manchego en su casa. Hidalgo manchego es don Quijote, por lo que el escenario escogido para la presentación era el más idóneo posible. Me presentaron ante el público asistente Cristina Perea, en su primer día en el cargo de concejala de Cultura del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, y Juan Bautista Mata, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, a la que pertenezco. Decía Cervantes que: «Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento. Este pecado en cuanto me ha sido posible, he procurado yo huir desde el instante que tuve uso de razón; y si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras, pongo en su lugar los deseos de hacerlas». Siguiendo este principio cervantino, y de educación, comencé la presentación dando las gracias al Ayuntamiento de Alcázar de San Juan por cederme este magnífico lugar para presentar la guía de caminos, a mis presentadores y a todos los presentes, en este primer día de verano manchego. Quise tener un recuerdo especial para mi amigo Santiago Ramos, que nos dejó en medio de la pandemia Covid19 un frío día de enero de 2021. Él me prologó Mi vecino Alonso (2010) y me acompañó en varias presentaciones. Casualmente un mismo día 22 de junio, pero del año 2012, estábamos en El Toboso. «¡Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores!», le aconsejaba don Quijote a Sancho antes de que partiese para ser gobernador de la ínsula Barataria. ¡Cómo no iba a acordarme de mis padres, de mis abuelos… de mi familia de labradores, pastores y ferroviarios! Llevé una fotografía de mi madre sentada en una trilla junto a su tío Miguel y mis tres hermanos mayores, una tarde de verano manchego. Mi madre me decía que yo también estaba allí, unos meses después vine al mundo. No recuerdo el nombre del perro al que abrazo, pero en casi todas las casas de la Mancha había uno, como en la de don Quijote. Comentaba también que la guía «está dedicada a Maite, mi mujer, porque sin su apoyo, consejos, dedicación y acompañamiento en los trabajos de campo, durante estos años, no la habría terminado. A mis hijos Jorge, Jaime y Guillermo, que nunca me han reclamado el tiempo que he dedicado al Quijote, y a sus parejas Verónica, Elena y Edwin. Y a Leire, Carlos, Hernán, Pablo y Balam, mis cinco nietos, que algún día me acompañarán por los caminos de esta guía, tras los pasos de Rocinante», que pronto ya serán seis porque una niña viene en camino. La guía guarda más fechas mágicas, porque precisamente el día que ponía punto y final a ella, el 31 de agosto de 2022, mi nieto Pablo cumplía cuatro años. Y también la fecha de este día de presentación, 22 de junio, porque mi nieta Leire cumplía diez años. A la misma hora en la que empezaba la presentación, las 20:00 horas, mi hijo Jorge me enviaba hace diez años su primera imagen que yo recibía trabajando en el desierto de Atacama (Chile), con seis horas de desfase en el primer día de invierno austral. Fueron varias preguntas las que hice a los asistentes. «¿Quién no reconoce a los dos personajes que están en la plaza subidos sobre un caballo y un borrico, o en cualquiera de estas imágenes?» Aunque no se haya leído el Quijote estas figuras son universalmente conocidas como don Quijote y Sancho Panza. E incluso, al ver unos molinos de viento los vinculamos a una de sus aventuras y a la Mancha. «¿Qué tipo de lector eres?», fue la segunda interrogación, porque de una manera o de otra, todos nos podemos encasillar en alguno de estos tipos de lectores, o no lectores, del Quijote que detallé: -Lector que lo lee por el mero hecho de satisfacer su gusto por la lectura. Le encanta leer cualquier tipo de novela o género. -Lector normal que es incapaz de terminarlo por aburrido o porque no entiende su castellano del siglo XVII. -Lector obsesivo de novelas capaces de devorar 800 páginas en dos días. -Lector, estudiante, que tiene la obligación de leer el texto o parte del texto en alguna de sus asignaturas. -Lector interesado por la trascendencia humana y social de su cuento. Para él todo es ficción. -Lector interesado por advertir su profesión en el texto. Ver en Cervantes un especialista o con conocimientos de su misma profesión. -Lector que además de estar interesado en el cuento advierte que la ficción está enmarcada en una geografía y tiempo real. -Pseudolector, que no has leído el Quijote pero que reconoces las aventuras de don Quijote solo por haberlas escuchado o visto en cualquier medio una y otra vez. Yo, confesaba,«me encasillo en varios tipos. Soy de los que lo leyeron, en parte, de estudiante y que cuando quise volverlo a leer entero fui incapaz de hacerlo, me parecía aburrido o no llegaba a entenderlo. No veía las risas que decían muchos les daba la lectura del Quijote, y lo dejaba una y otra vez. Por falso orgullo manchego logré terminarlo, aunque casi no recordaba bien ni lo que había leído unos capítulos antes, menos aún un refrán de Sancho o una sentencia de don Quijote. Esto ocurría con unos veinte años» Después comenté cómo me inicié en la lectura del Quijote: «… hasta que llegó el 2004 y por todos lados se preparaban actos para celebrar los cuatro siglos de la publicación de la primera parte del Quijote. La Asociación de Amas de Casa de Alcázar de San Juan pensó hacer una lectura del Quijote, y mi mujer propuso que se hiciese en una pequeña bodega de nuestra propiedad. Lo hacían los miércoles entre diez a catorce mujeres de toda condición y edad. Iban llegando a la bodega después de haber recogido los cacharros de la comida de la familia. Se sentaban en la mesa, yo les ponía un café, y de una en una se pasaban un Quijote, una vieja edición mexicana, y leían una parte del capítulo… pero las paradas eran frecuentes, las risas interminables, las caras de circunstancia según se desarrollaba la escena no se pueden describir… y se preguntaban qué quería decir esa palabra que no entendían, el refrán o sentencia que había dicho Sancho, la actitud de los personajes en cada aventura… la libertad de la mujer vista en Marcela, en Dorotea su autonomía como mujer gestora de los negocios de la familia… y yo perplejo, ante el mejor análisis del texto cervantino que jamás había leído, escuchado ni visto hacer por nadie, y se han escrito ya centenares de miles de artículos, libros, ponencias, reflexiones, etc. Entonces, llegué a la conclusión de que yo no había leído el Quijote, y me propuse hacerlo, pero como ellas, disfrutando del texto como ellas» «Y así, entre ratos a diario, en fines de semana, subrayando un Quijote editado por Martín de Riquer y pasando las notas a unas carpetas del ordenador llegué a terminar su lectura en cuatro años, en 2008. En ese momento, ordenadas todas las carpetas con títulos como Sentencias y refranes, Gastronomía, Flora y fauna, Mujer y sociedad… al revisar la carpeta que titulé Lugares y geografía tuve el presentimiento que con los detalles que Cervantes da de la comarca cercana de don Quijote se podía, incluso, acercarse a descubrir o dar nombre a ese lugar enigmático que él mismo nos escondió» De ese trabajo, de lectura tranquila, meditada, salió de la imprenta Mi vecino Alonso (2010). En este libro doy nombre, por primera vez en los anales cervantinos, a la venta donde es armado caballero don Quijote, la Venta de Manjavacas. Y pongo nombre al lugar de don Quijote, que no es otro que en el que estamos, Alcázar de San Juan, con análisis distintos a los que en su día hizo Ángel Ligero. Intuía que los caminos y parajes por donde Cervantes pone a estos personajes de ficción son reales. Conocía, y conozco bien, los caminos de esa parte de la Mancha, con 12 o 13 años ya había ido en la bicicleta de mi padre por caminos a Campo de Criptana y El Toboso, y poco después a las Laguna de Ruidera, esa vez con una bicicleta mejor que me prestaron. El territorio que Cervantes pinta me parecía real. Y me intrigaba sobremanera los diez y seis kilómetros que recorren don Quijote y Sancho Panza en Sierra Morena, desde la venta del manteo hasta el lugar de la penitencia en medio de la sierra, donde Cervantes enmarca varias, de las más conocidas, aventuras como la batallaba contra los rebaños de ovejas, el encuentro con la comitiva de encamisados, el miedo a los ruidos de un batán, la bacía del barbero, la liberación de los galeotes… Si las aventuras en Sierra Morena están enmarcadas en parajes reales, mi hipótesis de que la geografía del Quijote era real, podría confirmarse. El terreno de Sierra Morena me era muy conocido. «Trabajé entre los años 1990 y 1992 en la construcción y puesta en servicio del AVE Madrid-Sevilla, justamente entre el edificio técnico de Venta de la Inés y la estación de Córdoba», por lo que conocía bien los caminos y parajes de lo más intrincado de Sierra Morena. Tenía la misma sensación de haber estado por donde Cervantes ya había pasado y quizás también sus personajes en la ficción. No me daba ningún recelo o respeto entrar en ella. «Así, en 2012 publico la Tesela La venta cervantina de Sierra Morena, editada por el Patronato Municipal de Cultura, donde, después de recorrer el camino real de Toledo a Sevilla entre Almodóvar del Campo y Conquista, pongo nombre a la venta donde Sancho es manteado y desde la que se adentran caballero y escudero en Sierra Morena. Es la Venta de la Inés, en tiempo de Cervantes Venta del Alcalde, muy lejos de las ventas marcadas por autores anteriores, como por ejemplo la Venta de Cárdenas, en Despeñaperros… Allí conozco al último propietario de la venta Felipe Ferreiro, que ya sabía él desde niño lo que mis cálculos me habían costado tanto tiempo de resolver, que además de ser explícitamente nombrada en la novela Rinconete y Cortadillo estábamos en la venta del manteo» «Paso casi tres años trabajando entre mapas históricos y especialmente con los primeros mapas matemáticos que se habían hecho en España, a finales del siglo XIX, que recogían minuciosamente el trazado de los caminos tal y como los conoció Cervantes tres siglos antes. Con el texto voy marcando sobre papel las aventuras en medio de Sierra Morena. Hay un hito que me atrae desde el inicio, comprobar si el Batán del Navarrillo, que estaba marcado en el primer mapa del IGN en 1880 seguía cerca del Camino de Toledo a Sevilla, y que según mis cálculos era el fantasmagórico artilugio que tanto miedo dio a dQ y SP. Recorro, también con Maite, el camino real de Toledo a Sevilla por medio de Sierra Morena, con el Quijote en la mano y la mochila llena de mapas y planos antiguos, con la intención de situarme en los escenarios de las aventuras que tenía marcadas. Primero el valle donde tiene lugar la batalla contra los rebaños de ovejas… y con el apoyo de José María, el encargado de la Finca de La Garganta, sin él no es posible acceder a ella, con meridiana precisión el texto de la novela y los parajes reales que voy pisando coinciden. De este fascinante trabajo de campo publico en 2017 Las aventuras de don Quijote en Sierra Morena» Durante mis lecturas de textos de otros autores, especialmente de quienes han pasado por Alcázar de San Juan y de una manera o de otra han creído ver aquí el espíritu cervantino, más bien quijotesco, preparé en 2020 otra Tesela, recopilando sus experiencias en esta ciudad. La titulé Alcázar de San Juan en las crónicas de viaje. De Hans Christian Andersen a Julio Llamazares. Y aquí comenzó realmente la presentación de la guía Tras los pasos de Rocinante. Caminos, parajes y lugares del Quijote. Una Guía de caminos para el lector del siglo XXI. «Después de publicar Las aventuras de don Quijote por Sierra Morena es cuando me surge la idea de hacer una guía con las rutas de los caminos en los que Cervantes pone a andar a sus personajes y los parajes donde transcurren las aventuras. Más y más mapas, y pintado en rojo los caminos por donde en la ficción lleva Cervantes a don Quijote y Sancho. Hay un momento en el que ya con los recursos obtenidos preveo una publicación de unas 800 páginas, inasumible para mi bolsillo, como auto-editor, como para el del posible lector. Por lo que tomo la decisión de dividir esta guía en tres volúmenes, uno por cada una de las salidas de don Quijote de su casa, y siempre en territorio de la Mancha natural» Tras los pasos de Rocinante, ¿por qué este título? Una pregunta que muchos se han hecho y me han hecho ya, y mi respuesta es que Rocinante marca el tempo de la novela y también marcará el paso del lector viajero. «El compositor de música, mientras compone una obra, tiene en su cabeza la velocidad a la que se ha de interpretar, y la deja anotada en la parte superior de la partitura. A veces, su estado anímico durante la composición ha quedado reflejado en la obra a través de esta velocidad, el tempo. El Quijote está escrito en tempo lento (40-60 ppm), a la mitad de velocidad que el tempo andante, al paso (76-108 ppm). Fue luego a ver su rocín, y aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro, ni Babieca el del Cid con él se igualaban (Q1, 1). Ir tras los pasos de Rocinante es ir caminando lento, ensimismado, pensativo, releyendo una y otra vez el Quijote. A tempo lento. Si el puzle de las aventuras de don Quijote encaja en el espacio-tiempo real, es considerando que Rocinante por su edad y sus taras caminaba a la mitad que un caballo normal. Ya lo indicaba el ventero cuando lo compara con la mitad de un caballo y en el combate con el Caballero de la Blanca Luna en Barcelona, Cervantes hace que recorra la mitad que el caballo contrincante. En una hora de camino un caballo o una persona a pie recorría y recorre en estos caminos fáciles unos seis km, una legua de camino. Rocinante media legua, tres km» En la imagen de la pezuña de Rocinante, que se puede ver en las estatuas situadas en la Plaza de España de Alcázar de San Juan, se puede apreciar la enfermedad de los “cuartos”, que invalidaba a un caballo casi por completo. El autor de estas esculturas, Marino Amaya, no la hizo así, ha sido el paso del tiempo, los traslados y la fatiga del material la que ha provocado esta imagen, pero bien vale para comprender que Cervantes elige un caballo con la misma triste figura que la de su amo, un binomio inmortal. También un genial recurso narrativo para crear aventuras por alcance, difíciles de ingeniar si Rocinante fuese un caballo de condición normal. Nunca el Caballero del Verde Gabán habría alcanzado al paso de su yegua a un caballo normal, por ejemplo Pasé después a comentar la portada y las citas que añado al inicio. La imagen de la portada… «Guillermo, mi hijo, ha creado esta ilustración original que sintetiza perfectamente el objetivo de la guía de caminos. Vemos un paisaje nítidamente manchego, con los colores y ondulaciones propios del terreno, y dos personas que van caminando por un camino suave. La chica lleva un libro en la mano. Colgadas de sus mochilas unas pequeñas bacías de barbero doradas. Hasta aquí una imagen relativamente real, pero en pequeñito, más adelante por el mismo camino que llevan, se aprecia un caballero sobre su caballo con una lanza en ristre, que si nadie le para llegará hasta los molinos de viento, a saber con qué intención. Esta es la figura de ficción, don Quijote sobre Rocinante, y sus pasos son los que siguen estos viajeros. Al agua, difuminado, aparece la portada del primer Quijote de 1605, como guiño a la fidelidad al texto cervantino» «Recordando a tantos y tantos viajeros que han llegado desde cualquier punto del mundo tratando de pisar, de estar en los mismos lugares y caminos por donde Cervantes puso a don Quijote, a veces sin una ruta clara a seguir… Azorín, Jacacci, Vierge… también pretendo con la guía que quien crea en «fantasmas, en caballeros andantes y bellas Dulcineas», como decía el chileno Carlos Sander, pueda seguir realmente los mismos caminos que un día seguro transitó Cervantes y que le sirvieron de escenario real para enmarcar en ellos las aventuras del hidalgo manchego. Invito a hacer un viaje, que sea «el mejor de los viajes» hasta ahora realizado por cualquier lector de la novela. Y así comprender la maravillosa sentencia que el propio Cervantes nos deja que «el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho» Escribo un Prólogo al lector viajero largo, muy largo. Es necesario exponer mi interpretación geográfica del Quijote que me ha llevado a marcar los caminos y los parajes reales por donde transitan don Quijote y Sancho en la ficción, y qué es lo que se van a encontrar quien siga esta guía en cada momento en el camino. Además de mi objetivo principal de que quien siga esta guía en ningún momento se sienta perdido, desorientado. «No hay nada peor que la sensación de no saber hacia dónde ir ni reconocer donde se está. Muchos mapas con partes de la ruta e imágenes completan el texto de la guía. Y en los parajes donde Cervantes enmarca una aventura añado el pasaje cervantino, así si el viajero no quiere llevar su Quijote podrá sentarse y gozar del momento imagen-texto solo con la guía, sus imágenes y las imágenes reales del camino» Mi propuesta es que las rutas de las salidas de don Quijote se hagan o a pie o en bicicleta, o en caballo quien disponga de uno. Así se verá el camino, se sentirá el camino como lo sintió Cervantes, despacio, al paso de un caballo viejo como Rocinante. Así, y no en coche o en cualquier vehículo de motor, se puede seguir los pasos lentos del bueno de Rocinante y entender mejor el Quijote. «Pero son rutas largas, por lo que el viajero cervantino podrá ver en el mapa general y parcial de la ruta qué lugares están cercanos, carreteras desde donde dejar el coche e iniciar una parte de la ruta… y planificar perfectamente su camino. No es necesario hacer toda la ruta, como leer el Quijote, se puede hacer en tramos. «Esta guía de caminos está pensada para el lector cervantino del siglo XXI. Propone ir por los mismos lugares, caminos y parajes manchegos por los que transitó Cervantes en sus múltiples viajes, y que le sirvieron de escenario real para enmarcar en ellos las aventuras de ficción del hidalgo manchego. Es una propuesta geográfica. La composición literaria, las palabras elegidas para el texto y su intencionalidad, si la tuvo aparte de la de entretener, es, como sentenciaría Sancho Panza, «harina de otro costal», entrando ahora sí en un campo, casi en exclusividad, de los filólogos y filósofos… o de las Amas de Casa» ¿A quién va dirigida esta guía? «A lectores que ya han leído el Quijote y creen verosímil el espacio geográfico elegido por Cervantes para ser el escenario de las aventuras de don Quijote. Y quieren ver, oír, oler, tocar e incluso gustar con su gastronomía el territorio real por el que transitan los protagonistas de la historia.También esta guía está pensada para quienes aún no lo han leído, pero creen reconocer a los personajes, aventuras, parajes y escenarios del Quijote, por su gran popularidad en todos los campos culturales y sociales. Y para quienes aunque no hagan o no puedan seguir la guía en el terreno, contemplen las imágenes de los parajes y lugares descritos en la guía, y en el Quijote. Puede que se compre en América y no se venga nunca aquí, pero hoy con sistemas de información geográfica, incluidos en los móviles, se puede seguir el camino…. O a lo mejor al leer esta guía provoca en el lector cervantino la necesidad de hacer este gran viaje… «El que venga a la Mancha a seguir los pasos de Rocinante, es sin duda un viajero original… no busca la comodidad de una hamaca o el poder sin límites de una pulserita que lo puede todo» Esta guía está pensada para el viajero cervantino, no para el turista cómodo. Caminar o pedalear por estos caminos, aunque fáciles, exigirá un esfuerzo. «Propongo con esta guía un viaje singular, original, de viajar por la Mancha de don Quijote con el Quijote, pero debes de «creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas», como creía el poeta chileno Carlos Sander persiguiendo el espíritu de don Quijote. Solo así el cansancio tendrá su recompensa, porque en algún momento del camino creerás reconocerlos. Es ese momento en el que la ficción del libro que llevas y la realidad del paisaje coinciden. Un momento mágico, único, que lo podrás sentir en cualquier momento del camino» ¿Por dónde nos llevará la guía? «Por caminos, casi exclusivamente. Es, en sus caminos y parajes, donde Cervantes sitúa a don Quijote, fuera de palacios y cómodos alojamientos, especialmente en la Primera Parte. Y cuando está en ellos, como en la casa solariega de don Diego de Miranda o en la más sencilla de los novios Quiteria y Basilio, en cuanto puede ensilla a Rocinante y se marcha de nuevo a los caminos, pasando junto a ellos las noches bajo las estrellas o en el peor camaranchón de una venta aledaña. Por esos mismos caminos y parajes cervantinos te llevará esta guía» ¿Veremos la misma imagen de la Mancha que vio Cervantes? «Como un pintor percibe las imágenes cuando pinta un cuadro, la imagen de la Mancha en el Quijote es la abstracción que percibió de ella Cervantes hace más de cuatro siglos. La dibuja con palabras. Sin saberlo Cervantes con su narrativa inventó la écfrasis: la representación verbal de una representación visual.El trazado de sus caminos son casi iguales, pero la acción antrópica del hombre ha cambiado la imagen del territorio. Hay quien hoy define el paisaje del Quijote como una imagen ambigua o inexacta, olvidando que en tiempos de Cervantes no existía el concepto de paisaje como tal, sino la imagen del territorio, que es el espacio que describe a sus lectores. Enmendar hoy a Cervantes por posibles incoherencias, descuidos o contradicciones en el texto sobre el territorio utilizado como escenarios en la novela, usando para ello una cartografía y sistemas de información geográfica actuales muy precisos, es olvidar completamente que el Quijote se escribió para gentes del s. XVII, que reconocían y sentían el territorio de la Mancha tal y como la siente y describe Cervantes en el texto» Pero toda guía tiene un principio, un origen… y aquí la novedad. Esta guía es original, innovadora. Se han editado multitud de mapas y propuestas de rutas del Quijote que en poco, o nada, coinciden con esta guía que tienes en tus manos, especialmente porque el lugar de inicio y final de cada una de las tres rutas, el lugar de don Quijote, es Alcázar de San Juan. Desde que en los Quijotes de Sancha (1780) e Ibarra (1790), aparecieron los mapas dibujados por Tomás López y Manuel A. Rodríguez, en los que se marcaba Argamasilla de Alba como el origen de las salidas de don Quijote, poco ha cambiado hasta hoy. Sin embargo, el solo hecho de estar nombrado este lugar en la primera parte de la novela lo invalida por completo. Sería olvidar la intención del mismo Cervantes: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo…» Este primer volumen de Tras los pasos de Rocinante contiene la primera salida de don Quijote, la más corta, solo un par de días, que le lleva a la venta donde por la noche es armado caballero. Toda guía de caminos tiene un origen, y este primer volumen tenía que llevar incluido el estudio del origen de la guía, el lugar de don Quijote. Tanto el origen como el trazado de la primera salida no coinciden con las que ya se han publicado desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. «Este primer volumen te llevará desde Alcázar de San Juan hasta el paraje donde se encontraba la Venta de Manjavacas, en Mota del Cuervo, la venta donde Cervantes quiso que se armara caballero Alonso Quijana. Alrededor de unos 35 km. ida y otros 35 km de vuelta por el mismo camino…» «Y se cruza Campo de Criptana… pero no por el camino de los molinos… esto será en la segunda salida, en el próximo volumen…» Expliqué a los asistentes que el viajero llevará en sus manos toda la información necesaria para sentirse siempre localizado en el camino. En mapas de detalle marco el camino y dirección, y cuando hay un elemento en él que sea significativo como una bifurcación con otro camino, un arroyo, o un cruce con otro camino o carretera añado una fotografía de ese punto y su coordenada geográfica. Anoté que las carreteras pueden incluso servir para inicio o final de un tramo de la ruta, donde poder dejar el vehículo, si el viajero opta por hacer tramos determinados. «Esta primera salida tiene cuatro puntos de interés cervantino: el paraje donde se encontraba la Venta de Manjavacas, el lugar donde se hallaba el encinar donde es cruelmente castigado Andresillo, el cruce del falso libre albedrío de Rocinante y el paraje donde don Quijote se encuentra con los mercaderes toledanos y sus costillas son molidas por primera vez… y no será la última…» Cada una de las tres salidas tendrán como origen las estatuas de don Quijote y Sancho Panza, con sus fieles cabalgaduras, que se encuentran en la Plaza de España de Alcázar de San Juan. Sin duda será una de las fotografías más buscadas por cuantos viajeros se acerquen a la Mancha para seguir los pasos de Rocinante. El final de la presentación quise que fuese un homenaje a José Luis Holguera, autor de las excepcionales y originales estampas que ilustran las aventuras de este primer volumen.«Creadas en su taller de León, utilizando técnicas de grabado de la época de Cervantes, nos deja, en bellísimas estampas, su percepción de algunos de los episodios cervantinos, la realidad del paisaje y su abstracción. Las imágenes reales las tomó en las visitas que ha hecho a la Mancha conmigo. Disfrutar de ellas» GRABADOS DE JOSÉ LUIS HOLGUERA «Termino… Con esta guía se puede ir por los caminos sin perderse, pero voy un poco más lejos, propondré la instalación junto al camino de hitos cervantinos o quijotescos con el logo indicador de los caminos, parajes y lugares del Quijote que oriente aún más al lector… Hoy puede ser el Camino del don Quijote que lo comiencen a hacer lectores o seguidores de la obra de Cervantes, pero estoy seguro que con el tiempo sea el vínculo de unión de los lugares que conforman esta parte de la Mancha con el turismo cultural de personas deseosas de conocer este paisaje, su paisanaje y su relación con la novela» «¡ánimo, leer el Quijote, disfrutar de lo lindo con don Quijote y Sancho, que al final somos así todos en nuestra vida, como ellos, y creer en hadas, en fantasmas, en caballeros andantes y en bellas Dulcineas… sabiendo también que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”» Después de terminar mi presentación dediqué varias guías. ¡Un día que no olvidaré nunca! Luis Miguel Román Alhambra
Luis Miguel Román presenta su innovadora guía ‘Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote’ Fecha de Publicación: 23/06/2023 Este jueves 22 de junio, el reconocido estudioso cervantino Luis Miguel Román presentó su última obra titulada «Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote». Acompañado por la concejala de Cultura, Cristina Perea, el evento tuvo lugar en el Museo Casa del Hidalgo de Alcázar de San Juan. «Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote» es una guía de caminos que tiene como objetivo facilitar el recorrido de los viajeros y lectores cervantinos del siglo XXI por los caminos manchegos, siguiendo las tres rutas que Don Quijote realiza a través de La Mancha. La obra se destaca por estar repleta de mapas y fotografías que guiarán al lector a lo largo de su travesía, asegurando que no se pierda en ningún momento. Esta guía, según Luis Miguel Román, se diferencia de otras publicaciones existentes, incluyendo la guía de la Junta de Comunidades y otros mapas antiguos. Fruto de una extensa investigación y del profundo cariño del autor por la obra de El Quijote, este primer volumen de la guía es solo el comienzo, ya que Román asegura contar con recursos suficientes para elaborar hasta 800 páginas, considerando que una guía de tal magnitud podría resultar voluminosa y pesada para los viajeros. Cristina Perea, concejala de Cultura, expresó su admiración por el trabajo de Luis Miguel Román, destacando su dedicación y pasión: «Luismi es un estudioso de Cervantes y del Quijote, lleva muchos años metido entre sus páginas y dedicando mucho tiempo. Yo ya hacía años que hablaba con él de esto en mis clases de teatro», afirmó Perea. Además, expresó su deseo de que el autor continúe compartiendo toda la información que posee en futuras publicaciones. La obra de Luis Miguel Román, «Tras los pasos de Rocinante, el lugar de Don Quijote», ya se encuentra disponible para su adquisición en la Librería Mata, así como en diversas plataformas de venta on line, incluyendo Amazon y Casa del Libro. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan
La "Calavera Quijotesca" de José Guadalupe Posada Fecha de Publicación: 21/06/2023 Washington Daniel Gorosito Pérez José Guadalupe Posada (Aguascalientes, 2 de febrero de 1852- Ciudad de México, 20 de enero de 1913), fue un grabador, ilustrador y caricaturista mexicano. Célebre por sus dibujos de escenas costumbristas, folclóricas, de crítica socio política y por sus ilustraciones de calacas o calaveras, entre ellas La Catrina. La Catrina es el grabado más famoso de los que realizara José Guadalupe Posada, desde su creación va de la mano con el Día de Muertos. Pero Posada realizó gran cantidad de trabajos, entre ellos uno que se publicó a inicios del siglo XX bajo el título: Ésta es de Don Quijote la primera, la sin par, la gigante calavera. En la imagen que la acompaña se puede apreciar una imagen de un esqueleto, que tocado con una bacía, al estilo de Don Alonso Quijano, embiste y hace volar a otros esqueletos más pequeños. Sin embargo, el título que utiliza Posada es engañoso, ya que éste no es un panteón dedicado a la memoria del más grande héroe de la literatura hispana, sino una serie de sentencias en las que él mismo adopta el papel de parca o psicopompo. En estos versos y grabado de José Guadalupe Posada se expresa la unión de dos tradiciones culturales hispanas: Don Quijote, español, símbolo del hombre que lucha por obras que parece imposibles; y la calavera, mexicana, montada en su caballo Rocinante que aún “hace de las suyas” en el más allá. Esta maravillosa herencia cultural dice presente, tanto en El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, como en la obra gráfica de José Guadalupe Posada, el humor y el ingenio se aúnan a la sabiduría revelando los conflictos sociales y el alma de los pueblos. Indudablemente el grabado de la “Calavera del Quijote”, por su calidad, conocimiento, apropiación, nos permite sostener la opinión de que Posada es el más importante artista gráfico de México. Una obra que en un sentido inverso del trabajo de la Calavera Garbancera (La Catrina), la cual muestra el conocimiento y la sensibilidad de Posada del ser nacional). Mientras que en la del Quijote plasma su sensibilidad y conocimiento universal. Cada detalle del grabado fue burilado con precisión, cada una de las figuras se distingue de la otra, porque el animal, el jinete, la lanza, las calaveras y los restos óseos en todos ellos se da cuenta de un homenaje de un maestro del arte a otro maestro de la escritura, en este caso Miguel de Cervantes Saavedra. El uso de las calaveras, la representación del movimiento de cráneos y partes de las calaveras en vuelo jocoso tras la embestida de Don Quijote de la Mancha, significa la apropiación del personaje y la deferencia de José Guadalupe Posada al personaje de Miguel de Cervantes Saavedra. Presenta un magno jinete central que simboliza su poderío, y, en tanto que calavera, se dimensiona el alcance de la obra y el personaje más allá de su tierra de origen histórico- geográfico para traducirlo a otras formas y significados, expresados en el dibujo. La pieza es el signo de todas las influencias y convergencias en José Guadalupe Posada. La expropiación del grabador del personaje de Don Quijote expresa una hispanidad más allá de La Mancha, la península y de una versión unilateral de la cultura. Aquí Posada es el más universal de los artistas mexicanos con tan excelsa pieza. Aquí los versos de la “Calavera de Don Quijote”: Ésta es de Don Quijote la primera, la sin par, la gigante calavera. A confesarse al punto el que no quiera en pecado volverse calavera. Sin miedo y sin respeto ni a los reyes este esqueleto cumplirá sus leyes. Aquí está Don Quijote la calavera valiente, dispuesta a armar un mitote al que se le ponga enfrente. Ni curas ni literatos, ni letrados ni doctores, escaparán los señores de que les dé malos ratos. Sin respetar el talento ni el dinero ni la gloria, de todo humano elemento formaré en un solo momento una inmensa pepitoria. De mi potente pujanza, nadie escaparse podrá, pues al filo de mi lanza hay que perder la esperanza y prevenid la mortaja, pues tengo las intenciones de rellenar los panteones de muertos con o sin caja. ***
El velamen de los molinos de viento: origen, uso y funciones Fecha de Publicación: 20/06/2023 Ponencia de Zacarías López-Barrajón Barrios al XII Congreso Internacional de Molinología (Miembro de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan) Asociación Amigos de los Molinos, c/Desafío, 24, 1º dcha. 1ó630- Mota del Cuervo (Cuenca) Correo electrónico de contacto: zacabarrios@telefonica.net Resumen Hace cinco años iniciamos una serie de estudios sobre el conocimiento de las técnicas constructivas y los materiales empleados en la realización de los molinos de viento en Castilla La Mancha. La piedra (fue nuestro primer objeto de análisis, que continuamos ahora con las telas, lonas o lienzos del molino, que constituyen su parte textil y que concluiremos con un futuro estudio sobre la madera empleada en el mismo. Este elemento -el velamen-, se encuentra escasamente documentado a través de las exiguas fuentes: escritas, orales y gráficas, ya que hasta (echas recientes no se habían realizado estudios específicos de esta parte del molino, del que, además, no queda ningún ejemplo original. Por eso, hemos complementado nuestro trabajo con el estudio tanto de algunos ejemplares de velas que hoy día se emplean en estas construcciones en las distintas zonas peninsulares. Permitiéndonos obtener unos resultados que hemos comparado con molinos de viento de otras nacionalidades donde los usos, a parte de los propios de la molienda, eran más variados. Así, el objetivo de esta comunicación es dar a conocer una parte importante del molino de viento como son las velas o velamen sin cuya existencia no podría funcionar el citado ingenio. Palabras clave: Lienzos, velas, velamen, molino, viento. Abstract Five years ago we started a series o(studies on the knowledge o(the constructive techniques and materials used in the construction o( windmills in Castilla La Mancha. The stone was our (irst object o( analysis, which we now continue with the fabrics or canvases o( the mill, which constitute its textile part and which we will conclude with a future study on the wood used in it. This element -the velamen- is scarcely documented through the scarce sources: written, oral and graphic, since until recently no specific studies had been carried out on this part of the mill, of which, moreover, no original example remains. For this reason, we have complemented our work with the study of some examples o( sails that today are used in these constructions in the different peninsular areas. This has allowed us to obtain results that we have compared with windmills of other nationalities where the uses, apart from those of milling, were more varied. Thus, the main objective of this communication is to make known an important part of the windmill such as the sails or sails without whose existence the windmill could not function. Key words: Canvases, sails, mill, wind, windmills. 1.- Introducción En el X Congreso Internacional de Molinología, celebrado en Segovia en el año 201ó iniciamos una serie de estudios sobre el conocimiento de las técnicas constructivas y los materiales empleados en la realización de los molinos de viento en Castilla-La Mancha. La piedra fue nuestro primer objeto de análisis, que continuamos con esta investigación sobre las telas, lonas o lienzos del molino, que constituyen su parte textil y que gracias al empuje de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan como inspiradora de la idea de abordar este asunto, que en el futuro concluiremos y completaremos con el estudio sobre la madera empleada en el mismo, presentamos en este congreso. Este elemento -el velamen-, se encuentra escasamente documentado a través de las exiguas fuentes: escritas, orales y gráficas, ya que hasta fechas recientes no se habían realizado estudios específicos de esta parte del molino, del que, además, no queda ningún ejemplo original. Por eso, hemos complementado nuestro trabajo con el estudio tanto de algunos ejemplares de velas que hoy día se emplean en estas construcciones en el ámbito castellano manchego y en distintas zonas peninsulares donde aún se llevan a cabo moliendas tradicionales. Permitiéndonos obtener unos resultados que hemos comparado con molinos de viento de otras nacionalidades donde los usos, a parte de los propios de la molienda, eran más variados, como es el caso de los molinos holandeses. Así, el objetivo de esta comunicación es dar a conocer una parte importante del molino de viento como es el velamen sin cuya existencia no podría funcionar el citado ingenio. 2.- Orígenes del velamen* Dentro de la terminología empleada en los molinos de viento, nuestro trabajo se refiere exactamente a las lonas, lienzos, telas, paños, etc., que se emplean para “vestir” o montar en las aspas del molino, por lo que hemos preferido emplear la palabra velamen para designar al conjunto de velas o unión de paños para recibir el viento en un molino. El origen de estos lienzos no está ni mucho menos claro y creemos que indefectiblemente se debe asociar a la navegación a vela, que (fue pionera en el uso de la energía eólica como ya nos muestra la civilización egipcia en el año 4500 a.C. en numerosos grabados1. Así, en el 2650 a. C. encontramos referencias escritas que nos informan del uso de grandes lienzos de papiro para confeccionar las velas de estas embarcaciones. A estos, siguieron fenicios, griegos, romanos, etc., que también dotaron de remos a sus embarcaciones para los momentos de discontinuidad del viento. Así, el molino de viento también aprovecha la fuerza del viento sobre sus aspas vestidas con grandes lienzos; desde sus orígenes en el s. IV d. C. donde encontramos las panémonas chinas- molinos de eje vertical usados para el riego donde las palas se cubrían con telas2; en el siglo VII d. C. existen los molinos persas, cuyas palas estaban formadas por telas sujetas a largueros de madera, pudiendo variar la posición de estas para regular la acción del viento. Estos fueron molinos de eje vertical con vientos horizontales constantes, formados de seis a doce velas rectangulares cubiertas de esteras de cañas o telas. Vemos como se nos describen dos materias primas para la ejecución de las velas: la caña y la tela, que serían producciones más humildes, probablemente realizadas por tribus nómadas. Aunque los vikingos, entre los siglos VIII-XI, usaron la lana para confeccionar velas, que aportaban un gran rendimiento durante las largas travesías. El empleo de las telas es claro hasta que en el siglo XIV, los molinos desarrollados en Francia, tipo torre, estructuras de piedra compuestas por cuatro u ocho aspas, de entre 3 y 9 m. de longitud, en las que las vigas de madera se cubrían con telas o planchas de madera, componente este que va a usarse en otras latitudes (Galicia, Canarias, Francia, Balcanes, etc.) para cubrir el espacio de las aspas y que estas aguanten el empuje del viento, ejerciendo su fuerza y que en siglos venideros va a suponer la transición a las palas de hierro. En la segunda mitad del siglo XVI tenemos noticias por el manuscrito de Francisco Lobato, natural de Medina del Campo, de una serie de datos relacionados con los molinos de viento. Concretamente nos habla de un molino de viento de torre, sin velas y sin rueda dentada o entruesga (rueda catalina, rueda de puntería o rueda del aire), donde el aire entre por una compuerta de madera y mueva las ocho velas cuadradas colocadas en vertical —a modo de los molinos persas- (Figura 1)3. Además, nos informa de un molino costoso y de grandes dimensiones realizado en Almagro (Ciudad Real), que no llegó a funcional. Igualmente nos habla de la existencia de los molinos holandeses y españoles5 y, por último, describe un ingenio — a modo de un molino de viento- que en el final de sus aspas tiene maderas que se introducen en una zona pantanosa de agua para achicar estar. A partir de la publicación de El Quijote en 1ó05, muchas han sido las ilustraciones en forma de grabado, pinturas, comics, etc. que nos han presentado el molino de viento con sus lonas acometido por el hidalgo manchego. Figura 1. Molino sin velas, según el manuscrito de Francisco Lobato Ya en el siglo XVIII, la Enciclopedia de Diderot & D’Alembert también nos da noticias de máquinas agrícolas entre las que se encuentran los molinos de viento (tipo pivote) y observamos en las ilustraciones que adjuntan como las telas se repliegan al centro del aspa mediante un sistema de cuerdas, sin especificar con qué material están con(eccionadas7; aunque también se conocen ejemplos de velas cuadradas a modo de los molinos manchegos donde, en algunos casos, las telas o lienzos de algodón, se colocan alternativamente por encima y por debajo de las lamas o travesaños. Curiosamente, en 1798, los ingleses editaron unos grabados, que mostraban una serie de “barcos castillo” o “castillos flotantes” impulsados por molinos de viento, que los franceses pretendieron usar en la invasión de Gran Bretaña en 1759 y que nunca llegaron a construirse. Será en esta época cuando se produzca la modernización de las aspas de los molinos en base a cálculos aerodinámicos que recogen tratados como el de A. Meike en 17ó0 o el de Smeaton. 3.- El velamen del molino de viento manchego La introducción del molino de eje horizontal en la Península Ibérica debió propagarse en el siglo XII por extensión de la zona mediterránea, en la que estos artefactos disponían de velas similares a las usadas en la navegación, fabricando las velas en un proceso de atado de telas a los palos que se unían al eje- a modo de los molinos persas, que contaban con la facilidad de hacerse más flexibles a mayor fuerza soplara el viento, aunque podían llegar a malograrse. Figura 2. Molino de viento con sus mecanismos, dibujo de G. Chaves. Como todos los situados en La Mancha, Baleares, Ibiza, Sicilia, etc., pertenecen a la tipología de eje horizontal de torre o caperuza movible. Dentro de la clasificación establecida por Krüger, se corresponden con los de tipo C, es decir, cuentan con un eje que sostiene cuatro aspas rectangulares —en forma de cruz griega-9. Así, el molino de viento manchego tiene dos aspas rectangulares (un horizontal y otra vertical) y cada una está formada por dos velas (de 8 m de longitud x 2 m de anchura) que se fijan al eje mediante cuñas. Su colocación es una por delante de la otra, de ahí que reciban el nombre de velaje de adentro —las más próximas a la pared o muralla del molino- y el velaje de afuera —las situadas por delante de las anteriores-. Las velas/telas/lonas /lienzos se fijan por dos palos largos llamados machos y estos a su vez a los remachos, quedando todo ello como un cuerpo compacto de entre 7, 5 y 8,5 m. de largo por 2 m. de ancho que es la medida de las aspas (aunque hay datos que la enmarcan en: 5,5 m. de longitud y 1,70 m. de ancho). Una parrilla de maderas, colocadas longitudinal y transversalmente llamada telera sujeta la lona, tela o lienzo, que lleva cosida a cada lado largo una soga (llamadas soga fija) (antes de esparto, hoy de cuerda o goma gruesa) por la que se introducen pequeñas asas/asiIIas/soguillas, por entre las que pasa otra soga (llamada quitaera o corredera)10; latiguillos que sujetaban la lona a las últimas teleras y, finalmente, estaban las sogas de lienzo, que recorrían los lados más largos de las telas y que se asían a los picos de la vela. Todo ese desarrollo lo podemos observar en el ya mítico y archiconocido dibujo de CHAVES de las piezas de un molino de viento que a continuación reproducimos como ilustración de lo que hemos comentado y homenaje a su autor (Figura 3). Las piezas que corresponden a las velas y sus elementos sustentantes son las: 1 (lona), 44 (macho), 45 (remacho), 51 (vela) y 52 (telera). Centrándonos en los lienzos, estos son las piezas grandes con forma rectangular, que se fabricaban con algodón, aunque hay constancia de que el molinero podía repararlas o hacerlas nuevas con trozos de los viejos costales o sacos donde almacenaba el trigo, que se confeccionaban del mismo producto —algodón-; se han hallado muestras de telas de los cedazos en los que se han empleado telas de costales. Además, hemos de añadir que en las escasas fotografías que recogen los molinos de viento con las velas puestas o recogidas- sobre todo estas últimas- se observan unas telas muy livianas, quizás por el uso y desgaste de las mismas (Figura 3). Son probablemente telas de villeta, que se hacen a partir del algodón y la lana; las de algodón se podían tratar en batanes de la zona a raíz de los cultivos de lino (es posible su uso como tela antes del descubrimiento del algodón y hasta el siglo XVIII) y cáñamo (tejido muy resistente para confeccionar velas de embarcaciones), así como es plausible el uso de esteras realizadas en esparto para cubrir las velas. El trabajo con los lienzos que desarrollaba el molinero tenía varias acciones una vez que había determinado la dirección del viento. Primeramente, tenía que “vestir el molino” o “armar las velas”, que era la acción de colocar la vela extendida y sujeta a lo largo del aspa. Para ello tenía que sacar las lonas, una a una o dos a dos, no podían ser más por su peso, del interior del molino —podía tenerlas en el piso bajo (llamado cuadras/caídas) o en el primer piso (llamado camareta), que es donde solía guardar los utensilios y herramientas que empleaba en la molienda. Era una tarea dura y laboriosa que requería la participación de dos personas y cuando se colocaban se solía dejar para las faenas de la molienda o se recogían detrás de las teleras en los momentos que no se molía. Para colocarlas en cada aspa, estas se tenían que poner en forma de cruz, de tal manera que la que quedaba en vertical con la torre del molino era la que se colocaba; para ello el molinero y su ayudante se echaban la vela al hombro y subían por la telera del aspa cual escalera, al llegar a la parte superior de la misma iban enganchando con las cuerdas los extremos del lienzo a los de las teleras, hasta llegar abajo. Esta acción se tenía que realizar cuatro veces para montar el molino completo, que una vez “vestido” ponía sus aspas en cruz, en posición de espera, porque el molinero estaba faenando en su interior, además de permitir la entrada al edificio por la puerta, si no tenía dos y se entraba por la que no coincidiesen las aspas. Si antes de comenzar la molienda, el molinero detectaba que había un exceso de viento sólo montaba o colocaba dos velas, las horizontales o las verticales, de tal manera que le restase fuerza al molino. Si había colocado ya las cuatro velas y el viento fuerte sobrevenía durante la molienda, enrollaba dos de ellas (verticales u horizontales) y las amarraba detrás de la telera con los latiguillos; en este segundo caso también existía la posibilidad de que deshiciese el amarre de la parte inferior de la vela y la enrollara hacia arriba para quitar fuerza al molino. La acción de desenrollar las velas acarrea el quitar las soguillas sujetas a la telera mediante la soga quitaera o corredera y bajar las velas a través del aspa, para una vez en el suelo enrollarla y colocarla en el interior del molino. En algunos casos los molineros se prestaban sus lienzos porque se había roto alguno, para ello las tenían marcadas con algún símbolo o inicial en la vela que prestaban al compañero, que la necesitaba y así recuperarla luego. Figura 3. Molino de Campo de Criptana con los lienzos recogidos. En cuanto al uso de las cuerdas que sujetaban los lienzos se trataba en muchos casos de maromas o cuerdas de distinto grosor hechas de esparto, cáñamo u otras fibras vegetales trenzadas, aunque en otros casos se habla de tiras de cuero. Estas situaciones de la molienda y otras tantas que tiene que ver con nuestro tema de estudio aparecen recogidas en algunos diarios molineros estudiados por nosotros11 en concreto nos dan idea del vocabulario con ejemplos como: “belages, lienzos, varillas del belage, hechamos el belage de afuera, hechamos el belage de afuera y dos lienzos, hechamos el belage de adentro y una bela de afuera, pusimos dos lienzos nuevos tejidos en Madridejos, destrozándose mucho los belages, etc.”. Actualmente, la actividad de la molienda tradicional se desarrolla en las localidades de: Mota del Cuervo (Cuenca): en el paraje conocido como “La Sierra” se alzan siete molinos de viento, cuyo origen data de mediados del siglo XVI y su abandono en el primer tercio del siglo XX, recuperándose distintos edificios en la segunda mitad del siglo XX, gracias al impulso de la Asociación Amigos de los Molinos, que, en el año 1990, junto con el gobierno municipal, dotan a un molino de toda la maquinaria precisa para realizar moliendas tradicionales (Premio Europa Nostra 1990). Así las velas empleadas en este molino son de algodón y miden 4,95 de longitud por 1,45 m de anchura, que están agujereadas y remachadas en sus extremos cada 0,15 m. creando así orificios para las gruesas gomas que han sustituido a las antiguas cuerdas. Como peculiaridad hay que apuntar que también se han confeccionado cuatro “medias velas” en un tejido similar de 1,03 x 1,44 m para colocar en momentos en que el viento sea muy fuerte, sin perjuicio a que se lleven a cabo las acciones ya citadas para restarle fuerza al molino12. Figura 4. Colocación de las velas en el molino de Mota del Cuervo para molienda tradicional. Camuñas (Toledo): el viejo Molino de viento “La Unión” ejerce esta actividad desde hace 250 años. En origen fue conocido como “El Viejo”, pero en 1891 y tras sufrir un incendio cambió su nombre por el de “La Unión” por la cantidad de ayudas populares que tuvo para su reconstrucción. En el año 2014, se llevó a cabo su recuperación integral por el artesano molinero D. Vicente Casero Flores, que lo dotó de mayor amplitud en su interior, cambió la cubierta de madera por una de zinc y, al igual que se hacía antaño, compró una maquinaria en desuso de un molino de Campo de Criptana, habilitándolo así para realizar moliendas de manera simbólica una vez al mes. Las lonas que usan sus aspas son de algodón y tienen una medida de 8,00 x 2,00 m. Campo de Criptana, (Ciudad Real) tiene molinos de viento conocidos desde 1575 y es el lugar donde los investigadores ubican la aventura de los molinos de viento cervantina (L I, Cap. 8). También lleva a cabo moliendas tradicionales en algunos de los tres molinos que actualmente están aptos para tal labor: “Infanto” o “Infante”, “Burleta” y “Sardinero”, que conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI, que los hace únicos en España con estas características y están declarados BIC. Las lonas que visten sus velas están hechas de algodón y tienen unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m., que están bajo el mantenimiento y cuidado de Juan Bautista Sánchez-Bermejo, que nos cuenta como estos tejidos de algodón empleados hoy en día en la realización de velas proviene de Levante y son confeccionados para darle la forma final de velas por tapiceros de la propia población como la familia Pinar. Alcázar de San Juan (Ciudad Real) también tiene su molino de viento rehabilitado para la molienda tradicional en fechas especiales, aunque tiene otros tres más rehabilitados —sin maquinaria- y otros cuatro que están por rehabilitar. Los lienzos que visten sus velas están hechos de algodón y tiene unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m., que están también bajo el cuidado de Juan Bautista Sánchez-Bermejo. El Romeral (Toledo) tuvo molinos de viento desde el siglo XVIII y hoy conserva un conjunto de cuatro ejemplares que datan del siglo XIX: “El Muela”, “Crítica”, “Gorrinos” y “El Pe- chugas”, este último es el que guarda su maquinaria original y se pone en funcionamiento en la Fiesta de los Molinos. Fue restaurado en 1989, pro ha sido en el año 2013 cuando el maestro artesano molinero D. Vicente Flores arreglando sistemas de giro, de molienda, de freno y el sistema motriz, que han hecho que sus aspas vuelvan a girar. Los lienzos que visten sus velas están ejecutados con algodón y tiene unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m. Consuegra (Toledo) ubica sus molinos de viento en una crestería junto a su castillo medie- val, lo que la convierte en una estampa icónica del turismo en España. Conservan la maquinaria completa los molinos: “Sancho”, “Rucio”, “Bolero” y “Espartero”; de todos ellos, es el “Sancho” el que aún tiene maquinaria del siglo XVI, que pone en funcionamiento en ocasiones especiales como la celebración de la Fiesta de la Rosa del Azafrán allá por el mes de octubre. Las telas que visten sus velas están realzadas en algodón y tiene unas medidas aproximadas de 8,50 x 2,00 m. Figura 5. Molino de viento de Sa Pobla (Mallorca). 4.- Otros velámenes En el caso de otras lonas o lienzos hay que citar las de los molinos mallorquines, andaluces, cartageneros y gallegos. En el caso de los primeros, los mallorquines constan de seis aspas, que son más anchas que las de los molinos manchegos (similares a los de Rodas, Sicilia y algún ejemplar de Canarias). Estas aspas se denominan antenas y según estén colocadas o no y la posición que ocupen las telas en ellas se denominan: desenvelada, escoada, veIa plena, escapcada, esquarterada y aplegada13. Están confeccionadas de trapo o algodón y a su alrededor se colca una cuerda para reforzar los bordes (grátil) y se sujetan a las aspas por medio de seis cuerdas finas (batifions) que se sujetan a los extremos y a la parte central del velerons. Los molineros mallorquines regulaban la velocidad del molino, recogiendo las velas en diagnal14; también tenían varias situaciones con las velas provocadas por el viento: vela plena (la vela está tensa a lo largo de toda el aspa), llevar vela (reducir la superficie extendida de la vela por gran fuerza del viento), media vela (se ha recogido la vela por la mitad y por los lados), vela escoada (merma de la vela de otra manera), vela esquarterada (se recoge aún más la vela), etc15. Hoy día en la construcción de velas para el molino de Can Garraseca se han empleado seis unidades de algodón de 2 x 1,85 m. El molino cartagenero utiliza la vela latina o vela triangular, que se denomina así por su analogía con las que suelen llevar las embarcaciones pequeñas; cuestión que dota a estos molinos de una singularidad extraordinaria con respecto a los manchegos y mallorquines, pero peculiaridad que comparte con los molinos portugueses y griegos. Figura 6. Molino del Campo de Cartagena. Los molinos de viento andaluces estaban dotados de unas velas cuadradas (Baños de la Encina, Jaén) pero más cortas y anchas que las de los manchegos, aunque luego pasaron a la vela latina triangular como los ejemplares de (Níjar, Almería), (El Granado, Huelva) y (Vejer de la Frontera, Cádiz). En un principio las velas de los molinos del Campo de Cartagena eran cuadradas, como así lo atestiguan algunos grabados del siglo XVIII, aunque más a semejanza de los molinos andaluces hasta que a finales del siglo XIX se produce el uso de la vela latina, pudiendo llegar a convivir ambos tipos de lienzos. Este tipo de vela triangular, característico de los molinos del Campo de Cartagena (Figura 6), les otorga su singularidad a semejanza de las embarcaciones y por ello su terminología es semejante; estas, se colocan en distintos palos y están hechas de lona (algodón) y se denominan fajas, que aparecen cosidas entre sí perpendicularmente al lado, unidas luego al palo del molino y vértice del triángulo o escota17. Miden 4,50 (pala) x 4,20 (derrame) x 3,70 m (relinga), también usan cordoncillos de esparto para su sujeción. No olvidemos citar, al menos, los molinos gallegos, que presentan velas de los dos tipos, cuadrada y latina, además de alguna peculiaridad como los molinos de Catoira, que presentaban doble rotor que permitía acoplar doble velaje (en este caso palas de madera). Fuera de nuestras fronteras encontramos, como ya se ha comentado, lienzos del tipo vela latina (Grecia, Portugal, etc.) y cuadrado (Francia, Holanda, etc.), en lo que se refiere a estos últimos hemos de hablar del lugar donde hemos hallado la única referencia a la existencia de un “código” empleando las aspas de los molinos. Se trata de Holanda en donde, además de moler, aserrar, abatanar, etc., los molinos bombeaban el agua para achicar los polders. Así, estos tenían un código o lenguaje común entre los molineros, colocando sus aspas de distintas formas —vestidas o con los lienzos-, adornándolos con banderitas y orientando las tablillas de sus travesaños, transmitía una u otra información: cierres, boda, luto, descanso, festivo, existencia de averías, etc. (Figura 7) Las aspas colocadas en forma de 45º con todo el velamen puesto, significaba protesta al consejo del polder porque el agua se bombeaba sucia. Si sus aspas se detenían en forma de equis, significaba pausa larga; si solo estaban quietas un rato, sestean en forma de cruz griega. También se decoran con banderines para celebrar fiestas como el Día del Rey (27 de abril), el Día de la Liberación (5 de mayo) o el Día Nacional de los Molinos (segundo sábado de mayo). Los católicos del norte, perseguidos durante la reforma, se comunicaban a través de los elementos del molino para comunicar dónde, cuándo y a qué hora había misa y oficios. En el año 2002 cuando el equipo de fútbol del Feyenoord, en Rotterdam, se alzó con la UEFA el molinero adornó su molino con la bandera del equipo y paró las hélices en modo júbilo; esto es, con un madero apuntando a la una del reloj. Pasó a marcar las once cuando su suegro, el viejo molinero falleció; estuvo dieciocho meses en posición de luto y comentaron que “lo normal es que sean cien días, pero esta es una zona protestante muy conservadora”. Figura 7. Lenguaje de los molinos de viento en Holanda. 5. Conclusiones Así, tras el estudio realizado tenemos idea del origen de las telas/velas/lienzos/lonas del molino por la asociación de estas con las velas de las embarcaciones, en la mayoría de los casos realizadas en algodón u otros materiales similares, que en origen pudieron ser: papiro, lana, esparto, lino, cáñamo, etc. En cuanto a la funcionalidad es clara su misión de hacer de transmisión de la fuerza que recogen del viento, que se hace a través de las distintas tipologías estudiadas: vela latina o vela rectangular o cuadrada en el caso de los molinos de viento manchegos, de los que en la actualidad hay al menos ocho ejemplares con maquinarias funcionando. Por último, abogar por la conservación del vocabulario y las técnicas de montaje de los velámenes tradicionales en cada zona de la geografía peninsular, a lo que puede contribuir enormemente a recuperación de algunos edificios en los que se desarrolle la molienda tradicional como los casos de los molinos de viento manchegos. 6. Bibliografía José Damián, ARANDA MERCADER, El dominio del viento. Los molinos del Campo de Cartagena. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Cartagena, 2000. Juan Carlos CÁDIZ DELEITO, Molinos de viento. Historia de las máquinas eólicas. Madrid, Endesa, 1992. Pedro Luis, CAMUÑAS ROSELL, El molino manchego, Editorial Azacanes, Olías del Rey (Toledo), 2000. Julio, CARO BAROJA, Tecnología Popular Española. Editora Nacional, Madrid, 1983. Diderot & D’Alembert. L’Encyclopédie – Agriculture: NEW BOOK / SOFT COVER: In French. Bibliotheque de l’lmage, París, 2001. Inmaculada GARCÍA SIMÖ, Ángel INIESTA SAMARTÍN, Aurora LEMA CAMPILLO, Molinos de viento en la Región de Murcia: tipología, pautas y criterios de intervención, Murcia, Consejería de Cultura de la Región de Murcia, 2008. Gonzalo, GARCIVAL, En el reino de los Países Bajos. Cuando los molinos de viento hablaban su propio lenguaje, ABC, Madrid, 30/11/1972. José Antonio GARCÍA-DIEGO y Nicolás, GARCÍA TAPIA, Ciencia y técnica en el renacimiento. El manuscrito de Francisco Lobato, vecino de Medina del Campo. Serie Historia y Sociedad, n.° 15, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones, Valladolid. 1990 Gabriel, GIRONI CABRA, Manual del molinero. Guía práctica de la conservación y almacenaje de los granos y conversión de estos en harinas. Reproducción facsímil de 7875, Madrid, librería de Cuesta, 1998. Zacarías, LÓPEZ-BARRAJÓN BARRIOS, “La actividad molinera en la Mancha del siglo XIX a través de los diarios de Segundo Zarco (Mota del Cuervo, Cuenca) y Lucio Fernández (Turleque, Toledo)” Actas del Congreso Internacional de Molinología (2014), pp. 372-383. ACEM-HUERMUR, Murcia, 2017. Rafael, MAZUECOS, “Molinos de viento manchegos” en Hombres, lugares y cosas de la Mancha, 1 edición, fascículo XXXIII, 1971, 18-32 pp. 1971. Ilustraciones: 1.- Molino de viento sin velas, según Manuscrito de Francisco Lobato (Folio 20). Extraído de: José Antonio GARCÍA-DIEGO y Nicolás, GARCÍA TAPIA. Ciencia y técnica en el renacimiento. El manuscrito de Francisco Lobato, vecino de Medina del Campo. Serie Historia y Sociedad, n.° 15, Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones, Valladolid. 1990, p. 75. 2.- Molino de viento con sus mecanismos, dibujo de G. Chaves. Extraído de: Rafael, MAZUECOS. “Molinos de viento manchegos” en Hombres, lugares y cosas de la Man- cha, 1º edición, fascículo XXXIII, 1971. 3.- Molino de Campo de Criptana con los lienzos recogidos. Fotografía digital B/N, Propiedad: Fototeca de Campo de Criptana (C. Real), Colección Isidro Heras: Molinos. 4.- Colocación de la vela en el molino de viento de Mota del Cuervo para molienda tradicional. Propiedad del autor de la comunicación. 5.- Molino de viento de Sa Pobla (Mallorca). Extraído de: ELS MOLINS DE VENT DE MALLORCA, M. Sanchis Guarner, Biblioteca Folclórica BARCINO (Volumen XI), 1955. 6.- Molino del Campo de Cartagena. Foto digital, color, año 2002. Propiedad del autor de la comunicación. 7.- Lenguaje de los molinos de viento holandeses. ABC, Madrid, 30/11/1972, p. 147. Notas: 1 Cádiz (1992): p. 14. 2 Ibidem: p. 18. 3 García-Diego (1990): pp. 73-75. 4 Ibidem: pp. 76-77. 5 Ibidem: pp. 78-79. 6 Ibidem: pp. 80-82. 7 Diderot & D“AIembert (2001): pp. 3-4, planchas II-III Moulin á vent. 8 Ibidem nota 3: p. 28. 9 Caro (1983): p. 162. 10 Mazuecos (1971): pp. 3-5. 11 López-Barrajón (2000): pp. 361, 362, 366 y 367. 12 Agradecemos a la Oficina de Turismo de Mota del Cuervo las facilidades dadas para la toma de datos y fotografías. 13 Ibidem nota 9: p. 21. 14 Sanchís (1958): p. 18. 15 Ibidem: p. 19. 16 Agradecemos toda la información de los molinos mallorquines a la técnica del Consell de Mallorca Da Aina Serrano Espases. Y la de los molinos cartageneros a D. Francisco José Martínez López. 17 García (2000): p. 35
El alcazareño Carlos Javier Martínez Santiago nuevo miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores “Santo Cristo de la Oliva” Fecha de Publicación: 19/06/2023 . El día 7 de junio, La Cofradía Internacional de Investigadores «Santo Cristo de la Oliva», celebró el día 7 de junio, la Víspera del Corpus Christi en el Monasterio de San Juan de los Reyes, como viene siendo ya tradición. En ella tuvo lugar la ceremonia de investidura de nuevos Cofrades del presente curso académico 2022-2023, oficiada por el Obispo Auxiliar de Toledo, Monseñor Francisco César García Magán. Dicha ceremonia comenzaba a las 18 horas formando capítulo en el claustro de San Juan de los Reyes. Asistieron autoridades municipales como D. Teodoro García, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Toledo en representación de la alcaldesa de la ciudad Dª. Milagros Tolón, otras autoridades civiles y militares, así como una amplia representación de cofradías y hermandades sacramentales y capítulos de Toledo, y de otros lugares de España, Francia y Alemania. Una vez entrada la comitiva a la iglesia, empezó la Eucaristía presidida por el Obispo Auxiliar de Toledo. Tras la homilía, procedió el acto de investidura de los nuevos cofrades, siendo llamados por riguroso orden para la imposición de su medalla. En esta ocasión fueron investidos catorce nuevos Cofrades, entre los que se encontraba el alcazareño D. Carlos Javier Martínez Santiago. Al término de la Eucaristía, se formó de nuevo el capítulo que desfilaría hasta el claustro donde sería disuelto por el representante del Ayuntamiento. Al día siguiente, en la celebración de la solemnidad del Corpus Christi, los 14 nuevos Cofrades procesionaron junto con sus hermanos por las calles de la Ciudad Imperial. A pesar de las inclemencias meteorológicas, cerca de 90 cofrades acompañaron al Cristo Sacramentado portado por la Custodia de Arfe. El próximo acto tendrá lugar a finales del mes de noviembre, en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo, donde se celebrará el solemne Cabildo de Apertura del siguiente curso académico 2023-2024. Además, se entregarán diplomas a los 14 nuevos Cofrades que recibieron la investidura canónica el pasado 7 de junio, Víspera del Corpus Christi. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
«El turismo debe abordarse desde una visión conjunta de ‘Lugares del Quijote’ en la Mancha» Fecha de Publicación: 27/04/2023 . Con su magnífica conferencia “El Quijote como filosofía de Marketing del siglo XXI”, Antonio leal Jiménez dio inicio al ciclo “Universo Quijote”, en ella desgranó los ingredientes necesarios para que las empresas tengan éxito ofertando sus productos o servicios siempre basándose en las enseñanzas del Quijote No dejen de leer siempre que puedan unos párrafos de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha Alcázar de San Juan, 27-04-2022.- En la Casa Museo del Hidalgo, a las 20:00 horas del miércoles 26 de abril, con la llamativa e incomprensible ausencia del mundo empresarial alcazareño -ante un tema de sumo interés para ellos-, tenía lugar la magnífica disertación del alcazareño Antonio Leal Jiménez titulada “El Quijote como filosofía de Marketing del siglo XXI”, con la que se daba comienzo al ciclo de conferencias “Universo Quijote” abiertas al público en general y en la que especialistas vinculados con diferentes aspectos del Quijote ofrecerán su conocimiento al público alcazareño. Antonio Leal Jiménez es uno de los mayores expertos de Marketing de España con prestigio internacional, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Cádiz, Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Málaga, Máster en Business and Administration, Profesor Titular de Universidad, ha sido Director de Marketing Institucional de la Universidad de Cádiz y anteriormente vicepresidente ejecutivo de Marketing de Bodegas TERRY, su enorme experiencia en el mundo del marketing le hacen ser un conferenciante que merece la pena escuchar. Leal Jiménez hizo mucho hincapié en el aspecto humanista y de los valores aprendidos en la obra de Cervantes y afirmó que el Quijote se paladea de forma diferente según la edad con la que uno lo lea y cuando más se disfruta es cuando ya tienes cierta madurez y vivencias. Se hizo tres preguntas ¿Qué tiene que ver el Quijote con el Marketing del siglo XXI? ¿Puede tener algo en común don Quijote con el Marketing actual? y ¿Es posible pensar que el mundo de los sueños puede relacionarse con los sistemas empresariales? Basó en estas tres preguntas el hilo conductor de la conferencia, asegurando que en las tres preguntas la respuesta es afirmativa, pasando a desgranar el contenido de su exposición. Analizado el estado de la cuestión nos encontramos con que debemos apoyarnos en estas tres patas principales: la empresa (que debe ofrecer, credibilidad, reputación y responsabilidad social, así como servicio al cliente y ser capaz de generarle entusiasmo), el Marketing (calidad, nichos de mercado, innovación) y Cervantes, que no era un hombre de empresa, pero su manera de ver las cosas tenía muchísimo fundamento y es digno de ser tenido en cuenta. El marketing es una media de ciencia y arte, es el equilibrio entre técnica y creatividad. Al igual que en la política, perdemos interés cuando dos partidos al confrontarse solo se lanzan improperios mutuos, así ocurre cuando dos empresas hacen campañas de marketing contrarias atacando los productos del contrario, lo que les lleva a tomar decisiones erróneas como bajar los precios o reducir los costes. El resultado es estrechar el mercado y perjudicar el empleo. Mientras que, si se dedican a un marketing creativo, lo que harán será ampliar el abanico de posibilidades, generar oportunidades y abrir el mercado de trabajo. Apuntó que don Quijote es un modelo de liderazgo empresarial por el convencimiento de la misión que tiene que cumplir y el empeño que pone en conseguir este objetivo. Para triunfar, ofreció unos sabrosos consejos basados en el Quijote: poner pasión en todo lo que se hace, valorar a las personas, rodearse del mejor equipo, ser fiel a uno mismo, no tener miedo a los gigantes que son simples molinos. Igualmente dijo quiénes eran -en su opinión- ejemplo de nuevos quijotes: Bill Gates, Steve Jobs, o Mark Zukerberg (que dijo aquello tan bonito de que no hay que crear servicio para ganar dinero, sino que hay que ganar dinero para crear nuevos y mejores servicios). O cómo los españoles Amancio Ortega o Juan Roig, todos siguen escrupulosamente, la inspiración de don Quijote para hacer frente a sus dificultades porque son grandes soñadores. Dijo, además, que los agentes de publicidad tienen que soñar continuamente y para soñar hay que leer el Quijote. También apuntó una idea que deberíamos aplicarnos si queremos triunfar en la oferta del turismo de la Mancha, indicó que era un gran error concurrir cada pueblo por su lado en la defensa de “su” turismo, que así no se llegaba a ningún sitio y que las posibilidades de fracasar son casi seguras. Apuntó a que todas las poblaciones que tienen algo que ofrecer en relación con el Quijote, deberían estar convencidas en ir de la mano colaborando en lograr un objetivo común, que él llamó “Lugares del Quijote” y que una vez ofrecido ese producto, cada lugar se empeñe en mejorar dentro en lo posible sus infraestructuras y su oferta turística pero siempre sin perder fuerzas en enfrentarse con los de al lado, sino teniendo siempre a la vista el objetivo común que es el de reforzar un proyecto turístico de primer orden que atraiga con fuerza al turista literario. Precisamente en esta misma idea coincide con la Sociedad Cervantina que siempre han apostado por la “Comarca Quijote” teniendo claro que sólo de este modo se puede organizar un turismo fiel que obtenga por su dinero invertido un contenido de calidad y un grado de satisfacción que le haga sentir que le ha merecido la pena visitar la Mancha y que recomendará a sus amistades, haciendo crecer las visitas de forma exponencial. Impartió un consejo fundamental: “No dejen de leer, siempre que puedan, unos párrafos de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Aseveró que “el idealista no conoce límites, la persona con ideales es una persona con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, lo importante es marcarse metas y poner toda tu alma en cumplirlas”. Y cerró la conferencia exhortando a los presentes a leer, releer y practicar el Quijote, confesó que cada vez que vuelve a las páginas del Quijote le hacen renovar su fe en los hombres que se atreven a soñar y no sólo eso, sino que con su lectura se permite construir nuevas ilusiones personales porque siempre hay una aventura que nos está esperando. “No se necesita una varita mágica para cambiar las cosas, dentro de nosotros mismos yace la magia que nos impulsa a hacer grandes cosas”. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Se cumplen veinte años de la declaración de Pausa (Perú) como Capital Cervantina de América Fecha de Publicación: 21/04/2023 El próximo miércoles 26 de abril, se cumplirán 20 años de la declaración de Pausa (Perú) como Capital Cervantina de América, que fue aprobada por Resolución de Alcaldía nº 031-2003-MPPSS de la Municipalidad Provincial de Paucar del Sara Sara, en la región peruana de Ayacucho Alcázar de San Juan 24/04/2023.- Esta resolución que no ha sido reconocida en el mundo cervantino y ni tan siquiera conocida en muchos casos, fue dictada a impulso de su alcalde provincial, Italo Villaverde Huaita, y tiene mucho fundamento. La motivación menos importante -aunque también sea relevante- es la de situar en el mundo cervantino a esta hoy humilde ciudad andina perdida en el centro de Perú, a los pies del Nevado Sara Sara, en el antiguo tránsito virreinal de la Ciudad de los Reyes a Chile. Pero la motivación más importante es que Pausa se merece el nombramiento. En una fecha indeterminada de 1607 (algunos autores apuntan que el 19 de octubre, pero no es una fecha corroborada) se celebraron en Pausa, capital del corregimiento de Parinacochas unos fastos en honor del nombramiento como virrey del Perú de Juan de Mendoza y Luna –marqués de Montesclaros–, con la particularidad de que aún se hallaba de camino desde el virreinato de México (que acababa de dejar para hacerse cargo del nuevo cargo) y no estaba presente en las fiestas. Es decir, que las hicieron en su honor, pero lo curioso es que dejaron testimonio escrito de ellas para que el nuevo virrey, amante de las letras y lector del Quijote, conociese de la celebración de las mismas mediante la lectura del relato a su llegada a Lima. Laura Agar Paz Rescala, nos dice en su fantástico trabajo ¿Cómo es que asomó el Caballero de la Triste Figura? En busca de un contexto para las fiestas de 1607 en Pausa: “Estas fiestas se hicieron famosas desde que la Relación de las fiestas que se celebraron en la corte de Pausa… fue dada a conocer por Francisco Rodríguez Marín en 1911. El manuscrito narra la dramatización de un torneo ecuestre, para el cual se presenta una interesante gama de caballeros, entre los cuales aparece don Quijote. Irving Leonard [1953] colaboró a dar sustento al renombre de estas fiestas al hablar de la circulación de libros de caballería en los virreinatos españoles de ultramar y al mostrar los acuerdos comerciales que quedan como prueba de la profusa cantidad de ejemplares que llegaron a América de la primera edición del Quijote (para esto sigue una estela que ya había marcado en su conferencia el mismo Rodríguez Marín y que, poco después, comienzan a repetir estudiosos de las primeras décadas del siglo XX [Francisco de Icaza 1918]). Esta relación de fiestas, por décadas, pasó de boca en boca, sin que nadie se detuviera a estudiarla cuidadosamente. Hoy el panorama ha cambiado, principalmente por la edición anotada de la relación de fiestas que en 2005 propusieron José Manuel Lucía Megías y Aurelio Vargas Díaz Toledo y por algunos estudios más como, por ejemplo, los de Raquel Chang Rodrígez [2007] y Susana Antón Priasco [2007; 2009]”. Y sigue diciendo en su documentado estudio que a instancias del corregidor Francisco de Álava y Norueña (que no aparece para nada en el relato), auténtico impulsor de las fiestas, concitó en la que en ese momento era una importante ciudad minera y bastante rica por la capacidad organizativa que demostró, a un elenco de personalidades relevantes del corregimiento de Parinacochas, ya que los tres jueces del festival fueron fray Antonio Martínez prior del convento dominico de San Cristóbal de Pausa (poder eclesiástico), Cristóbal de Matas, minero potosino (poder económico) y Juan de Larrea y Zurbano, antiguo corregidor y el representante de la nobleza local, casado con María de Peralta (hija de Diego de Peralta y Cabeza de Vaca conquistador y fundador de la ciudad de Arequipa), y a quien junto con sus hijas fueron dedicados los diferentes triunfos de las justas. En la representación ocurrida en la Plaza de Armas de Pausa, salieron diferentes caballeros cada uno con su lema o mote, pero el que más llamó la atención fue don Quijote, nos cuenta Paz Rescala en su trabajo antes citado: “En fin, la particularidad mayor de nuestro caballero es que, dentro de la ficción de la fiesta, es un no caballero (¿un soldado? ¿Alonso Quijano?) haciendo de caballero y fallando en el intento; es representado en compañía de otros personajes (el cura, el barbero) a su vez disfrazados (de princesa Micomicona y de escudero). Este caballero es un golpe de ironía y modernidad. Es el reverso de la fiesta. Podría ser una suerte de desafío a todos los demás caballeros a caer en su propia condición de farsa y a gozar todavía más del juego: así, sin dar en el blanco siquiera con una lanza, rompiendo incluso en el cabo los versos de su lema: Soy el audaz don Quixó-, y maguer que desgraçiá-, fuerte, brabo y arriscá-“. Interpretando a don Quijote otro poder local, Luis de Córdoba (caballero cordobés que anda en este reino disfrazado de nombre Luis de Galves) que había sido juez de Castrovirreina, centro minero e importante ciudad de paso para el comercio del azogue, que a la postre resultó con su interpretación del hidalgo manchego, el ganador del torneo, con lo que queda demostrado que el personaje no fue una excepción en las fiestas, sino que el Caballero de la Triste Figura fue el protagonista indudable de las mismas: “… y los jueces desde su andamio alcanzaron un bocado, y después de haber tenido entre sí algunas diferencias sobre el dar de los premios de invención, letra y gala, se resolvieron en esta forma: que el de invención, por haber sido todas tan buenas y reconocerse poca o casi ninguna ventaja en ellas, se le diese al Caballero de la Triste Figura, por la propiedad con que hizo la suya y la risa que en todos causó verle; el cual dio cuatro varas de raso morado que le tocaron, a su escudero Sancho, para que las presentase en su nombre [a Dulcinea] cuando la viese, diciéndole que el su caballero las había ganado con el ardid y esfuerzo que su memoria le había prestado; y al Caballero de la Selva le dieron unos guantes de ámbar por la mejor letra que presentó al sujeto de ella”. (Se puede leer completa la descripción de las fiestas en https://cvc.cervantes.es/literatura/quijote_america/peru/relacion_pausa.htm Me atrevería a decir que, desde el momento en que cuenta el manuscrito que, conocido el proveimiento del marqués de Montesclaros como virrey del Perú y en el que salió una encamisada de cuarenta caballeros hacia la plaza para colgar el cartel donde en los siguientes diez días debían apuntarse los caballeros que quisieran participar en las justas en honor al nuevo mandatario, ya se estaba forjando la victoria de don Quijote de la Mancha en la Plaza de Armas de Pausa. Por tanto y para cerrar este artículo creo que ha quedado claro que la primera representación de los personajes cervantinos con un cierto gusto, no exento del ánimo de divertir y hacer gracias, pero opino que hasta con un cierto respeto, fue la que tuvo lugar en la ciudad andina, por lo que creo que el nombramiento que le fue dado por resolución de alcaldía es más que justo y basado en evidencias históricas y ojalá que este breve recopilatorio (y el de otras personas más versadas que yo en el mundo cervantino) sirvan para poner a los pausinos en el lugar que en justicia les corresponde. Constantino López Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Con Antonio Leal Jiménez comienza el ciclo de conferencias “Universo Quijote” Fecha de Publicación: 20/04/2023 Cartel de la conferencia . “El Quijote como filosofía de Marketing en el siglo XXI” será el título con el que Antonio Leal Jiménez inaugurará este ciclo de conferencias que va a estar abierto a todo el público y con entrada libre Alcázar de San Juan, 20 de abril de 2023.- Con el ánimo de abrir las actividades de la Sociedad Cervantina de Alcázar al público alcazareño y de toda la comarca que quiera asistir, se ha programado un ciclo de conferencias llamado “Universo Quijote” en el que personas relacionadas con diferentes ámbitos culturales y académicos pasarán por nuestra ciudad a hablarnos sobre temas de interés y siempre en la órbita del Quijote. «Universo Quijote» es una nueva actividad cultural que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan va a poner en marcha en este y que está dentro de la programación de actividades que la Asamblea General aprobó para 2023. De esta forma no solo habrá actividades exclusivas para los socios, sino que con el ciclo de conferencias que ahora se inicia, posibilitará a todos los aficionados al mundo cervantino y quijotesco, que conozcan de manera más cercana la asociación cultural y cumplirá el objetivo fundamental de la Sociedad que es el de fomentar la lectura, conocimiento, estudio y difusión de la obra de Miguel de Cervantes y en particular del Quijote. La entrada es libre para todos los públicos hasta completar el aforo y la primera de las conferencias correrá a cargo de un paisano, Antonio Leal Jiménez, que es experto en Marketing y nos hablara de cómo diversas personalidades de nuestra época han seguido las enseñanzas contenidas en el Quijote para triunfar en sus negocios, la conferencia llevará por título “El Quijote como filosofía de Marketing en el siglo XXI” y tendrá lugar en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan el miércoles 26 de abril a partir de las 20:00 horas. Aunque será retransmitida por Facebook en directo, os invitamos a todos a acompañarnos en la Casa del Hidalgo porque escuchar a Antonio Leal es siempre muy placentero y su gran experiencia nos hará aprender muchas cosas mientras pasamos un rato extraordinario. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Cartel de la conferencia . “El Quijote como filosofía de Marketing en el siglo XXI” será el título con el que Antonio Leal Jiménez inaugurará este ciclo de conferencias que va a estar abierto a todo el público y con entrada libre Alcázar de San Juan, 20 de abril de 2023.- Con el ánimo de abrir las actividades de la Sociedad Cervantina de Alcázar al público alcazareño y de toda la comarca que quiera asistir, se ha programado un ciclo de conferencias llamado “Universo Quijote” en el que personas relacionadas con diferentes ámbitos culturales y académicos pasarán por nuestra ciudad a hablarnos sobre temas de interés y siempre en la órbita del Quijote. «Universo Quijote» es una nueva actividad cultural que la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan va a poner en marcha en este y que está dentro de la programación de actividades que la Asamblea General aprobó para 2023. De esta forma no solo habrá actividades exclusivas para los socios, sino que con el ciclo de conferencias que ahora se inicia, posibilitará a todos los aficionados al mundo cervantino y quijotesco, que conozcan de manera más cercana la asociación cultural y cumplirá el objetivo fundamental de la Sociedad que es el de fomentar la lectura, conocimiento, estudio y difusión de la obra de Miguel de Cervantes y en particular del Quijote. La entrada es libre para todos los públicos hasta completar el aforo y la primera de las conferencias correrá a cargo de un paisano, Antonio Leal Jiménez, que es experto en Marketing y nos hablara de cómo diversas personalidades de nuestra época han seguido las enseñanzas contenidas en el Quijote para triunfar en sus negocios, la conferencia llevará por título “El Quijote como filosofía de Marketing en el siglo XXI” y tendrá lugar en la Casa Museo del Hidalgo de Alcázar de San Juan el miércoles 26 de abril a partir de las 20:00 horas. Aunque será retransmitida por Facebook en directo, os invitamos a todos a acompañarnos en la Casa del Hidalgo porque escuchar a Antonio Leal es siempre muy placentero y su gran experiencia nos hará aprender muchas cosas mientras pasamos un rato extraordinario. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
La música en Cervantes protagonista absoluta en la Sierra de los Molinos de Criptana Fecha de Publicación: 16/04/2023 . Con el patrocinio del Ayuntamiento de Campo de Criptana, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado la 5ª Mesa Redonda Cervantina en el salón de actos del Centro de Interpretación del Molino Manchego Alcázar de San Juan, 16 de abril de 2023.- A lo largo de la mañana del sábado 15 de abril, ha tenido lugar la V Mesa Redonda Cervantina que ha llevado por título «La música en Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música». Santiago Lázaro, alcalde de Campo de Criptana y Rosa Ana Fernández, concejal de cultura, abrían el acto dando la bienvenida a ponentes y público asistente, mostrándose muy satisfechos por acoger este evento cultural que llevaban tiempo preparando junto con la Sociedad Cervantina de Alcázar. Lázaro puso de manifiesto la importancia de celebrar este acto en su pueblo, en coordinación con una sociedad cultural alcazareña (que ha celebrado las cinco mesas redondas de forma itinerante en diferentes localidades cercanas), e insistió en la idea de que este ejemplo debe calar en la comarca. Dijo que la idea de que cada pueblo haga su lucha individual por atraer turismo es errónea, se mostró convencido de que es más productivo aunar sinergias y que todos juntos sumemos esfuerzos en la idea de la “Comarca Quijote”, y que de forma conjunta seamos capaces de ofrecer un producto turístico completo basado en el Quijote y sus aventuras por la comarca, para que pueda ser disfrutado por nuestros visitantes. La Mesa Redonda ha respondido a las expectativas que se habían generado debido a que las exposiciones -de gran interés-, han mantenido al público absorto y pendiente de las explicaciones de los intervinientes, hasta el punto de que a gran número de asistentes la sesión se les ha hecho corta. El acto ha sido transmitido en directo en el perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, donde nada más terminar el acto se ha subido el vídeo completo del evento a disposición de quienes quieran verlo en diferido. https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912 La música y Cervantes han sido protagonistas absolutos de la mañana criptanense, moderados de forma magnífica por Miguel Antonio Maldonado (experto en música tradicional y director del grupo Camerata Cervantina), los verdaderos protagonistas de la mesa han ido desgranado sus ponencias de forma magistral. Comenzó el orden de intervenciones Manuel Briega Román (concertista componente del Dúo Belcorde) haciendo un recorrido por la enorme producción de música clásica basada en el Quijote que ha inspirado más de 1000 obras entre composiciones musicales, piezas de ballet y óperas. Briega ha recorrido medio mundo ofreciendo conciertos en colaboración con el Instituto Cervantes y ha asegurado que no solo llevan a gala ser manchegos, sino que lo demuestran interpretando siempre en su repertorio música de la época de Cervantes que es apreciada en todos los países. A continuación, Enrique Suárez Figaredo (socio de honor de la SCA) comentó la película El Hombre de la Mancha de 1972 (género musical), con Peter O’Toole, Sofía Loren y James Coco como actores principales, alabando el tono –in crescendo– de la parte musical, así como la gran interpretación de los personajes de Sancho Panza y de Aldonza. Se ganó al público afirmando que Sara Montiel hubiese sido la encarnadora ideal de Dulcinea, pero que, a falta de la paisana, Sofía Loren tampoco lo hizo mal… No obstante, apuntó que en su opinión el actor principal no se acababa de ajustar a la personalidad que debería tener un caballero andante al uso. Así mismo dijo que cuantas más veces ha visto la película, más aprecia la calidad musical de las melodías como uno de los atractivos del film. Por otra parte, Juan José Pastor Comín (profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha) hizo una rigurosa exposición de los usos musicales en las obras de Cervantes, mostró como el genial escritor conoció -sin duda- la música y las canciones populares de su tiempo, así como la completa gama de instrumentos. Puso de manifiesto también cómo Cervantes utiliza términos musicales que son sólo conocidos por verdaderos especialistas y demuestra el conocimiento profundo de la teoría musical. Puso de manifiesto que Cervantes además hace bromas con los fundamentos musicales de don Quijote, sacando siempre muchísimo partido de los propios conocimientos sobre música del inmortal novelista. Adornó su exposición con la reproducción de fragmentos musicales de la época, algunos de una gran complejidad compositiva. Finalmente, Hans Christian Hagedorn (también profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha), realizó un exhaustivo análisis de la gran variedad de obras de jazz que han tenido el Quijote como modelo, e hizo un fantástico recorrido por los elementos y motivos de inspiración para componer este tipo de música. También utilizó la reproducción de pequeños fragmentos musicales para explicar -por ejemplo-, cómo los compositores utilizaban estructuras musicales cíclicas y repetitivas para simular el giro continuo de las aspas de los molinos de viento. A la terminación de las exposiciones, Toni Maldonado (moderador) hizo un preciso resumen de lo más importante de cada intervención y aportó algunas apreciaciones sobre los aspectos coincidentes con la música tradicional -que tan bien conoce-, poniendo una guinda al sabroso pastel que la mesa redonda ofreció al público. Siguió un turno de interesantes preguntas por parte del público asistente, especialmente una sobre si conocían alguna composición inspirada en la pastora Marcela, a la que los ponentes respondieron que no lo había, a pesar del importante papel de libertad e independencia con el que Cervantes adorna a esta mujer en su novela; en cambio sí que tenían constancia de que había composiciones inspiradas en Grisóstomo. Podemos afirmar que la música ha sido protagonista absoluta en la Sierra de los Molinos de Campo de Criptana y que se ha respirado en cada rincón del Centro de Interpretación del Molino Manchego. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
La música de don Quijote en la Tierra de Gigantes Fecha de Publicación: 12/04/2023 Rosa Ana Fernández, Concejal de Cultura de Campo de Criptana y Juan Bautista Mata, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar en la presentación a los medios de la 5ª Mesa Redonda Cervantina . La 5ª Mesa Redonda Cervantina tendrá por título “La música de Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música” y se celebrará en Campo de Criptana Alcázar de San Juan, 12 de abril de 2023.- En colaboración con el Ayuntamiento de Campo de Criptana, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha organizado la quinta edición de esta iniciativa cultural poniendo en valor uno de los lugares que más se identifican con la Comarca Quijote, ya que esta población era la única que disponía de un gran número de estos gigantes industriales y fue el único lugar posible en el que Miguel de Cervantes se inspirase para situar en este paraje la famosa batalla contra los molinos de viento, que el autor describió en el mundialmente conocido Cap. 8 de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La 5ª Mesa Redonda Cervantina se desarrollará en el incomparable marco del Centro de Interpretación del Molino Manchego, en plena Sierra de los Molinos, el sábado 15 de abril a partir de las 11.00 horas y con entrada gratuita hasta cubrir el aforo del local. En esta ocasión y por celebrarse en Campo de Criptana, ciudad con amplia tradición musical, la Mesa Redonda versará sobre la música en el Quijote y llevará por título «La música de Cervantes y sus obras, y la influencia de éste en la música» y contará con cuatro ponentes de excepción, profundos conocedores del mundo musical cervantino que ofrecerán ponencias del máximo interés, que aportarán datos desconocidos e interesantes para todos los apasionados de la obra cervantina y para el público en general que asista en directo o siga el desarrollo de la Mesa Redonda a través del perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912 Desde las 11.00 y tras la inauguración de la Mesa por parte de las autoridades, nuestro socio Miguel Antonio Maldonado Felipe, folklorista, investigador musical y arreglista-director del grupo de música tradicional Camerata Cervantina será el conductor de la mesa y moderará a los ponentes: D. Manuel Briega Román, Criptanense, profesor superior de Violín y Música de Cámara por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Profesor de violín del Conservatorio Profesional de Música “Marcos Redondo” de Ciudad Real. Concertista internacional con el dúo Belcorde. Expondrá: “El QUIJOTE: Fuente de inspiración musical del s. XVII al S. XXI”. D. Enrique Suárez Figaredo, Socio de Honor de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Ingeniero eléctrico ya jubilado, investigador residente en Barcelona, estudioso del Quijote, editor y descubridor de una edición desconocida del Quijote de Avellaneda, que a la postre se trató de la primera y más antigua entre los fondos de la Biblioteca Nacional. Gran conocedor del mundo de la edición en el Siglo de Oro, ha editado gran parte de las novelas de caballerías de la época. Ha sido colaborador en el Quijote del Instituto Cervantes, última edición, coordinada por Francisco Rico. Su ponencia será: “El Hombre de la Mancha. Aciertos y desaciertos del film respecto al personaje principal”. D. Juan José Pastor Comín, Profesor Titular (acreditado a Catedrático) de Música en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y Codirector del Centro de Investigación y Documentación Musical (CIDoM-SIC). Ganador del Premio Nacional Extraordinario de Fin de Grado (MEC) y Premio Extraordinario de Contrapunto y Fuga (2001). Su exposición se titulará: “Usos musicales en las obras de Cervantes”. D. Hans Christian Hagedorn, Profesor Titular del Departamento de Filología de la Universidad de Castilla La Mancha, autor de «La traducción narrada: El recurso narrativo de la traducción ficticia», 2006. Pertenece a Asociación Internacional de Hispanistas (AIH) Asociación Madrileña de Germanistas (AMG) Deutscher Germanisten Verband (DGV). El título de su ponencia será: “La presencia del Quijote en la música popular de los siglos XX y XXI: el caso del jazz”. La Mesa Redonda Cervantina se ha celebrado ya en El Toboso, Quero, Puerto Lápice, Alcázar de San Juan y en esta ocasión en Campo de Criptana. Siempre en los lugares que son referencia en el Quijote y donde tuvieron lugar las aventuras de don Quijote y Sancho Panza. En 2023 la música del Quijote estará en Tierra de Gigantes. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
La casa de don Quijote Fecha de Publicación: 09/04/2023 El Quijote, al inicio, puede parecer un laberinto geográfico, pero después de familiarizarse con el entorno físico descrito en él deja de serlo. Si hemos podido situar el lugar de don Quijote en el mapa de la Mancha, teniendo en cuenta los datos geográficos, físicos y humanos, que en el texto nos deja su autor, tratar de situar la casa de don Quijote en el núcleo urbano de Alcázar de San Juan parece posible. Que Cervantes conoció esta villa manchega, sanjuanista, y su entorno cercano, no cabe duda alguna. No tenemos constancia documental de cuando estuvo, el motivo, ni el tiempo que permaneció aquí. La imagen que de ella tenía Cervantes la traslada al papel de su novela más conocida, lo suficientemente legible para el lector coetáneo que leyó su novela. Hoy nos parece imposible transitar por una ciudad si no es con un dispositivo de geolocalización en la mano, pero en tiempo de Cervantes identificar la imagen de un lugar consistía simplemente en percibir lo más nítidamente posible su morfología, el plano urbano con sus hitos, calles, plazas, bordes y edificios singulares. Si el viajero accedía por uno de los caminos de acceso a un pueblo o ciudad, distinguir su estructura y sus barrios le servía de referencia clara para manejarse después en su interior. La plaza central o mayor, que normalmente albergaba el ayuntamiento, en cualquier villa manchega, es la imagen que identifica el centro de ella, un nodo desde el que parten las calles principales hacia cada uno de los barrios. También a ella llegan o parten los caminos, en su casco urbano todavía como calles, desde o hacia otras villas cercanas. Cervantes conoce bien la plaza de Alcázar de San Juan. En ella está la Torre del ayuntamiento y una fuente pública. En toda esta comarca manchega solo Alcázar de San Juan contaba con una fuente en su plaza. Escoge esta imagen vigorosa de la fuente de la plaza y nos la retrata en el texto. Teresa, la mujer de Sancho, le da las nuevas que en su pueblo han pasado desde su segunda partida con don Quijote: «Sanchica hace puntas de randas, gana cada día ocho maravedís horros, que los va echando en una alcancía para ayuda a su ajuar; pero ahora que es hija de un gobernador tú le darás la dote sin que ella lo trabaje. La fuente de la plaza se secó, un rayo cayó en la picota, y allí me las den todas.»(Q2, 52). Era común, y sigue siéndolo hoy, que en todas las plazas de los pueblos manchegos, en la amplitud de la plaza, se celebrasen los días de mercado; las celebraciones, festividades más importantes y los domingos al mediodía eran el punto de reunión para chicos y grandes. Para ubicar el barrio de Alcázar de San Juan donde Cervantes emplazó las casas de don Quijote y Sancho Panza, que eran vecinos, analizaremos las salidas y regresos de don Quijote, y la llegada a la villa del paje de la duquesa con las cartas a Teresa. En estos pasajes, Cervantes, describe la estructura urbana de la villa del hidalgo manchego a principios del s. XVII, y de alguna manera nos marca el barrio de los protagonistas de la novela. Primera salida: «Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de Julio, se armó de todas sus armas, subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento y alborozo de ver con cuánta facilidad había dado principio a su buen deseo.» (Q1, 2) Primer regreso: «En estas pláticas y en otras semejantes llegaron al lugar a la hora que anochecía; pero el labrador aguardó a que fuese algo más noche, por que no viesen al molido hidalgo tan mal caballero. Llegada, pues, la hora que le pareció, entró en el pueblo y en la casa de don Quijote, la cual halló toda alborotada…» (Q1,4) Segunda salida: «Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Panza de sus hijos y mujer, ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen… Acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje…» (Q1, 7) Segundo regreso: «El boyero unció sus bueyes y acomodó a don Quijote sobre un haz de heno y con su acostumbrada flema siguió el camino que el cura quiso, y a cabo de seis días llegaron a la aldea de don Quijote, adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote. Acudieron todos a ver lo que en el carro venía, y cuando conocieron a su compatrioto quedaron maravillados, y un muchacho acudió corriendo a dar las nuevas a su ama y a su sobrina de que su tío y su señor venía flaco y amarillo y tendido sobre un montón de heno y sobre un carro de bueyes». (Q1, 52) Tercera salida: «En resolución, en aquellos tres días don Quijote y Sancho se acomodaron de lo que les pareció convenirles; y habiendo aplacado Sancho a su mujer, y don Quijote a su sobrina y a su ama, al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso…» (Q2, 7) Tercer regreso: «Aquel día y aquella noche caminaron sin sucederles cosa digna de contarse, si no fue que en ella acabó Sancho su tarea, de que quedó don Quijote contento sobremodo, y esperaba el día por ver si en el camino topaba ya desencantada a Dulcinea su señora… Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea, la cual vista de Sancho, se hincó de rodillas y dijo: —Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado… —Déjate desas sandeces —dijo don Quijote— y vamos con pie derecho a entrar en nuestro lugar, donde daremos vado a nuestras imaginaciones y la traza que en la pastoral vida pensamos ejercitar. Con esto bajaron de la cuesta y se fueron a su pueblo.» (Q2, 72) «A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… …Llegaron los cazadores, pidieron su liebre y diósela don Quijote; pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco. … Finalmente, rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote, y hallaron a la puerta della al ama y a su sobrina, a quien ya habían llegado las nuevas de su venida.» (Q2, 73) Llegada del paje de la duquesa: «Dice, pues, la historia que el paje era muy discreto y agudo, y con deseo de servir a sus señores partió de muy buena gana al lugar de Sancho, y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres, a quien preguntó si le sabrían decir si en aquel lugar vivía una mujer llamada Teresa Panza, mujer de un cierto Sancho Panza, escudero de un caballero llamado don Quijote de la Mancha; a cuya pregunta se levantó en pie una mozuela que estaba lavando, y dijo: —Esa Teresa Panza es mi madre, y ese tal Sancho, mi señor padre, y el tal caballero, nuestro amo. —Pues venid, doncella —dijo el paje—, y mostradme a vuestra madre, porque le traigo una carta y un presente del tal vuestro padre. —Eso haré yo de muy buena gana, señor mío —respondió la moza, que mostraba ser de edad de catorce años, poco más a menos. Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse —que estaba en piernas y desgreñada— saltó delante de la cabalgadura del paje, y dijo: —Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre. —Pues yo se las llevo tan buenas —dijo el paje— que tiene que dar bien gracias a Dios por ellas. Finalmente, saltando, corriendo y brincando llegó al pueblo la muchacha, y antes de entrar en su casa dijo a voces desde la puerta: —¡Salga, madre Teresa, salga, salga, que viene aquí un señor que trae cartas y otras cosas de mi buen padre!» (Q2, 50) Después de leer estos pasajes, separados a lo largo de la novela, surgen unos argumentos objetivos que nos sirven para situar en el plano urbano de Alcázar de San Juan la zona donde tenían sus don Quijote y Sancho Panza: 1º Vivían cerca de los bordes o límite urbano de Alcázar de San Juan En la primera salida indica el narrador que «por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento»,revelando que las tapias del corral de la casa de don Quijote estaban junto al campo. La hija de Sancho indica también la situación periférica de su casa, cuando invita al paje de la duquesa a acompañarla «que a la entrada del pueblo está nuestra casa». 2º En el este de la villa Don Quijote, en su primera salida, se dirige hacia el este llegando al final de la jornada a la Venta de Manjavacas, en el término de Mota del Cuervo. A su regreso, por el mismo camino, se encuentra de frente con los mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. De este desafortunado encuentro sale malparado. Recogido del suelo por un vecino suyo, que venía de llevar una carga de trigo a un molino de viento, este lo acomodó como pudo sobre su borrico y «entró en el pueblo y en la casa de don Quijote». En la época de la escritura del Quijote, en esta parte de la Mancha, solo tenían molinos de viento las cercanas villas de Campo de Criptana, El Toboso y Mota del Cuervo, entre otras villas santiaguistas, todas al este de Alcázar de San Juan. En su segunda salida, ya con Sancho como escudero, «acertó don Quijote a tomar la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje» llegando, ahora sí, a ver los molinos de Campo de Criptana, combatiendo contra uno de ellos. De regreso de Sierra Morena, en su segunda salida desde la Venta de la Inés, en tiempos de Cervantes conocida como Venta del Alcalde, don Quijote es traído a su pueblo sobre una carreta tirada por unos bueyes. Esta venta está situada al suroeste de Alcázar de San Juan. Pasadas las casas y ventas de Puerto Lápice, accederían a Alcázar por el oeste, por el camino de Herencia, «adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote». Necesitan cruzar de oeste a este el pueblo, por su plaza, para llegar a su casa. 3º Más precisamente, al noreste de la villa En la tercera salida, su primer destino es El Toboso. Alcázar de San Juan cuenta con un camino derecho con el nombre de Camino del Toboso. Este camino empezaba al noreste de la villa: «al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso» 4º Elementos particulares del paisaje urbano Además de la fuente de la plaza, Cervantes identifica dos elementos particulares más de la imagen urbana de Alcázar de San Juan. Estos le dan legibilidad al texto y nos ayudan a identificarlos en el plano de la villa: un arroyo al este antes de entrar a sus casas y unas eras de trillar en sus afueras junto al Camino del Toboso. -El Arroyo Mina. El paje de la duquesa, desde Aragón, llegaría a esta parte de la Mancha por Cuenca, y después de pasar Mota del Cuervo y Campo de Criptana entraría a Alcázar de San Juan por el conocido Camino de Murcia. Por el este, lamiendo las últimas casas del lugar de don Quijote transcurría el Arroyo Mina. En este arroyo, que recogía aguas de los cerros del Tinte, las mujeres alcazareñas han lavado la ropa hasta bien entrado el siglo XX. Hoy está canalizado y no es visible. En este paraje sitúa Cervantes el encuentro con la hija de Sancho: «…y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres…». La proximidad a su casa desde este arroyo la indica la muchacha: «—Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa, y mi madre en ella, con harta pena por no haber sabido muchos días ha de mi señor padre. -Las eras en el Camino del Toboso En regreso desde Barcelona, pasando por El Toboso tratando de ver ya desencantada a Dulcinea, llegan caballero y escudero a su lugar de origen: «A la entrada del cual, según dice Cide Hamete, vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… …Llegaron los cazadores, pidieron su liebre y diósela don Quijote; pasaron adelante, y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco». (Q2, 73) Estas eras, otro hito en la estructura de la imagen del lugar de don Quijote, quedan dibujadas por Cervantes junto al borde de la villa, en la entrada por el Camino al Toboso. En Alcázar de San Juan existían, hasta la construcción del ferrocarril y su estación, unas eras para trillar cereal junto a las primeras casas de la villa, entre los caminos de La Puebla de Almoradiel y El Toboso, al noreste, en un paraje conocido como el Pradillo, el «pradecillo» donde rezaban el cura y el bachiller. Este paraje, eras y pradillo, es mencionado en los libros de actas del ayuntamiento en muchas ocasiones. En tiempo de Cervantes y la escritura del Quijote, encontramos varios pleitos que mantuvo el concejo con el gobernador del priorato de San Juan, que residía en esta misma villa. Uno de ellos, en 1600, fue por la titularidad y uso de estas eras situadas en el «pradillo», en el que sus alcaldes y regidores defendían a los vecinos propietarios de estas antiguas eras del lugar: «En la villa de Alcazar en diez y siete días del mes de febrero de mil seiscientos años estando en la torre del ayuntamiento de esta dicha villa los alcaldes y regidores que abajo firmaron sus nombres para tratar y conferir cosas tocantes del bien público de la dicha villa acordaron que por cuanto el gobernador [de los] dichos priorazgos procede contra los vecinos desta villa que tienen eras en el pradillo […]se lleven los papeles que les pareciere en su provecho para que el dicho gobernador se satisfaga de como las dichas eras son de los vecinos que las poseen […]» Con las citas del texto, los argumentos o variables que de ellas se desprenden y con la ayuda de la cartografía histórica disponible, vamos a tratar de situar el barrio de don Quijote y Sancho Panza. El plano más antiguo que se conoce de Alcázar de San Juan es el dibujado en 1840, conservado en el Centro Geográfico del Ejército. La actividad que los vecinos ejercen en su lugar moldea su estructura configurando su imagen, especialmente el plano de ella. Cuando hay un cambio significativo en el número de vecinos y sus actividades, el plano del lugar, y por lo tanto su imagen, también cambia, amoldándose a las nuevas exigencias sociales, económicas o culturales. Este cambio de vida socioeconómica ocurrió en Alcázar de San Juan a finales del s. XIX con la llegada del ferrocarril que uniría Madrid con el Levante y Andalucía, convirtiendo la estación ferroviaria de Alcázar de San Juan en uno de los nudos ferroviarios más importantes de España, cambiando así la función urbana de una ciudad, antes mayoritariamente agrícola y de oficios, a otra distinta con centenares de empleados ferroviarios y sus familias, muchos llegados de otras partes de España. El ferrocarril cambió sustancialmente los parámetros básicos de su configuración urbana: superficie, perímetro, longitud de los ejes y radios de su forma. Por tanto, modificó su aspecto externo y su paisaje. La imagen urbana que nos ofrece el plano anterior, de mitad del s. XIX, aún no tiene la huella del ferrocarril en ella. El siguiente plano conocido de Alcázar de San Juan es el realizado en 1884 por el Instituto Geográfico y Estadístico, formando parte de las minutas que conformaron el primer Mapa Topográfico Nacional (MTN). En él ya se aprecia el nuevo desarrollo urbano de Alcázar debido al ferrocarril. Habilitar y construir barrios y casas para las nuevas familias de ferroviarios, además de la propia estructura industrial ferroviaria, cambia la línea periurbana de la ciudad. ¿Qué diferencia, en su estructura urbana, tenía la villa alcazareña de principios del s. XVII con esta primera imagen que conocemos de mitad del s. XIX? Solo analizando la evolución de sus habitantes en estos dos siglos y medio, podremos obtener una aproximación de su imagen urbana, especialmente de su línea periurbana, sus bordes, más sensible a los cambios demográficos. Un cuarto de siglo antes de la escritura del Quijote, en 1575, en las Relaciones Topográficas mandadas hacer por Felipe II, se solicitaba a los pueblos que respondieran a «Las casas y vecinos que al presente en el dicho pueblo hubiese, y si ha tenido más o menos antes de ahora, y la causa por que se haya disminuido». Las respuestas de Alcázar de San Juan, aunque fueron hechas y enviadas, están perdidas. Pero sí disponemos de las respuestas de lugares vecinos que contestaron a «el nombre del primer pueblo que hubiese, yendo del lugar donde se hiciese la dicha relación…» Campo de Criptana dice que tiene a «Alcázar, como al poniente, de más de dos mil vecinos», y Villafranca de los Caballeros responde que «la villa de Alcázar tendrá de vecindad dos mil y quinientos vecinos». Vecino, en aquella época, se consideraba al sujeto que pagaba impuestos, por lo que quedaban fuera de este número las mujeres, niños, clero, religiosos, hidalgos y todo aquel que estuviese exento de pagarlos. Expertos en Historia y Estadística han llegado a la conclusión que para conocer el número aproximado de personas que habitaban un lugar, el número de «vecinos» habría que multiplicarlo por cuatro o por cinco. Así la villa de Alcázar en 1575 contaría con entre ocho a diez mil habitantes. Poco después, en 1594, en el censo de vecinos realizado en Alcázar de San Juan aparecen registrados «2.057 vecinos», aproximadamente los mismos habitantes. Medio siglo después, en 1646, Alcázar de San Juan pasaría a tener «1.481 vecinos de todas clases», unas seis a siete mil personas, y en 1694 «1.134 vecinos», unas cinco mil personas aproximadamente. Con estos datos se confirma que durante el s. XVII Alcázar de San Juan casi perdió la mitad de sus habitantes. Aunque con menos casas habitadas, sus límites urbanos seguirían siendo los mismos. Este descenso demográfico, en general en toda España, fue debido a las guerras mantenidas por la monarquía hispánica con pérdidas de muchos hombres, y a las epidemias, enfermedades y sequías que asolaron toda España. A este escenario había que sumar la escasa natalidad y la alta mortalidad de los recién nacidos, y de las mujeres durante la gestación y el parto. Crisis demográfica acrecentada por la expulsión de la numerosa población morisca entre 1609 y 1613. Durante el s. XVIII comenzó la población a recuperarse, declarando Alcázar de San Juan al Catastro de Ensenada, en 1752, que tenía «dos mil vecinos», unos ocho a diez mil habitantes, el mismo número que contaba en 1600. En 1852 se inician las obras de construcción de la estación del ferrocarril, llegando a sus andenes el primer tren desde Madrid el año 1854. En el Censo de 1857, que ya sí contabilizaba el número real de personas que habitan en los pueblos y ciudades españolas, Alcázar de San Juan anotó 7.942 habitantes. Vemos con estos datos, como la población se estabilizó durante estos últimos cien años, las ocupaciones de sus vecinos seguían siendo las mismas y su plano urbano, por tanto, seguía siendo aproximadamente igual. Hasta el comienzo de las obras del ferrocarril que cambia la vida social y económica de la ciudad y también su plano definitivamente. En el Censo siguiente, el realizado en 1860, solo tres años después, refleja 8.179 habitantes, apreciándose claramente como el empleo ferroviario hace que el número de habitantes creciese en 237 personas, llegando a 11.292 habitantes en el año 1900. En solo medio siglo de actividad ferroviaria la ciudad creció más de un 42% en su población. Por tanto, se puede afirmar que el mapa de Alcázar de San Juan realizado en 1840 refleja la misma función urbana que la villa mantenía en 1600. El trazado de sus calles y los límites urbanos son los mismos que los vecinos coetáneos de Cervantes, y el mismo Cervantes, pudieron apreciar. Es, a partir de la segunda parte del siglo XIX, con la construcción del ferrocarril, cuando comienza un nuevo desarrollo urbano que ha llegado hasta nuestros días. Con las minutas que elaboraron los topógrafos del Instituto Geográfico Nacional, en 1884, del término municipal y del casco urbano, se formó el mapa topográfico MTN50-0713-1886-Alcázar de San Juan. En él se aprecian sus barrios, plazas y calles, y los caminos de acceso y arroyos que hoy han quedado soterrados por el plano urbano actual. El Instituto Geográfico Nacional nos ofrece una herramienta muy útil para comparar varios tipos de mapas en la misma escala del visor. En la imagen anterior he comparado el mapa actual de Alcázar de San Juan con el MTN50-0713-1886. La línea periférica de la imagen de Alcázar de San Juan que refleja el primer plano de 1840 la he marcado en negro sobre el mapa actual de la ciudad. Así era aproximadamente Alcázar de San Juan en 1600. He remarcado los caminos principales de acceso a Alcázar de San Juan. Están coloreados en rojo los caminos que, de una manera o de otra, están relacionados con las salidas de don Quijote. En azul uno de sus varios arroyos, el conocido como Arroyo Mina, que llegaba casi a las primeras casas de la villa por el este. En amarillo las Eras del Pradillo, donde sus agricultores trillaban el cereal. Con esta perspectiva del mapa del lugar de don Quijote, y con el texto de la novela, es sencillo ubicar la zona urbana de la villa alcazareña que Cervantes escoge para situar en ella las casas de don Quijote y Sancho Panza. Este barrio quijotesco, remarcado en verde en el mapa, es el contenido entre el Camino a Campo de Criptana, el Camino a los Siete Molinos y el Camino a El Toboso. Por el primer camino sale don Quijote en su primera salida… «subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento», hacia la Venta de Manjavacas. Vuelve por el mismo camino al día siguiente, una vez burlescamente nombrado caballero por el ventero y molido a palos por el mozo de mulas de los mercaderes toledanos que iban a Murcia. Recogido por un labrador vecino suyo… «llegaron al lugar a la hora que anochecía; pero el labrador aguardó a que fuese algo más noche, porque no viesen al molido hidalgo tan mal caballero. Llegada, pues, la hora que le pareció, entró en el pueblo y en la casa de don Quijote». Por el Camino de los Siete Molinos llega a encontrarse con los primeros molinos de viento de Campo de Criptana. En su segunda salida, ya con Sancho Panza… «una noche se salieron del lugar sin que persona los viese, en la cual caminaron tanto, que al amanecer se tuvieron por seguros de que no los hallarían aunque los buscasen… en esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo…» La tercera salida es por el Camino a El Toboso… «al anochecer, sin que nadie lo viese sino el bachiller, que quiso acompañarles media legua del lugar, se pusieron en camino del Toboso»Es por este mismo camino por el que regresa desde Barcelona y «vio don Quijote que en las eras del lugar estaban riñendo dos mochachos… y a la entrada del pueblo toparon en un pradecillo rezando al cura y al bachiller Carrasco… rodeados de mochachos y acompañados del cura y del bachiller entraron en el pueblo y se fueron a casa de don Quijote». El arroyo donde estaban las mujeres y la hija de Sancho Panza lavando la ropa es el Arroyo Mina, que tiene que atravesar el paje viniendo desde Aragón con las cartas y presentes para Teresa Panza antes de entrar al pueblo… «y antes de entrar en él vio en un arroyo estar lavando cantidad de mujeres… Y dejando la ropa que lavaba a otra compañera, sin tocarse ni calzarse —que estaba en piernas y desgreñada— saltó delante de la cabalgadura del paje, y dijo: Venga vuesa merced, que a la entrada del pueblo está nuestra casa». El regreso de esta segunda salida a su pueblo, desde la Venta del Alcalde, hoy Venta de la Inés, en Sierra Morena, la hace don Quijote sobre una carreta de bueyes por el Camino a Herencia, «adonde entraron en la mitad del día, que acertó a ser domingo y la gente estaba toda en la plaza, por mitad de la cual atravesó el carro de don Quijote». En el mapa se aprecia como es necesario, entrando por el Camino de Herencia, atravesar la plaza para entrar en este barrio alcazareño. Cervantes, como diría Sancho, no da puntá sin hilo. Las casas de hidalgo y escudero estaban junto al campo, en la línea perimetral de este barrio. Cervantes, en dos ocasiones nos lo detalla. El corral de la casa de don Quijote daba al campo… «por la puerta falsa de un corral salió al campo con grandísimo contento», y su vecino, Sancho Panza, como apuntaba su hija al paje « a la entrada del pueblo está nuestra casa». He remarcado en el plano de 1840, con trazo de puntos verdes, el barrio del hidalgo manchego y su fiel escudero, y en rojo las casas más cercanas al campo. En este entorno real quiso Cervantes poner las casas de don Quijote y Sancho Panza en la ficción de la novela. Las Eras del Pradillo, en amarillo, y el Arroyo Mina, en trazo original del plano y prolongado en azul justifican aún más el entorno urbano delimitado. Evidentemente, no es posible determinar mejor, entre esta zona demarcada en rojo, las casas de hidalgo y labrador. Sin embargo, el trazado del Arroyo Mina junto al Camino de los Siete Molinos puede indicar el punto donde paje e hija de Sancho se encontraron. O tal vez este encuentro pudo ser en la entrada por el Camino de Murcia, junto al ábside de la iglesia-convento de San Francisco. Solo Cervantes, y quizás algunos vecinos de la villa que leyeron a principios del s. XVII el Quijote, sepan la respuesta. Tal vez, tampoco sería para ellos un elemento de duda la pregunta que tantos lectores curiosos del Quijote a lo largo de los siglos se han hecho: ¿cómo es posible que saliendo por el mismo camino y dirección en la primera salida no viese los molinos de viento y en la segunda salida sí, saliendo de su pueblo por la «misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje»? Algunos han afirmado que podría ser un descuido o contradicción del propio autor de esta historia, pero debajo del plano urbano actual de Alcázar de San Juan está la respuesta. En su primera salida, don Quijote llegó a la Venta de Manjavacas siguiendo una de las variantes del Camino de Toledo a Murcia, pasando por Campo de Criptana y desde aquí siguió el Camino de Mota del Cuervo. El Camino de Campo de Criptana se podía tomar saliendo de la villa alcazareña por el Camino de Murcia, hoy Calle de San Francisco; pasando junto a la iglesia-convento de San Francisco, que en 1600 estaba fuera de los límites urbanos de la villa, y cruzando el Arroyo Mina por un puente principal, el viajero estaba ya en él. También se podía llegar a este camino saliendo por la Puerta de Villajos, comienzo del Camino del Toboso; desde aquí arrancaba un camino que después de vadear el Arroyo Mina llegaba al Camino de Campo de Criptana, a unos 500 m. de las últimas casas. Por este camino viejo a la villa molinera no era posible ver ninguno de sus molinos de viento, situados la mayoría en su Sierra, o en parajes más al norte, tapados de la vista por las encinas que formaban los montes en esta zona manchega. Por el cambio del uso de suelo, hoy se pueden ver los molinos de viento criptanenses desde muchos kilómetros, imagen que hace cuatro siglos era imposible de apreciar. En su segunda salida, don Quijote, ya con Sancho, sale en mitad de la noche por la «misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje», y al poco de amanecer «descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo». Saliendo de su casa por el Camino de Murcia, ya en el campo y antes de cruzar el Arroyo Mina, arrancaba el Camino de los Siete Molinos. También, desde la salida de la villa por la Puerta de Villajos, al inicio del Camino a El Toboso se bifurca un camino que antes de cruzar el Arroyo Mina se incorpora al Camino de los Siete Molinos. Una vez ya en este camino molinero, y pasado el límite entre Alcázar de San Juan y Campo de Criptana, estaban los primeros siete molinos de viento de Campo de Criptana; los siete propiedad de vecinos o instituciones religiosas alcazareñas, como consta en el Catastro de Ensenada. Hoy solo quedan los arranques de las cimentaciones de los molinos de viento y los silos para almacenar cereal, aperos y utensilios. En el mapa anterior están remarcados el Camino a Campo de Criptana, el Camino de los Siete Molinos y la ubicación de estos en el término de Campo de Criptana. Don Quijote sale por el mismo camino de su pueblo en ambas salidas. Es ya fuera de él cuando en compañía de Sancho toma el camino que los lleva a encontrarse con los molinos de viento. Texto e imagen coinciden. Cervantes creó con su ingenio el cuento de don Quijote y, para hacerlo verosímil para sus lectores, solo tuvo que enmarcarlo en una geografía física y humana que conocía bien. Hoy, los autores siguen escribiendo ficción utilizando este recurso literario ideado por Cervantes. La diferencia en la creación literaria en estos cuatro siglos está en que si actualmente un autor puede escribir de un lugar sin haber estado jamás en él, gracias a los recursos que la tecnología nos presta, en la época de la escritura del Quijote no se podía describir un lugar y su entorno cercano, con el detalle que hace Cervantes, sin haber estado en él. Luis Miguel Román Alhambra Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote
Conoce tu ciudad: Alcázar de San Juan Fecha de Publicación: 30/03/2023 . La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha coordinado tres rutas guiadas por la ciudad, para alumnos del Colegio Nuestra Señora de la Trinidad en una actividad enmarcada en su Semana Cultural Alcázar de San Juan, 31/03/2022.- En la mañana del jueves 30 de marzo, ha tenido lugar la actividad “Conoce tu ciudad: Alcázar de San Juan” organizada por el profesorado del Colegio Nuestra Señora de la Trinidad de esta ciudad, enmarcada dentro de la Semana Cultural del Colegio. Para esta acción cultural los alumnos participantes de los cursos de ESO, se han dividido en tres grupos diferentes, de forma que cada uno de ellos ha realizado una actividad distinta, pero todas de forma simultánea. De este modo, uno de los grupos visitaba el Torreón del Gran Prior para conocer la organización y modo de vida de los monjes guerreros que formaban parte de las Órdenes Militares; otro grupo visitaba el Museo Casa del Hidalgo para conocer cómo vivían los hidalgos de la época de Cervantes y un tercer grupo que ha hecho un recorrido por algunos de los lugares que vinculan la ciudad de Alcázar de San Juan con Cervantes y el Quijote. Esta ultima actividad ha sido coordinada por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y los alumnos de los diversos grupos, han iniciado el recorrido en la estatua de Alonso con su gato (junto a Aguas de Alcázar), posteriormente han visitado la estatua del Quijote Cósmico (realizada por Santiago de Santiago) en la plaza de Palacio, la iglesia de Santa María la Mayor, donde se conserva una partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra con fecha nueve de noviembre de 1558. También han conocido la ubicación (y la historia) donde se encontraba la casa de Juan López Caballero (en la calle de San Juan), padre de Juan y Pedro Barba, y tío de Alonso Gutiérrez de Quijada o Quesada (quién en un duelo venció al hijo del Conde de San Polo, de Francia, y de quien dice descender Alonso Quijano en el Quijote: «Y las aventuras y desafíos que también acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutierre Quijada (de cuya alcurnia yo deciendo, por línea recta de varón), venciendo a los hijos del conde de San Polo» (DQ I, 49). . Seguidamente visitaron la plaza de Cervantes -antiguamente llamada de la Rubia del Rosquero- donde está la casa en la que nació Miguel de Cervantes; finalizando en la Plaza de España donde está ubicada desde 1971 la estatua de Don Quijote y Sancho Panza obra del leonés Marino Amaya y que tiene como particularidad que el rostro de Sancho Panza está inspirado en la cara del conocido periodista Tico Medina (ya fallecido). En cada uno de los lugares, han conocido las curiosidades de cada monumento y la vinculación de cada uno de ellos con Miguel de Cervantes y su obra. En resumen, que los alumnos han vivido una enriquecedora jornada cultural que ha servido para que conozcan mucho mejor su ciudad. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Antonio Leal Jiménez un gran quijote alcazareño Fecha de Publicación: 26/03/2023 . . Experto en marketing que opina que el mundo de la empresa le debe mucho al Quijote y que cuando uno tiene una cierta experiencia en la vida, encuentra cura para el alma con la lectura de la genial novela de Cervantes Alcázar de San Juan, 26/03/2022.- Los miembros de la Sociedad Cervantina que han podido compartir el «Almuerzo de don Quijote» celebrado este sábado, han encontrado en Antonio Leal Jiménez a uno de los invitados más apasionados por la ciudad de Alcázar de San Juan. Su amor por ella y su empeño por mejorarla lo convierten en un gran quijote alcazareño. Recordamos que este Hijo Predilecto de Alcázar de San Juan no sólo tiene una formación extraordinaria, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, por la Universidad de Cádiz, y además doctor en Ciencias de la Comunicación, por la Universidad de Málaga, sino que tiene una amplia trayectoria profesional en la empresa privada ocupando diversos cargos directivos en Marketing de Bodegas TERRY. En la actualidad, está jubilado, pero participa a nivel de docencia e investigación en distintas universidades andaluzas. De su largo tiempo como profesor de la Universidad, nos contó el modo -totalmente atípico- como impartía sus clases, comenzando las mismas con el comentario de una sentencia del Quijote (aprovechando siempre que tenía ocasión para mostrar la partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan), haciendo que sus exposiciones fuesen totalmente participativas y motivando a los alumnos a documentarse a fondo para poder exponer sus investigaciones, consiguiendo desarrollar en ellos el espíritu crítico, el razonamiento y creándoles la necesidad de aprender (por iniciativa propia) en los temas que surgían en clase. Antonio se ha comprometido a inaugurar la actividad «Universo Quijote», una novedosa acción cultural, esta vez abierta a todo el público de Alcázar de San Juan (de acceso libre y gratuito), en la que una persona de reconocido prestigio impartirá una conferencia sobre diversos aspectos de la obra cervantina con un enfoque ameno e instructivo, con el objetivo de transmitir la filosofía del Quijote a la sociedad, desde diferentes puntos de vista y siempre con el fin último de difundir la obra de Miguel de Cervantes, uno de los principales fines de esta Sociedad Cervantina. En próximos días se darán a conocer más detalles concretos sobre esta nueva actividad de encuentros innovadores. Que Antonio es un apasionado de Alcázar todo el mundo lo sabe y su amor por nuestra ciudad lo lleva a expresarlo con pensamientos como este: «Alcázar de San Juan nunca deja de asombrarme, ¿tienen ustedes el mismo sentimiento? Mi madre solía decirme que el amor a tu pueblo nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que se desea». A él, le cura respirar el aire de Alcázar de San Juan, lo mismo -nos dijo-, que le cura el alma la lectura del Quijote, del que dice disfrutarlo cuando lo lee por gusto, despacio y saboreándolo. Antonio entró el sábado como invitado y salió de nuestro Almuerzo como socio. Nuestro agradecimiento por haber tenido el honor de disfrutar de su sabiduría y de contar con su experiencia y entusiasmo para acometer nuevos retos que esperan a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Antonio Leal Jiménez en los «Almuerzos de don Quijote» Fecha de Publicación: 20/03/2023 . Es hijo predilecto de Alcázar de San Juan y participará el sábado 25 de marzo en los «Almuerzos de don Quijote», actividad cultural que organiza la Sociedad Cervantina de Alcázar Alcázar de San Juan, 20/03/2022.- Nacido en la calle Ferrocarril, donde no había ni vías ni trenes, en una casa situada a escasos metros de la Bodeguilla, y desde donde el silbato de los trenes que alcanzaban los cien decibelios, era el sonido más hermoso conocido, según le contaba su padre, maquinista, y que Azorín describe minuciosamente la llegada de un tren correo, en la noche, a una ciudad de provincias. Al poco tiempo de su nacimiento sus padres se trasladan a la calle Doctor Alberca Lorente, junto a la Castelar, donde transcurre toda su infancia y adolescencia. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, Doctor en Ciencias de la Comunicación, Máster en Business and Administration, Dirección Comercial y Marketing y Dirección de Empresas, Profesor Titular de Universidad, ha sido Director de Marketing Institucional de la Universidad de Cádiz y anteriormente Vicepresidente ejecutivo de Marketing de Bodegas TERRY. Autor de numerosos libros en Marketing Social, Marketing Internacional y Comunicación; Director de tesis doctorales, autor de numerosas comunicaciones a Congresos y trabajos en revistas. Presidente y vocal de numerosos Congresos, Simposios y Reuniones científicas. Revisor de Publicaciones Científicas de Marketing y Comunicación, Académico de número de la Academia Santa Cecilia. Director de la Cátedra de Internacionalización EXTENDA/Universidad de Cádiz. Profesor invitado a participar en estancias con docencia e investigación en universidades de Alemania, Holanda, Francia, Austria, El Salvador, Méjico, Chile, México, Cuba, Paraguay. Director de Grupos de Investigación e innovador en Metodología docente ha sido galardonado con numerosos premios y distinciones. Es notorio también su trabajo sin ánimo de lucro con los colectivos desfavorecidos, principalmente con las personas con discapacidades, mentales, físicas y sensoriales. En la actualidad, jubilado, es Profesor Colaborador Honorario de la Universidad de Cádiz. Dejó Alcázar sin saber, como está escrito, que la historia de un hombre es un largo rodeo alrededor de su pueblo. Vuelve siempre que puede en busca de su pasado, que él manifiesta que es el futuro. Alcázar de San Juan cada vez más le parece un lugar mágico. Su compromiso permanente es dar a conocer su lugar de nacimiento y las bondades que ofrecen sus habitantes, destacando la tradición cervantina y no pierde ocasión de hacerlo continuamente. El Quijote de la Mancha es la obra que considera más importante de todo lo que ha leído y aprende de ella a “caminar caminando”. Su trabajo y actuaciones en el campo científico y social, le ha permitido alcanzar un prestigio nacional e internacional, gozado de la consideración general. Su capacidad y actitud personal han sido siempre sus señas de identidad para transmitir su amor por su ciudad a todo tipo de colectivos y lo hace como una pequeña muestra de lo que significa “ser alcazareño”. Publicó “Paseos por el Colegio”, una obra que recoge los testimonios de 75 egresados que fueron alumnos -como él mismo-, de la desparecida Academia Balmes y posteriormente del Colegio Santísima Trinidad, “La Trini” como popularmente se le conoce. Ha publicado también “Encuentros en La Castelar«, una publicación editada por El Semanal de La Mancha, con la colaboración del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la Diputación provincial de Ciudad Real, que recoge las 82 entrevistas que ha ido realizando y publicando en este medio de comunicación (desde septiembre de 2017 hasta finales de 2020 y prácticamente todas en la edición impresa). Los cervantinos alcazareños que asistan a este almuerzo, disfrutarán de arrolladora personalidad de Antonio Leal Jiménez, quien ya adelantamos será la persona que inaugure la actividad “Universo Quijote” que pronto se pondrá en marcha desde esta asociación cultural. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Miguel de Cervantes en el Estudio de la Villa Fecha de Publicación: 26/02/2023 Alcázar de San Juan, 26/02/2023.- En el año 1966, el Centro de Estudios Alcazareños, con la dirección de Manuel Rubio Herguido, editó en su cuaderno de temas alcazareños Noria varios artículos del cervantista alcazareño Francisco Saludador Merino, con esta intención:Es mi propósito exponer algunos datos históricos que la diuturnidad del tiempo borra de la memoria de los hombres y hace aparecer a las personas y las cosas distintas a como en realidad fueron. Hecho ineluctable y que sólo desciframos cuando, ahondando en la materia, vemos que la mayor parte fueron desvanecidos adrede. En uno de ellos, ahonda en lo improbable que parece que Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares 1547- Madrid 1616) pudiese estar estudiando en el Estudio de la Villa de Madrid, en el año 1568: «Como quiera que el Miguel de Cervantes de Alcalá tenía a la sazón 21 años, edad inverosímil para ser un caro y amado discípulo del Maestro Hoyos, con edad propia para jugar al tute…» Y parece, con los datos con los que contamos, que don Francisco llevaba razón, aunque sobre este tema el cervantismo oficial ha querido siempre pasar de puntillas. En la última biografía del autor del Quijote, Cervantes (2022) de Santiago Muñoz Machado, según muchos la más completa realizada hasta hoy, anota su autor: Aprende de niño en la escuela de López de Hoyos. Permanece solo unos cuantos meses y no ha sido concretado si como alumno o, dado que Cervantes ya pasaba de los veinte años y su edad desentonaría con los de los demás estudiantes, más jóvenes, tal vez como colaborador del maestro. El dato autobiográfico que se levanta de esta relación es el que resulta de los poemas (un soneto-epitafio, una copla castellana, cuatro redondillas y una elegía dedicada al cardenal Espinosa) que compone Miguel por encargo de López de Hoyos, para honrar a la reina Isabel de Valois con ocasión de su fallecimiento, en 1568, a los veintitrés años, como consecuencia de un parto. López de Hoyos los presenta como escritos por su «amado discípulo». Posiblemente, Saludador Merino contase con datos e informaciones que hoy yo no dispongo, pero sí del acceso on line a los archivos estatales y a estudios recientes, como el interesantísimo Un Maestro en tiempos de Felipe II (2014) de Alfredo Alvar Ezquerra, sobre la vida y enseñanza de Juan López de Hoyos, y su vinculación con los primeros versos conocidos del autor del Quijote. Madrid, como en otras muchas villas de Castilla, contaba con maestros de Gramática a costa de los ayuntamientos. A principios del siglo XVI, Madrid disponía de un Estudio de la Villa, estando prohibido abrir ningún otro centro similar. A estas escuelas oficiales, o estudios de las villas, acudían los muchachos, que ya sabían leer y escribir, para formarse durante tres años en los conceptos de la Gramática, y después poder matricularse en una universidad si querían seguir estudiando. La edad habitual para entrar a estos estudios de las villas era de unos ocho a diez años. En esos tres años se les instruía mediante el sistema conocido como trívium: Gramática, Retórica y Oratoria. En el primer año estudiarían, al menos, las Introductiones latinae de Nebrija y los Disticha moralia de Catón. El segundo año profundizaban más en las Introductiones latinae y estudiaban a los clásicos, como Juvenco, Sedulio y Virgilio, comenzando en este curso, ahora sí, con sus primeros pinitos componiendo versos. Terminaban estudiando en el tercer año Artes gramaticae, progresando en la Gramática por medio de otros autores, como Quintiliano, Horacio, Lucano y Estacio, con los que mejoraban, aún más, sus dotes de composición. De los estudios de las villas, y los colegios menores de las Universidades en los que se impartía la misma instrucción, se salía con la edad de entre once a quince años. De aquí podían pasar a la Facultad de Artes y Filosofía, donde se formaban durante otros cuatro años como bachiller. Después, haciendo un examen obtenían el grado de maestro. El bajo nivel educativo que había en la España rural está bien descrito por Cervantes en el Quijote, cuando el mismísimo Sancho afirma que «yo no sé leer ni escrebir», como tampoco sabía su mujer Teresa, ni sus dos hijos, y lo mismo ocurría con Aldonza Lorenzo, Dulcinea. En las villas pequeñas, los niños de familias humildes, no las niñas que quedaban para aprender labores propias de las casas, solo podían aprender a leer, escribir y contar en las escuelas municipales y en los centros abiertos en los conventos e iglesias. La edad para comenzar podía ser de lo más temprana o ya creciditos, como Sanchico, el hijo de Sancho Panza y Teresa: «Advertid que Sanchico tiene ya quince años cabales, y es razón que vaya a la escuela, si es que su tío el abad le ha de dejar hecho de la Iglesia» (Q 2, 5). Las familias que contaban con recursos suficientes para pagar los estudios de sus hijos, hacían que estos estudiaran el trívium en un colegio menor de una Universidad y después seguir estudiando el bachiller en ella. Así nos lo describe también Cervantes en el Quijote, cuando don Diego de Miranda, que es «más que medianamente rico» dice a don Quijote: … tengo un hijo, que a no tenerle quizá me juzgara por más dichoso de lo que soy, y no porque él sea malo, sino porque no es tan bueno como yo quisiera. Será de edad de diez y ocho años, los seis ha estado en Salamanca aprendiendo las lenguas latina y griega, y cuando quise que pasase a estudiar otras ciencias hallele tan embebido en la de la poesía, si es que se puede llamar ciencia, que no es posible hacerle arrostrar la de las Leyes, que yo quisiera que estudiara, ni de la reina de todas, la Teología. (Q2, 16) El maestro López de Hoyos había ganado la plaza por oposición de preceptor del Estudio de Gramática de la Villa de Madrid el 29 de enero de 1568. Unos meses más tarde, el 3 de octubre de ese mismo año, moría la reina Isabel de Valois, y el ayuntamiento de Madrid encarga al maestro López de Hoyos «componer los epitafios, alegorías, jeroglíficos e historias que habían de colocar en la iglesia de las Descalzas Reales para celebrar las exequias que hizo la Villa en 24 de octubre por la Reina Doña Isabel de Valois», como anotaba Saludador Merino. Juan López de Hoyos, «Catedrático del Estudio desta villa de Madrid», incluye en el libro Historia y relación verdadera de la enfermedad felicísimo transito, y suntuosas exequias fúnebres de la Serenísima Reyna de España doña Isabel de Valoys nuestraSeñora, publicado en 1569, las composiciones que sus discípulos del estudio habían hecho para los funerales de la reina: «En torno al túmulo hubo todas estas letras, que de mas de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos, también compusieron en metro Castellano, y dedicado todo este tan maravilloso espectáculo, a la serenísima Reina, el ilustre ayuntamiento desta villa de Madrid» Es, por tanto, en este escaso intervalo de tiempo, dos o tres semanas, desde la muerte de la reina hasta la celebración de las exequias, cuando los discípulos de López de Hoyos en el Estudio de la Villa, probablemente de tercer año, hicieron sus composiciones para tal evento. Entre esos discípulos incluye explícitamente en tres ocasiones el nombre de Miguel de Cervantes. Es muy curioso ver que en las biografías cervantinas solo aparezca la primera mención, con el calificativo de «nuestro caro y amado discípulo»: Estas cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad, en las cuales como en ellas parece, se usa de colores retóricos y en la última se habla con su Majestad, son con una elegía que aquí va de Miguel de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo. (fol. 147 v) Tabla: «Epitafios. 1. Primer epitafio en soneto con una copla Castellana que hizo Miguel de Cervantes mi amado discípulo». Tabla: «Elegía de Miguel de Cervantes en verso Castellano al Cardenal en la muerte de la Reyna, trátense en ella cosas harto curiosas con delicados conceptos». Miguel de Cervantes, el «amado discípulo» del Juan López de Hoyos, estaba en 1568 en Madrid estudiando en el Estudio de la Villa. Su edad estaría, por tanto, entre los ocho a quince años. No es posible, como ya mantenía Francisco Saludador Merino hace casi sesenta años, que el Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares en el año 1547, fuese el autor de estos versos con veintiún años. Aunque el cervantismo siempre ha querido justificar de alguna manera que bien podía haber estudiado el alcalaíno de niño con López de Hoyos, olvidando la afirmación del maestro: «En torno al túmulo hubo todas estas letras, que de más de los ejercicios en latín que en el estudio hicieron nuestros discípulos…» Para confirmar que, en octubre de 1568, el alcalaíno no estaba entre los discípulos del maestro López de Hoyos, solo hay que tener en cuenta las afirmaciones que el propio alcalaíno hace en el memorial que redacta en mayo de 1590, exponiendo sus méritos y servicios a la Corona, para solicitar uno de los cuatro puestos vacantes en América. En el Archivo General de Indias de Sevilla se encuentra este memorial de «Miguel de Cervantes Saavedra, sobre que se le haga merced, atento a las causas que refiere de uno de los oficios que pide» Y enumera sus destinos pretendidos y sus méritos: que a servido de 22 años a esta parte en la batalla naval allí de un arcabuzazo perdió una mano el año siguiente fue a Navarino después a Túnez y la Goleta y viniendo a esta Corte para que su Majestad le hiciese merced fue cautivo en la galera del Sol con su hermano, que juntos habían servido en las dichas jornadas. Fueron llevados a Argel donde gastaron su patrimonio en su rescate y la hacienda de su padre y las dotes de dos hermanas Dice que «a servido de 22 años a esta parte». Solo hay que restar estos años a 1590 para tener el momento en el que el alcalaíno se alistó en alguno de los Tercios españoles: 1568. Y siguiendo con documentos disponibles en los archivos estatales, estando cautivo Miguel de Cervantes en Argel, su padre Rodrigo de Cervantes solicita una información, ante un alcalde de corte en Madrid, para probar que es su hijo, y que por su falta de recursos no podrá hacer frente al rescate pedido. Dice que «… que a Miguel de Cervantes mi hijo al presente está cautivo en Argel y a mí como su padre conviene averiguar y probar como el Miguel de Cervantes mi hijo ha servido a su Majestad de diez años a esta parte…» Esta información la hace Rodrigo de Cervantes en 1578. Si en el mes de octubre de 1568, el «amado discípulo» de López de Hoyos, autor de estas composiciones, estaba en medio de un curso en el Estudio de la Villa, con entre ocho a quince años, parece improbable que estuviese también sirviendo ya en el ejército con veintiún años, como él y su padre afirman. Después, en el memorial, dice que «en la batalla naval allí de un arcabuzazo perdió una mano». Se está refiriendo a la batalla de Lepanto, de la que tan orgulloso estaba de haber servido el autor del Quijote: Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria (Prólogo a las Novelas ejemplares, 1613) Parece contradictorio que el autor del Quijote y las Novelas ejemplares pueda estar estudiando Gramática en octubre de 1568, con ¡veintiún años!, al mismo tiempo sirviendo en el ejército y exactamente tres años después, el 7 de octubre de 1571, en una galera de la armada cristiana en Lepanto. Aquí hay que anotar que, entre los heridos de la batalla de Lepanto, se encontraban en el hospital de Mesina, en marzo de 1572, recuperándose de sus heridas dos Cervantes con el mismo nombre: Miguel de Cervantes y Miguel Cervantes. En la carta de don Juan de Austria a su hermano el rey Felipe II con la relación de heridos en el hospital le dice que «Al veedor general y contador he ordenado que saquen una relación de los soldados que han quedado mancos y maltratados de la batalla…» (AGS, EST. LEG.1138, 77). Tampoco este documento ha sido tenido en cuenta por los cervantistas, aunque se encontró a mediados del siglo XIX. Fue expuesto en 2016 por primera vez al público, no está aún disponible on line, en la exposición mostrada en el Archivo General de Simancas: Cervantes en Simancas y en los Archivos Estatales. Más contradicciones con el alcalaíno Miguel de Cervantes. La fecha de comienzo al servicio del rey, 1568, que se desprende de los méritos del alcalaíno y la información realizada por su padre, también se contradice con la afirmación que hace el autor del Quijote en la dedicatoria a Ascanio Colona en La Galatea, publicada en 1585: «Juntando a esto el efecto de reverencia que hacían en mi ánimo las cosas que, como en profecía, oí muchas veces decir de V. S. Ilustrísima al cardenal de Acquaviva, siendo yo su camarero en Roma». ¿Quién fue este cardenal Acquaviva, al que sirvió como camarero el autor de la Galatea y el Quijote?Giulio Acquaviva, nace en Nápoles en 1546. En 1568, ¡otra vez estamos en 1568!, con veintidós años de edad, es enviado por el papa Pío V a España para, entre otras cosas, dar el pésame al rey Felipe II por la muerte de su hijo, el príncipe Carlos. Parte de Roma el 19 de septiembre y llega a Madrid el 13 de octubre. Solo diez días antes de su llegada a la Corte, el 3 de octubre, había muerto la reina Isabel de Valois. El día 30 de diciembre, de ese mismo año, parte de Madrid hacia Roma. Su estancia en España, y especialmente en Madrid, se prolonga unos dos meses y medio. En mayo de 1570, el papa Pío V le nombra cardenal diácono. El joven cardenal Acquaviva tiene veinticuatro años, siendo ya conocido como gran amante de las letras y mecenas de escritores. Muere, solo cuatro años más tarde, en Roma a los veintiocho años. Si Miguel de Cervantes, autor de La Galatea, afirma estar al servicio del rey desde 1568, no es posible que estuviese sirviendo con Giulio Acquaviva, después de ser este nombrado cardenal en mayo de 1570. Todos estos datos se contradicen con la figura de Miguel de Cervantes, nacido en Alcalá de Henares en 1547, y me surgen varias consideraciones y preguntas: ¿Quién es el Miguel de Cervantes que en octubre de 1568 está estudiando en el Estudio de la Villa de Madrid, con el maestro Juan López de Hoyos? Si en la batalla de Lepanto, en octubre de 1571, hay en las galeras cristianas dos Cervantes que resultan heridos, si uno fue el autor de La Galatea, las Novelas ejemplares, el Quijote, las Ocho comedias y ocho entremeses y el Persiles ¿quién es el otro Miguel? ¿Por qué el documento en el que constan estos dos Cervantes heridos en Lepanto y expuesto al público en 2016, encontrado a mediados del siglo XIX, no es tenido en cuenta en las biografías del autor del Quijote? Si la respuesta es porque no lo conocían ¿dónde ha estado guardado, quien lo ordenó y por qué? Y si hay respuesta a esto ¿hay más documentos sobre Cervantes en el mismo cajón? Si es evidente que el Cervantes alcalaíno no pudo estar al servicio del cardenal Acquaviva, ya que estaba sirviendo en el ejército desde 1568 cuando este fue nombrado cardenal en 1570, ¿qué Miguel de Cervantes, autor de La Galatea, le sirvió como camarero en Roma? Y, si Giulio Acquaviva estuvo en Madrid desde el 13 de octubre de 1568, siendo más que probable que asistiese a las exequias de la reina Isabel de Valois, el 24 de ese mismo mes en las Descalzas Reales, donde pudo apreciar las composiciones de los discípulos del maestro Juan López de Hoyos ¿pudo conocer durante su estancia en Madrid, hasta su partida en diciembre, al Miguel de Cervantes, autor de las «cuatro redondillas castellanas, a la muerte de Su Majestad…»? ¿Pudo llevárselo como camarero a Roma, hasta que Miguel decidiese alistarse en el ejército y luchar contra los turcos en Lepanto? Muchas dudas, contradicciones y preguntas sobre el «amado discípulo» del maestro Juan López de Hoyos que, como apuntaba Saludador Merino, el «tiempo borra de la memoria de los hombres y hace aparecer a las personas y las cosas distintas a como en realidad fueron. Hecho ineluctable y que sólo desciframos cuando, ahondando en la materia, vemos que la mayor parte fueron desvanecidos adrede» Luis Miguel Román Alhambra Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
«El Quijote debe inspirar tu forma de entender la vida» afirmó el periodista Javier Ruiz Fecha de Publicación: 12/02/2023 En su participación en los “Almuerzos de don Quijote” ha calificado a los miembros de la Sociedad como depositarios de la tradición cervantina de Alcázar Alcázar de San Juan, 12/02/2022.- Javier Ruiz Martínez, periodista ciudadrealeño, jefe de Informativos de Onda Cero en Castilla-La Mancha ha tomado parte este sábado 11 de febrero de los “Almuerzos de don Quijote”, actividad cultural que organiza regularmente la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. A su llegada a Alcázar, Javier Ruiz visitó la casa parroquial de la iglesia de Santa María la Mayor donde el cura párroco Javier Quevedo -custodio del archivo-, le mostró la partida de bautismo del Miguel de Cervantes bautizado aquí. Como anécdota para el recuerdo y como síntoma de la buena sintonía reinante, reproducimos la broma del párroco que remarcó el hecho curioso de que “Quevedo enseñaba la partida de bautismo de Cervantes”. Posteriormente, tanto Javier Ruiz como los cervantistas alcazareños que lo han acompañado, visitaron la pila bautismal donde Cervantes fue cristianado, así como el espléndido Camarín de la Virgen del Rosario, ambos en la iglesia de Santa María. Francisco Mazuecos, se ha encargado de enseñarlo con profusión y detalle y se lo agradecemos muy sinceramente, como también a Javier Quevedo, por la amabilidad que siempre dispensan a esta Sociedad. Ya en la sede Cervantina, el invitado departió con los socios durante el aperitivo y el propio almuerzo. Javier Ruiz ha consultado el documento que contiene la relación de heridos en la batalla de Lepanto -que se obtuvo del Archivo General de Simancas- donde figuran dos personas llamadas igual, una al principio del documento con el nombre de “Miguel de Cervantes” y otra, en una de las últimas hojas, con el nombre de “Miguel Cervantes”, a los que se les hace entrega de diferentes cantidades de dinero como ayuda de costa para recuperarse de las heridas recibidas en la batalla naval. El periodista se mostró un apasionado lector del Quijote, reconociendo haberlo leído al menos en cuatro ocasiones: a los 12 años, a los 16, a los 24 y hace unos pocos años. Aparte de infinidad de consultas sueltas porque le apetece volver continuamente a consultar la sabiduría que encierra esta inmensa obra. Javier Ruiz nos dejó -entre otras muchas cosas-, una sabia y profunda reflexión sobre la novela de Cervantes, dijo que “el Quijote constituye una forma de vida, una forma de entender la vida, don Quijote es el personaje que tú te creas en la mente, la novela te está diciendo que merece la pena vivir cuando utilizas tu vida en la forma en que la deseas vivir… es decir, que hay que tener personalidad y vivir la vida de acuerdo con nuestros ideales”, porque de otro modo, la vida es un simple transcurso del tiempo que nos va a acercando a la vejez. De hecho, el hidalgo Alonso Quijano, cuando ya no pudo vivir su vida de aventuras, tras ser derrotado en las playas de Barcelona, y volvió a la paz de su hogar, murió. Dijo también que, en el Quijote, enmarcada entre las palabras “En un lugar de la Mancha…” y “Vale”, hay toda una filosofía de vida y por eso la novela es universal e inmortal. También disertó sobre la figura de Sancho Panza, a quien calificó “el alma del Quijote, la Mancha y España”, además de interesarse por la elaboración del vino Hideputa y los problemas que surgieron a la hora de patentarlo. Ruiz calificó a los miembros de esta Sociedad como “depositarios de la tradición cervantina de Alcázar de San Juan” y aunque dijo haber aprendido mucho en la visita, la realidad es que también él ha hecho gala de sus amplios conocimientos de la obra cervantina y especialmente del Quijote, resultando uno de los almuerzos más entretenidos de los celebrados hasta ahora. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
El periodista Javier Ruiz próximo invitado a los “Almuerzos de don Quijote” Fecha de Publicación: 07/02/2023 El jefe de informativos de Onda Cero Castilla-La Mancha estará en Alcázar de San Juan el sábado 11 de febrero invitado por la Sociedad Cervantina para participar en los “Almuerzos de don Quijote” Alcázar de San Juan, 07/02/2022.- Javier Ruiz, el conocido periodista ciudadrealeño de Onda Cero visitará Alcázar de San Juan el sábado 11 de febrero. El motivo de la visita será tomar parte de la actividad cultural “los Almuerzos de don Quijote” a la que ha sido invitado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Javier Ruiz Martínez es periodista (licenciado en Ciencias de las Información por la Universidad Complutense de Madrid) y Jefe de Informativos de Onda Cero en Castilla-La Mancha, dirige y presenta diariamente Castilla-La Mancha en la Onda y La Brújula de Castilla-La Mancha. También es responsable de los programas En Marcha y La Terraza, que periódicamente se emiten por Onda Cero en toda España. Colabora con el diario La Razón y firma semanalmente dos columnas de opinión en periódicos de la comunidad autónoma, El Español de Castilla-La Mancha y el diario La Tribuna. Ha recibido diversos reconocimientos a su trayectoria profesional y ha sido pregonero de la Semana Santa de Alcázar de San Juan, entre otras. Estudioso y amante del Quijote, ha dedicado numerosos espacios en la radio y sus artículos a profundizar en la universal obra de Cervantes. El profuso conocimiento y gusto por el Quijote de Javier Ruiz será el hilo conductor de la actividad cultural en la que participan los miembros de la Sociedad que tienen disponibilidad para ello y que en el tiempo en que el invitado se encuentra tomando parte del Almuerzo, desgrana su relación, proyectos, estudios, recuerdos, inspiración, experiencias, curiosidades y anécdotas que le haya suscitado la lectura del Quijote o de las diferentes obras de Miguel de Cervantes. La relación con Javier Ruiz y su relación quijotesca viene de tiempo atrás y por fin, los cervantistas alcazareños, han encontrado la fecha idónea para llevar a cabo este encuentro que se esperaba desde hace tiempo y que será muy gratificante para esta asociación cultural. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Nueva versión digital de la Historia Natural y Moral de las Indias de José de Acosta, a cargo de Enrique Suárez Fecha de Publicación: 01/02/2023 Enrique Suárez Figaredo, nuestro Socio de Honor, acaba de publicar en la Revista Electrónica LEMIR una versión digital de la Historia Natural y Moral de las Indias, obra del jesuita José de Acosta que vio la luz el año de 1590 en Sevilla y que en corto espacio de tiempo fue traducida a todas las lenguas cultas de Europa. Y no es de extrañar, pues describe todas las novedades que el Nuevo Mundo deparó a los habitantes del Viejo. Trata de orografía, hidrología, clima, flora, fauna, metales, costumbres y ritos de sus habitantes…, en particular de las dos grandes civilizaciones: inca y azteca. José de Acosta evitó profundizar en los temas más escabrosos del proceso de colonización, pero no dejó de apuntarlos y censurarlos con la prudencia que exigía su época. Fue el primero en hablar de la que luego se llamaría Corriente de Humboldt y defendió la idea de que los primeros pobladores de aquel continente debieron proceder del norte de Asia, por más que entonces no se conociera la existencia del hoy llamado Estrecho de Bering. Pese a los cuatro siglos transcurridos, la obra de Acosta se lee con interés. La versión digital abarca algo más de 300 páginas y contiene unas 500 notas al pie. Como suele en sus trabajos, Enrique ha prestado especial atención a la puntuación, depuración de erratas y maquetación del texto. Está accesible para libre descarga en: Haz clic para acceder a 03_Historia_Indias_Acosta.pdf Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Don Quijote al son de saxofones, pianos y contrabajos: un investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha descubre la insospechada proyección de la novela cervantina en el jazz Fecha de Publicación: 29/01/2023 Hans Christian Hagedorn, profesor de Filología Alemana y Literatura Comparada de la Facultad de Letras de Ciudad Real, es autor de un amplio trabajo de investigación que supone una sorprendente vuelta de tuerca a los estudios sobre la influencia del Quijote en la música. El artículo, publicado en el último número (diciembre de 2022) de la prestigiosa revista Anales Cervantinos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), bajo el título “Don Quixote’s Adventures in the World of Jazz: 200 Examples and a Few Remarks”, ha despertado gran interés entre filólogos, musicólogos, cervantistas y aficionados al jazz de todo el mundo, ya que en él se demuestra que el enorme impacto de la novela cervantina en el mundo de la música no está limitado, como se creía hasta ahora, a la música clásica, la ópera y el ballet, sino que ha sido y sigue siendo muy notable también en los diferentes géneros de la música popular, y muy particularmente en el jazz. Tal como se ha dado a conocer en la página web de la Universidad de Castilla-La Mancha, Hans Christian Hagedorn —germanista y cervantista con origen en la ciudad alemana de Bremen, pero que ejerce en la universidad regional desde el año 1991— ha conseguido elaborar un catálogo de 200 composiciones y grabaciones jazzísticas inspiradas en el Quijote, procedentes de un total de 39 países, con los EE.UU. de América a la cabeza con 56 piezas, seguidos por Francia (26), Gran Bretaña (22), Alemania (18), Brasil (15), Italia (14), Canadá (11), Holanda (6) y Portugal (5). Por lo contrario, en el jazz hecho en España llama la atención el hecho de que se han encontrado solo ocho ejemplos. Otros temas e incluso álbumes enteros dedicados a la obra maestra de Cervantes o a alguno de sus personajes se han localizado en el jazz de países como Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Australia, Chile, Corea del Sur, Cuba, Israel, Japón, Marruecos, México, Rusia, Turquía y Venezuela, entre muchos otros. Otro de los resultados más sorprendentes del estudio del investigador germano es la formidable presencia del Quijote en el jazz actual: de hecho, un 66% de los ejemplos encontrados por Hagedorn son del siglo XXI, mientras que un 34% de estas composiciones corresponden al siglo XX. El artículo del profesor de la UCLM se fija, además, en los artistas y en los títulos de sus obras. Así, entre los compositores que se citan en este estudio figuran algunos de los representantes más famosos del género del jazz, como son Egberto Gismonti, Tom Harrell, Krzysztof Komeda, Michel Legrand, Vince Mendoza, Johnny Richards, Jasper van’t Hof o Kenny Wheeler. En cuanto a los músicos que participaron en las grabaciones de estas piezas, el catálogo elaborado por Hagedorn incluye muchos de los grandes nombres de la historia del jazz como Bill Evans, Art Farmer, Dizzy Gillespie, Charlie Haden, Herbie Hancock, Dave Holland, Wynton Marsalis, Charles Mingus, Oscar Peterson, Wayne Shorter, Horace Silver, Tomasz Stańko y Sonny Stitt, entre muchos otros. Entre los temas más conocidos que se mencionan en esta lista sobresalen títulos como Barataria de Albert Brunies & The Half-Way House Orchestra (1925), Sancho Panza de Johnny Richards y Sonny Stitt (1953), The Windmills of Your Mind de Michel Legrand y Noel Harrison (1968), Don Quixote de Egberto Gismonti (1981), Don Quixote de Cesar Camargo Mariano y Milton Nascimento (1986), Dulcinea de Jasper van’t Hof (2012) y Don Quixote’s Final Quest de Peter White (2014). En el jazz más actual destacan también algunas piezas jazzísticas relacionadas con la novela cervantina, por ejemplo, Folli e folletti de Simona Colonna (2018), Sancho Panza de Colin Edwin y Robert Jürjendal (en Another World, 2018), Rossinante de Daïda (en La passion du cri – Kyrielle, 2021), o Quixote de Sam Kirmayer (en In This Moment, 2022). Entre los hallazgos más interesantes del estudio de Hagedorn está, además, el elevado número de suites de jazz basadas en el Quijote, desde Windmill Tilter (1969) de Kenny Wheeler —con el célebre tema instrumental Sweet Dulcinea Blue, que se ha convertido en un standard—, A Song of Don Quixote (1981) de Mitsuaki Kanno y The Ingenious Gentleman of the Lower East Side (1997) de Chris Kelsey, hasta las obras de Ron Westray (2005), Tom Harrell (2014), Simona Colonna (2018) o Stefano Corradi (2018), entre otros. Por último, destaca también el hecho de que este estudio rememora algunas composiciones que nunca fueron grabadas, como Ouverture pour un Don Quichotte (1929) de Jean Rivier y Chivalrous Misdemeanors (2005) de Ron Westray. En resumen, el trabajo de Hans Christian Hagedorn publicado por la ilustre revista del CSIC cambia la perspectiva sobre la influencia que la gran novela del Siglo de Oro español ha tenido —y sigue teniendo— en el arte de la música, y pone las bases para futuras investigaciones sobre las huellas de los clásicos de la literatura universal en el jazz. Teniendo en cuenta que hasta ahora se habían realizado numerosos estudios sobre la influencia del jazz en la literatura, pero no sobre la influencia de la literatura en el jazz, uno de los méritos más relevantes de este estudio llevado a cabo en la Universidad de Castilla-La Mancha consiste precisamente en el hecho de haber inaugurado una línea de investigación innovadora que promete dar muchos frutos importantes en las próximas décadas. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Iván Izquierdo Gómez (Zaragoza) es el ganador del segundo concurso de cartas a los Reyes Magos de Café Monago Fecha de Publicación: 09/01/2023 De izquierda a derecha: Manuel Castellanos, Juan Bautista Mata (presidente) y Luis Miguel Román (vicepresidente) En la tarde del domingo 8 de enero se han dado a conocer por Facebook en directo los ganadores del concurso que ha tenido un excelente nivel de calidad de los trabajos presentados Alcázar de San Juan, 9 de enero de 2023.- A las 19 horas de la tarde de ayer y mediante retransmisión en directo por Facebook se han dado a conocer los ganadores del segundo concurso de cartas a los Reyes Magos “Café Monago” organizado por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y patrocinado por Centro de Conductores Rondilla. Los ganadores han sido: 1º Diploma y 100 euros, Iván Izquierdo Gómez (Zaragoza) por “La carta de don Bartolomé”. 160 puntos. 2º Diploma y 50 euros ex aequo, Andrea López Miguel (España) por “Melancolía” y Carlos Colomer Barcia (Valencia) por “Una carta diferente”. 154 puntos. 3º Diploma, Silvia Oller Jurado (Barcelona), por “Esperanza”. 153 puntos. 4º Diploma, Eduardo Losas Villamarzo, (Madrid), por “La última carta”. 152 puntos. 5º Diploma, Paula Beamud Fuentes (Alcázar de San Juan), por “El pequeño Cervantes”. 151 puntos. 6º Diploma, Mela Ortíz Arbones-Dávila, (Vigo), por “Tiempo”. 150 puntos. 7º Diploma, Zigor Eguía Lejardi, (Elgóibar), por “Un favor muy especial”. 149 puntos. 8º Diploma ex aequo, José Gálax Céspedes Elguera (Arequipa, Perú) por “Germinar la semilla”, Cristina Núñez Lama (La Puebla del Río) por “Carta a los Reyes Magos” y Alfonso de Terán Riva de Gijón, por “Gracias por todo”. 148 puntos. El nivel de las 135 cartas recibidas ha sido impresionante y el jurado lo ha tenido muy difícil para escoger las mejores, de hecho, hay muy pocos puntos de diferencia entre las clasificadas en los primeros lugares. Los escritores han tirado de ingenio componiendo bellas cartas, algunas de ellas novedosas y curiosas (e incluso alguna un poco irreverente pero muy bien escrita), siendo la calidad literaria superior a la del pasado año. Los autores han escrito fundamentalmente al rey Baltasar que es el destinatario preferido de las misivas (por razones de simpatía personal), seguido por Melchor y quedando algo más rezagado Gaspar, aunque la mayoría de las cartas se han dirigido a los tres Reyes Magos en conjunto. Como curiosidad, los escritores han pedido bicicletas, hasta dos bicicletas rojas y una verde han aparecido en las peticiones, pero la mayoría se han centrado en los regalos espirituales y sobre todo en los regalos que no eran para el propio escritor sino para terceros, lo que honra a los solicitantes… En numerosas cartas se han tenido presente las desgracias ocasionadas en los últimos tiempos como el COVID o la guerra de Ucrania y lo que es digno de resaltar es que los peticionarios se han acordado y mucho de nuestros mayores y de los que ya no están con nosotros, ha quedado muy claro que no nos olvidamos de los que nos dejaron y de que permanecen en nuestro corazón. Ha sido por tanto una edición fantástica donde los autores cada año sorprenden con su ingenio, su estilo y su buen hacer, consiguiendo que este concurso esté alzando el vuelo y se está consolidando como referente en las fechas navideñas. Por parte de la organización ya se está trabajando en la edición del próximo, la que esperamos supere en calidad y participación a la de este año 2023. Será muy difícil ya que recordamos que han tomado parte autores de 18 países: Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Serbia, Uruguay y Venezuela. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Participación excepcional en el segundo concurso de cartas a los Reyes Magos de Café Monago Fecha de Publicación: 03/12/2023 Cerrado el plazo a las 23:59 horas del domingo 1 de enero, el recuento de cartas participantes asciende a 134, superando en mucho el número del pasado año en que recibieron 120 trabajos Alcázar de San Juan, 3 de enero de 2023.- El pasado 1 de enero se cerró el plazo para recibir las cartas a la segunda edición del concurso de cartas a los Reyes Magos que organiza Café Monago en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Si el pasado año fue un éxito recibir 120 cartas, en esta edición el poder de convocatoria del concurso ha sido mayor habiéndose recibido en la organización del concurso 134 cartas participantes, todas ellas de muy buena calidad y algunas escritas con gran imaginación. Este año han participado escritores residentes en 18 países diferentes: Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Serbia, Uruguay y Venezuela. La mayor parte de ellas han sido enviadas desde España (casi un 70 % del total), pertenecientes a 16 Comunidades Autónomas del territorio nacional, prácticamente todas excepto Islas Baleares y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. El jurado calificador va a tener una ardua tarea que deberá tener finalizada antes del domingo 8 de enero de 2023, cuando a partir de las 19:00 horas (en España) se retransmita en directo desde el Café Monago la lectura del acta del jurado y se den a conocer los ganadores de los dos premios, así como la clasificación de los diez primeros trabajos que también recibirán un diploma conmemorativo. Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan anunciará los nombres de los premiados, estará acompañado por Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente y por Manuel Castellanos, miembro de la Sociedad y actor de doblaje, que leerá los dos trabajos ganadores. Como el año anterior, la retransmisión se hará en directo y podrá seguirse en el perfil de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912 Os esperamos a todos en esta cita para que conozcáis de primera mano el resultado del concurso, conectaros a nuestra dirección y que no os lo cuenten. Café Monago y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, se felicitan por haber sido capaces de concitar a tantos escritores y tan buenos, de los diferentes rincones de España y de la variada representación de países del mundo en los que se habla el castellano. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
¡Feliz Navidad 2022! Fecha de Publicación: 14/12/2022 . Con nuestros mejores deseos de felicidad y alegría para las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes. Afectuosamente, Juan Bautista Mata. Presidente
La Sociedad Cervantina de Alcázar agradece su colaboración a los donantes de libros Fecha de Publicación: 14/12/2022 Aunque no se ha podido superar la cifra del año pasado (500 libros), este año nos hemos quedado muy cerca gracias a la solidaridad de numerosos alcazareños y residentes fuera de la ciudad Alcázar de San Juan, 14/12/2022.- De nuevo hemos podido comprobar que Alcázar de San Juan es un pueblo solidario, que colabora cuando se le pide y ayuda en la medida de sus posibilidades a los más necesitados. También este año han respondido las instituciones como la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes, así como los que viven lejos (en Sevilla) que como cada año envían por correo su colaboración a la Sociedad Cervantina de Alcázar. Podemos decir que esta quinta campaña “Ningún niño/a sin imaginación” ha vuelto a ser un éxito. El secretario de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Constantino López, junto con otros miembros de la junta directiva, hizo entrega a Milagros Plaza, presidenta de la Asociación Cultural y Social el Sosiego, de los numerosos libros infantiles y juveniles recogidos, y que como en otras ocasiones, algunos eran nuevos -adquiridos a propósito para ser donados-, viniendo incluso envueltos en su papel de regalo. Este año, el acto de entrega ha tenido lugar en el belén monumental 2022, montado en la Sala Noble del Ayuntamiento a cargo de la Asociación Belenista “Corazón de la Mancha” que ha aumentado su superficie y es digno de ser visitado por su grandiosidad, pero también por su detalle. La Asociación el Sosiego viene realizando más de diez años la recogida de juguetes solidaria, para poder entregarlos cada Navidad y Reyes a los niños más desfavorecidos y que menos recursos tienen. Es un ejemplo a seguir la gran labor social que desarrollan con poquísimos medios, lo que hace digno de encomio su dedicación y trabajo. Esto fue lo que motivó a la Sociedad Cervantina de Alcázar a iniciar con ellos esta colaboración que se remonta a cinco años atrás. Finalizamos reiterando nuestro agradecimiento a todos los que han hecho posible que esta campaña haya acabado con éxito: personas particulares, ilustradores, profesores, escritores e instituciones. Nos enorgullece comprobar que es verdad el dicho de que el mundo se ha cansado con el paso de los años… pero la Navidad sigue siendo igual de joven. También nuestros benefactores han hecho cierta aquella frase de Roy L. Smith que dice “Si no llevas la Navidad en el corazón, jamás la encontrarás bajo un árbol”. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Segundo concurso de cartas a los Reyes Magos «Café Monago» Fecha de Publicación: 11/12/2022 Café Monago de Alcázar de San Juan en colaboración con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan y con el patrocinio del Centro de Conductores Rondilla, convoca el segundo concurso de cartas a los Reyes Magos para que vuele nuestra imaginación y la misiva a los Magos de Oriente tenga premio económico Alcázar de San Juan, 12-12-2022.- Se acercan las fechas navideñas y Café Monago de Alcázar de San Juan propone a los escritores de todo el mundo que expriman su imaginación y escriban la carta a los Reyes Magos que encandile al jurado y la haga merecedora de unos de los premios ofrecidos. El plazo para participar se cierra el próximo 1 de enero de 2023 a las 23:55 y los trabajos deben enviarse al correo info@cervantesalcazar.com de la Sociedad Cervantina de Alcázar. El Centro de Conductores Rondilla patrocina por segundo año consecutivo el concurso con dos premios, uno de 100 euros para el ganador y otro de 50 euros para el finalista. Las cartas deben estar escritas en castellano, la extensión de la carta no debe ser mayor de 2 páginas DIN A4, con tamaño de fuente Arial 12 puntos y el espaciado mínimo será de 1,5 líneas. La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan tendrá la responsabilidad de evaluar las cartas y proponer los premios, pudiendo ayudarse para estas tareas de personas de contrastada experiencia literaria. Como se especifica en las bases, se valorará la adecuación al tema, el estilo de escritura, la presentación, la originalidad y la transmisión de valores positivos. Animamos a todas las personas que tengan inquietud creativa a que la pongan en práctica a través de esta acción cultural que ha sido idea original de la dirección de Café Monago, esperando superar la participación del año anterior que ascendió a ciento veinte trabajos recibidos de trece países. Las bases completas del concurso están a disposición en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar: http://cervantesalcazar.com Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan BASES DEL CONCURSO 1.- Podrán concurrir todas las personas mayores de 18 años. 2.- Cada autor/a podrá presentar una obra. 3.- La carta irá dirigida a uno o a los tres Reyes Magos. Una vez fijado el tema, el resto de la producción es libre. Por ejemplo, se puede cambiar el remitente (escribir como si fuera otra persona), cambiar la fecha (en otra época, en el pasado o en el futuro o en una época inventada), se puede pedir cualquier cosa a los Reyes. 4.- Será valorada la adecuación al tema, el estilo de escritura, la presentación, la originalidad y la transmisión de valores positivos. 5.- Las obras deben estar escritas en castellano y tener una extensión máxima de 2 páginas tamaño DIN A4. El tamaño mínimo de la fuente es de 12 pt y espaciado entre líneas mínimo de 1,5. Los trabajos estarán mecanografiados electrónicamente. 6.- Los originales no irán firmados y estarán exentos de cualquier signo o marca que indique su autoría. En el encabezado llevarán consignados los siguientes datos: título de la obra presentada y un seudónimo. El autor adjuntará un segundo documento que contendrá sus datos personales. Los documentos serán enviados en formato PDF al correo electrónico: info@cervantesalcazar.com 7.- “Café Monago” establece dos premios; uno para el ganador y uno más para el finalista. Primer premio: 100 euros. Finalista: 50 euros. 8.- El jurado estará compuesto por miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que podrán estar asesorados por terceras personas con experiencia literaria contrastada y su decisión será inapelable. El jurado puede declarar desierto alguno de los premios o todos ellos, si considera que los trabajos no reúnen la calidad mínima necesaria para optar a los premios. 9.- Los plazos para el concurso de cartas serán: 1 de enero de 2023: Finaliza el plazo de recepción de cartas. 8 de enero de 2023: Se entregarán los premios en “Café Monago” 10.- No respetar las bases de este concurso, plagiar la obra o parte de ella o infringir los derechos de autor, serán motivo de exclusión del concurso. 11.- Por el hecho de participar en el concurso se ceden los derechos a Café Monago y Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, quienes pueden utilizar y difundir libremente los trabajos premiados. Del mismo modo, la sola participación en este concurso implica la aceptación de las normas de participación. En caso de situaciones no previstas en el mismo, se estará a lo que disponga el organizador. Los ganadores se harán públicos tanto en la web de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan https://cervantesalcazar.com, como en su blog https://sociedadcervantinadealcazar.home.blog y en las redes sociales de la propia SCA. En Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100007940075912 También se comunicará a cada uno de los premiados por correo electrónico. Premios y patrocinio:
Deporte y Trasplante España en Alcázar de Cervantes Fecha de Publicación: 27/11/2022 La selección española de fútbol de la asociación Deporte y Trasplante España está celebrando desde el pasado viernes una concentración en Alcázar de San Juan, que terminará hoy domingo con un partido amistoso contra una selección de futbolistas locales. Esta asociación tiene entre sus objetivos «concienciar a la sociedad sobre la importancia de la donación de órganos, médula ósea y sangre, transmitir un mensaje de esperanza a todas las personas que están pasando por una enfermedad y requieren un trasplante, y fomentar y promocionar la salud y el deporte en las personas trasplantadas». Una de las actividades que han podido hacer en la tarde de ayer sábado fue la de conocer el patrimonio y la tradición cervantina de Alcázar de San Juan, con la colaboración de la Sociedad Cervantina. Dirigidos por el vicepresidente de esta asociación alcazareña, durante más de tres horas han recorrido las calles y plazas que guardan la tradición cervantina, que nace con el descubrimiento en 1748 de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra en la parroquia de Santa María. Han aprovechado el buen tiempo que brindó esta tarde otoñal para subir al Torreón del Gran Prior y desde él contemplar la imagen de esta ciudad manchega, terminando su visita a la localidad en el Museo del Hidalgo donde han podido apreciar cómo era la vida de un hidalgo manchego. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
La música en torno a los Molinos Fecha de Publicación: 26/11/2022 Este fue el título de la conferencia impartida dentro del ciclo de actividades de la Unión Musical Quintanareña (UMQ) en la XII Semana Músico Cultural del año 2021, una comunicación concebida a raíz del libro que soy autor “Los molinos de El Toboso, ¡realidad o ficción! Prólogo o visión de la mayor aventura quijotesca” publicado en el año 2020 pero que fue presentado por motivos de la pandemia a lo largo del año 2021. Esta charla versó del influjo de los molinos tanto los de viento como los de agua en la música analizada desde dos vertientes: La que se deriva por la actividad misma por la que se crea el molino, por la vida real del mismo, la etnografía como fue la molienda, las personas que lo realizan: el molinero, la molinera; los elementos constructivos del molino que magistralmente unidos como la rueda catalina, las piedras de moler…, todo se canaliza a través del folclore popular, de la música antigua, clásica, el pop, tecno Y la otra influencia de los molinos en la música es la que queda intrínsicamente vinculada con la universal obra Don Quijote de la Mancha (DQ) que ha generado desde el siglo XVIII hasta nuestros días una ingente cantidad de obras musicales donde el molino tiene una presencia sublímeme en todos los géneros desde la ópera, ballet, zarzuela, sinfónica, vocal, cámara, el jazz, la tecno, y la conjunción con el teatro, la televisión y el cine. Desde la óptica de la música tradicional incide todo el mundo de la molienda; esta fue imprescindible en la vida del hombre y la mujer con los primeros asentamientos en poblado; moler el grano va ligado con el desarrollo de la vida humana y también para el sustento de los animales domésticos. Existen bastantes vestigios de las primeras piedras de golpear el grano de los cereales para convertir en harina y ser sustento de los primeros pobladores. Posteriormente ligado al incremente de la población se crea el molino y conlleva el nacimiento de los oficios del molinero y la molinera; su estrecha convivencia con el pueblo y sus actos como el precio de la molienda, la maquila, las dudas del peso y la imagen pícara, sensual de los protagonistas produce un sentimiento popular que genera la creación de canciones, poemas y música entorno a este maravilloso mundo molinar. Estos dos personajes inspiran con fuerza todo un mundo creativo dentro de la Literatura, Poesía y la Música tradicional; las canciones populares se encuentran en todo el folclore de las regiones españolas; la música puso las notas rítmicas construyendo el rico y variado cancionero español como las canciones “La Sinda”, “La molinera”, “El Molino”, … La Sinda canción popular de Castilla, entona la relación del molinero con las jóvenes, la figura del pícaro molinero, una de las estrofas: “Mi madre no quiere que al molino vaya, porque cuando bajo me rompo la saya…”. El movimiento rítmico de la rueda catalina, el sonido de la fricción de piedras de moler, el golpeo de la tarabilla, se expresan y se recogen con el característico “tac-tic, tac-tic, tac”. Una de nuestras obras más internacionales, versada en la novela homónima de Pedro Antonio de Alarcón es el ballet musical El Sombrero de Tres Picos compuesta por Manuel de Falla; donde dos piezas dan de sus cuadros, «La danza de la molinera» un hermoso fandango y la danza del molinero – La Farruca–[1] son exponentes del valioso patrimonio español de la composición; el cine ha realizado también varias versiones de esta obra. La canción del repertorio castellano “La molinera” con letra algo picante ha tenido una amplia difusión con las adaptaciones desde el Nuevo Mester de Juglaría pasando por Luar na Lubre, de reciente actuación en Manchafolk de Quintanar. Así en la música pop, la de los años 60, el legendario grupo Los Gritos puso en el panorama musical la canción “Los Molinos de la Mancha”[2], que actualmente tendría una total vigencia en la España vacía, un canto denuncia al despoblamiento de nuestros pueblos manchegos a raíz del abandono del campo; en ese año de 1968 Los Gritos compitieron con otra versión de la famosa “La vida sigue igual” la misma que Julio Iglesias en el festival de Benidorm; ganando ambos, pues en los festivales anteriores la misma canción la defendían dos diferentes intérpretes. La magia de los molinos también va a atraer al Folk metal, subgénero del Heavy metal siendo un gran exponente el grupo El Mägo de Oz y su disco “La leyenda de La Mancha”, con una canción dedicada a los molinos de viento, una canción y música con una fuerza extraordinaria y comprensión del mensaje, pues Sancho recrimina a Don Quijote por su alucinación y este le explica que “él no ve con los ojos, sino con el corazón y la imaginación”. La supervivencia actual del molino de viento y todo lo que representa en la actualidad, como valor Patrimonial, como atracción dentro del Paisaje en La Mancha se lo debe a la aventura del capítulo octavo de la primera parte de Don Quijote de la Mancha ( DQ (VIII, I) con el título “Del buen suceso que el valeroso Don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos de felice recordación”; este episodio está esculpido en la Literatura Universal como una de las más grandes creaciones de la imaginación, de la fantasía humana con una fuerza vital, poética, psíquica… Desde el comienzo de la andadura de la novela del Caballero de la Triste figura, tuvo una fuerte atracción para el mundo creativo: literatos, poetas, pintores e ilustradores que desde su visión crítica, imaginativa y creativa quedaron impactados de la belleza, de la frescura de la obra que profundizaba en todos los estadios de la vida; fluyendo un torrente de composiciones en todas las ordenes artísticas conocidas. La Música como todas las Bellas Artes es también embrujada; el enfrentamiento heroico de Don Quijote con los gigantes es un polo imantado para las compositores tanto nacionales e internacionales, el choque con las aspas de los molinos es ensalzado a un estado sublime. Del siglo XVIII una composición musical es la conocida “Suite burlesca de Quijote en sol mayor” de Georg Philipp Telemann, que versa sobre varios capítulos entre ellos el enfrentamiento con los molinos de viento. En la versión musical “El hombre de La Mancha” cuando Don Quijote es derrotado por el molino de viento, echa las culpas no al encantamiento del mago Frestón sino que todavía no había sido armado caballero. Esta obra universal con un extraordinario éxito desde su estreno en 1965 en Broadway ha sido y sigue siendo representado en un importante número de naciones. También “El Hombre de la Mancha” fue llevada al cine, con el mismo título en la película del año 1972 e interpretada por Peter Otole y Sofía Loren. En España llegó el musical en el año 1997 de la mano de José Sacristán y Paloma San Basilio, con una magnífica adaptación de calidad, soberbia interpretación y siendo acogido con entusiasmo por el público. La canción famosa que todos recordamos es la declamación e interpretación de José Sacristán y la elevada canción de Paloma San Basilio “En el sueño imposible” con la emoción de la declaración: “Soñar, lo imposible soñar. Vencer, al invicto rival. Sufrir, el dolor insufrible. Morir, por un noble ideal…” [3] El mundo cinematográfico también es atrapado desde sus principios por la más grande novela española y unas de las más universales. El primer documental cinematográfico donde se proyecta la aventura de los molinos de viento asociado con la música es el que lleva por título “La ruta de Don Quijote” del director catalán Ramón Biadiu estrenado en el año 1934; un grandísimo testimonio del patrimonio etnográfico de La Mancha, relacionando la novela quijotesca con el valor del paisaje y el paisanaje. La aventura de DQ (VIII, I) la representa con diversas tomas del molino de viento, la escena del ataque de Don Quijote hacia ellos con la vigorosa música creada por Juan Gaitg, composición que empieza con el murmullo del sonido del viento, subiendo la tonalidad imitando el aumento de ráfagas del viento silbando, una magnífica estructura música orquestal y al unísono que giran las aspas la armonía es como si fuese rodando, formando círculos musicales después del imaginado embiste del caballero contra las aspas. En el año 1953 el mismo director realiza una actualización de este documental, una de las acciones incorporadas corresponde al funcionamiento de los mazos de los batanes, aquellos espantosos ruidos que tanto asustaban a Sancho Panza DQ (XX;I), un extraordinario testimonio del movimiento rítmico, con el mismo sonido acompasado repetitivo del golpeo de los mazos del batán, que nos transporta a la famosa escena de la película de Ben Hur de que muevan los remos con mayor velocidad los remeros esclavos a la orden de “boga de combate” comienza el golpeo de las mazos del tambor y ese sonido acompasado se asemeja al golpeo rítmico de los mazos de los batanes. Una de las consideradas mejores adaptaciones españolas y universales es “Don Quijote de la Mancha” del año 1948 de Rafael Gil con interpretación de Rafael Rivelles, Juan Calvo, Fernando Rey y Sara Montiel, entre otros y corresponde la composición musical a Ernesto Halffter; esta obra cinematográfica dentro de la conmemoración del IV Centenario del nacimiento de Cervantes fue grabada en su terreno natural de los espacios quijotescos: El Toboso, Campo de Criptana. Fotograma película Don Quijote de la Mancha 1948 director Rafael Gil y Ernesto Halffter. La música que corresponde también es orquestal, la llamada música incidental o música de escena interpretada por la Sinfónica de Madrid, y vuelve a ser cíclica con un preludio en la visualización de los gigantes o molinos, con clarines anunciando el comienzo de una batalla y después una sinfonía constante en el enfrentamiento entre el caballero y el movimiento giratorio de las aspas, siempre con el sonido agudo al romper el viento con las aspas y los lienzos, notas que se repiten con cada uno de los volteos. De este mismo compositor Cristóbal Halffter creo una ópera, la de “Don Quijote” con un extraordinario éxito con libreto de Andrés Amorós y estrenada en el Teatro Real en el año 2000. Otra obra cinematográfica con bella composición musical con presencia de los molinos es la serie televisiva de “Don Quijote” del director Manuel Gutiérrez Aragón del año 1992, una ambiciosa propuesta de TVE con el magnífico guion de Camilo José Cela y las brillantes interpretaciones de Fernando Rey y Alfredo Landa, una esplendorosa obra con gran riqueza, una soberbia recreación que supuso un importante acercamiento de la obra literaria al público que significó que se conociera más en profundidad esta joya de la literatura universal. En esta adaptación serial la música imita el sonido de los vientos al estallar con las aspas del molino, una armoniosa conjunción de notas en función de la velocidad del viento y la distancia de los molinos, siempre acompañado por el melódico ruido del girar del movimiento cadencioso de las aspas, aquí en esta versión Don Quijote se baja de Rocinante y realiza un sosegado paseo entre los gigantes con el fondo del sonido del eje, a imitación de un gemido, se produce un intenso diálogo de Don Quijote nombrando a cada uno de los molinos. La exquisita composición musical de esta serie correspondió al laureado compositor argentino Lalo Schiffrin. Fotograma serie “El Quijote de Miguel de Cervantes”, 1992. Director Manuel Gutiérrez Aragón y Música de Lalo Schifrin. La música alcanza su cenit en este episodio al levantarse Don Quijote ayudado por su fiel escudero a los pies del majestuoso molino y realizarse una interpretación musical luctuosa, que, rasgado por el ocaso de la imagen, resalta las figuras chinescas de los protagonistas que a continuación cabalgan asumidos en la derrota, en la tristeza suena a modo de réquiem. Este mismo director Gutiérrez Aragón dirigió una película en el año 2002 con el título “El Caballero don Quijote” y la composición musical de José Nieto que corresponde a la DQ II parte de la novela. Las creaciones musicales cinematográficas son de una plasticidad sublime pues el lenguaje poético que se crea de la combinación de imagen y composición musical para transmitir el envite del hidalgo caballero en su lucha imaginaria con los gigantes y posteriormente la cadencia musical en la derrota son de ternura, de amor, cuando Don Quijote descubre que realmente son molinos. En las diferentes versiones plasmada en esta muestra seleccionada recogen en cada de las notas musicales, en las composiciones, la ternura, la emoción y el cariño, la ayuda humanitaria del leal escudero al levantar al abatido don quijote. La música se rinde a la mejor novela del mundo, desde el principio se adentra en la grandiosa y majestuosa obra de Miguel de Cervantes, capta toda fuerza y vigor de las aventuras, la expresión sublime de sus episodios, la belleza de las notas se transforma en la virtuosidad de las composiciones. La magia cervantina también tiene excelentes composiciones acercándose al molino y sus personajes, como el balPero si hay un género musical donde el molino queda resaltado es la ópera que por cierto vive un momento dulce con una tremenda operación mediática y divulgativa, así como una importante respuesta del público. Quintanar ha tenido el honor y el privilegio de haber tenido en sus escenario y su música a Tomás Marco, una de las personalidades actuales más importante del arco musical español; ha apoyado el festival internacional de música de Quintanar, en el que se le han realizado homenajes; en diferentes años, obras suyas han sido estrenadas aquí en exclusividad para Castilla La Mancha y que tiene una memorable opera: ”El caballero de la triste figura”-un encargo de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales con ocasión del cuarto centenario del Quijote- fue la quinta ópera de Tomás Marco, y una de las escenas de las siete escenas lleva el título “Molinos de viento”. Una obra que muchos aquí en nuestra tierra, no la relacionamos con La Mancha es la famosa ópera “Carmen” de Bizet, pues siempre la identificamos con Sevilla. Viendo una puesta en escena de esta obra del año 2005 correspondiente al festival anual de ópera de Sankt Margarethen[4] cercano a Viena, me sorprendió que el horizonte estuviera dominado por molinos de viento y castillo, como si fuera una población manchega (Belmonte, Consuegra) y así mismo dentro de otras escenas salen los molinos; que no solamente están presentes en la ópera de “Carmen”, sino en otras más. Pues esta obra basada en el libreto de Prosper Mérimée, hispanista que pasó por Quintanar a Belmonte, acompañando a la condesa Eugenia de Montijo, la propietaria del castillo, luego emperatriz de Francia y rehabilitó el mismo. Habrá que profundizar en la influencia y presencia de nuestra tierra en la ópera Carmen pues tiene connotaciones musicales como la seguidilla manchega, en un momento la protagonista le dice al oficial que la tiene presa y está enamorado: “…iré a bailar la seguidilla …” El compositor tuvo referencias de las seguidillas manchegas pues Mérimée escribe en una de sus cartas sobre las mismas; creo que sería para profundizar por los historiadores y musicólogos. Estas fueron las pinceladas en la comunicación de la duodécima Semana Músico Cultural de la UMQ sobre la majestuosa presencia de la música en la doble vertiente reseñada de la etnográfica desde la óptica de la funcionalidad del molino y la música que ahonda sus raíces en la novela quijotesca. Marciano Ortega Molina [1] https://www.youtube.com/watch?v=TnrAPicdOrA [2] https://www.youtube.com/watch?v=hSfPILwpmo8 [3] https://www.youtube.com/watch?v=4bWpeMNhA_g [4] https://www.youtube.com/watch?v=3h-fP4zSH40
Esta Navidad será la quinta campaña de recogida de libros “Ningún niño/a sin imaginación” Fecha de Publicación: 22/11/2022 En este año 2022 se cumple la QUINTA edición de la iniciativa solidaria de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan que permite acercar los libros a los niños más desfavorecidos y fomenta la lectura entre los jóvenes al llegar las fiestas navideñas Alcázar de San Juan, 23-11-2022.- Un año más y ya por quinta vez consecutiva, la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan pone en marcha su campaña de recogida de libros infantiles y juveniles con el objetivo de ningún niño se quede sin desarrollar su imaginación por medio de la lectura en esta Navidad por muy limitado que sea su poder adquisitivo o por muy desfavorables que sean sus condiciones familiares. Este año que acaba ha sido un año duro que ha comportado subidas de precios en muchos alimentos de la cesta de la compra, así como de elementos básicos de confort como la luz y el gas y este es nuestro medio de ayudar a las familias que lo están pasando mal y que consideran los libros como un elemento de lujo que no se pueden permitir. Con la campaña “Esta Navidad ningún niño/a sin imaginación” nos movilizamos un año más para recoger el mayor número posible de libros infantiles y juveniles, que aunque ya hayan sido leídos en algunos hogares, esta donación permite que alarguen su vida útil yendo a parar a las manos de otros niños que tienen más difícil el disfrute de este material y a los que todos estamos involucrados en no permitir dejar sin acceso a la lectura y en consecuencia al desarrollo de su imaginación. Los días 24, 25 y 29 de noviembre, junto a los días 1, 5, 7 y 9 de diciembre (último día), se ha habilitado la sala 7 del Centro Cívico en la plaza de España de Alcázar de San Juan, en horario de horario de 19:00 a 20:00 horas para la recepción de libros infantiles y juveniles, usados, pero en buen estado, que sirvan para que otros niños puedan disfrutar del placer de la lectura. Será nuestro socio Enrique Lubián -de nuevo- el encargado de su recogida, permaneciendo en el Centro Cívico en el horario anunciado. Se acerca la Navidad y es tiempo de compartir con los demás, sobre todo con los que menos tienen, siempre es buen momento, pero en esta época del año es el tiempo propicio para que aflore nuestra solidaridad y compartamos con los que menos tienen. Será muy difícil superar el listón del año pasado en que se recogieron 500 ejemplares, pero confiamos en que, con la aportación de todos, esta cantidad se superará con creces. Los libros que aporten los donantes, se entregarán a la Asociación Cultural y Social “El Sosiego” (asociación que lleva ya varios años poniendo en práctica su campaña solidaria de recogida de juguetes), al objeto de que estos libros puedan formar parte de los lotes de juguetes a entregar a las familias más necesitadas de nuestra ciudad. Recordamos los días de recogida en la Sala 7 del Centro Cívico, en horario de 19:00 a 20:00: Noviembre: jueves 24, viernes 25 y martes 29. Diciembre: Jueves 1, lunes 5, miércoles 7 y viernes 9 (último día). Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
“Tradición cervantina alcazareña y los azulejos quijotescos de la Fonda de la Estación y Parque Cervantes” Fecha de Publicación: 21/11/2022 En la renovada Fonda de la Estacion de Alcázar de San Juan, charla impartida por Luis Miguel Román Alhambra y Constantino López Sánchez-Tinajero, dentro del ciclo de conferencias del Aula de Historia Local Respondiendo a la invitación cursada por Francisco José Atienza (Archivo Municipal) para tomar parte en una de las sesiones del Aula de Historia Local, los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar han charlado por espacio de dos horas sobre la “Tradición cervantina alcazareña y los azulejos quijotescos de la Fonda y Sala de espera de la Estación y del Parque Cervantes”. Rigurosamente puntuales y ayudados por presentaciones de PowerPoint -para hacer más amenas las explicaciones-, los cervantistas han explicado en el tiempo señalado, el tema objeto de la conferencia que según han manifestado al término de la misma ha sido del agrado de los asistentes lo que también se ha dejado entrever por las numerosas preguntas y debates que se han suscitado tras la charla, en la que tanto los ponentes como el público se han encontrado cómodos y en el que los asistentes han demostrado su excelente conocimiento e interés sobre los asuntos expuestos. En resumen, una actividad más llevada a cabo por esta Sociedad Cervantina que se suma a las que se vienen desarrollando de forma ininterrumpida y a las que tendrán lugar en breve con la llegada de la Navidad, como son la Campaña de Recogida de Libros Infantiles y Juveniles “Ningún niño/a sin imaginación” y el Certamen de Cartas a los Reyes Magos “Café Monago”. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Emilio Gavira, embajador del Corazón de la Mancha Fecha de Publicación: 20/11/2022 En los Almuerzos de don Quijote hemos recibido al gran actor y mejor persona Emilio Gavira quien se ha mostrado dispuesto a emprender nuevos y ambiciosos proyectos con la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan Alcázar de San Juan, 20 de noviembre de 2022.- En la actividad denominada “los Almuerzos de don Quijote” celebrada este pasado sábado hemos podido disfrutar de la esperada presencia del actor Emilio Gavira quién por dificultades de su trabajo (benditas dificultades) ha hecho realidad esta visita que llevaba programada desde hace más de tres años. Gavira comentó a los cervantistas alcazareños que su primera representación teatral fue precisamente una obra de Miguel de Cervantes, el entremés La elección de los alcaldes de Daganzo en su época de estudiante en el Colegio de los Trinitarios de Alcázar de San Juan. A lo largo del almuerzo tuvo ocasión de hablar de sus últimos proyectos, y más concretamente de la obra de teatro Campeones de la Comedia que está girando por diferentes lugares de España y en la que participan algunos de los actores que también lo hicieron en la película Campeones de Javier Fesser (2018) que fue galardonada con el Goya a la Mejor Película de 2019. Precisamente ha encontrado un hueco en su apretada agenda para venir este sábado a compartirlo con los miembros de la Sociedad. Mostró su sapiencia sobre Cervantes y su obra, y resaltó detalles sobre la vida del escritor así como sobre la escritura y el significado del Quijote que están solo al alcance de verdaderos iniciados en la obra cervantina. Tanto su gran criterio como persona como sus dotes de embajador, ya que por donde va hace gala de pertenecer a la comarca del Quijote, lo hacen especialmente valioso como colaborador de la Sociedad Cervantina de Alcázar. De hecho, se le plantearon diversos proyectos culturales en los que podría tomar parte junto con la Sociedad y se mostró favorablemente interesado en que puedan cristalizar las diferentes iniciativas que más adelante, cuando se hayan madurado y sea el momento oportuno se darán a conocer. Si bien los tiempos han cambiado, no en vano han pasado 56 años desde que la Gaceta de Madrid publicase la concesión el 4 de agosto de 1966 a nuestra ciudad la denominación geo-turística de “Corazón de la Mancha”, es este un recurso que no debemos desaprovechar y hoy más que nunca necesitamos embajadores como Emilio Gavira que pongan nuestra ciudad en el mundo y nos ayuden a difundir las bonanzas culturales, gastronómicas, patrimoniales, turísticas y enológicas de Alcázar de San Juan, pero sobre todo la gran tradición cervantina y la vinculación de nuestra ciudad con Cervantes y su obra. En resumen, un magnífico ambiente alrededor de unos platos típicamente manchegos que ha finalizado con la agradable manifestación de la intención de Emilio de pertenecer a esta Sociedad que se enorgullecería sobremanera teniéndolo como uno de sus socios. Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan
Don Quijote y la Farmacia Fecha de Publicación: 18/11/2022 EI pasado día 5 de este mes de noviembre tuve oportunidad de acudir y participar en el I Congreso Internacional sobre Cervantes y el Quijote en el que entablé un diálogo con Don Quijote a cuenta de los métodos curativos que existían en el siglo X\/II. La invitación surgió de mi querida Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, Iugar donde se celebró. Lo novedoso de mi exposición (según dicen las crónicas) es que a mis descripciones narrativas de don Quijote (a quien dio voz magistralmente el periodista de Onda Cero Marcos Galván), respondía para aseverar las circunstancias que envolvían la vida de los caballeros andantes, quienes en las más de las ocasiones salían de sus lances llenos de magulladuras, descalabros y huesos quebrados. La salud de don Quijote, física y mental, nunca fueron buenas, se nos presenta un caballero “flaco, amarillo, los ojos hundidos en los últimos camaranchones del cerebro”, triste y loco, aunque su depresión le hace parecer un loco triste. De los libros aprendió don Quijote que los caballeros andantes además de dineros y camisas, portaban una pequeña arqueta de ungüentos para curar las heridas, porque no siempre estaban a mano quienes pudieran curarlas de forma profesional. Esta era la llamada “farmacia popular», para lo que se debería tener gran conocimiento de los efectos de las plantas; las terapias sanadoras estaban basadas en compuestos vegetales. El caballero andante debía acercarse en sus conocimientos al médico y principalmente al herbolario. Cervantes conocía las virtudes de los purgantes y de las plantas, una suerte de farmacia económica para curar los males sin tener que acudir ni al médico ni al boticario. Otra bien distinta era la medicina galénica, o aquellas plantas que definiera Dioscórides, o los remedios de la alquimia. Cervantes en su libro menciona los ungüentos que se aplicaban sobre las lesiones de la piel y Sancho dice: “Aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas” o aquel episodio con los cabreros en el que uno de ellos para aliviar el dolor insoportable de don Quijote, “tomó algunas hojas de romero, las mascó y las mezcló con un poco de sal y, aplicándoselas a la oreja a don Quijote, se la vendó muy bien, asegurándole que no había necesidad de otra medicina”, como así fue. El vino se usaba como bebida y como medicina. No hubo de faltar una buena dosis de fe y confianza como principios activos. La mayoria de la población era pobre por lo que la farmacia popular era la más recurrente Una sola gota del Bálsamo de Fierabrás era suficiente para sanar y ahorrar tiempo y medicinas. La descripción que hace don Quijote del bálsamo es sublime por lo que no me resisto a pasar de largo su mención literal: “Es un bálsamo, de quien tengo la receta en la memoria, con el cual no hay que tener temor a la muerte ni hay que pensar en morir de ferida alguna. Y, ansí, cuando yo le haga y te le dé, no tienes más que hacer, sino que cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio el cuerpo (como muchas veces suele acontecer), bonitamente la parte del cuerpo que se hubiere caído en el suelo, y con mucha sotileza, antes que la sangre se yele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de ancajallo igualmente y al justo. Luego me darás de beber solo dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana”. La mayoría de la población era pobre por lo que la farmacia popular era la más recurrente. Los médicos que realizaban los diagnósticos y las prescripciones habían elaborado una compleja farmacología basa- da en cálculos matemáticos de manera peculiar y en modo alguno alcanzaba a los de estamentos más Ilanos. Las andanzas y aventuras de don Quijote sorprenden porque cada vez que se lee se descubren aspectos nuevos que antes pasaron desapercibidos; el libro es un espejo de lo que era la época del siglo XVII, sociedad, medicina, farmacia, todo se encuentra reflejado en esta magna obra y lo que es más curioso, de rabiosa actualidad, por lo que seguirá siendo digno de análisis. Mariano Avilés Muñoz Jurista. Presidente de a Asociación de Derecho Farmacéutico (ASEDEF) marianoaviles@asedef.org
El Congreso Internacional de Alcázar hace latir con fuerza el corazón de la Mancha Fecha de Publicación: 07/11/2022 . Finalizó el I Congreso Internacional y se han alcanzado todos los objetivos perseguidos: calidad científica, variedad, multidisciplinar, amenidad y atractivo para el público que ha respondido de forma magnífica con su presencia en las dos jornadas Alcázar de San Juan, 7 de noviembre de 2022.- Los días 4 y 5 de noviembre se ha celebrado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el I Congreso Internacional «Cervantes y el Quijote desde Alcázar (literatura, historia, sociedad)», organizado por el Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra, el Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. El programa incluía doce ponencias y una mesa de presentación de publicaciones y proyectos cervantinos, con la participación de investigadores de Brasil, España, Estados Unidos, Francia y Perú. Ha sido un congreso de gran calidad científica y con una marcada impronta multidisciplinar, con aproximaciones temáticas desde la literatura y la filología, pero también la historia, la archivística, la Medicina y la Psiquiatría y aun la Astronomía. Como ha señalado la prensa, por un par de días Alcázar ha sido «el epicentro del cervantismo mundial». Y todo se ha desarrollado en un ambiente extremadamente ameno y cordial. Desde la Sociedad Cervantina de Alcázar muestran su satisfacción por esta fructífera colaboración con el GRISO-Universidad de Navarra y con el Patronato de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, que en todo momento han brindado los medios necesarios tanto materiales como humanos. Carlos Mata Induráin del GRISO/Universidad de Navarra ha sido la persona que lo imaginó y la que ha conseguido traer hasta el mismo Corazón de la Mancha ponentes de cinco países, algunos desde el otro lado del Atlántico, que han presentado trabajos de alto nivel con los que el numeroso público asistente se ha podido deleitar. También el Patronato de Cultura de Alcázar ha dado las máximas facilidades para que el Congreso haya resultado un completo éxito, aportando todos sus recursos y programando las actividades culturales complementarias que han sorprendido y agradado por igual a los ponentes, logrando de que su estancia en nuestra ciudad fuese agradable y se hayan llevado de Alcázar de San Juan un recuerdo imborrable. Agradecimiento también para el resto de entidades colaboradoras: Consejo Regulador de la D. O. Vinos de La Mancha, que acogió en su sede la jornada del sábado y cuyo presidente Carlos D. Bonilla ejerció -como siempre- de magnífico anfitrión. Gracias también a GITCE-Universidad de Castilla-La Mancha, al Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA) y a TAQ Distinciones de Alcázar de San Juan. Del excelente nivel de los ponentes que vinieron de países extranjeros, no han desmerecido en absoluto los trabajos expuestos por los cuatro ponentes alcazareños: Francisco José Atienza (Archivero Municipal) que puso en conocimiento mundial la partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar, así como los tres miembros de la Sociedad Cervantina. Mariano Avilés Muñoz presentó una conferencia muy novedosa a modo de dialogo entre Cervantes y don Quijote en la que el locutor Marcos Galván -en la interpretación de don Quijote- puso su excelente voz cautivando a la audiencia presente y del resto del mundo (todas las sesiones se retransmitieron por streaming y se encuentran en los perfiles de Facebook de la Sociedad Cervantina de Alcázar como en el del Patronato de Cultura). Luis Caballero Martínez basó su didáctica y entretenida presentación en la idea de que los dos principales personajes de la novela de Cervantes pudieron ejercer su papel como psiquiatras del escritor. Finalmente Benjamín Montesinos Comino cuya ponencia sobre los conocimientos astronómicos del hidalgo sorprendió a los asistentes por su calidad y erudición, no exenta de un fino humor, sobre todo al inicio de la misma cuando reconoció la singularidad de este Congreso ya que dijo “era el primero de todos los que había participado en el que había vino para aclararse la garganta en caso de necesidad”, haciendo así un guiño a los excelentes caldos de la Mancha y a la sede que acogía esta jornada (salón de actos de la ICRDO de vinos de la Mancha), que sacó una inmediata sonrisa ganándose al público y consiguiendo su complicidad. Por lo que respecta a los moderadores de las sesiones: Juan Bautista Mata Peñuela, Luis Miguel Román Alhambra, Manuel Rubio Morano, Estrella Blanco Escalera y Jesús Sánchez Sánchez, todos ellos miembros de la Sociedad Cervantina, condujeron las ponencias de forma admirable brillando con luz propia. Mención especial merecen las actividades complementarias que el Patronato de Cultura programó para aderezar este acontecimiento cultural, como la visita al Museo Casa del Hidalgo (al final de la primera jornada) con cata de vino ofrecida y explicada por la D.O. La Mancha en la propia bodega del Museo, que dejó unas magníficas sensaciones en los ponentes al ser organizada especialmente para ellos. También fue muy apreciada la visita al cerro de San Antón para presenciar una molienda que no pudo llevarse a cabo por falta de viento pero que incluyó una amplia y detallada explicación -a cargo del molinero, Juan Bautista Sánchez- del funcionamiento de estos ingenios industriales que ya cumplían con su misión de moler todo tipo de cereales en la época de Cervantes. Como broche del Congreso, y no menos impresionante fue la visita a la casa parroquial donde tuvieron ocasión de acceder a la partida del Miguel de Cervantes bautizado en Alcázar, en cuya casa parroquial se custodia el original, que el archivero municipal Francisco José Atienza mostró a sus compañeros ponentes. Cabe, por tanto, calificar de gran éxito el desarrollo del Congreso y felicitar a los organizadores por haber conseguido aunar la erudición cervantina con la amenidad y sobre todo por haber colmado el interés con que los cervantistas y quijotistas esperaban este evento. Sociedad Cervantina de Alcázar Enlaces donde se han publicado los vídeos de las ponencias: Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan Patronato de Cultura de Alcázar de San Juan
Congreso Internacional de cervantistas en el Corazón de la Mancha Fecha de Publicación: 27/10/2022 Los días 4 y 5 de noviembre de 2022 tendrá lugar el I Congreso Internacional Cervantes y el Quijote desde Alcázar de San Juan. Las ponencias del viernes 4 serán en el Salón Noble del Ayuntamiento y las del sábado 5 en el Salón de Actos de la D.O. de Vinos La Mancha Alcázar de San Juan, 27 de octubre de 2022.- Incluido dentro de la amplia programación de actividades, música teatro, exposiciones, conferencias, visitas a bodegas, catas de vino, rutas turísticas, literatura, gastronomía, actividades infantiles, etc., que el Patronato Municipal de Cultura desarrolla en esta importante efeméride local (el bautismo de Miguel de Cervantes acontecido el 9 de noviembre de 1558), lo que se pretende que sea el acto central de las celebraciones es el Congreso Internacional en colaboración con el Grupo de Investigación del Siglo de Oro (GRISO) de la Universidad de Navarra y con la Sociedad Cervantina de Alcázar. Enmarcado -por tanto-, en la programación de las IX Jornadas Vino y Bautismo Qervantino, el Congreso tendrá lugar los días 4 y 5 de noviembre. Las ponencias del viernes 4 tendrán lugar en el Salón Noble del Ayuntamiento y las del sábado 5 serán en el Salón de Actos de la Denominación de Origen de Vinos de la Mancha. En lo que se refiere a nuestra ciudad, aspiramos a posicionarla en el mundo y a mostrar la fuerte vinculación que Alcázar tiene con Miguel de Cervantes y con su obra, aportando mediante las ponencias, la investigación y análisis del Quijote, su amplia e indisoluble relación con la Mancha y con Alcázar de San Juan. Consumados especialistas mundiales en Cervantes y el Quijote se darán cita por dos días en nuestra ciudad donde disertarán sobre el autor y la obra para mostrar su conocimiento y trasmitírselo tanto al público asistente en las salas como al que seguirá el congreso en directo por redes sociales, ya que las ponencias se retransmitirán mediante streaming. Comenzando el viernes 4 de noviembre, la inauguración del Congreso por las autoridades será a las 09:00 en el Salón Noble del Ayuntamiento. Seguidamente y a las 10:00 tendrán lugar las primeras ponencias correrán a cargo de nuestro paisano Francisco José Atienza Santiago (Archivo Municipal de Alcázar) que disertara sobre “La partida de bautismo del Miguel de Cervantes de Alcázar de San Juan. En la misma sesión estará Enrique Suárez Figaredo, uno de los mejores y más expertos editores de obras del siglo de Oro Español que presentará “Construyendo el Quijote (en torno a la impresión de la novela cervantina)”. Serán moderados por Juan Bautista Mata Peñuela, presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. En la siguiente sesión, a las 11:30, podremos disfrutar de personalidades como Almudena García González (Universidad de Castilla-La Mancha. ESPAÑA) cuya ponencia versara sobre “Adaptaciones infantiles de Cervantes en el siglo XXI”. Enmanuel Marigno (Universidad Jean Monnet-Saint Étienne, FRANCIA) expondrá “Los recursos escenográficos en La complainte de Dulcinée (2008), de Dulcinea Langfelder”. Para acabar, Carlos Mata Induráin (Universidad de Navarra-GRISO, ESPAÑA) nos hablará sobre “Cervantes recreado en la narrativa histórica española contemporánea (García Jambrina, Eslava Galán y otros)”. El moderador de esta sesión será Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la SCA. En la sesión de tarde a las 16:30, tendremos ocasión de escuchar a Susan Byrne (University of Nevada, Las Vegas, ESTADOS UNIDOS), disertará sobre “La retórica de la alusión cervantina”. A continuación, Miguel Ángel Zamorano Heras (Universidade Federal do Río de Janerio-UFRJ, BRASIL) hablará sobre “El reverso trágico de la comicidad quijotesca”. Cerrará la sesión Ángel Pérez Martínez (Universidad del Pacífico, Lima, PERÚ) con “Cervantes y el viaje. Exploraciones y fronteras”. La moderación correrá a cargo de Manuel Rubio Morano de la SCA. Ya en el sábado 5 de noviembre y de nuevo a las 10:00 de la mañana, pero esta vez en la sede de la D.O. de Vinos de La Mancha, tendrá lugar la cuarta sesión de ponencias con Mariano Avilés Muñoz (Asociación de Derecho Farmacéutico, ESPAÑA) que expondrá “Don Quijote ante el tortuoso camino hacia la sanación (Una conferencia imaginaria, cercana a la realidad)». Después intervendrá Luis Caballero Martínez (Hospital Universitario Puerta de Hierro / Universidad Autónoma de Madrid, ESPAÑA) con “Alonso Quijano y Sancho como psiquiatras de Miguel de Cervantes”. Serán moderados por Estrella Blanco Escalera de la SCA. A las 11:00 haremos un pequeño inciso en las ponencias para presentar publicaciones y proyectos cervantinos. Bajo la moderación de Carlos Mata Induráin intervendrán: Luis Miguel Román Alhambra (Sociedad Cervantina de Alcázar) para presentar su trabajo «Tras los pasos de Rocinante. Guía de caminos del Quijote». Después lo hará Marciano Ortega Molina (Sociedad Cervantina de Alcázar), para presentar su libro «Molinos de El Toboso. Realidad o ficción». Para finalizar, a las 12:00 será la quinta sesión de ponencias que correrá a cargo de Benjamín Montesinos Comino (Centro de Astrobiología INTA-CSIC / Sociedad Española de Astronomía, ESPAÑA) que disertará sobre “El cielo en el Quijote visto por un astrónomo alcazareño”. Y cerrará Lucía López Rubio (Universidad Carlos III de Madrid, ESPAÑA) CON “Matrimonio, muerte y devoción: el refugio religioso de algunas mujeres cervantinas”. Jesús Sánchez Sánchez de la SCA. Será el moderador de esta sesión. Además de las sesiones de ponencias, el sábado 5 por la tarde (a las 17:00 horas) está prevista una molienda tradicional en el cerro de San Antón, para que los visitantes de fuera de nuestras fronteras puedan conocer in situ el funcionamiento de los ingenios industriales que desde el siglo XVII ya estaban presentes en las atalayas de nuestros horizontes manchegos recogiendo los vientos para moler nuestros cereales. Especialistas de cinco países y diferentes continentes, aportarán sus conocimientos cervantinos en un importante cónclave cultural para disfrute de los aficionados al Quijote y público en general que disfrutará con toda seguridad de trabajos expositivos de alto nivel. Desde la Sociedad Cervantina de Alcázar invitamos a todos a que asistan a este importante evento cultural y que lo difundan entre sus amigos porque será una ocasión propicia para disfrutar de verdaderos expertos en Miguel de Cervantes y su obra. La entrada es gratuita y el acceso a las ponencias es libre, aunque recomendamos la inscripción porque el aforo es limitado. Las inscripciones pueden hacerse en los correos oficinaturismoalcazar@gmail.com y cervantinaalcazar@gmail.com. Desde aquí invitamos a todos a que asistan a este importante evento cultural y que lo difundan entre sus amigos porque será una ocasión propicia para disfrutar de verdaderos expertos en Miguel de Cervantes y su obra. Finalmente, queremos recordar que la Sociedad Cervantina de Alcázar también coordinará una Ruta guiada “Alcázar de Cervantes” el domingo 13 de noviembre a las 12:00, (inscripción previa) con lugar de encuentro en estatua de Alonso Quijano con su gato (frente a Aguas de Alcázar). Sociedad Cervantina de Alcázar Programa del Congreso programa_i_congreso_internacional_cervantes_quijoteDescarga
Regimiento Acorazado “Córdoba” 10 la unidad militar heredera del Tercio de Figueroa donde sirvió Miguel de Cervantes Fecha de Publicación: 22/10/2022 Los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar recibidos por el Coronel Jefe del Regimiento, D. José María Martínez González en la Sala Gran Capitán Ubicado en la base de Cerro Muriano en Córdoba e integrando la Brigada Guzmán el Bueno X Alcázar de San Juan, 22 de octubre de 2022.- A lo largo del jueves 20 de octubre una importante representación de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha visitado las instalaciones del Regimiento Acorazado “Córdoba” 10 que en la actualidad está integrado tácticamente en la Brigada Guzmán el Bueno X con base en Cerro Muriano (Córdoba). El Regimiento Acorazado Córdoba 10, “El Sacrificado”, es heredero directo del Tercio de Figueroa creado el 27 de febrero de 1566 por el maestre de campo Lope de Figueroa, por lo que atesora 456 años de historia con una completísima hoja de servicios y un nutrido expediente de hechos de armas, poseyendo condecoraciones individuales y colectivas. Esta visita que fue recomendada por el General de Ejército D. Félix Sanz Roldán en su reciente visita a Alcázar de San Juan y que ha sido posible gracias a las facilidades recibidas por el Coronel Jefe del Regimiento, D. José María Martínez González quien acogió y dio la bienvenida a los cervantinos alcazareños preparándoles un programa de actividades que ocupó prácticamente toda la jornada. Tras la recepción en la Sala Gran Capitán, el Suboficial Mayor Gabriel Tauste Barranco hizo una presentación explicando a los asistentes el recorrido histórico del “Córdoba 10” a lo largo de su extenso historial. En la visita a la base han coincidido con los integrantes de la Hermandad de Veteranos del Regimiento de Infantería Córdoba 10, con el General Julio Gómez Sevilla a la cabeza. Después visitaron la Sala de Honor en la que hay un rincón específico dedicado al soldado aventajado Miguel de Cervantes Saavedra que sirvió en esta unidad tras la batalla de Lepanto, además de importantes piezas de colección, armas, uniformes y reproducciones militares, algunas de gran valor y muy difíciles de encontrar. A continuación, pudieron observar la completa formación que reciben los militares integrantes del Regimiento, ejercitándose en la conducción y manejo de equipos de los carros de combate Leopardo 2E de última generación con excelentes simuladores que reproducen las capacidades tácticas y operacionales de ese moderno armamento, especialmente en el simulador de torreta donde en una torre idéntica a las que forman parte del carro de combate, los militares pueden ejercitarse en las operaciones de carga y disparo con total exactitud conforme al vehículo real. El recorrido por la base terminó con una visita al parque de carros de combate donde estas moles de más de 62 toneladas impresionan solo con aproximarse a ellas, más aún cuando se ponen en funcionamiento y maniobran con sus tripulaciones al completo. A la finalización de la jornada, el vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, Luis Miguel Román hizo entrega de sendos recuerdos tanto para el Regimiento como para el Coronel Jefe, así como un Quijote de la edición que el Socio de Honor Enrique Suárez Figaredo realizó especialmente para la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Podríamos decir si miedo a equivocarnos que con la entrega de este Quijote “Cervantes vuelve a su casa”. Del mismo modo, el Coronel Jefe del Regimiento, D. José María Martínez González hizo entrega a cada uno de los presentes de una bandera de percha explicando el significado de la misma, obsequio que los cervantinos agradecieron de todo corazón porque apreciaron el regalo en todo su valor. En resumen, una interesantísima visita a la Unidad Militar que acogió a nuestro genial escritor y que a buen seguro se repetirá en alguna otra ocasión. Luis Miguel Román entrega un recuerdo al Coronel Jefe del Regimiento Los socios ante el panel de Cervantes y Lope de Figueroa, maestre de campo de su Tercio Rincón de Miguel de Cervantes Delante de un VEC (Vehículo exploración de caballería) Entregando el Quijote de la SCA al Suboficial Mayor Gabriel Tauste Bandera de percha que el regimiento regalo a los visitantes Con el General Julio Gómez Sevilla al frente de la Hermandad de Veteranos del Regimiento Córdoba 10 Impresionantes los carros de combate Leopardo 2E * Sociedad Cervantina de Alcázar
La Sociedad Cervantina de Alcázar premiada con la “Fidelidad al vino” por la D.O. La Mancha Fecha de Publicación: 21/10/2022 Premios Vino y Cultura 2022 cuya gala de entrega brillantemente organizada tuvo lugar el 19 de octubre en el auditorio de San Clemente (Cuenca) Alcázar de San Juan, 21 de octubre de 2022.- El Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos de la Mancha, ha otorgado a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan el premio “Fidelidad al Vino” por la estrecha colaboración que con la entidad que preside Carlos Javier Bonilla viene desarrollando esta asociación en la difusión cultural de los vinos de la Mancha. Junto con otras personas y entidades que han sido merecedoras de los diferentes premios -a los que los cervantinos alcazareños felicitan muy sinceramente por el trabajo realizado-, la gala ha contado con la presencia de importantes personalidades de la Región entre las que se encontraba el vicepresidente de la Junta de Comunidades, José Luis Martínez Guijarro, el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana o la alcaldesa de San Clemente María Rosario Sevillano Calero, además de otros alcaldes de diferentes ciudades de la Comunidad. La organización del evento ha sido magnífica poniendo de manifiesto, una vez más, el enorme potencial del personal que forma el Consejo Regulador y ha sido conducido de forma magistral por la sanclementina Julia Rubio y por Pedro Antonio Carreño, interviniendo Nia Zalén que aportó toques musicales únicos y exclusivos en momentos puntuales del acto. El presidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar Juan Bautista Mata Peñuela recibió el premio “Fidelidad al vino” de manos de la alcazareña Amparo Bremard Delegada de Agricultura de la Provincia de Ciudad Real y supone un nuevo reconocimiento al trabajo incansable de esta asociación cultural, que cristaliza en la organización de numerosas y variadas que se vienen llevando a cabo pero que es a la vez un acicate para seguir trabajando en el principal objetivo estatutario de estudiar, interpretar, y difundir la obra de Miguel de Cervantes y en especial del Quijote. Mata Peñuela agradeció el premio recibido y puso en valor los vinos de la Denominación de Origen la Mancha a los que Cervantes en el Quijote ya calificó de excelentes, motivo por el que la asociación lleva a gala disponer de un vino propio acogido a esta Denominación, con el nombre tan quijotesco de “Hideputa”, cuyo nombre toma del conocido pasaje del Cap. 13 de la Segunda Parte del Quijote: —¡Oh hideputa, bellaco, y cómo es católico! —¿Veis ahí —dijo el del Bosque en oyendo el hideputa de Sancho— como habéis alabado este vino llamándole «hideputa»? —Digo —respondió Sancho— que confieso que conozco que no es deshonra llamar «hijo de puta» a nadie cuando cae debajo del entendimiento de alabarle. Pero dígame, señor, por el siglo de lo que más quiere: ¿este vino es de Ciudad Real? —¡Bravo mojón! —respondió el del Bosque—. En verdad que no es de otra parte y que tiene algunos años de ancianidad. Vino al que por su calidad y su origen manchego los cervantinos alcazareños pasean con orgullo por España y por el mundo. Sociedad Cervantina de Alcázar
En busca del Quijote desde Brasil Fecha de Publicación: 15/10/2022 Luis Miguel Román, el cicerone de la comarca del Quijote “Quien recorre la Mancha deberá creer en hadas, en fantasmas, en Caballeros Andantes y en bellas Dulcineas” (Carlos Sander Álvarez) En 1959 un chileno visitó la Mancha. Afirmaba que don Quijote «es el Cristo Gentil de la Mancha, que apaleado, herido, sangrante, sigue con su corazón rebozante de optimismo, con sus ojos fijos en el camino que se ha trazado, para perseguir malandrines, desfacer entuertos y proteger doncellas… Para sentir hondamente, vivamente y dolorosamente la obra escrita por el vencedor de la soledad y el infortunio que fue Cervantes, es necesario vivir con plenitud el paisaje telúrico y humano de la Mancha… Me espera con su héroe, que tiene la magnificencia de un profeta y que en todos los siglos proclama su genial demencia. Sé que debo abandonar los libros y lanzarme en busca de los pueblos del Quijote». Este chileno fue Carlos Sander, escritor y diplomático, que había llegado a España en 1951 donde ocupó el cargo de Cónsul de Chile en Madrid. Años más tarde publicaba En busca del Quijote (Editorial Nascimiento, Santiago de Chile, 1967), poco antes de morir. Hasta este territorio del hidalgo manchego han venido multitud de personas buscando también su espíritu. Barruntan que sólo aquí es posible entender a este loco tan cuerdo, y quizás no estén descaminados. Hace unos días he tenido la suerte de conocer a dos parejas de jóvenes brasileños que, desafiantes a la distancia que el “charco” nos separa, se han acercado a la Mancha de don Quijote, como hiciera hace más de sesenta años el chileno Sander. Pocas horas después de haber llegado a España se presentaron en mi casa, acompañados de dos amigos residentes en la cercana ciudad de Tomelloso, con un Cristo Redentor que ha quedado como imagen de nuestro encuentro en un lugar preferente entre mis Quijotes. Pocos días tenían para empaparse de la imagen de la tierra que vio nacer al famoso hidalgo manchego, por lo que traté de orientarles concentrando su tiempo entre lugares nombrados explícitamente en la novela y otros que aunque no lo están tienen la esencia cervantina y quijotesca entre sus calles y plazas. Antes de que se marcharan a iniciar su ruta cervantina, les acompañé a que conocieran imágenes y rincones de Alcázar de San Juan que asientan los cimientos de su tradición cervantina. Desde aquí, como don Quijote, también iniciaron su salida en busca de sus ansiadas aventuras. El Toboso, Campo de Criptana, Argamasilla de Alba, las Lagunas de Ruidera y la Cueva de Montesinos fueron los lugares visitados dentro de la comarca cervantina del Quijote. Villanueva de los Infantes, Almagro, Ciudad Real y Toledo complementaron su experiencia por tierras de la Mancha natural. Desde Asunción (Paraguay) recibieron dos ejemplares del Quijote escritos en lengua guaraní, hechos llegar por un amigo ahora ya también mío. Uno de ellos lo depositaron en el Museo Cervantino de El Toboso, ampliando aún más su gran catálogo de ediciones del Quijote donados desde todo el mundo, y el otro se ha quedado entre los míos. Una magnífica versión ilustrada del Centro de Estudios Paraguayos “Antonio Guasch” de Asunción. Algún día llegará a mi casa quien en su lengua materna pueda leer también el comienzo del Quijote en guaraní: «Aipo La Mancha rekoha peteĩme, héra rehe na che mandu´asevéimava, oiko raka´e nda´are guasúi peteĩ ñande rapicha imba´e heta porãmíva ra´y, ikisepukúva hyrúpe, ijokoha yma, ikavaju piru rei ha ijagua rusu retia´éva…» Ya están de nuevo en Brasil, seguro que cansados por la intensidad de los días pasados en la Mancha. En unos días empezarán a recuperar imágenes y vivencias que aquí se les pasaron inadvertidas, y comenzarán a volver a releer el Quijote con otra perspectiva, cada uno con la suya, y creer, ahora sí, que en alguna esquina de El Toboso o detrás de algún molino de Campo de Criptana creyeron sentir el halo mágico de las figuras de don Quijote y Sancho Panza. Yo sigo aquí terminando la guía de caminos que llevarán a quienes quieran ir detrás de los pasos de Rocinante puedan hacerlo sin temor a perderse, y quizás algún día mis amigos brasileños vengan con la intención de encontrar de nuevo en ellos el espíritu de don Quijote. Saben ya que sólo han de creer en hadas, en fantasmas, en caballeros Andantes y en bellas Dulcineas. Luis Miguel Román Alhambra
Don Félix Sanz Roldán en Alcázar de San Juan Fecha de Publicación: 25/09/2022 La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan ha recibido la visita de un invitado de lujo, el General de Ejército D. Félix Sanz Roldán que es parte de la historia reciente de este país ya que fue más de diez años director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y actualmente es presidente del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha Alcázar de San Juan, 25 de septiembre de 2022.- En la última edición de los “Almuerzos de don Quijote” celebrada el sábado 24 de septiembre, ha visitado nuestra ciudad D. Félix Sanz Roldán, un castellanomanchego nacido en Uclés (Cuenca) que por su formación y valía personal ha alcanzado puestos muy destacados en la vida pública española. Sanz Roldán, militar de profesión, ingresó en la Academia General Militar en 1962 siendo promovido a teniente de Artillería en 1966 siendo su primer destino (a su petición) El Aaiún en el Sáhara Español. Tras una meritoria carrera militar y con el empleo de comandante estuvo destinado en la Embajada de España en Washington (como agregado militar) siendo el primer oficial que obtuvo su formación en EE.UU. que le fue convalidada posteriormente en España. Su estancia y aprendizaje en el ejército estadounidense le sirvió para preparar la evolución que necesitaba nuestro propio ejército, en el que alcanzó el grado de teniente general en 2004, poco después fue designado Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) ejerciendo este cargo hasta 2008. En 2009 fue nombrado director del Centro Nacional de Inteligencia con rango de secretario de Estado, donde permaneció hasta 2019 tras 10 años al frente de los servicios de inteligencia españoles. En 2019 fue nombrado presidente del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha, cargo que ejerce en la actualidad. Precisamente ha venido a Alcázar de San Juan acompañado de su secretario en el Consejo, el alcazareño Ignacio Gavira, quien en todo momento ha facilitado a la Sociedad Cervantina que esta visita se haya podido producir. Tras una breve visita por el centro histórico de Alcázar y ya alrededor de la comida típica manchega los cervantistas alcazareños han podido exponerle al Sr. Sanz Roldán diferentes proyectos culturales que tienen preparados para ser puestos en marcha en el corto plazo, proyectos que desde el Consejo Social de la Universidad han sido muy bien acogidos ya que entre sus principales objetivos se encuentran tanto la promoción cultural en nuestra región como la difusión de la propia Universidad dentro de su territorio, por lo que es muy posible que se concreten en el futuro líneas de colaboración que pueden resultar muy interesantes para Alcázar de San Juan y su comarca. Además de ser una persona afable y muy cercana, ha aportado a la Sociedad Cervantina parte de sus innumerables conocimientos, entre ellos un artículo titulado «Miguel de Cervantes: un soldado del siglo XXI» que en breve reproduciremos íntegro en nuestra web y blog, y en el que se asevera que el Tercio de don Lope de Figueroa, donde Miguel de Cervantes sentó plaza, es hoy el Regimiento de Infantería Mecanizada Córdoba 10, con base en Cerro Muriano (Córdoba). Se ha tratado de una gratísima visita que ha dejado muy satisfechos a los cervantistas alcazareños y no será la última ya que Sanz Roldán se ha brindado a seguir colaborando con la Sociedad Cervantina en cuantos actos culturales le sean propuestos. Sociedad Cervantina de Alcázar
El laberinto de los azulejos de Matilda Geddings Gray Fecha de Publicación: 14/09/2022 (para Mario Vargas Llosa) «Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros». —Jorge Luis Borges Cuando alguien nos hace reír, nos comparte algo de su gracia, nos transforma de lejos. A veces esto sucede en el acto de comunicar algo no deseado. La sátira, por ejemplo, el género por excelencia de la risa, se burla primero del ser humano en general y sólo después le echa los brazos como un yugo al cuello de la mayor de sus víctimas. En ese sentido, la sátira es como una mujer que contempla el abanico de sus opciones. El mensaje humanizado de Apuleyo al final de El asno de oro (c.175 d.C.), también conocido como Las metamorfosis, es tanto antiimperialista como antibélico, pero solo después de mucha risa y amor. Nacida en Lake Charles, Luisiana, Matilda Geddings Gray (1889–1971) —empresaria, coleccionista de arte y filántropa— viajó a Guatemala en 1935 donde compró una casa en la Antigua. Hasta que no me indiquen lo contrario, debo concluir que la Srta. Gray —retratada arriba vestida de estilo transgresor de las «flappers» de los años 20, con perlas alrededor de su magnífico cuello y con unos ojos tan grises e imperiosos como el Golfo después de un huracán— era la única persona capaz de haber colocado los azulejos que aún se ven en el muro de un patio de su casa a la sombra de los tres volcanes centroamericanos de Agua, Fuego y Acatenango. En algún momento o ella o su padre, John Geddings Gray de Nueva Orleans, era dueño el campo petrolero más productivo del mundo. La extrema riqueza producida por el Rancho Gray podría explicar la colección ridículamente extensa de huevos Fabergé de Matilda, colección que incluía el fantástico “Huevo napoleónico” que Nicolás II le había dado a su madre la Emperatriz María Fiódorovna Románova para conmemorar el centenario de la Batalla de Borodinó. Según el estilo local, la antigua entrada de la Casa de las Mil Flores está pavimentada con cantos de río y huesos de vaca en forma de un enorme galeón español que todavía flota sobre las olas del Caribe. Reinan en ese lugar una calma, una confianza y un respeto por la vida y la historia que son una lección de humildad. Entonces te señalan el tiro de gracia. Para la pieza central del jardín de su nueva casa antigüeña, doña Matilda había elegido el toque de prueba de la literatura española. Determinó restaurar toda la casa, la estructura, así como las costumbres y los espíritus de los que una vez la habitaron. A dicho fin, hizo importar de España doscientos ochenta azulejos pintados a mano que representan las dos partes de Don Quijote de la Mancha, y los ubicó en cinco filas contra un fondo amarillo en un marco almenado pintado de blanco brillante, todo eso en un muro gris de unos seis metros de largo centrado sobre una pequeña fuente felina que escupe agua en un estanque azul. A través de sus azulejos, doña Matilda creó con sus propios dedos, y de una manera más minuciosa de lo que podríamos haber esperado, una muestra maravillosa de su buen gusto, su abundante inteligencia y sí, incluso su visión moral de la vida. Es más, cierto entrecruzamiento orquestado por la Srta. Gray allí entre los azulejos cervantinos de su Casa de las Mil Flores ha logrado convertir el lugar en una especie de Palacio de Fontainebleau en el altiplano maya. Dicho de otra manera, unos muros son más importantes que otros. En Mil Flores —llamémosla también la Casa de las Américas de esa asombrosa mujer de Luisiana— Matilda Geddings Gray hizo lo que Catalina de Médici mandó que se hiciera en Fontainebleau. No nos puede sorprender que la Srta. Gray también era propietaria de un chateau en las afueras de París, donde seguramente había aprendido a dejar rastro de su dignidad a través de la orientación de ciertos objetos de arte. El arte de comunicarse a través del tiempo. En el caso de Fontainebleau, la Reina de Francia comisionó un conjunto de pinturas que representaban escenas clave de Las etiópicas (¿220/370? d.C.) de Heliodoro. A través de los cristales del salón principal aún se puede divisar una estatua de la diosa Diana bañándose en una fuente. Todo ese programa hemos de suponer que le vino a la mente a la reina consorte en su urgencia para indicar que los asuntos delegados al corazón son tan serios como los asumidos por los gobernantes de una nación, y viceversa. Cuatro siglos más tarde, y al otro lado del Atlántico, otra princesa llamada Matilda Geddings Gray hizo importar un juego de azulejos pintados con viñetas de la novela de Cervantes —en aquel entonces todavía de obligada lectura entre personas educadas— y los instaló en un muro en el jardín de su casa. Y a través de tres cambios que hizo en el orden normal de los azulejos, es decir, en el orden de los episodios del libro que hoy reconocemos como la primera novela moderna, la Srta. Gray logró lanzarnos una ingeniosa trampa basada en un significado particular que atribuyó a la obra de Cervantes. Confieso que me sorprendió enterarme de la transformación que Gray había llevado a cabo en su interpretación de Don Quijote. Fue como despertar en una playa. Es que la Srta. Gray me parece un alma literaria de alta categoría. ¿Qué puedo decir? Unos somos más asnales que otros y por períodos de tiempo más largos. Solo digo que me rindo ante doña Matilda, como si fuese un ave repentina o el color rojo. He marcado con una piedra blanca el día que vi su obra por primera vez —los idus de octubre de 2018— y he marcado con arena negra todo el paso del tiempo anterior a ese momento. La interpretación que plantea Gray en sus azulejos se encuentra entre las más acertadas que he visto en mi vida porque pudo describir el nexo entre los temas de la raza y la esclavitud en Don Quijote, nexo que en sus preciosas manos también señala la esencia de las contribuciones españolas a la evolución de la forma novelesca. Primero describamos lo que hizo Gray y luego contemplaremos lo que podría haber querido comunicarnos a través de su labor. A continuación, se muestran por separado dos tiras de los azulejos de doña Matilda. Son las dos series que nos preocupan porque comparten una especie de triple error —digamos una trinidad de errores—, más concretamente un nudo formado por dos errores en la primera serie que luego nos l